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Reseña crítica1. Por Luz Dory González Rodríguez2


https://vimeo.com/15368478

“Género y canon: la escritura de Marta Brunet”


Kemy Oyarzún3

Resumen
Consideré reseñar este artículo, dado que la manera como ha sido abordada la obra
de Brunet, desde los estudios de Kemy Oyarzún, permite comprender consideraciones que
desvendan su importancia para la crítica literaria Latinoamericana. Dentro de ellas está: el
establecimiento literario epocal—Marta Brunet vista como escritora criollista—, la
ubicación del proyecto intelectual y escritural de Brunet en la fase ascendente del
movimiento social de mujeres en Chile, las ideologías de género en la recepción crítica de
su obra, la vigencia de sus textos en torno a las relaciones de poder, los mecanismos de
dominación y las formas de resistencia.

Palabras clave
Narrativa, criollismo, Latinoamérica, movimiento social, mujer, ideología de
género, relaciones de poder, mecanismos de dominación.

Contextualización y establecimiento literario epocal, Marta Brunet vista como


escritora criollista
Marta Brunet Cáraves (Chillán, Ñuble, Chile, 9 de agosto de 1897-
Montevideo, Uruguay, 27 de octubre de 1967).  Su infancia en el sur de Chile, fue un caldo
de cultivo para las imágenes y experiencias campesinas con las que construyó un rico
universo de personajes, ambientes y tramas, expresado en un mundo novelesco de gran

1
Reseña crítica desarrollada para la asignatura: Tensiones y derivas del espacio íntimo en la literatura
Latinoamericana. Universidad Nacional de la Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.

2
Doctoranda en Letras. Magíster en Educación por la Universidad de Manizales. Licenciada en Educación
Español y Literatura, Universidad de Antioquia. Profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del
Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, Medellín-Colombia. Email: [email protected]

3
Doctora en Filosofía y Letras. Miembro de Latin American Studies Association (LASA), Coordinadora
Magíster en Estudios de Género, Mención Humanidades, Directora: Revista Nomadías. Género y canon: la
escritura de Marta Brunet. Un trabajo desarrollado en el marco del programa de Género y Cultura en
América Latina. Facultad de Filosofía, Universidad de Chile.
2

fuerza y dinamismo. Su interés por la creación literaria se manifestó muy tempranamente,


al escribir a escondidas para su "único auditorio de perros y gatos". A los catorce años dejó
la localidad de Victoria para viajar a Europa, llevando consigo una esmerada educación,
lograda por medio de profesores particulares e institutrices. Esta formación le permitió
relacionarse fácilmente con las obras de Marcel Proust, Paul Claudel, Miguel de Unamuno,
Azorín y Luigi Pirandello, que dotaron su escritura de una nueva perspectiva narrativa.4

En ese orden de ideas, y en relación con el momento histórico en el que le


correspondió vivir y desarrollar la producción literaria a Brunet, Kemy Oyarzún, inicia su
artículo haciendo una crítica donde considera que hay “supuestos histográfico-literarios”
que se deben desmitificar con una mirada atenta a la especificidad de la historia de mujeres
y al lugar que le correspondió a Brunet en ella. Plantea que

Releer a Marta Brunet desde perspectivas heterogéneas y pluralistas implica trastocar los
signos que se le asignaron en el establishment literario epocal y socavar algunos mitos tan
obstinados acerca de la cultura. […] Recordemos que se la ha considerado "criollista" o
regionalista, con toda la desvalorización cultural asignada a esos términos. […] En el mejor
de los casos, se la calificó de criollista transicional en un proceso apriorístico […] y en el cual
supuestamente desembocaría la autora con su obra, Raíz de sueño, de 1949. Como otras fases
"modernizadoras" del continente, el Boom pretendió hacer tabla rasa de la escritura anterior,
considerada […] como "pre-histórica" y subdesarrollada. (p.1).

