Que Es Teología
Que Es Teología
Que Es Teología
INTRODUCCION A LA TEOLOGIA
SEMINARIO MAYOR DIOCESANO SAN JOSÉ
CÚCTA - NORTE DE SANTANDER
2013
¿QUE ES TEOLOGIA?
UNA APROXIMACION A SU IDENTDA Y A SU METODO
INTRODUCCION A LA TEOLOGIA
SEMINARIO MAYOR DIOCESANO SAN JOSÉ
CÚCTA - NORTE DE SANTANDER
2013
INTRODUCCIÓN
Comúnmente se define a la teología como la ciencia de Dios, es decir aquella ciencia que
estudia a Dios tanto para sí mismo, como un Dios que se ha revelado a la humanidad en su
amadísimo hijo Jesucristo, una revelación económica de la gracia divina. Este escrito
basado en estas realidades buscara además de hacer una exposición sistemática de lo que
es la teología, expondrá a grandes rasgos lo que ha sido la historia de esta ciencia. Además
se hará mención a los aportes significativos por parte de los teólogos más destacados en
el transcurso del desarrollo y composición de esta ciencia. También veremos cuál es la
situación actual en la que se encuentra la teología tras haber recorrido un largo camino de
complementación y hacia que teología estamos apuntando.
¿QUE ES TEOLOGÍA?
Voltaire, un famoso filósofo y ateo francés del siglo XVIII dijo: “Dios creó al hombre a su
imagen y semejanza y ahora el hombre le ha devuelto el favor”. Aunque nos parezca un
poco fuerte esta expresión es verdad, el hombre en sus intentos de abarcar a Dios le ha
dado cualidades demasiado humanas. Por ello la Iglesia es consciente que para un
correcto conocimiento de Dios, que si bien no es total, es necesaria la disciplina teológica
que analice el Misterio de la Revelación y lo muestre a los hombres más exequible tanto a
la fe como a la mismísima razón. Comúnmente se define la teología como la ciencia que
estudia a Dios y se fundamenta no solo en acercamiento a Dios no solo a base de fe sino
también de razón.
Si hablamos del que hace teología, el teólogo, decimos que son muy diversas las figuras
que ha habido a través del tiempo. Algunos de estos son sistemáticos y otros más bien
fragmentarios, también las cuestiones que han movido la reflexión teológica han sido
varias, como Kerigma-Cristo-Trinidad (I-XII) Dios (XIII) salvación y unión inmediata con
Dios (XV-XVI) libertad y gracia (XVI-X), razón y fe (XVIII) historia – revelación (XIX) persona
humana y sociedad (XX). Todos estos elementos han hecho difícil el estudio teológico, el
termino teología no se origino en ambiente cristiano sino griego.
El primero en usar este término fue el filósofo Platón, antes de incorporar el término al
cristianismo se empleaba más bien conceptos como sabiduría, plan de salvación o
“doctrina cristiana”. Platón empleó el término como sinónimo de “mitología” como el
relato de las divinidades. Aristóteles amplia un poco más término, emplea en dos
direcciones, primero habla de teología como mitología, y segundo en un sentido científico,
como la ciencia suprema. En los siglo I y II de nuestra era cristiana, ni en el Nuevo
Testamento, ni en los Padres Apostólicos hace presencia el termino, ya en los Padres
Apologetas se usa pero en el sentido platónico. Y no se emplea porque en realidad es
imposible expresar el gran misterio de Dios trino, revelado en Cristo por medio de la
palabra pagana “teología”. En estos primeros siglos se emplea el nombre teología bajo el
signo gnóstico-sapiencial, I-X, esta la concepción gnóstico-pagana de “sabiduría” (gnosis) y
las grandes corrientes tradicionales judías. La primera es religiosa en cuanto buscaba la
felicidad del hombre, le hacía piadoso y feliz, perfecto y le salvaba. La referencia que tuvo
la teología en las tradiciones judías por medio de tradiciones como la profética, la
apocalíptica, Qumrán…etc. Serán más adelante asumidas por el cristianismo pero
reorientadas, les dará un sentido nuevo y pleno.
En la teología protestante, en dialogo con los sistemas filosóficos del tiempo, surgen
corrientes muy diversas que van desde el confesionalismo hasta prácticamente el ateísmo.
Bajo el influjo de Hegel se contempla la religión como un fenómeno del espíritu humano,
llevando a la corriente más progresista, a negar la divinidad de Jesucristo y hasta la
existencia de Dios mismo. Se avanza en los métodos histórico críticos para la realizar la
exegesis bíblica. Al llegar al siglo XX en el periodo de entreguerras se propicia una vuelta a
las fuentes genuinas de la tradición; un dialogo con las corrientes culturales del tiempo y
el desarrollo de teologías que desean ser MÁS PASTORALES y del compromiso. Al aparecer
el Vaticano II y su aplicación, propiciaran una orientación teológica más centrada en la
historia de salvación, y al mismo tiempo más antropocéntrica, práctica y ecuménica. En
este año en 1950, Pio XIII proclama el dogma de la Asunción de María. Hay que tener en
cuenta que en el campo protestante la teología dialéctica influenciada por Hegel como ya
lo habíamos mencionado anteriormente, reacciona contra la teología liberal, primando la
alteridad absoluta de Dios. Posteriormente la teología existencial equilibrara dicha
alteridad subrayando que el cristianismo es una confrontación con la llamada a vivir en
Cristo. Las teologías de la secularización y muerte de Dios, de la Cruz y de la esperanza, sin
olvidar la teología feminista, se sitúan, en diferentes décadas, en primer plano de la
actualidad. Finalmente en el campo ortodoxo, renace la teología neopatrística que sigue
profundizando en el campo eclesiológico.
