Fruto Del Espiritu Santo

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ENSAYO EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO

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INTRODUCCIÓN

Es necesario conocer acerca del fruto del Espíritu Santo para darle una buena interpretación
y saber que necesitamos tenerlos en nuestra vida.
El fruto del Espíritu es la obra espontánea del Espíritu Santo en nosotros. El Espíritu produce
estos rasgos del carácter que se encuentran en la naturaleza de Cristo, por lo tanto, el cristiano
tiene una nueva vida activa por la que puede producir (el fruto (o la cosecha) del Espíritu) el
fruto multiforme de Gálatas 5:22, 23: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre y templanza. Este fruto pone de manifiesto la abundancia de la savia que pone
el Espíritu de Dios en la vida regenerada. La fe, que arraiga firmemente la nueva planta en el
terreno abonado y sembrado por la Palabra.

El apóstol Pablo, al exponer en su Epístola a los Gálatas la temática de la libertad del


cristiano, y la naturaleza de su nueva vida, usa la expresión fruto del Espíritu (en singular)
en contraposición a las obras de la carne. Para el apóstol el fruto del Espíritu es, aplicando
así el principio de que el árbol bueno produce buen fruto. Estas virtudes son caracterizadas
como fruto, en contraste con las obras. Sólo el Espíritu Santo puede producirlas, y no los
propios esfuerzos; aun cuando las obras de la carne aparecen en plural, el fruto del Espíritu
es uno solo e indivisible. Cuando el Espíritu controla completamente la vida del creyente,
produce este resultado. Las primeras tres conciernen a nuestra actitud hacia Dios, la segunda
triada tiene que ver con nuestras relaciones sociales, y el tercer grupo describe los principios
que guían la conducta cristiana.

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EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO

DESARROLLO

I. ¿QUÉ ES EL FRUTO DEL ESPÍRITU?

En la Biblia menciona distintos frutos de las tierras, como higo, manzana, uva y entre otros.
En esto a una diferencia entre frutas y fruto, así como un árbol produce frutas; de la misma
forma el Espíritu Santo es la fuente de todo fruto en nuestras vidas, para su uso metafórico
como el resultado de la obra de Dios en los regenerados.

El fruto del Espíritu es la naturaleza divina de Dios, los diversos atributos del fruto del
Espíritu son las características visibles de una verdadera vida cristiana. El fruto del Espíritu
crece entre las personas que se han arrepentido de sus pecados y aceptaron a Jesús como su
Salvador. El Espíritu Santo hace que el fruto crezca dentro de nosotros.

El fruto del Espíritu Santo (la obra que su presencia) es amor, gozo (alegría), paz, paciencia,
benignidad, bondad (benevolencia), fe (fidelidad), mansedumbre (humildad), templanza
(dominio propio, autocontrol, continencia).

II. SU NATURALEZA

Una sola fruta puede dar varias vitaminas, así es con el Espíritu Santo. Esto por qué la Biblia
dice: Pero el fruto (no los frutos) del Espíritu, según Gálatas 5:22, el fruto del Espíritu
Santo está lleno con diversos nutrientes para la vida del creyente y estos son nueve atributos
visibles que se esperan de un verdadero cristiano.

AMOR

Es la traducción del griego: “Agape” significa, afecto, buena voluntad, espíritu afectuoso,
benevolencia, la habilidad de amar a la gente que no queremos. Pablo empieza con el fruto
del Espíritu AMOR, porque se extiende a las demás características y es la manifestación del
resto. Además, el amor es un don de Dios, es un atributo porque Dios es amor.

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En 1 Corintios 13 presenta lo que implica el fruto del amor. Este amor es bondadoso, no hace
mal, no es orgulloso y no se irrita fácilmente. Este tipo de amor no busca herir y no se venga
cuando está herido.

A menudo se habla del tema del amor, pero rara vez se practica de verdad. El amor del
Espíritu Santo proviene de un espíritu regenerado y se caracteriza por una actitud
desinteresada que da libremente, sin exigir nada a cambio. Dios es amor y somos
engendrados por Él a través del amor que tiene por nosotros. Por lo tanto, como hijo nacido
del amor, se espera que ames como prueba de que posees la naturaleza del Padre Dios.
Podemos ver que es imposible amar con la energía de la carne porque no es algo que esté en
la naturaleza humana, sino algo que es divino. Por eso el amor es fruto del Espíritu Santo;
que se necesita la ayuda del Espíritu Santo para amar como Dios espera.

