V Reforma Agraria
V Reforma Agraria
V Reforma Agraria
Carmen Soliz
redistribución al interior de las haciendas?, ¿qué durante la década de 1930. Sanjinés publicó La
lógica se siguió a la hora de la redistribución?, Reforma Agraria en Bolivia en 1932. En su libro
¿quién o quiénes definieron los principios que subraya que dos de los mayores problemas de
seguiría la redistribución? Estas distintas entra- Bolivia residían en el acaparamiento de tierras
das para estudiar la Reforma Agraria: revisión en pocas manos y en el estancamiento de la
de los discursos, debates y proyectos de ley de agricultura. Sanjinés apunta que lo que Bolivia
Reforma, análisis de datos estadísticos y disputas debía hacer era seguir las últimas tendencias en
específicas en algunas haciendas, constituyen legislación agraria en Europa y América Latina,
una invitación para seguir reflexionando sobre donde la propiedad de la tierra estaba sujeta al
este proceso que aún tiene una multiplicidad de cumplimiento de una “función social”. Aunque
aristas por explorar. Sanjinés no se refiere explícitamente a México
–es más, su texto se esforzaba en hablar de “las
últimas tendencias agrarias” en el mundo–, es
Reforma agraria y “problema del indio” claro que su planteamiento fue influenciado por
antes de 1952 los debates alrededor del afamado Artículo 27 de
la Constitución Mexicana de 1927.
La idea de promover una reforma agraria no El texto de Sanjinés, que fue publicado por
nació con el MNR; de hecho, estuvo presente en segunda vez en 1945, incluye una entrevista del
el debate político boliviano mucho antes de la autor con León Trotsky, realizada en México.
revolución de 1952. Por ejemplo, en la década de Es probable que uno de los aspectos más in-
1920, intelectuales radicales de izquierda –pio- teresantes de la entrevista resida en la lectura
neros del movimiento socialista– como Tristán que el propio Sanjinés hizo del país a partir de
Marof (Gustavo A. Navarro) y Roberto Hinojosa, las observaciones de Trotsky. Ante la propuesta
proclamaron la consigna de la reforma agraria en de Trotsky de “usar” las estructura comunitaria
el país. Andrey Schelchkov apunta que muchas de indígena para colectivizar la tierra bajo tuición
estas reflexiones estuvieron influenciadas por las estatal, Sanjinés anota que, en Bolivia, esta colec-
profundas transformaciones políticas que tuvie- tivización no solamente encontraría sus límites
ron lugar en la Unión Soviética: Así, este autor entre la élite terrateniente, sino entre los propios
apunta que la idea de estatización de la tierra, indígenas, que él describe como profundamente
como un paso transitorio a su socialización, era arraigados a su sayaña (parcela de tierra). Para
bastante popular. Al referirse a Tristan Marof, Sanjinés, el indio era “individualista, egoísta y
Schelchkov apunta que su aporte consistió en excluyente” (1945).
intentar adaptar la teoría marxista a la realidad Tal como sugiere Guillermo Lora, durante
boliviana al proclamar: “tierras al indio y minas los años previos a la Guerra del Chaco (1932-
al Estado.” (2009: 7) Schelchkov continúa: 1935) las planteamientos que proclamaban una
reforma agraria tuvieron escasa repercusión
Citando a Mariátegui, Marof subrayó que el entre los políticos e intelectuales bolivianos
problema indígena no consistía solamente en su (1980, Tomo 4). Fue después de la guerra, con
educación o instrucción, sino en su liberación la crisis económica que sacudió al país, que las
efectiva, devolviéndoles tierras que les habían élites se vieron forzadas a repensar los modelos
sido usurpadas por blancos y criollos desde los políticos y económicos sobre los cuales se había
tiempos de la Colonia hasta la actualidad (…).
construido el país.
Marof expuso el programa marxista de la revo-
lución, que consistiría en la reforma agraria, la
El contexto de la posguerra, el debate po-
liquidación del latifundio a través de la colectivi- lítico se re-articuló alrededor de tres ejes. El
zación de la tierra, la socialización de los medios primero incidía en la necesidad de que el Estado
de producción y, finalmente, la industrialización.” tuviera un mayor control del territorio, propo-
(2009: 12-13) niendo políticas de colonización y poblamiento
que desafiaran el andino-centrismo que caracte-
Otro texto fundamental, que debatió la rizaba al país. El segundo discutía la ampliación
cuestión agraria antes de la revolución, fue el de de la base económica para contrarrestar el peso
Alfredo Sanjinés, embajador de Bolivia en México de una economía mono-productora, fuertemente
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 227
diputado Franz Tamayo, reconocido escritor porque de lo que se trata es de superar la etapa
y orador boliviano. Tamayo consideró que el feudal, la cual ya ha sido abolida en otros países.
proyecto sería “el primer paso a la disolución Lo que propongo no es devolver la tierra a sus
del pueblo boliviano”. Arguyó que, aunque él antiguos propietarios [de lo que Tamayo lo acu-
saba], sino dar la tierra a quien la trabaja. (…) No
siempre había defendido “la causa del indio”, Paz
pretendo socavar el derecho de los propietarios,
y Guevara se equivocaban al impulsar políticas sino simplemente proteger el derecho de los
foráneas a la realidad del país, influenciadas por pobres rentistas, lo que permitiría incrementar
corrientes mexicanas o peruanas. Tamayo apuntó la productividad (Paz, 1955: 303-316).
lo siguiente:
Aunque la propuesta de Paz Estenssoro no
…el indio está profundamente ligado a la tierra,
tuvo éxito, su proyecto permite visibilizar los
pero carece de toda noción de propiedad (…),
argumentos –tan conservadores– que predomi-
conformar cooperativas a partir de comunidades
indígenas no traería otra cosa que el fracaso (La naban el debate político en Bolivia tan pocos
Calle, 30 de Noviembre, 1944). años antes de la revolución. Los proyectistas
ponían énfasis en la necesidad de regular las
Por su parte, Raúl López Videla, presidente relaciones entre patrones y propietarios, de de-
de la Sociedad Rural Boliviana, advirtió sobre los fender los derechos de los colonos –a partir de
nocivos efectos económicos que tendría la apli- la conformación de sindicatos en el campo– y de
cación de una propuesta de estas características: introducir regulaciones que limitaran el arbitrio
“si los propietarios no cuentan con seguridad de propietarios sobre los colonos. Sin embargo,
jurídica, la producción agrícola que abastece a no se referían en absoluto a una propuesta de
las ciudades se verá seriamente comprometida”. redistribución de tierras.
Para Videla, limitar el derecho de los propietarios La propuesta del MNR no prosperó. Sin
a desalojar a los colonos era otorgarles a los cam- embargo, un año más tarde, en mayo de 1945,
pesinos tácitamente la copropiedad. Reconocer el Gobierno del presidente Gualberto Villarroel
la propiedad comunitaria era desandar el camino promovió la organización de un Congreso Indí-
que había consolidado Bolivia desde el siglo gena. Como afirma Laura Gotkowitz, este fue un
pasado, cuando el país emprendió un proceso evento inusitado en Bolivia y en América Latina,
de ex vinculación para otorgarles la propiedad pues era la primera vez que se realizaba congreso
individual a los indígenas (1874). Por último, indígena a nivel nacional. Aunque en el pasado se
argumentó que sindicalizar a los campesinos –una habían realizado congresos indigenistas –como
práctica copiada de afuera– no tendría cabida en el de Patzcuaro, México en 1940–, estos eventos
una masa analfabeta (El Diario, 2 de Septiembre usualmente convocaban a intelectuales y acti-
de 1944). vistas políticos para hablar sobre la situación de
En noviembre de 1944, Víctor Paz Estens- los indígenas. En cambio, el congreso indígena
soro defendió la propuesta ante el parlamento, de 1945 convocaría a casi 1200 indígenas para
arguyendo que el proyecto tan solo pretendía debatir y exponer sus demandas (2007: 193-194).
regular las relaciones entre propietarios y colo- A pesar de la intensa movilización en al
nos. Paz aseguró que Tamayo y la Sociedad Rural área rural para la organización del congreso, la
Boliviana (SRB) magnificaban los alcances de la agenda fue preestablecida por el Gobierno. Los
propuesta, pues esta no pretendía cuestionar el temas incluidos en el Primer Congreso Indígena
derecho de propiedad, sino simplemente limitarla Boliviano fueron: 1) Supresión de los servicios
para que cumpla una función social, de acuerdo gratuitos; 2) Legislación indigenal y la cuestión
a lo establecido en la Constitución de 1938. Paz comunal; 3) Educación Indígena; 4) Cooperati-
justificó su proyecto acudiendo a ejemplos del vas agrícolas y ganaderas; 5) Policía Rural; y 6)
Imperio romano, en un denodado esfuerzo por Reglamentación del trabajo campesino (1945).
desvincular su propuesta de un proyecto socialista En conjunto, las ponencias daban cuenta de
y de sus posibles influencias apristas y mexicanas: la agenda del Gobierno sobre la problemática
indígena. Esta se concentraba, por una parte, en
La reforma agraria no implica implementar un las condiciones de trabajo de los pongos en las
programa socialista, sino más bien uno liberal haciendas; por otra, en propuestas para atender
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 229
“el atraso de las comunidades”. En el corto pla- partidos de izquierda. José Antonio Arze, jefe del
zo, la agenda de gobierno apuntaba a obligar a PIR, criticó duramente el Congreso Indigenista.
los propietarios a pagar por cada uno de estos El título de su texto sintetiza bien la perspectiva
servicios. En el largo plazo –y siguiendo el Có- que tenía sobre el Gobierno: Bolivia, bajo el te-
digo Laboral de 1938–, el Gobierno proponía rrorismo nazi fascista. Arze acusaba al presidente
elaborar un Código Laboral Agrario en el que se Villarroel de haber perseguido a la oposición,
reglamentaran las relaciones entre propietarios y incluidos los líderes obreros, de quienes prego-
trabajadores. Como han anotado autores como naba su respaldo. Arze calificó al congreso como
Silvia Rivera (1984), Roberto Choque (2003) y una comedia, una parodia que no sería capaz de
Esteban Ticona (2003), esta agenda, hacía caso resolver de forma real “la miseria feudal de los
omiso de las demandas de líderes de comunidades indios” (1945).
indígenas que pedían la restitución de tierras de Por su parte, Ricardo Anaya, subjefe del PIR,
comunidad desde fines del siglo XIX. publicó otro texto desde Santiago de Chile, en
El congreso provocó un enorme impacto contra del que tildaba El demagógico Congreso Indi-
en la sociedad. La revista Bolivia, que realizó genal. Para Anaya, el congreso no era un esfuerzo
una crónica del evento, entrevistó a Francisco real por entender la problemática campesina,
Chipana Ramos –Presidente del Congreso–, que sino un mecanismo para frenar la sublevación
explicó el contenido de los decretos dictados por campesina:
el Gobierno, que emanaban de dicho congreso.