Su escritura está revestida de importancia para las letras latinoamericanas dado lo


fundamental que resulta poner en vigencia la propuesta porque sin duda, la idea de los
personajes que presenta y el tratamiento de los temas por los que transita, dan cuenta de una
escritora que sobrepasa los límites del criollismo, o por lo menos, la evolución del mismo
para descubrir la vigencia de sus textos en torno a las relaciones de poder, los mecanismos
de dominación y las formas de resistencia. Oyarzún explica que “Marta Brunet […]
escribió en una época en que la prosa misma parecía territorio masculino […] que sólo
algunos postmodernistas—hombres y mujeres—se atrevían a "poetizar" o feminizar. 5

Su narrativa producida hasta mediados de siglo XX, lleva consigo la imagen del
campo chileno; desmitifica con un lenguaje fuerte—duro—el bucolismo de la vida rural,
aspecto que por demás, despierta malestar en las clases dominantes de Chillán —su tierra
natal—. Desde pequeña impuso su voluntad para plasmar en su producción literaria, temas
4
Recuperado de http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3600.html
5
Ibíd.p.1
3

controversiales del entorno, que desvendan conflictos humanos y sociales acaecidos en los
más recónditos e inhóspitos lugares del campo; por otro lado, están los lenguajes y formas
de habla de las gentes del entorno rural chileno y, en especial de la mujer, quien ocupa un
lugar relevante en su narrativa, que por demás, tiene amplias posibilidades de resolución
estética, con voces locales tanto del costumbrismo como del realismo y, donde según
Oyarzún
Lo "recio" de la obra de Brunet remitía a tres aspectos estrechamente vinculados entre sí:
sexualidad, lenguaje y poder. Se combinaban en ella el uso dialectal del habla campesina y la
opción por humanizar y sexualizar (literaturizándolas) a campesinas que por lo regular
transgredían el ideologema hegemónico de la familia y otros aspectos de la simbólica
sexogenérica en Chile. Si bien su primera novela puede ser considerada deudora de ciertos
rasgos naturalistas, del grotesco y de la oralitura, lo curioso es que estas opciones por códigos
supuestamente masculinos alejaran a Marta Brunet del canon. Frente a las modernizaciones
literarias de Vanguardia la chillaneja parecía más arcaica, más provinciana, más
conservadora.6

La ubicación del proyecto intelectual y escritural de Brunet. Movimiento social de


mujeres en Chile
Kemy Oyarzún sitúa “el proyecto intelectual y escritural de Brunet en la fase
ascendente del movimiento social de mujeres que culmina en Chile con el sufragio
femenino, esto es, entre 1913 y 1949”7 donde históricamente hay tres situaciones de país
que tocan con el trasegar literario y humano de Brunet y que en este texto se explica en “la
etapa ascendente (1900-1930), la incorporación político-ciudadana de la mujer, sufragismo
(1930-1950) y la participación de las mujeres en los ámbitos laborales y organizacionales
(1964-1970) ”8. Su análisis habla de la

irrupción pública no sólo de las mujeres, sino de su discursividad ciudadana a través de la


prensa (incluida la prensa política y el pasquín), la oratoria y la literatura. Se elaboraban
simultáneamente nuevas identidades, un proyecto sufragista y un proyecto republicano, todo
lo cual posteriormente incidiría en el auge de los frentes populares. No sólo se producían
cruces transversales entre hombres y mujeres, sino además entre mujeres de distintos sectores
y clases.9

Este momento que Oyarzún nombra como ascendente (1900-1930), históricamente


es conocido como un período de reestructuración de fuerzas, caracterizado por la violencia
y la represión por parte de las élites criollas, cuyo objetivo fue mantener un orden interno
6
Ibíd. p.3
7
Ibíd.p.1
8
Ibíd.p.1
9
Ibíd.p.1
4

en términos, tanto económicos como político-administrativos; significó la definición de las


características del nuevo orden oligárquico, que ligó el progreso latinoamericano a la
nueva economía industrial. De hecho, Oyarzún explica como
Montaña adentro (1923), la primera obra de Brunet, emergió en momentos en que la prosa,
como género discursivo se bifurcaba en dos tendencias: una criollista (verosímil 'realista') y
otra de "vuelo" poético y raigambre modernista; esta última remitía a proyectos estéticos
urbanos; la primera, a proyectos rurales. Mientras unos preconizaban una narrativa intimista,
otros se vertían, no carentes de cierto esencialismo, a lo local . (p.2)

