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Heterofonía 104-105, México, enero-diciembre de 1991
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Autor, "Título del artículo", Heterofonía 104-105, México, enero-diciembre de 1991, pp. #-#
Esperanza Pulido
( 1 9 o o - 199 1 )

~~~ La mujer mexicana en la música ~~~

CENIDlM
. ' .. . t

104-105 Enero - diciembre 1991

CONSEJO NACIONAL PARA LA


CULTURA Y LAS ARTES
Rafael Tovar y de Teresa
Presidente

INSTITUTO NACIONAL DE
BELLAS ARTES
Gerardo Estrada
Director General

CENTRO NACIONAL DE Fundadora: Esperanza Pulido


INVESTIGACIÓN, Director: Juan José Escorza
DOCUMENTACIÓN E Jefe de redacción: ' Eduardo Contreras Soto
INfORMACIÓN MUSICAAL Consejo Editorial: Juan José Arreola
"CARLOS CHÁ VEZ" Consuelo Carredano
Luis Jaime Cortez Luis Herrera de la Fuente
Director Ana Lara
Juan Vicente Mela
Robert Stevenson
Rosa Virginia Sánchez
Fausto Zerón
Diseño: Sergio Vega C.

Revista musical semestral I ORGANO DEL CENTRO NAOONAL DE iNvESTIGACIÓN, DOCUMENTACIÓN E INFORMAOÓN
MUSICAL! TERCERA EPOCA I VOLUMEN XXII NÚMEROS 104 Y1051 enero· diciembre 1991.

Precio en México: Precios en el extranjero:


Ejemplar 13,500 pesos Ejemplar 13.50 dólares
Ejemplar atrasado 15,000 pesos Ejemplar atrasado 15.00 dólares
Suscripción anual 35,000 pesos Suscripción anual 35.00 dólares
(Gastos de envío incluidos)

Instituto Nacional de Bellas Artes, Subdirección de Educación Artística Centro Nacional de Investigación,
Documentación e Información Musical, "Carlos Chávez".
Liverpool No. 16, Colonia Juárez, C.P. 06600, teléfonos 546-61-40 y 592-59-53.
Los textos firmados son responsabilidad de sus autores.
Esta revista es arbitrada.

ISSN 0018-1137
I...t:N 101 M
DfFUSION

Sumario

Presentación 2 Juan José Escorza


La muju mexicana en la música Esperanza Pulido
1. Época prehispánica 6
11. Los informes de Sahagún 8
111. Las danzas y los cantos 10
IV. Otras fuentes 12
V. Época colonial 18
VI. La criolla y la mestiza 20
VII. El siglo XVIII 25
VIII. La música secular 28
IX. México independiente 30
X. Instituciones y personalidades 34
XI. Concertistas 42
XII. Omisiones 50
Remembranzas de Esperanza Pulido 52 Ángela Calcáneo
Música
Scherzino 56 Esperanza Pulido
Danza michoacana 64 Esperanza Pulido
Documentos
De la libreta de la familia Pulido Silva 72
U n libro de Esperanza Pulido 73 Juan Vicente Melo
A propósito de
La Mujer Mexicana en la Música 76 Salvador Moreno
Heterofonía 78 Mauricio González de la Garza
[Heterofonía] 79 Junius
In Memoriam 80

Notas y resefias

Ciclo de música
contemporánea del FIC 1991 92 Hilda Paredes
Libros
Más vale tarde que nunca 94 Rosa Virginia Sánchez
Una bibliografía que invita a la superación 96 Juan José Escorza y Eduardo Contreras S.
Revistas
AgendalMusica At/uale 98 Ana Lara
Lulú en la tierra de Mafalda 99 Eduardo Contreras Soto
Música impresa
La serie Siglo XX del CENIDIM 101 AnaLara
El poeta, los pianos y dos nuevas ediciones
de música del siglo XIX 102 José Antonio Robles Cahero
Grabaciones
El compositor y su sueño 107 Ana Lara
Música Mexicana Contemporánea
Serie Siglo XX 108 Ana Lara
México Hipo-Romántico 109 Consuelo Carredano
Guty Cárdenas en disco compacto 110 Eduardo Contreras Soto
Noticias 112 CENIDIM
DI FUSION
Presentación

Helerofonía está de luto. El pasado 19 de enero dejó


de existir Esperanza Pulido. Con la desaparición de
tan ejemplar mujer, nuestra revista pierde no sólo a su
fundadora, sino a su guía esencial. Con esta muerte,la
música de México también sufre una pérdida, la de
una figura protagónica de su ejercicio musical en este
siglo.
Polifacética mujer de la música, Esperanza Pulido
poseyó prendas profesionales en sumo grado. Con
singulares gracias y una dignidad a toda prueba,
incursionó en las varias dimensiones del oficio músi-
co. Muchos recordarán su carrera como pianista, casi
todos, su desempeño en la crónica y la crítica, otros
más guardarán remembranzas agradables de sus sin-
gulares conferencias-concierto, tan exquisitas como
bien informadas y soberbiamente interpretadas.
Menos conocido del público es su ejercicio magis-
tral, extenso y fructuoso, tanto en el terreno pianístico
como en el musical propiamente dicho. Pero lo que
contadas personas saben es que Esperanza también
poseyó los dones de la creatividad y la técnica de la
composición y los utilizó para dejar unas cuantas
obras que su rígida autocrítica destinó a la oscuridad
de su armario de música, y, quizá, nadie vivo recuer-
de ya que la joven Pulido también empuñó la batuta
ante las desafiantes miradas de aquellos adustos
profesores de orquesta y bandas de los años veinte y
treinta.
Bien pudiera decirse que Esperanza actuaba como
si nada en la música le fuera ajeno. En su personal
universo musical trataba con tan disímbolos persona-
jes como Machault y Cage, como Ángela Peralta y las
más recientes compositoras de México, como Bach y
Jorge del Moral, como las sanzas africanas y las flautas
múltiples de su añorado mundo prehispánico, como
los compositores españoles del siglo XX y las danzas
indígenas de nuestros días.
AlIado de esta multiplicidad de intereses musica-
les, debe colocarse su extraordinaria facilidad para las
lenguas, lo que le permitía una envidiable posibilidad
informativa, muy superior a la de casi todos los
musicógrafos y musicólogos de su época en México.
Presentación 3

Pero si en música y en lenguas sus horizontes eran


vastos, en lo literario y lo filosófico no eran limitados.
Esta joven pianista, que siguió cursos con Alfonso
Reyes y Antonio Caso, tuvo en su larga vida la sana
costumbre de la lectura sistemática. Se sentfa cercana
a los franceses Gide, Cocteau, Valéry y Claudel, amaba
a los ingleses Wilde, Bernard Shaw y Chesterton, pero
idolatraba a los estadounidenses, en especial a Ralph
Waldo Emerson. iRaro bagaje para un(a) pianista!
Asf, nada más natural en Esperanza que del
concertismo transitara fácilmente a la crftica, y de aquf
a la musicología. Nadie como ella en México concibió
la crítica musical con tan grande capacidad de compren-
sión, tal lucidez e impulso generoso y elegancia sin par.
En Esperanza la crítica no era juicio, no era un
continuo fustigar, ni un acto laudatorio gratuito o
interesado, más bien era una manifestación del gran
amor de Esperanza hacia la música, hacia la obra y
hacia los autores y sus intérpretes. Las censuras se
dirigían a los aspectos vulgares o sucios, parciales o
deformados, no a las personas, para las que siempre
tuvo un trato de noble cortesía. Y aquí debemos
ubicar un rasgo definitorio de la personalidad de
Esperanza: su generosidad para con los jóvenes músi-
cos, quienes siempre recibían de ella muchísimo más
que frases de aliento.
Otra característca de su trabajo crítico no deja de
sorprenderme. Me refiero a esa buena disposición
para recibir y aplaudir, en su caso, la nueva música. Si
algún crítico mexicano conservó siempre bien abier-
tos la curiosidad y el entendimiento para las músicas
más recientes, fue Esperanza Pulido.
Aún está por hacerse una evaluación desprejuiciada
del papel que corresponde a Esperanza dentro de la
historia musical de México. Yo, alumno, amigo e hijo
espiritual de ella, no puedo proceder a realizarla sin
los prejuicios que inevitablemente trae aparejados el
afecto a la persona; sin embargo, no creo errar si
afirmo que la figura de Esperanza tiene una estatura
difícil de igualar, una dimensión tan singular quesería
imposible encontrar en el mundo musical de hoy -ya
lo dijo Stevenson- una personalidad equiparable.
4 Heterofonla

Uno de los hitos ensu trayectoria fue la realización


del libro La mujer mexicana en la música, publicado
por el Instituto Nacional de Bellas Artes en 1958. Este
breve trabajo es únicamente producto parcial de una
de sus obsesiones más prolongadas e intensas. Bien
puede decirse que gran parte de sus escritos se dedica
a indagar el papel de la mujer (no sólo mexicana) en la
música y es lástima que hoy --cuando el feminismo
parece no constituir una deformación cultural- no
existan investigadores musicales interesados en se-
guir explorando esta veta.
En este número de Heterofon(a dedicado a la me-
moria de Esperanza no encontramos nada más opor-
tuno que sacar a la luz nuevamente su libro. Lo hemos
dejado prácticamente intacto como una señal de res-
peto a la memoria de nuestra directora. Acompañan a
la publicación algunos testimonios elocuentes decole-
gas, discfpulos y amigos, trazando la personalidad de
Esperanza. Con todo, sentimos sinceramente que el
mejor homenaje a Esperanza será seguir dando vida a
Heterofon(a.

Juan José Escorza


Esperanza Pulido

La mujer mexicana en la música*

• Primera edición: México, Ediciones de la Revista


Bellas Artes, 1958. La presente reedición ha sido
revisada por el Consejo Editorial de H~lerofon(a, el
cual también modiCic6los lftulos de algunos caprtulos.
l. Epoca prehispánica

Principalesfuentes de información

Una gran parte de lo que se sabe acerca de los·


antiguos nahoas y mayas está contenida en la
liistoria de las Cosas de la Nueva España, de
Fray Bernardino de Sahagún yen la Relación de
las Cosas de Yucatán, de Fray Diego de Landa,
respectivamente. Ambos frailes se cuentan en-
~I!,no ',~a~l"~f;GO Ja\ (,a ..'tó
tre los mayores acreedores de la etnografía (c.I4·lcatl )
mexicana contemporánea, relativamente al par
de culturas. Signo ideográfico del canto
El trabajo de Sahagún, "más que una obra
histórica, según lo cree el vulgo, aun el no letra-
do" -dice Alfonso Toro-1 "es fuente copiosí- Otras fuentes fidedignas
sima de información etnográfica y filológica".
A unq ue conocido como el A tila de la Cultu- Fray Diego de Durán,4 quien, con su Historia de
ra Maya, por haber quemado un considera- las Indias y el Atlas anexo, nos legó valiosa
ble número de manuscritos de aquel pueblo información folklórica. SelerS le considera dig-
singular, Tozzer2 considera a Diego de Landa 3 no de fe .
como uno de los "pioneros de la antropología Fray Gerónimo de Mendiet~.6 tuvo en su
social". poder once libros de Sahagún, antes de que
sirvieran de " papeles para especias" en Espa-
ña. De éstos tomó referencias para su Historia
1. Toro, Alfonso, Importancia etnográfica y lingütstica
th las obras de Fr. Bernardino th Sahagán (Anales del Eclesiástica Indiana, así como de obras perdi-
Museo Nac. de Arq., Hisl. y Etn. México, 1924). Para das de Fray Andrés de Olmos y de otras de
el principio de la odisea de la Historia General de las Motolinia.
Cosas de la Nuua España del fraile franciscano, co-
piamos un fragmento de carta dirigida por éste al rey, Las informaciones suministradas por Motolinia
el 26 de marzo de 1578:" ...todas las cuales obras acabé son igualmente valiosas. Su Historia de los In-
de sacar en limpio este año pasado y las di a Fr. dios,? aunque no publicada hasta 1853, fue termi-
Rodrigo de Sequera, Comisario Gral. de Ntra. Orden
de San Francisco para que si fuese las llevase a V.M . y nada por el humilde franciscano desde 1541.
si noque lasembiase, porquequando la cedula vinoya
el dicho la tenía ensu poder ... ". Al calce de esta carta 4. Durán, Diego, Historia de las Indias th la Nueva
se escribió en Madrid : "A 18 de Sepl. de 1578. Al España. (Imp. de J.M. Andrade y 1. Escalante, Méxi-
Comisario de Indias. Dese Cedula para que el Virrey co, 1867-80).
tome lo que alla queda traslados y originales y lo 5. Seler, Eduard, Cottected Works (Cambridge, Mass.,
embie todo sin que alla quede ningun traslado" (Ar- 1939).
chivo de Indias, Sevilla, España). 6. De Mendieta, GerÓnimo. Historia Eclesiástica India-
2. Tozzer, Alfred M., Landa ysu Relación delasCosasth na, publicada por Joaquín Garda Icazbalceta (Anti-
YUCatán . (Cambridge, The Peabody Museum, 1941). gua Librerra Portal de San Agustfn, México, 1870).
3. Diego de Landa, Rélation ths Choses th YuCatán. 7. Motolinia (Fr. Toribio de Benavente) Historia th los
Traducción al francés del AbadllrasseurdeBoubourg Indios th la Nueva España (Manuscrito de la Bibliote-
(A. Durand, Parrs, 1864). En el prólogo desu obra dice ca del Palacio, Madrid, escrito el año de 1541. Letra
Landa: "Hallamos grande número de libro destas sus del siglo XVI). Fue de los 12 frailes que llegaron a la
letras y porque no tenían cosas en que no uviese Nueva España en 1524. Los indios, al verle oon la
supertición y falsedades del demonio se los quema- indumentaria maltrecha, le llamaron "Motolinia" (po-
mos todos, lo qual a maravilla sentían y les daba bre). Sus relaciones tienen por base códices, relatos
pena", fehacientes y testimonios personales.
La mujer mexicana en la música 7

('.JI't' tI,}

L6mina I JO túl TraJado 2°, capltuJo 2I.


Historia de las Indias tú Diego de Durdn

López de Gómara,8 un tanto exagerado, va, Torquemada lO es el más prolijo de todos en


sin embargo, adquiriendo fama de buen histo- las descripciones folklóricas. Mientras no se
riador, según pasa el tiempo. Era capellán per- averiguó que las afirmaciones de este historia-
sonal de Cortés. Su Historia de México, con el dor estaban basadas en narraciones inéditas de
Descubrimiento de la Nueva España, dedicada Sahagún, Motolinia y Mendieta, se dudaba desu
al hijo de Cortés y la Malinche, merece crédito. autenticidad; pero, conforme pasa el tiempo,
A José de Acosta 9 le considera Pablo van los etnógrafos colocando a cada quien en su
Martfnez del Río "el único que vio claro en el lugar.
siglo XVI, pero no se le hacía caso" -agrega. Su Existen, además, numerosos códices para
Historia Natural y Moral de las Indias fue impre- confirmar lo escrito por los historiadores men-
sa en 1590. cionados.

8. Lópezde Gómara, Francisco, Historia tú México, con


el Descubrimiento tú la Nueva España (Imp . Juan
Steelsio, Amberes, 1554).
9. De Aoosta, José, Historia Natural '1 Moral tú las 10. Torquemada, Fr. Juan de, Veinte '1 un Libros Rituales
Indias (Imp. Pantaleón Aznar, Madrid, 1742). La '1 MonarqulaIndiana. (Matthias Clausso, Sevi lIa, 1615).
primera impresión de su obra se hizo en Sevilla, en En la pág. 247 del tomo I,se Ice: ..... quierodccir loque
1590, poniendo en ellasu aprobación Fr. Luis de León. también otros an dicho pero que no lo an tratado con
Desde el siglo XVI se la tradujo al [ranres, al italiano y la misma puntualidad que el padre Fr. Bernardino de
al holandés. Sahagún que fue el que mas supo de ello".
ll. Los informes de Sahagún

De los doce libros de Sahagún, el que más nos ducir armónicos con cierta facilidad, no amino-
interesa para nuestro objeto es el segundo. ra la duda.2)
Trata éste de la forma de vida de la antigua Para el indígena la música fue únicamente un
Tenochtitlan, en sus aspectos religioso y social. rito religioso, o un incentivo social. Nunca un
Allí aparece la mujer en sus múltiples carac- arte abstracto.3 La parte que tomó la mujer en
terísticas; pero sólo vamos a referirnos a la parte estos actos era, desde el punto de vista histórico,
que le cupo a la mexicana en las fiestas religiosas más impersonal que la del hombre, quien, por lo
y civiles, como solista, corista y danzante. menos, aparece dirigiendo y creando melodías,
Puesto que, a la llegada de los españoles a ritmos, instrumentos musicales y coreograffas;
México,la influencia azteca había extendido sus sin embargo, como ni códices, ni historias regis-
tentáculos hasta la península de Yucatán, exis- tran nombres especfficos de compositores, co-
tían en este momento ciertas características reógrafos, cantantes o danzarines, no nos pare-
comunes a las dos principales civilizaciones de ce temerario suponer que, dentro de ese
la actual República Mexicana; pero, en lo rela- anonimato, englobadas pudo haber habido
tivo a la música, no poseemos evidencia alguna mujeres artistas creadoras.
que nos permita situar las virtudes de la maya Los nobles que ofrecían algunas de sus hijas
sobre las de la mexicana, ni sobre ninguna de al servicio de los dioses, las conducían al
las pertenecientes a otras culturas, como la Calrnecac.4
tarasca, la chichimeca, etc.; aunque no por esto Toda niña destinada a este colegio era pre-
estamos autorizados, ni a desechar las expe- sentada anr a los 40 días de nacida. Efectuada la
riencias históricas presen tadas por otros largos ceremonia de recepción, regresaba la creatura
periodos de dominaciones extranjeras (como con sus padres al seno del hogar, donde, a su
la árabe en España, por ejemplo), así como debido tiempo, recibía una educación casera,
tampoco a considerar todas aquellas culturas hasta los doce o catorce años. Entonces se la
globalrnen te.J conducía nuevamente a la institución, con obje-
Pese al alto grado alcanzado por las civiliza- to de que hubiera allfinstrucción exclusivamen-
ciones azteca y maya en las artes plásticas, la te religiosa.
música hace pensar en ellos como si se tratara de Pero las doncellas destinadas al Te1puchcalli5
pueblos primitivos; porque, al contrario de los complementaban su educación religiosa con la
griegos y los chinos, si practicaron aquéllos una educación civil.
cierta armonía elemental, creemos que desco- Estas niñas no eran internadas, como las
nocieron las leyes naturales del sonido; o sólo otras. Comían en sus casas, aunque debieran
tuvieron empírica noción de ellas. (El hecho de regresar noche tras noche a la escuela, para
que las flautas indígenas antiguas puedan pro-
2. Castañeda, Daniel, "Una flauta de la cultura tarasca",
1. IzikowilZ K.O ., Music and O/her Sound Ins/rwntl1lS R,vis/a Musical Mexicana, marzo 7,1942. El tiempo y
ol/h, South American Indians (OOteborg, 1935). "Es las futuras investigaciones dirán si tenemos razón o no.
muy peligroso sacar conclusiones basándose sólo en 3. Stevenson, Robert, Music in Mexico (1ñomas Y .
hechos relacionados con partes de los complejos (un· Crowell, Co. ew York, 1952).
cionales. Cada elemento cultural debe considerarse 4. Calmecac: corredor. Edificios llenos de corredores,
en relaciÓn con la estructura social y la vida social como puede apreciarse en el llamado de "tas Monjas",
como una unidad" . Desgraciadamente existe po· en Chichén lIZA.
qu{sima documentaciÓn relacionada con las mayas 5. Telpuchcalli, se deriva de Telpochotl (mocedad). AI-
músicas. {onso Caso lo traduce como "hileras de casas".
La. mujer mexicana en la música 9

..-- - .... - -
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.. --_.

Diego tU D",4n, cap. 5°, Historia de las Indias.

aprender la música: cantos y danzas que ejecu- capturados en los combates. 6


taban con los adolescentes del Telpuchcalli co- Los aztecas dividían su calendario en 18 me-
rrespondiente. ses, durantes los cuales festejaban y desagravia-
Según las deséripciones de Sahagún, dicha ban a sus diversos dioses y diosas con las ofren-
instrucción musical debe de haber sido perfec- das y con los ritos correspondientes a cada uno
ta. Los varones aprendían, aparte de todo lo de ellos. Unicamente durante el décimo cuarto,
relacionado con la danza y el canto, el arte de se abstenían de cantar y danzar. De los 17 res-
tocar los instrumentos musicales: flautas tantes aparecen mujeres en ocho danzas y coros,
(tlapitzalli); trompetas de caracol (tepuzqui- aunque también durante otros meses tomaban
quiztli); sonajas (ayacachtli); raspadores de parte en los mitotes o bailes del pueblo.
huesos humanos, o de huesos de animales, o de
carapachos de tortuga (omizicahuastli); una
especie de tambores (huéhuetl) y una especie
de xilófonos (teponaztli).
Pero ningún códice, descripción o historia
nos autoriza a pensar que se les haya ense-
ñado a tocar estos instrumentos también a las
mujeres.
Cuando los españoles vieron aquellas danzas
se maravillaron de la gracia y de la rítmica que
les eran características. A los misioneros les
cautivaron, así mismo, los cantos; pero los gue-
rreros de Cortés encontraron horripilantes los
sones instrumentales, puesto que al acompaña-
6. Dlaz del Castillo, Bernal, Historia Verdadera tU la
miento suyo oteaban desde sus atalayas la ex- Conquista de la Nueva España (lmp. del Reyno, Ma·
tracción de los corazones de sus compañeros drid, 1632).
111. Las danzas y los cantos

Segundo mes (Tlacaxipehualiztli), dedicado al


dios Totec o Xipe.
En el último día de este mes, el Sacerdote
Mayor, sentado en lugar honroso, sacaba los
corazones de los sacrificados. Tocaban los músi-
cos en orden, haciendo rueda a la piedra de los
sacrificios; y en seguida comenzaba el mitote,
que se prolongaba hasta el crepúsculo. Danza-
ban las mujeres adultas y las mujeres públicas
con los hombres, trabados de las manos y efec-
tuando ondulaciones, como de culebreo. Esta
danza , efectuada después del mitote, era muy
vistosa.
Quinto mes (Toxcatl), dedicado a Tezeatli-
poca. l
En es te mes se llevaba a cabo la famosa fiesta
del mancebo hermoso (podría ser argumento
muy bello para algún ballet moderno), que no
cabe describir aquí, pese al cosquilleo produci- Uxmal: cuadrdllguio de las monjas.
De/alles. Edificio esle.
do por su plástica. Las muchachas se afeitaban
los rostros y se adornaban con papel de colores
y con capas, para el baile que efectuaban asidas con las doncellas y "culebreando a la manera de
de ambas manos, por lo que se deduce que lo las danzas populares de Castilla la Vieja"2
realizaban por pares. Los hombres las guiaban -dice Sahagún. Llevaban cascabeles de oro
en torno a la fogata. atados a los tobillos.
Los sacerdotes bailaban, así mismo, con las Séptimo mes (Tecuilhuitontli), dedicado a
mujeres, a la manera de saltos y brincos. Uixtocfhuatl, diosa de la sal.
En otra parte del patio danzaban los guerre- Todas las mujeres que trabajaban en la reco-
ros y gentes principales, trabados de las manos lecta de la sal -viejas, jóvenes y doncellas-
bailaban este mes y "cantaban en tiple muy
alto". Iban algunos viejos entre ellos, guiando el
1. López de Gómara, ibid., describe asr la parte que
tomaban las mujeres en esta cerem onia: el •• .Ias moeras cantar y dirigiendo el baile a guisa de corifeos.
llevaban en las manos unas cañas hendidas, que llama- Mataban a una mujer, pero desde diez días
ban Tehuitl y pendientes dcllas va papel pintado de an tes comenzaba la fiesta. A lo largo de éstos,la
negro, a mane ra de vande rilla ... Y au nque iban mez-
clados Hombres y Mujeres asidos unos a otros de las mujer destinada al sacrificio tenía que cantar,
manos era con mucha honestidad, porque havia hom· colocada al centro de un ruedo formado por
bres viejos y ancia nos sentados para estos dras y actos
que con gran cuidadoyvigilancia miraban a todos y a
los que se excedran castigaban con gran sever idad y 2. No debe to marse literalmente tal aseveración del
rigor. A esta manera de baile llamaban Tlanahua, que fr anciscano. Seguramente que no habrfa más relación
quiere decir abr a~dos y duraban estos bailes y dan~s e ntre las da nzas populares de Castilla la Vieja y las de
hasta la noche". Hay alguna discrepancia entre las los tenochcas, que la que pueda existir actualmente
descripciones de esta danza por Sahagú n y López de e ntre las de los bretones (Francia) y las de los natura-
GÓmara. les de Ruanda (Africa ecuatorial), por ejemplo.
La m ujer mexicana en la música 11

mujeres, unidas entre sí con cuerdas cortas, a hombres y mujeres nobles. Bailaban asidos de
cuyos cabos iban asidas. las manos, o abrazados los unos con los otros,
La víspera del sacrificio, cada hembra baila- echándose los brazos sobre los cuellos. No a la
ba con la víctima y con las demás concurrentes, manera de mitote, sino sólo caminando paso a
hasta llegar el amanecer. Entonces danzaban paso, al son de los que tañfan y cantaban, los
también los sacerdotes, antes de ejecutar a la cuales permanecían todos de pie, un poco apar-
infeliz predestinada, a quien sacrificarían des- tados de los que bailaban, los danzantes tenfan
pués de matar a los esclavos que habían de buen cuidado de no discrepar un ápice de sus
acompañarla a la eternidad. Todos llevaban obligaciones, so pena de incurrir hasta en casti-
cempazúchitl (flores amarillas de olor desagra- go de muerte, como podfa sucederles igualmen-
dable) en las manos, e "iban muy floreados". te a los músicos que pifiaran.s
Danzando, danzando,se dirigían al Cu ( templo) Los que formaban la vanguardia llevaban los
de Tláloc (la diosa festejada), a donde condu- brazos entrelazados a la cintura de la mujer.
cían a la víctima. 3 Estos eran los guerreros más aguerridos. Los
Octavo mes (Uey Tecuilhuitl), dedicado a otros no tenfan derecho a imitarlos. En tal danza
Xilonen, diosa de los jilotes. entraban las mujeres públicas -una entre dos
Al décimo día del mes sacrificaban también hombres y un hombre entre dos mujeres.
en esta fiesta a una mujer, pero no sin haber Décimo tercer mes (Tepeilhuitl), en honor
bailado ocho días seguidos antes del sacrificio. de los montes prominentes.
. Salían los cantores muy ordenados desus casas, Mataban a cuatro mujeres y a un hombre,
colocados de tres en tres: dos hombres, y en conduciéndolos en literas al sacrificio. Este era
medio una mujer, a la que llevaban asida de las denominado el paseo de las literas, e iban allf los
manos. Eran gentes principales y las mujeres se hombres y las mujeres entonando cantos.
soltaban el pelo. 4 Décimo quinto mes (Panquetzaliztli), dedi-
Los plebeyos bailaban en otro lugar: unos cado a Huitzilopochtli.
tomados de las manos y otros abrazados de sus El segundo día del mes comenzaban el mitote,
compañeros por la cintura. bailando y cantando por parejas, hombres y
"Llevaban todos un compás, en el alzar del pie mujeres. Al noveno dfa adornaban a los que
yen el echar del paso adelante yen el volver atrás destinaban al sacrificio, quienes danzaban, mez-
y en el hacer vueltas. Danzaban por entre los clados con los otros. Los esclavos y las esclavas
candeleros, o fogones, haciendo contrapaso en- tañfan sonajas en las casas de sus amos, pero se
tre ellos". abstenfan de bailar.
Pero las mujeres no bailaban con los hom- El dfa 19 del mes comenzaban unas danzas en
bres, sino sólo entre sf mismas, rodeando a la el Cu, asidos hombres y mujeres de las manos,
que representaba a Xilonen y debfa morir. A culebreando. 6
ellas les tañfan con el tecomapiloa (tcponaztli Décimo séptimo mes (Tititl), dedicado a
pequeño). llama Tecutli .
Noveno mes (Tlaxochimaco), dedicado a Mataban a una mujer. Esta lloraba amarga-
Huitzilopochtli. mente, mientras bailaba sola. Una vez sacrifica-
Después de la comida iniciaban el baileen tre da, le sacaban el corazón. rnmediatamente des-
pués se iniciaba un mitote, llevando los danzantes
3. Torquemada, ibid . ..... con eslOs andaba la mujer que por los cabellos la cabeza degollada de la des-
represenlaba a esla diosa ... y un dfa antes de que muriese venturada vfctima, con la cual efectuaban la
salfan todas que eran dedicadas al servicio de este danza, emulando asf a la bíblica Salomé.
templo, que se llamaban cihuatlacamazque, que es
como decir sacerdotisas y bailaban y cantaban junta-
mentecon ella; canlando las alabanzas y otras hazañas
decstadiosa, para animarla a que muriesccon ánimo". 5. Sahagún, ibid.
4. Torquemada, ibid. " Porque la mazorca cria unas he- 6. Torquemada, ibid . .....a los nueve dias disponian a los
bras mui delgadas en cada grano una, las cuales brotan cautivos que iban a sacrificar. De entre estos elegian un
y salen por lo alto de ella y se estienden por encima de Hombre y una Mujer que guiaban las dan<ras y bailes,
las trojes y mientras mas hebras mas provecho, pueses yendo delante de los apareados. A los 19... un baile
señal de mas granos, por ello se descabellaban y comun de Hombres y Mujeres, en el cual bailaban
esparcian por los hombros, pechos y espaldas los culebreando, haciendo muchos y muy constantes mo-
cabellos". vimientos y diferentes de los otros bailes comuncs".
Iv. Otras fuentes

Si Sahagún confiere al Telpuchcalli la ense-


ñanza de la música, Durán le señala a esta arte
unas casas grandes, anexas a los templos,llama-
das Cuicacalli,! donde residían maestros que
enseñaban a bailar y cantar. Se trataba, según el
historiador, de verdaderos conservatorios de
música, a donde acudían mozos y mozas "y era
tan cierto el acudir ellos y ellas a estas escuelas
y guardávanlo tan estrechamente que tenían el
hacer falta como crimen lexen majestatis, pues
habían penas señaladas para los que no acu-
dían".
A la hora de las clases algunos viejos y viejas, Un dúo de amor (nótese el teponazt/i de Cinco sonidos
de cuya exislLncia no hay evidencia). Diego de Dur6n,
destinados al objeto, iban a recoger a mucha- Historia de las Indias
chos y muchachas a sus respectivas casas, para
conducirlos al Cuicacalli.
Cotejando datos, Telpuchcalli y Cuicacalli se presentaban en el patio los maestros de dan-
resultan dos denominaciones distintas de una zar, con sus instrumentos, que colocaban en el
sola y misma institución. centro. Llegaban en seguida los alumnos, para
Según Durán, en las ciudades de México, situarse en ruedo, por pares de uno y otro sexo,
Texcoco y Tacuba existían estas casas de danza buscándose entre sí los vecinos de un mismo
y canto, perfectamente edificadas y provistas de barrio. Empezaba la lección, con gran paciencia
numerosos aposentos, grandes y "funcionales", y solicitud de los maestros. En la lámina 11 del
como se dice ahora, construidos en torno a Tratado n, capítulo 21, de la obra de Durán,
patios espaciosos, donde se efectuaban las cla- vese una docena de jóvenes asidos de las manos,
ses y los bailes ordinarios. Cuando Durán escri- en posición para dar comienzo a la clase diaria.
bió su Historia de las Indias ya existían los Dice el historiador que "baylaban hasta un
Portales de los Mercaderes -de no lejana me- buen rato de la noche", cosa poco creíble, cuan-
moria- y era allí donde la ciudad de Tenochti- do se piensa que habían comenzado al despun-
tlan tenía anteriormente su "Conservatorio de tar el alba.
Música". Al terminar sus tareas eran nuevamente con-
Una hora antes de la aurora salían los ancia- ducidos a sus casas, por los mismos guardianes
nos, cada quien por su lado, con objeto de del orden.
recoger a sus respectivos mozos y mozas, a Comenta Durán la armonía que debía esta-
quienes depositaban en sitios apartados del edi- blecerse entre el cuerpo, los pies y el son de los
ficio, asignados a cada sexo. A la hora requerida danzantes. Desconociendo probablemente el
arte de la coreografía, se admiraba el escritor de
1. Caso, Alronso, La Religión de los Aztecas. "Dossacer- que cada danza se rigiera por " los altos y bajos
doles principales lenCan a su cargo esla escuela de del canto", según expresaba.
música y el proveer lodo lo necesa rio para parle lan En el capítulo donde se mencionan los bailes
importanle del cullo. Uno era el Omelochlli (repre-
senlante del dios del pulque) y otro el T1apitzcaltzin, y danzas sociales y civiles, entrevemos una gran
literalme nte señor de las [Jautas". variedad de éstos. A los poetas se les encomen-
La mujer mexicana en la música 13

daban toda clase de asuntos, para que los com- y los Memoriales de Fray Toribio de Motolinia,
positores y los core6grafosse pusieran de acuer- no fueron impresos hasta 1858 y 1903, respecti-
do. Así, pues, siempre que las solemnidades vamente. Pero quien conozca la odisea de los
revistiesen gravedad y colaboraran en su cele- manuscritos de Sahagún y Motolinia, podrá ase-
bración los nobles y los señores, producfanse gurar que casi todos los historiadores novohis-
melodías tranquilas y movimientos reposados.2 panas de fines del siglo XVI y del XVD tomaron de
Por el contrario, al entrar en juego la juventud, estos dos pioneros gran cantidad de informacio-
cambiaba el escenario: escuchánbanse entonces nes.
cantos de amor y de requiebros y los cuerpos Especialmente en sus Memoriales anotó
eran puestos a ejercitar su flexibilidad. Si de Motolinia cosas relativas a la música de los
guerreros se trataba, el frenesí podía llegar a aztecas. Mendieta le llama "Curioso investiga-
c1únaxes exuberantes. dor de los tiempos y las verdades".
Hablando de este asunto se refiere Durán a Describe Motolinia generalidades que con-
un baile "agudillo y deshonesto", que practica- cuerdan con los minuciosos relatos de Sahagún,
ban los nativos a la llegada de los españoles. tanto respecto a lo que de éste se publicó, como
Compáralo a la zarabanda española (porq ue los en lo que seguramente le plagiaron Mendieta,
antiguos cronistas de México hubieron de rela- Torq uemada y otros, de en tre los papeles censu-
cionar con frecuencia las nuevas experiencias rados y destruidos en España.
percibidas, con motivos y realidades de la penín- Mientras los bailarines se colocaban en posi-
sula hispánica, o con asuntos bíblicos o históri- ción -nos informa el humilde franciscano-Ios
cos). instrumentistas se aprestaban con los huehues y
El baile en cuestión lIamábase cuecuechecui- teponaztlis. Dos de los mejores cantantes
calt, que significa cosquilleo, o comezón. Por el actuaban de corifeos y daban el tono a los otros.
término podemos colegir que se trataría de Una vez listos para comenzar la danza, tres o
movimientos lascivos, como los de la rumba, cuatro instrumentistas tocaban cierta música
aunque menos evidentes, quizás. Dadas las cos- chillona con sus silbatos, lo cual era señal para
tumbres rígidas de aquella gente, solamente en comenzar la fiesta. El huéhuetl iniciaba enton-
fiestas privadas se efectuaba tal baile. En tiem- ces el ritmo en tono bajo y suave, que iba gra-
pos precortesianos debió ser ejecutado por hom- dualmenteaumentandoen intensidad y registro
bres y mujeres, pero a la llegada de los conquis- ascendente (porque el parche era susceptible de
tadores les fue prohibido a ellas, supliéndose su aflojarse o estirarse en voluntad). Entraban en-
falta por medio de hombres vestidos con tonces los can tan tes. Las primeras melodías eran
indumentarias femeninas. Admirábase Durán de registro bajo y lentas. Siguiendo las instruc-
de que en ciertos pueblos permitieran los reli- ciones de los corifeos, todo mundo cambiaba de
giosos un pasatiempo de tal naturaleza, que él posición simultáneamen te, con tal destreza" que
encontraba escandalosamente deshonesto. los mejores bailarines de España se maravilla-
Aparte la mención de una gran cantidad de ban viendo bailar a estas gentes".
danzas que concuerdan, poco más o menos, con Los bailarines del cfrculo externo coordina-
las descritas por los otros historiadores, dice el ban a la perfección sus movimientos, llevando
autor del Atlas que en la escuela de música los pies y manos más lentamente que los del
aprendían mancebos y muchachas a tañer los interior, con una gracia "que era de ver". Desde
instrumentos. Esta afirmación no la encontra- la hora de vísperas, hasta el crepúsculo, las
mos en otras historias o códices algunos, por lo danzas iban aumentando en intensidad, hasta
que hemos de desecharla. adquirir gran vivacidad. E igualmente sucedía
Terminados en 1541 la Historia de los Indios con las voces, de manera que hacia el fin de la
fiesta se oían sonidos chillones y agudos, que a
Motolinia se le antojaban brillantes y atractivos.
2. Durán, Fr. Diego de, ibid. "Todos los cantares des tos
son compuestos por unas metáforas tan obscuras que Esta descripción corresponde indudablemen-
apenas hay quien las entienda si muy de propósito no te a un mitote o areito, como también suelen
se estudian ... eran tan tristes que solo el son y el bayle llamarle los primeros historiadores, indebida-
pone tristeza, el cual he visto baylar algunas veces con
cantares a lo divino y es tan triste que me da pesadum. mente, ya que el término es ajeno a la lengua
bre oyllo y tristeza". náhuatl, carente de erres. En los mitotes, puesto
14 Hturofonta

que según hemos visto, tomaban parte las muje- de los flautines iniciadores de los mitotes; pero
res, probablemente correspondería a ellas el en otras ocasiones concuerdan sus descripcio-
c1únax de los cantos, a no ser que los hombres nes con las an teriores.
entrasen también con susfalseui. Dice López de Gómara:" ...También algunas
Aunque algunos historiadores modernos veces andan sobresaliendo unos truhanes, o
ponen en duda que el jesuita José de Acosta contrahaziendo a otras naciones en traje u en
haya venido a la Nueva España, él les desmiente lenguaje y haziendo del borracho, loco o viejo,
cuando dice: "En Tepoztlán vi hacer el baile, o que hacen reyr y dan plazer a la gente. Todos los
Mitote". que han visto este bayle dicen que es cosa para
Su Historia Natural y Moral de las Indias, mucho ver y mejor que la zambra de los moros,
compuesta de siete tomos, fue impresa en 1590, que es la mejor danza que por aca sabemos. y si
con aprobación gráfica de Fray Luis de León. mujeres la hazen (subrayamos) es muy mejor
Dijo que todo lo escrito en su obra "lo vio, que la de los hombres. Mas en México no
consideró u oyó de personas fidedignas". baylaban e\las tal bayle públicamente".
La descripción que hace Acosta del mitote Juan de Torquemada es, como se expresó
concuerda con la anterior de Motolinia, pero antes, el más prolijo de todos los historiadores
más ilustrado como era el jesuita, su relato en las descripciones de danzas y cantos. El capí-
adquiere mayor interés, tanto por su contenido tulo 11 de su Monarqu(a Indiana, publicada en
intrínseco, cuanto porque abogaba en favor de 1615,se titula: "de la manera como los naturales
la continuación de las danzas indígenas, que él tenían danzas y de la gran destreza y conformi-
encontraba admirablcs. dad que tenían en danzas y canciones".
Si en la descripción de Motolinia leemos Las danzas que describe coinciden con las de
entre Hneas que los huehues podfan cambiar de Sahagún, adornadas y compuestas, pero pode-
tono, según se apretara o aflojara el parche, De mos leer entre Hneas lo que hay de auténtico en
Acosta nos confirma la creencia de que sus relaciones.
teponaztlis y huehues "estaban templados de tal Al describir la fiesta del dios Huitzilopochtli
suerte que ambos hadan entre sf buena conso- asegura que todas las doncellas al servicio de
nancia", este ídolo bailaban entonces, pintándose las
En otra parte dice: " ... Eran muchos y varios mejillas y emplumándose los brazos, hasta los
los cantores; todos iban cantando y baylando al codos. En las cabezas \levaban guirnaldas de
son, con tanto concierto, que no discrepaban el maíz tostado, llamado mumúchitl, o flores muy
uno del otro. Iban todos a una, asf en las voces blancas. (¿Procederán de allí las llamadas "pa-
como en el mover los pies, con tal destreza que lomitas" que comen ahora los niños con frui-
era de ver. En estos bayles se hadan dos ruedas ción?) Bailaban en torno a estas donce\las los
de gente: en medio donde estaban los instru- sacerdotes del propio dios, adornados con plu-
mentos, se ponían los ancianos, señores y gente mas blancas en las cabezas, que el historiador
más grave. AIH quasi a pie quieto baylaban y ignoraba si eran de garza, o de ga\lina.* De las
cantaban. Al rededor de estos, bien desviados, frentes pendían sendas rodajas de papel, que a
salfan de dos en dos los demás, baylando en Torquemada le daban la impresión de rosas;
corro con más ligereza, haciendo diversas mu- pintábanse los rostros y barnizábanse las bocas.
danzas y ciertos saltos a propósito. Entre sí En las manos llevaban cetros rematados por una
venían a hacer una rueda muy ancha y espacio- flor de palma negra y provistosen su base de una
sa. Sacaban en estos bayles las ropas más precio- esfera de la misma pluma.
sas que tenían y diversas joyas, según que cada Las muchachas portaban en las manos los
uno podía. Tenían en esto gran puntoy así desde llamados tetehuitl, que eran carrizos de los que
niños se enseñaban a este género de danzas". pendían papeles negros, a guisa de banderi\las.
En 1554 publicó López de Gómara su Ilisto- Esto siempre que sus portadoras perteneciesen
ria de México, con el Descubrimiento de la Nue- a la clase pobre, puesto que las hijas de los
va España, que dedicó a Martín Cortés, hijo de
don Hernando y la Malinche.
• Se olvidó el historiador de que los mexicanos recibie-
Donde Motolinia vcfa dos cosas o gente, a él
ron estas tíllimas aves doméslicas de sus conquistado-
podían parecerle, a veces, diez, como en el caso res.
La mujer mexicana en la música 15

la manera de vivir de aquellos peninsulares.


"Las mujeres -describió el obispo- baila-
ban por sí sus bailes y algunas con los hombres,
en especial uno que llaman Nahual, no muy
honesto ... Había viejas que tenían por oficio
bailar en el templo para aplacar a yaz Col
Ahmut (dios del buen tiempo, de las buenas
cosechas, etc.)."
El término nahual (brujo) es nahoa, y lo poco
honesto del baile nos sugiere la posibilidad de
que se tratara de alguna especie de cuecueche-
cuicalt importado, o de alguna otra exportación
procedente del norte.
En otra parte afirma Landa que las mujeres
no solían bailar con los hombres, lo cual pudo
provenir de tiempos anteriores a la dominación
Músicos y danzantes aztecas
(C6dice Florentino) mexicana, ya que a la llegada del inquisidor
encontró que algunos de los bailes los efectuaban
gente de uno y otro sexo mezclados entre sí.
señores acomodados colgaban de la caña telas A Landa le considera d'Harcourt4 como uno
delgadas y vistosas, de idénticos colores que los de los historiadores más fidedignos del México
del papel. antiguo. La descripción que le merecen los ins-
Llamaban a este baile toxachochola, quesig- trumentos precortesianos es más científica que
niCica saltos, o brincos, o baile de la fiesta seca, la de cualquier otro cronista de la época.
puesto que tenía por objeto pedir agua en este El criollo Pedro Sánchez de Aguilar, descen-
mes de sequías. diente de conquistadores, yucateco y religioso,
Las otras danzas descritas por Torquemada escribió en el último tercio del siglo XVI sobre la
no discrepan con las ya apuntadas. organización musical de los mayas, aunque no
Poca información existe acerca de la música tan prolijamente como Landa. Reconoció la
de los mayas. Entre ésta, la más valiosa se le influencia azteca.5
debe a Fray Diego de Landa, uno de los prime- Entre los exégetas modernos y contemporá-
ros franciscanos que llegaron a Yucatán. neos de las viejas historias de México, uno de los
Convertido en inquisidor, quemó indios, de- que han prestado atención a las fuentes del
rribó ídolos y destruyó manuscritos a granel. pensamiento de los antiguos pobladores de
Mas, por su condición de erudito, tuvo buen México es Jacques Soustelle. 6 Analizando la
cuidado de estudiar los jeroglíficos mayas antes forma que daban los antiguos mexicanos a sus
de echarlos a las llamas. En su Relación de las poesías y discursos, observa el empleo de acu-
