Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación

FOMENTANDO EL CONOCIMIENTO CON

OBJETOS DE APRENDIZAJE
BRAMATI, P; COTTI de la LASTRA, L; BRAMATI, S; LÓPEZ de MUNAIN, C;
ROSANIGO, Z. B.

ISBN: 978-84-7666-210-6 – Artículo 772

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FOMENTANDO EL CONOCIMIENTO CON

OBJETOS DE APRENDIZAJE
Pedro Bramati, Leda Cotti de La Lastra, Silvina Bramati,
Claudia López de Munain, Zulema Beatriz Rosanigo

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[email protected], [email protected]

Facultad de Ingeniería - Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco

Resumen
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) proporcionan valiosos
recursos para desarrollar estrategias que apunten a mejorar los procesos de
investigación y de enseñanza - aprendizaje.
A pesar del reconocimiento generalizado de la potencialidad de las TIC, su utilización
en el mundo educativo es muy inferior a la evolución en otros ámbitos tales como el
mundo empresarial y de negocios (Watson, 2001). El uso de las TIC para lograr una
enseñanza más integradora sigue siendo disperso y de carácter experimental.
En los últimos años, con el interés de compartir y reutilizar recursos en el ámbito
educativo, ha surgido el concepto de Objetos de Aprendizaje (OA) y se han definido
protocolos y estándares que favorecen la interoperabilidad para que puedan ser
utilizados en diferentes sistemas. Este concepto se aplica a materiales digitales
creados como pequeñas piezas de contenido o de información (Wiley, 2002), con la
finalidad de maximizar el número de situaciones educativas en las que el mismo pueda
ser utilizado.
La esencia del OA es compartir y reutilizar recursos educativos en procesos de
aprendizaje apoyados por tecnología. La organización de contenidos y actividades de
aprendizaje a través de OA otorga una gran facilidad para combinar, secuenciar y
graduar la forma en que el profesor guía al estudiante para que construya el
conocimiento, a la vez que favorece el desarrollo de múltiples y flexibles itinerarios
pedagógicos adaptables a las necesidades específicas y estilos de aprendizaje de los
alumnos (Rosanigo, 2013).
Pero el hecho de simplemente utilizar las TIC o incorporar los OA en un proceso
educativo no garantiza que se mejore el resultado. Es necesario planificar bien la
acción formativa identificando los objetivos, contenidos y criterios de evaluación,
escoger adecuadamente el enfoque pedagógico, desarrollar competencias docentes y
tecnológicas, y fomentar una actitud crítica y abierta propiciando la construcción del
conocimiento.
Para que todo esto sea posible se requiere de capacitación en metodologías y
utilización de herramientas para la elaboración de objetos de aprendizaje, y más aún,
de la concientización de la comunidad educativa para que estos recursos sean
compartidos y socializados con el fin de ser utilizados en otros entornos de
aprendizaje.
En este artículo se aborda la problemática en torno a la producción y utilización de OA
en procesos de enseñanza-aprendizaje centrados en el alumno.

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INTRODUCCIÓN

Con el propósito de buscar estrategias que mejoren la calidad de la educación, en los

últimos años se ha impulsado la creación de materiales educativos mediante la
utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Las TIC ofrecen múltiples posibilidades en el contexto formativo: como medios de
información y comunicación con un valor didáctico (Izquierdo y Pardo, 2007), dando la
posibilidad de enriquecer las alternativas y metodologías pedagógicas y brindar a los
estudiantes mejores oportunidades de aprendizaje (Jaramillo, Castañeda y Pimienta,
2009), como instrumento de mediación entre los alumnos y el contenido, como
instrumento de seguimiento, regulación y control de la actividad conjunta del profesor y
alumnos alrededor del proceso de enseñanza aprendizaje; y como instrumento de
configuración de entornos de aprendizaje y espacio de trabajo para profesores y
alumnos (Coll et al., 2008).
También con las TIC se ha potenciado el E-learning, es decir, la enseñanza y
capacitación a través de Internet. Este tipo de enseñanza online permite la interacción
del usuario con el material, y ha transformado la educación abriendo puertas al
aprendizaje para que ocurra en cualquier momento y lugar, respetando la idiosincrasia
y los estilos y ritmos de aprendizaje de cada alumno.
En este contexto, y con el interés de compartir y reutilizar recursos en el ámbito
educativo, ha surgido el concepto de Objetos de Aprendizaje (OA). Este concepto se
aplica a materiales digitales creados como pequeñas piezas de contenido o de
información (Wiley, 2002), con la finalidad de maximizar el número de situaciones
educativas en las que el mismo pueda ser utilizado.
El paradigma de OA plantea una nueva forma de pensar la estructura del material
educativo, proponiendo un diseño que permite la flexibilización en el desarrollo de
contenidos. Además hace hincapié en cuestiones que facilitan el reuso, tales como, la
interoperabilidad, es decir, la posibilidad de ser utilizados sin dificultad en diferentes
sistemas de e-learning (MOODLE, Dokeos, ATutor, etc.), los metadatos que lo
describen, los mecanismos de secuenciación, entre otros.
Hasta hace poco, la elaboración de materiales didácticos electrónicos sólo era posible
con un conocimiento avanzado de informática y de redes de información. En la
actualidad, hay cada vez más herramientas relativamente sencillas e intuitivas que
facilitan enormemente la labor de crearlos.
En este artículo se desarrolla el marco teórico del paradigma de objetos de
Aprendizaje y cómo pueden ser incorporados en la planificación didáctica.

