Campana Libertadora Del General San Mar

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“CAMPAÑA LIBERTADORA

DEL GENERAL SAN MARTIN”


CAPITULO I: VIDA ÍNTIMA DE JOSE FRANCISCO DE SAN MARTIN

José Francisco de San Martin nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú -actual provincia de
Corrientes-Argentina. Su padre es Juan de San Martin, hijo de Andrés de San Martin e Isidora
Gómez, había nacido en la villa de Cervatos de la Cueza, en la Provincia de Palencia, y era
Teniente gobernador del departamento. Sirvió como militar a la Corona española y en 1774 fue
nombrado gobernador del Departamento Yapeyú; y su madre es Gregoria Matorras del Ser, hija
de Domingo Matorras y María del Ser, también había nacido en la provincia de Palencia, el 12 de
marzo de 1738.

Juan de San Martin contrajo matrimonio con Gregoria el 1 de octubre de 1770, con las
bendiciones del obispo de Buenos Aires, Manuel Antonio de la Torre. Poco después se
trasladaron a Uruguay para que Juan de San Martin fuese administrador de la estancia jesuita, y
allí nacieron tres de sus hijos (María Elena nació el 18 de agosto de 1771; Manuel Tadeo nació el
28 de octubre de 1772; Juan Fermín el 5 de febrero de 1774); cuando termina su cargo de
administrador de la estancia jesuita es designado teniente gobernador de Yapeyú en 1775; donde
nacen dos de sus otros hijos(Justo Rufino en 1776 y José Francisco de San Martin),siendo José el
menor de ellos.

En el año 1781, cuando José Francisco de San Martin tenía 3 años, por temas de trabajo la
familia se traslada de Yapeyú a Buenos Aires; y luego se mudan a España.

Luego, en 1786 San Martin comienza sus estudios en el Real Seminario de Nobles de Madrid y
en la Escuela de Temporalidades de Málaga, donde allí aprende varios idiomas (castellano, latín,
francés, alemán), a bailar, a dibujar, aprende poética, esgrima, retorica, matemática , historia y
geografía.

El 21 de junio de 1789, a los once años de edad, comienza su carrera militar en clase de cadete
en el Regimiento Murcia, mientras estallaba la Revolución Francesa.
Lucha en la campaña del norte de África; y en 1793 es ascendido a subteniente 2º por sus
acciones en los Pirineos frente a los franceses, en ese mismo año del mes de agosto, su
regimiento se rinde en las batallas navales contra la flota inglesa en el mar mediterráneo; y así fue
como cada año demostraba ser un mejor militante; por lo que lo ascienden en 1794 a subteniente
1º , y el grado de teniente 2º lo alcanza el 8 de mayo de 1795 y ayudante 2º el 26 de diciembre de
1802, en este mismo año es gravemente herido por que había sido asaltado por un grupo de
ladrones.

En 1802 lucha en la Guerra de las Naranjas contra Portugal y en 1804 en Gibraltar y Cádiz
contra los británicos.

San Martin en 1808 es ascendido a ayudante 1º del Régimen de Voluntarios de Campo Mayor;
quien le doto este cargo fue la Junta Central de Gobierno, creada por el descontento de que
Napoleón Bonaparte invadiera la península Ibérica y de que el rey Fernando VII fuese
encarcelado. Distinguido por sus acciones contra los franceses y por la victoria de la Batalla de
Bailen, San Martin es ascendió al grado de teniente coronel.

Este continua luchando contra el ejército al mando de Napoleón y en una de las campañas
conoce a Lord Macduff, un escoces que lo introduce a las logias secretas que conspiraban para
conseguir la independencia de América del Sur. En estas logias es donde hace contracto por
primera vez con círculos liberales y revolucionarios; y en 1811, José de San Martín renuncia a su
carrera militar en España y solicita a su jefe un pasaporte para viajar a Londres y partió el 14 de
septiembre de ese año para vivir en el número 23 de la calle Park Road en el distrito de
Westminster, en Londres.

El 12 de enero de 1812, San Martin se embarcó rumbo a Buenos Aires, y llega el 9 de marzo
de ese mismo año. A pocos días de su llegada, toma contacto con la familia Escalada y conoce a
Remedios en una reunión social, quien tan solo tenía 15 años. Luego de unos meses de novios, se
casan el 12 de septiembre de 1812 en la Catedral de Buenos Aires, los padrinos fueron Carlos
María de Alvear y su esposa Carmen Quintanilla. El matrimonio era casi una obligación moral
para San Martin en aquel momento, y una forma de vincularse a la sociedad local.
Luego de casarse, San Martin debe abandonar a su esposa por un tiempo para estar al mando
del Ejercito del Norte; a fines de 1814 se lo nombra Gobernador Intendente de la Provincia de
Cuyo, por lo cual debe viajar a Mendoza con su esposa, para preparar el cruce de la cordillera de
los Andes.

