Alarico

Descargar como txt, pdf o txt
Descargar como txt, pdf o txt
Está en la página 1de 9

Alarico I

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Alarico I
Rey de los visigodos, magister militum en Oriente y Occidente
02-ALARICO.JPG
Reinado
395–410
Predecesor Atanarico
Sucesor Ataúlfo
Información personal
Coronación 395
Nacimiento 370 (o 375)
Isla de Peuce, Dobruja, Tracia, actual Rumanía
Fallecimiento 410 (a los 35 o 40 años)
Cosenza, Calabria
Entierro desconocido, posiblemente el río Busento, Calabria
Religión Sincretismo entre los paganismos romano y gótico, y el cristianismo
arriano
Familia
Dinastía Baltinga
Padre desconocido1
[editar datos en Wikidata]
Alarico I (gót. Alareiks *𐌰𐌻𐌰𐍂𐌴𐌹𐌺𐍃, ‘rey de todos’;2 en lat. Alaricus; Peuce, 370 (o
375)-Cosenza, 410), fue el primer rey de los visigodos entre 395 y 410,
perteneciente a la dinastía baltinga, hijo (o nieto paterno) del caudillo visigodo
Rocestes3 y hermano (o sobrino) de Afarid.4 Es conocido sobre todo por su saqueo de
Roma en 410, que supuso un evento decisivo en la caída del Imperio romano de
Occidente.

Alarico comenzó su carrera bajo el soldado godo Gainas, y más tarde se unió al
ejército romano. Apareció por primera vez como líder de una banda mezclada de godos
y pueblos aliados, que invadieron Tracia en 391 pero que fueron detenidos por el
general romano medio vándalo Estilicón. En 394, lideró a una fuerza goda de 20 000
hombres que ayudaron al emperador romano Teodosio a derrotar al usurpador franco
Arbogastes en la batalla del Frígido. A pesar de sacrificar a unos 10 000 hombres,
Alarico recibió escaso reconocimiento por parte del emperador. Decepcionado, dejó
el ejército, fue elegido rey de los visigodos en 395 y marchó hacia Constantinopla
hasta que fue alejado por fuerzas romanas. Luego se trasladó hacia el sur a Grecia,
donde saqueó el Pireo (el puerto de Atenas) y destruyó Corinto, Megara, Argos y
Esparta. A pesar de todo, el emperador de Oriente Arcadio nombró a Alarico magister
militum, el más alto rango militar, en Iliria.

En 401 Alarico invadió Italia, pero fue derrotado por Estilicón en Pollentia
(moderna Pollenza) el 6 de abril del 402. Una segunda invasión ese mismo año
también acabó en derrota en la batalla de Verona, aunque forzó al Senado romano a
pagarle un gran subsidio a los visigodos. Durante la invasión italiana de Radagaiso
en 406, permaneció inactivo en Iliria. En 408, el emperador de Occidente Honorio
ordenó la ejecución de Estilicón y su familia, en respuesta a los rumores de que el
general había llegado a un trato con Alarico. Honorio entonces incitó a la
población romana a masacrar a decenas de miles de esposas e hijos de los godos
foederati que servían en el ejército romano. Los soldados godos entonces se pasaron
a Alarico, incrementando el tamaño de su fuerza a alrededor de 30.000 hombres, y se
unieron a su marcha sobre Roma para vengar a sus familias asesinadas.5

Moviéndose rápidamente a lo largo de calzadas romanas, Alarico saqueó las ciudades


