Cretaividad Del Cerebro Triuno

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Nombre: claudia Camila Córdoba cadena

Código: 20171159576

INVESTIGACIÓN DEL PROCESO CREATIVO EN LA TEORÍA

Es viable asegurar que a partir del punto de vista del cerebro triuno el encéfalo humano no

es más que la compleja relación de dichos 3 sistemas. Ahora bien, además de la

importancia de la evolución de la especie humana y las construcciones que facilitan el

desarrollo del pensamiento y los procesos cognitivos que subyacen a la expresión de

habilidades como la creatividad, pensar en propiciar un pensamiento creativo involucra

producir un armazón de representaciones que conllevan a la creación de universos

simbólicos, ricos y profundos en significados, alcances y que, además, permitan continuar

en la persistente creación de las personas.

En el proceso evolutivo, fueron los primates los que lograron tener el cerebro más

desarrollado. Un cerebro que se caracteriza por poseer dos hemisferios en la neocorteza y

en el que sus funciones son más complejas y se reflejan en su capacidad para utilizar

herramientas, en las características de su organización social, en su posibilidad de aprender

y desarrollar algunas destrezas, entre otros aspectos. Pese a estas claridades, sólo a partir de

la bipedación se producen extraordinarios cambios anatómicos, que en, el Homo sapiens,

dan origen a dos ramas de la función psíquica: la racional o verbal y la creadora. A este

respecto se puede decir que, mucho antes de la aparición de la capacidad lingüística, fueron

la percepción y la memoria (aspectos que se hallaban en los demás mamíferos o animales

de su rango) junto con las capacidades inventivas y creadoras del Homo sapiens las que

permitieron su supervivencia. Desde esta perspectiva, el primer gesto original que señaló el

camino de los grandes inventos fue la creación de los utensilios y herramientas primitivas.

Éstas, a diferencia de las grandes o complejas invenciones técnicas de la actualidad,


salieron de la nada, pues el ser humano de aquel momento aún no poseía una conciencia

desarrollada, a razón de la falta de cultura y de lenguaje. Esta incipiente invención fue la

primera gran revolución del hombre y modificó no sólo sus costumbres, sino su misma

anatomía: su mano. Las herramientas contribuyeron, de esta forma, a la humanización del

hombre; a hacerlo más hombre. Se incrementó, entonces, la capacidad craneana, la

magnitud y dificultad del cerebro, «se consiguió la posición bípeda y erecta corporal y las

manos quedaron libres para la acción y el trabajo» (Torres, 1984: 20). Los instrumentos han

sido, por consiguiente, producto de la capacidad inventiva del cerebro de las personas y le

han permitido, paralelamente, el control de el comportamiento y, además, le dieron la

probabilidad de desarrollar novedosas capacidades. Los cambios presentados en el tallado

de las rocas que servían como herramientas o armas tienen la posibilidad de haber sido las

primeras muestras de arte creativo del ser humano, Pese a la desventaja física de las

personas primitivo relacionadas con las otras especies, su órgano cerebral estaba dotado de

potencialidades infinitas que le han permitido adueñarse de otro de los recursos que lo

apartaron del resto de animales: el fuego, las Herramientas y el fuego han sido

descubrimientos que han tenido sitio hace 2 cientos de miles de años y si se tiene presente

que el ser humano empezó a dialogar y razonar sólo hace 50.000 años tenemos la

posibilidad de asegurar que las habilidades inventivas y creadoras precedieron a la

meditación lógica y verbal. Visto así, el ser humano prehistórico tenía unas dotes

sensoriales y corticales excepcionales que se manifestaban en su monumental capacidad

para hacer un dibujo y para cazar. El hombre seguía evolucionando a la objetividad y es

entonces cuando la razón tomó las riendas del desarrollo, junto con las habilidades lógicas,

analíticas y lingüísticas. Vemos entonces como la evolución del cerebro ha sido la que

permitió edificar la identidad de las personas como ser superior en la naturaleza, y con ello
la consecuente diferenciación de los animales, por medio de la función de pensar, crecer y

progresar como sujeto y como ser social. A partir de esta visión, el cerebro ha evolucionado

para hacer la vida más simple y por esa razón es capaz de hacer 2 operaciones antagónicas:

el continuar rutinas y el lanzarse a la construcción; aspecto que lo hace polifacético y

flexible (Rodríguez, 1997: 12).

Bibliografía

 RODRÍGUEZ, Mauro (1997) El pensamiento creativo integral. México: McGraw

Hill. Tomado el 14 de diciembre del 2020

 TORRES, M. (1984) La Mente Dividida. Bogotá: Ed. Tercer Mundo. Tomado el 14

de diciembre del 2020

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