Tras haber realizado un minirecorrido por lo que se podría llamar introducción e historia
de la teología nos plantearemos una pregunta que interpela hasta el más sofisticado de
los teólogos: ¿Qué teología para el futuro y qué teología del futuro? El mundo cambia
rápidamente y el continente europeo de hoy no es el mismo de ayer, el descubrimiento de
América extendió el cristianismo pero también las grandes cuestiones que a este le siguen.
Por ello la teología de hoy se enfrenta a retos como la relación entre nacionalismo y
religión, la relación entre individuo y sociedad, la relación entre anuncio y liberación
integral, para finalmente enfrentarse al reto de la evangelización de una sociedad de
consumo. El cristiano de hoy, especialmente el teólogo no debe frustrarse ante estas
problemáticas y es cuando se me es posible traer una visión optimista que nos ayuda a
fijar nuestra mirada con mayor garantía y seguridad. R. Fisichella, señala que,
“paradójicamente el futuro de la teología no es el “futuro” que proclaman las categorías
filosóficas occidentales (lo totalmente nuevo): el futuro en teología, es ser fieles al pasado
que ha puesto en acto la teología. El futuro de la Teología, además de fidelidad, significa
discernir lo que se está viviendo en el presente. En cualquier caso, la teología del futuro
tendrá estos retos: ser una teología eclesial, en dialogo con la cultura y la filosofía,
complementariedad entre oriente y occidente, y en dialogo con otras religiones y ofertas
salvíficas”. Finalmente C. Basevi, indica que la teología deberá recuperar su valor,
establecer el verdadero valor de la secularidad, y, según lo pedido por Juan Pablo II, que
sepa devolver al hombre la mirada trascendente, afrontar el reto de Nueva
Evangelización, y desarrollar una autentica antropología cristiana.
El teólogo O´Donnel, manifiesta claramente que la teología debe armarse de una fe que
busca una inteligencia metafísica, trabajo especialmente de Santo Tomas, una inteligencia
existencial, bajo el influjo de K. Rahner y finalmente una inteligencia práxico-social de J.
Moltmann unida a una inteligencia escatológica. Todo ello sin olvidar o minusvalorar
diversos retos: recuperar el Dios de la Revelación, sin que la pluralidad rompa la unidad,
inculturando el mensaje, con una correcta exegesis y un método interdisciplinar. Sin
olvidar que, a la luz del Dios de Jesús, ve el teólogo la forma de la justicia, la forma de la
esperanza y de la humanidad completas. Además la teología de hoy y del futuro se ha de
abrir con paradigmas interreligioso, compaginar teocentrismo y cristocentrismo porque la
teología es teocéntrica por ser cristiana y viceversa. Hoy hacer teología no es tan simple
como ayer, se de realizar con el mayor cuidado posible y Benedicto XVI, antes de ser
nombrado como Papa nos dice en su obra “Situación actual de la fe y la teología”, que el
hombre de hoy se encuentra en una situación singular, tanto para él como para la teología
misma. Manifiesta el intento fallido de la teología de la liberación y su oposición a una
teología dogmatica pero también nos llama a reflexionar sobre la terrible ruina en que
esta nos dejo en vez de libertad.
Finalmente para dar respuesta a esta última cuestión de ¿hacia qué teología nos
dirigimos?, es claro ver que la teología del futuro deberá saber proclamar, con la fuerza de
siempre, el recuerdo histórico de Cristo, haciéndolo actualidad y acontecimiento presente;
resistiendo a cualquier forma de olvido del kerigma, de distorsión o de forzada
transformación en una ética o ideología. Un recuerdo actualizado en el seno de una Iglesia
que es Tradición Viva. Al mismo tiempo ese recuerdo de Jesucristo deberá llevarnos a
luchar contra toda forma de violencia, injusticia e inhumanidad, poniendo de relieve su
potencial salvífico y liberador.
CONCLUSIÓN
Si hay alguna ciencia cuya composición y desarrollo a nivel histórico sea interesante, esa
es la teología. Es complicada pero al mismo tiempo sutil, y se ha transformado en un
instrumento poderoso que brinda a la Iglesia la solidez necesaria para mantenerse firme
en estos tiempos tan difíciles. La teología parte de la Revelación misma, basando sus
estudios tanto en la tradición oral como la escrita. Su ejercicio se le ha confiado al mismo
Magisterio Eclesial como la autoridad que aprueba si son verdaderamente correctos sus
estudios o si se salen del margen que la Iglesia ha estipulado como verdad y coherencia en
cuanto a la Revelación Divina. Su historia es inmensa y su existencia totalmente necesaria.
Hoy la teología busca más que nunca ponerse a la par de las necesidades humanas
buscando responder a los grandes retos que el hombre del siglo XXI, un hombre en su
mayoría de veces relativista y racionalista le plantea. La Iglesia sostenida en el Espíritu de
Dios que Cristo nos ha dejado hace uso de su facultad de razón y el don de la fe para
permear la vida de un mundo que equivocadamente manifiesta su deseo de Dios
perdiéndose a sí mismo en cosas momentáneas y pasajeras ignorando la verdad.
BIBLIOGRAFÍA