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Resumen
El propósito de esta investigación cualitativa fue documentar y analizar la perspectiva de niños, niñas y
adolescentes sobre el sistema de justicia venezolano y las oportunidades de protección que les ofrecen sus
comunidades. La recolección de datos incluyó 4 grupos focales y 42 participantes, realizadas en los municipios
Libertador y Valencia del estado Carabobo, durante el mes de junio de 2017. Los resultados reflejan el contexto
de emergencia humanitaria que afecta al país, y evidencian la operación de bandas armadas que cometen
asesinatos y otros crímenes con total impunidad, así como la captación de niños y jóvenes por parte de tales
bandas. También evidencian la profundización de la pobreza; el debilitamiento de las familias en todos sus roles
de manutención, protección y socialización de los hijos; la ausencia de programas o servicios de apoyo; el
precario funcionamiento del Sistema de Protección; la frecuencia de situaciones de abandono, explotación y
violencia; y una marcada desconfianza ante el sistema de justicia. Al respecto resalta que, a pesar de su corta
edad, nuestros informantes han sido testigos de graves violaciones de la ley por parte de los cuerpos policiales, y
tienden a considerar como normales o hasta positivas diversas formas de violencia ilegal, incluyendo los
ajusticiamientos y linchamientos, porque se supone que estas serían formas de “proteger” a la comunidad.
Palabras clave: Violencia; niños, niñas y adolescentes; bandas armadas; sistema de justicia; sistema de
protección; responsabilidad penal de adolescentes
Abstract
The purpose of this qualitative study was to document and analyze the point of view of boys, girls and
adolescents about the judiciary system and about the protection opportunities provided to them by their
communities. Data recollection included 4 focus groups and 42 participants, conducted in the Libertador and
Valencia municipalities of Carabobo State, on June 2017. Results reflect the humanitarian emergency
currently affecting the country, and reveal the existence of armed gangs that have committed a number of
homicides and other crimes with complete impunity, as well as the recruitment of kids and youngsters to
form part of those gangs. Results also show increased poverty; the weakening of families in terms of all its
roles: subsistence, protection and socialization; the absence of support programs or services; the poor
performance of the Protection System; frequent situations of abandonment, exploitation and violence; and a
pronounced mistrust of the judiciary system. In spite of their tender age, the majority of our informants have
witnessed grave law violations committed by the police forces, and usually deem diverse forms of illegal
violence, including executions and lynch mobs, as something normal or even positive, since these are
supposed to be ways of “protecting” the community.
Keywords: Violence; boys, girls and adolescents; armed gangs; judiciary system; protection system;
adolescent criminal liability.
I. CONTEXTUALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA QUE AFECTA A NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES.
Esta investigación se realiza para cuestionar estas afirmaciones evidenciando que estar
operando una criminalización de la población juvenil que vive en contextos de pobreza, por dos
razones: por la ausencia de información pública que precise la naturaleza y proporción de la
participación de adolescentes y jóvenes en delitos; y por otra parte, para pretender esconder,
desconocer o minimizar las múltiples y reiteradas vulneraciones de derechos a la población de
niños, niñas y adolescentes (NNA), que los conducen a situaciones extremas de abandono,
violencia y victimización.
Los pocos datos disponibles, escasos y dispersos, muestran que NNA son principalmente
víctimas de delitos y de vulneraciones de sus derechos en un contexto social e institucional de
violencia, inseguridad y de expansión del crimen organizado. El informe titulado: Impacto de la
violencia en niños, niñas y adolescentes, advirtió que las cifras de muertes violentas en niños, niñas
y adolescentes se habían triplicado en el país de 1997 a 2009, es decir, en apenas doce años
(Fernández 2013).
El Fondo de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (UNICEF LACRO) en su
documento Prevención y Reducción del Impacto de la Violencia Armada en la Niñez y
Adolescencia. Propuesta Técnica Multi-país (2014 – 2017), presenta los siguientes datos para la
región de Centro América:
1
Tratado de derechos humanos en materia de niñez y adolescencia que marca un hito (doctrinario, cultural,
institucional) y fue aprobado en la Asamblea General de Naciones Unidas el 20-11-1989.
2
Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)/UNICEF (2009), Reporte sobre Seguridad Ciudadana y
Derechos Humanos (2009).
permanencia a educación media y superior para los adolescentes son bajas y el nivel de
desempleo juvenil es alto (UNICEF-LACRO 2015).
…el artículo 12 como uno de los cuatro principios generales de la Convención, junto
con el derecho a la no discriminación, el derecho a la vida y el desarrollo y la
consideración primordial del interés superior del niño, lo que pone de relieve que este
artículo no solo establece un derecho en sí mismo, sino que también debe tenerse en
cuenta para interpretar y hacer respetar todos los demás derechos… (Comité Derechos
del Niño 2009).
La aprobación de la Convención Sobre los Derechos del Niño en noviembre de 1989, marca
un hito en la historia de la humanidad al consagrar en una normativa internacional la afirmación de
los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos humanos. Con la aprobación de esta
Convención (AG Naciones Unidas 1989), los países del mundo se obligan a tomar medidas
legislativas, institucionales, sociales y educativas para asegurar la protección del desarrollo
integral de la niñez y para garantizar plenamente sus derechos sin ningún tipo de discriminación.
