Sobre La Prohibicion de Desalojo

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21 Ene, 2021 | En sentencia de finales del año 2020, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ratificó la

prohibición de realizar desalojos por la situación de pandemia que permanece activa en toda la
humanidad.

Hay jueces que continúan aprobando desalojos judiciales, a pesar de la prohibición expresa por
motivos de la pandemia del covid-19 y en base al Estado de Alarma.

Desde el 13 de marzo de 2020, fue dictado el Decreto No. 4.160, por el Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela, mediante el cual se declaró el Estado de Alarma en todo el territorio
nacional, a fin de mitigar y erradicar los riesgos de epidemia relacionados con el coronavirus
(COVID-19) y sus posibles cepas; el cual ha sido objeto de sucesivas prórrogas, siendo la actual, la
establecida mediante Decreto N° 4.337, dictado por el Ejecutivo, publicado en la Gaceta Oficial de
la República Bolivariana de Venezuela bajo el N° 6.579, Extraordinario del 5 de octubre de 2020.

Ante la circunstancia particular del Estado de Alarma, el Ejecutivo Nacional ha establecido


mediante Decreto N° 4.279, publicado en Gaceta Oficial 41.956 del 2 de septiembre 2020, lo
siguiente: “…Decreto n° 11 en el marco del Estado de Alarma para atender la emergencia sanitaria
del coronavirus (covid-19), por medio del cual se suspende el pago de los cánones de
arrendamiento de inmuebles de uso comercial y de aquellos utilizados como vivienda principal”;
en cual indica: “Artículo 1°: Se suspende por un lapso de seis (06) meses el pago de los cánones de
arrendamiento de inmuebles de uso comercial y de aquellos utilizados como vivienda principal, a
fin de aliviar la situación económica de los arrendatarios y arrendatarias por efecto de la pandemia
mundial del coronavirus COVID-19. En el plazo previsto en este artículo no resultará exigible al
arrendatario o arrendataria el pago de los cánones de arrendamiento que correspondan, ni los
cánones vencidos a la fecha aún no pagados, ni otros conceptos pecuniarios acordados en los
respectivos contratos de arrendamiento inmobiliario. Artículo 2°. Por un lapso de hasta seis (6)
meses, contados a partir de la publicación de este Decreto en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela, se suspende la aplicación del artículo 91 de la Ley para la Regularización
y Control de los Arrendamientos de Vivienda. Por el mismo periodo, se suspende la aplicación de
la causal de desalojo establecida en el literal “a” del artículo 40 del Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial. Artículo 3°. Las
partes de los respectivos contratos de arrendamiento podrán acordar, mediante consenso,
términos especiales de la relación arrendaticia en el plazo a que refiere este Decreto a los fines de
adaptarla a la suspensión de pagos; para lo cual podrán fijar los parámetros de reestructuración de
pagos o refinanciamiento que correspondan. En ningún caso, podrá obligarse al arrendatario o
arrendataria a pagar el monto íntegro de los cánones y demás conceptos acumulados de manera
inmediata al término del plazo de suspensión. Si las partes no alcanzaren un acuerdo acerca de la
reestructuración de pagos o el refinanciamiento del contrato de arrendamiento, someterán sus
diferencias a la Superintendencia Nacional de Arrendamiento de Vivienda (SUNAVI), en el caso de
los inmuebles destinados a uso como vivienda principal, y a la Superintendencia Nacional para la
Defensa de los Derechos Socioeconómicos (SUNDDE) cuando se trate de inmuebles comerciales,
para dirimir estos conflictos y en caso de ser necesario intermediaran en el establecimiento de las
nuevas condiciones que temporalmente aplicaran para las partes. Artículo 4°. Los Ministerios del
Poder Popular: para Hábitat y Vivienda, y de Comercio Nacional, según corresponda en función de
sus competencias materiales, quedan facultados para desarrollar el contenido de este Decreto.
Artículo 5°. La suspensión a que se refiere este Decreto será desaplicada en aquellos casos de
reinicio de la actividad comercial, con anterioridad al término máximo previsto en este Decreto;
así como a los establecimientos comerciales que por la naturaleza de su actividad y de
conformidad con los lineamientos impartidos por el Ejecutivo Nacional, se encuentren operando o
prestando servicio activo de conformidad con alguna de las excepciones establecidas al cese de
actividades decretado con ocasión al Estado de Alarma. El Ministerio del Poder Popular de
Comercio Nacional establecerá mediante Resolución los términos con base a los cuales procederá
la desaplicación excepcional a que se refiere este artículo”.

