Clavijo Natalia

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Institutos Normales “María Stagnero de Munar y Joaquín R.

Sánchez”

Inclusión Educativa:
El rol docente ante la diversidad de los
estudiantes.

Profesora: Laura Curbelo

Estudiante: Natalia Clavijo

C.I.: 5.017.463-9

Carrera: Maestro de Educación Primaria

Septiembre - 2020
Fundamentación
El presente ensayo, plantea el siguiente problema: el rol docente ante la diversidad de los
estudiantes. Este ensayo se plantea el propósito de analizar qué se puede mejorar en las
prácticas educativas para incluir a todos los estudiantes.

Múltiples factores incidieron en la elección del problema planteado. En primer lugar, la


práctica docente fue decisiva, porque en estos años he podido observar diferentes situaciones
que pretenden ser inclusivas, y en la realidad son adaptaciones o integraciones de estudiantes
que poseen algún tipo de trastorno, como por ejemplo TEA y el síndrome de Asperger.

En segundo lugar, el Seminario de Aprendizaje e Inclusión, motivó mi vinculación en la


temática, específicamente se trabajó con el académico Aldo Ocampo, quien hizo múltiples
investigaciones en referencia a la educación inclusiva. La temática planteada por Ocampo es
un campo relativamente nuevo si lo analiza desde la perspectiva de que todos los estudiantes
son una inclusión, debido a que en cada aula educativa existe una heterogeneidad en los
mismos. Lo señalado por Ocampo y su análisis, me motivó a profundizar en la temática,
porque en la práctica docente no vi reflejado lo que manifiesta Ocampo.
En lo que respecta a los autores tomados como referencia para el abordaje del presente
ensayo son: Rosalía Barcos (2007) en informe sobre “La inclusión educativa en el Uruguay.
Avances y desafíos”; así como también Mel Ainscow (tomado como autor de referencia) y
Susie Miles con sus diferentes aportaciones en lo que refiere a la inclusión educativa y la
diversidad que representan los estudiantes; asimismo se trabajará con Mancebo y
Goyeneche, (2010) en “Las políticas de la inclusión educativa: Entre la exclusión social y la
innovación pedagógica”.

Partiendo de que en las aulas hay una heterogeneidad, según lo planteado por Ainscow
(2001), no podemos caer en un proceso de homogeneización, debido a que este constituye un
mecanismo de selección que afecta a los estudiantes más vulnerables. Por lo cual considerar
la diversidad como parte de lo humano conduce a pensar en una educación en y para la
diversidad.

En este sentido Mancebo y Goyeneche (2010) señalan que hablar de inclusión educativa
implica “la desnaturalización del fracaso escolar, la aceptación de la diversidad de
trayectorias educativas, la insistencia en la necesidad de quebrar la homogeneidad de la
oferta, la preocupación por la personalización del proceso educativo y la resignificación del
rol de maestros y profesores” (p.27).

1
Desde esta perspectiva, es importante plantearse nuevas estrategias, para que seamos
capaces de explotar al máximo el potencial de los estudiantes, logrando que la diversidad en
el aula sea enriquecedora.
Barcos (2007) plantea que la diversidad es lo normal y lo común, por lo tanto “ comprende
la diversidad cultural, lingüística, de géneros, de acceso al conocimiento social, de
necesidades educativas especiales (asociadas a discapacidad o superdotación)” (p. 7). Esto
lleva a avanzar significativamente en una educación de calidad para que se incluya y respete
la diversidad.

Por otro lado, Ainscow (2003), expresa que la inclusión educativa es una forma “de
aprender a convivir con la diferencia y aprender a aprender de la diferencia” (pp. 12-13). Por
lo tanto, la inclusión es un proceso que no tiene fin, es una búsqueda interminable de las
formas más adecuadas de responder a la diversidad.

Barcos, (2007) considera relevante la diversidad al momento de diseñar respuestas desde


las instituciones escolares y desde la formación inicial y continua de los docentes, ya que
asumir la diversidad desde la igualdad de derechos y desde respuestas educativas comunes
será un camino para responder a la diversidad sin excluir.

Para analizar este ensayo, se partirá de los conceptos de educación, educación inclusiva,
según la UNESCO, y también se hablará sobre el concepto de diversidad; otro concepto
importante al cual se hará mención es el rol docente.

