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CENIDlM
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INSTITUTO NACIONAL DE
BELLAS ARTES
Gerardo Estrada
Director General
Revista musical semestral I ORGANO DEL CENTRO NAOONAL DE iNvESTIGACIÓN, DOCUMENTACIÓN E INFORMAOÓN
MUSICAL! TERCERA EPOCA I VOLUMEN XXII NÚMEROS 104 Y1051 enero· diciembre 1991.
Instituto Nacional de Bellas Artes, Subdirección de Educación Artística Centro Nacional de Investigación,
Documentación e Información Musical, "Carlos Chávez".
Liverpool No. 16, Colonia Juárez, C.P. 06600, teléfonos 546-61-40 y 592-59-53.
Los textos firmados son responsabilidad de sus autores.
Esta revista es arbitrada.
ISSN 0018-1137
I...t:N 101 M
DfFUSION
Sumario
Notas y resefias
Ciclo de música
contemporánea del FIC 1991 92 Hilda Paredes
Libros
Más vale tarde que nunca 94 Rosa Virginia Sánchez
Una bibliografía que invita a la superación 96 Juan José Escorza y Eduardo Contreras S.
Revistas
AgendalMusica At/uale 98 Ana Lara
Lulú en la tierra de Mafalda 99 Eduardo Contreras Soto
Música impresa
La serie Siglo XX del CENIDIM 101 AnaLara
El poeta, los pianos y dos nuevas ediciones
de música del siglo XIX 102 José Antonio Robles Cahero
Grabaciones
El compositor y su sueño 107 Ana Lara
Música Mexicana Contemporánea
Serie Siglo XX 108 Ana Lara
México Hipo-Romántico 109 Consuelo Carredano
Guty Cárdenas en disco compacto 110 Eduardo Contreras Soto
Noticias 112 CENIDIM
DI FUSION
Presentación
Principalesfuentes de información
('.JI't' tI,}
De los doce libros de Sahagún, el que más nos ducir armónicos con cierta facilidad, no amino-
interesa para nuestro objeto es el segundo. ra la duda.2)
Trata éste de la forma de vida de la antigua Para el indígena la música fue únicamente un
Tenochtitlan, en sus aspectos religioso y social. rito religioso, o un incentivo social. Nunca un
Allí aparece la mujer en sus múltiples carac- arte abstracto.3 La parte que tomó la mujer en
terísticas; pero sólo vamos a referirnos a la parte estos actos era, desde el punto de vista histórico,
que le cupo a la mexicana en las fiestas religiosas más impersonal que la del hombre, quien, por lo
y civiles, como solista, corista y danzante. menos, aparece dirigiendo y creando melodías,
Puesto que, a la llegada de los españoles a ritmos, instrumentos musicales y coreograffas;
México,la influencia azteca había extendido sus sin embargo, como ni códices, ni historias regis-
tentáculos hasta la península de Yucatán, exis- tran nombres especfficos de compositores, co-
tían en este momento ciertas características reógrafos, cantantes o danzarines, no nos pare-
comunes a las dos principales civilizaciones de ce temerario suponer que, dentro de ese
la actual República Mexicana; pero, en lo rela- anonimato, englobadas pudo haber habido
tivo a la música, no poseemos evidencia alguna mujeres artistas creadoras.
que nos permita situar las virtudes de la maya Los nobles que ofrecían algunas de sus hijas
sobre las de la mexicana, ni sobre ninguna de al servicio de los dioses, las conducían al
las pertenecientes a otras culturas, como la Calrnecac.4
tarasca, la chichimeca, etc.; aunque no por esto Toda niña destinada a este colegio era pre-
estamos autorizados, ni a desechar las expe- sentada anr a los 40 días de nacida. Efectuada la
riencias históricas presen tadas por otros largos ceremonia de recepción, regresaba la creatura
periodos de dominaciones extranjeras (como con sus padres al seno del hogar, donde, a su
la árabe en España, por ejemplo), así como debido tiempo, recibía una educación casera,
tampoco a considerar todas aquellas culturas hasta los doce o catorce años. Entonces se la
globalrnen te.J conducía nuevamente a la institución, con obje-
Pese al alto grado alcanzado por las civiliza- to de que hubiera allfinstrucción exclusivamen-
ciones azteca y maya en las artes plásticas, la te religiosa.
música hace pensar en ellos como si se tratara de Pero las doncellas destinadas al Te1puchcalli5
pueblos primitivos; porque, al contrario de los complementaban su educación religiosa con la
griegos y los chinos, si practicaron aquéllos una educación civil.
cierta armonía elemental, creemos que desco- Estas niñas no eran internadas, como las
nocieron las leyes naturales del sonido; o sólo otras. Comían en sus casas, aunque debieran
tuvieron empírica noción de ellas. (El hecho de regresar noche tras noche a la escuela, para
que las flautas indígenas antiguas puedan pro-
2. Castañeda, Daniel, "Una flauta de la cultura tarasca",
1. IzikowilZ K.O ., Music and O/her Sound Ins/rwntl1lS R,vis/a Musical Mexicana, marzo 7,1942. El tiempo y
ol/h, South American Indians (OOteborg, 1935). "Es las futuras investigaciones dirán si tenemos razón o no.
muy peligroso sacar conclusiones basándose sólo en 3. Stevenson, Robert, Music in Mexico (1ñomas Y .
hechos relacionados con partes de los complejos (un· Crowell, Co. ew York, 1952).
cionales. Cada elemento cultural debe considerarse 4. Calmecac: corredor. Edificios llenos de corredores,
en relaciÓn con la estructura social y la vida social como puede apreciarse en el llamado de "tas Monjas",
como una unidad" . Desgraciadamente existe po· en Chichén lIZA.
qu{sima documentaciÓn relacionada con las mayas 5. Telpuchcalli, se deriva de Telpochotl (mocedad). AI-
músicas. {onso Caso lo traduce como "hileras de casas".
La. mujer mexicana en la música 9
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mujeres, unidas entre sí con cuerdas cortas, a hombres y mujeres nobles. Bailaban asidos de
cuyos cabos iban asidas. las manos, o abrazados los unos con los otros,
La víspera del sacrificio, cada hembra baila- echándose los brazos sobre los cuellos. No a la
ba con la víctima y con las demás concurrentes, manera de mitote, sino sólo caminando paso a
hasta llegar el amanecer. Entonces danzaban paso, al son de los que tañfan y cantaban, los
también los sacerdotes, antes de ejecutar a la cuales permanecían todos de pie, un poco apar-
infeliz predestinada, a quien sacrificarían des- tados de los que bailaban, los danzantes tenfan
pués de matar a los esclavos que habían de buen cuidado de no discrepar un ápice de sus
acompañarla a la eternidad. Todos llevaban obligaciones, so pena de incurrir hasta en casti-
cempazúchitl (flores amarillas de olor desagra- go de muerte, como podfa sucederles igualmen-
dable) en las manos, e "iban muy floreados". te a los músicos que pifiaran.s
Danzando, danzando,se dirigían al Cu ( templo) Los que formaban la vanguardia llevaban los
de Tláloc (la diosa festejada), a donde condu- brazos entrelazados a la cintura de la mujer.
cían a la víctima. 3 Estos eran los guerreros más aguerridos. Los
Octavo mes (Uey Tecuilhuitl), dedicado a otros no tenfan derecho a imitarlos. En tal danza
Xilonen, diosa de los jilotes. entraban las mujeres públicas -una entre dos
Al décimo día del mes sacrificaban también hombres y un hombre entre dos mujeres.
en esta fiesta a una mujer, pero no sin haber Décimo tercer mes (Tepeilhuitl), en honor
bailado ocho días seguidos antes del sacrificio. de los montes prominentes.
. Salían los cantores muy ordenados desus casas, Mataban a cuatro mujeres y a un hombre,
colocados de tres en tres: dos hombres, y en conduciéndolos en literas al sacrificio. Este era
medio una mujer, a la que llevaban asida de las denominado el paseo de las literas, e iban allf los
manos. Eran gentes principales y las mujeres se hombres y las mujeres entonando cantos.
soltaban el pelo. 4 Décimo quinto mes (Panquetzaliztli), dedi-
Los plebeyos bailaban en otro lugar: unos cado a Huitzilopochtli.
tomados de las manos y otros abrazados de sus El segundo día del mes comenzaban el mitote,
compañeros por la cintura. bailando y cantando por parejas, hombres y
"Llevaban todos un compás, en el alzar del pie mujeres. Al noveno dfa adornaban a los que
yen el echar del paso adelante yen el volver atrás destinaban al sacrificio, quienes danzaban, mez-
y en el hacer vueltas. Danzaban por entre los clados con los otros. Los esclavos y las esclavas
candeleros, o fogones, haciendo contrapaso en- tañfan sonajas en las casas de sus amos, pero se
tre ellos". abstenfan de bailar.
Pero las mujeres no bailaban con los hom- El dfa 19 del mes comenzaban unas danzas en
bres, sino sólo entre sf mismas, rodeando a la el Cu, asidos hombres y mujeres de las manos,
que representaba a Xilonen y debfa morir. A culebreando. 6
ellas les tañfan con el tecomapiloa (tcponaztli Décimo séptimo mes (Tititl), dedicado a
pequeño). llama Tecutli .
Noveno mes (Tlaxochimaco), dedicado a Mataban a una mujer. Esta lloraba amarga-
Huitzilopochtli. mente, mientras bailaba sola. Una vez sacrifica-
Después de la comida iniciaban el baileen tre da, le sacaban el corazón. rnmediatamente des-
pués se iniciaba un mitote, llevando los danzantes
3. Torquemada, ibid . ..... con eslOs andaba la mujer que por los cabellos la cabeza degollada de la des-
represenlaba a esla diosa ... y un dfa antes de que muriese venturada vfctima, con la cual efectuaban la
salfan todas que eran dedicadas al servicio de este danza, emulando asf a la bíblica Salomé.
templo, que se llamaban cihuatlacamazque, que es
como decir sacerdotisas y bailaban y cantaban junta-
mentecon ella; canlando las alabanzas y otras hazañas
decstadiosa, para animarla a que muriesccon ánimo". 5. Sahagún, ibid.
4. Torquemada, ibid. " Porque la mazorca cria unas he- 6. Torquemada, ibid . .....a los nueve dias disponian a los
bras mui delgadas en cada grano una, las cuales brotan cautivos que iban a sacrificar. De entre estos elegian un
y salen por lo alto de ella y se estienden por encima de Hombre y una Mujer que guiaban las dan<ras y bailes,
las trojes y mientras mas hebras mas provecho, pueses yendo delante de los apareados. A los 19... un baile
señal de mas granos, por ello se descabellaban y comun de Hombres y Mujeres, en el cual bailaban
esparcian por los hombros, pechos y espaldas los culebreando, haciendo muchos y muy constantes mo-
cabellos". vimientos y diferentes de los otros bailes comuncs".
Iv. Otras fuentes
daban toda clase de asuntos, para que los com- y los Memoriales de Fray Toribio de Motolinia,
positores y los core6grafosse pusieran de acuer- no fueron impresos hasta 1858 y 1903, respecti-
do. Así, pues, siempre que las solemnidades vamente. Pero quien conozca la odisea de los
revistiesen gravedad y colaboraran en su cele- manuscritos de Sahagún y Motolinia, podrá ase-
bración los nobles y los señores, producfanse gurar que casi todos los historiadores novohis-
melodías tranquilas y movimientos reposados.2 panas de fines del siglo XVI y del XVD tomaron de
Por el contrario, al entrar en juego la juventud, estos dos pioneros gran cantidad de informacio-
cambiaba el escenario: escuchánbanse entonces nes.
cantos de amor y de requiebros y los cuerpos Especialmente en sus Memoriales anotó
eran puestos a ejercitar su flexibilidad. Si de Motolinia cosas relativas a la música de los
guerreros se trataba, el frenesí podía llegar a aztecas. Mendieta le llama "Curioso investiga-
c1únaxes exuberantes. dor de los tiempos y las verdades".
Hablando de este asunto se refiere Durán a Describe Motolinia generalidades que con-
un baile "agudillo y deshonesto", que practica- cuerdan con los minuciosos relatos de Sahagún,
ban los nativos a la llegada de los españoles. tanto respecto a lo que de éste se publicó, como
Compáralo a la zarabanda española (porq ue los en lo que seguramente le plagiaron Mendieta,
antiguos cronistas de México hubieron de rela- Torq uemada y otros, de en tre los papeles censu-
cionar con frecuencia las nuevas experiencias rados y destruidos en España.
percibidas, con motivos y realidades de la penín- Mientras los bailarines se colocaban en posi-
sula hispánica, o con asuntos bíblicos o históri- ción -nos informa el humilde franciscano-Ios
cos). instrumentistas se aprestaban con los huehues y
El baile en cuestión lIamábase cuecuechecui- teponaztlis. Dos de los mejores cantantes
calt, que significa cosquilleo, o comezón. Por el actuaban de corifeos y daban el tono a los otros.
término podemos colegir que se trataría de Una vez listos para comenzar la danza, tres o
movimientos lascivos, como los de la rumba, cuatro instrumentistas tocaban cierta música
aunque menos evidentes, quizás. Dadas las cos- chillona con sus silbatos, lo cual era señal para
tumbres rígidas de aquella gente, solamente en comenzar la fiesta. El huéhuetl iniciaba enton-
fiestas privadas se efectuaba tal baile. En tiem- ces el ritmo en tono bajo y suave, que iba gra-
pos precortesianos debió ser ejecutado por hom- dualmenteaumentandoen intensidad y registro
bres y mujeres, pero a la llegada de los conquis- ascendente (porque el parche era susceptible de
tadores les fue prohibido a ellas, supliéndose su aflojarse o estirarse en voluntad). Entraban en-
falta por medio de hombres vestidos con tonces los can tan tes. Las primeras melodías eran
indumentarias femeninas. Admirábase Durán de registro bajo y lentas. Siguiendo las instruc-
de que en ciertos pueblos permitieran los reli- ciones de los corifeos, todo mundo cambiaba de
giosos un pasatiempo de tal naturaleza, que él posición simultáneamen te, con tal destreza" que
encontraba escandalosamente deshonesto. los mejores bailarines de España se maravilla-
Aparte la mención de una gran cantidad de ban viendo bailar a estas gentes".
danzas que concuerdan, poco más o menos, con Los bailarines del cfrculo externo coordina-
las descritas por los otros historiadores, dice el ban a la perfección sus movimientos, llevando
autor del Atlas que en la escuela de música los pies y manos más lentamente que los del
aprendían mancebos y muchachas a tañer los interior, con una gracia "que era de ver". Desde
instrumentos. Esta afirmación no la encontra- la hora de vísperas, hasta el crepúsculo, las
mos en otras historias o códices algunos, por lo danzas iban aumentando en intensidad, hasta
que hemos de desecharla. adquirir gran vivacidad. E igualmente sucedía
Terminados en 1541 la Historia de los Indios con las voces, de manera que hacia el fin de la
fiesta se oían sonidos chillones y agudos, que a
Motolinia se le antojaban brillantes y atractivos.
2. Durán, Fr. Diego de, ibid. "Todos los cantares des tos
son compuestos por unas metáforas tan obscuras que Esta descripción corresponde indudablemen-
apenas hay quien las entienda si muy de propósito no te a un mitote o areito, como también suelen
se estudian ... eran tan tristes que solo el son y el bayle llamarle los primeros historiadores, indebida-
pone tristeza, el cual he visto baylar algunas veces con
cantares a lo divino y es tan triste que me da pesadum. mente, ya que el término es ajeno a la lengua
bre oyllo y tristeza". náhuatl, carente de erres. En los mitotes, puesto
14 Hturofonta
que según hemos visto, tomaban parte las muje- de los flautines iniciadores de los mitotes; pero
res, probablemente correspondería a ellas el en otras ocasiones concuerdan sus descripcio-
c1únax de los cantos, a no ser que los hombres nes con las an teriores.
entrasen también con susfalseui. Dice López de Gómara:" ...También algunas
Aunque algunos historiadores modernos veces andan sobresaliendo unos truhanes, o
ponen en duda que el jesuita José de Acosta contrahaziendo a otras naciones en traje u en
haya venido a la Nueva España, él les desmiente lenguaje y haziendo del borracho, loco o viejo,
cuando dice: "En Tepoztlán vi hacer el baile, o que hacen reyr y dan plazer a la gente. Todos los
Mitote". que han visto este bayle dicen que es cosa para
Su Historia Natural y Moral de las Indias, mucho ver y mejor que la zambra de los moros,
compuesta de siete tomos, fue impresa en 1590, que es la mejor danza que por aca sabemos. y si
con aprobación gráfica de Fray Luis de León. mujeres la hazen (subrayamos) es muy mejor
Dijo que todo lo escrito en su obra "lo vio, que la de los hombres. Mas en México no
consideró u oyó de personas fidedignas". baylaban e\las tal bayle públicamente".
La descripción que hace Acosta del mitote Juan de Torquemada es, como se expresó
concuerda con la anterior de Motolinia, pero antes, el más prolijo de todos los historiadores
más ilustrado como era el jesuita, su relato en las descripciones de danzas y cantos. El capí-
adquiere mayor interés, tanto por su contenido tulo 11 de su Monarqu(a Indiana, publicada en
intrínseco, cuanto porque abogaba en favor de 1615,se titula: "de la manera como los naturales
la continuación de las danzas indígenas, que él tenían danzas y de la gran destreza y conformi-
encontraba admirablcs. dad que tenían en danzas y canciones".
Si en la descripción de Motolinia leemos Las danzas que describe coinciden con las de
entre Hneas que los huehues podfan cambiar de Sahagún, adornadas y compuestas, pero pode-
tono, según se apretara o aflojara el parche, De mos leer entre Hneas lo que hay de auténtico en
Acosta nos confirma la creencia de que sus relaciones.
teponaztlis y huehues "estaban templados de tal Al describir la fiesta del dios Huitzilopochtli
suerte que ambos hadan entre sf buena conso- asegura que todas las doncellas al servicio de
nancia", este ídolo bailaban entonces, pintándose las
En otra parte dice: " ... Eran muchos y varios mejillas y emplumándose los brazos, hasta los
los cantores; todos iban cantando y baylando al codos. En las cabezas \levaban guirnaldas de
son, con tanto concierto, que no discrepaban el maíz tostado, llamado mumúchitl, o flores muy
uno del otro. Iban todos a una, asf en las voces blancas. (¿Procederán de allí las llamadas "pa-
como en el mover los pies, con tal destreza que lomitas" que comen ahora los niños con frui-
era de ver. En estos bayles se hadan dos ruedas ción?) Bailaban en torno a estas donce\las los
de gente: en medio donde estaban los instru- sacerdotes del propio dios, adornados con plu-
mentos, se ponían los ancianos, señores y gente mas blancas en las cabezas, que el historiador
más grave. AIH quasi a pie quieto baylaban y ignoraba si eran de garza, o de ga\lina.* De las
cantaban. Al rededor de estos, bien desviados, frentes pendían sendas rodajas de papel, que a
salfan de dos en dos los demás, baylando en Torquemada le daban la impresión de rosas;
corro con más ligereza, haciendo diversas mu- pintábanse los rostros y barnizábanse las bocas.
danzas y ciertos saltos a propósito. Entre sí En las manos llevaban cetros rematados por una
venían a hacer una rueda muy ancha y espacio- flor de palma negra y provistosen su base de una
sa. Sacaban en estos bayles las ropas más precio- esfera de la misma pluma.
sas que tenían y diversas joyas, según que cada Las muchachas portaban en las manos los
uno podía. Tenían en esto gran puntoy así desde llamados tetehuitl, que eran carrizos de los que
niños se enseñaban a este género de danzas". pendían papeles negros, a guisa de banderi\las.
