SINTESIS - JESUS ULISES MORENO CUEVAS - LA COCINA DE LA ESCRITURA - Daniel Cassany
SINTESIS - JESUS ULISES MORENO CUEVAS - LA COCINA DE LA ESCRITURA - Daniel Cassany
SINTESIS - JESUS ULISES MORENO CUEVAS - LA COCINA DE LA ESCRITURA - Daniel Cassany
A continuación se presentan las notas que tomé tras la lectura del libro sugerido
sobre las características que encontré más relevantes, me llamaron más la atención
o considero serán de gran ayuda para el momento de elaborar mi tesis de
investigación:
PRÓLOGO
Este libro es algo así como un manual para aprender a redactar. Esta “cocina”
expone los rudimentos elementales de la escritura, válidos para todo tipo de textos o
ámbitos. Debe de pensarse que escribir en ningún caso se trata de una tarea simple
puesto que la formación en escritura que la mayoría de los usuarios poseemos es
fragmentaria, o incluso bastante pobre. Nunca debe de olvidarse que “el estilo y el
método es el autor, como el carácter a la persona todos somos distintos”.
1. LECCIÓN MAGISTRAL
Legibilidad
El concepto de legibilidad es el grado de facilidad con el que se puede leer,
comprender y memorizar un texto escrito. Una legibilidad alta consta de palabras
cortas y básicas, frases cortas, lenguaje concreto, estructuras que favorecen la
anticipación, presencia de repeticiones, presencia de marcadores textuales,
situación lógica del verbo y variación tipográfica: cifras, negrita y cursiva. Los
párrafos confusos, las frases complicadas y las palabras raras dificultan la
comprensión de los textos, privando a las personas del conocimiento de este.
Estilo llano
Este nos ofrece una definición de prosa comprensible, investigación específica
sobre las dificultades de comprensión de los textos técnicos y aplicaciones
concretas para mejorar los escritos.
Un estilo llano:
- Describe las estrategias cognitivas que utilizamos para escribir y propone técnicas
y recursos para desarrollarlas.
Entre las habilidades que destacan en alguien que escribe está analizar la
información, buscar ideas, hacer esquemas para ordenar estas ideas, hacer
borradores, valorar y rehacer el texto.
Escritura respetuosa
Los escritores y las escritoras debemos colaborar en la elaboración de un lenguaje
analítico y reflexivo, libre de tics discriminatorios y respetuoso con todas las
personas y colectividades. Mediante la acción educativa y cultural podemos difundir
modelos verbales que influyan positivamente en los comportamientos humanos y en
nuestra percepción de la realidad.
3. ACCIONAR MÁQUINAS
Se debe de cuidar el evitar escribir con una imagen desenfocada del problema, de
no perder el tiempo y generar escritos inapropiados e incluso incongruentes.
Entre las técnicas para lidiar con el bloqueo al escribir el autor nos recomienda
desarrollar enunciados o preguntas sobre temas específicos de nuestro interés,
crear un diario personal en el que escribamos lo que nos venga a la cabeza o
incluso crear mapas o redes a través del uso de palabras clave, dibujos, etc.
“Las ideas son como plantas que hay que regar para que crezcan”.
Torbellino de ideas
Dura unos segundos o pocos minutos durante los cuales el autor se dedica sólo a
reunir información para el texto. Se recomienda que en este el autor:
- Apunte todo lo que se le ocurra, cuántas más ideas más rico será el texto.
- No valorar las ideas por ahora, ya después habrá tiempo para recortar lo que no
sea necesario.
- Apunta palabras y frases pequeñas para recordar la idea, sin perder el tiempo
escribiendo las ideas completas.
- No preocuparse por la gramática, caligrafía o la presentación. Después de todo el
papel donde se está escribiendo solo será para el autor mismo.
- Cuando no lleguen más ideas, es conveniente releer lo que ya está planteado para
que así surjan otras nuevas.
Explorar el tema
Otra técnica para reunir ideas consiste en estudiar sobre el tema que se quieren
mediante diversas investigaciones.
Otros recursos
Otras técnicas para accionar la escritura son la escritura libre y las frases
empezadas.
