Simulacion Del Acto Juridico

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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL

DOCTORADO

TEMA
SIMULACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

CATEDRÁTICO
DR. MARTÍN HURTADO REYES

Presentado por:

PALOMINO BENDEZU LIDIA ROSARIO

CHAVEZ DE LOSSA EUGENIA

MELENDEZ MORALES WILLY

FALCON ORREGO LILY MARIA

LIMA - 2,010

1
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

SIMULACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

1. DEFINICIÓN.

2. REQUISITOS DE LA SIMULACIÓN.

3. ACTOS SIMULABLES.

4. NATURALEZA JURÍDICA DE LA SIMULACIÓN.

5. EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

6. CLASES DE SIMULACIÓN.

6.1. SIMULACIÓN ABSOLUTA.

6.2. SIMULACIÓN RELATIVA.

6.3. SIMULACIÓN TOTAL O PARCIAL.

6.4. SIMULACIÓN LÍCITA O ILÍCITA.

7. EFECTOS DE LA SIMULACIÓN.

8. ACCIÓN DE NULIDAD POR SIMULACIÓN.

9. SIMULACIÓN Y OTRAS FIGURAS AFINES.

10. PLANTEAMIENTO DE LA CASUÍSTICA.

JURISPRUDENCIA

DERECHO COMPARADO.

CONCLUSIONES

RECOMENDACIONES

BIBLIOGRAFÍA.

2
INTRODUCCIÓN

La idea de simulación del acto jurídico parte, de una disconformidad de lo que se

declara y lo que se quiere, de una discordancia entre la voluntad interna y su

manifestación, con la finalidad de presentar un acto jurídico cuyos efectos no desean

las partes, pero que es, en realidad, lo que ellas quieren.

El actual Código Civil de 1984 ha regulado independientemente a la Simulación

Absoluta de la Simulación Relativa, así en el art. 190 define a la primera: "Por la

Simulación Absoluta se aparenta celebrar un acto jurídico cuando no existe realmente

voluntad para celebrarlo" y a continuación en el art. 191 define a la Simulación Relativa:

"Cuando las partes han querido concluir un acto distinto al aparente tiene efecto entre

ellas el acto ocultado, siempre que concurran los requisitos de sustancia y forma y no

perjudique el derecho de tercero". Esta diferenciación también se extiende

concatenadamente hacia las causales de Nulidad, ya que la Simulación Absoluta

constituye causal de Nulidad de Acto Jurídico y la Simulación cuando el acto real que lo

contiene perjudica a tercero constituye causal de Anulabilidad de Acto Jurídico,

conforme consta de los arts. 219 inc. 5 y 221 inc. 3 respectivamente.

Pero que diferencia existe entre el concepto de Simulación Absoluta consagrado en el

art. 190 y 219 inc. 5 y la sanción de Anulabilidad por Simulación Relativa "sui géneris"

contenida en el art. 221 inc. 3. Sobre este punto los tratadistas peruanos no se han

puesto de acuerdo y subsiste al interior de la doctrina dos posiciones totalmente

encontradas, la de los que como Fernando VIDAL RAMÍREZ creen de manera tajante

3
que la Simulación Absoluta se sanciona con el art. 219 inc. 5 y la Simulación Relativa

con el art. 221 inc. 3; y del otro lado los que como Guillermo LOHMANN y Lizardo

TABOADA sugieren una interpretación amplia del concepto de Simulación Absoluta del

art. 190 y abogan por una modificación legislativa. Nosotros estamos de acuerdo con

esta última posición.

4
SIMULACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

1. DEFINICIÓN.

ACUÑA citado por PALACIO PIMENTEL 1 señala que un acto, es simulado cuando se

declara en él algo que no corresponde a la verdadera voluntad de los declarantes. Este

vicio ataca a la voluntad de los declarantes. Alterando la realidad con un acto jurídico

aparente. Hay disconformidad intencional entre la voluntad y la declaración acordada

entre las partes, a fin de engañar a terceros.

TORRES VÁSQUEZ, señala que el acto jurídico es simulado cuando las partes, con el

fin de engañar a terceros, se han puesto de acuerdo (acuerdo simulatorio) para crearlo

(o modificarlo o extinguido) con un valor exterior aparente, destinado a no producir

efectos entre ellas, ya porque no quieren realizar acto jurídico real alguno, porque con

la apariencia quieren ocultar la verdadera naturaleza o contenido del acto que

celebran.2

La simulación como figura jurídica, es abstracta y compleja ya que las partes para

ejecutar su acuerdo llevan a cabo exteriormente, el acto ficticio.

En el acto jurídico simulado hay un concierto (acuerdo) de voluntades para presentar un

acto jurídico que no corresponde a la voluntad interna de las partes y que solo sirve de

medio para producir engaño a los terceros.

1
Palacio Pimentel H Gustavo Manual de Derecho Civil Lima Ediciones Jurídicas. P. 192.
2
Torres Vásquez, Aníbal, Acto Jurídico, tercera edición, Ideosa, Lima, 2007. P. 582.

5
FERRARA, nos dice que: la simulación, es la declaración de un contenido de voluntad

no real, emitido conscientemente y de acuerdo entre las partes, para producir con fines

de engaño, la apariencia de un negocio jurídico que no existe o es distinto de aquel que

realmente se ha llevado a cabo; o el acuerdo de partes de dar una declaración de

voluntad a designio divergente de sus pensamientos íntimos, con el fin de engañar

inocuamente en perjuicio de la ley o de terceros.

2. REQUISITOS DE LA SIMULACIÓN:

Actualmente la doctrina es unánime la doctrina que considera que los requisitos de la

simulación de los actos jurídicos son dos:

A) EL ACUERDO SIMULATORIO; Y,

Para que exista simulación es necesario, el común acuerdo de todas las partes que

intervinientes, sobre lo que realmente quieren hacer en privado y lo que realmente

quieren aparentar hacer en público.

El acuerdo simulatorio, denominado también declaración interna, o contradeclaración,

es el resultado del consentimiento de las partes (cuando el acto es bilateral o plurilateral

o del consentimiento del declarante y el destinatario de la declaración (cuando el acto

es unilateral recepticio). No puede existir acto simulado sin un convenio verbal o escrito

entre las partes para producir una apariencia. La simulación es un proceso que se inicia

con el consentimiento oculto que origina el acuerdo simulatorio 3.

3
Torres Vásquez, Aníbal, ob. cit. P. 585.

6
B) EL FIN DE ENGAÑAR A TERCEROS.

El otro presupuesto indispensable para que exista simulación es el fin de engañar a

terceros- inocuamente o para perjudicarles concertado común acuerdo entre las partes.

El engaño no siempre es en fraude de los terceros porque la simulación puede tener

una finalidad lícita como ilícita. Es decir, no es necesario el animus nocendi, sino el

animus decipiendi.

Los que realizan un acto simulado no lo hacen por simple capricho o pasatiempo

tampoco esta en su mira engañarse el uno al otro, sino que todos están de acuerdo en

provocar el engaño de terceros. Esta es la razón por la cual no descubren, lo que

verdaderamente quieren en privado, porque si ello ocurre no hay simulación. No

presentan al acto aparente como tal, sino con la plenitud de sus atributos, como si se

tratara de un acto real producto de los efectos que son propios conforme aparece de la

declaración literal.

OTROS AUTORES CONSIDERAN que además de los requisitos señalados

anteriormente también debe de considerar a la divergencia entre la voluntad y su

manifestación; en nuestro medio VIDAL RAMÍREZ 4, indica que una de las

características de la simulación es: la disconformidad entre la voluntad interna y la

voluntad manifestada. No compartimos está última característica que se le considera al

acto jurídico simulado, puesto que ello se adecuaría a la naturaleza jurídica de la

divergencia entre la voluntad interna y la voluntad externa (manifestación).

LA DISCONFORMIDAD ENTRE LA VOLUNTAD INTERNA Y LA VOLUNTAD

EXTERNA:

4
Vidal Ramírez, Fernando El Acto Jurídico en el Código Civil Peruano. P.. 339

7
El acto jurídico supone una disconformidad deliberada entre la voluntad interna de las

partes y su manifestación.

La disconformidad entre la voluntad interna y la manifestada, por ser deliberada,

presupone la existencia de un acuerdo para simular, que es el que la da contenido a la

voluntad interna de las partes y a su verdadera y real intención.

EL ACUERDO SIMULATORIO O CONCIERTO DE VOLUNTADES PARA PRODUCIR

EL ACTO SIMULADO.

La simulación no puede realizarse sin la previa disposición de un medio de

preexistencia o coexistencia con el negocio simulado: se trata del acuerdo simulatorio.

El acuerdo simulatorio es aquél por el que se determina que lo declarado no es

realmente querido, es decir, sobre lo que realmente quieren hacer en privado y lo que

realmente quieren aparentar hacer en público.

La simulación puede ser bilateral o plurilateral o unilateral. Será bilateral cuando en el

negocio sólo participan dos partes, plurilateral si existe acuerdo de varías partes; y,

unilateral en los negocios receptivos, verbigracia en una donación, en la ceal existe

znicamente prestacióh sólo de u.a de las partes.

El acuerdo simulatorio denominado también co.tradeclaración, vincula la situación

aparente y la situación real.