En 1554 publicó López de Gómara su Ilisto- Esto siempre que sus portadoras perteneciesen
ria de México, con el Descubrimiento de la Nue- a la clase pobre, puesto que las hijas de los
va España, que dedicó a Martín Cortés, hijo de
don Hernando y la Malinche.
• Se olvidó el historiador de que los mexicanos recibie-
Donde Motolinia vcfa dos cosas o gente, a él
ron estas tíllimas aves doméslicas de sus conquistado-
podían parecerle, a veces, diez, como en el caso res.
La mujer mexicana en la música 15
mos hasta ahora de documentación etnológica- Tal parece como si, a guisa de venganza,
mente comprobada para aceptar que existieran hubieran los dioses antiguos de México hecho
sistemas polimodales en la música precortesiana desaparecer para siempre aquellas canciones
y otras aseveraciones por el estilo. que lograban aplacar sus iras; o llenarles, otras,
Es de anhelarse que algún día aparezca por de embeleso.
algún lado la extraviada copia de melodías Nuestras investigaciones se circunscribieron
nahoas auténticas, transcritas por Fray I3ernar- a la cultura nahoa, por lo que de la mujer maya
dino de Sahagún, para adaptarlas a textos de la sólo se ha hablado a la ligera; y la de otras
Psalmodia Cristiana en la lengua de los nativos. culturas indígenas se halla ausente. Como ex-
De lo contrario, podemos solo imaginar -a presamos en el lugar correspondiente, no cree-
distancia de cuatro siglos- algo comparable a mos que exista suficiente documentación res-
lo que se escucha actualmente en zonas aparta- pecto a las actividades musicales de estas últi-
das de los centros rurales mestizos, pero "en mas (por lo menos mientras no se descubran
bruto", por decirlo así, debido a la enorme nuevos murales semejantes a los de Bonampak,
diferencia de culturas. Alguien podrá objetar o algunos otros documentos).
que, justamente, el estacionamiento secular de Ignoramos la existencia de algún matriarca-
estas razas aisladas habría podido provocar una do, en épocas anteriores a la Conquista de
transmisión oral bastante auténtica de tradicio- México. De acuerdo con los códices indígenas
nes y melodías, de padres a hijos; pero, en reali- y las crónicas hispanas, la mujer estuvo siem-
dad,los aztecas y los mayas -<>, mejor dicho,sus pre suje ta al hombre, por medio de leyes y
descendientes- habitan actualmente en zonas costumbres ancestrales, que la sustraían a toda
donde se trocaron los papeles entre las dos iniciativa personal que no tuviera el hogar
culturas antagónicas: la hispana y la indígena; o como asiento.
en su inmediata proximidad. En los siglos XVI, XVII Y XVIII la mujer espa-
Si el hombre nativo de México se vio privado ñola tampocc pudo vanagloriarse del usufruc-
de su tradición musical, la mujer perdió para to de cierta independencia efectiva, como no
siempre el encanto de sus cantares y de sus fuera la que su astucia y sus mañas le propor-
danzas. Después de la Conquista, las que pudie- cionaban.
ron haber perecido, víctimas de la crueldad de Con igualdad de antigüedad, ambos atavis-
sus dioses, como holocausto a sus insaciables mos se enlazaron y se fortalecieron mutuamen-
apetitos de sangre humana, recobraron el dere- te, para producir un tipo femenino débil de
cho,a la vida. En este sentido les favoreció el inteligencia, a causa de la sujeción refinada.
nuevo estado de cosas. Pero no anticipemos los acontecimientos.
v. Epoca colonial
Imagen del Códice de llatelolco que muestra la sumisión tU los señores tU Mb:ico,
Tlatelolco, Tlacopan y Texccco al virrey Luis tU Velasco, ca 1562
estaba relacionado con cantares especfficos para Clandestinamente seguían los indios adoran-
cada uno de los doce meses del año-<:antares en do a sus dioses y efectuando algunos ritos, siem-
lengua náhuatl sobre melodías auténticas de los pre que les era posible,? hasta el extremo de
indígenas, transcntas por el franciscano y sobre introducir ciertas fórmulas en el ceremonial
las cuales nada sabemos a ciencia cierta, por católico, sin que los españoles se percatasen de
haberse perdido, quizás para siempre, esas anota- ello. Las mujeres danzaron, seguramente, en las
ciones.s Por otra parte, Alfredo Chavero asegura iglesias, según lo practican todavía, pero no ya
que un tal Hernández tuvo en sus manos "aque- "profesionalmente", como en su cercana anti-
llos cánticos que tradujeron los indios, desde los güedad. Cantarían en náhuatl y en castellano a
primeros tiempos en que aprendieron a escribir a los sustitutos de sus dioses antiguos, porque
nuestro modo".6 Por medio del único ejemplar aprendieron la doctrina cristiana, desde los co-
que existe en el mundo de la Psalmodia Cristiana mienzos de la Conquista.
es, hasta cierto punto, posible reproducir el es- Hablando de dicha doctrina, enseñada por
quema rítmico, de acuerdo con las mesuras mar- Fray Francisco Ximénez, dice Mendieta:
cadas por el franciscano, pero las melodías per- "Pasáronlo en canto llano mui gracioso para que
manecen en la oscuridad. los oyentes así lo tomaran de memoria".
parece era cosa que si se mira en ello es cosa de "Nunca quizá comprenderemos bastante-
refr, y fueron las damas que aquí nombraré que agrega O'Sullivan-cuán decisiva fue la aporta-
no hubo otras en todo el real ni en la Nueva ción de la mujer ... para el fenómeno de la
España; primeramente la vieja María de Estrada, transculturación de la vida española a las nuevas
que después casó con Pedro Sánchez Farfán y venas de la vida americana."
Francisca de Orgaz que casó con un hijodalgo Pero lo que a la escritora se le escapó (ue el
q uese decía Juan González de León; la Bermuda hecho de la idiosincrasia masculina hispana en
que casó con Olmos de Portillo, el de México; lo que atañe a la participación de la mujer en las
otra señora mujer del capitán Portillo que murió actividades públicas cívicas. Esta idiosincrasia
en los bergantines y esta, por estar viuda, no la transplantó también sus reales a la Nueva Espa-
sacaron a la fiesta, e una fulana Gómez mujer ña: la mujer para la casa, el lecho y la iglesia; el
que fue de Benito de Vergel y otra señora que se hombre para las armas y para las ambiciones.
decía la Bermuda y otra señora hermosa que Mas es verdad que la mujer -ahora, como en el
casó con un Hernán Marín que ya no se me pasado, abierta o solapadamente- ha sabido
acuerda el nombre de pila, que se vino a vivir a siempre imponer sus derechos de ser humano,
Guaxaca y otra vieja que se decía Isabel aunque no en todos los tiempos lo haya logrado.
Rodríguez, mujer que en aquella ocasión era de
un fulano de Guadalupey otra mujer algo ancia- Sor Juana Inés de la Cruz
na que se decía Mari Hernández, mujer que fue
de Juan de Cáceres el Rico, de otras ya no se me El milagro de Sor Juana sólose produjo una vez
acuerde que las hubiese en Nueva España." en la época colonial, gracias al genio excepcio-
Esto sucedía para celebrar la caída del Impe- nal con que la dotó la naturaleza. En ella el sexo
rio Azteca y la adjudicación de la vasta tierra fue superado por el enorme talento, hasta el
mexicana a la corona de Carlos V. extremo de imponerse este último ante sus con-
Ocho o nueve en total (pues la Bermuda está temp-oráneos masculinos, aunque haya encon-
mencionada dos veces) fueron las primeras trado en algunos de ellos enemigos y hostiliza-
mujeres hispanas que bailaron públicamente en dores.
tierras mexicanas. La música debe haber sido Si Sor Juana perteneció al mundo de la
provista por los pocos músicos que le quedaban literatura y la poesía, el de la música no le fue
a Cortés. Ortiz, el mejor de ellos, había ya tampoco extraño. Alfonso Reyes la clasifica de
muerto en un combate (los pobres filarmónicos música y poetisa. Aun cuando escribe villanci-
del conquistador tenían que ganarse el sustento cos -dice-, canta con voz de ángel.4
y la fama con las armas) . Su afán de conocimientos musicales, no co-
De Marina Vélez de Ortega nos informa munes, la lleva a efectuar ciertos experimentos
Nancy O'Sullivan haber sido la primera maestra de acústica, asf como a estudiar la obra de Pietro
hispana que enseñó en México. Y esto lo apren- C..erone5, músico napolitano (1566-1616) que de
dió del Diccionario de Conquistadores y Pobla- 1592 a 1608 sirvió a Felipe 11 en España.
dores de Nueva España de Don Francisco A. de Si Cerone tuvo el buen humor de decir que el
Icaza, quien, a su vez, lo encontró en textos tono de Do mayor había sido inventado por
originales, uno de los cuales reza así: Adán en el Paraíso, no puede considerársele,
"Marina Vélez de Ortega es vecina de la empero, más indigesto que todos los tratadistas
ciudad de los Angeles e hija legítima de Anton de su época, según afirma Adolfo Salazar.6
rruiz de Ortega y de Catalina Martín ... que es La obra de este teórico que llamó la atención
una de las primeras mujeres que binyeron a esta de Sor Juana fue El Melopea y el Maestro, publi-
Nueva España, e una de las primeras vezinas de cada en Nápoles el año de 1613, pero escrita en
la dicha ciudad de los Angeles, donde siempre
ha tenido su casa poblada con cinco doncellas
4. Reyes, Alfonso, "México en la Cultura", Las Letras
huérfanas, criándolas e yndustriándolas desde Patrias (Pub. de la SecretarIa de Educación. 1946,
niñas a su costa, entre las quales tiene una hija México).
legítima de Joan Gómez de Pañaparda, conquis- 5. Abreu Gómez, Ermilo, La Ruta tú Sor Juana
(O.A.P.P., 1938, México).
tador de esta Nueva España; y que todas son muy 6. Salazar, Adolfo, La Música tú España (Espasa Calpe,
pobres y ella con ellas, y padesce necesidad." Buenos Aires. 1953).
22 HeterofonÚJ
escritos e impresos examinados por él no había El último terceto de este soneto contiene
encontrado ninguna música de la monja todo un tratado de estética musical. Juana, im-
jerónima, ni de otros, escrita para los villancicos presionada por los logaritmos musicales de
tantas veces mencionados; sin embargo, Cerone, era, empero, una acendrada artista,
Stevenson 9 asegura que los deSan PedroNolasco para dej arse avasallar por ellos. Si su sen tido del
fueron cantados en la Catedral el31 de enero de oído debía colaborar estrechamente con la men-
1677, con música de José Agurto y Loaysa, te, para la comprensión de la secuencia armóni-
maestro de capilla de la propia Catedral. ca, no podía permitir que le nublara el solo del
Como quiera que sea, los villancicos de Sor arte puro al alma -receptora suprema, como
Juana, de los que publicó 15 colecciones, son de ella lo entendía, de las emociones estéticas.
un encanto singular. Rara vez los poetas han En lo referente a la música religiosa culta
sido sensitivos a la música, porque los buenos hubo gran actividad en la Nueva España, desde
versos la producen con el juego de las palabras y el último cuarto del siglo XVI, hasta la mitad del
el estro cadencioso de las rimas. Y esto les basta. XVII. Existe evidencia de que se escuchaban
Al abandonar las letras vende Juana de entonces corrientemente las misas de Palestrina,
Asbaje los cuatro mil volúmenes de su bibliote- Victoria, Morales y Guerrero y se importaban
ca, con objeto de dedicar su producto a carida- maestros de capilla de la calidad de Hernando
des. Y también se desprende de sus instrumen- Franco. 1I Fue en México el Siglo de Oro de la
tos musicales. 1O polifonía hispana y del canto llano tradicional,
He aquí el soneto apologético de un músico aclimatados ambos en estos dominas de la Ca-
que a ella impresionaba: rona.
La mujer asistía a los cultos religiosos y escu-
Dulce deidad del viento armoniosa chaba la bella música en las iglesias.
suspensión del sentido deseada
Pero al comenzar el relajamiento en todos
donde gustosamente aprisionada
se mira la atención más bulliciosa. los órdenes perdió ella hasta sus prerrogativas
de auditora.
Perdona a mi zampoña licenciosa
si al escuchar tu lira delicada
canta con ruda voz desentonada
prodigios de la tuya milagrosa.
I'/'J'{./I _,
..:;v/ltvu:¡c¿¡
~'/I 1,Ib ;7
a b. aL.//aa!1titnfp
J . I
-- I
Fue en este siglo cuando comenzó a enseñarse I
másica a la criolla, sobre todo si se le destinaba
a los conventos, para que el canto y los conoci-
mientos instrumentales suplieran a la requerida
dote, tratándose de jóvenes carentes de recur-
sos pecuniarios. y nosóloen la ciudad de Méxi-
co, sino también en la provincia.
La antigua Valladolid -hoy Morelia- po-
scfa un Conservatorio de Música destinado al
" .
género femenino púber: el Conservatorio de las
Rositas,! llamado así por llevar el nombre de
Colegio de Santa Rosa de Santa María.
El descubrimiento, por Miguel Bernal
Jiménez (compositor michoacano prematura-
mente desaparecido), de los archivos musicales
de ese plantel, fue de vital importancia para la
historia de la música de la época colonial a que ¡-
nos referimos.2 POrflld" deJa plUfltu.ra mQ/ULSaluz
Entre los documen tos en con trados por Bernal Dos licenciados gon'Ones (1719) th Morlltlll4.
B.J.]. para así lograr ser admitida a Religiosa cano aludido, las oberturas de Rodil y Sarrier
en algún Conbento he resuelto pasarla al Cole- ("autores hasta hoy totalmente desconocidos y
gio de Niñas de Santa Rosa María de esta que siguen rodeados del mismo velo de incógni-
ciudad, en donde, como hay escaleta de música tas, por lo que se refiere a su origen, a sus
diaria, podrá lograr ser instruida en poco tiem- actividades sociales y a la fecha exacta en que
po; por lo que suplico ..... , etc. Esta carta da ta de vivieron y murieron") parecen pequeñas sinfo-
1802. nías y recuerdan a Scarlatti y las primeras obras
El Conservatorio de las Rositas fue fundado sinfónicas de Haydn -como lo hace notar el
entre 1743 y 1746 y, aunque no se sabe a ciencia compositor michoacano.
cierta, creese que su clausura ocurriría entre los Las dos sonatas para guitarra fueron
años de 1857 y 1882. transcritas para piano por el propio Bernal
Los datos anteriores y la superabundancia de Jiménez. Son obritas que hacen también pensar
música encontrada por el investigador, confir- en los vihuelitas españoles antiguos, pero sus
maron a éste en la creencia de que la instrucción autores se mantuvieron en el anonimato.
musical allí habida debe considerarse importan- La Cantada de Noche Buena -anónima-
te; pero, respecto a la existencia de algún pro- ofrece un tema de bella factura. "Los efectos
ducto brillante del plantel, se carece de pruebas. corales de los Oratorios de Bach y Haendel-
Sabemos, sí, que las rositas estudiaban sol- dice B.1.- y el sabor de los cantos españoles
feo, canto coral religioso y profano, violín, arpa antiguos se gozan plenamente en este trabajo".
(y quizá clavicordio); pero nada más. Los dos villancicos de Francisco Moratilla
Lo que sí podemos asegurar, de acuerdo con (autor igualmente desconocido) son un par de
la carta de don Manuel Márquez de Trujillo y magníficos ejemplares desu género. El primero
otros documentos, es que, durante esa época -Dos Licenciados Gorrones (Domine Lucas y
colonial, las aspirantes a monjas debían llevar Domine Petrus)- está escrito en un estilo
en sus bagajes algunos conocimientos musica- contrapuntístico acabado. Ha Negliyo es, al con-
les, siempre que no les fuera posible aportar la trario, de sabor popular.
requerida dote. Bernal Jiménez transcribió íntegramente la
Entre las obras del archivo musical, transcritas graciosísima letra de este villancico, de la cual
a notación moderna por el compositor michoa- entresacamos tres coplas:
La mujer mexicana en la música 27
A principios del siglo XVIII el primer teatro las cantarinas los cUIltros,2 por ser difícil y
que hubo en México estaba anexo al Hospital prolijo encajar cuatro voces a la memoria de
Real. Los frailes hipólitos 10 regenteaban para quienes no tienen talento para discernir lo que
provecho de la institución. aunque con repug- hacen y aun para las arias y piezas sueltas hágase
nancia de verse obligados a tratar con cómicos lo mismo. cuidando que las cantarinas no se
de la legua. que les causaban trastornos e inco- enronquezcan. como ha sucedido y hay de ello
modidades sin cuento. En 1707 traspasaron sus experiencia."
derechos de contratistas a Felipe Fernández de Conforme avanzaba el siglo. la decadencia se
Santillana. quien supo sortear las dificultades de agudizaba en la Península. con las consiguientes
los actores hasta 1722. añoen quese incendió el y forzosas repercusiones al otro lado del oreano.
teatro Gustamente el día que debía presentarse Cuando a fines del XVIII se organizaron en
la comedia Aquífue Troya) .! España compañías hispanas de ópera italiana. 3
Volvióse a levantar el local sobre sus propias en virtud de un decreto real. fue enviado a
ruinas. pero no permaneció activo más que tres México un cuadro artfstico. en el que figuraban.
años escasos. cuando. habiéndose decretado la principalmente. María de los Dolores Munguía
construcción de un coliseo en el Callejón de y María Argüello. Este cuadro llegó a la Capital
Espíritu Santo (el Coliseo Viejo). comenzaron de la Nueva España en 1803 y montó en el
los comediantes a actuar en el nuevo teatro. Coliseo Nuevo el 25 de octubre del propio año
A la llegada del Virrey de Revillagigedo Fanatico Burlato. de Cimarosa. primera ópera
decretó éste la edificación de un teatro mejor representada en el país. como El Filósofo Bur-
acondicionado. En 1753 se estrenó el Coliseo lado -traducción libre impuesta por la censu-
Nuevo. Ya para entonces figuraban en las listas ra.4 Esto era 10 más serio que se le ofrecía a un
de pago algunas cantarinas y bailarinas. pero la público aclimatado en zarzuelas. follas. tona-
mayoría de estos elementos femeninos venían a dillas. seguidillas. etc.; y que. seguramente. pre-
México importados de la Península. fería cantadoras y bailari:las. como Loreto
Era época de gran decadencia del teatro. Los Rendón. Josefa Martínez. María Prieto y. sobre
bailes y canciones incluidos en las mediocrísimas todo. la favorita Gata.
comedias y dramas insulsos se reducían a En las costas mexicanas las mezclas de ne-
seguidillas. coplas y similares. gros y mestizos comenzaron a producir un
A mediados del siglo figuraba una Felipa folklore musical pintoresco; mientras que en el
Mercado (alias La Gata). con un sueldo de altiplano se amestizaron el romance español.
$1.100 por temporada.
