01.práctica de Prueba. STS 01 03 1995
01.práctica de Prueba. STS 01 03 1995
01.práctica de Prueba. STS 01 03 1995
Práctica de prueba
STS de 01/03/1995
Ponente: Hernando
Encabezamiento
Visto por esta Sala el presente recurso de apelación, interpuesto por El SR. Abogado del Estado
y por la representación procesal de D. V. G. L. y D. P. C. P. , contra la sentencia dictada por la
Sala de esta Jurisdicción del Tribunal Superior de Justicia de Cáceres, con fecha 28 de diciembre
de 1990, en su pleito núm. 650/89. Sobre justiprecio.
Antecedentes de Hecho
PRIMERO.- La sentencia apelada contiene la parte dispositiva del tenor literal siguiente:
"FALLAMOS: Que estimando sustancialmente el presente recurso número 650 de 1.989
promovido por D. V. G. L. y D. P. C. P. , contra el acuerdo tomado con fecha 14 de abril de
1.989 por el Jurado Provincial de Expropiación Forzosa de Badajoz que estimó parcialmente e l
originario del día 2 de julio de 1988 debemos anular y anulamos dichos acuerdos por no
ajustarse a derecho, señalando como justiprecio respecto a la parte de finca rústica del
expediente 9/88 del término municipal de Esparragosa de Lares, expropiada para las obras de
construcción de la presa de La Serena (Badajoz), la cantidad total de 12.287.445 pts., más los
intereses legales desde el día 8 de junio de 1.981, hasta su íntegro pago, condenando a la
Confederación Hidrográfica del Guadiana a estar y pasar por estas declaraciones y al pago de
referida cantidad total, más los intereses legales antes referidos, sin hacer condena en las costas".
SEGUNDO.- Contra dicha sentencia se interpuso recurso de apelación por el SR. Abogado del
Estado y por D. V. G. L. y Don P. C. P. , que fue admitido en ambos efectos, con remisión de las
actuaciones a este Tribunal, previo emplazamiento de las partes, personándose en tiempo y
forma como apelantes el Sr. Abogado del Estado y el Procurador D. J. R. R. en representación
de los expresados señores.
Fundamentos de Derecho
TERCERO.- Por lo que respecta al módulo valorativo que extrae derivado de las hojas de
aprecio ofertadas por la Administración expropiante a otras fincas afectadas por la misma obra
pública, no puede predicarse de ellas que acrediten una correlación de características cualitativas
equivalentes a la aquí expropiada, motivo o razón imprescindible para ser tomadas en
consideración, pues ninguna de las aportadas se refieren a fincas no ya colindantes con la
expropiada en estas actuaciones, sino porque ni tan siquiera radican en el mismo término
municipal, dado que la de estas actuaciones está situada en el término municipal de Esparragosa
de Lares y las aportadas al proceso lo son de Cabeza de Buey, Puebla de Alcocer, Santi Spiritus
y Capilla; como tampoco es viable hallar el valor extrayéndolo de una oferta de precios
realizada por la Administración y que no consta sea aceptada por los expropiados y menos aún
resulta ortodoxo aplicar un índice corrector, que no se indica de donde se extrae y cual es su
fundamento para su cuantificación, pues para hallar el valor real a que debe tender el justo
precio mediante la aplicación de criterios estimativos, con los que permite operar el art. 43 de la
Ley de Expropiación Forzosa, es necesario que dichos criterios sean racionalmente adecuados
para una determinación justa y compensatoria y no unas bases aleatorias o unas consideraciones
subjetivas sin fundamento, pues aún cuando la estimación es casi siempre un ejercicio valorativo
con gran carga subjetiva sin embargo, para desposeerla de esa carga es necesario explicitar los
datos económicos, de mercado, transacciones en la zona o cualquier otra consideraciones para
en ponderación de las mismas hallar el valor que se estime, o se entiende adecuado, y, los
parámetros utilizados por la Sala no cumplen con lo que apuntado queda, pues como ya se ha
indicado, no pueden servir como término de comparación unas ofertas unilaterales de la
Administración expropiante que no consta se refieran a fincas equiparables, radicantes en
términos municipales diferentes y no acreditado fuesen aceptados por los interesados, ni menos
aún, un criterio corrector que no se explicita en razón o porqué se aplica, ni el fundamento de su
cuantificación.