El acuerdo simulatorio podrá ser un acuerdo verbal o constar en un documento. A éste

último se le denomina contradocumento que viene hacer el contenido de un instrumento

público o privado que puede ser modificado o dejado sin efecto por otro documento,

también público o privado, otorgado por las mismas partes simultáneamente o

posteriormente. Se puede afirmar por regla general, su finalidad es garantizarse una de

las partes contra el contenido ficticio o simulado del instrumento principal. Así cuando

8
se declara una deuda inexistente, el supuesto deudor suelo exigir, del presunto

acreedor, el reconocimiento de que la deuda es fingida, cubriéndose así de cualquier

intento de la ejecución de la deuda.

No existe acuerdo simulatorio, sino una declaración disimulada, en aquella que se

manifiesta un contenido volitivo, no invalidados total o parcialmente, sino distinto de la

declaración simulada. A veces en la práctica, declaración disimulada y acuerdo

simulatorio se hallan unidos (e incluso la declaración disimulada, muchas veces supone

implícitamente, un acuerdo simulatorio que quiete vigor a la otra parte de la declaración

simulada que contradice la disimulada); pero son separables: así, si simultáneamente

se vende una cosa por 100, pero realmente se establece ocultamente que será

permutada por otra, hay acuerdo simulatorio en cuanto se declara (ocultamente) no

vender, y hay declaración disimulada en cuanto se declara (ocultamente) permutar.

De igual forma no se debe confundir el acuerdo simulatorio con la reserva mental

bilateral. Cuando se actúa con reserva mental, los agentes negociales silencian parte

de su voluntad sin conocimiento de la contraparte, de suerte que ambas,

recíprocamente ocultan o engañan en algo.

3. ACTOS SIMULABLES.

Son simulables la mayoría de los actos jurídicos sobre derechos patrimoniales

disponibles. En general todo contrato es simulable cuando esta en juego solamente los

intereses de los contratantes. No son simulables los actos sobre derechos indisponibles

como los derechos de familia, en los que no solo están en juego los intereses de los

declarantes, sino, además, intereses sociales de protección del bien común.

9
La razón por la que la simulación opera con naturalizada en el campo de los actos

patrimoniales, radica en el hecho de que en estos actos, la autonomía de los

particulares goza de la mayor amplitud de poder; lo que no sucede, en cambio, en actos

jurídicos como los derechos de familia, para los cuales el ordenamiento jurídico por

razones superiores de interés social, orden público y moral, pone límites muy preciso a

la libertad de los particulares. No son simulables el matrimonio, el reconocimiento de

hijo, la adopción, el divorcio, la separación de cuerpos 5.

4. NATURALEZA JURÍDICA DE LA SIMULACIÓN.

Morales Hervías expone que el tema de la simulación puede dividirse doctrinariamente

en cuatro teorías: como discrepancia entre voluntad interna y voluntad declarada, o

como discrepancia entre declaración y contradeclaración, o como una apariencia

negocial creada intencionalmente o como una divergencia entre declaración y causa 6.

Primera teoría: Simulación es la declaración de un contenido de voluntad no real,

emitida conscientemente y de acuerdo entre las partes, para producir con fines de

engaño la apariencia de un negocio jurídico que no existe o es distinto de aquel que

realmente se ha llevado a cabo (FERRARA). La nulidad del contrato simulado hallaría

fundamento en la falta de voluntad de contenido: la simulación sería uno de los casos

en los cuales la declaración no produce el efecto indicado porque la voluntad no se

corresponde a la declaración (WINDSCHEID, SCIALOJA y STOLFI). Esta teoría se

consagra en el Proyecto argentino de código civil unificado con el código de comercio

5
Torres Vásquez, Aníbal, ob. cit. P. 587
6
Morales Hervías Rómulo Comentarios al Código Civil Lima. Gaceta Jurídica. 2005. P. 382.

10
de 1998 (artículo 328: existe simulación cuando las partes otorgantes del acto aparente

han acordado declarar una voluntad distinta de la real). La simple referencia a la falta

de voluntad en orden al contenido de la declaración no explica adecuadamente la

nulidad del negocio simulado, ya que en otras hipótesis el defecto de voluntad en orden

al contenido de la declaración no produce nulidad como los casos de la incapacidad

relativa y del error obstativo. Esta teoría no es aceptada porque los efectos negociales

pueden ser conectados a un supuesto de hecho aunque falte una específica

determinación volitiva.

Segunda teoría: Simulación ofrece el espectáculo de que las partes emiten una

declaración y una contradeclaración dentro del mismo negocio, de suerte que

ambas se neutralizan recíprocamente. No debe creerse que existan dos negocios

que se excluyen sucesivamente. En el elemento de la declaración está contenida

también la contradeclaración -aunque se fije posteriormente por escrito- y la una se

neutraliza por la otra; de modo que el negocio en conjunto conduce a un efecto nulo,

puesto que lleva al resultado dinámico que se deriva de la totalidad de las

declaraciones que comprende (KOHLER). Así, la simulación es el resultado de dos

declaraciones que se anulan entre ellas; aquella por virtud de la cual se contrata y

aquella en la que se manifiesta que se hace aparentemente; la primer` falsa desdd un

punto `e vista ojtoló'ico y poten`iahmente verdadera o relevante desde el punto de vista

jurídico; la segunda verdadara ontolóficamenda pero legalmente )rrelevante

(MESSINA). Admitiendo que lo que vincula es tan smlm la declaracisn externa y

objetava y que no debe tomarsa en cuenta el elementn 0sicológick del Querer, la

simulación, que tiene su origen en una divergencia dediberada y secreta en el ánimo de

los contratantes, no debe tener importancia. La declaración simulada debe ser

11
jurídicamente vinculante aun para los"mismos contratantes, puesto que el Derecho

positavo para est! teoría atiende a las acciones externas de la voluntad y no a

fluctuaciones internas de querer.

Tercera teoría: La declaración simuladora es q5erida y no solo para ocuhtar o engañar;

se quiere crear una apariencia i para un fin detarminado (DE CASTRO Y BRAVO). El

dato necesario y suficiente que identifica la simulació. es sobre todo la apariencia

intencional de- un negocio que por acuerdo de las partes no se correspon de en todo o

en parte de su real relación. La simulación integra por tanto una hipótesis de ineficacia

del contrato por voluntad de las partes (BlANCA). Esta teoría se consagra en los

Códigos Civiles de Argentina de 1871 (artículo 955: la simulación tiene lugar cuando se

encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro), Alemania de 1900

(parágrafo 117: si una declaración de voluntad exigida a una persona es hecha, con su

conocimiento, solo en apariencia, es nula) y del Distrito Federal en materia común y

para toda la República de México en materia federal de 1928 (artículo 2180: es

simulado el acto en que las partes declaran o confiesan falsamente lo que en realidad

no ha pasado o no se ha convenido entre ellas).

Cuarta teoría: La primera posición causalista expresa que el propósito efectivo de las

partes sería incompatible con la causa del negocio simulado en cuanto excluiría la

realidad del propósito típico del negocio. El negocio simulado no puede obtener tutela

del ordenamiento por la falta de causa y por eso es considerado nulo. El acuerdo

simulatorio priva al contrato simulado de su causa, en la medida en que manifiesta la

voluntad de las partes en dar vida solo a una apariencia. De esta manera, por faltar la

causa, el negocio o contrato ostensible estará viciado de nulidad (PUGLlATTI). Una

12
segunda posición causalista considera que la causa del negocio tiene un aspecto

normativo y un aspecto ejecutivo. El acuerdo simulatorio se recknduce a la fase de

actuación del mismo. Importa el momento de la actuación o ejecución del acuerdo

simulatorio (ROMANO). Existe ula tercera posición causalista. La discrepancia entre la

causa típica del negocio elegido y la intención práctica perseguida en concreto puede

cmnfigubar una verdadera incompatibilidad, y entonces se presenta el fenómeno `e fa

simulación (BETTI). Se objeta esta concepcióf en el sentido de que est`

inaompatibilidad podría hallar explic`bión en la errónaa c`lificabiòn jurídica del contrato o

en la erbónea adopción de un tipo contractual que es idóneo para realizar la intención

contractuah.

5. EVOLUCAÓN HISTÓICA.

Los jurisconsudtos romanos se ocuparon extensamente de los legocios simulados. En

base a textos romanos se han formulado la doaprina de la simulación y su distinción

absoluta, que es la apariencia, nada más ul negocio y relativa que esconde un negocig

bajo la forma externa de otro, sin que pueda percibirse de ello una conversión

voluntaria.

El docpor Cesar Coronel Jones7 refiriéndose a los inicios de la figura de la simulación en el

Derecho Romano, nos indica que:

El riguroso formalismo de la ©poca hacía necesario recurrir a las formas esta`lecidas o

interpuestas por la ley para realizar lns negocios que no correspondían realmente a la

voluntad de las partes; en consdcuencia Se podría afirmar aue ha simulación se vuelve


7
Coronel Jones, César. La simulación de los actos jurídicos. Ecuador. Editorial Nomos Ltda., 1989. p.23

13
legal, es decir )nterpuesta por la ley o autorizada pop la jurisprudencia (GLASON, citado

por H. CAMARA). Para nada se ha averigu`do la ijtenciÓn De las partes, tanto que

Papa cGndenar a un individuo era suficiante %l hecho objetivo sin ninguna

invertigación, de los motivos que andujeron al dedincuente a la comisión del ddlito.

