Jurispridencia Amparo Medida Cautelar

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EXPEDIENTE: AP71-R-2021-0000015

PRESUNTOSAGRAVIADOS:Ciudadanos FRANCO BIOCCHI ZURITA, ERNESTO


VOLPATTI ROLDÁN y PIETRO VOLPATTI CLOROTTO, venezolanos, mayores de
edad y titulares de las cédulas de identidad Nos. V-16.164.722, V-10.386.458 y V-
8.941.536, respectivamente, así como las Sociedades MercantilesDELL ACQUA C.A.,
constituida de conformidad con el documento constitutivo inscrito en fecha 29 de diciembre
de 1960, en el libro de comercio No. 60 llevado por el Juzgado de Primera Instancia en lo
Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, bajo el No. 205
eINDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A.(INDAGRO), constituida por ante el Registro
Mercantil del Estado Monagas en fecha 14 de marzo de 1985, bajo el No. 35.

REPRESENTANTE JUDICIAL DE LOS PRESUNTOS AGRAVIADOS: CARLOS


DOMÍNGUEZ HERNÁNDEZ, MARK MELILLI SILVA, ANDRÉS RAFAEL CHACÓN,
ANTHONY MUÑOZ PONCEy CARLOS CARIELES BOLET, venezolanos, mayores de
edad, titulares de las cédulas de identidad Nos. V-6.876.386, V-13.511.463, V-17.642.633,
V-25.227.284 y V-26.411.135, inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado
bajo los Nos. 31.491, 79.506,194.360, 296.960 y 306.983, respectivamente.

PRESUNTO AGRAVIANTE: JUZGADO DÉCIMO DE PRIMERA INTANCIA EN LO


CIVIL, MERCANTIL, TRANSITO Y BANCARIO DE LA CIRCUSNSCRIPCIÓN
JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITAN DE CARACAS.

TERCERO INTERESADO:Ciudadanos REMIR FERNANDO GUARDAZZI RIVERO y


SERGIO REMO GUARDAZZI RIVERO, venezolanos, mayores de edad y titulares de las
cédulas de identidad Nos. V-6.880.024 y V-9.946.853, respectivamente.

REPRESENTACIÓN JUDICIAL DEL TERCERO INTERESADO:OMAR JOSE


SANCHEZ RODRIGUEZ, JOSE ANTONIO GARCIA MORAN y ANGEL LUIS LEON
QUINTANA, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cedulas de identidad Nros. V-
10.465.992, V-11.175.045 y V-19.420.444, respectivamente, abogados en ejercicio,
inscritos en el Inpreabogado bajo los Números 60.456, 80.053 y 169.723, respectivamente.

MOTIVO: AMPARO CONTITUCIONAL.


SENTENCIA: DEFINITIVA
-I-
Conoce este Tribunal Superior previa distribución de Ley efectuada, el día 11 de juniode
2021, la presente ACCION AUTÓNOMA DE AMPARO CONSTITUCIONAL incoada
por los ciudadanos FRANCO BIOCCHI ZURITA, ERNESTO VOLPATTI ROLDÁN y
PIETRO VOLPATTI CLOROTTO,así como por las Sociedades MercantilesDELL
ACQUA C.AeINDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) contra el JUZGADO
DÉCIMO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL, TRANSITO Y
BANCARIO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA
DE CARACAS.
Recibidoslos recaudos en fecha 14 de junio de 2021, se formó el expediente, sele dio
entrada en esa misma oportunidad, se admitió la Acción de Amparo y se ordenaron las
notificaciones del presunto agraviante, del tercero interesado y al representante del
Ministerio público. Asimismo, se ordenó abrir el presente cuaderno de medidas.
En fecha 15 de junio de 2021, se dictó decisión cautelar innominada mediante la cual se
suspenden los efectos de la decisión de fecha 25 de mayo de 2021, dictada por el Juzgado
Décimo de Primera Instancia En Lo Civil, Mercantil, Transito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, efectuándose lo conducente
para la notificación de dicha medida por vía electrónica y física del presunto agraviante,
terceros interesado y administradores-liquidadores designados por el Tribunal de Instancia.
Cumplidas con las notificaciones pertinentes en el cuaderno principal, del presunto
agraviante, terceros interesados y al Fiscal del Ministerio Público, en fecha 25 junio de
2021 el secretario deja constancia que inició el lapso de 96 horas para la fijación de la
Audiencia Constitucional. Asimismo, por auto de esa misma fecha se fijó oportunidad para
celebrarse la señalada audiencia por vía telemática para el día 30 de ese mismo mes y año.
En la oportunidad fijada fue celebrada la audiencia constitucional con la intervención
telemática de la parte querellante, tercero interesado y presencia del Fiscal del Ministerio
público.
-II-
DE LA COMPETENCIA.

De la revisión de los autos, se constata que la acción de amparo fue incoada ante esta
instancia superior, contra actuación judicial emanada del Juzgado Décimo de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil Transito y Bancario de esta Circunscripción Judicial; al
respecto, es menester traer a colación el criterio esgrimido en sentencia emanada de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 30 de noviembre de 2016, con
ponencia de la Magistrado Luis Fernando Damiani Bustillos, la cual señaló lo siguiente:

“(…) CONSIDERACIONES PARA DECIDIR


La presente acción de amparo fue interpuesta contra la decisión del 11 de agosto de 2016,
dictada por el Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región
Nor-Oriental, en la que decretó medida cautelar de suspensión de efectos en el marco del
trámite del recurso contencioso administrativo de nulidad interpuesto por la representación
judicial de la sociedad mercantil “Frigorífico Industrial El Poder Es de Dios, C.A.”, contra
la providencia administrativa número SM001-2016, del 01 de julio de 2016, dictada por la
Sindicatura Municipal, que rescindió el contrato de concesión otorgado a la referida
empresa y ordenó la restitución de las instalaciones del matadero al municipio.
Asimismo, se advierte que el Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de
la Circunscripción Judicial de la Región Nor-Oriental el 20 de septiembre de 2016, se
declaró incompetente para conocer de la acción de amparo interpuesta, y declinó su
conocimiento en esta Sala Constitucional.
Ello así, corresponde a la Sala pronunciarse respecto a su competencia para conocer de la
presente acción de amparo constitucional. En este sentido observa:
Establece el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, el régimen de competencia aplicable a los amparos ejercidos contra
decisiones judiciales, en los siguientes términos:
Artículo 4: Igualmente procede la acción de amparo cuando un Tribunal de la República,
actuando fuera de su competencia, dicte una resolución o sentencia y ordene un acto que
lesione un derecho constitucional.
En estos casos, la acción de amparo debe interponerse por ante un tribunal superior al que
emitió el pronunciamiento, quien decidirá en forma breve, sumaria y efectiva.
En relación a dicha norma esta Sala Constitucional del Máximo Tribunal de la República en
sentencia N° 1555 del 8 de diciembre de 2000, caso: “Y.C.”, estableció que “con relación a
los amparos que se incoen de conformidad con el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales, como ellos deberán ser conocidos por los
jueces superiores a los que cometen la infracción constitucional, de acuerdo al derecho
material que gobierna la situación jurídica lesionada, dichos jueces superiores conocerán en
primera instancia de esos amparos, mientras que los superiores jerárquicos conocerán la
alzada”.
Así pues, visto entonces que los amparos contra decisiones, actuaciones u omisiones
judiciales deberán ser conocidos por los jueces superiores de los señalados como presuntos
agraviantes…”

En Venezuela todos los Tribunales de la República tienen jurisdicción constitucional, y por


tal motivo cualquier Juez de la República tiene que hacer valer la Constitución, como
norma suprema ante cualquier acto dictado por un Tribunal de inferior jerarquía, de
conformidad con lo establecido en el artículo 334 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en concordancia con el artículo 20 del Código de Procedimiento
Civil. -
En el caso bajo estudio la solicitud de protección constitucional fue interpuesta contra el
Juzgado Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en consecuencia, es
competente este Juzgado de Superior para conocer de la presente acción de amparo
constitucional, por ser el Superior Jerárquico del Tribunal querellado, así se establece.
La doctrina sostiene que la acción de amparo, en cualquiera de sus modalidades, tiene por
objeto la tutela judicial efectiva de los derechos subjetivos consagrados expresa o
tácitamente en la Constitución, en el cual el afectado directamente por el acto lesivo podrá
solicitar, a través del ejercicio de esta acción, el restablecimiento de la situación jurídica
infringida.
Ahora bien, establecida como ha sido la competencia para conocer del presente asunto pasa
este Sentenciador actuando en sede constitucional a pronunciarse sobre el fondo de la
acción de amparo constitucional interpuesta y, en este sentido pasa a analizar los alegatos
esgrimidos por las partes en el decurso del presente proceso, y observa que los
representantes judiciales acreditados en autos exponen lo siguiente:

ALEGATOS DE LA QUERELLANTE

De la lectura del escrito de amparo, se aprecia que la parte solicitante hace referencia a los
hechos y circunstancias en que fundamenta su pretensión en los siguientes términos:
“(…) ocurrimos ante su competente autoridad de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 26, 27, 49, 112 y 115 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, en concordancia con las normas contenidas en los artículos 1, 2 y 4 de la Ley
Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, a los fines de
interponer ACCIÓN AUTÓNOMA DE AMPARO CONSTITUCIONAL en contra de las
actuaciones lesivas a los derechos constitucionales de nuestros representados, proferidas
por el TRIBUNAL DÉCIMO (10°) DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL,
MERCANTIL, TRÁNSITO Y BANCARIO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL
DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS, contenida en la sentencia interlocutoria
dictada en fecha 25 de mayo de 2021, la cual nos permitimos adjuntar en copia simple
marcada con la letra “F”, en donde se decretaron una serie de medidas preventivas en
contra de nuestros representados, entre ellas: (i) medida cautelar innominada para la
designación de una junta de administración y liquidación ad hoc y (ii) medida cautelar de
prohibición de enajenar y gravar; las cuales fueron dictadas en el marco del procedimiento
de tutela anticipada cautelar solicitado en el libelo de demanda que por disolución y
liquidación fuere presentado por los ciudadanos REMIR FERNANDO GUARDAZZI
RIVERO y SERGIO REMO GUARDAZZI RIVERO, venezolanos, mayores de edad y
titulares de las cédulas de identidad Nos. V-6.880.024 y V-9.946.853,quienes en lo
sucesivo denominaremos como LOS DEMANDANTES; lo cual hacemos en los siguientes
términos.
I
Sobre la sentencia objeto del amparo constitucional
Las medidas cautelares decretadas por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, y ejecutadas en fecha 09 de junio de 2021 por el Tribunal Cuarto de Municipio
Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio Caroní del Segundo Circuito de la
Circunscripción Judicial del Estado Bolívar (en el caso de la sociedad mercantil Dell
Acqua) y por el Tribunal Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los
Municipios Maturín, Aguasay y Santa Bárbara de la Circunscripción Judicial del Estado
Monagas (en el caso de la sociedad mercantil Indagro), vulneran de manera flagrante y
directa los derechos constitucionales al debido proceso, la tutela judicial efectiva y
amenazan con lesionar el derecho a la propiedad y la libertad de asociación, derechos que
se encuentran consagrados en los artículos 26, 49, 112 y 115 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, razón por la cual ejercemos la presente acción
autónoma de amparo constitucional, a los fines de restablecer de manera inmediata la
situación jurídica infringida en el goce y ejercicio de los derechos constitucionales de
nuestros representados, y así poder evitar la consumación de nuevas lesiones, lo cual
formulamos con base en las consideraciones de hecho y de derecho que serán expuestas en
el presente escrito.
Los demandantes, quienes son accionistas de las empresas Dell Acqua e Indagropor
ostentar un 20% para el caso de la primera compañía y un 30% del capital social de la
segunda, iniciaron un procedimiento de disolución y liquidación en contra de las ya
referidas sociedades mercantiles con fundamento en unas supuestas actividades irregulares
emprendidas por nuestros representados en el giro comercial de las compañías, las cuales
en su criterio se referían a una serie de decisiones que fueron adoptadas (hace más de 12
años) por los órganos societarios -supuestamente- en detrimento de los socios minoritarios,
lo cual, en su decir, trajo como consecuencia la pérdida del animus societatis.
De igual forma, constituye un aspecto relevante la flagrante violación al principio del Juez
natural, pues de los mismos recaudos acompañados por los demandantes se desprende con
absoluta claridad que los domicilios de las compañías, de acuerdo con sus propios estatutos,
son la ciudad de Puerto Ordaz, Estado Bolívar para el caso de la sociedad mercantil Dell
Acqua y la ciudad de Maturín, Estado Monagas para el caso deIndagro, aspecto que cobra
relevancia pues vemos cómo existe un Juez natural competente para conocer de cualquier
disputa, siendo este Juez natural correspondiente al domicilio de las sociedades mercantiles,
a saber un Juez del Estado Bolívar y del Estado Monagas, respectivamente.
No obstante lo anterior, los demandantes solicitaron el decreto de unas medidas cautelares
que resultaron ser lesivas e inconstitucionales y, sobre las cuales, sin apego al ordenamiento
jurídico, ni mucho menos respeto por la administración de justicia y al debido proceso, se
configuró lo que consideramos un error inexcusable de derecho por las actuaciones del
Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, al dictar las medidas
cautelares consistentes en la designación de una junta de administración y liquidación ad
hoc y una medida de prohibición de enajenar y gravar sobre bienes de ambas compañías.
El írrito, y por demás violatorio de derechos constitucionales, decreto de medidas cautelares
quedó proferido, en los siguientes términos:
“PRIMERO: DECRETA MEDIDA CAUTELAR INNOMINADA DE DESIGNACIÓN
ADMINISTRADOR-LIQUIDADOR, sobre las empresas DELL ACQUA e INDUSTRIAS
AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), antes identificadas; se nombre para tales efectos
como administrador-liquidador de DELL ACQUA C.A., al ciudadano HUMBERTO
PEROZO, C.I. V-4.349.641 y en relación a la sociedad mercantil INDUSTRIAS
AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) se nombra como administrador-liquidador al
ciudadano SERGIO CASTELLANOS, C.I. V-9.683.456, quienes tendrán las atribuciones
establecidas en el artículo 350 del Código de Comercio, a saber: 1° Formar inventario, al
tomar posesión del cargo recaído en su persona, de todas las existencias, créditos y deudas
de cualquier naturaleza que sean y a recibir los libros, correspondencia y documentación de
las sociedades. 2° Continuar y concluir las operaciones que estuvieran pendientes al tiempo
de las disoluciones solicitadas. 3° Exigir cuenta de la gestión de los administradores y de
cualquier otro que haya manejado intereses de las sociedades. 4° Liquidar y cancelar las
cuentas de las sociedades con terceros y con cada uno de los socios; sin que puedan pagar a
éstos ninguna suma sobre las cuotas que pueden corresponderles mientras no estén
realizadas las cancelaciones a los acreedores de las sociedades. 5° Cobrar los créditos,
activos, percibir su importe y otorgar los finiquitos correspondientes. 6° Vender las
mercancías y demás bienes muebles e inmuebles de las sociedades, aun ante la existencia
de menores entredichos o inhabilitados entre los interesados, sin sujetarse a las
formalidades prescritas por el Código Civil respecto a estos. 7° Presentar estados de
liquidación cuando los socios lo exijan. 8° Rendir, al fin de la liquidación cuenta general de
su administración. 9° Presentar cuenta de su gestión como liquidador, en la misma época de
su gestión. 10° Se faculta al liquidador para representar a las sociedades en todos los
procedimientos administrativos que se requieran instaurar ante la Administración Pública,
así como para intervenir en cualquier proceso judicial en que sean partes DELL ACQUA e
INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO)como demandantes, demandados o
terceros, bien opositores o adhesivos. 11° Se faculta al acreedor para realizar contrataciones
con terceros, proveedores de bienes y servicios que sean necesarios para el normal
desarrollo de las operaciones de las sociedades, y todas aquellas que sean necesarias para
garantizar que se realice la terminación de la obra, la transferencia de la propiedad a los
terceros y la liquidación de las obligaciones. Por cuanto el domicilio de la Sociedad de
DELL ACQUA C.A., se encuentra en el Estado Bolívar y el domicilio de INDUSTRIAS
AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), se encuentra en el Estado Monagas, se ordena
librar Despacho-Comisión para la ejecución del presente decreto cautelar a los Juzgados de
Municipio Ordinario y Ejecutores de Medidas en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Bolívar y de la Circunscripción Judicial del Estado
Monagas respectivamente. ASÍ EXPRESAMENTE SE DECIDE. Líbrese Despacho –
Comisión.
SEGUNDO: NIEGA LA MEDIDA CAUTELAR INNOMINADA DE DESIGNACIÓN
DE UNA COMISIÓN DE VIGILANCIA sobre las gestiones y actuaciones que realice el
liquidador, que está integrado por un representante nombrado por los potenciales
acreedores y un representante de los trabajadores, por haber sido acordada la designación
de un administrador-liquidador, con facultad para ejercer tales funciones. ASÍ
EXPRESAMENTE SE DECIDE.
TERCERO: NIEGA LA MEDIDA CAUTELAR INNOMINADA DE BLOQUEO E
INMOVILIZACIÓN DE CUENTAS BANCARIAS Y CUALQUIER OTRO
INSTRUMENTO FINANCIERO inherentes a las Sociedades Mercantiles DELL ACQUA
C.A., e INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), en razón que ello pueda
interrumpir el normal desarrollo de las operaciones y obligaciones de las referidas
sociedades. ASÍ EXPRESAMENTE SE DECIDE.
CUARTO: DECRETA MEDIDA CAUTELAR NOMINADA DE PROHIBICIÓN DE
ENAJENAR Y GRAVAR bienes inmuebles que estén registrados a nombre de las
Sociedades Mercantiles DELL ACQUA e INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A.
(INDAGRO), respecto a la posibilidad de dilapidación de los bienes durante el tiempo que
el presente proceso se tramite. En tal sentido, ofíciese lo conducente a la Oficina de
Registro Público Inmobiliario a que corresponda, previa consignación de los documentos
fundamentales para ello; para la ejecución del presente decreto cautelar se ordena librar
despacho-comisión a cualquier juzgado de Municipio Ordinario y Ejecutores de Medidas
en lo Civil, Mercantil y Tránsito, para hacer efectiva la misma. Líbrese Despacho-
Comisión. Líbrense oficios y déjese constancia de lo actuado. ASÍ EXPRESAMENTE SE
DECIDE”.
En virtud de lo anterior, esta representación judicial no se explica cómo, en el afán de dictar
las medidas cautelares, el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
ignoró los preceptos constitucionales que serán expuestos en la presente solicitud de
amparo constitucional, los cuales han sido considerados en numerosas oportunidades por
nuestra jurisprudencia nacional en relación con la inconstitucionalidad de la designación de
una junta de administración y liquidación ad hoc, así como en relación con la
improcedencia de las medidas cautelarespor ausencia de los extremos legales exigidos en el
ordenamiento jurídico.
Es por ello que, a los fines de restablecer la situación jurídica infringida en el goce y
ejercicio de los derechos constitucionales de nuestros representados, se requiere de su
competente autoridad judicial, como Juez de amparo protector de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, en primer lugar, el decreto de una medida cautelar
innominada que suspenda los efectos de la ejecución de la sentencia interlocutoria dictada
en fecha 25 de mayo de 2021 por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, mientras dure la tramitación de la presente acción de amparo constitucional y, una
vez sea dictada la sentencia definitiva del presente proceso constitucional, se acuerde la
revocatoria de las medidas cautelares decretadas en fecha 25 de mayo de 2021, por ser estas
abiertamente inconstitucionales.
(…)
Idoneidad, competencia y admisibilidad del amparo constitucional
La presente acción de amparo constitucional la ejercemos con fundamento en lo dispuesto
en el Artículo 27 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como en
los Artículos 1, 2 y 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, por cuanto el objeto de esta solicitud de amparo constitucional se refiere a
una serie de actuaciones lesivas de los derechos constitucionales de nuestros representados,
emprendidas por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y
Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, quien ha
actuado fuera de su competencia constitucional, es decir, con abuso de poder y
extralimitación de sus atribuciones constitucionales, lo cual ha resultado en una lesión
actual, inmediata y directa de los derechos constitucionales de mis representados, en
particular, (i) el derecho al debido proceso, (ii) el derecho a la tutela judicial efectiva, y (iii)
el derecho a la propiedad y libertad de asociación; todo en virtud de la sentencia
interlocutoria dictada en fecha 25 de mayo de 2021.
Como hemos expuesto, la acción de amparo constitucional se ejerce en contra de
violaciones a los derechos constitucionales de nuestros representados como resultado de las
medidas cautelares decretadas por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, y ejecutadas por el Tribunal Cuarto de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas
del Municipio Caroní del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado
Bolívar (en el caso de la sociedad mercantil Dell Acqua) y por el Tribunal Primero de
Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Maturín, Aguasay y Santa
Bárbara de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas (en el caso de la sociedad
mercantil Indagro). Es por ello que la competencia para el conocimiento de la presente
acción de amparo constitucional corresponde a los Juzgados Superiores en lo Civil,
Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial con competencia territorial en
el lugar donde ocurrieron o se originaron las infracciones constitucionales denunciadas, en
este caso, la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas.
Determinada la competencia, la presente acción de amparo constitucional debe ser admitida
por el Juzgado Superior al que le corresponda conocer de la presente solicitud, por cuanto
no se incurren en ninguna de las causales de inadmisibilidad establecidas en el Artículo 6
de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales. En ese
sentido, téngase en cuenta los siguientes particulares:
− Las medidas cautelares decretadas por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana
de Caracas, y ejecutadas por el Tribunal Cuarto de Municipio Ordinario y Ejecutor de
Medidas del Municipio Caroní del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del
Estado Bolívar (en el caso de la sociedad mercantil Dell Acqua) y por el Tribunal Primero
de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Maturín, Aguasay y
Santa Bárbara de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas (en el caso de la sociedad
mercantil Indagro), no solo afectan los derechos constitucionales de nuestros representados,
sino que también atenta contra el orden público constitucional, por cuanto la sentencia
interlocutoria obstaculiza el giro comercial de personas jurídicas de derecho privado que
prestan actividades en el sector público, donde ambas compañías procuran beneficios para
el estado y garantizan la soberanía alimentaria.
− No ha cesado la infracción alegada, por cuanto nuestros representados ven como se ha
venido consumando acciones que cercenan el libre ejercicio de la actividad económica o
giro comercial de las sociedades mercantiles. A tales efectos, y como prueba fehaciente de
dichos actos lesivos nos permitimos anexar comunicación remitida por el írrito e
inconstitucional administrador-liquidador ad hoc designado por el Tribunal Décimo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, donde con la intención de fiscalizar, controlar y limitar
los derechos e intereses de nuestros representados, solicitó información detallada sobre la
sociedad mercantil Indagro, tal y como se evidencia en la comunicación que anexamos al
presente escrito identificada con la letra “G”. Por lo cual, aún es posible restablecer los
derechos constitucionales de nuestros representados, mediante el correspondiente
mandamiento constitucional o con el decreto de la medida cautelar innominada que
suspenda los efectos de la sentencia interlocutoria decretada por el Tribunal Décimo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, y ejecutada por el Tribunal Cuarto de Municipio
Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio Caroní del Segundo Circuito de la
Circunscripción Judicial del Estado Bolívar (en el caso de la sociedad mercantil Dell
Acqua) y por el Tribunal Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los
Municipios Maturín, Aguasay y Santa Bárbara de la Circunscripción Judicial del Estado
Monagas (en el caso de la sociedad mercantil Indagro).
− Actualmente la vía del amparo constitucional es la única vía célere para la obtención de la
respuesta urgente que se requiere para erradicar la violación denunciada, pues, nuestros
representados no pueden esperar, ni mucho menos tolerar el desmedro de sus derechos
constitucionales, hasta el punto que tales administradores-liquidadores consumen la misión
encomendada por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito
y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, así como
tampoco pueden esperar un eventual pronunciamiento por el mismo Tribunal que dictó las
írritas e inconstitucionales medidas cautelares.
(…)
En consecuencia, solicitamos que sea admitida la presente acción de amparo constitucional
por violaciones a los derechos de nuestros representados, en particular, (i) el derecho al
debido proceso, (ii) el derecho a la tutela judicial efectiva, y (iii) el derecho a la propiedad y
libertad de asociación; en virtud de la sentencia interlocutoria dictada en fecha 25 de mayo
de 2021 por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y
Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, y ejecutadas
por el Tribunal Cuarto de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio
Caroní del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar (en el caso
de la sociedad mercantil Dell Acqua) y por el Tribunal Primero de Municipio Ordinario y
Ejecutor de Medidas de los Municipios Maturín, Aguasay y Santa Bárbara de la
Circunscripción Judicial del Estado Monagas (en el caso de la sociedad mercantil Indagro).
III
Procedencia de laacción de amparo constitucional.
El ordenamiento jurídico venezolano exige, como requisitos de procedencia de la acción de
amparo constitucional, que se verifique: (i) una actuación del órgano jurisdiccional
agraviante que se configure fuera de su competencia constitucional, y (ii) la violación de
algún derecho o garantía fundamental. Por tales motivos, en el presente capítulo nos
referiremos al contenido y alcance de cada requisito de procedencia.
3.1 Sobre la conducta ilegítima e inconstitucional del Tribunal Décimo de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, al emprender los actos lesivos que son objeto de la presente
acción de amparo constitucional.
En virtud de lo dispuesto en el Artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, la acción de amparo constitucional contra actos o decisiones
judiciales procede cuando el órgano jurisdiccional «actuando fuera de su competencia, dicte
una resolución o sentencia u ordene un acto que lesione un derecho constitucional».
Esta expresión «actuando fuera de su competencia», utilizada por el legislador en el artículo
parcialmente citado, fue objeto de interpretación por nuestra Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia No. 233 de fecha 20 de febrero de 2001, en la
cual se estableció:
“Así pues, es requisito de procedencia del amparo contra decisiones judiciales, que el juez
accionado haya actuado fuera del ámbito de su competencia, entendida esta no sólo desde
el punto de vista procesal (por la materia, por el territorio y por la cuantía), sino cuando se
refiere más al aspecto constitucional de la función pública, a saber: la constitución y la ley
definirán las atribuciones de los órganos que ejercen el Poder Público, cada una de las
ramas del Poder Público tiene sus funciones propias y toda autoridad usurpada es ineficaz y
sus actos son nulos”.
En otras palabras, también se considera que el órgano jurisdiccional actúa fuera de su
competencia cuando existe una extralimitación o abuso de poder o usurpación de funciones.
En el caso que nos ocupa, las actuaciones emprendidas por el órgano jurisdiccional
constituyen una clara y flagrante extralimitación de funciones, por cuanto vulneraron los
derechos constitucionales de nuestros representados.
Una vez más reiteramos que, la lesión sufrida por nuestros representados se produjo porque
el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, decretó las siguientes medidas
cautelares: (i) medida cautelar innominada que resulta ser inconstitucional debido a la
inobservancia de criterios jurisprudenciales jurídicamente vinculantes, y (ii) medida
cautelar nominada decretada en ausencia de los extremos legales para su procedencia.
3.1.1 Sobre la medida cautelar innominada.
En relación con la inconstitucionalidad e ilegalidad de la designación de los
administradores-liquidadores ad hoc, debemos señalar que los órganos de las sociedades
mercantiles Dell Acqua e Indagroresultaron ser removidos de facto, por cuanto la írrita
medida cautelar decretada por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, implica una alteración en el control y manejo del giro comercial de las compañías
(…)
Esa extralimitación de funciones se hace palpable en aquellos casos donde (i) no se
evidencia un análisis exhaustivo entre el fondo de lo demandado, el fundamento y las
consecuencias del decreto de la medida cautelar que fuere solicitada, y (ii) cuando se
distorsiona la naturaleza jurídica y las características esenciales de las medidas cautelares.
Pues, no se puede olvidar que entre las características esenciales de las medidas cautelares
se encuentra la instrumentalidad y provisionalidad, lo cual implican que las providencias
cautelares no pueden llegar a convertirse en providencias definitivas (…)
Lo cierto es que, en el presente caso no se evidencia un análisis exhaustivo entre el fondo
de lo demandado (disolución y liquidación de una sociedad mercantil) y la naturaleza de la
medidas cautelares que fueron solicitadas(designación y liquidación ad hoc y prohibición
de enajenar y gravar), por cuanto la sentencia interlocutoria decretada por el Tribunal
Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, lejos de prevenir o anticipar el
supuesto riesgo manifiesto de que quedara ilusoria la ejecución del fallo, resultó ser un
pronunciamiento cautelar con efectos definitivos.
La írrita y por demás excesiva/perjudicial sentencia que da lugar a esta acción de amparo
constitucional infringe valores constitucionales de forma directa pues es evidente que los
derechos y garantías relacionadas con el debido proceso, la seguridad jurídica que se
desprende de los criterios reiterados y pacíficos establecidos por el Tribunal Supremo de
Justicia, la tutela judicial efectiva en su más amplio concepto, fueron total y absolutamente
cercenados con el decreto de tales medidas cautelares, existiendo en consecuencia una
obligación del Juez Constitucional de tutelar la violación flagrante de los derechos y
garantías de nuestros representados, y así expresamente lo solicitamos.
Distinguido Juez, tal y como hemos referido, las írritas medidas cautelares hacen ilusorio el
juicio principal, por cuanto el fin perseguido (sentencia definitiva) fue ejecutado
anticipadamente con el decreto de la providencia cautelar, la cual vulneró flagrantemente
los derechos constitucionales de nuestros representados. Al respecto, es importante que el
juez constitucional tenga en cuenta que los efectos definitivos de la írrita medida cautelar se
circunscriben a las amplias y extensas facultades que les fueron otorgadas a la junta de
administración y liquidación ad hoc, las cuales consisten en:
“(…) se nombra para tales efectos como administrador-liquidador de DELL ACQUA C.A.,
al ciudadano HUMBERTO PEROZO, C.I. V-4.349.641 y en relación a la sociedad
mercantil INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) se nombra como
administrador-liquidador al ciudadano SERGIO CASTELLANOS, C.I. V-9.683.456,
quienes tendrán las atribuciones establecidas en el artículo 350 del Código de Comercio, a
saber: 1° Formar inventario, al tomar posesión del cargo recaído en su persona, de todas las
existencias, créditos y deudas de cualquier naturaleza que sean y a recibir los libros,
correspondencia y documentación de las sociedades. 2° Continuar y concluir las
operaciones que estuvieran pendientes al tiempo de las disoluciones solicitadas. 3° Exigir
cuenta de la gestión de los administradores y de cualquier otro que haya manejado intereses
de las sociedades. 4° Liquidar y cancelar las cuentas de las sociedades con terceros y con
cada uno de los socios; sin que puedan pagar a éstos ninguna suma sobre las cuotas que
pueden corresponderles mientras no estén realizadas las cancelaciones a los acreedores de
las sociedades. 5° Cobrar los créditos, activos, percibir su importe y otorgar los finiquitos
correspondientes. 6° Vender las mercancías y demás bienes muebles e inmuebles de las
sociedades, aun ante la existencia de menores entredichos o inhabilitados entre los
interesados, sin sujetarse a las formalidades prescritas por el Código Civil respecto a estos.
7° Presentar estados de liquidación cuando los socios lo exijan. 8° Rendir, al fin de la
liquidación cuenta general de su administración. 9° Presentar cuenta de su gestión como
liquidador, en la misma época de su gestión. 10° Se faculta al liquidador para representar a
las sociedades en todos los procedimientos administrativos que se requieran instaurar ante
la Administración Pública, así como para intervenir en cualquier proceso judicial en que
sean partes DELL ACQUA e INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) como
demandantes, demandados o terceros, bien opositores o adhesivos. 11° Se faculta al
acreedor para realizar contrataciones con terceros, proveedores de bienes y servicios que
sean necesarios para el normal desarrollo de las operaciones de las sociedades, y todas
aquellas que sean necesarias para garantizar que se realice la terminación de la obra, la
transferencia de la propiedad a los terceros y la liquidación de las obligaciones. Por cuanto
el domicilio de la Sociedad de DELL ACQUA C.A., se encuentra en el Estado Bolívar y el
domicilio de INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), se encuentra en el
Estado Monagas, se ordena librar Despacho-Comisión para la ejecución del presente
decreto cautelar a los Juzgados de Municipio Ordinario y Ejecutores de Medidas en lo
Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar y de la
Circunscripción Judicial del Estado Monagas respectivamente. ASÍ EXPRESAMENTE SE
DECIDE. Líbrese Despacho – Comisión”.
Indiscutiblemente, esta sentencia interlocutoria causa un grave e irreparable daño en los
derechos constitucionales de nuestros representados, por cuanto nada obsta para que la
junta de administración y liquidación ad hoc designada por el Tribunal Décimo de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, emprenda acciones lesivas que resulten en el cese y/o disolución
de las sociedades mercantiles Dell Acqua e Indagro.

