Leyes de La Gestalt
Leyes de La Gestalt
Leyes de La Gestalt
Las leyes de la percepción fueron enunciadas por los psicólogos de la gestalt,(Max
Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka); quienes en un laboratorio de psicología
experimental observaron que el cerebro humano organiza las percepciones como
totalidades (Gestalts) de acuerdo con ciertas leyes a las que denominaron "leyes de la
percepción". Estas leyes enuncian principios generales, presentes en cada acto
perceptivo demostrando que el cerebro hace la mejor organización posible de los
elementos que percibe, y asimismo explican cómo se configura esa "mejor
organización posible" a través de varios principios: Las leyes de la gestalt.
Posteriormente estas leyes y la mirada, ya no de una percepción en un momento sino del
universo cognoscible como una totalidad, fueron tomadas por diversas disciplinas en
ámbitos tan diversos como la comunicación, la arquitectura, la sociología, la psicología
social, la ecología, y otras. La, en su momento cuestionada, frase de Kohler “El todo es
diferente de la suma de las partes” sintetiza lo sostenido por los experimentalistas
acerca de que percibimos totalidades y que cada parte pierde el valor que tiene en el
contexto y posiblemente sus cualidades al ser retirada del mismo. No es difícil si
pensamos, por ejemplo, que el filamento de una lámpara incandescente perdería sus
atributos y su finalidad si es retirado de la misma. Esta idea de mirar el mundo a través
de la óptica de las totalidades, configuraciones complejas o gestalts no es original de la
psicología de la gestalt, sino que muchas civilizaciones antiguas veían a la naturaleza
como un todo vivo en el que cada elemento estaba relacionado con los demás de una
manera decisiva para el todo y para sus componentes. Esto será retomado por Kurt
Lewin, quien estudiara las dinámicas presentes entre los componentes de un campo, en
su teoría del campo y aplicará estos conceptos originalmente de topoloigía a los grupos
humanos. Y posteriormente surgirá la Teoría general de los sistemas que irá un poco
más allá y la idea continuará evolucionando al abrigo del paradigma actual del
pensamiento complejo que hoy día estas ideas nos permiten manejar conceptos como el
de ecosistema, donde un pequeño acto puede alterar dramáticamente un sistema
completo (ej. teoría del caos: evento de la mariposa).
Por ultimo las leyes de la gestalt no actúan de modo independiente, aunque se las
enuncie por separado; actúan simultáneamente y se influencian mutuamente creando
resultados, en ocasiones difíciles de prever, estas leyes se ajustan también a las variables
tiempo y espacio (variables subjetivas) y como sucede con las personas que se entrenan
para captar el arte abstracto, son sensibles al aprendizaje.
LEYES GENERALES
LEY
Ej. en Percepción
Influencia en lo psiquico:
Ley general de la figura y fondo
Fondo: Todo aquello que no es figura, es la parte del campo que contiene elementos
interrelacionados que sostienen a la figura que por su contraste tienden a desaparecer.
La percepción subliminal sería la percepción de aquella parte del fondo que nunca llega
a hacerse figura, por lo tanto no es susceptible de atención. Sin embargo el fondo
sostiene a la figura, por lo tanto los elementos del fondo están presentes en la
percepción aunque nunca emerjan como figura. Esto puede observarse en las ultimas
dos láminas, en las que la figura puede ser el quijote o los ancianos, sin embargo hay
rostros ocultos en la composición que si no se hacen figura de todos modos serán
percibidos subliminalmente.
Los elementos son organizados en figuras lo más simétricas, regulares y estables que
sea posible.
La ley de la buena forma se basa en la observación de que el cerebro intenta organizar
los elementos percibidos de la mejor forma posible, esto incluye el sentido de
perspectiva, volumen, profundidad etc. El cerebro prefiere las formas integradas,
completas y estables. Esta ley de alguna manera involucra a otras leyes, ya que el
cerebro prefiere también formas cerradas y /o continuas o simétricas (ley del cierre; ley
de la continuidad), con buen contraste (figura- fondo) es decir, definidas.