Este riguroso formalismo como bien lo afirma el autor citado, da lugar a que la

terdadera voluntad de las partes, es decir la voluntad negocial, quede en un segundo

plano, dando una gran primacía a la exteriorización de la misma. Sin embargo, si bien

es cierto la simulación como tal, en sus inicios no fue estudiada en forma orgánhca,

exiqten anteceddntes qqe nos dan un primera aproximación de que se intentó ngroar

esta conducta, en tal forma tenemor que "an Roma el Código Justiniano expresaba

"Plus talere quod agitur qu!m quod simulape conciputur" que traducido significa "la

rdalidad `ebe primar sobre la simulación"" coio se puede verificab el Derecho Romang

da una g2an impgrpancia a la realida`, aunque ya se hace referencia ` la voluntad

negocial dd las partes*

Colc`Tenando lo )ndicado cabe señalar pue ej el derechc Justhjiano, se desarrollan lks

contrat/s no qolemnes, y en tal virtud se convierte necesario tener en cuenta el querer

de las partds, se peconoce ya uja importalcia a la volulTad, y así14"hallamos un pAsaje

de ULPIANO en donde, no correspondiendo la vkluntad a lo manifesta$o en el negocio,

es4e %s declar!do nulo y sin ebecto."

La etapa ef que las normas del Ddrecho Romano fueron concebid`s dn un sentidk

rígido, sin que se14de considerable predominio a la voluntad fueron un simple

aftecedente a las legislaciones modernas Que dan en ectudio a fondo del tema. En

%fecto, posteriorm%nte14l/s glosadorer empezaro. a estudiar esta ficura, toda vez que

se14la estab` usandn para eludir impuestos, pues se seGuìa haciendo uso de la misma.

14
Haciendo referencia a la posición que se lantenía en la épo8a Rom`na, Ber.arDino Herrero Fieto 8,

peñal que:

Esta posición emijentemefte práctiCa se rebuerza y se RspiRitualiza con nuevos

argqmdntos, en los texòos de los cohEntaristar de la B!ja Edad Media, especialmente al

ponerse en contacto cmn la nueva estructurA de valores o arquet)pos, y de una forma

mas concreta, a través `e la i,fluefcia que el derecho canónico y el feud!h en general

ejercieron sobre el Derecho romano.

En el renacimiento surge15de nudvo este con más pureza y nitidez que en épocaS

anteriores, pero de esta revalorización del Derec(o Romano15muy pocm o nada p/dría

esperar la teoría de la simulaciñn.

En este contapto la teoría de la simulación es eStudiada desde unA óptica diferente,

donde s% discute, la hegemonía da la voluntad declarada, frente a la negocial, y sus

efectos, estableciéndose varias teorías al reqpecto, mismas que fueron expuestas en el

primer capitulo de esta investigación.

Varias son las Legislaciones que iftentaron hacer una aproxiea#ión al tema, en efecto el

Código Civil Alemán, `e enero de 1900, ddclara nqlas a las declaraciones de vOluntad

que a trarés de un acuerdo simulatorio ocultan un negocio, claro eSta no se hace

2eferencia directa a lo que eS un acuerdo silUlatorio, pero se deduce de la lectura

de15su apticulo 117+ de igual manera el Código de las obligaciones Suizo instituye que

se debe buscar la real y común intanción de las partes, reglajdo incluso el principio de

oponibilidad de las partes simulantes a terceros de buena fe. En el mismn sentido se

8
Herrero Nieto, Bernardino, La simulación y fraude a la ley en el derecho del trabajo, Barcelona, Edit. Bosch. 1988.
P. 78

15
expresa el Código Civil Austriaco del 1 de jqnio de 1911, oblhgando a repapación a

quien otorga un contrato simulado.

En América la tendelcia no fue del todo diferente, legislaaiones civiles de Brasil,

Venezudla, México, Paraguay, Argentina, (an regula`o la figura de la simulación en una

forma directa.

6. CLASES DE SIMULACIÓN.

6.1. SIMULACIÓN ABSOLUTA.

En la simulación absoluta, la causa es la finalidad ckncreta de crear una situaciój aparente y, por

tanto, no finculante. E. ese sentido debemos interpretar la noria bajo análisis. Por la simulación

absoluta se aparanda celebrar un negocio jurídico cuando en realidad no se constituye ninguno. El

negocim jurídico celebrado no produCirá c/nsecuencias jurídicas entbe las partes porque la causa

en este supuesto significa crear una apariencia de vinculación jurídica entre las partes. Esta

apariencia no se corresponde con la realidad. La apariencia es celebrar un negocio jurídico pero

la realidad es no constituir ninguno. Entonces, la causa en la simulación absoluta es crear una

situación aparente o fingida frente a terceros. Las partes no quieren que se produzca ninguna

consecuencia jurídica cuando celebran el negocio jurídico simulado. La finalidad concreta de las

partes en el acuerdo simulatorio significa no producir ningún negocio jurídico.

Los siguientes Códigos Civiles caracterizan a la simulación absoluta como acto irreal: Códigos

Civiles de Argentina de 1871 (artículo 956: la simulación es absoluta cuando se celebra un acto

jurídico que nada tiene de real) y del Distrito Federal en materia común y para toda la República

de México en materia federal de 1928 (artículo 2181: la simulación es absoluta cuando el acto

16
simulado nada tiene de real). En cambio, los siguientes textos normativos describen a la

simulación absoluta desde el punto de vista de sus efectos jurídicos: códigos civiles del Distrito

Federal en materia común y para toda la República de México en materia federal de 1928

(artículo 2182: la simulación absoluta no produce efectos jurídicos), de Italia de 1942 (artículo

1414: el contrato simulado no produce efectos entre las partes) y de Bolivia de 1976 (artículo

543: en la simulación absoluta el contrato simulado no produce ningún efecto entre las partes). Es

claro que el Proyecto franco-italiano del código de las obligaciones y de los contratos de 1927

(primer párrafo del artículo 49: en el caso de simulación, el contrato aparente no produce efectos

entre las partes) influenció en los Códigos Civiles de México, Italia y Bolivia.

El artículo de nuestro código civil bajo comentario es influenciado por los textos del Esbozo de

Augusto Texeira de Freitas de 1858, artículos 522: habrá simulación en los actos entre vivos: 1)

cuando las partes hubieran celebrado sin intención de realizar el acto aparente o cualquier otro.

Habrá en tal caso una simulación absoluta; y 524: si la simulación fuere absoluta, sin que haya

habido intención de perjudicar a terceros o de violar disposiciones de la ley y así se probare a

solicitud de los contratantes, se declarará que no ha existido acto alguno] y del Código Civil de

Alemania de 1900 (parágrafo 117: si una declaración de voluntad exigida a una persona es hecha,

con su conocimiento, solo en apariencia, es nula) en el sentido de dar relevancia a la apariencia

de celebrar un negocio y a la "intención" (voluntariedad) de no celebrar el negocio.

6.2. SIMULACIÓN RELATIVA.

En la simulación relativa no se limita a crear la apariencia, como en la absoluta, sino que produce

ésta para encubrir un negocio verdadero. Para ello será necesario considerar la unida de la

declaración de voluntad de las partes de sustituir la regla aparente por una diversa, uniendo así la

17
declaración de voluntad de simular y la declaración de voluntad de establecer un reglamento de

intereses distinto de aquél contenido en la declaración ostensible. La µjurisprudencia§ nacional

también se ha pronunciado en ese sentido que debe existir dos negocios, así en la Sala de Civil

Permanente en la Casación Nº 1230-96-HUAURA, refiere que para que se configure la

simulación relativa deben existir dos actos en los que intervenga la voluntad de las partes: el acto

oculto, que es el que contiene la voluntad real y el acto aparente, que es lo que en definitiva se

celebra.

6.3. SIMULACIÓN TOTAL O PARCIAL.

La simulación puede ser total o parcial, según que la apariencia se refiera a todo acto o sólo o a

una parte de él.

La simulación absoluta es siempre total por cuanto afecta al acto en su integridad. No produce

ningún efecto entre las partes.

La simulación relativa puede ser total o parcial. La simulación relativa total afecta la integridad

del acto, por ejemplo, un anticipo de herencia es ocultado con una compraventa.

6.4. SIMULACIÓN LÍCITA O ILÍCITA.

La simulación puede ser utilizada por las partes con fines lícitos o ilícitos. Las personas tiene el

derecho de celebrar sus actos jurídicos en la forma que mejor le parezca, se desean pueden

ocultar, bajo una apariencia, la verdadera naturaleza del acto que realiza, pero este derecho sólo

puede causar daño a terceros o la violación de normas imperativas, el orden público o las buenas

costumbres.

18
La simulación es lícita, legitima, inocente o incolora, como se le ha denominado, cuando no tiene

por fin perjudicar a terceros o trasgredir normas imperativas al orden público o las buenas

costumbres.

La simulación es ilícita, maliciosa, cuando tiene por fin perjudicar a terceros o perjudicar u

ocultar la trasgresión de normas imperativas, el orden público o las buenas costumbres: ejemplos

el deudor simula enanejar sus bienes para sustraerlos de la acción ejecutiva del acreedor; Con las

donaciones disimuladas dentro de la apariencia inacatable de compraventa se puede defraudar el

derecho de los herederos forzosos sobre la cuota a ellos reservada.

7. EFECTOS DE LA SIMULACIÓN.

EFECTOS DE LA SIMULACIÓN ABSOLUTA ENTRE LAS PARTES.