GOZO

Viene del griego: “Jara” que significa alegría, de “Ally” el infinito: “Joiren” es regocijarze,
estar contento, gozoso, estar lleno de gozo, esto verbo se usa en el Nuevo Testamento.
El gozo es una la alegría que permanece en el creyente “no es un gozo que proviene de cosas
terrenales, mucho menos de triunfar en una competencia. Es una alegría cuyo fundamento es
Dios. Además, este gozo viene de una relación con Jesús, que es capaz de darnos una
perspectiva eterna sin importar nuestras circunstancias, es una expresión dada por el Espíritu
que florece en todo momento.

El gozo es una evidencia de la presencia de Dios en la vida del creyente. Si está dotado de la
persona del Espíritu Santo, este fruto del Espíritu será obvio en su vida. El fruto del gozo no
es un sentimiento temporal de satisfacción, sino un poder divino para estar siempre gozosos
(Filipenses 4: 4). El Espíritu Santo se entristece cuando los creyentes desestiman sus
convicciones por ideas, sentimientos o conductas pecaminosos, y desechan sus advertencias
para que actúen y piensen diferente. Pero cuando nos arrepentimos y decidimos obedecer al
Señor, podemos pedirle a Dios que nos llene con el Espíritu Santo. Esto se puede repetir
siempre que nos sintamos espiritualmente secos o nuestra valentía para testificar merme en
temor. Él promete dar “tiempos de descanso” (Hechos 3:19) a nuestras almas cansadas.

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PAZ

La palabra del Antiguo Testamento para “paz” es la misma que la palabra hebrea llamada
“shalom”. Esto significa “integridad”. La palabra griega del Nuevo Testamento para paz es
“eirene” que se traduce como unidad, tranquilidad o descanso.

La paz es un estado de calma que emana de un deseo desesperado por Dios. Claramente, sin
Dios, es imposible experimentar la verdadera paz. Los acontecimientos cotidianos en los
medios de comunicación, caracterizados por diversas noticias de caos, ataques terroristas,
hambrunas y otros sucesos perversos, buscan quitarle la paz. Sin embargo, cuando llega el
fruto de la paz que sobrepasa todo entendimiento, permaneces en reposo, a pesar de los
acontecimientos que te rodean. Una persona de paz es tranquila, tiene una fuerza interior que
da como resultado la capacidad de estar sereno en medio de circunstancias difíciles.

PACIENCIA

Del griego “Markothymia” significa longanimidad, apacibilidad, indulgencia, no hay espíritu


de rencor, es un equilibrado de todos los temperamentos y pasiones. Cuando hay paciencia
hay constancia, firmeza, perseverancia, tolerante, clemente. Está claro que no se puede ser
paciente ni resistir sin la ayuda del Espíritu Santo. Diariamente, se enfrenta a problemas que
requieren que estalle o reaccione, pero el Espíritu Santo le permite mantener la calma en todo
momento. Por el cual, es necesaria la paciencia en nuestro caminar cristiano, porque es a
través de la paciencia que podemos obtener las promesas de Dios.

La paciencia es algo que podemos utilizar provechosamente. El Espíritu Santo que mora en
nosotros desea desarrollar la misma clase de paciencia que Dios tiene por la humanidad. Por
lo que no puede ser independiente del amor. Es una obra sobrenatural que opera su Espíritu
cuando tratamos de entender por qué las personas actúan como lo hacen y por qué
respondemos a su comportamiento con amor y verdad, en el momento correcto, caminar en
el Espíritu demuestra que escuchamos a Dios y seguimos sus instrucciones a medida que
enfrentamos los retos diarios, el carácter divino hallará expresión en nuestras vidas.

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BENIGNIDAD

Es también amabilidad, viene del griego “Jrestótes” significa: bondad, integridad,


experiencia de carácter, benévolo, bueno en carácter. La benignidad es atribuida a Dios como
uno de los atributos morales y esto se relaciona con la conducta del creyente. La presencia
del Espíritu Santo hace bondadoso y tierno, alguien que es amable suele ser agradable o
educado, pero el fruto va más allá implica actuar por el bien de las personas
independientemente de lo que hagan. Es tener un corazón de servicio sin ver las recompensas.
Cuando uno posee el fruto de la benignidad, corregirás a los demás con sencillez,
comprensión y amor, en lugar de sentirte herido, resentido, enojado. Incluso su hablar es con
tranquilidad y humildad de corazón, sin importar quién sea la persona o lo que haya hecho.
No se comportará de manera rebelde incluso cuando no haya gente cerca. La gentileza no
tiene nada que ver con si hablas en voz alta o no; tiene que ver con el carácter, en la forma
en que te presentas y tus palabras. Esto se prueba principalmente cuando no está atento, que
suele ser cuando está fuera de la vista de rostros familiares.

