Ensayo Francisco Montoya

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Economía descalza en tiempos de Ferragamo.

¿Se han visibilizado los invisibles en economía?


Un ensayo sobre el papel actual de la economía.

Francisco Javier Montoya Ríos, estudiante de doctorado.


Resumen.
En el presente ensayo se busca identificar los momentos de cambio de la reflexión
económica surgidos a partir de las crisis que la sociedad y la misma economía han venido
sufriendo. Para esto se realiza una búsqueda en fuentes secundarias específicamente
documentos seminales del pensamiento económico, realizando la contextualización al
momento de su surgimiento que logra dar luces sobre la forma como la crisis fue leída por
la reflexión económica, y de esta forma genera ajustes o nuevas miradas a los hechos
económicos. De esta manera se comprueba la tesis de que son las crisis las que van
transformando la ciencia económica, hasta llegar a nuestros días, donde múltiples nuevas
visiones hacen su aparición y muestran visiones diferentes de la economía, llevándola a
quitarse ropajes que no son suyos o pintarse de nuevos colores, no sólo el blanco y negro
que la han acompañado por muchas décadas. Y esto hace que se abra un camino para la
economía, desde sus diferentes vestidos y comprensiones, de tal manera que pueda dar
respuesta a los desafíos actuales.
Palabras clave: Crisis, metodología económica, economía descalza, economía naranja.
Introducción
Lo primero que se debe hacer es hacer un recorrido por el desarrollo del pensamiento
económico, al menos indicando los principales hitos que llevaron a la situación actual. Y al
realizar este recorrido se encuentra una primera tesis, los cambios en el pensamiento
económico se dan por crisis, entendiendo crisis como “cambio profundo y de consecuencias
importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados”
[ CITATION Rea18 \l 9226 ]. Estas crisis llevan a que el pensamiento económico se transforme,
bien sea visibilizando u ocultando, vistiéndose o descalzándose; blanqueándose o
coloreándose.
A partir de la identificación de esas crisis se podrá entender el contexto en el que se da el
surgimiento de los pensamientos económicos y cómo actualmente hay múltiples
movimientos que tienden a diferentes reflexiones.
Las crisis
La primera crisis es el ascenso de la influencia de una sociedad que logró sistematizar el
pensamiento y es reconocida como el lugar donde el pensamiento occidental se gestó. Es
allí, en la antigua Grecia donde se da el nacimiento del pensamiento económico, que no de
la ciencia económica. El pensamiento económico está enmarcado inicialmente en la
reflexión sobre el quehacer de la sociedad y su organización, y cómo a partir de estas
realidades se va construyendo bienestar para la familia [ CITATION Ari68 \l 9226 ].
Desde esta mirada el fin de la acción económica es el bienestar, y el medio es el actuar de
las personas a partir de la producción y el intercambio. En medio de ese contexto social,
que recuérdese tiene la esclavitud de fondo, el bienestar tenía una definición concreta,
satisfacción de las necesidades naturales ([ CITATION Ari68 \l 9226 ], así el pensamiento sobre
las acciones económicas implica mirar la cotidianidad e identificar en esa mirada qué es lo
adecuado para la familia desde lo natural. Todos los denominados ciudadanos tendrían su
bienestar.
Entre este período y la edad media no se dieron muchos cambios en el pensamiento
económico, esencialmente porque la forma de producción, las relaciones económicas no
cambiaron demasiado, prueba de ello es que al revisar los escritos que hablan de acciones
económicas se encuentra citado al mismo Aristóteles [CITATION DeA18 \l 9226 ] tomando
como verdaderos sus postulados, debido al mantenimiento de contexto similares.
Unos 300 años después se evidencia la crisis, el feudalismo decae, las ciudades se
fortalecen, y los gremios comienzan a consolidarse como una clase social autónoma, es allí
donde se identifica la necesidad de una nueva explicación a las acciones económicas, es
allí, a partir de esa crisis que aparece el pensamiento de Hobbes que identifica el hombre
económico, y con él la necesidad de un hombre que represente a todos los hombres y la
identificación del bien común como el bien individual, y el bienestar con “alimentarse con
el fruto de su trabajo y con los productos de la tierra y llevar así una vida satisfecha”
[CITATION Hob94 \p 144 \l 9226 ]. Aquí el cambio sustancial es el de la forma de regulación
de las acciones económicas, ya no es “lo natural”, sino un gobierno, un hombre, que logra
consolidar la forma de relación entre las gentes alrededor del bien común como bien
individual a partir de las leyes naturales. A Hobbes se le ha reconocido como el filósofo de
la economía política, ya comienza a configurarse un pensamiento concreto alrededor de las
acciones económicas.
Casi un siglo después de Hobbes se muestra la siguiente crisis, la instalación del
capitalismo como visión hegemónica, esto lo evidencia Smith en su visión de la riqueza de
las naciones. La crisis del capitalismo, entendida como su establecimiento cambió la forma
de relacionarse en la sociedad, profundizó lo que Hobbes ya había mostrado, y llevó incluso
a identificar nuevas formas de relación. Aparecen el mercado y el trabajo como la clave.
Para Smith el fin continúa siendo el bienestar, y el medio el trabajo y el intercambio en el
mercado de lo producido con el trabajo[ CITATION Smi83 \l 9226 ]. Para este momento la
revolución industrial había logrado empezar a transformar la sociedad, aumentando la
producción pasando de una economía rural, agrícola, a una economía urbana,
industrializada y mecanizada. Como afirma Lucas, “por primera vez en la historia, el nivel
de vida de las masas y la gente común experimentó un crecimiento sostenido (…) No hay
nada remotamente parecido a este comportamiento de la economía en ningún momento del
pasado” [CITATION Luc02 \p 109-110 \l 9226 ].
Es muy destacable que en esta crisis estaba involucrada toda la sociedad y el crecimiento y
desarrollo tocaba a toda la población. Es decir, el capitalismo lograba desarrollar a la
sociedad, entendiendo que al hablar de desarrollo se habla de satisfacción de las
necesidades humanas, como componentes de una ecuación irreductible [CITATION Max86
\t \l 9226 ].