Cosas de Yucatán se muestra sociólogo en cier- mulaciones de sinónimos, o términos afines en-
ne.
Pese a la influencia azteca, conservaron los 4. D'Harcourt, Raoul, La musique chez les Mayas
mayas muchas de sus costumbres propias. Fray (Societé Suisse d'Américanistes, Ginebra, 1951).
5. Sánchez de Aguilar, Pedro, Informe contra Idolorum
Diego de Landa así lo demuestra, al referirse a Cultores(Mérida, Yucatán, México, 1937). Citado por
cantos y bailes de sus fiestas; tanto como a los Gerónimo Baqueiro Fóster en la Antolog(a folk/6rica
instrumen tos musicales, 3 que describe acuciosa- y musical de Tabasco (Villahermosa, Tab., México,
1952). "En su gentilidad y aora bailan al uso de los
mente; aunque también trata de alguna danza mexicanos y tenran y tienen su cantor principal que
que viene a confirmar el ascendiente azteca en entona y enseña lo que se ha de cantar y le veneran y
reverencian y le dan asientoen la Iglesia y en sus juntas
y bodas y le llaman Holpoop, a cuyo cargo están los
3. Landa, Fr. Diego de, ibid. "TIenen china tos de cañas, atabales e instrumentos de música, como son nautas,
de huesos de venados o caracoles grandes y nautas de trompetillas, conchas de tortuga y el teponaguastli
cañas; y con estos instrumentos hacen son a los que es de madera hueca, cuyo sonido se oye de dos a
bailantes ... bailaban uno como cazcarientes que le tres leguas ... Cantaban fabulas y antiguayas".
llamaban Xibalba-Okot que significa baile del demo- 6. Soustelle, Jaeques, La Vida Cotidiana de los Aztecas
u
nio • (Fondo de Cultura Económica, México, 1956).
16 Htttrofonia

tre sí. Como si la idea necesitara un desdobla-


miento de matices para quedar perfectamente
fijada en la mente. Así como también el parale-
lismo de frases con idéntico significado: "El
llanto se difunde, las lágrimas gotean" ,porejem-
plo.
Pensamos que dicha tendencia encontraba
su equivalente en la música. Las frases se repe-
tían a sí mismas, como siguen repitiéndose aho-
ra, siempre que los indígenas efectúan alguna
celebración en la que deban intervenir sus sones
propios. Así quedaban grabados en la memoria
de los cantores que, como indicamos antes, no
podfan permitirse la menor desfiguración.
y si hay noticias de que las mujeres conspi-
cuas trataban de sobresalir en el arte de la
versificación poética, ¿por qué no habríamos de
pensar que fueran, así mismo, compositoras de
melodías, cuya superabundancia requerida por
la variedad excesiva de motivos, produciría una
competencia de aportaciones que el Consejo de
Fray Bunardino tU SahagÚII
la Música y las Ciencias se vería a veces en
aprietos para elegir con justicia y buen discerni-
miento?
Uno de los cantos intercalados en las repre- técnica vocal, puesto que en otra forma el canto,
sentaciones "mezcla de ballet y tragedia "-romo practicado durante horas enteras, hasta alcan-
expresa Soustelle- y que era interpretado por zar c1fmaxes tremendos en el registro agudo de
una actriz "probablemente disfrazada de pája- las voces, habría ocasionado desperfectos per-
ro", decía así: manentes en las gargantas y aun en la salud de
las cantantes.
De coral es mi lengua Las aborígenes dedicadas profesionalmente
de esmeralda m i pico
a la música eran graciosas danzarinas y coristas
yo me avaloro a mf misma, padres míos,
yo, Quetzalchictzin, adiestradas.
abro mis alas, Como en todos los pueblos y en todas las
ante ellos lloro. razas,las buenas voces femeninas existieron por
¿ Cómo iremos al interior del cielo? fuera, seleccionándoselas como solistas, con
frecuencia para desgracia de sus poseedoras,
Resumen cuando la fuerza de su sino las obligaba a ento-
nar el canto del cisne, como sucedía en la fiesta
De entre las 3D, o más, danzas y cantos diferen- de la sal.
tes, anotados por los historiadores de los siglos En las danzas privadas existía mayor origina-
XVI y XVIl, aquéllos en que tomaban parte las lidad y libertad de acción que en las públicas.
mujeres han sido entresacados, para llegar a las Eran aquéllas donde se efectuaban los bailes
conclusiones siguientes (de acuerdo con los tex- "deshonestos" de que hablan los cronistas, en
tos consultados) . los cuales tomaban parte hombres y mujeres.
Puesto que se seleccionaba a las niñas que Pese a la imaginación y a los buenos deseos
debfan recibir educación musical, existía por de algunos investigadores y músicos contempo-
fuerza un grupo de cantantes y danzarinas pro- ráDeos, es imposible asegurar aún que la música
fesionales en cada generación de mujeres. precortesiana haya alcanzado en México un alto
No hay evidencia de que ellas tocaran instru- grado de desarrollo, comparable al de las artes
mentos musicales en público o en privado. plásticas. La filosofía de la historia nos impide
Debe de haberse conocido entonces unacierta recurrir a tales deseos e imaginaciones. Carece-
La mujer mexicana en la música 17

mos hasta ahora de documentación etnológica- Tal parece como si, a guisa de venganza,
mente comprobada para aceptar que existieran hubieran los dioses antiguos de México hecho
sistemas polimodales en la música precortesiana desaparecer para siempre aquellas canciones
y otras aseveraciones por el estilo. que lograban aplacar sus iras; o llenarles, otras,
Es de anhelarse que algún día aparezca por de embeleso.
algún lado la extraviada copia de melodías Nuestras investigaciones se circunscribieron
nahoas auténticas, transcritas por Fray I3ernar- a la cultura nahoa, por lo que de la mujer maya
dino de Sahagún, para adaptarlas a textos de la sólo se ha hablado a la ligera; y la de otras
Psalmodia Cristiana en la lengua de los nativos. culturas indígenas se halla ausente. Como ex-
De lo contrario, podemos solo imaginar -a presamos en el lugar correspondiente, no cree-
distancia de cuatro siglos- algo comparable a mos que exista suficiente documentación res-
lo que se escucha actualmente en zonas aparta- pecto a las actividades musicales de estas últi-
das de los centros rurales mestizos, pero "en mas (por lo menos mientras no se descubran
bruto", por decirlo así, debido a la enorme nuevos murales semejantes a los de Bonampak,
diferencia de culturas. Alguien podrá objetar o algunos otros documentos).
que, justamente, el estacionamiento secular de Ignoramos la existencia de algún matriarca-
estas razas aisladas habría podido provocar una do, en épocas anteriores a la Conquista de
transmisión oral bastante auténtica de tradicio- México. De acuerdo con los códices indígenas
nes y melodías, de padres a hijos; pero, en reali- y las crónicas hispanas, la mujer estuvo siem-
dad,los aztecas y los mayas -<>, mejor dicho,sus pre suje ta al hombre, por medio de leyes y
descendientes- habitan actualmente en zonas costumbres ancestrales, que la sustraían a toda
donde se trocaron los papeles entre las dos iniciativa personal que no tuviera el hogar
culturas antagónicas: la hispana y la indígena; o como asiento.
en su inmediata proximidad. En los siglos XVI, XVII Y XVIII la mujer espa-
Si el hombre nativo de México se vio privado ñola tampocc pudo vanagloriarse del usufruc-
de su tradición musical, la mujer perdió para to de cierta independencia efectiva, como no
siempre el encanto de sus cantares y de sus fuera la que su astucia y sus mañas le propor-
danzas. Después de la Conquista, las que pudie- cionaban.
ron haber perecido, víctimas de la crueldad de Con igualdad de antigüedad, ambos atavis-
sus dioses, como holocausto a sus insaciables mos se enlazaron y se fortalecieron mutuamen-
apetitos de sangre humana, recobraron el dere- te, para producir un tipo femenino débil de
cho,a la vida. En este sentido les favoreció el inteligencia, a causa de la sujeción refinada.
nuevo estado de cosas. Pero no anticipemos los acontecimientos.
v. Epoca colonial

Al hacer prisionero los españoles a Cuauhté- do a las costumbres de la época, le obligaban a


moc y tomar la ciudad de Tenochtitlan, el 13 de obrar de acuerdo con la mentalidad hispana. En
agosto de 1521, terminaba una era de esta parte la vieja nación la mujer se abstenía de tomar
del continente americano. parte pública en actos musicales serios. 3
Cortés tuvo empeño de que, al mismo tiempo Podemos, empero, presumir que en los re-
que perpetraba la destrucción de la capital azte- medos de academias de música y danza estable-
ca, para edificar sobre sus ruinas la de la Nueva cidos a raíz de la toma de Tenochtitlan, en
España, se dieran los pasos necesarios a la intro- predios especiales, por los conq uistadores Beni-
ducción de la cultura hispánica. Trajo frailes to Bajel, maese Pedro Ortiz, Pedro de Simancas
franciscanos, entre los que algunos poseían co- y Alfonso Merón,4 serían recibidas como alum-
nocimientos musicales. nas, quizás, (aunque noes probable) las hijas de
"El espíritu de realizar grandes hazañas los señores principales y de los nobles indígenas,
-dice Fernando Benftez-I y de ganar para su a quienes se trató con deferencia (especialmen-
monarca dilatadas regiones sin importar peli- te a las mujeres e hijas de los aliados tlaxcaltecas).
gros y sacrificios, propio de los conquistadores, En el siglo XVI la mujer indígena no aparece en
animaba también a los frailes misioneros. Estas crónicas musicales. Lo que relata Mendieta, refi-
dos milicias, la de Cristo y la del rey, marchaban riéndose al grado de adelanto alcanzado en el
paralelas, trabajando, juntas sobre una tierra y canto eclesiástico y en la cultura de las voces por
unos hombres comunes ... Cuando la mano que algunos "tenores, barítonos, bajos y sopranos",
blandía la espada principió a flaquear, la mano no indica, necesariamente, que se haya tratado de
que empuñaba el crucifijo se debilitó y las dos se sopranos femeninos, puesto que entre los infan-
contagiaron de decadencia". tes cantores esta clasificación es común.
Pero mientras tal cosa no sucedía, los misio- Por otra parte, como se dijo antes, el canto
neros se constituyeron en defensores y maestros llano no pertenecía a la jurisdicción femenina. Es
de los conquistados indígenas. probable y lógico pensar que en las iglesias y
Fray Pedro de Gante2 pronto había de com- durante las diversas festividades religiosas, hayan
prender el valor de la música para la conquista entonado las mujeres los cantos religiosos "de
religiosa de aquel pueblo. Fundó, pues, en oído", como lo siguen haciendo ahora, tratándo-
Texcoco,la primera escuela de música europea se de "misterios", "alabados", "villancicos", etc.
del continente americano. Elsantoral de laPsalmodia Cristiana, deSahagún,
Esta escuela, donde aprendían los indígenas
la música religiosa, estaba destinada exclusiva- 3. Benrtez, Fernando, ibid. "Las monjas estableclan a
mente a los muchachos. El humilde lego no era fines del siglo una modalidad en la vida religiosa de la
español, pero su parentesco con Carlos V, auna- Colonia que fue esencialmente varonil por espacio de
cincuenta ailos ... Si las instituciones monjiles no logra-
ron formar una Santa Teresa, al menos, durante la
1. Denrtez, Fernando, La Vida Criolla en el Siglo XVI (El Colonia, produjeron en abundancia muy sabias y ori-
Colegio de México, México, 1953). " ... México era una ginalescocineras. Coslan vestidos para las abundantes
ciudad destinada exclusivamente a los blancos. Fuera esculturas de su Amado ... bordaban y cocinaban,
de sus Ifmites se establecieron las ciudades con sus entonaban. casi siempre sin éxito, epitalamios y can-
mercados, templos, sus leyes y sus autoridades. Dos ciones de cuna, y de tarde en tarde se las autorizaba a
mundos para mantenerse aislados", sumirse en verdaderos deliquios amorosos,"
2. Mcndieta, ibid. "El primero que les enseñó el canto 4. Campos, Rubén M., El Folklore y la Música Mexicana
juntamente con Fr. Pedro de Gante fue un venerable (Publicaciones de la Secretaria de Educación, 1946,
sacerdote viejo llamado Fr. Juan Caro". México).
La mujer mexicana en la música 19

Imagen del Códice de llatelolco que muestra la sumisión tU los señores tU Mb:ico,
Tlatelolco, Tlacopan y Texccco al virrey Luis tU Velasco, ca 1562

estaba relacionado con cantares especfficos para Clandestinamente seguían los indios adoran-
cada uno de los doce meses del año-<:antares en do a sus dioses y efectuando algunos ritos, siem-
lengua náhuatl sobre melodías auténticas de los pre que les era posible,? hasta el extremo de
indígenas, transcntas por el franciscano y sobre introducir ciertas fórmulas en el ceremonial
las cuales nada sabemos a ciencia cierta, por católico, sin que los españoles se percatasen de
haberse perdido, quizás para siempre, esas anota- ello. Las mujeres danzaron, seguramente, en las
ciones.s Por otra parte, Alfredo Chavero asegura iglesias, según lo practican todavía, pero no ya
que un tal Hernández tuvo en sus manos "aque- "profesionalmente", como en su cercana anti-
llos cánticos que tradujeron los indios, desde los güedad. Cantarían en náhuatl y en castellano a
primeros tiempos en que aprendieron a escribir a los sustitutos de sus dioses antiguos, porque
nuestro modo".6 Por medio del único ejemplar aprendieron la doctrina cristiana, desde los co-
que existe en el mundo de la Psalmodia Cristiana mienzos de la Conquista.
es, hasta cierto punto, posible reproducir el es- Hablando de dicha doctrina, enseñada por
quema rítmico, de acuerdo con las mesuras mar- Fray Francisco Ximénez, dice Mendieta:
cadas por el franciscano, pero las melodías per- "Pasáronlo en canto llano mui gracioso para que
manecen en la oscuridad. los oyentes así lo tomaran de memoria".

5. Stcvenson, Robert, Music in Maico. (T. Crowell,


New York, 1952).
6. Códice Borgiano. Interpretación por el Abate Lino de
Fabicga, con un estudio de los dioses mexicanos, por
Alfredo Chavero (Imp. del Museo N. México, 1910). 7. Mendieta, ibid.
VI. La criolla y la mestiza

Con la llegada a México de gente ambiciosa en


abundancia y con el andar del tiempo, surgió el
mestizaje. Conforme avanzaba el siglo XVI se
apresuraba también la decadencia y la corrup-
ción.
Pero comenzaba a afianzarse la nueva raza.
Los cronistas o historiadores de los primeros
tiempos novohispanos no fueron muy prolíficos
en relación con las mujeres españolas pioneras
que, abandonando las condiciones reales, o re-
lativas, de comodidad gozada en su tierra natal,
acompañaron a sus maridos en la exótica aven-
tura americana, o vinieron a este continente por
sus propios impulsos, ora en busca de un marido
difícil de obtener en la Península; ora ávidas de
vender fácilmente su única merca ncía comercia-
ble; ora -aunque raramente-llamadas por su
ardor evangélico, o su espíritu misionero.
Recientemente ha sido publicado en Madrid
un trabajo de Nancy O'Sullivan-neare, titulado
Las Mujeres de los Conquistadores, I en el que la Dom Pietro eerone
autora revela haber acudido a numerosas fuen-
tes que le permitieron rendir informes valiosos
sobre este novedoso tema, relacionado con "la ¿ Quién de los cronistas de México tuvo si-
intervención femenina -dice- de tipo callado, quiera la curiosidad de investigar algo sobre la
íntimo y como subterráneo que desempeña la vida de María Estrada? Si no fuera porque
muj er constantemente, sin alcanzar lógicamen- nernal Díaz del Castillo la menciona, ni siquiera
te los honores de la publicidad, pero sin dejar sabríamos que había peleado alIado de Cortés
por eso de ser menos eficaz ...2 durante la toma de Tenochtitlan. 3
A n ernalle debemos también una mención
1. O'Sullivan-Beare, Nancy, Las Mujeres de los Con- del primer baile de hispanos en tierrasmexicanas.
quistadores (CompaMa Bibliográfica Española, sin
fecha, Madrid). Dice en el capítulo CXXVIII de su gran obra:
2. Ibid ...... los quilates de su inrIuencia como gobernan- " ... Pues ya que habían alzado las mesas salie-
tes, como gestoras o inspiradoras del heroísmo, como ron a danzar las damas que había con los galanes
consejeras o ayudas de sus esposos, como amantes, o
provocadoras de pasiones, como fund adoras de insti-
cargados con sus armas de algodón, que me
tuciones O introductoras de proCesiones o cultivos, o
incluso como provocadoras de alborotos, desacatos,
tragedias, inmoralidades .. . Es no menos importante la 3. DCaz del Castillo, Bernal, ibid. "En esta tan temeraria
más anónima de la población Cemenina, que coadyuvó noche triste... se mostró valerosamente una señora
quizás más incluso que las otras con esCuerzos incesan- llamada Marra Estrada, haciendo maravillosos y
tes, aunque oscuros, en la vida cotidiana y vulgar ... hazañeros hechos con una espada y una rodela en las
Cuán decisiva Cue la aportación de la mujer, incluso la manos, peleando valerosamente con tanta Curia y
más sencilla, para el Cenómeno de transculturación de la ánimo que excedra al esCuerzo de cualquier varón, por
vida española a las nuevas venas de la vida americana." esCorzado y animoso que Cuera."
La mujer mexicana en la música 21

parece era cosa que si se mira en ello es cosa de "Nunca quizá comprenderemos bastante-
refr, y fueron las damas que aquí nombraré que agrega O'Sullivan-cuán decisiva fue la aporta-
no hubo otras en todo el real ni en la Nueva ción de la mujer ... para el fenómeno de la
España; primeramente la vieja María de Estrada, transculturación de la vida española a las nuevas
que después casó con Pedro Sánchez Farfán y venas de la vida americana."
Francisca de Orgaz que casó con un hijodalgo Pero lo que a la escritora se le escapó (ue el
q uese decía Juan González de León; la Bermuda hecho de la idiosincrasia masculina hispana en
que casó con Olmos de Portillo, el de México; lo que atañe a la participación de la mujer en las
otra señora mujer del capitán Portillo que murió actividades públicas cívicas. Esta idiosincrasia
en los bergantines y esta, por estar viuda, no la transplantó también sus reales a la Nueva Espa-
sacaron a la fiesta, e una fulana Gómez mujer ña: la mujer para la casa, el lecho y la iglesia; el
que fue de Benito de Vergel y otra señora que se hombre para las armas y para las ambiciones.
decía la Bermuda y otra señora hermosa que Mas es verdad que la mujer -ahora, como en el
casó con un Hernán Marín que ya no se me pasado, abierta o solapadamente- ha sabido
acuerda el nombre de pila, que se vino a vivir a siempre imponer sus derechos de ser humano,
Guaxaca y otra vieja que se decía Isabel aunque no en todos los tiempos lo haya logrado.
Rodríguez, mujer que en aquella ocasión era de
un fulano de Guadalupey otra mujer algo ancia- Sor Juana Inés de la Cruz
na que se decía Mari Hernández, mujer que fue
de Juan de Cáceres el Rico, de otras ya no se me El milagro de Sor Juana sólose produjo una vez
acuerde que las hubiese en Nueva España." en la época colonial, gracias al genio excepcio-
Esto sucedía para celebrar la caída del Impe- nal con que la dotó la naturaleza. En ella el sexo
rio Azteca y la adjudicación de la vasta tierra fue superado por el enorme talento, hasta el
mexicana a la corona de Carlos V. extremo de imponerse este último ante sus con-
Ocho o nueve en total (pues la Bermuda está temp-oráneos masculinos, aunque haya encon-
mencionada dos veces) fueron las primeras trado en algunos de ellos enemigos y hostiliza-
mujeres hispanas que bailaron públicamente en dores.
tierras mexicanas. La música debe haber sido Si Sor Juana perteneció al mundo de la
provista por los pocos músicos que le quedaban literatura y la poesía, el de la música no le fue
a Cortés. Ortiz, el mejor de ellos, había ya tampoco extraño. Alfonso Reyes la clasifica de
muerto en un combate (los pobres filarmónicos música y poetisa. Aun cuando escribe villanci-
del conquistador tenían que ganarse el sustento cos -dice-, canta con voz de ángel.4
y la fama con las armas) . Su afán de conocimientos musicales, no co-
De Marina Vélez de Ortega nos informa munes, la lleva a efectuar ciertos experimentos
Nancy O'Sullivan haber sido la primera maestra de acústica, asf como a estudiar la obra de Pietro
hispana que enseñó en México. Y esto lo apren- C..erone5, músico napolitano (1566-1616) que de
dió del Diccionario de Conquistadores y Pobla- 1592 a 1608 sirvió a Felipe 11 en España.
dores de Nueva España de Don Francisco A. de Si Cerone tuvo el buen humor de decir que el
Icaza, quien, a su vez, lo encontró en textos tono de Do mayor había sido inventado por
originales, uno de los cuales reza así: Adán en el Paraíso, no puede considerársele,
"Marina Vélez de Ortega es vecina de la empero, más indigesto que todos los tratadistas
ciudad de los Angeles e hija legítima de Anton de su época, según afirma Adolfo Salazar.6
rruiz de Ortega y de Catalina Martín ... que es La obra de este teórico que llamó la atención
una de las primeras mujeres que binyeron a esta de Sor Juana fue El Melopea y el Maestro, publi-
Nueva España, e una de las primeras vezinas de cada en Nápoles el año de 1613, pero escrita en
la dicha ciudad de los Angeles, donde siempre
ha tenido su casa poblada con cinco doncellas
4. Reyes, Alfonso, "México en la Cultura", Las Letras
huérfanas, criándolas e yndustriándolas desde Patrias (Pub. de la SecretarIa de Educación. 1946,
niñas a su costa, entre las quales tiene una hija México).
legítima de Joan Gómez de Pañaparda, conquis- 5. Abreu Gómez, Ermilo, La Ruta tú Sor Juana
(O.A.P.P., 1938, México).
tador de esta Nueva España; y que todas son muy 6. Salazar, Adolfo, La Música tú España (Espasa Calpe,
pobres y ella con ellas, y padesce necesidad." Buenos Aires. 1953).
22 HeterofonÚJ

español; también es probable que haya llegado a


manos de la monja la Introducci6n al Estudio del
Cantus Firmus, que se dice ser fiel reflejo de
Zar lino, célebre franciscano del siglo XVI, cuyas
teorfas se adelantaron bastante a su época.
Cerone no era, pues, un retrógrado, aun supo-
niendo que fuese un plagiario. Y si interesó a la
monja mexicana, ello indica el afán que tenfa ésta
de penetrar los secretos no elementales del arte.
Por otra parte, trataba de ponerse en condi-
ciones de enseñar la música a sus hermanas de
convento, para corresponder asf -según expre-
sión de la propia monja- al gran cariño y a
tantas atenciones de que la habfan hecho objeto
(como si no lo mereciera con derecho y justicia).
Se verá más adelante la poca probabilidad de
que Sor Juana haya escrito música. Harfa, qui-
zás, algunos ejercicios de armonfa, para la mejor
comprensión de lo que le sugerfa el tratadista en
cuestión, pero ni siquiera esto puede asegurarse
con pruebas en la mano; aunque la poesfa que Sor Juana Inls tú la Cruz
transcribimos después le autoriza a uno a supo-
nerlo y casi a darlo por verfdico.
La Condesa de Paredes, esposa del Virrey Es verdaderamente lamentable la privación
del mismo nombre, que gobernara la Nueva que tal pérdida significa en un pafs y en un siglo
España de 1680 a 1686, pidió una vez a Sor Juana carentes de cualquier otra aportación musical
le remitiera el método para enseñar música, femenina de valfa.
escrito por la monja con admiración y elogios de He aquí la poesía en cuestión:
quienes la conocfan. Para desgracia nuestra, la
Décima Musa se excusó con una poesfa que De la música un cuaderno
transcribiremos más adelante y en la que se pedís, y es cosa precisa
que me haga a mí disonancia
revela la excesiva modestia que la caracteriza- que me pidáis arman fas.
ba. De haber accedido a la demanda de la de ¿A mí, Señora, conciertos,
Paredes hubiérase sin duda conservado en Es- cuando yo en toda mi vida
paña el manuscrito. Según el Padre Diego Calle- no he hecho cosa que merezca
sonarme bien a mí misma?
ja era "obra de los que de esto entienden, tan ¿ Yo arte de com posiciones,
alabada, que bastaba ella sola, dicen, para ha- reglas, caracteres, cifras,
cerla famosa en el mundo". El propio biógrafo proporciones, cuantidades,
de Sor Juana asegura que habiendo estudiado la intervalos, puntos, líneas?
Quebrándome la cabeza
monja secretos recónditos de la música, supo sobre cómo son las sismas;
simplificarlos admirablemente para poder en- si son cabales las comas;
señar asf el arte a sus hermanas de convento? en qué el tono se divida;
El manuscrito estuvo celosamente guardado si el sem itono incantable
en número par estriba,
en el convento de Sor Juana por más de dos siglos. a Pitágoras sobre esto,
Cuando a mediados del pasado se cerraron los revolviendo las cenizas;...
claustros, fue retenido por una de las monjas más si el punto de alteración
ancianas, quien, denunciada más tarde, sufrió a la segunda, se inclina
más por que ayude a la letra
confiscación de cuanto posefa; no volviendo de que porque a las notas sirva;
allf en adelante a saberse nada del documento. si la voz, que (como vemos
es cuantidad sucesiva),
valga sólo aquel respeto
7. Chávez, Ezequiel A., Ensayo Psico/6gico tú Sor Jua- con que una voz, de otra, dista; ...
na Inls de la Cruz (Ed. Alaruce, Barcelona, 1931). si a dos mensuras, es toda
La mujer mexicana en la música 23

la música reducida; extraordinaria dentro del complicado mundo


la una, que mide la voz,
de las teorCas musicales de aquella época.
y la otra, que el tiempo mida;
si la que toca a la voz, ¿No es, acaso, admirable, su concepto de
-o ya intensa, o ya remisa- ICnea espiral, que confiere a la armonCa? Re-
subiendo, o bajando, el canto cuérdese que estudiaba a Cerone, quien, a su
llano, sólo la ejercita; ...
vez, se hada eco de las ideas de Zar lino, uno de
si la enharmónica, ser
a práctica reducida los teóricos musicales más adelantados de su
puede, o si se queda ser tiempo; pero este sabio no percibió claramente
cognición intelectiva; la espiral infinita de los armónicos.
si lo cromático el nombre De 1683 a 1690 se cantaron en la Catedral de
de los colores reciba
de las teclas, a lo vario México cinco villancicos de Sor Juana.8 Ella
de las voces, añadidas, escribCa los versos en castellano, latCn, portu-
yen fin, andar recogiendo gués, jerga de negros y náhuatl, y se adaptaba a
las inmensas baratijas todas las mentes humildes. Los que pensó para
de calderones, guiones,
claves, reglas, puntos, cifras, la fiesta de San PedroNolasco revelan sus refre-
pide otra capacidad nadas inquietudes socialistas. Con onomato-
mucho mejor que la mía, péyicos versos describe la entrada de un negrito
que aspire en las catedrales a la iglesia:
a gobernar las capillas; ...
mas si he de decir verdad,
es lo que yo, algunos días, iTumba, la, la,la! iTumba, le, le, le!
por divertir mis tristezas, que donde ya Pilico escraba
di en tener esta manía, no quedéis
y empecé a hacer un tratado, iTumba,le,le,le! iTumba,la,la,la!
para ver si reducía que donde ya Pilico esclaba
a mayor facilidad no quedé
las reglas que andan escritas. Oy dicí que en las Melcede
En él, si mal no recuerdo, estos Parre Mercenaria
me parece que decía hace una fiessa a su Padle;
que es una línea espiral, ¿ Qué fiessa? iComo su cala!
no un círculo, la armonía; iEia dici que redimi!
y por razón de su forma, iCosa palece encantada!
revuelta sobre sí misma porque yo la oblaje vivo
la intitulé caracol, y los Parre no mi saca.
porque esa revuelta hacía; La otra noche con mi conga
pero éste, está tan informe turo sin dormí pensaba
que no sólo es cosa indigna que no quiele gente plieta
de vuestras manos, mas juzgo como eya son gente branca.
que aun la desechan las mías; Sólo saca la Pañola
por eso no os lo remito; ipues Diosso! iMila la tlampa!
mas como el Cielo permita que aunque negla gente somo
a mi salud más alientos, aunque nos dici icabaya!
y algún espacio a mi vida, Mas ¿qué digo? Diosso mio
yo procuraré enmendarlo Los demoños que me engaña
porque teniendo la dicha pala que essé mulmulando
de ponerlo a vuestros pies a essa Redentora Casa.
me cause gloriosa envidia El santo me lo perrone
que só un malo hablala
que aunque padezco del cuelpo
Como puede verlo cualquier músico, preocu- en ese,libla las almas.
paban a Sor Juana los problemas teóricos de la
música, unos cuantos años antes del nacimiento ¿ Quién compuso la música para los villanci-
de Juan Sebastián Dach, quien habfa de desen- cos de Sor Juana?
trañar los enigmas de aquellos incantables Parece que sólo el organista Jesús Estrada ha
semitonos y sacar a la armonfa de su cognición tenido acceso, hasta ahora (1958), al Archivo de
intelectiva. la Catedral Metropolitana. Consultándole el
Los problemas musicales que inquietaban a caso nos comunicó que entre los numerosos
la jerónima revelan las inquietudes intelectua-
les de su mente analftica, asf como una visión 8. Chávcz, Ezequiel, ibid.
24 Heterofonía

escritos e impresos examinados por él no había El último terceto de este soneto contiene
encontrado ninguna música de la monja todo un tratado de estética musical. Juana, im-
jerónima, ni de otros, escrita para los villancicos presionada por los logaritmos musicales de
tantas veces mencionados; sin embargo, Cerone, era, empero, una acendrada artista,
Stevenson 9 asegura que los deSan PedroNolasco para dej arse avasallar por ellos. Si su sen tido del
fueron cantados en la Catedral el31 de enero de oído debía colaborar estrechamente con la men-
1677, con música de José Agurto y Loaysa, te, para la comprensión de la secuencia armóni-
maestro de capilla de la propia Catedral. ca, no podía permitir que le nublara el solo del
Como quiera que sea, los villancicos de Sor arte puro al alma -receptora suprema, como
Juana, de los que publicó 15 colecciones, son de ella lo entendía, de las emociones estéticas.
un encanto singular. Rara vez los poetas han En lo referente a la música religiosa culta
sido sensitivos a la música, porque los buenos hubo gran actividad en la Nueva España, desde
versos la producen con el juego de las palabras y el último cuarto del siglo XVI, hasta la mitad del
el estro cadencioso de las rimas. Y esto les basta. XVII. Existe evidencia de que se escuchaban
Al abandonar las letras vende Juana de entonces corrientemente las misas de Palestrina,
Asbaje los cuatro mil volúmenes de su bibliote- Victoria, Morales y Guerrero y se importaban
ca, con objeto de dedicar su producto a carida- maestros de capilla de la calidad de Hernando
des. Y también se desprende de sus instrumen- Franco. 1I Fue en México el Siglo de Oro de la
tos musicales. 1O polifonía hispana y del canto llano tradicional,
He aquí el soneto apologético de un músico aclimatados ambos en estos dominas de la Ca-
que a ella impresionaba: rona.
La mujer asistía a los cultos religiosos y escu-
Dulce deidad del viento armoniosa chaba la bella música en las iglesias.
suspensión del sentido deseada
Pero al comenzar el relajamiento en todos
donde gustosamente aprisionada
se mira la atención más bulliciosa. los órdenes perdió ella hasta sus prerrogativas
de auditora.
Perdona a mi zampoña licenciosa
si al escuchar tu lira delicada
canta con ruda voz desentonada
prodigios de la tuya milagrosa.

Pause su lira el Tracio que aunque calma


puso a las negras som bras del olvido,
cederte debe, m as gloriosa palma

pues más que a ciencia el arte has reducido


haciendo suspensión de toda un alma
lo que era sólo objeto de un sentido.

9. Stevenson, Roberl, ibid. 11. Chávez, Carlos, "México en la Cultura", La Música


10. Reyes, Alfonso, ibid. (Pub. de la Secretarfa de Educación, México, 1946).
VII. El siglo XVIII

I'/'J'{./I _,
..:;v/ltvu:¡c¿¡
~'/I 1,Ib ;7
a b. aL.//aa!1titnfp
J . I
-- I
Fue en este siglo cuando comenzó a enseñarse I
másica a la criolla, sobre todo si se le destinaba
a los conventos, para que el canto y los conoci-
mientos instrumentales suplieran a la requerida
dote, tratándose de jóvenes carentes de recur-
sos pecuniarios. y nosóloen la ciudad de Méxi-
co, sino también en la provincia.
La antigua Valladolid -hoy Morelia- po-
scfa un Conservatorio de Música destinado al
" .
género femenino púber: el Conservatorio de las
Rositas,! llamado así por llevar el nombre de
Colegio de Santa Rosa de Santa María.
El descubrimiento, por Miguel Bernal
Jiménez (compositor michoacano prematura-
mente desaparecido), de los archivos musicales
de ese plantel, fue de vital importancia para la
historia de la música de la época colonial a que ¡-
nos referimos.2 POrflld" deJa plUfltu.ra mQ/ULSaluz
Entre los documen tos en con trados por Bernal Dos licenciados gon'Ones (1719) th Morlltlll4.

Jiménez hace 26 años, estaban los relativos a


ciertos trámites indispensables de admisión al Tratábase, pues, de una escuela destinada
plantel. "La solicitud -dice- era dirigida di- exclusivamente a las criollas, entre las que algu-
rectamente al obispo y acompañada de una nas pagaban 60 pesos, por tercios adelantados.
información referen te a la legitimidad y limpie- Estas eran admitidas sólo en caso de que, ocupa-
za de sangre de las candidatas, quienes tenían das todas las vacantes de alumnas porcionislas,
que probar encontrarse sin mácula alguna de pensionistas, o de número, que entraban en
mulatos, lobos, judíos, sambaígos, chinos, ni de calidad de becarias, deseasen ser recibidas como
los recién convertidos u otra mala raza ... ni de supernumerarias.
penitenciados ni castigados por tribunal algu- Para averiguar la clase de instrucción que se
no." impartía en el plantel, Bernal Jiménezsólo pudo
disponer de dos o tres documentos. Uno de
l . Bernal Jim6nez, Miguel, El A rchivo Musical tkl Cole-
éstos se refiere a la solicitud que un tal don
gio tk Santa Rosa tk Santa Marfa tk Val/adolid(Ed. de Manuel Márquez de Trujillo enviaba a las auto-
la Universidad Michoacana de San Nicolás, Morelia, ridades competentes, para lograr la admisión de
1939).
2. ¡bid. "Silencioso y olvidado entre rincones venera-
su hija doña Josefa, y otra niña, al plantel. La
bles, duerme un jardfn donde antaño concurrfan primera es mantenida por su padre en el Con-
mocitos de Valladolid atrafdos por el eterno encanto vento de Santa Catarina y "se inclina -expresa
de la galanterfa, y donde pasaban largas horas atisban-
do la soberbia arqucrfa de columnas monolflicas que
la carta- a la música, en la que ha tenido algún
corona un edilicio adosado a uno de los templos más exercicio en el citado Conbento [por lo que
hermosos de la 6poca colonial. Este es el templo y puede colegirse que también las calarinas
aquel es Colegio tk Niiias de Santa Rosa tk Santa
Marta de ValJadolid, joya de la Colonia y orgullo de
aprenderían música) y que con el objeto de
nucslra historia", perfeccionarse en dicha inteligencia [subraya
26 Helero/anta

B.J.]. para así lograr ser admitida a Religiosa cano aludido, las oberturas de Rodil y Sarrier
en algún Conbento he resuelto pasarla al Cole- ("autores hasta hoy totalmente desconocidos y
gio de Niñas de Santa Rosa María de esta que siguen rodeados del mismo velo de incógni-
ciudad, en donde, como hay escaleta de música tas, por lo que se refiere a su origen, a sus
diaria, podrá lograr ser instruida en poco tiem- actividades sociales y a la fecha exacta en que
po; por lo que suplico ..... , etc. Esta carta da ta de vivieron y murieron") parecen pequeñas sinfo-
1802. nías y recuerdan a Scarlatti y las primeras obras
El Conservatorio de las Rositas fue fundado sinfónicas de Haydn -como lo hace notar el
entre 1743 y 1746 y, aunque no se sabe a ciencia compositor michoacano.
cierta, creese que su clausura ocurriría entre los Las dos sonatas para guitarra fueron
años de 1857 y 1882. transcritas para piano por el propio Bernal
Los datos anteriores y la superabundancia de Jiménez. Son obritas que hacen también pensar
música encontrada por el investigador, confir- en los vihuelitas españoles antiguos, pero sus
maron a éste en la creencia de que la instrucción autores se mantuvieron en el anonimato.
musical allí habida debe considerarse importan- La Cantada de Noche Buena -anónima-
te; pero, respecto a la existencia de algún pro- ofrece un tema de bella factura. "Los efectos
ducto brillante del plantel, se carece de pruebas. corales de los Oratorios de Bach y Haendel-
Sabemos, sí, que las rositas estudiaban sol- dice B.1.- y el sabor de los cantos españoles
feo, canto coral religioso y profano, violín, arpa antiguos se gozan plenamente en este trabajo".
(y quizá clavicordio); pero nada más. Los dos villancicos de Francisco Moratilla
Lo que sí podemos asegurar, de acuerdo con (autor igualmente desconocido) son un par de
la carta de don Manuel Márquez de Trujillo y magníficos ejemplares desu género. El primero
otros documentos, es que, durante esa época -Dos Licenciados Gorrones (Domine Lucas y
colonial, las aspirantes a monjas debían llevar Domine Petrus)- está escrito en un estilo
en sus bagajes algunos conocimientos musica- contrapuntístico acabado. Ha Negliyo es, al con-
les, siempre que no les fuera posible aportar la trario, de sabor popular.
requerida dote. Bernal Jiménez transcribió íntegramente la
Entre las obras del archivo musical, transcritas graciosísima letra de este villancico, de la cual
a notación moderna por el compositor michoa- entresacamos tres coplas:
La mujer mexicana en la música 27

décimo reglamentario de la Sociedad de Ami-


Tura instlumenta se escuche gos de la Música de Morelia.
Toquemo como pelsona Este concierto, celebrado el 30 de mayo de
Chirimíngula y baxoja,
Culnetiya y sacabuche, 1930 en el Teatro Ocampo de la capital
Pandeliyo y raveliya, michoacana, tiene significado histórico, por ser
con sonaxa tocalemo el primero que en estesigloserealizacon música
y Sanguangue cant aJemo de la que se enseñaba y practicaba en el México
questa famosa letliya.
Una xácala també dieciochesco.
le cantamo estando en eya y lo tiene, además, por inducirnos a pensar
la mulica con la bueya que, pese a la buena música que aprendían y
que saben sol fa mi re. ejecutaban las rositas, no deben haber surgido
allí talentos dignos de consideración, pues de lo
Se pregunta BernalJiménez si estos textos contrario algún indicio se encontrara en el archi-
son de Sor Juana, asf comosi fue ella "la primera vo estudiado.
en explotar este folklore de los negros traídos a Las facultades musicales femeninas de Méxi-
México durante la Colonia". co estaban apenas en gestación.
El catálogo religioso de este archivo musical y si en Morelia, y seguramente en Puebla y
se compone de 64 trozos completos y 4 incom- otras ciudades importantes del México colonial
pletos: villancicos, motetes, coloquios, canta- se enseñaba asíla música a las mujeres, lógico es
das, areas [sic], dúos, trezetos [.lic]. coplas, autos pensar que en la capital de la Nueva España las
sacramentales, secuencias, misas, etc. cosas irían mejor aún.
Como todas las colegialas del mundo entero, Según Saldívar3 la ciudad de México poseía
éstas del Coro de Santa Rosa eran traviesas y en 1740 una Escuela en el Convento de San
gustaban de borronear las márgenes de sus fa- Miguel de Bethlén, ubicado en el sitio y local
peles con sendas recomendaciones y c'jchufie- más tarde ocupados por la Cárcel de Belén. Este
tas plagadas de faltas de ortografía, de entre las convento funcionó hasta 1821 y de él salieron
cuales entresacamos las siguientes: "más de veinte profesas de música"; pero ni
"Alto. papelito no te pierdas quídate mucho Saldívar, ni investigador alguno han logrado
porque, pero no d ... " averiguar hasta ahora la clase de instrucción
"Para Da. Petra la Batalla. El Sol con tu musical impartida allí.
bisarria no se puede comparar y que le das Rubén M. Campos4 examinó los libros de profe-
Alegria". siones de los conventos de josefinas y jerónirnas,
"Tiple 2°. Soy de Mari Rita Heredia que lo encontrando citas de varias religiosas recibidas sin
canta con dos mil primores y sin chiquiarse." dote, o con pequeña dote, sustituyendo ésta por "la
"Tiene Ud. un piquito que al todo el mundo habilidad en tocar el clavicordio, órgano, violín o
Raja. Malaya su pico oarese chanza." bajón y también por sus buenas voces".
"Tiple 2° 1. Corr, . Da. Juana de Castro y Da.
Josefa de Castro, quien ce lo hallare denmelo
por vida sulla que mease falta quien mi cuader-
no hallare y no me lo quiera dar el z... ".
"Pertenece al colegio de Sta. Rosa maría.
Arpa. Para el uso de Da. Josefa Valladolid. Sra.
Da. Anna de la benerable Arpa. Tiple 2° 11°
coro. Soi de Da. Mariana Alfaro. Tenor l°. Soi
de Da. Maria Guadalupe Vargas".
"Violino Primo de Maria la Barga".
Hay, pues, indicios de una arpista y una vio-
linista. Del resto, cuando se trata de violinistas,
se mencionan siempre varones.
Con las obras especificadas, transcritas a
3. Saldfvar, Gabriel, HislOria de la Música en México
notación moderna por Bernal Jiménez, organi- (Ed. Cultura, México, 1934).
zóel compositor un concierto, presentado como 4. Campos, Rubén M., ibid.
VIII. La música secular

A principios del siglo XVIII el primer teatro las cantarinas los cUIltros,2 por ser difícil y
que hubo en México estaba anexo al Hospital prolijo encajar cuatro voces a la memoria de
Real. Los frailes hipólitos 10 regenteaban para quienes no tienen talento para discernir lo que
provecho de la institución. aunque con repug- hacen y aun para las arias y piezas sueltas hágase
nancia de verse obligados a tratar con cómicos lo mismo. cuidando que las cantarinas no se
de la legua. que les causaban trastornos e inco- enronquezcan. como ha sucedido y hay de ello
modidades sin cuento. En 1707 traspasaron sus experiencia."
derechos de contratistas a Felipe Fernández de Conforme avanzaba el siglo. la decadencia se
Santillana. quien supo sortear las dificultades de agudizaba en la Península. con las consiguientes
los actores hasta 1722. añoen quese incendió el y forzosas repercusiones al otro lado del oreano.
teatro Gustamente el día que debía presentarse Cuando a fines del XVIII se organizaron en
la comedia Aquífue Troya) .! España compañías hispanas de ópera italiana. 3
Volvióse a levantar el local sobre sus propias en virtud de un decreto real. fue enviado a
ruinas. pero no permaneció activo más que tres México un cuadro artfstico. en el que figuraban.
años escasos. cuando. habiéndose decretado la principalmente. María de los Dolores Munguía
construcción de un coliseo en el Callejón de y María Argüello. Este cuadro llegó a la Capital
Espíritu Santo (el Coliseo Viejo). comenzaron de la Nueva España en 1803 y montó en el
los comediantes a actuar en el nuevo teatro. Coliseo Nuevo el 25 de octubre del propio año
A la llegada del Virrey de Revillagigedo Fanatico Burlato. de Cimarosa. primera ópera
decretó éste la edificación de un teatro mejor representada en el país. como El Filósofo Bur-
acondicionado. En 1753 se estrenó el Coliseo lado -traducción libre impuesta por la censu-
Nuevo. Ya para entonces figuraban en las listas ra.4 Esto era 10 más serio que se le ofrecía a un
de pago algunas cantarinas y bailarinas. pero la público aclimatado en zarzuelas. follas. tona-
mayoría de estos elementos femeninos venían a dillas. seguidillas. etc.; y que. seguramente. pre-
México importados de la Península. fería cantadoras y bailari:las. como Loreto
