1 Generalidades de Microbiologia

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Capítulo 1

GENERALIDADES DE MICROBIOLOGÍA

Autor: Jorge Quarleri y María Elisa Solana

La Microbiología es el estudio de los microorganismos, de su biología, su ecología. Esta


definición hace necesaria la de tres conceptos que se incluyen en ella: microorganismo,
biología y ecología. El conocimiento de la biología y la ecología microbiana son imprescindibles
para poder comprender de qué forma los microorganismos interaccionan con los seres
humanos y qué tipos de relaciones establecen con ellos.
Por microorganismo entendemos cualquier organismo vivo que no sea visible a simple vista.
Esta definición operativa no incluye los hongos, tanto inferiores como superiores, ni las algas
aunque ambos grupos son considerados microorganismos porque su organización es
esencialmente unicelular (las células que los constituyen mantienen un alto grado de
autonomía entre sí). Por otra parte, organismos pluricelulares pueden ser de tamaño tan
pequeño que entren dentro de la definición anterior sin dejar por ello de ser estructuralmente
tan complejos como cualquier animal superior.
Dentro de la biología de los microorganismos se considera su estructura, metabolismo y
genética. La estructura de los microorganismos condiciona de forma muy importante su
metabolismo. El metabolismo es el conjunto de reacciones de utilización de los alimentos y de
producción de energía (catabolismo) que permiten a los microorganismos crecer y
multiplicarse (anabolismo) y, como consecuencia, alterar el ambiente en el que se encuentran.
La genética nos permitirá conocer el proceso de transmisión de la información que permite el
desarrollo de un microorganismo con una morfología y un metabolismo determinado; esta
transmisión de información puede ocurrir entre unas células y sus descendientes (transmisión
vertical) o entre células que conviven en un mismo ambiente y que pueden no estar
relacionadas genealógicamente (transformación, conjugación y transducción).
La ecología microbiana estudia cómo se relaciona un microorganismo con el ambiente que lo
rodea, utilizando los nutrientes que encuentra y produciendo desechos que lo alteran de
forma substancial. Esta alteración del ambiente puede tener valoraciones diferentes desde el
punto de vista humano: por un lado, la alteración producida por ciertos grupos bacterianos o
fúngicos son de interés en la producción de alimentos; mientras que las producidas por otros
grupos dan lugar a procesos patológicos. Ambos tipos de alteraciones, en cualquier caso, sólo
tienen una valoración desde el punto de vista humano sin que se diferencien desde el punto
de vista ecológico.

Interacciones entre microorganismos


Un aspecto adicional a considerar en la ecología microbiana es el referente a los tipos de
interacción que pueden establecer los microorganismos entre sí y con los seres humanos.
Los microorganismos están presentes en todas las superficies exteriores de los utensilios, en el
aire, en el agua, en los alimentos y en las cavidades internas del cuerpo que tienen conexión
con el exterior (tracto respiratorio y tracto digestivo). En condiciones normales, los órganos y
cavidades internas carecen de microorganismos son estériles (estéril significa libre de
microorganismos). De la misma manera, el interior de los músculos o de cualquier tejido sólido
está estéril.
Los microorganismos no se encuentran aislados, sino que su número suele ser muy elevado
por unidad de volumen o por unidad de superficie. Por consiguiente, allí donde se encuentran
son muy abundantes. Además suelen formar agrupaciones de varios microorganismos que
interaccionan entre sí: unos pueden usar como alimento los productos residuales de otros, o
pueden ser atacados por los vecinos que compiten por el mismo alimento. Estas interacciones
dan lugar a sucesiones de microorganismos: la microflora de una superficie, de un alimento o
del interior de una cavidad abierta del cuerpo puede variar con el tiempo.