MARCO TEÓRICO
Objetos de Aprendizaje
Un objeto de aprendizaje es un conjunto de recursos reunidos con un propósito
educativo, autocontenible e independiente, diseñado y creado en pequeñas unidades
digitales que pueden ser adaptadas para maximizar el número de situaciones en que
puede ser reutilizado, y que cuenta con una estructura de información externa
(metadatos) para facilitar su almacenamiento, identificación y recuperación (Rosanigo,
2013).

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La esencia de los OA, es compartir y reutilizar recursos educativos en procesos de

aprendizaje apoyados por tecnología. Facilitan una educación flexible y personalizada
dando la oportunidad que tanto estudiantes como profesores puedan arreglar los
recursos didácticos de acuerdo con sus propias necesidades, inquietudes y estilos de
aprendizaje y enseñanza.
Para lograr este objetivo, los contenidos educativos se fragmentan en unidades
modulares independientes que pueden ser secuenciadas y reutilizadas en distintos
entornos y en diferentes aplicaciones. Mientras más pequeños sean aumenta su
capacidad de reutilización en otros contextos. Además, se les provee de un conjunto
de atributos que describen el recurso (metadatos) para ofrecer criterios que faciliten
las búsquedas y permitan un acceso más rápido a aquellos objetos de aprendizaje que
cumplan los requisitos buscados.
Una vez descripto el OA mediante esos metadatos, se cataloga en repositorios de OA
para quedar disponibles al público, y ser incorporados a diferentes experiencias de
aprendizaje. Un repositorio de OA es una colección ordenada de objetos de
aprendizaje que brinda facilidades para ubicarlos por contenidos, áreas, categorías y
otros descriptores (Rosanigo, Paur y Saenz López, 2010).

Repositorio de Objetos de Aprendizaje

El mayor potencial de los OA está dado por la filosofía subyacente de que el
conocimiento debe ser compartido y socializado. Se trata de compartir abiertamente
material educativo, y en este contexto, los repositorios de OA cobran significativa
importancia, convirtiéndose en un depósito de conocimiento para ser reutilizado las
veces que se requiera. Los objetos de aprendizaje no se pueden concebir sin pensar
en un repositorio de objetos.
Un repositorio de OA (ROA) se corresponde con la idea de “depósitos o bibliotecas” y
se diferencia de los sitios Web clásicos en el hecho de que provee a docentes,
alumnos y otros interesados herramientas que permiten la búsqueda, intercambio y
reutilización de OA (Paur y Rosanigo, 2009).
Los ROA permiten almacenar, buscar, recuperar y consultar OA de diferentes áreas
del conocimiento.
Para que un ROA cumpla su objetivo, debe contar con OA debidamente etiquetados y
estar estructurado y organizado para poder identificarlos, tal como se hace en una
biblioteca común, esto se logra gracias a los metadatos de los OA.

Metadatos
Los metadatos son un conjunto de atributos que describen al OA, proveyendo
información semántica y pedagógica para facilitar su hallazgo y reutilización en la
Web, haciendo uso de ontologías que especifiquen en forma consistente los conceptos
y estructura (Rosanigo, Paur y Saenz López, 2010).
La descripción de los OA debe seguir un estándar, y entre ellos los más difundidos son
Dublin Core (sobre todo en bibliotecas digitales) y IEEE-LOM (específico para OA).
El esquema de base de LOM se compone de 9 categorías y 47 elementos que
incluyen: título, idioma, tipo de objeto, autor, propietario, términos de distribución,
formato, copyright, y cualidades pedagógicas, tales como estilo de la enseñanza o de
la interacción.
El propósito de este estándar es facilitar la búsqueda, evaluación, adquisición y uso de
los OA. También facilita el intercambio y uso compartido de objetos educativos,

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permitiendo el desarrollo de catálogos e inventarios que toman en consideración la

diversidad cultural y los contextos lingüísticos en los que los objetos educativos y sus
metadatos serán reutilizados.