Era época de gran decadencia del teatro. Los Rendón. Josefa Martínez. María Prieto y. sobre
bailes y canciones incluidos en las mediocrísimas todo. la favorita Gata.
comedias y dramas insulsos se reducían a En las costas mexicanas las mezclas de ne-
seguidillas. coplas y similares. gros y mestizos comenzaron a producir un
A mediados del siglo figuraba una Felipa folklore musical pintoresco; mientras que en el
Mercado (alias La Gata). con un sueldo de altiplano se amestizaron el romance español.
$1.100 por temporada.
Al ocupar el Conde de Gálvez el Virreinato 2. Mendoza, Vicente T., "Música en el Coliseo de Méxi-
de la Nueva España. tuvo a bien dar un gran co", Nuestra Música, Año VII, Núm. 26, 2° Tri mestre,
1952, México, D.F. Del cualrO (cuatro de empezar),
impulso al teatro. El siguiente decreto. puesto dice el autor: (era) " ...cantado sólo por mujeres. A la
en vigor entonces. da una idea del grado de mitad de la comedia, en el segundo intermedio, la
atraso musical de aquellas cantantes: tonadilla consistra en coplas sueltas de cuatro versos.
sin sistema ni conexión, pero alegres o con agudeza y
"A los maestros de Escoleta no se les dará garbo. La graciosa cantaba la primera copla; las demás
menos del término de quince días para poner a lo hadan alternativamente, y por último cantaban
todas juntas."
3. Romero, Jesús C. Dr., "La Primera Opera cantada en
1. Olavarrra y Ferrari, Enrique, /lis/oria del Tea/ro en México". Carne/ Musical, Abril de 1954, México, D.F.
México (Ed. Cultura, México, 1934). 4. Romero, Jesús, ibid.
La mujer mexicana en la música 29

-.

El caUseo nuClolO tk bJ dud4d de Múleo, S. XVIII

convertido en corrido y los bailes populares de Las mujeres del pueblo tomaban parte en
la península hispana: las seguidillas hicieron su cantos y bailes del tipo aludido; pero en las
agosto desde que llegaron a tierras mexicanas, tradicionales fiestas de los nativos, los muy an-
adquiriendo modalidades propias de la nueva tiguos mitotes fueron sustituidos por las híbridas
tierra. Vicente T. M"ndoza las ha encontrado, danzas de Moros y Cristianos, Matachines, etc.,
cantadas por mujeres del campo de innumera- bailadas exclusivamente por hombres nativos,
bles regiones del país.5 El famoso Cielito Lindo e n un mundo totalmente apartado del de los
es muestra típica de esta clase de folklore impor- criollos y mestizos.
tado y aclimatado aquí.

5. Mcndoza Vioente T., ibid.


IX . México independiente*

Al iniciarse el movimiento de Independencia En 1826 fracasó el primer intento de lanzar


era triste el estado de la música en el país. En acciones para la construcción del Teatro Na-
1806 apenas comenzaban a cantarse óperas ita- cional.
lianas en el Coliseo Nuevo. 1827 fue el año de la presencia, aquí, de
En 1810 figuraba como "primera dama de Manuel Garcfa y su Compañía de Opera Italia-
música" la soprano Dolores Munguía y se desta- na, que en junio estrenaría el Barbero de Sevilla
caban entre las cantarinas Inesilla (Inés Garcfa) de Rossini en México, y marcaría una larga
y la Ramírez "cuya voz sonora, flexible y tea- época de italianismo, que había de recrudecerse
tral" era muy elogiada. 1 conforme avanzaba el siglo y repercutir en la
En los salones la señorita Elhuyar, hija del formación de los primeros compositores mexi-
director del Colegio de Minería, "tocaba el pia- canos de la época independiente.
no a la perfección". Y había una madamita La primera gran cantante extranjera de ópe-
Cambor que "contando sólo 11 años de edad, ra que actuó en México fue Paulina García (la
era admirada por su extraordinaria habilidad futura Pauline Viardot), hija de Manuel. En
como pianista."2 años sucesivos vendrían la Massini,la Pellegrini,
Quizás estos elogios superlativos deban ser la Passi, la Majocchi y otras.
tomados con las debidas reservas. Anteriormente había cabido a un michoaca-
Como se dijo anteriormente,el Coliseo Nue- no: Don Mariano Elízaga, la fundación de una
vo había sido inaugurado en 1753. Al procla- Sociedad Filarmónica, en la ciudad de México.
marse la Independencia de México continuaba Esto ocurría en 1825; pero ya desde 1808 don
en actividad, pero 1822 vio la competencia del Joaquín Beristáin y don Agustín Caballero ha-
Teatro de los Gallos y 1825 la del Jardín de la bían establecido una Academia de Música, que
Plaza de la Cruz. un año después presentaría La Sonámbula, de
Bellini, con un e lenco mexicano. El papel prin-
• En varios números de la revista Carne¡ Musical, Luis cipal estuvo a cargo de la señora Lizaliturri,
Sandi ha comentado un libro de la marquesa Calderón
de la Barca, culta mujer española que vino a México en quedando así abiertas las puertas a nuestras
1840. Habiéndole impresionado grandemente el am- futuras cantantes. 3
biente peculiar del pars, escribió poco después ame- A la llegada de Maximilianoexistía una Com-
nos comentarios sobre las costumbres mexicanas de la
época. Sus estudios serios de música dan derecho a pañía Mexicana de Opera, la cual montó Nor-
fiarnos de sus apreciaciones. ma, de Bellini, como parte de los festejos al
Sabemos, pues, por ella, que mujeres habra que Emperador. El papel titular fue entonces des-
tocaran el piano con cierta perfección. Y que las del
pueblo bailaban con encanto y cantaban "con dulzura empeñado por Manuela GÓmez.
y de una manera adormecida" las canciones popula- Dicha compañía nacional de ópera no era la
res. En los conventos sorprendió voces que sonaban primera. En 1848 circulaba otra, con la que
"cual pudieran los gorjeos de un ruisenor en su jaula".
y escuchó a una jovencita del Convento de la Encar- actuaban las discfpulas de Caballero. Allí alcan-
nación, que se acompanaba en una arpa sin pedales zó distinción Guadalupe Berrotea, con el papel
algunas baladas "con bastante perfección". En sus de Amina, de la Norma, que cantó brillante-
visitas a otros conventos descubrió que la música
formaba parte de las actividades cotidianas de las mente, según las crónicas de la época. María de
monjas, como hemos podido comprobarlo más ade- Jesús Mosqueira y María de Jesús Zepeda logra-
lante por medio de otras fuentes de información. ron, asimismo, renombre. Esta última -una
\. Olavarda y Feceari, Enrique, ibid.
2. Galindo, Dr. Miguel. Historia de la Música Mexicana
(Tip. El Dragón, Colima, México, 1933). 3. Olavacera y Feceari, ibid.
La mujer mexicana en la música 31

promesa- falleció a los 31 años de


edad.
Desde el siglo XIX comenzó Méxi-
co a distinguirse como un pafs don-
de se daban las buenas voces feme-
ninas (la vigencia de este privilegio
continúa hasta nuestros dfas).4 Una
de ellas estaba llamada a obtener
renombre internacional para sf mis-
ma y para su patria.

Angela Peralta

Mestiza, de modesta cuna, nació


Angela Peralta en la ciudad de Méxi-
co, el6 de julio de 1845.
A la edad de ocho años comenzó
a cantar arias de ópera. Uno después
vino a México la famosa Henriette
Sontag. Se dice que al escuchar a la
niña de nueve años le predijo triun-
fos europeos, siempre que su padre
la llevara a Italia.
La niña estudiaba aquf con don
Agustfn Balderas (canto) y con el
maestro Paniagua (composición), en
la Academia de este último. Al cum-
plir 15 años debutó en el Teatro Na-
cional, con el papel de Leonora, de
El Trovador de Verdi. En los Diarios Angela Pera/Ja
Oficiales de la época quedó cataloga-
da la jovencita como una futura glo-
ria nacional. Francesco Lamperti. Al escuchar a su nueva
El padre de la adolescente soprano logró discfpula exclamó el maestro: Sei Angelica di
reunir los fondos necesarios para acompañar a voce e di nome (Eres Angélica por la voz y por
su hija a Italia. Embarcados en Veracruz, el 22 el nombre).
de febrero de 1861, a :;u debido tiempo desem- Al cabo de nueve meses de estudio, tras una
barcaron en Cádiz. AIlf decidió el Señor Peralta presentación secundaria, debutó la Peralta en
que su hija fuese escuchada por los gaditanos La Scala, con el papel titular de Lucia de Lam-
-actuación que le valió crónicas periodfsticas mermoor, que le proporcionó un éxito rotundo.
muy loables. En el diario El Constitucional se le Otto Mayer-Serra5 cita el comentario de La
predijo una brillante carrera y se le confirió el Monarqu{a Nacional, de Turfn, ciudad donde
tftulo de El Ruiseñor Mexicano. prosiguieron las presentaciones de la cantante
El propio año de 1861 se establecieron los mexicana:
Peralta y el maestro Balderas (quien les acom- " ... Esta artista domina de manera admirable
pañó) en la famosa ciudad de Milán, donde el bel canto italiano, que ha valido a nuestro pafs
habfa de perfeccionarse la cantante con tantos elogios de los extranjeros. Ellasienteeste
canto, lo expresa con notas francamente modu-
4. En febrero de 1844 vino a México Henri Vieuxtemps, ladas, con respiración larga y bien sostenida y
con la pianista Fanny, del mismo apellido. Y en el
propio año, al despedirse de México el violoncellista
Bohrer, tomó parte en su concierto la cantante mexi- 5. Mayer-Serra, OliO, Música y Músicos de LaJinoamérica
cana Francisca Avalos. (Ed. Atlante, México, 1947).
32 Hettrofonía

con voz insinuante... La señorita Peralta es ame- "En ese Dla de Reyes, la Compañía de Opera
ricana [sic], pero podría enseñar el modo de de Angela Peralta llevó a la escena I Puritani, en
pronunciar a muchas de nuestras artistas. De- la función de beneficio de la diva mexicana; a
mostró poseer una sensibilidad exquisita y una solicitud de un grupo de jóvenes veracruzanos,
inteligencia verdaderamente soberana." los ingresos de la función se destinarían al fo-
De allí en adelante había de obtener la sopra- mento de la guerra contra el invasor en el estado
no una cadena de triunfos, eslabonada en de Veracruz. Al llegar al Dúo de las Banderas,la
Piacenza, Alejandría, Egipto, Lizinia, Reggio, Peralta arrebató de las manos de la artista que la
Pisa, Cremo na, Lisboa, Bolonia (donde cantó I acompañaba, la bandera nacional que al efecto
Puritani con el tenor Salvi, mereciendo el nom- se la había colocado en el proscenio y la tremoló
bramiento de miembro de la Sociedad Filarmó- cantando ardientemente la frase grilando liber-
nica de aquella ciudad). la . El público se emocionó intensamente y al-
Mientras tanto, Anibale Bianchi organizaba guien de la galería gritó: ¡Abajo el Imperiol,
en México una compañía de ópera, Cún un elenco ¡Viva Juárez! ¡Viva la República! La autoridad
predominantemente italiano. Al informarse de imperial quiso suspender la función, sin darse
los éxitos de la Peralta, le envió un contrato que cuenta de que aquélla había concluido. La Peralta
ésta aceptó. fue entonces escoltada por el público hasta su
Era el año de 1861. Maximiliano se había ya alojamiento en el Hotel Diligencias, lanzando
enamorado de la nación que gobernaría a des- vivas a la República y a México."
pecho desus pobladores. México poseíasu corte Al cabo de dos giras por varias ciudades del
imperial y el fasto de ésta armonizaba perfecta- país, preparó la Peralta un nuevo viaje por el
mente mal con la incuria de la plebe y los indíge- extranjero. Cantóen La Habana, donde no toda
nas. El momento histórico puso un tinte de la prensa le fue favorable y luego en Nueva
apoteosis a la entrada de Angela Peralta a la York. De allí partió para Italia (1867) y dos años
capital de su patria: el pueblo aprovechaba la después se dirigió a Barcelona ya Madrid, para
ocasión para agasajar exuberantemente a una actuar ante el público de la capital española,
compatriota, no sólo por sus méritos intrínse- siempre entusiasta a su respecto.
cos, sino a guisa de protesta por la intrusión El 28 de abril de 1871 regresó la artista nue-
extranjera. vamente a México, ya liberado de la intrusión
Debutó la cantante con el papel de Amina de extranjera. Esta vez volvió a ser objeto de una
la Norma, conquistando plenamente a sus com- recepción fastuosa y carente de cualquier otro
patriotas, como había subyugado a públicos ex- motivo oportunístico.
tranjeros. Cantó después en Lucia de Lammer- EI6 de mayo del propio año inició su compa-
moor, El Barbero de Sevilla y Los Puritanos, con ñía una temporada de óperas, con la Sonámbula
igual éxito. de BellinL
El Zl de enero estrenó la lldegonda del com- Desde 1866 había contraído matrimonio con
positor mexicano Melesio Morales, para cuya su primo Eugenio Castera -unión poco feliz,
escenificación había contribuido el Emperador debido a la incompatibilidad de caracteres. Al
con fondos pecuniarios. cabo de diez años de vida conyugal, la precaria
El más tarde infortunado monarca le otorgó salud del señor Castera obligó a su esposa a
entonces el título de Cantarina de Cámara y le recluirlo en un sanatorio de París, ciudad a
obsequió un aderezo de diamantes. El liberal donde le llevó en afectuosa solicitud, en busca
Don Ignacio Manuel Altamirano protestó por de alivio para el compañero. Al mejorar éste
la aceptación del donativo, que consideró un regresaron ambos a México el año de 1877, pero
desdoro de las preseas artísticas de la diva. 6 el marido de la diva había defal\ecer a principios
Pero la Peralta demostró más tarde un ardo- de octubre del propio año.
roso pa triotismo. El Dr. Romero describe, como El principal motivo del segundo retorno a la
sigue, lo sucedido en Veracruz el6 de enero de patria fue una temporada de ópera con el tenor
1867, durante una función de la Compañía de Enrique Tamberlick, en cuya compañía había
Opera de la cantante. de obtener resonantes triunfos, así como en
conciertos organizados a beneficio de ambos
6. Ibid. artistas. Las cuatro series colmaron el cupo del
La mujer mexicana en la música 33

Teatro Principal y la temporada se extendió La última actuación de Angela Peralta en la


durante varios meses. ciudad de México tuvo verificativo el 28 de
Entre sus grandes méritos poseyó la Peralta marzo de 1880, cuando tomó parte, con el éxito
el de aprovechar todas las ocasiones que se le acostumbrado, en una representación de Aida.
presentaban para dar a conocer-actuando ella De allí en adelante había de seguir recorriendo
misma-las óperas de los composi tores mexica- el país con su propia compañía.
nos. En esta temporada estrenó Guatimolzin, El 23 de agosto de 1881 encarnó por última
de Aniceto Ortega. vez en su vida el papel de Azucena, en el puerto
Al finalizar la temporada con Tamberlick, de Mazatlán. Asolado el lugar por la fiebre
formó la Peralta su propia compañía, con la que amarilla, perecieron allí del terrible malla diva
abrió brecha en la capital de la República, para y casi todos los miembros de su compañía. Falle-
continuar después por varias ciudades del inte- ció Angela Peralta el 30 de agosto del propio
rior, donde presentó, entre otras, Lucia de año. En 1937 fueron transladados sus restos a la
Lammermoor, La Traviala, La Condesa de Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón
Amalfi, El Barbero de Sevilla, Dinorah, la Fuer- Civil de México.
za del Destino, Aida, Ruy Bias, Los Purit~os, Pese a los defectos físicos de la artista,
Norma, MarIa y La Sonámbula. (Hay noticias vívidamente descritos por don Artemio del Valle
de que la Peralta cantó 166 veces Lucia, otras Arizpe ("achaparrada, gorda ... con ojos salto-
tantas Los Puritanos y 122 La Sonámbula.) nes de mirar estrábico"), su voz extraordinaria-
Tras larga ausencia de los escenarios, provo- mente bella supo imponerse.
cada por la mencionada enfermedad de su espo- Angela Peralta, primera artista mexicana de
so,la Peralta volvió a cantar en su país. El1 o de renombre internacional, en campos de la músi-
septiembre de 1877 apareció en el estreno mexi- ca, fue, asimismo, la primera empresaria; la
cano de la Aida de Verdi y la Gino Corsini, de primera propulsora de las óperas mexicanas; la
MeleSio Morales (fríamente recibida por el pú- primera compositora de música salonesca pu-
blico). Las 27 óperas distintas anunciadas en blicada en un álbum de composiciones para
esta temporada por ella misma, casi la llevaron piano y para canto y piano, que ella misma
al fracaso, en virtud de la pobre categoría del gustaba de interpretar. El Album Musical de
elenco. Angela Peralta consta de 19 piezas: valses,
El12 de octubre del propio año tomó parte romanzas, etc.
en la primera audición mexicana del Requiem Su nombre es símbolo de estímulo para las
de Verdi, en unión de los cantantes Pizzani, mujeres mexicanas que contemplan el arte de la
Frapolli y Sbordoni. música con miras de profesionalismo.
x. Instituciones ypersonalidades

Como se dijo previamente, el moreliano don Dolores Couto, Concepción Ruiz, María Ocádiz,
Mariano Elfzaga había fundado en 1825 una Luz Reinoso, Guadalupe Alvarado y María
Sociedad Filarmónica, por impulsos de don An- Herrera.
tonio GÓmez. Ésta inició sus actividades con un En una reseña presentada por Melesio Mo-
concierto, en el que desempeñó connotado pa- rales en 1906 menciona también a Soledad
pel una señorita Bonilla, cantante. Al año si- Goyzueta,3 Refugio Torres Aranda, Concep-
guiente se efectuó un nuevo concierto en el ción Sauri de Rubio (La ehonita Sauri, violinis-
Sagrario Metropolitano, con actuación de la ta yucateca), Susana Suárez, María Solórzanoy
señorita Zepeda, como pianista (por aquel en- Rosa María Herrera; así como a María Vergara
tonces el piano era de uso corriente en las igle- entre los estudiantes de composición.
sias); pero ni éstas, ni ninguna otra de lascantan- Tras tan extensa lista cabe preguntar: ¿cuál
tes, arpistas, pianistas, que aparecen en los Dia- de todas estas mujeres amerita menciones bio-
rios Oficiales de la época lograron notoriedad gráficas extensas en la historia de la música en
valedera. Si las nombramos aquí sólo se debe a México? Tal parece como si sólo el canto debie-
su condición de primeras mujeres activas en ra seguir produciendo lumbreras, a 10 que con-
conciertos públicos. tribuía la naturaleza, con el don de la voz; así
Muerta la Segunda Sociedad Filarmónica, como la falta de obligación de profundizar los
surgió una Tercera, sin conexión alguna con la estudios musicales requeridos por el dominio
anterior. Ello de julio de 1866 fue organizado en perfecto de cualquier instrumento de concierto,
el seno de esta Sociedad el Conservatorio Na- o la creación musical, sobre todo.
cional de Música, con el presbítero don Agustín Por otra parte era costumbre que la mujer
Caballero como primer Director.! mexicana, al casarse, abandonara cualquier otra
Aparte de cabeza del plantel, Caballero asu- actividad que no fuera la propia del hogar.
mió obligaciones de docencia. Distinguiéronse
entre sus alumnas la mencionada Jesús Zepeda, Primera Academia de Música para señoritas
Luz Mosqueira, Guadalupe Espejo y Felícitas
González. Don Miguel Azcárate, gobernador del Distrito
Pero la primera generación del Conservato- Federal en 1858 y presidente de la Compañía
rio Nacional de Música no produjo ninguna Lancasteriana, estableció en un local de este
verdadera lumbrera femenina. 2 negocio comercial una Academia de Dibujo y
Más tarde pasaron por la clase de Melesio Música para niñas pobres. Dicho local se halla-
Morales numerosas estudiantes, entre las que ba situado en el Callejón de Bethlemitas.
sólo parecen haberse graduado Delfina Mancera, El propio añose implantóen la nueva escuela
una clase de música.
lo Romero, Dr. Jes6s c., "El Nonagésimo Aniversario La institución docente estaba dirigida por
del Conservatorio Nacional", CfUnet Musical, 1956, Luz Oropeza, más adelante secundada por Julia
México. "Me cupo el honor de haber sido yo quien
fijase el dra 10 de julio de 1866, como la recha de su
fundación" . 3. En las Efemérides Ilustradas del Archivo Casasola,
2. Galindo, Dr. Miguel, ibid. " ... desde la primera década correspondientes a 1900, se lee, con motivo del
del siglo,los Paulret: Andrés y su esposa Marra Rubio estreno de la ópera Atzimba, de Ricardo Castro:
de Pautret habran establecido una Academia de M6- "La tiple Soledad Goyzuela, en el papel de Atzimba,
sica, cuyo principal producto rue la cantante y bailari- tierna y semisalvaje, hace encomiables esfuerzos
na Soledad Cordero". por sobresalir".
La mujer mexicana en ta música 35

Tras un largo silencio musical fe-


menino surge otra figura interna-
cional:

Fanny Anitúa

Nacida en Durango (22 de enero de


1887),4 inició sus estudios musicales
en su ciudad natal, con Leonor Gavi-
lán de Samaniego y María Aispuru
de Lille.
De 1903 a 1904 realizó su primera
gira, con apoyo del gobierno del Es-
tado, con cuyos productos se transla-
dó a la ciudad de México, para estu-
diar en el Conservatorio Nacional.
En 1907 recibió una beca de don
Porfirio Díaz, que le permitió partir
para Europa. Dirigiósea Roma, don-
de ingresó a la Academia de A.
Franceschetti y permaneció allf has-
ta 1909, año de su presentación en el
Teatro Nazionale, con el papel titu-
lar del Orfeo de Gluck.
En 1910 realizó su debut en La
Scala, con la Erde del Sigfrido de
Wagner. El propio año cantó la Safo
de Piccini y en el Colón de Buenos
Fanny Anilúa a los 20 años tk uúut
Aires la Olaga de Eugenio Oneguin,
de Tchaikowsky, así como la Pan talio
Llorente (discípula de Caballero) y Dolores del MeflStófeles de Boito.
López, por exigirlo así el elevado número de 140 En 1912 se presentó como concertista en la
alumnas inscritas. Sala Pleyel de París.
En 1862 fue necesario clausurar la Acade- Al regresar a su pa tria ingresó en la compañía
mia, por falta de fondos para pagar a los maes- de ópera de Bonci, con la que permaneció un
tros; pero dos años después la influencia de año.
Azcárate volvió a hacer posible su reapertura, Tras nuevas giras por los Estados Unidos,
esta vez con subvención oficial del Municipio. España, Buenos Aires y Milán (La Scala, nueva-
Al poco tiempo se adhirió el tambaleante orga- mente) fue elegida en Italia entre el total de las
nismo a la Academia de la Sociedad Filarmóni- contraltos disponibles, para cantar la Rosina del
ca, transladándose allí, con sus enseres y presu- Barbero de Sevilla, en Pesaro, tierra natal de
puestos. Esta fusión se efectuó en 1867, previo Rossini. Esto ocurría el 29 de febrero de 1916,
examen de Luz Oropeza ante un Jurado de con motivo del primer centenario de la famosa
filarmónicos. La Academia poseía siete pianos y ópera. El honor recibido revistió proporciones
se enseñaba allf solfeo, teoría, elementos de máximas, por tratarse de una extranjera en la
armonía, piano y conjuntos corales. propia tierra del bel canto.
Algunos años después el Ayuntamiento le En 1920 reestrenó en Roma La Cenerentola
suprimió la subvención, exigiendo la devolución de Rossini.
de muebles y pianos. Así terminó la Academia Al año siguiente volvió a México, para per-
Municipal de Música para Señoritas. Del para-
dero de los pianos y demás enseres nadie pudo 4. Mayer-Serra reporta et 22 de enero de 1887. El Dr.
dar noticia. Romero, la de 1886.
36 Hetuofonía

manecer tres en su patria. El entonces Ministro María Garcfa Genda era, en vida de Mene-
de Educación Pública,José Vasconcelos, lecon- ses, una de sus discípulas más brillantes y acti-
firió el título de Directora Honoraria del Con- vas. Llegó a actuar como solista de la Orquesta
servatorio. Sinfónica que dirigía su maestro.
El 1924 organizó un cuadro de ópera que Belén Pérez Gavilán, al terminar su carrera
l1evó en gira pe·r varias ciudades de la Re- estableció una Academia con Dolores Pellicer,
pública. que ha producido frutos estimables, por medio
Ese mismo año, un nuevo viaje a Italia le del método Breithaupt, estudiado posterior-
proporciona triunfos adicionales. Toma parte mente por ambas.
allá en el estreno italiano de la Misa Solemne de Artemisa Elizondo, primera mujer mexica-
Beethoven, bajo la dirección de Molinari (1925). na del campo de la música, que se aventurara
Antes había obtenido destacadísimo éxito con sola y sin suficientes recursos económicos, para
el Orfeo de Gluck, bajo la dirección de Toscanini luchar a brazo partido en Europa. Estudió en
(La Scala). París, con Isador Philipp y Robert Schmidts y
Las óperas que le dieron mayor renombre a más tarde se transladó a los Estados Unidos,
Fanny Anitúa no entran todas dentro del reper- con objeto de proseguir su carrera bajo la
torio italiano. Su imponente y bel1a figura de dirección de Tilo Becker. Se distinguió como
mujer, unida al cálido timbre de su voz y a su ejecutante de música de cámara.
legítima prestancia escénica, hicieron de el1a Ana María Silva hizo del arte del acompaña-
una Erda acendrada. Ortruda y Bragania la miento su carrera final.
encontraron idónea (Oro del Rin, Lohengrin, Otras alumnas connotadas de Meneses fue-
Las Walkirias) . En los papeles de Adalgisa (Nor- ron Otilia Ayala, Concepción Rodríguez del
ma), Ulrica (Un Baile de Máscaras) y Azucena Campo, Carmen Munguía y Alba Herrera y
(El Trovador) diffcilmente encontraría rivales. Ogazón.
Hasta la época comprendida en
este trabajo Fanny Anitúa continua-
. . . . . 1:=, • •
ba en actividad, impartiendo sus co-
nocimientos y dando ejemplo de
energía y dinamismo personal en
conciertos y más tarde como miem-
bro del Seminario de Cultura, de
México, del que es miembro distin-
guido.

Productos de Carlos J. Meneses

El Conservatorio tuvo en la última


parte del siglo pasado y primer cuar-
to del presente, un maestro de piano
muy competente, que fuera, así mis-
mo, notable pionero de la dirección
de orquesta en México: Carlos J.
Meneses (1864-1929). De su clase
salió una pléyade de pianistas y maes-
tras de piano, entre las que su propia
hija María Luisa Meneses, muerta en
temprana juventud, fue la mejor do-
tada.
Luz Meneses, otra de las hijas del
maestro, no solamente realizó carre-
ra magisterial en el piano, sino tam-
bién en el arpa. Carlos J. Meneses con algunos tÜscfpuJos y colaboradores
La mujer mexicana en la m úsiea 37

del ambiente académico y un tanto desorganiza-


Alba Herrera y Ogazón do en que recibió su educación musical y que
elIa misma condefló, por otra parte. en su obrita
Nació en la ciudad de México, en 1885. Tuvo El Arte Musical en México. con pluma recia y
como primera maestra de música a su hermana viril.
Judit. Dice Carlos Chávez-S que Alba Herrera y
Terminada su educación literaria superior, Ogazón "representaba el consenso de la opi-
pasó a manos de Meneses, quien, a su debido nión de los músicos mexicanos de su tiempo";
tiempo, la presentó varias veces al público. Su pero si en una época arremetió contra
recital a los 13 años le valió especial distinción. Debussy, Eric Satie, Stravinsky y Casella.
Al ingresar Meneses al Conservatorio le si- era porque los árbitros musicales del mo-
guió hasta allf su joven alumna. Y recibió en el mento mexicano seguían aferrados al romanti-
propio plantel los consejos del malogrado pia- cismo galo "a la Massenet", "a la Saint-Sal:\ns"6
nista Alberto Villaseñor, de Ricardo Castro y de y sólo admitían a los compositores consagra-
su primo Pedro Luis Ogaron. Cuando era discí- dos del siglo XIX.
pula de Castro ganó un premio consistente en Carlos Chávez pasó por alto la evolución tan
un piano de cola. notable operada en la señori ta Herrera y Ogaron
Los éxitos de 19m y 1908, como concertista, durante los últimos años de su vida. cuando se
le valieron el dictamen de una beca, para estu- publicó su Historia General de la Música 7
diar en Europa; pero intrigas malévolas la priva- -<lbra construida con lógica y método.
ron del beneficio. Para defenderse tomó en Si en su trabajo Puntos de Vista se muestra
aquella ocasión la pluma por primera vez. De intransigente por lo que respecta a la música de
alIf en adelante habfa de seguir manejándola sus tiempos, diez años más tarde (1930) habfa de
con destreza y habilidad, por medio de crfticas demostrar una sensatez de juicio propia de los
musicales en varios periódicos y más adelante, que ~on capaces de evolucionar.
en libros de asuntos musicales. Aunque sus gustos musicales personales en-
Terminada su carrera en el Conservatorio, contraran una barrera en los lúnites finales del
partió para Nueva York, con la mira de perfec- romanticismo alemán. la dialéctica de su Histo-
cionarse en el método pianístico Virgil. que ya ria de la Música la obligó a analizar cada época
había dado a conocer en México Pedro Luis y cada compositor con mente imparcial.
Ogazón. Al obtener el tftulo correspondiente. Acepta la calidad musical de la obra de
regresó a su país. Debussy. "La independencia de Debussy-<lice-
En 1910 vino a México Josef Hoffmann y fue desde el principio de una legitimidad
encomendó a la señorita Herrera y Ogazón que insospechable... en gran manera una reacción
tradujera al castellano su libro titulado La Eje- contra el vértigo tumultuoso del romanticismo y
cuci6n PianEstjca -tarea efectuada por elIa con el wagnerismo germanos".
brilIantez. Concede a Mussorgsky la supremacía entre
En años posteriores tomó parte en concier- los "cinco rusos".
tos del Cuarteto Clásico Nacional y ejecutó con Considera a Bartók como "el exponente más
don Julián Carrillo todas las sonatas de notable del folklorismo húngaro".
Beethoven para violín y piano. Comprende las idiosincrasias de Prokofieff.
Si como pianista no logró Alba Herrera y expresándose así: "En sus producciones (hasta
Ogazón afianzar una carrera de concertismo,
tiene el altísimo mérito de haber sido la 5. Chávez, Carlos, ibid.
6. Romero, Dr. Jesús c., Bibliografla de Juventino Ro-
primera mujer mexicana musicóloga y crítica sas (Vida Universitaria, Monterrey, N.L., octubre lO,
musical. 1956). "Era la época en que el maestro Gustavo E .
Como crítica colaboró en Tiempo, El Mundo Campa, ilustre por mil tltulos, director del Conserva-
torio Nacional, refiriéndose al mexicanismo musical
J/ustrado. El Diario, La Tribuna, Revista de decla: 'esto huele a pulque', ... y predicaba el
Revistas, El Globo, El Universal, El Universal Crancesismo, del cual fue él uno de los pontlfices en
Ilustrado. etc. México".
7. Herrera y Ogaz6n, Alba, Historia Gl!11eral tU la Músi-
Como musicóloga. si al principio careció de ca (Publicaciones de la SecretarIa de Educación, Méxi-
visión para la música contemporánea. culpa fue co,1930).
38 H...,ofonÚJ

la opus 20 poco más o menos),


reveló un estilo de tersura uni-
forme, con tin ua, casi mecánica,
exenta de pasión ... A últimas
fechas su estilo se ha madurado
y suavizado ...
Sus Visiones Fugitivas, sus
Cuentos de la Abuelita, revelan
un lirismo tierno y soñador. Por
grados este compositor va vol-
viendo a una concepción más
diatónica de la música".
De Schoenberg: "se trata de
un compositor sabio y digno de
respeto". (Esto en un tiempo
cuando el padre del dodecafo-
nismo era proscrito de las salas
de conciertos.)
"La costumbre de llamar re-
volucionarios a los músicos que
no pueden ser en ningún caso
más que innovadores --con-
cluye después de somero aná-
lisis de los contemporáneos-
es uno de tantos convenciona-
lismos de que debemos tratar
de liberar a la literatura musi-
cal".
Aparte de estas tres obras
mencionadas: El Arte Musical
Marfa Luisa Escobar de Rocabruna
en México, Puntos de Vista e
Historia General de la Música,
Alba Herrera y Ogazón tenía
ya preparados para su publicación otros varios María Luisa Escobar
trabajos que no han logrado ver la estampa aún:
Mosaicos Musicales, George Elliot y De mis Siguiendo el orden cronológico internacional,
Horas Errabundas, que es de esperarse puedan corresponde a María Luisa Escobar el siguiente
ser conocidas algún día. lugar.
Al morir, en 1931, ocupaba "la señorita En el campo de la música continuaban desta-
Ogazón" una cátedra de piano y otra de cándose las mujeres can tan tes de aq uella prime-
historia de la música, en el Conservatorio Na- ra etapa profesional femenina, que tuvo su oca-
cional y en la Facultad de Música de la U niver- so en la segunda quincena del siglo xx.
sidad. María Luisa Escobar entró en escena a prin-
Alba Herrera y Ogazón fue, pues, la prime- cipios de nuestra centuria. Nació en San Luis
ra mujer mexicana musicóloga y crítica musi- Potosí.
cal, así como pionera en la lucha por la digni- Realizó el total de su carrera de cantante en
dad de la música culta de su patria. el Conservatorio Nacional de Música, con la
"En lugar del desinteresado afán de los Ca- maestra Antonia Ocho a de Miranda. Después
balleros,los Balderas, los Ortegas,etc. -expre- de graduarse ante un jurado en el que figuraban
SÓ-, sentaron sus reales en el establecimiento Luisa Tetrazzini y Giorgio Polacco, obtuvo una
(el Conservatorio), la más enconada rivalidad beca oficial, no aprovechada por la muerte de su
artística, la intriga y el culto del yo". madre.
La mujer mexicana en la música 39

desgraciadamente, no logró cantar en el teatro


máximo de la ópera italiana.
Tras un corto viaje a su pafs, regresó a Italia
con contratos que la llevaron a Trípoli y nuevas
ciudades italianas, hasta alcanzar el número de
36 representaciones de Carmen, A ida, Cavalleria,
Andrea Chenier y Tosca.
Al despedirse Lauro Volpi de la Arena de
Verona, con El Trovador, fue \1amada Marfa
Luisa Escobar como prima donna.
Cuando vino Caruso a México, en el primer
tercio de este siglo, eligió a la soprano mexicana
para la memorableAida que se llevó a cabo en
el Toreo de la ciudad de México, ante millares
de espectadores.

Consuelo Escobar

Hermana de la anterior y discfpula, asimismo,


de Antonia Ochoa de Miranda, en el Conserva-
torio, donde también estudió piano con el maes-
Antonia Ochoa de Miranda, tro Oribe.
maestra tk las hermanas Escobar Después de su graduación se dirigió a Italia,
para perfeccionarse con el maestro Cottone.
Al cabo de un año regresó a su país, donde,
Al contraer matrimonio con el violinista ca- tras presen tarse profusamen te en los escenarios
talán José Rocabruna, se dirigió a Europa. En mexicanos del arte lfrico, fue contratada por la
París tomó lecciones con el maestro Valdelli. San Carlos Opera Company y la Ravigna Park,
Al regresar a su patria actuó varias veces de Chicago. Actuó con Tita Ruffo, Rosa Raisa y
como solista de la Orquesta Sinfónica, con la
que cantó obras de clásicos y románticos; pero
decidió dedicarse de lleno a la ópera, para la que
estaba dotada con una voz de soprano dramáti-
ca extraordinaria y una prestancia escénica auxi-
liada por su be\1a figura de mujer.
Debutó con Cavallería Rusticana y de allí en
adelante había de comenzar para ella una carre-
ra internacional, que la llevó inicialmente a
España, con Zanatello y María Gay; y en segui-
da a La Habana, con la compañía de Bracale; y
a la América del Sur, donde actuó junto a Caruso,
la Besanzoni,la Barrientos y otros; más tarde se
unió a la Compañía de Andrés Perelló de
Segurola; y a la empresa de Fortuno Galo, de
Nueva York, con la que recorrió los Estados
Unidos y el Canadá; ya la empresa Golterman,
de San Luis Missouri.
La siguiente etapa de su carrera se desarrolló
en Italia. Después de obtener una audición para
La Scala de Milán Cuecontratada para actuaren
varias ciudades italianas. Debutó con Aida en el
Teatro Vittorio Ernmanuele de Rimini. Pero, Consuelo Escobar
40 Heterofonta

otros grandes cantantes, y efectuó algunas giras


por los Estados Unidos. Compañía Impulsora de Ópera
Tuvo en su repertorio Rigoletto, La Sonám-
bula, Luda, El Barbero de Sevilla, Dinorah, Los Fundada en 1914 por Abreu y Pierson, empresa-
Pescadores de Perlas, La Traviata, Carmen, Los rio y maestro, director y concertador, respectiva-
Cuentos de Hoffmann, Don Pasquale, Elú:ir de mente. En vista de su mejor y más seria organiza-
Amor,etc. ción, la Compañía Impulsora de Ópera tuvo ma-
Antes de retirarse de la escena se incorporó yorsignificado para el arte lírico de México que su
al cuerpo docente del Conservatorio Nacional. predecesora. Varios elementos de las compañías
de Aragón se unieron a los nuevos elencos, com-
Compañías de Ópera de Aragón puestos en su mayoría de cantantes mexicanos.
Por 1917 surgió Mercedes Mendoza, cuyo
José Gonzalo Aragón había formado desde 1892 mérito principal fue el de poseer un registro
su primer cuadro de ópera, en el que figuraban vocal de cuatro octavas (las comprendidas en tre
Joaquina Alfaro y Dorotea Hagelstein entre el las últimas de los pianos, en su parte aguda).
elenco femenino. Pierson la adoptó como hija y la exhibió como
Tres años después este cuadro se convirtió en "fenómeno" durante seis años.
Compañía de Ópera Popular, con elementos Como principales elemen tos femeninos de la
femeninos como Luisa Lanaza, la propia Impulsora de Ópera se destacaban María Ro-
Hagelstein y la HeIler. mero, Consuelo Escobar, María Teresa Santillán,
Hacia 1898 la Compañía de Aragón presen- Flora Islas Chacón, Ada Navarrete, Consuelo
taba a Soledad Goyzueta, Beatriz Franco, Cabrera (una Butterfly de grata memoria), CIa-
Guadalupe CabaIlero, María Brambila, Clara ra Elena Sánchez, Caritina Fonseca, Consuelo
Balti y Julia Zepeda. Al año siguiente fueron Aguilar, Consuelo Medina, Abigail Borboya,
escuchadas la Bradfort, la Chalia y la señora Josefina Llaca y otras. Este florecimiento vocal,
Polanco de Grog. base de temporadas brillantes de ópera organi-
La más notable de las cantantes que actuaron zadas por una compañía mexicana, tuvo como
en la compañía de Aragón fue María de Jesús origen la existencia de un grupo de maestros de
Magaña, activa allí en 1908. Chuchita Magaña, canto, conocedores de tan difícil rama de la
como se le I1amaba, partió más tarde para Italia enseñanza musical: Antonia Ochoa de Miranda,
y tuvo acceso a La Scala de Milán (siendo la Sofía Camacho, Elisa Balardi, Guadalupe Unda,
tercera cantante mexicana que recibiera tal ho- Alejandro Cuevas, Agustín Beltrán, Lamberto
nor). En los archivos del famoso teatro existen Castañares, José Pierson, etcétera.
crónicas sumamente laudatorias para esta so- En las orquestas que actuaban con las compa-
prano, a quien no se le han reconocido aún sus ñías de ópera y en las temporadas sinfónicas, así
méritos intrínsecos. como en el Conservatorio, se destacaba la arpista
En 1908 recibió la empresa el nombre de Eustolia Guzmán, quien, durante largos años,
"María de la Fraga", con la titular en el elenco, había de guiar con certera mano a las estudiantes
más Eva Panciera, Soledad Abunza, Angelina del instrumento de exclusiva elección femenina
Isunza, Adriana Delgado y Soledad Goyzueta (en México los hombres no estudian el arpa, al
-esta última, como uno de los más populares contrario de como sucede en Europa).
elementos. En terrenos del propio instrumento tuvo igual
Al año siguiente recuperó la compañía su mérito la arpista catalana Esmeralda Cervantes
segundo nombre y retuvo a la Goyzueta y a (seudónimo de Clotilde Cerdá y Bosch de
Adriana Delgado. Grosmann), quien enseñó el arpa en el Conser-
Uno después adquirió la denominación de vatorio Nacional, de 1907 a 1916.
Compañía de Ópera Italiana de Ada Navarrete, Entre las arpistas producidas por estas maes-
soprano que, al darle su nombre al organismo, tras se ha destacado GuiIlermina Lozano. Y
lo I1eva de gira por algunas ciudades de la figuraron en la Orquesta femenina Haydn-
República. Beethoven, Virginia Olivares, Concha Roa,
En 1918 se une al elenco Flora Islas Chacón, Josefina Núñez, Ángela VaIlejo, Ana María
cuya beIla voz da prestancia a la compañía. Roa y Elvira Canales.
La mujer mexicana en la música 41

María Romero

Poseedora de una de las muy belIas voces


femeninas que ha producido México, reencarnó
dignamente a Mimf, Manón, Margarita,
Madama Butterfly, Nedda, Santuzza, Afda,
Suzette.
Cantó La Traviata con Armando Tokatyan y
CarIo MoreIli, en el Teatro de Bellas Artes y en
el Arbeu. Fue uno de los elementos más distin-
guidos de la Compañfa Impulsora de Ópera.
Marfa Romero y Flora Islas Chacón fueron
los principales productos vocales del maestro
Alejandro Cuevas.

Sofía Cancino de Cuevas

En 1919 se graduó como pianista en la Acade-


mia de Pedro Luis Ogazón. Y en 1939 terminó la
de composición en la Escuela de Música de la
Universidad Nacional Autónoma. MarCa Romero
Hasta la épocacomprendida en este trabajo
habfa escrito cuatro Óperas: Gil González de
Ávila, Annetle, Michoacana, Promesa d'Artista manas Andrade (Raquel, Rebeca y Sara), Ceci-
e Parola di Re. Asf como una sinfonfa y el poema lia Saloma, Josefina Carlos y otras.
sinfónico Gallo en Pátzcuaro, un cuarteto y Aunque esta orquesta femenina no haya
piezas para piano. logradocategorfa artfstica durante sus dos años
de existencia, tiene para nosotros el significado
Primera Orquesta Femenina de Cámara de demostrar cómo en aquel entonces las mu-
chachas mexicanas estudiaban los instrumen-
El maestro Luis G. Saloma organizó en 1924 la tos de cuerda. Actualme nte sería imposible
primera orquesta femenina de cámara, que de- formar un grupo semejante de 47 entusiastas
nominó Orquesta Haydn-Beethoven. Presenta- violinistas, violistas, celIistas y contrabajistas,
da por primera vez el 5 de octubre de 1923, aunque la mayorfa de elIas fueran incipientes
estaba formada por 11 primeros violines, 14 ejecutantes.
segundos, 7 violas, 6 celIas, 3 contrabajos, 6 La orquesta Hadyn-Beethoven debutó en el
arpas y una pianista. El maestro Juan D. Terce- Teatro Arbeu, y siguió presentándose en el
ro actuaba como organista, siendo el único hom- Anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria,
bre del conjunto. donde ejecutó 37 obras y acompañó a varios de
Ya para entonces se destacaban entre las los concertistas más distinguidos del momento
ejecutantes de instrumentos de cuerda, las her- mexicano.
XI. Concertistas

La segunda decena del siglo actual permitió a


las mujeres mexicanas la entrada activa en el Lupe Medina de Ortega
concertismo militante. Como pionera en terre-
nos de la música de cámara brilló Soprano, a quien debió la ciudad de México
varias primeras audiciones de obras vocales con-
Ana María Charles temporáneas. Era, por decirlo así, cantante ofi-
cial de la Orquesta Sinfónica de México.
La más notable entre las numerosas discípulas Nació en el estado de Zacatecas y efectuó sus
de Luis Moctezuma (maestro de piano de varias estudios en el Conservatorio, con Virginia
generaciones ). Galván de Nava. Al comenzar su carrera
De Ana María Charles decía Manuel M. dedicóse a la ópera italiana; pero, desde 1921,
Ponce, que podría considerársele como uno de cuando interpretó, por primera vez en México,
los más grandes talentos pianísticos de México. las Siete Canciones de Manuel de Falla y obras
Por derecho propio le corresponde el lugar de de Debussy y Mussorgsky, decidió consagrarse,
primera mujer mexicana, notable ejecutante de de allí en adelante, a la música contemporánea
música de cámara, disciplina que ejerció en gran de concierto, con éxito siempre creciente.
escala con varios cuartetos de cuerda, así como Los compositores mexicanos le debieron va-