de Aquileya y Cremona y saqueó las tierras a lo largo de la costa adriática. El
líder visigodo entonces puso sitio a Roma en 408, pero con el tiempo el Senado le
dio un sustancioso rescate. Además, forzó al Senado a liberar a todos los 40.000
esclavos godos en Roma. Honorio, sin embargo, rechazó nombrar a Alarico como el
comandante del ejército romano de Occidente, y en 409 los visigodos de nuevo
rodearon Roma. Alarico alzó el bloqueo después de proclamar emperador de Occidente
a Atalo. Atalo lo nombró magister utriusque militiae («maestro de ambos
servicios»), pero rechazó permitirle enviar a un ejército a África. Las
negociaciones con Honorio se rompieron, después de lo cual Alarico depuso a Atalo
en el verano de 410 y asedió Roma por tercera vez. Los aliados dentro de la capital
le abrieron las puertas el 24 de agosto, y durante tres días sus tropas saquearon
la ciudad. Aunque los visigodos se dedicaron al pillaje por Roma, trataron a sus
habitantes humanamente y solo quemaron unos pocos edificios. Habiendo abandonado un
plan para ocupar Sicilia y el Norte de África después de la destrucción de su flota
en una tormenta, Alarico murió mientras los visigodos avanzaban hacia el norte.

Índice
1 Primeros años
2 Al servicio de los romanos
3 En Grecia
4 Primera invasión de Italia
5 Segunda invasión de Italia
5.1 Segundo asedio de Roma
5.2 Tercer asedio de Roma
5.3 Muerte y funeral
6 Véase también
7 Notas
8 Fuentes
9 Referencias
10 Enlaces externos
Primeros años

Retrato imaginario de Alarico en C. Strahlheim, Das Welttheater, 4. Band, Fráncfort


del Meno, 1836
Nacido en la isla de Peuce en la boca del delta del Danubio en lo que hoy es
Rumanía, la fecha de su nacimiento se discute, dando los estudiosos como fechas
probables el 365/370 y el 375.6 Pertenecía a la noble dinastía baltinga de los
godos tervingos. Los godos sufrieron reveses contra los hunos, así que hicieron una
emigración masiva cruzando el Danubio, y guerrearon contra Roma. Alarico fue
probablemente un niño durante este período.

Al servicio de los romanos


Su infancia transcurrió en el interior del Imperio romano, pues su pueblo había
conseguido un pacto con el emperador Teodosio I y estaban asentados como foederati,
obteniendo por ello la ciudadanía romana gracias al Edicto de Caracalla, en Mesia
desde el año 382, tras los acontecimientos que llevaron a la insurrección de los
godos y la derrota y muerte del emperador de Oriente, Valente, en la batalla de
Adrianópolis en 378. Durante el siglo IV, los emperadores romanos habitualmente
empleaban foederati: tropas irregulares bajo mando romano, pero organizados por
estructuras tribales. Para evitar que las poblaciones provinciales sufrieran
impuestos excesivos y ahorrar dinero, los emperadores empezaron a emplear unidades
reclutadas de tribus germánicas. El más amplio de estos contingentes fue el de los
godos, a quienes en 382 (376 en algunas fuentes), se les había permitido asentarse
dentro de las fronteras imperiales, manteniendo amplio grado de autonomía.

Acaudilló un ejército visigodo aliado de los romanos (387–395). En 394 Alarico


sirvió como un líder de los foederati bajo Teodosio I en la campaña que aplastó al
usurpador Arbogastes. Como la batalla del Frígido, que remató esta campaña, se
luchó en los pasos de los Alpes Julianos, Alarico probablemente supo la debilidad
de las defensas naturales de Italia en su frontera nordeste en la cabeza del mar
Adriático.7
Teodosio murió en 395, dejando al imperio dividido entre sus dos hijos Arcadio y
Honorio, el primero asumiendo la porción oriental del imperio y el segundo, la
porción occidental.7 Arcadio mostró escaso interés en gobernar, dejando la mayor
parte del poder verdadero en su prefecto pretoriano Rufino. Honorio era aún menor;
como guardián, Teodosio había nombrado al magister militum Estilicón. Estilicón
también reclamó ser guardián de Arcadio, causando gran rivalidad entre las cortes
occidental y oriental.