Sobre este último punto, es pertinente aclarar que tanto Dell Acqua C.A e Industrias
Agropecuarias C.A. (Indagro) son empresas con vasta experiencia y solidez con más de 40
años de operatividad ininterrumpida en el país, contando, para el caso de Dell Acqua, con
una amplia experiencia en la ejecución de obras tanto para el sector público como privado,
algunas de las cuales, por su naturaleza y magnitud, forman parte importante de la
infraestructura y el parque industrial venezolano, y para el caso de Industrias Agropecuarias
C.A. (Indagro) el desarrollo de actividades de ganadería. Por lo que, tanto la actividad
comercial como la vida societaria de ambas compañías ha sido, a lo largo del tiempo,
pacífica y sin mayores inconvenientes, pues se han caracterizado por cumplir a cabalidad
con sus obligaciones tanto legales como societarias, lo cual se ha traducido en su
crecimiento y sostenibilidad en el tiempo. Incluso presentando actividades en el sector
público, procurando beneficios para el estado y para la soberanía alimentaria. A tal efecto,
y con la intención de ratificar la solidez y buena reputación de las referidas sociedades
mercantiles nos permitimos acompañar 2 contratos públicos identificados con las letras “H”
e “I”, que fueron celebrados con el estado venezolano.
(…)
Razón por la cual, esta representación judicial reitera que se encuentran dado los extremos
de procedencia del amparo constitucional en contra de la sentencia interlocutoria dictada
por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de
la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas. (…)
Sobre la medida cautelar nominada.
Sin ánimo de que el presente capítulo sea entendido como una oposición a la sentencia
interlocutoria dictada en fecha 25 de mayo de 2021, resulta oportuno hacer unas
consideraciones en torno al incumplimiento de los requisitos de procedencia de las medidas
cautelares.
En ese sentido, es importante señalar que los demandantes argumentaron la existencia de un
supuesto riesgo manifiesto de que quedara ilusoria la ejecución del fallo, el cual
fundamentaron alegando que, mientras durara el juicio, nuestros representados podían
mantener o emprender acciones en detrimento de los accionistas minoritarios, lo cual a su
decir, convertiría en inútil e ilusoria cualquier sentencia de fondo que pudiera declarar “con
lugar” la disolución y liquidación de las sociedades mercantiles.
No obstante, en contravención con la obligación que tienen los jueces de motivar su
decisión a fin de que las partes puedan ejercer control sobre la legalidad de la medida
decretada, al poder constatar con las pruebas producidas y analizadas por el juez, los
argumentos ut supra señalados resultaron en el fundamento de la sentencia interlocutoria
dictada por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y
Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, el cual
estableció:
“En lo que respecta al periculum in mora, la jurisprudencia pacífica siempre ha apuntado a
que su verificación no se limita a la mera hipótesis o suposición, sino que se verifique la
presunción grave del temor al daño por violación o desconocimiento del derecho, si este
existiese, bien por la tardanza de la tramitación del juicio, bien por los hechos del
demandado durante ese tiempo que burlen o desmejoren la efectividad de la sentencia
esperada”.
Fundamento que dista de lo dispuesto por nuestra doctrina y jurisprudencia nacional,
quienes han sido contestes al considerar que el juicio de valor que el juez debe formarse
para decidir sobre la procedencia o no de la medida cautelar debe consistir en un juicio
sumario que le permita determinar la verosimilitud del derecho solicitado en la medida
cautelar. Sin embargo, como se puede evidenciar del extracto de la sentencia dictada por el
Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, el juicio de valor del Juez
resultó ser efímero y, por ende, debe concluirse en favor de la inexistencia del supuesto
riesgo manifiesto que fuese considerado en la providencia cautelar objeto del presente
amparo.
Antes de concluir, resulta oportuno aclarar que cuando un órgano jurisdiccional decreta una
medida cautelar es porque considera, con fundamento en las pruebas producidas, que existe
la presunción grave del derecho reclamado y el peligro de mora. Esto permite que, la parte
contra quien obre la medida pueda conocer con certeza las razones, motivos o fundamentos
por los cuales el Juez llegó a considerar que estaban demostrados los extremos legales para
su procedencia.
Como puede evidenciarse con absoluta y meridiana claridad, el Tribunal Décimo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas suplió la omisión de los demandantes, por cuanto al
momento de dar por demostrado el supuesto del periculum in mora y del periculum in
damniexpuso “(…)los argumentos expresados por la parte actora tanto en el libelo de
demanda y las pruebas instrumental con el producidas, así como lo manifestado en dicho
escrito sobre el daño inminente y los documentos consignados”; resulta ser una mención
solo a título enunciativo, sin especificación alguna, en cuál o cuáles tipos de prueba
consideró que estaban demostrados dichos presupuestos procesales para que la parte contra
la que obra la medida cautelar pudiese, una vez analizadas las mismas, considerar si
realmente esos medios probatorios le permitieron al Juez concluir la existencia del
periculum in mora y del periculum in damni.
(…)
Indudablemente, el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y
Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas infringió lo
previsto en el Artículo 12 del Código de Procedimiento Civil, pues la providencia cautelar
no se atiene a lo alegado y probado en autos por los solicitantes, lo que implica una
actuación lesiva por abuso de poder y extralimitación de funciones constitucionales.
En consecuencia, tal inmotivación resulta ser manifiestamente contraria a la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela y a los Estatutos Sociales, lo cual constituye un
error inexcusable de derecho que es causa directa de la solicitud del presente amparo
constitucional, por cuanto, esta conducta arbitraria ha generado en nuestros representados
una clara y flagrante violación de sus derechos constitucionales, en particular, (i) el derecho
al debido proceso, (ii) el derecho a la tutela judicial efectiva, y (iii) el derecho a la
propiedad y libertad de asociación; los cuales se encuentran consagrados en los artículos
26, 49, 112 y 115 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, tal y como
se demostrará en la presente solicitud de amparo constitucional.
3.2 Sobre la lesión de los derechos y garantías constitucionales de nuestros representados,
en virtud de la sentencia interlocutoria dictada por el Tribunal Décimo de Primera Instancia
en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas.
El segundo requisito de procedencia de la acción de amparo contra decisiones o actos
judiciales se refiere a la violación de derechos constitucionales o fundamentales. En ese
sentido, es importante hacerle saber a esta superioridad que los actos jurídicos contra los
cuales se ejerce la presente acción de amparo violan y amenazan los derechos
constitucionales de nuestros representados, en particular, (i) el derecho al debido proceso,
(ii) el derecho a la tutela judicial efectiva, y (iii) el derecho a la propiedad y libertad de
asociación, los cuales se encuentran consagrados en los artículos 26, 49, 112 y 115 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
3.2.1 Sobre el derecho al debido proceso previsto en el artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
con la medida cautelar decretada en fecha 25 de mayo de 2021 por el Tribunal Décimo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, se está violando el derecho al debido proceso de
nuestros representados, el cual se encuentra regulado en el artículo 49 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, que establece:
(…)
En relación con la violación del debido proceso como derecho constitucional, resulta
oportuno señalar que en el presente caos se evidencia una flagrante violación al principio
del “juez natural”, por cuanto el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, decidió admitir la demanda que por disolución y liquidación de sociedad mercantil
fuere intentado por los demandantes, cuando de los documentos consignados en el libelo se
desprende que las sociedades mercantiles Dell Acqua e Indagro se encuentran domiciliadas
en el Estado Bolívar y en el Estado Monagas, respectivamente. En relación con el principio
del “juez natural”, es importante señalar lo dispuesto por la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia en Sentencia No. 520 dictada el 07 de junio de 2000, en
donde estableció:
(…)
Lo cierto es que, en el presente caso no se verificó el cumplimiento de los presupuestos
procesales previstos en el ordenamiento jurídico venezolano, por cuanto el tribunal de la
causa no se encontraba investido de autoridad de conformidad con lo dispuesto en el
Artículo 44 del Código de Procedimiento Civil, el cual establece:
“La demanda entre socios se propondrá ante la autoridad judicial del lugar donde se halle el
domicilio de la sociedad. Se propondrán ante la misma autoridad judicial las demandas
entre socios, aun después de disuelta y liquidada la sociedad, por la división y por las
obligaciones que se deriven de ésta, con tal de que se propongan dentro de un bienio, a
partir de la división. Esto sin perjuicio de que pueda intentarse la demanda ante el Tribunal
del domicilio en los términos que expresa el aparte último del artículo 43”.
En consecuencia, el actuar del Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas
cercenó el derecho al debido proceso de nuestros representados, por cuanto no declinó su
competencia en los tribunales que resultaban ser jurídicamente competentes y procedió a
dictar la medida cautelar objeto del presente amparo constitucional.
No obstante lo anterior, esta representación judicial señala con bastante preocupación que
el debido proceso de nuestros representados no solo se vio socavado por la falta de
competencia territorial del juez, sino que también se manifiesta por una serie de actos
lesivos emprendidos por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, los
cuales consistieron en(i) la restricción de acceso a los expedientes signados con las
nomenclaturas AP11-V-F-2021-000178, y AH1A-X-F-2021-000178, y (ii) la irrupción en
el proceso ordinario de “comisión”, por cuanto se omitió informar a la Dirección de
Alguacilazgo y a la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos de los Tribunales
de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, sobre las comisiones de ejecución libradas a
los Tribunales de Municipio y Ejecutores de Medidas del Estado Bolívar, y a los Tribunales
de Municipio y Ejecutores del Estado Monagas; tal y como se evidencia en las
comunicaciones acompañadas al presente escrito e identificadas con las letras “J”y “K”.
En relación con el acceso al expediente como derecho conexo al debido proceso, es
importante resaltar lo dispuesto por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
(caso: Soportes Eléctricos C.A.) en sentencia dictada en fecha 29 de agosto de 2001, en
donde estableció:
(…)
Así, teniendo en consideración lo dispuesto en el ordenamiento jurídico, y los criterios
jurisprudenciales citados ut supra, se evidencia que el juezal momento de decidir la
pretensión que fue sometida a su consideración, debió pronunciarse respecto a los alegatos
formulados por los demandantes, así como a los elementos probatorios que se encontraban
en el expediente, so pena de vulnerar el derecho a la tutela judicial efectiva como en efecto
sucedió.
Como hemos expuesto en la presente solicitud de amparo constitucional, su competente
autoridad podrá observar la forma en que el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana
de Caracas, declaró con lugar las medidas cautelares sin atender al orden público
constitucional, ponderar previamente la consecuencias jurídicas de su declaratoria y, por
último, sin analizar si se encontraban o no dados los requisitos de procedencia para el
decreto de las medidas cautelares. Análisis que no fue realizado en el presente caso, por lo
cual solicitamos que así sea declarado.
3.2.2 Sobre el principio de confianza legítima o expectativa plausible.
Ahora bien, lo cierto es que la violación al debido proceso y a la tutela judicial efectiva no
son las únicas violaciones a derechos constitucionales en las que incurrió el agraviante, sino
que igualmente se inobservó el principio de confianza legítima o expectativa plausible por
falta de aplicación de los criterios jurisprudenciales, en los cuales incurrió el órgano
jurisdiccional agraviante al momento de proferir su decisión, con la cual como se desarrolló
previamente, se está afectando el derecho al debido proceso, a la tutela judicial efectiva y el
derecho a la defensa de nuestros representados.
En virtud de ello, resulta necesario hacer mención al criterio establecido por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en Sentencia No. 401 dictada en fecha 19
de marzo de 2004, en la cual quedó sentado el siguiente criterio:
(…)
bien, el anterior criterio proferido y reiterado por la Sala Constitucional en otras ocasiones,
dada su importancia, fue sostenido y ampliado en decisión de fecha reciente,
específicamente en el caso Sanitas de Venezuela, S.A., Empresa de Medicina Prepagada, en
el cual en fecha 15 de diciembre de 2016 se dictó Sentencia No. 1.149 con ponencia del
Magistrado Calixto Ortega Ríos, en la cual se estableció lo siguiente:
(…)
El hecho es que tal y como se ha expuesto en la presente solicitud de amparo
constitucional, el órgano jurisdiccional agraviante no solo llevó a cabo una completa
inobservancia de criterios jurisprudenciales que han sido establecidos y reiterados en
diversas ocasiones por las Salas del Tribunal Supremo de Justicia, sino que además llevó a
cabo una inobservancia de las normas previstas en el Código de Procedimiento Civil.
En consecuencia, debe necesariamente tenerse en consideración que con el actuar del
órgano jurisdiccional agraviante, no solo se está causandouna lesión sino que se están
agravando los daños producto de esa lesión, siendo necesaria una respuesta por parte del
Tribunal al cual corresponda conocer de la presente acción de amparo, a los fines de lograr
el restablecimiento de los derechos constitucionales que están siendo violados,
debiendosuspenderse con premura los efectos de las medidas cautelares decretadas en fecha
25 de mayo de 2021 por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, y en
efecto, así solicitamos sea declarado.
3.2.3 Sobre el derecho a la propiedad y libre comercio previstos en los artículos112 y 115
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Con el decreto de la medida cautelar decretada en fecha 25 de mayo de 2021 por el
Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, se está violando el derecho a
la propiedad y libre comercio, los cuales se encuentran regulado en los artículos 112 y 115
de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que establecen:
(…)
Los derechos constitucionales de nuestros representados relacionados con la propiedad y el
libre comercio se ven cercenados por el decreto de las medidas cautelares de prohibición de
enajenar y gravar, así como la designación de la junta de administración y liquidación ad
hoc, por cuanto son contrarías al ordenamiento jurídico venezolano y ocasionan un daño
irreparable para las sociedades mercantiles Dell Acqua e Indagro, quienes se verían
administrada y dirigidas por un extraño sin el conocimiento ni la inmediación que se
requiere para la conducción eficiente del objeto social.
Más aun, es importante señalar que con la designación de la junta de administración y
liquidación el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y
Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, le otorgó
amplias facultades a la junta interventora y removió -arbitrariamente- a los órganos
societarios legalmente constituidos. Hechos que resultan en una clara violación al derecho
de propiedad y libre comercio de nuestros representados.
(…)
Petitorio
En virtud de los argumentos expuestos a lo largo del presente escrito, solicitamos muy
respetuosamente, la admisión de la presente acción autónoma de amparo constitucional
pronunciándose en el auto de admisión en torno a la protección cautelar solicitada, y en
consecuencia sea notificado de la presente solicitud en su condición de agraviante al
Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas; para lo cual solicitamos se
sirva librar oficio dirigido a su respectivo despacho.
Igualmente solicitamos la notificación de (i) el Tribunal Cuarto de Municipio y Ejecutor de
Medidas del Municipio Caroní del Estado Bolívar, (ii) Tribunal Primero de Municipio
Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Maturín, Aguasay y Santa Bárbara de
la Circunscripción Judicial del Estado Monagas, (iii) los ciudadanos Remir Fernando
Guardazzi Rivero y Sergio Remo Guardazzi Rivero, venezolanos, mayores de edad y
titulares de las cédulas de identidad Nos. V-6.880.024 y V-9.946.853, respectivamente; y
(iv) los administradores-liquidadores Humberto Perozo y Sergio Castellanos, venezolanos,
mayores de edad y titulares de las cédulas de identidad Nos. V-4.349.641 y V-9.683.456,
también respectivamente; por su condición de interesados en las resultas de la presente
solicitud de amparo constitucional.
Solicitamos también que, una vez rendida la audiencia constitucional pertinente, la presente
acción sea declarada con lugar, y en consecuencia sean amparados los derechos
constitucionales invocados, ordenándose la abstención a realizar cualquier acto que busque
amenazar con la liquidación, fiscalización y/o control de las sociedades mercantiles Dell
Acqua e Indagro.