interpretando sonatas para violín y piano a la rias primeras audiciones de sus obras vocales.
vera de los maestros Rocabruna y Saloma. Fue maestra de su especialidad en el Conserva-
Fue una de las asiduas y principales solistas torio. Murió en la ciudad de México, en 1955.
de la orquesta Haydn-Beethoven. Actuó repeti-
das veces con el Cuarteto Clásico Nacional.
Murió en la plenitud de sus facultades, du-
rante la tercera década del presente siglo. Su
pérdida fue altamente sensible en una época y
en un país de escasos productos femeninos de
sólida y verdadera valía musical.

Elvira González Peña

Una de las primeras cantantes mexicanas expo-


nentes del género lied en su patria. Producto
vocal de Antonia Ochoa de Miranda, en el
Conservatorio, y poseedora de una bella voz de
soprano, tomó parte, repetidas veces, en con-
ciertos de la Orquesta Sinfónica de México, bajo
la dirección de Carlos Chávez, en calidad de
solista.
A su muerte instituyó su esposo un Premio
"Elvira González Peña", donado anualmente
a la cantan't e que lo obtenga en concurso espe-
cial. lrma Gonzdhz
La mujer mexicana en la música 43

maestra de su especialidad, así como del de la


Facultad de Música de la Universidad.
María Bonilla eligió el género lied para su
propia carrera. Dotada de una sensibilidad ade-
cuada y de una voz de be\lo timbre, realizó una
carrera brillante de liederismo serio, que antes
de ella nunca había florecido en su patria.
Después de ofrecer cuatro recitales en Ber-
lín y uno en Milán, regresó a México por segun-
da vez ya una vida militante intensa, tanto en
el campo del concertismo, como en el de la
enseñanza. Sus actuaciones fueron siempre de
una gran distinción, tanto como recitalista,
cuanto en calidad de solista de las orquestas
mexicanas.
Ofreció conciertos en San Francisco, Nueva
York y varios países de Centroamérica.
En campos de concertismo grabado (en épo-
cas posteriores a la comprendida en este traba-
jo) mencionaremos excepcionalmente su gra-
Marra Bonilla bación del Viaje de Invierno, de Schubert, con la
pianista María Kotkowska (polaca establecida
en México), para la firma Concermex y la casi
María Bonilla totalidad de la obra de Salvador Moreno, acom-
pañada al piano por el autor (grabaciones de la
Una de las cantantes más serias y mejor prepa- Asociación Musical Manuel M. Ponce).
radas que ha producLdo México. María Bonilla, la maestra, ha producido can-
Nació en Coatepec, Puebla, en 1902. A los 2 tantes notables. Irma González la honra en
años de edad la transladaron sus padres a la máximo grado.
capital de la República. A los 11 comenzó sus
estudios musicales con Ángela Pereda y cuatro Julia Alonso
más tarde los de piano, con Salvador Pérez. Uno
después era iniciada en el canto por Severina Muy bien dotada para la música, Julia Alonso,
Moreno. oaxaqueña, nacida en 1889, estudió en el Con-
En 1921 ingresó al Conservatorio y la clase de scrvatorio las carreras de organista, pianista y
canto del maestro Lamberto Castañarcs (hace- compositora, con los maestros Barrios y Mora-
dor de buenas voces operísticas), con quien les, Meneses, J. Guadalupe Velázquez y Carri-
terminó sus estudios tres años después, obte- \lo. Ofreció numerosos conciertos de órgano
niendo mención honorífica. en el Anfiteatro de la Preparatoria y realizó
Al año siguiente la \levaron sus padres a una gira de conciertos por varios países de
Alemania. Instalada en Bcrlfn, se inscribió en la América.
Hochschule für Musik y en la clase dc canto de Es autora de una ópera (Tonantún); dos
Herman Wissenborn, con quien terminó sus sinfonías, dos cuartetos; dos suites; 25 temas con
estudios de perfeccionamiento cn 1928. variaciones y otras obras.
Al regresar a su patria el propio año, la MITA ACEVES, procedente de la escuela de
Secretaría de Educación Pública la comisionó Moctezuma, murió prematuramente, después
para que, dirigiéndose nuevamen te a Alemania, de realizar serios estuqios en París y Berlín.
estudiara a\lá la mctodología del canto. Este AURORA SERRATOS, tras algunos estudios en
nuevo viaje la retuvo otros dos años en la capital París recibió lecciones de Josef Lhevinne. Es
germana. una intérprete sensitiva de Chopin.
Pero uno antes dc salir había formado parte MITA ROLóN, estudiosa en París y pianista
del cuerpo docente del Conservatorio, como de méritos.
44 He¡erofonía

Angélica Morales

La primera y única mujer mexicana,


notable como realizadora de una ca-
rrera internacional de concertismo es
la pianista Angélica Morales.
Nacida en 1911, en la ciudad de
México, tuvo su precoz talento musi-
cal la oportunidad de obtener, a los
nueve años de edad, una beca del
gobierno mexicano, para que estu-
diara en Europa. Toda su carrera de
estudiante recibió, por tanto, bases
firmes.
Su madre, con quien había aprendi-
do las primeras notas, decidió llevarla
a ller lfn y la inscribió en la Hochsch ule
fUr Musik (Escuela de Altos Estudios
Musicales), donde estudió con Egon
Petri, discípulo de llusoni.
Posteriormente recibió lecciones
de Isador Philipp, en París y de su
futuro marido, Emil Sauer, en Viena.
A los 13 años debutó en la capital
alemana, con tan notable éxito, que la Angélica Morales
reclamaron las orquestas de la propia
ciudad.
La seriedad absoluta de sus estudios, su ta- Hasta la época comprendida en este trabajo
lento y una memoria privilegiada le abrieron las había realizado giras de conciertos en Europa,
puertas del éxito. Ejecutó, en varias sesiones, los los Estados Unidos y México, tanto ofreciendo
48 Preludios y Fugas del Clave Bien Temperado recitales, como de solista con importantes or-
de Juan Sebastián llach. questas (entre otras, las Filarmónicas de llerlín,
Dresde y México).
Ninguna otra pianista mexicana había reali-
zado, como Angélica Morales, una carrera pro-
fesional de seriedad absoluta. Ella dedicó su
niñez, su adolescencia y su primera juventud al
estudio, sin que nada, ni nadie la indujera a
apartarse de su camino, por lo que logró llegar a
la meta de sus ideales artísticos.

Esperanza Cruz

Nació en Orizaba, Veracruz, en 1911. Desde


muy temprana edad demostró su vocación mu-
sical, por lo que su propia madre, doña Isabel de
Cruz, le dio sus primeras lecciones de piano.
Su precoz talento le valió una beca del go-
bierno veracruzano, para que pudiera su madre
llevarla a la capital de la República, donde in-
Esperanza Cruz gresó al Conservatorio y la clase de piano de
La m ujcr mexicana en la rn úsica 45

Manuel M. Ponce, de quien fue una de las Carmen Azuela, maestra de la Facultad de
disdpulas preferidas. Música de la Universidad y solista, en repetidas
A los 15 años recibió el tftulo de maestro y ocasiones, de la Orquesta Sinfónica de la propia
ofreció varios recitales. Nuevamente intervino Universidad.
en su carrera el gobierno de Veracruz, envián- Consuelo Villa Ión, muy activa concertista de
dola, esta vez, a Europa. la época estudiada.
Pero antes de marcharse, acompañada por su En la misma escuela llegaron a destacarse
madre, habfa cultivado la música de cámara Elena Tejeda, Esperanza González, Isabel
desde muy temprana edad. Con dos de las jóve- Ocho a, Marfa Luisa Kruger, Margarita Maynez,
nes Andrade formó un trfo femenino y actuó Carmen Lechuga, Luz Hernández Nieto, etc.
ella misma entre los violines segundos de la Entre las disdpulas de Pedro Luis Ogazón,
orquesta Haydn-Beethoven, ya que también que figuraron hasta la tercera década del pre-
habfa conocido el instrumento de cuerda. sente siglo (aparte de las ya mencionadas), se
En ParTs, a donde se dirigió primeramente, encuentran:
estudió con Isador Philipp y al cabo de algún Leonor Boesch de Dfez Barroso, originaria
tiempo regresó a México, para demostrar sus de Monterrey, quien terminó sus estudios en
grandes adelantos. Nuevamente becada, partió 1912 y obtuvo más tarde certificado de profeso-
por segunda vez, rumbo a Berlfn entonces. En la ra y concertista de la Academia Virgil, de Nueva
capital de Alemania recibió las enseñanzas de York.
Egon Petri y Alejandro Borowsky. Ofreció numerosos recitales en tiempos pa-
Como solista de orquestas sinfónicas sados y actuó como solista de la Orquesta
mexicanas ha actuado frecuentemente. Sinfónica de México y como ejecutante de mú-
Esperanza Cruz es uno de los más grandes sica de cámara. Es autora de unas Evocaciones,
talentos pianfsticos de su generación; pero ha- para orquesta de cámara y Estampas, dirigidas
llándose excelentemente dotada para las tareas por Revueltas.
magisteriales, ha sacrificado en aras de ésta, Otilia de Chávez, esposa de Carlos Chávez y
parte de su carrera de recitalista militante. maestra de piano en el Conservatorio.
De la escuela de Moctezuma salieron tam- Fanny S. de Rodrfguez Vizcarra, activa maes-
bién Ángela Tercero de Andrade, distinguida tra de piano.
en el campo del acompañamiento. Marfa Dolores y Ana Marfa Vázquez, quie-
nes durante largos años mantuvieron una Aca-
demia de Piano con resultados plausibles.
Y Marra de la Luz Mon tes de Oca, la señorita
Esnaurrfzar, Rosa Filatti, Concha y Amelia
González Salas, Virginia Ariza, Elena I31ázquez,
Angela Belanzos, Carmen Madas, Sara Ortiz,
Carmen y Luda Rebollo, Luz Plata, Graciela
Vázquez, etcétera.

Celia Treviiío

Disdpula de Chonita Sauri, meridana activa en


la capital de la República, Celia Treviñocomen-
zó desde muy niña a admirar a los auditorios
como prodigio. Bien dotada para el vioIrn, obtu-
vo grandes éxitos, cuando pequeña, en su propio
pafs. Llevóla su madre en plena niñcz a Nueva
York, merced a una b·uena beca del gobierno
mexicano. Estudió en la gran urbe con Maurice
Kaufman y con Ovide Musin.
Al regresar a México, a los once años de
Celia Treviño edad, continuó conquistando aplausos por sus
46 HererofonÚJ

brillantes actuaciones; pero apenas cruzados los Tras una época de sufrimientos pecuniarios
linderos de la juventud, el destino le deparó una regresó a México, para mostrar los frutos de su
vida nómada (u ...como si tuviéramos oculta en viaje.
el pecho una ala de golondrina que nos impulsa- En la década de los treinta anduvo por los
ra a emigrar" --escribió en su autobiograHa-), Estados Unidos. José Iturbi comenzaba a ad-
que se prolongó en perjuicio de los estudios quirir fama allá, como director de orquesta.
intensos e ininterrumpidos, exigidos por la ca- Contratado por la Sinfónica de Filadelfia, pidió
rrera del concertismo serio. a Josefina Aguilar que interpretara las cancio-
En los últimos tiempos la afición poética y nes de El Amor Brujo, de Manuel de Falla,
literaria de la violinista le ha señalado nuevos evento presenciado por la autora de este traba-
derroteros. Acaba de publicar sus memorias, jo, que puede testimoniar, así, el éxito alcanzado
tituladas: Mi Atormentada Vida (Ed. Jus, Méxi- por la artista en aquella ocasión.
co, 1957) en las que se revela escritora imagina- Como consecuencia, obtuvo otra actuación
tiva y valiosa. Esta obra fue precedida de dos similar en Nueva York, bajo la dirección de
libros de poesías. Toscanini, con parecido entusiasmo del audi-
torio.
Josefina Agui/ar Tras nueva estancia en su patria, se transla-
dó a Buenos Aires, donde permaneció algunos
Notable con tral too Nació en Morelia, Michoacán. años, cantando en estaciones de radio y ofre-
Debido a su talento precoz la transladaron sus ciendo conciertos. Concció allí a Manuel de
padres a la ciudad de México y su Conservato- Falla, con quien repasó personalmente las can-
rio, donde efectuó estudios de canto y materias ciones de El Amor Brujo, que cantó a satisfac-
suplementarias, teniendo como principal maes- ción del autor.
tra del arte vocal a Sara Moreno.
Terminados sus estudios, tuvo empeño de Academia Anton Rubinstein
perfeccionarse en Italia, a donde se dirigió por
su propia cuenta y sin suficientes recursos eco- De la Academia Anton Rubinstein, dirigida por
nómicos. los pianistas Salvador Ordóñez Ochoa y Vilma
En Roma, se impuso la belleza de su voz y su Erenyi,salió una pléyade de pianistas, que,como
gran temperamento artístico, hecho que encon- otras, ha ido esfumándose en el olvido: Coti
tró repercusión en varias ciudades italianas. Corredo Quijano, Blanca Alicia Villaseñor,

Josefina Aguilar con Manuel de Falla y el compositor argentino Juan José Castro
La mujer mexicana en la música 47

Guadalupe Barajas, Anita Otero, OIga Flores esposo, el historiador Gabriel Saldívar), Cristi-
Rivas, María Luisa Terrazas Garcés, Elena na Lome\{, Zoila Vadillo, Carolina Romero,
Sánchez Acuña, Concepción Garza Lozano, Luz Alva Loria (yuca teca) , Stella, Ángela y
Elena Talamás, Sara Aguilar, y María Luisa Lucía Schega, Brunhilda von Kitlitz, etcétera.
Sandoval Legorreta, quien estrenó en M6xico el En tiempos posteriores, la autora ha tenido
Concierto en Sol mayor de Ravel, al mismo oportunidad de comprobar personalmente los
tiempo que se estrenaba en París. frutos producidos por las labores de estas abne-
Aurelia Sánchez Meza, una promesa real. gadas maestras, cuyas recompensas son con fre-
Después de graduarse estudió en París con cuencia ingratas.
Cortot y Wanda Landowska.
Gruña Gankin, quien partió para Rusia y Extranjeras residentes
obtuvo un Primer Premio en el Conservatorio
de Moscll. Entre las mujeres extranjeras, radicadas en
Guillermina Ramírez y Anita Otero, espe- México, que se distinguieron en la rama musical
cializadas en la enseñanza. del concertismo y la enseñanza, figuraron pro-
Todas estas pianistas ofrecieron primeras minentemente Vilma Erenyi, Tula Mayer (vio-
audiciones mexicanas de una porción de obras linista), Paula Bach Conrad (pianista, violinista
de Béla Bartók, Joseph Slavenski, Dohnanyi, y directora de coros), Dora T . de Bach (sopra-
Kodaly, Prokofieff, Alban Berg, Schoenberg, no), Margarita Hertzig (pianista), María Luisa
Herman Reuter, Poulenc, Honegger, Ernesto Krueger (pianista), Renée Schweinfurth (mezzo-
Halffter, Janacek, Félix Petirek, Villa-Lobos, soprano), Genoveva B. de Schaeffer (pianista),
etcétera. Josefina Schreurs (violinista), Tamara Heilig-
¿Dónde está la mayoría de ellas? Tal parece mann (pianista). La mayor parte de éstas actua-
como si la tierra se las hubiera tragado, después ron con la Asociación Alemana de Música, fun-
de haber desempeñado un papel tan brillante, dada ~n 1925 y activa durante 14 años.
tomando parte en ciclos de conciertos impor-
tantísimos, puesto que se trataba de dar a cono- Vilma Erenyi
cer en México la música pianística contemporá-
nea-tarea que los directores de la academia se Pianista hllngara. Estudió en el Conservatorio
echaron a cuestas durante una década, com- de Leipzig, Alemania, con Taschmueller. Ape-
prendida entre 1925 y 1935, con éxito inusitado. nas graduada contrajo matrimonio con el pia-
nista mexicano Salvador Ordóñez Ochoa. Am-
Las anónimas bos se establecieron en México desde 1925. De
paso por San Francisco, California, ejecutó ella
El Instituto Nacional de Bellas Artes ha produ- en el Hollywood Bowl el Concierto No. 2 de
cido cantidades de trabajadoras que yo llamaría Tchaikowsky, bajo la dirección de Alfred Herz.
sociales, porque desarrollan labores en el medio En la capital de la República actuó repetidas
popular de las escuelas oficiales. veces como solista de la Orquesta Sinfónica de
El bien derivado de la institución de orfeones; México, bajo la dirección de Carlos Chávez.
de la enseñanza elemental de la música; del Ofreció numerosos recitales en la propia ciudad
adiestramiento en el canto coral colectivo; de la y fue coordinadora de la Academia Anton
divulgación de la buena música, etc., es de tras- Rubinstein antes mencionada. Se le debieron
cendental significado. un gran número de primeras audiciones de obras
Las mujeres que trabajan allf en el anonimato, contemporáneas de gran importancia.
han desarrollado sus labores en el transcurso de
largos años, logrando niveles de eficiencia ver- Ballel
daderamente ejemplares. Hasta los Ifmites de
este trabajo se habían distinguido Esperanza Puesto que en todo ballet -clásico o moder-
Alareón (redactora de la Revista Musical Mexi- no-- entra la música como factor importantísi-
cana durante los cortos años de existencia de mo; o, por lo menos, el ritmo, que es parte
ésta) Concepción Tercero, Elisa Hernández integral de aquélla, deberíamos incluirlo aquí.
Garmendia, Elisa Osorio (colaboradora de su Tanto más cuanto que los comienzos musicales
48 1/elero¡onÚJ

de la mujer mexicana fueron presididos por los Chávez y el conocimiento de Revueltas,


Terpsícore. Ponce, Galindo, resultan posteriores a la época
Pero el desarrollo tan notable que ha tenido estudiada. En cambio, los nombres de Ángela
este arte y sus numerosos exponentes, en nues- Peralta, Fanny Anitúa, María Luisa Escobar,
tra patria, motivos deben ser de trabajo aparte. Jesús Magaña, Josefina Aguilar y -como ex-
Bástenos, para la época estudiada, mencio- cepción- Angélica Morales entre los pianistas,
nar la fundación de la Escuela de Danza de las llegaron a sonar desde tiempos pretéritos en los
hermanas Nellie y Gloria Campobello, en 1932, escenarios extranjeros, largamente y con tim-
cuando comenzó, por decirse así, a recibir im- bres satisfactorios para estas artistas y su pafs de
pulso el ballet en México, país donde impera el procedencia.
talento para todo lo plástico. Son pues, las En lo concerniente a la creación musical ha
Campobello pioneras de este arte, a las luces del sido nula la intervención de la mujer mexicana.
cual trabajaron intensamente desde aquellos Este es un hecho sumamente desalentador, que
tiempos y continuaron posteriormente sus acti- pudiera encontrar su explicación -aparte el
vidades con una compañía denominada Ballet escaso contingente universal femenino de todos
de la Ciudad de México. los tiempos en campos de la creación- en la
falta de propaganda y enseñanza práctica pecu-
Resumen liar de las clases de composición en el Conserva-
torio. Si desde el aprendizaje de la armonía
Como resumen del somero panorama de la par- elemental se le inculcara al alumno la alegría de
ticipación de la mujer mexicana en la música desu las progresiones musicales armónicas y, más
país, desde que existen noticias históricas de su tarde, la de las contrapuntísticas, en forma ra-
presencia en esta parte del con tinen te americano, cional y amena, seguramente que en otros tiem-
formulamos las siguientes conclusiones: pos no hubieran escaseado las mujeres queestu-
Hasta la época comprendida en este trabajo, diaran con éxito la composición (esto lo expresa
la participación de la mujer mexicana en la la autora por experiencia propia).
música puede dividirse en dos categorías: nacio- Se tiene la costumbre de achacarle todo al
nal e internacional. atavismo y, en el caso específico de la mujer, a su
Respecto a la primera, su importancia es rela- falta de capacidad intelectual para la composi-
tiva, ora considerándola dentro de su propio ción. ¿Están en lo justo los propagandistas de
sexo, ora en competencia activa con el masculino. este pseudo aforismo? Pese a las opiniones con-
La música es la primera disciplina intelectual trarias, podríamos probar que la mujer, dadas
y artística que atrajo a la mujer mexicana, en las condiciones requeridas, es apta para la crea-
vasta escala. Considerando el alcance de la com- ción musical. Por desgracia, mujeres como Lily
petencia entre sus congéneres, así como el po- Boulanger (hermana de Nadia) y Flora Jouttard
bre nivel general de cultura musical, la mujer dio se malograron en Europa, por haber muerto al
algunos pasos hacia su mejoramiento, sin por comenzar a vivir y prod ucir buena música. N adia
ello alcanzar un grado de verdadera categoría, Boulanger posee un talento especulativo de
como no se tratara de excepciones. primera fuerza, derrochado en la enseñanza,
Considerando su actuación en competencia pero apto para la creación.
nacional con el hombre, el número de estrellas En la tercera década del siglo actual vinie-
es tan reducido, que permanece dentro de un ron a México las compositoras españolas
plano secundario. La gran masa no logra salir de Emiliana de Zubeldía, María Teresa Prieto y
la mediocridad. Rosita Bal y Gay. La primera estaba ya cuajada
En el campo internacional se invierten los y traía consigo un baúl repleto de sinfonías,
papeles. El número de cantantes femeninas que música instrumental y vocal, obras corales, etc.
le dan renombre al país en Europa y los Estados La segunda completó aquí sus estudios con
Unidos sobrepasa al de los hombres (totalmen- Manuel M. Ponce y más tarde se dirigió a los
te nulo). En terrenos de la composición y el Estados Unidos para recibir enseñanzas de
concertismo, Ricardo Castro y Alberto Hindemith. Su obra es ya de vastas proporcio-
Villaseñor fueron, quizás, los únicos represen- nes. Emiliana posee una fecundidad y una in-
tantes de su sexo. El florecimiento real de Car- ventiva envidiables.
La m ujer mexicana en la música 49

Editoras de música que publican las obras de a la mujer, los últimos 20 años han ido desbro-
los compositores masculinos, descartan casi zándóle la mala yerba, pero necesitaremos aún
consuetudinariamente las de las mujeres, sin otros muchos para la limpieza total del campo.
otra explicación que la acostumbrada de "la Hasta entonces se podrá ver si la mujer mexica-
mujer no sirve como compositora" (una especie na es capaz de competir con sus colegas del sexo
de veredicto inquisitorial, sin el beneficio, si- opuesto, en todas las ramas, como 10 efectúa en
quiera, de la inquisición). los actuales momentos, amplia y brillantemen-
En la época actual de discos y radio, la com- te, en terrenos de la poesía.
petencia entre hombres y mujeres es encarniza- Hasta ahora la mujer mexicana -salvo
da. En México se percibe ya el fenómeno, para raras excepciones- "no ha demostrado
bien dela comunidad musical. Sólo es de desearse aptitud para compaginar una vocación
fervientemente que un gran número de mujeres musical artística y un compromiso conyu-
adquieran la enorme voluntad que req uiere una gal", según 10 ha observado con aguda vi-
carrera musical que merezca a título propio el sión un conocido musicólogo.
derecho de llamarse tal. Probablemente habré incurrido en algunas
Aquí es imprescindible considerar los facto- omisiones -no voluntarias-como suele acon-
res del atavismo peculiar de las dos razas que tecer en esta clase de trabajos. En tal caso,
forman nuestra nacionalidad. Referentemente discúlpeseme la falta.
XII. Omisiones*

El número aproximado de cuartillas que el


licenciado Miguel Álvarez Acosta, ex director
del Instituto Nacional de Bellas Artes, le per-
mitió a la autora de La Mujer Mexicana en la LA
Música, apenas le dio lugar a resumir las diver- MUJER MEXICANA
sas épocas de la actividad femenina mexicana
EN LA
en campos de la música . El trabajo sólo
tiene la pretensión de haber comenzado MUSICA
algo que otros más expertos investigadores
puedan continuar.
Por otra parte, admito humildemente las fa-
llas de que adolece la obrita, haciendo la salve-
dad de que, en lo relativo a omisiones de muje-
res activas en la música de México, sólo se trató
de descuidos involuntarios.
Ante todo debo mencionar una falla que me EDICIONES DE LA

fue señalada por Igor Moreno en El Nacional ~VlSTA_ARTES


(Jerónimo Baqueiro Foster). Escribí en el cap. MEXICO •.,.

VII, p. 76: "La primera gran cantante extranjera


de ópera que actuó en México fue Paulina G arda La mujer mexicana en la música
(la futura Pauline Viardot), hija de Manuel". de Esperanza Pulido
Claro que cuando expresé "hija de Manuel" me
refería a Manuel del Popolo Vicente y no a su Respecto a que no cantó, la autora no afirma
hijo Manuel Patricio, bajo y maestro de canto que se tratara de una cantante profesional, y ni
tan distinguido como su padre. Debía haber sido siquiera se le ocurrió pensar en la posibilidad de
más explícita, admito; pero no está aquí la ma- que Sor Juana haya sido afónica totalmente;
yor falta. Paulina vino a México con su padre en pero probado está que poseyó instrumentos
1827-1828, cuando solamente tenía seis o siete musicales (quizá hasta un clavicordio), que la
años de edad. Se dice que la niña cantaba desde autora no expresa haya tocado en forma alguna,
muy pequeña, porque poseyó un talento precoz, ni como aficionada, ni como virtuosa (que indu-
pero, indudablemente, no pudo haber cantado dablemente no lo fue). Los instrumentos musi-
óperas entonces. cales los estudió ella sola, porque fue au todidacta
En el mismo artículo dice Baqueiro categóri- en música, como casi en todo el resto de su
camente que Sor Juana Inés de la Cruz no cantó, amplísima cultura. y si estudió los instrumentos
ni tocó instrumento alguno, ni escribió la teoría sería para ayudarse a comprender las teorías
de la música. Esto no puede admitirlo la autora musicales que le causaban escozor.
y exigiría se le probara la afirmación con docu- La autora tampoco dice que haya escrito
mentos fehacientes. música Sor Juana, según se lo objeta Baqueiro,
sino, al contrario, afirma (p. 52, cap. v): "Se verá
más adelante la poca probabilidad de que Sor
• "Omisiones de La Mujer Mexicana en la Música" .
CarflelMusical, Vol. xv, No. 170, abril de 1959; pp. Juana haya escrito música. Haría, quizás, algu-
189-190. nos ejercicios de armonía, para la mejor com-
La mujer mexicana en la música 51

prensión de lo que le sugería el tratadista en no un círculo, la armonía;


cuestión, pero ni siquiera esto puede asegurarse ... pero este está tan informe
que no solo es cosa indigna
con pruebas en la mano". de vuestras manos, mas juzgo
Respecto a que "no escribió la teoría de la que aun la desechan las mías;
música", pregunto, en primer lugar, cómo se le por eso no os lo remito ... etc.
puede corregir al padre Diego Calleja, biógrafo
de la monja clarisa), la aseveración de que "era y todavía más adelante agrega la poetisa que
obra de los que de esto entienden, tan alabada, como el Cielo le dé salud y alientos procurará
que bastaba ella sola, dicen, para hacerla famosa enmendar la obra para ponerla a los pies de la
en el mundo". Claro está que podrá parecer Condesa, etcétera.
exagerado el juicio de los que la juzgaron tal, ¿ Cómo puede probar, pues, el objetador, que
pero no es esta la objeción. no escribió Sor Juana su tratado musical, cuan-
Por otra parte, Sor Juana dice en la poesía do la propia autora de él confiesa haberlo escri-
que transcribimos y que envió a la Condesa de to, aunque le parezca a ella "informe"? Sor
Paredes, para excusarse de no enviarle la teoría Juana era sumamente modesta y de ninguna
en cuestión, que la virreina le pedía: manera hubiera admitido que la obra tenía mé-
ritos elevados. Me gustaría grandemente saber
...Y empecé a hacer un tratado en qué forma puede Baqueiro probar su refuta-
para ver si reducía ción.
a mayor facilidad
las reglas que andan escritas. Dedicaré los próximos artículos a enmendar
En él, si mal no recuerdo, las omisiones de La Mujer Mexicana en la Mú-
me parece que decía sica, por parecerme de elemental justicia y por
que es una línea espiral, considerarlo un deber.

Sor Juana no era clarisa, sino jer6nima (N. del Conse-


jo Editorial).
Ángela Calcáneo

Remembranza de Esperanza Pulido*

Ella me platicó que desde muy joven siempre


tuvo grandes deseos de aprender todo lo que
estuviera cerca, pero al morir su padre, le dejó a
la señora me parece que 14 hijos. Esperanza,
que era la mayor con otra hermana que [era]
monja, tenía que sostener la casa. En las noches
se iba a estudiar italiano y el piano: la música,
que siempre había sido un ideal para ella, ¡una
cosa enorme ... ! En el día se puso a coser sába-
nas, algo que se llamaba trou trou, para las casas
o almacenes grandes con el fin de ayudar a su
madre y tener algo de dinero.
Con ese afán de la música, Esperanza se fue
a estudiar con Gomezanda. Desde entonces
-decía ella- comenzó a pensar que tenía que
salir de México, porque tenía muchas aspiracio-
nes, mucha inquietud. Juntó dinero para irse a Angera CaJc6neo
Nueva York, que era lo que estaba más cerca, y
llegó a esta ciudad con sólo cien dólares ... y a ver
cómo se desenvolvía porque además no conocía tenían una escuela grande de música y necesita-
el idioma. Pero pronto se relacionó con perso- ban una acompañante, le dieran un cuartito en
nas que yase habían ido por allá. Medijo que no el jardín de aquel establecimien to, con un pi anito.
le fue muy bien al principio, porque eran gentes ¡Y a era mucho!, ¿no? Tenía alumnos muy vieji-
que también trabajaban y no podían ayudarla tos en aquella escuela de los judíos; había hom-
mucho, pero ella empezó a buscar academias bres hasta de 80 años que querían aprender
que no cobraban para aprender inglés ya ver de música y ella los quería muchísimo. Cuando
qué forma se podía sostener. La única fue lavar alguno se llegaba a morir era para ella un desas-
platos en los restaurantes y así, ya con un sueldo tre ... lo sentía mucho.
diario, se puso a buscar un lugar donde poder Por otro lado, si ella veía que pagaban por
acomodarse para no dar más molestias. recetas de cocina, las inventaba porque también
Su vida en Nueva York fue así. Tenía facili- tenía mucha facilidad para eso. Ellase desenvol-
dad y memoria para los idiomas, y llegó a lograr vía en todo lo que podía -óyelo--, ¡en todo!
más y más. Se inscribió entonces en la Manhattan Aparte pudo obtener -me parece- tuvo un
School. Ahí pudo establecer contactos con gen- puestecito en un despacho donde dijo que era
tes relacionadas con lo que era su carrera. Tam- taquimecanógrafa, porque ella escribía bastan-
bién logró -me dijo--, que unos judíos que te bien en máquina y era muy ligera para tomar
dictado sin saber taquigrafía. Son detallitos que
• Entrevista con Gloria Carmona. México, D.F., 5 de te hacen ver su carácter ycómose esforzó y pudo
marzo de 1992. salir adelante.
Remembranza de Esperanza Pulido 53

Estuvo 15 años en Nueva York. Fue acompa- nían de Europa iban a ver a Ponce; siempre les
liante de Martha Graham para ir a las universi- gustaba mucho ir a contarle sus impresiones.
dades a dar conferencias-ballet. Allá tuvo opor- Entonces me dijo: "Oye, yo voy contigo." Y
tunidad de casarse con un mexicano,locual fue en tonces vimos agonizar y morir al maestro. Ahí
un fracaso, pero siguió adelante, no le importó. nos pasamos la noche yen la mañana siguiente
Vino a México durante el periodo de la 11 nos fuimos a ver a [Ignacio) Asllnsolo el escul-
Guerra. Al llegar, tuvo acceso a Novedades tor, para que le tomara una mascarilla al maes-
porque el maestro Adolfo Sal azar le dejó su tro. Así se hizo. El maestro duró tres días parasu
columna, y Sandi también le dio una comisión entierro, porque quiso el maestro [Carlos)
en Mllsica. Chávez que se hiciera el lunes para que todas las
Con el afán enorme de saber, de aprender, de escuelas de música asistieran al entierro del
ver qué encontraba sobre mllsica (porque te voy maestro. Desde entonces comenzó la amistad
a decir que más que nada su vocación era terri- con Esperanza.
ble, la vocación la señalaría porque la mllsica Al fundarse la [Asociación Manuel M.) Ponce
apasionaba a Esperanza en un grado superlati- yo la invité a ser socia. El primer presidente fue
vo), se Cue al Instituto Francés. Ahí presentó un el maestro [Jesús) Estrada. El segundo fue
exan1l'n y la señora Chenier la becó a París. Esperancita. Pero como ella siempre estaba tan
Después regresó a México y con ese mismo aCán ocupada no podía realmente atender aquello.
se fue entonces a Viena, porque un chileno muy Sin embargo, me enseñó muchas cosas. Yo no
amigo de ella, que era Tapia Caballero, un sabía cómo se formaba un programa y lo que no
pianista que había estudiado en Austria, la ani- sabía tampoco era cómo se corregía en la im-
mó mucho para que se fuera a Viena. Yo pre- prenta. Luego también, como no teníamos em-
gunté: "¿ Con quién estudiaste en Viena?" "Con pleada, nos fbamos a la oficina de la Asociación
Tapia Caballero", me dijo ... Pero aprendió el y me enseñó a archivar. Yo no sabía archivar
alemán. tampoco. Yo no sabía nada de oficina, yo estaba
Antes de volver a México se fue a España. dedicada a la cosa de la música en mis empleos
En Sevilla, tenía interés de revisar, en el Archi- de acompañante.
vo de Indias, las Cartas de Relación de Hernán Llegan los cuatro años de la muerte de Ponce.
Cortés y ver si hablaban algo sobre mllsica. En A Esperanza Pulido, que era la gerente de la
Madrid se estuvo un poco de tiempoduranteel Orquesta Sinfónica de Xalapa --<:uya presiden-
cual también hizo investigaciones [musicales) ta patrocinadora era la esposa del presidente
porque iera una sed de investigar, la de Espe- Alemán, de modo que Esperanza tenía mucho
ranza!. .. contacto con los Pinos a donde iba diariamen-
Cuando regresó a México no éramos amigas te-, se le ocurrió que podíamos gestionar el
todavía. Mientras vivió en Nueva York, venía traslado del maestro a la Rotonda [de los Hom-
cada año a dar un concierto en la sala de concier- bres Ilustres). Esperanza hizo todo. Me dijo:
tos de Gomezanda, que era muy bonita, muy "Vas a firmar estos papeles para que el presi-
elegante. Por su hermana -que era educadora dente Alemán dé la orden." Todo eso se hizo
en un jardín de niños donde yo tenía uno de mis en la Presidencia independientemente de Be-
nombramientos- yo acudí a los conciertos que llas Artes.
daba con Gomezanda. Era muy menudita ella, y Al fin se logró. Días antes de la ceremonia,
a mí me parecía estupendo todo lo que hacía, llegó el momento en que debían transladarse los
pero hasta ahí nomás, ni siquiera hablábamos. restos, para ponerlos donde el maestro dijo
Vuelve Esperanza a México, y precisamente siempre que quería estar, junto a [Luis G.)
el día que murió [Manuel M.) Ponce, Cierna le Urbina, que eran muy amigos. Había ahí un
avisó a mi mamá que el maestro estaba en pasillo, pero se logró que ese pasillo fuera la
agonía, que me fuera para allá. Yo pedí permiso tumba de Ponce. Pero antes se tenía que dar fe
al Conservatorio de no trabajar en la tarde y se y abrir el ataód de Ponce, cosa que yo me negué
me ocurrió hablarle a Esperanza y le dije: "Es- a hacer porque soy una gente muy nerviosa, y le
peranza, fyate que está el maestro Ponce agoni- dije: No, Esperanza, yo no voy a ir ahí. Dijo:
zando. Tll que has querido verlo, no has podido Pues yosívoy. Y fue. Luego me dijo: "El maes-
entrevistarlo." Porque todas las gentes que ve- tro estaba intacto, nada más que negro, negro."
54 HtleroforIÍJJ

y dio fe Esperanza de toda esa ceremonia, allá, día, porque mira que fulano es así. Le seguía
en registros y todo. Todo lo hizo Esperancita. diciendo: "Sí, pero tú eres muy ingenua." Y de
Fue muy valiente. veras que en ese sentido era sumamente inge-
Ya después se hizo la ceremonia que resultó nua. Su carácter, por otro lado, era muy alegre.
muy brillante. Esperancita estaba de viaje en Se apasionaba inmediatamente por todas las
alguna parte, y como siempre era muy nerviosa cosas buenas que le podían llegar, como en el
en todo, pues resulta que (es una anécdota, caso de alumnos inteligentes a los que ayudaba
¿no?) llegó a la ceremonia con un zapato blan- hasta más no poder -óyelo--, terriblemente.
co y uno negro. No le dio tiempo de ponerse el Ella ayudó muchísimo a José Antonio A1caraz,
zapato del mismo color y así salió en El Univer- ayudó también a Carlos Barajas, ayudó también
sal Gráfico: la presidenta de la Asociación a ... bueno ... alumnos que tú no has de haber
Manuel M. Ponce, Esperancita Pulido, conocido, alumnos que tuvo Ponce temporal-
en la ceremonia, ¡con un pie blanco y un pie mente.
negro! Con el afán de independizarse, Esperanza
Pues sí, era así, alocada en sus cosas, además siempre tuvo un estudio aparte. Ese estudio le
muy apasionada. A Esperanza con mucha faci- costaba, pero ella era muy feliz porque ahí tenía
lidad cualquier persona podía sugestionarla, fí- toda su biblioteca, tenía todas sus cosas y era
jate, cosa que no suele suceder con gentes de independiente, porque su familia era ... bueno ...
mucho talento ya que generalmente lo piensan muy religiosa. Eso le hizo ser a Esperanza com-
un poco, ¿verdad? Pero ella no, apasionada- pletamente al revés. Esperanza no era una cre-
mente lo hacía todo. Le decía a Esperanza: yente. "Yo creo en el trabajo. Nada más." Eso
"No te vayas a meter en un lío." " No," respon- siempre me lo dijo Esperanza.
Música
Scherzino
Para piano

Esperanza Pulido

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Documentos
De la libreta de la familia Pulido Silva*

M a de la Esperanza [-J Zamora.


Nació el29 de Sept f.] de 1900.
Padrinos de bautismo:
Sr l.] Canonigo Benigno Tejeda
y M a Pomposa Tejeda V dal.]
de Silva f.]
Madrina de confirmación 1:]
Angelina Farías de Silva l.]
Salió de México rum
bo a New York el día
3 de dic f.] de 1926.
Contrajo matrimonio con Andrés Bar.
quin en Philadelphia [,]
E. U.A. el día 6 de Febrero de 1928.

• El presente escrito establece definitivamente la fecha de naci-


miento de Esperanza Pulido, que estaba sujeta a confusiones.
Juan Vicente Meto

Un libro de Esperanza Pulido*

En un pequeño y sustancioso libro!, Esperan-


za Pulido estudia el sitio que la mujer mexicana
ocupa en el desenvolvimiento de la música en
México. Si el presente trabajo no tuviera otro
objetivo que el ofrecernos simplemente una
visión panorámica de la actividad musical feme-
nina llenaría por ese solo hecho, un hueco nota-
ble, no digamos ya en el terreno exclusivo de la
musicología -bastante raquítico de por sí en
nuestro medio-- sino en el campo de la docu-
mentación histórica, ya que al recorrer fechas y
llenar épocas lo que hace es historia, o si se
quiere, contemplar nuestro recorrido vital des-
Esperanza Pulido (primera tkstU la iZquiuda) con
de un punto de vista nuevo, y tan nuevo que no Antonio G6mezanda semodo en primer p/arw UI tl
puede menos que considerársele inédito. estudio de éslt
Pero resulta que Esperanza Pulido no se ha con perspicacia tan particular que entusiasma-
contentado con alcanzar esa finalidad. Su traba- ría a Mme. Simone de Beauvoir. El asunto se
jo satisface una ambición mayor. Contemplada presta a muchos comentarios, desgraciadamen-
nuestra historia desde ese ángulo, no permane- te fuera de los Ifmites de esta simple nota
ce como observadora atenta. Anotado el fenó- informativa.
meno, lo estudia, lo sitúa en su momento, lo No es el momento de hacer la presentación
interpreta y lo proyecta. De la actitud pasiva de Esperanza PuEdo ya que su nombre es am-
-atenta y aguda, pero pasiva a fin de cuentas- pliamente conocido en el medio musical mexi-
nos adentramos en muchos de los problemas cano desde hace muchos años pues abarca múl-
sociales que México ha sufrido y sufre todavía y tiples medios de expresión: el concertismo mili-
en la idiosincrasia de nuestro pueblo. De la tante, la enseñanza, la crítica y la musicología.
visión panorámica pasamos a un singular esbo- Los lectores de Carner Musical reconocen en
zo histórico y social (y digo esbozo porque de ella a una de sus más antiguas y distinguidas
todas maneras el libro permanece en un terreno colaboradoras. Pero precisamente por abarcar
exclusivamente musical) ya que al anotar mu- esos diferentes medios de expresión y por estar
chos nombres de mujeres no puede menos que su nombre respaldado por el conocimiento del
señalar las condiciones sociales imperantes, público general y no sólo del especializado,sería
como no puede tampoco, al hacer el resumen, injusto omitirlo de la lista demujeres mexicanas
olvidar la condición psicosocial de la muj er participantes en la historia musical de México.
mexicana, punto éste que la autora observa El lector puede adivinar fácilmente que Espe-
ranza Pulido, en su libro, no habla de Esperanza
• Carnet Musical. Vol. xv, No. t70, ab ril de 1959; pp. Pulido. Que estas líneas sirvan entonces de hoja
181-183.
I Esperanza Pulido, La mujer maicana en la música, no incluida en el volumen.
Ediciones de la Revisl8 Bellas Arlcs, México, 1958. Lo más significativo en la personalidad musi-
74 HeterofonÚJ

cal de la autora de este libro es su posición ético- que he intentado precisar !fneas arriba y que al
estética, pero tal vez sea en el concertismo encontrarse reunidos en letras de molde se am-
donde este rasgo pueda advertirse de manera plifican. Apoyada en fuentes de información
más definida. Dedicada al estudio de determi- fidedignas y en una apreciable bibliografía com-
nados compositores (c1avecinistas especialmen- plementaria, prefiere hacer hablar a los otros y
te) por preferencias personales, su tempera- cuando ratifica hechos su adhesión hacia la obra
mento y sus condiciones físicas han encontrado consultada es total. Si de enmendar algún en-
campo propicio al análisis minucioso del com- tuertose trata, su voz alcanza entonces persona-
positor, paso primero de la interpretación. De lidad propia pero no toma nunca tonos de
ese desmenuzar obra y pensamiento nace la magister-dixit. Es de felicitarla porque al estu-
identificación como requisito primordial de la diar la época prehispánica, no se pierde en espe-
recreación, correspondencia tal vez de eso que culaciones vagas sino que interpreta documen-
el profano llama "comprensión" o "entendi- tos; nose engaña con buenos sentimientos cuan-
miento". Trabajadas de esta manera, sus inter- do afirma que la m úsica de esa época no alcanzó
pretaciones no poseen el más leve asomo de el desarrollo de las artes plásticas y no tiene
impostura. Al limitarse, se acerca a la perfec- miedo en creer, porque sus pies se apoyan en
ción; al preferir la sinceridad se aleja del aplauso bases sólidas, que los primitivos mexicanos des-
fácil; al buscar la autenticidad construye un arte conocieron las leyes elementales del sonido.
a su medida, es decir virgen de virtuosismo Esta situación ahuyentará, sin duda, a un buen
teratológico. Todo el proceso recreativo lo rea- número de pseudoinvestigadores que, nimbados
liza con humildad, con apasionado fervor frente de dudosa buena voluntad y de erróneo patrio-
al compositor. Ella, como quería Gide, se consi- tismo, llenan de confusión al público ingenuo
dera como un medio y se sacrifica en favor del tratando de crear un arte casi inexistente. Si la
fin elegido; de la obra, del autor, de la música. seriedad que confiere la documentación fide-
Preocupación ética, pues, y ya no meramente digna es la principal característica de la obra,
estética, perfectamente aplicable a su posición bueno es decir de inmediato que ésta resulta de
como maestra. fácil lectura porque está escrita en un estilo
En el terreno de la crftica y la musicología, su limpio, sumamente agradable. La autora pone