Esta ley se expresa en un nivel del pensamiento cuando rechazamos algo o alguien
inacabado o defectuoso. Hay personas que al ver una casa la imaginan con todas las
mejoras que harían y otras solo ven "lo que se ve". Cada uno tiene una tendencia a la
búsqueda de buenas formas en lo que percibe,
A veces intentamos definir aquello que no está definido, poner rótulos, y/o encasillar es
una forma de intentar dar una forma acabada a algo que no la tiene; porque lo difuso o
ambiguo transmite la sensación de es desconocido y esto despierta cierta inquietud y/o
malestar al ser percibido como un campo difuso, donde no hay figuras claras. Como ver
un plato entero, y verlo roto en pedazos, muchas veces el primer impulso al levantar los
trozos es unirlos para recobrar la percepción del todo, la buena forma. En las figuras de
al lado la percepción intenta resolverlas en cosas conocidas como un elefante o unas
columnas aunque no lo son. Así en la última figura por ejemplo solo tiene sentido si
miramos una parte de la figura, la inferior o la superior, pero cuando intentamos
organizarla como un "todo" entonces aparece la dificultad.
LEYES PARTICULARES
Ley del cierre o de la completud: Las formas cerradas y acabadas son más estables
visualmente, lo que hace que tendamos a "cerrar" y a completar con la imaginación las
formas percibidas buscando la mejor organización posible.
Otro ejemplo podría verse en personas que, teniendo una pobre autovaloración,
necesitan rodearse de personas que perciban como inferiores en algún aspecto para, por
contraste, sentirse más importantes.
Ley de la proximidad
Los elementos tienen a agruparse con los que se encuentran a menor distancia.
En general se tienden a considerar como "un todo" o un conjunto al que se atribuyen
conexiones a aquellos elementos que están más próximos. Suponemos que las personas
que conviven, por ejemplo, están afectivamente próximas,
Ley de la similaridad:
Los elementos similares tienen a verse como el mismo elemento, como conjuntos que se
pueden separar claramente del resto.
En el terreno psíquico intentamos organizar "mapas" que nos orienten en un mundo que
desconocemos agrupando a veces individuos, situaciones, objetos o hechos. Incluso es
lo que hace que reconozcamos una palabra mal escrita y comprendamos lo que quiere
decir. (ver ejemplo). La ley de la similaridad tiene la importante función de hacernos
familiar el mundo desconocido. Así, un objeto grande con ruedas que jamás he visto
antes, es considerado un vehículo de alguna clase, y lo agrupo mentalmente en esa
categoría. Esta ley es la base de las categorizaciones que hacemos, y suele ser un
obstáculo cuando se trata del ámbito de lo humano ya que desde esta ley tendemos a
generalizar y a universalizar a partir de rasgos, tomando a veces "la parte por el todo"
(otro fundamento del prejuicio).
Movimiento común o destino común: Los elementos que se desplazan en la misma
dirección tienden a ser vistos como un grupo o conjunto. .
En el orden psíquico esta ley se manifiesta en las tendencias a agrupar a las personas o
eventos por un rasgo común como sucede en el caso de la similaridad. Los
"movimientos comunes" desde el punto de vista psíquico definen rasgos de
compatibilidad entre caracteres, la diferencia es que estos rasgos se relacionan con el
hacer (moverse ) más que con el ser como en la similaridad.
Carlos Castaneda. (1972) Viaje a Ixtlan: las enseñanzas de Don Juan. Ed.
Fondo de Cultura Económica; introducción. págs. 8 y 9.
Ley de similaridad hace que leamos una palabra desconocida como una
similar pero conocida.