Estándares
Ante la necesidad de reutilizar los materiales en distintas plataformas y escenarios han
surgido estándares que permiten la documentación, búsqueda y distribución de los
contenidos educativos que se generan. Entre los más importantes se puede
mencionar:
• IMS (Instructional Management System) desarrollado por el Global Learning
Consortium, que propone especificaciones basadas en tecnologías abiertas
para facilitar las actividades de aprendizaje sobre tecnología Web.
• SCORM (Sharable Content Object Reference Model) desarrollado por
Advanced Distributed Learning Initiative y el IEEE, que es un conjunto de
estándares y especificaciones para compartir, reutilizar, importar y exportar OA.
SCORM (2004) proporciona un marco de trabajo y una referencia de implementación
detallada, que indican cómo deben publicarse los contenidos, cómo deben usarse los
metadatos y cómo debe representarse la estructura de los cursos.
Se caracteriza por posibilitar la creación de contenidos que pueden importarse dentro
de diferentes plataformas educativas, tales como Moodle, ATutor, Dokeos, y hacer uso
de la Web como medio de instrucción. Permite centrarse en aspectos no-tecnológicos,
produciendo contenidos de mayor calidad a la vez que facilita la reutilización de los
mismos de acuerdo con las diferentes estrategias de aprendizaje, permitiendo trabajar
en diferentes plataformas educativas de forma transparente, gracias a la
interoperabilidad entre ellas.
Un paquete SCORM es un archivo comprimido en formato ZIP que contiene los
recursos (documentos, imágenes, páginas web, etc.), el manifiesto y las hojas de estilo
que permiten interpretarlo. El manifiesto es un archivo XML llamado imsmanifest.xml
que contiene referencias a los recursos, la organización y los metadatos.
Los metadatos usados por SCORM permiten describir el contenido de los recursos y
se basan en el estándar IEEE-LOM.

PLANIFICACIÓN DIDÁCTICA CON OA

El diseño didáctico se considera un proceso de acción inmediata para sistematizar y
ordenar el trabajo escolar. Planificar significa reflexionar y diseñar qué enseñar, para
qué, por qué, cómo, a través de qué. Requiere explicitar contenidos, objetivos,
estrategias de enseñanza, actividades de aprendizaje, recursos y formas de
evaluación (Gallego y Salvador Mata, 2002).
La planificación didáctica es el instrumento por medio del cual el docente organiza y
sistematiza su práctica educativa, articulando contenido, actividades, opciones
metodológicas, estrategias, recursos, espacios y tiempos. Es un sistema integrado
cuyas partes o elementos se interrelacionan y guardan coherencia. Cada uno de estos
componentes adquiere sentido por su vinculación y relación con los otros: un objetivo
conduce a un contenido, una actividad o recurso requiere determinada estrategia del
docente y posibilita desarrollar tal contenido, etc.

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Las estrategias didácticas se concretan en una diversidad de actividades diseñadas