ALEGATOS DE LA QUERELLANTE EN LA AUDIENCIA CONSTITUCIONALVIA


TELEMATICA
En la oportunidad en que se celebró la audiencia constitucional, la querellante expuso:
“(…) que hay violaciones al debido proceso por las medidas tomadas fuera de la
competencia territorial, por tener las empresas domicilio fuera de Caracas y por la materia
respecto de la empresa INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), dictándose
una medida cautelar con la cual se pronunció sobre el fondo del asunto, violando además
criterios jurisprudenciales asentados desde hace tiempo, mencionando los casos de “Fama
de América” y “Digitel”. La medida que se ataca fue dictada usurpando funciones y
extralimitándose pues las facultades otorgadas a los administradores liquidadores suprimen
de facto a los administradores de la compañía y produce la liquidación anticipada de dos
compañías, sin derecho a la defensa de los afectados, violando los principios
constitucionales y jurisprudenciales al producir intromisión en las compañías que
representan. Que si bien existe una vía ordinaria el mismo no garantiza el restablecimiento
expedito e inmediato de las violaciones denunciadas, las cuales fueron ejecutadas ya que el
administrador-liquidador tomó posesión de las dos compañías, por lo que la vía
constitucional y su cautelar en sede constitucional restauraría la situación jurídica agraviada
de forma expedita. Ratifica las irregularidades de la medida cautelar señala que se trató de
un procedimiento irregular y que no tuvo acceso al expediente, siendo que el Tribunal de
causa, bajo el argumento de temor de pérdida del expediente lo mantiene bajo resguardo, no
existiendo en el expediente un argumento que permita dicho resguardo, existiendo sobradas
violaciones directas de la tutela judicial efectiva y dentro de esta la legítima confianza y
expectativa plausible conforme criterios del Tribunal Supremo de Justicia. Las
circunstancias determinantes contra la procedencia de las actuaciones contra las medidas
según el Máximo Tribunal de la República deben ser idóneas para restablecer la situación
infringida. Los medios idóneos con que contaba esta representación no restablecerían de
manera inmediata la situación jurídica que se ha infringido con la medida dictada por el
presunto agraviante

ALEGATOS DEL PRESUNTO AGRAVIANTE

En la oportunidad fijada para celebrar la Audiencia Constitucional la presunta agraviante


remitió correo con los descargos que ha bien tuvo en señalar y posteriormente fue
consignado en físico, señalando lo siguiente:
“(…) Por su parte el presunto agraviante, remitió mediante correo electrónico en esta
misma fecha su descargo señalando: “…Este juzgador, a cargo del Tribunal Décimo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, parte presuntamente agraviante, niega, rechaza y
contradice en todas las formas de derecho, la presente acción de amparo constitucional, al
considerar de manera muy objetiva que ha sido reiterado el criterio jurisprudencial
conforme al cual ante las decisiones contentivas de medidas cautelares la parte afectada
tiene a su disposición un medio judicial breve, idóneo y expedito para lograr el
restablecimiento de la situación jurídica que considere lesionada, como lo es la oposición
prevista en el artículo 602 del Código de Procedimiento Civil. Así, como regla general, la
acción de amparo constitucional será inadmisible, conforme lo previsto en el artículo 6.5 de
la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, cuando la parte
afectada por la medida cautelar haya hecho oposición a la medida o, pudiendo hacerlo, no
lo haya hecho. En este sentido, este Juzgado recibió por correo electrónico el escrito de
oposición a la medida el día viernes 11 de junio de 2021 –último día de semana flexible- el
cual fue enviado a su contraparte en esa misma fecha mediante correo electrónico de
conformidad con lo establecido en el aparte OCTAVO de la Resolución 05-2020 de fecha
05 de octubre de 2020, emanada por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de
Justicia, y así lo hizo constar la Secretaría de este Juzgado en el expediente, y luego
presentado en físico en fecha 21 de junio de 2021 –primer día de la semana flexible
siguiente. Ahora bien, de acuerdo a la admisión proferida por el ad quem, estableció que
tuvo conocimiento de la presente acción de amparo en fecha 11 de junio de 2021, es decir,
el mismo día que los presuntos agraviados se opusieron a la medida ante este juzgado, sin
que comenzase siquiera a computarse los lapsos correspondiente a que este juzgado pudiese
decidir la oposición, ni mucho menos agotarse el lapso establecido en la ley adjetiva Civil
referente al artículo 602; siendo la oposición o una eventual apelación el medio idóneo para
restablecer sus derechos constitucionales supuestamente violentados, ya que estos resultan
manifiestamente eficaces y aún más expeditos que la propia tramitación de una acción de
amparo, para restablecer de manera efectiva e inmediata la situación jurídica aparentemente
infringida; observando, esta parte presuntamente agraviante que en el presente caso no se
encuentran presentes los elementos para concluir que la vía ordinaria de la oposición contra
el decreto cautelar objeto de la acción de amparo, dejó de ser un medio idóneo para el
restablecimiento de la situación jurídica que se denuncia ante esta alzada, ya que, vista la
complejidad del juicio que por disolución y liquidación de sociedad, no evidencia quien
suscribe que la gravedad de lo denunciado como agravio constitucional haga procedente
acudir a esta vía del amparo como medio urgente para el restablecimiento de los derechos
constitucionales denunciados como lesionados. Tampoco observa esta parte presuntamente
agraviante, sin que ello implique un pronunciamiento sobre la cuestión de fondo del juicio,
que la cautela cuestionada en amparo, haya hecho un uso ilimitado, absoluto o lesivo a
derechos constitucionales de su poder cautelar, ni que haya atentado contra los más
elementales principios del proceso, o haya quebrantado de manera ostensible el
ordenamiento jurídico y sea palpable, franca y grosera la violación de la Constitución, ni
mucho menos haya incurrido en error inexcusable de derecho, por cuanto, consideré lo
previsto en el artículo 585 y 588 del mencionado Código adjetivo, sobre la procedencia de
que cualquier medida cautelar debe estar condicionada al cumplimiento concurrente de los
requisitos, es decir, presumí la existencia –tal y como quedo establecido en el
pronunciamiento de fecha 25 de mayo de 2021- del buen derecho o fumusboni iuris, cuya
protección se persigue con la medida cautelar solicitada, al juzgarlo como probable y
verosímil; ponderando la existencia del riesgo de quedar ilusoria la ejecución del fallo o
periculum in mora, por haber sido alegada la amenaza de que se produzca un daño
irreversible para la parte peticionante por el retardo en la obtención de la sentencia
definitiva; y, adicionalmente, por versar sobre medidas innominadas, aparte de los
requisitos anteriores, analicé el periculum in damni o el temor fundado de que una de las
partes pudiera causarle lesiones graves o de difícil reparación al derecho de la otra, al haber
evidenciado que la petición respecto a la cual se solicitó la protección cautelar, tuvo en mi
mente sentenciadora la apariencia de su conformidad al derecho, sin recurrir a un estudio
detallado y profundo de lo que constituye el themadecidendum del caso; y con vista a la
sentencia Nº 402 de fecha 25 de marzo de 2009, Exp: 08- 0022, de la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado Levis
Ignacio Zerpa, consideré mediante una valoración meramente objetiva los argumentos y
pruebas aportadas por el actor sobre la venta de acciones inherentes al capital societario de
la Sociedad Mercantil –hoy codemandante-, como un hecho demostrativo de la procedencia
del periculum in damni, lo que constituyó una carga para los solicitantes de la medida, a los
efectos de poder decretar o no la tutela cautelar, cuando menos en principio,
verosímilmente fundada, o lo que es lo mismo, la presunción de buen derecho, o fumusboni
iuris; concurrentemente, con el periculum in mora y, por último, con el periculum in damni,
evidenciando y justificando objetivamente la necesidad de adoptar las medidas cautelares
solicitadas para evitar posibles lesiones que pueda sufrir, en caso de no atenderse la
protección preventiva peticionada, por consiguiente rechazo formalmente la acción
constitucional ejercida contra la sentencia interlocutoria cautelar, tratándose entonces de
una situación casuística que depende de la necesidad dentro del proceso, y lo cual no
implica automáticamente una violación de los derechos constitucionales del debido
proceso, tutela judicial efectiva, derecho a la defensa, derecho a ser oído y la garantía de
igualdad ante la ley, ni en el presente caso una excepción que justifique la utilización del
amparo constitucional como un medio idóneo para impugnar el decreto cautelar que se
delata como lesivo de derechos constitucionales imputados al Tribunal a mi cargo.
Asimismo señalan los presuntos agraviados, que este juzgador viola derechos
Constitucionales, trayendo a colación argumentos que tiene que ver con el pronunciamiento
a través de incidencias dentro del proceso o de fondo, como lo es el domicilio de las
sociedades mercantiles; como el dictar medidas cautelares; es por ello, que se debe destacar
que la acción de amparo Constitucional no es una tercera instancia, utilizando esta acción
de forma indiscriminada contra fallos judiciales, para que se convierta en una nueva
instancia, abusando de esta institución, por cuanto una medida cautelar no puede
considerarse violatoria de normas Constitucionales, es por ello, que el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, deja claramente evidenciado la
voluntad del constituyente de preservar a toda costa la justicia, a través de la “Tutela
Judicial Efectiva”, que contempla el derecho de acceder al órgano judicial para obtener un
pronunciamiento oportuno y eficaz y que se encuentra íntimamente relacionado con la
seguridad jurídica que esencialmente protegen los derechos personales, patrimoniales,
individuales y colectivos; el cual también, se contempla como un mecanismo capaz de
garantizar al ordenamiento jurídico. El derecho a la “Tutela Judicial Efectiva”, también
comprende el derecho a la ejecutoriedad de la sentencia obtenida, por lo tanto, dicha
garantía implica -para los administrados- la obligación de someter el trámite de sus
pretensiones a los órganos jurisdiccionales establecidos por el Estado mediante las vías y
los medios procesales contemplados en las leyes adjetivas, así como también la de no
obstruir, de manera alguna, la administración de justicia desarrollada por el Estado en
cumplimiento de sus funciones, lo que conlleva la obligación de no realizar actos inútiles ni
innecesarios a la defensa de los derechos que se pretendan sean declarados, configurándose
un “abuso del derecho generador de responsabilidades”; es por ello, que la tutela cautelar
también es garantía del derecho a la “Tutela Judicial Efectiva”, pues, las mismas van
dirigidas a garantizar la eficacia de la función jurisdiccional. Por tanto, este jurisdicente, en
su condición de Juez del Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, de conformidad
a lo previsto en el numeral 5° del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos
y Garantías Constitucionales, solicito que el presente amparo constitucional sea declarado
inadmisible por cuanto la parte accionante, a pesar de haberse opuesto al decreto cautelar
objeto de la presente acción, no fue agotado en su integridad, y siendo el agotamiento de las
vías existentes el medio idóneo para dilucidar la situación jurídica que denuncia como
lesiva de los derechos denunciados como infringidos, tal y como ha sido reiterado
insistentemente por la Jurisprudencia del alto Tribunal de Justicia, la oposición a las
medidas cautelares como el medio idóneo e inclusive más inmediato que el amparo
constitucional. Finalmente, debe este operador de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
rechazar, negar y contradecir formalmente estar haya incurrido en abuso de poder y
extralimitación de atribuciones o funciones, ni haya incurrido, reitero, en violación de los
derechos constitucionales del debido proceso, tutela judicial efectiva, confianza legítima o
expectativa plausible, ni el derecho a la propiedad, ni en error inexcusable, ni que haya
incurrido en silencio de pruebas, por cuanto las medidas cautelares no son
inconstitucionales, pues, el artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, establece que estamos ante un Estado de “Justicia” y la única forma para que las
sentencias no queden ilusorias es a través de las medidas cautelares, para que el justiciable
pueda tener una “Justicia Material”, de allí que no se encuentra dada su
inconstitucionalidad, ni que se viole con ello algún derecho protegido…”.

TERCERO INTERESADO

El tercero interesado explano los siguientes argumentos durante la audiencia constitucional


vía telemática:
“Que la vía del amparo es extraordinaria, utilizable cuando no exista otro recurso o se
hayan agotado estos. Invocan y dan lectura a jurisprudencias del Tribunal Supremo de
Justicia para soportar su argumento. Señalo la inadmisibilidad de la presente acción por
motivos contenidos en el artículo 6.5 de la Ley de Amparo Sobe derechos y Garantías
Constitucionales; que el presente es un recurso extraordinario, pero que la querellante
señala como motivo del uso de la misma por que la vía ordinaria es muy lenta, según los
querellantes citando los dichos de este. Que los demandados en instancia tienen otra vía,
que ellos opusieron oposición ante el Tribunal de instancia, utilizando las dos vías, la
ordinaria y la Constitucional paralelamente. Si la parte demandada intentó amparo, no
debió haber ejercido actuaciones de la vía ordinaria, eso conlleva a la inadmisibilidad de la
acción pues hicieron uso del recurso ordinario y es más hasta promovieron pruebas, por lo
que este amparo debe ser declarado inadmisible. Solicitamos de conformidad con el
artículo 6.5 de la Ley de Amparo, la inadmisibilidad ya que cursa ante el Tribunal de
instancia la oposición y que no notificaron o señalaron tal circunstancia a este Tribunal,
siendo que tanto la oposición en instancia y el presente recurso tienen los mismos
alegatos…”

ALEGATOS DEL MINISTERIO PÚBLICO

La representación del Ministerio Público efectuó su exposición en el acto de audiencia oral,


señalando lo siguiente:
“(…) las pruebas que van a remitir están destinadas a demostrar la existencia de recurso
ordinario, dirigido con ello al argumento de inadmisibilidad, si esto es así procederá a dar
su opinión. Como ya ha sido expuesto el presente amparo versa sobre una sentencia
interlocutoria del Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Transito y
Bancario de La Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en la cual
designó un administrador-liquidador y le concedió una cantidad de facultades extensa de lo
que se puede colegir que tienen amplias atribuciones amplias enumerándose varias de ellas.
Que ciertamente la acción de amparo protege derechos y garantías constitucionales y que
con la presente se pretende la restitución y restablecimiento de las garantías
constitucionales y solo procede la misma cuando por la vía procesal ad hoc no es posible
que se restituyan los derechos violados o amenazados de ser violados lo cual fue
establecido de manera tajante por la Sala del Tribunal Supremo de Justicia, en cuanto a que
ante la interposición de una acción de amparo deben ser revisadas las causales de
inadmisibilidad contenidas en el artículo 6 de la Ley de la materia, ya que son de orden
público. Que la existencia de la vía ordinaria, ejercida por la parte agraviada que es en esta
audiencia que se tiene noticia de ello, sin embargo por repetidas sentencias dictadas por la
Sala Constitucional a través del tiempo ha sido atemperado el criterio tajante de la vía
ordinaria y le da a las partes la posibilidad de optar por el recurso ordinario o la acción de
amparo siempre que den evidencia del porqué toma la vía constitucional y no ordinaria y en
este caso la parte accionante justificó la utilización de esta vía. Esta representación es de la
opinión que debe ser admisible la presente acción pues el recurso ordinario fue ejercido,
pero hasta el día de hoy no ha llegado a la conclusión, por lo que resulta evidente que el
recurso ordinario no ha sido idóneo, ni eficaz para restablecer la violación denunciada, por
lo cual se palpa la idoneidad del recurso de amparo y se solicita sea desechado el
argumento de inadmisibilidad. Cuando la acción de amparo es contra una decisión judicial
debe ser una interpretación de manera más restrictiva, ya que con su decisión se podrían
vulnerar los principios de seguridad jurídica e inalteridad de la cosa juzgada. Señala el
artículo 4 de la ley de amparo, que la acción de amparo procederá cuando el Juez actúe
fuera de su competencia, entendida esta competencia también desde el punto de vista
constitucional, y hay que verificar si la actuación se realizó con extralimitación de
funciones o abuso de poder, incluso en usurpación de funciones traspasando los límites de
su poder. En el presente caso se dictó una medida innominada de nombramiento de un
administrador liquidador con atribuciones que exceden a lo señalado en la jurisprudencia
del caso “Fama de América”, donde se estableció que las medidas que toma el Juez no
pueden ir contra las decisiones de las compañías, su giro comercial, ni decisiones de sus
asambleas, por lo que al nombrarse un administrador-liquidador se configura una violación,
pues no da oportunidad de defensa a la parte demandada, materializándose una violación
del debido proceso, derecho a la defensa, tutela judicial efectiva, efectuado decisión de
fondo al inicio del juicio, resultando evidente que con todas las facultades otorgadas va a
interferir en la dirección de la empresa y va contrario al criterio del Tribunal Supremo de
Justicia y demás sentencias que las ratifica, toda vez que la facultad del juez no puede ir
más allá de los criterios jurisprudenciales expresados, de las decisiones tomadas en el seno
de cada una de las empresas por lo que esta acción de amparo debe ser declarada con
lugar…”