Lo que evidencian los estudios realizados en esta materia, es que si bien en algunos países,
como en el nuestro, se muestran avances significativos en la legislación garantista de derechos de la
niñez y la adolescencia (Congreso de la República de Venezuela 1998), hay desafíos en la
aplicación e implementación institucional de esa legislación. Una importante dificultad es la del
desarrollo de una cultura institucional garantista de derechos, que afirme en sus normas y en sus
prácticas, la concepción del niño, niña o adolescente como sujeto de derechos humanos, y de la
institución o autoridad como garante de esos derechos. Otro desafío pendiente está en la
disponibilidad de información tanto sobre las experiencias de realización o ejecución de medidas
de protección o cumplimiento de derechos, como en lo referente a la vulneración de derechos, al
incumplimiento u omisión de lo previsto en las leyes y las respectivas reparaciones/restauraciones
de derechos que correspondan.
Realizar el trabajo de campo supuso apelar a los vínculos con personas conocidas en las
localidades, quienes facilitaron el acceso a los NNA estudiantes tanto de colegios públicos como
privados, acordándose cláusulas de confidencialidad y anonimato con los entrevistados y los
participantes en los grupos focales. Adicionalmente, el trabajo de campo debió afrontar otras
dificultades propias de la crisis económica que viene afectando al país, en lo traslados y transporte,
el incremento acelerado del costo de los insumos de la investigación, las fallas de luz, internet y
otros servicios de comunicaciones, así como, el contexto de crisis política que afectó al país justo
en la época en que se realizaba el trabajo de campo de la investigación (junio 2017). La siguiente
tabla resume las actividades de investigación realizadas en los municipios Valencia y Libertador
del estado Carabobo:
Códigos Códigos
Técnicas de recolección de MV=Mpi. ML=Mpio.
información Valencia Libertador
Una Entrevista (E) y cuatro H=Hombre H=Hombre
Grupos Focales (GF) M=Mujer M=Mujer
E- Adolescente en condición de VMVH
3
Según datos aportados por estudios sobre victimización el eje centro-norte-costero concentra el 50% de los
homicidios del país (Sánchez 2016) .
Victimario (con experiencia en 1:01:01 hrs
tribunales penales juveniles, 17 años)
Los códigos mostrados en la tercera columna serán utilizados en la siguiente sección, para
identificar las citas textuales que se vayan haciendo en la presentación de resultados de cada
categoría, en las que se mostrarán los relatos más significativos.
V. RESULTADOS
4
Sobre el tema de los linchamientos ver los siguientes artículos de Esther Pineda (Pineda 2017) y (Pineda, Dame pa'
matalo: la práctica del linchamiento en Venezuela (Segunda parte) 2017).
NMLM: por allá por Tinaquillo unos niños con hambre y se fueron a robar… no sé
semeruca...eran tres, uno de 15, uno de 14 y uno de 12, se fueron a robar semeruca y los
vendedores ya estaban hartos de que les robaran y lo agarraron fue a uno que era
inocente, pues y lo amarraron con alambre de púa y eso se le metió así pa’dentro y
después lo amarraron con la cola de un caballo, lo pasearon por todo eso y después lo
quemaron
E: ¿lo quemaron?
NMLH: si
E: ¿y no sobrevivió?
NMLM: No
NMLH: ... él tenía mucha hambre y cuando llegó al hospital decía que tenía mucha
hambre y la mamá no podía hacer nada porque lo estaban metiendo al quirófano y se
murió...
Los niños y niñas también hablaron con naturalidad de “ajusticiamientos”, vivencias que
han tenido en sus comunidades y que distan mucho de representar efectividad dentro de la lógica
propia de un Estado de Derecho y su sistema de justicia. Al revés, en las narraciones se mencionan
a cuerpos militares como presuntos autores de los hechos.
NMLH: hubo algo parecido por mi casa, pero el chamo era malandro...verdad y a él lo
llevaron los Guardias [Nacionales] y lo mataron en la casa de la mamá (…) ya estaba...
¡rayado! pues y a él lo fueron a buscar la PTJ [aunque en el imaginario colectivo se
siga hablando de la Policía Técnica Judicial, ese cuerpo hace años que se designa con
las siglas CICPC, Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas].
E: ¿rayado es que ya tenía antecedentes?
NMLM: ajá, ya estaba solicitado. Entonces lo fueron a buscar y allí mismo lo mataron;
ese día mataron a dos, mataron a un negrito y mataron a éste...
La justicia tiene -precio- como expresó una adolescente en Valencia “yo creo que lo que
influye mucho hoy en día es el poder que tú tengas, sobre todo porque tú tienes dinero y tú puedes
pagarle al policía, a un funcionario, a un abogado, a este juez. El dinero es lo que controla más...
influye más, porque si tú no tienes dinero no eres nadie y no puedes hacer nada” y esta reflexión
fue respaldada por otro adolescente en el grupo focal quien lacónicamente aseguró “no hay
justicia”.