En ese sentido y para el momento, aflora un mapa de país que hace visible en la
obra Brunetiana, la proyección imaginaria particular del establecimiento de vínculos y
configuraciones identitarias de la mujer desde su espacio íntimo en la cartografía del hogar
que trasciende al espacio público y, que a su vez, retrata el acontecer de la cultura chilena
en estos escenarios que se hacen conocer en América Latina y el mundo a través de “la
prensa femenil y el primer partido de mujeres. Son momentos de hibridaciones de todo
tipo: lingüísticas y sociales, epistémicas y valóricas.”10 Por tanto, el ordenamiento de la
sociedad patriarcal empieza a desmitificarse con fenómenos sociales como la incorporación
de la mujer a la vida política, otras formas de relación —dados los procesos de
industrialización—reorganización del poder monárquico, disrupciones de género, rupturas
de clases sociales, nuevas formas del lenguaje de poder; transgresión de los límites de una
sociedad estrictamente estamental, por nombrar algunas.
Así, luego de la crisis de la aristocracia del campo o la oligarquía agraria de turno,
los habitantes se vieron obligados a ubicarse en medianas industrias. Se puede entender
que, como respuesta a la oligarquía conservadora que poseía el control del país, el
campesinado buscó acceder al protagonismo en la ciudad y al escenario político; de hecho,
Oyarzún explica como Brunet, en su obra Montaña adentro
no sólo bastardeaba el lenguaje sino los valores de su casta y género. El lenguaje es material,
valórico y político al mismo tiempo. No se trata de un mero problema de representación. El
desborde lingüístico-cultural de la praxis de Marta Brunet violentaba en particular los límites
de una sociedad rígidamente estamental, atentando contra las "buenas costumbres", contra el
uso de cierto lenguaje, cuerpo de sus valores. La demanda de audacia en el comportamiento
de las mujeres vinculadas al auge del movimiento sufragista 11

En lo sucesivo, el período nombrado como criollismo en la obra de Brunet va


quedando atrás, en la medida en que su registro creativo y el acto mismo de la escritura
10
Ibíd.1
11
Ibíd.6
5

penetraban en la conciencia de sus personajes y en la representación de sus escenarios. Así


mismo, del trasegar escritural en la prensa con artículos y expresiones que generaban ruido
dada la agudeza para dar a conocer sus ideas y opiniones, a lo que Oyarzún expone
diciendo que no sólo escandalizaba su obra.
Frecuentemente, su franqueza ideológica en los medios se sumó a la conflictividad que sus
textos provocaban: declaró en un periódico (Zig-Zag, 1936). “Si la guerra civil logra, de una
vez por todas, librar a España de la garra dura y opresora del clericalismo, del fascismo y de
la monarquía, sus mayores horrores y dolores estarán compensados por el porvenir que le
vale.” 12

En ese orden de ideas, y según Brito, M. (2004) no es el interés por lo rural lo que
caracteriza al criollismo sino más bien el énfasis por acotar el imaginario nacional, la
composición de las clases sociales, los dilemas humanos de los integrantes de esas clases, a
la vez que señalar los márgenes y excesos que se producen con el capitalismo ingente, que
constituye la fachada espectacularizante de la modernización.

Tensiones de la modernización. Ideologías de género en la recepción crítica de la obra


brunetiana
La expansión económica del momento se dio sobre la base del endeudamiento
público externo, situación que se volvió tensa y coyuntural, pues estos antecedentes fueron
desencadenados por la crisis de los treinta, lo que dependió de factores asociados, tales
como: el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, la diferenciación social y la fuerza
del sistema de dominación alcanzada por los países latinoamericanos; en ese sentido, las
inversiones estuvieron supeditadas al sistema local de control político y económico
imperantes en la organización nacional.
Todo ello trajo consigo marcados mecanismos de excepcionalidades territoriales
con raigambre modernista que remitía a proyectos urbanos. Así mismo, los trabajadores ya
instaurados en las ciudades generaron «un universo simbólico persistente que identificó los
populismos con una edad dorada» (Águila y Viano, 1999, p.237), y estos fenómenos
sociopolíticos seguirían operando como un elemento de legitimación de estructuras de los
populismos en Argentina, Chile, Brasil, México, entre otros. Situaciones políticas y sociales
que se ven reflejadas en el analisis que presenta Oyarzún en la recepción crítica de la obra
brunetiana a partir del tratamiento de las ideologías de género cuando dice que
12
Ibíd.2
6

los parámetros del canon escritural y conductual de las mujeres deberían ser contrastados con
las identidades y prácticas de muchas mujeres de fin del Siglo XIX y primera mitad del Siglo
XX en Chile, época de transición acelerada hacia las modernizaciones industriales. Esas
transformaciones afectarían en particular a las mujeres populares, incluidas por cierto las
campesinas de importantes centros regionales. La industrialización se descentraba lentamente
de Santiago a las provincias. A su vez, grandes masas de mujeres rurales se desplazaban de
los campos a los conventillos suburbanos. Durante los primeros veinte años de este Siglo, el
total de establecimientos de instrucción industrial y técnica para mujeres populares
aumentaba en todo el país, expandiéndose a Concepción, Talca, Chiloé y —relevante para
este ensayo— a la ciudad de Chillán, cuna de M. Brunet. […]Evidentemente, estos cambios,
junto a las transformaciones en las principales agencias socializadoras (familia, escuela,
iglesia), implicaban modificaciones.13