Al ocupar el Conde de Gálvez el Virreinato 2. Mendoza, Vicente T., "Música en el Coliseo de Méxi-
de la Nueva España. tuvo a bien dar un gran co", Nuestra Música, Año VII, Núm. 26, 2° Tri mestre,
1952, México, D.F. Del cualrO (cuatro de empezar),
impulso al teatro. El siguiente decreto. puesto dice el autor: (era) " ...cantado sólo por mujeres. A la
en vigor entonces. da una idea del grado de mitad de la comedia, en el segundo intermedio, la
atraso musical de aquellas cantantes: tonadilla consistra en coplas sueltas de cuatro versos.
sin sistema ni conexión, pero alegres o con agudeza y
"A los maestros de Escoleta no se les dará garbo. La graciosa cantaba la primera copla; las demás
menos del término de quince días para poner a lo hadan alternativamente, y por último cantaban
todas juntas."
3. Romero, Jesús C. Dr., "La Primera Opera cantada en
1. Olavarrra y Ferrari, Enrique, /lis/oria del Tea/ro en México". Carne/ Musical, Abril de 1954, México, D.F.
México (Ed. Cultura, México, 1934). 4. Romero, Jesús, ibid.
La mujer mexicana en la música 29
-.
convertido en corrido y los bailes populares de Las mujeres del pueblo tomaban parte en
la península hispana: las seguidillas hicieron su cantos y bailes del tipo aludido; pero en las
agosto desde que llegaron a tierras mexicanas, tradicionales fiestas de los nativos, los muy an-
adquiriendo modalidades propias de la nueva tiguos mitotes fueron sustituidos por las híbridas
tierra. Vicente T. M"ndoza las ha encontrado, danzas de Moros y Cristianos, Matachines, etc.,
cantadas por mujeres del campo de innumera- bailadas exclusivamente por hombres nativos,
bles regiones del país.5 El famoso Cielito Lindo e n un mundo totalmente apartado del de los
es muestra típica de esta clase de folklore impor- criollos y mestizos.
tado y aclimatado aquí.
Angela Peralta
con voz insinuante... La señorita Peralta es ame- "En ese Dla de Reyes, la Compañía de Opera
ricana [sic], pero podría enseñar el modo de de Angela Peralta llevó a la escena I Puritani, en
pronunciar a muchas de nuestras artistas. De- la función de beneficio de la diva mexicana; a
mostró poseer una sensibilidad exquisita y una solicitud de un grupo de jóvenes veracruzanos,
inteligencia verdaderamente soberana." los ingresos de la función se destinarían al fo-
De allí en adelante había de obtener la sopra- mento de la guerra contra el invasor en el estado
no una cadena de triunfos, eslabonada en de Veracruz. Al llegar al Dúo de las Banderas,la
Piacenza, Alejandría, Egipto, Lizinia, Reggio, Peralta arrebató de las manos de la artista que la
Pisa, Cremo na, Lisboa, Bolonia (donde cantó I acompañaba, la bandera nacional que al efecto
Puritani con el tenor Salvi, mereciendo el nom- se la había colocado en el proscenio y la tremoló
bramiento de miembro de la Sociedad Filarmó- cantando ardientemente la frase grilando liber-
nica de aquella ciudad). la . El público se emocionó intensamente y al-
Mientras tanto, Anibale Bianchi organizaba guien de la galería gritó: ¡Abajo el Imperiol,
en México una compañía de ópera, Cún un elenco ¡Viva Juárez! ¡Viva la República! La autoridad
predominantemente italiano. Al informarse de imperial quiso suspender la función, sin darse
los éxitos de la Peralta, le envió un contrato que cuenta de que aquélla había concluido. La Peralta
ésta aceptó. fue entonces escoltada por el público hasta su
Era el año de 1861. Maximiliano se había ya alojamiento en el Hotel Diligencias, lanzando
enamorado de la nación que gobernaría a des- vivas a la República y a México."
pecho desus pobladores. México poseíasu corte Al cabo de dos giras por varias ciudades del
imperial y el fasto de ésta armonizaba perfecta- país, preparó la Peralta un nuevo viaje por el
mente mal con la incuria de la plebe y los indíge- extranjero. Cantóen La Habana, donde no toda
nas. El momento histórico puso un tinte de la prensa le fue favorable y luego en Nueva
apoteosis a la entrada de Angela Peralta a la York. De allí partió para Italia (1867) y dos años
capital de su patria: el pueblo aprovechaba la después se dirigió a Barcelona ya Madrid, para
ocasión para agasajar exuberantemente a una actuar ante el público de la capital española,
compatriota, no sólo por sus méritos intrínse- siempre entusiasta a su respecto.
cos, sino a guisa de protesta por la intrusión El 28 de abril de 1871 regresó la artista nue-
extranjera. vamente a México, ya liberado de la intrusión
Debutó la cantante con el papel de Amina de extranjera. Esta vez volvió a ser objeto de una
la Norma, conquistando plenamente a sus com- recepción fastuosa y carente de cualquier otro
patriotas, como había subyugado a públicos ex- motivo oportunístico.
tranjeros. Cantó después en Lucia de Lammer- EI6 de mayo del propio año inició su compa-
moor, El Barbero de Sevilla y Los Puritanos, con ñía una temporada de óperas, con la Sonámbula
igual éxito. de BellinL
El Zl de enero estrenó la lldegonda del com- Desde 1866 había contraído matrimonio con
positor mexicano Melesio Morales, para cuya su primo Eugenio Castera -unión poco feliz,
escenificación había contribuido el Emperador debido a la incompatibilidad de caracteres. Al
con fondos pecuniarios. cabo de diez años de vida conyugal, la precaria
El más tarde infortunado monarca le otorgó salud del señor Castera obligó a su esposa a
entonces el título de Cantarina de Cámara y le recluirlo en un sanatorio de París, ciudad a
obsequió un aderezo de diamantes. El liberal donde le llevó en afectuosa solicitud, en busca
Don Ignacio Manuel Altamirano protestó por de alivio para el compañero. Al mejorar éste
la aceptación del donativo, que consideró un regresaron ambos a México el año de 1877, pero
desdoro de las preseas artísticas de la diva. 6 el marido de la diva había defal\ecer a principios
Pero la Peralta demostró más tarde un ardo- de octubre del propio año.
roso pa triotismo. El Dr. Romero describe, como El principal motivo del segundo retorno a la
sigue, lo sucedido en Veracruz el6 de enero de patria fue una temporada de ópera con el tenor
1867, durante una función de la Compañía de Enrique Tamberlick, en cuya compañía había
Opera de la cantante. de obtener resonantes triunfos, así como en
conciertos organizados a beneficio de ambos
6. Ibid. artistas. Las cuatro series colmaron el cupo del
La mujer mexicana en la música 33
Como se dijo previamente, el moreliano don Dolores Couto, Concepción Ruiz, María Ocádiz,
Mariano Elfzaga había fundado en 1825 una Luz Reinoso, Guadalupe Alvarado y María
Sociedad Filarmónica, por impulsos de don An- Herrera.
tonio GÓmez. Ésta inició sus actividades con un En una reseña presentada por Melesio Mo-
concierto, en el que desempeñó connotado pa- rales en 1906 menciona también a Soledad
pel una señorita Bonilla, cantante. Al año si- Goyzueta,3 Refugio Torres Aranda, Concep-
guiente se efectuó un nuevo concierto en el ción Sauri de Rubio (La ehonita Sauri, violinis-
Sagrario Metropolitano, con actuación de la ta yucateca), Susana Suárez, María Solórzanoy
señorita Zepeda, como pianista (por aquel en- Rosa María Herrera; así como a María Vergara
tonces el piano era de uso corriente en las igle- entre los estudiantes de composición.
sias); pero ni éstas, ni ninguna otra de lascantan- Tras tan extensa lista cabe preguntar: ¿cuál
tes, arpistas, pianistas, que aparecen en los Dia- de todas estas mujeres amerita menciones bio-
rios Oficiales de la época lograron notoriedad gráficas extensas en la historia de la música en
valedera. Si las nombramos aquí sólo se debe a México? Tal parece como si sólo el canto debie-
su condición de primeras mujeres activas en ra seguir produciendo lumbreras, a 10 que con-
conciertos públicos. tribuía la naturaleza, con el don de la voz; así
Muerta la Segunda Sociedad Filarmónica, como la falta de obligación de profundizar los
surgió una Tercera, sin conexión alguna con la estudios musicales requeridos por el dominio
anterior. Ello de julio de 1866 fue organizado en perfecto de cualquier instrumento de concierto,
el seno de esta Sociedad el Conservatorio Na- o la creación musical, sobre todo.
cional de Música, con el presbítero don Agustín Por otra parte era costumbre que la mujer
Caballero como primer Director.! mexicana, al casarse, abandonara cualquier otra
Aparte de cabeza del plantel, Caballero asu- actividad que no fuera la propia del hogar.
mió obligaciones de docencia. Distinguiéronse
entre sus alumnas la mencionada Jesús Zepeda, Primera Academia de Música para señoritas
Luz Mosqueira, Guadalupe Espejo y Felícitas
González. Don Miguel Azcárate, gobernador del Distrito
Pero la primera generación del Conservato- Federal en 1858 y presidente de la Compañía
rio Nacional de Música no produjo ninguna Lancasteriana, estableció en un local de este
verdadera lumbrera femenina. 2 negocio comercial una Academia de Dibujo y
Más tarde pasaron por la clase de Melesio Música para niñas pobres. Dicho local se halla-
Morales numerosas estudiantes, entre las que ba situado en el Callejón de Bethlemitas.
sólo parecen haberse graduado Delfina Mancera, El propio añose implantóen la nueva escuela
una clase de música.
lo Romero, Dr. Jes6s c., "El Nonagésimo Aniversario La institución docente estaba dirigida por
del Conservatorio Nacional", CfUnet Musical, 1956, Luz Oropeza, más adelante secundada por Julia
México. "Me cupo el honor de haber sido yo quien
fijase el dra 10 de julio de 1866, como la recha de su
fundación" . 3. En las Efemérides Ilustradas del Archivo Casasola,
2. Galindo, Dr. Miguel, ibid. " ... desde la primera década correspondientes a 1900, se lee, con motivo del
del siglo,los Paulret: Andrés y su esposa Marra Rubio estreno de la ópera Atzimba, de Ricardo Castro:
de Pautret habran establecido una Academia de M6- "La tiple Soledad Goyzuela, en el papel de Atzimba,
sica, cuyo principal producto rue la cantante y bailari- tierna y semisalvaje, hace encomiables esfuerzos
na Soledad Cordero". por sobresalir".
La mujer mexicana en ta música 35
Fanny Anitúa
manecer tres en su patria. El entonces Ministro María Garcfa Genda era, en vida de Mene-
de Educación Pública,José Vasconcelos, lecon- ses, una de sus discípulas más brillantes y acti-
firió el título de Directora Honoraria del Con- vas. Llegó a actuar como solista de la Orquesta
servatorio. Sinfónica que dirigía su maestro.
El 1924 organizó un cuadro de ópera que Belén Pérez Gavilán, al terminar su carrera
l1evó en gira pe·r varias ciudades de la Re- estableció una Academia con Dolores Pellicer,
pública. que ha producido frutos estimables, por medio
Ese mismo año, un nuevo viaje a Italia le del método Breithaupt, estudiado posterior-
proporciona triunfos adicionales. Toma parte mente por ambas.
allá en el estreno italiano de la Misa Solemne de Artemisa Elizondo, primera mujer mexica-
Beethoven, bajo la dirección de Molinari (1925). na del campo de la música, que se aventurara
Antes había obtenido destacadísimo éxito con sola y sin suficientes recursos económicos, para
el Orfeo de Gluck, bajo la dirección de Toscanini luchar a brazo partido en Europa. Estudió en
(La Scala). París, con Isador Philipp y Robert Schmidts y
Las óperas que le dieron mayor renombre a más tarde se transladó a los Estados Unidos,
Fanny Anitúa no entran todas dentro del reper- con objeto de proseguir su carrera bajo la
torio italiano. Su imponente y bel1a figura de dirección de Tilo Becker. Se distinguió como
mujer, unida al cálido timbre de su voz y a su ejecutante de música de cámara.
legítima prestancia escénica, hicieron de el1a Ana María Silva hizo del arte del acompaña-
una Erda acendrada. Ortruda y Bragania la miento su carrera final.
encontraron idónea (Oro del Rin, Lohengrin, Otras alumnas connotadas de Meneses fue-
Las Walkirias) . En los papeles de Adalgisa (Nor- ron Otilia Ayala, Concepción Rodríguez del
ma), Ulrica (Un Baile de Máscaras) y Azucena Campo, Carmen Munguía y Alba Herrera y
(El Trovador) diffcilmente encontraría rivales. Ogazón.
Hasta la época comprendida en
este trabajo Fanny Anitúa continua-
. . . . . 1:=, • •
ba en actividad, impartiendo sus co-
nocimientos y dando ejemplo de
energía y dinamismo personal en
conciertos y más tarde como miem-
bro del Seminario de Cultura, de
México, del que es miembro distin-
guido.
Consuelo Escobar
María Romero
Angélica Morales
Esperanza Cruz
Manuel M. Ponce, de quien fue una de las Carmen Azuela, maestra de la Facultad de
disdpulas preferidas. Música de la Universidad y solista, en repetidas
A los 15 años recibió el tftulo de maestro y ocasiones, de la Orquesta Sinfónica de la propia
ofreció varios recitales. Nuevamente intervino Universidad.
en su carrera el gobierno de Veracruz, envián- Consuelo Villa Ión, muy activa concertista de
dola, esta vez, a Europa. la época estudiada.
Pero antes de marcharse, acompañada por su En la misma escuela llegaron a destacarse
madre, habfa cultivado la música de cámara Elena Tejeda, Esperanza González, Isabel
desde muy temprana edad. Con dos de las jóve- Ocho a, Marfa Luisa Kruger, Margarita Maynez,
nes Andrade formó un trfo femenino y actuó Carmen Lechuga, Luz Hernández Nieto, etc.
ella misma entre los violines segundos de la Entre las disdpulas de Pedro Luis Ogazón,
orquesta Haydn-Beethoven, ya que también que figuraron hasta la tercera década del pre-
habfa conocido el instrumento de cuerda. sente siglo (aparte de las ya mencionadas), se
En ParTs, a donde se dirigió primeramente, encuentran:
estudió con Isador Philipp y al cabo de algún Leonor Boesch de Dfez Barroso, originaria
tiempo regresó a México, para demostrar sus de Monterrey, quien terminó sus estudios en
grandes adelantos. Nuevamente becada, partió 1912 y obtuvo más tarde certificado de profeso-
por segunda vez, rumbo a Berlfn entonces. En la ra y concertista de la Academia Virgil, de Nueva
capital de Alemania recibió las enseñanzas de York.
Egon Petri y Alejandro Borowsky. Ofreció numerosos recitales en tiempos pa-
Como solista de orquestas sinfónicas sados y actuó como solista de la Orquesta
mexicanas ha actuado frecuentemente. Sinfónica de México y como ejecutante de mú-
Esperanza Cruz es uno de los más grandes sica de cámara. Es autora de unas Evocaciones,
talentos pianfsticos de su generación; pero ha- para orquesta de cámara y Estampas, dirigidas
llándose excelentemente dotada para las tareas por Revueltas.
magisteriales, ha sacrificado en aras de ésta, Otilia de Chávez, esposa de Carlos Chávez y
parte de su carrera de recitalista militante. maestra de piano en el Conservatorio.
De la escuela de Moctezuma salieron tam- Fanny S. de Rodrfguez Vizcarra, activa maes-
bién Ángela Tercero de Andrade, distinguida tra de piano.
en el campo del acompañamiento. Marfa Dolores y Ana Marfa Vázquez, quie-
nes durante largos años mantuvieron una Aca-
demia de Piano con resultados plausibles.
Y Marra de la Luz Mon tes de Oca, la señorita
Esnaurrfzar, Rosa Filatti, Concha y Amelia
González Salas, Virginia Ariza, Elena I31ázquez,
Angela Belanzos, Carmen Madas, Sara Ortiz,
Carmen y Luda Rebollo, Luz Plata, Graciela
Vázquez, etcétera.
Celia Treviiío
brillantes actuaciones; pero apenas cruzados los Tras una época de sufrimientos pecuniarios
linderos de la juventud, el destino le deparó una regresó a México, para mostrar los frutos de su
vida nómada (u ...como si tuviéramos oculta en viaje.
el pecho una ala de golondrina que nos impulsa- En la década de los treinta anduvo por los
ra a emigrar" --escribió en su autobiograHa-), Estados Unidos. José Iturbi comenzaba a ad-
que se prolongó en perjuicio de los estudios quirir fama allá, como director de orquesta.
intensos e ininterrumpidos, exigidos por la ca- Contratado por la Sinfónica de Filadelfia, pidió
rrera del concertismo serio. a Josefina Aguilar que interpretara las cancio-
En los últimos tiempos la afición poética y nes de El Amor Brujo, de Manuel de Falla,
literaria de la violinista le ha señalado nuevos evento presenciado por la autora de este traba-
derroteros. Acaba de publicar sus memorias, jo, que puede testimoniar, así, el éxito alcanzado
tituladas: Mi Atormentada Vida (Ed. Jus, Méxi- por la artista en aquella ocasión.
co, 1957) en las que se revela escritora imagina- Como consecuencia, obtuvo otra actuación
tiva y valiosa. Esta obra fue precedida de dos similar en Nueva York, bajo la dirección de
libros de poesías. Toscanini, con parecido entusiasmo del audi-
torio.
Josefina Agui/ar Tras nueva estancia en su patria, se transla-
dó a Buenos Aires, donde permaneció algunos
Notable con tral too Nació en Morelia, Michoacán. años, cantando en estaciones de radio y ofre-
Debido a su talento precoz la transladaron sus ciendo conciertos. Concció allí a Manuel de
padres a la ciudad de México y su Conservato- Falla, con quien repasó personalmente las can-
rio, donde efectuó estudios de canto y materias ciones de El Amor Brujo, que cantó a satisfac-
suplementarias, teniendo como principal maes- ción del autor.
tra del arte vocal a Sara Moreno.
Terminados sus estudios, tuvo empeño de Academia Anton Rubinstein
perfeccionarse en Italia, a donde se dirigió por
su propia cuenta y sin suficientes recursos eco- De la Academia Anton Rubinstein, dirigida por
nómicos. los pianistas Salvador Ordóñez Ochoa y Vilma
En Roma, se impuso la belleza de su voz y su Erenyi,salió una pléyade de pianistas, que,como
gran temperamento artístico, hecho que encon- otras, ha ido esfumándose en el olvido: Coti
tró repercusión en varias ciudades italianas. Corredo Quijano, Blanca Alicia Villaseñor,
Josefina Aguilar con Manuel de Falla y el compositor argentino Juan José Castro
La mujer mexicana en la música 47
Guadalupe Barajas, Anita Otero, OIga Flores esposo, el historiador Gabriel Saldívar), Cristi-
Rivas, María Luisa Terrazas Garcés, Elena na Lome\{, Zoila Vadillo, Carolina Romero,
Sánchez Acuña, Concepción Garza Lozano, Luz Alva Loria (yuca teca) , Stella, Ángela y
Elena Talamás, Sara Aguilar, y María Luisa Lucía Schega, Brunhilda von Kitlitz, etcétera.
