Asamblea General: Naciones Unidas
Asamblea General: Naciones Unidas
Asamblea General: Naciones Unidas
Resumen
De conformidad con la resolución 39/3 del Consejo de Derechos Humanos, la
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(ACNUDH) preparó un proyecto de plan de acción para la cuarta etapa (2020-2024) del
Programa Mundial para la Educación en Derechos Humanos, sobre la base de, entre otras
cosas, los instrumentos y documentos pertinentes de las Naciones Unidas, los planes de
acción para las etapas primera (2005-2009), segunda (2010-2014) y tercera (2015-2019),
así como los materiales publicados por el ACNUDH y otras entidades de las Naciones
Unidas. Los días 10 y 11 de abril, el ACNUDH celebró una consulta, paralelamente al Foro
de la Juventud del Consejo Económico y Social, sobre un proyecto preliminar, en la que
participaron organizaciones intergubernamentales internacionales y regionales y
organizaciones de la sociedad civil pertinentes.
El 14 de mayo, el ACNUDH presentó un proyecto de texto a los Estados Miembros,
las entidades de las Naciones Unidas y otras organizaciones intergubernamentales, las
instituciones nacionales de derechos humanos y la sociedad civil. Al 28 de junio, el
ACNUDH había recibido 26 respuestas con observaciones, que se han tenido en cuenta en
el presente informe.
* Se acordó publicar el presente informe tras la fecha de publicación regular debido a circunstancias
que escapan al control de quien lo presenta.
GE.19-12778 (S) 080819 280819
A/HRC/42/23
Índice
Página
I. Introducción .................................................................................................................................. 3
A. Definición de la educación en derechos humanos ................................................................ 3
B. Programa Mundial para la Educación en Derechos Humanos e iniciativas conexas ............ 4
C. Objetivos del Programa Mundial para la Educación en Derechos Humanos ........................ 4
D. Principios de las actividades de educación en derechos humanos ........................................ 5
II. Empoderamiento de la juventud mediante la educación en derechos humanos: plan de acción
para la cuarta etapa (2020-2024) del Programa Mundial para la Educación en Derechos
Humanos ...................................................................................................................................... 6
A. Ámbito de aplicación ............................................................................................................ 6
B. Antecedentes ......................................................................................................................... 7
C. Objetivos específicos ............................................................................................................ 8
D. Componentes ........................................................................................................................ 9
E. Proceso de aplicación nacional ............................................................................................. 17
F. Cooperación internacional .................................................................................................... 20
2 GE.19-12778
A/HRC/42/23
I. Introducción
GE.19-12778 3
A/HRC/42/23
6. Con miras a fomentar las iniciativas de educación en derechos humanos, los Estados
Miembros han adoptado varios marcos internacionales de acción concretos, como la
Campaña Mundial de Información Pública sobre los Derechos Humanos (1988), prestando
especial atención a la elaboración y difusión de material de información sobre los derechos
humanos; el Decenio de las Naciones Unidas para la Educación en la Esfera de los
Derechos Humanos (1995-2004) y su plan de acción, alentando la elaboración y aplicación
de estrategias generales, eficaces y sostenibles para la educación en derechos humanos en el
plano nacional; el Decenio Internacional de una Cultura de Paz y No Violencia para los
Niños del Mundo (2001-2010); el Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el
Desarrollo Sostenible (2005-2014); y el Año Internacional del Aprendizaje sobre los
Derechos Humanos (2008-2009).
7. Otros marcos internacionales que promueven la educación en derechos humanos son
el Decenio Internacional de Acercamiento de las Culturas (2013-2022); el movimiento
Educación para Todos (2000-2015) y el Marco de Acción Educación 2030; la Iniciativa
Mundial La Educación ante Todo del Secretario General (2012-2016); y la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible.