El 24 de agosto de 1816 nace la única hija de José Francisco de San Martin, llamada Mercedes
Tomasa San Martin; a la cual le deja una lista de consejos denominada “máximas”, donde vuelca
sus ideales educativos.

1° Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que nos perjudican. Stern ha
dicho a una Mosca abriendo la ventana para que saliese: Anda, pobre animal, el mundo es
demasiado grande para nosotros dos.

2° Inspirar amor a la verdad y odio a la mentira.

3° Inspirar gran Confianza y Amistad pero uniendo el respeto.

4° Estimular en Mercedes la caridad con los pobres.

5° Respeto sobre la propiedad ajena.

6° Acostumbrarla a guardar un secreto.

7° Inspirar sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones.

8° Dulzura con los criados, pobres y viejos.

9° Que hable poco y lo preciso.

10° Acostumbrarla a estar formal en la mesa.

11° Amor al aseo y desprecio al lujo.

12° Inspirar amor por la Patria y por la Libertad.


A pesar de que San Martin fuese un héroe también se puede ver como un hombre normal que
soñó, amo, tuvo enfermedades, amantes , mal carácter , que poseía debilidades, y que era un
hombre muy enamoradizo y a veces cruel.

A demás, se puede decir que las infidelidades del Padre de la Patria fueron numerosas, las
mujeres con las que tuvo amoríos no fueron pocas, y como era de costumbre, el adolescente José
debuto sexualmente a los 16 años con una prostituta.
CAPITULO II: “ESTRATEGIA CIVICA-MILITAR DE SAN MARTIN EN LA CAMPAÑA
LIBERTADORA”

José de San Martin llega desde Europa a Buenos Aires el 9 de marzo de 1812 junto con Carlos
de Alvear y José Matías Zapiola, los tres militares criollos formados y experimentados en el viejo
continente. Hasta ese momento la revolución no se sostenía en el camino de la independencia
solo se esperaba un gobierno autónomo pero bajo la monarquía de Fernando vii. Los militares
recién llegados constituyeron una sociedad secreta denominada “Logia Lautaro” que privilegiaba
la organización militar como sustento de la independencia y también le urgía la sanción de una
constitución como respaldo.

Inmediatamente se pusieron al servicio de la revolución teniendo el apoyo del Triunvirato


dando origen al Regimiento de Granaderos a Caballos que imitaba el modelo militar en las luchas
napoleónicas de Francia.

El general José de San Martin se había formado desde muy joven en Europa en años de
profundos cambios en la política y en la sociedad en general así en América la idea de
emancipación y la constitución del Estado se marcaba en el espíritu de cada persona y el joven
militar encausaría estos ideales en claras estrategias emancipadoras.

Con la clara idea de liberar a su pueblo del dominio español (acabar con la dominación
española en Chile, restaurar el gobierno independentista y poner fin al dominio español en el
virreinato del Perú), el joven general comienza a imaginar cómo y de qué manera lograr su
objetivo.

Instalado temporalmente en Tucumán corrobora que sería muy difícil llegar al Alto Perú desde
ese punto. Su mirada se centra en el cruce de la Cordillera de los Andes.

El 7 de setiembre de 1814 llega a Mendoza como gobernador de Cuyo. Desde allí y con el
apoyo y el respeto de todo el pueblo mendocino San Martin pudo organizar la maquinaria
guerrera que dio libertad posteriormente a 3 naciones.
Desde estas tierras tuvo el ingenio suficiente como para darle forma y potencial a un gran
regimiento, fabricar el armamento necesario para una gran campaña y sumarle la caballeriza que
complemente una misión militar inimaginable y única.

El general San Martín conformó el ejército con 3 generales, 28 jefes, 207 oficiales, 15
empleados civiles, 3778 soldados de tropa (formado por una mayoría de soldados negros y
mulatos, más de la mitad esclavos libertos,3 y por una parte de soldados chilenos,2 entre ellos los
que emigraron a Mendoza después de la batalla de Rancagua), 1200 milicianos montados (para
conducción de víveres y artillería), 120 barreteros de minas (para facilitar el tránsito por los
pasos), 25 baquianos, 47 miembros de sanidad (para conformar el hospital de campaña), 16
piezas de artillería (10 cañones de 6 pulgadas, 2 obuses de 4 y 1/2 pulgadas y 4 piezas de
montaña de 4 pulgadas), 1600 caballos extras (para caballería y artillería) y 9281 mulas (7.359 de
silla y 1.922 de carga).