Sandoval Legorreta, quien estrenó en M6xico el En tiempos posteriores, la autora ha tenido
Concierto en Sol mayor de Ravel, al mismo oportunidad de comprobar personalmente los
tiempo que se estrenaba en París. frutos producidos por las labores de estas abne-
Aurelia Sánchez Meza, una promesa real. gadas maestras, cuyas recompensas son con fre-
Después de graduarse estudió en París con cuencia ingratas.
Cortot y Wanda Landowska.
Gruña Gankin, quien partió para Rusia y Extranjeras residentes
obtuvo un Primer Premio en el Conservatorio
de Moscll. Entre las mujeres extranjeras, radicadas en
Guillermina Ramírez y Anita Otero, espe- México, que se distinguieron en la rama musical
cializadas en la enseñanza. del concertismo y la enseñanza, figuraron pro-
Todas estas pianistas ofrecieron primeras minentemente Vilma Erenyi, Tula Mayer (vio-
audiciones mexicanas de una porción de obras linista), Paula Bach Conrad (pianista, violinista
de Béla Bartók, Joseph Slavenski, Dohnanyi, y directora de coros), Dora T . de Bach (sopra-
Kodaly, Prokofieff, Alban Berg, Schoenberg, no), Margarita Hertzig (pianista), María Luisa
Herman Reuter, Poulenc, Honegger, Ernesto Krueger (pianista), Renée Schweinfurth (mezzo-
Halffter, Janacek, Félix Petirek, Villa-Lobos, soprano), Genoveva B. de Schaeffer (pianista),
etcétera. Josefina Schreurs (violinista), Tamara Heilig-
¿Dónde está la mayoría de ellas? Tal parece mann (pianista). La mayor parte de éstas actua-
como si la tierra se las hubiera tragado, después ron con la Asociación Alemana de Música, fun-
de haber desempeñado un papel tan brillante, dada ~n 1925 y activa durante 14 años.
tomando parte en ciclos de conciertos impor-
tantísimos, puesto que se trataba de dar a cono- Vilma Erenyi
cer en México la música pianística contemporá-
nea-tarea que los directores de la academia se Pianista hllngara. Estudió en el Conservatorio
echaron a cuestas durante una década, com- de Leipzig, Alemania, con Taschmueller. Ape-
prendida entre 1925 y 1935, con éxito inusitado. nas graduada contrajo matrimonio con el pia-
nista mexicano Salvador Ordóñez Ochoa. Am-
Las anónimas bos se establecieron en México desde 1925. De
paso por San Francisco, California, ejecutó ella
El Instituto Nacional de Bellas Artes ha produ- en el Hollywood Bowl el Concierto No. 2 de
cido cantidades de trabajadoras que yo llamaría Tchaikowsky, bajo la dirección de Alfred Herz.
sociales, porque desarrollan labores en el medio En la capital de la República actuó repetidas
popular de las escuelas oficiales. veces como solista de la Orquesta Sinfónica de
El bien derivado de la institución de orfeones; México, bajo la dirección de Carlos Chávez.
de la enseñanza elemental de la música; del Ofreció numerosos recitales en la propia ciudad
adiestramiento en el canto coral colectivo; de la y fue coordinadora de la Academia Anton
divulgación de la buena música, etc., es de tras- Rubinstein antes mencionada. Se le debieron
cendental significado. un gran número de primeras audiciones de obras
Las mujeres que trabajan allf en el anonimato, contemporáneas de gran importancia.
han desarrollado sus labores en el transcurso de
largos años, logrando niveles de eficiencia ver- Ballel
daderamente ejemplares. Hasta los Ifmites de
este trabajo se habían distinguido Esperanza Puesto que en todo ballet -clásico o moder-
Alareón (redactora de la Revista Musical Mexi- no-- entra la música como factor importantísi-
cana durante los cortos años de existencia de mo; o, por lo menos, el ritmo, que es parte
ésta) Concepción Tercero, Elisa Hernández integral de aquélla, deberíamos incluirlo aquí.
Garmendia, Elisa Osorio (colaboradora de su Tanto más cuanto que los comienzos musicales
48 1/elero¡onÚJ
Editoras de música que publican las obras de a la mujer, los últimos 20 años han ido desbro-
los compositores masculinos, descartan casi zándóle la mala yerba, pero necesitaremos aún
consuetudinariamente las de las mujeres, sin otros muchos para la limpieza total del campo.
otra explicación que la acostumbrada de "la Hasta entonces se podrá ver si la mujer mexica-
mujer no sirve como compositora" (una especie na es capaz de competir con sus colegas del sexo
de veredicto inquisitorial, sin el beneficio, si- opuesto, en todas las ramas, como 10 efectúa en
quiera, de la inquisición). los actuales momentos, amplia y brillantemen-
En la época actual de discos y radio, la com- te, en terrenos de la poesía.
petencia entre hombres y mujeres es encarniza- Hasta ahora la mujer mexicana -salvo
da. En México se percibe ya el fenómeno, para raras excepciones- "no ha demostrado
bien dela comunidad musical. Sólo es de desearse aptitud para compaginar una vocación
fervientemente que un gran número de mujeres musical artística y un compromiso conyu-
adquieran la enorme voluntad que req uiere una gal", según 10 ha observado con aguda vi-
carrera musical que merezca a título propio el sión un conocido musicólogo.
derecho de llamarse tal. Probablemente habré incurrido en algunas
Aquí es imprescindible considerar los facto- omisiones -no voluntarias-como suele acon-
res del atavismo peculiar de las dos razas que tecer en esta clase de trabajos. En tal caso,
forman nuestra nacionalidad. Referentemente discúlpeseme la falta.
XII. Omisiones*
Estuvo 15 años en Nueva York. Fue acompa- nían de Europa iban a ver a Ponce; siempre les
liante de Martha Graham para ir a las universi- gustaba mucho ir a contarle sus impresiones.
dades a dar conferencias-ballet. Allá tuvo opor- Entonces me dijo: "Oye, yo voy contigo." Y
tunidad de casarse con un mexicano,locual fue en tonces vimos agonizar y morir al maestro. Ahí
un fracaso, pero siguió adelante, no le importó. nos pasamos la noche yen la mañana siguiente
Vino a México durante el periodo de la 11 nos fuimos a ver a [Ignacio) Asllnsolo el escul-
Guerra. Al llegar, tuvo acceso a Novedades tor, para que le tomara una mascarilla al maes-
porque el maestro Adolfo Sal azar le dejó su tro. Así se hizo. El maestro duró tres días parasu
columna, y Sandi también le dio una comisión entierro, porque quiso el maestro [Carlos)
en Mllsica. Chávez que se hiciera el lunes para que todas las
Con el afán enorme de saber, de aprender, de escuelas de música asistieran al entierro del
ver qué encontraba sobre mllsica (porque te voy maestro. Desde entonces comenzó la amistad
a decir que más que nada su vocación era terri- con Esperanza.
ble, la vocación la señalaría porque la mllsica Al fundarse la [Asociación Manuel M.) Ponce
apasionaba a Esperanza en un grado superlati- yo la invité a ser socia. El primer presidente fue
vo), se Cue al Instituto Francés. Ahí presentó un el maestro [Jesús) Estrada. El segundo fue
exan1l'n y la señora Chenier la becó a París. Esperancita. Pero como ella siempre estaba tan
Después regresó a México y con ese mismo aCán ocupada no podía realmente atender aquello.
se fue entonces a Viena, porque un chileno muy Sin embargo, me enseñó muchas cosas. Yo no
amigo de ella, que era Tapia Caballero, un sabía cómo se formaba un programa y lo que no
pianista que había estudiado en Austria, la ani- sabía tampoco era cómo se corregía en la im-
mó mucho para que se fuera a Viena. Yo pre- prenta. Luego también, como no teníamos em-
gunté: "¿ Con quién estudiaste en Viena?" "Con pleada, nos fbamos a la oficina de la Asociación
Tapia Caballero", me dijo ... Pero aprendió el y me enseñó a archivar. Yo no sabía archivar
alemán. tampoco. Yo no sabía nada de oficina, yo estaba
Antes de volver a México se fue a España. dedicada a la cosa de la música en mis empleos
En Sevilla, tenía interés de revisar, en el Archi- de acompañante.
vo de Indias, las Cartas de Relación de Hernán Llegan los cuatro años de la muerte de Ponce.
Cortés y ver si hablaban algo sobre mllsica. En A Esperanza Pulido, que era la gerente de la
Madrid se estuvo un poco de tiempoduranteel Orquesta Sinfónica de Xalapa --<:uya presiden-
cual también hizo investigaciones [musicales) ta patrocinadora era la esposa del presidente
porque iera una sed de investigar, la de Espe- Alemán, de modo que Esperanza tenía mucho
ranza!. .. contacto con los Pinos a donde iba diariamen-
Cuando regresó a México no éramos amigas te-, se le ocurrió que podíamos gestionar el
todavía. Mientras vivió en Nueva York, venía traslado del maestro a la Rotonda [de los Hom-
cada año a dar un concierto en la sala de concier- bres Ilustres). Esperanza hizo todo. Me dijo:
tos de Gomezanda, que era muy bonita, muy "Vas a firmar estos papeles para que el presi-
elegante. Por su hermana -que era educadora dente Alemán dé la orden." Todo eso se hizo
en un jardín de niños donde yo tenía uno de mis en la Presidencia independientemente de Be-
nombramientos- yo acudí a los conciertos que llas Artes.
daba con Gomezanda. Era muy menudita ella, y Al fin se logró. Días antes de la ceremonia,
a mí me parecía estupendo todo lo que hacía, llegó el momento en que debían transladarse los
pero hasta ahí nomás, ni siquiera hablábamos. restos, para ponerlos donde el maestro dijo
Vuelve Esperanza a México, y precisamente siempre que quería estar, junto a [Luis G.)
el día que murió [Manuel M.) Ponce, Cierna le Urbina, que eran muy amigos. Había ahí un
avisó a mi mamá que el maestro estaba en pasillo, pero se logró que ese pasillo fuera la
agonía, que me fuera para allá. Yo pedí permiso tumba de Ponce. Pero antes se tenía que dar fe
al Conservatorio de no trabajar en la tarde y se y abrir el ataód de Ponce, cosa que yo me negué
me ocurrió hablarle a Esperanza y le dije: "Es- a hacer porque soy una gente muy nerviosa, y le
peranza, fyate que está el maestro Ponce agoni- dije: No, Esperanza, yo no voy a ir ahí. Dijo:
zando. Tll que has querido verlo, no has podido Pues yosívoy. Y fue. Luego me dijo: "El maes-
entrevistarlo." Porque todas las gentes que ve- tro estaba intacto, nada más que negro, negro."
54 HtleroforIÍJJ
y dio fe Esperanza de toda esa ceremonia, allá, día, porque mira que fulano es así. Le seguía
en registros y todo. Todo lo hizo Esperancita. diciendo: "Sí, pero tú eres muy ingenua." Y de
Fue muy valiente. veras que en ese sentido era sumamente inge-
Ya después se hizo la ceremonia que resultó nua. Su carácter, por otro lado, era muy alegre.
muy brillante. Esperancita estaba de viaje en Se apasionaba inmediatamente por todas las
alguna parte, y como siempre era muy nerviosa cosas buenas que le podían llegar, como en el
en todo, pues resulta que (es una anécdota, caso de alumnos inteligentes a los que ayudaba
¿no?) llegó a la ceremonia con un zapato blan- hasta más no poder -óyelo--, terriblemente.
co y uno negro. No le dio tiempo de ponerse el Ella ayudó muchísimo a José Antonio A1caraz,
zapato del mismo color y así salió en El Univer- ayudó también a Carlos Barajas, ayudó también
sal Gráfico: la presidenta de la Asociación a ... bueno ... alumnos que tú no has de haber
Manuel M. Ponce, Esperancita Pulido, conocido, alumnos que tuvo Ponce temporal-
en la ceremonia, ¡con un pie blanco y un pie mente.
negro! Con el afán de independizarse, Esperanza
Pues sí, era así, alocada en sus cosas, además siempre tuvo un estudio aparte. Ese estudio le
muy apasionada. A Esperanza con mucha faci- costaba, pero ella era muy feliz porque ahí tenía
lidad cualquier persona podía sugestionarla, fí- toda su biblioteca, tenía todas sus cosas y era
jate, cosa que no suele suceder con gentes de independiente, porque su familia era ... bueno ...
mucho talento ya que generalmente lo piensan muy religiosa. Eso le hizo ser a Esperanza com-
un poco, ¿verdad? Pero ella no, apasionada- pletamente al revés. Esperanza no era una cre-
mente lo hacía todo. Le decía a Esperanza: yente. "Yo creo en el trabajo. Nada más." Eso
"No te vayas a meter en un lío." " No," respon- siempre me lo dijo Esperanza.
Música
Scherzino
Para piano
Esperanza Pulido
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Documentos
De la libreta de la familia Pulido Silva*
cal de la autora de este libro es su posición ético- que he intentado precisar !fneas arriba y que al
estética, pero tal vez sea en el concertismo encontrarse reunidos en letras de molde se am-
donde este rasgo pueda advertirse de manera plifican. Apoyada en fuentes de información
más definida. Dedicada al estudio de determi- fidedignas y en una apreciable bibliografía com-
nados compositores (c1avecinistas especialmen- plementaria, prefiere hacer hablar a los otros y
te) por preferencias personales, su tempera- cuando ratifica hechos su adhesión hacia la obra
mento y sus condiciones físicas han encontrado consultada es total. Si de enmendar algún en-
campo propicio al análisis minucioso del com- tuertose trata, su voz alcanza entonces persona-
positor, paso primero de la interpretación. De lidad propia pero no toma nunca tonos de
ese desmenuzar obra y pensamiento nace la magister-dixit. Es de felicitarla porque al estu-
identificación como requisito primordial de la diar la época prehispánica, no se pierde en espe-
recreación, correspondencia tal vez de eso que culaciones vagas sino que interpreta documen-
el profano llama "comprensión" o "entendi- tos; nose engaña con buenos sentimientos cuan-
miento". Trabajadas de esta manera, sus inter- do afirma que la m úsica de esa época no alcanzó
pretaciones no poseen el más leve asomo de el desarrollo de las artes plásticas y no tiene
impostura. Al limitarse, se acerca a la perfec- miedo en creer, porque sus pies se apoyan en
ción; al preferir la sinceridad se aleja del aplauso bases sólidas, que los primitivos mexicanos des-
fácil; al buscar la autenticidad construye un arte conocieron las leyes elementales del sonido.
a su medida, es decir virgen de virtuosismo Esta situación ahuyentará, sin duda, a un buen
teratológico. Todo el proceso recreativo lo rea- número de pseudoinvestigadores que, nimbados
liza con humildad, con apasionado fervor frente de dudosa buena voluntad y de erróneo patrio-
al compositor. Ella, como quería Gide, se consi- tismo, llenan de confusión al público ingenuo
dera como un medio y se sacrifica en favor del tratando de crear un arte casi inexistente. Si la
fin elegido; de la obra, del autor, de la música. seriedad que confiere la documentación fide-
Preocupación ética, pues, y ya no meramente digna es la principal característica de la obra,
estética, perfectamente aplicable a su posición bueno es decir de inmediato que ésta resulta de
como maestra. fácil lectura porque está escrita en un estilo
En el terreno de la crftica y la musicología, su limpio, sumamente agradable. La autora pone
aportación es importante. En nuestros dfas es la
única mujer que las ejerce constantemente a
través de diferentes revistas y especialmente en
el diario Novedades. Pero al referirme a la críti-
ca es necesario decir que ella es "crítico" de
verdad y no cronista. No resulta obvio hacer esta
distinción pues un buen número de señores que
ostentan pomposamente ese título no pasan de
amables, risueños e ignorantes cronistas. En un
país como el nuestro en donde la crítica musical
prácticamente no existe, Esperanza Pulidocons-
tituye una honrosa excepción. Sus trabajos como
musicóloga andan dispersos esperando que un
buen día se decida reunirlos en volumen. Si bien
no pocos seq uedan en artículos circunstanciales,
todos son interesantes, destacándose, entre un
estimable número de importantes, aquel que
sobre "André Gide y la música" apareciera en
Nuestra Música, por haber sido el primer estu-
dio que sobre esa cuestión se realizara en Méxi-
co. Jesús nal y Gay asf lo reconoce.
En La mujer mexicana en la música, su pri-
mer libro editado, aparecen los componentes
fundamentales de esa posición ético-estética Esperanza PuJido, alTerna izquierdD, COn famjJians
Un libro de Esperanza Pulido 75
en práctica una larga experiencia periodfstica y dio de la condición femenina a que hemos aludi-
da a su trabajo un tono ameno; o si se prefiere, do al principio de esta nota. Una sola crftica y
hace uso de ese lenguaje conversacional que a musicóloga aparece, Alba Herrera y Ogazón, y
gritos pidiera don Miguel de Unamuno. De esto a ella se le dedican frases justas al situarla dentro
se infiere que, aun tratándose de estudio, no de las corrientes e ideas de su tiempo.
peca de aridez. O dicho en otras palabras que el El estudio de la época precortesiana nos
lector no especializado no se aburre con su presenta a la mujer participando en los cantos y
lectura. danzas de carácter religioso o social, con fun-
En diez capftulos numerados, la autora nos ción completamente impersonal. El tiempo de
ofrece la participación musical femenina desde la Colonia crea un tipo femenino débil de inte-
la época prehispánica hasta nuestros dfas, para ligencia, sujeto al hombre y recibiendo única-
ser más exactos hasta la tercera década de nues- mente instrucción musical elemental, "adorno"
tro siglo. Ignoro el motivo por el cual no llevó el simple. Sor Juana Inés de la Cruz constituye la
trabajo hasta un momento más cercano; creo excepción que la autora califica de milagrosa, al
que material no hubiera faltado pues se cuenta superar el sexo por su enorme talento "hasta el
con un buen número de nombres importantes, grado de imponerse ante sus contemporáneos
especialmente en el terreno vocal. Y si bien masculinos". Resulta sumamente interesante
muchos están todavfa en pleno proceso de -a mi gusto es el momento más importante de
maduración, el incluirlos hubiera actualizado la obra-el estudio que Esperanza Pulido hace
más aún este valioso estudio sin peligro de caer de Sor Juana. La autora está consciente de las
en el pecado de la ligereza de juicio. Deesos diez posibilidades musicales de la monja que no sólo
capftulos, los tres primeros están dedicados a la escribe villancicos sino que los canta con voz de
época precortesiana, los cuatro siguientes a la ángel, según el decir de don Alfonso Reyes;
Colonia, el octavo está dominado por la figura insiste en sus conocimientos de armonfa, com-
de Angela Peralta, el noveno estudia la partici- posición y acústica y la supone compositora.
pación de diversas figuras de mayor o menor Aunque tal hipótesis pudiera calificarse deaven-
talla nacidas en el siglo XIX, deteniéndose espe- tu rada al no existir pruebas demostrativas, no
cialmenteen Fanny Anitúa, Marfa Luisa y Con- puede tomarse como ilógica o absurda, inquieta
suelo Escobar, Marfa Romero y Alba Herrera y como estaba ante intrincados problemas de teo-
Ogazón. El capftulo último nos lleva hasta la rfa musical y habiendo escrito un tratado de
tercera década de nuestro siglo. enseñanza. Esperanza Pulido no pasa por alto la
A través de este paseo por nuestra historia significativa imagen que Sor Juana hace de la
musical, vemos desfilar una buena cantidad de armonfa al llamarla "espiral y no cfrculo" y la no
nombres. De entre esa lista podemos advertir menos importante actitud rebelde ante la
fácilmente que no pocas mujeres han rebasado "cognición intelectiva" en que ésta se encontra-
las fronteras nacionales y alcanzado fama inter- ba encerrada; como no pasa por alto tampoco,la
nacional; hasta la época que comprende el estu- musicalidad de algunos versos onomatopéyicos
dio puede comprobarse que ellas han dado ma- que presumen, por sfmismos, acompañamiento
yor gloria internacional que los hombres. Es asf musical.
que podemos citar los nombres de Ángela Si personalmente estimo que los capftulos
Peralta, Fanny Anitúa, Marfa Luisa Escobar y referen tes a la época colonial son los estudiados
María Romero, cantantes todas ellas. La única con más detenimiento, toda la obra posee cohe-
excepción a esa tradición vocal serfa la pianista sión y unidad y en todas partes hay objetividad
Angélica Morales, pero ella es de formación y juicio sensato e imparcial. La mujer mexicana
completamente europea. en la música es un valioso libro dentro del raq ui-
Si nuestro pafs ha producido buenas cantan- tismo de la musicologfa mexicana, y un agudo e
tes, en cambio tenemos que no existe una sola in teresante estudio de cul tura mexicana, escrito
compositora (la autora del presente trabajo cita, con amenidad y sencillez y sólidamente apoya-
como es debido, a tres extranjeras residentes: do en una recia formación musical. Indispensa-
Rosita Dal, Marfa Teresa Prieto y Emiliana de ble para todo aquel interesado en los estudios
Zubeldfa); el análisis del problema al no ser mexicanos. La autora merece los más cálidos
exclusivo de nuestra patria cae dentro del estu- aplausos.