La convicción de que “no hay autoridades” (AMVH) se ve reforzada por diferentes
reportes en donde el desenlace suele interpretarse en clave de corrupción e impunidad de los
funcionarios policiales. En este mismo sentido una adolescente compartió:
Como ejemplo del temor a denunciar, pues las víctimas no suelen contar con programas
de asesoría, acompañamiento ni de protección, se registró el siguiente relato:
Eso es claro, por ejemplo, con los niños, las personas que, los niños que sufren
abusos como violación, abuso sexual, y son niños de seis, siete años, las personas
grandes les van a decir ‘no mira, si tú dices algo le voy a hacer algo a tu mamá...no sé
qué...’ entonces esos niños se quedan con la mentalidad, entonces ¿cómo va a ir a la
policía? sabiendo que le van a hacer algo a mi mamá, le van a hacer algo a mi familia.
Incluso si un niño va a la policía, ya como el agresor ha comprado al policía algo así,
porque hoy en día eso existe (AMVM).
Como referencias que podrían ser consideradas positivas dentro de esta categoría,
encontramos la confianza expresada en algunos niños por la existencia en sí de la LOPNNA, ley de
protección integral que para los niños existe para cuidarlos de terceros y según lo expresan, lo
puede hacer de diversas formas:
Sin embargo, en uno de los intercambios sostenidos con niños de primaria conversando
sobre casos que aludían a maltrato infantil, crudamente plantearon el nivel de desprotección en que
se encuentran algunos niños en los siguientes términos: “porque yo he visto cuando los matan a
palos y nadie se mete” (NMLM) y un niño agregó en el mismo grupo focal “[sólo] cuando hay
exceso es que meten preso a los papás” (NMLH).
b. Percepciones de seguridad ciudadana.
Un elemento común a los adolescentes que participaron del grupo focal en el colegio privado
en Valencia fue que, lamentablemente, todos habían sido víctimas directas de algún delito y
estaban en capacidad de narrar experiencias de inseguridad ciudadana padecida. Una adolescente se
expresó así:
vivimos con un miedo que algo va a pasar, diariamente, a cualquier hora del día,
puede ser las seis de la mañana y pasa algo, puede ser diez de la mañana y te pasa
algo...uno está entrando al colegio y hay que cuidarse, uno tiene que tener ¡cuidado!
cuidado en cualquier lado” (AMVM). Mientras un muchacho con amarga resignación
afirmó “estamos acostumbrados a esa zozobra (AMVH).
Como agravante a lo hasta ahora planteado, se citarán relatos en donde los adolescentes
comparten como ellos y sus familias han sido víctimas de delitos por parte de funcionarios públicos
adscritos a cuerpos de seguridad del Estado, policías y Guardias Nacionales protagonizan estas
historias, incluso más citados que delincuentes en sí. Una adolescente dijo:
yo viví una experiencia con policías… gente de alto rango que ingresó a mi
residencia con la intención de robar carro, con la intención de llevarse televisores, con
la intención de partir puertas (…) lo que pasa es que una persona que vive en la
residencia es de poder, sabían que la persona estaba allí, ésta puso un freno y ellos se
fueron, si esa persona no hubiese estado allí, ellos se roban carros... ¡se llevan todo!,
porque iban dispuesto hasta matar a alguien (…) la policía son los mismos ladrones
(AMVM).
AMVH: hace más o menos como dos años mi papá tenía una pequeña compañía y
entraron unos Guardias [Nacionales] y secuestraron a mi hermano y extorsionaron a mi
papá...
AMVM: Se supone que son los organismos protectores de las personas, de la ciudad,
del país... ¿por qué nos hacen esto?, nos dan hasta la misma inseguridad, ellos la
provocan…
AMVH: ...no tenemos seguridad...
AMVH: esos entes los que deberían hacer que nos sintiéramos seguros son los mismos
que nos hacen sentir amenazados.
AMVH: O un ejemplo, nos robaron, y el malandro anda a pie y lo agarra la policía y a
los quince minutos lo sueltan más adelante...
E: ¿Los reconocieron?
AMVH: yo fui con mi papá y lo que nos dijeron fue “tú denuncias y te matamos a tus
dos hijos”.
E: ¿Y lo dijeron frente de ti? ¿Y qué cara pusiste?
AMVH: Si, yo no supe qué hacer, nooo... ¡vámonos!, mi papá lo que le interesaba era
denunciar por el armamento, no vaya a ser que...
Para la época en que se realizó el trabajo de campo de este estudio, se vivía en Venezuela
una importante ola de protestas en contra del gobierno y en ese contexto un muchacho expresó:
Todo es la misma situación país... de la calle, yo presenté tesis con un amigo que no
pudo venir a presentar ese mismo día porque el día anterior estaba fuera de su casa y
cerca de su casa habían… [un muchacho dijo protestas] manifestaciones y algunos
Guardias [Nacionales] le dijeron ‘móntate en la moto’, le dieron un cachazo, le
tuvieron que agarrar puntos, o sea, la situación país ha hecho que todo el mundo ande
con ese temor... (AMVH).
