Barrera, L. Et Al. de El Feminismo A Los Feminismos. Propuesta Incluyente para Grandes Luchas. Debate Feminista 2010
Barrera, L. Et Al. de El Feminismo A Los Feminismos. Propuesta Incluyente para Grandes Luchas. Debate Feminista 2010
Barrera, L. Et Al. de El Feminismo A Los Feminismos. Propuesta Incluyente para Grandes Luchas. Debate Feminista 2010
Lourdes V. Barrera
Cecilia Garibi
María Fernanda Guerrero
María Victoria Montoya1
"Feminismo femenino"
En el imaginario de la mayoría de las personas, se ha entendido que "El
feminismo"2 es un movimiento político para y de las mujeres. Desde esta
perspectiva, su marco de referencia son las categorías sexo/género, y en
torno a estas se han perfilado las reivindicaciones políticas y sociales de los
movimientos de mujeres desde hace más de medio siglo.
No obstante, debe entenderse que el feminismo representa otra cosa
más allá de un conglomerado de mujeres, es un movimiento político y social
que surge como una respuesta a las situaciones de desigualdad a las que se
enfrentaban, y nos seguimos enfrentando, las mujeres. Si bien es complejo
hacer un recuento de los antecedentes, características y aportaciones de la
primera y segunda ola del feminismo, resulta fundamental reconocer que
esta lucha inició con la firme convicción de hacer visibles las principales
demandas y experiencias de las mujeres que, hasta entonces, se creían abar-
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La vuelta a la experiencia como punto central de los feminismos no es casualidad y en gran
medida es la reivindicación de nuestras propias experiencias. En agosto de 2007, nos encon-
tramos al comenzar la maestría en Estudios de Género o porque el trabajo estaba asociado
con este programa de posgrado. Los caminos que nos llevaron a este encuentro eran tan
diferentes como nuestras historias personales, nuestras expectativas, posturas académicas,
en fin. Durante el periodo que duró la maestría y posterior a ella no hemos desaprovechado
un solo momento para discutir, para debatir, para pensar. La reflexión que aquí presentamos
es parte de la sistematización de nuestras conversaciones y evidencia los puntos en los cuales
confluyen nuestras posturas, posturas que han cambiado dos años después de nuestro primer
encuentro, en algunos casos se han radicalizado, en otros se han modificado completamente,
porque después del reconocimiento de las diferencias entre nosotras mismas, el único
camino posible era aprender de las otras, de los otros.
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"El feminismo" es un término utilizado con fines prácticos que aglutina particularidades y
características de una única forma de hacer y pensar en el feminismo, afirmación que será
trabajada en el transcurso del texto.
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Nos referimos a los grupos de militantes por los derechos de las mujeres, la diferencia sexual
y los derechos humanos, el ámbito académico dedicado a los estudios de género, así como a
los aliados y simpatizantes.
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feminazi. Sin duda alguna, dicho apelativo es insostenible para las y los
militantes de los movimientos de reivindicación de la equidad entre gé-
neros; sin embargo, se ha convertido en un estigma social que estereotipa
a una amplia y diversa gama de hombres y mujeres, desde quienes son
partícipes de una forma de pensar sensible a los derechos de las mujeres
hasta quienes participan de manera constante en las luchas activistas de
grupos sociales organizados.
Los estereotipos son cadenas significantes que dependen unas de otras.
Feminazi es uno que se construye a partir de otros originarios: el "deber ser"
mujer u hombre, según roles binarios. Si bien es cierto que algunas de las
posturas feministas más radicales rechazan lo masculino a ultranza a la vez
que reproducen en gran número de ocasiones una conducta violenta, esta
imagen ha funcionado como metonimia de todas las mujeres militantes. Esta
apreciación por supuesto es reduccionista, se ha instaurado efectivamente
en el imaginario social pero no alcanza la amplitud del modelo sexo/género,
un modelo móvil, fluido y abierto en el que los significantes se construyen
de ida y vuelta y más allá de la concepción de hombres y mujeres como
entidades biológicas.
Que esta imagen de la "feminista radical", "masculinizada", tenga una
vigencia social tan alta es a su vez un dispositivo de control del propio
orden androcéntrico. El estereotipo anula la diversidad y le otorga a los
feminismos una etiqueta homogénea de radicalidad que los deslegitima,
porque reproduce la relación de poder a la que los propios movimientos se
oponen, pero en sentido contrario.