PERCIBIMOS TOTALIDADES
1. Ley de la Artificialidad
Las imágenes creadas por el Ser Humano son artificiales, expresando una elección,
deliberada o no; la imagen nunca es gratuíta. Algunos ejemplos de la publicidad nos
hacen comprender esta ley, presentando como realidades cosas inexistentes o dando a lo
que es un aspecto que mejora su cualidad real. También es conocida la manipulación de
imágenes en política, falseando hechos o presentándolos bajo perspectivas muy
favorables para intereses determinados. No obstante, estos ejemplos no deben hacernos
perder de vista la radical artificialidad de toda imagen y, por lo tanto, de toda creación
de Arte Visual; vamos a explicarlo mediante dos ejemplos: Cualquier pintura, por
ejemplo Los Fusilamientos, de Goya o Las Meninas, de Velázquez (ambas en el Museo
del Prado, Madrid), que llaman nuestra atención y son objeto de contínuas reflexiones,
son, meramente, pedazos de tela sujetos a un bastidor sobre los que se ha extendido
pigmentos de colores diversos en una forma determinada. El visionado de aquellas
películas de terror que nos asustan es sólo la proyección de luz, de tonos diversos, sobre
una sábana blanca sincronizada con unos sonidos determinados; aún más, la actuación
de los que intervienen es la simulación de hechos que pueden ser reales o no, incluso
representación de fantasías de situaciones positivamente inexistentes (como Drácula o
Flash Gordon). Así pues, vemos que las obras de Arte, que son imágenes, no son reales,
todo en ellas es falso, pero podemos experimentarlas como verdaderas,
conmoviéndonos ante una imagen religiosa, indignándonos ante Los Fusilamientos,
maravillándonos con Las Meninas o emocionándonos viendo una película, como si lo
percibido fuera real, aun cuando nosotros, los espectadores, sabemos que todo es falso.
Cuando nos acercamos a las obras, las vemos con pretensión de realidad, y deseamos
experimentar verdaderamente lo que éstas nos proponen, aceptando una convención, la
realidad afectiva (sentimental) de lo que es positivamente falso. Hemos de recordar
aquí, a propósito de esta ley, la afirmación de Langer (3.3.1.) acerca del Arte, como
objetivación del sentimiento humano.
2. Ley de la Estructuración
Las imágenes tienen una estructura, un esqueleto estructural (33) que soporta los
elementos básicos de la energía visual; sin estructura no hay imágenes, tan sólo un
conjunto amorfo de elementos visuales sin conexión. La estructura supone la existencia
de organización y síntesis, esto es: trabazón solidaria de las partes en el todo, que es la
imagen completa. Arnheim define la forma visual precisamente por su estructura, como
la organización material visual, recibida por los ojos y aceptada por la mente humana
(34). El esqueleto estructural es la configuración visual de las ideas madres, expresadas
verbalmente pero de naturaleza visual, el motivo básico de la imagen; uno y otras van
unidos, como la cara y la cruz de las monedas, siendo más radicales para una imagen
esas ideas que su esqueleto, porque en el principio siempre estuvo la Palabra. Las ideas
madres son captadas por todos (la rotunda madurez vital de un tomate) pero olvidadas
por la funcionalidad (el tomate pertenece a la ensalada); el artista, en su obra, devuelve
a las formas su carácter básico y primordial, considerando anecdótica su eventual
utilidad, celebrándolas, dándoles un carácter otro, simplemente festejando su existencia,
como nos canta Hesse: Un impulso indomable/ habita el santuario de este mundo/ por
romper el silencio de las cosas/ y expresar el sentido de los seres/ en palabra, color,
gesto y sonido... (35)
* Cruz y
* Equilibrio y Simetría.
La imagen siempre se organiza oponiendo varios elementos, como mínimo dos: la obra
destaca sobre la pared, el edificio en el paisaje, elementos iluminados sobre un fondo
oscuro, etc... En ocasiones el contraste es más complejo y puede integrar tres, o más,
elementos (como en La Primavera, de Botticelli, 1478, Museo de los Uffizzi, Florencia;
figura 39a), objetos o seres de gran diversidad entre sí, como humanos y animales (en la
Cacería de Ciervos, de la Valltorta, figura 46), etc... Es posible encontrar algún caso en
que el contraste se ha limitado, como algunas Nimphéas, de Monet (1914-1921, por
ejemplo,en el Musée Marmottan; París) en las que todo es luz, pero se trata de ejemplos
muy excepcionales y aún así, la imagen contrasta, en su marco, vigorosamente del
entorno. Las Nimphéas plantean con claridad el presupuesto básico del Contraste que es
la existencia de Luz, ya que sin ésta no hay percepción de la imagen: la luz es esencial
para la vigencia de esta Ley. Aparte de sus valores visuales, las leyes de la
Artificialidad, de la Estructuración y del Contraste tienen un fuerte sentido simbólico:
La Artificialidad implica creación, la Estructura orden y el Contraste Dualismo.