Según Edward Gibbon en la Historia de la decadencia y caída del Imperio romano,


durante los cambios en los cargos que tuvieron lugar a comienzo de los nuevos
reinados, Alarico aparentemente esperaba ser promovido de mero comandante al rango
de general in en uno de los ejércitos regulares. Sin embargo, se le negó esta
promoción. Entre los visigodos asentados en la Baja Mesia (ahora parte de Bulgaria
y Rumanía), la situación era propicia a la rebelión. Habían sufrido
desproporcionadamente grandes pérdidas en Frígido. Según un rumor, exponer a los
visigodos en batalla era una manera muy conveniente de debilitar a las tribus
godas.

Esto, combinado con sus recompensas post-batallas, les impulsó a alzar a Alarico
«sobre el escudo» y proclamarse rey; según Jordanes, un burócrata romano del siglo
VO de origen godo que más tarde se dedicó a la historia, tanto en nuevo rey como su
pueblo decidieron «más buscar nuevos reinos por sí mismos, que dormitar en pacífico
sometimiento al gobierno de otros».7 Parece ser que los herederos de Teodosio I no
se enteraron. Según las crónicas de San Isidoro, «Los godos, rehusando el
patrocinio de foedus romano, constituyen en asamblea a Alarico en rey suyo,
juzgando que era indigno ser súbdito del poder de Roma, de cuyas leyes y compañía
se habrían separado vencedores en la batalla». El rey Alarico fue crucial en el
proceso de descomposición del Imperio romano de Occidente.89

Representación imaginaria de los años veinte de Alarico desfilando por Atenas


después de conquistar la ciudad en 395
En Grecia
Artículo principal: Guerra gótica (395-398)

Alarico en Atenas por Ludwig Thiersch, 1894


Alarico golpeó primero al imperio oriental. Marchó por las cercanías de
Constantinopla pero, encontrándose incapaz de ponerle sitio, retrocedió sobre sus
pasos hacia el Oeste y luego marchó hacia el sur a través de Tesalia y el paso no
guardado de las Termópilas hacia Grecia.7 Los ejércitos del imperio de Oriente
estaban ocupados con las incursiones hunas en Asia menor y Siria. En lugar de ello,
Rufino intentó negociar con Alarico en persona, pero solamente logró suscitar
sospechas en Constantinopla que Rufino estaba en complot con los godos. Estilicón
entonces marchó hacia el Este contra Alarico. Atacado por Estilicón, Alarico se vio
forzado a replegarse. Según Claudiano, Estilicón estaba en una posición para
destrozar a los godos cuando Arcadio le ordenó, por influencia de Rufino, dejar
Iliria. Estilicón tenía problemas con Arcadio y con la creciente influencia de su
favorito Rufino. Poco después, los propios soldados de Rufino mataron a Rufino a
hachazos. El poder en Constantinopla pasó entonces al chambelán eunuco Eutropio.

La muerte de Rufino y la marcha de Estilicón permitió a Alarico libertad de


movimientos; saqueó el Ática pero libró a Atenas, que capituló rápidamente ante el
conquistador. En 396, acabó con los últimos restos de los misterios eleusinos en
Attica, acabando con una tradición de ceremonias religiosas esotéricas que habían
durado desde la Edad de Bronce. Luego penetró en el Peloponeso y capturó sus
ciudades más famosas—Corinto, Argos, y Esparta—vendiendo a muchos de sus habitantes
como esclavos.7
Aquí, sin embargo, su victoriosa carrera sufrieron un serio revés. En 397 Estilicón
cruzó el mar hacia Grecia y triunfó atrapando a los godos en las montañas de Foloi,
en las fronteras de Elis y Arcadia en la península. Desde allí Alarico escapó con
dificultad, y no sin alguna sospecha de connivencia con Estilicón, quien
supuestamente de nuevo había recibido órdenes de marcharse.