QUINTO.- También tiene razón la parte actora y hoy apelante, cuando por la sentencia apelada
se desconoce, en absoluto, la prueba pericial practicada en las actuaciones y considerada
pertinente y necesaria por la Sala de instancia en el auto admitiéndola, en razón a que si se
entendió que el valor asignado por la Administración y acogido por el Jurado era insuficiente
para compensar el quebranto patrimonial sufrido por la propiedad como consecuencia de la
actividad expropiatoria, debió atender a esta prueba pues sabido es que la pericial practicada en
el proceso, con todas las garantías exigidas por la Ley de Enjuiciamiento Civil, tiene fuerza
enervante para hacer quebrar la presunción de veracidad y acierto de que los acuerdos de los
Jurados gozan, conforme a reiterada jurisprudencia, y existiendo en el proceso una prueba
imparcial y de carácter técnico y que reconocido los terrenos por el SR. Perito, confiere un valor
propio y específico a los mismos y a los vuelos en ellos existentes, debió atender a dicha prueba
y sólo después de apreciada la misma, conforme a las reglas de la sana crítica, y explicitando las
razones que a su juicio la hacían desechable atender, como realiza, a otras pruebas de carácter
comparativo y relacionable, más no en ningún caso, desconocerla absolutamente, después de
haberla entendido pertinente y conveniente.
El mentado informe pericial realizado por un Ingeniero Agrónomo, insaculado con las
formalidades legales, valora, diferenciadamente, el valor de la parte de terreno calificado como
cereal de secano y el de pastos de ovino; ambos son evaluados por la renta agraria en el primer
caso, contemplando las tres alternativas de explotación para trigo, cebada y barbecho, y tomando
en consideración los ingresos y gastos que en cada alternativa se producen y promediando las
tres, obtiene una renta agraria de 44 pts/m2 o 440.000 pts/Ha., capitalizando el resultado de
explotación al 4% y considerando el interés del capital circulante necesario al 16%. En lo que a
la tierra de pastos se refiere aplicando el mismo criterio y obteniendo la renta ganadera de oveja
de vientre y el aprovechamiento cinegético, llega a un resultado de 31 pts/m2 o lo que es igual
310.000 pts/Ha. También valora las edificaciones y elementos constructivos expropiados,
considerando su valor de reposición referido al año 1987 -fecha adecuada- y aplicando
diferentes coeficientes de depreciación ponderando el estado de conservación de las
construcciones e instalaciones, todo lo cual, pormenorizadamente, se recoge en el mentado
dictamen, que entiende como valor de los vuelos, 1.707.700 pesetas. Dicho dictamen apreciado
conforme a las reglas de la sana crítica, cual ordena efectuar el art. 632 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, se entiende por esta Sala lo suficientemente documentado y fundado como
para enervar la presunción de acierto y veracidad que los acuerdos de los Jurados gozan y, por
consiguiente, su estimación debe prevalecer respecto del valor señalado por el Jurado y el
recogido por la sentencia apelada, por representar a juicio de un perito con la cualificación
profesional necesaria, el quebranto patrimonial que la propiedad ha sufrido como consecuencia
de la actuación expropiatoria, y en atención a las circunstancias específicas y concretas que los
bienes y derechos expropiados tenían al tiempo de su expropiación para la obra pública
habilitante de la misma.
SEXTO.- Las consideraciones que preceden aconsejan la estimación del recurso de apelación
deducido por la representación procesal de la propiedad y a la revocación de la sentencia
apelada y a la estimación en parte del recurso contencioso administrativo en su día deducido, no
sucediendo lo mismo con el del Sr. Abogado del Estado, en razón a que si bien las
consideraciones que respecto de su recurso se han realizado producen el efecto de poner de
relieve la desacertada motivación que se contiene en la sentencia apelada, sin embargo por las
razones expuestas, al enjuiciar el recurso de apelación de la propiedad, no pueden considerarse
procedentes para acceder a lo por el postulado, esto es, la confirmación de los actos o acuerdos
del Jurado objeto de impugnación jurisdiccional.
