CAMIROTE Ensayo Educación+emocional
CAMIROTE Ensayo Educación+emocional
CAMIROTE Ensayo Educación+emocional
SÁNCHEZ
CI: 5.096.187-8
1
ÍNDICE
Resumen............................................................................................................................3
Introducción.......................................................................................................................4
Fundamentación................................................................................................................5
Marco teórico.....................................................................................................................7
¿De qué se trata ser un profesional competente? ¿El educador debe ser uno?..............9
¿Por qué y para qué el educador debe formarse en las competencias emocionales?...14
La adquisición de dichas habilidades ¿de qué forma le serán útiles en las prácticas
pedagógicas?..................................................................................................................20
Análisis pedagógico.........................................................................................................23
Reflexiones finales..........................................................................................................28
Resumen
Las prácticas educativas son prácticas sociales, donde interactúan todos los
agentes entre sí. De modo que, la comunicación, contacto y relaciones son elementos
claves de las prácticas. Estas cualidades, son lo que enriquece la diversidad de
acontecimientos que se presentan. Cada integrante comparte su personalidad, carácter y
vivencias, siendo este el elemento que tanto las diferencia entre sí. Las situaciones
problemáticas que surgen son únicas e irrepetibles, y es el docente el que debe mediar
en dichos acontecimientos. Estos dilemas, pueden ser de diferentes cuestiones como,
por ejemplo, con el sistema educativo, alumnos, padres, con otros colegas, problemas en
el relacionamiento, entre otras.
Las prácticas son las diversas acciones que realiza un docente en función del
desarrollo integral de los estudiantes. Lo que requiere la utilización del saber el qué
hacer y la didáctica. En este proceso, interviene el docente como el estudiante, poniendo
a disposición sus cualidades, carácter y conocimientos previos. Así que, el educador
debe desarrollar competencias para potenciar las funciones de comunicar, liderar,
trabajar en equipo y resolver conflictos.
¿De qué se trata ser un profesional competente? ¿El educador debe ser
uno?
“... un profesional reúne las competencias del creador y las del ejecutor: aísla el
problema, lo plantea, concibe y elabora una solución, y asegura su aplicación. No tiene
un conocimiento previo de la solución a los problemas que emergerán de su práctica
habitual y cada vez que aparece uno tiene que elaborar esta solución sobre la marcha, a
veces bajo presión” (Perrenoud, 2001, p. 10).
Como plantea Perrenoud, varias de las decisiones que se deben tomar se realizan
sin mucha meditación al respecto, porque no se posee el tiempo para hacerlo. Es por
ello, que es fundamental que el educador sea un profesional competente.
Con respecto a la profesionalización (Perrenoud, Desarrollar la práctica reflexiva
en el oficio de enseñar, 2001) explica que “…promueve la formación de personas lo
bastante competentes como para saber «cuál es su cometido» ...”. (p.11)
Estas son algunas causas que pueden generar trastornos en los maestros, pero la
diversidad de situaciones que se pueden presentar en el aula es infinita. Algunas de ellas
pueden ser, la falta de colaboración de las familias, innovación educativa sin formación
previa, escasez de recursos educativos y la falta de reconocimiento a la profesión.
Debido a estas posibles situaciones, sin lugar a duda, es necesario que el profesorado se
encuentre capacitado para ser capaz de sobrellevar estas situaciones.
Por consiguiente, se puede afirmar que no solo es necesario que los docentes se
formen en inteligencia emocional para poder superar los desafíos de su profesión, y así
obtener un mayor bienestar personal, sino porque la repercusión de este podría influir en
el desempeño laborar de los educadores y así influir negativamente en el aprendizaje.
En otras palabras, se apunta a que los docentes sean personas críticas para poder
visualizar la forma en que están ejecutando su trabajo. El docente debe reflexionar sobre
sus prácticas, pensar si realmente logar discernir entre las problemáticas que se le
presentan y sus prácticas, logrando ejercer su labor eficazmente. De esta manera, se
convierten en profesionales críticos y reflexivos de sus prácticas. De ahí que, tendrán las
herramientas para mejorar su labor y conformarse en maestros competentes.
Los educadores deben ser agentes transformadores, que según (Picardo Joao,
2004) la transformación educativa es un proceso absoluto y social que implica un
cambio sustantivo. Esto solo se va a poder ejecutar si el docente es un sujeto reflexivo
sobre sus prácticas, conformando un profesional competente. De modo que, solo así
podrá evaluar si posee las competencias emocionales necesarias para ejercer su labor
asertivamente, creando un ambiente propicio para el desarrollo del aprendizaje,
superando los obstáculos inesperados y formando alumnos emocionalmente
competentes.