PUNTO PREVIO
ADMISIBILIDAD DEL AMPARO

Con respecto a la inadmisibilidad denunciada por el presunto agraviante y tercero


interesado cuyos alegatos se encuentran ya transcritos en el texto del presente fallo,
observapreviamente este Juzgador en sede constitucional que la parte querellante señaló lo
siguiente:
“… Determinada la competencia, la presente acción de amparo constitucional debe ser
admitida por el Juzgado Superior al que le corresponda conocer de la presente solicitud, por
cuanto no se incurren en ninguna de las causales de inadmisibilidad establecidas en el
Artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales. En
ese sentido, téngase en cuenta los siguientes particulares:
− Las medidas cautelares decretadas por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana
de Caracas, y ejecutadas por el Tribunal Cuarto de Municipio Ordinario y Ejecutor de
Medidas del Municipio Caroní del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del
Estado Bolívar (en el caso de la sociedad mercantil Dell Acqua) y por el Tribunal Primero
de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Maturín, Aguasay y
Santa Barbara de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas (en el caso de la sociedad
mercantil Indagro), no solo afectan los derechos constitucionales de nuestros representados,
sino que también atenta contra el orden público constitucional, por cuanto la sentencia
interlocutoria obstaculiza el giro comercial de personas jurídicas de derecho privado que
prestan actividades en el sector público, donde ambas compañías procuran beneficios para
el estado y garantizan la soberanía alimentaria.
− No ha cesado la infracción alegada, por cuanto nuestros representados ven como se ha
venido consumando acciones que cercenan el libre ejercicio de la actividad económica o
giro comercial de las sociedades mercantiles. A tales efectos, y como prueba fehaciente de
dichos actos lesivos nos permitimos anexar comunicación remitida por el írrito e
inconstitucional administrador-liquidador ad hoc designado por el Tribunal Décimo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, donde con la intención de fiscalizar, controlar y limitar
los derechos e intereses de nuestros representados, solicitó información detallada sobre la
sociedad mercantil Indagro, tal y como se evidencia en la comunicación que anexamos al
presente escrito identificada con la letra “G”. Por lo cual, aún es posible restablecer los
derechos constitucionales de nuestros representados, mediante el correspondiente
mandamiento constitucional o con el decreto de la medida cautelar innominada que
suspenda los efectos de la sentencia interlocutoria decretada por el Tribunal Décimo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, y ejecutada por el Tribunal Cuarto de Municipio
Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio Caroní del Segundo Circuito de la
Circunscripción Judicial del Estado Bolívar (en el caso de la sociedad mercantil Dell
Acqua) y por el Tribunal Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los
Municipios Maturín, Aguasay y Santa Barbara de la Circunscripción Judicial del Estado
Monagas (en el caso de la sociedad mercantil Indagro).
− Actualmente la vía del amparo constitucional es la única vía célere para la obtención de la
respuesta urgente que se requiere para erradicar la violación denunciada, pues, nuestros
representados no pueden esperar, ni mucho menos tolerar el desmedro de sus derechos
constitucionales, hasta el punto que tales administradores-liquidadores consumen la misión
encomendada por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito
y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, así como
tampoco pueden esperar un eventual pronunciamiento por el mismo Tribunal que dictó las
írritas e inconstitucionales medidas cautelares.
En el presente caso existe una imperiosa necesidad de acordar una tutela constitucional
anticipativa y expedita para el restablecimiento de los derechos constitucionales de nuestros
representados, por cuanto la situación jurídica denunciada puede ser irreparable y causar un
daño mayor en las sociedades mercantiles Dell Acqua e Indagro. En relación con la tutela
constitucional anticipativa, resulta oportuno tener en cuenta lo dispuesto por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de justicia

Así las cosas, es necesario traer a colación lo señalado en el numeral 5 del artículo 6 de la
Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales establece:
"No se admitirá la acción de amparo: (omissis)
Cuando el agraviado haya optado por recurrir a las vías judiciales ordinarias o hecho uso de
los medios judiciales preexistentes…".

Ahora bien, con respecto al alcance de la causal de inadmisibilidad transcrita la Sala


Constitucional, mediante decisión del 9 de agosto de 2000, “Caso Stefan Mar C.A.” señaló:
“...la postura que sirve de fundamento al fallo apelado ha sido corregida progresivamente
por esta Sala hasta el punto de considerar que la parte actora puede optar entre el ejercicio
de la acción de amparo y la vía de impugnación ordinaria (vid sentencia de fecha 15 de
febrero de 2000 entre otras); no obstante, para ello debe poner en evidencia las razones por
las cuales decidió hacer uso de esta vía -amparo- ya que de lo contrario se estarían
atribuyendo a este medio procesal los mismos propósitos que el recurso de apelación, lo
cual no ha sido en ningún momento la intención del legislador”.

De igual forma, ratificando lo ya señalado por la Sala, tenemos la decisión Nro. 1107 de
Tribunal Supremo de Justicia Sala Constitucional de 4 de noviembre de 2010, la cual
señala:
Apoyado en el artículo 6.5 de la ley de amparo, sostiene el denunciado como agraviante
que el solicitante del presente amparo no agotó la vía ordinaria, (…).
Al respecto, conviene precisar que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
ha venido interpretando en diversos fallos, la norma contenida en el artículo 6.5 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales y ha señalado que el
amparo constitucional, como acción destinada al restablecimiento de un derecho o una
garantía constitucional que ha sido lesionada, sólo se admite ante la inexistencia de una vía
idónea para ello, la cual por su rapidez y eficacia, impida la lesión de los derechos que la
Constitución vigente garantiza (vid. St. 848/2000, 963/2000, 1120/2000, 1351/2000,
1592/2000, 27/2001, 454/2001, 1488/2001, 1496/2001, 1809/2001, 2529/2001 y 865/2002,
entre otras). Criterio que ha atemperado en sentencia 848/2000, en la que se refirió a la
opción del agraviado entre el ejercicio del recurso de apelación y la acción de amparo
contra decisiones judiciales, corrigiendo progresivamente la postura anteriormente
sostenida hasta el punto de considerar que la parte actora puede optar entre el ejercicio de la
acción de amparo y la vía de la impugnación ordinaria, siempre que ponga en evidencia las
razones por las cuales ha decidido hacer uso de la vía de amparo (vid. St. 939/2000).
De allí que analógicamente, en los casos en que el procedimiento ordinario no resulta apto,
de una forma breve, sumaria, expedita y eficaz, para reestablecer la situación jurídica
infringida, es admisible la acción constitucional, teniendo en cuenta lo afirmado la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia Nº 131 del 30.01.2002, de
que “tratándose de situaciones jurídicas, de estados fácticos, debido a lo infinito que ellas
puedan ser, la lesión de los mismos y su posibilidad de ser irreparable, es casuístico. Un
tercero –por ejemplo- sin debido proceso se ve privado de una propiedad por una medida
que se dicta en un juicio donde no es parte. Ese tercero tiene la vía de la tercería de dominio
(ordinal 1° del artículo 370 del Código de Procedimiento Civil), pero cada día que pasa
privado de los atributos del derecho de propiedad, su situación se hace irreparable, por lo
que, si tiene que esperar el fin del juicio de tercería, a pesar de que puede recuperar su bien,
la inutilización de los atributos de la propiedad por ese tiempo le causa una lesión
irreparable dentro del hecho continuado de la privación. De allí, que para evitar esa
irreparabilidad continuada la vía es la del amparo”.
Y es cierto, que el juez no puede actuar con regla o tabla rasa cada vez que se le interpone
una acción de amparo constitucional, para pronunciarse sobre su admisibilidad, ya que debe
estudiar y analizar las diversas situaciones jurídicas y fácticas que orbitan sobre él, para
determinar si la vía ordinaria puede ser el medio idóneo para reparar el o los derechos
constitucionales que se denuncian como infringidos.
(…)
Estas son circunstancias fácticas que hacen que la vía más idónea la constituye el amparo
constitucional, por ser la vía más expedita y que garantiza un más rápido restablecimiento
de sus derechos, aun cuando pudieran existir otras vías en el ordinario civil, dado que el uso
de los medios procesales ordinarios resulta insuficientes al restablecimiento del disfrute del
bien jurídico lesionado.

En este orden de ideas, cónsonos con la jurisprudencia parcialmente transcrita, el numeral 5


del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales
establece que cuando el agraviado haya optado por utilizar vías judiciales ordinarias o haya
hecho uso de medios judiciales preexistentes, no se admitirá la acción de amparo, no
obstante lo anterior, la querellante puede escoger entre el ejercicio de la acción de amparo o
ejercer los recursos ordinarios para lo cual debe poner en evidencia y justificar los motivos
por los cuales decidió hacer uso de esta vía -amparo- ya que de lo contrario como lo ha
señalado el Máximo Tribunal de la República, se estarían atribuyendo a este medio procesal
los mismos propósitos que el recurso de apelación, lo cual no ha sido en ningún momento
la intención del legislador. En el caso de marras, se constata que la parte querellante señaló
que ante el Tribunal de instancia, no ha tenido acceso al expediente en cuestión y que la
medida cautelar decretada“…atenta contra el orden público constitucional, por cuanto la
sentencia interlocutoria obstaculiza el giro comercial de personas jurídicas de derecho
privado que prestan actividades en el sector público, donde ambas compañías procuran
beneficios para el estado y garantizan la soberanía alimentaria…” por lo que justifica el uso
de la presente vía señalando que “…Actualmente la vía del amparo constitucional es la
única vía célere para la obtención de la respuesta urgente que se requiere para erradicar la
violación denunciada…” y que en el caso de marras“…existe una imperiosa necesidad de
acordar una tutela constitucional anticipativa y expedita para el restablecimiento de los
derechos constitucionales de nuestros representados, por cuanto la situación jurídica
denunciada puede ser irreparable y causar un daño mayor en las sociedades mercantiles
Dell Acqua e Indagro….”
En tal sentido, la medida cautelar denunciada innominada en sí misma y a simple
vista,conlleva una alteración en el control y manejo del giro comercial de las compañías por
lo que el eventual daño que pudiera producirse seria de difícil reparación con lo cual la vía
ordinaria no sería la expedita e idónea para solventar tal situación, siendo que a criterio de
quien aquí decide, conforme a la doctrina de la Sala Constitucionalrespecto a aquellos casos
en los que la medida cautelar atente contra los más elementales principios del proceso, o
que quebrante de manera ostensible el ordenamiento jurídico y sea palpable, franca y
evidente la violación de la Constitución, la existencia de la vía judicial ordinaria no puede
erigirse como obstáculo para la admisibilidad del amparo, máxime cuando dicha vía sea la
oposición de parte, ya que ésta no suspende de inmediato los efectos de la medida cautelar,
la apelación contra la sentencia que la resuelve se oye en un solo efecto, y su resolución
corresponde al mismo juzgado que decretó la medida, criterio que ha sido igualmente
sostenido por la sentencia dictada por esta Sala el 19 de febrero de 2003 (caso: Cervecería
Polar) y por la sentencia del 16 de junio de 2003 (caso: OsíoOsío), se encuentran
suficientemente justificadas las causas para el ejercicio y consecuente admisibilidad de la
presente acción, por cuanto los motivos por los que fue incoado el presente recurso
extraordinario siguen vigentes, siendo por ello que la presente acción incoada en sede
constitucional es admisibledebiéndose desechar el alegato del querellado y los terceros
interesados y así se declara.

FONDO DEL ASUNTO CONTROVERTIDO

Es menester analizar el elenco probatorio traído a los autos por los intervinientes, tanto las
presentadas antes de la Audiencia Constitucional, como las consignadas durante la
celebración de la misma. Así las cosas, conforme a las normas distributivas de la carga de
la prueba, consagrada en los artículos 1.354 del Código Civil y 506 del Código de
Procedimiento Civil, las partes tienen la carga de probar sus respectivas afirmaciones de
hecho, y quien pida la ejecución de una obligación debe probarla, y quien pretenda que ha
sido liberado de ella, debe por su parte probar el hecho extintivo de la obligación.
En este sentido, ha sido reiterado el Criterio del Máximo Tribunal de la República al
señalar que el demandado al contradecir, negar o desconocer los hechos y, por tanto, los
derechos que de ellos deriven, el actor corre con toda la carga de la prueba y de lo que
demuestre depende el alcance de sus pretensiones. Igualmente, al comentar el citado
artículo 1.354 del Código Civil, nuestro Máximo Tribunal, reiterando la jurisprudencia
pacífica, reiterada e inveterada, desde el 9 de julio de 1969, en sentencia de 21 de mayo de
1987, la cual ha sido constante hasta la presente fecha, señaló:
"Con esa norma legal se está estableciendo que al demandado le incumbe la carga de la
prueba cuando la naturaleza de su defensa el mismo ha reconocido que la obligación que se
le demanda, o sea, que el derecho del actor si existió; pero por un nuevo hecho alegado por
él se extinguió la obligación. Fuera de estos casos de excepción, el solo hecho de que el
demandado no se defienda, no exime al actor de la carga de probar su acción, máxime que
cuando contradice la demanda en todas y cada una de sus partes, tanto en los hechos como
el derecho, ..."

En este orden de ideas y cónsono con la jurisprudencia parcialmente trascrita la Sala


Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante sentencia dictada el día 17 de
Julio de 2007, en el Expediente Número 07-0733, con ponencia del Magistrado Marcos
Tulio Dugarte Padrón, fijó la siguiente posición:
“…Las normas transcritas regulan la distribución de la carga de la prueba, y establecen con
precisión que corresponde al actor probar los hechos constitutivos, es decir, aquellos que
crean o generan un derecho a su favor, y traslada la carga de la prueba al demandado con
relación a los hechos extintivos, modificativos e impeditivos (Vid. s.S.C.C del 27 de julio
de 2004, caso: Inversiones y Administradora de Bienes COMBIENES, C.A.). En relación
al artículo 506 del Código de Procedimiento Civil, la Sala de Casación Civil determinó que
si bien éste reitera el artículo 1.354 del Código Civil, agrega que “las partes tienen la carga
de probar sus respectivas afirmaciones de hecho”, con lo cual consagra, de manera expresa,
el aforismo “reus in excipiendofit actor”, que equivale al principio según el cual
“corresponde al actor la carga de la prueba de los hechos que invoca en su favor y
corresponde al demandado la prueba de los hechos que invoca en su defensa...”. (Vid.
sentencia.S.C.C. del 30 de noviembre de 2000, caso: Seguros la Paz). En aplicación de
estas consideraciones al caso concreto, la Sala observa que de acuerdo con lo establecido en
la sentencia objeto de amparo, el actor afirmó que el demandado no cumplió una obligación
pactada en el contrato, lo cual fue negado en la contestación, motivo por el cual, el juez de
alzada estableció que correspondía al actor la carga de demostrar que el demandado no
pagó los cánones correspondientes a los meses de enero, febrero y marzo de 2005, lo cual
resulta a todas luces inconsistente con los principios que rigen la materia probatoria, pues la
parte actora al alegar un hecho negativo, no le corresponde a ella la carga de la prueba, sino
que, es a la otra parte a quien le corresponde demostrar el hecho afirmativo y ello lo ha
debido tomar en cuenta el tribunal que conoció el amparo...”.

Conforme a las jurisprudencias parcialmente transcritas, las cuales son acogidas por esta
Alzada en Sede Constitucional, a tenor de lo dispuesto en el artículo 321 del Código de
Procedimiento Civil, el actor al establecer en su demanda la existencia de ciertos hechos
constitutivos, entendidos éstos como aquellos de donde se origina el derecho en el cual basa
su pretensión, debe cargar con las pruebas de los mismos si le son contradichos por la parte
a quien se le imputa y esta última en caso de alegar hechos nuevos o excepciones
liberatorias, deberá igualmente cargar con las pruebas de tales alegatos, tal y como sucedió
en el presente caso y así se declara.
En este sentido pasa este Juzgador a analizar el acervo probatorio traído a la presente causa,
constatándose que ambas partes hicieron lo propio al respecto.

PRUEBAS APORTADAS POR LA QUERELLANTE AL PROCESO.

• Marcados “A”, “B”, “C”, “D” y “E”, poderes otorgados por cada uno de las personas que
constituyen el litisconsorcio activo presuntamente agraviado a sus representantes judiciales
discriminados como siguen:
o Instrumento poder debidamente autenticado en fecha 08 de junio de 2021 ante la Notaría
Pública Primera del Municipio Chacao, el cual quedo anotado bajo el Numero 15, tomo 24,
folios 58 hasta 61 de los libros de autenticaciones llevados por esa notaria.
o Instrumento poder autenticado en fecha 9 de junio de 2021 ante la notaria publica
segunda de Maturín estado Monagas, el cual quedó anotado bajo el Nro. 8, tomo 33, folios
23 hasta 25 de los libros de autenticaciones llevados por ante esa notaria,
o Instrumento poder otorgado en fecha 10 de junio de 2021 anteNotario ubicada en Bárbara
de Braganza, 11 – 1° Dcha. – 28004, Madrid – España,anotado con el No. 1.021, de los
libros de autenticaciones llevados por esa notaría, y apostillado en fecha 10 de junio de
2021 en Madrid – Españasegún la apostilla No. N7201/2021/036096.
o Instrumento poder otorgado en fecha 10 de junio de 2021 ante Notario ubicada en
Bárbara de Braganza, 11 – 1° Dcha. – 28004, Madrid – España, el cual quedó anotado con
el No. 1.022, de los libros de autenticaciones llevados por esa notaría, y apostillado en
fecha 10 de junio de 2021 en Madrid – España según la apostilla No. N7201/2021/036094.
o Instrumento poder otorgado en fecha 10 de junio de 2021 ante Notario ubicada en
Bárbara de Braganza, 11 – 1° Dcha. – 28004, Madrid – España, el cual quedó anotado con
el No. 1.023, de los libros de autenticaciones llevados por esa notaría, y apostillado en
fecha 10 de junio de 2021 en Madrid – España según la apostilla No. N7201/2021/036095.
Al respecto observa este juzgador que dichas copias no fueron impugnadas teniéndose
como copias fidedignas de sus originales a tenor de lo señalado en el artículo 429 del
Código de Procedimiento Civil. En virtud de lo cual quedó demostrada la representación
judicial que alegaron tener los litigantes y así se declara.
• Marcada “F”, copia de la sentencia de fecha 25 de mayo d 2021, emanada del Juzgado
Décimo de primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Transito y Bancario de esta
Circunscripción judicial, donde se decretan las cuestionadas medidas cautelares,
innominada como nominada. Asimismo, se acota que dicha decisión no cursa en copia
certificada, siendo justificado por la querellante al señalar que no se le ha permitido el
acceso al expediente. No obstante a ello, siendo requerida copia certificada de tal actuación
del Tribunal de la causa y habiendo sido remitida, la copia fotostática en cuestión se
adminicula a la copia certificada y esta al no ser ni impugnada se tiene como copia
fidedigna de su original. Asimismo, por cuanto la copia certificada no fue tachadasurte
pleno valor probatorio respecto de su contenido a tenor de lo establecido en los artículos
1.357 y 1.360 del Código Civil, quedando demostrado el contenido, motivación y alcance
de la decisión cautelar cuestionada objeto de la presenta acción, emanada del Tribunal de la
causa, hoy presunto agraviante, y así se declara.
• Misiva marcada “G”, remitida el 21 de junio de 2021, por el ciudadanoHUMBERTO
PEROZO, C.I. V-4.349.641, actuando como administrador-liquidador de la sociedad
mercantil INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) dirigida y recibida por
esta última, en la cual se le solicita le sean entregados una serie de documentos contables de
la referida empresa desde el año 2011 al 2021.Asimismo, en su reverso se constata copia de
la caratula del Tribunal comisionado a fin de la práctica de la medida cautelar innominada.
Al respecto se constata que dicha copia no fue impugnada en forma alguna, quedando
demostrado que el administrador-liquidador de la sociedad mercantil INDUSTRIAS
AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), inició el ejercicio de las funciones que el presunto
agraviante encomendó en su decisión cautelar de fecha 25 de mayo de 2021, y así se
declara.
• Marcados “H” e “I” contratos de “Operación Portuaria” y “Contrato de Obras” donde se
encuentra participando la empresa DELL ACQUA C.A., las cuales no fueron impugnadas
en el proceso, no obstante a ello, dichas copias no guardan relación con el
themadecidendum de la presente acción constitucional en virtud de lo cual se desechan
como medio probatorio del mismo.
• Marcado “J”copia fotostática emanada de la Oficina Subalterna del segundo Circuito de
Registro Público del Municipio Maturín del Estado Monagas contentivo de datos de
registro, sin indicación a que instrumento pertenece y en su reverso copia de una planilla
liquidación de derechos de registro de una “Fundación Franco Ratelli”. Al respecto se
observa que a pesar de que la misma no fue impugnada, La misma no aporta nada al
themadecidendum, en virtud de lo cual se desecha como medio probatorio del presente
amparo y así se declara.
• Marcados “K” y “L”, Impresiones de correos remitidos a la URDD del Circuito de
Primera Instancia de esta Circunscripción Judicial solicitando información respecto de
comisione que pudiera haber librado el Tribunal de Instancia. Asimismo, consta en ellos
respuesta de la señalada oficina administrativa. Al respecto se observa que a pesar de que la
misma no fue impugnada, La misma no aporta nada al themadecidendum, en virtud de lo
cual se desecha como medio probatorio del presente amparo y así se declara.
• Legajos de impresiones de correos remitidos a la dirección electrónica del presunto
agraviante identificada como [email protected] y anexos de
escritos dirigidos a ese Tribunal (folios 147 al 156) solicitando el acceso al expediente. Al
respecto, debe indicar quien aquí suscribe que nos encontramos frente a un mensaje de
datos, entendido éste como “toda información inteligible en formato electrónico o similar
que pueda ser almacenada o intercambiada por cualquier medio”, regido por el Decreto con
Fuerza de Ley Sobre Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas publicado en Gaceta Oficial
Nº 37.148 de fecha 28 de febrero de 2001 y por lo dispuesto en el artículo 395 del Código
de Procedimiento Civil, de tal manera que el denominado mensaje de datos es la noción que
alude prácticamente a toda información disponible para la transferencia de ideas entre seres
humanos que se sirven de cualquier tipo de infraestructura informático.
Así pues, el artículo 4 de la Ley sobre Mensajes de Datos y Firmas electrónicas refiere que
cuando se trate de mensajes de datos que han sido formados y transmitidos por formato
electrónico, estos tendrán la misma eficacia probatoria que la ley otorga a los documentos,
a saber: “Los mensajes de datos tendrán la misma eficacia probatoria que la ley otorga a los
documentos escritos (…)”. Ahora bien, es importante dejar claramente establecido que la
mayor parte de los mensajes de datos (sean correos electrónicos o páginas web) que
hallaremos en la práctica, no contienen actos jurídicos reglados, razón por la cual deben ser
valorados según lo expresa el artículo 4 ejusdem. Así, en el caso del correo electrónico, éste
encuentra en el mundo de las pruebas escritas, una figura que le es perfectamente análoga:
las cartas o misivas, las cuales tienen valor probatorio en juicio, pues así lo dispone el
Código de Procedimiento Civil. Por su propia naturaleza y por mandato legal, el correo
electrónico tiene la misma calidad probatoria que los documentos privados escritos
calificados como cartas o misivas y, por lo tanto, pueden ser utilizados en juicio como
prueba documental. En consecuencia, no cabe la menor duda de que se trata de un
instrumento privado opuesto por la parte querellante a su querellada, siendo que este último
conforme lo dispuesto en el artículo 444 del Código de Procedimiento Civil, el mismo no
fue desconocido, que la parte hoy querellante solicitó por vía electrónica al Tribunal de
Instancia en diversas oportunidad de ver el expediente y que mediante correo emanado del
Tribunal en cuestión respondió que debe acreditar su cualidad por encontrarse el expediente
en resguardo y así se declara.
• Legajo de copias marcadas “A”, “B”, “C” Y “D”, folios 161 al 184, contentiva de actas
constitutivas y de asambleas de las empresas hoy querellantes. Al respecto observa este
juzgador que dichas copias por ser de instrumentos públicos y que no fueron impugnadas se
tienen como copias fidedignas de sus originales a tenor de lo señalado en el artículo 429 del
Código de Procedimiento Civil, en virtud de lo cual quedó demostrada la constitución de
las empresasDELL ACQUA C.A.,eINDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO),
el contrato societario que las rige y los personeros encargados de su dirección y/o
administración y así se declara.