aportación es importante. En nuestros dfas es la
única mujer que las ejerce constantemente a
través de diferentes revistas y especialmente en
el diario Novedades. Pero al referirme a la críti-
ca es necesario decir que ella es "crítico" de
verdad y no cronista. No resulta obvio hacer esta
distinción pues un buen número de señores que
ostentan pomposamente ese título no pasan de
amables, risueños e ignorantes cronistas. En un
país como el nuestro en donde la crítica musical
prácticamente no existe, Esperanza Pulidocons-
tituye una honrosa excepción. Sus trabajos como
musicóloga andan dispersos esperando que un
buen día se decida reunirlos en volumen. Si bien
no pocos seq uedan en artículos circunstanciales,
todos son interesantes, destacándose, entre un
estimable número de importantes, aquel que
sobre "André Gide y la música" apareciera en
Nuestra Música, por haber sido el primer estu-
dio que sobre esa cuestión se realizara en Méxi-
co. Jesús nal y Gay asf lo reconoce.
En La mujer mexicana en la música, su pri-
mer libro editado, aparecen los componentes
fundamentales de esa posición ético-estética Esperanza PuJido, alTerna izquierdD, COn famjJians
Un libro de Esperanza Pulido 75

en práctica una larga experiencia periodfstica y dio de la condición femenina a que hemos aludi-
da a su trabajo un tono ameno; o si se prefiere, do al principio de esta nota. Una sola crftica y
hace uso de ese lenguaje conversacional que a musicóloga aparece, Alba Herrera y Ogazón, y
gritos pidiera don Miguel de Unamuno. De esto a ella se le dedican frases justas al situarla dentro
se infiere que, aun tratándose de estudio, no de las corrientes e ideas de su tiempo.
peca de aridez. O dicho en otras palabras que el El estudio de la época precortesiana nos
lector no especializado no se aburre con su presenta a la mujer participando en los cantos y
lectura. danzas de carácter religioso o social, con fun-
En diez capftulos numerados, la autora nos ción completamente impersonal. El tiempo de
ofrece la participación musical femenina desde la Colonia crea un tipo femenino débil de inte-
la época prehispánica hasta nuestros dfas, para ligencia, sujeto al hombre y recibiendo única-
ser más exactos hasta la tercera década de nues- mente instrucción musical elemental, "adorno"
tro siglo. Ignoro el motivo por el cual no llevó el simple. Sor Juana Inés de la Cruz constituye la
trabajo hasta un momento más cercano; creo excepción que la autora califica de milagrosa, al
que material no hubiera faltado pues se cuenta superar el sexo por su enorme talento "hasta el
con un buen número de nombres importantes, grado de imponerse ante sus contemporáneos
especialmente en el terreno vocal. Y si bien masculinos". Resulta sumamente interesante
muchos están todavfa en pleno proceso de -a mi gusto es el momento más importante de
maduración, el incluirlos hubiera actualizado la obra-el estudio que Esperanza Pulido hace
más aún este valioso estudio sin peligro de caer de Sor Juana. La autora está consciente de las
en el pecado de la ligereza de juicio. Deesos diez posibilidades musicales de la monja que no sólo
capftulos, los tres primeros están dedicados a la escribe villancicos sino que los canta con voz de
época precortesiana, los cuatro siguientes a la ángel, según el decir de don Alfonso Reyes;
Colonia, el octavo está dominado por la figura insiste en sus conocimientos de armonfa, com-
de Angela Peralta, el noveno estudia la partici- posición y acústica y la supone compositora.
pación de diversas figuras de mayor o menor Aunque tal hipótesis pudiera calificarse deaven-
talla nacidas en el siglo XIX, deteniéndose espe- tu rada al no existir pruebas demostrativas, no
cialmenteen Fanny Anitúa, Marfa Luisa y Con- puede tomarse como ilógica o absurda, inquieta
suelo Escobar, Marfa Romero y Alba Herrera y como estaba ante intrincados problemas de teo-
Ogazón. El capftulo último nos lleva hasta la rfa musical y habiendo escrito un tratado de
tercera década de nuestro siglo. enseñanza. Esperanza Pulido no pasa por alto la
A través de este paseo por nuestra historia significativa imagen que Sor Juana hace de la
musical, vemos desfilar una buena cantidad de armonfa al llamarla "espiral y no cfrculo" y la no
nombres. De entre esa lista podemos advertir menos importante actitud rebelde ante la
fácilmente que no pocas mujeres han rebasado "cognición intelectiva" en que ésta se encontra-
las fronteras nacionales y alcanzado fama inter- ba encerrada; como no pasa por alto tampoco,la
nacional; hasta la época que comprende el estu- musicalidad de algunos versos onomatopéyicos
dio puede comprobarse que ellas han dado ma- que presumen, por sfmismos, acompañamiento
yor gloria internacional que los hombres. Es asf musical.
que podemos citar los nombres de Ángela Si personalmente estimo que los capftulos
Peralta, Fanny Anitúa, Marfa Luisa Escobar y referen tes a la época colonial son los estudiados
María Romero, cantantes todas ellas. La única con más detenimiento, toda la obra posee cohe-
excepción a esa tradición vocal serfa la pianista sión y unidad y en todas partes hay objetividad
Angélica Morales, pero ella es de formación y juicio sensato e imparcial. La mujer mexicana
completamente europea. en la música es un valioso libro dentro del raq ui-
Si nuestro pafs ha producido buenas cantan- tismo de la musicologfa mexicana, y un agudo e
tes, en cambio tenemos que no existe una sola in teresante estudio de cul tura mexicana, escrito
compositora (la autora del presente trabajo cita, con amenidad y sencillez y sólidamente apoya-
como es debido, a tres extranjeras residentes: do en una recia formación musical. Indispensa-
Rosita Dal, Marfa Teresa Prieto y Emiliana de ble para todo aquel interesado en los estudios
Zubeldfa); el análisis del problema al no ser mexicanos. La autora merece los más cálidos
exclusivo de nuestra patria cae dentro del estu- aplausos.
Salvador Moreno

A propósito de
La mujer mexicana en la música*

El pequeño libro de Esperanza Pulido La


mujer mexicana en la música ha sido ya comen-
tado en Carnet Musical por Juan Vicente Melo,
colaborador de esta revista. También Esperan-
za Pulido, en el mismo número (abril de 1959) se
ha referido a su libro para admitir, humildemen-
te, ciertas omisiones involuntarias.
Al permitirnos ahora hacer algunas anota-
ciones a propósito de La mujer mexicana en la
música nos referiremos a algunas de esas posi-
bles omisiones, con el mejor deseo y el único fin
de tra tar de con tribuir mínimamen te, claro está,
a la segunda edición que deberá hacerse de este Esperanza PuJido al piano
libro algún día. El interés del tema y el magnífico
enfoque que Esperanza Pulido ha sabido darle
--con seriedad, buen gusto, conciencia profe- para su propio deleite (palabra que parecería
sional y otros valores-lo hacen digno del ma- desmedida, referida a una monja, si no supiéra-
yor encomio. mos la vida de las religiosas mexicanas de los
A la importante bibliografía consultada por siglos XVII Y XVIll) es sólo cuestión de lógica.
Esperanza Pulido quisiéramos añadir el famoso Quisiéramos recordar a Esperanza Pulido
libro dellernardo de llalbuena, Grandeza Mexi- que el ejemplar del libro de Cerone que perte-
cana, aparecido en los primeros años del siglo neció a Sor Juana existe, con anotaciones de su
XVII. En él se describe el ambiente de la ciudad puño y letra, en la biblioteca del Congreso de la
de México y en alguna ocasión se hace mención Unión (calle Tacuba). Anotaciones que segura-
de la participación de la mujer en ceremonias y mente no han sido estudiadas hasta hoy y po-
festejos . drían dar, sin duda, mayor luz sobre la intensi-
En cuanto a la figura de Sor Juana (a quien dad de los estudios musicales de Sor Juana.
Esperanza Pulido llama monja clarisa y no Entre las omisiones en que pudo incurrir
jerónima) estamos completamente de acuerdo Esperanza Pulido queremos señalar una. En las
con ella en la gran capacidad musical que le líneas que con todo acierto dedica a "Extranje-
atribuye; latente y "confesada" por la propia ras Residentes", no aparece el nombre de Sonia
poetisa en muchos de sus poemas. Suponer que Verbi tzky. Esta cantan te de origen ruso, magní-
pudo servirse de algún instrumento musical para fica intérprete liederista y maestra del Conser-
la mayor comprensión de sus estudios teóricos o vatorio Nacional, contribuyó a la formación de
algunos cantantes mexicanos y a la de algunos
• Carnel Musical. Vol.xv, No. 176, octubre de 1959; pp. de nuestros más destacados pianistas acompa-
447-448. ñantes. Para ella escribió Revueltas sus Siete
A propósito de La mujer maiGana Mio música 77

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canciones infantiles, y fue ella quien dio a cono· de la Iglesia de San Agustín de Querétaro; la
cer muchas de las canciones de lllas Galindo, San ta Cecilia de la sacristfa de la Iglesia del
Jiménez Mabarak y las primeras de Salvador Carmen de Celaya y quees un retrato evidente;
Moreno. Su labor periodística también es digna el de la arpista pintado por Justo Montiel de
de tomarse en cuenta. Xalapa y, en fin, entre otras, el de Ángela
En la iconografía musical mexicana aparece Peralta pintado por Cordero en Roma (en el
gran número de mujeres músicas. Este material Conservatorio Nacional).
estudiado a fondo podría contribuir al enrique- Si llegada la ocasión de esa segunda edición
cimiento del tema, aparte del interés documen- de La mujer mexicana en la música el tema
tal que supone. pudiera ser tratado en forma exhaustiva, habría
Valga como ejemplo la Santa Cecilia de de exigir la inclusión autobiográfica de Espe-
Peryns, del Museo de la Academia de San ranza Pulido, pese a las reglas y cánones del
Carlos; las mujeres que tocan diversos instru- oficio que en trabajos como éste excluyen el
mentos en una de las pinturas del claustro bajo nombre del propio autor, ya que el suyo
del hospital de San Juan de Dios de A tlixco; las -situado excepcionalmente entre las mujeres
que en la representación alegórica de la Músi- mexicanas en la música-corresponde al de una
ca, pintada por Zendejas, tocan la lira y un pianista de alta calidad, que ejerce la crítica y la
órgano portátil (en el Museo Nacional); la musicología con la mayor voluntad y el más
monja que toca el arpa en una pintura del coro limpio empeño.
Mauricio González de la Garza

HeterofonÍa*

Cuando oí hablar de la revista musical de conocimientos y de estudios, de viajes y de


Esperanza Pulido, 10 primero que se me ocurrió enseñanzas. H a estado m uchos años en los Esta-
fue que iba a ser o en el Insurgentes o en el dos Unidos y en Europa, especialmente en París
Manolo Fábregas. Todo un repertorio de nece- yen Viena.
dades me recorrió las circunvoluciones. Di en Ahora efervescente de entusiasmo e ilumi-
imaginar, casi alucinar, una espccie de zar,mela nada de regocijo espiritual da a luz el primer
mexicana (¿qué otra cosa son los musicals nor- número de He/erofonEa. Crear una revista es
teamericanos sino zarzuelas en inglés?) produ- tarea ardua, cara, que requiere no sólo imagina-
cida por Esperanza Pulido, escrita por Salvador ción y dinero sino trabajo infinito, paciencia,
Moreno, dirigida por José Antonio Alcaraz y esfuerzo, vitalidad, idealismo y optimismo. Todo
con Angelita Calcálneocomoestrella fulgurosa. eso ha puesto Esperanza Pulido en HelerofonÚJ.
Esto último me hacía delirar de entusiasmo. Un esfuerzo así como el de Angelita Calcáneo
Angelita Calcáneo, pilar, luz y fuego de la Aso- en la Asociación Manuel M. Ponce, sólo puede
ciación Manuel M. Ponce, transformada en so- llevar al éxito.
prano nacional me deleitaba. La sola idea me Tal vez los primeros números tengan que
parecía apoteótica. luchar contra la indiferencia, contra la afición a
Pero no, no se trataba de eso sino de una los cohetes, contra el silencio ...
revista musical escrita" ... anhelamos que Hay dos artículos que prometen continuar:
l-le/erofonía -<licen los edi tores- responda en "Sueños de la música actual", de Jean Etienne
nuestro medio a una necesidad urgente e ingen- Marie, y "Aspectos del nacionalismo musical
te: la de publicar una revista que represente los mexicano", de Pablo Castellanos. ¿No habrá
intereses de la música y los músicos serios. A manera de que aparezcan los artículos comple-
estos últimos nos dirigimos con especial solici- tos? Esperar dos meses para terminar un artícu-
tud, para brindarles un medio de expresión, lo requiere un interés y una memoria verdadera-
independientemente de credos, camarillas o in- mente excepcionales.
teresescreados". Aparece l-le/erofonía con nom- El tamaño, el formato, el tipo de letra y la
bre griego y un signo náhuatl, el del espíritu y la impresión son buenos. Los artículos cumplen su
materia, la intelige ncia yel trabajo. La produc- misión informativa pero en general son un poco
tora -en eso no me equivoqué-, directora, pesados, hasta el de Juan Vicente Melo, quien
guionista, reOectorista, entrevistadora, correc- suele manejar muy bien la alquimia de la crítica
tora, escenificadora, tramoyista y animadora es m usical. Lo que más me in teresó fue la en trevis-
nuestra Esperanza Pulido. Esperanza Pulido ta a "Los muchachos del Taller de Composición
nuestra crítica musical más conocida, nuestra del Conservatorio". Las respuestas de los jóve-
perita en Bach, es de ese tipo escaso de mujeres nes parecen pedantes y rebuscadas; pero si es
-y escaso también entre los hombres- como cierto que trabajan yestudian tanto como dicen,
Angelita Calcáneo, que han dedicado su vida a ya la pedantería se les ahogará en la producción.
la música en México, a la cultura en México He/erofonEa, gracias a Esperanza Pulido, vie-
debería decir. Esperanza Pulido es mujer de ne a cumplir una misión muy importante. Poco
acostumbrados estamos a revistas musicales bue-
• Novedades, 1968. nas-casi no existen ni malas-. Bienvenida sea.
Junius

[Heterofonía]*

N uestra estimada colega y amiga Esperanza


Pulido, que se ha distinguido como pianista,
pedagoga, musicóloga, cronista musical y otras
actividades, acaba de sacar a luz una revista
bimensual llamada /-letero[onía, un tftulo que
explica así: "Un cierto tipo de contrapunto pri-
mitivo, consistente en el uso simultáneo de ver- Esperanza PuJido Y
siones ligeramente modificadas de una misma acompañante no identificado, ca. 1939
melodía". Esperanza es la directora de la publi-
cación, cuyo primer número contiene, además collaron y descuellan en los teatros de ópera
de sus artfculos, la colaboración deJean Etienne extranjeros: Fanny Anitúa, que fue elegida para
Marie, Pablo Castellanos, Salvador Moreno, cantaren Pesaro, lugarde nacimiento de Rossini,
Sophie Cheiner, Juan Vicente Melo, Claire El Barbero de Sevilla, en el centenario de la
Stevens, Alma fiello y J. Antonio Alcaraz. Su famosa ópera; de las hermanas Escobar, de
contenido, que hemos examinado cuidadosa- fi e lén Amparán, Maritza Alemán, Oralia
mente, es muy interesante, y de todo corazón Domínguez y otras muchas que no menciona-
deseamos a la T<wista una larga vida. mos por no hacer la lista demasiado larga.
Esperanza es autora del libro La mujer mexi- En otro orden de cosas enumeró las pianistas
cana en la música, y bajocl mismo título dictó, en concertistas: Alba Herrera y Ogazón, que tam-
días pasados, una bella conferencia en el museo bién fue notable como musicóloga; Ana María
de la Ciudad de México, ilustrada con grabacio- Charles, Esperanza Cruz, Marfa Teresa
nes de composiciones musicales escritas o inter- Rodríguez, cuyo repertorio es enorme; Stella
pretadas por mujeres de nuestro país. Nos dijo Contreras, María Teresa Castrittón, y otras
que ellas, en general, no se han dedicado mucho muchas. Elogió a las " liederistas" María fionilla,
a la composición, exceptuando a la famosa Margarita González, Irma del mismo apellido,
Angela Peralta, autora de bonitas piezas de Lupe Medina de Ortega, Cristina Trevi,
salón; Rocío Sanz, la señora de Mariano López Ernestina Hevia del Puerto, Lupe Solórzano,
Mateos y alguna otra. No hizo referencia a las Alicia Torres Garza; todas las que se distinguie-
compositoras de música popular, como Consue- ron en la memorable "Impulsora de Ópera" del
lito Velázquez y María Grever, porque su tiem- maestro Pierson: María Romero, María Teresa
po le fue cortado en vista de que a continuación Santillán, Consuelo Cabrera, Josefina Llaca,
debía darse allí una conferencia sobre arqueolo- etc. Hizo referencia al extraordinario talento de
gía. Habló de la mujeren tiempos precortesianos la potifacética Gloria Carmona y de los triunfos
y en la época colonial citó a la prodigiosa Sor obtenidos por Josefina Álvarez Ierena, directo-
Juana Inés de la Cruz, cuyo incomparable genio ra del Coro del Colegio Alemán, y no seguimos
le permitió escribir un tratado musical. Habló enumerando porque nunca acabaríamos. Que
de los triunfos de Angela Peralta, "el Ruiseñor nos perdonen todas las que omitimos. Las selec-
Mexicano", y de las notables cantantes que des- ciones grabadas que escuchamos complacieron
grandemente al auditorio.
• Excé/sior.1968.
InMemoriam

Nílido rostro:
Esperanza Pulido 1901-1991

" ... En la tinieblacomarcana un tenue


y vertical incendio"
López Velarde

Una combinación genuina de afecto y lucidez


--en ese orden- caracterizaba tanto su perso-
nalidad como las acciones nacidas de la misma.
Además de tal rasgo marcan te, en Esperanza
Pulido resultaban evidentes una calidad de infa-
tigable y cierto sentido del humor gozoso, así Espuanza Pujido, BlICares/, 1987
como su desembarazarse tenaz de algunas he-
rencias --entre decimonónicas y neoclásicas-
que, sin solicitarlas, recibió de la enseñanza marse) una fenomenología de la salud pública.
musical generalizada (no sólo en México), du- Con el tiempo y dada su calidad de testigo así
rante las primeras décadas de este siglo. como protagonista de varias etapas formativas
Así, se mantuvo hasta el último periodo desu brillantes para la música de México, al igual de
existencia admirable, abierta a lo nuevo, en la su empuje sin resquicios, fue volviéndose vene-
nutrición permanente de sus capacidades de rable para nuestro medio musical; algo así como
juicio, vigorizando los alcances de una actitud un ancestro óptimo.
crítica que la llevaba a tener aciertos frecuentes. Supo, con gran tino, aportar estímulo lo mis-
El más notable de éstos residió en reconocer con mo que orientación a las tareas respectivas de
franqueza ejemplar los errores (o limitaciones) aquéllos con quienes la rica diversidad de sus
en que incurría eventualmente. actividades la puso en contacto. Y esto lo llevó
Para su actividad pública como pianista, a cabo -vale la pena insistir- de manera rigu-
maestra (término que al serie aplicado alcanza rosa y cálida por igual, con tanto pragmatismo
dimensiones radiantes), analista de situaciones, como apasionamiento.
procesos y seres musicales, o animadora de tareas De manera voluntaria se destacan aquí tres
editoriales, eligió una vez y otra posturas capaces entre sus aportaciones principales:
de rebasar sus predilecciones o apetencias. a) El libro La mujer mexicana en la música
Supo distinguir cómo el placer individual no (1958). Cuando todavía no era habitual (por
siempre encarna un buen consejero en asuntos desgracia) hablar de feminismo, en la forma
artísticos, sin por ello menospreciar su relevancia. como ahora se entiende el término, Esperanza
No trató de imponer a otros el gozo producido Pulido -pionera ahí como en muchos otros
en ella por ciertas músicas, ejerciendo así el terrenos- acometió, en forma que no resulta
proselitismo de lo consabido, sino, al extremo difícil calificar hoy como visionaria, la redacción
opuesto, aportar difusión y conocimiento de de este, hoy precioso, documento. Ahí, asume la
cuanto podía contribuir a lo que (pudiera lla- propia condición simultáneamente con belige-
rancia y raro tacto, pero no por ello menos
• Proceso, No. 745, 11 de febrero de 1991 ; pp. 57·58. firme, mediante un enciclopedismo bien enten-
In Mtmoriam 81

dido,lIeno incluso de detalles amables, con peso Peralta, rebasando los territorios de la música de
específico y sin engolamientos. cámara. Ahí están, para el caso y al efecto, las
b) Su re-lanzamiento de la figura de Angela orquestaciones de Arturo Márquez, todavfa no
Peralta como compositora. Ya no la mera can- ejecutadas en público.
tante legendaria. El 8 de julio de 1977 en el La sorpresa y el júbilo correspondientes
Teatro del Ballet Folklórico de México, gracias -no se vuelve difícil predecirlo-- resultarán
al respaldo -<ligno de elogio-- de Amalia notables. Y en ese momento será necesario
Hernández y Clementina Otero, Esperanza recordar el impulso que a la recuperación
Pulido ofrece un recital pianístico donde hace -sensata tanto como entrañable- de lo pro-
oír un vals de Angela Peralta: Mar(a-'Souvenir pio, aportó la tarea a la vez cauta y valiente de
a ma Soeur'. En ese momento apenas éramos Esperanza Pulido.
unos cuantos quienes conocíamos la existencia c) La publicación de HeterofonÚJ constituye,
de la música escrita por Angela Peralta. Al según el consenso generalizado, la aportación
ejecutarla junto a compositores mexicanos con mayor (otros la llamarán "victoria") de Espe-
la talla -por ejemplo-- de Manuel Enrfquez ranza Pulido a la vida musical mexicana. Esta
(1926), la Maestra Pulido formuló, con elocuen- revista sostenida por su directora en forma he-
cia y discreción una propuesta por igual válida, roica, se ha visto enriquecida en sus cien núme-
estimulante y perspicaz. En la búsqueda de la ros, a lo largo de 23 años, con variantes cada vez
propia tradición encuentra con el ancestraje mas vigorizadoras, hasta volverse referencia irre-
manifiesto para la tarea de las compositoras vocable.
mexicanas, quienes desde 1940 (grosso modo) HeterofonÚJ permanece -hasta el presen-
hasta el día de hoy, han llevado a cabo una tarea te-como el testimonio más palpable del talen-
de clara importancia; dotada de caudal, interés to, devoción y capacidades dinámicas de su fun-
e imaginación graduales. dadora: Esperanza Pulido.
En el proceso ahí iniciado hace falta aún la Maestra queridísima: pronto volveremos a
confrontación/examen de mayor estatura, im- vernos. Ahora queda aquf expHcita mi gratitud.
pacto o resonancia: resulta ya apremiante que la Habremos de continuar aquellas lecciones de
Sinfónica Nacional-{) cualquier otro organismo piano, en las que recibf de Usted -para cerrar
de este tipo-- haga oír la (s) obra(s) de Angela el círculo-- una combinación genuina de afecto
y lucidez.
José Antonio Alcaraz

PALACIO DE BELLAS ARTES Esperanza Pulido·


SALA DE ESPECTACULOS

Tenfa que suceder algún dfa. Con Esperanza


Pulido nos pasó a todos lo que ocurre frecuente-
mente con las personas longevas, que acabamos
por considerarlas inmortales. Esperancita tuvo
vida larga y vigorosa. Al recordarla, siempre
pequeña y cada vez más encogidita por los años,
pienso en quesu vigor era de todo, menos físico.
Una entereza moral y un entusiasmo que la
hacían interesarse en todas las cosas, particular-
mente la música, a una edad en la que por lo
regular ya se ha perdido todo interés.
Mis recuerdos de Esperanza Pulido llegan
ESPERANZA PULIDO hasta los dfas en que ella iba terminando su
PIANISTA
BAJO EL PATROCI'IO DEL lt-óSTITUTO -",CIO'iAl actividad de pianista concertista y yo comenza-
oe~ARTES
ba la mfa de crftico. Como dice T.S. Eliot, con
tanta razón, la crftica es ante todo quehacer de

• El Universal, 1 de febrero de 1991.


82 H<lerofonia

madurez, y la madurez llega con la edad y con la esfuerzo de preparación fue grande, pero la
edad vienen también los juicios cautelosos. En memoria podía fallar. El artista tocó, leyendo la
mi arranque inopinado como juez de composi- música. Esperancita estaba en el estudio de las
tores e intérpretes, cometí excesos propios del calles de Ayuntamiento. Al percatarse de la
ímpetu juvenil. Alguna vez, Esperancita fue situación, nadie tuvo que pedirle que dejara su
blanco de una crítica más o menos virulenta. butaca para irse a sentar junto al ejecutante, a
Contra todas mis expectativas, su respuesta no voltearle laS hojas.
se hizo esperar y me llegó en forma de reto En alguno de los festivales de órgano que
profesional rabioso, que yo acepté porque no Alfonso Vega Núñez instituyó y organiza anual-
me quedaba otro remedio, pero que, de haberse mente en More!ia, coincidí, entre otros invita-
cumplido, muy probablemente 10 pierda. De dos, con Esperanza. El programa de actividades
todas formas, con su actitud Esperancita me cotidianas era ambicioso y agotador. Conciertos
enseñó a pensar las cosas varias veces, antes de matutinos y vespertinos, visitas a museos y con-
ponerlas en el papel. ferencias, viajes a los pueblos cercanos para
A partir de aquel encuentro, nada amistoso, visitar templos que tenían órganos muy anti-
entre Esperanza y yo fue creciendo un afecto guos e interesantes. Unos más, otros menos,los
que en mí estaba mezclado con la admiración. invitados fuimos haciendo discreto mutis y aca-
Esperanza era una mujer que no sabía regatear bamos concurriendo a una parte mínima de los
su entrega. Ponía igual cariño en el magisterio, eventos. Hubo, en cambio, alguien que nada se
en la investigación, en el periodismo. Siempre perdió: Esperancita.
estaba en la primera fila de los emprendedores. Resulta diffcil, cuando se habla de una perso-
Dos episodios ayudan a evocar su personali- na tan fecunda como 10 fue Esperanza Pulido,
dad. En mis tiempos de empresario de artistas, referirse a "la obra de su vida". A pesar de ello,
se dio el caso de que el pianista austríaco Rober- me parece que la tarea que Esperancita llevó a
to Goldsan tenía que tocar el segundo concierto cabo con mayor amor fue la de publicar su
de Rachmaninov por la XEW, en plan de un revista Heterofon(a. Cuandoen 1968murióOuo
tómelo o déjelo del caprichoso productor. El Mayer-Serra y con él Audiomúsica, Esperanza

ESPERANZA PULIDO
PlANIST

STEINWAY CONCERT HALL


Suncf.y EYenlng, M.y 15, 1938••t 8:30 o'dod

STEINWAY HAll.
lO!Mll·U" Wesc 57th Strttt
Ncw York, N. Y.
In M.morÜJm 83

por su lado y yo por el mío quisimos llenar el


vacío que se había producido. Así nacieron
Helerofonía y el suplemento mensual La música
en México. Aquella publicación, hija de
Esperancita, vivió lo que su progenitora. A la
mía me la mataron arteramen te, un mes an tes de
que bailara su vals quinceañero.
Hace tiempo, no recuerdo cuánto, me avisa-
ron que Esperancita había sido internada en un
hospital y se le consideraba clínicamente muerta.
Cuando todos sus amigos nos habíamos resigna-
do, ella se levantó de la cama para seguir dando
guerra, por lo menos un par de lustros más.
Ahora, al enterarme de su muerte, me costó
trabajo aceptarla, y en realidad me sigue costan-
do, porque pienso que un espíritu tan fuerte como
el suyo debe andar, a la manera de Till
Eulenspiegel, por algún rinconcito del universo.
Pero no haciendo diabluras,sino predicando como
siempre con su calidad y con su ejemplo.
Fernando Diez de Urdanivia
Esperanza Pulido, ca. 1927-1930
Esperanza Pulido Silva (1901-1991)*

El deceso de la gran pianista, profesora, concer- significado estético de la música que interpreta-
tista de Bellas Artes, musicóloga, pionera de la ba, transformándose en una investigadora de
crftica musical en México, Esperanza Pulido, y gran importancia para su país que dio frutos y
creadora de la revista Helerofonía que durante resultados durante más de medio siglo.
más de 20 años editó y financió personalmente Esperanza Pulido, originaria de Zamora,
-la revista de más larga vida que se ha impreso Michoacán, desde muy pequeña vivió en Ciu-
en la historia de ese pafs- dejó de existir el dad de México donde realizó todos sus estudios
sábado 19 de enero a consecuencia de una escolares y los de música hasta convertirse en
embolia. Sus restos fueron inhumados en la concertista en piano. Fue profesora en la New
Catedral Metropolitana de Ciudad de México, York School of M usic y ejerció su magisterio en
el 22 de enero. el Conservatorio Nacional de Música de Ciudad
En el Conservatorio Nacional de Música, el de México, donde además de su cátedra de
lunes 21 por la tarde, se le rindió un homenaje, piano, tuvo a su cargo las de historia y
con guardias de honor ante sus restos por parte metodología de la crftica musical. También fue
de alumnos, autoridades del plantel y persona- concertista en Bellas Artes en una época consi-
lidades del ambiente musical del país. derada heroica debido a que debía enfrentarse
Durante su larga y fecunda vida, la maestra a un público no acostumbrado a la música de
Esperanza Pulido fue un ejemplo para todos concierto, además era necesario luchar contra
aquellos qúe desde su juventud, hasta los 90 los antiquísimos e inservibles pianos.
años, comprobaron su dedicación incansable a En 1945 se trasladó a Francia para estudiar
la música. musicología. Formó parte de la primera promo-
En el ámbito personal se inició como intér- ción de becarios mexicanos enviados a París tras
prete en piano bajo la dirección de Antonio el término de la Segunda Guerra Mundial. Allf
Gomezanda. Paralelamente a su estudio del trabajó con André Schaeffner, entonces direc-
piano surgiósu interés por conocer el origen y el tor del Museo del Hombre, en el que realizó
estudios de etnomusicología.
• Revista Musical Chilena. Año XLV, No. 175, enero- Desde su estancia en Nueva York, a princi-
junio, 1991. pp. 89-90. pios de la década de los años treinta, a solicitud
84 HeterofonÚl

del maestro Estanislao Mejía, la maestra Pulido insaciable la acompañó hasta el último momen-
inició el ejercicio de la crónica y la crítica musi- to desu vida consciente y una devoción infatiga-
cal. Durante décadas publicó artículos de gran ble por el trabajo fue, hasta el final, su principal
sabiduría para revistas y periódicos de México, rasgo profesional.
Estados Unidos, Francia, Checoslovaquia, Ale- No podría terminarse este emocionado re-
mania, Argentina y Chile. cuerdo de Esperanza Pulido de parte de todos
Como si toda la actividad creadora de Espe- los miembros de la Revista Musical Chilena, sin
ranza Pulido tan brevemente reseñada, no bas- citar la circular que nos enviara el doctor Robert
tara,en 1968 fundóla revista HeterafanEa, publi- Stevenson a los panelistas de "The Publication
cación única en su género por años en la ciudad and Diffusion of Music in the Iberian World":
de México, actualmente convertida en órgano "Aprovecho esta ocasión para mencionar
oficial del Conservatorio y editada por el Insti- una pérdida irreparable. Maestra Esperanza
tuto Nacional de Dellas Artes. Heterofonía es la Pulido, quien con anterioridad había aceptado
revista musical de más larga vida que se ha incorporarse a nuestras Sesiones de estudio,
impreso en la historia de México, y en sus pági- quien con su incomparable sabiduría habría
nas han publicado desde los grandes nombres de ensalzado nuestras Sesiones, partió de esta vida
la musicología mundial, encabezados por el doc- el 19 de enero de 1991. Jamás podré adecuada-
tor Robert Stevenson, el titán de los investiga- mente alabarla. Absolutamente sola y sin nin-
dores de la música mexicana e iberoamericana, gún subsidio fundó HeterofanEa y la mantuvo
hasta los estudiantes promisorios que-en algu- con recursos propios a través de una serie de
nos casos- ella transformó en los más respeta- crisis financieras. Su incomparable espirituali-
dos profesionales de la actualidad. dad, su erudición, su patriotismo y su devoción
Esperanza Pulido fue una persona noble y por la música y los músicos mexicanos la colocan
altruista, una m ujer afect uosa, de inmenso en t u- en el empíreo, fuera del alcance de los mortales
siasmo, cuya devoción por el trabajo corría corrientes. Su ejemplo perdurará para confor-
pareja con una cordialidad y una genuina capa- tarnos e inspirarnos".
cidad de comunicación humana. Una curiosidad Magdalena Vicuña Lyan

La Muerte de Esperanza *
SALLE DU CONSERVATOIRE
Esperanza Pulido tuvo un largo y fructífero
MERCREDI /4 IANVIER 1948. a 21 IIturu periplo en la música de México, desde sus pri-
• meros recitales de piano tocados hacia el fin de
la Primera Guerra Mundial, hasta sus últimas
investigaciones musicólogas,. todavía en curso
hasta hace muy pocos días. Su larga y productiva
vida, como la de pocas personas en este país, ha
sido un ejemplo constante de lo que el empeño
sin fatiga y la perseverancia en el trabajo pueden
lograr.
El ámbito profesional de Esperanza Pulido
tuvo una extensión bastante grande, que co-
menzó en el interés de intérprete basado en el
piano, instrumento que principió a cultivar a
fondo bajo la dirección de Antonio Gomezanda.
Muy al inicio de su carrera, en consonancia con
el enfoque usual de los virtuosos del siglo pasa-
do, todavía de gran vigencia en México antes de
ESPERANZA PULIDO la Segunda Guerra Mundial, compuso un par de
obras destinadas principalmente a ser ejecuta-
Cl Q", 5~ J... " Q,o~
'YCUA.h . t\.C\.-\.<:IL..
• Excélsior. 23 de enero de 1991.
In MemorÚJm 85

Esperanza PuJido recibe el homenaje del pueblo y las aUloridodes


de Zamora, Mich., su ciudad na/al Abril de 1965

das en sus recitales públicos, pero pronto cesó luces insuficiente para digerir y exponer la in-
de intentar la composición, destinando la mayor mensa cantidad de material e investigación que
parte de su esfuerzo al cultivo de la técnica la música mexicana generó en el mismo tiempo,
pianfstica. . para no mencionar lo que va existía de los siglos
Paralelamente a su preocupación por el pia- XVI al xx.
no, apareció en ella la inquietud por conocer el Si qu eremos establecer un patrón de compa-
origen y el significado estético de la música que ración, debemos mencionar el hecho de que
interpretaba, lo cual la llevó de inmediato al (además de la formación de la musicología como
campo de la musicología, cuyo cultivo verdade- actualmente se le conoce), tan sólo entre 1900 y
ro con un intento de alcanzar el nivel general 1920, hubo en Alemania más de 300 musicólogos
apareció en México tan sólo después de la gue- reconocidos, que publicaban sus investigacio-
rra de Vietnam. Las personalidades que se ocu- nes y vivían de ellas, de entre los cuales hay cerca
paron de la musicología en la época previa, pese de 20 que son figuras históricas de primer nivel
a su enorme valor personal y a la trascendencia en sus campos de especialidad. Nombres como
de su investigación, en algunos casos, corres- los de Philipp Spitta, Otto Deutsch, Curt Sachs,
ponden al estrato de la obra individual y aislada, Erich von Hornbostel, Carl Stumpf, Adolf
con eco generalmínimoy sin la formación de un Sandberger, Alfred Einstein o Ernst Buecken,
medio profesional amplio, que produzca, por no mencionar sino a otras ocho personas
retroalimente, apoye y estimule los resultados. según lo citado acerca de México, representan
Las figuras de Alba Herrera y Ogazón, el insig- pilares que continuaron y avanzaron campos de
neJesús C. Romero, VicenteT. Mendoza, Adol- investigación tan trascendentes y completos
fo Salazar, Jesús Bal y Gay, Otto Mayer-Serra, como el que Ludwig von Koechellogró en su
Gabriel Saldívar Silva y Gerónimo Baqueiro trabajo sobre Mozar!. En el resto de los pafses
Fóster, representan ocho nombres (de los cua- europeos la proporción es similar. La riqueza
les tres fueron emigrados europeos y dos regre- fue tan grande que se dio el lujo de exportar a
saron a su pafs de origen) esparcidos a lo largo Uruguaya profesionales tan completos como
de casi ocho décadas, concentración a todas Francisco Curt Lange.
86 HeterofonÚJ

En este contexto, la concentración de Espe-


ranza Pulido en el campo de la investigación
musical resulta de gran importancia para el país,
ya que su labor en el área dio frutos y resultados
durante más de medio siglo, pues cuando se fue
a vivir a Nueva York y cuando estuvo estudian-
do en Parfs ya su principal punto de interés
estaba cen trado en la musicologfa. Incluso su
amistad con el gran pianista francés Bernard
Flavigny, cuya labor en México dio un buen
impulso al cultivo dela interpretación pianfstica,
tuvo siempre un tinte de gran énfasis en la
investigación musical.
Como profesora del Conservatorio, Espe-
ranza Pulido contribuyó a la formación de algu-
nos de los escasos musicólogos actuales de Méxi-
co, pero la coherencia de su labor tuvo su mejor
expresión en la revista Heterofonta, que ahora
publica el Instituto Nacional de Bellas Artes,
pero que en sus principios, hace un poco más de
20 años, fue financiada en su totalidad por ella.
Heterofonta es la revista musical de más larga
vida que se ha impreso en la historia de México,
yen sus páginas han publicado desde los gran-
des nombres de la musicologfa mundial, enca- Manuel Rosas, türector de la banda del EsuuJo de
bezados por Robert Stevenson, el titán de los Hidalgo, hacia 1928, quien protegi6 yapreci6 a
investigadores de la música mexicana e ibero- Esperanza Pulido como su hija
americana, hasta los estudiantes promisorios Diccionario de la Música Española e Hispano-
que-en algunos casos-se volvieron los profe- americana, interesada, comprometida y activa,
sionales más respetados del tiempo presente. como siempre lo fue. Un dfa antes de que sufriera
Esperanza Pulido fue un a persona noble y el accidente de cerebro vascular que acabó con
altruista, cuya generosidad rayaba en la inge- ella, por teléfono, pedfa información para seguir
nuidad. Era una mujer afectuosa, de inmenso adelante con sus planes de trabajo. Esta mujer de
entusiasmo, cuya devoción porel trabajo corrfa alma buena, será siempre un recuerdo de cariño
pareja con una cordialidad y una genuina capa- y de bondad para quienes tuvimos la fortuna de
cidad de comunicación humana. Fue un corazón haberla conocido.
que logró excluir la envidia y las malas pasiones Jorge Velazco
tan comunes en el mundo artístico, una fuerza
positiva que tenfa por objeto vital construir y Esperanza Pulido·
crear, y que conscientemente desterró del pano-
rama de sus actos, la destrucción y la reacción Y ya sobre el cierre de edición nos llega -a
negativa en con tra del trabajo de otras personas. principios de 1991-la mala noticia de la muerte
Cuando su opinión personal era desfavorable, de doña Esperanza Pulido, otra de las figuras
preferfa callar en la tribuna pública para evitar legendarias de la vida musical mexicana. Discí-
el denuesto que usualmente lesiona más al que pula de Adolfo Sal azar, Esperanza Pulido cola-
lo emite que a su vfctima. Una curiosidad insacia- boró en la mayorfa de las revistas y publicaciones
ble, casi de nivel infantil, le acompañó hasta el musicales mexicanas con sus artfculos críticos y
último momento de su vida consciente y una ensayos musicológicos, hasta fundar en 1968 su
devoción infatigable por el trabajo fue, hasta el propia revista: Heterofon(a, de la longevidad ré-
final, su principal rasgo profesional. En diciem- cord en su género -más de 20 años y 100 mime-
bre de 1990, estuvo presente en una reunión de
trabajo presidida por el director-coordinador del • Pauta, No. 36, octubre de \990.
In MemoritJm 'i!>l

ros. En HeterofonEa -que Esperancita conside- decididamente la investigación musicológica, dio


raba que guardaba una relación de complemen- a conocer algunas composiciones inéditas de
tariedad con Pauta, según dijo en una entrevis- nuevos compositores mexicanos -como
ta-, esta mujer ubicua de las revistas musicales Enrfquez, Gutiérrez Reras, Alicia Urreta, Mario
mexicanas dejó constancia de un sacrificio redi- Lavista-, innovó en México una sección de
mido por el placer y de una tenacidad como "Revista de revistas" -que empezó su repaso
animada por la convicción de que la difusión con Melas, la más antigua revista del mundo,
musical no debe estrecharse al puro mundosono- fundada por Schumann. La pregunta que de
ro sino que también le son indispensables los modo inevitable surge en estos momentos es si
foros críticos, la investigación y la discusión abier- la muerte de Esperanza Pulido implicará la
tas. Como si hubiera sido su hogar, Esperanza muerte de HeterofonEa o si su consejo editorial,
Pulido arreglaba y decoraba cada rincón de aprendiendo del entusiasmo ejemplar de esta
HeterofonEa, limpiaba las pruebas de imprenta,se querida mujer, prolongará su vida.
multiplicaba como jefe de redacción bajo el Luis Ignacio Helguera
pseudónimo Claudio Landeros y como colabora-
dor bajo los nombres de Alma Bello y Claire Algunos recuerdos de Esperanza Pulido*
Stevens -a quien incluso reclutó como
musicóloga de carne y hueso Pablo Castellanos Poco antes de su muerte, Esperanza Pulido
en el índice uno desus libros-, sacaba desu bolsa llegó a su pequeño estudio en el CENIDIM como
el dinero que mantenía iluminada esa casa de la cualquier otro dfa. Sus movimientos eran más
música -antes de que la financiara un tiempo el pausados que de costumbre, y el caminar pare-
Conservatorio Nacional y después el CENIDIM- y cía costarle más esfuerzo. Sin embargo, no per-
fue anfitriona en las páginas de su hogar de mitió que nadie le ayudara a subir las escaleras.
musicólogos como Robert Stevenson -fntimo No lo permitió nunca, cosa que a todos nos
amigo suyo- o Gabriel Saldívar, compositores aterraba pues sabíamos que eran demasiadas
como Jean Etienne Marie o Cristóbal Ral[fter, escaleras para una persona de su edad.
escritores como Juan Vicente Melo. Con una ¿Qué edad tenfa?, nadie lo sabe con exacti-
calidad editorial desigual, pero siempre con dedi- tud. Su registro de hacienda dice que nació en
cación, HeterofonEa, a contracorriente dela esca- 1907. Pero amigos suyos afirman que, hace mu-
sez de recursos o de la sorda indiferencia, apoyó chos años, ese registro (¿otro?) decfa 1903. Su
hermano declaró que tenfa 90 años, datos que
avalaron algunos condiscípulos de Esperancita.
El caso es que no hemos encontrado su acta de
nacimiento (nació en Zamora, Michoacán), y
que podría haber tenido cualquier edad entre
los 83 y 90 años.
Cariñosamente (ella era inspiradora de gran-
des afectos) le decíamos todos Esperancita, cosa
que con el tiempo se convirtió casi en un énfasis,
pues fue haciéndose cada dfa más y más pequeña.
Pero su energfa permaneció constante. Su
último trabajo fue la revisión de los escritos
musicales de Robert Stevenson que ella misma
habfa traducido y publicado en su revista. Que-
rfa verlos publicados en un libro, pues asf, decía,
es como podrán desplegar todos sus sentidos.
Además, ese libro es un homenaje que México
le debe a uno de los más grandes investigadores
desu música. Trabajó apasionadamente, impul-