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1. CÉLULAS PROCARIÓTICAS Y EUCARIÓTICAS
Organismos eucarióticos son aquellos en cuyas células puede diferenciarse un núcleo que
contiene el material genético separado de un citoplasma en el que se encuentran diferentes
orgánulos celulares.
Entre los microorganismos eucarióticos más relevantes en medicina son los hongos
unicelulares o pluricelulares y algunos parásitos unicelulares (protozoos por ejemplo, tales
como los responsables del mal de Chagas, la toxoplasmosis, la malaria, entre otras).
Organismos procarióticos son aquellos en los que no existe la separación entre núcleo y
citoplasma. Dentro de este grupo se incluyen las bacterias.
Mención aparte merecen los virus, son partículas submicroscópicas capaces de causar
enfermedades en las plantas y otros organismos vivos. Debido a que no tienen metabolismo
propio, los virus sólo pueden vivir en las células vivas por lo que no pueden multiplicarse en
medios de cultivos artificiales. Estos agentes sólo pueden ser observados bajo el microscopio
electrónico y consisten en una proteína que encapsula a un ácido nucleico. La clasificación de
estos patógenos esta basada en sus propiedades morfológicas, bioquímicas, biofísicas,
inmunológicas y moleculares.
En general, las células procarióticas son más simples que las eucarióticas ya que estas
contienen membranas internas que diferencian órganos celulares (aparato de Golgi, retículo
endoplásmico, vacuolas, etc.) no presentes en las células procariotas. En estas el citoplasma es
continuo y en él se encuentra los encargados de la traducción del mensaje genético en
proteínas.
Las células eucarióticas son el resultado de una simbiosis establecida hace muchos millones de
años entre células procarióticas (que han dado lugar a las mitocondrias y a los cloroplastos) y
un núcleo eucariótico (el núcleo de nuestras células). A causa de esta simbiosis, ciertos agentes
quimioterápicos que son activos frente a procariotas pueden resultar tóxicos para eucariotas al
interaccionar con sus mitocondrias.

2. TIPOS MORFOLÓGICOS EN BACTERIAS Y EN MICROORGANISMOS EUCARIÓTICOS


La forma de las bacterias puede ser esférica (cocos), cilíndrica (bacilos), de coma (vibrios) o
helicoidal (espirilos). La forma de las bacterias viene determinada principalmente por la
estructura de su pared celular y es una de las características que sirven para identificarlas.
Las bacterias pueden presentarse como células aisladas o formando grupos. Esta característica
es también importante para poder identificarlas. En algunas casos la aparición de las bacterias
formando agrupaciones no es una característica de estas in vivo sino un efecto de ciertas
técnicas de tinción (como en el caso del género Staphylococcus que aparece formando racimos
sólo en preparaciones fijadas y teñidas; pero no en muestras vivas.
Las principales formas de formas de agrupamiento de las bacterias son las que se observan en
estreptococos (cadenas de cocos), estafilococos (agrupaciones en forma de racimos de cocos),
diplococos (parejas de cocos) sarcinas (agrupaciones en tétradas o en grupos de ocho cocos
dispuestos en forma de cubo. El tamaño de las células bacterianas es variable oscilando entre
una micra (µm) de diámetro y varias decenas de longitud en las especies más grandes. En
cualquier caso, su tamaño es más reducido que el de una célula eucariótica normal.
En las células eucarióticas, las formas son más variadas. Desde formas elipsoidales en las
levaduras, a formas complejas mantenidas por sistemas de citoesqueleto en ciertos protozoos.
A esto hay que añadir la organización pluricelular de hongos filamentosos y de algas.

3. CARACTERÍSTICAS DEL MATERIAL GENÉTICO PROCARIÓTICO, EUCARIÓTICO Y VIRICO


El material genético de los microorganismos está compuesto por ácidos nucleicos
(ADN y ARN). En este apartado, se revisará cómo está organizado dicho material en los
diferentes tipos de microorganismos.

3.1 Organización del material genético de bacterias

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1.- Cromosomas: Las bacterias y arqueas contienen normalmente cromosomas cerrados, esto
es, sin extremos. El número de cromosomas es variable, desde un único cromosoma
(Escherichia coli) a varios. Se consideran cromosomas a aquéllas moléculas de ADN que portan
información genética imprescindible para que la bacteria pueda crecer y multiplicarse.
En cualquier caso, los procariontes son organismos haploides porque sólo tienen una copia de
cada uno de los cromosomas. En su ciclo biológico tampoco hay fases diploides.
Los cromosomas procarióticos parecen tener un único origen de replicación, a diferencia de los
eucarióticos que tienen varios.
2.- Plásmidos: Las bacterias pueden contener plásmidos que son moléculas de ADN cerrado o
abierto, con un único origen de replicación, portadores de información prescindible (pero
necesaria para llevar a cabo ciertas funciones metabólicas, de producción de compuestos o de
resistencia a antibióticos) cuyo número es variable (plásmidos de bajo número de copias con 1
ó 2 por célula y plásmidos de alto número de copias con decenas o centenas por célula).
Los genes de los procariontes no tienen, normalmente, intrones (regiones genómicas no
codificantes de proteínas).