El término feminazi es el epítome de las relaciones de exclusión. El sufijo
-nazi, con una carga histórica, social y política deleznable, sinónimo de vio-
lencia racista y genocida, pervierte la palabra y retrata a la lucha feminista
como un monstruo de equiparables dimensiones. Más allá de los grupos
neonazis, ¿quién en el siglo xxi se adscribiría al nazismo abiertamente?
Aunque un sinnúmero de prácticas políticas y sociales son discriminatorias,
excluyentes y homicidas, en su gran mayoría se leen bajo un envoltorio de
terciopelo: la ocupación israelí, los homicidios en Gaza, la persecución reli-
giosa a musulmanes en la India, las escaladas de violencia xenófoba en París
y Sudáfrica, la Seguridad Democrática en Colombia, la presencia militar y
paramilitar en México, entre otros. Sin embargo, la mera pronunciación del
nazismo se ha convertido en tabú, y pensar en su uso como una reivindi-
cación identitaria es prácticamente inconcebible tanto por un convencido
descrédito como porque es políticamente incorrecto.
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Mernissi sostiene que la imagen del harem construida desde Occidente androcéntrico es la
de un paraíso sexual, un lugar orgiástico donde se puede someter a la voluntad sexual de
los hombres a las mujeres, sin un reparo de molestia o inconformidad de las mismas por su
esclavismo. Para Mernissi esta visión del harem pasa por alto el actual panorama en ebullición,
que concibe a las mujeres como una amenaza o un agente perturbador del orden, así como la
agitación que se ha desencadenado como consecuencia del acceso de las mujeres, por ejemplo,
al sistema educativo o algunos puestos políticos en Medio Oriente.
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Göle sostiene que el velo es comúnmente percibido como una "fuerza del obscurantismo",
opuesta tangencialmente a las nociones occidentales de la liberación y el progreso. Por el
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contrario, reivindica que el uso del velo por las estudiantes jóvenes es un capital simbólico
que les permite empoderarse para reclamar su participación legítima en el conocimiento y la
política del Islam.
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por el reconocimiento de los que han sido hasta ahora los otros temas como
estudios válidos que pueden ser sometidos a los sistemas de legitimación
de las ciencias.
Un feminismo vivido desde la academia no puede dejar de librar la batalla
por todas esas experiencias sociales que esperan ser nombradas. La academia
como espacio social que construye parámetros de verdad produce también
parámetros de aceptación y de interlocución. Esta función social no puede
menospreciarse como posibilidad para establecer una agenda para el siglo
xxi, pues de la misma capacidad de interlocución que se genere entre la
academia que se diga feminista y la sociedad, dependerá una mayor acep-
tación de "los feminismos" entre las investigadoras e investigadores. Este
es un reto que debe tenerse presente. "El feminismo académico" debe salir
de los márgenes, pero ello dependerá de su capacidad de incluir y, sobre
todo, de aceptar que el reconocimiento de la continuidad conlleva el reco-
nocimiento del cambio.
una fuerte carga religiosa y moral que limita nuestras acciones y que deriva
en desigualdades para todas y todos. Aún hay un largo trecho que recorrer
para que cada persona pueda tener una vida en la que la definición sexual
y su correlato simbólico no impliquen una limitación en su experiencia
cotidiana. Estas luchas no podrán ser posibles sin la inclusión de toda
persona y grupo que decida retomar los objetivos de las luchas feministas,
sea cual fuere su adscripción sexo-genérica y las razones que les hayan
conducido a involucrarse •
Bibliografía
Beauvoir, Simone de, 2005 [1949], El segundo sexo, Universidad de Valencia, Va-
lencia.
Butler, Judith, 2002, "Acerca del término 'queer'", Cuerpos que importan, Paidós,
Buenos Aires.
Friedan, Betty, 1972 [1963], The Feminine Mystique, Penguin.
Göle, Nilüfer, 2007, The Forbidden Modern: Civilization and Veiling, The University of
Michigan Press, Michigan.
Kabeer, Naila, 2005, Inclusive Citizenship: Meanings and Expressions, Zed Books,
Londres.
Mernissi, Fátima, 2003, Le harem européen, Editions Le Fennec, Casablanca.