V Reforma Agraria

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V.

Reforma agraria: balances, perspectivas


y nuevos enfoques

Carmen Soliz

Introducción para los intelectuales nacionalistas (MNR) o iz-


quierdistas (PIR) de la década de 1940? ¿En que
El 2 de agosto de 1953, el Presidente de la Repú- se diferenciaban o asemejaban estas propuestas
blica Víctor Paz Estensoro, líder del Movimiento a la Reforma que se impondría en la década
Nacionalista Revolucionario (MNR), promulgó el siguiente? En un tercer acápite, denominado
decreto de Reforma Agraria. Este histórico de- “Celebraciones, avances y balances”, analizare-
creto, que abolía el latifundio y el pongueaje, fue mos la valoración del MNR sobre sus primeros
aprobado casi 16 meses después de que el MNR años en el Gobierno y, especialmente, su propia
tomara el poder, como parte de un programa de evaluación sobre la Reforma. Contrastaremos
reformas que incluía la nacionalización de las mi- esta mirada con la evaluación de otros autores
nas y el sufragio universal. El decreto se proclamó sobre este mismo proceso.
en un ambiente de masiva movilización en el área En el cuarto acápite, “Escudriñando para-
rural, en la que los campesinos –especialmente digmas”, intentaremos desentrañar cuáles fueron
los del valle de Cochabamba y del altiplano de La los ejes ideológicos y teóricos que ordenaron los
Paz– tomaron el control de numerosas haciendas propios estudios sobre Reforma Agraria. Así, en
(ver, por ejemplo: Patch, 1961; Dandler, 1969; lugar de pensar los estudios de dicha Reforma
Malloy, 1970; Carter, 1971). como trabajos neutros u objetivos, en este acápite
Numerosos trabajos, al referirse al proceso se explorarán las preguntas y las visiones políticas
de la Reforma Agraria, han puesto especial énfa- que inspiraron estos trabajos. Esta sección consti-
sis en la firma del decreto o en los primeros dos tuirá también un balance de los caminos que aún
años de la revolución, cuando se tenían noticias quedan por explorar sobre este tema.
de la confiscación de haciendas en el campo. En los dos últimos acápites, “Reforma Agra-
En este trabajo proponemos una mirada de más ria en tres actos” y el “Baile de los números”, re-
larga data sobre este proceso, partiendo de los visaremos algunos aspectos menos explorados del
debates políticos previos a la revolución de 1952 proceso de Reforma Agraria. El penúltimo ana-
para analizar –desde distintas perspectivas– las lizará con algunos expedientes de expropiación
políticas de aplicación de la Reforma. de latifundios (juicios agrarios), para así examinar
Como vimos en la primera parte de este el proceso de implementación del decreto. Cada
tomo (1920-1952), las luchas indígenas y cam- una de la historias ilustra los distintos aspectos de
pesinas por el acceso a la tierra tienen una larga las disputas entre hacendados y campesinos que
historia previa a la revolución de 1952. De he- siguieron a la Revolución Nacional y los dilemas
cho, el lema “reforma agraria” fue ampliamente que enfrentaron las autoridades estatales a la hora
utilizado en los debates políticos de fines de la de consolidar el decreto. En el último se reflexio-
década de 1930, y especialmente de 1940. En el nará sobre la manera en la que se han construido
siguiente acápite analizaremos cuáles fueron los los datos en relación al progreso de la Reforma
términos y las características de ese debate. ¿Qué Agraria y se formularán preguntas sobre algunas
significaba implementar una reforma agraria cuestiones aún poco exploradas: ¿cómo operó la
226 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

redistribución al interior de las haciendas?, ¿qué durante la década de 1930. Sanjinés publicó La
lógica se siguió a la hora de la redistribución?, Reforma Agraria en Bolivia en 1932. En su libro
¿quién o quiénes definieron los principios que subraya que dos de los mayores problemas de
seguiría la redistribución? Estas distintas entra- Bolivia residían en el acaparamiento de tierras
das para estudiar la Reforma Agraria: revisión en pocas manos y en el estancamiento de la
de los discursos, debates y proyectos de ley de agricultura. Sanjinés apunta que lo que Bolivia
Reforma, análisis de datos estadísticos y disputas debía hacer era seguir las últimas tendencias en
específicas en algunas haciendas, constituyen legislación agraria en Europa y América Latina,
una invitación para seguir reflexionando sobre donde la propiedad de la tierra estaba sujeta al
este proceso que aún tiene una multiplicidad de cumplimiento de una “función social”. Aunque
aristas por explorar. Sanjinés no se refiere explícitamente a México
–es más, su texto se esforzaba en hablar de “las
últimas tendencias agrarias” en el mundo–, es
Reforma agraria y “problema del indio” claro que su planteamiento fue influenciado por
antes de 1952 los debates alrededor del afamado Artículo 27 de
la Constitución Mexicana de 1927.
La idea de promover una reforma agraria no El texto de Sanjinés, que fue publicado por
nació con el MNR; de hecho, estuvo presente en segunda vez en 1945, incluye una entrevista del
el debate político boliviano mucho antes de la autor con León Trotsky, realizada en México.
revolución de 1952. Por ejemplo, en la década de Es probable que uno de los aspectos más in-
1920, intelectuales radicales de izquierda –pio- teresantes de la entrevista resida en la lectura
neros del movimiento socialista– como Tristán que el propio Sanjinés hizo del país a partir de
Marof (Gustavo A. Navarro) y Roberto Hinojosa, las observaciones de Trotsky. Ante la propuesta
proclamaron la consigna de la reforma agraria en de Trotsky de “usar” las estructura comunitaria
el país. Andrey Schelchkov apunta que muchas de indígena para colectivizar la tierra bajo tuición
estas reflexiones estuvieron influenciadas por las estatal, Sanjinés anota que, en Bolivia, esta colec-
profundas transformaciones políticas que tuvie- tivización no solamente encontraría sus límites
ron lugar en la Unión Soviética: Así, este autor entre la élite terrateniente, sino entre los propios
apunta que la idea de estatización de la tierra, indígenas, que él describe como profundamente
como un paso transitorio a su socialización, era arraigados a su sayaña (parcela de tierra). Para
bastante popular. Al referirse a Tristan Marof, Sanjinés, el indio era “individualista, egoísta y
Schelchkov apunta que su aporte consistió en excluyente” (1945).
intentar adaptar la teoría marxista a la realidad Tal como sugiere Guillermo Lora, durante
boliviana al proclamar: “tierras al indio y minas los años previos a la Guerra del Chaco (1932-
al Estado.” (2009: 7) Schelchkov continúa: 1935) las planteamientos que proclamaban una
reforma agraria tuvieron escasa repercusión
Citando a Mariátegui, Marof subrayó que el entre los políticos e intelectuales bolivianos
problema indígena no consistía solamente en su (1980, Tomo 4). Fue después de la guerra, con
educación o instrucción, sino en su liberación la crisis económica que sacudió al país, que las
efectiva, devolviéndoles tierras que les habían élites se vieron forzadas a repensar los modelos
sido usurpadas por blancos y criollos desde los políticos y económicos sobre los cuales se había
tiempos de la Colonia hasta la actualidad (…).
construido el país.
Marof expuso el programa marxista de la revo-
lución, que consistiría en la reforma agraria, la
El contexto de la posguerra, el debate po-
liquidación del latifundio a través de la colectivi- lítico se re-articuló alrededor de tres ejes. El
zación de la tierra, la socialización de los medios primero incidía en la necesidad de que el Estado
de producción y, finalmente, la industrialización.” tuviera un mayor control del territorio, propo-
(2009: 12-13) niendo políticas de colonización y poblamiento
que desafiaran el andino-centrismo que caracte-
Otro texto fundamental, que debatió la rizaba al país. El segundo discutía la ampliación
cuestión agraria antes de la revolución, fue el de de la base económica para contrarrestar el peso
Alfredo Sanjinés, embajador de Bolivia en México de una economía mono-productora, fuertemente
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 227

trastornada con la crisis mundial de 1929. Y, el “rehabilitación” y “civilización” para referirse a


tercero enfatizaba la necesidad de frenar la masiva los indígenas en sus discursos.
migración rural hacia áreas urbanas, fenómeno El rol de intelectuales de izquierda en las
surgido en la posguerra. primeras décadas del siglo fue fundamental
Con la irrupción de los gobiernos militares para visibilizar la situación de explotación de los
socialistas de David Toro (1936-1937) y Germán indígenas y denunciar las injusticias del modelo
Busch (1937-1939), las reflexiones de Tristán liberal, que había seguido el país desde fines del
Marof y Alfredo Sanjinés –antes marginales– se siglo XIX y que no había traído más que la con-
transformaron en el centro del debate nacional. centración de la propiedad en manos de terra-
La mayor expresión de este nuevo escenario fue tenientes. La crisis económica mundial de 1929
la Convención de 1938, en la que se reformuló la y la guerra del Chaco (1932-1935) lograron que
constitución liberal, que había regido al país por esas denuncias –aún marginales en la década de
más de cuatro décadas. La historiadora Rossa­ 1920– sacudieran a las élites bolivianas. Sin em-
na Barragán subraya que el eje central de esta bargo, estas denuncias no estuvieron ausentes de
nueva constitución fue otorgarle un mayor rol contradicciones y representaciones cargadas de
económico al Estado (2006). racismo. Por un lado, se denunciaba abiertamente
Pese a que en la convención la cuestión el abuso y explotación al que estaban sometidos
agraria fue objeto de arduo debate, el término los indios. Sin embargo, por el otro, se suponía
“reforma agraria” apareció tan solo marginal- que esta liberación vendría de la mano de la
mente, en el discurso de algunos convencionales educación y de la superación cultural y moral.
como Walter Guevara y Ayala Gamboa. Otros Se hablaba de la “redención del indio”, pero se
dos convencionales, Gregorio Balcázar y Víctor cuestionaba su capacidad jurídica y política.
Paz Estenssoro, plantearon por que la Constitu- A principios de la década de 1940, los parti-
ción reconociera que “la propiedad de la tierra dos políticos recientemente formados –Partido
estuviera condicionada al cumplimiento de una de la Izquierda Revolucionaria ( PIR ), Partido
función social”. En el marco de un arduo debate, Obrero Revolucionario ( POR ) y Movimiento
esta propuesta fue finalmente aprobada, lo que Nacionalista Revolucionario (MNR)– pusieron la
significó un duro golpe para los propietarios idea de la transformación de la estructura agraria
rurales (Barragán, 2006; Gotkowitz, 2011). del país sobre la mesa de debate. En septiembre
Por primera vez, la Constitución de 1938 de 1944, los congresistas Víctor Paz Estenssoro
incluyó el denominado “régimen campesino”, y Walter Guevara Arze, del MNR, iniciaron una
que reconocía “la existencia legal de las comu- de las discusiones más interesantes sobre el pro-
nidades indígenas”. Esta figura jurídica desafiaba blema de la tierra, planteando al Congreso una
los principios liberales que habían regido al país nueva reforma al Régimen Agrario inscrito en la
desde la Constitución de 1880. Sin embargo, tal Constitución. Primero, Paz y Guevara plantearon
como señala Barragán, la Convención expre- el derecho de los campesinos –especialmente de
só también los límites y frenos políticos de la los colonos (peones sujetos al trabajo de hacien-
época. Walter Guevara Arze, influenciado por da)– a conformar sindicatos. Esta propuesta ya
el pensamiento de Mariátegui, propuso incluir había sido aprobada en 1936 e instituida en la
“la problemática del indio y su acceso a la tie- Constitución de 1938, pero el presidente Enri-
rra” (2006: 150). La moción fue rechazada en que Peñaranda la había revocado en 1943 (D.S.
una tensa votación de 49 votos en contra y 36 Agosto 23, 1943). Segundo, ambos congresistas
a favor. Intelectuales y activistas de izquierda propusieron que los colonos que estuvieran
criticaron la tenencia improductiva de la tierra, trabajando sus parcelas por más de tres años no
pero se mostraron escépticos a que la solución pudieran ser desalojados por el propietario sin
pasara por su expropiación y redistribución a la previa indemnización. Por último, propusieron
población indígena, a la que consideraban en un un plan de promoción de las comunidades indí-
estadio social, cultural y económico retrasado. genas a partir de la conformación de cooperativas
Los propios discursos de los presidentes David (El Diario, 28 de Agosto de 1944).
Toro y Germán Busch y de los activistas políticos La propuesta fue debatida en el Congreso
más progresistas no cesaban de usar las palabras Nacional, y su más aguerrido opositor fue el
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diputado Franz Tamayo, reconocido escritor porque de lo que se trata es de superar la etapa
y orador boliviano. Tamayo consideró que el feudal, la cual ya ha sido abolida en otros países.
proyecto sería “el primer paso a la disolución Lo que propongo no es devolver la tierra a sus
del pueblo boliviano”. Arguyó que, aunque él antiguos propietarios [de lo que Tamayo lo acu-
saba], sino dar la tierra a quien la trabaja. (…) No
siempre había defendido “la causa del indio”, Paz
pretendo socavar el derecho de los propietarios,
y Guevara se equivocaban al impulsar políticas sino simplemente proteger el derecho de los
foráneas a la realidad del país, influenciadas por pobres rentistas, lo que permitiría incrementar
corrientes mexicanas o peruanas. Tamayo apuntó la productividad (Paz, 1955: 303-316).
lo siguiente:
Aunque la propuesta de Paz Estenssoro no
…el indio está profundamente ligado a la tierra,
tuvo éxito, su proyecto permite visibilizar los
pero carece de toda noción de propiedad (…),
argumentos –tan conservadores– que predomi-
conformar cooperativas a partir de comunidades
indígenas no traería otra cosa que el fracaso (La naban el debate político en Bolivia tan pocos
Calle, 30 de Noviembre, 1944). años antes de la revolución. Los proyectistas
ponían énfasis en la necesidad de regular las
Por su parte, Raúl López Videla, presidente relaciones entre patrones y propietarios, de de-
de la Sociedad Rural Boliviana, advirtió sobre los fender los derechos de los colonos –a partir de
nocivos efectos económicos que tendría la apli- la conformación de sindicatos en el campo– y de
cación de una propuesta de estas características: introducir regulaciones que limitaran el arbitrio
“si los propietarios no cuentan con seguridad de propietarios sobre los colonos. Sin embargo,
jurídica, la producción agrícola que abastece a no se referían en absoluto a una propuesta de
las ciudades se verá seriamente comprometida”. redistribución de tierras.
Para Videla, limitar el derecho de los propietarios La propuesta del MNR no prosperó. Sin
a desalojar a los colonos era otorgarles a los cam- embargo, un año más tarde, en mayo de 1945,
pesinos tácitamente la copropiedad. Reconocer el Gobierno del presidente Gualberto Villarroel
la propiedad comunitaria era desandar el camino promovió la organización de un Congreso Indí-
que había consolidado Bolivia desde el siglo gena. Como afirma Laura Gotkowitz, este fue un
pasado, cuando el país emprendió un proceso evento inusitado en Bolivia y en América Latina,
de ex vinculación para otorgarles la propiedad pues era la primera vez que se realizaba congreso
individual a los indígenas (1874). Por último, indígena a nivel nacional. Aunque en el pasado se
argumentó que sindicalizar a los campesinos –una habían realizado congresos indigenistas –como
práctica copiada de afuera– no tendría cabida en el de Patzcuaro, México en 1940–, estos eventos
una masa analfabeta (El Diario, 2 de Septiembre usualmente convocaban a intelectuales y acti-
de 1944). vistas políticos para hablar sobre la situación de
En noviembre de 1944, Víctor Paz Estens- los indígenas. En cambio, el congreso indígena
soro defendió la propuesta ante el parlamento, de 1945 convocaría a casi 1200 indígenas para
arguyendo que el proyecto tan solo pretendía debatir y exponer sus demandas (2007: 193-194).
regular las relaciones entre propietarios y colo- A pesar de la intensa movilización en al
nos. Paz aseguró que Tamayo y la Sociedad Rural área rural para la organización del congreso, la
Boliviana (SRB) magnificaban los alcances de la agenda fue preestablecida por el Gobierno. Los
propuesta, pues esta no pretendía cuestionar el temas incluidos en el Primer Congreso Indígena
derecho de propiedad, sino simplemente limitarla Boliviano fueron: 1) Supresión de los servicios
para que cumpla una función social, de acuerdo gratuitos; 2) Legislación indigenal y la cuestión
a lo establecido en la Constitución de 1938. Paz comunal; 3) Educación Indígena; 4) Cooperati-
justificó su proyecto acudiendo a ejemplos del vas agrícolas y ganaderas; 5) Policía Rural; y 6)
Imperio romano, en un denodado esfuerzo por Reglamentación del trabajo campesino (1945).
desvincular su propuesta de un proyecto socialista En conjunto, las ponencias daban cuenta de
y de sus posibles influencias apristas y mexicanas: la agenda del Gobierno sobre la problemática
indígena. Esta se concentraba, por una parte, en
La reforma agraria no implica implementar un las condiciones de trabajo de los pongos en las
programa socialista, sino más bien uno liberal haciendas; por otra, en propuestas para atender
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 229

“el atraso de las comunidades”. En el corto pla- partidos de izquierda. José Antonio Arze, jefe del
zo, la agenda de gobierno apuntaba a obligar a PIR, criticó duramente el Congreso Indigenista.
los propietarios a pagar por cada uno de estos El título de su texto sintetiza bien la perspectiva
servicios. En el largo plazo –y siguiendo el Có- que tenía sobre el Gobierno: Bolivia, bajo el te-
digo Laboral de 1938–, el Gobierno proponía rrorismo nazi fascista. Arze acusaba al presidente
elaborar un Código Laboral Agrario en el que se Villarroel de haber perseguido a la oposición,
reglamentaran las relaciones entre propietarios y incluidos los líderes obreros, de quienes prego-
trabajadores. Como han anotado autores como naba su respaldo. Arze calificó al congreso como
Silvia Rivera (1984), Roberto Choque (2003) y una comedia, una parodia que no sería capaz de
Esteban Ticona (2003), esta agenda, hacía caso resolver de forma real “la miseria feudal de los
omiso de las demandas de líderes de comunidades indios” (1945).
indígenas que pedían la restitución de tierras de Por su parte, Ricardo Anaya, subjefe del PIR,
comunidad desde fines del siglo XIX. publicó otro texto desde Santiago de Chile, en
El congreso provocó un enorme impacto contra del que tildaba El demagógico Congreso Indi-
en la sociedad. La revista Bolivia, que realizó genal. Para Anaya, el congreso no era un esfuerzo
una crónica del evento, entrevistó a Francisco real por entender la problemática campesina,
Chipana Ramos –Presidente del Congreso–, que sino un mecanismo para frenar la sublevación
explicó el contenido de los decretos dictados por campesina:
el Gobierno, que emanaban de dicho congreso.
La entrevista permite ver el tono político de la
Ante la amenaza de una sublevación campesina,
época y la manera en la que los líderes indíge- se apresuró a detenerla convocando de inmediato
nas percibieron los decretos y su relación con el a un congreso indígena (…). Pero antes (…) los
Estado y el Gobierno. Ministros de Gobierno, Agricultura y Trabajo,
El congreso fue recibido con escepticismo acompañados de una numerosa cohorte de fun-
–e incluso con franca resistencia– por parte de cionarios, realizaron viajes a las provincias de La
los partidos conservadores, pero también por los Paz, Oruro, Cochabamba, Potosí, Sucre y Tarija,

Recuadro 63

Fragmentos de la entrevista a Francisco Chipana Ramos, mayo de 1945

Periodista: ¿Estás satisfecho del Congreso que has presidido?