PRUEBAS APORTADAS POR EL TERCERO INTERESADO.

• La representación judicial de los terceros interesados consigna copia de un poder otorgado


ante la autoridad del Estado de Florida, de los Estados Unidos de Norteamérica en fecha 22
de abril de 2021 y debidamente apostillado en fecha 27 de abril de 2021, con Nro. 2021-
57598. Al respecto observa este juzgador que dicha copia no fue impugnada teniéndose
como copia fidedigna de su original a tenor de lo señalado en el artículo 429 del Código de
Procedimiento Civil. En virtud de lo cual quedó demostrada la representación judicial que
alegó tener el litigante como representante judicial de los terceros interesados y así se
declara.
• Escrito de promoción de pruebas remitidas durante la audiencia constitucional por los
terceros interesados por vía de correo electrónico y sus anexos que setranscriben y se
discriminanrespectivamente de la siguiente manera:
“…Reproducimos el mérito que de los autos nos favorecen.
(…)
De conformidad con el principio de libertad de prueba o prueba libre previsto en el artículo
395 del Código de Procedimiento Civil en concordancia con lo establecido en los artículos
429 del Código de Procedimiento Civil, aplicados supletoriamente, promovemos los
siguientes documentales:
1.) Marcado “A” copias debidamente certificadas del expediente Comisión 458-21, del
TRIBUNAL CUARTO DE MUNICIPIO ORDINARIO Y EJECUTOR DE MEDIDAS
DEL MUNICIPIO CARONÍ DEL SEGUNDO CIRCUITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN
JUDICIAL DEL ESTADO BOLÍVAR, con el objeto de evidenciar lo siguiente en los
folios 19 y 20, respectivamente:
i.) La acción del ciudadano Juan Castro Palacios, abogado en ejercicio, inscrito en el
I.P.S.A, bajo el numero: 10.631, quien funge como apoderado judicial de la empresa DELL
ACQUA compañía anónima, debidamente identificada en los autos (poder que
efectivamente cursa en tal comisión), declarando que se da formalmente por notificado para
todos los efectos del juicio, en el primer inciso de su exposición.
ii.) El ciudadano Juan Castro Palacios, abogado en ejercicio, inscrito en el I.P.S.A, bajo el
numero: 10.631, quien funge como apoderado judicial de la empresa DELL ACQUA
compañía anónima, debidamente identificada en los autos, señala que harán oposición a la
medida ante el tribunal de la causa dentro del lapso previsto de ley.
2.) Marcado “B” copias simples del escrito de oposición de medidas cautelares, presentado
en fecha once (11) de junio de 2021, ante el TRIBUNAL DECIMO DE PRIMERA
INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL, TRANSITO Y BANCARIO DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS, en el
cual el mismo reposa y presentado ante el cuaderno de medidas signado con la
nomenclatura AH1A-X-F-2021-000178, redactado por los abogados: CARLOS
DOMINGUEZ HERNANDEZ, MARK MELILLI SILVA, ANDRES RAFAEL CHACON
Y CARLOS CARIELES BOLET, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cedulas de
identidad Nros; V-6.876.386, V-13.511.463, V-17.642.633 y V-26.411.135,
respectivamente e inscritos en el I.P.S.A., bajo los números: 31.491, 79.506, 194.360 y
306.983, también respectivamente, con el objeto de ilustrar al tribunal el uso de los canales
ordinarios como lo es la presentación del escrito de oposición, en la misma fecha que fue
presentado la actual pretensión de amparo constitucional, usando las mismas en simultaneo.
3.) Marcado “C”, copias simples del escrito de promoción de pruebas de fecha Veintinueve
(29) de junio de 2021, dentro de la incidencia de oposición en el cuaderno separado signado
con la nomenclatura AH1A-X-F-2021-000178, que reposa o es llevado en elTRIBUNAL
DECIMO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL, TRÁNSITO Y
BANCARIO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA
DE CARACAS, redactado por los abogados: CARLOS DOMINGUEZ HERNANDEZ,
MARK MELILLI SILVA, ANDRES RAFAEL CHACON Y CARLOS CARIELES
BOLET, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cedulas de identidad Nros; V-
6.876.386, V-13.511.463, V-17.642.633 y V-26.411.135, respectivamente e inscritos en el
I.P.S.A., bajo los números: 31.491, 79.506, 194.360 y 306.983, también respectivamente,
con el objeto de ilustrar al tribunal el uso de los canales ordinarios como lo es la
presentación del escrito de promoción de pruebas con la oposición ejercida, siguiendo el
curso de los parámetros legales.
4.) Marcado “D” constancia de correo electrónico en donde el TRIBUNAL DECIMO DE
PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL, TRÁNSITO Y BANCARIO DE
LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS
bajo la dirección de correo: [email protected], nos notifica de la
recepción del escrito de oposición ejercido por los abogados CARLOS DOMINGUEZ
HERNANDEZ, MARK MELILLI SILVA, ANDRES RAFAEL CHACON Y CARLOS
CARIELES BOLET, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cedulas de identidad
Nros; V-6.876.386, V-13.511.463, V-17.642.633 y V-26.411.135, respectivamente e
inscritos en el I.P.S.A., bajo los números: 31.491, 79.506, 194.360 y 306.983, también
respectivamente, en fecha once (11) de junio de 2021, con sus anexos pertinentes.
5.) Marcado “E” constancia de correo electrónico en donde el TRIBUNAL DECIMO DE
PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL, TRÁNSITO Y BANCARIO DE
LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS,
bajo la dirección de correo: [email protected], nos notifica de la
recepción del escrito de oposición ejercido por los abogados CARLOS DOMINGUEZ
HERNANDEZ, MARK MELILLI SILVA, ANDRES RAFAEL CHACON Y CARLOS
CARIELES BOLET, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cedulas de identidad
Nros; V-6.876.386, V-13.511.463, V-17.642.633 y V-26.411.135, respectivamente e
inscritos en el I.P.S.A., bajo los números: 31.491, 79.506, 194.360 y 306.983, también
respectivamente, en fecha veintinueve (29) de junio de 2021, con sus anexos pertinentes.

ANEXOS:
o Dos (02) correos remitidos por la parte demandada en el juicio de instancia (hoy
querellantes) promoviendo pruebas.
o Escrito de oposición a la medida efectuado por los demandados.
o Escrito de promoción de pruebas efectuado por los demandados.
o Copia del expediente contentiva de la comisión 451-21 practicada en la Circunscripción
Judicial del Estado Bolívar, referida a parte de la ejecución de la cautelar decretada en
instancia.
Al respecto observa este Sentenciador que dicho correo remitiendo las pruebas promovidas
durante la audiencia constitucional, fue igualmente remitido por este Despacho a la parte
querellante y al Fiscal del Ministerio Público, quienes no efectuaron, desconocimiento o
impugnación alguna de las mismos por parte de los querellantes, ni objeción legal por parte
del Fiscal. Ahora bien, del grupo instrumental electrónicamente remitido se consta que el
mismo está destinado a demostrar que la parte querellante ha actuado por la vía ordinaria
ante el Tribunal de Instancia presuntamente agraviante, alegato este que no fue desconocido
por la parte querellante, sino que por el contrario tal y como se desprende de la audiencia
constitucional lo reconoce y señala los motivos por el cual están utilizando la vía
constitucional. En consecuencia, los instrumentos remitidos electrónicamente son
apreciados quedando corroborado lo que las partes intervinientes y contestes han expresado
en la audiencia constitucional respecto de la utilización de la vía ordinaria por parte de la
aquí querellante y así se declara.
Apreciadas las pruebas presentadas por las partes y analizados los alegatos de los
intervinientes este Juzgador pasa hacer las siguientes consideraciones:
La sentencia de fecha 25 de mayo de 2021 es denunciada como inconstitucional, por haber
designado Administradores-liquidadores para encargarse de la administración y liquidación
de las empresas DELL ACQUA C.A. e INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A.
(INDAGRO), confiriéndoles las siguientes facultades:
1. Formar inventario, al tomar posesión del cargo recaído en su persona, de todas las
existencias, créditos y deudas de cualquier naturaleza que sean y a recibir los libros,
correspondencia y documentación de las sociedades.
2. Continuar y concluir las operaciones que estuvieran pendientes al tiempo de las
disoluciones solicitadas.
3. Exigir cuenta de la gestión de los administradores y de cualquier otro que haya manejado
intereses de las sociedades.
4. Liquidar y cancelar las cuentas de las sociedades con terceros y con cada uno de los
socios; sin que puedan pagar a éstos ninguna suma sobre las cuotas que pueden
corresponderles mientras no estén realizadas las cancelaciones a los acreedores de las
sociedades.
5. Cobrar los créditos, activos, percibir su importe y otorgar los finiquitos correspondientes.
6. Vender las mercancías y demás bienes muebles e inmuebles de las sociedades, aun ante
la existencia de menores entredichos o inhabilitados entre los interesados, sin sujetarse a las
formalidades prescritas por el Código Civil respecto a estos.
7. Presentar estados de liquidación cuando los socios lo exijan.
8. Rendir, al fin de la liquidación cuenta general de su administración.
9. Presentar cuenta de su gestión como liquidador, en la misma época de su gestión.
10. Se faculta al liquidador para representar a las sociedades en todos los procedimientos
administrativos que se requieran instaurar ante la Administración Pública, así como para
intervenir en cualquier proceso judicial en que sean partes DELL ACQUA e INDUSTRIAS
AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) como demandantes, demandados o terceros, bien
opositores o adhesivos.
11. Se faculta al acreedor para realizar contrataciones con terceros, proveedores de bienes y
servicios que sean necesarios para el normal desarrollo de las operaciones de las
sociedades, y todas aquellas que sean necesarias para garantizar que se realice la
terminación de la obra, la transferencia de la propiedad a los terceros y la liquidación de las
obligaciones.
En este orden de ideas, considera este Tribunal en sede constitucional, que las facultades
enunciadas, son inherentes a la actividad de administración que afecta directamente el giro
económico de las compañías hoy querellantes, toda vez que tal decisión afecta directamente
la vida societaria de las Sociedades Mercantiles DELL ACQUA C.A. eINDUSTRIAS
AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), siendo ellas contrarias a cualesquiera de las
decisiones tomadas dentro del seno societario, el cual fue reformado por una decisión
judicial en ajena y francacontravención de la voluntad de los componentes de las referidas
sociedades.
En este orden de ideas, en el caso que nos ocupa le es aplicable la jurisprudencia inveterada
y ratificada por las diferentes salas del Máximo Tribunal de la República, el cual fue
asumido por la Sala de Casación Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia, en decisión
del 8 de julio de 1997 (caso: Café Fama de América), a través de la cual se sostuvo que el
nombramiento de administradores AD-HOC, como medida cautelar innominada, debía
estar limitado por las normas de Derecho Mercantil (Código de Comercio), por lo que las
atribuciones conferidas a estos administradores no podían sustituir las de los diferentes
órganos de las sociedades, ni tomar medidas en contra de las decisiones de las asambleas.
En tal sentido, dicha decisión ha sido ratificada mediante sentencias del Máximo Tribunal
de la República, tal como es el caso de la sentencia emanada de la de Sala Constitucional,
de fecha 17 de abril de 2001, expediente N° 00-0610, con ponencia del Magistrado PEDRO
RAFAEL RONDÓN HAAZ, en la cual ratifica el criterio esgrimido en el caso “Fama de
América” señalando:
Ahora bien, se evidencia en las actas de este proceso que la demanda de amparo
constitucional se ejerce contra el auto del 25 de febrero de 1999 dictado por el Juzgado
Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, mediante el cual, como medida cautelar
innominada en un juicio de liquidación de comunidad de bienes conyugales, se designó un
"administrador judicial especial", para ejercer el control de las empresas demandantes en
amparo y “...que conforman el ‘holding’ perteneciente a la comunidad GONZALEZ-
NOGUERA, a objeto de evitar los manejos en que viene incurriendo el demandado Emilio
González Marín”. La controversia se suscitó por cuanto las compañías afectadas por esta
decisión estiman que las atribuciones y obligaciones acordadas al referido administrador
vulneran sus derechos constitucionales económicos, a la propiedad y a la defensa y debido
proceso.
Al respecto se observa, que tal y como lo precisó la sentencia consultada, debe aplicarse el
criterio asumido por la Sala de Casación Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia, en
decisión del 8 de julio de 1997 (caso: Café Fama de América), a través de la cual se sostuvo
que el nombramiento de administradores ad hoc, como medida cautelar innominada, debía
estar limitado por las normas de Derecho Mercantil (Código de Comercio), por lo que las
atribuciones conferidas a estos administradores no podían sustituir las de los diferentes
órganos de las sociedades, ni tomar medidas en contra de las decisiones de las asambleas.
Efectivamente las empresas se encuentran integradas por varios órganos: la Junta Directiva,
la Asamblea y los Comisarios, cuyas funciones son atribuidas por los estatutos sociales y
por la Ley, permitiendo que se controlen entre sí y que la voluntad de la mayoría de los
socios sea la que prevalezca. Es por ello que se ven limitadas las intervenciones del juez en
el funcionamiento interno de las sociedades, ya que, de lo contrario, se alterarían y
violentarían las funciones legal y estatutariamente conferidas a los referidos órganos.
Por las razones que anteceden estima esta Sala que, al acordarse la medida cautelar
innominada objeto del presente amparo, efectivamente se cercenó el derecho constitucional
de asociación de las empresas accionantes y en consecuencia resulta acertada la decisión
del a quo al declarar con lugar la acción de amparo constitucional que se examina. Así se
decide…”

En este orden de ideas, se invoca igualmente el contenido de la sentencia emanada de la


Sala Constitucional, número 3306, caso Corporación Digitel, con ponencia del Magistrado
Jesús Cabrera Romero, el cual señaló:
Al respecto, cabe observar, que si bien es criterio reiterado de esta Sala sentado en la
sentencia del 9 de marzo de 2000 (caso: Textiles Mamut S.A.) y en la sentencia del 28 de
julio de 2000 (caso: Compañía Anónima de Inmuebles y Valores Caracas C.A.), que ante
este tipo de decisiones la parte cuenta con un medio judicial breve, idóneo y expedito como
lo es la oposición a la medida cautelar innominada, cuyo agotamiento constituye
presupuesto de inadmisibilidad del amparo, sin embargo, es posible admitir que la gravedad
del agravio constitucional denunciado haga procedente la vía urgente del amparo para el
restablecimiento de los derechos fundamentales conculcados, lo cual encuentra su
justificación por cuanto el poder del juez no puede ser ilimitado ni absoluto, antes por el
contrario, las medidas cautelares, a pesar de las limitaciones que le son propias que
justifican restricciones en la parte sobre la cual recaen, no pueden infringir derechos
constitucionales, ya que las mismas fueron concebidas por el legislador para garantizar la
tutela judicial efectiva, y por ende, la seguridad jurídica del justiciable.
De esta forma, cuando un juez dicta una medida cautelar, cualquiera que ella sea, debe
ceñirse a los parámetros que la Constitución y la Ley le imponen. Así, en criterio de esta
Sala, en aquellos casos en los que la medida cautelar atente contra los más elementales
principios del proceso, o que quebrante de manera ostensible el ordenamiento jurídico y sea
palpable, franca y evidente la violación de la Constitución, la existencia de la vía judicial
ordinaria no puede erigirse como obstáculo para la admisibilidad del amparo, máxime
cuando dicha vía sea la oposición de parte, ya que ésta no suspende de inmediato los
efectos de la medida cautelar, la apelación contra la sentencia que la resuelve se oye en un
solo efecto, y su resolución corresponde al mismo juzgado que decretó la medida. Tal
criterio ha sido igualmente sostenido por la sentencia dictada por esta Sala el 19 de febrero
de 2003 (caso: Cervecería Polar) y por la sentencia del 16 de junio de 2003 (caso:
OsíoOsío).
El juez de la causa principal, al dictar el decreto de las medidas cautelares innominadas,
objeto de impugnación, en el particular Primero, suspendió la realización de la asamblea
general de accionistas de CORPORACIÓN DIGITEL C.A., convocada para el 28 de mayo
de 2003, y sobre este punto, la parte accionante del amparo denuncia que con tal
determinación se está violando el derecho de asociación previsto en el artículo 52 de la
Constitución.
Ahora bien, lo que se persigue y es objeto del juicio principal es la disolución y
consecuente liquidación de CORPORACIÓN DIGITEL, C.A., por lo que no estamos en
presencia de una acción de nulidad o impugnación de asamblea de una sociedad mercantil,
al haber decretado, el juez presuntamente agraviante, la suspensión de la celebración de una
asamblea destinada a tratar sobre la reposición de capital o la disolución de dicha sociedad,
con esta intervención judicial no sólo estamos en presencia de una medida impertinente e
inadecuada, sino que la misma es claramente ilegal, pues constituye una injerencia ilegítima
en la autonomía de voluntad de las sociedades de comercio. Además, con la referida
medida cautelar se estaría adelantando pronunciamiento sobre la decisión final.
El juez con este proceder está impidiendo que la voluntad de la asamblea convocada decida
sobre el punto discutido, y ello constituye una infracción a la libertad de asociación, una
limitación al ejercicio de la libre empresa y un menoscabo al desarrollo de la personalidad
jurídica, por lo que en forma clara el juez que dictó la medida actuó fuera de su
competencia con abuso de poder y extralimitación de atribuciones.
En lo que respecta a la medida cautelar innominada contenida en el numeral Segundo de la
decisión impugnada, relativa a la prohibición impuesta a la Junta Directiva y
administradores de CORPORACIÓN DIGITEL, C.A. de realizar actos de disposición, y el
nombramiento de un auxiliar de justicia que debe asistir a las reuniones de junta directiva y
asamblea de accionistas de la empresa, cuya presencia sería indispensable para realizar
dichas reuniones y asambleas, y su voto sería necesario para adoptar válidamente la
realización de actos de disposición por la Junta Directiva, además de conferirle las
atribuciones propias de un veedor, como el tener acceso a los libros de la compañía, a los
papeles y comprobantes de la misma, debiendo informar periódicamente al tribunal acerca
del desenvolvimiento comercial de CORPORACIÓN DIGITEL C.A., en todo cuanto pueda
lesionar el patrimonio de dicha empresa en la eventualidad de “una futura liquidación de la
misma”, esta Sala debe observar:
(…)
En el presente caso, con el decreto de esta medida cautelar, en primer lugar, al limitar el
derecho a la libre disposición de los bienes de la empresa demandada en el juicio de
disolución y liquidación de sociedad mercantil, el juez está ejecutando anticipadamente la
decisión final del procedimiento, que en este supuesto sería declarar la disolución de la
empresa para luego proceder a su consecuente liquidación.
Además de la anterior consideración hay otra de mayor peso, que es el nombramiento de un
“auxiliar de justicia”, que sustituye o altera el régimen de administración cuya presencia
será “indispensable” para realizar reuniones de la Junta Directiva de la empresa, y para la
celebración de las asambleas, y cuyo voto sería “necesario” para aprobar válidamente la
realización de actos de disposición por la Junta Directiva.

