Tendencias Curriculares A Considerar en Los Procesos de Cambio Educacional
Tendencias Curriculares A Considerar en Los Procesos de Cambio Educacional
Tendencias Curriculares A Considerar en Los Procesos de Cambio Educacional
Resumen
A modo introductorio
En este sentido, Posner (2001, p. 37) considera que los currículos deben
ser entendidos en términos de sus contextos históricos y responder a
interrogantes como las que siguen: ¿quiénes fueron sus arquitectos y cuáles los
principios que los guiaron?, ¿a qué situación educativa o ¿ a qué conjunto de
problemas estaba dirigido?, ¿a qué presión social o política respondían?, y
¿cuál fue el centro del esfuerzo del diseño curricular? La necesidad de responder
a estas preguntas tiene que ver con la cantidad de creencias, divergencias y
motivaciones de los responsables de cambiar los currículos, siendo el producto
un diseño curricular aproximado de los intereses, voluntades y decisiones de
quienes finalmente lo pondrían en ejecución.
Por lo expuesto y ante estas inquietudes, Posner (ob. cit) propone cinco
criterios de elegibilidad válidos para la generación de teoría curricular: definir el
concepto de hombre a formar, caracterizar su proceso de formación, describir el
tipo de experiencias educativas y los contenidos curriculares requeridos para
impulsar el proceso de desarrollo, definir el tipo de relaciones entre educando y
educador en la visión del logro de las metas de formación, prescribir los
métodos y técnicas utilizables. En el estudio y la aplicación de los citados
criterios o fenómenos propios del hecho educativo, se centra gran parte de las
investigaciones curriculares, dado que los mismos atienden a la evolución de las
líneas de pensamiento que guían la producción del conocimiento en el campo
educativo y en las ciencias humanas en general. De allí que, sin duda, la
profundización en el quehacer investigativo constituya una tendencia curricular
dirigida a generar teoría en esta materia.
De allí que la planificación estratégica debe ser reconocida por lo que es, un
medio para programar estrategias ya formuladas que trabaja formalmente sus
implicaciones, su naturaleza analítica, basada en la descomposición en
elementos; mientras que, el proceso de formulación y elaboración de estrategias
es esencialmente sintético. La cuestión es operar dentro de una orientación
táctica, capaz de detectar el perfil de necesidades y planificar estratégicamente
las únicas o múltiples alternativas para satisfacerlas.
Así como la hibridación, desde mediados de los años 80 del siglo XX otra
tendencia que aparece en escena es la noción de metacurriculum estrechamente
ligada a los enfoques psicológicos del aprendizaje, cuya premisa fue y sigue
siendo la formación de los estudiantes en estrategias de aprendizaje de alto nivel,
el desarrollo de sus capacidades de pensamiento, el desarrollo de actitudes y
motivación favorables al estudio y a la investigación, la adquisición de
habilidades complejas, la aparición de estrategias de cooperación y autogestión
del aprendizaje, la toma de decisiones y la solución de problemas como nuevas
maneras de tratar los problemas educativos; es decir, el curriculum centrado en
el aprender a aprender significativamente. Esta tendencia evoluciona hacia la
perspectiva del empoderamiento o fortalecimiento de las personas que atienda no
sólo a lo intelectual sino también a lo humano y lo social a través de redes de
apoyo o actuaciones concretas de los agentes educativos.
construcción curricular
Hasta el presente ha existido una edad para estudiar y otra para trabajar, pero
progresivamente las barreras entre el trabajo y el estudio se han difuminado. Ahora
es necesario repensar los contenidos de los niveles básicos para no formar a los
estudiantes con las mismas estrategias que se ofrecían cuando el planteamiento se
sustentaba en que la formación culmina en la etapa escolar, pues hoy día la
formación es permanente y continua. Así mismo, la idea según la cual es necesario
acumular muchos y variados conocimientos va quedando atrás, lo importante es
saber cómo aprenderlos en el momento en que se necesiten, saber dónde
encontrarlos y cómo obtenerlos, pues el conocimiento por sí mismo no es el
objetivo final, éste tiene sentido en la medida de su aplicación y vigencia.
Este nuevo orden supone un modo de relación diferente del hombre con su
entorno, con sus dos universos: exterior e interior, lo que hace necesario un nuevo
tipo de formación, nuevas formas de educarse, de vivir, de producir y de generar
conocimientos. En el campo educativo no podrán desconocerse: los
nuevos protocolos de software, los programas de aplicación, los diseños
educativos, la creación de novedosos materiales, los curricula interactivos, las
bibliotecas electrónicas, los tesauros, y toda la tecnología emergente en este
campo; para los cuales la exigencia de nuevos entornos y de nuevos roles para el
docente, el estudiante y la institución, así como distintos lenguajes y competencias
en la formación de los docentes, son retos a enfrentar.
Desde una mirada aún más crítica, Apple, M. (1986) lo describe como la
enseñanza tácita de las normas y expectativas sociales y económicas a los
estudiantes… e Illich, I. (1975) asume que el currículo oculto comprende un
conjunto de prácticas y mensajes que se transmiten a lo largo de la experiencia
escolar, los cuales no aparecen explícitos en el currículo institucional y comunican
indeleblemente el concepto de que solamente a través de la escuela el individuo
podrá prepararse para la vida en sociedad. Por esto, el curriculum oculto actúa no
sólo por inclusión sino también por exclusión, deslegitimando todo aquello que
excluye. Aunque a este proceso algunos autores lo llaman curriculum
nulo, refiriéndose a lo que es negado en la escuela, que no es enseñado, aquello
que es excluido por opción ideológica, ignorancia u omisión consciente, ya sea por
considerarlo superfluo o impracticable.
En síntesis
Referencias
FICHA BIOGRÁFICA
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