De acuerdo al artículo 190, por la simulación absoluta se aparenta celebrar un acto jurídico

cuando no existe realmente voluntad para celebrarlo.

La Simulación Absoluta es la ausencia de conducta negocial. El sujeto en complicidad con otro u

otros actúa "como si" hubiera celebrado un acto jurídico, cuando en realidad éste es ineficaz.

No debe confundirse la simulación absoluta con la alteración de determinados elementos de

negocios jurídicos ciertos, como por ejemplo, el precio, o la fecha (conocida en Doctrina como

Simulación Parcial). En efecto, el hecho que la operación se haya subvaluado o sobrevalorado o

que se haya realizado en fecha distinta a la indicada en el documento no significa que no haya

tenido lugar ni que carezca de consecuencias jurídicas. Estamos frente a un acto cierto, pero las

partes se reservan determinados aspectos de su declaración de voluntad. En el caso de la

ocultación del precio real, como señala Rosembuj, ello no es índice de simulación de acto o

19
negocio, porque si bien lo falsifica en sus efectos no niega la efectividad de la realidad jurídica

subyacente: no puede afirmarse que el acuerdo de encubrir el precio efectivo o señalar una fecha

distinta sea equiparable a considerar que ello supone un acto diverso del que aparece, sino la

coexistencia en un contrato no ficticio de elementos verdaderos y fingidos, susceptibles de

sustitución, integración o rectificación 9.

EFECTOS DE LA SIMULACIÓN RELATIVA ENTRE LAS PARTES.

De acuerdo al artículo 191, cuando las partes han querido concluir un acto distinto del aparente,

tiene efecto entre ellas el acto ocultado, siempre que concurran los requisitos de sustancia y

forma y no perjudique el derecho de tercero.

En la simulación relativa existen dos negocios jurídicos:

a) Negocio simulado como aparente y fingido

b) Negocio disimulado como oculto y real.

Este negocio disimulado tendrá efectos entre las partes, siempre que concurran los requisitos de

validez y no perjudique el derecho del tercero. Así, el negocio jurídico disimulado (oculto y real)

vincula efectivamente a las partes siempre y cuando concurran sus requisitos de validez. Además,

el negocio jurídico disimulado no debe afectar el derecho del tercero. Aquí se tutela el interés de

los terceros en hacer prevalecer la realidad (negocio disimulado) sobre la apariencia (negocio

simulado). Es irrelevante si el negocio simulado (aparente y fingido) no reúne los requisitos de

validez.

Existen dos tendencias en los proyectos y códigos civiles en materia de simulación relativa:

9
VIDAL Ramírez, Vidal. "Teoría General del Acto Jurídico", Lima, Cultural Cuzco S.A., 1985, p. 327.

20
La primera tendencia lo establecen el Esbozo de Augusto Texeira de Freitas de 1858 [artículos

522: habrá simulación en los actos entre vivos: 2) cuando las partes lo hubieran disfrazado con la

intención de realizar otro acto de diversa naturaleza. Habrá en tal caso una simulación relativa,

523: no habrá simulación en los actos jurídicos, para el efecto de viciarlos, sin que en cualquiera

de los casos de los dos artículos anteriores haya habido intención de perjudicar a terceros o de

violar las disposiciones de la ley; y 525: si fuere relativa y tampoco hubiere intención de

perjudicar a terceros o de violar disposiciones de la ley, los actos no tendrán valor con el carácter

aparente que tuvieran sino con el carácter verdadero] y el Código Civil del Brasil de 1916 (artí-

culo 103: no habrá simulación en los actos jurídicos, para el efecto de viciarlos, sin que en

cualquiera de los casos del artículo anterior haya habido intención de perjudicar a terceros o de

violar las disposiciones de la ley). La "intención" de realizar un acto distinto para perjudicar a

terceros y para violar normas legales determina la simulación relativa.

La segunda tendencia se encuentra en los códigos civiles de Argentina de 1871 (artículo 956: la

simulación es (...) relativa cuando se emplea para dar a un acto jurídico una apariencia que oculta

su verdadero carácter, y artículo 958: cuando en la simulación relativa se descubriese un acto

serio, oculto bajo falsas apariencias, no podrá ser éste anulado desde que no haya en él la

violación de una ley, ni perjuicio a tercero), Alemania de 1900 (parágrafo 117: si un negocio

jurídico es ocultado por un negocio simulado, se aplican las disposiciones aplicables al negocio

simulado), Distrito Federal en materia común y para toda la República de México en materia

federal de 1928 (artículo 2181: es relativa cuando a un acto jurídico se le da una falsa apariencia

que oculta su verdadero carácter; y artículo 2182: descubierto el acto real que oculta la

simulación relativa, ese acto no será nulo si no hay ley que así lo declare); y el Proyecto argentino

de Código Civil unificado con el Código de Comercio de 1998 (artículo 329: si el acto simulado

encubre otro real, éste es plenamente eficaz con tal y que no sea ilícito ni perjudique a un

21
tercero). Ellos configuran a la simulación relativa como una apariencia de un negocio verdadero

que no sea ilícito y no perjudique a terceros. El Código Civil de Italia de 1942 (artículo 1414: si

las partes han querido concluir un contrato diverso de aquél aparente, tiene efecto entre ellas el

contrato disimulado, siempre y cuando subsistan los requisitos de sustancia y de forma) establece

los requisitos de validez para la existencia del negocio disimulado. Este código es influenciado

por el Proyecto franco-italiano del Código de las Obligaciones y de los Contratos de 1927

(segundo párrafo del artículo 49: si sobre la forma de un determinado contrato las partes han

ocultado otro, vale el contrato ocultado siempre que existan todas las condiciones de sustancia

requeridas para su validez). Pero el Código Civil de Bolivia de 1976 (artículo 543: en la relativa,

el verdadero contrato, oculto bajo otro aparente, es eficaz entre los contratantes si reúne los

requisitos de sustancia y forma, no infringe la ley ni intenta perjudicar a terceros) precisa mejor

todas las condiciones que debe tener un negocio disimulado.

Las dos tendencias descritas sobre la simulación relativa son los antecedentes de nuestro artículo

bajo comentario porque considera la voluntariedad (intencionalidad) de concluir un acto distinto

del aparente y los requisitos de validez del negocio disimulado sin infringir norma legal y sin

perjudicar a terceros. Esta norma se apartó totalmente del sentido del artículo 1095 del Código

Civil peruano de 1936 (los que hubieren simulado un acto con el fin de violar la ley, o de

perjudicar a un tercero, no podrán ejercer el uno contra el otro las acciones que surgirían del acto

practicado si fuere real y permitido).

EFECTOS DE LA SIMULACIÓN RELATIVA POR INTERPÓSITA PERSONA.

De acuerdo al artículo 192, La norma del artículo 191 es de aplicación cuando en el acto se hace

referencia a datos inexactos o interviene interpósita persona.

22
La simulación por interpósita µpersona§ es una modalidad de la simulación relativa que consiste

en que una persona aparezca como celebrante del acto y destinatario de sus efectos cuando en

realidad es otra persona, pues el que aparece celebrando el acto es un testaferro u µhombre§ de

paja, un sujeto interpuestos ficticiamente, ya que el acto realmente se celebra con la otra persona,

el interponente, y sólo en apariencia se celebra con el interpuesto o testaferro. Esta clase de

simulación se configura cuando alguien finge estipular un negocio con un determinado sujeto,

cuando, en realidad, quiere concluirlo y lo concluye con otro, que no aparece.

En la simulación por"interpósita persona la interposición es ficticia porque quién celera el

negocio con el interpuesto sabe que as un testaferro y que los efeatos del acto celebrado se

proyectan hacia el simulante interponente, porque el acuerdo simulatorio es tpipartito, ya que en

él participan las dos partes simulantes y la persona interpuesta, qeien deliberadamente, de

acuerdo con ambas partes, se presta para la formación del acto jurídico simulado.

Este supuesto se da cuando en un negocio jurídico simulado aparece como parte un sujeto

(interpuesto) que es una persona distinta de la verdadera parte (interponente). El interpuesto

aparece como parte en el negocio pero no realiza ninguna actividad, no adquiere en la realidad

ningún derecho, sirve solo de intermediaria-entre los interesados (interponente y contraparte).

Para llegar a este negocio es necesario un concreto acuerdo de simulación (contradeclaración)

entre las partes del negocio jurídico simulado y el tercero interponente. El negocio simulado es

realizado por una persona (interpuesto) que interviene para ocultar quién hace una enajenación, o

quién será el verdadero o definitivo titular de la situación jurídica subjetiva que se transmite.

Hay un acuerdo entre todos los partícipes del negocio disimulado (contradeclaración). El titular

(interponente) de las situaciones jurídicas subjetivas, el intermediario (interpuesto) y la

contraparte. Se disimulará que el negocio jurídico se celebra entre el intermediario y la

contraparte, pero en realidad el negocio se efectuará entre el titular de las situaciones jurídicas

23
subjetivas con el tercero. El intermediario finge intervenir como parte del negocio jurídico

simulado.