La escritura libre consiste en ponerse a escribir todo lo que nos viene a la cabeza
sobre el tema del cual escribimos o aspectos relacionados con este. Es muy útil
para generar ideas y superar bloqueos.
Las frases empezadas son ideas concretas que ayudan a delimitar los objetivos de
lo que escribimos permitiendo no desviar la atención y que las ideas sean más
abiertas, estas pueden ser ejemplos como: Lo más importante es…, quiero
conseguir qué…, tengo que evitar que…, me gustaría…, soy de la opinión que…, no
estoy de acuerdo con…, la razón más importante es…, etc.
Por último, el tomar notas nos ayuda a recordar posteriormente aquellos que
consideramos más importante para así aprovecharlo después.
5. CAJONES Y ARCHIVADORES
Los escritores deben seleccionar las ideas pertinentes, ordenarlas, tapar huecos y
elaborar una estructura para el texto Estas tareas implican tomar decisiones
relevantes sobre el enfoque que tendrá el escrito, y en definitiva, sobre su eficacia.
Ordenar ideas
La tarea de ordenar las ideas implica escoger un texto entre muchos posibles.
Mientras selecciona las ideas, las agrupa y las ordena, el autor determina el enfoque
que dará a su texto: si tiene que ser prolijo o breve, descriptivo o narrativo,
cronológico, abstracto, con ejemplos o sin ellos, etc.
Mapas conceptuales
Se puede aprovechar la técnica de los mapas para ordenar ideas y elaborar un
esquema.
La investigación sobre lectura y memoria demuestra que los textos de orden lógico
se leen y se recuerdan mejor que los de orden aleatorio. Cuanto más largo y
complejo sea un texto, más detallada debe ser su estructura para que el lector no se
pierda.
6. PÁRRAFOS
Este se encarga de marcar los diversos puntos de los que consta un tema, de
distinguir las opiniones a favor y en contra, o de señalar un cambio de perspectiva
en el discurso. El párrafo llega a sumir funcione específicas dentro del texto: se
puede hablar de párrafos de introducción, de conclusión final, de recapitulación, de
ejemplos o de resumen.
Los párrafos son remarcables ya que tienen una combinación entre formulación
teórica y explicación llana, ejemplos concretos y preguntas retóricas.
7. LA ARQUITECTURA DE LA FRASE
8. LA PROSA DISMINUIDA
Anantapódoton Es una variante del anacoluto en el que solo se expone uno de los
dos elementos correlativos que tendrían que aparecer en la frase.
Zeugma Consiste en que cuando una palabra tiene conexión con dos o más
miembros del período, ésta expresa en uno de ellos y ha de sobreentenderse en los
demás.
Anfibología Son frases que pueden interpretarse de dos o más maneras distintas.
Tics personales Estos dependen de cada autor y pueden ser de diversos tipos:
Repetir una palabra o expresión varias veces, abusos de alguna estructura
sintáctica, usos poco corrientes o personales de puntuación, etc.
9. JUEGOS SINTÁCTICOS
6. Preferir las formas más populares: Aprovechar como la lengua nos ofrece dos
formas posibles en algunos aspectos de la fonética, ortografía o morfosintaxis.
7. Evitar los verbos predicativos: Los verbos de predicación completa son más
enérgicos y claros. Por ejemplo ser y estar recargan innecesariamente la frase y
pueden ser sustituidos por hacer, encontrar, parecer, haber, llegar a, etc.
8. Tener cuidado con los adverbios en -mente: Estos son propios de registros
formales, el estilo coloquial prefiere los adverbios más vivos y breves. Si se abusa
de estos adverbios se recarga la prosa y se hace pesada, porque son palabras más
largas. Es aconsejable evitar el tic de iniciar un texto con un adverbio de este tipo.
Jerarquía de signos
La puntuación estructura las diversas unidades del texto: el final de los párrafos, de
las frases, las relaciones de subordinación entre ideas, etc. En la medida en que los
signos reflejen la organización del contenido el texto se hace más coherente y claro.
Por otra parte, según cuales sean los signos más utilizados u según en qué
cantidad, se puede determinar el grado de complejidad del escrito.