sada por esa idea, pero no pudo verel fruto desu
Lazar Lévy, pianista,
maestro de Esperanza Pujido en Parfs • Et Nacional, 12 de febrero de 1991.
88 flelerofonia

esfuerzo: ese libro está en la imprenta. Ella Musical Mexicana, Gaceta Musical y Cultura
misma revisó algunas galeras y sabía que estaría Musical, que dirigió Manuel M. Ponceen distin-
listo a principios de marzo. tos periodos, y un poco más tarde Nuestra Mú-
No había nada en su expresión de ese día que sica, que dirigió Carlos Chávez, entre otras,
pudiera hacernos sospechar que era la última tuvieron una existencia efímera. La aparición de
vez que estábamos con ella. Heterofonía; entonces, vino a remediar una defi-
Pero al reconstruir la escena descubro queen ciencia básica en la cultura musical de nuestro
algún momento surgió en su mirada esa luz país. Además, gracias al trabajo diligente de su
pacffica de quien sabe quesu destino no está ya, directora, se convirtió poco a poco en el portavoz
como toda la vida, un paso adelante, sino que lo de la música mexicana en el extranjero.
ha alcanzado y ahora puede hablarle de tú a tú Los colaboradores de los primeros números
y hacerle todas esas preguntas que se quedaron definían ya el tono y el est ¡lo que seguiría siem-
como juguetes viejos en los rincones del tiempo pre la revista. Entre ellos estaban Juan Vicente
(preguntas que se olvidan en el preciso momen- Melo, Pablo Castellanos, Francisco Núñez,
to en que iba a ser por fin posible formularlas). Manuel de Elías, Samuel Claro, José Antonio
Descubrí eso en su mirada cuando me dijo que Alcaraz, la propia Esperanza Pulido, y por su-
la noche anterior había terminado de escribir puesto Robert Stevenson.
sus memorias. Prometió invitarme a cenar algu- La aparición de la revista fue algunas veces
na de las próximas noches, y, dijo, me leería irregular, y siempre la maestra Pulido financió
algunos fragmentos. la revista de su propio bolsillo. Sin embargo,los
Trabajaba también en la preparación del úl- suscriptores eran fieles e insistentes, aun cuan-
timo número de la revista Heterofonía, el gran do la revista llegó a retrasar su aparición por más
proyecto de su vida. El primer número apareció de un año.
en julio de 1968, y fue, por muchas razones, un Ahora, y mientras el correo difunde la noti-
acontecimiento memorable. Para empezar, no cia, seguirán (por años) llegando cartas supli-
había entonces ninguna otra revista de música. cando y aun exigiendo a la maestra Pulido que
El Carnet Musical, publicado por XELA, había no deje de hacer Heterofonía, por nada del
desaparecido algunos años antes. Y las revistas mundo.
dedicadas a la música mexicana como Revista Luis Jaime Cortez

Salle du Conservataire Mercredi 14 Janvier


2 bit, NI du Con...... tolre
(MitloMotlIIllUlre) a 21 heures 1948

ESPERANZA

PULIDO
-- - ------------
PIANISTE
-=---=-----=-~

PRIX D!S PLACES : de 60 a 200 franes


Bille's pour Etudianh lur présentation de leur carte
LOCATION : Sollo du Con •• rvalal,. : eh .. Dur.nd, 4, pie.. d. lo M.del.... : po' ~.... ¡ S.V.~.,
daru l., Agene ••• , au Chique-Th,atr•.

Adm;n;si,.I;on d. Cancom M.u,le. DANDELOT. 252, Ru. d. Flubou,g-So;nl-Hon"" •.., - CARnot ~


111 Mtmo,iam 89

Postrera carta de mi Esperanza

Esperanza:
Me escribes desde nuestra muy noble y leal
ciudad. la misma que tanto amaste y de la cual te
fuiste para poblar otras etéreas regiones. Con
gran placer redactas esa carta que recibí en
diciembre. un mes antes de que iniciaras el
último viaje. Tu cariño me alcanza incluso en
medio del invierno inglés. mientras la nieve se
derrite lentamente en los párpados de mi venta-
na: No te imaginas cómo hablamos acerca de Espe,anza Pujido. ca. 1975
nuestro buenCsimo amigo. a quien extrañamos
como si se tratara de un hermanito pequeño ...
Pero yo te extraño no sólo como a una hermana uno? Sólo puedo responderte con la frase de un
mayor. sino como a una madre que no cesa de querido bolero: "Dicen que la distancia es el
velar por el hijo recién ido. olvido. pero yo no concibo esa razón". Y si
Tengo tu carta entre las manos. El silencio de entonces ignoraba que ya no volvería a verte.
mi cuarto colegial se inunda con voces que ahora te reconozco más que nunca y contemplo
suenan fatigadas después de cruzar los mares. mejor tu figura menuda y graciosa que con
Tu voz de mujer sabia queha recorrido la ruta de frecuencia acompaña mis soledades. Mi carta te
las capitales dellT1undo me confirma que estoy lo decía con la línea deliciosa de mi rumba
aquí. en este pueblo medieval. gozando de un preferida: "Se me olvidó que te olvidé.... a mí
novísimo ambiente y de nuevas amistades. y me que nada se me olvida" .
advierte de un extraño peligro: con ese carácter Tus ojos ya no pudieron recorrer aquella
tuyo lan simpático y amable se pueden multipli- carta. En ella te contaba los detalles demi nueva
car las conquistas en forma exagerada ... Tu cáli- vida y los muchos primores que me exigías. mas
da prosa me tonifica en este frío con frases silenciaba mis temores y angustias (aunque sé
luminosas con las'que tu amistad generosasiem- que los intuías) para no defraudar tu optimismo
pre nos regaló: Ya no faltará mucho para que tus inagotable. Poco antes de enviarla recibí la tar-
amigos y amiguitas te busquen como si fueras de jeta de un amigo anunciándome tu partida. y
seda. Cómo quisiera poder verte aunque fuera todavía cargo la culpa de no haberla enviado a
por el ojo de una llave. Sé que me veías y seguías tiempo para que la leyeras. Ahora ya no impor-
mis pasos por las calles estrechas y añosas de mi ta. porque sé que aunque rompí esa carta tú la
pueblo inglés. y que te solazabas cuando lo leíste en un plácido palco del teatro del univer-
recorría presuroso montado en mi simpática so. Quizá por eso te escribo ahora. un año
bicicleta. Sabías. amiga experta. queestabafeliz después de tu inesperada huida. con la esperan-
y lleno de ilusiones que se convertían en realida- za de que escuches mi voz entre las páginas de tu
des conforme pasaban los meses y los días. más querida hija: tu revista.
Tu misiva me sorprende escribi éndote una En la que tal vez fue tu última carta
carta. Escucho las sonatas de Deethoven que fantaseabas. con tu sempiterna complicidad fe-
tanto amaste y tocaste durante tu vida. Tu dis- menina. sobre mis plausibles maestros: ¿Son
creta voz me conforta diciéndome que mis pa- lodos masculinos? A veces las mujeres maestras
rientes y amigos (de quienes eres tan querido) son mejores. según se dice por ahí. pero sin poder
también me extrañan la mar. y me alerta contra afirmarlo. y no te equivocabas. Tú fuiste uno de
los rigores de la lejanía: Debes procurar no mis mejores maestros (y disculpa la imprecisión
olvidarnos. Cuando volvamos a verte casi no te del plural castellano). pues me enseñaste cosas
reconoceremos. ni tú a nosotros. ¿ Cómo podría que casi no se enseñan ni están en los libros: la
olvidarlos Esperanza. ahora que mi cuarto es el discreción. la probidad intelectual. la honesti-
mar de la memoria. ahora que soy un pescador dad. la humildad. la crflica amable. la fe en el
de recuerdos deleitándose en atraparlos uno a trabajo arduo. el valor de decir la verdad ante
90 H<luofonÚJ

circunstancias complejas de la profesión. Tus recordando tu voz, evocando tu imagen frágil y


alumnos nunca olvidaremos tu herencia en la tus ojos semitristes que matizaban la energfa y la
clase del Conservatorio que humildemente titu- vitalidad que tuviste hasta el último minuto"de
laste "Crftica musical". En ella desplegaste el tu vida. Todavfa te recuerdo con tus 90 años
abanico de tus pasiones musicales en el que pidiéndome consejos para comprarte una
tantos libros, autores y obras aparecieron ante computadora. Hasta pronto Esperancita, nunca
nuestros ojos primerizos. En ella defendiste el te irás del todo: seguirás inspirando tu revista
ejercicio de la reflexión musical (llárnesecrítica, musical durante varias generaciones. Algt1n dfa
musicología o musicograffa) y despertaste en tus sucesores entenderemos mejor la lección
nosotros el amanecer de nuestras vocaciones. del refranillo: "Lo último que muere es la
Fue en tu clase, creo, donde un día descubrí que Esperanza".
habfa encontrado lo que me gustaría hacer. Con todo el afecto del amigo e hijo que no te
Todavfa conservo las notas que llevé de tus olvidará,
clases, las cuales registran puntualmente tus José Antonio Robles
filias y fobias. Allí desfilan tu pasión por Sor
Juana; las teorías de Augusto Novaro, el méto- Esperanza Pulido: in mcmorirun
do de armonía de Juan 13. Fuentes y el tratado de
Pedro Michaca; nuestros abuelos musicólogos Hay proyectos individuales y hay proyectos ce-
como Adler, Romero, Mendoza, Saldívar, lectivos. Los proyectos individuales llegan a ser
13ernal Jiménez y Estrada; revistas como La los proyectos de toda una vida, y quienes los
armonEa, Cultura musical y Nuestra música; las asumen suelen entregarse en cuerpo y alma,
biograffas sobre 13ach y Schumann de Spitta; dedicarse con todas sus energfas a realizarlos.
libros como los de Olavarrfa y Ferrari, la mar- Cuando yo conocí HeterofonEa hace ya algunos
quesa Calderón de la 13arca y la History of the años, comprendí que era un gran proyecto indi-
Conquest of Mexico de Prescott; compositores vidual y vital. Entendí cómo la fe decidida
como 13ach, 13eethoven, Mahler, 13ussoni, puede irradiar entusiasmo y contagiarlo a mu-
Wagner, Verdi, Debussy, Aldana, Elfzaga, chas personas para sumar un momento de sus
13eristáin, 13ablot, Panigua, Morales, Meneses, respectivos proyectos a ese gran proyecto vital.
Campa, Castro, Ponce, Rolón, Halfftery Chávez; Los proyectos vitales como HeterofonEa existen
intérpretes como la Peralta, la Patti y Teresa sobre todo allí donde no existe la voluntad
Carreño. No exagero si digo que ahora com- institucional, del poder, para promover proyec-
prendo mejor mis propias obsesiones musicales: tos artísticos o académicos a los que todos poda-
las tuyas están detrás de las mías, fecundándolas mos añadirnos. Y necesitamos de ambos pro-
provechosamente. Lo mismo admitirían quizás yectos, los individuales y los colectivos: la exis-
otros de los jóvenes que ahora se dedican a tencia de ambos garantiza la salud de una cultu-
editar tu revista, siguiendo tu ejemplo de lucha ra. El fin de un proyecto individual de grandeza
tenaz. singular, como aquel que creó IleterofonEa, su-
Esperanza: te confieso que no sécómo termi- ponfa en principio el fin de la misma revista.
narésta mi última carta. Hace más de un año que Pero no debfa ser: tenfamos que demostrarnos a
la empecé y la he seguido escribiendo mental- nosotros mismos que los proyectos también pue-
mente hasta ahora, cuando me atrevo a publi- den ser colectivos, e ilustrar una madurez social
carla como tributo a tu entrañable memoria. No por la madurez de cada uno de sus integrantes.
sési hago bien en revelart u carta y mi carta, pero Tal vez conscientemente, tal vez no, pero ahora
creo que tú y tus lectores me podrán disculpar veo que lo manifestado fue lo que me acercó a
tratándose de tu homenaje. De nuevo escucho a HeterofonEa y me estimuló para colaborar con
Sting repetir la frase que tanto escuché cuando su continuación. Quiero conservar la fe en que
me enteré de tu ausencia: Why should 1 cry for /leterofonEa nos puede sobrevivir a todos los
you? No, Esperanza: no vamos a llorar por ti, ya que ahora escribimos y leemos en ella, como
lo hicimos hace un año. Ahora debemos recor- orgullosamente sobrevivió a su fundadora, gra-
darte con alegría, con el placer de revivir lo que cias a la sobrada fe con la cual ella la dotó para
tú viviste durante tu larga y fecunda vida. Quie- que llegara hasta nosotros.
ro despedirme de ti mirando tus fotograffas, Eduardo Contreras Soto
Notas y reseñas
Hilda Paredes

Ciclo de música contemporánea del


Festival Internacional Cervantino 1991

Dentro del XIX Festival In- enfrentan las cantantes en esta programa fue la Toccata para
ternacional Cervantino se pre- partitura. c1avecín de Graciela Agudelo.
sentó, por cuarto año consecu- En el segundo día del Ciclo Obra en tres pequeños movi-
tivo, el Ciclo de Conciertos de escuchamos un concierto en mientos contrastantes, con un
Música Contemporánea, en la donde se presentaron varios final virtuoso y ágilmente eje-
Universidad de Guanajuato. estrenos de compositores mexi- cutado por Lidia Guerberof.
Este año tuvimos la oportuni- canos. En la primera parte es- En la segunda parte de este
dad de escuchar ocho concier- cuchamos las Dos piezas para concierto se presentaron obras
tos en los que se presentaron violín y piano de Armando electroacústicas. Acuerdo por
--con excepción del concierto Luna, muy bien estructuradas diferencias del compositor Ja-
inaugural- las obras más re- y degran vitalidad,con un inte- vier Alvarez para arpa y cinta,
cientes de algunos composito- resante dominio del color y de originalmente escrita para el
res mexicanos. las texturas. Marta Olvera al arpista inglés Hugh Webb, fue
El primer concierto estuvo violfn y el propio compositor al brillan temen te in terpretada
a cargo del grupo italiano piano rindieron una interpre- por Mercedes GÓmez.
Divertimento Ensamble diri- tación muy nítida de esta obra. La riqueza rítmica de esta
gido por Sandro Gorli. La pri- También se estrenó Latente obra es también una caracte-
mera parte estuvo dedicada a para violonccllo solo de Ro- rística de la obra Reencuentros
la música italiana con obras que bles Girón. Esta fue una obra para dos arpasy cinta de Arturo
el propio Gorli considera re- corta pero de idcas muy consis- Márquez, que fue interpretada
presentativas de la música ita- tentes y contrastantes, inter- por Lidia Tamayo y Mercedes
liana contemporánea: Música pretadas por el autor. GÓmez.
de Salvatore Sciarrino, la Gonzalo Sal azar nos brindó El color y las texturas que
Sequenza para flauta sola de una elogiosa interpretación de resultan de la combinación del
Berio, Tropi de Niccolo Casti- la reciente Sequenza para gui- material electrónico y el soni-
glioni y Mutevoli Forme de tarra sola de Luciano llerio, la do del arpa es muy diferente al
Gorli. En la segunda parte la número once escrita en 1989. que escuchamos en las obras
cantante Mary Lindsay se unió En esta obra llerio despliega para piano y computadora de
al ensamble para interpretar el una escritura que explora to- Roberto Morales y Francisco
Pierrot Lunaire de Schoenberg das las posibilidades expresi- Núñez, que también fueron
(1912-13). vas propias de la guitarra. Es estrenadas en este concierto.
Es digna de elogio la inter- una obra difícil, ya que requie- Memorable resultó el con-
pretación de Mary Lindsay, ya re de un absoluto dominio téc- cierto del flautista venezolano
que pocas veces podemos es- nico del instrumento, como en Luis Julio Toro, no sólo por su
cuchar una versión del Pierrot sus Sequen zas para otros ins- técnica impecable y precisa,
tan fielmente dramatizada, de- trumentos. sino también por su exquisita
bido a los retos a los que se Otro estreno dentro de este musicalidad y profundo cono-
Notas y reseñas 93

cimiento de las obras que inter- con Javier, él la jarana y yo quien es un gran músico.
pretó. El programa estuvo con- maracas. Corno ves, no solamente
formado por obras, en su ma- H.P.: ¿Cómo ves la situa- toco música contemporánea,
yoría, dedicadas a él. ción de la música contemporá- me interesan otros tipos de
Hilda Paredes: Luis Julio, nea en México en relación con música también.
el programa que presentaste Venezuela? Hasta aquí Luis Julio Toro.
está compuesto por obras que L.J.T.: Una cosa que aquí Continuando con el Ciclo, en
fueron escritas especialmente me ha sorprendido mucho es su concierto elTrío Neos estre-
para ti; ¿nos puedes hablar un queme hayan pedido un encore. nó tres obras: Las imaginacio-
poco de tu trabajo con el com- En Venezuela esto nunca me nes de la arena de Juan Fernan-
positor? ha sucedido. Evidentemente do Durán, una obra diffcil que
Luis Julio Toro: En un tiem- aquí hay ungran interésyentu- el Trío Neos interpretó de ma-
po fui muy entusiasta de la siasmo. Siento que hay un res- nera que hizo parecer aparen-
música nueva. Ahora soy más paldo intelectual queen Vene- tes estas dificultades; Rumor
cauteloso porque me he visto zuela no existe. Los intelectua- defollaje de Ramón Montes de
comprometido con obras que les de otros gremios, escrito- Oca, con una estructura muy
no considero logradas. res, etc., casi nunca saben nada bien definida y donde el com-
En este concierto toqué de la música que hoysecscribe. positor explora las posibilida-
obras de gran calidad y todos El único compositor que es des expresivas de cada instru-
los compositores en realidad conocido en Venezuela es mento,logrando texturas inte-
son amigos míos. Para mí la Alfredo del Mónaco. resantes y Assorted Koechel con
relación con el compositor es H.P.: ¿Hay alguna obra que fantasía galopante, de Marta
importantísima. Me gusta co- en este momento estén escri- Lambertini, basada en peque-
nocer personalmente al com- biéndote para un próximo es- ños fragmentos de Mozart que
positor. Con Mario Lavista treno? aparecen en el transcurso de la
siempre hablo de otras cosas, L.J.T.: Hay algunos compo- pieza sutil y hábilmente articu-
casi nunca de la obra, con Ja- sitores con quienes quiero tra- lados. El Qu in teto de Alien tos
vier Alvarez tuve una amistad bajar pero, con el trabajo de la de la Ciudad de México estre-
de la cual salió la pieza y no al orquesta, casi no me queda nó otra obra de Graciela
revés. Yo soy fanático de las tiempo. Quiero retomar este Agudelo, Venías de ayer den-
relaciones humanas yeso es lo trabajo de aventurarme con el tro del penúltimo concierto del
que me importa. compositor. Hace tiempo que ciclo a cargo de este ensamble.
H.P.: En el programa tocas- no lo hago. Entre otras razo- No podía faltar un concier-
te también la obra Temazcal nes, porque tengo un grupo de to del flautista Horacio Fran-
para maracas y cinta de Javier música tradicional de Venezue- co. El cerró el ciclo con un reci-
Alvarez. ¿Fue en Venezuela la que se llama G urrufio. Tene- tal integrado por obras recien-
donde aprendiste a tocar ma- mos ya ocho años tocando esta tes de compositores mexicanos
racas? música tradicional que no pre- y dos obras de compositores
L.J.T.: Nunca me atreví a tendemos cambiar o moderni- japoneses.
hacer el ridículo en Venezuela zar, aunque siempre se cambia, La habilidad, destreza e in-
tratando de tocar maracas en- pero tenemos una noción muy teligenteejecución de Horacio
tre tanto conocedor del instru- clara de cómo debe ser la músi- Franco nos deja con un deseo
mento. En Londres compré ca venezolana. de volver a escuchar otro Ci-
unas maracas y unos discos de También toco música de clo de Música Nueva dentro
pura catarsis nacionalista. cámara, música barroca, con el del Festival Inte rnacional Cer-
Cuando estudiaba allá tocaba clavecinista Abraham Abreu, vantino.
Libros

Más vale tarde que nunca


olklore~~~ebla
VICE TE T. MEI'\DOZA • VIRG I ~IA R. R. DE ME DOZA

Mendoza, Vicente T. y Virgi-


nia R.R. de Mendoza. El
folklore de la región cenlral de
Puebla, México,CENIDlM,1991,
SOS p.

Vicente T. Mendoza, recono-


cido investigador del folklore
mexicano, deja a su muerte un
libro terminado y listo para su
publicación: El folklore de la
región central de Puebla. Un
trabajo de incuestionable va-
lor al que el autor dedicó 23
años de su vida profesional.
Los orfgenes de esta investi-
gación están ligados a los del
propio autor. Oriundo de
Cholula, Puebla, su propio co-
nocimiento del lugar aunado a
la relación personal que guar-
dó con sus primeros informan-
tes -la mayorfa de ellos fami- realizó a lugares corno Puebla, región-, hasta alcanzar un to-
lia o conocidos-, fueron las Matamoros, Tccamachalco y tal de 105 informantes, tal y
razones primordiales que des- Atlixco, lo que lo convirtió en corno lo presenta el autor en la
pertaron su interés por las ma- el primero y uno de los princi- lista que aparece en las prime-
nifestaciones folklóricas de esta pales informantes. Los datos ras páginas, incluyendo datos
zona. que de él se obtuvieron deter- precisos de cada uno: u na mues-
A partir de 1929, Vicente T. minaron desde el principio qué tra más del rigor siempre pre-
Mendoza comienza el trabajo zona iba a ser estudiada. sente en su trabajo.
derecolecciónarafzdelascons- Posteriormente e l número Algunos de los documentos
tantes visitas que su padre le de informantes fue creciendo asf obtenidos nos informan
hicie ra a la ciudad de México -los primeros con residencia acerca de la vida y costumbres
por varios años. Vicente M. en la ciudad de México, porque todavfa en uso durante la se-
Me ndoza, músico, fue un gran fue hasta 1951 que, con la fina- gunda mitad del siglo pasado,
conocedor de las tradiciones lid ad de verificar, enriquecer y lo que hace de este libro un
propias del centro del estado ampliar el material, Vicente T . verdadero tesoro para el cono-
de bido a los numerosos viajes Mendoza y su esposa Virginia cimiento de la historia cultural
que por motivos profesionales R.R. de Mendoza viajaron a la de nuestro pafs.
Ubros 95

Con est udios musicales des- de este incansable folklorista tos, leyendas, tradiciones y
de temprana edad, Vicente T. por los materiales tradiciona- cuentos que nos hablan de
Mendoza manifestó siempre un les,sin importar el orden al que duendes, nahuales, hechiceros
especial interés por la poesía y pertenezcan. y brujas, lugares, tesoros, he-
ml1sica tradicionales. Sin em- Los temas comprendidos en chos históricos y tantas otras
bargo, a su parecer, el trabajo él se presentan en diferentes cosas más que no pueden sino
de recolección debía abarcar capftulos correspondientes a las despertar la curiosidad de cual-
todas aq uellas manifestaciones categorías mayores del Folklo- quier lector; cap. VII: Vida y
consideradas como el lore de re,las que se tomaron en cuen- costumbres, que nos comunica
un pueblo. Esto incluía, ade- ta desde el inicio de la recolec- actividades relacionadas con el
más del canto, la música y la ción según el método antes ciclo de vida, con los mercados,
danza, el teatro, las costum- mencionado: cap. 1: Poes{a tra- algunas realizadas en la prisión
bres, el vestido, el habla, los dicional, que incluye ejemplos yen los conventos y otras deri-
mitos y leyendas, la magia, el de literatura religiosa, profana vadas de las diferentes fiestas
juego, etcétera. y polftica (este último revela el poblanas; cap. VID: Artes, ofi-
La enorme cantidad y di- sentimiento poblano hacia he- cios y adornos, donde se enu-
versidad de materiales contem- chos históricos como la Inva- meran los oficios más comunes
plados hacía necesario el uso sión americana del 47 o figuras tan to en Cholula como en Pue-
de alguna clasificación que polfticas como Santa Anna); bla y se habla de la ubicación
guiara al investigador en las cap. n: Música y canto tradicio- de los princ' pales talleres en la
tareas de recolección y organi- nales, divido en música religio- ciudad primero mencionada,
zación sistemática de los mate- sa y profana (aquí podemos además de la descripción de
riales. encontrar lo mismo alabados y algunos vestidos tradicionales;
Para ello la Sociedad Fol- cantos de navidad, que cancio- cap. DC Comidas y bebidas, uno
klórica de México (con Vicen- nes, corridos, inditas y prego- de los más ricos ya que como
te T. Mendoza a la cabeza) nes) que incluye en todos los los autores nos comentan,sien-
adoptó el método extraído de casos la transcripción musical do tan famosa la comida pobla-
laescuela finlandesa, propues- dando lugar a una de las seccio- na,los informantes proporcio-
to por el maestro Ralph Steele nes más ricas y completas de naron datos abundantes tanto
Boggs en varios cursos y con- esta publicación; cap. m: Dan- de platillos de claro origen eu-
ferencias sustentadas en esta za tradicional, en donde, a ex- ropeo como los netamente in-
ciudad duranteel año de 1945. cepción de cuatro danzas, sólo dígenas usados por la gente del
Este permitía agrupar las in- se nos proporciona el nombre campo, y cuando digo: uno de
formaciones de una misma ín- de otras más como informa- los más "ricos", me refiero a
dole en secciones parciales ción previa que ayude a inves- que aquí el interesado encon-
dentro de un cuadro histórico- tigaciones posteriores; cap. IV: trará una gran variedad de re-
geográfico (atlas folklórico) Folklore infantil y juego, divi- cetas con detalle; cap. x: Creen-
que en una segunda etapa de dido en cantos y recitaciones cias, donde nos podemos ente-
análisis ayudaría a deducir como arrullos ocoplas de nana, rar de cómo conciben los
conclusiones en cuanto a su y juegos infantiles, sección in- poblanos el mal de ojo, el mal
origen, desarrollo y disemina- teresantísima por su variedad y de espanto, de la forma que
ción (método encaminado a por la descripción de cada uno; tienen los hechiceros para lla-
descubrir los centros origina- cap. v: Teatro tradicional, divi- mar a la lluvia y ahuyentar el
les de cultura). do en pastorelas, coloquios, granizo o diversas enfermeda-
La extraordinaria labor de escenas humorísticas, escenas des, etc., y por último el capítu-
Vicente T. Mendoza-titánica, carnavalescas y títeres (el ma- lo XI, destinado al habla popu-
por cierto-se concentra prin- terial reunido en estos prime- lar, el refrán y la adivinanza
cipalmen te en la etapa de reco- ros cinco capítulos forma la (estos capítulos finales que
lección, y el libro Folklore de la primera parte del libro y fue constituyen la segunda parte
región central de Puebla, es un recolectado por Vicente T. fueron recolectados por la
magnífico ejemplo que pone Mendoza); cap. VI: Narración maestra Virginia R .R . de
en evidencia el interés genuino tradicional, formado por mi- Mendoza).
96 Htler%nIa

Esta brevfsima descripción lioso ejemplar, que más allá de ciedad Folklórica de México,
del contenido del presente li- ser un documento de consulta enero de 1956.
bro no puede ni lejanamente imprescindible para los estu- Ibarra, Alfredo, "Vicente T.
reflejar la riqueza y sabiduría diosos, es, estoy segura, una Mendoza", en Anuario de la
contenida en sus páginas. Tra- fuente donde muchos recrea- Sociedad Folklórica de México,
tándose de un trabajo que re- rán su mente y corazón con vol. IV, México, 1944.
úne documentos miles del ser y verdadero placer. Moedano, Gabriel, La vida y
quehacer humanos en una re- obra de Vicente T. Mendoza
gión geográfico-cultural espe- BibliografÚJ auxiliar: (1894-1964), México: sEPlDe-
cífica, ningún comentario más partamento de investigación de
puede ser añadido. Ahora sur- Mcndoza, Vicente T., "Visión las tradiciones populares de la
ge más bien, el inevitable de- general del folklore", en Nue- DGAP, 1976, (Col. Estudios de
seo de dejar de escribir y regre- vas aportaciones a la investiga- folklore y arte popular-1).
sar a la lectura de este maravi- ción folldórica de México, 50- Rosa Virginia Sánchez

Una bibliografía que invita


a la superación BIBLIOGRAFIA MEXICANA
DE
Saldfvar, Gabriel, BibliografÚJ
mexicana de musicologÚJ y musi- MUSICOLOGIA
rograf'uz. México, aNlDlM, 1991. y
341 pp.
MUSICOGRAFIA
Las tareas bibliográficas reali-
zadas en México sobre la músi-
ca de México han sido muy es-
casas: apenas en 1984 apareció
la primera publicación especia-
lizada sobre el tema, la Gula
bibliográfica de la música de
México de Silvana Young, una
bibliograffa que además no tie-
ne carácter histórico. Por tal
motivo se hace necesario cele- 'r j'r;'
i "rrl c.·....... it
brar la aparición del inmenso
trabajo documental de Gabriel
Ik: ".

il'·M11.~",,,
.... ~

!f
fIIa . . .

.' . . . . . m . . . . . . . . " . .
Saldfvar (1909-1980), quien des-
de 1931 hasta su muerte recopi-
ló todas las fuentes docwnenta- GABRIEL SALDIVAR
les a su amplio alcance sobre la
música, la musicograffa y la
musicologfa mexicanas.
Hacia 1935 Saldfvar y Jesús
C. Romero (1893-1958) decidie-
ron unir esfuerzos para un pro- chas de más allá del siglo XVIII y bibliogra(fa para la presente
yecto de bibliogra(fa musical obtuvo un abultado corpus, el edición que reseñamos.
mexicana; en principio, a Saldf- cual se hallaba muy desorgani- El trabajo de Saldfvar es va-
var le correspondfa docwnen- zado en el momento de morir el lioso por tratarse de un material
tar los siglos XVI a XVIII, y a Ro- musicólogo. Elisa Osorio Dolio, inédito y hasta ahora descono-
mero los siglos XIX yxx. Ello no esposa de Saldfvar y estrecha cido por la generalidad de los
obstante, Saldfvar completó fi- colaboradora suya, arregló la investigadores. El peculiar sis-
Libros 97

tema de trabajo del autor le lle- bajo de ediciones subsiguien- ramos con un índice onomástico
vó a incluir en tre las fichas algu- tes: ni la carátula, ni la portada y de materias, cuando menos,
nos escritos históricos, frutos de del libro señalan que el volu- además de un código de las abre-
su propia investigación que men contiene fichas de 1538 a viaturas que abundan en las fi-
amplfan la información mera- 1900, por lo cual falta toda la chas y una orientación más exac-
mente bibliográfica, así como bibliografía del siglo xx, la cual ta de la localización de aquellas
algunas reproducciones de los tendrá que aparecer en otro obras localizables. Como se
textos fichados. Es digno de volumen consecutivo y nume- prevee un nuevo tomo para la
mención el criterio amplio de rado. La distribución cronoló- bibliografía del siglo xx, es posi-
Saldívarpara con sus documen- gica debe haber sido resultado ble que dicho tomo contenga
tos, que le llevó a incluir en su inevitable del criterio de Saldí- estos índicesyc6digos queecha-
bibliografía no sólo impresos, var,perohabríasidoconvenien- mos de menos en nuestro texto
pero además manuscritos, in- te una precisión de etapas histó- reseñado, por lo cual es mejor
cluso fragmentarios; incluyó rico-musicales para clasificar el esperar y no adelantarvfsperas.
también anuncios en periódi- inmenso material documenta- Lo importante es que el gran
cos, obras desaparecidas y hasta do. El propio criterio normati- esfuerzo de Gabriel Saldfvar,
obras extranjeras relacionadas vo de las fichas varía sensible- culminado con el apoyo de Elisa
con México, así como textos mente, no está unificado,si bien Osorio Solio, no ha quedado en
cantados sin su música escrita. es difícil establecer un criterio el olvido ni en el archivo, como
En varios casos Saldívarseatre- único para las publicaciones tantos otros trabajos de aquella
ve, con base en su extenso cono- anteriores al siglo xx, como lo legendaria generación deerudi-
cimiento del tema, a realizar atri- han demostrado en la práctica tos musicales, y ahora la Biblio-
buciones de fecha o de autor Vigil, Garcfa lcazbalceta, Del grafla mexicana de musicologfa
que parecen convincentes. Paso y Troncoso, y más recien- y musicografía nos ofrece ello-
A pesar de las varias cualida- temente De la Maza y Tovar y gro de ser conocida, la oportu-
des y merecimientos del libro, de Teresa. Sin embargo, varias nidad de ser valorada y el reto
no podemos dejar de señalar categorías de la bibliografía de de ser superada.
varias observaciones que pue- Saldívar podrían tener un uso Juan José Escorza
den contribuir a mejorar el tra- más fluido y atractivo si con tá- Eduardo Contreras Soto
Revistas

nrulferoDue

Agenda/Música Attuale
TUAlE
A gen dalMusicaA ttuale, visio- riJiolJi e pae&
uggi del10 mllsien oglri
nes y paisajes de la música de
garda del busto,
hoy. Bologna, Italia, Año 1, sulla musicQ
COl1lemporallea $pa1(nnla
No. 2.
Comá, marco,
c:tnlru para la diJusl6n de
la ""h';ea co"tcmpor6nt'a
Recientemente apareció el se-
conversaUlme con ll/ís dI'
gundo número de la revista ita- pablo
liana AgendalMusica Alluale, bUtiucl f!' la ullIsico
visiones y paisajes de la música
¡-e'm e llo \ ¡eh
de hoy que edita trimestralmen- I'ape regitlo
te en Bologna, Italia, el musi- "len
jrammell¡azioll;
cólogo Gianpaolo Salbego.
ccnlnao
Esta revista tiene la caracterís- hack
jI/SI

tica de incluir dentro de sus garda dcmestres


colaboradores, a algunos de los cuentos er6/icos para
niños elegidos
más prestigiados críticos e in- dolpane
vestigadores de música con tem- harmocllrtJmie

poránea italiana como Renzo mozartllandriscinu


mll.'¡jc¡'e per or%gi
Cresti, Marco María Tosolini, mt'ccanici

Claudio Scannavini y Nicolai


Cisternino. "Música Attuale,
escribe Gianpaolo Salbego, es
una propuesta editorial. Liga-
da estrechamente a la produc-
ción musical; es un lugar de rial hace las veces de presenta- Europa se vuelven a España
encuentro y de diversidad de ción a la revista, dando un pa- que, después de una dolorosa
pensamientos; es un espacio de norama general del tema, o los historia durante este último si-
análisis musical, es, en cierta temas, de que tratará. El nú- glo, poco a poco se vuelve a
medida, un observatorio inter- mero 2 de esta publicación está convertir en punto de interés
nacional; no es una revista in- dedicada a Iberia . La revista cultural para el resto del mun-
formativa, aunque en parte tiene un interés especial en el do. "No debe olvidarse que el
también informa, es un lugar sincretismo cultural, en parti- siglo xx ha sido el tiempo de
en donde confluyen ideas, re- cular con respecto a la música y Luis lluñuel,Joan Miró,Salva-
flexiones, propuestas sobre es ciertamente España, dentro dor Dalf, Pablo Picasso, Rafael
economía y música, sobre filo- de Europa, en donde este fenó- Alberti, por citar sólo algunos
sofía y música, sobre sociolo- meno se muestra de manera de los Maestros que han hecho
gía-polftica y música". magistral. En ocasión del Fes- grande el respiro mental de la
AgendalMusica Atuale está tival de Música Contemporá- Europa y del mundo" (Tosoli-
dividida en diferentes seccio- nea que se celebró reciente- ni, Marco María).
nes: la primera, llamada Edito- mente en Madrid, los ojos de En la sección Gli autori (los
Revislas 99

autores), se realiza una breve hacia la muerte." También in- de escuchar su ml1sica.
semblanza de los compositores cluye este número los aforis- La última parte de la revis-
cuyas partituras han sido in- mos de 13uñuel: Instrumentos, ta, el Dossier, incluye en esta
cluidas en la revista (que son dedicados a Adolfo Salazar. ocasión un artículo de Tomás
totalmente desprendibles de Renzo Cresti publica el tex- Marco sobre el Centro para la
ella), además de una entrevista to Concursos y malas costum- Difusión de la Música Contem-
y de su catálogo de obra. En el bres en donde hace una crítica poránea; Pépiniere de artistas
número 2 de MusicaA ttuale los severa al sistema de concursos. en Bologna, de Denise Barrio-
autores fueron: Daniele Za- La Grammata, incluye rese- ladey Sobre la música española
ncttovich (1950), María Ga- ñas de discos a cargo de Marco contemporánea de José Luis
briella Zen (1957), Andrea Maria Tosolini y el catálogo- Garcfa del Busto.
Centazzo,Alberto García De- archivo de Agenda que cubre El interés de AgendalMusi-
mestres (1960), Marco Dalpane la Música del Pasado,la Músi- ca Attuale nose limita a la mú-
y Andrea Landriscina que pre- ca de la Vanguardia, la Creati- sica italiana, ni siquiera a la
senta la música para relojes vidad y la Música y Didáctica música europea; la revista de-
mecánicos de Mozart:Andante Musical. Estecatálogo,queestá dicará un número entero a la
KWV616. al cuidado de Gianpaolo Sal- música mexicana contemporá-
11 Pensiero, el Pensamiento, bego, nace de una precisa vo- nea, posiblemente el número
es la tercera gran sección de luntad de los autores,composi- ocho, con el fin de dar a cono-
Agenda!MusicaAttualeen don- tores y editores para tener un cer nuestra música, a nivel eu-
de se tratan diversos temas de ágil instrumento de trabajo, útil ropeo. Esto como muestra del
orden musicológico. En este para aquellos que se dedican a interés que existe en esa parte
número se incluye un artículo la programación o que tengan del mundo por lo que está ocu-
deLandriscinasobreelAndan- necesidad de tener acceso y rriendo en Latinoamérica y en
te de Mozart y una conversa- disponer con rapide¡: de los especial a raíz del futuro festi-
ción con Luis de Pablo realiza- materiales incluidos en el Ar- val que la Sociedad Internacio-
da por Alberto Garcfa Demes- chivo de Agenda. El catálogo nal para la Música Contempo-
tres. Aquf se incluye también incluye obras de compositores ránea (SIMC) , a través de la Sec-
un artfculo sobre Luis 13uñuel: italianos y extranjeros que de- ción Mexicana está organizan-
"Luis el sordo" por Tiziana seen poner a disposición sus do para noviembre de 1993 en
Tosolini en el que habla de la obras. Asf mismo, dentro de la la ciudad de México.
relación del cineasta con la revista hay algunos espacios Esperamos que Agenda!
música. El artículo comienza para que jóvenes intérpretes se Musica A llualecontinúe con su
con una cita de 13uñuel: "uno "anuncien", de esta manera labor de difusión de la música
de los grandes rimpianti de la puede haber una mayor comu- de nuestro tiempo y que, en un
última parte de mi vida es el no nicación entre los intérpretes y futuro no muy lejano, logre es-
poder escuchar la música ... que los compositores con el fin de tablecerse entre las principales
me hubiera parecido una dulcí- aumentar el repertorio de los revistas de este tipo a nivel in-
sima morfina y me hubiera con- primeros y de que los segundos ternacional.
ducido, casi sin darme cuenta, tengan mayores posibilidades Ana Lara

abrirse camino en el medio director de Lulú es Federico


Lulú en la tierra de Mafalda musical: Lulú, asf llamada por Monjeau, y la revista cuenta
referencia y homenaje a la ópe- con un numeroso consejo edi-
Lulú, Revista de teorías y técni- ra de Alban Berg con libreto torial, así como con una inci-
cas musicales. l3uenos Aires, basado en F. Wcdekind; un piente red internacional deco-
Argentina. Año 1, No. 2. No- nombre que ya ha suscitado en rresponsales que incluye a
viembre de 1991. 80 pp. sus lectores reacciones de ex- Mario Lavista en México. En-
trañeza y hasta indignación, tre los colaboradores del nú-
Acusamos recibo de una revis- según se deduce de la corres- mero aquf reseñado nosencon-
ta argentina que comienza a pondencia a los redactores. El tramos con nombres bien co-
100 H,uTolonla

además de Mariano Etkin y


Julio Palacio, en todos los cua-
les predomina la tendencia que
en generaciones recientes ha
contribuido a revalorar la obra
del de Papasquiaro al asociarla
más con la vanguardia que con
el "nacionalismo de estilo". Los
textos escritos para este Dossier
revelan cómo Revueltas, un
hombre que asumió en su per-
sona y en su obra un compro-
miso ideológico, representa una
referencia bastante adecuada
para los autores argentinos, ya
que ellos han trabajado bajo la
influencia de una escuela so-
ciológica e histórica predomi-
nante en la cultura argentina
durante las últimas tres déca-
das, cuando menos.
Otra preocupación que re-
fleja esta entrega de Lulú es el
análisis del arte contemporá-
neo, ante la crftica de los valo-
res estéticos tradicionales como
la belleza o lo figurativo. Los
textos de Nelson Goodrnan,
Mariano Etkin y C.E. Feiling
abordan estos terrenos de la
nacidos entre nosotros, como la informática y la computación. filosoffa del arte con los ojos de
Coriún Aharonián y Graciela Cada número de Lulú trae- nuestro siglo.
Paraskevafdis. Por su conteni- rá, según parece, una sección Saludamos, pues, la apari-
do se advierte cómo Lulú se titulada Dossier, dedicada a un ción de Lulú, una argentina
proponecubrir,con horizontes tema monográfico. La presen- que, según se ve, tendrá mu-
amplios, el mundo de la música te entrega de la revista argenti- chos puntos de contacto con
y la musicologfa contemporá- na seguramente interesará HeterofonEa, y esperamos que
neas, a través de destacados mucho a nuestros lectores por- en entregas posteriores sus re-
protagonistas inmersos en la que ha dedicado su Dossier a dactores superarán los errores
creación actual: Mauricio Kagel Silvestre Revueltas. Si bien la tipográficos que adornan para
sobresu obra; el análisis de una información principal de esta mal este número aquf reseña-
obra de Juan Carlos Paz recién sección ha sido reproducida de do, así como la confusión entre
descubierta;-una entrevista al los varios libros que incluyen fotograffas y pies de foto del
tenor suizo Ernst Haefliger cen- textos del compositor, asf como Dossier. Siempre es grato co-
trada en su vocación pedagógi- de entregas de la revista Pauta, municarse con una voz más en
ca y sus impresiones de los co- hay también textos muy atrac- el medio musical de nuestro
legas; en fin, propuestas de téc- tivos de los ya mencionados continente.
nicas musicales relacionadas con Aharonián y Paraskevafdis, Eduardo Conlreras Solo
Música impresa

SUITE
La serie Siglo xx del CENIDIM

Daniel Catan, Encantamiento


para dos flautas de pico; Ra-
món Montes de Oca, Sombra _u
de ecos para violín solo; Rober- .-= '_____
J J

to Medina, Actus para clarine-


teen Si bemol y piano; Marcela
Rodríguez, Suite para violon-
.-= J

-
,
------
.....-----.
-----
,=-

,-= ~-= ,-
cello, clarinete, fagot y piano.
México, CENlD1M,1991.
." ~
---==
'W+UI .~ ~. r LJ"
Para mucha gente, los compo-
sitores son una especie, si no .
totalmente extinta, al menos J J
- ..
-- -
-~ ~

en vías de serlo. Ya no hay


. compositores a nivel interna- ro
cional como Bach o Mozart y
mucho menos a nivel nacional
~

J J J
': ." .
después de Revueltas o Chávez. J
-1 I
En nuestro país, los esfuer- , ," ,
~~~?P . ,"
zos que se hacen para que la
gente se acerque a la música de
su tiempo son siempre insufi-
cientes. Los festivales y las gra-
baciones apoyan a un pequeño men tos y no sólo esto, sino que, más importante tener editadas
grupo de músicos -casi siem- sin conocerla, la desprecian. sus obras ya que esto facilitará
pre los mismos- siempre a la En un intento por llegar, que otros músicos se interesen
espera de que, algún día, exista cada vez más, a un público más en eUas y las programen en sus
un mayor público interesado amplio, el CENIDlM se ha esfor- conciertos.
en este tipo de música. zado en apoyar a la música Es de esta manera que el
Pero el problema no sólo mexicana del siglo xx a través CENIDIM refuerza el trabajo que
implica al público; es un pro- de grabaciones en discos com- en este sentido han venido ha-
blema que afecta directamen te pactos dedicados a los más im- ciendo, durante años, Edicio-
a los músicos y a los estudian- portantes compositores mexi- nes Mexicanas de Música, la
tes de música. Incluso aquellos canos así como a nuestros prin- UNAM y la Liga de Composito-