El inciso primero del artículo 911 del Código Civil francés de 1804 es el antecedente de la

simulación relativa por interposición ficticia. Esta norma se refiere a aquellas disposiciones

hechas en provecho de algún incapaz, disimuladas bajo la forma de un contrato oneroso o hechas

bajo el nombre de personas interpuestas, las cuales son consideradas nulas. Otro antecedente es el

Esbozo de Augusto Texeira de Freitas de 1858 [artículo 521: habrá simulación en los actos

jurídicos en general: 1) cuando se constituyeran o transmitieran derechos a personas interpuestas

que no fueran aquellas para las que realmente se constituyen o transmiten]. Siguen estos

antecedentes los códigos civiles de Argentina de 1871 (artículo 955: la simulación tiene lugar

cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto

contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se

constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en

realidad se constituyen o transmiten); España de 1889 (artículo 628: las donaciones hechas a

personas inhábiles son nulas, aunque lo hayan sido simuladamente, bajo apariencia de otro

contrato por persona interpuesta, y artículo 755: será nula la disposición testamentaria a favor de

un incapaz, aunque se la disfrace bajo la forma de contrato oneroso o se haga a nombre de

persona interpuesta) y Brasil de 1916 (artículo 102: habrá simulación en los actos jurídicos en

general: cuando aparentan conferir o transmitir derechos a personas interpuestas que no fueran

aquellas para las que realmente se constituyen o transmiten).

24
EFECTOS ENTRE SIMULANTES Y TERCEROS ADQUIRIENTES DEL TITULAR

APARENTE.

De acuerdo al artículo 194, la simulación no puede ser opuesta por las partes ni por los terceros

perjudicados a quien de buena fe y a título oneroso haya adquirido derechos de titular aparente.

Si una de las partes formula pretensiones sobre la base del negocio jurídico simulado, la otra

parte puede pedir jurisdiccionalmente la ineficacia de dicho negocio. Por eso, se dice que el

negocio jurídico simulado es totalmente ineficaz entre las partes. De allí que se exprese que la

simulación constituye un supuesto de nulidad. Así, el código civil lo regula como un supuesto de

ineficacia estructural (inciso 5 del artículo 219). Doctrinariamente se indica que es más apropiado

hablar de ineficacia porque la falta de eficacia depende sobre todo de la voluntad de las partes:

son las partes en efecto quienes establecen que el contrato no debe tener efectos o debe tener

efectos diversos de aquellos aparentes. Se explica por tanto cómo el contrato simulado puede

eventualmente adquirir eficacia mediante la revocación del acuerdo simulatorio (BlANCA). En

efecto, el negocio simulado no está viciado de nulidad por cuanto en la realidad no se está en

presencia de un vicio en uno de sus elementos y además porque no es posible que un acuerdo sea

nulo entre quienes lo celebraron y produzca al mismo tiempo efectos respecto de los terceros de

buena fe que no se vieron perjudicados por la simulación (GAZZONI).

Los antecedentes de los efectos del negocio simulado entre las partes se encuentran en el Código

Civil de Argentina de 1871 (artículo 959: los que hubieren simulado un acto con el fin de violar

las leyes o de perjudicar a un tercero, no pueden ejercer acción alguna el uno contra el otro, sobre

la simulación, salvo que la acción tenga por objeto dejar sin efecto el acto y las partes no puedan

obtener ningún beneficio de la anulación), Proyecto franco-italiano del Código de las

Obligaciones y de los Contratos de 1927 (segundo párrafo del artículo 50: las contradeclaraciones

25
que no sean declaradas nulas por la ley, tienen efecto entre los contratantes y sus sucesores a

título universal.

El artículo bajo comentario consagra la tutela de la confianza de los terceros subadquirentes de

buena fe y a título oneroso. Los ''terceros de buena fe" son tutelados mediante la inoponibilidad

de las pretensiones procesales formuladas por las partes o por los ''terceros perjudicados". Se

tutela el interés de los ''terceros de buena fe" haciendo prevalecer la apariencia (negocio jurídico

simulado) sobre la realidad cuando hayan adquirido situaciones jurídicas subjetivas del titular

aparente (tercer párrafo del artículo 49 del Proyecto franco-italiano del código de las obligaciones

y de los contratos de 1927: los acreedores de los contratantes y los terceros de buena fe pueden

invocar a su favor el contrato aparente). El negocio simulado es eficaz respecto de los ''terceros

de buena fe". Aquí se tutela la confianza basada en la apariencia y el titular aparente es

considerado titular efectivo. La ratio iuris, común a toda especie de simulación, que justifica la

tutela de estos terceros, reside en la apariencia del derecho y en la correlativa buena fe y

consiguiente expectativa, puesta en relación con la exigencia de garantizar la seguridad de las

contrataciones y traspasos patrimoniales (BETTI). Detrás de la tutela de la confianza está el

principio de la apariencia en el sentido de que quien crea una situación negocial aparente no

puede hacer valer la situación real para dañar a los terceros de buena fe (BlANCA).

La buena fe del tercero es objetiva. La existencia de la buena fe subjetiva es discutible

actualmente en doctrina y jurisprudencia europeas. Buena fe subjetiva (buena fe creencia) es

definida como la ignorancia de lesionar el derecho ajeno, o la convicción positiva de estarse

comportando jure, provocada por un error. Esta definición es inaplicable en sistemas jurídicos

que consagran los principios de la confianza y de la apariencia. Un ejemplo claro es el artículo

2014 del Código Civil que consagra el principio de la fe pública registra!. Más aún, ahora se dice

que la buena fe en realidad constituye un juicio de censura de una cierta conducta cuando

26
configure abuso del derecho. Un caso jurisprudencial italiano es paradigmático al respecto: "el

voto debe ser ejercitado según la buena fe; el voto expreso para realizar un interés extrasocial,

con daño a la minoría, integra los extremos del abuso del derecho" (Sentencia de Casación de 26

de octubre de 1995, Nº 11151). Entonces, la buena fe del tercero deberá entenderse como la

lealtad del comportamiento (ejercicio regular de comportamiento) en las etapas de las tratativas,

de la celebración y de la ejecución del negocio.

Los antecedentes del artículo bajo comentario se ubican en los códigos civiles para el Distrito

Federal en materia común y para toda la República de México en materia federal de 1928

(artículo 2184: luego que se anule un acto simulado, se restituirá la cosa o derecho a quien

pertenezca, con sus frutos e intereses, si los hubiere; pero si la cosa o derecho ha pasado a título

oneroso a un tercero de buena fe, no habrá lugar a la restitución. También subsistirán los

gravámenes impuestos a favor de tercero de buena fe), italiano de 1942 (artículo 1415: la

simulación no puede ser opuesta contra terceros por los contratantes, ni por los que tienen

proceso o por los acreedores del simulado enajenante, a los terceros que de buena fe han adquiri-

do derechos del titular aparente, salvo los efectos de la inscripción de la demanda de simulación.

Los terceros pueden hacer valer la simulación frente a las partes cuando ella perjudica sus

derechos) y boliviano de 1976 (artículo 544: la simulación no puede ser opuesta contra terceros

por los contratantes. Los terceros perjudicados con la simulación pueden demandar la nulidad o

hacerla valer frente a las partes; pero ello no afecta a los contratos a título oneroso concluidos con

personas de buena fe por el favorecido con la simulación). La excepción a la tutela del ''tercero de

buena fe" se concreta en la inscripción de la demanda de simulación según el Código Civil

italiano. De igual manera el Código Civil de Venezuela de 1982 no tutela al ''tercero de buena fe"

si la adquisición se produjo con posterioridad a la inscripción de la demanda de simulación

(artículo 1281: los acreedores pueden también pedir la declaratoria de simulación de los actos

27
ejecutados por el deudor. Esta acción dura cinco años a contar desde el día en que los acreedores

tuvieron noticia del acto simulado. La simulación, una vez declarada, no produce efecto en

perjuicio de los terceros que, no teniendo conocimiento de ella, han adquirido derechos sobre los

inmuebles con anterioridad al registro de la demanda por simulación. Si los terceros han

procedido de mala fe quedan no solo sujetos a la acción de simulación sino también a la de daños

y perjuicios).

Adicionalmente, existen otros supuestos de hecho distintos a la tutela de los ''terceros de buena

fe" que nuestro artículo bajo comentario no regula. Tenemos así al código civil italiano de 1942

(artículo 1416: la simulación no puede ser opuesta por los contratantes a los acreedores del titular

aparente que de buena fe han realizado actos de ejecución sobre bienes que fueron objeto del

contrato simulado. Los acreedores del simulado aparente pueden hacer valer la simulación que

perjudica sus derechos y, en el conflicto con los acreedores quirografarios del simulado

adquirente, son preferidos a éstos, si el crédito es anterior al acto simulado) yal Proyecto argen-

tino de Código Civil unificado con el Código de Comercio de 1998 (artículo 332: la simulación

no puede oponerse a los acreedores del adquirente simulado que de buena fe hubiesen ejecutado

los bienes comprendidos en el acto. Los acreedores del enajenante simulado prevalecen sobre los

acreedores quirografarios del adquirente, si sus créditos son de causa anterior al acto).

8. ACCIÓN DE NULIDAD POR SIMULACIÓN.

De acuerdo al artículo 193, la acción para solicitar la nulidad del acto simulado puede ser

ejercitada por cualquiera de las partes o por el tercero perjudicado, según el caso.

