Alarico
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Alarico I
Rey de los visigodos, magister militum en Oriente y Occidente
02-ALARICO.JPG
Reinado
395–410
Predecesor Atanarico
Sucesor Ataúlfo
Información personal
Coronación 395
Nacimiento 370 (o 375)
Isla de Peuce, Dobruja, Tracia, actual Rumanía
Fallecimiento 410 (a los 35 o 40 años)
Cosenza, Calabria
Entierro desconocido, posiblemente el río Busento, Calabria
Religión Sincretismo entre los paganismos romano y gótico, y el cristianismo
arriano
Familia
Dinastía Baltinga
Padre desconocido1
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Alarico I (gót. Alareiks *𐌰𐌻𐌰𐍂𐌴𐌹𐌺𐍃, ‘rey de todos’;2 en lat. Alaricus; Peuce, 370 (o
375)-Cosenza, 410), fue el primer rey de los visigodos entre 395 y 410,
perteneciente a la dinastía baltinga, hijo (o nieto paterno) del caudillo visigodo
Rocestes3 y hermano (o sobrino) de Afarid.4 Es conocido sobre todo por su saqueo de
Roma en 410, que supuso un evento decisivo en la caída del Imperio romano de
Occidente.
Alarico comenzó su carrera bajo el soldado godo Gainas, y más tarde se unió al
ejército romano. Apareció por primera vez como líder de una banda mezclada de godos
y pueblos aliados, que invadieron Tracia en 391 pero que fueron detenidos por el
general romano medio vándalo Estilicón. En 394, lideró a una fuerza goda de 20 000
hombres que ayudaron al emperador romano Teodosio a derrotar al usurpador franco
Arbogastes en la batalla del Frígido. A pesar de sacrificar a unos 10 000 hombres,
Alarico recibió escaso reconocimiento por parte del emperador. Decepcionado, dejó
el ejército, fue elegido rey de los visigodos en 395 y marchó hacia Constantinopla
hasta que fue alejado por fuerzas romanas. Luego se trasladó hacia el sur a Grecia,
donde saqueó el Pireo (el puerto de Atenas) y destruyó Corinto, Megara, Argos y
Esparta. A pesar de todo, el emperador de Oriente Arcadio nombró a Alarico magister
militum, el más alto rango militar, en Iliria.
En 401 Alarico invadió Italia, pero fue derrotado por Estilicón en Pollentia
(moderna Pollenza) el 6 de abril del 402. Una segunda invasión ese mismo año
también acabó en derrota en la batalla de Verona, aunque forzó al Senado romano a
pagarle un gran subsidio a los visigodos. Durante la invasión italiana de Radagaiso
en 406, permaneció inactivo en Iliria. En 408, el emperador de Occidente Honorio
ordenó la ejecución de Estilicón y su familia, en respuesta a los rumores de que el
general había llegado a un trato con Alarico. Honorio entonces incitó a la
población romana a masacrar a decenas de miles de esposas e hijos de los godos
foederati que servían en el ejército romano. Los soldados godos entonces se pasaron
a Alarico, incrementando el tamaño de su fuerza a alrededor de 30.000 hombres, y se
unieron a su marcha sobre Roma para vengar a sus familias asesinadas.5
Índice
1 Primeros años
2 Al servicio de los romanos
3 En Grecia
4 Primera invasión de Italia
5 Segunda invasión de Italia
5.1 Segundo asedio de Roma
5.2 Tercer asedio de Roma
5.3 Muerte y funeral
6 Véase también
7 Notas
8 Fuentes
9 Referencias
10 Enlaces externos
Primeros años
Esto, combinado con sus recompensas post-batallas, les impulsó a alzar a Alarico
«sobre el escudo» y proclamarse rey; según Jordanes, un burócrata romano del siglo
