La Biblia
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¿Se había hecho un buen trabajo o había pasajes falsos o equívocos? ¿Estaban los cristianos
de todo el mundo confiando en unos textos erróneos?
Otros, añadieron que la Iglesia no quería dar a conocer su contenido pues contenían
reveladoras contradicciones sobre Jesús. Los hubo que dijeron que era el mejor testimonio
del Nuevo Testamento, y hasta que Jesús formó parte de la comunidad de los esenios, la
secta enigmática que había escrito y guardado esos textos en vasijas.
Antiguo Testamento
¿Qué contenían entonces? En parte son textos bíblicos, del Antiguo Testamento, y en parte
son textos religiosos no bíblicos de diverso signo, como reglas morales y legales. Existen
unos 200 manuscritos bíblicos entre los que se encuentran 32 copias del Libro de los
Salmos, 28 copias del Deuteronomio, 21 copias del Libro de Isaías, citas ínfimas (los
teffilim, o pequeñas tiras de cuero), con citas del Éxodo y del Deuteronomio, tiras que se
ponían en un estuche y que se llevaban en el brazo o sobre la cabeza.
Los manuscritos esenios permitieron completar algunos pasajes oscuros de las Sagradas
Escrituras, pero no descubrieron nada realmente fascinante, a pesar de que se trató de uno
de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo XX.
Reconstrucción exacta
Al cotejarse los manuscritos de Qumrán con las versiones modernas de la Biblia, muchos
exegetas y paleógrafos respiraron tranquilos al comprobar que la historiografía cristiana,
después de todo, había trabajado con enorme exactitud: había logrado componer unos
escritos sagrados bastante certeros.
Y a pesar de que, más recientemente, el padre Josep O'Callahan, (experto papirólogo), vio
en algunos de estos trozos de Qumrán pequeñas frases del Nuevo Testamento, un examen
más profundo constató que la vida de Jesús no estaba recogida en los manuscritos.
¿Por qué se habían retirado al desierto, imitando al profeta Isaías? Según se desprende de
otro texto encontrado en Qumrán, (la Regla de la Guerra), se llamaban a sí mismos Los
Hijos de la Luz, se habían retirado para purificarse, y esperaban volver a Jerusalén "al final
de los tiempos", después de haber vencido a Los Hijos de las Tinieblas.
Textos en Google
Los textos del Mar Muerto son públicos desde 1991, cuando las autoridades arqueológicas
de Israel (que controlan el acceso a los documentos desde la Guerra de los Seis Días en
1967), permitieron la libre consulta a todos los documentos. Desde esa fecha, se han ido
fotografiando, y desde hace pocos años, se podían consultar en internet en este formato.
Pero ahora, con Google, se pueden consultar de una forma mucho más cómoda:
digitalizados. Y además, Google Maps aporta la localización exacta de aquellos
manuscritos.
¿Y la vida de Jesús?
Aunque parezca increíble, reunir las partes del Nuevo Testamento fue una tarea incluso más
ardua para los eruditos. Tras la muerte de Jesús, en la primera mitad del siglo I, sus
milagros y obras fueron pasando de boca en boca hasta extenderse por todo el
Mediterráneo. En la segunda mitad del siglo I había decenas de versiones: en siríaco, en
copto, en latín, en griego culto, en armenio.... Algunas coincidían. Otras no.
El caso es que a medida que pasaba el tiempo, aumentaba el número de versiones. Cuanto
más famoso era Jesús, y más se extendía el cristianismo por el mundo, más difícil era
encontrar 'la versión' fiable de su vida.
En el 370 se elaboró una lista que contenía cuatro evangelios creíbles, además de epístolas
o cartas de San Pablo, hechos de Apóstoles y el Apocalipsis de San Juan. En un concilio
celebrado en 397 después de Cristo fueron consagrados después de cotejar unos con otros,
y descartar varias versiones.
- El evangelio de San Mateo es el más directo pues Mateo fue uno de los discípulos de
Jesús, a quien fue encomendada una misión de apostolado por el mundo.
- San Marcos y San Lucas no conocieron a Jesús pero oyeron de él por los relatos de San
Pablo. Eran sus discípulos.
- Por último, está el evangelio de San Juan, el más joven de los discípulos. Este evangelio
diferente a los otros tres en su redacción y en su estilo.
Ahora bien, estos evangelios pudieron haber sido escritos por ellos, o por comunidades de
fieles que recogieron estas versiones y las compilaron entre el siglo I y el III. Luego, esas
versiones fueron copiadas centenares de veces hasta que los concilios las consagraron.
El último texto apareció en 2012 y provocó un pequeño revuelo en marzo de 2014, cuando
fue dado por cierto por la Harvard Theological Review. Se trata de un pequeño pasaje del
Nuevo Testamento datado entre el VI y el IX d.C. y que expone esta frase: "Jesús les dijo:
mi esposa...".