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Sistemas corporales

Los sistemas de cuerpo funcionan de manera conjunta y cooperativa: cada uno cumpe su propia
función, pero actúan juntos para mantener la salud y la eficiencia.

El cuerpo humano es el resultado de la unión de 30 millones de millones


de células, las cuales se especializan morfológica y fisiológicamente para
constituir los 14 tejidos distintos, unos tejidos que, a su vez, permiten el
desarrollo de los más de 80 órganos diferentes de nuestro organismo.

Pero como bien sabemos, nuestro cuerpo no es simplemente un conjunto de


órganos más o menos complejos que trabajan individualmente. Ni mucho
menos. Cada uno de ellos es una pieza dentro de una estructura más
compleja: los sistemas.

En este sentido, los sistemas son conjuntos de órganos que se han


organizado entre ellos para desarrollar una función biológica
compleja que no solo nos permite estar vivos, sino llevar a cabo nuestras
tareas físicas y cognitivas.

Respiratorio, nervioso, locomotor, cardiovascular… Existen muchos sistemas


de órganos en el cuerpo humano y cada uno de ellos es imprescindible para
nuestra supervivencia.

¿Qué es exactamente un sistema?


Como hemos comentado en la introducción, el cuerpo humano está formado,
de media, por unos 30 billones de células, es decir, 30 millones de
millones. Eso son más que estrellas en toda la Vía Láctea (se estima que en
nuestra galaxia hay unas 400 mil millones de estrellas). Sea como sea, lo
importante es que todas y cada una de estas células contienen todo nuestro
ADN.

En otras palabras, una célula de los músculos del bíceps tiene, en su núcleo, la
misma información genética que una neurona, por ejemplo. Ahora bien, ¿por
qué son tan distintas en forma y función? Porque las células, dependiendo de
cuál sea su objetivo dentro del cuerpo, expresarán unos genes concretos y
silenciarán otros.
En este sentido, las células musculares expresan unos genes muy distintos a
los que expresan las neuronas. Y así con los más de 44 tipos de células del
cuerpo. Y, dependiendo de ante qué tipo celular estemos, se formará un tejido
u otro. Estos tejidos son, a grandes rasgos, un conjunto de células con un
patrón de expresión genética similar, por lo que tienen características
morfológicas y funcionales parecidas.

Pero, ¿basta solo con tener tejidos? Evidentemente, no. Y aquí es donde
presentamos el término de órgano. Un órgano (existen más de 80 en el cuerpo
humano) nace de la unión de distintos tejidos que, juntos y organizándose en
estructuras complejas (corazón, cerebro, pulmones, piel, riñones, hígado…),
permiten desarrollar funciones complejas.

Ahora bien, ¿basta solo con tener órganos? No. De nada serviría tener
pulmones sin otros órganos que les hicieran llegar el aire, por ejemplo. Por
ello, de la unión de órganos que, pese a ser distintos, unen fuerzas para
desarrollar una función biológica, nace un sistema.

En resumen, un sistema es un conjunto de órganos distintos constituyendo


una compleja estructura en la que cada uno de ellos aporta su función
específica. Y de la suma de pequeñas funciones concretas, nace la posibilidad
de desarrollar funciones complejas como la respiración, la transmisión de
impulsos nerviosos, la depuración de la sangre, el transporte de sustancias, la
digestión, etc.

Una de las clasificaciones es:

 Sistema esquelético – óseo


 Sistema muscular
 Sistema nervioso
 Sistema tegumentario – piel, pelo, uñas
 Sistema linfático e inmunológico
 Sistema endocrino
 Sistema cardiovascular
 Sistema respiratorio
 Sistema digestivo
 Sistema urinario
 Sistema reproductor
1. Sistema esquelético – óseo

El esqueleto equivale a casi un quinto del peso e un cuerpo sano. Este armazón interno flexible
sostiene todas las demás partes y tejidos, que se desplomarían si elrefuerzo esquelético.

El esqueleto también protege ciertos órganos, como el cerebro dentro del cráneo, además, los
huesos son depósitos de importantes minerales como el calcio y ellos también producen células
para la sangre.

Clasificación

Las formas de los huesos indican sus funciones. Los huesos anchos y planos como el omoplato,
tiene una gran superficie para la sujeción de los músculos. Los huesos largos como el humero,
radio, cubito, fémur y tibia actúan como palancas para mover las extremidades en muchas
posiciones.

Los huesos sesamoideos son pequeños y están incrustados dentro de los tendones.

Largos: son más largos que anchos y gruesos. Los más importantes son el fémur, el húmero y la
tibia. Están constituidos por:

 Epífisis o extremidades (proximal y distal): facilitan la articulación entre los huesos y son
anchas y voluminosas. Están constituidas por tejido óseo esponjoso y recubiertas por
cartílago articular.
 Diáfisis: es la parte central o cuerpo del hueso con aspecto tubular y formado por tejido
óseo compacto en cuyo interior se aloja la médula ósea rodeada por dos vainas de tejido
conjuntivo, el periostio (externa) y el endostio (interna).
 Metáfisis: es la zona de separación entre ambas, está formada por tejido óseo esponjoso y
una placa cartilaginosa o tejido epifisario. En ella se produce el crecimiento del hueso
hasta que el cartílago se osifica por completo hacia los 20-25 años.

Sistema muscular

Los músculos son la carne del cuerpo, se tensan justo debajo de la piel y se disponen en capas
entrecruzadas a lo largo de los huesos, su función consiste en contraer y extender los huesos a los
que están sujetos, algo que suelen hacer en grupos para mover los huesos en ángulos exactos y
distancias precisas.

El cuerpo humano tiene alrededor de unos 640 músculos, que en el hombre representa unos dos
quintos de su peso, y algo menos en la mujer.

Sistema nervioso

Activado sin cesar por electricidad, el sistema nervioso es la principal red de comunicación y
coordinación del cuerpo, es tal vasto y complejo que, según una estimación prudente, si todos los
nervios del cuerpo se unieran por sus extremos podrían dar dos vueltas y media al mundo

El sistema nervioso comprende tres subsistemas que se definen por su anatomía y su función.
Sistema nervioso central:

El sistema nervioso central está formado por el cerebro y la médula espinal. En él residen todas las
funciones superiores del ser humano, tanto las cognitivas como las emocionales. Está protegido en
su parte superior por el cráneo y en parte inferior por la columna vertebral. Consta de las
siguientes partes:

- Encéfalo

- Cerebro

- Cerebelo

- Tronco del encéfalo

- Médula espinal

Sistema tegumentario

El sistema tegumentario es esencial para el cuerpo, ya que representa la primera barrera de


protección contra agentes invasores externos.

La piel constituye entre 15 y 20% del peso corporal, por lo que se considera el órgano más grande
del cuerpo y está compuesto por la epidermis y la dermis

Sistema linfático e inmunológico

Varios sistemas contribuyen a defender el cuerpo de agresiones como las de rayos ultravioleta del
sol, calor excesivo, sustancias químicas toxicas, lesiones físicas y microorganismos (bacterias y
virus). No onstante, el sistema inmunológico, que incluye el sistema linfático, es el instrumento
principal con el que el cuerpo se protege de un ataque.

Es sistema linfático es una parte integral del sistema inmunológico y desempeña un papel
importante en la defensa del cuerpo frente a enfermedades. La parte activa del sistema es la linfa,
que se origina en el liquido intersticial y se acumula entre las células de todo el cuerpo.

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