por el profesor, y a desarrollar por los estudiantes, las cuales dependerán entre otros
factores, de los contenidos y recursos disponibles (Gatica y Valdivia, 2013).
Los OA ofrecen la posibilidad de tener contenidos educativos reutilizables, auto-
contenidos, independientes de la plataforma de uso, y además permiten elaborar
variados itinerarios pedagógicos que se adapten a las necesidades específicas de los
alumnos, fortaleciendo la educación.
Trabajar con OA en la enseñanza es una oportunidad más para identificar el potencial
de las TIC como mediadores del aprendizaje (Chiappe Laverde, 2009a) y supone,
entre otras cuestiones, facilitar la enseñanza centrada en el estudiante.
Las estrategias de aprendizaje deben comprender una serie de ayudas al estudiante,
que le permitan lograr aprendizajes significativos. Para ello es importante que el OA
incorpore todos los elementos y recursos de apoyo al estudio que faciliten el proceso
de aprendizaje, tales como orientaciones claras de cómo se navega por el material,
ejemplificación de los conceptos vertidos, actividades y soluciones, lecturas de textos,
ejercicios de autoevaluación, etc. Así como brindar oportunidades para que el alumno
pueda interactuar con la información, probando las destrezas y el conocimiento o
activando más información que el alumno use para el avance de su aprendizaje.
La preparación de material educativo digital para la docencia universitaria se debe
tener en cuenta una serie de ideas y principios como los que siguen (Moreira, Estevez
y Torres, 2002:4-5), (Rosanigo, Paur, Saenz López, 2010: Mod. IV):
• Estructurar y secuenciar el contenido o conocimientos propios de la asignatura,
atendiendo la estructura epistemológica de la materia científica que se enseña.
• Considerar las características de los alumnos potenciales, identificando y
analizando los prerrequisitos de conocimientos previos que deben poseer para
utilizar y entender sin grandes dificultades el material elaborado.
• Determinar los posibles itinerarios pedagógicos considerando las motivaciones y
cortes de aprendizaje que la unidad amerita, incluyendo la evaluación, el planteo
de problemas y casos reales.
• Recordar que el material será mayormente utilizado en un contexto virtual y prever
que el alumno estará solo cuando utiliza el material, por lo tanto debe incorporar
ayudas y recursos de apoyo al estudio que faciliten el aprendizaje.
• Ofrecer pautas y guías para que el alumnado construya y elabore por sí mismo el
conocimiento que debe adquirir, cuestione las ideas o conceptos que se le ofrecen,
analice y resuelva situaciones problemáticas.
• Indicar los objetivos (qué se espera que aprenda), los contenidos (cuáles son los
conocimientos que tiene que adquirir), la metodología (cómo será el proceso de
enseñanza que se va a desarrollar) y la evaluación (cómo se medirá y controlará el
rendimiento académico).
Además de estas pautas comunes a todos los materiales creados con un propósito
educativo, es importante que los OA respeten además, las propiedades básicas de
reusabilidad, interoperabilidad, durabilidad y accesibilidad. Por ello, cuando creamos
OA, hay tener presente algunas ideas y principios adicionales:
• Identificar las mínimas unidades de conocimiento independiente, de modo de
lograr OA “pequeños” que pueden ser fácilmente combinables para componer
unidades de aprendizaje más grandes, y así garantizar mejor su reusabilidad.

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• Cuidar que el contenido sea lo suficientemente autónomo dentro del contexto

donde se utiliza.
• De ser necesario, incorporar vínculos ó direcciones de referencias digitales que
permitan al alumno profundizar y/o complementar el contenido entregado por el
OA.
• Utilizar para el desarrollo del contenido, preferentemente tecnologías abiertas
como las herramientas de la web 2.0 o páginas html, en lugar de formatos
cerrados que impiden la posibilidad de readaptarlos cuando sea necesario.
• Declarar la autoría del o los profesores que participaron en la generación del
objeto. De igual manera, deberán citarse las fuentes de los textos, imágenes,
gráficos, videos, o cualquier otro recurso incorporado que no haya sido preparado
por el profesor.
• Respetar estándares para su catalogación (metadatos LOM, por ejemplo) y para la
comunicación con el sistema de gestión de aprendizaje (normas SCORM o IMS,
por ejemplo).

Diseño de una unidad didáctica con OA

En el proceso de diseño de un proyecto de enseñanza mediante OA se deben tener
en cuenta las siguientes etapas para cada unidad temática (Rosanigo, Bramati, y
Bramati, 2010), (Bramati et al., 2013 b):
1. Determinación de competencias y objetivos.
Se seleccionan las competencias a alcanzar y los saberes involucrados (saber qué,
saber hacer y saber ser). Se definen con claridad los objetivos a alcanzar para cada
unidad temática.
2. Selección de temas
Se establecen las relaciones y conexiones entre unidades y se identifican los
conocimientos previos que pueden ser requeridos así como las situaciones problema
que movilizan e integran los recursos de la competencia, los aprendizajes esperados,
contenidos, actividades y evaluación del módulo formativo.
3. Armado de la Red Conceptual de la unidad.
Se construye la red conceptual de la unidad teniendo en cuenta los conceptos
involucrados y sus conexiones.