VO de origen godo que más tarde se dedicó a la historia, tanto en nuevo rey como su
pueblo decidieron «más buscar nuevos reinos por sí mismos, que dormitar en pacífico
sometimiento al gobierno de otros».7 Parece ser que los herederos de Teodosio I no
se enteraron. Según las crónicas de San Isidoro, «Los godos, rehusando el
patrocinio de foedus romano, constituyen en asamblea a Alarico en rey suyo,
juzgando que era indigno ser súbdito del poder de Roma, de cuyas leyes y compañía
se habrían separado vencedores en la batalla». El rey Alarico fue crucial en el
proceso de descomposición del Imperio romano de Occidente.89
Alarico entonces cruzó el golfo de Corinto y siguió con el saqueo de Grecia hacia
el norte a Epiro.10 Aquí continuó su conducta violenta hasta que el gobierno
oriental lo nombró magister militum per Illyricum, dándole el mando romano que
deseaba, así como la autoridad para reabastecer a sus hombres con los arsenales
imperiales. El joven emperador Arcadio encontraría una solución pactando con los
visigodos, y consiguió asentar a Alarico y sus gentes en Iliria, zona que
pertenecía por entonces al imperio oriental, pero que se disputaba con la parte
occidental por su proximidad a Italia. Con ello, consiguió trasladar el problema
visigodo de la zona oriental del imperio a la occidental, al alejar al peligroso
Alarico de Constantinopla, lo que enervó a Estilicón, quien acabó por desentenderse
de cualquier problema oriental o de Arcadio.
Después de otra derrota ante Verona, Alarico dejó Italia, probablemente en 403. No
había «penetrado en la ciudad» pero su invasión de Italia produjo importantes
resultados. Hizo que la residencia imperial pasara de Milán a Rávena, e hizo
necesario que la Legio XX Valeria Victrix se retirara de Britania.13
Pero tres meses más tarde, Estilicón y los ministros principales de su partido
fueron traicioneramente asesinados por orden de Honorio. En la inseguridad que
siguió por toda Italia, las esposas y los hijos de los foederati fueron
asesinados.5 En consecuencia, los godos se pasaron a Alarico y acudieron a su
campamento, con lo que se incrementó el tamaño de su fuerza a alrededor de 30.000
hombres, y se unieron en su marcha sobre Roma para vengar a sus familias
asesinadas. Entonces los guió, cruzando los Alpes Julianos y, en septiembre de 408,
se encontraba frente a las murallas de Roma, sin ningún general capaz como
Estilicón que la defendiese, y empezó un bloqueo estricto.13
Esta vez no se derramó sangre; Alarico confió en el hambre como su arma más
poderosa. Cuando los embajadores del Senado, solicitando la paz, intentaron
intimidarlo con lo que podrían llegar a hacer los ciudadanos desesperados, se rio y
dio su célebre respuesta: «¡Cuando más espeso el heno, más fácil se corta!» Después
de mucho negociar, los ciudadanos golpeados por el hambre estuvieron de acuerdo con
pagar un rescate de 5.000 libras de oro, 30.000 libras de plata, 4.000 túnicas de
seda, 3.000 cueros teñidos de escarlata y 3.000 libras de pimienta.14 Así terminó
el primer asedio de Alarico a Roma.13 El valor combinado del oro y la plata en
acuñación pura habría tenido un valor de 7000 libras en oro o 1.028 millones de
sólidos —suficiente para atender las necesidades básicas de 200.000 adultos y niños
durante un año, o equipar a 30.000 romanos de infantería y caballería.