Total importe de los bienes y conceptos expropiados = 12.723.825 pesetas. A esta cantidad
procede incrementar el 5% del premio de afección ascendente a 636.191 pts. lo que hace un
justiprecio de los bienes expropiados incluido el 5% del premio de afección de 13.360.016 pts.,
a cuya cantidad procede incrementar los conceptos de indemnización por minoración de
superficie y desequilibrio de la explotación que se cifran, al igual que hace el Jurado y no está
discutido, en el 40% del valor de los bienes y derechos expropiados o sea 5.089.530 pesetas
(12.723.825 x 40 : 100) más el importe del perjuicio que se produce como consecuencia de tener
que constituir una nueva alambrada, de las mismas características que la que tenía la finca, para
cerrar la parte no expropiada, o resto de la misma, colindante con el Embalse, que asciende a la
cifra de 380.000 pesetas, sin embargo por estas dos últimas cantidades no procede girar el 5%
del premio de afección por ser, o tener, las mismas, el concepto de indemnizaciones ascendiendo
el concepto de las indemnizaciones a la cifra de 5.469.530 pesetas. Resumiendo, la cifra total a
abonarse a la propiedad debe ser la cantidad de 18.829.546 (DIECIOCHO MILLONES
OCHOCIENTAS VEINTINUEVE MIL QUINIENTAS CUARENTA Y SEIS) PESETAS, que
es el resultado de sumar: A) El importe de los bienes y derechos expropiados, incluido el 5% del
premio de afección : 13.360.016 pesetas. b) El importe de las indemnizaciones -sin 5% de
premio de afección- 5.469.530 pesetas, (S.E.Ú.O.), y cuya cantidad de 18.829.546 pesetas
procede que devengue los intereses legales desde el día que se cumplen los seis meses siguientes
a la firmeza del acuerdo de necesidad de ocupación (9 de junio de 1982) hasta la efectiva
ocupación de la finca (4 de noviembre de 1986) por aplicación de lo dispuesto en los artículos
52.8ª y 56 de la Ley de Expropiación Forzosa y 71 de su Reglamento y desde el día siguiente a
esta última fecha (5 de noviembre de 1986), hasta la fecha del pago del justiprecio en virtud del
ya citado art. 52.8ª en relación con el 57 de la Ley Expropiatoria.
OCTAVO.- No se aprecia la concurrencia de las circunstancias exigidas pro el artículo 131.1 de
la Ley de la Jurisdicción a los efectos de realizar una expresa declaración de las costas
producidas en el presente proceso en ambas de sus instancias.
Fallo
Que debemos desestimar y desestimamos el recurso de apelación interpuesto por el Sr. Abogado
del Estado y con estimación del interpuesto por la representación procesal de Don V. G. L. y
Don P. C. P. , ambos, contra la sentencia dictada por la Sala de esta Jurisdicción del Tribunal
Superior de Justicia de Cáceres, con fecha 28 de diciembre de 1991, al conocer del recurso
contencioso administrativo en su día deducido por los expresados señores impugnando acuerdos
del Jurado Provincial de Expropiación Forzosa de Badajoz, de fechas 15 de julio de 1988 y 14
de abril de 1989, -este último resolutorio del recurso de reposición y estimatorio en parte del
mismo-, que justiprecian el terreno y vuelos en el existentes de una finca propiedad de los
expresados señores, sita en el término municipal de Esparragosa de Lares (Badajoz), expropiada
por la Confederación Hidrográfica del Guadiana para la construcción del Embalse de La Serena
(Badajoz), y con revocación de la citada sentencia y su auto aclaratorio, los que dejamos sin
valor ni efecto alguno y con estimación parcial del recurso contencioso administrativo en su día
deducido, debemos anular y anulamos los expresados actos administrativos por su
disconformidad a derecho, declarando que el justiprecio total que debe satisfacerse a la
propiedad, por los conceptos enumerados en el fundamento de derecho Séptimo de la presente
sentencia, asciende a la cifra total de DIECIOCHO MILLONES OCHOCIENTAS
VEINTINUEVE MIL QUINIENTAS CUARENTA Y SEIS (18.829.546) PESETAS (S.E.Ú.O.),
cuya cantidad devengará los intereses legales correspondientes desde el día 9 de junio de 1982,
hasta la fecha del completo pago del justiprecio que se establece; todo ello sin efectuar expresa
declaración respecto de las costas procesales producidas en el presente proceso, en ambas de sus
instancias.