Determinación de Armado de la Red Determinación de

Competencias y Selección de temas Conceptual de la posibles itinerarios
Objetivos unidad pedagógicos

Identificación de Búsqueda de OA Diseño de los OA

los OA en el ROA faltantes

Figura 1 – Etapas del Diseño de una Unidad Didáctica

4. Determinación de posibles itinerarios pedagógicos.

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En base a la red conceptual de la unidad, se fijan las secuencias alternativas entre

temas considerando las motivaciones y cortes de aprendizaje que la unidad amerita,
incluyendo la evaluación, y el planteo de problemas y de casos reales. Para
contemplar los distintos cortes del conocimiento así como los intereses y los diferentes
estilos de aprendizaje de los alumnos pueden construirse diferentes itinerarios
pedagógicos, dando la posibilidad de múltiples trayectorias para lograr el objetivo
propuesto (Paur y Rosanigo, 2009).
5. Identificación de los OA
Se identifican los OA más adecuados a los objetivos pedagógicos para cada contenido
y se establecen las competencias a cubrir por el OA, determinando los saberes a ser
tratados en cada OA.
6. Búsqueda de los OA en el ROA.
Una vez identificados los OA, se debe ver si ya existen OA que cumplan las
condiciones requeridas para ese caso y que se puedan reutilizar, para lo cual se
realizan búsquedas en diferentes ROA.
Si en la búsqueda se encontraran OA de interés, se debe revisar los permisos
contemplados en el licenciamiento otorgado por el autor, y analizar la forma en que se
insertan esos OA en el modelo de enseñanza del curso.
7. Diseño de los OA faltantes.
Si no se encuentran OA ya desarrollados, se debe proceder a crearlos. Se los crea
siguiendo las pautas que se detallan en el apartado siguiente, se prueban, se evalúan,
se catalogan, se empaquetan y se almacenan en el repositorio para poder ser
localizados y compartidos.

Creación de OA
En la producción de un OA se distinguen una fase pedagógica, en la que se definen
objetivo educativo, contenidos, actividades de aprendizaje y/o evaluación. Y una fase
tecnológica en la cual se adecuan los contenidos y actividades para su presentación
en web y se genera el OA para almacenarlo en un repositorio y publicarlo.
Los aspectos técnicos de los OA están profundamente influenciados por cuestiones de
normalización. Además de estar basado en estándares para facilitar el intercambio
entre diversos sistemas y plataformas, se busca potenciar la reutilización y
escalabilidad en entornos educativos, utilizando formatos digitales basados en la Web
2.0 para que puedan ser fácilmente adaptados.
Desde un punto de vista pedagógico, un OA abarca contenidos y considera los
procesos de aprendizaje necesarios para el óptimo desarrollo del proceso de
enseñanza y aprendizaje. Los OA deben promover la construcción y difusión del
conocimiento y atender a distintos tipos de usuarios adecuando las estrategias acorde
a los estilos de aprendizaje y características individuales.
Desde esta perspectiva el diseño de un OA resulta un desafío para el docente, quien
debe elegir el contenido, crear la forma de presentación e interacción, apoyándose en
las características de los usuarios o destinatarios.
La etapa del diseño es de suma importancia y dentro de ella, podemos distinguir tres
fases:
• Diseño de la información: Significa clarificar los objetivos y organizar el
conocimiento de forma tal que se pueda cumplir con el propósito del OA. Se

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apunta a definir el Qué. En esta etapa se debe secuenciar, estructurar y

representar el conocimiento. Para ello es útil trabajar con mapas o redes
conceptuales que relacionan los conceptos principales.
• Diseño de la interacción: Apunta al Cómo debe funcionar. Diseño de
controles, de interacción (retroceso, arrastre de objetos, edición del texto,
cambio de visualización). En objetos de mayor granularidad, es necesario
proveer herramientas adecuadas para su navegación, permitiendo retroceder a
un concepto ya visto o explotar un concepto para su mayor profundización.
• Diseño de la presentación: Se define el estilo y el diseño de los elementos
del contenido del OA, buscando lograr interfaces agradables y armónicas.
Responde a Qué apariencia debe tener.

Diseño de la
Información

Diseño de la
interacción

Diseño de la
presentación

Figura 2 – Fases del Diseño de OA

Considerando que la esencia de un OA radica en la posibilidad de su reutilización en