8. El 10 de diciembre de 2004, la Asamblea General proclamó el Programa Mundial
para la Educación en Derechos Humanos2. El Programa Mundial, que se inició el 1 de
enero de 2005, tiene por objeto promover la aplicación de programas de educación en
derechos humanos en todos los sectores y está estructurado en etapas consecutivas. La
primera etapa (2005-2009) se centró en la integración de la educación en derechos humanos
en la enseñanza primaria y secundaria; el proyecto revisado del plan de acción para su
aplicación (A/59/525/Rev.1) fue aprobado por la Asamblea en julio de 2005 3. La segunda
etapa (2010-2014) se centró en la educación en derechos humanos en la enseñanza superior
y la formación en derechos humanos de los maestros y educadores, los funcionarios
públicos, los miembros de las fuerzas del orden y el personal militar en todos los niveles; el
proyecto del plan de acción (A/HRC/15/28) fue aprobado por el Consejo de Derechos
Humanos en septiembre de 20104. La tercera etapa (2015-2019) se centró en reforzar la
aplicación de las dos primeras etapas y promover la formación en derechos humanos de los
profesionales de los medios de comunicación y los periodistas; el plan de acción
(A/HRC/27/28) fue aprobado por el Consejo en septiembre de 2014 5.
2 Resolución 59/113 A.
3 Resolución 59/113 B.
4 Resolución 15/11.
5 Resolución 27/12.
4 GE.19-12778
A/HRC/42/23
d) Proporcionar un marco colectivo común para la acción por todos los agentes
pertinentes;
e) Mejorar la colaboración y la cooperación en todos los niveles;
f) Estudiar, evaluar y apoyar los programas de educación en derechos humanos
y otros programas educativos que promueven los derechos humanos, poner de relieve las
prácticas satisfactorias y dar incentivos para continuarlas o ampliarlas y para elaborar otras
nuevas;
g) Promover la aplicación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre
Educación y Formación en materia de Derechos Humanos.
10. Las actividades educativas y de capacitación del Programa Mundial tendrán por
objeto:
a) Promover la inalienabilidad, interdependencia, interrelación, indivisibilidad y
universalidad de los derechos humanos, incluidos los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales y el derecho al desarrollo;
b) Fomentar el respeto y el aprecio de la diversidad, así como el rechazo de la
discriminación por motivos de raza, color, sexo, edad, idioma, religión, opinión política o
de otra índole, origen nacional, étnico o social, posición económica, nacimiento, lugar de
residencia, discapacidad, orientación sexual e identidad de género o cualquier otra
condición;
c) Alentar el análisis de problemas crónicos e incipientes de derechos humanos,
en particular la pobreza, los conflictos violentos y la discriminación, habida cuenta de la
rápida evolución de los acontecimientos en las esferas política, social, económica,
tecnológica y ambiental, lo que ha dado lugar a respuestas y soluciones compatibles con las
normas de derechos humanos, y promover la cohesión social;
d) Empoderar a las comunidades y las personas para que conozcan sus derechos
humanos y los reivindiquen eficazmente;
e) Desarrollar la capacidad de los garantes de derechos, en particular los
funcionarios gubernamentales, para que cumplan su obligación de respetar, proteger y hacer
efectivos los derechos humanos de las personas bajo su jurisdicción;
f) Basarse en los principios de derechos humanos consagrados en los distintos
contextos culturales y tener en cuenta los acontecimientos históricos y sociales de cada
país;
g) Fomentar el conocimiento y la adquisición de aptitudes para usar los
instrumentos de derechos humanos y los mecanismos de protección de los derechos
humanos locales, nacionales, regionales e internacionales.
h) Aplicar metodologías participativas que incluyan conocimientos, análisis
críticos y competencias para la acción individual y colectiva que promueva los derechos
humanos y tenga en cuenta la edad, las especificidades y los contextos culturales de los
alumnos;
i) Fomentar entornos de aprendizaje y enseñanza que estimulen la
participación, el disfrute de los derechos humanos y el desarrollo pleno de la personalidad
humana;
j) Ser pertinentes a la vida cotidiana de los alumnos, alentándolos a participar
en un diálogo sobre los medios de trasponer los derechos humanos de la expresión de
normas abstractas a la realidad de su situación social, económica, cultural y política.