Esta crisis será clave en los desarrollos siguientes, es a partir de ella que se van
desarrollando las demás, a partir de cambios en el statu quo que generó. Esto va a llevar a
que las crisis se sucedan con mucha menos diferencia de tiempo.
La siguiente crisis, que tiene que ver con el desarrollo que generó la crisis anterior y
específicamente sus consecuencias, hace surgir el pensamiento Malthusiano, que ya no
habla del bienestar de la sociedad, del desarrollo de toda la población, si no de la ruina de la
población debido a su crecimiento, potenciado por el desarrollo de la misma [ CITATION
Pol18 \l 9226 ]. Aquí la economía se verá afectada por el desarrollo que ella misma provoca,
y el pensamiento económico, ya en camino hacia la cientificidad, va enfocado en cierta
medida hacia el cambio de medios por fines, hacia la identificación de un malentendido
bienestar como la acumulación. Es en este punto histórico donde la sociedad empieza un
viraje donde la principal consecuencia será su propio empobrecimiento. La reflexión
económica se pone traje, de saco y corbata para hablar desde arriba de los que están más
abajo en la pirámide social.
Ya la sociedad, en este punto, empieza a olvidar el concepto de bienestar como la
satisfacción de las necesidades “naturales” y empieza a aparecer la necesidad de acumular
por el sólo hecho de hacerlo. Esto será el perfecto caldo de cultivo de la siguiente crisis.
Para esta crisis la mirada Malthusiana se ha ido cumpliendo inexorablemente, aunque
tendrá un cambio radical posterior. Las grandes fábricas cada vez son más grandes, los
empleados cada vez obtienen menos bienestar y más exigencias. Esto lleva a que la visión
que se tuvo de la acción económica como la clave del desarrollo se empiece a transformar y
aparezcan nuevas reflexiones.
La más famosa de estas reflexiones alternativas en ese momento de crisis es la de Marx,
para quién el problema radicaba precisamente en que el trabajo que antes era el medio para,
ahora se había convertido en el fin de una clase social para alcanzar bienestar, mientras para
otra clase social seguía siendo el medio de acumulación [ CITATION Mar84 \l 9226 ]. En esta
crisis la reflexión económica se ha empezado a quitar el traje y se ha puesto del lado del
obrero, de su búsqueda de bienestar, llegando incluso a añorar la sociedad precapitalista y
colocándola casi como utopía a alcanzar.
Paralelo con esta crisis va dándose otra, referida al método a usar en la economía como
ciencia. Si se hablaba de ciencia se empezó a pensar en que el método debería ser
científico, según el entendimiento de la época, y es entonces que la reflexión económica,
que antes se refería a relaciones sociales cualitativas, se empezó a cuantificar buscando
encontrar leyes de comportamiento económico análogas a las que se observaban en las
ciencias naturales identificando los fenómenos económicos con fenómenos naturales.
De esta manera la reflexión económica termina colocándose el delantal de científico, y la
ciencia Económica aparece como un cientismo [ CITATION Hay03 \l 9226 ], usa métodos,
formas y herramientas científicas aunque su objeto, los hechos económicos van mucho más
allá de lo cuantitativo. De esta forma se abandonan las ciencias humanas y se abrazan las
ciencias de los fenómenos naturales como el eje metodológico de la reflexión económica.
Esto se acentuó mucho más en el siglo XX donde los avances de la Estadística moderna se
incorporan al análisis económico reduciendo casi todo el pensamiento y análisis económico
a la estadística descriptiva o inferencial según sea el caso de lo que se quiere ver, si el hoy o
el mañana.
Al usar estas herramientas para la creación de modelos económicos se empieza a dar un
proceso de invisibilización de una parte de la sociedad, mayor o menor según el grado de
desarrollo de la misma. Quienes no se ajustaban al modelo simplemente no se tenían en
cuenta y desaparecían del panorama de análisis.
Por otro lado, se pensaba que, así como en las ciencias naturales la ley de la gravedad
funciona en cualquier parte del universo, de la misma forma el modelo que funciona en
Madagascar se puede aplicar a Colombia y viceversa. Esto llevó a que se forzaran análisis,
procesos y políticas económicas a partir de estos postulados, e allí la nueva crisis.
Esta mirada, entonces, lleva a que en el siglo XX aparezcan nuevas crisis, especialmente en
regiones que no caben en los modelos econométricos, y no caben simplemente porque los
modelos no están hechos para ellos. “Se viven y trabajan modelos de sociedad que
desconocen la complejidad creciente de la sociedad real en que estamos inmersos”
[CITATION Max86 \p 18 \t \l 9226 ]. Esto mostró lo Incompletos e insuficientes que eran las
teorías económicas y sociales que han servido de sustento y orientación a los procesos de
desarrollo, especialmente en regiones como Latinoamérica [CITATION Max86 \t \l 9226 ].
Esta crisis, específicamente ubicada en la región antes mencionada, llevó a pensar en un
pensamiento económico adecuado para sus necesidades, surge entonces la economía
descalza de la mano de la teoría del desarrollo a escala humana. Ambas miradas están
orientadas en gran medida hacia la satisfacción de las necesidades humanas, entendidas
como se entendían al inicio de la reflexión económica, y buscaba que en el centro de la
reflexión económica estuviera nuevamente el hombre y su bienestar como fin, no como
medio. Esto llevó a un nuevo modo de interpretar la realidad, a ver y evaluar el mundo, las
personas y sus procesos de una manera distinta de la convencional. Esta reflexión no
excluye metas convencionales como crecimiento económico, pero la realización de las
necesidades no es la meta, sino el motor del desarrollo mismo [CITATION Max86 \p 51 \t \l
9226 ].