Salvador Moreno
A propósito de
La mujer mexicana en la música*
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canciones infantiles, y fue ella quien dio a cono· de la Iglesia de San Agustín de Querétaro; la
cer muchas de las canciones de lllas Galindo, San ta Cecilia de la sacristfa de la Iglesia del
Jiménez Mabarak y las primeras de Salvador Carmen de Celaya y quees un retrato evidente;
Moreno. Su labor periodística también es digna el de la arpista pintado por Justo Montiel de
de tomarse en cuenta. Xalapa y, en fin, entre otras, el de Ángela
En la iconografía musical mexicana aparece Peralta pintado por Cordero en Roma (en el
gran número de mujeres músicas. Este material Conservatorio Nacional).
estudiado a fondo podría contribuir al enrique- Si llegada la ocasión de esa segunda edición
cimiento del tema, aparte del interés documen- de La mujer mexicana en la música el tema
tal que supone. pudiera ser tratado en forma exhaustiva, habría
Valga como ejemplo la Santa Cecilia de de exigir la inclusión autobiográfica de Espe-
Peryns, del Museo de la Academia de San ranza Pulido, pese a las reglas y cánones del
Carlos; las mujeres que tocan diversos instru- oficio que en trabajos como éste excluyen el
mentos en una de las pinturas del claustro bajo nombre del propio autor, ya que el suyo
del hospital de San Juan de Dios de A tlixco; las -situado excepcionalmente entre las mujeres
que en la representación alegórica de la Músi- mexicanas en la música-corresponde al de una
ca, pintada por Zendejas, tocan la lira y un pianista de alta calidad, que ejerce la crítica y la
órgano portátil (en el Museo Nacional); la musicología con la mayor voluntad y el más
monja que toca el arpa en una pintura del coro limpio empeño.
Mauricio González de la Garza
HeterofonÍa*
[Heterofonía]*
Nílido rostro:
Esperanza Pulido 1901-1991
dido,lIeno incluso de detalles amables, con peso Peralta, rebasando los territorios de la música de
específico y sin engolamientos. cámara. Ahí están, para el caso y al efecto, las
b) Su re-lanzamiento de la figura de Angela orquestaciones de Arturo Márquez, todavfa no
Peralta como compositora. Ya no la mera can- ejecutadas en público.
tante legendaria. El 8 de julio de 1977 en el La sorpresa y el júbilo correspondientes
Teatro del Ballet Folklórico de México, gracias -no se vuelve difícil predecirlo-- resultarán
al respaldo -<ligno de elogio-- de Amalia notables. Y en ese momento será necesario
Hernández y Clementina Otero, Esperanza recordar el impulso que a la recuperación
Pulido ofrece un recital pianístico donde hace -sensata tanto como entrañable- de lo pro-
oír un vals de Angela Peralta: Mar(a-'Souvenir pio, aportó la tarea a la vez cauta y valiente de
a ma Soeur'. En ese momento apenas éramos Esperanza Pulido.
unos cuantos quienes conocíamos la existencia c) La publicación de HeterofonÚJ constituye,
de la música escrita por Angela Peralta. Al según el consenso generalizado, la aportación
ejecutarla junto a compositores mexicanos con mayor (otros la llamarán "victoria") de Espe-
la talla -por ejemplo-- de Manuel Enrfquez ranza Pulido a la vida musical mexicana. Esta
(1926), la Maestra Pulido formuló, con elocuen- revista sostenida por su directora en forma he-
cia y discreción una propuesta por igual válida, roica, se ha visto enriquecida en sus cien núme-
estimulante y perspicaz. En la búsqueda de la ros, a lo largo de 23 años, con variantes cada vez
propia tradición encuentra con el ancestraje mas vigorizadoras, hasta volverse referencia irre-
manifiesto para la tarea de las compositoras vocable.
mexicanas, quienes desde 1940 (grosso modo) HeterofonÚJ permanece -hasta el presen-
hasta el día de hoy, han llevado a cabo una tarea te-como el testimonio más palpable del talen-
de clara importancia; dotada de caudal, interés to, devoción y capacidades dinámicas de su fun-
e imaginación graduales. dadora: Esperanza Pulido.
En el proceso ahí iniciado hace falta aún la Maestra queridísima: pronto volveremos a
confrontación/examen de mayor estatura, im- vernos. Ahora queda aquf expHcita mi gratitud.
pacto o resonancia: resulta ya apremiante que la Habremos de continuar aquellas lecciones de
Sinfónica Nacional-{) cualquier otro organismo piano, en las que recibf de Usted -para cerrar
de este tipo-- haga oír la (s) obra(s) de Angela el círculo-- una combinación genuina de afecto
y lucidez.
José Antonio Alcaraz
madurez, y la madurez llega con la edad y con la esfuerzo de preparación fue grande, pero la
edad vienen también los juicios cautelosos. En memoria podía fallar. El artista tocó, leyendo la
mi arranque inopinado como juez de composi- música. Esperancita estaba en el estudio de las
tores e intérpretes, cometí excesos propios del calles de Ayuntamiento. Al percatarse de la
ímpetu juvenil. Alguna vez, Esperancita fue situación, nadie tuvo que pedirle que dejara su
blanco de una crítica más o menos virulenta. butaca para irse a sentar junto al ejecutante, a
Contra todas mis expectativas, su respuesta no voltearle laS hojas.
se hizo esperar y me llegó en forma de reto En alguno de los festivales de órgano que
profesional rabioso, que yo acepté porque no Alfonso Vega Núñez instituyó y organiza anual-
me quedaba otro remedio, pero que, de haberse mente en More!ia, coincidí, entre otros invita-
cumplido, muy probablemente 10 pierda. De dos, con Esperanza. El programa de actividades
todas formas, con su actitud Esperancita me cotidianas era ambicioso y agotador. Conciertos
enseñó a pensar las cosas varias veces, antes de matutinos y vespertinos, visitas a museos y con-
ponerlas en el papel. ferencias, viajes a los pueblos cercanos para
A partir de aquel encuentro, nada amistoso, visitar templos que tenían órganos muy anti-
entre Esperanza y yo fue creciendo un afecto guos e interesantes. Unos más, otros menos,los
que en mí estaba mezclado con la admiración. invitados fuimos haciendo discreto mutis y aca-
Esperanza era una mujer que no sabía regatear bamos concurriendo a una parte mínima de los
su entrega. Ponía igual cariño en el magisterio, eventos. Hubo, en cambio, alguien que nada se
en la investigación, en el periodismo. Siempre perdió: Esperancita.
estaba en la primera fila de los emprendedores. Resulta diffcil, cuando se habla de una perso-
Dos episodios ayudan a evocar su personali- na tan fecunda como 10 fue Esperanza Pulido,
dad. En mis tiempos de empresario de artistas, referirse a "la obra de su vida". A pesar de ello,
se dio el caso de que el pianista austríaco Rober- me parece que la tarea que Esperancita llevó a
to Goldsan tenía que tocar el segundo concierto cabo con mayor amor fue la de publicar su
de Rachmaninov por la XEW, en plan de un revista Heterofon(a. Cuandoen 1968murióOuo
tómelo o déjelo del caprichoso productor. El Mayer-Serra y con él Audiomúsica, Esperanza
ESPERANZA PULIDO
PlANIST
STEINWAY HAll.
lO!Mll·U" Wesc 57th Strttt
Ncw York, N. Y.
In M.morÜJm 83
El deceso de la gran pianista, profesora, concer- significado estético de la música que interpreta-
tista de Bellas Artes, musicóloga, pionera de la ba, transformándose en una investigadora de
crftica musical en México, Esperanza Pulido, y gran importancia para su país que dio frutos y
creadora de la revista Helerofonía que durante resultados durante más de medio siglo.
más de 20 años editó y financió personalmente Esperanza Pulido, originaria de Zamora,
-la revista de más larga vida que se ha impreso Michoacán, desde muy pequeña vivió en Ciu-
en la historia de ese pafs- dejó de existir el dad de México donde realizó todos sus estudios
sábado 19 de enero a consecuencia de una escolares y los de música hasta convertirse en
embolia. Sus restos fueron inhumados en la concertista en piano. Fue profesora en la New
Catedral Metropolitana de Ciudad de México, York School of M usic y ejerció su magisterio en
el 22 de enero. el Conservatorio Nacional de Música de Ciudad
En el Conservatorio Nacional de Música, el de México, donde además de su cátedra de
lunes 21 por la tarde, se le rindió un homenaje, piano, tuvo a su cargo las de historia y
con guardias de honor ante sus restos por parte metodología de la crftica musical. También fue
de alumnos, autoridades del plantel y persona- concertista en Bellas Artes en una época consi-
lidades del ambiente musical del país. derada heroica debido a que debía enfrentarse
Durante su larga y fecunda vida, la maestra a un público no acostumbrado a la música de
Esperanza Pulido fue un ejemplo para todos concierto, además era necesario luchar contra
aquellos qúe desde su juventud, hasta los 90 los antiquísimos e inservibles pianos.
años, comprobaron su dedicación incansable a En 1945 se trasladó a Francia para estudiar
la música. musicología. Formó parte de la primera promo-
En el ámbito personal se inició como intér- ción de becarios mexicanos enviados a París tras
prete en piano bajo la dirección de Antonio el término de la Segunda Guerra Mundial. Allf
Gomezanda. Paralelamente a su estudio del trabajó con André Schaeffner, entonces direc-
piano surgiósu interés por conocer el origen y el tor del Museo del Hombre, en el que realizó
estudios de etnomusicología.
• Revista Musical Chilena. Año XLV, No. 175, enero- Desde su estancia en Nueva York, a princi-
junio, 1991. pp. 89-90. pios de la década de los años treinta, a solicitud
84 HeterofonÚl
del maestro Estanislao Mejía, la maestra Pulido insaciable la acompañó hasta el último momen-
inició el ejercicio de la crónica y la crítica musi- to desu vida consciente y una devoción infatiga-
cal. Durante décadas publicó artículos de gran ble por el trabajo fue, hasta el final, su principal
sabiduría para revistas y periódicos de México, rasgo profesional.
Estados Unidos, Francia, Checoslovaquia, Ale- No podría terminarse este emocionado re-
mania, Argentina y Chile. cuerdo de Esperanza Pulido de parte de todos
Como si toda la actividad creadora de Espe- los miembros de la Revista Musical Chilena, sin
ranza Pulido tan brevemente reseñada, no bas- citar la circular que nos enviara el doctor Robert
tara,en 1968 fundóla revista HeterafanEa, publi- Stevenson a los panelistas de "The Publication
cación única en su género por años en la ciudad and Diffusion of Music in the Iberian World":
de México, actualmente convertida en órgano "Aprovecho esta ocasión para mencionar
oficial del Conservatorio y editada por el Insti- una pérdida irreparable. Maestra Esperanza
tuto Nacional de Dellas Artes. Heterofonía es la Pulido, quien con anterioridad había aceptado
revista musical de más larga vida que se ha incorporarse a nuestras Sesiones de estudio,
impreso en la historia de México, y en sus pági- quien con su incomparable sabiduría habría
nas han publicado desde los grandes nombres de ensalzado nuestras Sesiones, partió de esta vida
la musicología mundial, encabezados por el doc- el 19 de enero de 1991. Jamás podré adecuada-
tor Robert Stevenson, el titán de los investiga- mente alabarla. Absolutamente sola y sin nin-
dores de la música mexicana e iberoamericana, gún subsidio fundó HeterofanEa y la mantuvo
hasta los estudiantes promisorios que-en algu- con recursos propios a través de una serie de
nos casos- ella transformó en los más respeta- crisis financieras. Su incomparable espirituali-
dos profesionales de la actualidad. dad, su erudición, su patriotismo y su devoción
Esperanza Pulido fue una persona noble y por la música y los músicos mexicanos la colocan
altruista, una m ujer afect uosa, de inmenso en t u- en el empíreo, fuera del alcance de los mortales
siasmo, cuya devoción por el trabajo corría corrientes. Su ejemplo perdurará para confor-
pareja con una cordialidad y una genuina capa- tarnos e inspirarnos".
cidad de comunicación humana. Una curiosidad Magdalena Vicuña Lyan
La Muerte de Esperanza *
SALLE DU CONSERVATOIRE
Esperanza Pulido tuvo un largo y fructífero
MERCREDI /4 IANVIER 1948. a 21 IIturu periplo en la música de México, desde sus pri-
• meros recitales de piano tocados hacia el fin de
la Primera Guerra Mundial, hasta sus últimas
investigaciones musicólogas,. todavía en curso
hasta hace muy pocos días. Su larga y productiva
vida, como la de pocas personas en este país, ha
sido un ejemplo constante de lo que el empeño
sin fatiga y la perseverancia en el trabajo pueden
lograr.
El ámbito profesional de Esperanza Pulido
tuvo una extensión bastante grande, que co-
menzó en el interés de intérprete basado en el
piano, instrumento que principió a cultivar a
fondo bajo la dirección de Antonio Gomezanda.
Muy al inicio de su carrera, en consonancia con
el enfoque usual de los virtuosos del siglo pasa-
do, todavía de gran vigencia en México antes de
ESPERANZA PULIDO la Segunda Guerra Mundial, compuso un par de
obras destinadas principalmente a ser ejecuta-
Cl Q", 5~ J... " Q,o~
'YCUA.h . t\.C\.-\.<:IL..
• Excélsior. 23 de enero de 1991.
In MemorÚJm 85
das en sus recitales públicos, pero pronto cesó luces insuficiente para digerir y exponer la in-
de intentar la composición, destinando la mayor mensa cantidad de material e investigación que
parte de su esfuerzo al cultivo de la técnica la música mexicana generó en el mismo tiempo,
pianfstica. . para no mencionar lo que va existía de los siglos
Paralelamente a su preocupación por el pia- XVI al xx.
no, apareció en ella la inquietud por conocer el Si qu eremos establecer un patrón de compa-
origen y el significado estético de la música que ración, debemos mencionar el hecho de que
interpretaba, lo cual la llevó de inmediato al (además de la formación de la musicología como
campo de la musicología, cuyo cultivo verdade- actualmente se le conoce), tan sólo entre 1900 y
ro con un intento de alcanzar el nivel general 1920, hubo en Alemania más de 300 musicólogos
apareció en México tan sólo después de la gue- reconocidos, que publicaban sus investigacio-
rra de Vietnam. Las personalidades que se ocu- nes y vivían de ellas, de entre los cuales hay cerca
paron de la musicología en la época previa, pese de 20 que son figuras históricas de primer nivel
a su enorme valor personal y a la trascendencia en sus campos de especialidad. Nombres como
de su investigación, en algunos casos, corres- los de Philipp Spitta, Otto Deutsch, Curt Sachs,
ponden al estrato de la obra individual y aislada, Erich von Hornbostel, Carl Stumpf, Adolf
con eco generalmínimoy sin la formación de un Sandberger, Alfred Einstein o Ernst Buecken,
medio profesional amplio, que produzca, por no mencionar sino a otras ocho personas
retroalimente, apoye y estimule los resultados. según lo citado acerca de México, representan
Las figuras de Alba Herrera y Ogazón, el insig- pilares que continuaron y avanzaron campos de
neJesús C. Romero, VicenteT. Mendoza, Adol- investigación tan trascendentes y completos
fo Salazar, Jesús Bal y Gay, Otto Mayer-Serra, como el que Ludwig von Koechellogró en su
Gabriel Saldívar Silva y Gerónimo Baqueiro trabajo sobre Mozar!. En el resto de los pafses
Fóster, representan ocho nombres (de los cua- europeos la proporción es similar. La riqueza
les tres fueron emigrados europeos y dos regre- fue tan grande que se dio el lujo de exportar a
saron a su pafs de origen) esparcidos a lo largo Uruguaya profesionales tan completos como
de casi ocho décadas, concentración a todas Francisco Curt Lange.
86 HeterofonÚJ
esfuerzo: ese libro está en la imprenta. Ella Musical Mexicana, Gaceta Musical y Cultura
misma revisó algunas galeras y sabía que estaría Musical, que dirigió Manuel M. Ponceen distin-
listo a principios de marzo. tos periodos, y un poco más tarde Nuestra Mú-
No había nada en su expresión de ese día que sica, que dirigió Carlos Chávez, entre otras,
pudiera hacernos sospechar que era la última tuvieron una existencia efímera. La aparición de
vez que estábamos con ella. Heterofonía; entonces, vino a remediar una defi-
Pero al reconstruir la escena descubro queen ciencia básica en la cultura musical de nuestro
algún momento surgió en su mirada esa luz país. Además, gracias al trabajo diligente de su
pacffica de quien sabe quesu destino no está ya, directora, se convirtió poco a poco en el portavoz
como toda la vida, un paso adelante, sino que lo de la música mexicana en el extranjero.
ha alcanzado y ahora puede hablarle de tú a tú Los colaboradores de los primeros números
y hacerle todas esas preguntas que se quedaron definían ya el tono y el est ¡lo que seguiría siem-
como juguetes viejos en los rincones del tiempo pre la revista. Entre ellos estaban Juan Vicente
(preguntas que se olvidan en el preciso momen- Melo, Pablo Castellanos, Francisco Núñez,
to en que iba a ser por fin posible formularlas). Manuel de Elías, Samuel Claro, José Antonio
Descubrí eso en su mirada cuando me dijo que Alcaraz, la propia Esperanza Pulido, y por su-
la noche anterior había terminado de escribir puesto Robert Stevenson.
sus memorias. Prometió invitarme a cenar algu- La aparición de la revista fue algunas veces
na de las próximas noches, y, dijo, me leería irregular, y siempre la maestra Pulido financió
algunos fragmentos. la revista de su propio bolsillo. Sin embargo,los
Trabajaba también en la preparación del úl- suscriptores eran fieles e insistentes, aun cuan-
timo número de la revista Heterofonía, el gran do la revista llegó a retrasar su aparición por más
proyecto de su vida. El primer número apareció de un año.
en julio de 1968, y fue, por muchas razones, un Ahora, y mientras el correo difunde la noti-
acontecimiento memorable. Para empezar, no cia, seguirán (por años) llegando cartas supli-
había entonces ninguna otra revista de música. cando y aun exigiendo a la maestra Pulido que
El Carnet Musical, publicado por XELA, había no deje de hacer Heterofonía, por nada del
desaparecido algunos años antes. Y las revistas mundo.
dedicadas a la música mexicana como Revista Luis Jaime Cortez
ESPERANZA
PULIDO
-- - ------------
PIANISTE
-=---=-----=-~
Esperanza:
Me escribes desde nuestra muy noble y leal
ciudad. la misma que tanto amaste y de la cual te
fuiste para poblar otras etéreas regiones. Con
gran placer redactas esa carta que recibí en
diciembre. un mes antes de que iniciaras el
último viaje. Tu cariño me alcanza incluso en
medio del invierno inglés. mientras la nieve se
derrite lentamente en los párpados de mi venta-
na: No te imaginas cómo hablamos acerca de Espe,anza Pujido. ca. 1975
nuestro buenCsimo amigo. a quien extrañamos
como si se tratara de un hermanito pequeño ...