Chipana Ramos: Estoy feliz por los cuatro decretos firmados por el Presidente de la Republica… Ahora
podremos trabajar tranquilos y sin molestias. Pero lo que más nos ha devuelto la confianza es que ahora
seremos libres. Han hecho desaparecer nuestra condición de esclavos. Los cuatro decretos satisfacen nuestras
reclamaciones que hacíamos desde cuando llegaron los españoles. Antes nos encontrábamos por cientos
de años como animales. Sin leyes, sin garantías, solamente como bestias de carga y trabajo.
Periodista: ¿Cuáles son los decretos de que nos hablas?
Chipana Ramos: Son cuatro, señor: el primero que dice que habrá un Código de Trabajo Agrario que
estará a cargo de los ministros de Trabajo, Salubridad, Previsión Social, Agricultura, Ganadería y Colonización.
El trabajo obligado que teníamos en la hacienda no pasará de cuatro días semanales. No nos obligarán a
trabajar gratis ni en otras haciendas. Los pastores no estarán obligados al trabajo de hacienda. Cuando el
patrón desee que se hagan trabajos extras deberá pagar jornales. Esta ley de trabajo agrario estará lista a fin
del año 1945. La segunda ley nos protege en los servicios del campesinado. Trabajaremos con gusto para la
hacienda porque, siendo dueños de nuestras cosechas, podremos disponer de ellas. Ya no habrá entregas
obligadas de corderos, de lana, aves de corral y otras en forma gratuita. La otra ley dice que tendremos
escuelas por todas partes, principalmente donde hay empresas agrícolas… fundos o haciendas. Y la última
ley, la más importante se refiere a la muerte del pongueaje. Esto quiere decir que ya no trabajaremos por
semanas o meses en las casa del patrón como pongos en forma gratuita… Dese ahora nuestros servicios
serán pagados como en cualquier otro oficio o trabajo.
Fuente: Revista Bolivia. Mayo, 1945: 29-31.
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como apaciguadores de la rebeldía campesina. la tierra. ¿Pero, tenía entonces el PIR una pro-
En todos los lugares por donde pasaron, no puesta clara sobre la expropiación del latifundio?
se olvidaron de hacer promesas (…). Tampoco En 1945, Ricardo Anaya expuso lo que su partido
se descuidaron de dejar (…) en todos los sitios consideraba una verdadera política agraria:
visitados piquetes de carabineros perfectamente
armados para tener a raya a los campesinos y
El caso de nuestra agricultura es el de una rei-
someterlos a la autoridad de los hacendados. Los
vindicación total, histórica o de época, desde el
personeros del Gobierno, al reconocer pública-
grande hasta el pequeño agricultor, que necesita
mente haber establecido la vigilancia policiaria
la ayuda y la orientación del Estado. El problema
en esos centros, la justificaron bajo el pretexto
del indio, como lo hemos dicho diez mil veces, es
de que esos piquetes servirían para regular las
el problema de la tierra, y el problema de la refor-
relaciones entre patrones a indígenas colonos
ma agraria es el de la superación del feudalismo,
(1945: 39).
con un vasto plan de regadío y de tecnificación,
que beneficie a todos cuantos poseen hoy tierras,
Para Anaya, el congreso había significado, grandes o pequeñas, pues, en esta etapa de la re-
en realidad: volución democrática burguesa, la primera tarea
consiste en poner los campos en condiciones de
…el desahucio de las aspiraciones campesinas, producir lo suficiente para alimentar a nuestra
pues los 1200 delegados indios (…) permanecie- población, consiste en habilitar tanto a los pro-
ron celosamente custodiados por las autoridades pietarios individuales como a las comunidades
de policía durante todo el tiempo que funcionó indígenas para usar máquinas y aplicar los co-
el congreso (Ibíd.). nocimientos científicos, en organizar las granjas
colectivas, en otorgar a los pequeños campesinos
Ricardo Anaya criticó que las ponencias del facilidades para hacer más eficiente la explotación
Congreso se hayan circunscrito a temas como: de la tierra. Cuando las comunidades, las gran-
“la abolición del pongueaje, la creación de es- jas colectivas y las cooperativas de producción,
con ayuda de los elementos que nos brinda el
cuelas rurales en las haciendas y comunidades,
progreso, comiencen a producir en gran escala,
definición de obligaciones y deberes entre pa- intensifiquen el cultivo y rebajen sus costos de
tronos a indígenas y otras cuestiones de menor producción, los propios latifundistas se verán
importancia” (Ibíd.: 39-40) pero que se hubiera avasallados por este formidable proceso y tendrán
eliminado una cuestión fundamental: “la cuestión que entrar al ritmo de la civilización (1945: 42)
de la tierra”. (Ibíd.: 39-40).
Aunque la agenda formal del Gobierno de Notablemente, el PIR tampoco parecía desa-
Villarroel efectivamente silenció las demandas fiar las relaciones de propiedad. Aunque al prin-
indígenas por reivindicación de tierras, Laura cipio del texto Anaya anunciaba que el problema
Gotkowitz ha demostrado que la organización del indio era el problema de la tierra, su propuesta
misma del congreso impulsó una agenda propia se difumina en referencias a la tecnología, el
entre los líderes indígenas, que la usaron para progreso y la ciencia, elementos que, se suponía,
articular sus intereses y reivindicaciones en torno mágicamente resolverían el problema de acceso
a sus demandas por la tierra (2007: 268-306). La a la tierra y que transformarían a Bolivia: de una
sola enunciación de un lenguaje de “reivindica- economía feudal en una economía moderna. En
ción del indio” –respaldado oficialmente desde otras palabras, los intelectuales progresistas de
el poder central– se convirtió en un poderoso 1940, que tan celosamente se disputaban las con-
instrumento político para los más de 1200 líderes signas de “reforma agraria” y “tierras al indio”, en
indígenas, que retornaron a sus comunidades realidad tenían propuestas poco concretas sobre
con una postura de franca confrontación contra expropiación y redistribución.
el poder que pregonaban los propietarios y las En la década de 1940, las proclamas re-
autoridades provinciales en el área rural. formistas –como “la tierra para quien la traba-
Las conclusiones del Congreso Indígena ja”– se extendieron y se popularizaron no solo
de 1945 evidencian cuan impensable era para el entre los miembros de partidos políticos, sino
Gobierno de Villarroel y para el MNR desafiar también dentro del movimiento campesino. Sin
los principios que garantizaban la propiedad de embargo, los alcances de esa redistribución o los
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 231

mecanismos­de indemnización eran aún proble- Paz Estenssoro, en su informe al Congreso de


máticas sin respuesta. Un notable ejemplo de esto 1955, hizo una evaluación de los primeros años
es el hecho de que el propio Partido Socialista, en de aplicación de la Reforma Agraria. Su informe
su programa político, estableciera que la reforma mencionaba el avance con relación a redistri-
agraria debería consistir en: bución de tierras, pero principalmente fijaba su
atención en las políticas dirigidas a potenciar
La asignación de su auténtico rol económi- planes de desarrollo y diversificación (Fundación
co social a la tierra, conceptuándola como la Cajías, 2002). El informe dedicaba un solo punto
fuente básica y permanente de la riqueza. Auto-
a la problemática de redistribución de tierras y
abastecimiento agropecuario. Ayuda del Estado
a la producción agraria en todas sus categorías,
expandía su atención en otros temas, como el fo-
tanto en lo técnico como en lo económico, a mento agrícola y ganadero, la creación de granjas
cambio de la correspondiente participación de experimentales, ingenios, cooperativas, viveros y
aquel. Expropiación, previo pago de su justiprecio, el fomento –vía créditos norteamericanos– a las
de tierras y fundos declarados de necesidad y utilidad políticas de colonización. El siguiente recuadro
sociales [cursivas mías]. Anulación del latifundismo sintetiza algunos de los puntos que Paz Estens-
en sentido de utilizarse el excedente de tierras soro subrayó con relación al desarrollo agrario
cultivables para trabajo y sustento del pueblo. en 1955:
(Bases y programa de acción La Paz Bolivia,
octubre de 1944).
Recuadro 64
La moderación de estas propuestas contrasta
con la radicalidad del proceso que se iniciaría en Informe de Paz Estenssoro al Congreso
1953, en el que no solamente latifundios, sino de 1955
incluso medianas y pequeñas propiedades –así
como fincas con inversión en maquinaria agrí- Principales puntos del informe:
cola– serían expropiados. • Entrega de 4.707 títulos, que corresponden a
una extensión de 42.265 hectáreas.
• Aumento de la producción de trigo, arroz, café,
maíz, café, lana y cacao.
Celebraciones, avances y balances • Incentivo a nuevos cultivos: La Corporación Bo-
liviana de Fomento, con fondos provenientes
El decreto de Reforma Agraria, firmado en agos- de la Ayuda Americana, inició los trabajos de
to de 1953, puso fin al sistema de pongueaje y riego en Villamontes para abrir al cultivo de
colonato que regía en las haciendas y decretó la algodón, soya y maní entre 5 y 9 mil hectáreas
expropiación de los latifundios. La implemen- de tierra.
tación misma del proceso de redistribución de • Constitución de cooperativas agropecuarias.
tierras, requirió mucho más tiempo. En parte, En el transcurso de 1955 se crearon 280.
la lentitud del proceso se debió en la necesidad • Mecanización del agro. Con cargo al Crédito
Markus se importaron 50 equipos agrícolas
del Gobierno de crear nuevas instituciones es-
para su utilización en el Altiplano. 230 trac-
tatales que se harían cargo de poner en marcha
tores y las herramientas agrícolas fueron
el proceso de expropiación. A nivel nacional, importados por el Ministerio de Agricultura.
el Gobierno creó el Ministerio de Asuntos • Nuevos centros de población: Patamanta, en la
Campesinos y el Servicio Nacional de Reforma Provincia Los Andes; Irpachico y Sencata en la
Agraria. Los juzgados agrarios y juntas rurales Provincia Ingavi, Loma Larga en la Provincia
estarían a cargo de los niveles provinciales. La Vallegrande y Ana Rancho de la Provincia Sud
sola implementación de esta estructura estatal Cinti.
tardó alrededor de un año, y fue recién en agosto • Ingenios La Bélgica, La Esperanza y Guabirá;
de 1954 cuando las juntas rurales y los juzgados planta alcoholera de San Aurelio.
agrarios comenzaron a recibir demandas por • Implementación de viveros en Yungas y Santa
expropiación. Cruz para fomentar el cultivo del café.
• Instalación de molino de harina de trigo (Tari-
De todas maneras, el Gobierno se esforzó
ja) y molino de yuca (La Guardia, Santa Cruz).
por mostrar resultados inmediatos. Así, Víctor
232 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

del Oriente no contaran con suficiente apoyo


• Creación de las Estaciones Experimentales del
estatal; de hecho, los denominados campesinos
Servicio Agrícola Interamericano. SAI desbos-
có 2.254 hectáreas en Santa Cruz.
colonizadores quedaban librados a su suerte. Por
• Fomento ganadero a cargo de la Corporación último, criticaron la cuasi-inexistente asistencia
Boliviana de Fomento en Reyes, Beni. estatal en las zonas del altiplano y de los valles,
• Fomento ganadero en provincias de Cordille- donde se expandió el minifundio. Los campesinos
ra, Azero y Chaco, en los departamentos de cayeron bajo el control de los “rescatadores”,
Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija. prestamistas o compradores, que comercializaron
sus productos y así dominaron la economía de los
Fomento al Banco Agrícola: nuevos productores.
• Reorganización y recapitalización de Banco
En su clásico trabajo, ¿Bodas de Plata? o
Agrícola con nuevos aportes provenientes
Réquiem por una Reforma Agraria, Xavier Albó
de los fondos de contrapartida de la Ayuda
Americana y que, a la fecha, alcanzan los Bs. apunta los rasgos positivos y negativos de la Re-
2.005.600.000. forma. Entre los positivos, subrayó su evidente
• El Banco Agrícola concedió diversos prés- carácter redistributivo, llevado adelante con un
tamos a agricultores por un valor de Bs. costo relativamente bajo. También señala cómo
122.456.000 en Santa Cruz, Bs. 17.000.000 en la “élite terrateniente había quedado deshecha”
Cochabamba, y Bs. 53.857.000 en La Paz. después de la revolución y subraya el rol políti-
co protagónico que adquirieron los sindicatos
Proyectos de Colonización campesinosa partir de la revolución (1979: 19).
• Traslado de colonos voluntarios del valle de
Finalmente, destaca el empuje que adquirió la
Cochabamba a la región de Montero y nativos
del valle y del Altiplano combinados con un
educación rural a partir del ascenso del MNR al
pequeño porcentaje de oriundos de Santa Gobierno.
Cruz se han instalado en el área Norte de ese Entre sus más agudas críticas, Albó apun-
Departamento. Traslado de un nuevo grupo ta algunos de los objetivos que la Revolución
de colonizadores mineros y campesinos a la Nacional­y la Reforma Agraria fueron incapaces
región de Cotoca, en Santa Cruz. de alcanzar. Por un lado, el Estado mostró sus
• Establecimiento de campesinos de Okinawa grandes limitaciones para impulsar el desarrollo
en la zona de Santa Cruz. de las cooperativas campesinas agropecuarias.
• La colonia de inmigrantes italianos instalada
Por el otro, los créditos del Banco Agrícola
en la región de Guabirá, ha cumplido un año
beneficiaron solamente a grandes y medianos
de vida extendiendo sus cultivos hasta las 150
hectáreas. propietarios del Oriente del país, excluyendo a
los campesinos de tierras altas. En su texto, Albó
Fuente: Fundación Cajías, 2002.
criticaba la extrema parcelación de la tierra en los
valles y el Altiplano del país –precisamente las re-
Décadas después, esta mirada optimista giones en las que se llevó a cabo la redistribución
so­bre los avances de la Reforma Agraria, fue de tierras. Este minifundio vino acompañado de
cuestionada por trabajos como los de Xavier pobreza y de la continua migración del campo
Albó (1979) y Gregorio Iriarte (1979). Uno de hacia las ciudades y el Oriente del país.
los principales cuestionamientos fue el hecho de En síntesis, el principal desacuerdo de Albó
que el “crédito agrícola supervisado”, controlado con la Reforma Agraria es que, pese a que forma-
por la Agencia de Gobierno de los Estados Uni- ba parte del proyecto nacionalista revolucionario
dos, no favoreció a los pequeños productores, de modificar la estructura de clases del país, en los
sino a los grandes empresarios agrícolas del hechos estuvo muy lejos de hacerlo. Finalmente,
Oriente boliviano. También cuestionaron que la el autor pondera los limitados efectos de la po-
denominada “ayuda norteamericana”, que pro- lítica de colonización, un fenómeno que resultó
movía la importación de alimentos desde Estados ser incapaz de generar el tan anhelado desarrollo
Unidos, hubiera terminado desincentivando el agrícola y que, en muchos casos, conllevó más
desarrollo agrícola nacional. Estos autores tam- bien al maltrato de las poblaciones indígenas del
bién criticaron que las políticas de colonización Oriente (1979).
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 233

Escudriñando paradigmas ter compara los parámetros sociales, económicos


y políticos entre dos tipos de comunidades: Irpa
En general, las discusiones en torno a las refor- Chico, una comunidad libre (así eran denomi-
mas agrarias en Bolivia y en América Latina es- nadas las comunidades que nunca estuvieron
tuvieron y están enmarcadas en debates políticos sometidas al sistema de hacienda), y Vilirico,
mayores, en proyectos, visiones e imaginarios Huacullani y Rosapata, tres antiguas haciendas.
de desarrollo y progreso. En este acápite nos Tras comparar dichos parámetros, Carter
interesa revisar algunos de estos debates, que concluye que, una vez puesta en marcha la Re-
delinearon los estudios sobre Reforma Agraria forma Agraria, los parámetros de organización
en Bolivia. Así, más que hacer una recuperación socioeconómica variaron muy poco entre las
bibliográfica, recorreremos algunas de las pre- comunidades libres y las que antes estaban so-
guntas que guiaron estos estudios. metidas al sistema de hacienda. En ambos casos,
En Bolivia, los trabajos sobre la Reforma las autoridades tradicionales jugaban un rol
Agraria estuvieron vinculados al menos con tres clave para la articulación entre la comunidad y
tipos de debates. Especialmente en la década de el “mundo exterior”; es decir, la relación conlos
1960, estos estudios analizaban la capacidad que hacendados, los funcionarios estatales, etc. An-
esta había tenido para “integrar al indio a la na- tes de la Reforma, los hacendados designaban a
ción”. Los autores se preguntaban en qué medida esas autoridades tradicionales al interior de la
la Reforma Agraria había logrado incorporar a los hacienda, pero solo después de consultar con al-
campesinos e indígenas al Estado. En la década de gunos campesinos jefes de familia y de que dicho
1970 surgió un nuevo debate, centrado más bien representante pasara todos los “cargos” religiosos
en el rol del MNR o de los campesinos en promo- en la comunidad. Según Carter, durante aquel
ver la Reforma Agraria. Parte de esta critica tenía periodo hubo un alto grado de involucramiento
sus orígenes en tradiciones marxistas, que se pre- de los propietarios en la comunidad, pues estos
guntaban por el papel que ambas partes jugaron estaban al tanto de sus costumbres políticas y
en la Revolución Nacional. A fines de la década religiosas (1964).
de 1980 y 1990 surgieron nuevas preguntas y Pero después de la Reforma Agraria, este
nuevas metodologías; estas, más que enfocarse sistema tradicional de autoridades pervivió en las
en el partido y sus líderes, privilegiaron las voces comunidades aimaras, y con él los parámetros de
de los sectores populares: líderes campesinos y elección de estas autoridades. La mayoría de estas
de comunidades indígenas. Esta nueva mirada autoridades eran escogidas según el prestigio que
permitió descentrar el protagonismo del MNR adquirían al rendir el servicio a la comunidad y
y mirar a la Reforma Agraria como un proceso el patronaje de las fiestas. Carter observó que no
más complejo y de más larga data. solamente la Reforma Agraria, sino también la
educación, lentamente comenzó a desempeñar
Integrar el indio a la nación un papel importante en el sistema de elección de
autoridades dentro de las comunidades aimaras.
A fines de la década de 1950 surgieron dos En su evaluación general, Carter apunta que las
preguntas fundamentales para muchos de los comunidades seguían fuertemente orientadas a lo
trabajos que se escribieron sobre este tema:¿en local y escasamente articuladas con la política a
qué medida la Reforma Agraria había sido capaz nivel nacional. En conclusión, Carter afirma que,
de transformar la sociedad rural?, ¿en qué me- en términos de incorporación de los indígenas
dida el acceso de los indígenas y campesinos a la a la nación, los alcances de la revolución y de la
propiedad había logrado modernizar el campo? Reforma Agraria fueron limitados (1964: 59, 88).
(ver, por ejemplo, los trabajos de Clark, 1968; En esta misma perspectiva, conviene men-
LTC / CIDA , 1970; Peinado, 1969; Léons, 1967; cionar a Daniel Heyduk, quien en su trabajo El
Heyduk, 1974; McEwen, 1975). sistema de hacienda y la reforma agraria en las tierras
Uno de los estudios seminales sobre los efec- altas de Bolivia: un re-evaluación sostieneque, tras
tos de la Reforma Agraria en las comunidades del veinte años de aplicación de la Reforma Agraria,
Altiplano fue el conducido por William Carter. la estructura socioeconómica existente antes de
En su reconocido trabajo Irpa Chico (1982), Car- la revolución se había mantenido casi invariable.
234 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

