Via Biliar
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Los cálculos en el colédoco pueden ser pequeños o grandes, únicos o múltiples y se encuentran en 6 a 12% de los
individuos con cálculos en la vesícula biliar. La incidencia aumenta con la edad. Alrededor de 20 a 25% de los enfermos
mayores de 60 años con cálculos biliares sintomáticos tiene cálculos en el colédoco y la vesícula biliar.La gran mayoría de
los cálculos ductales en países occidentales se forma en la vesícula biliar y migra a través del conducto cístico hacia el
colédoco llamados cálculos del colédoco secundarios y son de colesterol, a diferencia de los cálculos primarios que se
forman en los conductos biliares son de pigmento pardo
2.Manifestaciones clínicas.
Pueden provocar obstrucción, completa o incompleta, o manifestarse con colangitis o pancreatitis por cálculo
biliar. Los cálculos del colédoco pueden ser silenciosos y con frecuencia se descubren de manera incidental. El
dolor por cálculo en el colédoco es similar al de un cólico biliar que se da por impacto del cálculo en el
conducto cístico. Muchas veces hay náuseas y vómitos. Un cálculo pequeño puede pasar a través de la
ampolla en forma espontánea con resolución de los síntomas. Pero los cálculos pueden impactarse por
completo y ocasionar ictericia grave y progresiva. En sujetos con cálculos en el colédoco es común observar
aumento en la bilirrubina, fosfatasa alcalina y transaminasas séricas.
El primer estudio, la ecografía, para comprobar cálculos en la vesícula biliar y para determinar el tamaño del
colédoco. Como los cálculos en los conductos biliares tienden a desplazarse hacia la parte distal del colédoco,
el gas intestinal puede impedir su limitación en la ecografía. En individuos con cálculos biliares, ictericia y dolor
biliar, un colédoco dilatado (> 8 mm de diámetro) en la ecografía es altamente sugestivo de cálculos en el
colédoco.
Está demostrado que la ecografía endoscópica es tan buena como la ERCP para detectar cálculos en el
colédoco pero carece de intervención terapéutica y requiere experiencia, lo que la hace menos disponible.
La colangiografía de resonancia magnética (MRC) proporciona detalles anatómicos excelentes y una
sensibilidad y especificidad de 95 y 89%, , en la detección de coledocolitiasis > 5 mm de diámetro. La
colangiografía endoscópica para el diagnóstico de cálculos en el colédoco. Tiene la ventaja de proporcionar
una opción terapéutica al momento del diagnóstico.
Tratamiento. En enfermos con cálculos biliares sintomáticos y sospecha de cálculos en el colédoco, la
colangiografía endoscópica preoperatoria o la colangiografía intraoperatoria revelan cálculos en el conducto
biliar. Cuando una colangiografía endoscópica revela cálculos, es apropiada una esfinterotomía con
eliminación ductal de ellos, seguida de una colecistectomía laparoscópica. La colangiografía intraoperatoria
durante la colecistectomía demostraría también la presencia o ausencia de cálculos en el conducto biliar. La
exploración laparoscópica del colédoco a través del conducto cístico o una coledocotomía formal permite
retirar los cálculos en la misma intervención. Cuando no se dispone de experiencia y/o instrumental para
exploración laparoscópica del colédoco, debe dejarse un dren adyacente al conducto cístico y programar al
paciente para una esfinterotomía endoscópica para el siguiente día. Cuando se practica una coledocotomía, se
deja instalada una sonda en T. Los cálculos retenidos o recurrentes después de una colecistectomía se tratan
mejor mediante endoscopia.
3.Colangitis
La colangitis es una de las dos principales complicaciones de los cálculos en el colédoco; la otra es la
pancreatitis por cálculos biliares. La colangitis aguda es una infección bacteriana ascendente vinculada con una
obstrucción parcial o total de los conductos biliares. La bilis hepática es estéril y la que se encuentra en los
conductos biliares se conserva también estéril por el flujo continuo de la bilis y la presencia de sustancias
antibacterianas en la misma, como las inmunoglobulinas. El impedimento mecánico para el flujo biliar facilita
la contaminación bacteriana. Son comunes cultivos positivos de bilis cuando existen cálculos en un conducto
biliar y con otras causas de obstrucción.
Los cálculos biliares son la causa más común de obstrucción en la colangitis; otros factores son estenosis
benignas y malignas, parásitos, instrumentación de los conductos y prótesis permanentes y anastomosis
bilioentéricas obstruidas de forma parcial. Los microorganismos que se cultivan más a menudo de la bilis de
pacientes con colangitis incluyen Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Streptococcus faecalis, Enterobacter
y Bacteroides fragilis.