Asimismo, se hará mención al marco legal internacional y nacional que respalda la


educación inclusiva en nuestro país. Sobre el marco normativo Internacional sobre inclusión
social y educativa, según Viera y Zeballos (2014), “los antecedentes internacionales se basan
en considerar que la educación es un derecho para todos” (p. 242).

El reconocimiento jurídico de la educación inclusiva, aparece por primera vez en la


Declaración de los Derechos Humanos de 1948 (Organización de las Naciones Unidas
[ONU], 1948). Con esta declaración se consolidó la idea de que la educación debe ser
universal e igualitaria.

A partir de ello, se realizaron diferentes reuniones internacionales, cuyas declaraciones


tuvieron importantes efectos en la legislación uruguaya, dichas declaraciones se desarrollarán
en el marco teórico.

Dentro del marco legal nacional tenemos tres vertientes fundamentales, estas son: La
Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (ratificada en nuestro país
por ley 18.418 de 2008); la Ley de protección integral de las personas con discapacidad (Ley
18.651 de Marzo 2010) y la Ley General de Educación (Ley N° 18.437 de 2008).

Con respecto al tema planteado, en general hay una preocupación por la escuela inclusiva
que se ha convertido en uno de los mayores retos que actualmente deben afrontar los sistemas
educativos, los centros, el docente y la sociedad. Se manifiesta la necesidad de promover un
cambio de mirada; las dificultades de atender la diversidad de necesidades de los estudiantes
en el aula, promoviendo el éxito de cada uno de ellos; la importancia del pensamiento del
docente y de las culturas organizativas, y de colaboración en los centros; y la formación
inicial y permanente de los docentes.

Esta última, la formación permanente del docente en ejercicio, “se sitúa como uno de los
ejes clave para promover cambios que tengan un impacto a medio y largo plazo en la
capacitación de los docentes y de los centros para atender a la diversidad del alumnado”.
(Durán, 2012, p.32).

Mancebo y Goyeneche (2010) refieren al desfasaje que existe entre la implementación de


políticas educativas y la formación de profesionales que sean capaces de reconocer y valorar
la diversidad con el propósito de promover una sociedad educativa inclusiva.

Según Viera y Zeballos (2014), la agenda educativa nacional pretende favorecer el


desarrollo de una educación inclusiva y por ende la formación de profesionales de la
educación es uno de los componentes principales, debido a que en este siglo XXI, no
podemos afirmar que todos los estudiantes aprenden del mismo modo. El desarrollo de los
docentes es en sí mismo una estrategia de cambio y un factor clave para los procesos de
mejora educativa, por lo cual es importante la formación contextualiza y vinculada a las
necesidades de los estudiantes.

La inclusión educativa implica un proceso permanente de mejora escolar y de cambio.


Cambio que tiene como centro al estudiante, depende del docente y de su formación.
Preguntas planteadas:
1- ¿Cómo pueden capacitarse los futuros docentes para trabajar con la diversidad que
representan los estudiantes?

2- ¿Para y por qué incluir a todos los estudiantes?

3 - ¿Qué desafíos se le presentan al docente para atender a la diversidad que representan los
estudiantes?

4 - ¿Por qué y para qué educar en la diversidad?

Marco teórico-conceptual

Para comenzar el desarrollo del presente ensayo pedagógico, es pertinente abordar los
siguientes conceptos: educación; educación inclusiva; diversidad y rol docente. Además, es
importante destacar el marco legal en el que Uruguay se sustenta para llevar a cabo las
políticas educativas en relación a la educación inclusiva.

Se realizará un breve análisis del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), en el cual
se desarrollan mejoras para las prácticas educativas.

Concepto de educación

Es importante aclarar que si se piensa en la concepción de la educación a lo largo de la


historia en Uruguay, esta ha respondido a intencionalidades que reflejaban el pensamiento
dominante de cada época, esto refiere a que se ha utilizado la educación para solucionar
diversos problemas que han ocurrido en la sociedad uruguaya.
Freire (2013) expresa que “la educación verdadera es praxis, reflexión y acción del
hombre sobre el mundo para transformarlo” (p.9). La educación no puede ser una isla que
cierre sus puertas a la realidad social, económica y política. Está condicionada a recoger las

expectativas, sentimientos, vivencias y problemas de la sociedad. Según Freira


(2013) la educación es un constante vivir de experiencias mutuas entre el educador y el
educando; en la misma línea, Ainscow (2008) plantea que pensar la educación como un
espacio de experiencias mutuas, conduce a los docentes a considerar la diversidad de los
estudiantes de forma enriquecedora, tanto para los estudiantes, como para los docentes.