Desde esta perspectiva, como lo plantea Carmagnani (1992), hay una tendencia a la
disminución del latifundio y la consiguiente formación del poder político a través de
elecciones; de manera posterior a esta situación coyuntural, emergieron gobiernos
enmarcados dentro del llamado populismo. En la reflexión de Águila y Viano, este
fenómeno se hace expansivo luego de la crisis de los treinta, que provocó que se empezara
a hablar de movimientos en vez de partidos políticos y de pueblos en reemplazo de clases.
Además, aparecieron planteamientos de conciliación entre capital y trabajo, sindicalización,
legislación laboral y desarrollo de rasgos corporativos.
La modernidad, entonces, solo puede ser entendida como un proceso de
industrialización donde prevalece un sistema de alianzas en el espectro político que en nada
favorece el nuevo panorama por el que atraviesa América Latina, y que fomenta la
aparición de las clases medias y contribuye con la marginalidad de las clases populares. Así
las cosas, en la narrativa de brunetiana, es visible este fenómeno de la explosión
demográfica volcada a la ciudad, la instauración de esta gran masa de población que arriba
a la periferia santiaguina que se sucede hacia la segunda y tercera década del siglo XX
dando origen a una acrecentada marginalidad lo que Oyarzún analiza precisando que
desde las coordenadas canónicas, la literatura de Brunet sólo se "moderniza" a partir de Raíz
de sueño, aquí donde el lenguaje cambia de giro, supuesta adaptación estándard al uso
dialectal urbano La asociación de ciudad con Ilustración es demasiado obvia para volverla a
plantear aquí. Sin embargo, sabemos que no se trata de cualquier "urbe": el lenguaje
suburbano, la oralidad de las trastierras, el caló de las múltiples ciudades latinoamericanas
tampoco será tan aceptadamente literaturizable; lo popular se extenderá geoculturalmente a
las periferias citadinas y hoy debe incluir crónicas como las de Pedro Lemebel y textos como
los de Diamela Eltit.14

13
Ibíd.3
14
Ibíd. p.5
7

En las líneas brunetianas se puede leer todos estos fenómenos socio políticos
llevados a cabo con esa la manifestación cultural generada por la explosión urbana que
transformó las perspectivas—no sólo de Chile— sino también de Latinoamérica donde las
regiones y países empezaron a girar en torno a grandes ciudades, que se constituyeron, a su
vez, como un original foco sociocultural. En ese sentido, el proceso de expansión es otro
punto de partida para el análisis y la reflexión de la problemática urbana en la obra de esta
escritora chilena, con el panorama de consolidación de ciudad que abre la oportunidad de
hacer lecturas con rasgos comunes de fenómenos sociales, que integran a su vez: el
aumento de la oferta laboral, la instauración del campesinado en la ciudad y, en
consecuencia, la oferta de trabajo urbano, que desató la imaginación de los habitantes del
campo para incorporarse a la ciudad.
De hecho, hacia 1929, surge la llamada desarticulación de las estructuras
económicas de Latinoamérica cuya consecuencia estuvo marcada por ese mismo fenómeno
de la explosión demográfica y el éxodo rural que se combinaron para configurar el
escenario de las ciudades masificadas —ya metrópolis—. Dicho fenómeno a su vez
conlleva a la explotación de mano de obra barata, producto de la ofensiva del campo sobre
la ciudad, así «Guadalajara, Santiago de Chile, Bogotá, Medellín, Río de Janeiro, Buenos
Aires, La plata, La Paz, Caracas, Lima entre otras; se constituyeron en centros comerciales
e industriales que multiplicaron su población y modificaron su fisonomía producto del
poblamiento exagerado» (Romero, 1999, p.241). Estos fenómenos sociopolíticos y
culturales se reflejan a lo largo del trabajo brunetiano cuando Oyarzún dice que
La interrupción del trabajo asalariado de los peones da lugar a la irrupción del imaginario
textual, cuyos trazos dejan esbozados rasgos maquínicos de toda la obra de Brunet: a partir
del eje roto de los registros de lo público y lo doméstico, relaciones sociales altamente
conflictivas entre administradores, policías y peones, entre afuerinos y locales, entre hombres
y mujeres, entre hermanas y mujeres, entre madres e hijas. 15