La entrevista permite ver el tono político de la
Ante la amenaza de una sublevación campesina,
época y la manera en la que los líderes indíge- se apresuró a detenerla convocando de inmediato
nas percibieron los decretos y su relación con el a un congreso indígena (…). Pero antes (…) los
Estado y el Gobierno. Ministros de Gobierno, Agricultura y Trabajo,
El congreso fue recibido con escepticismo acompañados de una numerosa cohorte de fun-
–e incluso con franca resistencia– por parte de cionarios, realizaron viajes a las provincias de La
los partidos conservadores, pero también por los Paz, Oruro, Cochabamba, Potosí, Sucre y Tarija,
Recuadro 63
como apaciguadores de la rebeldía campesina. la tierra. ¿Pero, tenía entonces el PIR una pro-
En todos los lugares por donde pasaron, no puesta clara sobre la expropiación del latifundio?
se olvidaron de hacer promesas (…). Tampoco En 1945, Ricardo Anaya expuso lo que su partido
se descuidaron de dejar (…) en todos los sitios consideraba una verdadera política agraria:
visitados piquetes de carabineros perfectamente
armados para tener a raya a los campesinos y
El caso de nuestra agricultura es el de una rei-
someterlos a la autoridad de los hacendados. Los
vindicación total, histórica o de época, desde el
personeros del Gobierno, al reconocer pública-
grande hasta el pequeño agricultor, que necesita
mente haber establecido la vigilancia policiaria
la ayuda y la orientación del Estado. El problema
en esos centros, la justificaron bajo el pretexto
del indio, como lo hemos dicho diez mil veces, es
de que esos piquetes servirían para regular las
el problema de la tierra, y el problema de la refor-
relaciones entre patrones a indígenas colonos
ma agraria es el de la superación del feudalismo,
(1945: 39).
con un vasto plan de regadío y de tecnificación,
que beneficie a todos cuantos poseen hoy tierras,
Para Anaya, el congreso había significado, grandes o pequeñas, pues, en esta etapa de la re-
en realidad: volución democrática burguesa, la primera tarea
consiste en poner los campos en condiciones de
…el desahucio de las aspiraciones campesinas, producir lo suficiente para alimentar a nuestra
pues los 1200 delegados indios (…) permanecie- población, consiste en habilitar tanto a los pro-
ron celosamente custodiados por las autoridades pietarios individuales como a las comunidades
de policía durante todo el tiempo que funcionó indígenas para usar máquinas y aplicar los co-
el congreso (Ibíd.). nocimientos científicos, en organizar las granjas
colectivas, en otorgar a los pequeños campesinos
Ricardo Anaya criticó que las ponencias del facilidades para hacer más eficiente la explotación
Congreso se hayan circunscrito a temas como: de la tierra. Cuando las comunidades, las gran-
“la abolición del pongueaje, la creación de es- jas colectivas y las cooperativas de producción,
con ayuda de los elementos que nos brinda el
cuelas rurales en las haciendas y comunidades,
progreso, comiencen a producir en gran escala,
definición de obligaciones y deberes entre pa- intensifiquen el cultivo y rebajen sus costos de
tronos a indígenas y otras cuestiones de menor producción, los propios latifundistas se verán
importancia” (Ibíd.: 39-40) pero que se hubiera avasallados por este formidable proceso y tendrán
eliminado una cuestión fundamental: “la cuestión que entrar al ritmo de la civilización (1945: 42)
de la tierra”. (Ibíd.: 39-40).
Aunque la agenda formal del Gobierno de Notablemente, el PIR tampoco parecía desa-
Villarroel efectivamente silenció las demandas fiar las relaciones de propiedad. Aunque al prin-
indígenas por reivindicación de tierras, Laura cipio del texto Anaya anunciaba que el problema
Gotkowitz ha demostrado que la organización del indio era el problema de la tierra, su propuesta
misma del congreso impulsó una agenda propia se difumina en referencias a la tecnología, el
entre los líderes indígenas, que la usaron para progreso y la ciencia, elementos que, se suponía,
articular sus intereses y reivindicaciones en torno mágicamente resolverían el problema de acceso
a sus demandas por la tierra (2007: 268-306). La a la tierra y que transformarían a Bolivia: de una
sola enunciación de un lenguaje de “reivindica- economía feudal en una economía moderna. En
ción del indio” –respaldado oficialmente desde otras palabras, los intelectuales progresistas de
el poder central– se convirtió en un poderoso 1940, que tan celosamente se disputaban las con-
instrumento político para los más de 1200 líderes signas de “reforma agraria” y “tierras al indio”, en
indígenas, que retornaron a sus comunidades realidad tenían propuestas poco concretas sobre
con una postura de franca confrontación contra expropiación y redistribución.
el poder que pregonaban los propietarios y las En la década de 1940, las proclamas re-
autoridades provinciales en el área rural. formistas –como “la tierra para quien la traba-
Las conclusiones del Congreso Indígena ja”– se extendieron y se popularizaron no solo
de 1945 evidencian cuan impensable era para el entre los miembros de partidos políticos, sino
Gobierno de Villarroel y para el MNR desafiar también dentro del movimiento campesino. Sin
los principios que garantizaban la propiedad de embargo, los alcances de esa redistribución o los
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 231
Heyduk apunta que, antes de 1952, algunas regio- de intelectuales del Partido de Izquierda Revo-
nes –como los valles de Cochabamba y Yungas– lucionaria (PIR) fundaron el primer sindicato
estaban altamente articuladas al mercado. Las campesino en Ucureña. Dandler considera que
del altiplano estaban parcialmente articuladas al este evento fue fundamental para demostrar la
mercado. Finalmente, las de Tarja y Chuquisaca activa politización campesina antes de que el
estaban prácticamente aisladas. Estos parámetros MNR llegara al poder.
de vinculación con el mercado se mantendrían Los trabajos de Patch y Dandler concentra-
invariables hasta 20 años después de aplicación de ron su atención en el valle alto de Cochabamba.
la Reforma Agraria. Basado en esta constatación, Ambos coinciden en que las semillas de la Refor-
Heyduk apunta el limitado efecto que esta tuvo ma Agraria nacieron en esta región, para luego
en la transformación del sistema de propiedad extenderse a lo largo del valle y del Altiplano
de la tierra en la relación de los campesinos con boliviano. Ambos concluyen que la Reforma
el mercado. no fue el resultado de una iniciativa del MNR,
Con relación a la organización política sino la respuesta del Gobierno ante la intensa
campesina, Heyduk subraya que la estructura de presión social en el área rural. Para Patch, la
cargos en las comunidades indígenas se mantuvo temprana politización campesina en Ucureña
similar durante y después del sistema de hacien- fue el resultado histórico de un contexto regio-
da. Así, aunque los sindicatos se generalizaron nal muy particular. Este autor afirma que los
(como la forma política de organización entre campesinos quechua-hablantes habían mostrado
las comunidades campesinas de ex hacienda), –incluso desde el periodo colonial– una mayor
el criterio de selección de autoridades mantuvo aspiración al mestizaje, especialmente si se la
muchas similitudes con el sistema que reinaba comparaba con otras regiones, como el altipla-
antes de la Reforma. Como se observa, estos no. Este carácter regional, tan particular, fue el
autores coinciden en que la Reforma Agraria fue que permitió un tipo de politización distinta
significativa porque pudo liquidar el latifundio. (Patch, 1956).
Pero, a la vez, todos recalcan el escaso impacto En respuesta a esta perspectiva de la época,
que tuvo en la transformación de las condiciones encontramos el estudio del antropólogo Dwight
socioeconómicas del área rural. En esa medida, Heath, quien afirma que innegablemente la
estos autores coinciden en que el objetivo de Reforma Agraria fue producto del liderazgo del
integrar al campesino al mercado y a la nación MNR . Para precisar sobre este debate, Heath
tuvo un éxito relativo. señala lo siguiente: “Es poco probable suponer
que los indígenas, relegados a una vida de servi-
Los debates sobre los orígenes de la revolución, dumbre y sin acceso a educación, pudieran haber
conciencia política campesina y aculturación liderado el proceso de reforma agraria” (1969).
Además, Heath recuperó los debates políticos
Desde la promulgación del decreto de Reforma de la Constitución de 1938 y los del Congreso
Agraria en 1953, los líderes del Gobierno –Víc- de 1944, en los que intelectuales como Walter
tor Paz, Hernán Siles, Walter Guevara Arze– Guevara y Paz Estenssoro ya habían comenzado
pregonaron el rol que había jugado el MNR en a esgrimir propuestas para reformar el régimen
la expropiación y distribución de la propiedad agrario campesino. También subrayó que la sindi-
en el área rural. Sin embargo, desde la década calización campesina generalizada fue un proceso
de 1960, algunos investigadores comenzaron a post-revolucionario, liderado por el MNR a partir
cuestionar ese protagonismo. El historiador Ri- de 1952 (Ibíd.).
chard Patch (1956), por ejemplo apunta que no Ciertamente, Patch y Heath representan
fue la iniciativa del MNR, sino la presión de los dos puntos de vista opuestos. En alguna me-
campesinos –a partir de tomas y confiscaciones dida, estas miradas contrapuestas se deben a
de tierras–, la que forzó y aceleró el proceso de que cada uno de estos autores estudió regiones
expropiación de latifundios. Siguiendo esta mis- diferentes.Mientras Patch basó su investiga-
ma perspectiva, Jorge Dandler (1969) subrayó ción en los valles de Cochabamba, donde se
que, mucho antes de la revolución (a fines de la formaronlos primeros sindicatos campesinos,
década de 1930), líderes campesinos con apoyo Heath se concentró en el altiplano paceño y
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 235
los Yungas, donde el florecimiento de los sin- liderazgo en el proceso de la Reforma Agraria.
dicatos tuvo lugar después de 1952. A pesar de Para él, ese liderazgo reposaba más bien en maes-
las diferencias, existen argumentos comunes en tros rurales, funcionarios estatales, miembros del
ambas posiciones: ambas perspectivas coinciden PIR y del POR.
en que la movilización campesina “masiva” no Desde diversas perspectivas, y tomando en
comenzó hasta después de la revolución. Patch cuenta distintas regiones del país, gran parte
postuló que la temprana politización ocurrió del debate de las décadas de 1960 y 1970 estuvo
únicamente en Ucureña, y debido a caracte- centrado en los orígenes de la Reforma Agraria
rísticas históricas y políticas muy particulares. y la concientización política del campo. Este
Las características que Patch señala son un debate se enmarcaba en una discusión teórica
proceso previo de aculturación y un temprano mayor, en el que se intentaba discernir el rol del
contacto con grupos “no indígenas”. Ambos partido político (y sus líderes) y el de las masas
hechos generaron una conciencia política en los en el proceso revolucionario. En el marco de
campesinos que hubiera sido imposible para el este debate, conviene resaltar la mirada insistente
resto de las comunidades indígenas y campesi- de estos autores sobre el caso de Ucureña, la
nas. Los trabajos de Patch y Heath encuentran comunidad donde se organizaron los primeros
una correlación entre “conciencia política” y sindicatos campesinos.