Freire (2002), sostiene que cada persona concibe la educación en forma diferente
dependiendo de su contexto y experiencias. Por lo tanto, el docente debe de respetar los
conocimientos que ya tienen los estudiantes, ya que el autor considera que el aprendizaje es
un acto creador, donde tanto éste como aquel adquieren más conocimientos en el proceso.

Concepción de educación inclusiva y antecedente que posee Uruguay

Según un informe del Ceip (2007), en el período fundacional del Sistema Educativo
Nacional, se comenzó a considerar la atención de niños con algún tipo de “deficiencia física o
retraso mental”. Para ello se crearon nuevos centros escolares especializados. En el año 1910
se inauguró el Instituto Nacional de Sordomudos, en el año 1913 la Escuela al Aire Libre
(para niños débiles) en el año 1917 se organizaron “las clases diferenciales para niños con
retardo mental”. En el año 1929 se creó la Escuela Auxiliar (que luego fue Escuela de
Recuperación Psíquica). En el año 1930 la Escuela Hogar para niños de conducta irregular.
Todos estos emprendimientos fueron apoyados por la labor del Laboratorio de
Psicopedagogía creado en 1934 a cargo del profesor Sebastián Morey Otero.

Lo que menciona anteriormente, se considera el primer antecedente que posee nuestro país
acerca de la inclusión. En el que se comenzó a pensar en las personas con algún tipo de
deficiencia, eso no quiere decir que se piense con el término de inclusión propiamente dicho.

Actualmente, si bien el término de educación inclusiva puede ser confuso a escala


internacional, por ejemplo a veces está ligado al término de necesidades educativas especiales
como lo era en el siglo pasado. Sin embargo, también es visto de una manera amplia, que
apoya la diversidad entre los estudiantes. La UNESCO (2005) plantea que:
La educación inclusiva puede ser concebida como un proceso que permite abordar y
responder a la diversidad de las necesidades de todos los educandos a través de una mayor
participación en el aprendizaje, las actividades culturales y comunitarias y reducir la
exclusión dentro y fuera del sistema educativo. El objetivo de la inclusión es brindar
respuestas apropiadas al amplio espectro de necesidades de aprendizaje tanto en entornos
formales como no formales de la educación. La educación inclusiva, más que un tema
marginal que trata sobre cómo integrar a ciertos estudiantes a la enseñanza convencional,
representa una perspectiva que debe servir para analizar cómo transformar los sistemas
educativos y otros entornos de aprendizaje, con el fin de responder a la diversidad de los
estudiantes. El propósito de la educación inclusiva es permitir que los maestros y estudiantes
se sientan cómodos ante la diversidad y la perciban no como un problema, sino como un
desafío y una oportunidad para enriquecer la formas de enseñar y aprender.

(UNESCO, 2005, p.14)

Desde esta perspectiva que plantea la UNESCO, se puede inferir que el objetivo de la
educación inclusiva es contribuir a eliminar la exclusión social, que resulta de diversas
actitudes en cuanto a la diversidad.

Barcos (2007) esboza que “mientras en algunos países la educación inclusiva se la


considera como un enfoque para atender a alumnos con discapacidades en entornos
educativos comunes, en otros, aparece como un reto primordial de los sistemas educativos
para favorecer la inclusión para todos” (p. 5). La cita expresada anteriormente, contempla lo
que plantea en su definición de educación inclusiva la UNESCO.

Por otro lado, Ainscow y Miles (2008) señalan ciertas características según su forma de
conceptualizar la educación inclusiva:

a) la inclusión se refiere a todos los niños y jóvenes de la escuela; b) se concentra en la


presencia, la participación y los resultados; c) la inclusión y la exclusión están vinculadas, de
tal modo que la inclusión supone la lucha activa contra la exclusión; y d) la inclusión se
considera como un proceso que no tiene fin. Por lo tanto, una escuela inclusiva es una escuela
en movimiento y no la que no ha llegado al estado de perfección (Ainscow y Miles, 2008, p.
24).

