TEORÍACRÍTICA Explicación Breve

Descargar como odt, pdf o txt
Descargar como odt, pdf o txt
Está en la página 1de 2

La teoría crítica es un amplio campo de estudios que surge en la primera mitad del XX, y que

rápidamente se expande hacia el análisis de distintas características de las sociedades


contemporáneas, tanto a nivel filosófico como histórico y político.

Debido al contexto en el que emerge, y las propuestas desarrolladas, la teoría crítica impacta de
manera importante la producción de conocimiento científico y su potencial en las dinámicas
sociales de dominación y emancipación.

A continuación veremos de manera introductoria qué es la teoría crítica, de dónde surge y cuáles
son algunos de sus principales alcances y objetivos.

Artículo relacionado: "¿En qué se parecen la Psicología y la Filosofía?"


Teoría crítica y el valor político de la producción de conocimiento
El término Teoría crítica agrupa un conjunto de estudios provenientes de varias generaciones de
filósofos y teóricos sociales de Europa occidental. Esto se relaciona con los últimos adscritos a la
Escuela de Frankfurt, movimiento intelectual de tradición marxista, freudiana y hegeliana fundado
en Alemania a finales de la década de los 20.

Dos de los máximos exponentes de la primera generación de esta escuela son Max Horkheimer y
Theodor Adorno. De hecho, la obra de 1937 de Horkheimer, llamada “Teoría tradicional y teoría
crítica” es reconocida como una de las obras fundacionales de estos estudios.

En la segunda mitad del siglo XX, filósofos como Herbert Marcuse y Jürgen Habermas continuaron
los trabajos de la teoría crítica en una segunda generación de la Escuela de Frankfurt, extendiendo
sus intereses hacia el análisis de distintos problemas de la sociedad contemporánea.

Esto último emerge en un contexto donde distintos movimientos sociales ya venían luchando por lo
mismo. De hecho, aunque en el contexto académico se atribuye el desarrollo de esta teoría a la
Escuela de Frankfurt, en términos prácticos cualquier movimiento social o teórico que se inscriba
en los objetivos antes descritos podría considerarse una perspectiva crítica, o bien, una teoría crítica.
Tal es el caso, por ejemplo, de las teorías y movimientos feministas o los decoloniales.

En términos generales, la teoría crítica se distingue por ser una aproximación filosófica que se
articula con campos de estudio como la ética, la filosofía política, la filosofía de la historia y las
ciencias sociales. De hecho, se caracteriza precisamente por sustentarse en una relación de
reciprocidad entre la filosofía y las ciencias sociales.

Quizás te interese: "Qué es el Posestructuralismo y cómo afecta a la Psicología"


Antecedentes y relación filosofía-ciencias sociales
El desarrollo académico de la teoría crítica tiene relación con tres de los antecedentes teóricos de la
teoría crítica: Marx, Freud y Hegel.

Por un lado, Hegel era reconocido como el último pensador de la época moderna capaz de brindar
herramientas históricas para la comprensión de la humanidad.

Por su parte, Marx hacia una importante crítica al capitalismo, y al mismo tiempo, defendía superar
la filosofía puramente teórica para darle un sentido práctico.

Sigmund Freud, al hablar de un “sujeto del inconsciente” aportó críticas importantes el predominio
de la razón moderna, así como a la idea del sujeto no dividido (el individuo) de la misma época.
Así pues, la razón había quedado historizada y socializada, en un importante vínculo con la
ideología; lo que terminó por generar críticas filosóficas importantes, pero también un amplio
relativismo y escepticismo sobre la normatividad, la ética y las distintas formas de vida.

Parte de lo que aporta la teoría crítica en este contexto es una visión menos escéptica de lo mismo.
Si bien la sociedad y el individuo son producto de un proceso de construcción histórico y relativo;
en dicho proceso también hay lugar para cuestionar las normas (y generar nuevas).

Sin estos cuestionamientos, y si todo es considerado relativo, difícilmente se podría producir a una
transformación tanto de la historia como de las condiciones sociales. Es así como finalmente se
vincula la producción de conocimiento en ciencias sociales con el proyecto filosófico de crítica
social.

Rupturas con la teoría tradicional


El desarrollo de la teoría crítica implica varias rupturas con la teoría tradicional. En principio
porque la producción de conocimiento en la teoría crítica tiene un componente sociopolítico
importante: más allá de describir o explicar fenómenos, la intención es valorar dichos fenómenos, y
a partir de esto, comprender las condiciones de dominación y promover la transformación social. Es
decir, la producción de conocimiento científico tiene un sentido político y moral, y no puramente
instrumental.

Así mismo, toma distancia del proyecto cientificista y de objetividad que había dominado la
producción de conocimiento en ciencias sociales (que a su vez, venía de las ciencias naturales). De
hecho, en su perspectiva más clásica, la teoría crítica tiene como objeto a los propios seres humanos
entendidos como productores de su forma de vida histórica. El objeto (de estudio) es a la vez sujeto
de conocimiento, y por lo tanto agente en la realidad en la que vive.

Criterios clásicos de la teoría crítica


Horkheimer decía que una teoría crítica debía cumplir tres principales criterios: por un lado ser
explicativa (de la realidad social, especialmente en términos de poder). Por otro lado, debía ser
práctica, es decir, reconocer a los sujetos como agentes del propio contexto e identificar su potencial
para incidir y transformar dicha realidad.

Finalmente, debía ser normativa, en tanto que debía dejar claro de qué manera podemos formar una
perspectiva crítica y delimitar objetivos alcanzables. Al menos en su primera generación, y dado su
tradición marxista, esto último estaba principalmente enfocado en el análisis y la transformación del
capitalismo hacia una democracia real. Conforme la teoría crítica se desarrolla dentro de distintas
disciplinas, los matices y la diversidad de aspectos que estudia varían.

La interdisciplinaridad
Lo anterior no podría lograrse a través de una única disciplina o cuerpo de estudios, como venía
siendo en gran parte de la teoría tradicional en ciencias sociales. Por el contrario, debía promoverse
la interdisciplinariedad, de manera que fuera posible recabar información tanto de los elementos
psicológicos, como culturales, sociales e institucionales implicados en las actuales condiciones de
vida. Solo así sería posible comprender procesos tradicionalmente divididos (como la estructura y la
agencia) y dar paso a una perspectiva crítica de las mismas condiciones.

También podría gustarte