Que el artículo 193 del Código Civil establece que la acción para solicitar la nulidad `el acto

simulado puede ser ejercida por cualquiera de las partes o por el tercero perjudicado. Que el

28
rdcurrente ha precisado en su escrito de demanda que no ha sido parte de los contratos ceya

nulhd!d sglicita, sino los demandados, en consecuencia que el inter©s que alega es el de tercero

perjudicado. Que debe entenderse como tercero perjudi#ado a aquella persona que sin haber )

ntervenido en la celebración del negocio como parte de él, sin embargo se ve perjudicado por sus

efectos. Que el perjuicio causado no se presume, sino que debe ser probado judichalmente por

quken reclama la nulidad10 .

Los ''terceros perjudicados" pueden ejercer su pretensión proaeSal para anular un negocio

simulado. Esta regulada en el Código Civil del Brasil de 1916 (artículo 105: pueden demandar la

nulidad de los actos simulados, los terceros perjudicados con la simulación, o los representantes

del poder público cuando écta se cometió en trasgresión de la ley o en perjuicio de la Hacienda),

Código Civil para el Distrito Federal en materIa comú. y para toda la República de México en

materia federal de 1928 (artículo 2183: puedef pedir la nulidad De los actos simulados, los

terceros perjudicados con la simulación, o el Ministerio Público cuando ésta se cometió en

trasgresión de la ley en perjuicin de la Hacienda Pública), Código Civil de Bolivia de 1976

(artículo 544: los terceros perjudicados con ,a simulación pueden demandar la nulidad) y el

Proyecto argentino de Código Civil unificado con el Código de Comercio de 1998 (artículo 329:

la simulación ilícita o que perjudica a un tercero, provoca la invalidez del acto jurídico ostensible

y artículo 331: los terceros cuyos derechos o intereses legítimos son afectados por el acto

simulado, pueden demandar su invalidez. Pueden acreditar la simulación por cualquier medio de

prueba).

9. SIMULACIÓN Y OTRAS FIGURAS AFINES.

10
Caso Nº 735-96. Diálogo con la Jurisprudencia Nº 38. Enero 2001. Pág. 241

29
SIMULACIÓN Y RESERVA MENTAL.

La reserva mental es un hecho psíquico que ocurre cuando un sujeto no quiere efectivamente los

efectos del acto que declara querer. EL sujeto declara algo que su conciencia no quiere, por

ejemplo celebra un contrato de arrendamiento en el cual declara que se obliga a pagar la renta,

pero con la inexpresada intención de no pagarla. Debido a que la reserva mental es un hecho

psíquico que no es conocible por otra para interviene en el acto ni por los terceros, cuyo fin

corresponde casi siempre a la voluntad de engañar , el sujeto permanece vinculado a su

declaración, es decir la reserva mental es irrelevante para el derecho por carecer de objetiva

expresión exterior.

SIMULACIÓN Y ACTO FIDUCIARIO.

Por el acto fiduciario, el fiduciante transfiere al fiduciario la propiedad de un bien u otro derecho

imponiéndolo, a su vez la obligación de transferirlo en el futuro a un tercero o al mismo

fiduciante o de hacer del bien un uso determinado. La característica esencial del acto fiduciario

radica en esta limitación obligatoria de un más amplio efecto real.

SIMULACIÓN Y REPRESENTACIÓN INDIRECTA.

Por la representación indirecta, el representante actúa por cuenta y en interés de su representado,

pero en nombre propio, de tal forma que los efectos del acto que realiza el representante son para

él y no para el representado. Para que esos efectos pasen del representante al representado, se

requiere que celebren entre ellos otro acto jurídico.

SIMULACIÓN Y DOLO.

30
Constituye dolo el embrollo o artificio engañoso, o la simple mentira, con que actúa uno de los

otorgantes del acto o un tercero para inducir a error al otro otorgante, determinarlo así estipular el

acto j5rídico.

10. PLANTEAMIENTO DE LA CASUÍSTICA.

 EXPORICIÓN DE HECHOS.

@oña Eraciel! Alicia Moreyra Pimentel solicita ante el órgano jurisdiccional la NULIDAD DEL

CONTRATO DE COMPRAVENTA, otorgado medi`nte escritura pública de fecha cinco de

marzm del dos mil uno, del inmueble constituido por eh Sub-Lote dos, parcela setenticuatro del

Fundo Bell!vista, del distrito de San Clemente, provincia de Pisco, departamento de lca;

asimismo como pretensión accesoraa la nulidad del Asiento Registral Dos-C de la ficha número

cero cero cero trescientos cuarentitres - cero diez mil doscientos siete del Registro de la

Propiedad Inmueble de la Oficina Registral Regional "Los Libertadores Wari", por HABERSE

EFECTUADO LA COMPRA VENTA EN FORMA SIMULADA, esto es, cuando se encontraba

sumergida en una depresión nerviosa por los constantes maltratos y agresiones psicológicas de su

cónyuge don Alfredo Acevedo Medina, lo que obligó a denunciarlo por violencia familiar, y

acota que no es la primera vez que su cónyuge confabula una simulación de esta naturaleza con

sus familiares con el único propósivo de despojarla de sus bienes conyugales, por lo que sE vio

obligada a denunciarlo panalmente por el delito contra el patrimonio en la modalidad de

defraudación.

31
 SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA.

Sentencia apelada de fojas setecientos cincuenta, su fecha dos de diciembre del dos mil tres, qUe

declaró IMPROCEDENTE LA32DEMANDA.

 SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA.

Sentencia de vista de fojas ochocientos veintidós. Su fecha veiNtidós de abril del dos mil cuatro;

aue CONFIRMA LA SENTENCIA APELADA.

 CACACIÓN.

CASACIÓN Nº 1121-2004 CHINCHA - ICA. Lima, quince de noviembre del dos mil cinco.

Declararon FUNDADO el Recurso de Casación de fojas novecientos cincuentitrés, en

consecuencia NULA la resolución de virta de fojas ochocientos veintidós, su fecha veintidós de

abril del dos mil cuatro, e INSUBSISTENTE la apelada de fojas setecientos cincuenta, su fecha

dos de diciembre del dos mil t2es, ORDENARON que el A-quo emita nueva resolución de

acuerdo a ley y a los considerandos precedentes incorporando pruebas y/o actuando pruebas de

oficio en los seguidos por doña Graciela Alicia Moreyra Pimentel contra don Alfredo Acevedo

Medina y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico por Simulación Absoluta y Nulidad de Asiento

Registral

 APRECIACIÓN FINAL.

32
Estamos de acuerdo con el FALLO DE LA SALA SUPREMA, como hemos visto las instancias

de mérito han declarado improcedente la demanda a fojas setecientos cincuenta y ochocientos

veintidós respectivamente; considerando que los fundamentos de hecho en que se ampara la

demanda, son de carácter subjetivo carentes de todo amparo legal, no corriendo en el proceso sub

materia medio probatorio que así lo demuestre, mas aún si los maltratos psicológicos y depresión

que invoca, no se encuentran expresamente tipificados en ninguna de las causales que contempla

el artículo 219 del Código Civil, para que se viabilice la nulidad del acto jurídico deducida por la

accionante, muy por el contrarim al ser autorizada la escritura de compra venta d%l cinco de

marzo del dos mil uno, se Aprecia que los intervilientes actuaron con plena conciencia

produciendo el efecto jurídico que se cuestiona, por lo que habiendo actuado los sujetos

voluntariamente y tratándose de un asunto de puro derecho el conflicto de intereses surgido, d

%viene en inoportulo en mérito de los demás medios probatorios aportados en autos, en atención

a lo normado en el artículo 097 del Código Procesal Civil.

De lo antes expuesto se evidencia la contravención de las normas que garantizan el derecho a un

debido proceso, al haberse violado las reglas de la valoración de la prueba, porque tanto el A quo

como el Colegiado Superior A quem al confirmar la resolución apelada que declara improcedente

la demanda no han merituado los hechos que revelan si hubo o no simulación en el caso de autos,

motivo por el cual corresponde anular las sentencias antes señaladas a fin de que se haga un

pronunciamiento sobre el fondo de la materia controvertida, declarando fundada o infundada la

demanda, pudiendo el A quo antes de emitir pronunciamiento, integrar al proceso todo el material

probatorio ofrecido y/o actuar pruebas de oficio de conformidad con lo que dispone el artículo

194 del Código Procesal Civil.

JURISPRUDENCIA

33
SIMULACIÓN ABSOLUTA.

"Que existe simulación absoluta cuando no hay voluntad de celebrar un acto jurídico y solo en

apariencia se celebra. Que en este caso el recurrente y su cónyuge no tenían la voluntad de

reconocer a su nieta, sino en apariencia y por razones de índole personal. Que es un hecho

probado no susceptible de modificación en vía casatoria que la menor Jessica Díaz La Rosa no es

hija biológica del recurrente y su cónyuge sino nieta de éstos, lo que ratifica la simulación

absoluta contenida en el acto jurídico de reconocimiento".

(Cas. Nº 1230-96. Diálogo con la Jurisprudencia Nº 38.