Alarico entonces cruzó el golfo de Corinto y siguió con el saqueo de Grecia hacia
el norte a Epiro.10 Aquí continuó su conducta violenta hasta que el gobierno
oriental lo nombró magister militum per Illyricum, dándole el mando romano que
deseaba, así como la autoridad para reabastecer a sus hombres con los arsenales
imperiales. El joven emperador Arcadio encontraría una solución pactando con los
visigodos, y consiguió asentar a Alarico y sus gentes en Iliria, zona que
pertenecía por entonces al imperio oriental, pero que se disputaba con la parte
occidental por su proximidad a Italia. Con ello, consiguió trasladar el problema
visigodo de la zona oriental del imperio a la occidental, al alejar al peligroso
Alarico de Constantinopla, lo que enervó a Estilicón, quien acabó por desentenderse
de cualquier problema oriental o de Arcadio.

Primera invasión de Italia


Artículo principal: Guerra gótica (401-403)
En el año 400, envalentonado y descontento con sus nuevas tierras, quizás ansioso
de poder, Alarico marchó sobre Italia. Fue probablemente en 401 cuando Alarico
invadió por vez primera a Italia, originalmente con la intención de pedir un cargo
más cercano a Roma. Alarico tenía una fascinación por la «edad de oro» de Roma e
insistió a sus correligionarios llamándolo Alaricus.1112 Según el poeta romano
Claudiano dijo que oyó una voz procedente de una arboleda sagrada, «Rompe todos los
retrasos, Alarico. Este mismo año forzarás la barrera alpina de Italia; penetrarás
en la ciudad». Pero esa supuesta profecía no se cumplió entonces. Difundió la
desolación por Italia septentrional y aterrorizando a los ciudadanos de Roma. Fue
detenido por Estilicón, quien lo derrotó el 6 de abril del 402 (coincidiendo con la
Pascua) en la definitiva batalla de Pollentia, hoy en el Piamonte. Fue una victoria
costosa para Roma, pero detuvo con efectividad el progreso de los godos.13 Lo
forzaron a retirarse de Italia.

Los enemigos de Estilicón más tarde le reprocharon haber obtenido su victoria


aprovechándose de forma impía de la gran festividad cristiana. Alarico, también,
era exteriormente un cristiano, aunque un arriano más que un ortodoxo, aunque
continuó practicando los rituales paganos de sus antepasados así como observando
las prácticas rituales cristianas. Había confiado en la santidad de la Pascua para
quedar inmune al ataque.13

La esposa de Alarico supuestamente fue tomada prisionera después de esta batalla;


no es irracional suponer que él y sus tropas se vieron obstaculizada por la
presencia de grandes cantidades de mujeres y niños, que dio a su invasión de Italia
el carácter de una migración humana.13

Después de otra derrota ante Verona, Alarico dejó Italia, probablemente en 403. No
había «penetrado en la ciudad» pero su invasión de Italia produjo importantes
resultados. Hizo que la residencia imperial pasara de Milán a Rávena, e hizo
necesario que la Legio XX Valeria Victrix se retirara de Britania.13

Segunda invasión de Italia


Artículo principal: Guerra gótica (408-416)
Es probable que Alarico y Estilicón tratasen una tregua o alianza para hacer frente
a los problemas que estaban destruyendo la parte occidental del Imperio: vándalos y
godos en el norte de Italia, insurrección de las tropas de Britania y
pronunciamientos de militares que se proclamaban césares, y, además, suevos,
vándalos y alanos cruzando el Rin en 406. Alarico se había hecho amigo y aliado de
su otrora oponente, Estilicón. Para el año 407, el distanciamiento entre las cortes
oriental y occidental se había hecho tan amargo que amenazaba con la guerra civil.
Estilicón propuso usar a las tropas de Alarico para reforzar la pretensión de
Honorio a la prefectura de Iliria. La muerte de Arcadio en mayo de 408 hizo que
prevaleciera una postura más suave en la corte occidental, pero Alarico, que ya
había entrado en Epiro, exigió de una manera algo amenazadora que si de repente se
le exigía desistir de la guerra, entonces debían pagarlo bien por lo que en
lenguaje moderno se llamaría «costes de la movilización». La suma que señaló era
bastante alta, 4.000 libras de oro. Bajo una fuerte presión ejercida por Estilicón,
el Senado romano consintió en pagarlo.13