GE.19-12778 5
A/HRC/42/23
A. Ámbito de aplicación
6 Plan de Acción para la tercera etapa (A/HRC/27/28), párrs. 18 a 22. La educación formal es
“institucionalizada, intencionada y planificada por organizaciones públicas y organismos privados
acreditados”. La educación no formal es “institucionalizada, intencionada y organizada” y “representa
una alternativa o un complemento a la educación formal de las personas dentro del proceso de
aprendizaje a lo largo de la vida”. Incluye actividades educacionales llevadas a cabo por
organizaciones de la sociedad civil (UNESCO Glossary, puede consultarse en
http://glossary.uis.unesco.org/glossary/map/terms/176).
7 Para más información sobre diferentes posiciones respecto de esta cuestión, véase A/HRC/39/33,
párrs. 13 a 15.
6 GE.19-12778
A/HRC/42/23
B. Antecedentes
17. Los Estados Miembros han destacado en las Naciones Unidas desde los inicios de la
Organización, la importancia de la educación en derechos humanos para la juventud. Por
ejemplo, la Declaración sobre el Fomento entre la Juventud de los Ideales de Paz, Respeto
Mutuo y Comprensión entre los Pueblos de 19658 y la resolución XX , sobre la educación
de los jóvenes en el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales,
aprobada por la Conferencia Internacional de Derechos Humanos, celebrada en Teherán
en 1968, destacaron la energía, el entusiasmo y la creatividad de los jóvenes y su papel en
la determinación del futuro, de ahí la importancia de la educación en derechos humanos
para permitirles promover los derechos humanos y la paz.
18. La educación en derechos humanos es parte integrante del derecho a la educación,
como se estipula en varios instrumentos y documentos internacionales de derechos
humanos y educación9. Esto se reitera en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible,
cuya meta 7 del Objetivo 4 sobre la educación inclusiva y equitativa de calidad es “asegurar
que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para
promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo
sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la
promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la
diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible”.
19. En los últimos años, la educación en derechos humanos para los jóvenes se ha
considerado cada vez más como una estrategia para prevenir y hacer frente a los desafíos
mundiales actuales10. En la Declaración de Doha de 1995 sobre la Integración de la
Prevención del Delito y la Justicia Penal en el Marco Más Amplio del Programa de las
Naciones Unidas para Abordar los Problemas Sociales y Económicos y Promover el Estado
de Derecho a Nivel Nacional e Internacional y la Participación Pública, los Estados
Miembros expresaron su compromiso con el establecimiento de programas educacionales
para los jóvenes como agentes de cambio positivo en la prevención del delito, centrándose
en la protección de los derechos humanos y el estado de derecho 11. En su resolución 2250
(2015), el Consejo de Seguridad, afirmando el importante papel que podían desempeñar los
jóvenes en la prevención y solución de los conflictos, instó a los Estados Miembros a que
apoyaran, según correspondía, una educación para la paz de calidad que dotara a los
jóvenes de la capacidad para participar de manera constructiva en las estructuras cívicas y
los procesos políticos inclusivos. En su Plan de Acción para Prevenir el Extremismo
Violento, el Secretario General alienta “la enseñanza del respeto de los derechos humanos y
la diversidad, el fomento del pensamiento crítico... y el desarrollo de aptitudes
socioemocionales y conductuales que puedan contribuir a la coexistencia pacífica y la
tolerancia” como elementos de los planes de acción nacionales 12. En la Estrategia de las
Naciones Unidas para la Juventud, Juventud 2030: Trabajar con y para la juventud, puesta
en marcha por el Secretario General en 2018, las Naciones Unidas se comprometen a
redoblar los esfuerzos para promover la educación y formación en derechos humanos para
los jóvenes, así como la ciudadanía mundial y la educación para el desarrollo sostenible, sin
discriminación, a fin de promover la conciencia cívica y la participación, el voluntariado y
una cultura de paz y no violencia entre los jóvenes 13.