Estas aportaciones referidas a la educación inclusiva, tiene un punto en común, conciben a esta
para todos los estudiantes, no sólo para los que poseen necesidades educativas especiales.
Concepto y aspectos que implican la diversidad

La diversidad por definición, implica atender a lo diverso. Según lo plantea Ainscow


(2008), para que la inclusión sea posible en las escuelas y por lo tanto en el aula, se tiene que
tener en cuenta un factor importante, la atención a la diversidad. Como tendencia pedagógica
es una cuestión compleja, dinámica y a su vez paradójica que remite a lo diverso. Por lo cual
la diversidad entendida como tal, está presente no sólo en lo referido a los estudiantes, sino a
los docentes y a las instituciones educativas.

Remitiendo a lo mencionado anteriormente, López Melero y otros (2001) plantean que

la nueva escuela de la diversidad precisa un modelo distinto de organización que rompa el


normal funcionamiento de la escuela tradicional que, apoyada en el modelo deficitario trabaja
de manera individualizada y separa el resto del alumnado. Es decir, la escuela de la diversidad
requiere de una escuela cooperativa donde lo que se busca es cambiar los sistemas
organizativos y de enseñanza, teniendo en cuenta la diversidad de aprendizajes del alumnado
(López Melero y otros, 2001, p. 231).

Barcos (2007) manifiesta que en la actualidad el término diversidad tiene un alcance más amplio
que la educación especial ya que hasta hace muy poco ésta se refería exclusivamente a alumnos con
discapacidades, “en tanto la diversidad comprende la diversidad cultural, lingüística, de géneros, de
acceso al conocimiento social, de necesidades educativas especiales” (p. 6). Se trata de una nueva
conceptualización que abarca a todos los estudiantes, por ende, a todos los centros educativos
y a su vez con el sistema educativo en su conjunto.

Posterior al análisis que realizan Ainscow, López Melero y Barcos, se puede establecer
que el término diversidad como lo plantean, constituyen un avance significativo en la calidad
de la educación y de los estudiantes.

Gairín (1999) opina que “educar en la diversidad no es ni más ni menos que reconocer las
diferencias existentes entre las personas y desde esta perspectiva entender que lo que puede
ser aceptable para personas con determinadas características puede ser también bueno para
todas las personas” (p.53).

Gairín (1999) supone que pensar en una escuela para todos, que hace suya la cultura de la
diversidad, nos sitúa en un marco de calidad para no excluir a nadie.

Por último, si revisamos el marco normativo internacional vigente, podemos destacar que
lo diverso pasa a ser la norma, no la excepción, esto debe darse en el marco de la inclusión
educativa (Viera y Zeballos, 2014, p. 243).
Rol docente

En el presente apartado se hará una breve reseña de lo que ha sido el rol docente en
algunos momentos de la historia del Uruguay a partir de mediados del siglo XIX. Para luego
observar el rol docente más actual.

Según el informe del Ceip (2007) cuando la Provincia Oriental logró su Independencia, las
escuelas no lograban organizarse con estabilidad, había preocupación por la educación de la
población lo que conduce a la creación de escuelas, también se reconocía la importancia de la
formación del maestro. Un ejemplo de ello es la creación de la Primera Escuela Normal en
1827 y el establecimiento de la obligatoriedad del título docente para el ejercicio de la

profesión. Si bien hubieron cambios, no fueron tan significativos como cuando


Enriqueta Comte y Riqué irrumpió en el escenario pedagógico donde manifestó su interés y
preocupación por la educación preescolar y la formación docente.

A partir de 1882, comienza a funcionar el primer Internato Normal de Señoritas, en


Montevideo. Es la primera vez donde se les ofrecía una formación en educación, claramente
con los fines educativos de esa época, a futuros docentes.

Posterior a la formación de la carrera en formación docente, transcurrieron los años y


surgieron encuentros con maestros del interior, intercambiando experiencias, discutiendo los
planes y programas, así como autores de referencias del extranjero (ANEP - CEIP, 2007).