Heyduk apunta que, antes de 1952, algunas regio- de intelectuales del Partido de Izquierda Revo-
nes –como los valles de Cochabamba y Yungas– lucionaria (PIR) fundaron el primer sindicato
estaban altamente articuladas al mercado. Las campesino en Ucureña. Dandler considera que
del altiplano estaban parcialmente articuladas al este evento fue fundamental para demostrar la
mercado. Finalmente, las de Tarja y Chuquisaca activa politización campesina antes de que el
estaban prácticamente aisladas. Estos parámetros MNR llegara al poder.
de vinculación con el mercado se mantendrían Los trabajos de Patch y Dandler concentra-
invariables hasta 20 años después de aplicación de ron su atención en el valle alto de Cochabamba.
la Reforma Agraria. Basado en esta constatación, Ambos coinciden en que las semillas de la Refor-
Heyduk apunta el limitado efecto que esta tuvo ma Agraria nacieron en esta región, para luego
en la transformación del sistema de propiedad extenderse a lo largo del valle y del Altiplano
de la tierra en la relación de los campesinos con boliviano. Ambos concluyen que la Reforma
el mercado. no fue el resultado de una iniciativa del MNR,
Con relación a la organización política sino la respuesta del Gobierno ante la intensa
campesina, Heyduk subraya que la estructura de presión social en el área rural. Para Patch, la
cargos en las comunidades indígenas se mantuvo temprana politización campesina en Ucureña
similar durante y después del sistema de hacien- fue el resultado histórico de un contexto regio-
da. Así, aunque los sindicatos se generalizaron nal muy particular. Este autor afirma que los
(como la forma política de organización entre campesinos quechua-hablantes habían mostrado
las comunidades campesinas de ex hacienda), –incluso desde el periodo colonial– una mayor
el criterio de selección de autoridades mantuvo aspiración al mestizaje, especialmente si se la
muchas similitudes con el sistema que reinaba comparaba con otras regiones, como el altipla-
antes de la Reforma. Como se observa, estos no. Este carácter regional, tan particular, fue el
autores coinciden en que la Reforma Agraria fue que permitió un tipo de politización distinta
significativa porque pudo liquidar el latifundio. (Patch, 1956).
Pero, a la vez, todos recalcan el escaso impacto En respuesta a esta perspectiva de la época,
que tuvo en la transformación de las condiciones encontramos el estudio del antropólogo Dwight
socioeconómicas del área rural. En esa medida, Heath, quien afirma que innegablemente la
estos autores coinciden en que el objetivo de Reforma Agraria fue producto del liderazgo del
integrar al campesino al mercado y a la nación MNR . Para precisar sobre este debate, Heath
tuvo un éxito relativo. señala lo siguiente: “Es poco probable suponer
que los indígenas, relegados a una vida de servi-
Los debates sobre los orígenes de la revolución, dumbre y sin acceso a educación, pudieran haber
conciencia política campesina y aculturación liderado el proceso de reforma agraria” (1969).
Además, Heath recuperó los debates políticos
Desde la promulgación del decreto de Reforma de la Constitución de 1938 y los del Congreso
Agraria en 1953, los líderes del Gobierno –Víc- de 1944, en los que intelectuales como Walter
tor Paz, Hernán Siles, Walter Guevara Arze– Guevara y Paz Estenssoro ya habían comenzado
pregonaron el rol que había jugado el MNR en a esgrimir propuestas para reformar el régimen
la expropiación y distribución de la propiedad agrario campesino. También subrayó que la sindi-
en el área rural. Sin embargo, desde la década calización campesina generalizada fue un proceso
de 1960, algunos investigadores comenzaron a post-revolucionario, liderado por el MNR a partir
cuestionar ese protagonismo. El historiador Ri- de 1952 (Ibíd.).
chard Patch (1956), por ejemplo apunta que no Ciertamente, Patch y Heath representan
fue la iniciativa del MNR, sino la presión de los dos puntos de vista opuestos. En alguna me-
campesinos –a partir de tomas y confiscaciones dida, estas miradas contrapuestas se deben a
de tierras–, la que forzó y aceleró el proceso de que cada uno de estos autores estudió regiones
expropiación de latifundios. Siguiendo esta mis- diferentes.­Mientras Patch basó su investiga-
ma perspectiva, Jorge Dandler (1969) subrayó ción en los valles de Cochabamba, donde se
que, mucho antes de la revolución (a fines de la formaronlos primeros sindicatos campesinos,
década de 1930), líderes campesinos con apoyo Heath se concentró en el altiplano paceño y
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 235

los Yungas, donde el florecimiento de los sin- liderazgo en el proceso de la Reforma Agraria.
dicatos tuvo lugar después de 1952. A pesar de Para él, ese liderazgo reposaba más bien en maes-
las diferencias, existen argumentos comunes en tros rurales, funcionarios estatales, miembros del
ambas posiciones: ambas perspectivas coinciden PIR y del POR.
en que la movilización campesina “masiva” no Desde diversas perspectivas, y tomando en
comenzó hasta después de la revolución. Patch cuenta distintas regiones del país, gran parte
postuló que la temprana politización ocurrió del debate de las décadas de 1960 y 1970 estuvo
únicamente en Ucureña, y debido a caracte- centrado en los orígenes de la Reforma Agraria
rísticas históricas y políticas muy particulares. y la concientización política del campo. Este
Las características que Patch señala son un debate se enmarcaba en una discusión teórica
proceso previo de aculturación y un temprano mayor, en el que se intentaba discernir el rol del
contacto con grupos “no indígenas”. Ambos partido político (y sus líderes) y el de las masas
hechos generaron una conciencia política en los en el proceso revolucionario. En el marco de
campesinos que hubiera sido imposible para el este debate, conviene resaltar la mirada insistente
resto de las comunidades indígenas y campesi- de estos autores sobre el caso de Ucureña, la
nas. Los trabajos de Patch y Heath encuentran comunidad donde se organizaron los primeros
una correlación entre “conciencia política” y sindicatos campesinos.
“aculturación”, pues circunscriben el espacio El problema con esta perspectiva radica en
de la acción política al espacio del sindicato, y que estos autores equipararon la politización
de esta manera hacen invisibles a otras formas campesina con la sindicalización campesina. Esa
de acción política. mirada tornó invisibles otras luchas campesinas
El reconocido trabajo de Jorge Dandler El e indígenas que se expandieron en el área rural,
sindicalismo campesino en Bolivia, publicado en
pero que no estuvieron signadas bajo el rótulo
1969,emergió como parte de esta polémica. En la
del sindicato. Este es el caso, por ejemplo, de
misma línea que Richard Patch, Dandler apunta
las luchas de las comunidades indígenas por la
que en Ucureña se dio un proceso de temprana
restitución de sus tierras, develadas recién en las
sindicalización. Según Dandler, fueron las ca-
décadas de 1980 y 1990. Este fue el rol fundamen-
racterísticas específicas de esta región las que
tal de los trabajos del THOA y de historiadores
impulsaron dicho proceso: una intensa densidad
como Roberto Choque, Esteban Ticona, Carlos
demográfica y una temprana politización del
Mamani, Silvia Rivera y otros posteriores, como
campo –después de la guerra del Chaco (1969:
los de Pilar Mendieta y Laura Gotkowitz. Como
45). La crisis económica de 1930 obligó a los
grandes propietarios a vender sus tierras a los veremos en el siguiente acápite, estos autores –al
medianos y pequeños. Muchos de esos compra- ampliar los límites del campo político– hicieron
dores eran campesinos que solían ser arrenderos visibles las múltiples luchas indígenas y campe-
en esas tierras. sinas previas a 1952.
Dandler apunta que estos cambios económi-
cos ayudaron a resquebrajar antiguas distinciones La revolución y el rol de los subalternos
entre blanco e indígena, distinciones muy rígidas
que sí se mantuvieron en el altiplano. Después Una de las críticas más contundentes a la Revo-
de la guerra, algunos campesinos aprovecharon lución Nacional de 1952 y a la Reforma Agraria
los contactos que habían tejido con intelectuales de 1953 fue la establecida por la socióloga Silvia
de izquierda durante el conflicto bélico, y así de- Rivera, en su renombrado trabajo Oprimidos
mandaron la consolidación del primer sindicato pero no vencidos (1984). Rivera desafió la mirada
agrario. Para Dandler, todo esto fue posible por el complaciente que se tenía sobre los sindicatos
rol de mediadores políticos –maestros e intelec- campesinos y apuntó que, en lugar de ser un ins-
tuales relacionados con el PIR–, que fueron claves trumento de politización, los sindicatos sirvieron
para articular las demandas locales campesinas a como un medio de control político del área rural.
nivel nacional. Según Rivera, si antes de la revolución había un
Con este argumento, Dandler se distanció de pongueaje económico, los sindicatos permitie-
Patch, que otorgaba a los campesinos un excesivo ron ejercer un pongueaje político; es decir, un
236 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

mecanismo de manipulación y cooptación de de los indígenas durante la Guerra del Chaco


los campesinos. (1987). Desde diversas entradas, cada uno de
Rivera también criticó la manera en que estos trabajos demostró, en contra de la narrativa
el impulso mismo del sindicalismo en el área tradicional del MNR, que el activo rol político de
rural permitió la desarticulación del sistema de indígenas y campesinos databa de mucho antes
autoridades tradicionales, especialmente en el de la revolución de 1952.
altiplano de La Paz, Oruro y el norte de Potosí, En esta misma vertiente se apunta el re-
regiones en las que las comunidades indígenas ciente trabajo de Laura Gotkowitz, que analiza
habían logrado sobrevivir hasta mediados de siglo las demandas indígenas y campesinas desde
XX. Según Rivera, la política homogeneizadora fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
del MNR, en su intento de “integrar el indio a Gotkowitz propone que las múltiples insurrec-
la nación”, desconoció, negó y menospreció el ciones indígenas –1899, 1921, 1927, 1947–,
carácter multiétnico de Bolivia (1984). las huelgas de brazos caídos en las haciendas
El trabajo de Rivera –apoyado en los estu- y movimientos organizados indígenas –tales
dios subalternos que surgieron en la década de como el movimiento de caciques y el Con-
1980– cuestiona una escritura centrada en los greso Indígena de 1945– resquebrajaron los
líderes de la revolución y señala la urgencia por cimientos del sistema de hacienda y del poder
desentrañar la historia de esos actores que la terrateniente antes de la revolución. Más que la
historiografía tradicional había invisibilizado. En sola insurrección en abril de 1952, fueron estas
esta misma línea, en la década de 1990, autores luchas de larga duración las que permitieron
como Claudia Ranaboldo (1987), José Gordillo el desmantelamiento de la élite terrateniente.
(1998), Roberto Laserna, Gustavo Rodríguez y Además, esta autora demuestra que las luchas
Esteban Ticona (2000), entre otros, publicaron campesinas e indígenas, que buscaban acceso a
una serie de biografías de los líderes campesinos derechos políticos y sociales dentro la sociedad
de la revolución: Sinforoso Rivas, Miguel Veiza- boliviana, estuvieron fuertemente articuladas
ga, Juvenal Castro y otros. El objetivo de estos con los programas de líderes nacionalistas
trabajos era rescatar la lucha política de voces como David Toro, Germán Busch y Gualberto
y figuras que habían quedado opacados por la Villarroel. Tras observar esta larga lucha de las
llamada “historia tradicional del MNR.” comunidades indígenas que precedió a 1952,
A la par de estas nuevas miradas surgió una Gotkowitz plantea que en Bolivia “hubo una
nueva tendencia historiográfica en Bolivia, es- revolución antes de La Revolución” (2011).
pecialmente a partir de la década de 1980, desde Finalmente, dentro de esta reevaluación de
el Taller de Historia Oral Andina ( THOA). Esta la revolución de 1952 y la Reforma Agraria de
tendencia cuestionó la propia centralidad de 1953, conviene también rescatar los trabajos de
la Revolución Nacional y la manera en que la Gustavo Rodríguez Ostria y Robert Jackson,
narrativa histórica, concentrada en 1952, había que cuestionaron la asumida generalización de
silenciado las luchas que las comunidades cam- problemas locales como realidades nacionales.
pesinas e indígenas habían llevado desde fines de Ambos autores apuntan que la Reforma Agraria
siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. tuvo efectos distintos en diferentes regiones del
El preliminar trabajo del historiador Ramiro país.Consideran que los efectos de la Reforma
Condarco Morales (1966) narró la feroz insur- fueron especialmente contundentes en el Alti-
gencia indígena de 1899 contra la expansión de plano (La Paz, Oruro, Norte de Potosí), pero
la hacienda, liderada por Pablo Zarate Willca. menos evidentes en los valles de Cochabamba,
Más tarde, Carlos Mamani y Esteban Ticona pues allí hubo un temprano proceso de fragmen-
rescataron el rol político de los caciques apo- tación de la tierra (Jackson, 1988; Rodríguez
derados que, durante las primeras décadas del Ostria, 1995).
siglo XX, buscaron la recuperación de tierras de Los múltiples aportes arriba mencionados
comunidad. Por su parte, Roberto Choque develó permitieron redimensionar la narrativa tradicio-
la insurrección indígena de Jesús de Machaca nal sobre la revolución de 1952. Por una parte,
en 1921 (1986, 2003); Rene Arze exploró el rol cuestionaron el protagonismo que los líderes
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 237

del MNR asumieron y pregonaron, como si tres partido nacionalista. En otras palabras, el masivo
días de insurrección y la firma de tres decretos apoyo campesino al MNR no puede entenderse
fueran suficientes para lograr una transformación simplemente en términos de manipulación y
radical del país. Por otra parte, recentraron el cooptación (2000).
rol –hasta entonces periférico– que el MNR les Indudablemente, los aportes arriba menciona-
había otorgado a los campesinos e indígenas en dos han enriquecido nuestra mirada sobre la revo-
el proceso revolucionario. Al analizar las luchas lución y las luchas campesinas que la precedieron.
campesinas e indígenas desde fines del siglo XIX Sin embargo, aún existen mundos desconocidos.
y mediados del XX, la revolución y la Reforma Conocemos poco, por ejemplo, del proceso polí-
Agraria aparecieron por fin como el producto de tico rural después de 1952.¿Qué significó la revo-
una masiva movilización, que excedía la acción lución en el campo?, ¿cómo operó allí la Reforma
de los líderes movimientistas. Agraria? ¿Cómo operó el proceso de redistribución
A pesar de estos cruciales aportes, existen de tierras? En el siguiente acápite exploremos la
numerosas preguntas sobre el proceso de 1952 negociación entre élite, campesinos y autoridades
que aún debemos repensar. Por ejemplo, no locales que siguió a la firma del decreto de 1953.
existen suficientes estudios de género y de élites. El objetivo es analizar precisamente las dinámicas
La excepción es el trabajo de Seemin Qayum, entre la ley, el discurso y las prácticas.
María Luisa Soux y Rossana Barragán, que en
1997 publicaron una mirada sobre las mujeres
terratenientes de principios de siglo XX, en el Reforma Agraria en tres actos
libro titulado De terratenientes a amas de casa:
mujeres de la élite de La Paz en la primera mitad En este acápite nos concentramos en narrar los
del siglo XX. Existen números trabajos basados procesos de expropiación de tres haciendas de
en la legislación sobre tierras y en los discursos regiones distintas. La primera está ubicada en
de líderes del MNR, pero todavía queda mucho el valle alto de Cochabamba (provincia Germán
por recorrer en términos de una etnografía Jordán); la segunda en el altiplano (provincia
sobre la Revolución Nacional y la Reforma Omasuyos) y la tercera en los Yungas (provincia
Agraria. Muchos de los estudios regionales Sud Yungas). Cada una de las historias ilumina
se concentraron en lo ocurrido en los valles las tensiones, conflictos y disputas que siguieron
de Cochabamba o en el altiplano, pero aún se a la firma del decreto de Reforma Agraria.
necesitan estudios comparativos, que permitan Por un lado, estas tres historias mostrarán
comprender la multi-dimensionalidad de este las demandas campesinas y sus estrategias para
complejo proceso. consolidar legalmente la propiedad de sus tierras.
En el año 2000, la Revista Data, celebrando Por el otro lado, analizaremos las estrategias
los 40 años de la revolución, incluyó una entre- desplegadas por antiguos hacendados para tratar
vista al reconocido historiador James Dunkerley, de frenar ese proceso de expropiación. En este
autor de Rebelión en las venas. En aquella entre- sentido, en lugar de pensar la Reforma Agraria
vista, Dunkerley invitó a realizar estudios que como un evento –el 2 de agosto de 1953, día en
“vayan más allá del relato político (…), estudios que Paz Estenssoro firmó el decreto frente a
basados en fuentes primarias que sean capaces miles de campesinos–, la pensaremos como un
de establecer un balance de lo que ha pasado en proceso que duró casi dos décadas.
el campo” (1992).
En esa línea de trabajo, José Gordillo em- El caso de la hacienda Santa Lucía de Liquinas,
prendió un estudio de los sindicatos campesinos ubicada en el valle alto de Cochabamba
y su lucha en los valles de Cochabamba durante
la década de 1950. En contra de la tesis de Silvia Santa Lucía de Liquinas era una propiedad muy
Rivera, Gordillo demuestra que el MNR tuvo productiva que perteneció a Agustín Villegas
notables dificultades para controlar y manipular hasta 1953. Antes de la Reforma, la propiedad
a los sindicatos campesinos. Esto evidencia el alto alcanzaba las 399 hectáreas, y anualmente pro-
grado de independencia que tenían los sindica- ducía unas 540 cargas de papa, 5000 presillas de
tos, capaces de imponer sus propias agendas al maíz y 500 cargas de trigo. Santa Lucía era una
238 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