En el caso del grupo focal con niños, una niña compartió el siguiente relato:
Yo conozco de un caso que por una llamada… esa familia en general fue
amenazada y la verdad es que es familia ahora se siente muy insegura y yo creo que
deberían llevar ese caso a las autoridades, porque de hecho esa persona les dijo que ‘por
favor, no me dejen hacer esto’ y le puso como un monto exacto para que no los mate,
porque fue una amenaza de matanza (NMVM).
Otro aporte en esta categoría lo ofreció el adolescente en condición de victimario que fue
entrevistado en Valencia y que se alinea con lo que se viene planteando pues contó con la
colaboración de los cuerpos de seguridad para llevar a cabo delitos:
…lo que pasa es que uno iba por los lados, por donde uno ya estaba cuadrado,
porque había gente del gobierno con nosotros, teníamos gente del gobierno que uno le
daba real y se dejaban que unos robaran (…) te doy esto para que te calles y no digas
nada, entonces ellos se callaban y se hacían los locos, llegaban ‘¿quién fue?’ no sé,
ellos llegaban levantaban y vaina, pero si sabían [éramos nosotros] (VMVH).
c. Percepción de las razones que explican la incorporación de NNA en la violencia
armada.
En general, la mayoría de las opiniones emitidas por los NNA entrevistados coincidieron que
participan en las bandas criminales más los adolescentes que los niños y niñas, percepción que
ofrece indicios de hacia dónde deben dirigirse los esfuerzos preventivos en las acciones públicas y
privadas que se conciban en tan relevante tema. Los adolescentes dentro del grupo focal en el
municipio Libertador dijeron:
E: Chévere, en lo que conocen de esas bandas que a veces involucran a chamos ¿Son
más adolescentes o son más niños?
AMLH: Son más adolescentes
Ahorita Venezuela está pasando por una situación muy difícil lo cual muchas
personas han tomado el camino más fácil que es la delincuencia y ya por esa parte
de todo el mundo desconfía (AMVH).
…no tienen un lugar bueno para vivir la mayoría de los niños, la pobreza en
Venezuela es muy fuerte...la educación tampoco porque los colegios públicos no son
tan buenos como antes...no tienen beneficios ni nada hoy día...el maltrato también,
no se les da el respeto que se les daba antes, la gente no tiene educación, vivimos
una situación en donde no... todo es... ‘yo voy a ser mejor que tú y todo eso’ y a los
niños los dejan en el estatus más bajo como si fueran...niños de la calle... (AMVM).
5
Al menos desde agosto de 2016 con las declaraciones públicas del entonces Secretario General de la ONU, se discute
en Venezuela la existencia y efectos en la población de una emergencia humanitaria compleja o emergencia compleja.
Ver (Efecto Cocuyo 2016)
Es importante observar que, en esta cita anterior, es un adolescente, quien objeta cómo a
los niños se les relega, y se les subordina, “en el status más bajo”, dice, indicando así que existe
desatención o descuido en la debida protección que las familias y las instituciones deben brindar a
sus hijos.
El maltrato infantil fue reiterado como causa estructural en los siguientes términos:
En otra escuela que no es ésta, hay niños que tienen entre catorce y quince
también que se meten en bandas verdad...pero después que salen del colegio y eso
puede ocurrir que si por la madre o por el maltrato y eso y se meten en bandas que es
real... que espera que la persona salga verdad y se lo lleva a asesinar y esas cosas...esto
ha pasado y ha habido muertos, pero no sé cómo se llama...(NMVM).
…fueron tantas cosas que me pasaron en la vida que yo sentía venganza, rencor,
cosas que…a mí no me importaba si aquel caía preso, si aquel lo mataban…no
importa… yo lo que quería es que ellos siguieran perdiendo igual, que ellos estuvieran
ahí igual y que estuvieran conmigo igual, pero a mí no me importaba si ellos se morían
o si les pasaba esto… (VMVH).
Reconociendo además lo siguiente: “yo vengo de familia que son malandros toditos, por
parte de papá, pero ninguno de ellos me enseñó a ser lo que yo fui” (VMVH). Este énfasis es
relevante al subrayar su propia condición de sujeto con capacidad de ir tomando decisiones, más o
menos adecuadas, como cualquier otro ser humano o como le ocurriría a una persona adulta. En un
tono revelador, intentando poner en orden sus ideas y emociones agregó: “…no sé de qué manera
decirlo… pero, por una parte, cuando uno está en esa vida es porque prácticamente uno no le
importa nadie, uno ya tiene deseo de morirse o de ser más que el otro, o bromas así”. Al completar
su análisis, las dificultades en la relación con su familia, en sus vínculos, parecen tener un peso
considerable y los efectos que tiene en la construcción del propio proyecto de vida.
Este adolescente quiso presentarse como responsable de una banda delictiva, quizás no lo
era pues dijo que un tribunal le había dictado un régimen de presentación como medida
socioeducativa, pero es importante observar cómo en su relato él analiza que muchos adolescentes
se incorporaban a su grupo para delinquir por problemas en la relación con sus familias: “Ujum,
uno porque no tenía mamá, otro porque no tenía papá, otros porque decían que el papá les pegaba,
otros porque la mamá le decían que no le querían, había muchas cosas que tu escuchabas”.