Pero tres meses más tarde, Estilicón y los ministros principales de su partido
fueron traicioneramente asesinados por orden de Honorio. En la inseguridad que
siguió por toda Italia, las esposas y los hijos de los foederati fueron
asesinados.5 En consecuencia, los godos se pasaron a Alarico y acudieron a su
campamento, con lo que se incrementó el tamaño de su fuerza a alrededor de 30.000
hombres, y se unieron en su marcha sobre Roma para vengar a sus familias
asesinadas. Entonces los guió, cruzando los Alpes Julianos y, en septiembre de 408,
se encontraba frente a las murallas de Roma, sin ningún general capaz como
Estilicón que la defendiese, y empezó un bloqueo estricto.13

Esta vez no se derramó sangre; Alarico confió en el hambre como su arma más
poderosa. Cuando los embajadores del Senado, solicitando la paz, intentaron
intimidarlo con lo que podrían llegar a hacer los ciudadanos desesperados, se rio y
dio su célebre respuesta: «¡Cuando más espeso el heno, más fácil se corta!» Después
de mucho negociar, los ciudadanos golpeados por el hambre estuvieron de acuerdo con
pagar un rescate de 5.000 libras de oro, 30.000 libras de plata, 4.000 túnicas de
seda, 3.000 cueros teñidos de escarlata y 3.000 libras de pimienta.14 Así terminó
el primer asedio de Alarico a Roma.13 El valor combinado del oro y la plata en
acuñación pura habría tenido un valor de 7000 libras en oro o 1.028 millones de
sólidos —suficiente para atender las necesidades básicas de 200.000 adultos y niños
durante un año, o equipar a 30.000 romanos de infantería y caballería.

Segundo asedio de Roma

El saqueo de Roma por los visigodos el 24 de agosto del 410 por J-N Sylvestre
(1890)
Los visigodos de Alarico, aprovechando la débil situación del Imperio de Occidente,
fuerzan al emperador Honorio a refugiarse en la inexpugnable ciudad de Rávena y
marchan de nuevo sobre Italia. Intentaron llegar a un acuerdo con Honorio. A lo
largo de su carrera, el principal objetivo de Alarico no era socavar al imperio,
sino asegurar para sí una posición regular y reconocida dentro de las fronteras del
Imperio. Sus exigencias eran ciertamente grandes: la concesión de un trozo de
territorio de 200 millas de largo por 150 de ancho entre el Danubio y el golfo de
Venecia (para tenerlos en ciertos términos de dependencia nominal del Imperio) y el
título de comandante en jefe del Ejército Imperial. Por muy exorbitantes que fueran
sus términos, habría recibido mejor consejo si le hubieran dicho que se lo
concediera. Honorio, sin embargo, rechazó ver más allá de su propia seguridad,
garantizada por los diques y las marismas de Rávena. Todos los intentos de llegar a
una negociación satisfactoria con el emperador fracasaron y entonces Alarico,
después de un segundo sitio y bloqueo de Roma en 409, llegó a un acuerdo con el
Senado. Con su consentimiento, estableció a un emperador rival, el prefecto de la
ciudad, un griego llamado Prisco Atalo.13

Tercer asedio de Roma


Artículo principal: Saqueo de Roma (410)
Alarico destituyó a su poco efectivo emperador títere después de once meses y
reabrió las negociaciones con Honorio. Estas negociaciones podrían haber tenido
éxito de no haber sido por la influencia de otro godo, Saro, un amelungo, y por lo
tanto enemigo secular de Alarico y los suyos. Alarico, de nuevo superado por las
maquinaciones del enemigo, marchó hacia el sur y comenzó su tercer asedio de Roma.
Aparentemente, la defensa era imposible; hubo sospechas, no del todo acreditadas,
de traición; la sorpresa es la explicación más plausible. Sea como fuere, pues
nuestra información en este punto de la historia es escasa, el 24 de agosto del 410
Alarico y sus visigodos irrumpieron por la Porta Salaria en el nordeste de la
ciudad. Roma, durante tanto tiempo victoriosa contra sus enemigos, estaba ahora a
merced de sus conquistadores extranjeros.13