Las prácticas educativas son escenarios sociales, donde existe una interacción
constante entre diversos sujetos con diferentes realidades. La frecuente comunicación y
relación puede generar choques o fricciones, por lo cual, es elemental hacer uso de las
competencias sociales. Estas permiten poseer la habilidad del respeto por el otro,
mediante una comunicación asertiva. Esto evita posibles conflictos y confrontaciones
entre los sujetos para poder desarrollar la labor educativa.
La baja autoestima que se puede presentar en los docentes está relacionada con
la falta de competencias emocionales. De aquí la importancia del desarrollo de ellas en
los educadores, ya que no solo se beneficiarán ellos, sino que también sus alumnos. Un
docente enriquecido por dichas habilidades favorecerá el clima de aula y las relaciones
sociales, será responsable, tolerante, afectivo, empático, creativo y motivará a sus
alumnos en el proceso de aprendizaje.
El educador que desarrolle dichas cualidades será aquel que se haya formado en
educación emocional. Cuando se forme en competencias emocionales podrá favorecer el
aprendizaje significativo en sus alumnos, ya que la motivación, empatía, el buen manejo
de las relaciones sociales, la autorregulación de sus emociones y la autoconciencia
constituyen sus pilares y así favorece sus prácticas docentes beneficiando el aprendizaje
en los niños.
Un docente se transforma en un modelo a seguir para los niños, por ello es tan
importante que se forme tanto en el aspecto profesional como en el personal. De esta
forma, podrá hacer de sus prácticas un lugar agradable y rico para el aprendizaje de sus
alumnos, teniendo las competencias necesarias para sobrellevar cualquier situación
inesperada que surja en el aula.
Análisis pedagógico
Según (ANEP, 2008) la educación es un derecho que debe concebirse como una
acción liberadora, lo que implica educar para pensar y decidir conscientemente. De
modo que, en el proceso de la enseñanza, el docente debe educar a sus alumnos para que
sean ciudadanos críticos. Como afirma (Giroux, Diciembre 2001) los profesores son
intelectuales transformadores en la medida que reflexionen sobre sus prácticas, para
educar a sus estudiantes como ciudadanos reflexivos y activos.
Sin lugar a duda, para que el profesional pueda realizar su labor asertivamente es
necesario poseer un clima adecuado de aula, siendo el docente el encargado de crearlo,
aun cuando, las diversas circunstancias no estén a favor de ello. Conforme a (Cullen,
2009) refiere a las prácticas pedagógicas como escenarios educativos. Sostiene que son
prácticas sociales y, por consiguiente, configuradas por ellas mismas. Por esta razón,
son propensas a presentar dilemas, tensiones y conflictos. Puesto que, representa todo
un reto para el educador sobrellevar las diversas situaciones negativas, que repercuten
en su accionar docente.
(Cullen, 2009) afirma que los escenarios educativos son propensos a tensiones,
conflictos y dilemas. Es aquí, donde el educador se forma, siendo su desafío formativo
construir su identidad docente. En el proceso de enseñanza, el maestro debe dejarse
interpelar por todas las diferencias que surjan, mantenerse como un libro abierto, y de
esta forma, se formará para adquirir su identidad docente.
Bisquerra Alzina, R., & Pérez Escoda, N. (2007). Las competencias emocionales.
Educación XX1, 61-85.
Freire, P. (1993). Cartas a quién pretende enseñar. Argentina: Buenos Aires: Siglo XXI
Editores.
López Cassá, É., Obiols, M., & Pérez Escoda, N. (2014). La formación del
profesorado en competencias emocionales. Barcelona.
López Goñi, I., & Goñi Zabala, J. M. (2012). La competencia emocional en los
currículos de formación inicial de los docentes. Un estudio comparativo.
Revista de Educación , 467- 489.
Sugiero desestimar vincularlo también con creatividad, o desarrollar sólo el tema de creatividad.
En la medida que logremos avanzar con el trabajo propuesto en los foros, creo que va a resultar más simple
lograr delimitar el tema.
Tranquila, avancemos!
TRABAJO DE RE-ESCRITURA:
Hola Lucía, te adjunto el archivo con algunos comentarios, fijate si te ayudan a delimitar mejor el tema
https://www.redalyc.org/pdf/440/44023984007.pdf
https://www.redalyc.org/pdf/805/80511492005.pdf