El hecho más memorable del Ejército de los Andes corresponde al Cruce de los Andes -
iniciado el 6 de enero de 1817 desde Mendoza- que culminó con la victoria de Chacabuco, el 12
de febrero de 1817.

El ejército se dividió principalmente en dos gruesas columnas, la primera comandada por el


propio San Martín, atravesó la cordillera de los Andes por el paso de Los Patos y la segunda,
comandada por el brigadier Juan Gregorio Las Heras, marchó por el paso de Uspallata
conduciendo todo el parque y la artillería, cuyo transporte era imposible por el más escabroso
paso de Los Patos. La gran dificultad del cruce de la cordillera de los Andes generó que sólo
4300 del total de mulas y 510 del total de caballos lograran cruzar al otro lado de las montañas.

El hecho más memorable del Ejército de los Andes corresponde al Cruce de los Andes -
iniciado el 6 de enero de 1817 desde Mendoza- que culminó con la victoria de Chacabuco, el 12
de febrero de 1817.

El ejército se dividió principalmente en dos gruesas columnas, la primera comandada por el


propio San Martín, atravesó la cordillera de los Andes por el paso de Los Patos y la segunda,
comandada por el brigadier Juan Gregorio Las Heras, marchó por el paso de Uspallata
conduciendo todo el parque y la artillería, cuyo transporte era imposible por el más escabroso
paso de Los Patos. La gran dificultad del cruce de la cordillera de los Andes generó que sólo
4300 del total de mulas y 510 del total de caballos lograron cruzar al otro lado de las montañas.

La instrucción militar con la que fue educado San Martin desde niño le permitió estrategias
acertadas para derrotar a los realistas. El reclutamiento de esclavos y delincuentes colaboraron en
incrementar el número de hombres en el regimiento. Otra estrategia fue la de no tomar
prisioneros de los ejércitos derrotados.
CAPÍTULO III: CAMPAÑA LIBERTADORA

El general José de San Martin concreto 3 campañas libertadoras, una para cada uno de los
países, ya que su intención de liberar a Chile y Perú no podía concretarse sin antes haber liberado
a la Argentina. San Martin pensaba liberar a nuestro país para utilizar un “juego de pinzas” las
cuales tras liberar a la Argentina cruzaría la cordillera para liberar a nuestros vecinos chilenos y
de ahí dirigirse hasta Lima-Perú.

En la argentina el general José de San Martín al poco tiempo de su llegada fue nombrado
Gobernador de Cuyo y utilizo todos sus contactos para poder lograr formar un ejército; el cual
tras la situación económica en la Argentina el general José de San Martin tuvo que ayudar a que
el ejército tuviera vestimenta y comida.

Tras lograr superar obstáculos en la Argentina y al asumir cada vez más títulos y poderes el
general José de San Martin logro formar el ejercito que partiría hacia la salvación de nuestros
vecinos chilenos.

El día 5 de enero de 1817, el ejército se dirige formado de gran parada hasta


Mendoza donde, en presencia de las autoridades y del pueblo, juran la bandera celeste y
blanca del ejército y como patrona, a la virgen del Carmen. San Martín ocultaba el punto
por donde cruzarían la cordillera y hacía llegar a Marcó del Pont rumores de distintos
posibles pasos, insinuaba que cruzaría por el sur y luego hacía correr rumores de que
atacaría por el norte con el objetivo de dividir sus fuerzas y lograr una sorpresa.

Así comenzó su campaña libertado de Chile, con la batalla de Chaca buco:

Tuvo lugar el 12 de febrero de 1817, en la hacienda de Chacabuco (Colina), a 55 km al norte


de la ciudad de Santiago, se enfrentaron los dos grupos uno era el “Ejercito de los Andes”
comandado por el general José y el ejército de “Los Realistas”.

El 14 de febrero, San Martín entró triunfal a Santiago de Chile. El cabildo se reunió el


día 18 aclamando al Libertador como gobernador de Chile. Renunció a ese honor y fue
entonces electo O´Higgins Director Supremo del Estado de Chile. El ejercito de los
realistas Maroto, huyo con una parte del ejército que pudo salvar.

El 19 de marzo de 1818 se produjo la batalla de “Cancha Rayada “Esta fue una batalla
que entra en el marco de la independencia de Chile; en la cual fueron derrotadas las
fuerzas patriotas mandadas por José de San Martín en el encuentro sostenido con las
fuerzas realistas en la ciudad de Talca, nuestro ejército perdió municiones y todos los
preparativos que habían conseguido hasta el momento.

