Literatura Fantástica
Literatura Fantástica
Literatura Fantástica
EXTRAÑO PURO: marco realista, texto que inicia siendo realista pero que en algún momento de
la historia aparece un elemento “posible” pero insólito, algo justamente extraño. Ese elemento
genera cierta duda porque todo lo que venía pasando obedecía a las leyes de la realidad y de pronto
ocurre algo que, si bien no rompe exactamente con las leyes del mundo real pero me desconcierta
porque es algo que no suele suceder y por tanto es extraordinario.
Ejemplo: cuentos de terror/La caída de la casa usher de Edgar Allan Poe.
FANTÁSTICO PURO: sucede lo mismo que en el extraño-puro. Es decir, hay un marco realista y
en algún momento aparece un elemento sobrenatural que genera duda pero, a diferencia del género
extraño, en este caso, continúa esa duda hasta el final y no hay ninguna explicación lógica de lo
ocurrido.
Según Todorov, “lo fantástico es la vacilación experimentada por un ser que no conoce más que las
leyes naturales, frente a un acontecimiento aparentemente sobrenatural”.
Cuando en un mundo que conocemos sucede un acontecimiento imposible de explicar por las leyes
de ese mismo mundo familiar, el que percibe ese hecho debe optar por una de las dos soluciones
posibles: o bien se trata de una ilusión de los sentidos, de un producto de imaginación, y las leyes
del mundo siguen siendo lo que son (género extraño), o bien el acontecimiento se produjo
realmente, es parte integrante de la realidad, y entonces esta realidad está regida por leyes que
desconocemos (género maravilloso). Lo fantástico ocupa el tiempo de esta incertidumbre. En
cuanto se elige una de las dos respuestas, se deja el terreno de lo fantástico para entrar en un género
vecino: lo extraño o lo maravilloso.
Según Tzvetan Todorov, el fantástico es un género evanescente, significa que podemos encontrarlo
por momentos y, luego deja de existir cuando el personaje opta por una explicación u otra. Lo
fantástico existe siempre y cuando se tenga esa duda o vacilación.
Él va a postular tres condiciones que se necesitan para que un relato pueda ser considerado como
fantástico:
1-existencia de un mundo real (un marco que el lector reconozca y que maneje las mismas leyes que
la vida real) y dentro de ese marco va a existir algún elemento que genera sensación de duda,
vacilación (término que utiliza Todorov). Lo fantástico es la posibilidad de vacilar entre la
explicación por causas naturales del fenómeno “extraordinario” o por causas sobrenaturales.
2-identificación del lector con el personaje. Esa vacilación generada la puedo encontrar en el lector
y en el personaje. Ambos comienzan a dudar. Pero lo fantástico puede existir sin necesariamente
cumplir con esta condición.
3-rechazo de la interpretación alegórica. Muchas veces suele ocurrir que el lector nunca llega a
interrogarse la explicación de los elementos sobrenaturales, porque sabe, de antemano, que no los
debe tomar de manera literal sino que los toma en el sentido alegórico. Leemos, interpretando que
lo que me está contando no es realmente lo que me quiere contar sino que alude a un mensaje de
fondo. Lo fantástico implica una manera particular de leer que no debe ser ni poética ni alegórica.
Por ejemplo: la poesía o El principito, todos esos planetas a los que viaja, cada uno representa y
significa algo. Entonces no se lo lee en el sentido literal sino que a medida que vamos leyéndolo
vamos haciendo una interpretación alegórica de lo que puede representar cada planeta.
Según Todorov, cuando se lee un relato fantástico, se debe rechazar la interpretación alegórica
porque si no el elemento sobrenatural se anula.
Las tres condiciones no tienen el mismo valor. La primera y la tercera constituyen verdaderamente
el género, la segunda puede no cumplirse.
Define lo fantástico como un sentimiento: se aleja de los postulados más teóricos (definiciones de
diccionario) ya que para él lo fantástico tiene que ver con la forma de percibir las cosas y su manera
de ver el mundo y afirma que encuentra lo fantástico en su vida cotidiana y real.
“Es inútil ir al diccionario, yo no me molestaría en hacerlo, habrá una definición, que será
aparentemente impecable, pero una vez que la hayamos leído los elementos imponderables de lo
fantástico, tanto en la literatura como en la realidad, se escaparán de esa definición”.
Esta concepción de “filtros” de elementos sobrenaturales en la vida cotidiana, fueron las que dieron
origen, según algunos críticos, a una nueva forma del fantástico en sus cuentos:
NEOFANTÁSTICO.
En esta forma no hay elementos sobrenaturales que rompan con la realidad sino que directamente
no se presenta un elemento rupturista de la realidad sino que van a convivir el mundo cotidiano y
otra realidad alternativa y van a haber algunos intersticios/espacios donde se van a ir filtrando
elementos de un mundo en otro.
El mundo cotidiano va a ir perdiendo esa importancia (se muestra como si fuera una máscara) y la
otra realidad que parece ser la mentira o sobrenatural va a ir ganando terreno y autenticidad.
Ejemplo: “Continuidad de los parques” de Julio Cortázar.