hacienda excepcional en el contexto del mundo Se alega que el sistema de trabajo era el colonato,
rural cochabambino, pues su propietario tenía un pero (…) la hacienda se regía por las leyes de la
cuantioso capital invertido allí. Él era un ingenie- época, que eran las de Villarroel, que permitían
ro agrónomo –con título obtenido en Bélgica–, la utilización gratuita de la mano de obra de los
campesinos siempre que fuera para tareas agríco-
y alegaba haber utilizado sus conocimientos en
las (…) y (por supuesto) hacer acequias, caminos
el rubro para operar personalmente la propie- para que lleguen las maquinarias era parte del
dad. Aunque la productividad de Santa Lucía la trabajo agrícola… (Ibíd.)
asemejaba a una propiedad moderna, el régimen
de trabajo que imperaba en la hacienda –el colo- Contra la afirmación de que el dueño en la
nato– la convertía en una propiedad “de antiguo hacienda tenía solo una función decorativa en la
régimen” (INRA-CBBA, Germán Jordán, Caja 7). hacienda, Arze alegó:
En julio de 1954, el sindicato campesino
presentó una demanda por la expropiación de …si el propietario (…) sólo rendía culto a Morfeo
Santa Lucía, pero la resolución final del conflicto (…), ¿por qué entonces no funciona ahora una
no llegaría sino hasta 1961, siete años después. El sola de las numerosísimas maquinas allí dejadas?
juicio por esta hacienda fue muy disputado, pues (…) ¿Por qué se obtiene ahora la baja produc-
los campesinos se empeñaron en demostrar que, ción y (…) la ruina de todas las instalaciones de
por el sistema laboral que allí regía, la hacienda Liquinas? [Este es] un triste advertido a los pro-
era un latifundio. Por su parte, Agustín Villegas fesionales de la demagogia (…) y a los agraristas
de gabinete y escritorio (Ibíd.)
(el propietario) intentó demostrar que, por su
importante inversión de capital en la compra de
herramientas, maquinaria agrícola e instalación En ese momento de intensa pugna, tres
de bombas de agua, la propiedad era una empresa nuevos grupos pidieron ser parte de la demanda
agrícola progresista. Según él, la inversión hecha de expropiación de la propiedad de Villegas:
en Santa Lucía excedía los 25.000 $us. arrimantes, ex mineros y campesinos despla-
Villegas no era un hombre dispuesto a hacer zados de sus parcelas por la construcción de
concesiones; estaba convencido de que la inver- la represa de la Angostura. Aunque no tenían
sión realizada le otorgaba derecho a consolidar asignada una parcela de tierra, 36 arrimantes
legalmente su propiedad, un aspecto que el De- reclamaban su derecho a contar con una, pues
creto de Reforma Agraria afirmaba defender y habían trabajado para la hacienda. Después de
promover. Pero los campesinos tampoco estaban 1954, los arrimantes comenzaron a asentarse en
dispuestos a ceder. Para demostrar que Santa los terrenos que el hacendado trabajaba directa-
Lucía era un latifundio, optaron por evidenciar mente. Posteriormente, el Ministro de Minas y
las duras condiciones laborales a las que estaban Petróleo, Juan Lechín Oquendo, arguyendo la
sometidos antes de la revolución. Los ex colonos demora en la aplicación de la Reforma Agraria,
afirmaron que, además de cultivar la tierra, ser- dispuso la afectación de terrenos de algunas ha-
vían como pongos en la casa de hacienda. Según ciendas a favor de los ex mineros (Decreto del 2
sus declaraciones, los varones trabajaban como de septiembre de 1953). Liquinas fue incluida en
pongos y las mujeres como mitanis, todos bajo el decreto, y a ello se debió la ocupación de di-
órdenes y vigilancia de “sañudos cancerberos, cha hacienda por cinco ex mineros. Finalmente
conocidos como mayordomos (…). El patrón se intervino la Dirección Nacional de Riegos, una
limitaba a observar y a rendir culto a Morfeo… sección del Ministerio de Asuntos Campesinos,
el dios del sueño” (Ibíd.). Además los campesinos y determinó otorgar 94 hectáreas de la hacienda
alegaron que, aunque era verdad que la propiedad Liquinas a favor de los campesinos que habían
tenía bombas de agua, éstas únicamente regaban sido damnificados por la construcción del em-
a las tierras que eran producidas en beneficio del balse de la Angostura, en la provincia Germán
hacendado. Jordán (Decreto del 1 de diciembre de 1955). El
Agustín Villegas falleció en medio de esta decreto no especificó cuáles serían los terrenos
aguerrida disputa legal, y la defensa fue asumida destinados a los damnificados, y esto generó
por su viuda, Lily Arze, quien argumentó en aún más tensión. En este estado de cosas, la
defensa de su esposo: más interesada­en proseguir con el proceso de
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 239

afectación era la propietaria, pues ella preten- desplazados por la construcción de la represa–,
día que un fallo declarase ilegales los nuevos apelaron la decisión ante el Consejo Nacional
asentamientos. de Reforma Agraria (CNRA) y, posteriormente,
En septiembre de 1959, después de cinco ante el Presidente de la República, Hernán Siles
años de demandas y contrademandas, disputas, Zuazo. Aunque el CNRA ratificó la decisión del
mediciones y contra-mediciones, la tan esperada juez agrario, el Presidente, encargado de firmar
sentencia finalmente llegó, y esta fue favorable la última resolución, determinó –supuestamente
para la propietaria. El juez determinó que la sobre los mismos criterios técnicos y legales
propiedad era una verdadera empresa agrícola, inscritos en el Decreto de Reforma Agraria– que
no solo por la inversión de capital a gran escala Santa Lucía de Liquinas no era una empresa
y “su espíritu de empresa”, sino también por: agrícola, sino una mediana propiedad. Esta
determinación contradecía abiertamente lo
…[el] ponderable trabajo personal del propieta- establecido en el Decreto de Reforma Agraria,
rio en calidad de ingeniero agrónomo titulado que fijaba 50 hectáreas como límite máximo de
en Bélgica (…), [que había] llevado al campo los la mediana propiedad en la provincia Germán
adelantos de la técnica agronómica más avan- Jordán.
zadas… (Sentencia, Afectación de Santa Lucía
A partir de la calificación de Liquinas como
de Liquinas, Caja 7, Provincia Germán Jordán,
Cochabamba). mediana propiedad, el Presidente ordenó una
nueva redistribución de esta propiedad: 95,8 Has.
El juez calificó de ilegales las ocupaciones de tierras cultivables para 46 ex colonos y sitia-
de los arrimantes en los terrenos de la hacienda jeros; 23 Has. para los campesinos arrimantes;
porque, según el Decreto de Reforma Agraria, 15 Has para 5 ex mineros; 10, 7 Has. de tierras
las ocupaciones eran legales si habían sido es- cultivables para uso colectivo de campesinos y
tablecidas al menos dos años antes de dictado ex mineros; y 80 Has. de tierras incultivables
dicho decreto. Asimismo, calificó como arbitrario para uso colectivo de campesinos y ex mineros.
e ilegal el decreto que garantizaba tierras a los Además, sobre la base de su calificación como
campesinos damnificados por la construcción mediana propiedad, el Presidente decidió otorgar
del embalse de la Angostura, señalando que una a la propietaria un total de 94 Has que volvería
misma propiedad no podía ser afectada dos ve- a expropiarmediante una nueva resolución, esta
ces. A partir de estos criterios, el juez ordenó la vez por considerarlas de utilidad pública. La
siguiente redistribución de la hacienda Liquinas: nueva calificación permitía que las 94 hectáreas
pasarían a manos de los campesinos desplazados
Cuadro 7. Distribución de la hacienda Santa Lucía por la construcción de la represa.
Mediante este enrevesado legal, el Estado
se comprometió a compensar a la propietaria de
Propietaria 109Hascultivablesy35Hasdetierras
incultivables forma directa por las tierras expropiadas. Es no-
table que, sobre la base de una misma valoración
Excolonosyarrimantes 95,8 Has
técnica y legal, el juez agrario de la provincia, el
Ex mineros 15 Has CNRA y el Presidente de la República dictaran
Usocolectivodecampesi- 10,8 Has fallos completamente distintos. Claramente, de-
nos y ex mineros trás de cada supuesta valoración técnica, pesaban
Área Escolar 1,8 Has valoraciones políticas. El Presidente reconocía
que, más allá de la evidente inversión de capital
Finalmente, el juez ordenó que los ex co- que pudo haber hecho Agustín Villegas, convenía
lonos y ex mineros beneficiados pagaran una dar prioridad a las posesiones de arrimantes, ex
indemnización por las parcelas recibidas. La suma mineros y damnificados, pues cualquier intento
ascendía a Bs 6.822.195,monto que debían pagar de desalojo hubiera creado un mayor clima de
los beneficiarios según la cuota que le correspon- violencia. La decisión final aplacó las demandas
día a cada uno. de colonos, arrimantes, ex mineros y campesinos
Los campesinos, que quedaron al margen desplazados y la propietaria –en parte– a expensas
de la decisión del juez –particularmente los de los recursos del Estado.
240 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

Cuatro años después de que concluyera el bajo el dominio de los campesinos damnificados,
conflicto de Liquinas, y establecidos los límites y las 40 restantes pasarían a pertenecer a los 107
de las parcelas de los nuevos propietarios, estalló jóvenes sin tierra. Esta Resolución –salomónica
un nuevo conflicto en la ex hacienda. Esta vez aunque ilegal– fue firmada el 27 de diciembre de
no se trataba de un conflicto entre hacendados 1971 por el presidente de facto Coronel Hugo
y campesinos, sino de un conflicto entre el lla- Banzer Suarez, y con ella finalmente se logró
mado Sindicato de Jóvenes Sin Tierra (que eran apaciguar a ambas partes.
los hijos de los antiguos colonos) y el Sindicato El caso de Santa Lucía de Liquinas es un
de Campesinos Desplazados por la construcción claro ejemplo de cómo operó el Estado en su
de la represa de la Angostura. El primer grupo se política de redistribución de tierras: a presión.
oponía a la consolidación de tierras a favor del Aun cuando el juez agrario y el CNRA veían que
segundo. Sus representantes consideraban que los la propiedad se ajustaba a lo que la ley de Reforma
desplazados, ajenos a la historia de la hacienda, ha- Agraria denominaba como “empresa agrícola”,
bían usurpado terrenos que a ellos, como hijos de la decisión presidencial –más allá del proprio
antiguos colonos, les debían haber sido destinados. marco de la ley– determinó la distribución de
En su demanda, los Jóvenes Sin Tierra acu- la propiedad a favor de los múltiples grupos de
saron a los campesinos damnificados de ser “los campesinos demandantes. Años después, cuando
nuevos latifundistas”, pues, además de las tierras el juez agrario y el CNRA consideraron que los
recibidas, poseían otras en el embalse de la Angos- reclamos de los jóvenes sin tierra eran ilegales,
tura. Los demandados respondieron que, aunque el Presidente de turno volvió a encontrar una
era cierto que conservaban las tierras de la represa, salida –distinta a la establecida por la ley– para
estas se inundaban varios meses al año, lo que aplacar las demandas de ambos grupos. Es no-
afectaba seriamente sus cosechas. Además, alega- torio que, en ambos conflictos, la capacidad de
ban haber adquirido esos terrenos ya en 1955, por presión y demanda de parte de los campesinos
disposición del Ministerio de Asuntos Campesinos, surtió efectos claros sobre las decisiones estatales.
y que su asentamiento databa de más de 15 años. El caso de Santa Lucía no es generalizable
En junio de 1970, y a tan solo un mes de para toda la región –aunque hubieron algunas
iniciado el conflicto, el Sindicato de Jóvenes des- propiedades que demostraron inversión agríco-
alojó con palos y armas de fuego a los campesinos la–, pues la mayoría de las veces los hacendados
del Sindicato de Desplazados. En este clima de se sirvieron del trabajo de los colonos, pero sin
violencia, el juez agrario de la provincia dictó su hacer ninguna inversión. En cambio, Santa Lucía
veredicto, luego respaldado por el CNRA. Ambos sí es representativa de la manera en la cual ambos
fallos calificaron como ilegal el asentamiento grupos, hacendados y antiguos colonos, enfati-
de los jóvenes sin tierra, pues aquellos terrenos zaron en ciertos artículos de la ley de Reforma
habían sido legalmente otorgados hace 15 años. Agraria (inversión, tamaño de la hacienda, con-
Las autoridades, aunque reconocían los justos diciones laborales; acceso a agua, concentración
reclamos de los campesinos jóvenes, cuestionaron de tierras) para disputar y renegociar el proceso
el uso de la violencia. Sin embargo, ninguno de de implementación de la Reforma.
estos fallos apaciguó la situación, y las tensiones Además, Santa Lucía constituye un notable
entre ambos grupos siguieron. ejemplo de que el conflicto agrario no concluyó
El Sindicato de campesinos damnificados, con el Decreto de la Reforma –en 1953– o con
cansado de la ineficacia estatal para imponer el las resoluciones presidenciales –en los años pos-
“imperio de la ley”, amenazó con abrir las com- teriores. Este conflicto continuó por al menos
puertas del embalse de la Angostura e inundar la una década, y se fue tornando crecientemente
ciudad de Cochabamba si el Estado no atendía sus más complicado en la medida en que surgieron
demandas. En esa situación de conflicto, el Presi- nuevas necesidades y nuevos actores. Las dispo-
dente dictó finalmente una Resolución Suprema, siciones de Reforma Agraria se concentraron en
que rechazó los anteriores fallos y declaró que, en la disputa entre hacendados y colonos, pero no
aras de solucionar el problema, se haría una nueva debatieron cómo solucionar el acceso a tierra
redistribución de los terrenos en conflicto. Don- de otros actores igualmente importantes en el
de 50 de las 90 hectáreas en disputa quedarían área rural, como los arrimantes o los hijos de ex
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 241

colonos.­Los denominados arrimantes, yanape- haciendo caso omiso los procesos de usurpación
ros, agregados, sitiajeros –es decir: campesinos de tierras de comunidad que se habían disparado
que antes de la Reforma no tenían establecida una en el altiplano hacia fines del siglo XIX.
parcela– tomaron posesión y consolidaron una Un ejemplo de este tipo de demandas fue
parcela de tierra, expandiendo los alcances del la disputa que se dio entre los herederos de los
proceso de redistribución más allá de los límites antiguos comunarios de la ex comunidad Cha-
que el Gobierno del MNR había planificado. lluyo, en la Provincia de Omasuyos, en contra
de Jorge Cusicanqui y su esposa Ubaldina Mo-
UncasodelaprovinciaOmasuyos:disputasentre llinedo. Los hijos de los antiguos comunarios,
campesinos, comunarios y hacendados apoyados por los colonos y basados en el decreto
de mayo de 1954, presentaron una demanda de
Así como en los valles de Cochabamba, en el restitución de tierras de comunidad. El veredicto
altiplano se presentaron numerosas demandas del juez agrario de Omasuyos fue favorable para
de expropiación de latifundios apenas dictado los demandantes comunarios. Cusicanqui apeló
el Decreto de Reforma Agraria. Junto con estas la decisión, alegando que había adquirido esas
demandas, indígenas de numerosas provincias del tierras antes de 1900, motivo por el cual no se
altiplano paceño también exigieron la restitución podía dar paso a la restitución.
de las tierras de comunidad. En lugar de procla- Durante el juicio, el hacendado presentó
mar “tierra para quien la trabaja” –como era el títulos de propiedad de algunas parcelas, títulos
reconocido lema de líderes de los nacionalistas que databan de antes de 1900. Sin embargo,
e izquierdistas–, los comunarios pedían “tierra los comunarios demostraron que Cusicanqui
para los que siempre ha pertenecido”. había expandido ilegalmente los límites de su
Los líderes indígenas de las regiones de Ta- propiedad en el curso de las primeras décadas
raco, Tiwanacu, Los Andes y Camacho enviaron del siglo XX. Sobre la base de estos testimonios,
numerosas misivas al presidente Paz Estensoro, el CNRA y el Ministerio de Asuntos Campesinos
denunciando el despojo de las tierras de comu- (MACA) ratificaron el derecho de las comunida-
nidad (ver, por ejemplo: “Los campesinos de des a la restitución. Pero, además, la Resolución
Taraco piden la devolución de sus terrenos”, La Presidencial dispuso que los “ahijaderos, la casa
Nación, 22 de agosto de 1953; “Revisión de títu- de hacienda y los terrenos enclavados” también
los originarios de la ex comunidad Collantaca”, fueran restituidos a la comunidad ( INRA - LP ,
La Nación de 16 de abril de 1953; “Indígenas Omasuyos, Caja 10).
denuncian despojo y exigen restitución de tierras Una vez que se dictaminó la restitución de
en la comunidad de Guancollo”, La Nación, 8 de tierras, los herederos de los comunarios y los
septiembre de 1953). Ante la insistencia de estas colonos –que solían trabajar para la familia Cu-
numerosas demandas, el Presidente incluyó un sicanqui– comenzaron a negociar qué parcelas
artículo sobre restitución de tierras en el Decreto de tierra quedarían en manos de quién. Como
de Reforma Agraria (Artículo 42). Posteriormen- el Decreto de Reforma Agraria privilegiaba a los
te, el 19 de mayo de 1954, firmó un Decreto de campesinos ya asentados, las autoridades ordena-
Restitución de Tierras de Comunidad (D.S. 3732) ron que los colonos quedaran como propietarios
que establecía que toda propiedad comunal que de las parcelas que estaban ocupando y que paga-
hubiera pasado a manos privadas después de 1900 ran una indemnización por la expropiación a los
seria restituida a las comunidades. comunarios, quienes eran los legítimos dueños.
La decisión del Presidente al incorporar las Fue así que, por ejemplo, los herederos de Juan
demandas de restitución tierras de comunidad Cruz (comunario con título revisitario de 1882)
–algo que, sin duda, distaba de su proyecto ini- quedaron con la mitad de su parcela. La otra
cial de implementar un sistema de tenencia de mitad fue distribuida entre tres colonos, quienes
tierra de mediana y pequeña propiedad– fue una pagaron una compensación a la familia Cruz. En
medida trascendental. Sin embargo, el proyecto otro caso, el comunario Florentino Aruquipa
se mostró cauteloso en relación a cuán lejos en recuperó 61,5 hectáreas del total de su parce-
el pasado alcanzarían estas reclamaciones. El lí- lay cedió 23 hectáreas a otros tres colonos. La
mite impuesto por el Gobierno fue el año 1900, distribución final operó de la siguiente manera:
242 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