El ejército patriota estaba desplegado en una altura llamada Loma Blanca, a diez
kilómetros de Santiago. El 5 de abril las avanzadas comunicaron que los realistas
marchaban en masa hacia el camino que une Santiago con Valparaíso.

Al mediodía los ejércitos se hallaban frente a frente. Los patriotas avanzaron hacia las
posiciones realistas y entraron en encarnizado combate. Los realistas resistieron a pie
firme durante varias horas pero luego comenzaron a replegarse, terminado derrotados.

Con Chile independizada, San Martin continúo su campaña libertadora y comienza la


campaña libertadora de Perú.

En la campaña libertadora de Perú; San Martín formó una “expedición libertadora”


esta consistió en unir a los dos ejércitos, el ejército de Chile y el ejército de los andes
proveniente de la propia Argentina.

En 1820 esta expedición desembarco en el Perú; San Martín proclamó en Lima la


independencia del Estado peruano (1821) y bajo su Protectorado se formó el
primer Congreso Constituyente del país. Retirado San Martín del país, el estado de Perú
sostuvo una guerra contra los realistas de resultado incierto hasta 1824, año en que
tuvieron lugar las campañas de Junín y Ayacucho bajo el mando de Simón Bolívar. La
victoria de Ayacucho concluyó con la capitulación del ejército realista y puso fin al
virreinato del Perú.
CAPÍTULO IV: ÚLTIMOS AÑOS DE SAN MARTÍN

Tras la entrevista de Guayaquil con Simón Bolívar San Martín regresó a Lima y renunció a su
cargo de Protector del Perú y partió rumbo a Chile donde permaneció hasta enero de 1823. Cruzó
por última vez los Andes y estuvo unos días en Mendoza desde donde pidió autorización para
entrar en Buenos Aires y poder ver a su esposa que estaba gravemente enferma. Rivadavia,
ministro de gobierno del gobernador Martín Rodríguez, le negó el permiso argumentando que no
estaban dadas las condiciones de seguridad para que San Martín entrara a la ciudad. Pero la
realidad es que, Rivadavia, que siempre le había negado cualquier tipo de ayuda a San Martín,
temía que cuando llegara el general entrase en contacto con los federales del Litoral.

El General seguía interesado e inquieto por la situación de su patria. En febrero de 1829,


decidió regresar como consecuencia de la guerra con Brasil. Pero cuando llegó al puerto de
Buenos Aires, se enteró del derrocamiento del gobernador Dorrego y de su trágico fusilamiento a
manos de los unitarios de Lavalle. Decidió entonces no desembarcar. Muchos oficiales, tanto
unitarios como federales, le enviaron cartas a su barco y lo visitaron con la intención de que se
hiciera cargo del poder, entre ellos El gobernador de Santa Fe, Estanislao López, le envió una
carta advirtiéndole que el gobierno de Buenos Aires esperaba la llegada del general para
someterlo a un juicio por haber desobedecido las órdenes de reprimir a los federales. San Martín
se negó porque creía que, tomara el partido que tomara, tendría que derramar sangre argentina y
no estaba dispuesto a eso. Ante el agravamiento de la salud de Remedios, San Martín decidió
olvidar las advertencias y peticiones e igual viajar a Buenos Aires. Lamentablemente llegó tarde,
su esposa ya había fallecido sin que él pudiera compartir al menos sus últimos momentos.

Difamado y amenazado por el gobierno unitario, el Gral. San Martín decidió abandonar el país
triste y decepcionado. Partió en compañía de su pequeña hija, Mercedes, rumbo a Europa. Tras
pasar brevemente por Londres, el y su hija se instalaron en Bruselas. En 1824 pasaron a París
para que Mercedes pudiera completar sus estudios.

En 1838, durante el gobierno de Rosas, los franceses bloquearon el puerto de Buenos Aires.
Inmediatamente José de San Martín le escribió a Juan Manuel de Rosas ofreciéndole sus
servicios militares. Rosas agradecieron el gesto y le contestó que podían ser tan útiles como sus
servicios militares, las gestiones diplomáticas que pudiera realizar ante los gobiernos de Francia e
Inglaterra. Al enterarse del bravo combate de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845,
cuando los criollos enfrentaron corajudamente a la escuadra anglo-francesa, San Martín volvió a
escribir a Rosas y a expresarle sus respetos y felicitaciones. Quizás por este hecho el general
dispuso en su testamento que el sable que lo acompañó en todas sus campañas fuera entregado a
don Juan Manuel de Rosas, por la satisfacción que tuvo "como argentino, por la firmeza con que
aquel general sostuvo el honor de la república contra las injustas pretensiones de los extranjeros
que trataban de humillarla".