La medida, evidentemente, excede el propósito de garantizar la sentencia que se dicte en el


proceso principal, pues, desde la perspectiva de la disolución de la sociedad mercantil
solicitada, no guarda relación con la protección de los haberes sociales, ya que en el caso en
que prospere la acción, y se declare procedente la liquidación de la empresa, será el propio
órgano social, el que designe a los liquidadores, quienes estarían encargados de hacer
efectivos los créditos de la compañía y de extinguir las obligaciones contraídas, a fin de
establecer un saldo que permita efectuar la división de los haberes sociales, por lo que no
existen menciones en la medida que guarden relación con la protección de los bienes de la
empresa a los fines de asegurar dichos haberes, de modo que pueda comprenderse cómo se
cumple la finalidad de aseguramiento de la eficacia práctica de la sentencia, que se dicte
acordando la disolución de la empresa.
En segundo lugar, en cuanto al nombramiento del “auxiliar de justicia”, cuya presencia es
necesaria en las reuniones de Junta Directiva y en la celebración de las asambleas, así como
su voto es indispensable para que la Junta Directiva pueda realizar actos de disposición, es
evidente que esta persona nombrada a través de una medida cautelar innominada no sólo
quebranta el procedimiento establecido en la ley de comercio sino fundamentalmente priva
a las partes de la autonomía necesaria por conformar su voluntad societaria atentando
contra el derecho a la libre asociación, que se plasma en los contratos societarios y en sus
cláusulas.
Por otra parte, la injerencia de un “auxiliar de justicia” en la administración de la empresa,
que constituye una modificación en la conformación de las decisiones de la Junta Directiva,
significa la sustitución de los órganos societarios a través de la medida cautelar decretada,
que constituye -como se apuntó- un menoscabo a la libertad de asociación; una limitación
al ejercicio de la libre empresa, una traba al desarrollo de la personalidad jurídica que obra
contra la voluntad natural de la empresa en la toma de decisiones. Tal ha sido el criterio
sostenido por esta Sala, que mantiene los principios explanados por la Sala de Casación
Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia actuando como juez constitucional, en
decisión del 8 de julio de 1997, en el caso Café Fama de América, en donde se expresó que
el nombramiento de administradores ad hoc como medida innominada, no podía chocar con
las normas sobre derecho societario, por lo que estos administradores no podían sustituir
los órganos de las compañías, ni a las asambleas, ni tomar medidas en contra de las
decisiones de las asambleas; en fin no podrían ir contra lo establecido en el Código de
Comercio. (NEGRILLAS DEL TRIBUNAL)

Igualmente, nuestra Sala Constitucional del Supremo Tribunal, en decisión de fecha 11 de


julio de 2008, caso: Centro Médico Quirúrgico San Ignacio C. A., y otra, reitero el criterio
reiterado del Máximo Tribunal de la República al dejar expresamente establecido lo
siguiente:
“(…) 1.8 Que la designación del ciudadano Edgar José Quijada como administrador ad-hoc
del Centro Médico Quirúrgico SAN IGNACIO C. A., “…con plenas facultades de
disposición sobre el patrimonio de la compañía, viola palmariamente (su) Derecho de
Asociación, pues la administración que convinieron los accionistas del Centro Médico
QUIRÚRGICO SAN IGNACIO, C.A. se ha visto destituida por la grotesca medida dictada
por el JUZGADO AGRAVIANTE, quien ha nombrado un administrador judicial…” con
amplias potestades de administración.
1.9 Que también se vulneró el derecho de asociación, por cuanto la medida cautelar
prohibió la realización de asambleas ordinarias y extraordinarias, pese a que los hermanos
Krulig Gelman cuentan con el setenta y cinco por ciento de las acciones de la compañía,
“…por lo que es absurdo que se (les) prohíba realizar asambleas en (su) compañía por un
problema conyugal entre (sus) padres que, en el peor de los casos, sólo afectaría a las otras
dos compañías que son accionistas del Centro Médico QUIRURGICO SAN IGNACIO,
C.A., las cuales cuentan con una participación minoritaria de apenas un veinticinco por
ciento (25%) de su capital social”:
1.10 Que corresponde a los accionistas el establecimiento de las directrices por las cuales se
administrará la compañía de la cual son accionistas.
1.11 Que no puede dedicarse a la actividad económica de su preferencia, porque fue
destituido del cargo de administrador de la sociedad mercantil de la cual, además, es
accionista.
(…)
esta Sala asume el criterio que estableció la Sala de Casación Civil de la extinta Corte
Suprema de Justicia, en decisión del 8 de julio de 1997 (caso: Café Fama de América), a
través de la cual se sostuvo que el nombramiento de administradores ad hoc, como medida
cautelar innominada, debía estar limitado por las normas de Derecho Mercantil (Código de
Comercio), por lo que las atribuciones que se confieren a estos administradores no podían
sustituir las de los diferentes órganos de las sociedades, ni tomar medidas en contra de las
decisiones de las asambleas. En efecto, las sociedades mercantiles se encuentran integradas
por varios órganos: los Administradores, la Asamblea y los Comisarios, cuyas funciones
son atribuidas por los estatutos sociales y por la Ley, lo cual permite que se controlen entre
sí y que la voluntad de la mayoría de los socios sea la que prevalezca. Es por ello que la
intervención del juez en el funcionamiento interno de las compañías debe estar limitada, ya
que, de lo contrario, se alterarían y violentarían las funciones legal y estatutariamente
conferidas a los referidos órganos. Dicha limitación tiene su justificación en que una
decisión judicial no puede ubicarse por encima de las regulaciones que establecieron los
socios en los estatutos, so pena de infracción al derecho constitucional de asociación.
En consecuencia, en criterio de esta Sala, la Juez agraviante que emitió la providencia
cautelar se excedió en el ejercicio de su poder cautelar, con lo cual infringió derechos y
garantías constitucionales, pues, sin duda, injurió derechos de terceros ajenos al juicio de
divorcio, cuando sustituye la voluntad de la asamblea de accionistas de las sociedades, a
través de la creación de un régimen de administración diferente del que decidieron los
accionistas, sin que a este Administrador ad hoc se le impusieran limitaciones en su
actuación, de modo que, a través de esa desmedida protección cautelar, podrían ocasionarse
daños irreversibles e irreparables a través de la sentencia definitiva, en caso de que se
hiciera un ejercicio desmedido de la función de Administrador…
Ahora bien, en relación a las funciones conferidas al “auxiliar de justicia” designado en la
medida cautelar innominada, relativas a que cumpliría las funciones de veedor ante la
compañía demandada en el juicio principal, con el acceso a los libros de contabilidad,
papeles y comprobantes de la misma, debiendo informar periódicamente al tribunal acerca
del desenvolvimiento comercial de CORPORACIÓN DIGITEL, C.A., esta Sala ratifica que
el nombramiento de un auxiliar de justicia, como el caso del veedor para que vigile e
informe sobre las actividades comerciales de los administradores con la finalidad de
garantizar los derechos de los accionistas minoritarios o socios no administradores, siempre
a cargo de la parte que lo solicita, es una figura de vigilancia de la administración, es un
órgano de auxilio judicial que es perfectamente legítimo, motivo por el cual en el presente
caso, se considera que el nombramiento del auxiliar de justicia sólo a los fines descritos,
cumpliendo la función de veedor, con el deber de guardar secreto, no constituye la
violación de derecho constitucional alguno, sino que por el contrario constituye un medio
para salvaguardar la finalidad de la tutela perseguida por la parte solicitante de la medida.
Sin embargo, no escapa a la Sala que tal función en las compañías anónimas muy bien
podrían ser encomendadas a los comisarios, a menos que se presuma que ellos no
cumplirán cabalmente sus funciones.
En consecuencia, en criterio de esta Sala, el Tribunal que dictó la providencia cautelar se ha
excedido en el uso de su poder cautelar infringiendo valores constitucionales, pues, sin
duda, la medida cautelar dictada no sólo no cumple su propósito de asegurar el efectivo
cumplimiento de la sentencia, sino que infringe derechos de terceros ajenos al juicio,
cuando sustituye la voluntad de la asamblea de accionistas de la empresa, creando un
régimen de administración diferente al decidido por los accionistas…”(NEGRILLAS DEL
TRIBUNAL)

Conforme las consideraciones contenidas en las diversas sentencias anteriormente


transcritas, podemos concluir, que la decisión rectora en relación con la medida cautelar
acordada por el Tribunal Décimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y
Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, contenida en la
decisión de Sala de Casación Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia, en decisión del
8 de julio de 1997 (caso: Café Fama de América), ha sido inveterada a través del tiempo y
ratificada por las diversas Salas del Máximo Tribunal de la República, incluyendo la sala
Constitucional, quedando ratificado que el nombramiento de administradores AD HOC,
como medida cautelar innominada, debe necesariamente estar delimitado a través de las
disposiciones del Código de Comercio, por tratarse de materia netamente mercantil. En este
sentido, las facultades que se otorgan a un administrador fuera del escogido naturalmente
por los medios previstos en los estatutos sociales de la empresa, no puede sustituir a los
diferentes órganos de las sociedades, ni mucho menos tomar acciones o medidas contrarias
a las decisiones de las asambleas.
Así las cosas, en el caso de marras, efectivamente las empresas DELL ACQUA C.A.
eINDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO),se encuentra integradas por varios
órganos o figuras previstas y plenamente identificada en sus estatutos sociales: una Junta
Directiva, Presidente, directores, la Asamblea de accionistas y el Comisario, cuyas
funciones son atribuidas por referidos estatutos y por la Ley, lo que produce un control
entre sí y que la voluntad de la mayoría de los socios sea la que prevalezca.
En este orden de ideas, se constatan nuevamente los términos en que fue decretada la
medida cautelar:

“(…) se nombra para tales efectos como administrador-liquidador de DELL ACQUA C.A.,
al ciudadano HUMBERTO PEROZO, C.I. V-4.349.641 y en relación a la sociedad
mercantil INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) se nombra como
administrador-liquidador al ciudadano SERGIO CASTELLANOS, C.I. V-9.683.456,
quienes tendrán las atribuciones establecidas en el artículo 350 del Código de Comercio, a
saber: 1° Formar inventario, al tomar posesión del cargo recaído en su persona, de todas las
existencias, créditos y deudas de cualquier naturaleza que sean y a recibir los libros,
correspondencia y documentación de las sociedades. 2° Continuar y concluir las
operaciones que estuvieran pendientes al tiempo de las disoluciones solicitadas. 3° Exigir
cuenta de la gestión de los administradores y de cualquier otro que haya manejado intereses
de las sociedades. 4° Liquidar y cancelar las cuentas de las sociedades con terceros y con
cada uno de los socios; sin que puedan pagar a éstos ninguna suma sobre las cuotas que
pueden corresponderles mientras no estén realizadas las cancelaciones a los acreedores de
las sociedades. 5° Cobrar los créditos, activos, percibir su importe y otorgar los finiquitos
correspondientes. 6° Vender las mercancías y demás bienes muebles e inmuebles de las
sociedades, aun ante la existencia de menores entredichos o inhabilitados entre los
interesados, sin sujetarse a las formalidades prescritas por el Código Civil respecto a estos.
7° Presentar estados de liquidación cuando los socios lo exijan. 8° Rendir, al fin de la
liquidación cuenta general de su administración. 9° Presentar cuenta de su gestión como
liquidador, en la misma época de su gestión. 10° Se faculta al liquidador para representar a
las sociedades en todos los procedimientos administrativos que se requieran instaurar ante
la Administración Pública, así como para intervenir en cualquier proceso judicial en que
sean partes DELL ACQUA e INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) como
demandantes, demandados o terceros, bien opositores o adhesivos. 11° Se faculta al
acreedor para realizar contrataciones con terceros, proveedores de bienes y servicios que
sean necesarios para el normal desarrollo de las operaciones de las sociedades, y todas
aquellas que sean necesarias para garantizar que se realice la terminación de la obra, la
transferencia de la propiedad a los terceros y la liquidación de las obligaciones.

Ahora bien, la Norma Constitucional respecto de los derechos económicos denunciados


señala:
Artículo 112. Todas las personas pueden dedicarse libremente a la actividad económica de
su preferencia, sin más limitaciones que las previstas en esta Constitución y las que
establezcan las leyes, por razones de desarrollo humano, seguridad, sanidad, protección del
ambiente u otras de interés social. El Estado promoverá la iniciativa privada, garantizando
la creación y justa distribución de la riqueza, así como la producción de bienes y servicios
que satisfagan las necesidades de la población, la libertad de trabajo, empresa, comercio,
industria, sin perjuicio de su facultad para dictar medidas para planificar, racionalizar y
regular la economía e impulsar el desarrollo integral del país.

En tal sentido, se constata que los términos en que fue decretada la medida innominada a
todas luces viola los derechos de las Sociedades MercantilesDELL ACQUA e
INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), motivos por el cual el Tribunal
Supremo de Justicia, a través de sus diferentes Salas ha mantenido inveterada el criterio
respecto de limitar las intervenciones del juez en el funcionamiento interno de las
sociedades, ya que, de lo contrario, se alterarían y violentarían las funciones legal y
estatutariamente conferidas a los referidos órganos, tal como sucede en el caso de marras.
En consecuencia, por las razones que anteceden estima este Tribunal que, al acordarse la
medida cautelar innominada objeto del presente amparo, en la forma que fue
decretada,efectivamente cercenó el derecho constitucional a la libertad económica de la
querellante, tutelada en el artículo 112 de la Norma Constitucional y en consecuencia
resulta acertada la solicitud de amparo incoada por los motivos señalados, más aún cuando
con el decreto de esta medida cautelar, al limitar el derecho a la libre disposición de los
bienes de la empresa demandada en el juicio de disolución y liquidación de sociedad
mercantil, otorgándole dichas facultades a los auxiliares de justicia designados, el juez está
ejecutando anticipadamente la decisión final del procedimiento, que en este supuesto sería
declarar la disolución de la empresa para luego proceder a su consecuente liquidación,
aunado ello como ya se indicó, el nombramiento de “auxiliares de justicia”, que sustituyen
o alteran el régimen de administración cuya presencia será “indispensable” para realizar
reuniones de la Junta Directiva de la empresa, y para la celebración de las asambleas, y
cuyo voto sería “necesario” para aprobar válidamente la realización de actos de disposición
por la Junta Directiva. y así se declara.
A tenor de lo anteriormente señalado, cabe destacar que nuestro Máximo Tribunal garantiza
la supremacía y efectividad de las normas y principios constitucionales como máximo
intérprete de la Constitución, por lo que la violación de estos por falsa o mala interpretación
de la Ley se encuentran amparados y los Tribunales de la República deberán actuar de
manera cónsona con la uniformidad de las normas interpretadas y de obligatorio
cumplimiento, debiendo ser garantes de su cumplimiento, a tenor de lo señalado por la Sala
Constitucional, en la ya referida sentencia 828, de fecha 27 de julio de 2000, Expediente
00-0889, Caso Corporativos (Segucorp) C.A. En tal sentido conforme lo señalado,
considera este Tribunal Constitucional que con el nombramiento de administradores-
liquidadores a las Sociedades Mercantiles DELL ACQUA e INDUSTRIAS
AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), se materializó la trasgresión de derechos
constitucionales referidos, por una parte, al derecho a la libertad económicay así se declara.
Así las cosas, y a tenor de las consideraciones anteriores se evidencia que la querellante
justifica su actuación señalando que se le han conculcado derechos contenido en los
artículos 26, 2749,112y 115 de la Constitución Nacional, de los cuales ya quedó
sancionado la violación del derecho a la libertad económica y así se declara.
En este orden de ideas, es menester verificar que las actuaciones contenidas en la presente
acción no solo son idóneas para reparar el daño producido y restablecer el orden
constitucional conculcado, sino que el poder del Juez en sede Constitucional abarca la
facultad prevenir las amenazas como hecho lesivo a futuro. En tal sentido es necesario traer
a colación la doctrina expresada en la obra “El nuevo Régimendel Amparo Constitucional
en Venezuela” del autor Rafael J, Chavero Gazdik, págs. 188 y 189, con respecto de la
amenaza como hecho lesivo, cuando señala lo siguiente:
“…También es posible, conforme a lo dispuesto en el artículo 2 de la Ley Orgánica de
Amparo, el ejercicio de acciones de amparo no solamente contra actos o hechos concretos,
sino también consta amenazas, ciertas e inminentes de violaciones. En efecto, esta
disposición establece:
“La acción de amparo procede contra cualquier hecho, acto u omisión provenientes de los
órganos del Poder Público Nacional, Estadal o Municipal. También procede contra el
hecho, acto u omisión originados por ciudadanos, personas jurídicas, grupos u
organizaciones privadas que hayan violado, violen o amenacen violar cualquiera de las
garantías o derechos amparados por esta Ley.”
(…)
Como puede observarse, la acción de amparo no sólo se preocupa por defender las lesiones
presentes de derecho constitucional, sino que también le interesa el futuro. Sin embargo,
estos eventos futuros tienen que tener conexión cierta y verificada con el presente, es decir,
la acción puede evitar la concreción de hechos lesivos próximos a ejecutarse, los cuales
indudablemente vulnerarían derechos fundamentales…

Por otra parte, el Juez en Sede Constitucional puede determinar si aparte de los derechos
constitucionales denunciados, existen otros que pudieran haber sido conculcados y
evidenciados en el transcurso del juicio. En este orden de ideas nuestro Máximo Tribunal
de la República, en sentencia emanada de la Sala Constitucional, de fecha 20 de enero de
2000, con ponencia del Magistrado Jesús Eduardo Cabrera, expediente 00-0002, señala lo
siguiente:
“Este poder revisorio general, lo entiende la Sala y lo hace extensivo a todo amparo, en el
sentidoque, si el accionante adujere la violación de un determinado derecho o garantía
constitucional, y la Sala considerare que los hechos probados tipifican otra infracción a la
Constitución, no alegada, la Sala puede declararla de oficio…”

Ahora bien, como quiera que este Tribunal en sede Constitucional ha apreciado los alegatos
de las partes intervinientes y las pruebas por estas aportadas, a tenor de las facultades
otorgadas y a los fines de depurar los alegatos que no evidencian la existencia de violación
de derechos o garantías constitucionales hace las siguientes apreciaciones:
PRIMERO:Con respecto de garantía contenida en el artículo 27de la Carta Magna de la
República, la cual fue invocada por la querellante dentro del grupo de las garantías que
presuntamente les fueron violentadas a través de la ya tantas veces mencionada decisión de
fecha 25 de mayo de 2021, observa este Juzgador que dicho artículo establece lo siguiente:
Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el goce y
ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aun de aquellos inherentes a la
persona que no figuren expresamente en esta Constitución o en los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos. El procedimiento de la acción de amparo
constitucional será oral, público, breve, gratuito y no sujeto a formalidad, y la autoridad
judicial competente tendrá potestad para restablecer inmediatamente la situación jurídica
infringida o la situación que más se asemeje a ella. Todo tiempo será hábil y el tribunal lo
tramitará con preferencia a cualquier otro asunto. La acción de amparo a la libertad o
seguridad podrá ser interpuesta por cualquier persona, y el detenido o detenida será puesto
o puesta bajo la custodia del tribunal de manera inmediata, sin dilación alguna. El ejercicio
de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno, por la declaración del estado de
excepción o de la restricción de garantías constitucionales.

En este orden de ideas, es necesario señalar que la parte accionante con la interposición de
la presente querella constitucional, justamente está ejerciendo su derecho al amparo de la
garantía que concede el artículo 27 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, por lo que no existen elemento de violación de la referida garantía por parte de
la actuación denunciada, emanada del presunto agraviante, toda vez que- como ya fue
señalado- el artículo en cuestión refiere a la garantía de que tiene toda persona en
ampararse ante el ente jurisdiccional para solicitar y restablecer sus derechos y garantías
constitucionales objeto de violación. Así las cosas, conforme lo anteriormente expuesto este
Tribunal en sede Constitucional, no evidenció violación alguna respecto de la garantía
contenida en el mencionado artículo 27 y así se declara.
SEGUNDO: Con respecto a la violación del derecho constitucional referido al derecho de
propiedad, se observa que la actuación judicial denunciada, respecto del acto de
nombramiento de administrador-liquidador AD-HOC, no presenta elementos privativos o
limitativos de la propiedad, tutelado en el artículo 115 de la Norma Constitucional, sino
más bien decisión que interviene en la administración de las empresas DELL ACQUA e
INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) y no como una violación al derecho
constitucional de propiedad como tal, en virtud de lo cual a criterio de esta Alzada no se ha
producido violación constitucional alguna referida al derecho de propiedad y así se declara.
TERCERO:Con respecto de la medida nominada referida a la prohibición de enajenar y
gravar, contenida en la decisión dictada en fecha 25 de mayo de 2021, observa este
Juzgador Constitucional que dicha cautelar fue dictada en los siguientes términos:
“(…) CUARTO: DECRETA MEDIDA CAUTELAR NOMINADA DE PROHIBICIÓN
DE ENAJENAR Y GRAVAR bienes inmuebles que estén registrados a nombre de las
Sociedades Mercantiles DELL ACQUA e INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A.
(INDAGRO), respecto a la posibilidad de dilapidación de los bienes durante el tiempo que
el presente proceso se tramite. En tal sentido, ofíciese lo conducente a la Oficina de
Registro Público Inmobiliario a que corresponda, previa consignación de los documentos
fundamentales para ello; para la ejecución del presente decreto cautelar se ordena librar
despacho-comisión a cualquier juzgado de Municipio Ordinario y Ejecutores de Medidas
en lo Civil, Mercantil y Tránsito, para hacer efectiva la misma. Líbrese Despacho-
Comisión. Líbrense oficios y déjese constancia de lo actuado. ASÍ EXPRESAMENTE SE
DECIDE…”.

