La Nulidad Del Contrato Falsificado - Dr. Alejandro Cardona
La Nulidad Del Contrato Falsificado - Dr. Alejandro Cardona
La Nulidad Del Contrato Falsificado - Dr. Alejandro Cardona
I. Introducción
Pese a los efectos que produce en los intereses privados y el tráfico jurídico,
la falsificación de los contratos es un hecho que no ha sido suficientemente
abordado por el Derecho Civil boliviano hasta su reciente recepción por parte
de la jurisprudencia emanada del Tribunal Supremo de Justicia.
1. La ineficacia contractual
La nulidad se encuentra regulada de los arts. 549 a 553 del Código Civil[8] y
opera esencialmente ante la falta, ab initio, de alguno de los requisitos
esenciales de formación del contrato[9] como son el consentimiento, el
objeto, la causa y la forma, esta última en los casos que la ley la exija como
requisito de formación. Asimismo, debido a que esta clase de ineficacia se
funda en la infracción del orden público[10] las consecuencias de su
declaración son la imposibilidad su confirmación, de que produzca efectos y,
en consecuencia, la retroactividad de las prestaciones para el caso de que
exista un principio de ejecución o dichas prestaciones ya se hubiesen
ejecutado.
Esto es así por cuanto la ley no regula sanción mayor que la nulidad del acto,
pues esta tradicionalmente ha sido entendida desde la doctrina y la
jurisprudencia como el modo de ineficacia más enérgico de los actos
jurídicos. Ello se infiere de los efectos que origina, tales como su carácter
de orden público, imprescriptibilidad de la acción y legitimación para ser
demandada por las partes o terceros.
Por último, la razón cultural responde a la esencia misma del Derecho Civil y
su aplicabilidad en el contexto nacional. Con ello no se desconoce de modo
alguno la importancia y actualidad del Derecho Civil de raigambre romano-
germánica, que hasta nuestros días no ha encontrado otro que opaque sus
bondades y riqueza técnica. Sin embargo, también es preciso señalar que
algunas de sus instituciones en el último tiempo han sufrido variaciones,
muchas veces motivadas por la cultura y la idiosincrasia de las sociedades en
que se presenta.
574-III CC), la disolución de las sociedades (art. 792-II CC), la nulidad de las
asociaciones de hecho (art. 803-II CC), la extinción del mandato (art. 833-I
CC), la acción pauliana (1448-III CC), y la adquisición de parte del heredero
aparente (art. 1457-II CC), entre otros. En todos estos casos el codificador
coincide en exigir al tercero la adquisición de la cosa a título oneroso y buena
fe.
Por otro lado, sin perjuicio de que en criterio del Tribunal Supremo la nulidad
del art. 549 del Código Civil también alcanza los derechos constituidos por
terceros adquirientes de buena fe; para el caso en el que estos derechos
deriven de un contrato falsificado, éstos también se verán afectados por la
ilicitud e inmoralidad de la conducta. En ese orden de ideas, el Tribunal
Supremo de Justicia también ha señalado lo siguiente: “…este Tribunal
Supremo no puede reconocer una transferencia que se originó en una
falsificación de documentos, ya que estaría yendo contra la ética, los
principios, valores, la moral y las buenas costumbres que rigen el Estado,
desechando la posibilidad de que en aquellos casos en que a raíz de una
falsificación que evidencia un ilícito penal, pueda confirmarse en total
detrimento del derecho del propietario original quien por hechos
fraudulentos pierde su derecho propietario, aspecto que no puede ser
consentido porque supondría generar un caos en el ordenamiento jurídico por
contravención a los principios y valores consagrados en la Constitución
Política del Estado que determinan la moralidad y las buenas costumbres que
deben regir en la convivencia social del Estado Plurinacional de Bolivia”[41].
Se ha destacado al final del presente trabajo que, pese a los efectos que
produce el hecho ilícito de la falsificación en el orden civil, las soluciones no
pasan únicamente desde el Derecho Civil, pues es evidente que en ese
esfuerzo de constitucionalización de esta rama el Tribunal Supremo de
Justicia ha puesto de paradigma los principios y valores éticos morales
establecidos por la Constitución.
Bibliografía
Tartuce, F., Manual de Direito Civil, Editora Metodo, 5º Ed., São Paulo, 2015.
Jurisprudencia
Notas