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La fórmula o el método AIDDA consiste en cinco pasos que el vendedor debe seguir, que incluye
desde el contacto inicial hasta el cierre de la negociación. Tales pasos son: Atención, Interés,
Demostración, Deseo y Acción.
En este primer paso debemos conocer la necesidad del cliente, sus verdaderos deseos. Ocurre
lógicamente después del saludo y bienvenida, en el momento en que el cliente expresa su
interés. Es ahí donde el vendedor debe averiguar algo más que el solo interés, como: uso que le
va a dar, modelo, colores, tamaños, etc
Identificación • Con los datos obtenidos pasamos a identificar el producto que se adapta a esas
necesidades y deseos expuestos por el prospecto. Tratando de ser lo más asertivo posible y sin
perder de vista las expresiones tanto verbales como corporales.
Demostración • En este tercer paso debemos concretar los argumentos que definen las
características del producto o servicio y los beneficios que pueden interesar al cliente en
perspectiva. En el que cuenta más la utilidad, lo que la mercadería signifique, sin dejar de lado
los elementos que hacen a la calidad.
Aceptación • Es la etapa más breve de la venta, en la que se ratifican los aspectos más
importantes para el prospecto. Un momento psicológico que se define como “indicios de
compra”. En este momento el vendedor ha recopilado una serie de señales que se han ido
intensificando y que nos permiten reconocer la disposición de querer comprar
El deseo • Ocurre casi al mismo tiempo del anterior, o inclusive solapándose a ella. El cliente
puede estar perfectamente convencido de las bondades del producto, pero no estar dispuesto a
comprarlo. En este momento es preciso conducirlo al terreno del deseo, persuadiéndole de que
no cometerá un error al adquirirlo. Un paso que no responde tanto a la razón, como al
sentimiento.
Acción de cierre • Aquí el vendedor debe ayudar al cliente a tomar la decisión, bien de forma
directa o indirecta, realizando preguntas muy específicas que lo ayudan a deducir el momento
psicológico ideal para obtener la aceptación, pero sin necesidad de forzarlo o ejercer presión.
FÍSICAS -El cliente pone cara de satisfacción o agrado ante lo que le estás explicando. -Si el producto o la
documentación están a la vista, los coge y examina con atención. -Asiente con la cabeza cuando realizas
una afirmación sobre el producto. -Mediante gestos y expresiones amables, te apremia para que acabes
y poder intervenir. -De repente se pone a reflexionar pero sigue prestándote atención, no se distrae.
-Toma notas o realiza cálculos por su cuenta mientras le estás hablando. • FÍSICAS -El cliente pone cara
de satisfacción o agrado ante lo que le estás explicando. -Si el producto o la documentación están a la
vista, los coge y examina con atención. -Asiente con la cabeza cuando realizas una afirmación sobre el
producto. -Mediante gestos y expresiones amables, te apremia para que acabes y poder intervenir. -De
repente se pone a reflexionar pero sigue prestándote atención, no se distrae. -Toma notas o realiza
cálculos por su cuenta mientras le estás hablando.
• VERBALES -Expresa de forma más o menos clara que está interesado en el producto. -Elogia el
producto y lo asocia con la satisfacción de sus necesidades. -Te pide que le aconsejes para elegir entre
las diversas opciones disponibles. -Solicita que le repitas alguna información importante que no le ha
quedado clara. -Pregunta por detalles como los colores disponibles, formas de pago, plazos de entrega,
etc.