En sus últimas instancias San Martín atravesaba en Europa una difícil situación económica.
Del gobierno argentino ya no podía esperar nada y ni el del Perú ni el de Chile le pagaban
regularmente los sueldos que le correspondían como general retirado. Vivía de la escasa renta que
le producía el alquiler de una casa en Buenos Aires y de la ayuda de algunos amigos como el
banquero Alejandro Aguado, que lo ayudó para poder comprar su casa de Grand Bourg. San
Martín para ese entonces estaba muy enfermo. Deseaba morir en Buenos Aires pero su salud le
impidió regresar a su patria. Sufría asma, reuma y úlceras y estaba casi ciego. Su estado de salud
se fue agravando. Ante su impotencia dictó su testamento y en una de las cláusulas había
insertado lo siguiente:

Paris, 23 de enero de 1844

En el nombre de Dios todo Poderoso a quien conozco como Hacedor del Universo: Digo yo
José de San Martín, Generalísimo de la República del Perú, y Fundador de su libertad, Capitán
General de la de Chile, y Brigadier General de la confederación Argentina, que visto el mal
estado de mi salud, declaro por el presente Testamento lo siguiente:

Primero dejo a mi absoluta Heredera de mis bienes, habidos y por haber a mi única Hija
Mercedes de San Martín actualmente casada con Mariano Balcarce.

2º- Es mi expresa voluntad el que mi Hija suministre a mi Hermana María Elena, una
Pensión de Mil - frans. Anuales, y a su fallecimiento, se continúe pagando a su hija Petronila,
una de 250 hasta su muerte, sin que. pa. Asegurar este don que hago a mi hermana y Sobrina,
sea necesarias otra Hipoteca que la confianza que me asiste de que mi hija y sus herederos
cumplirán religiosamente ésta mi voluntad.

3º - El Sable que me ha acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del


Sud, le será entregado al General de la República Argentina don Juan Manuel de Rosas, como
una prueba de satisfacción, que como Argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido
el honor de la República contra las injustas pretensiones de los Extranjeros que tratan de
humillarla.

4º - Prohíbo el que se me haga ningún género de Funeral, y desde el lugar en que falleciere se
me conducirá directamente, al Cementerio sin ningún acompañante, pero si desearía, el que mi
Corazón fuese depositado en el de Buenos Aires.

5º -Declaro no deber ni haber jamás debido nada, a nadie.

6º -Aunque es verdad que todos mis anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi Hija
amada, debo confesar, que la honrada conducta de esta, y el constante cariño y esmero que
siempre me ha manifestado, han recompensado con Usura, todos mis esmeros haciendo mi vejez
feliz. Yo la ruego continúe con el mismo cuidado y contracción la educación de sus Hijas (a las
que abrazo con todo mi Corazón) si es que a su vez quiere tener la misma feliz suerte que yo he
tenido; igual encargo a su Esposo, cuya honradez, y hombría de bien no ha desmentido la
opinión que había formado de él, lo qe. me garantiza continuará haciendo la felicidad de mi Hija
y Nietas.

7º - Todo otro Testamento o Disposición anterior al Presente queda Nulo y sin ningún valor.
Hecho en París a Veinte y tres de Enero del año de mil ochocientos cuarenta y cuatro, y escrito
todo el de mi puño y letra.

José de San Martín


Artículo Adicional: Es mi voluntad el que el Estandarte que el Bravo Español Don Francisco
Pizarro tremoló en la Conquista de Perú sea devuelto a esta República (a pesar de ser propiedad
mía) siempre que sus Gobiernos hayan realizado las Recompensas y honores con que me honró
su primer Congreso.

Testamento del libertador Gral. Don José de San Martin (transcripción textual – "El San
Martin", Instituto nacional San Martiniano)

El libertador fallece el 17 de agosto de 1850 en la ciudad de Boulogne Sur Mer.

Sus restos fueron repatriados en 1880 y, actualmente, descansan en un mausoleo


construido dentro de la Catedral porteña En casi todas las localidades argentinas hay una
plaza, una calle, una escuela o un club con el nombre de San Martín. Y, en muchas, hay
monumentos en su nombre (incluso, en 1951 fue inaugurada una estatua de él en el
Central Park de Nueva York). Su imagen también está en billetes, monedas y estampillas.

Actividad

1. Después de leer el documento realice con sus palabras un resumen del


texto en el cuaderno
2. Realice un mapa conceptual de la campaña libertadora de José de san
Martin, puede apoyarse e investigar en internet

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