Cuadro 8. Redistribución de la parcela en Omasuyos pues la resolución presidencial desapareció en


desde de 1953 1959. Lo que sí se sabe es que esa resolución no
frenó los conflictos entre ambas partes. De hecho,
GregorioMamaniyMateoCollque Colonos 16,5 Has. hasta la década de 1970, ambos grupos presentaron
Fernando y Abelino Mamani Colonos 4,5 Has. demandas y contrademandas, acusando a sus opo-
nentes de querer expulsarlos de sus terrenos con
Eugenio Larico 2,0025 Colonos 2 Has.
armas de fuego (INRA-LP, Omasuyos, Caja 25).
Dionicio,JacintoySacariasAruquipa Herederosde 61,5 Has Fuera de la provincia Omasuyos, también se
comunarios
conocen otros casos de disputas entre comunarios
TOTAL 84,5 Has y colonos. Algunas de ellas incluso llegaron a ser
registradas por periódicos de la época:
Conviene resaltar lo complejo que fue el
proceso de implementación de la Ley de Refor-
ma Agraria, pues esta no significó solamente una
disputa de campesinos versus hacendados. Las dis-
tintas acepciones del vocablo campesino incluían a
una multiplicidad de actores con intereses que no
siempre eran convergentes, y esta disparidad com-
plicó varios procesos de repartición y reclamación
de tierras. También conviene subrayar que, por lo
general, la superficie de tierra que se podía obtener
a través del proceso de restitución era superior a
la que se otorgaba por la sola expropiación. En
promedio, los ex colonos en el altiplano obtuvie-
ron entre de 5 a 10 hectáreas por persona (lo cual
contrasta notoriamente con las 60 hectáreas que
obtuvo la familia Aruquipa, arriba nombrada). Esto
explica, en parte, el interés de los comunarios en
presentar una demanda de restitución antes que
una demanda de expropiación.
No todas las demandas de restitución se
resolvieron tan fácilmente entre colonos y comu-
narios. Veamos por ejemplo el caso de la ex–co-
munidad Pongon Huyo, que estaba en manos del
propietario Carmelo Mollinedo. Este hacendado Figura31.RevisiondetítulosoriginariosdelaexcomunidadCollantaca.
disputó la demanda de restitución planteada por Fuente: Periódico La Nación, 16 de abril de 1953.
los herederos de los antiguos comunarios. El ha-
cendado no solamente presentó documentos que
respaldaban que habían vendido su propiedad a
terceras personas antes de 1900, sino que, ade-
más, firmó un acuerdo con sus antiguos colonos
para frenar su demanda. En este documento,
Mollinedo alegaba que Pongon Huyo era una
mediana propiedad.
Los colonos apoyaron la demanda de Molli-
nedo, pues temían que un fallo de restitución les
privara del acceso a las tierras que ellos llevaban
trabajando desde 1930. A partir de esta estrategia,
el hacendado logró que las autoridades estatales
desestimaran el pedido de los antiguos comuna- Figura32.Indígenasdenunciasdespojoyexigenrestituciondetierras.
rios. Se desconoce el resultado final de este caso, Fuente: Periódico La Nación, 8 Septiembre 1953.
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 243

obliga a repensar­la distancia entre los discursos


y las prácticas de la revolución.

Naranjani: un caso de la provincia Sud Yungas

Héctor Lorini era dueño de una extensa pro-


piedad de 1281 hectáreas en Huancané (Sud
Yungas), denominada Naranjani. Lorini heredó
la propiedad de sus padres Héctor Lorini y Doña
Clotilde Alborta. En 1955, los 78 colonos que
vivían en la propiedad presentaron una demanda
por su expropiación. En el fundamento de su
demanda, los campesinos alegaron que el propie-
tario no tenía inversión en maquinaria agrícola,
ni ganado y que el propietario intervenía en la
propiedad solamente mediante un administrador
(INRA-LP, Sud Yungas, Caja 1).
A pesar de su gran extensión, la propiedad
tenía pocas hectáreas cultivadas. Un informe
topográfico revela el tipo de distribución y uso
de la tierra que había al interior de la propiedad.
En dicho informe se observa que los terrenos
cultivados por colonos y yanaperos constituían
una tercera parte de la totalidad de la hacienda:

Cuadro 9. Redistribución de la hacienda Naranjani,


en Sud Yungas

Hacienda 36,2 Has


Figura33.En1953losperiodicosreflejanelagudodebatequeseoriginó Ex colonos 244,1 Has
sobreelderechodelascomunidadesalarestitucióndesustierras. Yanaperos 47,7 Has
Fuente: Periódico El Diario,11 de enero de 1953.
Vacante 9,5 Has

Estos distintos ejemplos son una clara Residencia 3,4 Has


muestra del agudo conflicto que emergió entre Escuela 1,4 Has
comunarios y colonos desde de 1953. Además, Cementerio 0,2 Has
en contra de lo que hasta ahora se conocía sobre Cultivable 356,3 Has
estos procesos, vemos que hubo casos en que las
Bosque 521,6 Has
demandas de restitución de comunidad que fue-
ron exitosas. De hecho, de acuerdo a un reporte Incultivable 61,1 Has
del CNRA de 1964, se conoce que, de los 64 casos TOTAL 1281,3 Has
de restitución que se procesaron, el 90% corres-
pondía al departamento de La Paz. Una vez comenzado el juicio, la junta rural,
El auge de las demandas de restitución nos el juzgado agrario, el CNRA y el presidente de la
muestra una perspectiva muy distinta de lo que Republica darian un veredicto sobre el futuro de
fue de Reforma Agraria: en lugar de ver en él la propiedad. Al mirar detalladamente este caso
un proceso en que el MNR logró imponer un observaremos que cada una de estas instancias
sistema de pequeña y mediana propiedad, ve- calificó la propiedad de manera distinta lo que
mos la manera en que comunidades indígenas implicaba un proceso de redistribución de tierras.
y campesinas fueron moldeando la Reforma de La junta rural, encargada de recabar los datos
acuerdo a sus demandas. Una vez más, esto nos de la hacienda, calificó a la propiedad como latifun-
244 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

dio y recomendó al juez local que sea expropiada 400 personas), sin que haya excedente para más
en su totalidad. Lorini respondió airado ante el familias… (Ibíd.)
informe: alegó que la junta no había tomado en
cuenta su inversión en la instalación de agua para la En respuesta Lorini alegó que la propiedad
propiedad ni en la apertura de caminos (Huancané- no era feudal, pues no tenía colonos, sino arren-
Naranjani) y sendas. Finalmente, Lorini agregó: deros:

…todos ellos tienen una situación económica


…debe considerarse mi situación personal, pues he
bastante bonancible, tienen buenas casas, cocales,­
concurrido a la campaña del Chaco (…), mi hijo
huertos de árboles, sacando como provecho
Javier Lorini Saenz –como ferviente nacionalista–
anualmente muchos miles de Bolivianos (…)
combatió contra el funesto régimen del sexenio,
algunos tienen sayañas en las comunidades (en
ofrendando su vida por el triunfo de la causa de
el altiplano), casas en los pueblos y no han sido
la Revolución Nacional en las jornadas del 9 a 11
colonos sometidos a un sistema feudal (Ibíd.)
de abril de 1952… (Memorial de Mayo 2, 1955).
Además, Lorini arguyó que en la propiedad
Sobre la base de este alegato, Lorini pidió se
solamente había 50 arrenderos; los demás de-
le reconocieran al menos 150 hectáreas, lo que la
mandantes eran yanaperos, utawawas o allegados
ley determinaba como mediana propiedad.
“que concurrían al trabajo de hacienda por cuenta
En respuesta, el secretario general del sin-
del arrendero”. Como prueba, Lorini mostró un
dicato agrario que representaba a los colonos de
contrato firmado por él y por uno de los arrende-
la hacienda Naranjani, el señor Cosme Huanca,
ros antes de la Reforma Agraria. En el siguiente
argumentó:
recuadro transcribiremos el documento casi en su
integridad, pues ofrece nutridos detalles respecto
Se evidencia que la hacienda Naranjani es un lati-
fundio de 1281 hectáreas, en el que 80 hombres e a las condiciones de trabajo previas a la Reforma
igual número de mujeres que hemos trabajado el en los Yungas. Curiosamente el contrato, más que
sistema feudal (…), sin percibir un solo centavo demostrar que los demandantes eran arrenderos,
de salarios. Como es latifundio de gran extensión, evidencia las duras condiciones laborales a las que
tenemos cabida todos los asentados (vivimos estaban sometidos los campesinos:

Recuadro 65

Contrato entre Héctor Lorini (propietario) y Eduardo Sillo (arrendero)


PRIMERA.- Dirá Usted que yo, Héctor Lorini (…), por convenir a mis intereses (…), doy en arriendo por el
término de cinco años forzosos y cuatro voluntarios un medio arriendo de terreno para el trabajo de coca-
les, casas, cachi, huertos, cafetales, etc., por el canon anual de cuarenta y nueve (Bs 49,50) por cato que se
cancelarán proporcionalmente en cada mita, en jornales.
TERCERA.- El arrendero Eduardo Sillo se compromete a trabajar con la concurrencia semanal de tres
jornales de hombre y tres jornales de mujer, con una obligación recíproca de la concesión del arriendo en
beneficio de la hacienda por el previo de Bs 1 el jornal de varón y de 0,50 centavos el jornal de mujer. Ade-
más, cuantas veces lo solicite la hacienda, el arrendero nombrado (…) hará trabajos extraordinarios que se
pagarán de acuerdo a lo establecido para estos casos, comprometiéndose igualmente a desempeñar las
obligaciones de Ilacata, Camani, Mulero, Apiri, Semanero (este cargo) de hombre y de mujer y en la forma
que indique el propietario.
CUARTA.- En caso de que el arrendero Eduardo Sillo quiera transferir el arriendo o mejoras a tercera
persona, lo hará precisamente con consentimiento escrito del propietario o de su apoderado, siendo con-
dición forzosa que la transferencia se haga en favor de un indígena apto para los trabajos, o sea un obrero
dedicado a la agricultura y de experiencia, que reconozca y acepte las obligaciones del presente contrato.
Toda transferencia que se haga y que no esté desacuerdo con las condiciones que anteriormente se detallan
se considerará nula de pleno derecho, debiendo en este caso volver el arriendo –incluso sus mejoras– a
poder del propietario, sin indemnización de ninguna clase y sin que el propietario tenga que reconocer ni
pagar absolutamente nada del arriendo y las mejoras.
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 245

QUINTA.- El arrendero nombrado o su esposa no podrán subarrendar ni admitir chiquiña de ninguna


clase y bajo ningún pretexto (…), si así lo hiciere, IPSO FACTO el arriendo –incluso las chiquinas y suba-
rriendos– pasarán a poder del propietario y quedarán en beneficio de la hacienda, sin derecho a mejoras
ni indemnización de ninguna clase, quedando el arrendero como el único responsable de todo daño o
perjuicio que hubiera causado al propietario con cualesquiera infracción.
SEXTA.- Seis faltas consecutivas y diez discontinuas no justificadas, sean de hombre o de mujer, así
como el incumplimiento de las obligaciones contraídas o el menor acto de insubordinación, dará lugar a la
expulsión del arrendero Eduardo Sillo y al consiguiente desahucio, reputándose en este caso como aban-
dono del arriendo y, por consiguiente, quedando cancelado este contrato de arriendo IPSO FACTO, revertido
y consolidado en favor de la hacienda, sin lugar a ninguna indemnización de mejora ni derecho a reclamo
alguno, sin perjuicio de la multa y el arresto que se impondrá por la Policía del lugar, a cuya jurisdicción
se somete el arrendero, desde luego, fuera de la que legalmente tienen las autoridades administrativas,
subprefecturas, intendencia o corregimientos.
SÉPTIMA.- Si el propietario no desahucia al arrendero Eduardo Sillo con anticipación de tres meses
antes del cumplimiento de los términos estipulados, se entiende que se ha operado la tacita reconducción
o arrendamiento, en las mismas condiciones del presente contrato.
OCTAVA.- El arrendero Eduardo Sillo se compromete a devolver la sayaña o arriendo en caso de des-
ahucio o vencimiento del término en las mismas condiciones que recibe, o sea con valor estimativo (…) de
la cantidad de [no aparece la cifra]. Igualmente se hace cargo de todo deterioro o desvaloración causados
por su negligencia, falta de cuidado en los cultivos y reparaciones en la casa o habitación que reciba.
NOVENA.- Cuando el arrendero tuviera que cumplir el servicio militar obligatorio, tan solo usufructuará
la mitad de los productos del arriendo, quedando la otra mitad en beneficio de la hacienda por concepto
de jornales no trabajados y las demás obligaciones. En caso de fallecimiento del arrendero, el propietario
o su representante verán lo conveniente.
DECIMA.- El propietario tendrá el privilegio de hipoteca sobre las mejoras del arriendo. El arrendero
Eduardo Sillo no podrá contraer ninguna obligación hipotecaria sobre el arriendo ni sobre las mejoras,
quedando en virtud de estas restricciones nulo de pleno cualquier contrato u operación de este género
que grave el arriendo o las mejoras (13 de octubre de 1940 años). El trabajo de caminos, conducción de
agua y demás que fueran de aprovechamiento común se harán en faena con la concurrencia de todos los
arrenderos y peones, sin retribución por estos trabajos. Igualmente están obligados (…) para el encestado
de la coca de hacienda en la forma acostumbrada.

Basado en ambos alegatos, el juez agrario de el juez agrario se había olvidado de mencionar
Sud Yungas dotó 150 hectáreas a Lorini expro- que Lorini era propietario de otras haciendas:
pio del resto de la propiedad. Asimismo, el juez Chicani –en la provincia Murillo–, Ticuyo y
otorgó tierras a los ex colonos, pero excluyó de adyacentes –en la provincia Los Andes.
la lista a los yanaperos (9 de diciembre de 1955). En diciembre de 1956, el CNRA reconsideró
Ambas partes objetaron el fallo del juez. el veredicto del juez. En esta instancia se subrayó
Lorini afirmó que en la nómina de beneficiarios que el juez local había desestimado que Héctor
aparecían nombres de personas que nunca habían Lorini era propietario de más de cinco propie-
trabajado como campesinos en la hacienda. Dos dades y, calificó a Naranjani como latifundio. El
de ellos, Isaac Tamayo y Jorge Villanueva, eran CNRA determinó otorgar 36 hectáreas a Lorini
funcionarios de la Junta Rural de Chulumani, y –las hectáreas que estaban cultivadas anterior-
los otros dos eran “sayañeros con propiedades mente por la hacienda–, y ordenó la expropia-
establecidas en Chulumani”. Por su parte, el ción del resto, en favor de los 80 demandantes.
secretario general del sindicato campesino de- Asimismo, ordenó que los beneficiarios pagaran
nunció que la propiedad había sido injustamente una indemnización acorde al valor catastral de
calificada como mediana. El secretario general la propiedad –es decir: 10 millones de Bs. Lorini
también reveló que el juez había impuesto a los apeló la decisión, y para ello insistió en la filiación
campesinos una indemnización de 22 millones de de su hijo con el MNR durante el sexenio.
Bs. En favor del propietario, “cuando el valor de El caso llegó finalmente a manos del presi-
la propiedad declarado ante la renta no excedía dente Hernán Siles Zuazo en 1957 y determinó
los 10 millones de Bs”. Finalmente, notificó que dar 10 hectáreas a cada uno de los demandantes
246 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

y dejó “el resto” para el hacendado. La resolución Sin embargo, cada uno de los arriba menciona-
final brillaba por su ambigüedad, pues dejaba dos casos nos muestra que los hacendados pe-
conflictos cruciales irresueltos: ¿Cómo se distri- learon individualmente en los juzgados agrarios,
buirían el área cultivable, las tierras incultivables buscando la consolidación de, al menos, una
y los bosques entre los beneficiarios?­¿Quién parte de sus antiguas tierras. En muchos casos
definiría esos límites y cómo? En todo caso –tal –como en el de Liquinas, en Cochabamba–, las
como señalaba un memorial–, la ambigüedad de propiedades fueron expropiadas en su totalidad,
la Resolución servía para proteger los intereses de pero esto no significa que los hacendados no
Lorini, lo que implicaba una respuesta favorable hayan logrado diversos mecanismos de indem-
debido a sus influencias con algunos miembros nización.
del partido. Conviene, además, rescatar un tema que
Cada uno de los casos expuestos nos permite parece haberse opacado bajo los debates sobre
palpar las dinámicas de poder y las tensiones que la revolución y la conformación de los sindicatos
se suscitaron en el área rural durante el periodo campesinos. Este es el de la reivindicación de
post-revolucionario. A las tomas de las haciendas las comunidades indígenas, que parecería haber
siguieron varios años de disputa legal. Con el fin quedado silenciada bajo el discurso nacionalista.
de consolidar tierras a su favor Una de las conclusiones más sobresalientes de
Los campesinos abrazaron ciertos aspectos esta sección es constatar que la red de caciques
establecidos por la Ley de Reforma Agraria de apoderados no desapareció con la revolución.
1953 y el Decreto de Restitución de Tierras de De hecho, esta red presentó numerosas cartas
Comunidad de 1954. Por su parte, los hacen- al presidente Víctor Paz Estenssoro, pidiendo la
dados utilizaron los criterios inscritos en la ley restitución de tierras de comunidad.
como inversión, tamaño de la propiedad para El caso de Taraco ocupó numerosas co-
frenar el proceso de expropiación. lumnas en la década de 1950. Sin embargo, lo
El criterio “condiciones laborales” fue crucial más notable es que el Decreto de Restitución
para que las demandas de expropiación afectaran de Tierras de Comunidad, dictado por el Go-
no solo a las grandes propiedades improductivas, bierno en 1954, fue un instrumento clave para
tal como inicialmente había establecido la ley, que muchas comunidades –especialmente en
sino que se ampliara a propiedades productivas y el departamento de La Paz– lograran la resti-
las medianas. También conviene resaltar, al anali- tución de tierras perdidas con la expansión del
zar estos tres casos, el alcance redistributivo que latifundio. Tal como vimos en la provincia de
tuvo la Reforma Agraria en Bolivia. Además de Omasuyos, muchas demandas fueron exitosas.
los colonos, arrimantes, yanaperos, sitiajeros y ex Pero se requieren todavia estudios de otras
trabajadores mineros (en algunas ocasiones) abra- regiones del Altiplano.
zaron el Decreto de Reforma Agraria, buscando
consolidar alguna parcela. Los expedientes revi-
sados evidencian que, en general, las decisiones El baile de los números
presidenciales terminaron usualmente cediendo
ante estas demandas campesinas, amplificando el En 1963, el Gobierno publicó una serie de es-
carácter redistributivo de la Reforma. tudios que señalaban el avance de la Reforma
La revisión de estos expedientes también Agraria a una década de aplicación. A principios
nos muestra lo poco que conocemos sobre la de aquella década, las relaciones entre el Go-
complejidad del mundo agrario (que hemos bierno del MNR y el bloque minero la COB ya
homogeneizado bajo el rotulo campesino). Los se habían deteriorado profundamente. Después
distintos demandantes de tierras moldearon la re- del programa de estabilización monetaria de
glamentación según su situación y conveniencia, 1957, “los mineros perdieron mucho poder y el
lo que generó distintas formas de redistribución Estado logró usar la masa campesina para ame-
de la tierra. Todo esto dentro del contexto de nazar a los sindicatos mineros” (Harris y Albó,
una misma. 1986: 7). Fue especialmente en el marco de esta
Es verdad que el poder de la élite terrate- coyuntura política, que el MNR comenzó a dar
niente se resquebrajó después de la revolución. creciente importancia a sus logros en materia de
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 247

