Importancia de La Educacion Religiosa

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IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN RELIGIOSA

Nuestro mundo está pasando por momentos muy difíciles. Preocupa profundamente la aparente
ausencia de virtudes, valores a nivel social,... Esta crisis no es tan novedosa como parece. Esto
significa que como sociedad, como humanidad, todavía tenemos una deuda pendiente en este
aspecto.

Contemplando esta descripción nos encontramos frecuentemente con una visión relativista del
mundo, de la vida sin sentido, del subjetivismo hedonista, de la despersonalización del ser humano
inmerso en estructuras de muerte, de agresión a la biodiversidad de los recursos de la naturaleza,
del flagelo de las drogas, de medios de comunicación masiva que pueden ofrecer formas culturales
alienantes, de tendencias del siglo XXI a excluir a Dios, y abundante información a través de
tecnologías modernas que no logran satisfacer el anhelo de dignidad inscritos en lo más profundo
de la vocación humana.

En Latinoamérica, el panorama es parecido. Nos puede ilustrar al respecto el Documento de


Aparecida, que tiene influencia e importancia en los pueblos latinoamericanos. Allí se advierte que
la cultura actual “tiende a proponer estilos de ser y de vivir contrarios a la naturaleza y dignidad del
ser humano. El impacto dominante de los ídolos del poder, la riqueza y el placer efímero se han
transformado, por encima del valor de la persona, en la norma máxima de funcionamiento y el
criterio decisivo en la organización social”.

La sociedad peruana, no ajena a estos acontecimientos, y en términos generales, conformada por


un complejo mestizaje, una pluralidad étnica y cultural. En el plano religioso, hay también una
diversidad de confesiones, una significativa proporción de creencias ancestrales pertenecientes a
todas las religiones étnicas del país, en menor medida, ateísmo, agnosticismo e indiferencia
religiosa.

El ser humano posee, gracias a su condición espiritual, el don de percibir lo sagrado, la capacidad
de captar el fundamento de todas las cosas, su raíz y destino trascendente en cuanto creaturas,
es decir, procedentes de un creador universal. Toda persona busca en su vida la verdad que dé
sentido a su existencia para alcanzar la felicidad. Esta dimensión de profundidad espiritual explica
el fenómeno religioso en la historia de la humanidad pasada y presente. El hecho religioso forma
parte del conjunto de expresiones de lo real como experiencia específica humana, mas allá de la
limitada realidad disponible para el resto de seres del mundo mineral, vegetal y animal.

Por ello, en la educación religiosa, es fundamental y necesario que las personas descubran y
asuman la existencia de un Ser y una Verdad, con el que se han encontrado personalmente, a través
de las personas, la naturaleza, los sacramentos, la Palabra de Dios… por la que toman conciencia de
ser hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza, reconociéndole como quien actúa
providentemente en sus vidas y da sentido a los acontecimientos de la historia humana; y que
aprendan a explicar razonablemente su fe y proyecten su plan de vida como respuesta responsable
al amor de Dios.

La Educación Religiosa es un aspecto fundamental en la formación integral de la persona, en esta


percepción la Educación Religiosa es un instrumento precioso para que los niños y los jóvenes
crezcan en el conocimiento de todo lo que significa su fe, a la par que van desarrollando sus saberes
en otros campos. Comprenderán que creer en Dios ilumina las preguntas más hondas que ellos
llevan en el alma y que Jesucristo es la revelación plena del misterio de Dios y que a su luz se
comprende el misterio del hombre. Entenderán la cultura en la que viven, cuyos valores y
expresiones artísticas y de todo orden hunden sus raíces en la fe cristiana. Aprenderán a valorar lo
bueno que hay en otras religiones y a respetar la dignidad sagrada de todos los hombres, creyentes
o no. Adquirirán una visión armónica del mundo y de la persona humana, amada por Dios por sí
misma, que le ha hecho partícipe de la bienaventuranza eterna, conscientes de que esta vida es
camino para alcanzar la felicidad eterna y como miembro de la familia humana comprometido
con todos los hombres, para convertir este mundo de salvaje en humano, de humano en divino
según el Corazón de Dios.

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