20. El empoderamiento de los jóvenes es un compromiso prioritario de los Estados a
nivel regional. La Carta Africana de los Jóvenes de la Unión Africana (2006) y el Plan de
Acción del Decenio de la Juventud Africana (2009-2018) apoyan la elaboración de planes
de acción nacionales y regionales para el empoderamiento y la participación de los jóvenes
y ofrecen un marco para la acción coordinada en África. La Convención Iberoamericana de
Derechos de los Jóvenes (2005) reconoce a los jóvenes como sujetos de derechos y agentes
GE.19-12778 7
A/HRC/42/23
C. Objetivos específicos
22. Teniendo en cuenta los objetivos generales del Programa Mundial, el presente plan
de acción tiene por objeto lograr los siguientes objetivos concretos:
a) Sobre la base de los progresos realizados durante las etapas anteriores del
Programa Mundial, alentar la formulación, adopción y aplicación de estrategias nacionales
sostenibles para la educación en derechos humanos de los jóvenes, que incluyan a todos los
jóvenes, sin discriminación alguna, y la función de liderazgo de los jóvenes;
b) Ampliar la educación en derechos humanos para los jóvenes, con estos y por
estos, en la educación formal y no formal e, indirectamente, el aprendizaje informal 15,
dando prioridad a los jóvenes en situación de exclusión o vulnerabilidad 16;
14 Comité de los Derechos del Niño, observación general núm. 20 (2016) sobre la efectividad de los
derechos del niño durante la adolescencia, párr. 24.
15 El aprendizaje informal es una modalidad de aprendizaje intencionado aunque no institucionalizado.
Se caracteriza por ser menos estructurado y organizado que la educación formal o no formal. y puede
incluir actividades de aprendizaje realizadas en el hogar, en el lugar de trabajo, en la comunidad y
como parte del vivir diario. Asimismo, puede tener carácter individual, familiar o social (UNESCO
Glossary).
16 Estos pueden incluir a los jóvenes con discapacidad; los jóvenes que pertenecen a minorías étnicas,
religiosas o de otra índole, incluidos los pueblos indígenas y las personas jóvenes lesbianas, gais,
bisexuales, transgénero e intersexuales; los jóvenes en situación socioeconómica desfavorecida o que
viven en zonas geográficas remotas; los migrantes, incluidos los solicitantes de asilo, los refugiados y
los desplazados internos y las personas repatriadas; y los jóvenes sin cuidado parental, que se
encuentran en conflicto con la ley o que son víctimas de violaciones y abusos.
8 GE.19-12778
A/HRC/42/23
D. Componentes
23. Las tres etapas anteriores del Programa Mundial señalaron elementos para la
participación efectiva de los jóvenes en la educación en derechos humanos en el contexto
de la educación formal (etapas primera y segunda) y para la formación en derechos
humanos de educadores de la juventud en la educación formal y no formal (tercera etapa).
24. Sobre la base de estos elementos, el presente plan de acción distingue los cuatro
componentes siguientes para la eficacia de la educación en derechos humanos para la
juventud17. Las medidas que se adopten en relación con cada componente deben alentar la
participación de los jóvenes como asociados clave en todas las etapas, a saber: la
planificación, el diseño, la aplicación y el seguimiento, así como la supervisión y
evaluación periódicas.
17 Para más información sobre estos componentes, véanse los planes de acción correspondientes a las
etapas anteriores.
