Robson de Freitas Pereira

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El psicoanálisis inserto en la polis: fundamentos, prácticas, política


Robson de Freitas Pereira (APPOA)

Tratamos de tomar el título de nuestro congreso y sus despliegues como cuestión de


trabajo. ¿Cómo decir del psicoanálisis en la polis, su actualidad? Y qué cuestiones
interrogan la misma práctica de los psicoanalistas, forzando discusiones a respecto de
cómo sostener una práctica en la cuidad que esté de acuerdo con los fundamentos que
autorizan nuestros actos.
La institución psicoanalítica es una apuesta – una experiencia. Buscamos constituir un
decir, a partir de los efectos del discurso del psicoanalista, con la misma “buena lógica”
que sostiene la pregunta: “¿qué es el psicoanálisis?” Intentar dar cuenta de esta praxis
es una consecuencia de nuestra responsabilidad ética.
Así, compartir nuestras interrogaciones y nuestras invenciones en Convergencia es
parte de esta experiencia donde la clínica y la transmisión tienen lugar fundamental y
topológicamente verificable. En otras palabras, una práctica discursiva donde balizados
por una referencia a lo real, a lo simbólico y a lo imaginario, reconociendo sus límites
(castración mediante); necesita de una interlocución extraterritorial para demostrar los
efectos del aforismo tan caro a todos nosotros: “un psicoanalista se autoriza de sí mismo,
y algunos otros”.
De esta forma, buscamos sostener una práctica en la cuidad que lleve en cuenta el
inconsciente. El sujeto del inconsciente no es Uno, sino un enjambre de significantes. Un
sujeto que se sostiene también desde la condición de que “no hay relación sexual”. En
este sentido, el sujeto siendo la cuenta de una falta, entra con este fallo estructural en lo
colectivo, abriendo la posibilidad de sostén del deseo en el lazo social.
Freud y Lacan han afirmado que la ética del acto psicoanalítico no es individualista.
Por este camino, releyendo los maestros, Eric Porge hace un interesante debate sobre
qué podría ser “Transmitir la clínica”1 en nuestros días. Llevando en consideración las
especificidades de los conceptos de masa, colectivo, individuo y sujeto propone una
conceptualización de social que no rechaza el inconsciente, sino que reconoce la
dialéctica de dos lógicas a lo largo de la elaboración de la práctica psicoanalítica. Una
lógica de lo todo (fálico), derivada de la excepción del padre formulada por Freud en sus
trabajos sobre la masa y sus relaciones con el ideal, y una lógica de lo no-todo (pas-tout)
que lleve en cuenta lo inconmensurable de la relación del uno al otro, donde saber y

1 Eric Porge, “Transmitir a clínica psicanalítica – Freud, Lacan hoje”, Ed. Unicamp,
2009.
2
verdad no se recubren. En este sentido, las reivindicaciones al individualismo
hegemónico en nuestros tiempos (con toda la complexidad que implica el término
individual), o aun las demandas por el retorno de un padre salvador serían restos de esa
aspiración a un dominio completo del goce. Reconocer lo no-todo en la constitución de la
masa subvierte la oposición individuo – colectivo y se acerca a la experiencia poética de
la masa, en la medida en que “el mismo hecho poético es el producto y la superación de
las tensiones de esa relación”. En esta vía, podemos esperar una renovación de la clínica
psicoanalítica para que se mantenga a la altura de su tiempo.
Con estas consideraciones, retomamos las palabras de Lacan, en el cierre del
Congreso sobre la transmisión, de julio de 1978: “...Tal como lo concibo ahora, el
psicoanálisis es intransmisible. Eso es muy desagradable. Es bastante desagradable que
se fuerce a cada psicoanalista – pues es preciso que se fuerce a eso – a reinventar el
psicoanálisis.”2
Reconocer lo imposible como real que nos organiza y, simultáneamente, la
imposibilidad de disolver el malestar es lo que nos impulsa y posibilita inventar. Hace
viable el psicoanálisis en las calles y en las comunidades haciendo una escucha a las
poblaciones altamente vulnerables tales como niños, adolescentes y adultos en situación
de calle y otras formas de sufrimiento psíquico y desamparo presentes en la ciudad.
Entre ellas podemos citar la escucha realizada en la “Clínica del testimonio” envolviendo
personas que han sido afectadas por la dictadura militar y el proyecto del “Fundo
Newton” que asiste a los individuos tocados por la violencia de Estado actual. Los
psicoanalistas son sinthome (Lacan seminario 23 y en la conferencia citada arriba), cabe
trabajar la cuestión: “¿cómo entonces comunicar el virus de este sinthoma bajo la forma
del significante?”. Seguimos contando con los otros. Como decía el poeta (Octavio Paz)
“Para que yo pueda ser/he de ser otro/salir de mi/buscarme entre los otros/los otros que
no son si yo no existo/los otros que me dan plena existencia”.
Robson de Freitas Pereira
-.-.-.-.-.-.