quienes, de alguna manera,son cipales in térpretes, ya sea en su res, al editar una serie de parti-
parte de nuestro, de por sí, pe- calidad de solistas o como con- turas de compositores mexica-
queño núcleo de músicos, se juntos de cámara. nos contemporáneos.
interesan poco por conocer el Si para un compositor es Para muchos, ésta es la pri-
nuevo repertorio que existe en importante tener una obra gra- mera oportunidad de ver pu-
la actualidad para sus instru- bada profesionalmente, es aún blicada una obra suya, a pesar
102 H ...,ofonía

del renombre de algunos de cello, clarinete, fagot y piano). más completa posible el pano-
ellos. En este primer tiraje se Se espera que cada año au- rama musical de nuestro país e
incluyen partituras de compo- mente considerablemente el interesar al público en general
sitores tan diversos como Da- número de partituras publica- y, principalmente, a los músi-
niel Catán (Encantamiento das que, al ser simultáneamen- cos nacionales y extranjeros,
para dos flautas de pico); Ra- te grabadas en discos compac- para que la música mexicana
món Montes de Oca (Sombra tos (como es el caso de Encan- con temporánea se convierta en
de ecos, para violín solo); Ro- tamiento de Daniel Catán que una realidad cotidiana ycomún
berto Medina (Actus para cla- grabó Horacio Franco dentro a todos nosotros.
rinete y piano); y Marcela de la serieSigloxxdel CENlDIM), Ana Lara
Rodríguez (Suite, para violon- puedan mostrar de la manera