“aculturación”, pues circunscriben el espacio El problema con esta perspectiva radica en
de la acción política al espacio del sindicato, y que estos autores equipararon la politización
de esta manera hacen invisibles a otras formas campesina con la sindicalización campesina. Esa
de acción política. mirada tornó invisibles otras luchas campesinas
El reconocido trabajo de Jorge Dandler El e indígenas que se expandieron en el área rural,
sindicalismo campesino en Bolivia, publicado en
pero que no estuvieron signadas bajo el rótulo
1969,emergió como parte de esta polémica. En la
del sindicato. Este es el caso, por ejemplo, de
misma línea que Richard Patch, Dandler apunta
las luchas de las comunidades indígenas por la
que en Ucureña se dio un proceso de temprana
restitución de sus tierras, develadas recién en las
sindicalización. Según Dandler, fueron las ca-
décadas de 1980 y 1990. Este fue el rol fundamen-
racterísticas específicas de esta región las que
tal de los trabajos del THOA y de historiadores
impulsaron dicho proceso: una intensa densidad
como Roberto Choque, Esteban Ticona, Carlos
demográfica y una temprana politización del
Mamani, Silvia Rivera y otros posteriores, como
campo –después de la guerra del Chaco (1969:
los de Pilar Mendieta y Laura Gotkowitz. Como
45). La crisis económica de 1930 obligó a los
grandes propietarios a vender sus tierras a los veremos en el siguiente acápite, estos autores –al
medianos y pequeños. Muchos de esos compra- ampliar los límites del campo político– hicieron
dores eran campesinos que solían ser arrenderos visibles las múltiples luchas indígenas y campe-
en esas tierras. sinas previas a 1952.
Dandler apunta que estos cambios económi-
cos ayudaron a resquebrajar antiguas distinciones La revolución y el rol de los subalternos
entre blanco e indígena, distinciones muy rígidas
que sí se mantuvieron en el altiplano. Después Una de las críticas más contundentes a la Revo-
de la guerra, algunos campesinos aprovecharon lución Nacional de 1952 y a la Reforma Agraria
los contactos que habían tejido con intelectuales de 1953 fue la establecida por la socióloga Silvia
de izquierda durante el conflicto bélico, y así de- Rivera, en su renombrado trabajo Oprimidos
mandaron la consolidación del primer sindicato pero no vencidos (1984). Rivera desafió la mirada
agrario. Para Dandler, todo esto fue posible por el complaciente que se tenía sobre los sindicatos
rol de mediadores políticos –maestros e intelec- campesinos y apuntó que, en lugar de ser un ins-
tuales relacionados con el PIR–, que fueron claves trumento de politización, los sindicatos sirvieron
para articular las demandas locales campesinas a como un medio de control político del área rural.
nivel nacional. Según Rivera, si antes de la revolución había un
Con este argumento, Dandler se distanció de pongueaje económico, los sindicatos permitie-
Patch, que otorgaba a los campesinos un excesivo ron ejercer un pongueaje político; es decir, un
236 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI
del MNR asumieron y pregonaron, como si tres partido nacionalista. En otras palabras, el masivo
días de insurrección y la firma de tres decretos apoyo campesino al MNR no puede entenderse
fueran suficientes para lograr una transformación simplemente en términos de manipulación y
radical del país. Por otra parte, recentraron el cooptación (2000).
rol –hasta entonces periférico– que el MNR les Indudablemente, los aportes arriba menciona-
había otorgado a los campesinos e indígenas en dos han enriquecido nuestra mirada sobre la revo-
el proceso revolucionario. Al analizar las luchas lución y las luchas campesinas que la precedieron.
campesinas e indígenas desde fines del siglo XIX Sin embargo, aún existen mundos desconocidos.
y mediados del XX, la revolución y la Reforma Conocemos poco, por ejemplo, del proceso polí-
Agraria aparecieron por fin como el producto de tico rural después de 1952.¿Qué significó la revo-
una masiva movilización, que excedía la acción lución en el campo?, ¿cómo operó allí la Reforma
de los líderes movimientistas. Agraria? ¿Cómo operó el proceso de redistribución
A pesar de estos cruciales aportes, existen de tierras? En el siguiente acápite exploremos la
numerosas preguntas sobre el proceso de 1952 negociación entre élite, campesinos y autoridades
que aún debemos repensar. Por ejemplo, no locales que siguió a la firma del decreto de 1953.
existen suficientes estudios de género y de élites. El objetivo es analizar precisamente las dinámicas
La excepción es el trabajo de Seemin Qayum, entre la ley, el discurso y las prácticas.
María Luisa Soux y Rossana Barragán, que en
1997 publicaron una mirada sobre las mujeres
terratenientes de principios de siglo XX, en el Reforma Agraria en tres actos
libro titulado De terratenientes a amas de casa:
mujeres de la élite de La Paz en la primera mitad En este acápite nos concentramos en narrar los
del siglo XX. Existen números trabajos basados procesos de expropiación de tres haciendas de
en la legislación sobre tierras y en los discursos regiones distintas. La primera está ubicada en
de líderes del MNR, pero todavía queda mucho el valle alto de Cochabamba (provincia Germán
por recorrer en términos de una etnografía Jordán); la segunda en el altiplano (provincia
sobre la Revolución Nacional y la Reforma Omasuyos) y la tercera en los Yungas (provincia
Agraria. Muchos de los estudios regionales Sud Yungas). Cada una de las historias ilumina
se concentraron en lo ocurrido en los valles las tensiones, conflictos y disputas que siguieron
de Cochabamba o en el altiplano, pero aún se a la firma del decreto de Reforma Agraria.
necesitan estudios comparativos, que permitan Por un lado, estas tres historias mostrarán
comprender la multi-dimensionalidad de este las demandas campesinas y sus estrategias para
complejo proceso. consolidar legalmente la propiedad de sus tierras.
En el año 2000, la Revista Data, celebrando Por el otro lado, analizaremos las estrategias
los 40 años de la revolución, incluyó una entre- desplegadas por antiguos hacendados para tratar
vista al reconocido historiador James Dunkerley, de frenar ese proceso de expropiación. En este
autor de Rebelión en las venas. En aquella entre- sentido, en lugar de pensar la Reforma Agraria
vista, Dunkerley invitó a realizar estudios que como un evento –el 2 de agosto de 1953, día en
“vayan más allá del relato político (…), estudios que Paz Estenssoro firmó el decreto frente a
basados en fuentes primarias que sean capaces miles de campesinos–, la pensaremos como un
de establecer un balance de lo que ha pasado en proceso que duró casi dos décadas.
el campo” (1992).
En esa línea de trabajo, José Gordillo em- El caso de la hacienda Santa Lucía de Liquinas,
prendió un estudio de los sindicatos campesinos ubicada en el valle alto de Cochabamba
y su lucha en los valles de Cochabamba durante
la década de 1950. En contra de la tesis de Silvia Santa Lucía de Liquinas era una propiedad muy
Rivera, Gordillo demuestra que el MNR tuvo productiva que perteneció a Agustín Villegas
notables dificultades para controlar y manipular hasta 1953. Antes de la Reforma, la propiedad
a los sindicatos campesinos. Esto evidencia el alto alcanzaba las 399 hectáreas, y anualmente pro-
grado de independencia que tenían los sindica- ducía unas 540 cargas de papa, 5000 presillas de
tos, capaces de imponer sus propias agendas al maíz y 500 cargas de trigo. Santa Lucía era una
238 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI
hacienda excepcional en el contexto del mundo Se alega que el sistema de trabajo era el colonato,
rural cochabambino, pues su propietario tenía un pero (…) la hacienda se regía por las leyes de la
cuantioso capital invertido allí. Él era un ingenie- época, que eran las de Villarroel, que permitían
ro agrónomo –con título obtenido en Bélgica–, la utilización gratuita de la mano de obra de los
campesinos siempre que fuera para tareas agríco-
y alegaba haber utilizado sus conocimientos en
las (…) y (por supuesto) hacer acequias, caminos
el rubro para operar personalmente la propie- para que lleguen las maquinarias era parte del
dad. Aunque la productividad de Santa Lucía la trabajo agrícola… (Ibíd.)
asemejaba a una propiedad moderna, el régimen
de trabajo que imperaba en la hacienda –el colo- Contra la afirmación de que el dueño en la
nato– la convertía en una propiedad “de antiguo hacienda tenía solo una función decorativa en la
régimen” (INRA-CBBA, Germán Jordán, Caja 7). hacienda, Arze alegó:
En julio de 1954, el sindicato campesino
presentó una demanda por la expropiación de …si el propietario (…) sólo rendía culto a Morfeo
Santa Lucía, pero la resolución final del conflicto (…), ¿por qué entonces no funciona ahora una
no llegaría sino hasta 1961, siete años después. El sola de las numerosísimas maquinas allí dejadas?
juicio por esta hacienda fue muy disputado, pues (…) ¿Por qué se obtiene ahora la baja produc-
los campesinos se empeñaron en demostrar que, ción y (…) la ruina de todas las instalaciones de
por el sistema laboral que allí regía, la hacienda Liquinas? [Este es] un triste advertido a los pro-
era un latifundio. Por su parte, Agustín Villegas fesionales de la demagogia (…) y a los agraristas
de gabinete y escritorio (Ibíd.)
