Esquema Conceptual
Esquema Conceptual
Esquema Conceptual
C.I 13.892.462
Conformado por el conjunto de manifestaciones propias de cada colectividad: costumbres, tradiciones culturales,
vivencias, manifestaciones religiosas, musicales y artesanales, la lengua, los ritos, las creencias y su ser regional. Es la
herencia cultural propia del pasado de una comunidad, mantenida hasta la actualidad y transmitida a las generaciones
presentes
El patrimonio cultural es muy importante porque es lo que muestra la relación que existe de la gente con la historia y sus
legados ancestrales, sus bellezas naturales que en algunos países como México los legados patrimoniales fueron y son
muy generosos en cuanto arqueológico, como ciudades históricas, paisajes
Tradicionalmente la gestión del patrimonio cultural, se ha enfocado hacia la valoración y conservación de los bienes
culturales tangibles de una nación o territorio particular, priorizando la restauración y protección de estos bienes.
El patrimonio cultural puede ser tangible e intangible. No se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que
comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas y transmitidas a otras generaciones. Dentro de lo tangible
se puede clasificar del tipo bienes muebles, es decir, todos aquellos que se pueden trasladar. Lo bienes inmuebles,
aquellos que no se pueden trasladar de su lugar ya que perderían parte de su contenido y valor.
Comunidad Cultural.
Incluye lengua, procesos, modos de vida, costumbres, tradiciones, hábitos, valores, patrones, herramientas y
conocimiento. y comunidad cultural. Defendemos que la cultura es un componente integrador y es una herramienta para
conocer las personas.
Comunidades de origen: aquellas en las que, en el caso de los museos, se originan las colecciones.
Comunidades de usuarios: se refiere a los visitantes a un sitio patrimonial o al museo.
Comunidades contemporáneas y comunidades de práctica: los más activos y participativos en todos los terrenos del
patrimonio cultural y en todo momentos.
comunidades de interés: definidas como una red informal, auto-organizada de pares, con diversas habilidades y
experiencia en un área de una práctica profesional, unida por el deseo de sus miembros de ayudar a los demás
(compartiendo información), bajo la necesidad de avanzar en su propio conocimiento (aprendiendo de otros).
Comunidades virtuales o comunidades en línea: surgen como resultado del uso de la web 2.0, donde la producción
creciente de contenido generado por el usuario puede, en principio, llevar a la fusión de todas las comunidades
mencionadas anteriormente.
En tanto que se trata de una multiplicidad de formas, la diversidad cultural comprende la pluralidad histórica, los grupos
étnicos, las lenguas, las costumbres, las tradiciones, la gastronomía, el arte, la artesanía.
El patrimonio cultural inmaterial puede contribuir eficazmente al desarrollo sostenible a lo largo de tres dimensiones, así
como a la exigencia de la paz y la seguridad como prerrequisitos fundamentales para el desarrollo sostenible.
La convergencia evolutiva o evolución convergente se da cuando dos caracteres similares han evolucionado
independientemente a partir de estructuras ancestrales distintas y por procesos de desarrollo muy diferentes.
Planteamiento teórico sobre el patrimonio cultural: Identidad, cultura y patrimonio
Como ocurre con todas las manifestaciones socioculturales, la identidad cultural cambia, evoluciona constantemente,
cada nueva generación tiene la posibilidad de rescatar, enriquecer aquellas tradiciones culturales que se ven amenazadas
por el fenómeno de la globalización de la cultura. La identidad guarda relación directa con las tradiciones, los hábitos,
costumbres, los prejuicios, el modo de pensar arraigados en la mentalidad del pueblo, expresadas en la ideología de
clases. Asimismo, existe una relación que vincula identidad y tradición, así como el rol de la conciencia y la subconsciencia
del individuo, la creación artística y la preservación del patrimonio cultural.
Se planteaba que la conciencia de reconocerse históricamente en su propio entorno físico y social crea el carácter activo
de la identidad cultural, por la acción de conservación, renovación que se genera. Asimismo, reconocía que el patrimonio
cultural se enriquecía por nuevos acercamientos de la colectividad a los objetos de su historia. Lo que ayer no parecía
contener un mensaje cultural, hoy es descubierto y valorado con insistencia. En este orden se expone otra dimensión de
la identidad cultural al argumentar que cuando los hombres de hoy se encuentran con hombres del pasado y les
reconocen los mismos esfuerzos, así como se dan cuenta de las fantásticas conquistas hechas hasta el presente, se
identifican de una manera material con el proceso histórico de su sociedad mediante su herencia cultural.
La identidad parece plantarse hoy como uno de los principios motores de la historia. Es un factor de síntesis viva, original
perpetuamente recompensada. Representa cada vez más la condición misma del progreso de los individuos, los grupos,
las naciones, ella anima y sostiene la voluntad colectiva, suscita la movilización de los recursos interiores para la acción y
transforma el cambio necesario en una adaptación creadora. La identidad cultural está cimentada como una de las bases
fundamentales para promover y conservar la historia y el patrimonio cultural. Se actualiza sistemáticamente gracias a
que el ser humano constantemente está creando obras trascendentales. Tiene, además, una connotación sociocultural
decisiva dentro del proceso de desarrollo social, es diferenciación hacia fuera y asunción hacia adentro. Existe la
identidad cuando un grupo humano se autodefine, pero a la vez es necesario que sea reconocido como tal por los demás.