El poeta, los piallos y dos


lluevas ediciones de música
del siglo XIX
VALSES MEXICANOS
Varios autores. Valses mexica- DEL SIGLO X I X
nos del siglo XIX para piano.
Vol. 1. México, Ediciones
Mexicanas de Música, 1991. 67
pp. pora piano
Castro, Ricardo, Obras escogi-
das para piano. México, Edi- VOLUMEN 1

ciones Mexicanas de Música,


1991. 34 pp.

El piano es como un manantial


de lirismo que fluye sin cansar-
se, con lentitud, como fluye una
palabra de amor de los labios
de un galán experto, que se goza
en ver el efecto que cada sllaba
produce en la mujer adorada.
Nadie mejor que un poeta para
definir al piano, y nada mejor 1 0 I e IO N I S lo( I XI e A N AS DI" U S leA . "' e
", VINIOA J U A.~%. ti . DIS'
que el amor para imaginarlo. _IIlUJDO.OP

Sí. Hablar de música mexicana


para piano del siglo XIX nos
transporta de inmediato a la
evocación romántica: la placi-
dez de tiempos idos, el armario caballeros relamidos que se vis- gro, no carezcan de verdad pese
de la (bis)abuela, la época del ten de negro y damas escotadas al sutil estereotipo que las cir-
salón y la tertulia, los pisos lus- que fingen entender la música cunda. ¿No fue acaso el piano
trosos de los salones de baile,la de los maestros. Y quizá estas el gran protagonista de la era
elegancia en el vestir de damas vagas imágenes, nacidas ya de romántica en música, certero
y caballeros. Hay pianos aris- la lectura de prosas y novelas portavoz de los sentimientos
tocráticos que esparcen su decimonónicas, ya de conver- más íntimos tanto en el viejo
clasicismo sobre la concurren- saciones familiares o de pelícu- como en el nuevo mundo?
cia de los rumbosos recitales: las mexicanas en blanco y ne- Si la imaginación romántica
Música impresa 103

tuvo una voz predilecta, esa Wagner, Brahms y tantos otros. esta excelen te antologra de val-
voz fue la del piano. Intimidad, y el piano fue el instrumento ses mexicanos. Quizás podrra-
pasión, dolor, solaz, alegrra, preferido para hacer vivir el mos suponer que la autora de
todo podra emerger de la voz vals, aun en versiones que ya las notas biográficas de loscom-
poderosa y a la vez tenue del no eran para ser bailadas sino positores, Consuelo Carreda-
mejor de los instrumentos ro- sólo escuchadas. no, fue también la editora. Si
mánticos: el piano-forte. Con El volumen Valses mexica- éste fuere el caso, es lamenta-
esa voz hablaron los composi- nos del siglo XIX nos ofreceonce ble que no se acredite su traba-
tores del siglo xlx,los grandes y valses escritos por once com- jo de compilación, sobre todo
los mediocres, los aristocráti- positores mexicanos del siglo si tomamos en cuenta que,sien-
cos y los populares. Porque, XIX: El mexicano de Felipe do el vals una de las formas
amén de los pianos próceres, Larios (1817-1875); El guardia predilectas de los pianistas
también hubo otros: los que nacional de Agustrn Balderas mexicanos románticos, se pu-
coadyuvan el ensueño de las (1824 ?-1877); Laura de Tomás blicaron cientos de valses para
humildes doncellas que llevan León (1826? -1893); VaIs-jara- piano que hoy duermen olvi-
su hoguera de amor en el pecho be de Aniceto Ortega (1825- dados en el silencio de bibliote-
y que, en la ventana del barrio 1875); Netzahualcóyotl, Vals cas y archivos musicales. Un
desierto, esperan la llegada de elegante de Melesio Morales trabajo de selección tal no fue
un doncel de palabras galan- (1838-1908); Gratitud de Ma- fácil ni estuvo exento de difi-
tes... El doncel no viene, y las rra Garfias (¿- ?); Vals miniatu- cultades a la hora de valorar
mozas van todavía con espe- ra de Ernesto Elorduy (1855- cuáles eran los valses más dig-
ranza a arrancar al piano ar- 1913); Sobre las olas de luven- nosdeserescogidos,entrecien-
montas en que parezca anun- tino Rosas (1869-1894); Rebeca tos, para ser reeditados en una
ciarse el alma del ausente. A de Velino M. Preza (1866- antologra. Las notas biográfi-
ambas tradiciones pianrsticas, 1944); Vals poético de Felipe cas de Carredano que antece-
una de estirpe aristocrática y Villanueva (1862-1893); y Vals den a las obras son breves y
otra de linaje más popular, per- capricho de Ricardo Castro bien informados resúmenes de
tenecen las dos recientes edi- (1864-1907). Siete de los once la vida de los au tores, con datos
ciones que vamos a comentar. compositores nacieron y mu- suficientes para ubicarlos his-
rieron durante el siglo XIX; sólo tóricamente. Sólo llama la aten-
11 cuatro murieron en el siglo xx: ción que en un solo caso se
El vals se exalta, a las veces, en Castro, Morales, Elorduy y ofrezca una referencia archi-
arranques súbitos y a las veces Preza. De Marra Garfias, la vfstica acerca del estreno del
con languidez, como si rebosa- precoz y fecunda compositora vals Netzahualc6yod de Mora-
ra de felicidad y la felicidad lo que escribió su vals a los doce les, ya que no se usa el mismo
agotase... Este vals pudiera ser- años, sólo sabemos que vivió criterio con los otros autores.
vircomo de hamaca idealtendi- hacia la mitad del sigloxDc Tres Pero habrra sido útil para el
da en un para{so en que vivieses de ellos murieron jóvenes, a la pianista curioso saber en qué
conmigo, dulce Amada. Ven al manera romántica, interrum- bibliotecas y archivos fueron
baile... Tus brazos sobre los piendo su evolución musical: encontradas las ediciones ori-
m (os, mi corazón vecino al Rosas (25), Villanueva (31) y ginales, dado que se trata de
tuyo ... Se arrastran impotentes Castro (43); cuatro alcanzaron una edición actual de obras his-
los compases del vals... El vals la madurez: Ortega (50), 13al- tóricas.
fue el baile por excelencia del de ras (53), Larios (58) y Elor- El anónimo compilador usó
siglo XIX. La pasión que desató duy (58), y tres pudieron conti- diversos criterios en su selec-
en el alma romántica permane- nuar su obra hasta la vejez: ción. No olvidó reunir tres de
ció vigente durante varias ge- León (67), Morales (70) y Preza los más famosos valses mexica-
neraciones. La locura del vals (78). nos, impresos muchas veces por
no fue ajena a los más grandes Un acierto de este volumen diversas editoriales desde el si-
compositores: Mozart, Haydn, fue la selección tanto de auto- glo pasado y grabados en va-
13eethoven, Schubert, Chopin, res como de obras, aunque no rias ocasiones por algunos pia-
los Strauss, Liszt, Tchaikovski, se dé crédito al compilador de nistas en diversas casas graba-
104 HeterofonÚJ

doras: Sobre las olas de Rosas, be o la contradanza; y el vals gran servicio a la investigación
quizá el más popular de nues- Netzahualcóyotl de Morales, musical y a los pianistas intere-
tros valses, que hizo famoso el que celebra al rey poeta de sados en el casi desconocido
nombre de su autor hasta en Texcoco tan admirado por repertorio de una de las danzas
los salones de París y Viena; el nuestros músicos románticos. que más gustó a nuestros ante-
Vaú poético de Villanueva, la Diversas casas editoras del pasados. Esperamos que pron-
más conocida obra de su toda- siglo XIX se esmeraron en edi- to aparezca el volumen n de
vía mal conocido autor; y el tar bellamente cientos de par- valses mexicanos y otros volú-
Vaú capricho de Castro, pieza tituras de valses y otras danzas menes con música mexicana del
de brillante virtuosismo di bra- del gusto público, hacedoras siglo XIX, que sin duda ayuda-
vura que se aleja de las manos de las delicias de músicos y afi- rán a su difusión y a desterrar
del pianista novato quien, ce- cionados en el recital y en el varios falsos prejuicios sobre
diendo a la tentación de ejecu- hogar. Si alguien quería escu- ella.
tarlo, a menudo lo hace fallida- char música se veía obligado a
mente. La fama de estos tres asistir al salón o a aprender a ID
valses hizo que fueran conoci- tocarla por sí mismo, en una SE, estas notas agónicas, que se
dos incluso en versiones or- época aún caren te de grabacio- desmayan a prima noche en el
questales, aunque ello mismo nes. Así, nuestros antepasados barrio, evocan leyendas de in-
quizá estorbó el acceso a otras compraban numerosas partitu- fancia; mas ¿de dónde nace la
de sus obras. Los ocho valses ras con bellos grabados a color música pueril y tristona que nos
restantes son desconocidos en la portada en las tiendas de hemos parado a escuchar, yen-
para nuestros oídos, aunque no casas editoras como Wagner y do por la acera? Seguramente
lo fueron para los de hace cien Levien, Otto y Arzoz, Enrique sale de la caja oscura de ese
años. Entre ellos podremos to- Munguía, H. Nagel y otras. O piano que se entrevé por los
car dos valses con nombre de las buscaban en periódicos y visillos de la ventana.
mujer, añeja tradición de con- revistas de la época como El El volumen que contiene
graciarse con las damas tanto mundo ilustrado, El arte musi- seis obras escogidas para piano
en el amor como en la deuda de cal, La gaceta musical y El de Ricardo Castro (1864-1907)
amistad: Laura de León y mosaico musical. Todos los es un merecido homenaje al
Rebeca de Preza, piezas para valses de esta edición fueron que fue, quizá, "el ~mpositor
divertirse en el salón sin las impresos en su tiempo por al- mexicano más notable del siglo
angustias del virtuosismo. Gra- gunas de estas casas editoras. XIX", como dice Consuelo Ca-
titud de G arfias y Vaú miniatu- Si la edición logra otro acierto rredano en su nota biográfica
ra de Elorduy también son pie- al reimprimir los dibujos y las que precede a las obras. Castro
zas para disfrutarse en la inti- tipografías del siglo XIX, resulta fue uno de los mejores pianis-
midad del hogar por pianistas incomprensible por qué los tas mexicanos de su época, un
aficionados. Por último, la an- editores omitieron los pies de gran virtuoso que llegó hasta
tología agrupa cuatro valses de edición de las impresiones ori- las salas de concierto de Euro-
tema popular e histórico, otro ginales si intentaban hacer una pa y Estados Unidos. Pero
de los divertimentos preferi- edición facsimilar, y tratándo- como compositor no se intere-
dos por los compositores de se de obras cuyos derechos de só solamen te en el piano (como
mediados delsigloxrx: El mexi- edición tiempo ha que fenecie- tantos otros de su época), aun-
cano de Larios, especie desuite ron. El lector atento echará de que dedicara la mayor parte de
de tres valses que usa los temas menos saber cuáles de esas edi- su obra a este instrumento,sino
populares a la manera de los toriales del siglo XIX, en dónde que cultivó todos los géneros
gustados "aires nacionales"; El y cuándo imprimieron estos musicales de su tiempo: sinfo-
guardia nacional de Balderas, entrañables valses. Otra omi- nías, conciertos, ópera, música
vals que evoca a algún soldado sión del volumen es un índice vocal y música de cámara. De
de la época; el Vaú jarabe de de contenido que facilite la lo- su extenso catálogo se impri-
Ortega, quien acierta al seguir calización de las obras. Con mieron principalmente las
la mexicana tradición de "abal- todo, es indudable que Vaúes obras para piano, incluso
sar" otras danzas como eljara- mexicanos del siglo XIX hará un póstumamente, de las que to-
Música impresa 105

davía hoy se reedita su famoso carola op. 30 no. 2 e Impromp- París bajo la influencia de
Valr capricho. Compositor de tu en forma de polca op. 28 no. Debussy. Desconcierta, sin
fina sensibilidad y elegante es- 2. Las grabaciones que usual- embargo, que no aparezca el
critura, Castro desdeñó los men te se encuen tran de Castro tercer movimiento de la suite
modelos italianos tan en boga y otros compositores mexica- (Capricho) y que se presente
en México en el siglo XIX y se nos del siglo XIX son casi siem- los dos primeros movimientos
interesó en las novedades de pre danzas y piezas de salón, como si fueran obras aisladas,
la música alemana y francesa, bajo el argumento de que este sin informar al lector que for-
lo que le ha valido ser llamado repertorio es el que le gusta al man parte de unasuite (no apa-
el compositor mexicano más público (común insulto a los rece tampoco la significativa
"europeizan te" de su tiempo. melómanos a quienes no se les dedicatoria de la obra: "Al Se-
En 1906, Pedro Henríquez considera aptos para escuchar ñor Lic. Don Justo Sierra, Sub-
Ureña calificaba así su obra obras con mayores pretensio- secretario de Instrucción PÚ-
pianística: "La elegancia, a ve- nes) . Por ello resulta grato en- blica"). El Minueto en la bemol
ces exquisita, es la cualidad contrar en este volumen el Pre- op. 9 no. 2, larga y difícil obra
que más realza las composi- ludio y la Sarabanda de la Suite que trasciende la modestia de
ciones de Castro para piano". para piano op. 18 (París: J. unsimpleminueto,seeditójun-
Las seis obras de Castro que Hamelle, ca . 1904), una de las to al Valse intime op. 9 no. 1
recoge este volumen son: Pre- obras más ambiciosas de Cas- bajo el título de Deux morceaux
ludio op.18, Sarabanda (op.?), tro y tal vez la primera obra pour piano op. 9 (Leipzig: F.
Minueto en la bemol op. 9 no. 2, mexicana que utiliza la escala Hofmeister, s.a.), lo cual tam-
Appassionato op. 8 no. 1, Bar- de tonos enteros, escrita en poco se indica. No se advierte
queelAppassionato op. 8 no.1,
obra dedicada a Luis G . U rbina
que ofrece un interesante cro-
matismo y en la cual vibran
"acentos de emoción dramáti-
I
Ricardo ca" (Henríquez Ureña), tam-
bién forma parte de una obra
CASTRO mayor, Trois pensées musicales
pour piano op. 8 (París: AI-
phonse Leduc,1903),junto a la
Mélodie no. 2 y al Menuet no. 3.
Lo mismo ocurre con la Barca-
OBRAS ESCOGIDAS rola op. 30 no. 2, pequeña y
para piano delicadaobraeditadajuntocon
el Valsesentimentale no. 1 como
Deux pie ces intimes pour piano
op. 30 (México: Enrique Mun-
guía, 1907). Tampoco se nos
dice que la última obra de la
antología, el Impromptu en for-
ma de polca op. 28 no. 2, perte-
nece con el Impromptu enfor-
ma de vals no. 1, a Deux
impromptus pour piano op. 28;
se trata de una obra extensa y
I l) I t I ON r s ,.. r :\, le ... :"l " S o [ N U SI e A. compleja con diversas irregu-
~ ~' l '" I UiI J l/ A Il J t., " nl l.
laridades rítmicas y algún cro-
matismo, no apta para princi-
piantes.
Como el anterior, este volu-
106 HeterofonÚJ

men de Ediciones Mexicanas naron los pies de página con los fmca el pedesúJl sonoro de un
de Música merece elogios en datos editoriales originales de monumento de felicidad; sube el
cuanto a la calidad de las obras las obras, a pesar de ser una sueño de los niños que, al dibu-
seleccionadas (aunque existen edición facsimilar. No obstante, jar frente al quinqué, trazan los
otras obras valiosas de Castro el volumen ofrece una pequeña rasgos de una quimera que los
que también habrían merecido pero atinada muestra de alta divierte; sube mi sueño, en alas
figurar en la antología, pero calidad con seis de las muchas . de la música de usted. Y, proba-
esto ya es cosa del gusto de obras para piano de Castro, su- blemente, sube también el sueño
nuestro anónimo compilador). ficientes para despertar el ape- de ese rondador an6nimo que se
Sólo lamentamos que este vo- tito de pianistas prejuiciosos, emboza y se queda inm6vil al
lumen nos ofrezca la mitad de quienes evaden la música mexi- otro extremo de la acera. Créa-
las páginas del anterior, pues cana del siglo XIX por conside- me usted, señorita: todo el barrio
bien se pudieron haber inclui- rarla a priori de mala calidad. sueña. ... Todo el barrio, señori-
do, sin un excesivo incremento Si el poeta comenzó hablan- ta, lees deudora usted de la hora
en el costo, unas cuatro o cinco do, ahora él debe terminar: En de sueño y armonio que le da
obras más. También presenta la calle impera una soledad de noche por noche....¡Señorita del
similares deficiencias de tipo romance. El piano suena. .. Se- piano, muy buenas noches! Gra-
editorial: de nuevo no aparece ñorita humilde del piano que se cias por tus pianos, poeta, gra-
crédito alguno al recopilador queja en la noche: Usted ignora cias por tus valses. Gracias mil y
(¿será otra vez la autora de la cuántos sueños suben a lo azul buenas noches: Ramón López
nota biográfica, Consuelo Ca- en esta hora. Sube el sueño de Velarde.
rredano?); asimismo, se elimi- usted misma, que en el teclado José Antonio Robles Cahero
Grabaciones

• Daniel Catán •
Homenaje a Octavio Paz
El compositor y su suelío

Daniel Catán, Homenaje a


Octavio Paz. México, Música,
Poesía, seD 10166, 1990.

Cuando el pasado mes de mar-


zoDaniel Catán intentó grabar
su ópera, La hija de Rappaccini,
durante las dos funciones que
se llevarían a cabo en el Teatro
de Bellas Artes, no pude me-
nos que pensar que era muy
valiente. La hija de Rappaccini Mariposa de obsidiana
Con una orquesta que no
tenía ningún interés en tocar la Fernando de la Mora Encarnación Vázquez JesÚl Suaste
obra, con un tenor que nunca Filarm6nica de la Ciudld Eduardo Diazmunoz
pudo aprenderse su parte, ade-
más de los problemas norma- nica de la Ciudad. Había que interpretadas por Jesús Suaste
les que implica estrenar una sustituir también al fallido te- y agregar una obra escrita an-
obra era diffcil imaginar que de nor y grabar la ópera en poco teriormente a La hija pero que,
este caos pudiera lograrse un ticmpo. Considerando todo de alguna manera,la prefigura.
disco. esto, Daniel Catán optó por Se trata de Mariposa de obsi-
El resultado de este primer grabar sólo algunas secciones diana para mezzosoprano
intento fue un rotundo fracaso, de la ópera, los high lights. (igual que Beatriz), coro y or-
quedamos u n poco {rus trados ... Para ello Catán consiguió questa, escrita sobre el texto
hasta que Daniel Catán deci- que Fernando de la Mora in- homónimo de Octavio Paz.
dió intentarlo de nuevo, aun- terpretara a Giovanni. Con El equipo no pudo funcio-
que ahora con un enfoque muy Encarnación Vázquezinterpre- nar mejor. Los tres cantantes,
distinto. tando, como en el estreno, a la orquesta, el coro Convivium
La primera idea que cam- Beatriz y Eduardo Diazmuñoz Musicum que dirige Erica
bió, fue la de grabar la ópera en dirigiendo a la Filarmónica, Kubascek y Eduardo Diazmu-
su totalidad . Esto implicaba comenzamos la grabación del ñoz dieron lo mejor de ellos
trabajarla nuevamen tecon otra dúo de amor, el aria de Gio- mismos para sacar el máximo
orquesta. En Bellas Artes la vanni y de Beatriz, la muerte provecho de esta música.
orquesta de la ópera ejecutó la de Beatriz y dos interludios de La Fi larmónica se iden tific6
obra militarmente. En el nue- la ópera. Con este material de- inmediatamente con La hija de
vo proyecto sin embargo sería finitivamente no se podía ha- Rappaccini. Ya en la primera
la mejor orquesta de M6xico la cer un disco, así es que Daniel lectura de la obra, la Filarmó-
encargada de interpretar La Catán decidió incluir las dos nica habfa permitido que el
hija de Rappaccini: la Filarmó- arias del Doctor Rappaccini compositor escuchara la músi-
108 li</uofonÚJ

ca que había imaginado al es- sido fuente de no poca inspira- es un músico al que le importa
cribirla. ción para Daniel Catán. En la que su música sea escuchada,
Daniel Catán es autor de presentación de su disco Catán disfrutada; es por esto que re-
múltiples artículos, reseñas y afirma: sulta coherente queen este dis-
ensayos en los que hace evi- co se presenten las partes más
dente la profundidad de sus Trabajé durante seis años en la inspiradas de su ópera. La hija
composición de la ópera. de Rappaccini y Mariposa de
ideas y un verdadero oficio li-
(oo .) Sostuve durante todo este
terario que muy pocos músicos tiempo un monólogo obsidiana, conforman un disco
tienen. No es raro, entonces, intenso y apasionado con Octa- más que decoroso y estoysegu-
que la obra de Catán esté tan vio paz y su obra. Discutí ra que será disfrutado por un
estrechamente relacionada con cada escena, cada palabra; can- público mucho mayor que el
té cada sílaba
la literatura. Antes de escribir que usualmentecomprarfa una
La hija de Rappaccini ya había Para muchos hacer un disco ópera mexicana contemporá-
escrito otra opera: Encuentro de highlights puede resultar nea. Orquestador y composi-
en el ocaso y varias obras para injustificado pues significa des- tor inspirado, Daniel Catán ha
orquesta y voz solista. No es membrar la obra. Aunque tam- tenido siempre muy claro la
casual que tanto La hija de bién es cierto que son muy po- música que quiere escribir, sin
Rappaccini, como Mariposa de cos los que gustan de escuchar dejarse llevarse jamás por van-
obsidiana estén basadas en la una ópera completa en casa, guardias o modas.
obra de Octavio Paz que ha sin la parte visual. Daniel Catán Ana Lara

Música mexicana SERE SG.O XX StRUlLO XX SER( SG.O XX Sffit SG.O XX SERIE sQo XX
contemporánea Serie Siglo xx

Joaquín Gutiérrez Neras, Mú-


sica de cámara, México,
CENIDIM, 1991. Trío Neos, Méxi-
co, CENIDlM, 1991.

Recientemente aparecieron
dos discos compactos produci-
dos por el CENlDlM, den tro de la
Serie Siglo xx. Se trata de un
disco dedicado a la música de
cámara de Joaquín Gutiérrez
Heras y otro al Trío Neos, que
incluye música de diferentes
compositores mexicanos.
Joaquín Gutiérrez Heras es
uno de nuestros más sólidos
compositores. Pertenece a la
generación inmediatamente En este disco se incluyen la con anterioridad. Este es el caso
posterior al nacionalismoy, por Sonata Simple, el Dúo para del Dúo para flauta en sol y
10 tanto, es uno de los primeros flauta en sol y violoncello, el violoncello q ue fue grabado por
compositores en buscar su pro- Trfo de Alientos y el cuarteto la UAM con el CuartetoDA CAPO.
pia voz más allá de los cánones Trópicos. Estas obras nos dan En esa ocasión Marielena
nacionalistas. Desde ese mo- una clara idea de la evolución Arizpe y Alvaro Bitrán eran
mento hasta hoy, Gutiérrez musical del compositor. los intérpretes; mientras que
Heras ha seguido su propio es- Algunas de las piezas que en esta nueva grabación son
tilo sin afiliarse a ninguna van- aparecen en este disco com- Guillermo Portillo y llozena
guardia o moda. pacto ya habían sido grabadas Slawinska quienes 10 interpre-
Grabaciones 109

tan. Obrascomoel TrÚJdeAlien- daway, fagot y Ana María desconocida para muchos, de
tos y Tr6picos han sido graba- Tradatti, piano. Tal es el caso las nuevas generaciones de
dos por primera vez para este de obras como: Diean de Ro- compositores mexicanos.
disco, lo que dará la oportuni- berto Medina; Divertimento de Con el proyecto de la Serie
dad a un mayor número de gen- Gabriela Ortiz; Laberinto de Siglo xx de la cual el disco de
te, de conocer estas espléndidas espejos de Ramón Montes de Música de Cámara de Joaquín
obras rara vez interpretadas en Oca; Tala de Luis Jaime Cortez Gutiérrez Heras y el del Trío
nuestras salas de concierto. y Navegantes del crepúsculo de Neos conforman los voh1me-
En esta grabación partici- Graciela Agudelo. Las dos nes VI y VII, el CENIDIM intenta
pan, además de los ya mencio- obras que no fueron original- llenar un vacío que existía en el
nados, Román Revueltas, Luis mente escritas para el Trío Neos ámbito de la música contem-
Humberto Ramos, Wendy pero que ya forman parte de su poránea mexicana y en el que
Holdaway, Ana María Tradatti, repertorio son: Tr(o de Hermi- procura dar a conocer a nues-
Laura Barryy JudithJohanson. lio Hernández y Variaciones tros mejores intérpretes y a los
El segundo disco compacto para piano en colaboración de compositores que conforman
que conforma el volumen Vll Francisco Núñez. nuestra actualidad musical.
de la Serie Siglo xx es el dedi- Con el estilo propio de cada Estos materiales pueden
cado al Trío Neos. En él se uno de estos compositores po- obtenerse directamente en el
incluyen obras escritas, en su demos apreciar las múltiples CENIDIM, Liverpool16, Colonia
mayoría, para los integrantes posibilidades de este extraor- Juárez, México 06600 D.F.. , así
del grupo: Luis Humberto Ra- dinario grupo además de po- como en las tiendas delINBA.
mos, clarinete; Wendy Hol- ner en relieve la actividad, aún Ana Lara

México Hipo-Romá/ltico

José Sandoval, piano. México -


Romántico, vol. 1, México: Stella,
STE 101, [1991]. Contenido: 1.
Intermezzo; 2. Scherzino mexi-
cano; 3. Romanza de amor; 4.
-

..~~::;~~.~
. .,;.~~
. . . ... ~'. .
:s..~
-.
J,

,.;,.~, ...
Balada mexicana; 5. Gavota; 6.
Plenilunio; 7. Mazurca No. 2/
M.M. Ponce. 8. Canto de amor;
9. Va/s Bluelle; 10. Va/s Capr;-
cholR . Castro.

José Sandoval, piano. México


Romántico, vol. II, México:
Stella, STE 102, (1991) . Conte-
nido: 1. Chotfs Luz; 2. Causerie;
3. Vals Poético; 4. Danzas hu-
morfslicasfF. Villanueva;5.As(;
6. TipitlnIM. Grever; 7. Rapso- El triunfo definitivo del disco temporánea. Pero en esta oca-
diamexicana No. l;8. Marchita compacto sobre el tradicional sión, los amantes del México
el alma; 9. La barca del marino; disco negro es algo que cele- Romántico están especialmen-
10. Estrellita; 11. Valentina; 12. bramos quienes seguimos de te de plácemes por la reciente
Serenata mexicana; 13. Cuiden cerca las grabaciones y regra- aparición de dos volúmenes
su vida; 14. Rapsodia mexicana bacioncs de la música mexica- que, con este evocador título,
No. 2IM.M. Ponce. na tanto "clásica" como con- grabó recientemente el pianis-
110 HeterofonÚJ

ta regiomontano losé Sando- el énfasis tanto en los momen- tipián, tipitipilÓn tipi/ón de Ma-
val, en una coproducción del tos de intimidad como en los de ría Greverestán también inclui-
Consejo Nacional para la Cul- bravura. Tal parece que la eje- das en esta selección en una ver-
tura y las Artes, el Instituto cución se lleva a cabo más como sión para piano que no sabemos
Nacional de Bellas Artes y una el resultado de un impulsoemo- si es de Grever o del propio
agrupación llamada Asociación cional que como un proceso de· Sandoval. Tampoco sabemos
Pro Excelencia Musical, A.c. maduración de las obras. Un quién escribió las notas del fo-
A pesar de ser una buena buen músico es aquel que hace lleto que acompaña al segundo
grabación, resulta un tanto exa- transitar al oyente por un cami- volumen, pero en la semblanza
gerado considerarla como una no que jamás pierde la orienta- de Felipe Villanueva llama po-
joya de "excelencia musical". y ción, y la sensación que se tiene derosamente nuestra atención
decimos esto porq ue si bien hay al escuchar a Sandoval es de una que haya nacido en Temajac,
momentos musicalmente afor- total incertidumbre, ya que no Estado de México, y no en
tunados y una técnica pianística estamos seguros del momento Tecámac, según teníamos en-
no menos afortunada, en el or- en que va a derrumbarse su dé- tendido. Y que se diga que "al
den interpretativo el pianista se bil edificio interpretativo. Su parecer este gran compositor
"pasa de la raya" con mucha exagerada expresividad nos mexicano sabía que su vida se-
frecuencia, abusando de ritar- hace recordar el célebre texto ría corta, y por ello decidió apro-
dandos y rubatos, y con un uso de Roland Barthes: "El arte vecharla al máximo, dando
excesivo de pedal en ciertos pa- burgés", en el que evoca la exis- muestras desu talento desde los
sajes que, por esa razón, se vuel- tencia de una verdad sensual de seis años de edad". Es lo mismi-
ven confusos y de diffcil com- la música, verdad su ficiente, que to que les pasó a Pergolesi,
prensión para el oyente. Encon- no tolera la molestia de una ex- Mozart, Schubert y Bellini:
tramos además una acusada ten- presión. como siempre supieron que iban
dencia a lo que podríamos de- No obstante, debemos reco- a morir jóvenes decidieron dar
nominar como el "estilo hipo", nocer que la intención es digna muestra desu talento desde que
que consiste en cortar constan- de encomio (considerando que eran chiquitos.
temente el discurso musical-a contamos tan sólo con unos Por último, en la contrapor-
la manera de un cantante que cuantos pianistas in teresa dos en tada del primer volumen desta-
sufriera deestemaly que a cada esta clase de música), y que el ca, en cursivas y en tipo grande,
rato le faltara el aire--, pensan- repertorio,si bien integrado por una frase cuyo sentido es para
do realmen te que así la melodía algunas de las obras más toca- nosotros un misterio que no
gana en expresión y en emo- das y conocidas de Ponce, Cas- hemos podido descifrar: "Por
ción. y lo único quese logra con tro y Villanueva, resulta atracti- haber sido grabado durante una
esto es una interpretación vo para los coleccionistas de sola sesión, este disco es excep-
"amanerada" en la que todo es "n uevas versiones". Habría que cional"(?).
exageración y en la que abunda señalar que As( y Tipitipilín Consuelo Carredano

lumbia -ahora Sony Music- gracia de ni siq uiera saber quién


Gu/y Cárdellas ell disco hace más de cinco años. Desde era ese tal Guty Cárdenas de
compacto entonces, con excepción de otros quien yo buscaba grabaciones.
dos discos que la Asociación Como recientemente se han
Augusto Alejandro Cárdenas Mexicana de EstudiosFonográ- reeditado muchos materiales
[Pinelo], llamado Guty, Gu/y ficos (AMEF) había puesto a la populares ya clásicos en discos
Cárdenas 1928-1932, El Ruise- venta en un tiraje limitado y no compactos, yo esperaba que las
ñor Yuca/eco. Estados Unidos, lucrativo, había desaparecido casas mexicanas no tardarían en
Alma Criolla, ACCD-BOl, 1990. todo vestigio del trovador reprocesar los nombres legen-
yucateco en las tiendas de dis- darios para no rezagarse en la
Los dos discos de larga dura- cos en los últimos años; llegué a competencia mercan til-no las
ción de Guty Cárdenas fueron conocer a un parde agraciad itas mueve otro interés- con las
descatalogados por la cns-Co- vendedoras que tenían la des- reediciones de Carlos Gardel,
G rabacio"es 111

por Guty. en un viaje musical a


través del continente que va
desde las canciones argentinas y
chilenashastalaabundantegeo-
grafía musical mexicana. En to-
das las canciones se manifiesta
la calidad expresiva y el domi-
nio guitarrísticocon queseiden-
tific6 el yucatecodurantesu bre-
ve e intensa carrera. En la ma-
yor parte del repertorio elegido
Guty canta a dúo con diversos
intérpretes de toda América que
entoncesprobabansuerte.como
él. en el medio neoyorquino. De
dos de ellos el disco de marras
recoge testimonios escritos: del
legendario Chalín Cámara y de
Nancy Torres.
Es digno de mención espe-
cial que el disco incluye un co-
rrido sobre la entonces recien-
Marlene Dietrich. Bing Crosby. por ello deja de indignarme. te instauración de la república
Edith Piafo Maurioe Chevalier o Se trata de una modesta casa en España -14 de abril de
Frank Sinatra. y en efecto. len- disquera del estado de Califor- 1931-. icompuesto porel pro-
tamentefueron apareciendo las nia. Alma Criolla Records; por pio Guty! Resulta diffcil imagi-
rcediciones que fiMG realizó del lo que se ve. se propone divul- nar alguna inclinación política
catálogode RCA Victor: Agustín gar grabaciones históricas de en un joven yucateco de fami-
Lara. Pedro Vargas. Alfonso música popular latinoamerica- lia aristocrática. y aún más difí-
Ortiz Tirado. Cri Cri. Lucha na. Han empezado con Guty cil comentarios antimonárqui-
Reyes. Jorge Negrete •... Pcer- -qu6 mejor principio- y han cos como los del corrido en
lcss. para no quedarse atrás. tam- armado una antología de 23 cuestión; pero también es con-
bi6n recicló varias de sus graba- canciones. la cual constituye veniente recordar que pensar
ciones muy anteriores a Pedro toda una revelación de supre- liberalmente sobre ideas con-
Infante: otro disco de Oniz Ti- ma calidad musical e histórica. sideradas "progresistas" o aun
rado. Toña la Negra. las Her- por el material que contiene. "radicales" era com dn durante
manas Aguila. Acerina y su Son grabaciones realizadas aquellos años de decisiva
Danzonera. Ante la favorable durante su estancia en Nueva indecisión ideológica.
"v uelta nostálgica" de tales gra- York y sus posteriores visitas El disco que reseño incluye
baciones. era de esperarse que ocasionales a dicha ciudad. en- un cuadernillo con valiosa in-
en cualquier momento la ahora tre 1928 y 1932. Yprovienen de formación en español e inglés
Sony reflexionara y también colecciones particulares. Gra- sobre Guty. en donde se advier-
enviara por la t6cnica digi tal algo cias al trabajo de edición. pode- te el apoyo documenta! de los
de la voz y la música que Guty mos escuchar con aceptable ni- miembros de laAMEF. En fin. un
dejó entre 1927 y 1932. Sin em- tidez el valioso repertorio que acontecimiento feliz es la apari-
bargo.la única grabación en dis- no había vuelto a circular desde ción de este disco compacto. y
co compacto que se ha acorda- hacía medio siglo --con exoep- una sorpresa que invita a la re-
do de él no ha salido de nuest ro ción de Mírenme esos ojitos. que flexión el hecho de que del veci-
país sino ide Estados Unidos! venía en uno de los discos no país provenga un mayor in-
Esto suele ocurrir tan amen udo descatalogados por CBS-. No terés por uno de los nombres
con nuestra cultura que ya no deja de sorprender la variedad definitivos de nuestra música.
debería sorprenderme. mas no de géneros y estilos abordados Eduardo Contreras Solo
Noticias

SIMC
Sección Mexicana

Jornadas MWlIliales de Música Contemporánea.


México, 1993. Noviembre 20·27

• La selección de obras la realizará elJurado Internacional según los


procedimientos acostumbrados.
• El Jurado Internacional seleccionará hasta 50 partituras. La selec-
ción del material estará hecho, primordialmente, con base en los
méritos artísticos, sin tomar en cuenta problemas prácticos.
• El represen tan te de la Mesa Directiva de lasIMc es el señor Richard
Tsang.
• El jurado se reunirá en México durante ocho días, a principios de
octubre de 1992.
• El Comité Artístico hará todo lo posible para que todas las obras
seleccionadas sean interpretadas.
• Se dará prioridad a las partituras enviadas a través de las secciones
nacionales.
• Por favor, traten de enviar sus partituras con tiempo. Recuerden
que nuestro servicio de correo es muy lento.

Requisitos
1. Cada sección nacional de la SIMC tiene derecho a enviar hasta seis obras. Cada
compositor podrá estar representado sólo por una obra.
2. Serán admitidas obras que hayan sido enviadas por compositores de forma
individual (ineluyendo las de aquellos países que aún no estén afiliados alasIMc) .
Sólo podrá haber una obra por compositor.
3. Las obras que sean enviadas por casas editoriales deberán ineluir una carta de
consentimiento del compositor.
4. Sólo se aceptará una obra por compositor, ya s. ~ como resultado de la selección
nacional o como entrada individual.
5. En vista de que los organizadores no están en posibiliad de preparar el material
orquestal, cada sección nacional deberá proveerlo con sus propios recursos.
6. En el caso de que el Jurado Internacional seleccione una pieza para la cual es
necesario contratar a un músico particular, entonces la sección nacional deberá
cubrir los gastos de viaje del músico.
7. Todas las obras deberán pertenecer a alguna de las siguientes categorías:
A. Obras sinfónicas, con o sin solista.
4 fl(1 picc); 3 ob (1 cr. ingl); 4 elt (1 elt bajo); 2 fg (1 ctfg); 4 tr; 6 cr; 3 tm; 2 tb;
1 arpa; piano; celesta; percusiones; 15 vn 1; 16 vn JI; 11 vle; 12 vc; 8 cb.
B. Obras para orquesta de cámara, con o sin solistas.
1 fl (piccJfl en sol); 10b (cr. ingl.); 1 elt (elt eb); 1 fg; 1 sax (alto/sopr)/elt bajo;
1 tr; 1 cr; 1 tm (tenlbass) ; 2 vn; 1 vla; 1 vc; 1 cb; 1 piano; 2 perc.
Noticias 113

C. Conjuntos de cámara, con o sin voz, instrumentos electroacústicos o cinta.


Cuarteto de cuerdas, dúo de guitarras, dúo de arpas, 4 percusionistas, trfo
(clt, fg, piano).
D. Solos con posibilidad de utilizar medios electroacústicos.
fl , ob, clt, sax, fg, flauta dulce, vn, vla, vc, cb, percusión, guitarra, piano, voz,
arpa, clavecfn.

Fecha de entrega
1. La fecha límite para recibir las obras será el30 de agosto de 1992. (ver dirección
del festival).
Todas las obras deberán estar acompañadas de la siguiente información:
-indicación exacta de la duración de la obra.
-fecha de composición.
-breve currículum vítae y dirección del compositor.
-si es posible, una grabación de la obra en cassette.
2. Las obras seleccionadas serán anunciadas en octubre de 1992.
3. Todas las obras serán tratadas con mucho cuidado; sin embargo, la Sección
Mexicana de la SIMC no se hace responsable por la pérdida o cualquier otro daño
en las partituras, cintas u otro material que haya sido enviado.
4. Todo el material será devuelto a los interesados durante el festival. En el caso de
que haya partituras que no hayan sido reclamadas, se destinarán al archivo de la
Sección Mexicana de la SIMC.

Radio/Prensa
• La mayor parte de los conciertos serán grabados y transmitidos por la radio y
televisión nacionales.
• Representantes de la prensa internacional serán bienvenidos.
• Se pide a la radio internacional, negociar las tarifas de los editores de su propio
país.

Organizadores
o La Sección Mexicana de la SIMC es la principal organizadora de Las Jornadas
Mundiales de Música Contemporánea, México 1993, en colaboración con Desa-
rrollo Artístico Polifonfa, A.C.

SOCIEDAD Il'ITERNACtONAL PARA LA M ÚSICA SOCIEDAD MEXICANA DE MÚSICA NUEVA A .C.


Col'ITEMPORÁNEA (Sección Mexicana de la SIMC)
Mesa Directiva Mesa Directiva
Michael Finnissy, Presidente Francisco Núñez, Presidente
Richard Tsang, Vicepresidente Graciela Agudelo, Secretaria
Ch¡is Watraven , Secretario General Antonio Russek, Tesorero
Leonard Scheuch, Tesorero H ilda Paredes, Arturo Márquez,
Nicolae Brindus, Ana Lara, Roberto Morales y Eduardo Soto, Vocales
Reinhard Oehlschlagel, Comité Ejecutivo

DESARROLLO ARTlsnco POUFONIA A .e.


Federico Bañuelos, Director General
Marivés Villalobos, Subdirectora
114 HeterofonJa

JORNADAS MUNDIALES DE MÚSICA CoNTEMPORÁNEA, Mtxlco 1993.

Comité Artístico Jurado Internacional


Ana Lara, presidente Aldo Brizzi, Italia
Graciela Agudelo Marta Lambertini, Argentina
Federico Bañuelos Mario Lavista, México
Federico Ibarra Wojciech Michniewski, Polonia
Hilda Paredes Richard Tsang, Hong Kong

Comité Ejecutivo Desarrollo Artístico Polifonía A .C.


Sociedad Mexicana de Música Nueva A.c. Federico Bañuelos
AnaLara Marivés Villalobos
Francisco Núñez
Marcela Rodríguez

Apoyos Institucionales
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
Secretaría de Relaciones Exteriores
Instituto Nacional de Bellas Artes
Consejo Británico de la Embajada de la Gran Bretaña
Universidad Nacional Autónoma de México
Universidad Autónoma Metropolitana (Iztapalapa)

Infonnación
Jornadas Internacionales de Música
Contemporánea. México, 1993.
Carrizal 69,
San Jerónimo Lfdice,
México 10200 D.F.
Te\.: 595-83-14
Fax: 548-15-07 o 683-51-63

Seminario: El tiempo y la música


Además de los conciertos que se realizarán durante el festival, habrá un seminario
dedicado a "El tiempo y la música" . Todos aqueJlos que estén interesados en
participar deberán enviar su curriculum vitae acompañado de un proyecto de
ponencia, cuya extensión final no exceda las diez cuartillas. La fecha límite para
recibir los proyectos es el31 de mayo de 1993 (ver dirección del festival).
El Comité Artístico se pondrá en contacto con los autores de los proyectos
seleccionados y les daremos mayor información. Todos los trabajos quese presenten
durante el seminario serán publicados por la revista mexicana Pauta.
CENIDIM Livorpool No. 16, Colonia Juárez,
c.P. 06600, loI6fon05 546·61 · 40 y 592·59·53.

Nombre: .................................................................................................................................................................. .

Dirección: ................................................................................................................................................................

C.P. Ciudad: .............................................................................................................................................................

País: ............................................................................................................................................................................ .

Remito a ustedes giro postal por la cantidad de: ................................................................................... .

Precio en México: Precios en el extranjero:


Ejemplar 13,500 pesos Ejemplar 13.50 dólares
Ejemplar atrasado 15,000 pesos Ejemplar atrasado 15.00 dólares
Suscripción anual 35,000 pesos Suscripción anual 35.00 dólares
(Gastos de envío incluidos)
Ü Consejo Nacional
para la
Cuttura y lal Artes
Inslltulo NaClOnal
de
Bellas Artes CENIDIM

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