(el propietario) intentó demostrar que, por su
importante inversión de capital en la compra de
herramientas, maquinaria agrícola e instalación En ese momento de intensa pugna, tres
de bombas de agua, la propiedad era una empresa nuevos grupos pidieron ser parte de la demanda
agrícola progresista. Según él, la inversión hecha de expropiación de la propiedad de Villegas:
en Santa Lucía excedía los 25.000 $us. arrimantes, ex mineros y campesinos despla-
Villegas no era un hombre dispuesto a hacer zados de sus parcelas por la construcción de
concesiones; estaba convencido de que la inver- la represa de la Angostura. Aunque no tenían
sión realizada le otorgaba derecho a consolidar asignada una parcela de tierra, 36 arrimantes
legalmente su propiedad, un aspecto que el De- reclamaban su derecho a contar con una, pues
creto de Reforma Agraria afirmaba defender y habían trabajado para la hacienda. Después de
promover. Pero los campesinos tampoco estaban 1954, los arrimantes comenzaron a asentarse en
dispuestos a ceder. Para demostrar que Santa los terrenos que el hacendado trabajaba directa-
Lucía era un latifundio, optaron por evidenciar mente. Posteriormente, el Ministro de Minas y
las duras condiciones laborales a las que estaban Petróleo, Juan Lechín Oquendo, arguyendo la
sometidos antes de la revolución. Los ex colonos demora en la aplicación de la Reforma Agraria,
afirmaron que, además de cultivar la tierra, ser- dispuso la afectación de terrenos de algunas ha-
vían como pongos en la casa de hacienda. Según ciendas a favor de los ex mineros (Decreto del 2
sus declaraciones, los varones trabajaban como de septiembre de 1953). Liquinas fue incluida en
pongos y las mujeres como mitanis, todos bajo el decreto, y a ello se debió la ocupación de di-
órdenes y vigilancia de “sañudos cancerberos, cha hacienda por cinco ex mineros. Finalmente
conocidos como mayordomos (…). El patrón se intervino la Dirección Nacional de Riegos, una
limitaba a observar y a rendir culto a Morfeo… sección del Ministerio de Asuntos Campesinos,
el dios del sueño” (Ibíd.). Además los campesinos y determinó otorgar 94 hectáreas de la hacienda
alegaron que, aunque era verdad que la propiedad Liquinas a favor de los campesinos que habían
tenía bombas de agua, éstas únicamente regaban sido damnificados por la construcción del em-
a las tierras que eran producidas en beneficio del balse de la Angostura, en la provincia Germán
hacendado. Jordán (Decreto del 1 de diciembre de 1955). El
Agustín Villegas falleció en medio de esta decreto no especificó cuáles serían los terrenos
aguerrida disputa legal, y la defensa fue asumida destinados a los damnificados, y esto generó
por su viuda, Lily Arze, quien argumentó en aún más tensión. En este estado de cosas, la
defensa de su esposo: más interesadaen proseguir con el proceso de
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 239
afectación era la propietaria, pues ella preten- desplazados por la construcción de la represa–,
día que un fallo declarase ilegales los nuevos apelaron la decisión ante el Consejo Nacional
asentamientos. de Reforma Agraria (CNRA) y, posteriormente,
En septiembre de 1959, después de cinco ante el Presidente de la República, Hernán Siles
años de demandas y contrademandas, disputas, Zuazo. Aunque el CNRA ratificó la decisión del
mediciones y contra-mediciones, la tan esperada juez agrario, el Presidente, encargado de firmar
sentencia finalmente llegó, y esta fue favorable la última resolución, determinó –supuestamente
para la propietaria. El juez determinó que la sobre los mismos criterios técnicos y legales
propiedad era una verdadera empresa agrícola, inscritos en el Decreto de Reforma Agraria– que
no solo por la inversión de capital a gran escala Santa Lucía de Liquinas no era una empresa
y “su espíritu de empresa”, sino también por: agrícola, sino una mediana propiedad. Esta
determinación contradecía abiertamente lo
…[el] ponderable trabajo personal del propieta- establecido en el Decreto de Reforma Agraria,
rio en calidad de ingeniero agrónomo titulado que fijaba 50 hectáreas como límite máximo de
en Bélgica (…), [que había] llevado al campo los la mediana propiedad en la provincia Germán
adelantos de la técnica agronómica más avan- Jordán.
zadas… (Sentencia, Afectación de Santa Lucía
A partir de la calificación de Liquinas como
de Liquinas, Caja 7, Provincia Germán Jordán,
Cochabamba). mediana propiedad, el Presidente ordenó una
nueva redistribución de esta propiedad: 95,8 Has.
El juez calificó de ilegales las ocupaciones de tierras cultivables para 46 ex colonos y sitia-
de los arrimantes en los terrenos de la hacienda jeros; 23 Has. para los campesinos arrimantes;
porque, según el Decreto de Reforma Agraria, 15 Has para 5 ex mineros; 10, 7 Has. de tierras
las ocupaciones eran legales si habían sido es- cultivables para uso colectivo de campesinos y
tablecidas al menos dos años antes de dictado ex mineros; y 80 Has. de tierras incultivables
dicho decreto. Asimismo, calificó como arbitrario para uso colectivo de campesinos y ex mineros.
e ilegal el decreto que garantizaba tierras a los Además, sobre la base de su calificación como
campesinos damnificados por la construcción mediana propiedad, el Presidente decidió otorgar
del embalse de la Angostura, señalando que una a la propietaria un total de 94 Has que volvería
misma propiedad no podía ser afectada dos ve- a expropiarmediante una nueva resolución, esta
ces. A partir de estos criterios, el juez ordenó la vez por considerarlas de utilidad pública. La
siguiente redistribución de la hacienda Liquinas: nueva calificación permitía que las 94 hectáreas
pasarían a manos de los campesinos desplazados
Cuadro 7. Distribución de la hacienda Santa Lucía por la construcción de la represa.
Mediante este enrevesado legal, el Estado
se comprometió a compensar a la propietaria de
Propietaria 109Hascultivablesy35Hasdetierras
incultivables forma directa por las tierras expropiadas. Es no-
table que, sobre la base de una misma valoración
Excolonosyarrimantes 95,8 Has
técnica y legal, el juez agrario de la provincia, el
Ex mineros 15 Has CNRA y el Presidente de la República dictaran
Usocolectivodecampesi- 10,8 Has fallos completamente distintos. Claramente, de-
nos y ex mineros trás de cada supuesta valoración técnica, pesaban
Área Escolar 1,8 Has valoraciones políticas. El Presidente reconocía
que, más allá de la evidente inversión de capital
Finalmente, el juez ordenó que los ex co- que pudo haber hecho Agustín Villegas, convenía
lonos y ex mineros beneficiados pagaran una dar prioridad a las posesiones de arrimantes, ex
indemnización por las parcelas recibidas. La suma mineros y damnificados, pues cualquier intento
ascendía a Bs 6.822.195,monto que debían pagar de desalojo hubiera creado un mayor clima de
los beneficiarios según la cuota que le correspon- violencia. La decisión final aplacó las demandas
día a cada uno. de colonos, arrimantes, ex mineros y campesinos
Los campesinos, que quedaron al margen desplazados y la propietaria –en parte– a expensas
de la decisión del juez –particularmente los de los recursos del Estado.
240 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI
Cuatro años después de que concluyera el bajo el dominio de los campesinos damnificados,
conflicto de Liquinas, y establecidos los límites y las 40 restantes pasarían a pertenecer a los 107
de las parcelas de los nuevos propietarios, estalló jóvenes sin tierra. Esta Resolución –salomónica
un nuevo conflicto en la ex hacienda. Esta vez aunque ilegal– fue firmada el 27 de diciembre de
no se trataba de un conflicto entre hacendados 1971 por el presidente de facto Coronel Hugo
y campesinos, sino de un conflicto entre el lla- Banzer Suarez, y con ella finalmente se logró
mado Sindicato de Jóvenes Sin Tierra (que eran apaciguar a ambas partes.
los hijos de los antiguos colonos) y el Sindicato El caso de Santa Lucía de Liquinas es un
de Campesinos Desplazados por la construcción claro ejemplo de cómo operó el Estado en su
de la represa de la Angostura. El primer grupo se política de redistribución de tierras: a presión.
oponía a la consolidación de tierras a favor del Aun cuando el juez agrario y el CNRA veían que
segundo. Sus representantes consideraban que los la propiedad se ajustaba a lo que la ley de Reforma
desplazados, ajenos a la historia de la hacienda, ha- Agraria denominaba como “empresa agrícola”,
bían usurpado terrenos que a ellos, como hijos de la decisión presidencial –más allá del proprio
antiguos colonos, les debían haber sido destinados. marco de la ley– determinó la distribución de
En su demanda, los Jóvenes Sin Tierra acu- la propiedad a favor de los múltiples grupos de
saron a los campesinos damnificados de ser “los campesinos demandantes. Años después, cuando
nuevos latifundistas”, pues, además de las tierras el juez agrario y el CNRA consideraron que los
recibidas, poseían otras en el embalse de la Angos- reclamos de los jóvenes sin tierra eran ilegales,
tura. Los demandados respondieron que, aunque el Presidente de turno volvió a encontrar una
era cierto que conservaban las tierras de la represa, salida –distinta a la establecida por la ley– para
estas se inundaban varios meses al año, lo que aplacar las demandas de ambos grupos. Es no-
afectaba seriamente sus cosechas. Además, alega- torio que, en ambos conflictos, la capacidad de
ban haber adquirido esos terrenos ya en 1955, por presión y demanda de parte de los campesinos
disposición del Ministerio de Asuntos Campesinos, surtió efectos claros sobre las decisiones estatales.
y que su asentamiento databa de más de 15 años. El caso de Santa Lucía no es generalizable
En junio de 1970, y a tan solo un mes de para toda la región –aunque hubieron algunas
iniciado el conflicto, el Sindicato de Jóvenes des- propiedades que demostraron inversión agríco-
alojó con palos y armas de fuego a los campesinos la–, pues la mayoría de las veces los hacendados
del Sindicato de Desplazados. En este clima de se sirvieron del trabajo de los colonos, pero sin
violencia, el juez agrario de la provincia dictó su hacer ninguna inversión. En cambio, Santa Lucía
veredicto, luego respaldado por el CNRA. Ambos sí es representativa de la manera en la cual ambos
fallos calificaron como ilegal el asentamiento grupos, hacendados y antiguos colonos, enfati-
de los jóvenes sin tierra, pues aquellos terrenos zaron en ciertos artículos de la ley de Reforma
habían sido legalmente otorgados hace 15 años. Agraria (inversión, tamaño de la hacienda, con-
Las autoridades, aunque reconocían los justos diciones laborales; acceso a agua, concentración
reclamos de los campesinos jóvenes, cuestionaron de tierras) para disputar y renegociar el proceso
el uso de la violencia. Sin embargo, ninguno de de implementación de la Reforma.
estos fallos apaciguó la situación, y las tensiones Además, Santa Lucía constituye un notable
entre ambos grupos siguieron. ejemplo de que el conflicto agrario no concluyó
El Sindicato de campesinos damnificados, con el Decreto de la Reforma –en 1953– o con
cansado de la ineficacia estatal para imponer el las resoluciones presidenciales –en los años pos-
“imperio de la ley”, amenazó con abrir las com- teriores. Este conflicto continuó por al menos
puertas del embalse de la Angostura e inundar la una década, y se fue tornando crecientemente
ciudad de Cochabamba si el Estado no atendía sus más complicado en la medida en que surgieron
demandas. En esa situación de conflicto, el Presi- nuevas necesidades y nuevos actores. Las dispo-
dente dictó finalmente una Resolución Suprema, siciones de Reforma Agraria se concentraron en
que rechazó los anteriores fallos y declaró que, en la disputa entre hacendados y colonos, pero no
aras de solucionar el problema, se haría una nueva debatieron cómo solucionar el acceso a tierra
redistribución de los terrenos en conflicto. Don- de otros actores igualmente importantes en el
de 50 de las 90 hectáreas en disputa quedarían área rural, como los arrimantes o los hijos de ex
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 241
colonos.Los denominados arrimantes, yanape- haciendo caso omiso los procesos de usurpación
ros, agregados, sitiajeros –es decir: campesinos de tierras de comunidad que se habían disparado
que antes de la Reforma no tenían establecida una en el altiplano hacia fines del siglo XIX.