En una línea un tanto pesimista, los adolescentes participantes del grupo focal en el
municipio Libertador abundaron en su conversación aportando lo siguiente:
AMLH: sí porque ahora hasta un chamo de once, doce años lo ves en la camioneta
atracando, ya jóvenes atracando a corta edad y también mueren a corta edad…
E: ¿y si los muchachos no estudian y son maltratados qué se puede hacer con ellos?
¿Hay alguna forma de ayudarlos?
AMLH: Quien sabe, no creo, porque una vez que una persona se pierde es muy difícil
volverse a encaminar, no es imposible, pero si difícil.
E: o sea de cada diez que se “echaran a perder” ¿cuántos se podrían acomodar?
AMLH: Yo diría que dos o tres
AMLH: Claro, pero también depende de ellos
El consenso identificado en las opiniones emitidas por los NNA entrevistados en este punto,
se pueden resumir en la palabra miedo, se trata de una emoción que sobresale en la explicación del
hecho de aceptar la imposición de normas de parte de las bandas delictivas a la comunidad, visto
que, ante la normalización de la débil presencia de las instituciones del Estado capaces de
garantizar la vida y seguridad de la población, en determinados territorios, la mayoría de los
ciudadanos están a la intemperie y a merced de las fuerzas ilegítimas que diferentes grupos pueden
imponer.
E: Ok, en las comunidades, tu dijiste barrio, en las zonas donde vivimos, ¿Hay grupos
armados que imponen como una ley, como unos parámetros y que la gente tiene que
cumplir? ¿Eso pasa no pasa?
AMLH: claro, sí
E: ¿Por qué la gente en la comunidad se deja imponer por ejemplo ciertos parámetros o
ciertas normas?
AMLH: como quien dice, la ley del más fuerte (…)
E: Pero si la gente es más, es decir, numéricamente, estadísticamente son grupos más
grandes de personas
AMLH: puedes ser más grande
E: que a veces te dejas someter por un grupo más pequeño… tres, cuatro, cinco…
AMLH: El miedo domina (…) puede ser el grupo más grande, pero le tienen miedo al
grupo más pequeño, a lo que puedan hacer, los amenazan…
AMLH: nooo, que tienes que hacernos caso o si no te matamos a un padre, madre no
sé…
En esta misma categoría, el intercambio con las y los niños quienes hacen estudios en
primaria fue muy interesante pues lograron entre ellos mismos regular sus opiniones, al debatir
aspectos de sus puntos de vista que no eran compartidos por todos. En un momento, un niño
presentó “naturalmente” como positivo que las bandas delictivas impusieran normas en las
comunidades, luego otros compañeros le hicieron razonamientos muy valiosos, hasta que llegaron a
un acuerdo tras la deliberación.
NMLH: si, pa’llá pa’Valencia, le dicen Puente Amarillo y allí en ese barrio...ellos no
roban a la misma comunidad, sino que ellos lo que hacen es cuidar a la comunidad,
ellos de noche se ponen unos en una esquina, otros en otra esquina, pero, de hacer
maldad al mismo barrio no.…o sea, ellos como que cuidan el barrio pues...
NMLH: porque [las policías] no pueden estar pendiente de un solo barrio, porque si
están roban en otro barrio (…) deben estar regados porque no pueden estar allí todos
los policías (…)
NMLH: nooo, pero justicia para ellos... porque para los demás ¡no!, los demás se
sienten aterrorizados porque son malandros
NMLH: pero cuidan tu...cuidan donde viven ellos, donde habitan ellos, la familia de
ellos...
NMLM: es algo bien...
NMLH: a mí no me parece bien
NMLH: a mí tampoco... porque si uno dice algo malo de ellos y ellos vienen y los
matan porque no quieren que la policía se entere, pues...entonces los tienen
aterrorizados, los tienen como sometidos a ellos mismos
E: a ver, ¿la mayoría de los vecinos le tienen confianza o le tienen miedo a estos
muchachos que hacen estas cosas?
Voz de varios: miedo
NMLH: le tienen miedo, están aterrorizados porque si uno hace algo, vienen los
malandros y lo pueden matá a uno.
Refiriéndose a su comunidad, el adolescente entrevistado con experiencia como jefe de
banda (victimario) confirma los efectos del <miedo> en los siguientes términos: “en el mismo
barrio nosotros hacíamos desastres, la gente se estaba cansando, pero no accionaban a meterse con
uno, porque sabían que uno era loco, entonces (…) no accionaban para meterse
conmigo…este…si…nos tenían miedo” (VMVH).
Con la misma contundencia que se aplican normas fuera de las bandas, en las
comunidades, se aplican hacia dentro y hay claridad en ello: “si hay familia, si hay mamá pero
como quien dice, no saben que el hijo está haciendo eso, piensan que el hijo está ganando real
porque está trabajando porque está ayudando al amigo o está haciendo cualquier cosa, más no se
imaginan que están robando o están trabajando pa’uno que lo está mandando a hacer las cosas… y
por lo menos, si a ellos algo se les caía, ellos tenían que…callarse la boca porque si ellos me
echaban paja yo los mataba” (VMVH).