El saqueo de Roma por los visigodos el 24 de agosto del 410 por J-N Sylvestre
(1890)
Los visigodos de Alarico, aprovechando la débil situación del Imperio de Occidente,
fuerzan al emperador Honorio a refugiarse en la inexpugnable ciudad de Rávena y
marchan de nuevo sobre Italia. Intentaron llegar a un acuerdo con Honorio. A lo
largo de su carrera, el principal objetivo de Alarico no era socavar al imperio,
sino asegurar para sí una posición regular y reconocida dentro de las fronteras del
Imperio. Sus exigencias eran ciertamente grandes: la concesión de un trozo de
territorio de 200 millas de largo por 150 de ancho entre el Danubio y el golfo de
Venecia (para tenerlos en ciertos términos de dependencia nominal del Imperio) y el
título de comandante en jefe del Ejército Imperial. Por muy exorbitantes que fueran
sus términos, habría recibido mejor consejo si le hubieran dicho que se lo
concediera. Honorio, sin embargo, rechazó ver más allá de su propia seguridad,
garantizada por los diques y las marismas de Rávena. Todos los intentos de llegar a
una negociación satisfactoria con el emperador fracasaron y entonces Alarico,
después de un segundo sitio y bloqueo de Roma en 409, llegó a un acuerdo con el
Senado. Con su consentimiento, estableció a un emperador rival, el prefecto de la
ciudad, un griego llamado Prisco Atalo.13
Alarico reclamó al emperador Honorio ser nombrado magister militum o general de los
ejércitos del Imperio, ya que como romano de pleno derecho podía reclamar dicho
honor, pero esa pretensión jamás se vería cumplida. Sin embargo, de Roma se llevó
como botín a la hermanastra del emperador, a la princesa Gala Placidia.
Desde que tomé Roma en mis manos, nadie ha vuelto a menospreciar el poder de los
godos. Lo que impulsó el afán de conquistas y el deseo de aventuras dio grandeza a
un pueblo necesitado de patria.
Alarico I, rey de los visigodos
Muerte y funeral
Alarico, habiendo penetrado en la ciudad, marchó luego hacia el sur, a Calabria.
Alarico empezó a soñar con el norte de África que, gracias a su grano, se había
convertido en la clave para retener Italia. Partió hacia la Reggiana con la
intención de embarcar hacia el «granero de Roma». Pero una tormenta destruyó sus
barcos y muchos de sus soldados se ahogaron. Lo cierto es que los visigodos eran un
pueblo aguerrido y endurecido, pero no destacaban precisamente por sus
conocimientos náuticos, así que el paso a África no dependía de ellos. Además, la
Fortuna no le sonrió y Alarico encontró la muerte prematuramente en Cosenza a una
edad de 35 (o 40) años, posiblemente debido a una fiebre,15 y su cuerpo fue, según
la leyenda, enterrado en el lecho del río Busento de acuerdo con las prácticas
paganas de su pueblo visigodo. Los eruditos se preguntan a menudo sobre la causa de
la muerte del rey Alarico. Recientemente, Francesco Galassi y sus colegas leyeron
detenidamente todas las fuentes históricas, médicas y epidemiológicas que pudieron
encontrar sobre la muerte del rey, y concluyeron que la causa subyacente debió ser
malaria.16
Desviaron el curso del río Busento a su paso por Cosenza y enterraron a Alarico y
su tesoro en el lecho del río, devolviendo luego el río a su curso normal y matando
a los esclavos que realizaron la obra.17 18 Una historia similar se cuenta sobre el
tesoro de Decébalo, enterrado bajo un río en el año 106. Estos enterramientos
repiten modelos escitas del Danubio inferior y el mar Negro.19
Aunque se habla de él como el primero de los reyes visigodos, fue más bien un
caudillo militar y nunca llegó a pisar la península ibérica. La línea de reyes
godos empieza propiamente con su sucesor, primo y cuñado Ataúlfo que, casado con
Gala Placidia en 414, encontró la muerte en la ciudad de Barcino en 415. El Reino
visigodo de Tolosa, como estado federado de Roma (418–476), estaba asentado en la
provincia Aquitania secunda, por lo que su política e intervenciones militares
quedaban lejos de Hispania. No obstante, las intervenciones de Teodorico I (418–
453) en Hispania fueron numerosas, ya sea como pueblo federado de Roma o por
iniciativa propia. Solo tras la derrota visigoda en la batalla de Vouillé y el
periodo llamado interregnum ostrogodo (507–549), tendrá lugar el nacimiento del
Reino visigodo de Toledo.
Véase también
Alarico II
Notas
Wolfram, Herwig (1997). The Roman Empire and Its Germanic Peoples. University of
California Press. p. 90. ISBN 0-520-08511-6.