diferentes plataformas tecnológicas y en diferentes contextos educativos, debe poder
usarse de maneras muy diversas de acuerdo con la intencionalidad y el enfoque
educativo de cada caso. La información debe presentarse de forma clara, concisa y
pertinente al tema tratado. Se debe ofrecer contenidos y actividades hacia las
diferentes modalidades de aprendizaje (visual, auditivo), así como retroalimentación
oportuna y constructiva, ejercitación que permitan aplicar los conceptos aprendidos
facilitando su comprensión y aplicación a otras situaciones. Interactividad con el
programa para facilitar la atención y retención de la información y potenciar el
aprendizaje por descubrimiento.
Teniendo en cuenta la diversidad de los aprendices y los diferentes estilos y
preferencias de aprendizaje, es conveniente disponer de diferentes OA relacionados
con un mismo concepto, OA teóricos, OA experimentales, OA evaluativos, OA
colaborativos, de manera de permitir mayor flexibilidad al momento de combinarlos y
ensamblarlos para cumplir un objetivo de enseñanza.
Cada OA puede cubrir uno o más objetivos de aprendizaje, por lo que la construcción
de módulos o paquetes de un curso, aún del curso completo, se realiza con OA
creados como pequeñas unidades digitales, siguiendo una cierta estrategia de
aprendizaje con un determinado itinerario pedagógico.

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Proceso de producción de OA
El proceso de producción de los OA contempla un conjunto de acciones, resultado de
un trabajo multidisciplinario de profesionales con competencias relativas a las teorías
de aprendizaje, aspectos pedagógicos y metodologías de evaluación, a la temática
específica, al diseño gráfico y a las tecnologías informáticas.
Si bien existen diferentes propuestas metodológicas presentadas por diversos
investigadores e instituciones, la producción de OA tiene fases y etapas similares en
todas ellas. Nuestra propuesta contempla las fases de la figura 3 (Bramati et al., 2013):

Análisis Diseño Desarrollo Evaluación Publicación

Figura 3 – Fases de la Producción de OA

1. Análisis y obtención del material: Consiste en establecer los objetivos y procesos

necesarios para conseguir resultados de aprendizaje, de acuerdo con las
competencias requeridas. Se indica claramente qué se va a enseñar, se identifican
los datos generales del OA y se obtiene el material didáctico necesario para
realizarlo.
2. Diseño: Se realiza en esquema general del OA, dejando en claro cómo se va a
aprender. En esta fase se formulan el contenido, temario, dinámica de trabajo,
sistema de evaluación, plan del curso, prácticas y actividades. Tiene el propósito de
identificar y producir la forma en que se abordará el aprendizaje.
3. Desarrollo: Mediante el uso de herramientas informáticas se arma la estructura del
esquema general y se agrega el contenido definido en la fase de diseño. Culmina
con la entrega del OA debidamente elaborado en cuanto a su estructura y
funcionalidad. Es recomendable utilizar herramientas Web 2.0 que facilitan la
posterior adaptación (Chiappe Laverde, 2009b).
4. Evaluación: Se evalúa el OA como un todo: a) aspectos didácticos-curriculares,
observando si el OA está relacionado con los objetivos, si los contenidos presentan
información correcta, precisa y adecuada a los objetivos y características de los
usuarios, etc., b) aspectos técnicos-estética, observando si cumple con un estándar
o especificación, si la interfaz es adecuada, etc. y c) aspectos funcionales, por
ejemplo, si el nivel de interacción es adecuado, si los enlaces funcionan
correctamente, etc.
5. Publicación en un ROA: Si el OA es evaluado satisfactoriamente, se procede a
almacenarlo en el ROA elegido por la institución, para lo cual se completan
adecuadamente los metadatos para permitir que sean localizados y compartidos por
otros docentes.

CONCLUSIONES
La organización de contenidos y actividades de aprendizaje a través de OA otorga una
gran facilidad para combinar, secuenciar y graduar la forma en que el profesor guía al
estudiante para que construya el conocimiento, a la vez que favorece el desarrollo de
múltiples y flexible itinerarios pedagógicos configurables a las necesidades específicas
de los alumnos.
Los OA bien diseñados permiten lograr una educación personalizada y centrada en el
alumno, ya que se puede ajustar los recursos didácticos de acuerdo con las
necesidades, inquietudes y estilos de aprendizaje y enseñanza.
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Para ello es necesario planificar bien la acción formativa identificando los objetivos,
contenidos y criterios de evaluación, escoger adecuadamente el enfoque pedagógico,
desarrollar competencias docentes y tecnológicas, y fomentar una actitud crítica y
abierta propiciando la construcción del conocimiento.
Por lo tanto, es prioritario capacitar a los docentes en metodologías y utilización de
herramientas para la elaboración de objetos de aprendizaje, además de concientizar a
toda comunidad educativa sobre la importancia de compartir y socializar los OA
creados, depositándolos en un ROA, con el fin de ser localizados y utilizados en otros
contextos y entornos de aprendizaje.

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