En tal sentido, analizando los artículos 1 y 2 del Decreto, tenemos que tanto en materia de
arrendamiento de vivienda como en inmuebles de uso comercial quedó suspendido por seis (6)
meses, contados a partir del 2 de septiembre 2020, el pago de cánones de arrendamiento.

Y adicionalmente, se suspendieron las causales de desalojo establecidas en el artículo 91 de la Ley


para la Regularización y Control de Arrendamientos de Vivienda, así como la del literal a del
artículo 40 de la Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el uso comercial,
quedando en vigencia el resto del ordenamiento jurídico en ambos casos y en especial lo relativo
al agotamiento de la vía administrativa previa que debe seguirse antes de iniciar acciones
judiciales que comporten desalojo o desposesión en materia de vivienda y, en caso de aplicación
de medidas cautelares de secuestro de bienes muebles o inmuebles en los arrendamientos de uso
comercial, así como la suspensión en éstos últimos del decreto de medidas cautelares en
procedimientos judiciales en curso, hasta tanto se agote la vía administrativa previa prevista en la
disposición transitoria tercera de la Ley Especial; estableciéndose, con carácter vinculante, la
suspensión de las ejecuciones de desalojos de inmuebles destinados a vivienda así como de
aquellos destinados a uso comercial, mientras persistan las circunstancias que dieron origen al
Estado de Alarma establecido mediante Decreto Presidencial No. 4.160 , publicado en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela No. 6.519 Extraordinario del 13 de marzo de 2020,
y sus sucesivas prórrogas, así como las que dieron lugar al Decreto N° 4.279, publicado en Gaceta
Oficial 41.956 del 2 de septiembre 2020, y sus posibles prórrogas, cuando no se hubiere cumplido
el procedimiento administrativo previo establecido para cada caso, de acuerdo a las previsiones
establecidas en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley para la Regularización y Control de los
Arrendamientos de Vivienda y el procedimiento administrativo establecido en el artículo 41 literal
L y la Disposición Transitoria Tercera del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación
del Arrendamiento Inmobiliario para el uso Comercial.

Por incumplimiento al Decreto en análisis, el TSJ ha ordenado remitir copia certificada de las
respectivas decisiones a la Inspectoría General de Tribunales, con el objeto de que investigue las
posibles irregularidades y faltas disciplinarias en que hubieran incurrido los Jueces, con motivo de
las infracciones delatadas en las respectivas sentencias.

También debemos resaltar que hemos recibido denuncias de varios municipios, donde se estaría
apoyando, por algunos sectores, la invasión de viviendas desocupadas porque sus propietarios no
se encuentran en el país; situación que es totalmente ilegal, si en realidad está ocurriendo; por lo
que exhortamos a las personas que se sientan afectadas o manejen tal información que acudan
ante las autoridades competentes a plantear la situación en concreto. A tales efectos les
recordamos, el que invade un terreno o cualquier propiedad pública o privada, debe ser sacado de
inmediato, primeramente usando la vía conciliatoria, y si no se logra, se aplicaran los mecanismos
que se establecen para combatir este delito en flagrancia; estando totalmente vigente el artículo
471-A del Código Penal: “Quien con el propósito de obtener para sí o para un tercero provecho
ilícito, invada terreno, inmueble o bienhechuría, ajenas, incurrirá en prisión de cinco años a diez
años y multa de cincuenta unidades tributarias (50 U.T.) a doscientas unidades tributarias (200
U.T.). El solo hecho de invadir, sin que se obtenga provecho, acarreará la pena anterior rebajada a
criterio del juez hasta en una sexta parte. La pena establecida en el inciso anterior se aplicará
aumentada hasta la mitad para el promotor, organizador o director de la invasión”.

Estimados hermanos, compatriotas, amigos; debemos estar claros en que, “mi derecho termina
donde comienza el de los demás”; seamos respetuosos a la Constitución y nuestras Leyes.

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