3.2 Organización del material genético de virus


Los virus presentan como material genético ADN o ARN de cadena simple o cadena doble en
forma de moléculas abiertas o cerradas dependiendo de las especies. El número de moléculas
por partícula viral también es variable según las especies.

3.3 Organización del material genético del núcleo eucariótico


1.- Cromosomas: los cromosomas eucarióticos son moléculas abiertas de ADN bicatenario. Su
número es característico de cada especie.
Los eucariontes son organismos diploides (con dos copias de cada uno de sus cromosomas), al
menos durante algunas fases de su ciclo biológico. La presencia de varios cromosomas y de
fases en las que en una célula hay varias copias de un mismo cromosoma hace necesarios
sistemas de división celular que aseguren el reparto equitativo del material genético entre las
células hijas. Estos sistemas son la mitosis y la meiosis. El material genético de los cromosomas
eucarióticos está protegido por proteínas denominadas histonas que organizan el ADN en
nucleosomas e intervienen en la modulación de la expresión génica.
2.- Plásmidos: se han observado en microorganismos tales como la levadura Saccharomyces
cerevisiae, donde se distinguen los minicromosomas (plásmidos que están en copia simple y
contienen un centrómero por lo que se comportan como pequeños cromosomas) del plásmido
de 2 µm de función desconocida. Es de esperar que existan plásmidos en otros tipos de
eucariotas.

3.4 Organización del material genético de los orgánulos celulares eucarióticos


Como son de origen procariótico, presentan características de este tipo de microorganismos.

4. LA PARED CELULAR BACTERIANA. LA TINCIÓN DE GRAM


Las bacterias presentan una membrana interna que rodea el citoplasma bacteriano y presenta
las características generales de las membranas plasmáticas. Hacia el exterior de la membrana
interna, todas las bacterias (con excepción de los micoplasmas grupo de organismos al que
pertenecen patógenos de los géneros Mycoplasma, Ureaplasma) presentan una pared celular
formada por un polímero complejo denominado peptidoglicano. Algunos tipos de bacterias
tienen una segunda membrana (membrana externa) que recubre la capa de peptidoglicano
por su parte exterior En aquellas bacterias en las que existe una membrana externa (bacterias
Gram-negativas), la capa de peptidoglicano es más delgada que en las que carecen de ella
(bacterias Gram positivas).

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Se denomina espacio periplásmico al comprendido en las bacterias Gram negativas entre las
membranas interna y externa y al inmediatamente adyacente a la membrana interna en el
caso de las bacterias Gram-positivas.

4.1 Cápsula y mucosa.


Muchas bacterias presentan en la parte exterior de sus paredes celulares otras capas que
sirven de protección frente a agresiones físicas, químicas o biológicas. Entre estas capas se
encuentran cubiertas proteicas que forman una especie de coraza denominada capa S y las
capas de naturaleza polisacarídica denominadas cápsulas.
La capa S está formada por proteínas y glicoproteínas y participa en la adhesión de las
bacterias a superficies, la protección frente a la fagocitosis y actúa como barrera frente a
enzimas o substancias que pudieran dañar a las bacterias que la poseen.
Las cápsulas están formadas por polisacáridos o polipéptidos y participan en la adhesión de las
bacterias a superficies, retardan la desecación de las bacterias en ambientes secos y
proporcionan protección frente a la fagocitosis. No solo las bacterias presentan cápsulas sino
que también han sido descritas en algunos hongos unicelulares (Cryptococcus neoformans).
Una característica observable de los microorganismos con cápsula es que forman colonias de
aspecto mucoso y liso.
Las diferentes variantes de cápsula de distintas cepas de una misma especie se pueden
identificar mediante métodos serológicos. El antígeno capsular se conoce como antígeno K.

4.2 Apéndices bacterianos: flagelos y fímbrias.


Las bacterias pueden poseer una serie de apéndices celulares que desempeñan funciones
diversas, entre ellas encontramos los flagelos y las fimbrias.