Texto elaborado contando con las contribuciones escritas de Jorge Broide, Lucia
Pereira, Manuela Lanius , Marta Pedó, Rosane Ramalho y Sidnei Goldberg. Contando
también con las discusiones del grupo de trabajo formado por los citados arriba y los
colegas Angela Becker, Ana Costa, Beatriz Guimarães, Carla Leão, Eliana dos Reis

2 Conferência de 09 de julho de 1978 e publicada nas Lettres de lÉcole, n. 25, junho


de 1979, vol.II, pags 219-220
3
Betancourt, Ieda Prates, Iolanda Bragança, Luciano Mattuella, Liz Ramos, Nilson
Sibemberg e Simone Brenner.
4

La psychanalyse insérée dans la polis : fondements, pratiques, clinique

Robson de Freitas Pereira (APPOA)

Nous avons fait du titre de notre congrès et de ses dédoublements une question de
travail. Comment dire la psychanalyse dans la polis, son actualité ? Quelles
questions interrogent la pratique des psychanalystes, comment soutenir une pratique
dans la cité en accord avec les fondements qui autorisent nos actes ?

L’institution psychanalytique est un pari – une expérience. Nous cherchons à


constituer un dire à partir des effets du discours du psychanalyste, avec la même
« bonne logique » qui soutient la question : « Qu’est-ce que la psychanalyse ? ».
Tenter de rendre compte de cette praxis est une conséquence de notre
responsabilité éthique.

Partager ici nos interrogations et nos inventions fait partie de cette expérience où la
clinique et la transmission occupent un lieu fondamental et topologiquement
vérifiables. La pratique discursive où nous sommes guidés par une référence au réel,
au symbolique et à l’imaginaire, tout en reconnaissant leurs limites (via la castration),
a besoin d’une interlocution extraterritoriale pour démontrer les effets de l’aphorisme
qui nous est si cher : « L’analyste ne s’autorise que de lui-même, et de quelques
autres ».

Nous cherchons ainsi à soutenir une pratique dans la cité qui tienne compte de
l’inconscient. Le sujet de l’inconscient n’est pas Un mais une multitude de signifiants.
Un sujet qui se soutient aussi à partir de la condition selon laquelle « il n’y a pas de
rapport sexuel ». Le sujet est le calcul d’un manque et c’est avec cette faille
structurelle qu’il rentre dans le collectif, qui ouvre la possibilité de soutien du désir
dans le lien social.

Freud et Lacan ont affirmé que l’éthique de l’acte psychanalytique n’était pas
individualiste. À partir de cette relecture des maîtres, Érik Porge ouvre un débat
intéressant sur ce que serait « transmettre la clinique »3 de nos jours. En considérant
les spécificités des concepts de masse, de collectif, d’individu et de sujet, il propose
une conceptualisation du social qui ne rejette pas l’inconscient mais reconnaît la

3Porge, Érik. Transmettre la clinique psychanalytique : Freud, Lacan, aujourd’hui. Paris,


Érès, 2005.
5
dialectique de deux logiques tout au long de l’élaboration de la pratique
psychanalytique : une logique du tout (phallique), dérivée de l’exception du père
formulée par Freud dans ses travaux sur la masse et ses rapports à l’idéal ; et une
logique du pas-tout, qui prend en compte l’incommensurable du rapport du un à
l’autre, où savoir et vérité ne se recouvrent pas. Dans ce sens, les revendications
contemporaines d’individualisme hégémonique (avec toute la complexité que le
terme individuel implique), voire les demandes de retour d’un père sauveur, seraient
des restes de cette aspiration à une domination complète de la jouissance.