GE.19-12778 9
A/HRC/42/23
10 GE.19-12778
A/HRC/42/23
18 Para más información, véanse los planes de acción correspondientes a las etapas anteriores.
19 Esta lista no es exhaustiva y se basa en la sección de competencias básicas de las directrices sobre la
educación en derechos humanos para sistemas de enseñanza secundaria elaboradas por la
Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa en 2012.
GE.19-12778 11
A/HRC/42/23
12 GE.19-12778
A/HRC/42/23
ii) Respeto y aprecio de la diversidad, entre otras cosas por medio del uso de
lenguaje y actitudes inclusivos, y rechazo de la discriminación por motivos de raza,
color, sexo, edad, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional,
étnico o social, posición económica, nacimiento, lugar de residencia, discapacidad,
orientación sexual e identidad de género o cualquier otra condición;
iii) Apertura a la autorreflexión y el aprendizaje, incluida la conciencia de sus
propios prejuicios y opiniones tendenciosas y compromiso de superarlos a fin de
mejorar el comportamiento personal en consonancia con los principios de derechos
humanos;
iv) Interés activo en temas de derechos humanos y relacionados con la justicia;
v) Reconocimiento del vínculo que existe entre los derechos, las
responsabilidades, la igualdad, la diversidad, la no discriminación, la cohesión social
y el diálogo entre culturas y religiones;
vi) Confianza en la reivindicación de los derechos humanos y expectativas de
que los garantes de derechos protejan, respeten y hagan efectivos los derechos
humanos;
vii) Empatía y solidaridad con las víctimas de violaciones de los derechos
humanos, la injusticia y la discriminación, en especial los grupos en situación de
exclusión o vulnerabilidad;
viii) Compromiso de proteger los derechos humanos y de no ser un mero
espectador;
ix) Convicción de que mediante la colaboración pueden promoverse los derechos
humanos a nivel local y mundial; motivación para llevar a cabo iniciativas de
colaboración en favor de los derechos humanos (como dirigentes, mediadores o
activistas).
28. Deberían formularse metodologías apropiadas para la educación en derechos
humanos de los jóvenes, entre ellas las siguientes:
a) Metodologías y enfoques centrados en el alumno, que tengan en cuenta las
cuestiones de género y el contexto para empoderar a los jóvenes y alentar su participación
activa; actividades que pongan en tela de juicio sus propios prejuicios, perspectivas y
privilegios y estimulen el pensamiento crítico y el examen de perspectivas alternativas,
prestando atención a las distintas necesidades y capacidades y adaptadas a entornos
formales y no formales; enfoques inclusivos a fin de que las diferentes opiniones,
perspectivas, conocimientos y experiencias de los jóvenes sean escuchados y representados;
b) Metodologías de aprendizaje basado en la experiencia que permita a los
jóvenes aplicar los conceptos de derechos humanos a su vida y sus experiencias, en
particular mediante la prestación de servicios a la comunidad y las actividades
empresariales, la participación en la promoción de los derechos humanos en los planos
local o mundial, la organización comunitaria, la reunión con representantes del Gobierno y
la sensibilización de los jóvenes y los miembros de la comunidad sobre los derechos
humanos;
c) Aprendizaje entre pares en espacios seguros, posiblemente no supervisados
por adultos y donde personas jóvenes suelen reunirse, facilitando una conexión emocional,
el diálogo y la comprensión entre los jóvenes; invitación a los jóvenes a realizar
aportaciones y asignación de un lugar central a sus opiniones; inclusión de movimientos
sociales de jóvenes, defensores de la juventud y otros dirigentes; apoyo a las actividades de
las organizaciones dirigidas por jóvenes, que están idealmente situados para colaborar con
sus pares en situación de exclusión o vulnerabilidad y basarse en la diversidad de las
experiencias de los jóvenes. El enfoque entre pares puede estar acompañado de un diálogo
entre generaciones y campañas de derechos humanos para reforzar la solidaridad entre
generaciones;
GE.19-12778 13
A/HRC/42/23
3. Formación de educadores
30. En las etapas anteriores del Programa Mundial se puso de relieve la importancia de
la capacitación adecuada de los educadores, es decir, las personas que diseñan, elaboran,
aplican y evalúan la educación en derechos humanos y las actividades de capacitación en
entornos formales, no formales e informales, ya sean funcionarios o representantes de la
sociedad civil.