parcela– tomaron posesión y consolidaron una Un ejemplo de este tipo de demandas fue
parcela de tierra, expandiendo los alcances del la disputa que se dio entre los herederos de los
proceso de redistribución más allá de los límites antiguos comunarios de la ex comunidad Cha-
que el Gobierno del MNR había planificado. lluyo, en la Provincia de Omasuyos, en contra
de Jorge Cusicanqui y su esposa Ubaldina Mo-
UncasodelaprovinciaOmasuyos:disputasentre llinedo. Los hijos de los antiguos comunarios,
campesinos, comunarios y hacendados apoyados por los colonos y basados en el decreto
de mayo de 1954, presentaron una demanda de
Así como en los valles de Cochabamba, en el restitución de tierras de comunidad. El veredicto
altiplano se presentaron numerosas demandas del juez agrario de Omasuyos fue favorable para
de expropiación de latifundios apenas dictado los demandantes comunarios. Cusicanqui apeló
el Decreto de Reforma Agraria. Junto con estas la decisión, alegando que había adquirido esas
demandas, indígenas de numerosas provincias del tierras antes de 1900, motivo por el cual no se
altiplano paceño también exigieron la restitución podía dar paso a la restitución.
de las tierras de comunidad. En lugar de procla- Durante el juicio, el hacendado presentó
mar “tierra para quien la trabaja” –como era el títulos de propiedad de algunas parcelas, títulos
reconocido lema de líderes de los nacionalistas que databan de antes de 1900. Sin embargo,
e izquierdistas–, los comunarios pedían “tierra los comunarios demostraron que Cusicanqui
para los que siempre ha pertenecido”. había expandido ilegalmente los límites de su
Los líderes indígenas de las regiones de Ta- propiedad en el curso de las primeras décadas
raco, Tiwanacu, Los Andes y Camacho enviaron del siglo XX. Sobre la base de estos testimonios,
numerosas misivas al presidente Paz Estensoro, el CNRA y el Ministerio de Asuntos Campesinos
denunciando el despojo de las tierras de comu- (MACA) ratificaron el derecho de las comunida-
nidad (ver, por ejemplo: “Los campesinos de des a la restitución. Pero, además, la Resolución
Taraco piden la devolución de sus terrenos”, La Presidencial dispuso que los “ahijaderos, la casa
Nación, 22 de agosto de 1953; “Revisión de títu- de hacienda y los terrenos enclavados” también
los originarios de la ex comunidad Collantaca”, fueran restituidos a la comunidad ( INRA - LP ,
La Nación de 16 de abril de 1953; “Indígenas Omasuyos, Caja 10).
denuncian despojo y exigen restitución de tierras Una vez que se dictaminó la restitución de
en la comunidad de Guancollo”, La Nación, 8 de tierras, los herederos de los comunarios y los
septiembre de 1953). Ante la insistencia de estas colonos –que solían trabajar para la familia Cu-
numerosas demandas, el Presidente incluyó un sicanqui– comenzaron a negociar qué parcelas
artículo sobre restitución de tierras en el Decreto de tierra quedarían en manos de quién. Como
de Reforma Agraria (Artículo 42). Posteriormen- el Decreto de Reforma Agraria privilegiaba a los
te, el 19 de mayo de 1954, firmó un Decreto de campesinos ya asentados, las autoridades ordena-
Restitución de Tierras de Comunidad (D.S. 3732) ron que los colonos quedaran como propietarios
que establecía que toda propiedad comunal que de las parcelas que estaban ocupando y que paga-
hubiera pasado a manos privadas después de 1900 ran una indemnización por la expropiación a los
seria restituida a las comunidades. comunarios, quienes eran los legítimos dueños.
La decisión del Presidente al incorporar las Fue así que, por ejemplo, los herederos de Juan
demandas de restitución tierras de comunidad Cruz (comunario con título revisitario de 1882)
–algo que, sin duda, distaba de su proyecto ini- quedaron con la mitad de su parcela. La otra
cial de implementar un sistema de tenencia de mitad fue distribuida entre tres colonos, quienes
tierra de mediana y pequeña propiedad– fue una pagaron una compensación a la familia Cruz. En
medida trascendental. Sin embargo, el proyecto otro caso, el comunario Florentino Aruquipa
se mostró cauteloso en relación a cuán lejos en recuperó 61,5 hectáreas del total de su parce-
el pasado alcanzarían estas reclamaciones. El lí- lay cedió 23 hectáreas a otros tres colonos. La
mite impuesto por el Gobierno fue el año 1900, distribución final operó de la siguiente manera:
242 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI
dio y recomendó al juez local que sea expropiada 400 personas), sin que haya excedente para más
en su totalidad. Lorini respondió airado ante el familias… (Ibíd.)
informe: alegó que la junta no había tomado en
cuenta su inversión en la instalación de agua para la En respuesta Lorini alegó que la propiedad
propiedad ni en la apertura de caminos (Huancané- no era feudal, pues no tenía colonos, sino arren-
Naranjani) y sendas. Finalmente, Lorini agregó: deros:
Recuadro 65
Basado en ambos alegatos, el juez agrario de el juez agrario se había olvidado de mencionar
Sud Yungas dotó 150 hectáreas a Lorini expro- que Lorini era propietario de otras haciendas:
pio del resto de la propiedad. Asimismo, el juez Chicani –en la provincia Murillo–, Ticuyo y
otorgó tierras a los ex colonos, pero excluyó de adyacentes –en la provincia Los Andes.
la lista a los yanaperos (9 de diciembre de 1955). En diciembre de 1956, el CNRA reconsideró
Ambas partes objetaron el fallo del juez. el veredicto del juez. En esta instancia se subrayó
Lorini afirmó que en la nómina de beneficiarios que el juez local había desestimado que Héctor
aparecían nombres de personas que nunca habían Lorini era propietario de más de cinco propie-
trabajado como campesinos en la hacienda. Dos dades y, calificó a Naranjani como latifundio. El
de ellos, Isaac Tamayo y Jorge Villanueva, eran CNRA determinó otorgar 36 hectáreas a Lorini
funcionarios de la Junta Rural de Chulumani, y –las hectáreas que estaban cultivadas anterior-
los otros dos eran “sayañeros con propiedades mente por la hacienda–, y ordenó la expropia-
establecidas en Chulumani”. Por su parte, el ción del resto, en favor de los 80 demandantes.
secretario general del sindicato campesino de- Asimismo, ordenó que los beneficiarios pagaran
nunció que la propiedad había sido injustamente una indemnización acorde al valor catastral de
calificada como mediana. El secretario general la propiedad –es decir: 10 millones de Bs. Lorini
también reveló que el juez había impuesto a los apeló la decisión, y para ello insistió en la filiación
campesinos una indemnización de 22 millones de de su hijo con el MNR durante el sexenio.
Bs. En favor del propietario, “cuando el valor de El caso llegó finalmente a manos del presi-
la propiedad declarado ante la renta no excedía dente Hernán Siles Zuazo en 1957 y determinó
los 10 millones de Bs”. Finalmente, notificó que dar 10 hectáreas a cada uno de los demandantes
246 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI
y dejó “el resto” para el hacendado. La resolución Sin embargo, cada uno de los arriba menciona-
final brillaba por su ambigüedad, pues dejaba dos casos nos muestra que los hacendados pe-
conflictos cruciales irresueltos: ¿Cómo se distri- learon individualmente en los juzgados agrarios,
buirían el área cultivable, las tierras incultivables buscando la consolidación de, al menos, una
y los bosques entre los beneficiarios?¿Quién parte de sus antiguas tierras. En muchos casos
definiría esos límites y cómo? En todo caso –tal –como en el de Liquinas, en Cochabamba–, las
como señalaba un memorial–, la ambigüedad de propiedades fueron expropiadas en su totalidad,
la Resolución servía para proteger los intereses de pero esto no significa que los hacendados no
Lorini, lo que implicaba una respuesta favorable hayan logrado diversos mecanismos de indem-
debido a sus influencias con algunos miembros nización.
del partido. Conviene, además, rescatar un tema que
Cada uno de los casos expuestos nos permite parece haberse opacado bajo los debates sobre
palpar las dinámicas de poder y las tensiones que la revolución y la conformación de los sindicatos
se suscitaron en el área rural durante el periodo campesinos. Este es el de la reivindicación de
post-revolucionario. A las tomas de las haciendas las comunidades indígenas, que parecería haber
siguieron varios años de disputa legal. Con el fin quedado silenciada bajo el discurso nacionalista.
de consolidar tierras a su favor Una de las conclusiones más sobresalientes de
Los campesinos abrazaron ciertos aspectos esta sección es constatar que la red de caciques
establecidos por la Ley de Reforma Agraria de apoderados no desapareció con la revolución.
1953 y el Decreto de Restitución de Tierras de De hecho, esta red presentó numerosas cartas
Comunidad de 1954. Por su parte, los hacen- al presidente Víctor Paz Estenssoro, pidiendo la
dados utilizaron los criterios inscritos en la ley restitución de tierras de comunidad.
como inversión, tamaño de la propiedad para El caso de Taraco ocupó numerosas co-
frenar el proceso de expropiación. lumnas en la década de 1950. Sin embargo, lo
El criterio “condiciones laborales” fue crucial más notable es que el Decreto de Restitución
para que las demandas de expropiación afectaran de Tierras de Comunidad, dictado por el Go-
no solo a las grandes propiedades improductivas, bierno en 1954, fue un instrumento clave para
tal como inicialmente había establecido la ley, que muchas comunidades –especialmente en
sino que se ampliara a propiedades productivas y el departamento de La Paz– lograran la resti-
las medianas. También conviene resaltar, al anali- tución de tierras perdidas con la expansión del
zar estos tres casos, el alcance redistributivo que latifundio. Tal como vimos en la provincia de
tuvo la Reforma Agraria en Bolivia. Además de Omasuyos, muchas demandas fueron exitosas.
los colonos, arrimantes, yanaperos, sitiajeros y ex Pero se requieren todavia estudios de otras
trabajadores mineros (en algunas ocasiones) abra- regiones del Altiplano.
zaron el Decreto de Reforma Agraria, buscando
consolidar alguna parcela. Los expedientes revi-
sados evidencian que, en general, las decisiones El baile de los números
presidenciales terminaron usualmente cediendo
ante estas demandas campesinas, amplificando el En 1963, el Gobierno publicó una serie de es-
carácter redistributivo de la Reforma. tudios que señalaban el avance de la Reforma
La revisión de estos expedientes también Agraria a una década de aplicación. A principios
nos muestra lo poco que conocemos sobre la de aquella década, las relaciones entre el Go-
complejidad del mundo agrario (que hemos bierno del MNR y el bloque minero la COB ya
homogeneizado bajo el rotulo campesino). Los se habían deteriorado profundamente. Después
distintos demandantes de tierras moldearon la re- del programa de estabilización monetaria de
glamentación según su situación y conveniencia, 1957, “los mineros perdieron mucho poder y el
lo que generó distintas formas de redistribución Estado logró usar la masa campesina para ame-
de la tierra. Todo esto dentro del contexto de nazar a los sindicatos mineros” (Harris y Albó,
una misma. 1986: 7). Fue especialmente en el marco de esta
Es verdad que el poder de la élite terrate- coyuntura política, que el MNR comenzó a dar
niente se resquebrajó después de la revolución. creciente importancia a sus logros en materia de
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 247
Reforma Agraria. Como parte de ese impulso, en CNRA–, difieren en sus resultados al hablar de
1963, Antonio García publicó el libro Diez años la primera década de aplicación de la Reforma.
de Reforma Agraria en Bolivia con apoyo de la El primero contabiliza 4 millones de hectáreas
Dirección Nacional de Informaciones. tituladas, el segundo, 6 millones.