Cuadro clínico.De manera característica, el sujeto con colangitis por un cálculo biliar es de edad avanzada y
sexo femenino. La presentación habitual incluye fiebre, dolor en el epigastrio o el cuadrante superior derecho
e ictericia. Estos síntomas comunes, que se conocen como la tríada de Charcot, se identifican en casi dos
tercios de los enfermos. Si progresa rápidamente con septicemia y desorientación, que se conoce como
pentalogía de Reynolds choque séptico y cambios del estado mental). Pero el cuadro puede ser atípico, con
escasa fiebre, ictericia o dolor, si acaso se presentan. Esto se observa con más frecuencia en personas de edad
avanzada que tal vez no evidencian síntomas notables hasta que se colapsan con septicemia. En la
exploración del abdomen, los hallazgos no se diferencian de los de la colecistitis aguda.
4.Diagnóstico y tratamiento.
Son comunes leucocitosis, hiperbilirrubinemia y aumento de la fosfatasa alcalina y de las transaminasas;
cuando se presentan sugieren el diagnóstico clínico de colangitis. Es útil una ecografía, ya que revela la
presencia de cálculos en la vesícula biliar y demostrará conductos dilatados y tal vez señala el sitio de
obstrucción; sin embargo, rara vez dilucida exactamente la causa. La prueba diagnóstica definitiva es la
colangiografía retrógrada endoscópica (ERC). Cuando no se dispone de ERC, está indicada una colangiografía
transhepática percutánea (PTC).
El tratamiento inicial de la colangitis incluye antibióticos y reanimación con líquidos por vía intravenosa. Es
necesario drenar el conducto biliar obstruido tan pronto se estabilice el paciente. Alrededor de 15% de los
sujetos no responde a los antibióticos y a la reanimación con líquidos y tal vez sea necesaria la descompresión
biliar urgente. Esta última puede llevarse a cabo por vía endoscópica, a través de la vía transhepática
percutánea, o de modo quirúrgico. La elección del procedimiento se basa en el nivel y naturaleza de la
obstrucción biliar.
Dilatación de vías biliares
5. A. Intrahepáticas: ecográficamente en casos avanzados aparecen como estructuras tubulares anecogénicas
y tortuosas; su calibre va disminuyendo desde el hilio a la periferia, formando una imagen llamada «en estrella
o en brazos de pulpo
B. Extrahepáticas: hay dilatación cuando el diámetro del colédoco es superior a 8mm. Entre 6-8mm es dudoso,
y en caso de colecistectomía, es normal hasta 10mm. Aparece como estructura tubular anecogénica, anterior a la
vena porta, originando la imagen llamada «doble canal o en cañón de escopeta
6. Pancreatitis biliar
La obstrucción del conducto pancreático por un cálculo impactado o la obstrucción temporal por un cálculo
que pasa a través de la ampolla, pueden ocasionar pancreatitis. Aún no se aclara el mecanismo exacto por el
cual la obstrucción del conducto pancreático causa pancreatitis. En personas con pancreatitis es esencial una
ecografía del árbol biliar. Cuando existen cálculos biliares y la pancreatitis es grave, una colangiografía
retrógrada endoscópica ERC con esfinterotomía y extracción del cálculo puede suprimir el episodio de
pancreatitis. Una vez que ésta remite, debe extirparse la vesícula biliar durante la misma hospitalización.
Cuando hay cálculos y la pancreatitis es leve y se cura de manera espontánea, tal vez se eliminó el cálculo. En
estos individuos están indicados una colecistectomía y una colangiografía intraoperatoria o una ERC
preoperatoria.
Formas de Exploración del Colédoco Una vez que la colangiografía nos indica la presencia de litiasis
coledociana se tiene que proceder a la exploración, la cual puede hacerse de diversas maneras por el cístico o
por el colédoco. Muchas veces el cirujano deja para el endosco-pista el manejo de la vía biliar, ya sea por
imposibilidad técnica o porque el paciente tiene mucho riesgo. Decidida la vía se procederá a la exploración
que abajo describiremos. La colangiografía operatoria puede arrojar varias situaciones: A) Litiasis coledociana:
frente a este resultado se plantean dos alternativas: 1. Clipar el cístico y avisarle al endoscopista, 2) Explorar la
vía biliar por laparoscopía. Si se opta por la primera opción pueden suceder dos posiblidades: a) Que se tenga
éxito en la papilotomía endoscópica y el paciente resuelve su problema, o b) Que es fallida y el paciente se
tiene que someter a cirugía abierta o laparoscópica 2. Esta posibilidad consistiría en la exploración de la vía
biliar, desde un inicio, por laparoscopía. Para realizar este procedimiento se necesita contar con un cirujano
entrenado y con un instrumental completo de exploración de vía biliar que le permita al cirujano desde
realizar una simple exploración hasta la realización de una derivación biliodigestiva. B) Ausencia de litiasis
coledociana y colangiografía opera-toria normal; en este caso se procede al clipado del cístico y a la
finalización del procedimiento.