Actividad 2 Angustia
Actividad 2 Angustia
Actividad 2 Angustia
Los participantes deberán estar sentados en círculo con los ojos vendados, se les
pedirá que se concentren en el momento presente.
1. En el primer ejemplo se tomara como base a Kierkegaard quien se apoya del drama
dado que en el drama se da un movimiento entre lo oculto y la explicitación de lo
oculto. Dentro del drama se aborda el problema del reconocimiento. Cuando el
reconocimiento se da, llega el alivio y la calma. Esto se relaciona con la existencia de
Abraham, en tanto que es dramática, porque supone lo oculto, que en últimas va a ser el
salto a la libertad. El héroe trágico gana su libertad en la explicitación de lo oculto.
¿Cuáles son las cosas, los acontecimientos, las actividades, que me hacen sentir
que realmente vale la pena vivir, que es maravilloso estar vivo?
Aplicación.
APLICACIÓN
ANGUSTIA.
Es por esto mismo que cada menor fabricó su máscara en la búsqueda de exteriorizar lo
acontece dentro de su ser, en las máscaras expresaron aquello que sienten y pocas veces
exteriorizan, aquello que no les deja ser libres. Presentaron sus miedos, su angustia.
Puesto que, detrás de la máscara hay algo oculto que debe explicitarse, hay una risa
fingida que guarda dolor, el cual repercuten el presente.
Siguiendo con el orden de la actividad, se dividieron dos grupos, cada uno tenía como
objetivo plantear y actuar una dramatización en donde cada quien actuaria tal cual es, y
expresara su sentimiento oculto. Explicitar su dolor para así encontrar libertad.
Son muchas los aspectos que se pueden rescatar en la actividad por medio del juego
aplicado y el diálogo que sirvió de insumo para el análisis del objetivo de este trabajo.
Así pues se evidencia la angustia que provoca el ocultarse a la propia realidad, dado que
exteriorizar es más complejo que esconder el rostro de la verdad. No obstante, esta
angustia no puede tornarse como algo patológico, porque con ello habría una renuncia a
la propia libertad en tanto la angustia vista como patología actúa como aquello
desorienta y mata, esto hay que cambiarlo, y es por ello mismo que la angustia que
presenta Kierkegaard se da como un despertar existencial necesario, dado que actúa
como aquel momento previo a la elección que hace que el sujeto tome conciencia de su
libertad.
En el diálogo que se generó con los menores se puede observar la posición filosófica
propia del pensamiento de Kierkegaard puesto la angustia se ve como movimiento,
como principio de acción, es la angustia la que desenmascara la naturaleza de la libertad
como pura posibilidad. Es esa misma posibilidad angustiosa la que permite comprender
que el contexto en donde se mueven los menores no es un lugar determinado, es por
esto mismo que la angustia se puede considerar sin dejar de lado la contingencia aquello
que mueve lo que está en posibilidad de crear.
Carrasco, C. A. M. (2018). Experiencia de gestión educativa escolar. Una acción dinámica para
la transformación cultural. Educar, 54(1), 205-226.