Desusos y abusos
El primer error y el más común es olvidarse de los signos y enlazar una frase con
otra de manera que le toque al lector adivinar los perfiles de la prosa, cortar las
oraciones por los extremos, dar sentido a las palabras, etc. El extremo contrario
consiste en poner signos a diestro y siniestro, donde inevitablemente al lector le
cuesta trabajo avanzar de manera clara. En resumen, no debería de haber desusos
ni abusos.
13. NIVELES DE FORMALIDAD
Para garantizar la motivación lectora de la audiencia al final del escrito, tiene que
producirse una intensa interacción entre autor y lector, a través del medio
comunicativo de la prosa, para que el receptor active su conocimiento del mundo y
pueda conseguir una construcción del sentido del mensaje.
Revisar el texto es más que una técnica o una supervisión final del escrito: implica
una determinada actitud de escritura y un estilo de trabajo. Como guía de revisión
se destacan los siguientes elementos:
3. Estructura: ¿está bastante clara para que ayude al lector a entender mejor el
mensaje?, ¿los datos están bien agrupados en apartados?
7. Puntuación: ¿he repasado todos los signos?, ¿están bien situados?, ¿es
apropiada la proporción de signos por frase?, ¿hay paréntesis innecesarios?
8. Niveles de formalidad: ¿es adecuada la imagen que el texto ofrece de mí?, ¿me
gusta?, ¿hay alguna expresión o palabra informal o demasiado vulgar?, ¿hay alguna
expresión sexista o irrespetuosa?
9. Recursos teóricos: ¿el texto atrae el interés del lector? ¿la prosa tiene un tono
enérgico?, ¿puedo utilizar algún recurso de comparación, ejemplos, preguntas
teóricas frases hechas, etc.?
Como último debe realizarse el lector a sí mismo esta pregunta: ¿ésta es la mejor
versión de este texto que soy capaz de escribir?, por igual se sugieren los siguientes
trucos para revisar los textos:
2. Lee como un lector: Lee un pedazo del texto y da respuesta a preguntas como:
¿qué piensas?, ¿lo entiendes?, ¿estás de acuerdo?, ¿cómo rebatirías lo que dice?,
¿qué opinión tienes de eso?
3. Hablar con un lector real: Pide a alguien más que le tu escrito. Que te mencione
su opinión, el objetivo fundamental del texto y sus ideas principales. Escucha con
atención y no justifiques. ¿Cómo puedes aprovechar sus opiniones?
5. Adoptar una actitud crítica: Relee el texto como si fueras un crítico implacable,
con actitud dura. Exagera los errores, busca todo lo que los lectores pueden
caricaturizar. Después recupera el tono racional y valora si estas críticas tienen
algún fundamento. Si acaso, rectifica los excesos.
6. Oralizar el escrito: Lee en voz alta como si estuvieras diciéndolo a una audiencia.
Escucha como suena: ¿queda bien?, ¿te gusta?
7. Comparar planes: Compara la versión final de tu escrito con los planes iniciales
que habías trazado. Si para poner en marcha la composición habías practicado
alguna técnica concreta, compara lo que anotaste en aquel momento con el
producto final. ¿Has olvidado algo?, ¿responde a lo que te habías planteado?
9. Hacer resúmenes: Lee el texto y resume en una frase corta el mensaje esencial
que comunica. Haz una lista de ideas más importantes que la fundamentan. Busca
un título concreto para cada párrafo y responde: ¿las frases designan exactamente
lo que querías decir?, ¿te gusta la organización de los párrafos?, ¿crees que es la
mejor posible?
EPÍLOGO
Los siguientes son consejos que resumen las enseñanzas de este libro:
4. Piensa en tu audiencia. Escribe para que pueda entenderte. Que tu texto sea un
puente entre tú y ella.
8. Repasa la prosa frase por frase, cuando hayas completado el escrito. Cuida que
sea comprensible y legible, busca economía y claridad.
9. Ayuda al lector a leer. Fíjate que la imagen del escrito sea esmerada. Ponle
márgenes: subtítulos, números, enlaces…
10. Deja reposar tu escrito en la mesita, Déjalo leer a otra persona, si es posible.
REFERENCIA