El docente, a lo largo de la historia de Uruguay (hasta mediados del siglo XX, cuando
comenzó la crisis económica, política y social) tuvo mucha relevancia en cuanto a su
formación como profesional, a los planes y programas que se crearon. (Ceip, 2007).

El rol docente, en la postmodernidad, según las maestras Brotons y Linke (2003), necesita
de una redefinición, debido a que tiene una función reguladora necesaria para que el
estudiante se reconozca como ser individual y social, orientando a la construcción de
significados compartidos a partir del intercambio entre pares y con adultos, al amparo de
institucional escolar. En esta línea que mencionan las maestras, “el docente debe formarse en
una ética y una práctica que le permitan actuar correctamente sobre la compleja realidad
social” (Brotons y Linke, 2003, p.55).
Marco legal

El Marco normativo Internacional sobre educación en el que Uruguay se ampara es el


siguiente:

● Artículo 26 de la Declaración de los Derechos Humanos (1948), expresa lo


siguiente: 1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al
menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental
será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los
estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.

2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el


fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones
Unidas para el mantenimiento de la paz.

3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a
sus hijos

El artículo mencionado, refiere a que toda persona tiene derecho a la educación, no es


pertinente su posición económica, social, cultural, etc. Al respecto, Reina Reyes, citando a
Piaget, menciona que el derecho a la educación no es sólo el derecho de frecuentar escuelas,
sino que se procure el pleno desarrollo de la personalidad, es el derecho a poder hallar en la
escuela “todo lo que es necesario para la construcción de una razón activa y de una
conciencia moral viva”1.

Con esta declaración se consolidó la idea de que la educación debe ser universal e
igualitaria.

A partir de ello, se realizaron las siguientes reuniones internacionales cuyas declaraciones


tuvieron importantes efectos en la legislación uruguaya: la Convención sobre la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminaación contra la Mujer (ONU, 1979); la Convención sobre
los Derechos del Niño (UNICEF , 1989): la Conferencia Mundial sobre la Educación para
todos EPT (UNESCO, 1990); la Declaración de Salamanca (UNESCO, 1994); el Informe de
Delors (Delors, 1996); el Marco de Acción de Dakar (UNESCO, 2000); la Declaración
Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural (UNESCO, 2001) y la Convención de
las Naciones Unidas sobre el Derecho de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006).

1
Piaget. El derecho a la educación en el mundo actual. Citado en: El derecho a educar y el derecho a la
educación de Reina Reyes (1967, p. 38).
De estos antecedentes internacionales se desprende que el objetivo de la educación es el
aprendizaje (Viera y Zeballos, 2014, p. 243).

Convención de los Derechos del Niño (CDN) del año 2006. En la misma se destacan los
artículos N° 28 y N° 29 que refieren a la educación:

Artículo 28

1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y, a fin de que se pueda
ejercer progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades ese derecho, deberán
en particular: a) Implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos; b)
Fomentar el desarrollo, en sus distintas formas, de la enseñanza secundaria, incluida la
enseñanza general y profesional, hacer que todos los niños dispongan de ella y tengan acceso
a ella y adoptar medidas apropiadas tales como la implantación de la enseñanza gratuita y la
concesión de asistencia financiera en caso de necesidad; c) Hacer la enseñanza superior
accesible a todos, sobre la base de la capacidad, por cuantos medios sean apropiados; d)
Hacer que todos los niños dispongan de información y orientación en cuestiones
educacionales y profesionales y tengan acceso a ellas; e) Adoptar medidas para fomentar la
asistencia regular a las escuelas y reducir las tasas de deserción escolar.

2. Los Estados Partes adoptarán cuantas medidas sean adecuadas para velar por que la
disciplina escolar se administre de modo compatible con la dignidad humana del niño y de
conformidad con la presente Convención.

3. Los Estados Partes fomentarán y alentarán la cooperación internacional en cuestiones de


educación, en particular a fin de contribuir a eliminar la ignorancia y el analfabetismo en todo
el mundo y de facilitar el acceso a los conocimientos técnicos y a los métodos modernos de
enseñanza. A este respecto, se tendrán especialmente en cuenta las necesidades de los países
en desarrollo.