No…porque mira… si yo lo dejo vivo, cosas que ya no voy a repetir hacer, pero
si yo lo dejaba vivo, él va a saber que iba a ser un sapo, iba a ser una bruja y él se iba a
integrar al otro combo, y las cosas que él había visto en mi combo, en mis cosas…se las
iba a decir a la otra gente, porque cuando él ya echó paja…él tuvo que haber dicho
todo, todo como nos movíamos... Entonces había que matarlo, cualquier manera había
que hacerlo (VMVH).
De esta afirmación se puede concluir cómo de modo fatalista la violencia letal se impone
como una sentencia inexorable, pareciera que hay que matar, es lo establecido o fijado por la Ley
de las bandas, si no se cumple ese mandato, la muerte le llega a quien contraria sus designios.
Mientras una adolescente, en el mismo grupo focal, haciendo una reflexión sobre el tema
apuntó con mucho acierto “las bandas criminales hoy en día son lo que influye más, porque las
instituciones de hoy en día no sirven mucho o no, ya no ayudan mucho” (AMVM). Mientras otra
intervención trascendió la lógica interna agregando que el tema de las bandas delictivas juveniles
no se aprecia ni afecta sólo en Venezuela:
Sobre el reclutamiento y utilización de los NNA por parte de las bandas los testimonios
recabados informan lo siguiente:
…éramos puros chamos, pero ya obviamente ellos tenían más recorrido que yo y ellos
me enseñaron, y yo prácticamente estaba haciendo lo mismo que ellos, pero con otra
gente, con mi gente aparte (…) yo me metí yo solo (…) yo quise a hacer lo malo, yo lo
hacía para encajar (VMVH).
Una vez más este entrevistado invita a reflexionar pues sin negar el peso de variables
estructurales y grupales en la incursión delictiva, siempre subraya su condición de sujeto y su
capacidad de ir tomando decisiones de acuerdo a su desarrollo evolutivo.
Sobre los pronósticos de participar en bandas delictivas, el imaginario compartido por los
NNA entrevistados, se refleja muy bien en las siguientes intervenciones registradas en el grupo
focal en Valencia: “bueno...el futuro es...la cárcel o la muerte” (AMVH) y una compañera agregó
“es que de eso nunca sale nada bueno (…) yo creo que en esas bandas es muy peligroso, fácilmente
te matan por hacer algo mal o por hacer esto...por cualquier cosa” (AMVM). Rematando otro chico
que este desenlace fatal puede ocurrir “cuando menos lo esperas” (AMVH).
AMVM: Si, bueno, yo conozco, tengo conocidos porque no son amigos, conocidos,
nunca me quise involucrar mucho con ellos así, por eso mismo, porque ellos eran unas
personas que se iban a una fiesta y ya estaban rascados por decirlo así, ya estaban
borrachos, y tú le decías tal y bueno...sacaban la broma y “¡¡¡Que tú, que tal!!!!”
AMVH: Pero ahí está un amigo del novio de la chama y entonces yo volteo así y el
bicho se la saca del bolso y se la mete aquí y me hace, así como pa’que yo vea y yo
como…jajajaja, tranquilo
Otras intervenciones en este tema hechas por los niños, sirvieron para que verbalizaran la
letalidad que las armas encierran: “bueno, esta es la dramatización...si un niño toma un arma...es
menor de edad y ve el gatillo y lo jala, se mata” (NMVH) y “hubo un chamito que agarró la pistola
del papá...era policía... porque era homicida, entonces, estaba jugando con el hermanito y lo mató”
(NMVH).
Las armas las administran, una persona, yo lo conocí, ahorita está preso, pero esa
era una persona de altooo… que era más arrecho que nosotros (…) no necesariamente
un funcionario [pero tiene] los contactos para conseguir las armas, entonces una pagaba
más o menos diez millardos [por] un equipo… quince armas más o menos… de
paquete… Glock, Beretta, nosotros compramos un R15 [ametralladora] con esa misma
gente, nosotros hicimos eso…él nos consiguió eso, todas esas cosas (VMVH).
yo tenía, o sea, yo tenía mi arma que era un revólver, pero yo no…como quien
dice, ‘toma y toma’, repartía, lo primero que me dicen ¿quién era? para ver si eran
capaz de hacerlo, si eran capaz de matar a alguien y morir por alguien, pero ellos eran
capaces de morir por alguien, lo que pasa es que ellos se meten mucho en problemas,
entonces a todo el que veían le querían meter plomo (…) más bien había que quítale
(sic) … todo al que ven, le querían meter plomo, entonces tenía más bien que quítale
(sic) … no decían que no, pero después andaban como locos (…) después andaban
como locos que querían esto y uno se las volvía a dar, pero eran demasiado locos
(VMVH).
Por su parte, los niños y niñas que participaron del grupo focal en el municipio Libertador,
aportaron un matiz importante en esta categoría, en los siguientes términos:
E: y si un niño tiene un arma ¿Cómo se siente? ¿Cómo creen Uds. que se siente?
NMLH: asustado
E: ¿te sentirías asustado?
