Razones Por Las Cuales Perdemos Nuestro Primer Amor (Apocalipsis 2:2-4)

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Razones por las cuales perdemos nuestro primer amor

(Apocalipsis 2:2-4)
 Walter Cuadra  21:20:00

“Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has
probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;  y has sufrido, y
has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.   
Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”.

Apocalipsis 2:2-4

INTRODUCCIÓN

El primer amor se refiere a aquella pasión y sentimientos que nos impulsaban en todas
nuestras actitudes ha honrar, servir y adorar a Dios. Generalmente este es fuerte al principio de
nuestros días como cristianos, pero con el tiempo este puede menguar hasta volverse indiferente
y pobre. Dios elogia a la iglesia de Éfeso por su gran trabajo y dedicación a su obra, sin embargo,
los recrimina por haber abandonado su primer amor. Esta misma historia se repite hoy en día y
puede pasarnos a nosotros si no vigilamos responsablemente nuestra vida. Veamos algunas
razones por las cuales este amor puede desaparecer.

I. EL DESAFÍO DE PONER A DIOS EN EL


            

PRIMER LUGAR.

“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.

Mateo 6:33

La Biblia es clara al enseñarnos que toda nuestra confianza debe estar puesta siempre en
Dios. Jesús dijo que nuestra prioridad tenía que ser Dios y su justicia, y no los afanes o
compromisos de este mundo; lamentablemente esto no sucede así. El ponerlo en primer lugar y
amarlo sobre todas las cosas representa un verdadero desafío para los cristianos. Si no nos damos
cuenta poco a poco nuestra relación con Él puede ir decayendo hasta delegarlo a los últimos
lugares de prioridad en nuestra vida. Pero, ¿qué puede provocar esto? Veámoslo a la luz de la
palabra de Dios.

II. RAZONES POR LAS CUALES PERDEMOS


               

NUESTRO PRIMER AMOR.

Al menos podemos identificar tres razones por las cuales podemos perder nuestro primer
amor y que Dios deje de ser nuestro primer lugar en la vida.

1.       Por pecados ocultos.

“Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de
Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová
había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque
ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con
amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su
corazón.  Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su
corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David”.

1 Reyes 11:1-4

            Una de las razones por las cuales nuestro amor por Dios puede menguar es tener pecados
ocultos. Salomón fue una persona a quien Dios bendijo en gran manera y tuvo su respaldo para
hacer grandes maravillas, pero su amor comenzó a decaer cuando su amor por las mujeres
extranjeras fue más grande a tal punto que lo arrastraron a la idolatría. Muchos cristianos hoy en
día han permitido que el pecado ingrese sigilosamente en su vida destruyendo su pasión por
Cristo. Como creyentes debemos ser celosos con nuestra vida piadosa no permitiendo que nada
dañe nuestra relación con Dios, razón por la cual Pablo decía: “Así que, el que piensa estar firme,
mire que no caiga”, (1 Corintios 10:12).
2.       Por los periodos de duras pruebas.

“Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste?...”

Malaquías 1:2

            Otra de las razones por las cuales nuestro amor por Dios puede menguar es el efecto
negativo de las pruebas en nuestra vida. A Israel le paso esto. Después que volvieron del cautiverio
y comenzaron a reconstruir la ciudad de Jerusalén y sus muros las cosas no volvieron a ser las
mismas.  Con gran dificultad reconstruyeron el Templo, pero la opresión de sus enemigos no paro
y no obtuvieron su completa independencia del imperio Medo-Persa, por lo que las duras pruebas
endurecieron tanto su corazón que le dijeron a Dios: ¿En qué nos amaste? Como cristianos
debemos tener cuidado que las duras pruebas no nos impulsen a dudar del amor de Dios, por el
contrario, es el tiempo en cual debemos estar más cerca. El apóstol Pedro exhorta a los cristianos
a no perder su gloria al momento de padecer por causa de la justicia y a considerar la actitud que
hubo en Jesús al momento de enfrentarse a la muerte.

“Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Más si haciendo lo bueno sufrís,
y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. Pues para esto fuisteis llamados;
porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”.

1 Pedro 2:20-21

            Debemos comprender que como cristianos estaremos expuestos a tentaciones y duras
pruebas, pero el propósito de ellas es hacernos crecer. Como hijos de Dios nuestra fe tiene que ser
probada así como fue probada la fe de aquellos héroes de la Biblia que alcanzaron buen
testimonio. Por esto Pedro dice:

“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que
ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que
el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra
cuando sea manifestado Jesucristo”.

1 Pedro 1:6-7
3.       Por los afanes de mundo.

“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su
casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su
palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da
cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le
dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.  Pero sólo una cosa es necesaria; y
María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”.

Lucas 10:38-42

            Otra causa por la cual se puede perder el primer amor hacia Dios es por los afanes de este
mundo. De hecho, quizás esta es una de las razones que más se da entre el pueblo cristiano, la
cual entra silenciosamente y sin considerarlo pecado, podemos dejarnos llevar por los afanes del
trabajo, los estudios o proyectos especiales que nos consuma mucho tiempo y energía, a tal punto
que nuestro tiempo devocional y servicio a Dios se ve ahogado. La historia de Marta y María nos
retrata muy bien este hecho. Mientras que María gozaba de la presencia de Cristo y sus
enseñanzas, Marta no tenía tiempo para esto ya que se encontraba muy ocupada con la
preparación de la comida. Cuantas personas hoy en día alegan que no tienen tiempo para servirle
a Dios, ni siquiera para congregarse y cuidar su vida espiritual porque están muy ocupados con sus
quehaceres del hogar, trabajo o estudio. Lo cierto es que como Marta perdieron el enfoque y esto
puede provocar un enfriamiento en nuestras vidas y hacernos perder el amor por nuestro Señor.

            La clave para no perdernos en esto es saber priorizar nuestra vida en función de nuestra
devoción a Dios y no viceversa recordando las palabras de Cristo: Más buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. El reto está en creerle a Jesús
estas palabras, confiar en que en su divina providencia solventara todas nuestras y en esta
confianza estaremos completos.

            CONCLUSIÓN.

            Algunas razones por la cuales nuestro amor por Dios puede menguar son:
1.      Por pecados ocultos.

2.      Por las duras pruebas.

3.      Por los afanes de este mundo.

            Si esto ha pasado en nuestra vida debemos recordar las palabras del mismo Jesús en
Apocalipsis:

“Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no,
vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”.

Apocalipsis 2:5

Ñá

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