Artículo 29

1. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a:

a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño


hasta el máximo de sus posibilidades;

b) Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales


y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas;
c) Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su
idioma y sus valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que
sea originario y de las civilizaciones distintas de la suya;

d) Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con
espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos
los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena;

e) Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural.

2. Nada de lo dispuesto en el presente artículo o en el artículo 28 se interpretará como una


restricción de la libertad de los particulares y de las entidades para establecer y dirigir
instituciones de enseñanza, a condición de que se respeten los principios enunciados en el
párrafo 1 del presente artículo y de que la educación impartida en tales instituciones se ajuste
a las normas mínimas que prescriba el Estado.

A su vez nuestro país cuenta con un marco legal nacional que posee tres vertientes
fundamentales, éstas son:

La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (ratificada en


nuestro país por ley 18.418 de 2008). El Artículo 24, sobre Educación Inclusiva, señala:

1. Los Estados Partes reconocen el derecho de las personas con discapacidad a la


educación. Con miras a hacer efectivo este derecho sin discriminación y sobre la base
de la igualdad de oportunidades, los Estados Partes asegurarán un sistema de
educación inclusivo a todos los niveles así como la enseñanza a lo largo de la vida.

2. Al hacer efectivo este derecho, los Estados Partes asegurarán que:

1. Las personas con discapacidad no queden excluidas del sistema general de


educación por motivos de discapacidad, y que los niños y las niñas con
discapacidad no queden excluidos de la enseñanza primaria gratuita y obligatoria
ni de la enseñanza secundaria por motivos de discapacidad;

2. Las personas con discapacidad puedan acceder a una educación primaria y


secundaria inclusiva, de calidad y gratuita, en igualdad de condiciones con las
demás, en la comunidad en que vivan;

3. Se hagan ajustes razonables en función de las necesidades individuales;


4. Se preste el apoyo necesario a las personas con discapacidad, en el marco del
sistema general de educación, para facilitar su formación efectiva;

5. Se faciliten medidas de apoyo personalizadas y efectivas en entornos que


fomenten al máximo el desarrollo académico y social, de conformidad con el
objetivo de la plena inclusión. (Por “ajustes razonables” se entenderán las
modificaciones y adaptaciones necesarias y adecuadas que no impongan una carga
desproporcionada o indebida, cuando se requieran en un caso particular, para
garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de
condiciones con las demás, de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales

Ley de protección integral de las personas con discapacidad (Ley 18.651 de Marzo
2010):

Artículo 40.- La equiparación de oportunidades para las personas con discapacidad,


desde la educación inicial en adelante, determina que su integración a las aulas
comunes se organice sobre la base del reconocimiento de la diversidad como factor
educativo, de forma que apunte al objetivo de una educación para todos, posibilitando
y profundizando el proceso de plena inclusión en la comunidad.

Se garantizará el acceso a la educación en todos los niveles del sistema educativo


nacional con los apoyos necesarios. Para garantizar dicha inclusión se asegurará la
flexibilización curricular, de los mecanismos de evaluación y la accesibilidad física y
comunicacional.

Ley de educación (Ley N° 18.437 de 2008):

Artículo 8. (De la diversidad e inclusión educativa).- El Estado asegurará los derechos


de aquellos colectivos minoritarios o en especial situación de vulnerabilidad, con el
fin de asegurar la igualdad de oportunidades en el pleno ejercicio del derecho a la
educación y su efectiva inclusión social.

Para el efectivo cumplimiento del derecho a la educación, las propuestas educativas


respetarán las capacidades diferentes y las características individuales de los
educandos, de forma de alcanzar el pleno desarrollo de sus potencialidades.

Artículo 18. (De la igualdad de oportunidades o equidad).- El Estado brindará los


apoyos específicos necesarios a aquellas personas y sectores en especial situación de
vulnerabilidad, y actuará de forma de incluir a las personas y sectores discriminados
cultural, económica o socialmente, a los efectos de que alcancen una real igualdad de
oportunidades para el acceso, la permanencia y el logro de los aprendizajes.