Kelsie B. Harder, Names and their varieties: a collection of essays in onomastics,
American Name Society, University Press of America, 1984, pp. 10–11
Settipani, Christian (1993). La Préhistoire des Capétiens, 481–987, Première
Partie. Villeneuve d'Ascq. p. Tableau 1.
Biografías y vidas - Alarico I [1]
Heather, Peter (2006). The Fall of the Roman Empire: A New History. Pan Books. p.
224. ISBN 978-0-330-49136-5.
Arce, Javier (2018). Alarico. La integración frustrada. Marcial Pons.
Hodgkin, 1911, p. 470.
Barbero de Aguilera y Vigil M.: La formación del feudalismo en la Península
Ibérica.
ArteHistoria - Alarico I [2]
Hodgkin, 1911, pp. 470–471.
Bayless, William N. (1976). «The Visigothic Invasion of Italy in 401». The
Classical Journal 72 (1): 65-67. JSTOR 3296883.
Brion, Marcel (1930). Alaric the Goth. R. M. McBride & Co.
Hodgkin, 1911, p. 471.
J. Norwich, Byzantium: The Early Centuries, 134
Erik Durschmied, From Armageddon to the Fall of Rome, pág. 401, cap. 17, 2002,
Londres: Coronet.
DHWTJ, King Alaric: His Famous Sacking of Rome, Secretive Burial, and Lost
Treasure, Ancient-Origins
Juan Antonio Cebrián: La aventura de los godos . pág 23 ISBN 84-226-9803-X
Hodgkin, 1911, pp. 471–472.
Alarico I, Diccionario biográfico español, Luis Agustín García Moreno, Real
Academia de la Historia.
Hodgkin, 1911, p. 472.
Fuentes
Las principales autoridades sobre la carrera de Alarico son: el historiador Orosio
y el poeta Claudiano, ambos contemporáneos, ninguno de ellos imparciales; Zósimo,
un historiador que vivió probablemente alrededor de medio siglo después de la
muerte de Alarico; y Jordanes, un godo que escribió la historia de su nación en
551, basando su obra en la Historia gótica de Casiodoro. La leyenda del
enterramiento de Alarico en el río Buzita procede de Jordanes.
Referencias
«Biografía de Alarico I» (Web). Consultado el 6 de noviembre de 2009.
ArteHistoria - Junta de Castilla y León. «Alarico I» (Web). Archivado desde el
original el 5 de octubre de 2009. Consultado el 6 de noviembre de 2009.
EntradaGratis.com. «Alarico I» (Web). p. 2. Consultado el 6 de noviembre de 2009.
Enciclonet.com. «Alarico I, Rey Visigodo (370-410)» (Web). Consultado el 6 de
noviembre de 2009.
Bradley, Henry (1883). «10». The Goths: from the Earliest Times to the End of the
Gothic Dominion in Spain (2.ª edición). Nueva York: G.P. Putnam's Sons.
Este artículo incorpora texto de una publicación sin restricciones conocidas de
derecho de autor: Wikisource-logo.svg Varios autores (1910-1911). «Alaric». En
Chisholm, Hugh, ed. Encyclopædia Britannica. A Dictionary of Arts, Sciences,
Literature, and General information (en inglés) (11.ª edición). Encyclopædia
Britannica, Inc.; actualmente en dominio público.
Heather, Peter (2006). The Fall of the Roman Empire: A New History of Rome and the
Barbarians. Oxford University Press. p. 151.
Kulikowski, Michael (2006). Rome's Gothic Wars: From the Third Century to Alaric.
Cambridge University Press. ISBN 1139458094. Consultado el 30 de noviembre de 2014.
Marcelino, Amiano (1552). Rerum gestarum libri XXXI.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Alarico I.
Alaric I
Edward Gibbon, History of the Decline and Fall of the Roman Empire, Capítulo 30 y
Capítulo 31.
La leyenda del enterramiento de Alarico
Para una novela actual que explora las fuentes históricas en relación con la tumba
fluvial de Alarico, véase Alaric's Gold por Robert Fortune
Predecesor:
-- Rey de los visigodos
395 – 410 Sucesor:
Ataúlfo
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