Los eclesiásticos contemporáneos documentaron con maravilla muchos casos de la


clemencia de los visigodos: iglesias cristianas salvadas de los estragos;
protección otorgada a amplias multitudes tanto de paganas como de cristianos que se
refugiaban allí; vajillas de oro y plata que se encontraron en una morada privada,
que se libó porque «pertenecía a San Pedro»; al menos un caso en el que una bella
matrona romana apeló, no en vano, a los mejores sentimientos del soldado godo que
intentó deshonrarla. Pero incluso estos casos excepcionales muestran que Roma no se
libró del todo de los horrores que usualmente acompañan la entrada a una ciudad
asediada. Pese a todo, las fuentes escritas no mencionan daños por el fuego, salvo
los jardines de Salustio, que estaban situados cerca de la puerta por la que los
godos hicieron su entrada; ni hay razón alguna para imputarles amplia destrucción
de los edificios de la ciudad a Alarico y sus seguidores.13 Ardió la Basílica
Emilia, en el Foro romano, lo que quizás pueda atribuirse a Alarico: la evidencia
arqueológica de monedas que datan de 410 y que se encontraron fundidas en el suelo.
La tumba de los emperadores paganos del Mausoleo de Augusto y Castel Sant'Angelo
fueron registrados y las cenizas dispersadas.[cita requerida]

Alarico reclamó al emperador Honorio ser nombrado magister militum o general de los
ejércitos del Imperio, ya que como romano de pleno derecho podía reclamar dicho
honor, pero esa pretensión jamás se vería cumplida. Sin embargo, de Roma se llevó
como botín a la hermanastra del emperador, a la princesa Gala Placidia.

Desde que tomé Roma en mis manos, nadie ha vuelto a menospreciar el poder de los
godos. Lo que impulsó el afán de conquistas y el deseo de aventuras dio grandeza a
un pueblo necesitado de patria.
Alarico I, rey de los visigodos

El entierro de Alarico en el lecho del río Busento. Grabado de 1895, obra de


Heinrich Leutemann.
Aquel primer saqueo de la Roma clásica conmocionó al mundo civilizado de aquel
tiempo, como se desprende, por ejemplo, de la obra de San Agustín, obispo de la
ciudad de Hipona.

Muerte y funeral
Alarico, habiendo penetrado en la ciudad, marchó luego hacia el sur, a Calabria.
Alarico empezó a soñar con el norte de África que, gracias a su grano, se había
convertido en la clave para retener Italia. Partió hacia la Reggiana con la
intención de embarcar hacia el «granero de Roma». Pero una tormenta destruyó sus
barcos y muchos de sus soldados se ahogaron. Lo cierto es que los visigodos eran un
pueblo aguerrido y endurecido, pero no destacaban precisamente por sus
conocimientos náuticos, así que el paso a África no dependía de ellos. Además, la
Fortuna no le sonrió y Alarico encontró la muerte prematuramente en Cosenza a una
edad de 35 (o 40) años, posiblemente debido a una fiebre,15 y su cuerpo fue, según
la leyenda, enterrado en el lecho del río Busento de acuerdo con las prácticas
paganas de su pueblo visigodo. Los eruditos se preguntan a menudo sobre la causa de
la muerte del rey Alarico. Recientemente, Francesco Galassi y sus colegas leyeron
detenidamente todas las fuentes históricas, médicas y epidemiológicas que pudieron
encontrar sobre la muerte del rey, y concluyeron que la causa subyacente debió ser
malaria.16

Desviaron el curso del río Busento a su paso por Cosenza y enterraron a Alarico y
su tesoro en el lecho del río, devolviendo luego el río a su curso normal y matando
a los esclavos que realizaron la obra.17 18 Una historia similar se cuenta sobre el
tesoro de Decébalo, enterrado bajo un río en el año 106. Estos enterramientos
repiten modelos escitas del Danubio inferior y el mar Negro.19