4. Ley de la Simplicidad
La imagen tiende a ser lo más simple que sea posible para hacerse inteligible. Esta ley
completa la de Estructuración por la que, en sentido general, todo elemento accesorio se
desprende de un organismo, modificándose en caso necesario los útiles para
perfeccionar su función. El principio se encuentra presente en la Naturaleza, tiene
carácter científico y plena vigencia visual. Vamos a presentar dos ejemplos. En el
Pantocrátor de Sant Climent de Taüll (Museo de Arte de Cataluña, barcelona) se ha
configurado el libro que presenta al espectador para dar fuerza y simplicidad a ese
objeto y limitado las palabras que contiene. En el cine, recordemos el western clásico o
cualquier serial de la televisión, los personajes son de una sola pieza, o muy buenos o
muy malos, indios o blancos, sin matices, con objeto de facilitar la comprensión por
parte de los espectadores. Pregnancia es la conciencia observable de la atracción o
adherencia del ojo a la imagen y, también, de la fecundidad de ésta, que echa raíces en
el alma del espectador; seguidamente presento un ejemplo de imagen con poca
pregnancia, en La Primavera, de Botticelli: el joven del extremo izquierdo atraviesa las
nubes con un palo, pero ¿es que pueden haber nubes en la copa de algún árbol?: esta
presencia no resulta creíble, esto es: no tiene pregnancia (36).
5. Ley de la Expresividad
Las imágenes nos dicen cosas, son expresivas, su autor quiere suscitar una reacción en
el espectador, interpelarlo, sacarlo del estado en que se encuentra. La expresividad de
las obras proviene de la acción de su creador (consciente o no) y, muy especialmente, de
la voluntad, o del gusto, de su cliente, que encarga las obras para que manifiesten unos
valores determinados. Aun cuando las imágenes tienen un carácter básicamente visual,
como una novela verbal o una música sonoro, hay otros elementos que pueden
determinar el rasgo visual: forman el contexto, conjunto de circunstancias biográficas,
culturales, sociales, etc..., en las que se gesta la obra. Muchas veces no es posible
comprender plenamente una imagen sin conocer estos datos.
Morfología Visual
El lenguaje de la imagen tiene sus medios, como la Palabra, que vamos a describir
seguidamente; es muy fácil de entender, a menudo más que la Palabra, aún cuando
conviene distinguir ver de mirar: una Mirada profunda compromete a todo el
espectador, es más que un vistazo superficial, simple impresión sensorial; recordemos
los versos de Machado: ¡Ojos que a la luz se abrieron/ un día para, después,/ ciegos
tornar a la tierra/ hartos de mirar sin ver! (37)
La imagen no tiene siempre la precisión de la Palabra; no es posible decir que podemos
traducir las Palabras a Imágenes, en realidad, hacemos una transposición, ya que ambas
posibilidades comunicativas son distintas y tienen sus peculiaridades, permitiendo
modos expresivos diversos.
a) Punto y Línea
b) Polígonos
c) Centro
El centro es el elemento fundamental de la imagen, a donde es atraída la Mirada con la
máxima intensidad (figura 10). A veces el centro se expresa mediante la intersección de
dos círculos en la mandorla, pudiendo combinarse con la cruz dando paso, entonces, a la
cruz ansada.
d) Luz
La luz es el elemento que permite la percepción de las imágenes que no existirían para
nosotros sin ella. La luz ordena la mirada del espectador y puede intervenir de modos
diversos: En Arquitectura y Escultura de bulto redondo sirve para la captación de los
objetos y, también, interviene activamente en su significación: contrastes en fachadas o
interiores (mediante cristaleras, según la orientación de las aberturas (figura 28d) etc...).