De esta forma se logra visibilizar a aquellos que no salen en los modelos y se logran
desarrollos económicos diferentes. Aquí incluso podría salir una tesis adicional, que
implica la economía como racionalidad sólo con el capitalismo y no fuera de este [ CITATION
Hei98 \l 9226 ]. Este tipo de realidades contrastables apoya el pensamiento de la economía
preparada y desarrollada solo para el capitalismo y no para otras formas económicas que
pueden incluso coexistir [ CITATION Max84 \l 9226 ].
Pero aún hay algo más, con el desarrollo de la técnica y la tecnología la economía del
conocimiento fue ganando terreno como lugar de desarrollo futuro de muchas sociedades, y
se acentuaron problemas como el desempleo para trabajos con poca preparación. Esta
tendencia está en aumento, y se hace necesario, desde la ciencia económica dar respuesta a
estos fenómenos, y como se le pide casi desde sus inicios, mostrar posibilidades de solución
a los nuevos retos. Es una crisis que se ha intentado resolver desde diferentes miradas, una
de ellas, desde los mimos trabajadores, lleva a identificar la problemática y la necesidad de
desarrollar conceptualizaciones alrededor de la cooperación o la solidaridad, regresando un
poco al inicio del capitalismo, donde los gremios de artesanos empezaron a organizarse y
generar entre ellos mismos hechos económicos propios [ CITATION Hop06 \l 9226 ], de esta
forma la economía se pone el overol.
Pero la realidad anterior también ha generado miradas alternativas, pues ya el aparato
productivo no son las máquinas, sino el propio hombre, su cerebro, o mejor lo que puede
hacer a través del uso de su cerebro. Esto empezó a generar nuevas formas de hechos
económicos y se empezó a hacer necesario su análisis, aparece allí la economía naranja, que
busca identificar estas relaciones económicas a través del color asociado a la creatividad.
Aunque apenas en sus primeros albores, la llamada economía naranja muestra que la
racionalidad económica se ha ido transformando, pues ya no es únicamente aplicar una
fórmula matemática, sino que además se debe tener en cuenta y con mucha claridad lo que
pasa con los seres humanos, con la sociedad en relación con el resultado de la fórmula. Así
se habla de economía naranja como “el conjunto de actividades que de manera encadenada
permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está
determinado por su contenido de propiedad intelectual”[CITATION Bui14 \p 25 \l 9226 ].
A modo de conclusión
Con este recorrido se ha procurado mostrar cómo las crisis han llevado a la reflexión
económica a tomar diferentes posiciones, que puede ser incluso antropomórfica, de esta
forma se ha colocado diferentes trajes, de investigador social, de científico natural, de
obrero proletario, de matemático, o se quitado prendas para estar descalza, o se ha puesto
lentes para hacer visible lo que otras miradas no captan, o incluso en épocas recientes ha
tomado algún color en contraposición con el dualismo blanco-negro que por muchos lustros
tuvo.
Decir cuál es la mirada más adecuada desde la racionalidad económica, o que hay una única
forma de ver los hechos económicos mostraría una actitud bastante excluyente y llevaría a
desconocer completamente que todas estas miradas son producto de un momento histórico