A Alarico le sucedió en el mando del ejército godo su cuñado Ataúlfo,20 quien se


casó con la hermana de Honorio, Gala Placidia, tres años después. Alarico fue
suegro del futuro rey visigodo Teodorico I y padre de una hija que casó con Brond,
rey de los anglosajones. Estos últimos fueron padres de Friwin de Morinie,
bisabuelo de Cerdic de Wessex, fundador de la Casa Real de Wessex en Inglaterra.
[cita requerida]

Aunque se habla de él como el primero de los reyes visigodos, fue más bien un
caudillo militar y nunca llegó a pisar la península ibérica. La línea de reyes
godos empieza propiamente con su sucesor, primo y cuñado Ataúlfo que, casado con
Gala Placidia en 414, encontró la muerte en la ciudad de Barcino en 415. El Reino
visigodo de Tolosa, como estado federado de Roma (418–476), estaba asentado en la
provincia Aquitania secunda, por lo que su política e intervenciones militares
quedaban lejos de Hispania. No obstante, las intervenciones de Teodorico I (418–
453) en Hispania fueron numerosas, ya sea como pueblo federado de Roma o por
iniciativa propia. Solo tras la derrota visigoda en la batalla de Vouillé y el
periodo llamado interregnum ostrogodo (507–549), tendrá lugar el nacimiento del
Reino visigodo de Toledo.

Véase también
Alarico II
Notas
Wolfram, Herwig (1997). The Roman Empire and Its Germanic Peoples. University of
California Press. p. 90. ISBN 0-520-08511-6.
Kelsie B. Harder, Names and their varieties: a collection of essays in onomastics,
American Name Society, University Press of America, 1984, pp. 10–11
Settipani, Christian (1993). La Préhistoire des Capétiens, 481–987, Première
Partie. Villeneuve d'Ascq. p. Tableau 1.
Biografías y vidas - Alarico I [1]
Heather, Peter (2006). The Fall of the Roman Empire: A New History. Pan Books. p.
224. ISBN 978-0-330-49136-5.
Arce, Javier (2018). Alarico. La integración frustrada. Marcial Pons.
Hodgkin, 1911, p. 470.
Barbero de Aguilera y Vigil M.: La formación del feudalismo en la Península
Ibérica.
ArteHistoria - Alarico I [2]
Hodgkin, 1911, pp. 470–471.
Bayless, William N. (1976). «The Visigothic Invasion of Italy in 401». The
Classical Journal 72 (1): 65-67. JSTOR 3296883.
Brion, Marcel (1930). Alaric the Goth. R. M. McBride & Co.
Hodgkin, 1911, p. 471.
J. Norwich, Byzantium: The Early Centuries, 134
Erik Durschmied, From Armageddon to the Fall of Rome, pág. 401, cap. 17, 2002,
Londres: Coronet.
DHWTJ, King Alaric: His Famous Sacking of Rome, Secretive Burial, and Lost
Treasure, Ancient-Origins
Juan Antonio Cebrián: La aventura de los godos . pág 23 ISBN 84-226-9803-X
Hodgkin, 1911, pp. 471–472.
Alarico I, Diccionario biográfico español, Luis Agustín García Moreno, Real
Academia de la Historia.
Hodgkin, 1911, p. 472.
Fuentes
Las principales autoridades sobre la carrera de Alarico son: el historiador Orosio
y el poeta Claudiano, ambos contemporáneos, ninguno de ellos imparciales; Zósimo,
un historiador que vivió probablemente alrededor de medio siglo después de la
muerte de Alarico; y Jordanes, un godo que escribió la historia de su nación en
551, basando su obra en la Historia gótica de Casiodoro. La leyenda del
enterramiento de Alarico en el río Buzita procede de Jordanes.