BONDAD

Del griego “Agathosune” significa “bondad,” es un término extraño que combina la calidad
de ser bueno y la cualidad de hacer lo bueno. Esto quiere decir una verdadera manifestación
de bondad, virtud equipada para la acción; una disposición a hacer lo que es bueno, bondad
intrínseca que produce generosidad, calidad de piadoso, benevolencia, bondad, rectitud de
corazón y de vida.

El Espíritu Santo nos da poder para hacer el bien en todo momento. hablando humanamente,
es imposible ser bueno en todo momento, porque la naturaleza humana se caracteriza por el
pecado. la biblia dice que el corazón del hombre es profundo y desesperadamente perverso
(Jeremías 17: 9). es la presencia de dios en ti lo que convierte esta maldad en bondad.

FE

En griego es “Pistis” que significa fe, fidelidad, honestidad, este tipo de Fe al que se hace
referencia es diferente del Espíritu de fe y el don de fe; se refieren a ella como fidelidad. Es
decir, el acto de confiar y comprometerse con Dios. Es lo que le da la seguridad al nacer de

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nuevo de que es un hijo de Dios. El Espíritu Santo deposita en el corazón para confiar en
Dios y serle leal (Romanos 10: 9-10), Fe es creer que Dios es quien dice ser y continuar en
esa creencia a pesar de las complejidades de la vida.

El fruto es más evidente en nuestras vidas luego de años de andar con Cristo que al comienzo,
cuando primero nos convertimos en cristianos.

MANSEDUMBRE.

Proviene del griego “Prautes” significa: gentileza, afabilidad, amistad dulce, tranquilo y una
actitud de sumisión este fruto se manifiesta cuando uno está rendido a Dios por completo.
El fruto de la mansedumbre te mantiene humilde, sin importar la altura que alcances, es un
ser enseñable, aprende y obedecer la verdad; te hace darte cuenta de que todo lo que eres y
tienes te lo ha dado Dios y que todo lo que Él te ha bendecido es puramente por gracia.

En el Nuevo Testamento se refiere a una actitud interior, es parte del fruto del carácter
semejante al d Cristo producido por el Espíritu Santo. Los mansos no se recienten ante la
adversidad, debido a que aceptan todo como afecto sabio y amoroso propósito de Dios.

TEMPLANZA

Proviene de la palabra griega “Engkateia” significa: el control de uno mismo, dominio


propio, es una de las virtudes cristianas en la templanza, se nos amonesta a ser moderados y
equilibrados en nuestra conducta, es el control propio en el pensamiento, en nuestro enojo,
en el hablar y es necesaria para vencer los deseos de la carne; el ejercicio del dominio propio
refleja el poder de Dios en nuestra vida.

El fruto del dominio propio en nuestras vidas no es solo algo que determinamos hacer por
nuestra parte; es el fruto de la presencia de Dios en nuestras vidas.

Esto también se llama autocontrol la cual significa decirse “no” a sí mismo en momentos de
deseos impíos y hacer lo que es correcto o lo que se debe hacer, cada vez. Porque hay una
guerra constante entre obedecer a la carne y al espíritu. El hombre es de naturaleza trina; es
un espíritu que vive en un cuerpo y tiene un alma. La mayoría de las veces, el alma se debate

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entre someterse a la voluntad de la carne o al espíritu; aquí es donde entra el autocontrol o la
templanza.

III. SU IMPORTANCIA

El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad
y dominio propio” (Galatas 5:22-23). Este pasaje y su contexto nos lleva a la importancia del
fruto del Espíritu Santo, porque trata acerca de producir el fruto en el andar en el Espíritu,
fruto que nos habla del carácter de Dios mismo en el creyente.

La gran lucha dentro de cada cristiano es entre la naturaleza pecaminosa y el Espíritu. Pablo
dijo: “Los dos se oponen entre sí” (Gálatas 5:17). Esta naturaleza pecaminosa, que estará con
nosotros todas nuestras vidas, se opone al interés y deseo del Espíritu. Sin embargo, como
creyente en Cristo Jesús, tenemos la ventaja sobre nuestra naturaleza pecaminosa al escoger
vivir por el Espíritu o morir en las pasiones de la carne. Una persona que cede a la naturaleza
pecaminosa puede que manifieste algunas características virtuosas, pero el que vive por el
Espíritu manifestará todo el fruto del Espíritu.