Los gobiernos militares –que a partir de 1964 Los conflictos que enfrentaba el CNRA para
se sucedieron en el poder por casi dos décadas–, establecer las cifras del avance en el proceso de
a pesar de sus continuas críticas hacia el MNR, redistribución de tierras de la Reforma Agraria
adoptaron el programa de la Reforma Agraria respondían, en parte, a problemas técnicos, pero
y se posicionaron como continuadores de ese también políticos. Para comenzar, para el Estado
proyecto. Durante los gobiernos del General era difícil “mensurar su territorio”. De acuerdo
Rene Barrientos, de 1964 y 1969, se publicó una a ley, por cada demanda de expropiación, un to-
serie de folletos que titulaba “El progreso de la pógrafo especializado debía medir la superficie
Reforma Agraria”. En la gestión del Coronel de la propiedad. Sobre la base de sus resultados,
Hugo Banzer (1971-1978) se publicó “25 años el CNRA y el Presidente de la República dictaban
de Reforma Agraria”. sus veredictos. Al concluir el juicio, el topógrafo
El proceso de redistribución de tierras en volvía al campo y entregaba los títulos de pro-
Bolivia convocó el interés de varios estudiosos piedad sobre la base de una Resolución Suprema
nacionales e internacionales, pues se trataba de dictada por el Presidente.
la segunda experiencia exitosa de reforma agraria Cuando analizamos uno a uno los expedien-
en América Latina (después de la de México, que tes de expropiación, constatamos que los datos
se inició en la década de 1910). En las décadas de de un documento a otro casi nunca coincidían.
1960 y 1970, estudiosos latinoamericanistas es- Las denominadas “operaciones de replanteo” (el
taban particularmente interesados en contrastar proceso por el que un topógrafo medía las tierras
los resultados de la Reforma Agraria en Bolivia, que el Estado le había dotado a cada beneficiario)
que había emergido de una revolución, con las duraban tantos años como los propios juicios
otras reformas en la región impulsadas por el agrarios. Los beneficiarios reclamaban que no
programa de la Alianza para el Progreso. había una relación entre la dotación firmada por
A pesar del interés por obtener las cifras de el Presidente –desde su escritorio– y la redistribu-
ción actual de la propiedad. A menudo, hacenda-
la Reforma Agraria, en la práctica, el Gobierno
dos y campesinos cuestionaban los criterios que
–y más específicamente el CNRA– enfrentó nu-
había utilizado el topógrafo para determinar qué
merosas dificultades a la hora de construir esas
era tierra cultivable, incultivable o de pastoreo,
estadísticas. En la década de 1960, varios critica-
definiciones cruciales a la hora de redistribuir
ron la incoherencia de los datos presentados por
una propiedad.
esa institución; otros expresaron su frustración
Por otra parte, autores como Wilkie (1974)
al tratar de conseguir datos más fidedignos. El
y Turovsky (1980) anotaron la distancia entre la
antropólogo Charles Erasmus, que estudiaba los
importancia que recibía la Reforma Agraria en
efectos de la Reforma en los departamentos de
los discursos gubernamentales y el presupuesto
Chuquisaca y Tarija, expresó:
que en la práctica se destinaba para su implemen-
tación. Según Turovsky:
Nadie parece saber a ciencia cierta por qué
unos expedientes se guardan en La Paz, algunos
El presupuesto que se otorgaba al CNRA oscilaba
retornan a Sucre y otros son archivados en las
entre el 0.8% y 1.5% del presupuesto nacional
capitales de provincia; pareciera una cuestión de
en los dos primeros años de implementación de
azar (Heath, Erasmus et al., 1969: 102).
la Reforma Agraria, y luego de entre un 0.44% a
0.55% en los siguientes años en que gobernó el
Xavier Albó, en su reconocido trabajo Ré- MNR. Este presupuesto se volvió incluso menos
quiem para una reforma agraria, remarca que los significativo durante los gobiernos de Barrientos y
datos presentados por el CNRA eran contradic- Banzer, en las décadas de 1960 y 1970. La falta de
torios e inconsistentes (1979: 32). De hecho, dos equipo básico y de mínimas facilidades y los bajos
reconocidos estudios de la época, Antonio García salarios proveían escaso incentivo para que los
y James Wilkie –ambos basados en estudios del técnicos (especializados) trabajen allí (1980: 209).
248 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI
Pero además del limitado presupuesto y de anotar paralelamente a los casos de expropiación
los problemas técnicos, la producción y la pre- y restitución, el Gobierno recibió numerosas
sentación de los datos estaba –a menudo– sujeta demandas de dotación de tierras fiscales, espe-
a manejo político. Para empezar, cada uno de los cialmente en los Yungas, el norte de La Paz y el
gobiernos presentaba resultados que afirmaban Chapare. Como el CNRA presentaba los datos de
que durante su gestión se había avanzado más la Reforma por Departamento, se hace imposible
que en los gobiernos anteriores. Por ejemplo, discernir cuánto de la tierra titulada provenía de
el presidente Víctor Paz Estenssoro afirmaba un proceso de expropiación o dotación.
que en su segunda gestión presidencial (1960- Cada uno de estos temas analizados en este
1964) se había entregado más títulos de tierras acápite nos muestra que los números y datos de
que durante el periodo anterior, aunque esto la Reforma Agraria, más que una realidad con-
silenciaba el arduo trabajo técnico que precedía creta, eran la expresión de lo que cada gobierno
a la entrega de dichos títulos, llevado a cabo pretendía demostrar. La generalidad con la que
entre 1954 y 1960. se presentaban estos datos permite conocer muy
Otra maniobra política consistía en la pre- poco sobre los mecanismos y lógicas con las que
sentación de los resultados de la Reforma Agraria operó la redistribución de tierras entre los cam-
como datos globales, sin distinguir si los “benefi- pesinos. ¿Quién determinó cuánto recibía cada
ciarios” eran campesinos o hacendados. Durante uno de los campesinos o beneficiarios?, ¿cómo
el proceso de Reforma Agraria, muchos hacenda- se distribuían las parcelas entre los campesinos?,
dos perdieron gran parte de sus haciendas, pero ¿fue capaz el Estado de imponer un mecanismo
no todo. Por ejemplo, algunos conservaron la y un sistema de redistribución entre los antiguos
antigua casa de hacienda y algunas parcelas de colonos? En el siguiente acápite se esbozarán al-
cultivo (tal como vimos en el expediente de los gunos lineamientos que nos permitirán repensar
Yungas, en el acápite anterior). Sin embargo, al la forma en que operó la redistribución de tierras
hablar de “beneficiarios”, los resultados hacían entre los campesinos después de 1952.
invisible un dato crucial: ¿qué porcentaje de
tierras quedó en manos de los hacendados? ¿En
qué regiones? Algunasnotassobreelprocesoderedistribución
Al cumplirse los diez años de Reforma Agra-
ria, el Gobierno promocionó estos resultados: Varios estudios han mostrado que en las comu-
nidades había una clara estratificación social
Cuadro 10. Informe del CNRA sobre redistribución expresaba en criterios el acceso a la tierra, al
de tierras en 1962 cumplimiento de labores y a los distintos mon-
tos de contribución al Estado. En el altiplano
se distinguían dos tipos de habitantes: los origi-
Número de hectáreas 4.852.954,87
narios (familias nacidas de la comunidad) y los
Títulos 226.544 agregados (campesinos que no habían nacido en
Cabezasdefamiliabeneficiadas 151.435 la comunidad). Por lo general, los originarios
tenían el doble de tierras que los agregados (ver
Es indudable que estos números pretendían De Lucca, 1970).
hacer énfasis en “el avance de la revolución”, Dependiendo de la región, estas distinciones
pero incluían en una misma categoría actores adoptaban distintos nombres. Por ejemplo, en el
tan diversos como ex–hacendados, comunarios, altiplano existían las categorías de “persona” y
colonos, ex–mineros, arrimantes, yanaperos, “media persona”. Los términos de “originario”
etc. Como vimos en el acápite anterior, estos y “agregado” también tenían plena validez en los
obtuvieron logros muy diversos en cada uno Yungas. Además de estas dos distinciones, existían
de los casos. otras categorías, tales como “utawawas”, “piqui-
Además los datos de “titulación de tierras” ñeros” y “yanaperos”. De Lucca afirma que los
presentados por el CNRA no señalaban si estos yanaperos, yanapaques o sobrantes también eran
provenían de procesos de expropiación, res- llamados “ayudantes” porque, al no tener tierras,
titución, consolidación o dotación. Conviene se ganaban la vida ayudando a los miembros de
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 249
las comunidades. Muchos poseían parcelas muy La Reforma Agraria no borró esas diferen-
pequeñas, que la comunidad les había concedido cias. Cuando los campesinos presentaban una
con la condición de que prestaran sus servicios demanda formal por la expropiación de una ha-
(1970: 65-66). cienda, los demandantes debían incluir una lista
Tal como vimos en el caso de Naranjani, la de beneficiarios. Esta lista incluía la categoría
estratificación tenía plena vigencia en las hacien- de cada uno de los beneficiarios. Miremos, por
das de los Yungas. Una de las aristas más críticas ejemplo, la lista presentada por los demandantes
de aquel conflicto se debió a que el propietario de la hacienda Pongon-Huyo, en Omasuyos (Ver
se negaba a que su propiedad se expropiara para recuadro 66)
favorecer a los yanaperos. Según él, los yanaperos Estas listas se elaboraron en diversas regiones
habían llegado a la hacienda “por cuenta de los del altiplano, Yungas y valles de Cochabamba. En
colonos, no del hacendado”. cada una de las ex haciendas, los campesinos pe-
Este sistema de redistribución de tierras al in- dían la redistribución de la tierra sobre la base del
terior de las comunidades no se desmanteló con la sistema de tenencia de tierras que operaba antes de
expansión de las haciendas. De hecho, las distintas la Revolución Nacional. Hubo numerosos casos
categorías implicaban al interior de las haciendas en los que, durante el proceso de expropiación,
distintas cargas de trabajo. Así, por ejemplo, los arrimantes, agregados o utawawas, que poseían
pegujaleros trabajaban cuatro días a la semana parcelas demasiado pequeñas, pidieron que se les
para la hacienda. Para poder trabajar esta cantidad ampliara el de sus parcelas. Sin embargo, estas
de días, el pegujalero debía contar con el apoyo nunca se asemejaron a la superficie que quedó en
de otros familiares, que en ese lapso trabajaban su manos de los originarios.