Voces de varios a la vez: …yo también…
NMLH: sí, porque si los policías te agarran te pueden meter en un retén de menores
hasta que seas mayor de edad
NMLH: porque si alguien te descubre, cree que vas a robar
NMLH: que te vas a meter en problemas.
E: ¿Y el que ingresa en una banda puede salir de la banda, eso puede pasar?
Todos: Noooo
AMVM: No, ya cuando te involucras no puedes salir de eso
AMVH: No pero no es porque ellos no quieran sino porque los superiores como que no
los dejan, pues... esos
AMVM: Ya quedas marcado de por vida, que estuviste allí...todo el mundo te conoce
AMVM: Y no…para entrar es horrible, tu entras a una banda y tienes que matar a
alguien a juro o si no, tienes que ser golpeado por toda la banda, es como para que tu
entres…
Varios en coro: ...una iniciación...
AMVM: Quizás si sale de eso, pero ya queda marcado la persona de por vida por eso…
AMVH: al tú entrar...es como una extorsión
Insistiendo con preguntas sobre opciones u oferta institucional que pueda ayudar a los
adolescentes que quieran cambiar de forma de vida, varios de los participantes del grupo focal en el
municipio Libertador fueron enfáticos al responder con argumentos del siguiente tenor: “sí pero, a
mí me parece que eso ya es decisión personal porque el hecho que esté y el hecho de que la persona
quiera ir, porque la institución puede estar pero…”; “[en charlas no creo] porque eso es, como
dicen por ahí, entra por un oído y sale por el otro, eso lo escuchan un ratito, dicen que sí, sí, sí es
verdad, y después a los cinco minutos están ya… entonces, la mejor forma para eso es una buena
educación”; “eso es algo personal, si ellos quieren… eso es algo que uno decide personalmente, no
es…yo siempre he dicho el que se quiere perder es porque quiere”; “no, no le hacen caso… al papá,
a la mamá” y “si la persona no quiere, no” (AMLH).
Mientras los niños de ese mismo municipio reaccionaron a la pregunta “si alguien es
malandro ¿puede cambiar su destino? ¿puede dejar de ser malandro?”, varios niños respondieron
“sí, si puede” y uno de ellos precisó “sí, si él lo decide”. Respuesta valiosa que expresa la confianza
de los niños en la determinación personal para tomar el control de la propia vida.
Dejamos para la última parte de la presentación de resultados de esta categoría, todos los
aportes ofrecidos por el adolescente en condición de victimario que fue entrevistado, quien
compartió distintas aristas de su experiencia subjetiva, desde que ingresó hasta que lideró su propio
“combo” como lo expresó textualmente. A las preguntas ¿cómo llegaste tú a ser líder?, ¿cómo
llegaste a tener “peluches” (guardaespaldas), respondió:
¿cómo llegué yo? porque yo era uno (…) cuando llegué al barrio donde estaba,
conocí a una gente que era de poder, una gente que también era malandra y (…) yo
tenía dieciséis, y lo que pasa es que mi vida…si me metía en cosas y mi vida viene
siendo un desastre a partir de los doce años, pero más se presentó a los dieciséis que
empecé a andar en los malos [pasos]… yo ahí… este, conocí una gente que esa gente
me brindó el apoyo y me agarró confianza y tuve siendo peluche de uno de ellos, y
andaba pa’quí y pa’llá y lo cuidaba y eso (…) y yo andaba armado también con
él…(VMVH).
Cubierta esta faceta, el adolescente nos narra quería vivir más: “yo empecé normal y yo le
dije a ellos ‘yo también quiero tener mi combo, mi gente’, entonces él me dice ‘yo te voy a prestar
el apoyo para que tú te abras, pero no me vayas a dejar mal’. Él me dio ponte, éramos sesenta”. Es
decir, la promoción supuso “liderar” a un considerable grupo de adolescentes con edades
comprendidas entre los doce y los quince y reconoce “yo nunca tuve una malicia de ser una
persona mala, porque no la tuve, porque no la soy…yo estuve todo el tiempo fingiendo que era
alguien que no soy, yo no tenía la cuestión de ser tan malo así” (VMVH).
…no solamente se trata de que tú seas el que manda y ya, sino que tienes
enemigos, entonces siempre va a haber uno que te va a llevar mensajes a la otra [banda]
a la que es enemiga tuya, entonces uno de esos que me cuidaba a mí, estuvo implicado
en eso. Fue y me entregó con los otros, llevaba y traía chismes de lo que nosotros
íbamos a hacer, ellos ya sabían, entonces ellos se adelantaban y entonces nosotros nos
volvimos locos, yo empecé a apoderarme de vainas que no eran mías, empecé a robar
más y empecé a entrar en la droga y empecé, me agarré una plaza y ese era el
movimiento mío…(VMVH).