Reforma Agraria. Como parte de ese impulso, en CNRA–, difieren en sus resultados al hablar de
1963, Antonio García publicó el libro Diez años la primera década de aplicación de la Reforma.
de Reforma Agraria en Bolivia con apoyo de la El primero contabiliza 4 millones de hectáreas
Dirección Nacional de Informaciones. tituladas, el segundo, 6 millones.
Los gobiernos militares –que a partir de 1964 Los conflictos que enfrentaba el CNRA para
se sucedieron en el poder por casi dos décadas–, establecer las cifras del avance en el proceso de
a pesar de sus continuas críticas hacia el MNR, redistribución de tierras de la Reforma Agraria
adoptaron el programa de la Reforma Agraria respondían, en parte, a problemas técnicos, pero
y se posicionaron como continuadores de ese también políticos. Para comenzar, para el Estado
proyecto. Durante los gobiernos del General era difícil “mensurar su territorio”. De acuerdo
Rene Barrientos, de 1964 y 1969, se publicó una a ley, por cada demanda de expropiación, un to-
serie de folletos que titulaba “El progreso de la pógrafo especializado debía medir la superficie
Reforma Agraria”. En la gestión del Coronel de la propiedad. Sobre la base de sus resultados,
Hugo Banzer (1971-1978) se publicó “25 años el CNRA y el Presidente de la República dictaban
de Reforma Agraria”. sus veredictos. Al concluir el juicio, el topógrafo
El proceso de redistribución de tierras en volvía al campo y entregaba los títulos de pro-
Bolivia convocó el interés de varios estudiosos piedad sobre la base de una Resolución Suprema
nacionales e internacionales, pues se trataba de dictada por el Presidente.
la segunda experiencia exitosa de reforma agraria Cuando analizamos uno a uno los expedien-
en América Latina (después de la de México, que tes de expropiación, constatamos que los datos
se inició en la década de 1910). En las décadas de de un documento a otro casi nunca coincidían.
1960 y 1970, estudiosos latinoamericanistas es- Las denominadas “operaciones de replanteo” (el
taban particularmente interesados en contrastar proceso por el que un topógrafo medía las tierras
los resultados de la Reforma Agraria en Bolivia, que el Estado le había dotado a cada beneficiario)
que había emergido de una revolución, con las duraban tantos años como los propios juicios
otras reformas en la región impulsadas por el agrarios. Los beneficiarios reclamaban que no
programa de la Alianza para el Progreso. había una relación entre la dotación firmada por
A pesar del interés por obtener las cifras de el Presidente –desde su escritorio– y la redistribu-
ción actual de la propiedad. A menudo, hacenda-
la Reforma Agraria, en la práctica, el Gobierno
dos y campesinos cuestionaban los criterios que
–y más específicamente el CNRA– enfrentó nu-
había utilizado el topógrafo para determinar qué
merosas dificultades a la hora de construir esas
era tierra cultivable, incultivable o de pastoreo,
estadísticas. En la década de 1960, varios critica-
definiciones cruciales a la hora de redistribuir
ron la incoherencia de los datos presentados por
una propiedad.
esa institución; otros expresaron su frustración
Por otra parte, autores como Wilkie (1974)
al tratar de conseguir datos más fidedignos. El
y Turovsky (1980) anotaron la distancia entre la
antropólogo Charles Erasmus, que estudiaba los
importancia que recibía la Reforma Agraria en
efectos de la Reforma en los departamentos de
los discursos gubernamentales y el presupuesto
Chuquisaca y Tarija, expresó:
que en la práctica se destinaba para su implemen-
tación. Según Turovsky:
Nadie parece saber a ciencia cierta por qué
unos expedientes se guardan en La Paz, algunos
El presupuesto que se otorgaba al CNRA oscilaba
retornan a Sucre y otros son archivados en las
entre el 0.8% y 1.5% del presupuesto nacional
capitales de provincia; pareciera una cuestión de
en los dos primeros años de implementación de
azar (Heath, Erasmus et al., 1969: 102).
la Reforma Agraria, y luego de entre un 0.44% a
0.55% en los siguientes años en que gobernó el
Xavier Albó, en su reconocido trabajo Ré- MNR. Este presupuesto se volvió incluso menos
quiem para una reforma agraria, remarca que los significativo durante los gobiernos de Barrientos y
datos presentados por el CNRA eran contradic- Banzer, en las décadas de 1960 y 1970. La falta de
torios e inconsistentes (1979: 32). De hecho, dos equipo básico y de mínimas facilidades y los bajos
reconocidos estudios de la época, Antonio García salarios proveían escaso incentivo para que los
y James Wilkie –ambos basados en estudios del técnicos (especializados) trabajen allí (1980: 209).

248 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

Pero además del limitado presupuesto y de anotar paralelamente a los casos de expropiación
los problemas técnicos, la producción y la pre- y restitución, el Gobierno recibió numerosas
sentación de los datos estaba –a menudo– sujeta demandas de dotación de tierras fiscales, espe-
a manejo político. Para empezar, cada uno de los cialmente en los Yungas, el norte de La Paz y el
gobiernos presentaba resultados que afirmaban Chapare. Como el CNRA presentaba los datos de
que durante su gestión se había avanzado más la Reforma por Departamento, se hace imposible
que en los gobiernos anteriores. Por ejemplo, discernir cuánto de la tierra titulada provenía de
el presidente Víctor Paz Estenssoro afirmaba un proceso de expropiación o dotación.
que en su segunda gestión presidencial (1960- Cada uno de estos temas analizados en este
1964) se había entregado más títulos de tierras acápite nos muestra que los números y datos de
que durante el periodo anterior, aunque esto la Reforma Agraria, más que una realidad con-
silenciaba el arduo trabajo técnico que precedía creta, eran la expresión de lo que cada gobierno
a la entrega de dichos títulos, llevado a cabo pretendía demostrar. La generalidad con la que
entre 1954 y 1960. se presentaban estos datos permite conocer muy
Otra maniobra política consistía en la pre- poco sobre los mecanismos y lógicas con las que
sentación de los resultados de la Reforma Agraria operó la redistribución de tierras entre los cam-
como datos globales, sin distinguir si los “benefi- pesinos. ¿Quién determinó cuánto recibía cada
ciarios” eran campesinos o hacendados. Durante uno de los campesinos o beneficiarios?, ¿cómo
el proceso de Reforma Agraria, muchos hacenda- se distribuían las parcelas entre los campesinos?,
dos perdieron gran parte de sus haciendas, pero ¿fue capaz el Estado de imponer un mecanismo
no todo. Por ejemplo, algunos conservaron la y un sistema de redistribución entre los antiguos
antigua casa de hacienda y algunas parcelas de colonos? En el siguiente acápite se esbozarán al-
cultivo (tal como vimos en el expediente de los gunos lineamientos que nos permitirán repensar
Yungas, en el acápite anterior). Sin embargo, al la forma en que operó la redistribución de tierras
hablar de “beneficiarios”, los resultados hacían entre los campesinos después de 1952.
invisible un dato crucial: ¿qué porcentaje de
tierras quedó en manos de los hacendados? ¿En
qué regiones? Algunasnotassobreelprocesoderedistribución
Al cumplirse los diez años de Reforma Agra-
ria, el Gobierno promocionó estos resultados: Varios estudios han mostrado que en las comu-
nidades había una clara estratificación social
Cuadro 10. Informe del CNRA sobre redistribución expresaba en criterios el acceso a la tierra, al
de tierras en 1962 cum­plimiento de labores y a los distintos mon-
tos de contribución al Estado. En el altiplano
se distinguían dos tipos de habitantes: los origi-
Número de hectáreas 4.852.954,87
narios (familias nacidas de la comunidad) y los
Títulos 226.544 agregados (campesinos que no habían nacido en
Cabezasdefamiliabeneficiadas 151.435 la comunidad). Por lo general, los originarios
tenían el doble de tierras que los agregados (ver
Es indudable que estos números pretendían De Lucca, 1970).
hacer énfasis en “el avance de la revolución”, Dependiendo de la región, estas distinciones
pero incluían en una misma categoría actores adoptaban distintos nombres. Por ejemplo, en el
tan diversos como ex–hacendados, comunarios, altiplano existían las categorías de “persona” y
colonos, ex–mineros, arrimantes, yanaperos, “media persona”. Los términos de “originario”
etc. Como vimos en el acápite anterior, estos y “agregado” también tenían plena validez en los
obtuvieron logros muy diversos en cada uno Yungas. Además de estas dos distinciones, existían
de los casos. otras categorías, tales como “utawawas”, “piqui-
Además los datos de “titulación de tierras” ñeros” y “yanaperos”. De Lucca afirma que los
presentados por el CNRA no señalaban si estos yanaperos, yanapaques o sobrantes también eran
provenían de procesos de expropiación, res- llamados “ayudantes” porque, al no tener tierras,
titución, consolidación o dotación. Conviene se ganaban la vida ayudando a los miembros de
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 249

las comunidades. Muchos poseían parcelas muy La Reforma Agraria no borró esas diferen-
pequeñas, que la comunidad les había concedido cias. Cuando los campesinos presentaban una
con la condición de que prestaran sus servicios demanda formal por la expropiación de una ha-
(1970: 65-66). cienda, los demandantes debían incluir una lista
Tal como vimos en el caso de Naranjani, la de beneficiarios. Esta lista incluía la categoría
estratificación tenía plena vigencia en las hacien- de cada uno de los beneficiarios. Miremos, por
das de los Yungas. Una de las aristas más críticas ejemplo, la lista presentada por los demandantes
de aquel conflicto se debió a que el propietario de la hacienda Pongon-Huyo, en Omasuyos (Ver
se negaba a que su propiedad se expropiara para recuadro 66)
favorecer a los yanaperos. Según él, los yanaperos Estas listas se elaboraron en diversas regiones
habían llegado a la hacienda “por cuenta de los del altiplano, Yungas y valles de Cochabamba. En
colonos, no del hacendado”. cada una de las ex haciendas, los campesinos pe-
Este sistema de redistribución de tierras al in- dían la redistribución de la tierra sobre la base del
terior de las comunidades no se desmanteló con la sistema de tenencia de tierras que operaba antes de
expansión de las haciendas. De hecho, las distintas la Revolución Nacional. Hubo numerosos casos
categorías implicaban al interior de las haciendas en los que, durante el proceso de expropiación,
distintas cargas de trabajo. Así, por ejemplo, los arrimantes, agregados o utawawas, que poseían
pegujaleros trabajaban cuatro días a la semana parcelas demasiado pequeñas, pidieron que se les
para la hacienda. Para poder trabajar esta cantidad ampliara el de sus parcelas. Sin embargo, estas
de días, el pegujalero debía contar con el apoyo nunca se asemejaron a la superficie que quedó en
de otros familiares, que en ese lapso trabajaban su manos de los originarios.
propia parcela. En algunos casos, si los agregados Las autoridades estatales escasamente modi-
si se comprometían a trabajar más días –y si había ficaron esta estructura. Cuando había suficiente
disponibilidad de tierra–, podían acceder a parcelas tierra dentro de la hacienda, ordenaban que se ex-
más grandes dentro de una hacienda. Esto fue lo pandieran las parcelas de todos los colonos o que
que sucedió, por ejemplo, en algunos lugares del se destinara ciertos terrenos como colectivos. Sin
Altiplano, donde los hacendados se apropiaron de embargo, en muy pocos casos revertían –o incluso
tierras de comunidad y consiguieron como colonos cuestionaban– la distribución pre-establecida
a campesinos ajenos a la comunidad. Esto permitió por los demandantes (los campesinos). Miremos,
a los hacendados garantizar la expulsión de los por ejemplo, la redistribución que se hizo de la
antiguos comunarios de sus tierras. hacienda Chiquero, en Sud Yungas:

Recuadro 66

Lista de demandantes de la ex -hacienda Pongon–Huyo, Omasuyos

Máximo Collque 1 Persona Pascual Flores Aruquipa 1 Persona


Santos Collque 1 Persona Feliciano 1ro Mamani 1 Persona
Pablo Colllque 1 Persona José López 1/2 Persona
Mariano Collque 1 Persona Hilarión Jallasi 1/2 Persona
Casimiro Quispe 1 Persona Saturnino Mamani 1 Persona
Anselmo Condori Saca 1 Persona Raimundo Collque 1/2 Persona
Bonifacio Collque 1 Persona Nicolás Huasco 1/2 Persona
Julián Collque 1 Persona Lorenzo Oraquine 1/2 Persona
Feliciano Mamani Quispe 1/2 Persona Máximo Mamani 1/2 Persona
Antonia Jallasi 1/2 Persona Mariano Mamani 1 Persona
Balerio Collque 1/2 Persona Lucas Choquehuana ½ Persona
Fuente: INRA-LP, Omasuyos, Caja 25, Expediente Pongon Huyo.
250 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

Cuadro11.Asignaciónytamañodelasparcelasalinterior ejemplo, Eugenio Condori, uno de los benefi-


de una hacienda después de 1953 ciarios de la ex Hacienda Chiquero, recibió 9.34
hectáreas distribuidas en 11 pequeñas parcelas.
Hectáreas Campesinos beneficiarios
Cuadro 12. Asignación de tierras para una persona
Hasta 2 9
en la hacienda Chiquero, Sud Yungas
Entre 2.1 y 4 20
Entre 4.1 y 6 25 0.6 Has Maizal
Entre 6.1 y 8 10 0.82 Has Platanal
Entre 8 .1 y 10 5 1.18 Has Platanal
Fuente: INRA-LP, Sud Yungas, Caja 2. 0.48 Cocal
0.38 Cocal
El cuadro muestra que, si bien hubo una 0.34 Cocal
mayoría de campesinos que recibió entre 2 y
0.1 Cocal
6 hectáreas, un importante porcentaje quedó
1.28 Cocal
por debajo o por encima de ese promedio. Por
lo general, las autoridades estatales, que debían 2.1 Cocal
atender simultáneamente cientos de demandas 1.78 Cocal
no tuvieron la capacidad de imponer un sistema 0.32 Huerta
de redistribución igualitaria o de desafiar el siste- 9.34 TOTAL
ma de redistribución que ya estaba imperando al
interior de las haciendas. Esto demuestra que las Esta forma de distribución no fue inusual. Al
demandas locales que terminaron definiendo las mirar en detalle los expedientes agrarios nos da-
lógicas de redistribución de la Reforma Agraria. mos cuenta que cada uno siguió sus propias reglas
Además de estas diferencias individuales, al en términos de redistribución, de acuerdo a las
interior de las haciendas existía una clasificación características del terreno y de acceso a recursos
distinta de la tierra. Existían terrenos colectivos como: agua, pastizales, tierras cultivables, etc.
para pastoreo o bebederos de agua, tierra no Esto a su vez demuestra la escasa capacidad gu-
cultivada, tierra incultivable, caminos y acequias. bernamental de imponer una lógica homogénea.
Antes de la Reforma Agraria, la redistribu- Así, ante la multiplicidad de demandas, el MNR
ción y uso de la tierra al interior de las haciendas se mostró más bien cauto a la hora de imponer
no era estándar. La lógica de organización variaba un sistema de distribución y, en su mayor parte,
de hacienda a hacienda, dependiendo de sus ca- ratificó los diseños y distribuciones locales.
racterísticas geográficas. En el caso de Pajchani Hubo numerosos reportes de topógrafos que
Grande, por ejemplo, los terrenos de la hacienda indican que los campesinos se negaban a dejarlos
estaban concentrados en un solo sector, pero entrar a sus terrenos, porque estaban en desacuer-
había hacendados que tenían múltiples parcelas do con el sistema de deslinde planteado por las
distribuidas entre las de los colonos. autoridades estatales, las resoluciones supremas
La distribución de las parcelas entre los co- terminaron ratificando el diseño impuesto por los
lonos tampoco era uniforme. Había casos en que demandantes. Al final, aunque es evidente que la
los colonos tenían acceso a una parcela continua y relación entre campesinos y autoridades estatales
otros en que los colonos tenían acceso a pequeñas no estuvo exenta de conflictos, tampoco hubo un
parcelas en distintos lugares de la hacienda. Un intento real de parte del Estado por imponer un
ejemplo de esto es la hacienda Chiquero, en Sud diseño homogéneo.
Yungas, cuyas 363 hectáreas fueron distribuidas La revisión de los expedientes de la Reforma
en favor de 71 beneficiarios. Cuando se conclu- Agraria evidencia la distancia que hubo entre los
yó el proceso de expropiación, los campesinos proyectos y diseños políticos de la Revolución
hicieron saber al topógrafo que, en lugar de una Nacional –en el sentido de crear un sistema de
parcela continua, preferían recibir pequeñas mediana y pequeña propiedad– y la puesta en
parcelas distribuidas en distintos lugares. Por práctica de esos proyectos y sus negociaciones
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 251