propia parcela. En algunos casos, si los agregados Las autoridades estatales escasamente modi-
si se comprometían a trabajar más días –y si había ficaron esta estructura. Cuando había suficiente
disponibilidad de tierra–, podían acceder a parcelas tierra dentro de la hacienda, ordenaban que se ex-
más grandes dentro de una hacienda. Esto fue lo pandieran las parcelas de todos los colonos o que
que sucedió, por ejemplo, en algunos lugares del se destinara ciertos terrenos como colectivos. Sin
Altiplano, donde los hacendados se apropiaron de embargo, en muy pocos casos revertían –o incluso
tierras de comunidad y consiguieron como colonos cuestionaban– la distribución pre-establecida
a campesinos ajenos a la comunidad. Esto permitió por los demandantes (los campesinos). Miremos,
a los hacendados garantizar la expulsión de los por ejemplo, la redistribución que se hizo de la
antiguos comunarios de sus tierras. hacienda Chiquero, en Sud Yungas:
Recuadro 66
cotidianas. Los gobiernos terminaron legalizan- haciendas improductivas, hubo haciendas con
do las diferencias entre originarios, agregados, una importante inversión de capital. Muchos
yanaperos; legalizaron las parcelas individuales hacendados de la zona del altiplano, al enfrentar
(sayañas)y parcelas colectivas (aynocas); termi- la demanda por expropiación, apuntaron que las
naron expropiando medianas y pequeñas propie- autoridades estatales habían declarado que la
dades que la Ley de ReformaAgraria inicialmente propiedad era improductiva sin siquiera tomar
decía proteger. Todos estos hechos hablan de un en cuenta la inversión en ganado o –en algunos
proceso más complejo. En el fondo, la Ley de casos– en las pequeñas fábricas ahí instaladas (de
Reforma se constituyó en un punto de partida alcohol, tejas, vinos, mermeladas, etc.). Durante
para un proceso de negociación política mucho la implementación de la Reforma Agraria, las
más complejo. autoridades estatales encontraron que detrás del
Aunque la problemática de la Reforma Agra- denominativo común “campesino” se escondía
ria ha convocado la atención de numerosos estu- una pluralidad de personas con accesos a la tierra
dios en Bolivia, muchos han prestado atención muy distintos.
al Decreto Supremo, pero aún conocemos poco Finalmente, varios estudiosos han subrayado
sobre la implementación misma del proceso. De la poca capacidad del Servicio Nacional de Refor-
hecho, muchas de las valoraciones que tenemos ma Agraria para producir datos coherentes. Sin
sobre este proceso se basan en datos emanados embargo, pocos investigadores han reflexionado
por el CNRA , pero poco hemos reflexionado sobre lo que esos datos y su elaboración reflejan
de la realidad social y política de la época. Un
sobre cómo y en qué contextos elaboraron esos
contraste entre la historia que narran los expe-
números.
dientes de la Reforma (los casos concretos) y los
Uno de los objetivos de este artículo fue
datos producidos por el Estado nos permiten
mostrar el contraste entre lo establecido por
repensar los conceptos de lo que el SNRA deno-
el Decreto de Reforma Agraria y la manera en
minaba el “avance de la Reforma Agraria”.
que los diversos actores locales –ex colonos,
comunidades indígenas y antiguos hacendados–
negociaron y disputaron su aplicación práctica. El Oriente de Bolivia: la otra historia
Al analizar la aplicación de la Reforma Agraria de la Reforma Agraria
observamos que, aunque cada una de las auto-
ridades estatales decía regirse por los criterios La Reforma Agraria de 1953 fue el producto de
técnicos inscritos en la ley, en la práctica, todas las demandas y disputas de larga data. Pese a su len-
decisiones estuvieron atravesada por profundas titud y sus contradicciones, la Reforma tuvo un
consideraciones políticas. Esto se hace particular- efecto profundamente redistributivo en cuanto
mente evidente si se analizan los expedientes de acceso y tenencia de la tierra. Pero sus efectos no
Reforma Agraria y se observa que, frente a casos fueron los mismos en todas las regiones. En lo
muy similares, las decisiones estatales podían ser que respecta a las tierras bajas (llanos y Amazonía
muy distintas. Hubo muchos hacendados que bolivianos), la política agraria del MNR difirió
enfrentaron expropiaciones sin compensación. poco de la mentalidad civilizatoria del siglo
Otros recuperaron montos menores, producto XIX. Los pueblos indígenas de la región fueron
de la indemnización que los campesinos debían considerados como inhábiles y sujetos a tutelaje,
pagar por las parcelas recibidas. Finalmente, hubo así señala el artículo 129 de la Ley de Reforma
algunos que encontraron modos indirectos de Agraria: “los grupos selvícolas (…) que se encuen-
compensación. tran en estado salvaje y tienen una organización
Conviene anotar también que, mientras primitiva, quedan bajo la protección del Estado
los discursos gubernamentales hablaban de (D.S. del 2 de agosto de 1953).
realidades fijas –latifundios improductivos, por La política civilizatoria que caracterizó la ley
una parte, y pequeños y medianos productores, de Reforma Agraria de 1953 en Oriente hacia las
por la otra–, la realidad nos habla de un área poblaciones indígenas no fue solo característica
rural con una diversidad y complejidad mayo- de Bolivia. Convenciones internacionales
res. Antes de la revolución, a la par de grandes compartíanprincipios muy parecidos. Así, el
252 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI
menciona la forma en que las demandas locales nacional sobre pueblos indígenas, que remplazó
lograron sintonizarse en una voz regional que, el convenio 107. Se trataba del Convenio 169
al unísono, comenzó a cuestionar las políticas de la OIT sobre pueblos indígenas, que afirmaba
asimilacionistas de los Estados nacionales de los derechos colectivos de los pueblos indígenas,
décadas previas. el respeto a su identidad social y cultural, sus
Hablar de estos flujos e influencias nos costumbres y tradiciones, sus instituciones y su
ayudaría a comprender de mejor manera la derecho a territorio.
formulación de propuestas y alternativas que no El segundo fue la realización de la primera
nacieron únicamente al interior de la CIDOB, sino marcha indígena en Bolivia, denominada “Mar-
en diálogo con otras organizaciones indígenas cha por el Territorio y la Dignidad”, en 1990. La
en América Latina y con el apoyo de distintas marcha forzó al Gobierno nacional a promulgar
entidades internacionales. En el caso de Bolivia, tres decretos que reconocían –por primera vez–
la organización no gubernamental Apoyo Para los derechos a los territorios de los pueblos indí-
el Campesino-Indígena del Oriente Boliviano genas (D.S. 22609, D.S. 22610 y D.S. 22611). Pero,
( APCOB ) jugó un rol muy importante en los más allá de estos éxitos concretos, la marcha tuvo
primeros años de conformación de la CIDOB. consecuencias más profundas. Ricardo Calla y
De 1985 en adelante, la Organización Interna- Ramiro Molina, en el texto Movimientos indígenas
cional del Trabajo (OIT) también desempeñó un y pactos de género (2000), se refieren a la marcha
papel preponderante. Sin embargo, fue a partir como un momento de quiebre epistemológico
de 1990, después de la primera marcha indígena,
en el país, pues este acontecimiento cambió los
que se generó una nueva ola de colaboración de
parámetros del diálogo sobre la problemática
parte de las organizaciones no gubernamentales.
indígena:
CEJIS (Centro de Estudios Jurídicos e Investiga-
ción Social), ALAS (Asociación Latinoamérica- La marcha interpeló al Estado y a toda la so-
Suiza) y CIDDEBENI (Centro de Investigación ciedad, evidenciado que una gran parte de la
y Documentación para el Desarrollo del Beni) población había sido marginada de los procesos
fueron organizaciones claves para canalizar las nacionales. [La marcha desafiaba las barreras
demandas de los pueblos indígenas en la agenda legales] que consideraban impensable hablar de
pública nacional. territorios, pueblos originarios, derechos colec-
tivos (Calla y Molina R, 2000).
Las demandas por una nueva ley de reforma El tercero fue la crisis institucional que res-
agraria quebrajó los cimientos institucionales del Conse-
jo Nacional de Reforma Agraria y el Instituto de
A principios de la década de 1990, a las crecientes Colonización. Esto sucedió cuando el Presidente
demandas de los pueblos indígenas del Oriente de turno, Jaime Paz Zamora (1989-1993), frente
se sumaron las de las comunidades indígenas de a las crecientes denuncias de dotación ilegal de
las tierras altas, que denunciaban el carácter diso- tierras, decretó la intervención de ambas insti-
ciador y fragmentador que había tenido la aplica- tuciones.El decreto de intervención señalaba lo
ción de la Reforma Agraria en sus comunidades. siguiente:
Algunas de estas comunidades re-articularon sus
organizaciones originarias (los ayllus), rempla- …la institución no [cuenta] con estadísticas (…)
que muestren a ciencia cierta el grado de dis-
zando a los sindicatos agrarios, que habían sido
tribución y redistribución de las tierras, lo que
el modo de organización política promovido y [ha] provocadoduplicidad en las demandas, su-
privilegiado en el área rural desde la Revolución perposiciones en las dotaciones y adjudicaciones,
Nacional de 1952. anomalías en la titulación, concentración de la
Hacia fines de la década de 1980 y principios propiedad y latifundio, comercio ilegal de la
de la siguiente, tres hechos –que se sucedieron en tierra y loteamientos clandestinos (D.S. 23331).
corto de tiempo– marcaron el fin del proceso de
la Reforma Agraria iniciado en 1953. El primero Con el decreto de intervención, el gobierno
fue la ratificación de un nuevo convenio inter- ordenó la suspención de todas las dotaciones,
254 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI
Los campesinos y colonizadores, articulados agroindustrial –que parecían ser posiciones tan
alrededor de la CSUTCB y de su máximo líder, distintas– comenzaron a encontrar puntos de
Román Loayza, se opusieron a la propuesta de ley acuerdo. Este se evidenció aún más cuando el
y denunciaron que este proyecto era una medida Gobierno propuso sanear y reconocer derechos
más del Gobierno neoliberal para privatizar la para quienes estuvieran asentados dentro de áreas
economía del país. Acusaron al Gobierno de que forestales y parques nacionales.
la nueva ley de tierras permitiría la libre mercan- Como el Gobierno se vio imposibilitado de
tilización, privilegiando a terceros y en desmedro llegar a acuerdos con los tres sectores, decidió
de indígenas y campesinos. En el marco de estas establecer mesas de negociación distintas con
denuncias –de carácter más global–, el sector de cada uno de los ellos. Al revisar la prensa de estos
los colonizadores tenía una demanda concreta: la meses se hace evidente que el más interesado en
legalización de tierras que los cocaleros estaban promulgar la ley era el Gobierno. Según uno de
ocupando desde hace más de 20 años en el Cha- los senadores de oposición, Fernando Kieffer
pare. La propiedad de estas tierras había quedado –de Acción Democrática Nacionalista ( ADN ),
en entredicho a partir del reconocimiento del el partido político que más simpatizaba con el
Parque Nacional Isiboro–Secure como territorio sector agroindustrial–, el interés del Gobierno
indígena, en 1990. por poner en vigencia la nueva norma se debía a
Finalmente, los indígenas de tierras bajas que los créditos del Banco Mundial tenían como
pidieron que la nueva ley incluyera la titulación condicionante la promulgación de esta norma (La
de los Territorios Indígenas, que habían sido Razón, 17 de Septiembre de 1996).
promulgados durante el gobierno de Jaime Paz. Después de casi dieciocho meses de intensa
Además, demandaban el reconocimiento de 16 negociación, en octubre de 1996, el Vicepresi-
demandas bajo la figura jurídica de “Territorios” dente de la Republica, Víctor Hugo Cárdenas,
o su equivalente: “Tierras Comunitarias de Ori- promulgó la nueva ley. Esta nueva ley de tierras
gen” (TCO). –denominada Ley INRA– incluía por primera vez
En el marco de tres propuestas tan disimiles, la figura jurídica de las “Tierras Comunitarias de
la mesa de discusión que se abrió en febrero de Origen” (TCO) dentro de la legislación boliviana.