En Gálatas 5:19-21, Pablo enumera quince actos de naturaleza pecaminosa que pueden
dividirse en cuatro categorías:
 Sexo ilícito: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje.
 Adoración ilícita: idolatría y brujería.
 Ruptura de relaciones con personas: odio, discordia, celos, arrebatos de ira,
rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia.
 Excesos: borracheras y orgías.
Para vivir por el Espíritu, debe caminar en el Espíritu y cuando camina en el Espíritu, no
satisfará los deseos de la carne. Por tanto:
 El Espíritu ayuda a refrenar todo deseo carnal que pueda surgir de dentro (1 Corintios
9:27).
 El Espíritu Santo le ayuda a mantener un comportamiento equilibrado en todo
momento. Él lo mantiene calmado en tiempos de adversidad y lo ayuda a resistir las
tentaciones.

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 El Espíritu Santo te reprende de todo mal hecho, fortalece tu lengua y te abstiene de
hablar mal.
 El Espíritu Santo nos lleva a entender y andar en su voluntad.
 El Espíritu Santo nos guia para testificar de Cristo y impulsa a seguir adelante.
 El Espíritu Santo produce gozo y nos capacita en las tribulaciones con acción de
gracias.
 El Espíritu Santo

El fruto del Espíritu es una virtud que todo creyente debería poseer, porque te diferencia del
mundo como hijo de Dios. El cristiano debe esforzarte conscientemente por ver estas virtudes
manifestadas en su vida en una dimensión creciente.
El fruto del Espíritu es lo que todo creyente no puede prescindir porque es necesario para
nuestro caminar diario con Dios. Vivir una vida cristiana triunfante, poseer el fruto del
Espíritu no es negociable; te permite caminar según el Espíritu, reflexionando así sobre tus
actividades diarias.

CONTRASTE ENTRE DONES Y FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO

 Los dones son para edificar el cuerpo (Iglesia). El fruto es lo que produce andar en el
Espíritu.
 Los dones nos hablan del poder de Dios obrando en la Iglesia. El fruto nos habla del
carácter de Dios en el creyente.
 Los dones nos hablan de manifestaciones sobrenaturales. El fruto nos habla de la
santidad.
 Los dones se anhelan y se procuran. El fruto viene por andar en el Espíritu.
 Los dones se manifiestan puntualmente según la necesidad. El fruto del Espíritu es
permanente e inseparable de la vida cristiana.
 Los dones definen lo que el cristiano hace. El fruto ayuda a definir lo que el cristiano
es.
 Los dones son indispensables para el crecimiento de la Iglesia. El fruto es
indispensable para la madurez y calidad de ser cristiano.
 Hace falta discernimiento para reconocer la legitimidad de los dones. Pero es claro y
evidente el fruto del Espíritu en el creyente.
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 Los dones sin el fruto, son como el pan de la hamburguesa, pero sin carne. El fruto
sin los dones es la carne, pero fría.
 Así como la fe sin obras es muerta, los dones sin el fruto del Espíritu serian como un
fuego fatuo.

CONCLUSIÓN

Cuán importante es hoy en día alcanzar el fruto del Espíritu Santo, para tener una buena
calidad de vida como cristiano, ya que a menudo somos criticados por la falta de madurez
que uno refleja ante la sociedad. El fruto del Espíritu representa el carácter esperado de un
creyente y esto está incrustado en el Espíritu Santo. Si queremos que el fruto del Espíritu se
desarrolle en nuestras vidas, debemos unir nuestra vida a la de Él y debemos conocerlo,
amarlo, recordarlo, imitarlo. El resultado será que cumpliremos el propósito de Dios. El fruto
del Espíritu es la naturaleza divina de Dios, los diversos atributos del fruto del Espíritu son
las características visibles de una verdadera vida cristiana

El Espíritu Santo es quien obra en el cristiano y el fruto del Espíritu es evidencia de que uno
está controlado por el Espíritu y no por la carne. Asimismo, estar lleno con el Espíritu afecta
tanto al carácter, como también a las actividades diarias y han de crecer en todos los aspectos
de nuestra vida, en la misma medida que sus dones se manifiestan a través de nosotros.

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BIBLIOGRAFÍA

Oyedepo, Faith. Holy Spirit your helper Espíritu Santo: su ayudante. 2019. Nigeria: Editorial
Dominion.

Roth, Sid. Fruto del Espíritu escrituras personalizadas.

Trask, Thomas. El fruto del Espíritu Santo. 2001. Florida Miami: Editorial Vida.

Barclay, William. Comentario al nuevo testamento Gálatas y Efesios.1995. Barcelona:


Editorial Clie.

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