Pero yo te extraño no sólo como a una hermana uno? Sólo puedo responderte con la frase de un
mayor. sino como a una madre que no cesa de querido bolero: "Dicen que la distancia es el
velar por el hijo recién ido. olvido. pero yo no concibo esa razón". Y si
Tengo tu carta entre las manos. El silencio de entonces ignoraba que ya no volvería a verte.
mi cuarto colegial se inunda con voces que ahora te reconozco más que nunca y contemplo
suenan fatigadas después de cruzar los mares. mejor tu figura menuda y graciosa que con
Tu voz de mujer sabia queha recorrido la ruta de frecuencia acompaña mis soledades. Mi carta te
las capitales dellT1undo me confirma que estoy lo decía con la línea deliciosa de mi rumba
aquí. en este pueblo medieval. gozando de un preferida: "Se me olvidó que te olvidé.... a mí
novísimo ambiente y de nuevas amistades. y me que nada se me olvida" .
advierte de un extraño peligro: con ese carácter Tus ojos ya no pudieron recorrer aquella
tuyo lan simpático y amable se pueden multipli- carta. En ella te contaba los detalles demi nueva
car las conquistas en forma exagerada ... Tu cáli- vida y los muchos primores que me exigías. mas
da prosa me tonifica en este frío con frases silenciaba mis temores y angustias (aunque sé
luminosas con las'que tu amistad generosasiem- que los intuías) para no defraudar tu optimismo
pre nos regaló: Ya no faltará mucho para que tus inagotable. Poco antes de enviarla recibí la tar-
amigos y amiguitas te busquen como si fueras de jeta de un amigo anunciándome tu partida. y
seda. Cómo quisiera poder verte aunque fuera todavía cargo la culpa de no haberla enviado a
por el ojo de una llave. Sé que me veías y seguías tiempo para que la leyeras. Ahora ya no impor-
mis pasos por las calles estrechas y añosas de mi ta. porque sé que aunque rompí esa carta tú la
pueblo inglés. y que te solazabas cuando lo leíste en un plácido palco del teatro del univer-
recorría presuroso montado en mi simpática so. Quizá por eso te escribo ahora. un año
bicicleta. Sabías. amiga experta. queestabafeliz después de tu inesperada huida. con la esperan-
y lleno de ilusiones que se convertían en realida- za de que escuches mi voz entre las páginas de tu
des conforme pasaban los meses y los días. más querida hija: tu revista.
Tu misiva me sorprende escribi éndote una En la que tal vez fue tu última carta
carta. Escucho las sonatas de Deethoven que fantaseabas. con tu sempiterna complicidad fe-
tanto amaste y tocaste durante tu vida. Tu dis- menina. sobre mis plausibles maestros: ¿Son
creta voz me conforta diciéndome que mis pa- lodos masculinos? A veces las mujeres maestras
rientes y amigos (de quienes eres tan querido) son mejores. según se dice por ahí. pero sin poder
también me extrañan la mar. y me alerta contra afirmarlo. y no te equivocabas. Tú fuiste uno de
los rigores de la lejanía: Debes procurar no mis mejores maestros (y disculpa la imprecisión
olvidarnos. Cuando volvamos a verte casi no te del plural castellano). pues me enseñaste cosas
reconoceremos. ni tú a nosotros. ¿ Cómo podría que casi no se enseñan ni están en los libros: la
olvidarlos Esperanza. ahora que mi cuarto es el discreción. la probidad intelectual. la honesti-
mar de la memoria. ahora que soy un pescador dad. la humildad. la crflica amable. la fe en el
de recuerdos deleitándose en atraparlos uno a trabajo arduo. el valor de decir la verdad ante
90 H<luofonÚJ
Dentro del XIX Festival In- enfrentan las cantantes en esta programa fue la Toccata para
ternacional Cervantino se pre- partitura. c1avecín de Graciela Agudelo.
sentó, por cuarto año consecu- En el segundo día del Ciclo Obra en tres pequeños movi-
tivo, el Ciclo de Conciertos de escuchamos un concierto en mientos contrastantes, con un
Música Contemporánea, en la donde se presentaron varios final virtuoso y ágilmente eje-
Universidad de Guanajuato. estrenos de compositores mexi- cutado por Lidia Guerberof.
Este año tuvimos la oportuni- canos. En la primera parte es- En la segunda parte de este
dad de escuchar ocho concier- cuchamos las Dos piezas para concierto se presentaron obras
tos en los que se presentaron violín y piano de Armando electroacústicas. Acuerdo por
--con excepción del concierto Luna, muy bien estructuradas diferencias del compositor Ja-
inaugural- las obras más re- y degran vitalidad,con un inte- vier Alvarez para arpa y cinta,
cientes de algunos composito- resante dominio del color y de originalmente escrita para el
res mexicanos. las texturas. Marta Olvera al arpista inglés Hugh Webb, fue
El primer concierto estuvo violfn y el propio compositor al brillan temen te in terpretada
a cargo del grupo italiano piano rindieron una interpre- por Mercedes GÓmez.
Divertimento Ensamble diri- tación muy nítida de esta obra. La riqueza rítmica de esta
gido por Sandro Gorli. La pri- También se estrenó Latente obra es también una caracte-
mera parte estuvo dedicada a para violonccllo solo de Ro- rística de la obra Reencuentros
la música italiana con obras que bles Girón. Esta fue una obra para dos arpasy cinta de Arturo
el propio Gorli considera re- corta pero de idcas muy consis- Márquez, que fue interpretada
presentativas de la música ita- tentes y contrastantes, inter- por Lidia Tamayo y Mercedes
liana contemporánea: Música pretadas por el autor. GÓmez.
de Salvatore Sciarrino, la Gonzalo Sal azar nos brindó El color y las texturas que
Sequenza para flauta sola de una elogiosa interpretación de resultan de la combinación del
Berio, Tropi de Niccolo Casti- la reciente Sequenza para gui- material electrónico y el soni-
glioni y Mutevoli Forme de tarra sola de Luciano llerio, la do del arpa es muy diferente al
Gorli. En la segunda parte la número once escrita en 1989. que escuchamos en las obras
cantante Mary Lindsay se unió En esta obra llerio despliega para piano y computadora de
al ensamble para interpretar el una escritura que explora to- Roberto Morales y Francisco
Pierrot Lunaire de Schoenberg das las posibilidades expresi- Núñez, que también fueron
(1912-13). vas propias de la guitarra. Es estrenadas en este concierto.
Es digna de elogio la inter- una obra difícil, ya que requie- Memorable resultó el con-
pretación de Mary Lindsay, ya re de un absoluto dominio téc- cierto del flautista venezolano
que pocas veces podemos es- nico del instrumento, como en Luis Julio Toro, no sólo por su
cuchar una versión del Pierrot sus Sequen zas para otros ins- técnica impecable y precisa,
tan fielmente dramatizada, de- trumentos. sino también por su exquisita
bido a los retos a los que se Otro estreno dentro de este musicalidad y profundo cono-
Notas y reseñas 93
cimiento de las obras que inter- con Javier, él la jarana y yo quien es un gran músico.
pretó. El programa estuvo con- maracas. Corno ves, no solamente
formado por obras, en su ma- H.P.: ¿Cómo ves la situa- toco música contemporánea,
yoría, dedicadas a él. ción de la música contemporá- me interesan otros tipos de
Hilda Paredes: Luis Julio, nea en México en relación con música también.
el programa que presentaste Venezuela? Hasta aquí Luis Julio Toro.
está compuesto por obras que L.J.T.: Una cosa que aquí Continuando con el Ciclo, en
fueron escritas especialmente me ha sorprendido mucho es su concierto elTrío Neos estre-
para ti; ¿nos puedes hablar un queme hayan pedido un encore. nó tres obras: Las imaginacio-
poco de tu trabajo con el com- En Venezuela esto nunca me nes de la arena de Juan Fernan-
positor? ha sucedido. Evidentemente do Durán, una obra diffcil que
Luis Julio Toro: En un tiem- aquí hay ungran interésyentu- el Trío Neos interpretó de ma-
po fui muy entusiasta de la siasmo. Siento que hay un res- nera que hizo parecer aparen-
música nueva. Ahora soy más paldo intelectual queen Vene- tes estas dificultades; Rumor
cauteloso porque me he visto zuela no existe. Los intelectua- defollaje de Ramón Montes de
comprometido con obras que les de otros gremios, escrito- Oca, con una estructura muy
no considero logradas. res, etc., casi nunca saben nada bien definida y donde el com-
En este concierto toqué de la música que hoysecscribe. positor explora las posibilida-
obras de gran calidad y todos El único compositor que es des expresivas de cada instru-
los compositores en realidad conocido en Venezuela es mento,logrando texturas inte-
son amigos míos. Para mí la Alfredo del Mónaco. resantes y Assorted Koechel con
relación con el compositor es H.P.: ¿Hay alguna obra que fantasía galopante, de Marta
importantísima. Me gusta co- en este momento estén escri- Lambertini, basada en peque-
nocer personalmente al com- biéndote para un próximo es- ños fragmentos de Mozart que
positor. Con Mario Lavista treno? aparecen en el transcurso de la
siempre hablo de otras cosas, L.J.T.: Hay algunos compo- pieza sutil y hábilmente articu-
casi nunca de la obra, con Ja- sitores con quienes quiero tra- lados. El Qu in teto de Alien tos
vier Alvarez tuve una amistad bajar pero, con el trabajo de la de la Ciudad de México estre-
de la cual salió la pieza y no al orquesta, casi no me queda nó otra obra de Graciela
revés. Yo soy fanático de las tiempo. Quiero retomar este Agudelo, Venías de ayer den-
relaciones humanas yeso es lo trabajo de aventurarme con el tro del penúltimo concierto del
que me importa. compositor. Hace tiempo que ciclo a cargo de este ensamble.
H.P.: En el programa tocas- no lo hago. Entre otras razo- No podía faltar un concier-
te también la obra Temazcal nes, porque tengo un grupo de to del flautista Horacio Fran-
para maracas y cinta de Javier música tradicional de Venezue- co. El cerró el ciclo con un reci-
Alvarez. ¿Fue en Venezuela la que se llama G urrufio. Tene- tal integrado por obras recien-
donde aprendiste a tocar ma- mos ya ocho años tocando esta tes de compositores mexicanos
racas? música tradicional que no pre- y dos obras de compositores
L.J.T.: Nunca me atreví a tendemos cambiar o moderni- japoneses.
hacer el ridículo en Venezuela zar, aunque siempre se cambia, La habilidad, destreza e in-
tratando de tocar maracas en- pero tenemos una noción muy teligenteejecución de Horacio
tre tanto conocedor del instru- clara de cómo debe ser la músi- Franco nos deja con un deseo
mento. En Londres compré ca venezolana. de volver a escuchar otro Ci-
unas maracas y unos discos de También toco música de clo de Música Nueva dentro
pura catarsis nacionalista. cámara, música barroca, con el del Festival Inte rnacional Cer-
Cuando estudiaba allá tocaba clavecinista Abraham Abreu, vantino.
Libros
Con est udios musicales des- de este incansable folklorista tos, leyendas, tradiciones y
de temprana edad, Vicente T. por los materiales tradiciona- cuentos que nos hablan de
Mendoza manifestó siempre un les,sin importar el orden al que duendes, nahuales, hechiceros
especial interés por la poesía y pertenezcan. y brujas, lugares, tesoros, he-
ml1sica tradicionales. Sin em- Los temas comprendidos en chos históricos y tantas otras
bargo, a su parecer, el trabajo él se presentan en diferentes cosas más que no pueden sino
de recolección debía abarcar capftulos correspondientes a las despertar la curiosidad de cual-
todas aq uellas manifestaciones categorías mayores del Folklo- quier lector; cap. VII: Vida y
consideradas como el lore de re,las que se tomaron en cuen- costumbres, que nos comunica
un pueblo. Esto incluía, ade- ta desde el inicio de la recolec- actividades relacionadas con el
más del canto, la música y la ción según el método antes ciclo de vida, con los mercados,
danza, el teatro, las costum- mencionado: cap. 1: Poes{a tra- algunas realizadas en la prisión
bres, el vestido, el habla, los dicional, que incluye ejemplos yen los conventos y otras deri-
mitos y leyendas, la magia, el de literatura religiosa, profana vadas de las diferentes fiestas
juego, etcétera. y polftica (este último revela el poblanas; cap. VID: Artes, ofi-
La enorme cantidad y di- sentimiento poblano hacia he- cios y adornos, donde se enu-
versidad de materiales contem- chos históricos como la Inva- meran los oficios más comunes
plados hacía necesario el uso sión americana del 47 o figuras tan to en Cholula como en Pue-
de alguna clasificación que polfticas como Santa Anna); bla y se habla de la ubicación
guiara al investigador en las cap. n: Música y canto tradicio- de los princ' pales talleres en la
tareas de recolección y organi- nales, divido en música religio- ciudad primero mencionada,
zación sistemática de los mate- sa y profana (aquí podemos además de la descripción de
riales. encontrar lo mismo alabados y algunos vestidos tradicionales;
Para ello la Sociedad Fol- cantos de navidad, que cancio- cap. DC Comidas y bebidas, uno
klórica de México (con Vicen- nes, corridos, inditas y prego- de los más ricos ya que como
te T. Mendoza a la cabeza) nes) que incluye en todos los los autores nos comentan,sien-
adoptó el método extraído de casos la transcripción musical do tan famosa la comida pobla-
laescuela finlandesa, propues- dando lugar a una de las seccio- na,los informantes proporcio-
to por el maestro Ralph Steele nes más ricas y completas de naron datos abundantes tanto
Boggs en varios cursos y con- esta publicación; cap. m: Dan- de platillos de claro origen eu-
ferencias sustentadas en esta za tradicional, en donde, a ex- ropeo como los netamente in-
ciudad duranteel año de 1945. cepción de cuatro danzas, sólo dígenas usados por la gente del
Este permitía agrupar las in- se nos proporciona el nombre campo, y cuando digo: uno de
formaciones de una misma ín- de otras más como informa- los más "ricos", me refiero a
dole en secciones parciales ción previa que ayude a inves- que aquí el interesado encon-
dentro de un cuadro histórico- tigaciones posteriores; cap. IV: trará una gran variedad de re-
geográfico (atlas folklórico) Folklore infantil y juego, divi- cetas con detalle; cap. x: Creen-
que en una segunda etapa de dido en cantos y recitaciones cias, donde nos podemos ente-
análisis ayudaría a deducir como arrullos ocoplas de nana, rar de cómo conciben los
conclusiones en cuanto a su y juegos infantiles, sección in- poblanos el mal de ojo, el mal
origen, desarrollo y disemina- teresantísima por su variedad y de espanto, de la forma que
ción (método encaminado a por la descripción de cada uno; tienen los hechiceros para lla-
descubrir los centros origina- cap. v: Teatro tradicional, divi- mar a la lluvia y ahuyentar el
les de cultura). do en pastorelas, coloquios, granizo o diversas enfermeda-
La extraordinaria labor de escenas humorísticas, escenas des, etc., y por último el capítu-
Vicente T. Mendoza-titánica, carnavalescas y títeres (el ma- lo XI, destinado al habla popu-
por cierto-se concentra prin- terial reunido en estos prime- lar, el refrán y la adivinanza
cipalmen te en la etapa de reco- ros cinco capítulos forma la (estos capítulos finales que
lección, y el libro Folklore de la primera parte del libro y fue constituyen la segunda parte
región central de Puebla, es un recolectado por Vicente T. fueron recolectados por la
magnífico ejemplo que pone Mendoza); cap. VI: Narración maestra Virginia R .R . de
en evidencia el interés genuino tradicional, formado por mi- Mendoza).
96 Htler%nIa
Esta brevfsima descripción lioso ejemplar, que más allá de ciedad Folklórica de México,
del contenido del presente li- ser un documento de consulta enero de 1956.
bro no puede ni lejanamente imprescindible para los estu- Ibarra, Alfredo, "Vicente T.
reflejar la riqueza y sabiduría diosos, es, estoy segura, una Mendoza", en Anuario de la
contenida en sus páginas. Tra- fuente donde muchos recrea- Sociedad Folklórica de México,
tándose de un trabajo que re- rán su mente y corazón con vol. IV, México, 1944.
úne documentos miles del ser y verdadero placer. Moedano, Gabriel, La vida y
quehacer humanos en una re- obra de Vicente T. Mendoza
gión geográfico-cultural espe- BibliografÚJ auxiliar: (1894-1964), México: sEPlDe-
cífica, ningún comentario más partamento de investigación de
puede ser añadido. Ahora sur- Mcndoza, Vicente T., "Visión las tradiciones populares de la
ge más bien, el inevitable de- general del folklore", en Nue- DGAP, 1976, (Col. Estudios de
seo de dejar de escribir y regre- vas aportaciones a la investiga- folklore y arte popular-1).
sar a la lectura de este maravi- ción folldórica de México, 50- Rosa Virginia Sánchez
il'·M11.~",,,
.... ~
!f
fIIa . . .
.' . . . . . m . . . . . . . . " . .
Saldfvar (1909-1980), quien des-
de 1931 hasta su muerte recopi-
ló todas las fuentes docwnenta- GABRIEL SALDIVAR
les a su amplio alcance sobre la
música, la musicograffa y la
musicologfa mexicanas.