Conforme la transcripción efectuada, observa esta Operador de justicia que en los términos
en que fue dictada la decisión cautelar nominada, la misma no produce ningún efecto
jurídico ni procesal, toda vez que: a) Dicha medida fue dictada en forma genérica e
indeterminada. b) Hasta la presente fecha (no consta a los autos) aún no ha recaído sobre
bien inmueble alguno propiedad de los querellantes. Sin embargo por la forma en que fue
decretada la misma pudiera generarse una incertidumbre jurídica para aquella parte contra
quien obre la medida o cualquier tercero interesado con respecto a la oportunidad en que ha
de oponerse a la medida, por cuanto a criterio de quien aquí decide en sede constitucional
esta medida no fue decretada bajo lo que la doctrina señala como los supuestos del artículo
600 de la norma adjetiva civil, donde la parte debe al solicitar la medida indicar sobre cual
bien inmueble ha de recaer la misma para el juez una vez verificados los supuestos de
procedencia, de forma inmediata materializar la misma oficiando al registrador respectivo,
afectando los principios procesales de legalidad y dispositivo y por ende el debido proceso.
Así las cosas, existe evidencia de una garantía constitucional violentada que debe ser
restablecida mediante este procedimiento, amén de que la parte afectada puede ejercer los
medios y defensas que el procedimiento ordinario prevé para el caso. En consecuencia, a
criterio de este Juzgado en sede Constitucional se ha producido violación constitucional,
subsumible al decreto cautelar nominado aquí referido y así se declara.
CUARTO: Con respecto a la incompetencia porel territorio y por la materia alegada por la
representación judicial de la parte querellante, observa quien aquí decide que no consta a
los autos que tales alegatos hayan sido efectuados ante el Tribunal de Instancia, por lo que
la resolución del mismo no es parte del themadecidendum, no pudiendo determinar si
ciertamente tal defensa la hizo valer ante el señalado Tribunal y si este último realizo el
pronunciamiento pertinente a dicho alegato ratificando su competencia o no, debiéndose
desechar tal alegato como parte de la violación constitucional y así se declara.
Ahora bien, con respecto a los derechos denunciados contenidos en los artículos 26 y 49,
constata esta Tribunal en sede Constitucional que la querellante denunció que efectuó
oposición al decreto cautelar tanto en el Tribunal comisionado como en el de la causa y así
fue reconocido por la representación judicial de la tercera interesada en la audiencia
constitucional. Igualmente señaló la parte querellante, que impugnó la competencia del
Tribunal de la causa y que en ambos casos no ha obtenido respuesta oportuna por parte del
Juzgado de instancia, en virtud de lo cual se le violaron derechos constitucionales ya
anunciados.
En este orden de ideas, pasa este Juzgador a verificar los supuestos que la jurisprudencia
Patria ha señalado respecto de los artículos 26 y 49 referidos a las garantías constitucionales
de referidos al debido proceso y tutela judicial efectiva, en tal virtud, a tenor de lo señalado
en la Norma Constitucional, nuestro Máximo Tribunal garantiza la supremacía y
efectividad de las normas y principios constitucionales como máximo intérprete de la
Constitución, por lo que la violación de estos por falsa o mala interpretación de la Ley se
encuentran amparados y los Tribunales de la República deberán actuar de manera cónsona
con la uniformidad de las normas interpretadas y de obligatorio cumplimiento, debiendo ser
garantes de su cumplimiento, a tenor de lo señalado por la Sala Constitucional, en sentencia
828, de fecha 27 de julio de 2000, Expediente 00-0889, Caso Corporativos (Segucorp)
C.A..

“…La noción de violación directa de las normas fundamentales, requiere ser precisada, por
ser una manifestación del objeto de la acción de amparo y un límite implícito de su alcance.
Al respecto, se pueden hacer las siguientes consideraciones:
La Constitución se desarrolla mediante la legislación, la cual tiene normas de ejecución
directa del texto y los principios constitucionales, así como normas de instrumentación de
todo ese desarrollo constitucional.
Ahora bien, se ha venido sosteniendo que el amparo persigue las violaciones directas de la
Constitución y, que cuando la infracción se refiere a las leyes que la desarrollan, se está
ante una transgresión indirecta que no motiva un amparo.
A juicio de esta Sala, tal distinción carece de base legal. Según el artículo 1 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, el amparo procede
cuando se menoscaban de alguna forma el goce y el ejercicio de los derechos y garantías
constitucionales, lo cual puede provenir del desconocimiento, de la errónea aplicación, o de
la falsa interpretación de la ley, que atenta contra un derecho o garantía constitucional. No
se trata del rango de la ley, sino del efecto que sobre los derechos y garantías
fundamentales ejerce la violación de la ley, en relación con la situación jurídica de las
personas y la necesidad de restablecerla de inmediato si ella fuere lesionada.
Cuando la infracción a una ley, sin importar su rango, es a su vez una trasgresión a la
Constitución, que deja sin aplicación, en alguna forma, el mandato constitucional, procede
el amparo, sin que sea necesario distinguir si se trata de una violación directa e inmediata
de la Constitución, ya que estos conceptos son importantes para definir el ámbito de las
acciones de nulidad por inconstitucionalidad prevenidas en los numerales 1 y 4 del artículo
336 de la vigente Constitución, pero no para el amparo.
Para que el amparo proceda, es necesario que exista una infracción por acción u omisión a
una norma constitucional, sea esta realizada mediante desconocimiento, mala praxis, o
errada interpretación de normas legales o sub-legales, siempre que ella enerve el goce y
ejercicio pleno de un derecho constitucional…”

En sentido a tenor de lo anteriormente transcrito y del cual se hace eco este Despacho, es
necesario determinar infracción por acción u omisión a una norma constitucional, y a tenor
de lo denunciado por la querellante, este Juzgador trae a colación la sentencia de fecha 4 de
julio de 2017, con ponencia del Magistrado Francisco Ramón Velázquez Estévez,
expediente 2017-000218, la cual señala:

Ahora bien, en relación con el menoscabo del derecho a la defensa, la Sala ha señalado en
sentencia N°. RC-000698, de fecha 3 de noviembre de 2016, caso Inversiones Puerto Coral,
S.A. contra Promotora INMOBILIARIA Campo de Mayo, C.A., Exp. 15-773, lo siguiente:
“...Como parte integrante del debido proceso, la defensa es un derecho que permite a las
partes alegar, oponer, probar o recurrir, cuyo custodio es el juez, quien no puede admitir y
menos aún generar indefensión, lo cual ocurre cuando este último limita o impide el
ejercicio de algún medio procesal o cuando crea desigualdades entre las partes.
Ahora, el quebrantamiento de las formas procesales con menoscabo del derecho de defensa,
ocurre por actos del tribunal, al conculcar de forma flagrante el ejercicio a los justiciables
del derecho de defensa, el debido proceso y la tutela judicial efectiva, lo cual dará lugar a la
reposición y renovación del acto, en tanto que se debe advertir que no se sacrificará la
justicia por la omisión de formalidades, pues lo transcendental es la comprobación de la
indefensión, de lo contrario, no procederá el recurso extraordinario de casación. (Vid.
sentencia N° 239, del 12 de abril del 2016).
En este sentido, se debe tener claro, que para la procedencia de la denuncia del
quebrantamiento de formas procesales, es necesario verificar la concurrencia de
determinados elementos, entre los cuales tenemos: En primer lugar, haberse dejado de
cumplir en el acto alguna formalidad esencial; en segundo lugar, que el acto no haya
logrado el fin para el cual estaba destinado; en tercer lugar, que la parte contra quien obra la
falta no lo haya causado y que el quebrantamiento sea imputable al juez; en cuarto lugar,
que la parte no haya convalidado o consentido el quebrantamiento de la forma del acto; en
quinto lugar, que se haya hecho uso de todos los recursos contra esas faltas; y en sexto
lugar, que se haya verificado la existencia de la lesión al derecho de defensa, y de esta
manera se dará lugar a la nulidad y reposición de la causa al estado de los cuales se subsane
el acto procesal viciado. (Vid Sent. N° 96, de fecha 22 de febrero de 2008, caso: Banesco,
Banco Universal, C.A., contra Héctor Jesús Pérez Pérez) …”. (Negrillas, subrayado y
cursivas de la Sala).
Conforme con lo transcrito, ha establecido esta Sala que ocurre el quebrantamiento de las
formas procesales con menoscabo del derecho de defensa, cuando por actos del tribunal se
vulnera el ejercicio a los justiciables del derecho de defensa, el debido proceso y la tutela
judicial efectiva, lo cual dará lugar a la reposición y renovación del acto, luego de, la
comprobación de la indefensión, de lo contrario, no procederá el recurso.
Asimismo, hay que verificar para la procedencia de esta denuncia los siguientes aspectos:
1) haberse dejado de cumplir en el acto alguna formalidad esencial, es decir, la infracción
de alguna norma que regule la realización de algún acto procesal; 2) que el acto no haya
logrado el fin para el cual estaba destinado; 3) que la parte contra quien obra la falta no lo
haya causado y que el quebrantamiento sea imputable al juez; 4), que la parte no haya
convalidado o consentido el quebrantamiento de la forma del acto; 5) que se haya hecho
uso de todos los recursos contra esas faltas; y 6) que se haya verificado la existencia de la
lesión al derecho de defensa.
En tal sentido, la jurisprudencia de esta Sala ha señalado que se deben verificar la
concurrencia de estos requisitos porque el solo quebrantamiento de la ley no genera la
procedencia de la denuncia.
Ahora bien, las normas de la ley adjetiva civil, delatadas como infringidas establecen:
“…Artículo 15: Los jueces garantizarán el derecho a la defensa, y mantendrán a las partes
en los derechos y facultades comunes a ellas, sin preferencias ni desigualdades y en los
privativos de cada una, las mantendrán respectivamente, según lo acuerde la Ley a la
diversa condición que tengan sin que puede permitir ni permitirse ellos extralimitaciones de
ningún género…”.
El artículo antes transcrito es consagratorio de salvaguardar el denominado “equilibrio
procesal”, el cual es un principio de rango constitucional conocido como el derecho de
defensa, por lo que, constituye para los jueces un mandato para mantener a las partes en
igualdad de condiciones y en los derechos privativos de cada uno, y cuando este equilibrio
procesal se rompe por un acto imputable al juez, el juzgador incurre en indefensión o
menoscabo del derecho a la defensa. (Ver sentencias N° 0167, de fecha 14 de junio de
2000, caso: Ramón Miranda, contra Restaurant KibbeSteak, S.R.L., Exp. N° 99-0355,
criterio reiterado en fallo N°0360, de fecha 22 de mayo de 2007, caso: Elva Estévez, contra
Julio Pineda, Exp. N° 06-0735).
Por su parte, el artículo 206 del Código de Procedimiento Civil, contempla:
“…Artículo 206: Los jueces procurarán la estabilidad de los juicios, evitando o corrigiendo
las faltas que puedan anular cualquier acto procesal. Esta nulidad no se declarará sino en los
casos determinados por la ley, o cuando haya dejado de cumplirse en el acto alguna
formalidad esencial a su validez.
En ningún se declarará la nulidad si el acto ha alcanzado el fin al cual estaba destinado…”.
La norma transcrita en forma general, indica a los jueces que deben mantener a las partes
en igualdad y sin preferencias de ningún tipo, evitando vicios en la tramitación y
sustanciación del proceso, que puedan anular cualquier acto procesal.

Por otra parte, observa este Juzgado que conforme a lo expuesto en el escrito de la
querellante y lo señalado en el acta de audiencia constitucional, la acción de amparo
interpuesta invoca como base de su acción el artículo 49 de la Constitución de la República
de Venezuela, contra el decreto denunciado de fecha 25 de mayo de 2021, por violación a
la garantía del debido proceso; en razón de ello este Tribunal considera necesario realizar
las siguientes consideraciones:
Nos señala el artículo 49 del texto constitucional, lo siguiente:
“El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas; en
consecuencia:
1º. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de la
investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por
los cuales se le investiga, de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios
adecuados para ejercer su defensa. Serán nulas las pruebas obtenidas mediante violación
del debido proceso. Toda persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del fallo, con
las excepciones establecidas en esta Constitución y la Ley.
2º Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario.
3º Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las debidas
garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente, por un Tribunal
competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad. Quien no hable o no
pueda comunicarse de manera verbal, tiene derecho a un intérprete.
4º. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las jurisdicciones
ordinarias, o especiales, con las garantías establecidas en esta Constitución y en la Ley.
Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la identidad de quien la juzga, ni
podrá ser procesada por tribunales de excepción o por comisiones creadas para tal efecto.
5°. Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí misma,
su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad y
segundo de afinidad.
La confesión solamente será válida si fuere hecha sin coacción de ninguna naturaleza.
6° Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos
como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes.
7°. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en virtud de los
cuales hubiese sido juzgada anteriormente.
8°. Toda persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación de la situación
jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión injustificados. Queda a salvo el
derecho del o de la particular de exigir la responsabilidad personal del magistrado o de la
magistrada, del juez o de la jueza; y el derecho del Estado de actuar contra éstos o estas.
(NEGRILLAS DEL TRIBUNAL)

Asimismo, el derecho a la Tutela Judicial Efectiva se encuentra reconocido en nuestro


ordenamiento jurídico en el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, a saber:
"Artículo 26.- Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de
justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela
judicial efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente…”

Tal garantía abarca además el derecho que tiene la persona de hacerse de las actas de su
expediente y tener libre acceso al mismo, por lo cual el operador de justicia debe garantizar
en todo momento tal situación.
Ahora bien, Tanto el derecho a la tutela judicial efectiva como al debido proceso son
derechos procesales que muchas veces inciden en la misma etapa del proceso. Mientras el
derecho a la tutela judicial efectiva apunta a garantizar un mecanismo eficaz que permita a
los particulares restablecer una situación jurídica vulnerada; el derecho al debido proceso
trata de garantizar que, mediante el establecimiento de exigencias procesales, el proceso
judicial que se siga no vulnere derechos fundamentales del procesado. Se trata de derechos
complejos que acogen derechos menores.
El derecho al debido proceso abarca el derecho a la defensa, a la presunción de inocencia,
el derecho a ser oído, a ser juzgado por los jueces naturales, a no confesarse culpable ni
declarar contra sí mismo, a no ser juzgado sino por leyes preexistentes, a no ser juzgado por
los mismos hechos en virtud de los cuales hubiese sido juzgado anteriormente, y al
restablecimiento o reparación de la situación jurídica lesionada (artículo 49 CRBV).
Por otra parte, el derecho a la tutela judicial efectiva está integrado por el derecho de
acceso; el derecho a la gratuidad de la justicia; el derecho a una sentencia sin dilaciones
indebidas, oportuna, fundamentada en derecho y congruente; a la tutela cautelar y a la
garantía de la ejecución de la sentencia (artículo 26 CRBV).
En este sentido, como arriba se indicó uno de los elementos que constituyen una emanación
de la garantía a la tutela judicial efectiva, precisamente, es el derecho a la efectividad de la
decisión judicial, a ejecutar la orden judicial contenida en el fallo emitido por el órgano
jurisdiccional, lo cual se traduce, como expresa Carroca:
“…el operador de justicia que, por omisión, “…pasividad o defecto de entendimiento, se
aparta, sin causa justificada de lo previsto en el fallo que debe ejecutarse, o se abstiene de
adoptar las medidas necesarias para su ejecución, cuando le sean legalmente exigibles,
desconoce la garantía a la tutela judicial efectiva a través del régimen de ejecución y
efectividad en el cumplimiento de la decisión judicial.”
En relación a lo que comprende el derecho a la tutela judicial efectiva, el Tribunal Supremo
de Justicia, con ponencia realizada por el Magistrado Jesús E. Cabrera Romero, en el Exp.
Nº 01-1114, decisión Nº 1745, estableció lo siguiente:

“Por su parte, el artículo 26 de la Constitución que junto con el artículo 257 eiusdem han
sido denunciado infringidos; establece el primero de ellos lo que se ha llamado el derecho a
la tutela judicial efectiva que comprende el derecho de acceso a los órganos de
administración de justicia, el derecho a obtener una decisión en derecho y el derecho que
esa decisión sea efectiva. Asimismo garantiza dicho artículo la gratuidad, imparcialidad,
idoneidad, transparencia, autonomía, independencia, responsabilidad y celeridad en la
administración de justicia, así como que dicha función debe ser equitativa y expedita, sin
dilaciones indebidas ni formalismos o reposiciones inútiles…”

Asimismo, el Tribunal Supremo de Justicia, con Ponencia del Magistrado Jesús E. Cabrera
Romero, en el Exp. Nº 00-2794, decisión. Nº576 ha mencionado en relación a la definición
de tutela judicial efectiva lo siguiente:
“La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 26 consagra la
Garantía Jurisdiccional, también llamada el derecho a la tutela judicial efectiva, que ha sido
definido como aquél, atribuido a toda persona, de acceder a los órganos de administración
de justicia para que sus pretensiones sean tramitadas mediante un proceso, que ofrezca unas
mínimas garantías, todo lo cual sólo es posible cuando se cumplen en él los principios
establecidos en la Constitución. Es, pues, la Garantía Jurisdiccional, el derecho de acceso a
la justicia mediante un proceso dirigido por un órgano, también preestablecido para ello por
el Estado, para conseguir una decisión dictada conforme el derecho mediante la utilización
de las vías procesales prescritas para el fin específico perseguido, en el entendido que dicho
derecho en manera alguna comprende que la decisión sea la solicitada por el actor o
favorezca su pretensión, ni que en el curso del mismo se observen todos los trámites e
incidencias que el actor considere favorables a él. El derecho a la tutela judicial efectiva
comprende, asimismo, el derecho a la ejecutoriedad de la sentencia obtenida en derecho.
Ahora bien, dicha garantía implica, para los administrados, la obligación de someter la
tramitación de sus pretensiones a los órganos jurisdiccionales establecidos por el Estado
mediante las vías y los medios procesales contemplados en las leyes adjetivas, así como
también la de no obstruir, de manera alguna, la administración de justicia desarrollada por
el Estado en cumplimiento de sus funciones, lo que conlleva la obligación de no realizar
actos inútiles ni innecesarios a la defensa del derecho que se pretenda sea declarado, pues
ello, además de contravenir los artículos 17 y 170 del Código de Procedimiento Civil,
podría configurar el abuso de derecho generador de responsabilidad patrimonial u otras
responsabilidades…”

En este mismo orden de ideas, este juzgador se apega a la doctrina y a la jurisprudencia


antes transcrita, en lo que respecta a su definición de la tutela judicial efectiva como el
derecho al acceso a la justicia mediante un proceso dirigido por un órgano, también
preestablecido para ello por el Estado, para conseguir una decisión dictada conforme el
derecho mediante la utilización de las vías procesales prescritas para el fin específico
perseguido, por ende, el artículo 26 de nuestra Constitución, es de obligatoria e ineludible
aplicación y observancia en toda clase de actuaciones judiciales, así, constituye elemento
fundamental de la acción de amparo el que una persona se encuentre en una situación
jurídica subjetiva determinada, la cual se presume una vulneración a derechos o garantías
constitucionales y, por tanto, la labor del juez constitucional es la de restablecer dicha
situación.
En este mismo orden expresa el artículo 1° de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos
y Garantías Constitucionales, cuando declara que: “…Toda persona natural habitante de la
República, o persona jurídica domiciliada en ésta, podrá solicitar ante los tribunales
competentes el amparo…(omissis)… para el goce y el ejercicio de los derechos y garantías
constitucionales, aún de aquellos derechos fundamentales de la persona humana que no
figuren expresamente en la Constitución, con el propósito de que se restablezca
inmediatamente la situación jurídica infringida…”
Entonces, el amparo constituye un mecanismo para proteger la situación jurídica de un
ciudadano, desde la perspectiva en el goce y ejercicio de los derechos fundamentales, que el
acuerdo social ha incorporado a la Constitución para garantizar el orden Político y la Paz
ciudadana. Luego, esta protección, que se extiende a los intereses difusos o colectivos (en
el artículo 26 de la Constitución se expresa que toda persona tiene derecho de acceder a los
órganos de la administración de justicia, incluso para hacer valer los derechos e intereses
colectivos o difusos) en la medida que sean expresión de derechos fundamentales, no tiene
por objeto el reconocimiento de la existencia de los valores constitucionales, sino la
restitución a la persona afectada en el goce y ejercicio de sus derechos fundamentales.
Precisado lo anterior, se aprecia que en el presente caso se cuestiona por vía de amparo
constitucional un acto supuestamente lesivo de los derechos y garantías constitucionales
por la decisión interlocutoria dictada por la parte presuntamente agraviante, en fecha 25 de
mayo de 2021, mediante el cual se designó Administradores-Liquidadores a las Sociedades
Mercantiles DELL ACQUA C.A. e INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A.
(INDAGRO); ahora bien, es necesario precisar como corolario de todo lo expuesto referido
a la inadmisibilidad de la acción, los señalamientos de violaciones de derechos
constitucionales referidos a la tutela judicial efectiva, al debido proceso, el derecho a la
libre asociación y libertad económica, contenidas en los artículos 26, 49, 52, 112, traer a
colación nuevamente lo señalado en la decisión anteriormente aquí referida emanada de la
Sala Constitucional del Supremo Tribunal, en decisión de fecha 11 de julio de 2008, caso:
Centro Médico Quirúrgico San Ignacio C. A., y otra, reiteró el criterio reiterado del
Máximo Tribunal de la República al dejar igualmente expresamente establecido lo
siguiente:
La violación a sus derechos al debido proceso, a la defensa, a la asociación, a la libertad
económica y a la propiedad que establecen los artículos 49.1, 52, 112 y 115 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por cuanto la Juez n.° 12 de la Sala
de Juicio del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas decretó una medida cautelar en un juicio en el
que él no fue parte, por medio de la cual lo sustituyó como administrador del Centro
Médico Quirúrgico SAN IGNACIO C.A.
De modo que el amparo bajo examen no está incurso en la causal de inadmisibilidad que
establece el artículo 6.5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, en virtud de que, se reitera, de las circunstancias de hecho y de derecho
del caso concreto, se desprende que el ejercicio del medio procesal preexistente resultaba
insuficiente e ineficaz para el restablecimiento de la situación jurídica infringida, puesto
que, tal como lo estableció el tribunal de primera instancia constitucional, no permitía la
reparación adecuada de los derechos que se delataron como infringidos, en forma
suficientemente rápida y expedita. En este sentido, la Sala tiene establecido que:
… el amparo constitucional, como acción destinada al restablecimiento de un derecho o una
garantía constitucional lesionados, sólo se admite -para su inserción armoniosa con el
sistema jurídico- ante la inexistencia de una vía idónea para lograr dicho restablecimiento,
la cual, por su celeridad y eficacia, impida el daño a los derechos que la Constitución
vigente garantiza. Como corolario, la acción de amparo constitucional es admisible cuando
otros medios procesales ordinarios son insuficientes para restablecer la situación infringida,
o cuando su procedimiento -dada la naturaleza de la infracción alegada- no cumple con la
finalidad de lograr una efectiva protección de forma inmediata o, en todo caso, sus efectos
vienen a ser retardados o diferidos, en forma tal que no permiten reparar el daño sufrido
cuando el derecho constitucional ha sido contravenido. (Por todas, s.S.C. n.° 1458 de
04.08.04, exp. n.° 04-0715, caso: AGUAPECA) …”