concreto y diferente de las demás, y lejos de juzgar o señalar lo que no es deben
identificarse esas características que llevaron al surgimiento de la reflexión.
Además, es claro que las diferentes aproximaciones no deben ser excluyentes, como no son
excluyentes los diferentes contextos. Es muy posible, y la historia lo ha mostrado así, que la
economía de saco y corbata coexista con la economía descalza, una no demerita a la otra.
Todo lo contrario, al existir diferentes contextos, diferentes realidades se requieren
diferentes miradas y la interacción entre cada una de las formas que adopta el pensamiento
económico lleva a enriquecer ese mismo pensamiento. Podría hablarse casi en el sentido
contrario, cuando hay una única mirada, una completa hegemonía, se dan grandes errores
de comprensión de la realidad, pues se cree que todo se desarrolla de la misma manera, que
todo se construye exactamente igual, cuando la realidad tiene su propia forma de ser en el
mundo forzarla a que se acomode a un solo entendimiento lleva a repetir los grandes
errores que se han cometido a lo largo de la historia.
Se puede intuir en esta frase de Stiglitz lo que se ha afirmado anteriormente “A menudo se
tomaban decisiones en función de criterios ideológicos y políticos. Como resultado se
persistía en malas medidas, que no resolvían los problemas pero que encajaban con los
intereses o creencias de las personas que mandaban.” [CITATION Sti06 \p 14 \l 9226 ]
Lo mejor de nuestros tiempos es la capacidad que hay de ver diferentes perspectivas, de
conocer diferentes contextos, diferentes culturas, diferentes maneras de entender la
realidad, y de esta manera generar visiones transdiciplinares. Hoy podemos hablar de una
economía descalza, incluso en el mismo lugar donde existe una fábrica de Ferragamo, sin
que sean excluyentes en sí mismas, son dos miradas. Las dificultades aparecen cuando se
quiere convencer al otro que mi mirada es la única que vale, es en esos momentos donde se
excluyen visiones, no por sí mismas, sino por voluntad de los actores involucrados.
La invitación con este escrito es a conocer las realidades que están presentes en nuestra
época y desde allí mirar con diferentes ópticas para dar soluciones posibles de manera
transdisciplinar, el objetivo no es que la economía deje de dar respuestas, no, el objetivo
último es que se entienda desde dónde y para qué está dando esas respuestas.

Referencias
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Buitrago Restrepo, F., & Duque Márquez, I. (2014). La Economía Naranja una
oportunidad infinita. Bogotá: Aguilar.
De Aquino, S. T. (05 de Junio de 2005). Suma Teológica. Obtenido de Dominicos:
https://www.dominicos.org/media/uploads/recursos/libros/suma/2.pdf
Hayek, F. (2003). La contrarrevolución de la ciencia. Madrid: Unión Editorial.
Heilbroner, R., & Milberg, W. (1998). La crisis de la visión en el pensamiento económico
moderno. Barcelona: Paidós.
Hobbes, T. (1994). Leviatán.
Hopenhayn, M. (2006). Repensar el trabajo. Buenos Aires: Grupo Editorial Norma.
Lucas, R. E. (2002). Lectures on Economic Growt. Cambridge: Harvard University Press.
Marx, K. (1984). El Capital. Crítica de la Economía Política. México: Fondo de Cultura
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