Reconnaître le pas-tout dans la constitution de la masse subvertit l’opposition


individu-collectif et se rapproche de l’expérience poétique de la masse, car « le fait
poétique lui-même est le produit et le dépassement des tensions de cette relation ».
Partant de là, nous pouvons espérer une rénovation de la clinique psychanalytique
pour qu’elle reste à la hauteur de son temps.

Au vu de ces considérations, nous reprenons les paroles formulées par Lacan lors
de la clôture du congrès sur la transmission, en juillet 1978 : « Tel que maintenant
j’en arrive à le penser, la psychanalyse est intransmissible. C’est bien ennuyeux.
C’est bien ennuyeux que chaque psychanalyste soit forcé – puisqu’il faut bien qu’il y
soit forcé – de réinventer la psychanalyse »4.

Reconnaître l’impossible comme réel qui nous organise et, simultanément,


l’impossibilité de dissoudre le malaise, nous pousse et permet d’inventer. Cela rend
possible la psychanalyse dans les rues et dans les communautés, l’écoute de
populations hautement vulnérables tels que les enfants, les adolescents et les
adultes qui vivent dans la rue, ainsi que d’autres formes de souffrance psychique et
de détresse présentes dans la cité. À titre d’exemples, l’écoute réalisée au sein de la
« Clinique du témoignage », qui concerne des personnes touchées par la dictature
militaire ; ou le projet du « Fonds Newton », qui aide les individus atteints par la
violence de l’État actuel.

Les psychanalystes sont sinthome (Lacan, séminaire 23 et conférence supra citée).


D’où la question : « Comment communiquer le virus de ce sinthome sous la forme du
signifiant ? ». Nous continuons à compter sur les autres. Comme le disait le poète

4Lacan, Jacques. Conférence du 9 juillet 1978. Parue dans Lettres de l’École, 1979, n° 25,
vol. II, pp. 219-220.
6
Octavio Paz : « Para que yo pueda ser/he de ser otro/salir de mi/buscarme entre los
otros/los otros que no son si yo no existo/los otros que me dan plena existência »5.

Robson de Freitas Pereira

.-.-.-.-.-.

Texte élaboré avec des considérations écrites de Jorge Broide, Lucia Pereira,
Manuela Lanius, Marta Pedó, Rosane Ramalho et Sidnei Goldberg. Ainsi que des
discussions du groupe de travail formé par les personnes citées ci-dessus et Angela
Becker, Ana Costa, Beatriz Guimarães, Carla Leão, Eliana dos Reis Betancourt, Ieda
Prates, Iolanda Bragança, Luciano Mattuella, Liz Ramos, Nilson Sibemberg et
Simone Brenner.
)

5
Pour que je puisse être/il me faut être autre,/sortir de moi,/ me chercher parmi les autres,/les autres qui ne sont
pas si moi je n'existe pas,/les autres qui me donnent pleine existence.
7
A psicanálise inserida na pólis: fundamentos, práticas, política

Robson de Freitas Pereira (APPOA)

Tratamos de tomar o título de nosso congresso e seus desdobramentos como questão de