31. Los planes de acción para las etapas primera y segunda destacaron la importante
función y responsabilidad que tienen los maestros, el personal docente de enseñanza
superior y otro personal docente, de transmitir los valores de los derechos humanos, las
14 GE.19-12778
A/HRC/42/23
competencias, las actitudes, la motivación y las prácticas, tanto para el ejercicio de sus
responsabilidades profesionales como de modelos de conducta. Por consiguiente, las
metodologías de formación y educación en derechos humanos para los grupos profesionales
mencionados, destinadas a fomentar el conocimiento, el compromiso y la motivación en
materia de derechos humanos, es un componente prioritario de los programas de educación
en derechos humanos en el sistema de enseñanza oficial.
32. La misma prioridad se asigna, por analogía, a los educadores de la juventud en
entornos no formales. En consonancia con la metodología de aprendizaje entre pares,
debería darse prioridad a la capacitación de los jóvenes que son instructores, dirigentes,
representantes de organizaciones y centros juveniles, activistas y voluntarios, a fin de crear
grupos de jóvenes capacitados para formar a sus pares. Los jóvenes deberían participar en
el diseño, la ejecución y la evaluación de la capacitación de los educadores de la juventud.
33. Las estrategias para garantizar la adecuada capacitación de los educadores deberían
incluir la adopción de una política amplia de formación en derechos humanos sobre la base
de una evaluación de las prácticas existentes; la introducción de los derechos humanos y los
principios y normas de la educación en derechos humanos, así como las aptitudes de
promoción de los derechos humanos de los jóvenes, en el plan de estudios; la promoción de
metodologías y métodos de evaluación apropiados; el desarrollo de los recursos conexos; y
la colaboración entre entornos formales, no formales e informales. En todos estos cursos de
acción, debería destacarse y respetarse la experiencia de los educadores, en particular los
educadores jóvenes y los educadores de grupos en situación de exclusión o vulnerabilidad.
34. La adopción de una política amplia de formación en derechos humanos para
docentes debería incluir los elementos siguientes:
a) La adopción de la definición convenida internacionalmente de la educación y
formación en derechos humanos como un proceso de empoderamiento, transferencia de
conocimientos y desarrollo de aptitudes, actitudes y comportamientos que promuevan y
protejan los derechos humanos;
b) La capacitación previa al empleo y en el empleo, exigida a todos los
educadores, adaptada a su cultura, educación y experiencia, sobre la base de una evaluación
de las necesidades de capacitación e integración en las actividades de capacitación
existentes;
c) La capacitación de instructores, en particular los que imparten formación
previa al empleo y en el empleo, que deberían ser educadores en derechos humanos
cualificados y experimentados y reflejar la diversidad de los alumnos;
d) El requisito de la educación en derechos humanos para la cualificación, la
acreditación y el desarrollo de las perspectivas de carrera del personal docente y la
inclusión de la educación en derechos humanos en la educación formal de docentes y de
otras profesiones centradas en la juventud, como los servicios sociales y de salud;
e) El reconocimiento y apoyo a las ONG y otros sectores de la sociedad civil
que imparten educación en derechos humanos;
f) La mejora de los criterios y normas para evaluar los programas de
capacitación y su aplicación;
g) La creación de entornos de aprendizaje y trabajo propicios para los
educadores, ya que el aprendizaje sobre los derechos humanos solo puede realizarse de
manera eficaz cuando se ejercen los derechos humanos;
h) El constante apoyo y mentoría, especialmente para los educadores de la
juventud y los educadores de grupos en situación de exclusión o vulnerabilidad.