Referencias
«Biografía de Alarico I» (Web). Consultado el 6 de noviembre de 2009.
ArteHistoria - Junta de Castilla y León. «Alarico I» (Web). Archivado desde el
original el 5 de octubre de 2009. Consultado el 6 de noviembre de 2009.
EntradaGratis.com. «Alarico I» (Web). p. 2. Consultado el 6 de noviembre de 2009.
Enciclonet.com. «Alarico I, Rey Visigodo (370-410)» (Web). Consultado el 6 de
noviembre de 2009.
Bradley, Henry (1883). «10». The Goths: from the Earliest Times to the End of the
Gothic Dominion in Spain (2.ª edición). Nueva York: G.P. Putnam's Sons.
Este artículo incorpora texto de una publicación sin restricciones conocidas de
derecho de autor: Wikisource-logo.svg Varios autores (1910-1911). «Alaric». En
Chisholm, Hugh, ed. Encyclopædia Britannica. A Dictionary of Arts, Sciences,
Literature, and General information (en inglés) (11.ª edición). Encyclopædia
Britannica, Inc.; actualmente en dominio público.
Heather, Peter (2006). The Fall of the Roman Empire: A New History of Rome and the
Barbarians. Oxford University Press. p. 151.
Kulikowski, Michael (2006). Rome's Gothic Wars: From the Third Century to Alaric.
Cambridge University Press. ISBN 1139458094. Consultado el 30 de noviembre de 2014.
Marcelino, Amiano (1552). Rerum gestarum libri XXXI.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Alarico I.
Alaric I
Edward Gibbon, History of the Decline and Fall of the Roman Empire, Capítulo 30 y
Capítulo 31.
La leyenda del enterramiento de Alarico
Para una novela actual que explora las fuentes históricas en relación con la tumba
fluvial de Alarico, véase Alaric's Gold por Robert Fortune

Predecesor:
-- Rey de los visigodos
395 – 410 Sucesor:
Ataúlfo
Control de autoridades
Proyectos WikimediaWd Datos: Q102371Commonscat Multimedia: Alaric I
IdentificadoresWorldCatVIAF: 105142321ISNI: 0000 0001 2146 2974BNE: XX1521190BNF:
145189664 (data)CANTIC: a10805515GND: 119403676LCCN: n92059169SUDOC: 085557943ULAN:
500355391Diccionarios y enciclopediasDBE: urlBritannica: urlTreccani: url
Categorías: HombresNacidos en 370Fallecidos en 410ArrianosBaltingosEnemigos y
aliados de la Antigua RomaReyes del siglo IVReyes del siglo VReyes visigodosEuropa
en el siglo IVEuropa en el siglo VGrecia romanaHistoria antigua de ItaliaAños 390
en el Imperio bizantino
Menú de navegación
No has accedido
Discusión
Contribuciones
Crear una cuenta
Acceder
ArtículoDiscusión
LeerEditarVer historial
Buscar
Buscar en Wikipedia
Portada
Portal de la comunidad
Actualidad
Cambios recientes
Páginas nuevas
Página aleatoria
Ayuda
Donaciones
Notificar un error
Herramientas
Lo que enlaza aquí
Cambios en enlazadas
Subir archivo
Páginas especiales
Enlace permanente
Información de la página
Citar esta página
Elemento de Wikidata
Imprimir/exportar
Crear un libro
Descargar como PDF
Versión para imprimir
En otros proyectos
Wikimedia Commons

En otros idiomas
‫العربية‬
Deutsch
English
Suomi
Français
Bahasa Melayu
Português
Русский
中文
61 más
Editar enlaces
Esta página se editó por última vez el 6 abr 2021 a las 01:18.
El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir
Igual 3.0; pueden aplicarse cláusulas adicionales. Al usar este sitio, usted acepta
nuestros términos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una
organización sin ánimo de lucro.
Política de privacidadAcerca de WikipediaLimitación de responsabilidadVersión para
móvilesDesarrolladoresEstadísticasDeclaración de cookiesWikimedia FoundationPowered
by MediaWiki

También podría gustarte