Hacia 1935 Saldfvar y Jesús
C. Romero (1893-1958) decidie-
ron unir esfuerzos para un pro- chas de más allá del siglo XVIII y bibliogra(fa para la presente
yecto de bibliogra(fa musical obtuvo un abultado corpus, el edición que reseñamos.
mexicana; en principio, a Saldf- cual se hallaba muy desorgani- El trabajo de Saldfvar es va-
var le correspondfa docwnen- zado en el momento de morir el lioso por tratarse de un material
tar los siglos XVI a XVIII, y a Ro- musicólogo. Elisa Osorio Dolio, inédito y hasta ahora descono-
mero los siglos XIX yxx. Ello no esposa de Saldfvar y estrecha cido por la generalidad de los
obstante, Saldfvar completó fi- colaboradora suya, arregló la investigadores. El peculiar sis-
Libros 97
tema de trabajo del autor le lle- bajo de ediciones subsiguien- ramos con un índice onomástico
vó a incluir en tre las fichas algu- tes: ni la carátula, ni la portada y de materias, cuando menos,
nos escritos históricos, frutos de del libro señalan que el volu- además de un código de las abre-
su propia investigación que men contiene fichas de 1538 a viaturas que abundan en las fi-
amplfan la información mera- 1900, por lo cual falta toda la chas y una orientación más exac-
mente bibliográfica, así como bibliografía del siglo xx, la cual ta de la localización de aquellas
algunas reproducciones de los tendrá que aparecer en otro obras localizables. Como se
textos fichados. Es digno de volumen consecutivo y nume- prevee un nuevo tomo para la
mención el criterio amplio de rado. La distribución cronoló- bibliografía del siglo xx, es posi-
Saldívarpara con sus documen- gica debe haber sido resultado ble que dicho tomo contenga
tos, que le llevó a incluir en su inevitable del criterio de Saldí- estos índicesyc6digos queecha-
bibliografía no sólo impresos, var,perohabríasidoconvenien- mos de menos en nuestro texto
pero además manuscritos, in- te una precisión de etapas histó- reseñado, por lo cual es mejor
cluso fragmentarios; incluyó rico-musicales para clasificar el esperar y no adelantarvfsperas.
también anuncios en periódi- inmenso material documenta- Lo importante es que el gran
cos, obras desaparecidas y hasta do. El propio criterio normati- esfuerzo de Gabriel Saldfvar,
obras extranjeras relacionadas vo de las fichas varía sensible- culminado con el apoyo de Elisa
con México, así como textos mente, no está unificado,si bien Osorio Solio, no ha quedado en
cantados sin su música escrita. es difícil establecer un criterio el olvido ni en el archivo, como
En varios casos Saldívarseatre- único para las publicaciones tantos otros trabajos de aquella
ve, con base en su extenso cono- anteriores al siglo xx, como lo legendaria generación deerudi-
cimiento del tema, a realizar atri- han demostrado en la práctica tos musicales, y ahora la Biblio-
buciones de fecha o de autor Vigil, Garcfa lcazbalceta, Del grafla mexicana de musicologfa
que parecen convincentes. Paso y Troncoso, y más recien- y musicografía nos ofrece ello-
A pesar de las varias cualida- temente De la Maza y Tovar y gro de ser conocida, la oportu-
des y merecimientos del libro, de Teresa. Sin embargo, varias nidad de ser valorada y el reto
no podemos dejar de señalar categorías de la bibliografía de de ser superada.
varias observaciones que pue- Saldívar podrían tener un uso Juan José Escorza
den contribuir a mejorar el tra- más fluido y atractivo si con tá- Eduardo Contreras Soto
Revistas
nrulferoDue
Agenda/Música Attuale
TUAlE
A gen dalMusicaA ttuale, visio- riJiolJi e pae&
uggi del10 mllsien oglri
nes y paisajes de la música de
garda del busto,
hoy. Bologna, Italia, Año 1, sulla musicQ
COl1lemporallea $pa1(nnla
No. 2.
Comá, marco,
c:tnlru para la diJusl6n de
la ""h';ea co"tcmpor6nt'a
Recientemente apareció el se-
conversaUlme con ll/ís dI'
gundo número de la revista ita- pablo
liana AgendalMusica Alluale, bUtiucl f!' la ullIsico
visiones y paisajes de la música
¡-e'm e llo \ ¡eh
de hoy que edita trimestralmen- I'ape regitlo
te en Bologna, Italia, el musi- "len
jrammell¡azioll;
cólogo Gianpaolo Salbego.
ccnlnao
Esta revista tiene la caracterís- hack
jI/SI
autores), se realiza una breve hacia la muerte." También in- de escuchar su ml1sica.
semblanza de los compositores cluye este número los aforis- La última parte de la revis-
cuyas partituras han sido in- mos de 13uñuel: Instrumentos, ta, el Dossier, incluye en esta
cluidas en la revista (que son dedicados a Adolfo Salazar. ocasión un artículo de Tomás
totalmente desprendibles de Renzo Cresti publica el tex- Marco sobre el Centro para la
ella), además de una entrevista to Concursos y malas costum- Difusión de la Música Contem-
y de su catálogo de obra. En el bres en donde hace una crítica poránea; Pépiniere de artistas
número 2 de MusicaA ttuale los severa al sistema de concursos. en Bologna, de Denise Barrio-
autores fueron: Daniele Za- La Grammata, incluye rese- ladey Sobre la música española
ncttovich (1950), María Ga- ñas de discos a cargo de Marco contemporánea de José Luis
briella Zen (1957), Andrea Maria Tosolini y el catálogo- Garcfa del Busto.
Centazzo,Alberto García De- archivo de Agenda que cubre El interés de AgendalMusi-
mestres (1960), Marco Dalpane la Música del Pasado,la Músi- ca Attuale nose limita a la mú-
y Andrea Landriscina que pre- ca de la Vanguardia, la Creati- sica italiana, ni siquiera a la
senta la música para relojes vidad y la Música y Didáctica música europea; la revista de-
mecánicos de Mozart:Andante Musical. Estecatálogo,queestá dicará un número entero a la
KWV616. al cuidado de Gianpaolo Sal- música mexicana contemporá-
11 Pensiero, el Pensamiento, bego, nace de una precisa vo- nea, posiblemente el número
es la tercera gran sección de luntad de los autores,composi- ocho, con el fin de dar a cono-
Agenda!MusicaAttualeen don- tores y editores para tener un cer nuestra música, a nivel eu-
de se tratan diversos temas de ágil instrumento de trabajo, útil ropeo. Esto como muestra del
orden musicológico. En este para aquellos que se dedican a interés que existe en esa parte
número se incluye un artículo la programación o que tengan del mundo por lo que está ocu-
deLandriscinasobreelAndan- necesidad de tener acceso y rriendo en Latinoamérica y en
te de Mozart y una conversa- disponer con rapide¡: de los especial a raíz del futuro festi-
ción con Luis de Pablo realiza- materiales incluidos en el Ar- val que la Sociedad Internacio-
da por Alberto Garcfa Demes- chivo de Agenda. El catálogo nal para la Música Contempo-
tres. Aquf se incluye también incluye obras de compositores ránea (SIMC) , a través de la Sec-
un artfculo sobre Luis 13uñuel: italianos y extranjeros que de- ción Mexicana está organizan-
"Luis el sordo" por Tiziana seen poner a disposición sus do para noviembre de 1993 en
Tosolini en el que habla de la obras. Asf mismo, dentro de la la ciudad de México.
relación del cineasta con la revista hay algunos espacios Esperamos que Agenda!
música. El artículo comienza para que jóvenes intérpretes se Musica A llualecontinúe con su
con una cita de 13uñuel: "uno "anuncien", de esta manera labor de difusión de la música
de los grandes rimpianti de la puede haber una mayor comu- de nuestro tiempo y que, en un
última parte de mi vida es el no nicación entre los intérpretes y futuro no muy lejano, logre es-
poder escuchar la música ... que los compositores con el fin de tablecerse entre las principales
me hubiera parecido una dulcí- aumentar el repertorio de los revistas de este tipo a nivel in-
sima morfina y me hubiera con- primeros y de que los segundos ternacional.
ducido, casi sin darme cuenta, tengan mayores posibilidades Ana Lara
SUITE
La serie Siglo xx del CENIDIM
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cello, clarinete, fagot y piano.
México, CENlD1M,1991.
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'W+UI .~ ~. r LJ"
Para mucha gente, los compo-
sitores son una especie, si no .
totalmente extinta, al menos J J
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después de Revueltas o Chávez. J
-1 I
En nuestro país, los esfuer- , ," ,
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zos que se hacen para que la
gente se acerque a la música de
su tiempo son siempre insufi-
cientes. Los festivales y las gra-
baciones apoyan a un pequeño men tos y no sólo esto, sino que, más importante tener editadas
grupo de músicos -casi siem- sin conocerla, la desprecian. sus obras ya que esto facilitará
pre los mismos- siempre a la En un intento por llegar, que otros músicos se interesen
espera de que, algún día, exista cada vez más, a un público más en eUas y las programen en sus
un mayor público interesado amplio, el CENIDlM se ha esfor- conciertos.
en este tipo de música. zado en apoyar a la música Es de esta manera que el
Pero el problema no sólo mexicana del siglo xx a través CENIDIM refuerza el trabajo que
implica al público; es un pro- de grabaciones en discos com- en este sentido han venido ha-
blema que afecta directamen te pactos dedicados a los más im- ciendo, durante años, Edicio-
a los músicos y a los estudian- portantes compositores mexi- nes Mexicanas de Música, la
tes de música. Incluso aquellos canos así como a nuestros prin- UNAM y la Liga de Composito-
quienes, de alguna manera,son cipales in térpretes, ya sea en su res, al editar una serie de parti-
parte de nuestro, de por sí, pe- calidad de solistas o como con- turas de compositores mexica-
queño núcleo de músicos, se juntos de cámara. nos contemporáneos.
interesan poco por conocer el Si para un compositor es Para muchos, ésta es la pri-
nuevo repertorio que existe en importante tener una obra gra- mera oportunidad de ver pu-
la actualidad para sus instru- bada profesionalmente, es aún blicada una obra suya, a pesar
102 H ...,ofonía
del renombre de algunos de cello, clarinete, fagot y piano). más completa posible el pano-
ellos. En este primer tiraje se Se espera que cada año au- rama musical de nuestro país e
incluyen partituras de compo- mente considerablemente el interesar al público en general
sitores tan diversos como Da- número de partituras publica- y, principalmente, a los músi-
niel Catán (Encantamiento das que, al ser simultáneamen- cos nacionales y extranjeros,
para dos flautas de pico); Ra- te grabadas en discos compac- para que la música mexicana
món Montes de Oca (Sombra tos (como es el caso de Encan- con temporánea se convierta en
de ecos, para violín solo); Ro- tamiento de Daniel Catán que una realidad cotidiana ycomún
berto Medina (Actus para cla- grabó Horacio Franco dentro a todos nosotros.
rinete y piano); y Marcela de la serieSigloxxdel CENlDIM), Ana Lara
Rodríguez (Suite, para violon- puedan mostrar de la manera
tuvo una voz predilecta, esa Wagner, Brahms y tantos otros. esta excelen te antologra de val-
voz fue la del piano. Intimidad, y el piano fue el instrumento ses mexicanos. Quizás podrra-
pasión, dolor, solaz, alegrra, preferido para hacer vivir el mos suponer que la autora de
todo podra emerger de la voz vals, aun en versiones que ya las notas biográficas de loscom-
poderosa y a la vez tenue del no eran para ser bailadas sino positores, Consuelo Carreda-
mejor de los instrumentos ro- sólo escuchadas. no, fue también la editora. Si
mánticos: el piano-forte. Con El volumen Valses mexica- éste fuere el caso, es lamenta-
esa voz hablaron los composi- nos del siglo XIX nos ofreceonce ble que no se acredite su traba-
tores del siglo xlx,los grandes y valses escritos por once com- jo de compilación, sobre todo
los mediocres, los aristocráti- positores mexicanos del siglo si tomamos en cuenta que,sien-
cos y los populares. Porque, XIX: El mexicano de Felipe do el vals una de las formas
amén de los pianos próceres, Larios (1817-1875); El guardia predilectas de los pianistas
también hubo otros: los que nacional de Agustrn Balderas mexicanos románticos, se pu-
coadyuvan el ensueño de las (1824 ?-1877); Laura de Tomás blicaron cientos de valses para
humildes doncellas que llevan León (1826? -1893); VaIs-jara- piano que hoy duermen olvi-
su hoguera de amor en el pecho be de Aniceto Ortega (1825- dados en el silencio de bibliote-
y que, en la ventana del barrio 1875); Netzahualcóyotl, Vals cas y archivos musicales. Un
desierto, esperan la llegada de elegante de Melesio Morales trabajo de selección tal no fue
un doncel de palabras galan- (1838-1908); Gratitud de Ma- fácil ni estuvo exento de difi-
tes... El doncel no viene, y las rra Garfias (¿- ?); Vals miniatu- cultades a la hora de valorar
mozas van todavía con espe- ra de Ernesto Elorduy (1855- cuáles eran los valses más dig-
ranza a arrancar al piano ar- 1913); Sobre las olas de luven- nosdeserescogidos,entrecien-
montas en que parezca anun- tino Rosas (1869-1894); Rebeca tos, para ser reeditados en una
ciarse el alma del ausente. A de Velino M. Preza (1866- antologra. Las notas biográfi-
ambas tradiciones pianrsticas, 1944); Vals poético de Felipe cas de Carredano que antece-
una de estirpe aristocrática y Villanueva (1862-1893); y Vals den a las obras son breves y
otra de linaje más popular, per- capricho de Ricardo Castro bien informados resúmenes de
tenecen las dos recientes edi- (1864-1907). Siete de los once la vida de los au tores, con datos
ciones que vamos a comentar. compositores nacieron y mu- suficientes para ubicarlos his-
rieron durante el siglo XIX; sólo tóricamente. Sólo llama la aten-
11 cuatro murieron en el siglo xx: ción que en un solo caso se
El vals se exalta, a las veces, en Castro, Morales, Elorduy y ofrezca una referencia archi-
arranques súbitos y a las veces Preza. De Marra Garfias, la vfstica acerca del estreno del
con languidez, como si rebosa- precoz y fecunda compositora vals Netzahualc6yod de Mora-
ra de felicidad y la felicidad lo que escribió su vals a los doce les, ya que no se usa el mismo
agotase... Este vals pudiera ser- años, sólo sabemos que vivió criterio con los otros autores.
vircomo de hamaca idealtendi- hacia la mitad del sigloxDc Tres Pero habrra sido útil para el
da en un para{so en que vivieses de ellos murieron jóvenes, a la pianista curioso saber en qué
conmigo, dulce Amada. Ven al manera romántica, interrum- bibliotecas y archivos fueron
baile... Tus brazos sobre los piendo su evolución musical: encontradas las ediciones ori-
m (os, mi corazón vecino al Rosas (25), Villanueva (31) y ginales, dado que se trata de
tuyo ... Se arrastran impotentes Castro (43); cuatro alcanzaron una edición actual de obras his-
los compases del vals... El vals la madurez: Ortega (50), 13al- tóricas.
fue el baile por excelencia del de ras (53), Larios (58) y Elor- El anónimo compilador usó
siglo XIX. La pasión que desató duy (58), y tres pudieron conti- diversos criterios en su selec-
en el alma romántica permane- nuar su obra hasta la vejez: ción. No olvidó reunir tres de
ció vigente durante varias ge- León (67), Morales (70) y Preza los más famosos valses mexica-
neraciones. La locura del vals (78). nos, impresos muchas veces por
no fue ajena a los más grandes Un acierto de este volumen diversas editoriales desde el si-
compositores: Mozart, Haydn, fue la selección tanto de auto- glo pasado y grabados en va-
13eethoven, Schubert, Chopin, res como de obras, aunque no rias ocasiones por algunos pia-
los Strauss, Liszt, Tchaikovski, se dé crédito al compilador de nistas en diversas casas graba-
104 HeterofonÚJ
doras: Sobre las olas de Rosas, be o la contradanza; y el vals gran servicio a la investigación
quizá el más popular de nues- Netzahualcóyotl de Morales, musical y a los pianistas intere-
tros valses, que hizo famoso el que celebra al rey poeta de sados en el casi desconocido
nombre de su autor hasta en Texcoco tan admirado por repertorio de una de las danzas
los salones de París y Viena; el nuestros músicos románticos. que más gustó a nuestros ante-
Vaú poético de Villanueva, la Diversas casas editoras del pasados. Esperamos que pron-
más conocida obra de su toda- siglo XIX se esmeraron en edi- to aparezca el volumen n de
vía mal conocido autor; y el tar bellamente cientos de par- valses mexicanos y otros volú-
Vaú capricho de Castro, pieza tituras de valses y otras danzas menes con música mexicana del
de brillante virtuosismo di bra- del gusto público, hacedoras siglo XIX, que sin duda ayuda-
vura que se aleja de las manos de las delicias de músicos y afi- rán a su difusión y a desterrar
del pianista novato quien, ce- cionados en el recital y en el varios falsos prejuicios sobre
diendo a la tentación de ejecu- hogar. Si alguien quería escu- ella.
tarlo, a menudo lo hace fallida- char música se veía obligado a
mente. La fama de estos tres asistir al salón o a aprender a ID
valses hizo que fueran conoci- tocarla por sí mismo, en una SE, estas notas agónicas, que se
dos incluso en versiones or- época aún caren te de grabacio- desmayan a prima noche en el
questales, aunque ello mismo nes. Así, nuestros antepasados barrio, evocan leyendas de in-
quizá estorbó el acceso a otras compraban numerosas partitu- fancia; mas ¿de dónde nace la
de sus obras. Los ocho valses ras con bellos grabados a color música pueril y tristona que nos
restantes son desconocidos en la portada en las tiendas de hemos parado a escuchar, yen-
para nuestros oídos, aunque no casas editoras como Wagner y do por la acera? Seguramente
lo fueron para los de hace cien Levien, Otto y Arzoz, Enrique sale de la caja oscura de ese
años. Entre ellos podremos to- Munguía, H. Nagel y otras. O piano que se entrevé por los
car dos valses con nombre de las buscaban en periódicos y visillos de la ventana.
mujer, añeja tradición de con- revistas de la época como El El volumen que contiene
graciarse con las damas tanto mundo ilustrado, El arte musi- seis obras escogidas para piano
en el amor como en la deuda de cal, La gaceta musical y El de Ricardo Castro (1864-1907)
amistad: Laura de León y mosaico musical. Todos los es un merecido homenaje al
Rebeca de Preza, piezas para valses de esta edición fueron que fue, quizá, "el ~mpositor
divertirse en el salón sin las impresos en su tiempo por al- mexicano más notable del siglo
angustias del virtuosismo. Gra- gunas de estas casas editoras. XIX", como dice Consuelo Ca-
titud de G arfias y Vaú miniatu- Si la edición logra otro acierto rredano en su nota biográfica
ra de Elorduy también son pie- al reimprimir los dibujos y las que precede a las obras. Castro
zas para disfrutarse en la inti- tipografías del siglo XIX, resulta fue uno de los mejores pianis-
midad del hogar por pianistas incomprensible por qué los tas mexicanos de su época, un
aficionados. Por último, la an- editores omitieron los pies de gran virtuoso que llegó hasta
tología agrupa cuatro valses de edición de las impresiones ori- las salas de concierto de Euro-
tema popular e histórico, otro ginales si intentaban hacer una pa y Estados Unidos. Pero
de los divertimentos preferi- edición facsimilar, y tratándo- como compositor no se intere-
dos por los compositores de se de obras cuyos derechos de só solamen te en el piano (como
mediados delsigloxrx: El mexi- edición tiempo ha que fenecie- tantos otros de su época), aun-
cano de Larios, especie desuite ron. El lector atento echará de que dedicara la mayor parte de
de tres valses que usa los temas menos saber cuáles de esas edi- su obra a este instrumento,sino
populares a la manera de los toriales del siglo XIX, en dónde que cultivó todos los géneros
gustados "aires nacionales"; El y cuándo imprimieron estos musicales de su tiempo: sinfo-
guardia nacional de Balderas, entrañables valses. Otra omi- nías, conciertos, ópera, música
vals que evoca a algún soldado sión del volumen es un índice vocal y música de cámara. De
de la época; el Vaú jarabe de de contenido que facilite la lo- su extenso catálogo se impri-
Ortega, quien acierta al seguir calización de las obras. Con mieron principalmente las
la mexicana tradición de "abal- todo, es indudable que Vaúes obras para piano, incluso
sar" otras danzas como eljara- mexicanos del siglo XIX hará un póstumamente, de las que to-
Música impresa 105
davía hoy se reedita su famoso carola op. 30 no. 2 e Impromp- París bajo la influencia de
Valr capricho. Compositor de tu en forma de polca op. 28 no. Debussy. Desconcierta, sin
fina sensibilidad y elegante es- 2. Las grabaciones que usual- embargo, que no aparezca el
critura, Castro desdeñó los men te se encuen tran de Castro tercer movimiento de la suite
modelos italianos tan en boga y otros compositores mexica- (Capricho) y que se presente
en México en el siglo XIX y se nos del siglo XIX son casi siem- los dos primeros movimientos
interesó en las novedades de pre danzas y piezas de salón, como si fueran obras aisladas,
la música alemana y francesa, bajo el argumento de que este sin informar al lector que for-
lo que le ha valido ser llamado repertorio es el que le gusta al man parte de unasuite (no apa-
el compositor mexicano más público (común insulto a los rece tampoco la significativa
"europeizan te" de su tiempo. melómanos a quienes no se les dedicatoria de la obra: "Al Se-
En 1906, Pedro Henríquez considera aptos para escuchar ñor Lic. Don Justo Sierra, Sub-
Ureña calificaba así su obra obras con mayores pretensio- secretario de Instrucción PÚ-
pianística: "La elegancia, a ve- nes) . Por ello resulta grato en- blica"). El Minueto en la bemol
ces exquisita, es la cualidad contrar en este volumen el Pre- op. 9 no. 2, larga y difícil obra
que más realza las composi- ludio y la Sarabanda de la Suite que trasciende la modestia de
ciones de Castro para piano". para piano op. 18 (París: J. unsimpleminueto,seeditójun-
Las seis obras de Castro que Hamelle, ca . 1904), una de las to al Valse intime op. 9 no. 1
recoge este volumen son: Pre- obras más ambiciosas de Cas- bajo el título de Deux morceaux
ludio op.18, Sarabanda (op.?), tro y tal vez la primera obra pour piano op. 9 (Leipzig: F.