Mirada la narrativa de Brunet, desde esta perspectiva, Oyarzún señala que


transgrede valores y normas, sujetos y prácticas; precisa diciendo que en su relectura
finisecular, “[…] el caso de Marta Brunet despliega una trayectoria bastante "sui generis":
textos de intensidad y tensionalidad, tragicidad y desfamiliarización lingüísticocultural.
Abiertos e inconclusivos.”16 Lo anteriormente mencionado, es visible en la marcada

15
Ibíd. p.5
16
Ibíd. p.5
8

tropología desarrollada con mayor énfasis en la metáfora y la ironía trágica y, ni qué decir
del manejo descriptivo del espacio geográfico—topografía—, su capacidad narrativa para
trabajar la etopeya y prosopografía, estas dos últimas, trascienden al retrato en la
descripción de los personajes que logran ser imaginados en su condición humana; por otro
lado está lo auténtico que resulta la descripción de los objetos ironizados desde la industria
cuando narra: «"avería de máquina", "crujido seco" de una segadora de trigo, […]
interrupción del trabajo. El ojo de la máquina […] se ha partido para la reproducción [y] da
origen al dinamismo de los conflictos humanos y sociales». 17
Todo ello para recrear en su obra una marcada autenticidad de los espacios,
personajes— de estos: sentimientos, emociones, deseos, ideas— y el aspecto cronográfico
en el que transcurre su obra que refleja la crudeza de una sociedad marginada con álgidos
conflictos. En suma, son elementos fundamentales en una construcción discursiva literaria,
donde Oyarzún refleja en su análisis un intento de sutura de la obra brunetiana con la
historia y con el reconocimiento tardío del trabajo de esta gran escritora; de hecho, en el
siguiente párrafo desentraña muchos de los aspectos antes mencionados que muestran la
crudeza de una sociedad que ha puesto la mirada en la máquina, en la industria, por encima
del hombre.
Los rodajes de la escritura se conectan con esta máquina parada, aquí donde la creación
verbal parte con un "percance", un mal "manejo de palancas" (p. 43). Y, a su vez, esa
máquina parada genera una "máquina célibe": producción desnaturalizadora del texto. […]
Incidentalmente y más allá del caso específico de Montaña adentro, a través de toda la obra
de Brunet, las trizaduras de los registros de lo público y lo doméstico pueden hacer proliferar,
a partir de experiencias desgarradoras y frecuentemente siniestras, subjetividades
descentradas y nomádicas: una abuela asesina, una sirvienta no sólo inservible sino despótica,
varias hijas rebeldes a los sistemas de filiación y patronazgo, un protagonista homosexual. 18

Mecanismos de dominación y formas de resistencia en la obra brunetiana


Para finalizar esta reseña es preciso reflexionar otros aspectos presentes en el
estudio de Oyarzún “Género y canon: la escritura de Marta Brunet”. Esta escritora,
considera que en su narrativa hay una gran producción literaria, dado el nudo desorbitado
de un acontecer que violenta epistémica y axiológicamente todo horizonte de normalidad y
familiaridad porque hace hincapié en las formas de resistencia presentes en su discurso que
se reúnen en tres categorías, ampliamente recurrentes en su obra
17
Ibíd. p.5
18
Ibíd. p.5
9

las conexiones entre lenguaje, sexualidad y poder a modo de entender la incidencia de ese
pasado en nuestro presente de sociedades desmemoriadas. No se trata meramente de una
crítica historiográfica que rescate las prácticas invisibles o semi-invisibles de las mujeres,
proyecto de por sí significativo. Me ocupa y preocupa entender al mismo tiempo los resortes
ideológico-poéticos que sustentaban esos procesos de visibilización e invisibilización: las
coordenadas canónicas. A los eufemismos epocales, la escritura de la chillaneja respondió
con la "flagelación" frástica. Sus textos --proteicos y heteróclitos-- produjeron, desde el
interior de la heteroglosia social, valórica y sexo-genérica una proliferación de realidades,
sensiblidades y racionalidades otras.19

