Agustín de Hipona y El Pelagianismo
Agustín de Hipona y El Pelagianismo
Agustín de Hipona y El Pelagianismo
1. Introducción
Son pocos los datos biográficos que tenemos de Pelagio ya que, como es
común con los herejes, la visión que tenemos de ellas viene filtrada por la
visión de los defensores de la ortodoxia, según aquel dicho que dice que son
los vencedores los que escriben la Historia. Sabemos que nació en Gran
Bretaña, vino a Roma mas o menos en el 380, se consagró como monje, pero
con una fuerte actividad evangelizadora entre los laicos, la vida ascética que el
monje llevaba lo hace una figura carismática que rápidamente cautivo a
muchos en la Urbs,entre ellos personajes provenientes de familias adineradas
como Celestio y Julian de Eclana, que serán los principales opositores de
Agustín en la última parte de la polémica. El interés de Pelagio versó sobre el
alcance que tienen las elecciones humanas y la salvación y sobre todo la
reflexión sobre cuanto estamos afectados por el pecado original.
La gracia para Pelagio es el ejemplo que Jesús nos dio, su vida nos muestra
que es posible vivir apegados a la voluntad de Dios, no por un auxilio externo,
sino por el esfuerzo y alcance de la propia voluntad. Unido a esta definición
de gracia tenemos también el significado de “pecado original” para Pelagio no
como una herida de la naturaleza humana que afecta a todos los hombres y
mujeres de la Historia, sino como el ejemplo negativo que Adán nos dio con
su desobediencia al plan de Dios. Entonces el pecado se trasmite no como
herida de naturaleza, como lo creemos los católicos, sino por imitación.
Viendo a Adán estamos tentados a caer en su error, viendo a Cristo podemos
por nuestro esfuerzo vencer la tentación y no caer jamás en el pecado.
Pelagio, es una persona muy positiva, confía que el Ser humano tiene grandes
alcances y capacidades extraordinarias de superarse y con esto también la
capacidad de una vida moralmente intachable, la voluntad humana y el
esfuerzo bastan por si solos para ser buenos, esta es una idea muy atrayente y
que permean muchas veces nuestro modo de ver el cristianismo como una
serie de normas, manual de etiqueta o prácticas para alcanzar la virtud que si
las seguimos podemos alcanzar la perfección. Agustín por su parte es más
realista, cree que el pecado de Adán ha herido en tal modo el intelecto y la
voluntad que la buena voluntad y el echarle ganas no bastan. El intelecto fue
herido con la ignorancia (ignorantia) con lo cual se nos dificulta conocer que
es verdad y que es falso y nos equivocamos aún en decisiones importantes de
nuestra vida, y la voluntad esta herida con la debilidad (infirmitas) con lo que
nos es difícil saber que es lo bueno y que es lo malo para nosotros y elegimos
muchas veces el mal. Ya Pablo con dramatismo nos dice “Hago el mal que no
quiero y el bien que quiero no lo puedo hacer.” Parafraseando a Pablo
podríamos decir si la santidad se obtiene por el cumplimiento de la ley, Cristo
murió en vano. Ya que es precisamente la muerte de Cristo lo que nos abre a
la posibilidad de ser santos, no como un mero ejemplo bueno sino como
posibilidad real, esto es lo que llamamos Gracia, un don gratuito de Dios a la
humanidad.
Esta visión del matrimonio nos lleva a la segunda etapa de la crisis. Agustín
será muy criticado por esta visión del matrimonio como algo originalmente
bueno que ahora es necesario pero mezclado con el mal. Agustín escribirá
algunos libros para defender su postura que no cambiará tanto. El matrimonio
fue originalmente bueno y ahora después del pecado es algo bueno porque
hace posible que los niños se bauticen y ayuda a evitar la fornicación y el
adulterio, pero desgraciadamente es la vía de la trasmisión del pecado original.
Ante esta situación un nuevo partidario de Pelagio, comenzó su contraste con
Agustín, se trata de Julian de Eclana que acusó a Agustín de maniqueísmo al
defender que el matrimonio es malo. Agustín se defenderá de esta acusación
con algunos escritos, entre estos el más completo será el Contra Iulianum en
seis libros.
Julián responde a Agustín con una obra de ocho libros pero solo recibe cinco
de estos y comienza por las noches a escribir la confutación a Julian,
desgraciadamente Agustín morirá antes de terminar dicha obra, esta la
conocemos como el Contra Iulianum opus imperfectum o La obra incompleta
contar Julian.
Del monasterio de Adrumeto llegaron a Hipona dos monjes para que les
explicara el sentido de uno de sus textos. En la que se exponía que el hombre
sin la ayuda de Dios no puede tener ni siquiera la buena voluntad. Con este
texto en el monasterio de Adrumeto se comenzaba a predicar que Dios no nos
había dotado de libre albedrio y que al final no seremos juzgados según
nuestras obras ya que todo es dejado a la gracia de Dios.
Esta idea que es la gracia la única que ayuda a la voluntad a seguir el bien, fue
mal entendido en el monasterio y se comenzó una campaña de rechazo a la
corrección de los superiores, argumentado que será Dios quien le llevará a la
recta vía, a nosotros nos toca nada mas orar por los desviados. Ante esto
Agustín responde con ejemplos de la escritura en donde los apóstoles
enseñaban, predicaban y corregían y también argumentando que la corrección
ayuda al pecador a orar con mas insistencia a Dios para disponer su corazón al
cambio. La desobediencia es una elección libre que es contrario a los
preceptos divinos y a una falta de perseverancia de parte de los ya bautizados.
Los semipelagianos tenían miedo a declarar que los méritos de los santos no
tenían ningún valor ya que lo único que hicieron es no oponerse al flujo de la
gracia. Agustín declara que tanto la fe como la perseverancia son dones de
Dios, ya que la gracia de Dios no se nos da según nuestros méritos. No hay
duda que el que cree, quiere creer, pero la voluntad buena es preparada y
sostenida para que pueda ser capaz de la fe. Sobre la perseverancia Agustín se
mantendrá en la idea de que es un don que Dios da pero en esta etapa se
extenderá sobre el tema de la relación entre perseverancia final y
predestinación. Sobre el tema de la predestinación en Agustín no quisiera
profundizar ya que nos llevaría muy lejos.
Muchas gracias.