cotidianas. Los gobiernos terminaron legalizan- haciendas improductivas, hubo haciendas con
do las diferencias entre originarios, agregados, una importante inversión de capital. Muchos
yanaperos; legalizaron las parcelas individuales hacendados de la zona del altiplano, al enfrentar
(sayañas)­y parcelas colectivas (aynocas); termi- la demanda por expropiación, apuntaron que las
naron expropiando medianas y pequeñas propie- autoridades estatales habían declarado que la
dades que la Ley de ReformaAgraria inicialmente propiedad era improductiva sin siquiera tomar
decía proteger. Todos estos hechos hablan de un en cuenta la inversión en ganado o –en algunos
proceso más complejo. En el fondo, la Ley de casos– en las pequeñas fábricas ahí instaladas (de
Reforma se constituyó en un punto de partida alcohol, tejas, vinos, mermeladas, etc.). Durante
para un proceso de negociación política mucho la implementación de la Reforma Agraria, las
más complejo. autoridades estatales encontraron que detrás del
Aunque la problemática de la Reforma Agra- denominativo común “campesino” se escondía
ria ha convocado la atención de numerosos estu- una pluralidad de personas con accesos a la tierra
dios en Bolivia, muchos han prestado atención muy distintos.
al Decreto Supremo, pero aún conocemos poco Finalmente, varios estudiosos han subrayado
sobre la implementación misma del proceso. De la poca capacidad del Servicio Nacional de Refor-
hecho, muchas de las valoraciones que tenemos ma Agraria para producir datos coherentes. Sin
sobre este proceso se basan en datos emanados embargo, pocos investigadores han reflexionado
por el CNRA , pero poco hemos reflexionado sobre lo que esos datos y su elaboración reflejan
de la realidad social y política de la época. Un
sobre cómo y en qué contextos elaboraron esos
contraste entre la historia que narran los expe-
números.
dientes de la Reforma (los casos concretos) y los
Uno de los objetivos de este artículo fue
datos producidos por el Estado nos permiten
mostrar el contraste entre lo establecido por
repensar los conceptos de lo que el SNRA deno-
el Decreto de Reforma Agraria y la manera en
minaba el “avance de la Reforma Agraria”.
que los diversos actores locales –ex colonos,
comunidades indígenas y antiguos hacendados–
negociaron y disputaron su aplicación práctica. El Oriente de Bolivia: la otra historia
Al analizar la aplicación de la Reforma Agraria de la Reforma Agraria
observamos que, aunque cada una de las auto-
ridades estatales decía regirse por los criterios La Reforma Agraria de 1953 fue el producto de
técnicos inscritos en la ley, en la práctica, todas las demandas y disputas de larga data. Pese a su len-
decisiones estuvieron atravesada por profundas titud y sus contradicciones, la Reforma tuvo un
consideraciones políticas. Esto se hace particular- efecto profundamente redistributivo en cuanto
mente evidente si se analizan los expedientes de acceso y tenencia de la tierra. Pero sus efectos no
Reforma Agraria y se observa que, frente a casos fueron los mismos en todas las regiones. En lo
muy similares, las decisiones estatales podían ser que respecta a las tierras bajas (llanos y Amazonía
muy distintas. Hubo muchos hacendados que bolivianos), la política agraria del MNR difirió
enfrentaron expropiaciones sin compensación. poco de la mentalidad civilizatoria del siglo
Otros recuperaron montos menores, producto XIX. Los pueblos indígenas de la región fueron
de la indemnización que los campesinos debían considerados como inhábiles y sujetos a tutelaje,
pagar por las parcelas recibidas. Finalmente, hubo así señala el artículo 129 de la Ley de Reforma
algunos que encontraron modos indirectos de Agraria: “los grupos selvícolas (…) que se encuen-
compensación. tran en estado salvaje y tienen una organización
Conviene anotar también que, mientras primitiva, quedan bajo la protección del Estado
los discursos gubernamentales hablaban de (D.S. del 2 de agosto de 1953).
realidades fijas –latifundios improductivos, por La política civilizatoria que caracterizó la ley
una parte, y pequeños y medianos productores, de Reforma Agraria de 1953 en Oriente hacia las
por la otra–, la realidad nos habla de un área poblaciones indígenas no fue solo característica­
rural con una diversidad y complejidad mayo- de Bolivia. Convenciones internacionales
res. Antes de la revolución, a la par de grandes com­partían­principios muy parecidos. Así, el
252 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

Convenio­107 de la Organización Internacional en el pedido de la aplicación de la Ley de Reforma


del Trabajo (OIT), indudablemente el documento Agraria de 1953, que consistía en la dotación de
con mayor relevancia a nivel internacional sobre tierras (Soliz, 2002). De hecho, en el primer y
pueblos indígenas, recomendaba en 1957 a los segundo encuentro de la CIDOB (1982 y 1983)
Estados Nacionales: se organizaron las comisiones de Tierra, Trabajo,
Educación y Salud.
…promover la integración de las poblaciones En estos encuentros, los participantes con-
tribales y semi-tribales a la colectividad na­ cluyeron que se debía: “fortalecer la organización
cional (…), facilitar su integración progresiva de centrales intercomunales, con el objeto de me-
en sus respectivas colectividades nacionales y el jorar las oportunidades de comercialización”. La
mejoramiento de sus condiciones de vida (1957).
Comisión de Tierra demandaba la consolidación
de un comité permanente, que se encargue de
Siguiendo esta lógica, que buscaba la inte-
agilizar trámites agrarios en marcha y de atender
gración/asimilación de los indígenas, el Gobierno
a los nuevos trámites de dotación y ampliación
del MNR y los gobierno sucesivos promovieron la
de tierras –todo esto en el marco de la Ley de
colonización del Oriente, otorgando concesiones
Reforma Agraria de 1953 (CIDOB, 1982).
de tierra a ganaderos y madereros y trasplantando
Es notable el viraje del discurso de la propia
poblaciones campesinas de tierras altas hacia las
CIDOB a partir de la participación de sus diri-
bajas. Estas extensas dotaciones de tierra supu-
gentes en los encuentros internacionales, como
sieron la expulsión de poblaciones indígenas de
sus antiguos territorios. El Noveno Congreso del Instituto Indigenista
Aunque estas políticas se pusieron en marcha Interamericano y en el Primer Congreso de la
desde fines de la década de 1950, “los anhelos co- Coordinadora de las Organizaciones Indígenas
lonizadores” del Oriente datan de varias décadas de la Cuenca Amazónica (COICA), ambos cele-
previas (ver, por ejemplo, el Plan Bohan de 1942). brados en 1984. La participación de la CIDOB
De hecho, desde fines de la década de 1940, los en estos encuentros además del compromiso de
ímpetus de colonización contaron con la ayuda la OIT de “otorgar recursos materiales y huma-
norteamericana, coordinada por el Servicio Agrí- nos para ayudar a esta organización de base”,
cola Interamericano (SAI), que comenzó a operar fue fundamental en el replanteamiento de sus
en Bolivia en 1948. El Ministerio de Agricultura demandas. Así, a partir de la segunda mitad de
y la SAI impulsaron la creación de dos focos de la década de 1980, la CIDOB, en lugar de exigir
colonización: Caranavi (en el norte de La Paz) y la aplicación de la Ley de Reforma Agraria de
el Chapare (Cochabamba). Además, estas insti- 1953, comenzó a pedir una Nueva Ley de Tierras
tuciones promovieron la creación de estaciones en la que se reconocieran Territorios Indígenas,
experimentales Santa Cruz; Riberalta (1952), y no únicamente parcelas de tierra (Encuentro
y el Rancho Experimental Ganadero de Reyes CIDOB, 1982).
(1956) en el departamento del Beni (Ministerio Existe una vasta bibliografía sobre la “emer-
de Agricultura, SAI, 1960). gencia indígena en América Latina”, que muestra
En la década de 1970, los gobiernos mili- cómo este sector se convirtió en un nuevo actor
tares otorgaron dotaciones de tierra a privados político de la escena nacional e internacional
como parte de favores políticos. Esto generó durante las últimas dos décadas del siglo XX. Sin
un nuevo proceso de expansión del latifundio. embargo, es notable cuán poco se ha escrito so-
Paralelamente, la hoja de coca se convirtió en bre la formulación de sus agendas políticas; cuán
uno de los productos más atractivos del mer- poco se han analizado los flujos de ideas entre el
cado, y la colonización espontánea del Chapare nivel local y el nivel internacional. La literatura
se incrementó poderosamente (Orozco, Linera, que se ha escrito sobre este tema, tan enfática en
Stefanoni, 2006). el carácter local de las demandas de los pueblos
En 1982, tras décadas de avasallamiento, indígenas (Clavero, 1994; Polanco 1991; Yashar
grupos indígenas de tierras bajas conformaron 1997; Albó 2008; Van Cott 1994; Sieder, 2002),
la Central de Pueblos y Comunidades Indígenas explica poco sobre cómo las propias demandas
del Oriente Boliviano (CIDOB). En sus primeras de la CIDOB se reformularon y transformaron
demandas, los grupos indígenas se concentraron a mediados de la década de 1980. Tampoco
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 253

menciona la forma en que las demandas locales nacional sobre pueblos indígenas, que remplazó
lograron sintonizarse en una voz regional que, el convenio 107. Se trataba del Convenio 169
al unísono, comenzó a cuestionar las políticas de la OIT sobre pueblos indígenas, que afirmaba
asimilacionistas de los Estados nacionales de los derechos colectivos de los pueblos indígenas,
décadas previas. el respeto a su identidad social y cultural, sus
Hablar de estos flujos e influencias nos costumbres y tradiciones, sus instituciones y su
ayudaría a comprender de mejor manera la derecho a territorio.
formulación de propuestas y alternativas que no El segundo fue la realización de la primera
nacieron únicamente al interior de la CIDOB, sino marcha indígena en Bolivia, denominada “Mar-
en diálogo con otras organizaciones indígenas cha por el Territorio y la Dignidad”, en 1990. La
en América Latina y con el apoyo de distintas marcha forzó al Gobierno nacional a promulgar
entidades internacionales. En el caso de Bolivia, tres decretos que reconocían –por primera vez–
la organización no gubernamental Apoyo Para los derechos a los territorios de los pueblos indí-
el Campesino-Indígena del Oriente Boliviano genas (D.S. 22609, D.S. 22610 y D.S. 22611). Pero,
( APCOB ) jugó un rol muy importante en los más allá de estos éxitos concretos, la marcha tuvo
primeros años de conformación de la CIDOB. consecuencias más profundas. Ricardo Calla y
De 1985 en adelante, la Organización Interna- Ramiro Molina, en el texto Movimientos indígenas
cional del Trabajo (OIT) también desempeñó un y pactos de género (2000), se refieren a la marcha
papel preponderante. Sin embargo, fue a partir como un momento de quiebre epistemológico
de 1990, después de la primera marcha indígena,
en el país, pues este acontecimiento cambió los
que se generó una nueva ola de colaboración de
parámetros del diálogo sobre la problemática
parte de las organizaciones no gubernamentales.
indígena:
CEJIS (Centro de Estudios Jurídicos e Investiga-
ción Social), ALAS (Asociación Latinoamérica- La marcha interpeló al Estado y a toda la so-
Suiza) y CIDDEBENI (Centro de Investigación ciedad, evidenciado que una gran parte de la
y Documentación para el Desarrollo del Beni) población había sido marginada de los procesos
fueron organizaciones claves para canalizar las nacionales. [La marcha desafiaba las barreras
demandas de los pueblos indígenas en la agenda legales] que consideraban impensable hablar de
pública nacional. territorios, pueblos originarios, derechos colec-
tivos (Calla y Molina R, 2000).

Las demandas por una nueva ley de reforma El tercero fue la crisis institucional que res-
agraria quebrajó los cimientos institucionales del Conse-
jo Nacional de Reforma Agraria y el Instituto de
A principios de la década de 1990, a las crecientes Colonización. Esto sucedió cuando el Presidente
demandas de los pueblos indígenas del Oriente de turno, Jaime Paz Zamora (1989-1993), frente
se sumaron las de las comunidades indígenas de a las crecientes denuncias de dotación ilegal de
las tierras altas, que denunciaban el carácter diso- tierras, decretó la intervención de ambas insti-
ciador y fragmentador que había tenido la aplica- tuciones.El decreto de intervención señalaba lo
ción de la Reforma Agraria en sus comunidades. siguiente:
Algunas de estas comunidades re-articularon sus
organizaciones originarias (los ayllus), rempla- …la institución no [cuenta] con estadísticas (…)
que muestren a ciencia cierta el grado de dis-
zando a los sindicatos agrarios, que habían sido
tribución y redistribución de las tierras, lo que
el modo de organización política promovido y [ha] provocadoduplicidad en las demandas, su-
privilegiado en el área rural desde la Revolución perposiciones en las dotaciones y adjudi­caciones,
Nacional de 1952. anomalías en la titulación, concentración de la
Hacia fines de la década de 1980 y principios propiedad y latifundio, comercio ilegal de la
de la siguiente, tres hechos –que se sucedieron en tierra y loteamientos clandestinos (D.S. 23331).
corto de tiempo– marcaron el fin del proceso de
la Reforma Agraria iniciado en 1953. El primero Con el decreto de intervención, el gobierno
fue la ratificación de un nuevo convenio inter- ordenó la suspención de todas las dotaciones,
254 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

adjudicaciones y reversiones de tierras y todos En la ronda de negociaciones, los tres sectores


los trámites agrarios de colonización que a la convocados (empresarios, campesinos y pueblos
fecha contaran con autos de vista o resoluciones indígenas) se opusieron ferozmente al proyecto
de adjudicación (Art 2, D.S. 23331). de ley. Los empresarios se mostraron temerosos
ante la idea de un saneamiento, pues este suponía
la revisión de los supuestos derechos sobre tierras
La reforma después de la reforma que muchos de ellos habían adquirido ilegalmente.
Además, como denunció Miguel Urioste, muchos
La crisis institucional que atravesaba el Consejo propietarios temían perder las tierras que mante-
Nacional de Reforma Agraria hizo evidente un nían como tierras de engorde y no cumplían con
problema que las autoridades estatales habían la función económica o social que establecía la
silenciado por décadas: el mal manejo estatal de Constitución (La Razón, 3 de abril de 1996).
casi cuarenta años. En 1993, el líder del partido Finalmente, los empresarios se oponían a
político Movimiento Bolivia Libre ( MBL ), Mi- un proyecto que proponía revertir la propiedad
guel Urioste, denunció que el desconocimiento a quienes no pagaran impuestos por más de dos
e ilegalidad que había caracterizado la dotación años. Notable y paradójicamente, los empresarios
de tierras había generado un nuevo proceso de retomaron el lema que los indígenas y campesinos
concentración en pocas manos. A cuatro décadas habían usado en su lucha desde fines de la década
de aplicación de la Reforma Agraria, el país pa- de 1930: “la tierra es de quien la trabaja”. Bajo este
recía recomenzar el debate de la expansión del slogan, denunciaron el intento del Gobierno de
latifundio, pero esta vez en el Oriente del país. revertir la tierra de quienes no pagaran impuestos.
La crisis sentó las bases para la promulgación
de una nueva ley de tierras. En febrero 1995,
el Gobierno –ya con Sánchez de Lozada a la
cabeza– redactó un proyecto de ley y convocó
a tres sectores sociales para su discusión: los
empresarios privados, representados por agroin-
dustriales y ganaderos de los departamentos de
Santa Cruz, Pando, Beni y el norte de La Paz;
las comunidades campesinas, representadas por
Confederación de Trabajadores Campesinos de
Bolivia (CSUTCB), que aglutinaba también a los
colonizadores; y los pueblos indígenas de tierras
bajas, articulados bajo la fortalecida Confedera-
ción de Pueblos Indígenas del Oriente (CIDOB).
El proyecto de ley presentado por el Gobier-
no refleja las tendencias políticas que habitaban
en su interior. Un sector pugnaba por crear un
mercado libre de tierras que lograría dinamizar
el área rural. El otro sector buscaba consolidar
un registro rural de tierras –catastro rural– que
permitiera establecer la legalidad de la propiedad
rural y revertir elproceso del neo-latifundismo.
Ambas propuestas eran muy similares, aunque los
motivos que las inspiraban eran distintos; ambos
discursos apuntaban a sanear la propiedad rural y
cuestionaban la acumulación improductiva. Sin Figura34.LaConfederaciónAgrariaNacionalquerepresentaagrandes
embargo, ninguno de estos dos sectores presta- ymedianospropietariospublicabaunasolicitadautilizandoelslogande
ba demasiada atención a las demandas por los “latierraparaquienlatrabaja”paraprevenirlapromulgacióndelaLey
derechos­colectivos, que los pueblos indígenas Inra en 1996.
venían propugnando desde fines de los 1980. Fuente: Periódico La Razón, 27 de agosto de 1996.
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 255