La recepción de su trabajo literario, evidencia un amplio conocimiento de la


realidad del campo, sin ninguna complacencia por lo que allí ocurría dada la sordidez de la
violencia entrañada, no solo en el espacio de lo íntimo sino también en el espacio de lo
público, “¿Qué más familiar que el territorio local, trastierra de los grandes centros
urbanos? ¿Qué más cotidiano que una hijuela de Chillán? Y, sin embargo, ¿qué más
perturbador que una abuela campesina capaz de cometer un "crimen perfecto", justicia
poética que acaece con la plena complicidad del punto de vista narrativo?” 20 Al respecto,
López, B. (1999),21 explica el mundo novelesco brunetiano cómo fue capaz de romper
paradigmas para proyectarse a Latinoamérica y el mundo, sobre todo a partir de Humo
hacia el sur y posteriormente en María Nadie, La mampara y Amasijo. En su análisis
expone temas que resaltan el carácter genuinamente chileno de su obra, porque en ella está
presente el alma popular con sus sombrías pasiones, sus fatalidades, su poder de resistencia
para el trabajo y para el sufrimiento, sus amores silvestres y sus traiciones medio
inconscientes, sus crueldades, sus venganzas y sus sacrificios generosos.
En suma, a lo largo de la obra de Brunet, se deja ver, según López, B. (1999),22 las
preocupaciones de su época, en sus primeras novelas Montaña adentro, Bestia
dañina y María Rosa, flor del Quillén, que marcan el tránsito desde lo vernacular hasta la
estilización artística,  aunque no por ello, exenta de resabios localistas, característicos de
una literatura que se quiso nacional, propia, autóctona, genuina. Por su parte, Morello C.
(1978), ha propuesto dos etapas en la creación de Marta Brunet, la primera llamada
criollista abarcaría desde Montaña adentro, Bestia dañina, María Rosa, flor del
Quillén, Bienvenido y Reloj de sol. La segunda comenzaría con La mampara, luego Humo

19
Ibíd. p.6
20
Ibíd. p.6
21
Recuperado de http://www.cervantesvirtual.com/portales/marta_brunet/estudios_critica/
22
Ibíd. López, B. (2007),
10

hacia el sur, Raíz del sueño, María de Nadie y, finalmente, Amasijo. Esta división abre


nuevas posibilidades en el estudio de la novelística y de la obra, en general, que
posibilitaría otras miradas y recepciones para los estudiosos e investigadores de la obra de
Marta Brunet.

Referencias bibliográficas
Águila, G. y Viano, M. (1999).  ¿El cielo protector? Revisando el significado del
populismo latinoamericano. Investigaciones históricas: época moderna y
contemporánea, (19), pp. 219-237.
BND (Biblioteca Nacional Digital) Memoria Chilena, Bio-bibliografía, Marta Brunet.
Servicio Nacional del Patrimonio Recuperado de
http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3600.html

Brito, M. (2000). "Territorialidades Nómades (sobre Humo hacia el Sur de Marta Brunet)"


en Revista de Teoría del Arte Nº 3, del Departamento de Historia y Teoría de las
Artes, Universidad de Chile. Santiago: pp. 132-145.
Brunet, M. (1962). Piedra Callada. Aguas Abajo. Obras completas de Marta Brunet.
Santiago, Zig-Zag, Pp.84-100.
Carmagnani, M. (1992). Estado y sociedad en América latina:1850-1930. España: Grupo
Editorial Grijalbo.
Gonzalez,L. (2019) Construcción del orden oligárquico en América Latina. Una reflexión
acerca de las tensiones de la modernización. Argentina: Universidad Nacional de la
Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Doctoranda en Letras.
Ensayo producido para el seminario: Introducción a Problemáticas de la Historia
Latinoamericana.
López, B. (1999). Recepción crítica de la obra de Marta Brunet. Chile: Universidad del
Bío-Bío, Acta Literaria, Nº 24, Concepción, Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes. pp. 41-53 España. Recuperado de
http://www.cervantesvirtual.com/portales/marta_brunet/estudios_critica/
Morello, Carlos (1978), citado en López, B. (2007). Un acercamiento a la novela de Marta
Brunet», Nueva Revista del Pacífico, Valparaíso, N. º 9,  pp. 38-47
Memoria Chilena

Oyarzún, K. (1997). El escándalo como modo de recepción" en Aguas abajo de Marta


Brunet, Santiago: Editorial Cuarto Propio
11

Oyarzún, K. (2000). Género y canon: la escritura de Marta Brunet. Revista Cyber


Humanitatis, nº 14, Universidad de Chile, Facultad de Filosofía y Humanidades.
Romero, J. L. (1999). Latinoamérica: las Ciudades y las Ideas. Buenos Aires: Siglo
Veintiuno Editores.

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