Los conocimientos necesarios para conducir una banda delictiva son transmitidos, aunque
como en cualquier caso, el aprendizaje no siempre está garantizado:
personas que eran malas, me enseñaron a hacer eso, por lo menos yo recibí
mucho daño de personas que eran así malandros y me traicionaron y yo aprendí lo que
ellos me enseñaron, sobre la droga, yo aprendí como se hacían las cosas con la droga,
cómo venderla, cómo manejar una plaza, porque yo anduve con esa gente; de cómo
confiar en alguien, cómo medir a las personas para que confíen…no lo supe, nunca
llegué a saber algo así porque no llegué a medir porque me traicionaban (…) cuando le
dan mucho se quieren agarrar todo el brazo ya…, entonces se quieren voltear, no vas a
dejar que el combo se te voltee todo completo (VMVH).
…nosotros salíamos a robar eran quintas, y eso era mucho dinero y entonces yo
me quedaba con…se repartía más bien… en un setenta-veinte por ciento [dudó, no
estaba claro sacando la cuenta] setenta para mí y veinte los demás y quedaba más plata
todavía, el setenta era para mí y eso era como quien dice para comprar más cosas,
comprar drogas… Ni a mi mamá, pura droga y pistola (...) a veces nosotros
agarrábamos real en dólares, nosotros agarrábamos cosas en dólares así grandes (...)
nosotros éramos puro comprar la droga y comprar pistola y tener esas cosas…”
(VMVH). Parece el ahorro fundamental estaba previsto para “comprar la libertad”: “Yo
tenía mi vaina para que cuando yo cayera poder salir, mandaba a alguien y ella me traía
la plata, los otros no sé, si ellos tenían sus reales y se lo comían todo, allá ellos, ¿quién
los iba a sacar?, se quedaban presos (VMVH).
Con todo este panorama descrito y las distintas implicaciones de asumir una banda
delictiva como proyecto de vida, en un momento de la entrevista surgieron las preguntas: ¿no
dudabas? ¿no te querías salir? ¿no vacilabas? la respuesta categórica y reveladora del adolescente
entrevistado fue:
…porque cuando uno cae preso, uno los conoce porque adentro no solo se maneja
lo que dicen que todo es justicia, todo te tratan bien, porque adentro tú estás, a pesar de
que tú eres menor de edad, te caen a golpes, te revientan la boca, te parten la cabeza,
hasta que tu hables y tienes que echarle paja al que estaba contigo, decir quién es el que
estaba robando, quién es el dueño, quién es el que tal porque si no, te dicen que te van a
matar. Te voy a matar a tu familia, te voy a matar a tu mamá, te meten psicología. Pero
ya como uno está en la calle y uno ya conoce eso, ya uno no le paraba… (VMVH).
Señaló que ha estado detenido en “estuve en el cuartel de ciudad Chávez, en la PTJ de ahí
de Plaza de Toro y en el comando de La Isabelica” con “PTJ y entre guardias [nacionales]”
(VMVH).
Esta narración rica en exponer debilidades, grafica una respuesta indulgente de parte de un
sistema que pareciera no comprende las implicaciones de administrar justicia juvenil, cumpliendo
con la garantía de un juicio educativo6, a fin de que los adolescentes asuman la responsabilidad (en
lo individual y en lo colectivo) por las acciones que llevan a cabo, generando daños a terceras
personas.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
6
Se recomienda revisar en ese tema el estudio elaborado por (Serrano 2006)
humanos. Las personas hablan de temor e inseguridad de presentar denuncias o reclamos ante los
órganos del sistema policial y en las instancias judiciales.
Contrariamente a las creencias difundidas que califican a los adolescentes que violaron
la Ley como sujetos sin opciones de rehabilitación, el estudio mostró como estos adolescentes
pueden exponer importantes razonamientos sobre las experiencias vividas y los cambios
personales que han logrado a partir de su vivencia en un programa. El desafío en este caso es lo
limitado de su cobertura y la insuficiencia de personal. En particular, resulta notoria la
inexistencia de los programas preventivos que eviten la incursión del adolescente en la comisión
de delitos.
El estudio muestra cómo entre las principales razones del involucramiento de niños y
adolescentes en bandas criminales está la omisión del Estado en sus obligaciones de garantizar la
seguridad y protección de la ciudadanía frente a la acción delictiva de grupos armados que están
presentes en las comunidades, cometiendo delitos y causando temor y violencia contra la
población.
El Estado tiene la obligación de crear y sostener políticas sociales básicas que garanticen
los derechos a la alimentación, la salud, la educación y la debida protección a las familias, para que
las familias puedan desempeñar con eficacia su rol como agentes de socialización en el contexto de
la emergencia humanitaria que afecta al país. Pero, además, el Estado debe desarrollar estrategias
de prevención de la violencia, entre ellas la limitación del acceso a las armas de fuego, la seguridad
y protección de las comunidades, con programas que respeten e ilustren la vigencia de los derechos
humanos. También se necesitan mejores servicios sociales para responder a las diversas
necesidades de los niños, niñas y adolescentes. Éstas deberían incluir una gama de opciones en
diferentes sectores, desde un trato sensible a las víctimas de maltrato infantil por parte de los
sistemas de aplicación de la ley y la justicia, el apoyo físico y psicosocial por parte de los sistemas
de salud y bienestar social y el desarrollo de programas socioeducativos para la reinserción familiar
y social de los adolescentes que se han participado en las acciones que realizan las bandas armadas.
BIBLIOGRAFÍA
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