35. Un plan de estudios de derechos humanos para docentes debería incluir los
elementos siguientes:
a) Objetivos de aprendizaje que abarquen conocimientos, aptitudes, actitudes y
comportamientos con respecto a los derechos humanos y la educación en derechos
humanos;
GE.19-12778 15
A/HRC/42/23
4. Un entorno propicio
37. Siempre que se imparte educación en derechos humanos a los jóvenes en entornos
formales, no formales o informales, el medio de aprendizaje y el ámbito más amplio,
incluida la familia (padres, tutores y otros miembros de la familia) y la comunidad local,
inevitablemente influyen en el proceso educativo.
20 Véase ACNUDH, From Planning to Impact: A Manual on Human Rights Training Methodology
(Nueva York y Ginebra, 2019); ACNUDH y Equitas International Centre for Human Rights
Education, Evaluating Human Rights Training Activities: A Handbook for Human Rights Educators
(Montreal, 2011).
16 GE.19-12778
A/HRC/42/23
21 En el informe “La juventud y los derechos humanos” (A/HRC/39/33), el Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos describió los problemas y la discriminación que
enfrentan los jóvenes para acceder a sus derechos.
GE.19-12778 17
A/HRC/42/23
18 GE.19-12778
A/HRC/42/23
ii) Las necesidades de aprendizaje sobre los derechos humanos de los jóvenes,
basadas en una encuesta sobre sus conocimientos, aptitudes, actitudes y
comportamientos;
iii) Los contextos históricos y culturales que pueden influir en la educación en
derechos humanos de los jóvenes, en particular la situación de los derechos humanos
de los jóvenes y los obstáculos que dificultan su compromiso y participación;
iv) Las experiencias, las metodologías, los recursos y los instrumentos útiles
existentes en los planos subregional, regional e internacional;
v) La participación de diversos agentes en la educación formal, no formal e
informal;
vi) La función, el contenido y la metodología de tipos de educación conexos
(educación para el desarrollo sostenible, educación para la paz, educación mundial,
educación ciudadana) que existan en el país;
b) Indicar qué medidas de los cuatro componentes que figuran en la
sección II. D ya se han aplicado y en qué grado;
c) Analizar la forma de aprovechar las iniciativas existentes, las buenas
prácticas y las enseñanzas extraídas, de utilizar las oportunidades y determinar qué otras
medidas son necesarias para superar las deficiencias y los obstáculos.
49. Los productos del paso 1 son, entre otros, los siguientes:
a) Un estudio nacional de referencia sobre la educación en derechos humanos
para los jóvenes;
b) Una campaña nacional de difusión del estudio de referencia, por ejemplo,
mediante publicaciones en línea y tradicionales y materiales de comunicación, conferencias
y debates públicos. Debería hacerse especial hincapié en la difusión de los resultados a los
jóvenes.
GE.19-12778 19
A/HRC/42/23
F. Cooperación internacional
2. Apoyo internacional
56. La comunidad internacional debería prestar asistencia para la aplicación de la
estrategia nacional, así como las actividades llevadas a cabo en los planos regional e
internacional.
57. Los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas, dentro de sus
mandatos específicos, pueden apoyar los esfuerzos nacionales en el marco del plan de
acción. Los órganos creados en virtud de tratados de las Naciones Unidas, al examinar los
informes de los Estados partes, pueden examinar y asesorar sobre la aplicación de las
disposiciones de los tratados relativas a la educación en derechos humanos para los jóvenes.
Los procedimientos especiales temáticos y de países del Consejo de Derechos Humanos
pueden examinar y asesorar sobre los progresos conexos en el marco de sus
correspondientes mandatos. Las actividades de educación en derechos humanos para los
jóvenes deberían revisarse periódicamente en el contexto del examen periódico universal.
20 GE.19-12778
A/HRC/42/23
GE.19-12778 21