5. LAS ESPORAS DE PROCARIONTES Y DE EUCARIONTES.


Las endosporas (esporas) son formas de resistencia (a la temperatura, agentes químicos y
físicos, desecación, etc.) que presentan algunas bacterias Gram-positivas (Bacillus,
Clostridium). La producción de una endospora por una bacteria es un proceso lento que
requiere un tiempo considerable (horas). Se inicia como respuesta a condiciones ambientales
adversas y culmina con la muerte de la célula madre de la endospora y la liberación de ésta.
En las esporas el material citoplásmico se ha desecado al máximo y han acumulado ciertas
moléculas (ácido dipicolínico) que les dotan de una gran termorresistencia. La pared celular de
las esporas es de un tipo de peptidoglicano modificado.
La forma y posición de la endospora en la célula productora proporciona información sobre
qué especie es. Por consiguiente, tiene valor taxonómico.
En general, puede decirse que las esporas son de forma esférica y suelen aparecer libres,
aunque en ocasiones se pueden observar en el interior de las bacterias a las que deforman de
una manera característica, lo que sirve para su identificación (Clostridium).

6. LOS VIRUS
Los virus son parásitos que consisten de una molécula de ácido nucleico cubierta por una
cápsula de proteínas denominada cápside; en algunos casos, contienen una bicapa lipídica y
una cubierta de glicoproteínas (se denominan virus envueltos); otros no la poseen (virus
desnudos). Dado que muchos virus poseen únicamente unos cuantos genes, para su
proliferación, se apoderan de la maquinaria genética de las células que parasitan a través de la
inyección de su material genético, es decir, carecen de metabolismo, de ahí que se considere a
los virus como no vivos o entre la frontera entre lo vivo y lo no vivo. De la misma forma, debe
ser claro que los antibióticos no tienen efecto sobre los virus. Se dispone sí de agentes
antivirales que son capaces de inhibir pasos críticos de la replicación del virus dentro de la
célula tras inhibir alguna enzima viral que participa en el ciclo. Se dispone además de vacunas
específicas para diferentes virus que pueden inhibir su infección o modificar el curso de la

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misma. No obstante a la fecha hay importantes enfermedades virales para las cuales no se
cuenta con vacunas efectivas (HIV, hepatitis C, virus respiratorio sincicial, entre otros).
El genoma viral es muy pequeño, lo que limita el número de proteínas que puede codificar.
Para resolver este problema, la cápside está formada de uno o muy pocos tipos de proteínas,
que a menudo se arreglan de manera simétrica.
Una manera de clasificar a los virus es de acuerdo al tipo de material genético que poseen, de
ahí que en esta categoría únicamente existen dos tipos: los virus de ADN como los
bacteriófagos que parasitan específicamente a bacterias; los adenovirus (que causan catarros y
conjuntivitis entre otras afecciones); los papilomavirus que causan verrugas y los virus herpes
(incluye diferentes virus como herpes simplex, Epstein Barr, citomegalovirus, varicela-zóster,
entre otros). La otra categoría esta formada por los virus de ARN como el de la influenza, la
hepatitis C, y el de la inmunodeficiencia humana.
No todos los virus ocasionan inmediatamente la muerte de la célula infectada, algunos, como
los que invaden las células animales, convierten a estas últimas en fábricas perpetuas de virus,
de tal manera que la membrana celular no se rompe a la salida de los virus.
Los retrovirus poseen dentro de su cápside dos moléculas de ARN de una sola hebra y una
enzima denominada transcriptasa reversa. Una vez que el genoma viral ha sido introducido en
la célula, la transcriptasa construye ADN a partir del molde original de ARN; este nuevo ADN es
incorporado al cromosoma celular. En ese momento se lleva a cabo la transcripción,
generando las moléculas de ARN virales, la transcriptasa reversa y las proteínas de la cápside.

6.1 Enfermedades virales.


Los virus causan un amplio espectro de enfermedades en todos los organismos vivientes.
En el hombre, las enfermedades virales incluyen infecciones respiratorias (gripe, neumonía),
gastrointestinales (diarrea), exantemas en piel (herpes, sarampión, varicela, entre otros),
paperas, hepatitis, sida, encefalitis y meningitis, conjuntivitis, entre varias entidades.

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