La realización material de la identidad certifica la de la herencia de los pueblos. La identidad es cultura, aunque no llega a
todos por igual ni es interpretado de la misma manera por todos, merece empoderamiento social y difusión constante.
Precisó que la identidad exige su enunciación, ya sea de sí mismo o de un ser otro que la formule, es un acto de
conciencia, pero que expresa una realidad objetiva, subjetiva de carácter histórico más allá de la voluntad del enunciador.
La identidad cultural cobra un significado educativo cada vez mayor en la sociedad, lo que es motivo para promover
actividades educativas que viabilicen la subsistencia de las diferentes tradiciones socioculturales. La identidad cultural de
un pueblo viene definida históricamente a través de múltiples aspectos en los que se plasma su cultura, como la lengua,
las relaciones sociales, ritos y ceremonias propias, o los comportamientos colectivos. Permite comprender y amar la
creación cultural e histórica de las personas. Interpretar las herencias pasadas en un momento dado. No existe la
posibilidad del desarrollo cultural comunitario pleno sin que medie un profundo sentimiento de identidad. La identidad
solo es posible, puede manifestarse a partir del patrimonio cultural, su existencia es independiente de su reconocimiento
o valoración. El patrimonio y la identidad cultural no son elementos estáticos, sino entidades sujetas a permanentes
cambios.
La identidad cultural es dinámica y su desarrollo y sostenibilidad en tiempo depende de múltiples factores internos y
externos, que la condicionan. Está indisolublemente ligada a la historia, la cual no es homogénea. La identidad cultural no
existe sin la memoria, sin elementos simbólicos o referentes. Supone reconocimiento, apropiación de la memoria
histórica del pasado. Un pasado que puede ser reconstruido o reinventado, pero que es conocido y apropiado por todos
Finalmente, la identidad cultural forma parte de ese conjunto de atributos socioculturales que permiten conocer,
reconocer, disfrutar, amar y preservar aquellas tradiciones culturales que por sus singularidades merecen ser resaltadas,
acatadas por todos, preservadas para el disfrute de generaciones actuales y futuras.
Patrimonio como herencia cultural, el patrimonio como memoria histórica y cultural, testimonios y procesos
culturales. Contenido simbólico y valor de uso. Referente identitario.
La herencia cultural es el patrimonio material e inmaterial de un pueblo o comunidad que ha sido legado para ser
conservado y transmitido a las siguientes generaciones. Dentro de estás los bienes que sean de carácter tangibles están
normalmente expuestos a una degradación que hace peligrar su durabilidad en el tiempo. Referirse al proceso de
construcción social del patrimonio cultural implica centrarse en la capacidad que poseen los sujetos sociales de otorgar
valor a ciertos objetos, desde nuestro enfoque con la finalidad de que el estudio del patrimonio cultural, encuentra
sentido en su democratización y no en la exclusión, en el procesamiento del conflicto y no en el ejercicio de la violencia.
En otras palabras, que en la preservación de los valores del patrimonio mucho tiene que ver su democratización, su
desertización, la apropiación social, la promoción como interés general, la construcción de un proyecto colectivo, el
fortalecimiento del sentido de ciudadanía, entre otros.
En este caso, creemos que lo que se disputa es la capacidad de producción simbólica de otorgar a ciertos bienes
culturales una connotación que los re significan como testimonios legítimos, valorados de la comunidad. La constitución
del fenómeno patrimonial desde un campo patrimonial, nos remite a su especificidad, al problematizarlo como espacio
donde confluye la producción, distribución, intercambio y uso de aquellos bienes que caracterizamos o se han
caracterizado como patrimoniales, esto porque, la eficacia simbólica depende de muchos factores, entre los cuales están
la contextualización de los símbolos en prácticas y discursos, e indiscutiblemente el soporte del poder, reconociendo a
este último, como eje fundamental de lo patrimonial. Este campo opera sobre la base de estructuras, estructuran tés que
determinan las reglas o condiciones en las cuales opera la patrimonialización, proceso del cual el museo es una
institución clave, por tanto, no se le puede estudiar como un espacio independiente, autónomo de los agentes y las
relaciones que genera y/o por las que se encuentra condicionado, tanto en términos de colaboración como de disputa,
porque se inserta en la dialéctica de reproducción, producción del campo patrimonial. La centralidad se define en su rol
como agente de producción simbólica.
Reproducción: Posee como finalidad la exhibición del horror. Son acciones enmarcadas en un registro objetivista del
pasado. Por lo general, los efectos de estas acciones en la comunidad son el bloqueo y distanciamiento.
-Símbolo: Su objetivo es metaforizar el hecho, de esta forma se evita hablar directamente del horror, en algunos casos
como una forma de proteger a las víctimas de un nuevo proceso de re victimización, en otros, como una opción para
posibilitar la discusión reflexiva y crítica de sucesos traumáticos de gran impacto. Uno de sus efectos no buscados, es que
el traspaso de la vivencia a una representación conceptual pierde el significado vital de la propia experiencia.
-Placa recordatoria: En estas iniciativas la memoria se transforma en una marca en el territorio. Situadas en el espacio
público se constituyen en dispositivos mnemotécnicos de gran eficiencia, en especial en comunidades sensibilizadas con
el contexto y ciertos hechos, así como convocan a la curiosidad de aquellos no informados. Una de sus críticas podría ser
el peligro de transformar la memoria del hecho en un dato, que podría archivarse como tal.