trabalho. Como dizer da psicanálise na pólis, sua actualidade ? E quais questões interrogam
a própria prática dos psicanalistas, forçando discussões a respeito de como sustentar uma
prática na cidade que esteja de acordo com os fundamentos que autorizam nossos atos.
Instituição psicanalítica é uma aposta – uma experiência. Buscamos constituir um dizer, a
partir dos efeitos do discurso do psicanalista, com a mesma “boa lógica” que sustenta a
pergunta : “o que é a psicanálise?” Tentar dar conta desta práxis é uma consequência de
nossa responsabilidade ética.
Assim compartilhar nossas interrogações e nossas invenções em Convergencia, faz parte
desta experiência onde a clínica e a transmissão tem lugar fundamental e topologicamente
verificável. Em outras palavras, uma prática discursiva onde balizados por uma referencia ao
real, ao simbólico e ao imaginário, reconhecendo seus limites (castração mediante); precisa
de uma interlocução extraterritorial para demonstrar os efeitos do aforisma tão caro a todos
nós: “um psicanalista se autoriza de si mesmo, e alguns outros”.
Desta forma, buscamos sustentar uma prática na cidade que leve em conta o inconsciente. O
sujeito do inconsciente não é Um, mas um enxame de significantes. Um sujeito que se
sustenta também a partir da condição de que “não há relação sexual”. Neste sentido, o
sujeito sendo a conta de uma falta, entra com esta falha estrutural no coletivo, abrindo a
possibilidade de sustentação do desejo no laço social.
Freud e Lacan afirmaram que a ética do ato psicanalítico não é individualista. Por este
caminho, relendo os mestres, Eric Porge faz um interessante debate sobre o que poderia ser
“Transmitir a clínica”6 em nossos dias. Levando em consideração as especificidades dos
conceitos de massa, coletivo, indivíduo e sujeito propõe uma conceitualização de social que
não rejeita o inconsciente, mas reconheça a dialética de duas lógicas ao longo da elaboração
da prática psicanalítica. Uma lógica do todo ( fálico), derivada da exceção do pai formulada
por Freud em seus trabalhos sobre a massa e suas relações com o ideal e, uma lógica do
não-todo (pas-tout) que leve em conta o incomensurável da relação do um ao outro, onde
saber e verdade não se recobrem. Neste sentido, as reivindicações ao individualismo
hegemônico em nossos tempos (com toda a complexidade que o termo individual implica), ou
mesmo as demandas pelo retorno de um pai salvador seriam restos dessa aspiração a um
domínio completo do gozo. Reconhecer o não-todo na constituição da massa subverte a

6 Eric Porge, “Transmitir a clínica psicanalítica – Freud, Lacan hoje”, Ed. Unicamp, 2009.
8
oposição indivíduo – coletivo e se aproxima da experiência poética da massa, na medida em
que “o próprio fato poético é o produto e a superação das tensões dessa relação”. Nesta via,
podemos esperar uma renovação da clínica psicanalítica para que se mantenha a altura de
seu tempo.
Com estas considerações, retomamos as palavras de Lacan , no encerramento do
Congresso sobre a transmissão, de julho de 1978: “...Tal como a concebo agora, a
psicanálise é intransmissível. Isso é muito desagradável. É bem desagradável que cada
psicanalista seja forçado – pois é preciso que ele seja forçado a isso – a reinventar a
psicanálise.”7
Reconhecer o impossível como real que nos organiza e, simultaneamente, a impossibilidade
de dissolver o mal-estar é o que nos impulsiona e possibilita inventar. Viabiliza a psicanálise
nas ruas e nas comunidades fazendo uma escuta às populações altamente vulneráveis tais
como crianças, adolescentes e adultos em situação de rua e outras formas de sofrimento
psíquico e desamparo presentes na cidade. Entre elas podemos citar a escuta realizada na
“Clínica do testemunho” envolvendo pessoas que foram afetadas pela ditadura militar e o
projeto do “Fundo Newton” que assiste os indivíduos atingidos pela violência do Estado atual.
Os psicanalistas são sinthome (Lacan seminário 23 e na conferencia citada acima), cabe
trabalhar a questão : “como então comunicar o vírus deste sinthoma sob a forma do
significante? ”. Seguimos contando com os outros. Como dizia o poeta (Octavio Paz) “Para
que yo pueda ser/he de ser otro/salir de mi/buscarme entre los otros/los otros que no son si
yo no existo/los otros que me dan plena existência”.
Robson de Freitas Pereira
-.-.-.-.-.-.

Texto elaborado contando com as contribuições escritas de Jorge Broide , Lucia


Pereira, Manuela Lanius , Marta Pedó, Rosane Ramalho e Sidnei Goldberg. Contando
também com as discussões do grupo de trabalho formado pelos citados acima e os
colegas Angela Becker, Ana Costa, Beatriz Guimarães, Carla Leão, Eliana dos Reis
Betancourt, Ieda Prates, Iolanda Bragança, Luciano Mattuella, Liz Ramos, Nilson
Sibemberg e Simone Brenner

7Conferência de 09 de julho de 1978 e publicada nas Lettres de lÉcole, n. 25, junho de


1979, vol.II, pags 219-220
9
Psychoanalysis inserted in the polis: foundation, practices, politics