En Pintura o Relieve, y manifestaciones afines, la Luz es dispuesta interiormente por el
creador, destacando unas partes de la imagen sobre otras, siendo entonces el foco
exterior mera iluminación. La luz condiciona la percepción del color, su relativa
intensidad para el ojo, pudiendo ser suave, o muy matizada, cruda o con alternancias
bruscas; la calidad de la luz depende de muchos factores, pudiendo ser el grado de
insolación del lugar en el que vive el creador importante: en la pintura holandesa del
XVII los colores siempre se bañan en una luz muy matizada (en Holanda casi siempre
está nublado), mientras que en la italiana de la misma época los contrastes son crudos
(en Italia, los días soleados son lo más común). En el Cine la luz hace concentrar la
mirada en la pantalla (uso externo) y es utilizada para crear efectos internos en la
imagen (día, noche, etc...., en ocasiones de gran belleza: Histoire de la Marquise d'O.,
de Eric Rohmer ).
e) Color
f) Texturas
Los objetos poseen texturas que son superfícies exteriores con unas condiciones
visuales y táctiles determinadas: finas, ásperas, rugosas, etc... Es posible representar las
texturas en las imágenes, en ocasiones procurando recrear lo existente, en los bodegones
(frutas, pescados, caza...), retratos (piel fresca o con arrugas, curtida, bronceada,
sonrosada...); en el cine vemos castillos, barcos y ciudades enteras de cartón...; otras
veces las texturas se presentan en las imágenes por sí mismas, celebrando determinados
valores (por ejemplo, los reflejos metálicos en las pinturas de Gontcharova o Viola... o
en el Hombre del yelmo, atribuído a Rembrandt). La percepción de la textura viene
determinada por la luz, acrecentándose con su intensidad, puesto que, por ejemplo,
difícilmente veremos, a oscuras, un objeto de metal bruñido.
g) Dimensiones
Las formas visuales presentan muchas veces objetos que existen en el mundo y que
tienen unas medidas diversas, pues no es lo mismo la cabeza de un niño que una
catedral; su representación depende de las medidas del soporte de la imagen y puede ir
del natural a otro ampliado o reducido. El espectador al percibir una imagen, a menudo,
siente una relación incómoda de tamaño, por ejemplo: lo que se ve en la televisión es
muy pequeño, mientras que en el cine es demasiado grande; no obstante rápidamente se
establece una adaptación en una relación correcta y aceptamos la dimensión como
natural y real. Los artistas tienen en cuenta la dimensión cuando crean las imágenes y
también procuran que éstas produzcan una impresión de Armonía o proporción,
determinada por la correcta relación que las partes guardan entre sí y con el conjunto; la
proporción se da en todo el Universo puesto que todo lo existente guarda una relación
entre el todo y las partes. Los Griegos fueron los grandes formuladores de la Armonía
en las imágenes que basaban en una Matemática cuyo rigor es corregido para adaptarse
a nuestra defectuosa percepción. En nuestra época, Le Corbusier también ha propuesto
una nueva noción de Armonía adaptada a la Sociedad Industrial, que llamó Modulor.
h) Movimiento
i) Espacio
j) Realidad y Apariencia
A propósito de la perspectiva hemos advertido que algunas Culturas, como la egípcia,
renuncian a representar reproductivamente, como imitación, la realidad: no figuran las
cosas como en una fotografía, sino conceptualmente. En Occidente, desde el
Renacimiento y hasta finales del XIX, hemos deseado confundir realidad y apariencia,
valorando las imágenes por su fidelidad representativa: Las Meninas, de Velázquez, son
el mejor ejemplo de esta mentalidad. El Arte Contemporáneo ha contribuído a romper el
binomio Realidad-Apariencia, permitiendo la creación de imágenes que representan
experiencias verdaderas que no son percibibles directamente por la Mirada, todo un
mundo interior, ensimismado que aflora en el Surrealismo, la Abstracción, etc... Estas
imágenes ensimismadas son de difícil contemplación para muchas personas, que
valoran aquellas representaciones que coinciden con lo que ven aún cuando muchos
recursos del lenguaje cinematográfico y el cómic les sirven para irse familiarizando con
la Mirada Ensimismada. La Literatura ha presentado con mayor eficacia que el Arte ese
Universo interior, no estando tan ceñida al espacio y al tiempo como la Expresión
Visual (una novela puede ser todo lo larga que su autor estime necesario...).