Artículo 33. (De las modalidades de la educación formal).- La educación formal


contemplará aquellas particularidades, de carácter permanente o temporal, personal o
contextual, a través de diferentes modalidades, entendidas como opciones
organizativas o metodológicas, con el propósito de garantizar la igualdad en el
ejercicio del derecho a la educación. Se tendrá especial consideración a la educación
en el medio rural, la educación de personas jóvenes y adultas y la educación de
personas con discapacidades, promoviéndose la inclusión de éstas en los ámbitos de la
educación formal, según las posibilidades de cada una, brindándoles los apoyos
necesarios.

Artículo 72. (De los derechos de los educandos).- Los educandos de cualquier centro
educativo tendrán derecho a:

A) Recibir una educación de calidad y acceder a todas las fuentes de información y


cultura según lo establecido por la presente ley.

B) Recibir los apoyos educativos específicos y necesarios en caso de discapacidad o


enfermedad que afecte su proceso de aprendizaje.(….)

Diseño Curricular para el Aprendizaje (DUA)

El Diseño Curricular para el Aprendizaje (DUA), fue realizado


teniendo presente la diversidad de aprendizajes, tomando la arquitectura como referencia
debido a las dificultades que poseían las personas en silla de ruedas.

Según lo planteado por los autores del DUA, Alba Pastor, Sánchez y Zubillaga (2017), “la
mayor parte de la comunidad educativa de nuestro país ha interiorizado el discurso de la
educación inclusiva y la educación para todos” (p.3).

Alba Pastor, Sánchez y Zubillaga (2017) afirman que la diversidad del aprendizaje tiene
que ver con el funcionamiento del cerebro, según los avances de las neurociencias, quedó
demostrado que no existen dos cerebros iguales,
nos diferenciamos en la cantidad de espacio que cada una de esas regiones o módulos ocupan
en el área total del cerebro, así como en las zonas implicadas que se activan simultáneamente
en las tareas de aprendizaje. Esta variabilidad cerebral determina los diferentes modos en que
los alumnos acceden al aprendizaje, las múltiples maneras en que expresan lo que saben y las
diversas formas en que se van a motivar e implicar en su propio aprendizaje. (Alba Pastor,
Sánchez y Zubillaga, 2017, p. 3),

Por lo tanto, el Diseño Universal para el Aprendizaje, es un marco para el diseño de planes
de estudio que permitan a todos los estudiantes adquirir conocimientos, habilidades y
entusiasmo por aprender.

Un aporte relevante que maneja el DUA es la utilización de las TIC (Tecnologías de la


Información y la Comunicación), debido a que estas son una forma activa en el proceso de
enseñanza-aprendizaje por sus características. Asimismo, poseen una flexibilidad y
versatilidad que es importante tener en cuenta.

El DUA, da herramientas a los docentes para poder trabajar en sus aulas, haciéndolas más
inclusivas, por ende los favorecidos son los estudiantes porque teóricamente van a tener una
mayor gama de recursos, mejorando su calidad de educación.
Análisis pedagógico
A continuación se plantean dos situaciones que serán analizadas. Estas tratarán sobre dos
estudiantes que presentan trastornos, el primero posee el síndrome de Asperger y no tiene
acompañante terapéutico; el segundo tiene TEA, y si recibe acompañamiento terapéutico.

SITUACIÓN 1.

Contextualización:

La siguiente situación sucedió en la clase de 4to año, perteneciente a la escuela de


práctica de 2do año de la carrera de Maestro de Educación Común..

Mi práctica de segundo año la comencé en mayo. Previo a mi contacto con el grupo, la


directora de la escuela me comentó: “en tu clase vas a tener una estudiante incluída”.

Entré al salón, me presenté con los estudiantes y la docente a cargo. Con ella emprendimos
un diálogo para comenzar a conocernos. Me comenta las falencias y virtudes que presenta el
grupo mencionó que teníamos una inclusión en el grupo, diagnosticada con Asperger. La
docente me expresó que “la estudiante se caracteriza por no participar en el aula”.

Por lo pronto, luego de esa corta charla, la docente comienza a trabajar con el grupo, en un
momento la estudiante a la cual se refería la docente que “era la inclusión” se levanta
espontáneamente y relata una situación anecdótica que le sucedió con el coro al que concurre.
Lo que me marcó de esta situación fue la reacción de la docente, la mandó a callar y le
ordenó que siguiera con lo suyo. En algunas ocasiones, cuando el resto de los estudiantes
estaban participando de la actividad de matemáticas, la estudiante estaba “en su mundo”
(palabras dichas por la docente).