Enero 2001. Pág. 240)

SIMULACIÓN RELATIVA

"Que el artículo 221 inciso tercero del Código Civil (...), se refiere al acto jurídico anulable por

simulación relativa que, como establece su conckrdancia el artículo 191 del mismo Código, se da

cuando las"partes han querido concluir un actg dastinto del aparente, qua importa una acción

distinta a la nulidad por simulación absoluta y en el que ha probanza debe referirse al acto

jurídico 'disimulado', como lo llama el doctor Juan Guidlermo Lohmann (ver Negocio Jurídico,

segunda edición, 1994, página 572), es decir el acto real que se oculta y que además perjudica a

un tercero"

(Cas. Nº 505-97. Diálogo con la Jurisprudencia Nº 38. Enero 2001. Pág. 241)

34
DERECHO COMPARADO.

En la LEGISLACIÓN µARGENTINA§ se encuentra netamente regulada la simulación lícita, de

otro lado regula que el acto simulado no tiene nada de real, conforme se ha explicado

anteriormente el acto simulado es real, tiene existencia fenoménica, sólo que las partes no quieren

sus efectos. De otro lado al regular la simulación relativa, expresan que una vez descubierto el

acto oculto éste tendrá validez. A ello deberá agregarse como lo hace el legislador peruano

siempre y cuando reúna los requisitos de sustancia y forma, el acto disimulado; puesto si no reúne

tales requisitos el acto será nulo.

Los artículos del µCódigo Civil§ relativos a la nulidad son los siguientes:

Capítulo I De la simulación en los actos jurídicos

Artículo 955.

La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de

otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o

cuando por él se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas, que no son aquellas

para quienes en realidad se constituyen o transmiten.

Artículo 956.

La simulación es absoluta cuando se celebra un acto jurídico que nada tiene de real, y relativa

cuando se emplea para dar a un acto jurídico una apariencia que oculta su verdadero carácter.

35
Artículo 957.

La simulación no es reprobada por la ley cuando a nadie perjudica ni tiene un fin ilícito.

Artículo 958.

Cuando en la simulación relativa se descubriese un acto serio, oculto bajo falsas apariencias, no

podrá ser éste anulado desde que no haya en él la violación de una ley, ni perjuicio a tercero.

Artículo 959.

Los que hubieren simulado un acto con el fin de violar las µleyes§ o de perjudicar a un tercero,

no pueden ejercer acción alguna el uno contra el otro, sobre la simulación, salvo que la acción

tenga por objeto dejar sin efecto el acto y las partes no puedan obtener ningún beneficio de la

anulación.

JURISPRUDENCIA.

"La venta por Bértolo Dumrauf a Isaac Bortnik y la posterior transferencia de éste a favor de los

hijos del primero, pretenden disimular una intención de beneficiar a los finalmente propietarios,

en desmedro de la legítima de los otros hijos del causante (...). En autos la causa simulandi

aparece nítida (...) pero la causa por la que se llevó a cabo la simulación tiene una importancia

capital; no solo sirve para explicar el acto, sino que, por sí misma constituye una presuncióri'

(Causa Ac. 43.217, "Dumrauf, Honorio y otros contra Dumrauf,

Marcelo y otros. Simulación y colación de herencia", 4 de

diciembre de 1990, Poder Judicial de la Provincia de Buenos

Aires-República Argentina).

36
En la legislación MEXICANA: En el Código Civil Méxicano la simulación a igual que el
Código Civil argentino refiere que el acto simulado nada tiene de real, se deberá entender que el
acto simulado existe, sino que es un acto aparente y que no tiene un contenido real. Ahora en lo
que respecta a la simulación relativa, el legislador méxicano ha optado que la simulación es
anulable sólo cuando la ley así lo señale, es decir, sí se perjudica el derecho de un tercero no
podrá solicitarse la nulidad del acto.
Existe una mejor regulación en cuanto a las personas que pueden solicitar la nulidad de la
simulación absoluta, que faculta al Ministerio Público, cuando existe un perjuicio a la Hacienda
Pública. Fundamento normativo que no existe en nuestra legislación, porque es necesario que el
Ministerio Público pueda solicitar la nulidad de actos jurídicos que puedan celebrar los
particulares con el Estado.
La regulación normativa de la simulación en el Código Civil Méxicano es el siguiente:
De la simulación de los actos jurídicos.
Articulo 2180. Es simulado el acto en que las partes declaran o confiesan falsamente lo que en
realidad no ha pasado o no se ha convenido entre ellas.
Articulo 2181. La simulación es absoluta cuando el acto simulado nada tiene de real; es relativa
cuando a un acto jurídico se le da una falsa apariencia que oculta su verdadero carácter.
Articulo 2182. La simulación absoluta no produce efectos jurídicos. Descubierto el acto real que
oculta la simulación relativa, ese acto no será nulo si no hay ley que así lo declare.
Articulo 2183. Pueden pedir la nulidad de los actos simulados, los terceros perjudicados con la
simulación, o el Ministerio Publico cuando esta se cometió en trasgresión de la ley en perjuicio
de la Hacienda Publica.
Articulo 2184. Luego que se anule un acto simulado, se restituirá la cosa o derecho a quien
pertenezca, con sus frutos e intereses, si los hubiere; pero si la cosa o derecho ha pasado a titulo
oneroso a un tercero de buena fe, no habrá lugar a la restitución.
También subsistirán los gravámenes impuestos a favor de tercero de buena fe.

La simulación en la legislación BOLIVIANA:

37
El legislador Boliviano no ha entrado a discutir cuando se da la nulidad absoluta o relativa, sólo
se ha limitado a establecer los efectos de ambas nulidades, optando por igual solución que el
legislador nacional. Igualmente protege el derecho del tercero subadquirente.
De otro lado ha ingresado a discutir la forma de probar la simulación. Es así que para la
simulación relativa refiere que puede ser probado por cualquier tipo de prueba. Mientras que para
la simulación absoluta sólo ha optado por el contradocumento o cualquier medio pero que sea
escrito.
Los artículos que regula la simulación en dicha legislación son:
CAPITULO VII
De la simulación
Art. 543.- (EFECTOS DE LA SIMULACIÓN ENTRE LAS PARTES).
I. En la simulación absoluta el contrato simulado no produce ningún efecto entre las partes.
II. En la relativa, el verdadero contrato, oculto bajo otro aparente, es eficaz entre los contratantes
si reúne los requisitos de sustancia y forma, no infringe la ley ni intenta perjudicar a terceros.
Art. 544.- (EFECTOS CON RELACIÓN A TERCEROS).
I. La simulación no puede ser opuesta contra terceros por los contratantes.
II. Los terceros perjudicados con la simulación pueden demandarla nulidad o hacerla valer frente
a las partes; pero ello no afecta a los µcontratos§ a título oneroso concluidos con personas de
buena fe por el favorecido con la simulación.
Art. 545.- (PRUEBA DE LA SIMULACIÓN).
I. La prueba de la simulación demandada por terceros puede hacerse por todos los µmedios§.
incluyendo el de testigos. (Arts. 489, 1292 del Código Civil; Art. 1673 del Código de
µComercio§)
II. Entre las partes solo puede hacerse mediante contradocumento u otra prueba escrita que no
atente contra la ley o el derecho de terceros.

CONCLUSIONES

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 En el Código Civil Peruano se desarrolla en forma muy clara y sistemática los grados

de simulación, se deja expresa constancia de la inoponibilidad de la simulación a

terceros de buena fe, sin embargo no se deja en claro si esta se da en la simulación

lícita, toda vez que no se define exactamente bajo que términos existe un acto o

contrato simulado, no se conceptualiza al fenómeno simulatorio, cosa que ninguna

legislación lo hace en forma especifica. Con respecto a la prueba de un contrato

simulado nada se dice, quedando en tal virtud sujeta a los medios probatorios que

establezca la norma correspondiente.

 Para que haya simulación se requiere de dos elementos: Acuerdo simulatorio

(contradeclaración) vincula la situación aparente y la situación real. Finalidad de

engañar. Hay simulación absoluta cuando las partes tienen la finalidad de no

vincularse jurídicamente.

 En la simulación absoluta, la causa es la finalidad concreta de crear una situación

aparente y, por tanto, no vinculante. Por la simulación absoluta se aparenta celebrar un

negocio jurídico, cuando en realidad no se constituye ninguno.

 En la simulación relativa, el fin del negocio simul!do sí es el de ocular al disimulado,

o a los elementos disimulados, para que los efectos que aparezcan al exterior se crean

procedentes de un negocio que no es aQuél del que realmefte proceden.

RECOMENDACIONES

La $ivergencia de criterios regulatorios en la sanción de Nulidad por Simulación Absoluta y

Relativa obedece sobretodo a los esquemas teóricos adoptados como telón de fondg por los

doctrinarios peruanos, en un extremo39la posición conservadora que privilegia la manifestación

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de voluntad y en tanto la preservación del articulado original; y del otro extremo la posición

reformista que considera a la Simulación como una anomalía de la declaración de voluntad en sí

misma y en consecuencia proponen la reforma del código.

Sobre las terceras personas o los llamados TESTAFERROS, han venido sucediendo múltiples

casos de incumplimiento de obligaciones civiles por parte de deudores que se sustraen a sus

prestaciones, transfiriendo sus patrimonios, mediante argucias simuladas, a terceros conocidos

como TESTAFERROS ocasionando perjuicio económico y moral a los eventuales acreedores,

frustrando con ello su legítima expectativa de cobro, Que la TESTAFERRERIA involucra a una

tercera persona que se convierte en receptora ilícita de éstos bienes patrimoniales, mediante

simulación de adelanto de legítima, dación, separación de bienes, transferencia de acciones,

cesión de derechos o cualquier otra forma que pueda servir para evadir requerimientos de pago

por parte de los acreedores.