En tal sentido, conforme lo señalado en la presente decisión considera este Tribunal


constitucional que con la decisión de fecha 25 de mayo de 2021, mediante el cual se
designó Administradores-Liquidadores AD-DOC a las Sociedades Mercantiles DELL
ACQUA e INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), se materializó en su
conjunto la trasgresión de derechos constitucionales referidos al derecho a la defensa, tutela
judicial efectiva, debido proceso, derecho a la libre asociación y libertad económica, los
cuales deben ser restituidos a través del presente fallo y así se decide.
Ahora bien, esta Tribunal Superior considera que ha sido el norte del Máximo Tribunal de
la República a través de sus diversas salas y sobre todo la Constitucional el mantener,
defender y restablecer de ser necesario el legítimo derecho a la defensa, al debido proceso y
a la tutela judicial efectiva, traducida en los términos judiciales en el restablecimiento de
situaciones de retardo u omisiones injustificadas y obtener una justicia oportuna, tal y como
lo ha señalado la Sala de Casación Civil mediante Sentencia de fecha 4 de julio de 2017,
con ponencia del Magistrado Francisco Ramón Velázquez Estévez, expediente 2017-
000218, la sentencia de la referida Sala mediante sentencia Nro. RC-000698, de fecha 3 de
noviembre de 2016, caso Inversiones Puerto Coral, S.A. contra Promotora Inmobiliaria
Campo de Mayo, C.A., Exp. 15-773, el cual señaló:
“...Como parte integrante del debido proceso, la defensa es un derecho que permite a las
partes alegar, oponer, probar o recurrir, cuyo custodio es el juez, quien no puede admitir y
menos aún generar indefensión, lo cual ocurre cuando este último limita o impide el
ejercicio de algún medio procesal o cuando crea desigualdades entre las partes.
Ahora, el quebrantamiento de las formas procesales con menoscabo del derecho de defensa,
ocurre por actos del tribunal, al conculcar de forma flagrante el ejercicio a los justiciables
del derecho de defensa, el debido proceso y la tutela judicial efectiva, lo cual dará lugar a la
reposición y renovación del acto, en tanto que se debe advertir que no se sacrificará la
justicia por la omisión de formalidades, pues lo transcendental es la comprobación de la
indefensión, de lo contrario, no procederá el recurso extraordinario de casación. (Vid.
sentencia N° 239, del 12 de abril del 2016).
En este sentido, se debe tener claro, que para la procedencia de la denuncia del
quebrantamiento de formas procesales, es necesario verificar la concurrencia de
determinados elementos, entre los cuales tenemos: En primer lugar, haberse dejado de
cumplir en el acto alguna formalidad esencial; en segundo lugar, que el acto no haya
logrado el fin para el cual estaba destinado; en tercer lugar, que la parte contra quien obra la
falta no lo haya causado y que el quebrantamiento sea imputable al juez; en cuarto lugar,
que la parte no haya convalidado o consentido el quebrantamiento de la forma del acto; en
quinto lugar, que se haya hecho uso de todos los recursos contra esas faltas; y en sexto
lugar, que se haya verificado la existencia de la lesión al derecho de defensa, y de esta
manera se dará lugar a la nulidad y reposición de la causa al estado de los cuales se subsane
el acto procesal viciado. (Vid Sent. N° 96, de fecha 22 de febrero de 2008, caso: Banesco,
Banco Universal, C.A., contra Héctor Jesús Pérez Pérez) …”.

Ahora bien por encontrarnos en sede Constitucional, observa este Sentenciador que el
poder conferido al Juez en esta sede, no solo le permite restituir la violación del derecho
conculcado, sino que también tiene la facultad de corregir y prevenir hechos futuros y
ciertos que produzcan daños al afectado y más aún denunciar y sentenciar en el mismo
procedimiento cualquier otro hecho que pudiera ser causal de violación de derechos
constitucionales, aun cuando estos no hayan sido denunciados por el querellante tal como lo
refiere, la decisión Nro. 1107 de Tribunal Supremo de Justicia Sala Constitucional de 4 de
Noviembre de 2010.
En consecuencia, conforme las consideraciones señaladas quedo demostrado de autos la
existencia de violaciones de derechos constitucionalmente tutelados a la tutela judicial
efectiva, al debido proceso, el derecho a la libre asociación y libertad económica,
contenidos en los artículos 26,49, 52 y 112 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela. En consecuencia a tenor de lo señalado forzoso es para este Tribunal
Superior en sede Constitucional, declarar la existencia de violaciones constitucionales,
contenidas en la decisión de fecha 25 de mayo de 2021 emanada del JUZGADO DÉCIMO
DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL, DEL TRÁNSITO Y
BANCARIO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA
DE CARACAS,en lo que respecta a la determinación de los auxiliares de justicia
designados y las facultades que les fueron conferidas, así como en la forma genérica que se
decretó la medida de prohibición de enajenar y gravar, por lo cual a los fines de restablecer
las garantías constitucionales violadas definidas en el texto del presente fallo, este
Sentenciador ejerciendo su facultad constitucional, procede a efectuar previamente las
siguientes consideraciones:
Conforme las consideraciones contenidas en el presente fallo y a tenor de la sentencia
rectora, contenida en la decisión de Sala de Casación Civil de la extinta Corte Suprema de
Justicia, en decisión del 8 de julio de 1997 (caso: Café Fama de América), la cual ha sido
inveterada a través del tiempo y ratificada por las diversas Salas del Máximo Tribunal de la
República, incluyendo la sala Constitucional, quedando ratificado que el nombramiento de
“administradores AD HOC”, como medida cautelar innominada, debe necesariamente estar
delimitado a través de las disposiciones del Código de Comercio, por tratarse de materia
netamente mercantil. En este sentido, las facultades que se otorga a un administrador fuera
del escogido naturalmente por los medios previstos en los estatutos sociales de la empresa,
no pueden sustituir a los diferentes órganos de las sociedades, ni mucho menos tomar
acciones o medidas contrarias a las decisiones de las asambleas.
Por tal motivo, el Tribunal Supremo de Justicia, a través de sus diferentes Salas ha
mantenido de manera inveterada el criterio respecto de limitar las intervenciones del juez
en el funcionamiento interno de las sociedades, ya que, de lo contrario, se alterarían y
violentarían las funciones legal y estatutariamente conferidas a los referidos órganos, tal
como sucede en el caso de marras. Y así se declara.
Ahora bien, si bien es cierto, que en el presente caso la medida innominada decretada por el
Tribunal Decimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de esta
misma Circunscripción Judicial, hoy el agraviante, los auxiliares de justicia no tienen el
título de “Administrador Ad Hoc”, si no el de “Administradores-liquidadores”, el juez de
instancia se extralimito al decretar las medidas cautelares solicitadas por la parte actora,
toda vez que no cumplen con los requisitos de procedibilidad y atenta contra el principio de
la expectativa plausible, por cuanto el agraviante no observo el criterio mantenido por la
Sala de Casación Civil y la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de forma
inveterada respecto a limitar las intervenciones del juez en el funcionamiento interno de las
sociedades, ya que, de lo contrario, se alterarían y violentarían las funciones legal y
estatutariamente conferidas a los referidos órganos, tal como sucede en el caso de marras,
evidenciándose palmariamente del decreto cautelarquetalesdesignaciones así como las
facultades que les fueron otorgadas a dichos auxiliares de justicia, tienen un efecto objetivo
de contravención de las decisiones de las sociedades mercantilesDELL ACQUA e
INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), toda vez que otorga a los
auxiliares de justicia designados, una serie facultades que una vez ejercidas,imponen a cada
unade empresa señaladas unainterrupcióndel normal desenvolvimiento de sus giros
comerciales, pasando por encima de los órganos naturales de administración y de las
decisiones tomadas en el seno de sus respectivas asambleas y así se declara.
Hablar de una acción judicial en procura del reclamo de un derecho, no tendría razón de ser
si dicho procedimiento no tiene un mecanismo que asegure en el tiempo la eventual resulta
del juicio, para quien detenta generalmente la cualidad activa en dicha acción;de allí que el
medio idóneo establecido en la Ley para asegurar las resultas del juicio descansa en las
medidas cautelares. Ahora bien, una cautelar en sí misma, no puede ser un remedio
anticipado a las resultas del juicio, sino que por el contrario debe ser vista como un medio
de precaución para resguardar a través del tiempo, eventuales derechos que pudieran ser
acordados en la decisión que resuelva el juicio. En tal sentido se ha señalado que las
medidas cautelares son instrumentos que ayudan a un fin y no el fin en sí mismo. Al
respecto nuestro procesalista patrio Ricardo Henríquez La Rocheen su obra “Código de
Procedimiento Civil, tomo IV, señala:
“…Naturaleza de las medidas cautelares, La característica esencial de las medidas
cautelares es su instrumentalidad, Su definición hade buscarse más que sobre la base de
criterio ontológico, en un criterio teleológico: no en la cualidad -declarativa o ejecutiva- de
sus efectos, sino en el fin -anticipación de los efectos de una providencia principal- al que
su eficacia está preordenada, La característica esencial de las providencias cautelares es su
instrumentalidad. Instrumentalidad en el sentido que ellas no son nunca fines en sí mismas
ni pueden aspirar a convertirse en definitivas; instrumentalidad también en el sentido de
ayuda y auxilio a la providencia principal, al igual -si se me permite el símil- que los
servidores de un viajero antiguo preparan el lugar en la próxima venta a espera de la llegada
de su señor, para hacer más fácil su camino. La providencia-instrumento interviene el
asunto, a la espera que definitivamente lo intervenga la providencia subsecuente, Y por eso
el concepto denota dos elementos, precaución y anticipación, aun cuando ya el primero de
ellos entraña la significación del segundo, El concepto de instrumentalidad de
CALAMANDREI (cfr Introducción al estudio sistemático de las providencias cautelares, p,
33) puede definirse en esta escueta frase: ayuda de precaución anticipada y provisional.
La instrumentalidad es hipotética porque sólo existe en la hipótesis que el contenido de la
providencia principal sea en favor del que ampara la medida cautelar; y diríamos aún más,
que es hipotética también en la hipótesis que se dé el juicio principal futuro. En este caso, la
medida cautelar tiene una instrumentalidad eventual; está destinada a precaver el resultado
práctico de un juicio futuro y eventual al cual están preordenados sus efectos…”

Así las cosas, la medidacautelar innominada en los términos en que fue dictada no cumple
con criterios de instrumentalidad, por lo que su ejecucióncausa lasviolaciones
constitucionales denunciadas,siendo que debe ser modificada de tal manera que no
produzca intervención alguna en la administración de las empresas involucradas ni
interrupción en el giro comercial de las mismas, mientras dure el procedimiento llevado
ante el Tribunal de Instancia, por lo que a los fines de garantizar los derechos
constitucionales de los hoy querellantes y resguardar a través del tiempo eventuales
derechos que pudieran ser acordados en la decisión que resuelva el juicioobjeto del decreto
de la cuestionada medida cautelar innominada, en obsequio de la tutela judicial efectivael
decreto de medida cautelar innominada de DESIGNACIÓN ADMINISTRADOR-
LIQUIDADOR, sobre las empresas DELL ACQUA C.A. e INDUSTRIAS
AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), se modifica aMEDIDA CAUTELAR
INNOMINADA DE DESIGNACIÓN DE VEEDORES JUDICIALES A LAS EMPRESAS
DELL ACQUA C.A. E INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO);en
consecuencia,las designaciones del ciudadano HUMBERTO PEROZO y SERGIO
CASTELLANOS, titulares de las Cédulas de Identidad Nros. V-4.349.641 y V-9.683.456,
respectivamente, se modifican a VEEDORES JUDICIALES, siendo el primero de los
nombrados, ciudadano HUMBERTO PEROZO el de la empresaDELL ACQUAC.A. y en
relación a la sociedad mercantil INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) su
VEEDEOR JUDICIAL recae en el auxiliar designado ciudadano SERGIO
CASTELLANOS, quienes tendrán atribuciones que naturalmente –tal como fue concebido-
no están reñidas con las limitaciones que la ley prevé en materia societaria.
En tal sentido, conforme a la medida del veedor judicial y en atención a la jurisprudencia
pacífica y reiterada del Tribunal Supremo de Justicia y las implicaciones eventuales que
esta pudieran producir respecto a la debida designación del veedor judicial, toda vez que es
una medida como su nombre lo indica de observancia que no interfiere en la decisiones de
las compañía y por tanto no limita el giro societario de la misma, por el contrario es una
medida que no daña a ninguna de las partes por cuanto su función natural está dirigida a
supervisar, controlar y vigilar, que se establecen bajo los criterios señalado por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia No. 3536, Exp. 03-1485,
dictada el 18 de diciembre de 2003, las cuales son a saber:
1. Observar y determinar cómo está siendo manejada la Sociedad Mercantil, participando
en las reuniones de Junta Directiva con derecho a voz más no a voto, teniendo además los
mismos derechos y deberes dados al Comisario, sin sustituir al actual, conforme a lo
previsto en el artículo 311 del Código de Comercio.
2. Revisar los balances y emitir su informe, el cual deberá ser presentado ante este Tribunal
de manera mensual;
3. Asistir a las Asambleas con derecho a voz más no a voto;
4. Velar por el cumplimiento, por parte de los administradores, de los deberes que les
impongan la ley y la escritura a los estatutos de la compañía;
5. Realización de un inventario de los activos y los pasivos que tiene las sociedades
mercantiles señaladas Up Supra.
6. Realizar las observaciones que resulten conducentes para que la administración de la
referida sociedad mercantil se desarrolle bajo los parámetros de la más sana administración,
debiendo informar periódicamente a este Tribunal del desarrollo de su gestión.
7. Se impone el deber a los actuales administradores de la referida sociedad mercantil de
informar de forma inmediata al veedor, cualquier acto de administración o que exceda la
simple administración o simple disposición, relacionada con el patrimonio de dicho ente
societario.
UNICO: EL VEEDOR DESIGNADO deberá ejercer sus funciones sin obstruir el
desarrollo del objeto, y giro ordinario de la empresa; y en caso de observar cualquier
irregularidad en la administración, debe dar cuenta inmediata al Tribunal, mediante informe
escrito del resultado de su gestión. Asimismo, en aras de evitar algún daño patrimonial a
alguna de las partes del presente juicio deberá informar de manera inmediata al Tribunal de
la causa la realización de alguna Asamblea ordinaria o extraordinaria de accionistas de
lasrespectivas sociedades mercantilesDELL ACQUA C.A. e INDUSTRIAS
AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) plenamente identificadas, que conlleve o contenga
venta, enajenación, disposición, o traspaso alguno de las acciones que conforman el capital
social de dicha empresa, y/o que contenga o implique modificación alguna del capital
Social (aumento, disminución, reducción) así como documento alguno que contenga
modificación de la composición accionaria de esta, a los fines de que dicho Tribunal de
considerarlo necesario y de ser procedente conforme a los parámetros jurisprudenciales
citados en el texto de la presente sentencia tome las medidas pertinentes al caso.
En este sentido, en obsequio de la tutela judicial efectiva, se modifica la designación de
losadministradores-liquidadores por el de veedores judiciales designados en los términos
supra transcritos, es decir su función esta circunscrita a supervisar, controlar y vigilar, bajo
los criterios expresamente establecidos y así se establece.
Así mismo con respecto a la medida nominada de prohibición y enajenar y gravar decretada
en forma genérica, se anula la misma tal y como fue decretada, dejando a salvo el poder
cautelar del Tribunal de la causa para decretarla conforme a los supuestos de ley para la
procedencia y materialización de la misma. En razón a la modificación antes expuesta, la
oposición realizada por la parte aquí querellante contra la medida objeto del presente
recurso de amparo decae, por lo cual le nace nuevamente el derecho a esta parte a oponerse
a la medida aquí modificada ante el tribunal de la causa.
En consecuencia, forzoso es para este Tribunal Superior declararCON LUGARla Acción de
Amparo Constitucional incoada por los ciudadanos FRANCO BIOCCHI ZURITA,
ERNESTO VOLPATTI ROLDÁN y PIETRO VOLPATTI CLOROTTO, así como por las
Sociedades Mercantiles DELL ACQUA C.A e INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A.
(INDAGRO) contra el JUZGADO DÉCIMO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL,
MERCANTIL, TRANSITO Y BANCARIO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL
DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS y así se decide.
-III-

Por todos los anteriores razonamientos, este Juzgado Séptimo Superior en lo Civil,
Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, administrando justicia, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por
autoridad de la Ley, declara:
PRIMERO:SIN LUGAR la solicitud de inadmisibilidad de la acción de amparo alegada.
SEGUNDO: CON LUGAR la acción de AMPARO CONSTITUCIONAL, incoada por los
ciudadanos FRANCO BIOCCHI ZURITA, ERNESTO VOLPATTI ROLDÁN y PIETRO
VOLPATTI CLOROTTO,así como por las Sociedades Mercantiles DELL ACQUA C.Ae
INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) contra el JUZGADO DÉCIMO DE
PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL, TRANSITO Y BANCARIO DE
LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE
CARACAS,todos plenamente identificados en el texto del presente fallo.
TERCERO:El decreto de medida cautelar innominada de DESIGNACIÓN
ADMINISTRADOR-LIQUIDADOR, sobre las empresas DELL ACQUA C.A. e
INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO), es modificada a se decreta
MEDIDA CAUTELAR INNOMINADA DE DESIGNACIÓN DE VEEDORES
JUDICIALES A LAS EMPRESAS DELL ACQUA C.A. E INDUSTRIAS
AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO).
CUARTO:SE MODIFICA las designaciones del ciudadano HUMBERTO PEROZO y
SERGIO CASTELLANOS, titulares de las Cédulas de Identidad Nros V-4.349.641 y V-
9.683.456, respectivamente, a VEEDORES JUDICIALES, siendo el primero de los
nombrados, ciudadano HUMBERTO PEROZO el de la empresas DELL ACQUAC.A. y en
relación a la sociedad mercantil INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A. (INDAGRO) su
VEEDEOR JUDICIAL recae en el auxiliar designado ciudadano SERGIO
CASTELLANOS, QUINTO:Los veedorestendrán atribuciones a saber:
1. Observar y determinar cómo está siendo manejada la Sociedad Mercantil, participando
en las reuniones de Junta Directiva con derecho a voz más no a voto, teniendo además los
mismos derechos y deberes dados al Comisario, sin sustituir al actual, conforme a lo
previsto en el artículo 311 del Código de Comercio.
2. Revisar los balances y emitir su informe, el cual deberá ser presentado ante este Tribunal
de manera mensual;
3. Asistir a las Asambleas con derecho a voz más no a voto;
4. Velar por el cumplimiento, por parte de los administradores, de los deberes que les
impongan la ley y la escritura a los estatutos de la compañía;
5. Realización de un inventario de los activos y los pasivos que tiene las sociedades
mercantiles señaladas Up Supra.
6. Realizar las observaciones que resulten conducentes para que la administración de la
referida sociedad mercantil se desarrolle bajo los parámetros de la más sana administración,
debiendo informar periódicamente a este Tribunal del desarrollo de su gestión.
7. Se impone el deber a los actuales administradores de la referida sociedad mercantil de
informar de forma inmediata al veedor, cualquier acto de administración o que exceda la
simple administración o simple disposición, relacionada con el patrimonio de dicho ente
societario.
UNICO: Losveedores designadosdeberán ejercer sus funciones sin obstruir el desarrollo del
objeto, y giro ordinario de la empresa; y en caso de observar cualquier irregularidad en la
administración, debe dar cuenta inmediata al Tribunal, mediante informe escrito del
resultado de su gestión. Asimismo, en aras de evitar algún daño patrimonial a alguna de las
partes del presente juicio deberá informar de manera inmediata al Tribunal de la causa la
realización de alguna Asamblea ordinaria o extraordinaria de accionistas de las respectivas
sociedades mercantilesDELL ACQUA C.A. e INDUSTRIAS AGROPECUARIAS C.A.
(INDAGRO) plenamente identificadas, que conlleve o contenga venta, enajenación,
disposición, o traspaso alguno de las acciones que conforman el capital social de dicha
empresa, y/o que contenga o implique modificación alguna del capital Social (aumento,
disminución, reducción) así como documento alguno que contenga modificación de la
composición accionaria de esta, a los fines de que dicho Tribunal de considerarlo necesario
y de ser procedente conforme a los parámetros jurisprudenciales citados en el texto de la
presente sentencia tome las medidas pertinentes al caso.
SEXTO: Con respecto a la medida nominada de prohibición y enajenar y gravar decretada
en forma genérica, se anula la misma tal y como fue decretada, dejando a salvo el poder
cautelar del tribunal de la causa para decretarla conforme a los supuestos de ley para la
procedencia y materialización de la misma.
SÉPTIMO:Por la naturaleza del presente fallo no hay condenatoria en costas.
La presente sentencia se dicta dentro del lapso de ley correspondiente, no obstante, se
ordena la notificación de las partes vía medios electrónicos de conformidad con la
resolución 005-2020 emanada de la Sala de Casación Civil. -
Dada, firmada y sellada en la sala de despacho del Juzgado SéptimoSuperior en lo Civil,
Mercantil, Transito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, a los SEIS (06)del mes de julio del añodos mil veintiuno (2021). Años 211° de la
Independencia y 162° de la Federación.
EL JUEZ,

Dr. LUÍS TOMÁS LEÓN SANDOVAL

EL SECRETARIO,

ABG MUNIR SOUKI URBANO

En esta misma fecha, siendo las 11:45a.m. previo el cumplimiento de las formalidades de
Ley, se publicó y registró la anterior sentencia.
EL SECRETARIO,

ABG. MUNIR SOUKI URBANO

EXP: AP71-R-2021-0000015

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