We try to take the title of our congress and its unfolding as a matter of work. How to
say about psychoanalysis in the polis, its actuality? And what questions interrogate the
very practice of psychoanalysts, forcing discussions about how to sustain a practice in
the city that is in accordance with the foundations that authorize our acts.
Psychoanalytic institution is a bet - an experience. We seek to constitute a saying,
from the effects of the psychoanalyst's discourse, with the same "good logic" that
sustains the question: "what is psychoanalysis?" Trying to answer for this praxis is a
consequence of our ethical responsibility.
Thus sharing our interrogations and our inventions in Convergencia, is part of the
experience where clinic and transmission have a fundamental place and are topologically
verifiable. In other words, a discursive practice beaconed by a reference to the real, the
symbolic and the imaginary, recognizing its limits (castration recognized); needs an
extraterritorial interlocution to demonstrate the effects of the aphorism so dear to all of us:
"the psychoanalyst is authorized only by himself , and some others."
In this way, we seek to sustain a practice in the city that takes into account the
unconscious. The subject of the unconscious is not One, but a swarm of signifiers. A
subject that sustains oneself also from the condition that "there is no sexual relation". In
this sense, the subject being the result of a lack, the subject enters with this structural
flaw in the collective, opening the possibility of sustaining the desire in the social link.
Freud and Lacan affirmed that the ethics of the psychoanalytic act is not
individualistic. In this way, re-reading the masters, Eric Porge creates an interesting
debate on what could be "To transmit the clinic" in our days. Taking into consideration the
specificities of the concepts of mass, collective, individual and subject, he proposes a
conceptualization of the social that does not reject the unconscious, but recognizes the
dialectic of two logics throughout the elaboration of psychoanalytic practice. A logic of all
(phallic), derived from the exception of the father formulated by Freud in his works on the
mass and its relations with the ideal, and a logic of the not-all (pas-tout) that takes into
account the immeasurable relationship of the one to the other, where knowledge and
truth do not cover each other.
In this sense, the claims to hegemonic individualism in our times (with all the
complexity that the term individual implies), or even the demands for the return of a
saving father would be the remnants of that aspiration to a complete mastery of the
juissance. Recognizing the not all in the constitution of the mass subverts the individual-
1
0
collective opposition and approaches the poetic experience of the mass, inasmuch as
"the very poetic fact is the product and overcoming of the tensions of this relation." In
this way, we can expect a renewal of the psychoanalytic clinic in order to keep up with its
time.
With these considerations, we return to the words of Lacan, at the closing of the
Congress on the transmission, of July 1978: "... As I conceive it now, psychoanalysis is
non- transmissible. This is very unpleasant. It is very unpleasant for every psychoanalyst
to be forced-for he must be forced to do so-to reinvent psychoanalysis. "
To recognize the impossible as the real that organizes us and, simultaneously, the
impossibility of dissolving the discontents is what drives us and enables us to invent. It
allows psychoanalysis in the streets and in communities by listening to highly vulnerable
populations such as street children, adolescents and adults, and other forms of psychic
suffering and helplessness present in the city. Among them we can mention the listen
realized in the "Clinic of the testimony" involving people who were affected by the military
dictatorship and the "Fundo Newton " project that assists individuals affected by the
violence of the current State. The psychoanalysts are sinthome (Lacan Seminar 23 and
in the conference cited above), the question should be addressed: "how then to
communicate the virus of this sinthome as a signifier? ". We are still counting on others.
As the poet (Octavio Paz) said:
“Para que yo pueda ser/he de ser otro/salir de mi/buscarme entre los otros/los otros
que no son si yo no existo/los otros que me dan plena existência”. 8
Robson de Freitas Pereira

Text written with the contributions from Jorge Broide, Lucia Pereira, Manuela Lanius,
Marta Pedó, Rosane Ramalho and Sidnei Goldberg. Also counting on the discussions of
the work group formed by those mentioned above and colleagues Angela Becker, Ana
Costa, Beatriz Guimarães, Carla Leão, Eliana dos Reis Betancourt, Ieda Prates, Iolanda
Bragança, Luciano Mattuella, Liz Ramos, Nilson Sibemberg and Simone Brenner .

8 "So that I can be / I have to be another / leave me / find myself among others /
others that are not if I do not exist / others that give me full existence."

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