Minueto en la bemol op. 9 no. 2, mexicana que utiliza la escala Hofmeister, s.a.), lo cual tam-
Appassionato op. 8 no. 1, Bar- de tonos enteros, escrita en poco se indica. No se advierte
queelAppassionato op. 8 no.1,
obra dedicada a Luis G . U rbina
que ofrece un interesante cro-
matismo y en la cual vibran
"acentos de emoción dramáti-
I
Ricardo ca" (Henríquez Ureña), tam-
bién forma parte de una obra
CASTRO mayor, Trois pensées musicales
pour piano op. 8 (París: AI-
phonse Leduc,1903),junto a la
Mélodie no. 2 y al Menuet no. 3.
Lo mismo ocurre con la Barca-
OBRAS ESCOGIDAS rola op. 30 no. 2, pequeña y
para piano delicadaobraeditadajuntocon
el Valsesentimentale no. 1 como
Deux pie ces intimes pour piano
op. 30 (México: Enrique Mun-
guía, 1907). Tampoco se nos
dice que la última obra de la
antología, el Impromptu en for-
ma de polca op. 28 no. 2, perte-
nece con el Impromptu enfor-
ma de vals no. 1, a Deux
impromptus pour piano op. 28;
se trata de una obra extensa y
I l) I t I ON r s ,.. r :\, le ... :"l " S o [ N U SI e A. compleja con diversas irregu-
~ ~' l '" I UiI J l/ A Il J t., " nl l.
laridades rítmicas y algún cro-
matismo, no apta para princi-
piantes.
Como el anterior, este volu-
106 HeterofonÚJ
men de Ediciones Mexicanas naron los pies de página con los fmca el pedesúJl sonoro de un
de Música merece elogios en datos editoriales originales de monumento de felicidad; sube el
cuanto a la calidad de las obras las obras, a pesar de ser una sueño de los niños que, al dibu-
seleccionadas (aunque existen edición facsimilar. No obstante, jar frente al quinqué, trazan los
otras obras valiosas de Castro el volumen ofrece una pequeña rasgos de una quimera que los
que también habrían merecido pero atinada muestra de alta divierte; sube mi sueño, en alas
figurar en la antología, pero calidad con seis de las muchas . de la música de usted. Y, proba-
esto ya es cosa del gusto de obras para piano de Castro, su- blemente, sube también el sueño
nuestro anónimo compilador). ficientes para despertar el ape- de ese rondador an6nimo que se
Sólo lamentamos que este vo- tito de pianistas prejuiciosos, emboza y se queda inm6vil al
lumen nos ofrezca la mitad de quienes evaden la música mexi- otro extremo de la acera. Créa-
las páginas del anterior, pues cana del siglo XIX por conside- me usted, señorita: todo el barrio
bien se pudieron haber inclui- rarla a priori de mala calidad. sueña. ... Todo el barrio, señori-
do, sin un excesivo incremento Si el poeta comenzó hablan- ta, lees deudora usted de la hora
en el costo, unas cuatro o cinco do, ahora él debe terminar: En de sueño y armonio que le da
obras más. También presenta la calle impera una soledad de noche por noche....¡Señorita del
similares deficiencias de tipo romance. El piano suena. .. Se- piano, muy buenas noches! Gra-
editorial: de nuevo no aparece ñorita humilde del piano que se cias por tus pianos, poeta, gra-
crédito alguno al recopilador queja en la noche: Usted ignora cias por tus valses. Gracias mil y
(¿será otra vez la autora de la cuántos sueños suben a lo azul buenas noches: Ramón López
nota biográfica, Consuelo Ca- en esta hora. Sube el sueño de Velarde.
rredano?); asimismo, se elimi- usted misma, que en el teclado José Antonio Robles Cahero
Grabaciones
• Daniel Catán •
Homenaje a Octavio Paz
El compositor y su suelío
ca que había imaginado al es- sido fuente de no poca inspira- es un músico al que le importa
cribirla. ción para Daniel Catán. En la que su música sea escuchada,
Daniel Catán es autor de presentación de su disco Catán disfrutada; es por esto que re-
múltiples artículos, reseñas y afirma: sulta coherente queen este dis-
ensayos en los que hace evi- co se presenten las partes más
dente la profundidad de sus Trabajé durante seis años en la inspiradas de su ópera. La hija
composición de la ópera. de Rappaccini y Mariposa de
ideas y un verdadero oficio li-
(oo .) Sostuve durante todo este
terario que muy pocos músicos tiempo un monólogo obsidiana, conforman un disco
tienen. No es raro, entonces, intenso y apasionado con Octa- más que decoroso y estoysegu-
que la obra de Catán esté tan vio paz y su obra. Discutí ra que será disfrutado por un
estrechamente relacionada con cada escena, cada palabra; can- público mucho mayor que el
té cada sílaba
la literatura. Antes de escribir que usualmentecomprarfa una
La hija de Rappaccini ya había Para muchos hacer un disco ópera mexicana contemporá-
escrito otra opera: Encuentro de highlights puede resultar nea. Orquestador y composi-
en el ocaso y varias obras para injustificado pues significa des- tor inspirado, Daniel Catán ha
orquesta y voz solista. No es membrar la obra. Aunque tam- tenido siempre muy claro la
casual que tanto La hija de bién es cierto que son muy po- música que quiere escribir, sin
Rappaccini, como Mariposa de cos los que gustan de escuchar dejarse llevarse jamás por van-
obsidiana estén basadas en la una ópera completa en casa, guardias o modas.
obra de Octavio Paz que ha sin la parte visual. Daniel Catán Ana Lara
Música mexicana SERE SG.O XX StRUlLO XX SER( SG.O XX Sffit SG.O XX SERIE sQo XX
contemporánea Serie Siglo xx
Recientemente aparecieron
dos discos compactos produci-
dos por el CENlDlM, den tro de la
Serie Siglo xx. Se trata de un
disco dedicado a la música de
cámara de Joaquín Gutiérrez
Heras y otro al Trío Neos, que
incluye música de diferentes
compositores mexicanos.
Joaquín Gutiérrez Heras es
uno de nuestros más sólidos
compositores. Pertenece a la
generación inmediatamente En este disco se incluyen la con anterioridad. Este es el caso
posterior al nacionalismoy, por Sonata Simple, el Dúo para del Dúo para flauta en sol y
10 tanto, es uno de los primeros flauta en sol y violoncello, el violoncello q ue fue grabado por
compositores en buscar su pro- Trfo de Alientos y el cuarteto la UAM con el CuartetoDA CAPO.
pia voz más allá de los cánones Trópicos. Estas obras nos dan En esa ocasión Marielena
nacionalistas. Desde ese mo- una clara idea de la evolución Arizpe y Alvaro Bitrán eran
mento hasta hoy, Gutiérrez musical del compositor. los intérpretes; mientras que
Heras ha seguido su propio es- Algunas de las piezas que en esta nueva grabación son
tilo sin afiliarse a ninguna van- aparecen en este disco com- Guillermo Portillo y llozena
guardia o moda. pacto ya habían sido grabadas Slawinska quienes 10 interpre-
Grabaciones 109
tan. Obrascomoel TrÚJdeAlien- daway, fagot y Ana María desconocida para muchos, de
tos y Tr6picos han sido graba- Tradatti, piano. Tal es el caso las nuevas generaciones de
dos por primera vez para este de obras como: Diean de Ro- compositores mexicanos.
disco, lo que dará la oportuni- berto Medina; Divertimento de Con el proyecto de la Serie
dad a un mayor número de gen- Gabriela Ortiz; Laberinto de Siglo xx de la cual el disco de
te, de conocer estas espléndidas espejos de Ramón Montes de Música de Cámara de Joaquín
obras rara vez interpretadas en Oca; Tala de Luis Jaime Cortez Gutiérrez Heras y el del Trío
nuestras salas de concierto. y Navegantes del crepúsculo de Neos conforman los voh1me-
En esta grabación partici- Graciela Agudelo. Las dos nes VI y VII, el CENIDIM intenta
pan, además de los ya mencio- obras que no fueron original- llenar un vacío que existía en el
nados, Román Revueltas, Luis mente escritas para el Trío Neos ámbito de la música contem-
Humberto Ramos, Wendy pero que ya forman parte de su poránea mexicana y en el que
Holdaway, Ana María Tradatti, repertorio son: Tr(o de Hermi- procura dar a conocer a nues-
Laura Barryy JudithJohanson. lio Hernández y Variaciones tros mejores intérpretes y a los
El segundo disco compacto para piano en colaboración de compositores que conforman
que conforma el volumen Vll Francisco Núñez. nuestra actualidad musical.
de la Serie Siglo xx es el dedi- Con el estilo propio de cada Estos materiales pueden
cado al Trío Neos. En él se uno de estos compositores po- obtenerse directamente en el
incluyen obras escritas, en su demos apreciar las múltiples CENIDIM, Liverpool16, Colonia
mayoría, para los integrantes posibilidades de este extraor- Juárez, México 06600 D.F.. , así
del grupo: Luis Humberto Ra- dinario grupo además de po- como en las tiendas delINBA.
mos, clarinete; Wendy Hol- ner en relieve la actividad, aún Ana Lara
México Hipo-Romá/ltico
..~~::;~~.~
. .,;.~~
. . . ... ~'. .
:s..~
-.
J,
,.;,.~, ...
Balada mexicana; 5. Gavota; 6.
Plenilunio; 7. Mazurca No. 2/
M.M. Ponce. 8. Canto de amor;
9. Va/s Bluelle; 10. Va/s Capr;-
cholR . Castro.
ta regiomontano losé Sando- el énfasis tanto en los momen- tipián, tipitipilÓn tipi/ón de Ma-
val, en una coproducción del tos de intimidad como en los de ría Greverestán también inclui-
Consejo Nacional para la Cul- bravura. Tal parece que la eje- das en esta selección en una ver-
tura y las Artes, el Instituto cución se lleva a cabo más como sión para piano que no sabemos
Nacional de Bellas Artes y una el resultado de un impulsoemo- si es de Grever o del propio
agrupación llamada Asociación cional que como un proceso de· Sandoval. Tampoco sabemos
Pro Excelencia Musical, A.c. maduración de las obras. Un quién escribió las notas del fo-
A pesar de ser una buena buen músico es aquel que hace lleto que acompaña al segundo
grabación, resulta un tanto exa- transitar al oyente por un cami- volumen, pero en la semblanza
gerado considerarla como una no que jamás pierde la orienta- de Felipe Villanueva llama po-
joya de "excelencia musical". y ción, y la sensación que se tiene derosamente nuestra atención
decimos esto porq ue si bien hay al escuchar a Sandoval es de una que haya nacido en Temajac,
momentos musicalmente afor- total incertidumbre, ya que no Estado de México, y no en
tunados y una técnica pianística estamos seguros del momento Tecámac, según teníamos en-
no menos afortunada, en el or- en que va a derrumbarse su dé- tendido. Y que se diga que "al
den interpretativo el pianista se bil edificio interpretativo. Su parecer este gran compositor
"pasa de la raya" con mucha exagerada expresividad nos mexicano sabía que su vida se-
frecuencia, abusando de ritar- hace recordar el célebre texto ría corta, y por ello decidió apro-
dandos y rubatos, y con un uso de Roland Barthes: "El arte vecharla al máximo, dando
excesivo de pedal en ciertos pa- burgés", en el que evoca la exis- muestras desu talento desde los
sajes que, por esa razón, se vuel- tencia de una verdad sensual de seis años de edad". Es lo mismi-
ven confusos y de diffcil com- la música, verdad su ficiente, que to que les pasó a Pergolesi,
prensión para el oyente. Encon- no tolera la molestia de una ex- Mozart, Schubert y Bellini:
tramos además una acusada ten- presión. como siempre supieron que iban
dencia a lo que podríamos de- No obstante, debemos reco- a morir jóvenes decidieron dar
nominar como el "estilo hipo", nocer que la intención es digna muestra desu talento desde que
que consiste en cortar constan- de encomio (considerando que eran chiquitos.
temente el discurso musical-a contamos tan sólo con unos Por último, en la contrapor-
la manera de un cantante que cuantos pianistas in teresa dos en tada del primer volumen desta-
sufriera deestemaly que a cada esta clase de música), y que el ca, en cursivas y en tipo grande,
rato le faltara el aire--, pensan- repertorio,si bien integrado por una frase cuyo sentido es para
do realmen te que así la melodía algunas de las obras más toca- nosotros un misterio que no
gana en expresión y en emo- das y conocidas de Ponce, Cas- hemos podido descifrar: "Por
ción. y lo único quese logra con tro y Villanueva, resulta atracti- haber sido grabado durante una
esto es una interpretación vo para los coleccionistas de sola sesión, este disco es excep-
"amanerada" en la que todo es "n uevas versiones". Habría que cional"(?).
exageración y en la que abunda señalar que As( y Tipitipilín Consuelo Carredano
SIMC
Sección Mexicana
Requisitos
1. Cada sección nacional de la SIMC tiene derecho a enviar hasta seis obras. Cada
compositor podrá estar representado sólo por una obra.
2. Serán admitidas obras que hayan sido enviadas por compositores de forma
individual (ineluyendo las de aquellos países que aún no estén afiliados alasIMc) .
Sólo podrá haber una obra por compositor.
3. Las obras que sean enviadas por casas editoriales deberán ineluir una carta de
consentimiento del compositor.
4. Sólo se aceptará una obra por compositor, ya s. ~ como resultado de la selección
nacional o como entrada individual.
5. En vista de que los organizadores no están en posibiliad de preparar el material
orquestal, cada sección nacional deberá proveerlo con sus propios recursos.
6. En el caso de que el Jurado Internacional seleccione una pieza para la cual es
necesario contratar a un músico particular, entonces la sección nacional deberá
cubrir los gastos de viaje del músico.
7. Todas las obras deberán pertenecer a alguna de las siguientes categorías:
A. Obras sinfónicas, con o sin solista.
4 fl(1 picc); 3 ob (1 cr. ingl); 4 elt (1 elt bajo); 2 fg (1 ctfg); 4 tr; 6 cr; 3 tm; 2 tb;
1 arpa; piano; celesta; percusiones; 15 vn 1; 16 vn JI; 11 vle; 12 vc; 8 cb.
B. Obras para orquesta de cámara, con o sin solistas.
1 fl (piccJfl en sol); 10b (cr. ingl.); 1 elt (elt eb); 1 fg; 1 sax (alto/sopr)/elt bajo;
1 tr; 1 cr; 1 tm (tenlbass) ; 2 vn; 1 vla; 1 vc; 1 cb; 1 piano; 2 perc.
Noticias 113
Fecha de entrega
1. La fecha límite para recibir las obras será el30 de agosto de 1992. (ver dirección
del festival).
Todas las obras deberán estar acompañadas de la siguiente información:
-indicación exacta de la duración de la obra.
-fecha de composición.
-breve currículum vítae y dirección del compositor.
-si es posible, una grabación de la obra en cassette.
2. Las obras seleccionadas serán anunciadas en octubre de 1992.
3. Todas las obras serán tratadas con mucho cuidado; sin embargo, la Sección
Mexicana de la SIMC no se hace responsable por la pérdida o cualquier otro daño
en las partituras, cintas u otro material que haya sido enviado.
4. Todo el material será devuelto a los interesados durante el festival. En el caso de
que haya partituras que no hayan sido reclamadas, se destinarán al archivo de la
Sección Mexicana de la SIMC.
Radio/Prensa
• La mayor parte de los conciertos serán grabados y transmitidos por la radio y
televisión nacionales.
• Representantes de la prensa internacional serán bienvenidos.
• Se pide a la radio internacional, negociar las tarifas de los editores de su propio
país.
Organizadores
o La Sección Mexicana de la SIMC es la principal organizadora de Las Jornadas
Mundiales de Música Contemporánea, México 1993, en colaboración con Desa-
rrollo Artístico Polifonfa, A.C.
Apoyos Institucionales
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
Secretaría de Relaciones Exteriores
Instituto Nacional de Bellas Artes
Consejo Británico de la Embajada de la Gran Bretaña
Universidad Nacional Autónoma de México
Universidad Autónoma Metropolitana (Iztapalapa)
Infonnación
Jornadas Internacionales de Música
Contemporánea. México, 1993.
Carrizal 69,
San Jerónimo Lfdice,
México 10200 D.F.
Te\.: 595-83-14
Fax: 548-15-07 o 683-51-63
Nombre: .................................................................................................................................................................. .
Dirección: ................................................................................................................................................................
País: ............................................................................................................................................................................ .