ANÁLISIS (esquemático):

● Comentario de la maestra directora.


● Rever el concepto de inclusión según los autores planteados en el marco teórico.
● Analizar desde el punto de vista del marco legal internacional y nacional, debido a
que no se le estaría cumpliendo el derecho a la educación por más que se encuentre en
un aula.
● El rol que está cumpliendo la docente para con esa estudiante.

SITUACIÓN 2.

Contextualización:

La situación a relatar, sucedió en la clase de 1er año, fue la primera rotación en la escuela
de práctica de tercer año de la carrera de Maestro de Educación Primaria, año 2019.

Me encontraba cursando la práctica de tercer año de la carrera, en donde la primera clase


que me tocó en la rotación fue un primer año, todo un desafío.

En esta situación la maestra directora me acompañó al aula, al entrar, me llamó la atención


que había una persona al costado de un estudiante. La directora, me presentó con la docente y
con los demás estudiantes.

La docente titular entabló una conversación para comentar cuestiones que tienen que ver
con el grupo, como es un primer año, hay aspectos que se tienen que hacer primero, para
poder conocerlos. A su vez, yo le consulté acerca de la persona que estaba con el estudiante y
la docente me dice que es su acompañante terapéutico debido a que el estudiante presenta un
grado leve en TEA, según el diagnóstico que presentaron los padres del menor, y que por eso
era una inclusión. En ese momento noté un malestar de la docente porque me comentó que
ella no tenía formación para poder trabajar con ese niño, que estaba ahí porque así lo dispuso
la maestra directora.

La primera semana de la rotación fue exclusivamente de observación, por lo cual visualicé


todos los detalles del aula, el manejo del grupo por parte de la docente, gestos, actitudes de
los estudiantes, etc. Me alarmó que en mi primera semana con el grupo, el estudiante con
TEA no realizó ninguna actividad, sí con su acompañante terapéutico mediante fichas, pero
no con la maestra titular, pues ella no le brindaba otras alternativas para que el estudiante
pudiera trabajar junto a sus compañeros.

En la segunda semana, pude ver trabajar al estudiante en una actividad de matemáticas


(igual para todos) y ¡qué bueno que es en matemática!, ese fue el único día que noté un
interés en una actividad propuesta por la docente, sin embargo no le dio la importancia que
ameritaba las aportaciones que el estudiante realizaba.

ANÁLISIS:

● Relación acompañante terapéutico - estudiante.


● Relación del estudiante con sus compañeros
● Rever esta situación desde el marco legal
● Revisar el término de educación inclusiva y de diversidad porque el estudiante con
TEA, no era el único distinto en el aula.
● El rol del docente

SITUACIÓN 3

Contextualización:

La siguiente situación sucede en el aula de 4to año, en una escuela quintil dos, de contexto
socio-económico descendido, en la que me encuentro realizando la práctica docente
correspondiente al último año de la carrera de Maestro de Educación Primaria.

Partiendo de la situación básica de grupo y el diagnóstico realizado por la docente a cargo,


el nivel que poseen los estudiantes es de segundo grado.

En la primera actividad con los estudiantes, me quedé con una sensación de que no
entendieron el tema, ni lo que les propuse, lleve una misma actividad para todos. La docente
no me había hecho sugerencias en la actividad, por eso pensé que estaba bien, como en
magisterio no enseñan eso, no creí que estuviera mal.

Sin embargo, la docente titular, luego de dada la actividad me recomendó realizar


adaptaciones curriculares, no que le lleve actividades diferentes, sino que por ejemplo cuando
trabaje con texto, para ciertos estudiantes que sea en letra imprenta mayúscula, letra que ellos
están más familiarizados, por lo tanto podrán seguir la lectura del mismo. Asimismo me
recomendó que llevara el texto en formato de video o audio.

Fue una gran sugerencia, debido a que gracias a ello, en las actividades siguientes,
lograron entender lo que se estaba trabajando, porque no todos comprenden del mismo modo.
Ahora cada actividad que pienso para ellos, trato de llevar varios recursos, para una mejor
comprensión y que ellos puedan cumplir su derecho a una educación de calidad.

ANÁLISIS:

● Se trabajará con el DUA


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