1995 pronto se convertiría en un verdadero cam- Las TCO fueron declaradas “inalienables, indi-
po de batalla. Inicialmente, campesinos, coloni- visibles, irreversibles, colectivas, inembargables
zadores y pueblos indígenas (CSUTCB y CIDOB) e imprescriptibles”, además de estar sujetas al
establecieron una alianza y denunciaron que el derecho de consulta previa. Indudablemente,
Gobierno pretendía aprobar una ley que abriría esta fue un notable logro para las poblaciones
puertas al mercado de tierras. Esto favorecería indígenas de tierras bajas.
a la empresa privada y desprotegería el derecho Como una forma de acceder a las demandas
de campesinos e indígenas. En el marco de esta de los empresarios, la ley redujo a la mitad los im-
lucha, campesinos, colonizadores e indígenas puestos que se cobraban a los propietarios rurales
emprendieron una marcha desde Santa Cruz y eximió del pago de impuestos a las siguientes
hacia La Paz. propiedades agrarias rurales: “solar campesino,
Sin embargo, la alianza inicial entre CSUTCB pequeña propiedad, comunidades campesinas,
y CIDOB (campesinos e indígenas) se vio lesiona- pueblos y comunidades indígenas y originarias”
da cuando las demandas de los grupos indígenas (Artículo 41, Ley 1715 INRA, 1996). Los perde-
de tierras bajas encontraron mayor cabida en la dores de esta nueva ley fueron los campesinos y
esfera del Gobierno. Esta alianza se vio incluso la CSUTCB, quienes protestaron que ninguna de
más afectada cuando CONFEAGRO (el grupo de sus demandas había sido incorporada.
empresarios) se mostró más abierto y dispuesto
a establecer acuerdos con la CIDOB, en el en-
tendido de que esta era una manera implícita de Aunadécadadeaplicacióndelaleylaley INRA
frenar la incesante migración y las expectativas
de asentamiento de campesinos e indígenas de A fines de 1996, con la nueva ley de tierras ya
tierras altas. Notablemente, durante las pri- aprobada, el Gobierno dio un plazo de diez
meras negociaciones, los cocaleros y el sector años para concluir el proceso de saneamiento y
256 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI
lecos y los quechuas que habitaban en el muni- utilizaron la colonización como un mecanismo
cipio de Apolo se enfrentaron. En una población barato para apaciguar las demandas de los cam-
eminentemente rural, compuesta por 86 comu- pesinos en tierras altas. Así, la colonización se
nidades campesinas e indígenas, 17 comunidades convirtió en una especie de política de seguro
lecas demandaron la dotación de la TCO; dicha social sin costo y sin planificación estatal.
superficie tenía un total de 654.000 hectáreas. Esta “salida” adquirió incluso mayor cen-
En el 2006, el INRA tituló un primer polígono de tralidad a fines de la década de 1980, cuando,
esa demanda, alcanzando las 238.162 hectáreas. durante el tercer gobierno de Paz Estenssoro, se
Según afirma Sotomayor, la titulación fue el reorientó la economía nacional hacia el neolibe-
detonante de la violencia entre quechuas y lecos. ralismo. Esta medida trajo consigo la relocaliza-
Los quechuas reclamaban que, antes de 1997, ción de cientos de trabajadores mineros, que no
todos pertenecían a la misma organización cam- encontraron otra salida que la migración hacia
pesina. Según ellos, los lecos habían aprovechado las ciudades o hacia las tierras bajas. El grupo que
las posibilidades que les otorgaba la ley INRA para optó por la segunda opción reforzó notoriamente
separarse de la organización sindical y demandar el caudal de la colonización.
la consolidación de la TCO. El reconocimiento de El debate sobre el nuevo proceso de distribu-
la TCO Leco implicaba que el 80% del territorio ción de la tierra se ha complicado aún más en los
estaría bajo el control de 17 comunidades, y las años recientes, a partir de la emergente denuncia
69 comunidades campesinas quechuas tendrían de campesinos de tierras altas. Este grupo apunta
acceso a nada más que al 20% restante (Soto-
que la economía de los grupos indígenas de tie-
mayor, 2010). Aunque la emergencia de la TCO
rras bajas –al interior de las TCO– se basa cada
Leco tiene rasgos particulares –y, por tanto, es
vez menos en la “caza y recolección” y se orienta
difícilmente generalizable a otras demandas de
cada vez más hacia la tala y comercialización de
dotación de TCO–, estudios como los de Soto-
madera. Voces defensoras de los derechos de
mayor apuntan que las comunidades campesinas
los pueblos indígenas, a menudo, defienden a
empezaron a percibir que los indígenas de tierras
rajatabla el carácter comunitario, anti-mercantil
bajas se estaban convirtiendo en los “nuevos
latifundistas” (Sotomayor, 2010). y anticapitalista de los pueblos indígenas. Sin
Evidentemente existió un desbalance en embargo, pareciera necesario discutir –en lugar
la política de redistribución de tierras. Desde de obcecados esquematismos– las dinámicas que
sus inicios, la Ley de Reforma Agraria de 1953 empujan a las poblaciones indígenas a insertarse
pensó en la redistribución de parcelas de tierra, en procesos de comercialización de sus recursos,
mientras la Ley INRA de 1996 incorporaba la como único mecanismo de sobrevivencia.
figura de territorios indígenas, la que a su vez Parte del problema tiene su origen en el
incluía el acceso a territorios y recursos fores- limitado alcance de las políticas agrarias en
tales. El lenguaje político de la década de 1990 Bolivia. La ley INRA de 1996, al igual de que la
operó alrededor de un imaginario de indígena de Reforma Agraria de 1953, enfocó todos sus
que garantizó el acceso a tierra a poblaciones esfuerzos en el proceso de dotación y distribución
que habían quedado históricamente marginadas. de tierra, pero hizo poco por imponer políticas
Pero, a su vez, dejó irresueltas las demandas de de gestión de esos territorios. Así, una vez que se
otros sectores sociales, como los campesinos consolidaron las demandas territoriales, fueron
migrantes de tierras altas, que todavía forman las dinámicas locales, nacionales e internacionales
parte de los grupos más empobrecidos del país. de poder –más que las políticas de gestión estatal–
El problema adquiere aún más complejidad las que determinaron las opciones reales que los
si recordamos que los distintos gobiernos que pueblos indígenas tenían sobre sus territorios. Se
sucedieron a la Revolución Nacional de 1952 trata, entonces, de identificar limitaciones de las
fueron incapaces de responder a las crecientes políticas agrarias desarrolladas en Bolivia y llamar
demandas –en términos de educación, salud, la atención sobre cómo las políticas limitadas a
derechos laborales, etc.– en el área rural. Cons- la sola distribución no han logrado modificar
cientes de estas limitaciones, muchos gobiernos las condiciones de pobreza de las poblaciones
de la segunda mitad del siglo XX promovieron y indígenas y campesinas.
258 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI
Profundizar el Proceso Cambio. Al comentar las dígenas a cambio de proyectos políticos. A pesar
conclusiones del encuentro, el analista Alejandro de las críticas, el Gobierno dio por terminado
Almaraz, anteriormente ligado al gobierno de el conflicto con el referéndum. Sin embargo,
Morales, calificó las conclusiones del encuentro en enero del año 2013, una última comisión de
como “agresivamente anti-indígenas”. En dicho la Iglesia católica y la Asamblea de Derechos
encuentro se estableció: Humanos reportaron que los datos presentados
eran tendenciosos, pues 30 de las 36 comunidades
a) Auditar a las TCOs para determinar si la habían declarado estar en contra el proyecto.
cantidad de hectáreas dotadas a los indíge- Hasta hoy el conflicto continúa irresuelto.
nas corresponden a sus necesidades y para Al mirar las últimas décadas de disputa por
establecer el uso que se está haciendo de las el acceso y la tenencia de la tierra en Bolivia,
TCOs, es importante ponderar que el conflicto por el
b) Paralizar nuevas solicitudes de TCOs, TIPNIS es el espejo de un conflicto mayor, que
c) Instituir una pausa de cinco años a la veri- refleja el interés de varios actores con intereses
ficación del cumplimiento de la función contrapuestos: los empresarios privados, las
económica social (FES) (Pagina Siete. 18 de comunidades indígenas y los campesinos/coloni-
enero de 2012). zadores. A su vez, es importante anotar que estos
actores e intereses están articulados a visiones y
Este documento incrementó aún más la proyectos políticos mayores. Por una parte, existe
tensión entre las comunidades indígenas y cam- una mirada de país que ha hecho especial énfasis
pesinas. Según Almaraz, en términos de productividad, crecimiento, de-
sarrollo económico. Otra mirada pone el dedo
…e[l] satisfecho silencio del agro-empresariado
en los problemas de deforestación y protección
cruceño [muestra que este grupo es] el princi-
pal beneficiario de la nueva agenda del cambio
del medio ambiente. Por último, hay una mirada
revolucionario del actual Gobierno (Almaraz, que privilegia los objetivos de redistribución y
Alejandro. En Pagina Siete. 18 de enero de 2012). acceso a la tierra.
Por supuesto, cada uno de los actores no
En el 2012, el Gobierno logró neutralizar a representa mecánicamente una tendencia. De
las voces opositoras a través de un referéndum hecho, la disputa por la implementación y aplica-
realizado entre las comunidades habitantes del ción de las reformas agrarias en Bolivia –especial-
parque. Con los resultados de esa votación, el mente en las dos últimas décadas– dan cuenta de
Gobierno alegó que el 80% de 69 comunidades las aguerridas disputas entre los distintos actores
apoyaban la construcción de la carretera. En rurales, pero también de las alianzas impensables.
respuesta, las voces opositoras criticaron los Estas visiones de país, estos proyectos políticos
mecanismos gubernamentales en la elaboración todavía están irresueltos, y representan dilemas
del referéndum, alegando que el Gobierno había de largo alcance que el país todavía deberá en-
comprometido el voto de varias comunidades in- frentar.