Los campesinos y colonizadores, articulados agroindustrial –que parecían ser posiciones tan
alrededor de la CSUTCB y de su máximo líder, distintas– comenzaron a encontrar puntos de
Román Loayza, se opusieron a la propuesta de ley acuerdo. Este se evidenció aún más cuando el
y denunciaron que este proyecto era una medida Gobierno propuso sanear y reconocer derechos
más del Gobierno neoliberal para privatizar la para quienes estuvieran asentados dentro de áreas
economía del país. Acusaron al Gobierno de que forestales y parques nacionales.
la nueva ley de tierras permitiría la libre mercan- Como el Gobierno se vio imposibilitado de
tilización, privilegiando a terceros y en desmedro llegar a acuerdos con los tres sectores, decidió
de indígenas y campesinos. En el marco de estas establecer mesas de negociación distintas con
denuncias –de carácter más global–, el sector de cada uno de los ellos. Al revisar la prensa de estos
los colonizadores tenía una demanda concreta: la meses se hace evidente que el más interesado en
legalización de tierras que los cocaleros estaban promulgar la ley era el Gobierno. Según uno de
ocupando desde hace más de 20 años en el Cha- los senadores de oposición, Fernando Kieffer
pare. La propiedad de estas tierras había quedado –de Acción Democrática Nacionalista ( ADN ),
en entredicho a partir del reconocimiento del el partido político que más simpatizaba con el
Parque Nacional Isiboro–Secure como territorio sector agroindustrial–, el interés del Gobierno
indígena, en 1990. por poner en vigencia la nueva norma se debía a
Finalmente, los indígenas de tierras bajas que los créditos del Banco Mundial tenían como
pidieron que la nueva ley incluyera la titulación condicionante la promulgación de esta norma (La
de los Territorios Indígenas, que habían sido Razón, 17 de Septiembre de 1996).
promulgados durante el gobierno de Jaime Paz. Después de casi dieciocho meses de intensa
Además, demandaban el reconocimiento de 16 negociación, en octubre de 1996, el Vicepresi-
demandas bajo la figura jurídica de “Territorios” dente de la Republica, Víctor Hugo Cárdenas,
o su equivalente: “Tierras Comunitarias de Ori- promulgó la nueva ley. Esta nueva ley de tierras
gen” (TCO). –denominada Ley INRA– incluía por primera vez
En el marco de tres propuestas tan disimiles, la figura jurídica de las “Tierras Comunitarias de
la mesa de discusión que se abrió en febrero de Origen” (TCO) dentro de la legislación boliviana.
1995 pronto se convertiría en un verdadero cam- Las TCO fueron declaradas “inalienables, indi-
po de batalla. Inicialmente, campesinos, coloni- visibles, irreversibles, colectivas, inembargables
zadores y pueblos indígenas (CSUTCB y CIDOB) e imprescriptibles”, además de estar sujetas al
establecieron una alianza y denunciaron que el derecho de consulta previa. Indudablemente,
Gobierno pretendía aprobar una ley que abriría esta fue un notable logro para las poblaciones
puertas al mercado de tierras. Esto favorecería indígenas de tierras bajas.
a la empresa privada y desprotegería el derecho Como una forma de acceder a las demandas
de campesinos e indígenas. En el marco de esta de los empresarios, la ley redujo a la mitad los im-
lucha, campesinos, colonizadores e indígenas puestos que se cobraban a los propietarios rurales
emprendieron una marcha desde Santa Cruz y eximió del pago de impuestos a las siguientes
hacia La Paz. propiedades agrarias rurales: “solar campesino,
Sin embargo, la alianza inicial entre CSUTCB pequeña propiedad, comunidades campesinas,
y CIDOB (campesinos e indígenas) se vio lesiona- pueblos y comunidades indígenas y originarias”
da cuando las demandas de los grupos indígenas (Artículo 41, Ley 1715 INRA, 1996). Los perde-
de tierras bajas encontraron mayor cabida en la dores de esta nueva ley fueron los campesinos y
esfera del Gobierno. Esta alianza se vio incluso la CSUTCB, quienes protestaron que ninguna de
más afectada cuando CONFEAGRO (el grupo de sus demandas había sido incorporada.
empresarios) se mostró más abierto y dispuesto
a establecer acuerdos con la CIDOB, en el en-
tendido de que esta era una manera implícita de Aunadécadadeaplicacióndelaleylaley INRA
frenar la incesante migración y las expectativas
de asentamiento de campesinos e indígenas de A fines de 1996, con la nueva ley de tierras ya
tierras altas. Notablemente, durante las pri- aprobada, el Gobierno dio un plazo de diez
meras negociaciones, los cocaleros y el sector años para concluir el proceso de saneamiento y
256 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

titulación­de tierras. Sin embargo, una evaluación proveniente de la Asociación Internacional


del año 2009 de Fundación Tierra muestra que, de Fomento (AIF), Banco Mundial.
en más de una década, el Instituto Nacional de – D.S. 27778, sobre la base de un acuerdo del 15
Reforma Agraria (INRA) había culminado apenas de julio de 1995. Se destinaron Bs. 1.012.558
para la demarcación del área del TIPNIS, a tra-
con el 35% del proceso de saneamiento. Del
vés de un crédito del Fondo Internacional de
total de esta cifra, alrededor del 40%, fue dotado Desarrollo Agrícola (FIDA), Naciones Unidas.
a poblaciones indígenas, el 36% fue declarado – D.S. 27914 de 13 de diciembre de 2004. Se
fiscal y el 12% fue dotado a las comunidades in- destinaron 285.581 Bs. para el desarrollo de
dígenas de las tierras altas. Tal como lo evidencian pueblos del Beni, a través de un crédito del
estas cifras, poco se había avanzado en términos FIDA, Naciones Unidas.
de dotación de pequeñas, medianas y grandes – D.S. 28411 del 21 de octubre de 2005. Este
propiedades (Fundación Tierra, 2010). ¿Cómo crédito es otorgado por DANIDA, como apoyo
explicar este evidente desbalance en los proceso para el saneamiento de pueblos indígenas.
de dotación de estos grupos?
Además de estos recursos, el proceso de
Cuadro 13. Saneamiento y Titulación de la Tierra titulación de tierras para pueblos indígenas de
en Bolivia: 1996-2006 tierras bajas fue impulsado desde la misma so-
ciedad civil, a través de varias organizaciones no
Tipo de propiedad Millonesdehectáreas Porcentaje gubernamentales ( ONG s) como OXFAM , GTZ ,
saneadas y tituladas APCOB , CEJIS y ALAS , entre otras. Este apoyo
financiero hizo que, a una década de iniciado el
TCO 15.6 41%
proceso, los resultados de estas políticas tuvieran
Tierra Fiscal 13.7 36% efectos tangibles.
Solar Campesino 4.6 12% Evidentemente, no es posible pensar la
PequeñaPropiedad 1.7 4.6% coo­peración como si se tratara de un todo ho-
Empresa Agrícola 1.3 3.6% mogéneo. Las organizaciones que financiaron
estos procesos –Iglesia, partidos políticos, Banco
MedianaPropiedad 0.7 2%
Mundial, Naciones Unidas, Comisión Econó-
TOTAL 37.7 mica Europea– y la naturaleza política de dichas
Fuente:Fundacióntierra,Informe2009:reconfigurandoterritorios instituciones pertenecen a muy variada gama
(para ver un estudio más detallado del financia-
Los resultados del saneamiento fueron el miento de Holanda a Bolivia ver, por ejemplo,
producto de la particular disponibilidad presu- Bebbington et al. 2002).
puestaria que había en el Estado para atender Los efectos de estas políticas en los diferentes
las peticiones de un sector, en detrimento de países de América Latina también han sido muy
los otros. Esta disponibilidad respecto a las de- distintos. En sus publicaciones, Assies y Clavero
mandas indígenas se explica mejor si miramos el retratan la forma en que poderosas empresas ma-
presupuesto del Instituto Nacional de Reforma dereras y agroindustriales frenaron las demandas
Agraria ( INRA). Por vía del Tesoro General de indígenas en países como Perú, Chile o México
la Nación ( TGN), dicha institución recibió un (Assies, 2011). Sin embargo, en Bolivia estas dis-
presupuesto limitado. En cambio, entre 1996 tintas entidades lograron garantizar el acceso a
y 2006 recibió cuantiosos créditos y préstamos tierra para poblaciones indígenas. Este proceso,
externos, principalmente del Banco Mundial, las ciertamente frenó –en parte– la expansión de
Naciones Unidas y la Cooperación Danesa. Estos ganaderos y madereros, pero también limitó el
recursos arribaron al INRA con el objetivo de acceso a la tierra a los migrantes campesinos de
financiar las demandas de tierras de los pueblos tierras altas (colonizadores), lo que intensificó los
indígenas de tierras bajas. Algunos de los créditos enfrentamientos entre este grupo y los indígenas
más representativos fueron los siguientes: de las tierras bajas.
Una de las mayores expresiones de este
– D.S. 26557 del 19 Marzo de 2002. Se desti- conflicto entre poblaciones indígenas y coloniza-
naron 4.800.000 Bs. al INRA, como crédito dores emergió en el norte de La Paz, cuando los
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 257

lecos y los quechuas que habitaban en el muni- utilizaron la colonización como un mecanismo
cipio de Apolo se enfrentaron. En una población barato para apaciguar las demandas de los cam-
eminentemente rural, compuesta por 86 comu- pesinos en tierras altas. Así, la colonización se
nidades campesinas e indígenas, 17 comunidades convirtió en una especie de política de seguro
lecas demandaron la dotación de la TCO; dicha social sin costo y sin planificación estatal.
superficie tenía un total de 654.000 hectáreas. Esta “salida” adquirió incluso mayor cen-
En el 2006, el INRA tituló un primer polígono de tralidad a fines de la década de 1980, cuando,
esa demanda, alcanzando las 238.162 hectáreas. durante el tercer gobierno de Paz Estenssoro, se
Según afirma Sotomayor, la titulación fue el reorientó la economía nacional hacia el neolibe-
detonante de la violencia entre quechuas y lecos. ralismo. Esta medida trajo consigo la relocaliza-
Los quechuas reclamaban que, antes de 1997, ción de cientos de trabajadores mineros, que no
todos pertenecían a la misma organización cam- encontraron otra salida que la migración hacia
pesina. Según ellos, los lecos habían aprovechado las ciudades o hacia las tierras bajas. El grupo que
las posibilidades que les otorgaba la ley INRA para optó por la segunda opción reforzó notoriamente
separarse de la organización sindical y demandar el caudal de la colonización.
la consolidación de la TCO. El reconocimiento de El debate sobre el nuevo proceso de distribu-
la TCO Leco implicaba que el 80% del territorio ción de la tierra se ha complicado aún más en los
estaría bajo el control de 17 comunidades, y las años recientes, a partir de la emergente denuncia
69 comunidades campesinas quechuas tendrían de campesinos de tierras altas. Este grupo apunta
acceso a nada más que al 20% restante (Soto-
que la economía de los grupos indígenas de tie-
mayor, 2010). Aunque la emergencia de la TCO
rras bajas –al interior de las TCO– se basa cada
Leco tiene rasgos particulares –y, por tanto, es
vez menos en la “caza y recolección” y se orienta
difícilmente generalizable a otras demandas de
cada vez más hacia la tala y comercialización de
dotación de TCO–, estudios como los de Soto-
madera. Voces defensoras de los derechos de
mayor apuntan que las comunidades campesinas
los pueblos indígenas, a menudo, defienden a
empezaron a percibir que los indígenas de tierras
rajatabla el carácter comunitario, anti-mercantil
bajas se estaban convirtiendo en los “nuevos
latifundistas” (Sotomayor, 2010). y anticapitalista de los pueblos indígenas. Sin
Evidentemente existió un desbalance en embargo, pareciera necesario discutir –en lugar
la política de redistribución de tierras. Desde de obcecados esquematismos– las dinámicas que
sus inicios, la Ley de Reforma Agraria de 1953 empujan a las poblaciones indígenas a insertarse
pensó en la redistribución de parcelas de tierra, en procesos de comercialización de sus recursos,
mientras la Ley INRA de 1996 incorporaba la como único mecanismo de sobrevivencia.
figura de territorios indígenas, la que a su vez Parte del problema tiene su origen en el
incluía el acceso a territorios y recursos fores- limitado alcance de las políticas agrarias en
tales. El lenguaje político de la década de 1990 Bolivia. La ley INRA de 1996, al igual de que la
operó alrededor de un imaginario de indígena de Reforma Agraria de 1953, enfocó todos sus
que garantizó el acceso a tierra a poblaciones esfuerzos en el proceso de dotación y distribución
que habían quedado históricamente marginadas. de tierra, pero hizo poco por imponer políticas
Pero, a su vez, dejó irresueltas las demandas de de gestión de esos territorios. Así, una vez que se
otros sectores sociales, como los campesinos consolidaron las demandas territoriales, fueron
migrantes de tierras altas, que todavía forman las dinámicas locales, nacionales e internacionales
parte de los grupos más empobrecidos del país. de poder –más que las políticas de gestión estatal–
El problema adquiere aún más complejidad las que determinaron las opciones reales que los
si recordamos que los distintos gobiernos que pueblos indígenas tenían sobre sus territorios. Se
sucedieron a la Revolución Nacional de 1952 trata, entonces, de identificar limitaciones de las
fueron incapaces de responder a las crecientes políticas agrarias desarrolladas en Bolivia y llamar
demandas –en términos de educación, salud, la atención sobre cómo las políticas limitadas a
derechos laborales, etc.– en el área rural. Cons- la sola distribución no han logrado modificar
cientes de estas limitaciones, muchos gobiernos las condiciones de pobreza de las poblaciones
de la segunda mitad del siglo XX promovieron y indígenas y campesinas.
258 CONSTITUCIÓN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE 1952 / TOMO VI

EvoMorales:enelcrucedemúltiplestendencias tizándoles a todas ellas el derecho a la consulta


previa.
Evo Morales asumió el poder en 2006, en el mar- El derecho constitucional de consulta pre-
co de este complicado panorama en el área rural. via, otorgado a las comunidades campesinas e
Inicialmente, sus políticas intentaron mostrar un indígenas, puso a prueba al Gobierno de Mo-
balance entre las distintas fuerzas sociales que lo rales en 2011. Ese año estalló un conflicto en el
había llevado al poder: campesinos, indígenas, Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro
originarios y colonizadores. En la primera fase Sécure (TIPNIS).­Las comunidades indígenas que
de su gobierno, su discurso a nivel nacional se habitaban el parque cuestionaron la decisión del
encontraba en plena sintonía con los discursos Gobierno de construir una carretera, violando
anticapitalistas y medioambientalistas, que ha- el principio de consulta establecido por la nueva
bían convocado el apoyo de numerosas entidades CPE. El conflicto no solo confrontó al Gobierno
a nivel internacional desde la década de 1990. con un sector de la sociedad, sino que enfrentó
En esa primera etapa, el presidente Morales a dos sectores que inicialmente eran parte de la
promulgó la Ley de Reconducción Comunitaria base social del presidente Morales: los indígenas
3545 (2006). de tierras bajas, a la cabeza de la CIDOB,­y los
Esta ley, que Morales calificó como el eje colonizadores-cocaleros. Este último grupo, afi-
del inicio de una Revolución Agraria, modificó liado a la denominada Confederación Sindical de
algunos artículos de ley INRA de 1996, estable- Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB),
ciendo ajustes más rigurosos para determinar el constituía la base social más sólida del Presidente.
cumplimiento de la función económica social Los cocaleros defendían la construcción de una
(FES). Por otra parte, determinó que: carretera que vinculara las poblaciones de Villa
Tunari (Cochabamba) con San Ignacio de Moxos
…todas las tierras fiscales disponibles hasta la (Beni), atravesando el parque nacional. Por su
fecha y las que aparezcan como resultado del parte, los indígenas de tierras bajas arguyeron
saneamiento serán entregadas exclusivamente a que la realización de este proyecto devastaría el
pueblos y comunidades indígenas, campesinas y frágil ecosistema del área protegida.
originarias (Urioste, 2007). Este conflicto –uno de los más severos que
enfrentó el Gobierno de Evo Morales desde que
Sin embargo, el aspecto más importante de asumió la Presidencia, en el año 2006– conmo-
la gestión de gobierno de Morales en cuanto a la cionó la opinión pública a nivel nacional e inter-
tenencia de tierras fue la aprobación de la nueva nacional. No sin razón, varios analistas criticaron
Constitución Política del Estado ( CPE), el año la contradicción entre el discurso de respeto a la
2009. En lugar de las Tierras Comunitarias de naturaleza, liderado por el presidente Morales
Origen (TCO), la nueva Constitución estableció en el ámbito internacional, y los métodos poco
un concepto jurídico más amplio, denominado democráticos que utilizó a nivel nacional para
“Territorio Indígena Originario Campesino” acallar las protestas y marchas en contra de la
(TIOC) a quienes se les reconocía: carretera. Los indígenas de tierras bajas, encabe-
zados por la CIDOB, emprendieron una marcha
…derecho a la tierra, al uso y aprovechamiento
hacia la ciudad de La Paz para manifestarse en
exclusivo de los recursos naturales renovables
en las condiciones determinadas por la ley; a la
contra de la construcción del segundo tramo
consulta previa e informada y a la participación en de la carretera. El 26 de septiembre de 2011, el
los beneficios por la explotación de los recursos Gobierno intervino violentamente la marcha.
naturales no renovables que se encuentran en sus El conflicto del TIPNIS forzó al Gobierno
territorios (Art. 403, CPE, 2009). a tomar abierto partido por uno de los secto-
res (los colonizadores). Pero, además, abrió las
Este nuevo concepto jurídico permitió a las compuertas que permitieron a los colonizadores
comunidades indígenas y campesinas de tierras adoptar una actitud de abierta confrontación con
altas acceder al mismo status jurídico que habían los grupos indígenas de las tierras bajas.
adquirido las poblaciones indígenas de tierras En enero del 2012 el gobierno de Evo Mo-
bajas bajo el concepto de TCO in 1996, garan- rales celebró el Encuentro Plurinacional para
REFORMA AGRARIA: BALANCES, PERSPECTIVAS Y NUEVOS ENFOQUES 259

Profundizar el Proceso Cambio. Al comentar las dígenas a cambio de proyectos políticos. A pesar
conclusiones del encuentro, el analista Alejandro de las críticas, el Gobierno dio por terminado
Almaraz, anteriormente ligado al gobierno de el conflicto con el referéndum. Sin embargo,
Morales, calificó las conclusiones del encuentro en enero del año 2013, una última comisión de
como “agresivamente anti-indígenas”. En dicho la Iglesia católica y la Asamblea de Derechos
encuentro se estableció: Humanos reportaron que los datos presentados
eran tendenciosos, pues 30 de las 36 comunidades
a) Auditar a las TCOs para determinar si la habían declarado estar en contra el proyecto.
cantidad de hectáreas dotadas a los indíge- Hasta hoy el conflicto continúa irresuelto.
nas corresponden a sus necesidades y para Al mirar las últimas décadas de disputa por
establecer el uso que se está haciendo de las el acceso y la tenencia de la tierra en Bolivia,
TCOs, es importante ponderar que el conflicto por el
b) Paralizar nuevas solicitudes de TCOs, TIPNIS es el espejo de un conflicto mayor, que
c) Instituir una pausa de cinco años a la veri- refleja el interés de varios actores con intereses
ficación del cumplimiento de la función contrapuestos: los empresarios privados, las
económica social (FES) (Pagina Siete. 18 de comunidades indígenas y los campesinos/coloni-
enero de 2012). zadores. A su vez, es importante anotar que estos
actores e intereses están articulados a visiones y
Este documento incrementó aún más la proyectos políticos mayores. Por una parte, existe
tensión entre las comunidades indígenas y cam- una mirada de país que ha hecho especial énfasis
pesinas. Según Almaraz, en términos de productividad, crecimiento, de-
sarrollo económico. Otra mirada pone el dedo
…e[l] satisfecho silencio del agro-empresariado
en los problemas de deforestación y protección
cruceño [muestra que este grupo es] el princi-
pal beneficiario de la nueva agenda del cambio
del medio ambiente. Por último, hay una mirada
revolucionario del actual Gobierno (Almaraz, que privilegia los objetivos de redistribución y
Alejandro. En Pagina Siete. 18 de enero de 2012). acceso a la tierra.
Por supuesto, cada uno de los actores no
En el 2012, el Gobierno logró neutralizar a representa mecánicamente una tendencia. De
las voces opositoras a través de un referéndum hecho, la disputa por la implementación y aplica-
realizado entre las comunidades habitantes del ción de las reformas agrarias en Bolivia –especial-
parque. Con los resultados de esa votación, el mente en las dos últimas décadas– dan cuenta de
Gobierno alegó que el 80% de 69 comunidades las aguerridas disputas entre los distintos actores
apoyaban la construcción de la carretera. En rurales, pero también de las alianzas impensables.
respuesta, las voces opositoras criticaron los Estas visiones de país, estos proyectos políticos
mecanismos gubernamentales en la elaboración todavía están irresueltos, y representan dilemas
del referéndum, alegando que el Gobierno había de largo alcance que el país todavía deberá en-
comprometido el voto de varias comunidades in- frentar.

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