Que la naturaleza de esta forma de ocultamiento de bienes patrimoniales se

viene ejerciendo desde hace muchos años a través de terceros, comúnmente

conocidos como TESTAFERROS, constituyéndose ésta como una modalidad común en

nuestro país; que asimismo los deudores utilizan esta modalidad para evadir

los procesos judiciales y los embargos producto de ellos. Que esta figura

delictiva viene siendo combatida en otros países mediante leyes que sancionan

penalmente el uso de esta argucia, como es el caso de Estados Unidos,

Venezuela y el más reciente Colombia que va mas allá.

Por ello estamos de acuerdo en la severidad de las penas ellas van a lograr

evitar dichos actos dolosos.

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BIBLIOGRAFÍA

 PALACIO PIMENTEL H Gustavo Manual de Derecho Civil Lima Ediciones Jurídicas.

 VIDAL RAMÍREZ, Fernando “El Acto Jurídico en el Código Civil Peruano “.

 MORALES HERVÍAS Rómulo Comentarios al Código Civil Lima. Gaceta Jurídica.

2005.

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1985.

41
 LINA BIGLIAZZI Geri, Umberto Breccia, Francesco D. Busnelli, Ugo Natoli. "Derecho

Civil". Tomo 1. Volumen 2. Universidad Externado de Colombia, 1992.

 TABOADA C., Lizardo "Código Civil Peruano; Balances y Perspectivas", WG Editor

E.I.R.L., Lima 1995.

 TORRES VÁSQUEZ, Aníbal, Acto Jurídico, tercera edición, Ideosa, Lima, 2007.

ANEXOS

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CASACIÓN Nº 1121-2004 CHINCHA - ICA.

Lima, quince de noviembre del dos mil cinco.-

LA SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE E LA CORTE


SUPREMA DE JUSTIBIA DE LA REPÚBLICA: En audiencia públhca llevada a cabo en la
fecha integrada por los señores Vocales Supremoc: Vásquez Cortez, Carrión Lugo, Zubiate
Reina, Gazzolo Villata y Ferreira Vildozola; emite la siguiente sentencia:
1.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del Recurso de Casación inter`uesto a fojas novecientos
cincuentitrés por doña Graciela Alicia Moreyra Pimentel contra la sentencia de vista de fojas
ochocientos veintidós. Su fecha veintidós de abril del dos mil cuatpo; que confirma la sentencia
apelada de fojas setecientos cincuenta$ su fecha dos de"dkciembre del dos mil tres, que declaró
improcedente la demanda interpuesta por doña Graciela Alicia Moreyra Pimentel contra don
Alfredo Acavedo Medina y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídicg por Qimulación Absoluta y
Nulidad de Asiento Registral. 2.- FUNDAMENTOS POR LO CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO: Que, mediante resolución del siete dd junim del dos mil cuatro
que obra a fojas veintinueve del cuadernillo de casación formado en esta Sala Suprema se ha

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declarado procedente el recurso44interpuesto por la causal prevista en ed inciso 3 del artículo 386
del Código Procesal Civil pob contravelción de las normas que garantiz`n el derecho a un debido
proceso, bajo el argumento que se ha vulnerado lo dispuesto por el artículo 197 del Código
Procesal Civil, toda vez que los medios probatorios ofrecidos por su parte que fueron admitidos y
actuados han sido declarados inoportunos en el quinto considerando de la sentencia de primera
instancia, lo que ha sido confirmado y avalado en el cuarto considerando de la sentencia de
vistos.
3.- CONSIDERANDOS: Primero: Que el debido proceso a que refiere el artículo I del Título
Preliminar del Código Procesal Civil tiene por función asegurar los derechos fundamentales
consagrados en la Constitución Política del Estado, dando a toda persona la posibilidad de
recurrir a la justicia para obtener la tutela jurisdiccional de los derechos individuales, a través de
un procedimiento legal, en el que se dé oportunidad raz/nable y suficiente de ser oído, ejerceb el
derecho de defensa, producir prueba y. obtener una sentencia que decida la causa dentro de un
plazk preestablecido en la ley procesal. Segundo: Que, es princiPio de la función jurisdiccional la
motivación escrita de tndas las pesoluc)ones, con mención expresa de la ley aplicable y los
fundamentos de hecho en que se sustentan, de conformidad co. el inciso 5 del artíCulo 139 de la
refepida Carta Magna. Tercero: Que, en el mismo sentido de lo expuesto precedentemente, el
inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil, dispone que las resoluciones deben contener
la mención sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución con las consideraciones, en
orden numérico correlativo, de los fundamentos de hecho y los respectivos de derecho con la cita
de la norma aplicable en cada punto, según el mérito de lo actuado. Cuarto: Que, así mismo el
artículo 197 del citado Código Procesal Civil prevé que el juzgador está obligado a valorar en
forma conjunta y atendiendo, a su apreciación razonada la prueba actuada en el proceso; y en el
mismo sentido, el artículo 281 del citado código regula la figura de la presunción judicial que
alude al razonamiento lógico critico del Juez, basado en sus conocimientos y a partir de lo
acreditado en el proceso. Quinto: Que, en el presente caso, doña Graciela Alicia Moreyra
Pimentel solicita ante el órgano jurisdiccional la nulidad del contrato de compraventa, otorgado
mediante escritura pública de fecha cinco de marzo del dos mil uno, del inmueble constituido por
el Sub-Lote dos, parcela setenticuatro del Fundo Bellavista, del distrito de San Clemente,
provincia de Pisco, departamento de lca; asimismo como pretensión accesoria la nulidad del
Asiento Registral Dos-C de la ficha número cero cero cero trescientos cuarentitres - cero diez mil

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doscientos siete del Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral Regional "Los
Libertadores Wari", por haberse efectuado la compra venta en forma simulada, esto es, cuando se
encontraba sumergida en una depresión nerviosa por los constantes maltratos y agresiones
psicológicas de su cónyuge don Alfredo Acevedo Medina, lo que obligó a denunciarlo por
violencia familiar, y acota que no es la primera vez que su cónyuge confabula una simulación de
esta naturaleza con sus familiares con el único propósito de despojarla de sus bienes conyugales,
por lo que se vio obligada a denunciarlo penalmente por el delito contra el patrimonio en la
modalidad de defraudación. Sexto: Que, las instancias de mérito han declarado improcedente la
demanda a fojas setecientos cincuenta y ochocientos veintidós respectivamente; considerando
que los fundamentos de hecho en que se ampara la demanda, son de carácter subjetivo carentes
de todo amparo legal, no corriendo en el proceso sub materia medio probatorio que así lo
demuestre, mas aún si los maltratos psicológicos y depresión que invoca, no se encuentran
expresamente tipificados en ninguna de las causales que contempla el artículo 219 del Código
Civil, para que se viabilice la nulidad del acto jurídico deducida por la accionante, muy por el
contrario al ser autorizada la escritura de compra venta del cinco de marzo del dos mil uno, se
aprecia que los intervinientes actuaron con plena conciencia produciendo el efecto jurídico que se
cuestiona, por lo que habiendo actuado los sujetos voluntariamente y tratándose de un asunto de
puro derecho el conflicto de intereses surgido, deviene en inoportuno en mérito de los demás
medios probatorios aportados en autos, en atención a lo normado en el artículo 197 del Código
Procesal Civil. Sétimo: Que, de lo antes expuesto se evidencia la contravención de las normas
que garantizan el derecho a un debido proceso, al haberse violado las reglas de la valoración de la
prueba, porque tanto el A quo como el Colegiado Superior A quem al confirmar la resolución
apelada que declara improcedente la demanda no han merituado los hechos que revelan si hubo o
no simulación en el caso de autos, motivo por el cual corresponde anular las sentencias antes
señaladas a fin de que se haga un pronunciamiento sobre el fondo de la materia controvertida,
declarando fundada o infundada la demanda, pudiendo el A quo antes de emitir pronunciamiento,
integrar al proceso todo el material probatorio ofrecido y/o actuar pruebas de oficio de
conformidad con lo que dispone el artículo 194 del Código Procesal Civil. Octavo: Que, a mayor
abundamiento, a tenor del artículo 188 del Código Procesal Civil los medios probatorios en un
proceso tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes, producir certeza en el
juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones; siendo que todo

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juzgador se forma convicción respecto de los hechos sucedidos en un proceso, en base a una
visión conjunta e integral de los medios de prueba, hecho que no ha ocurrido en el caso de autos;
por lo que se ha configurado la causal del inciso 3 del artículo 366, del Código acotado. Noveno:
Que por tales consideraciones resulta de aplicación lo dispuesto en el acápite 2.3 del inciso 2 del
artículo 396 del Código Procesal Civil.
4.- DECISION: Declararon FUNDADO el Recurso de Casación de fojas novecientos
cincuentitrés, en consecuencia NULA la resolución de vista de fojas ochocientos veintidós, su
fecha veintidós de abril del dos mil cuatro, e INSUBSISTENTE la apelada de fojas setecientos
cincuenta, su fecha dos de diciembre del dos mil tres, ORDENARON que el A-quo emita nueva
resolución de acuerdo a ley y a los considerandos precedentes incorporando pruebas y/o actuando
pruebas de oficio en los seguidos por doña Graciela Alicia Moreyra Pimentel contra don Alfredo
Acevedo Medina y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico por Simulación Absoluta y Nulidad de
Asiento Registral; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano; y los devolvieron.-SS. VASQUEZ CORTEZ, CARRION LUGO, ZUBIATE REINA,
GAZZOLOVILLATA, FERREIRA VILDOZOLA C-S1296

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