El Poder en Colombia - Gabriel Jaime Osorio

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EL PODER EN COLOMBIA

Gabriel Jaime Osorio Cuervo

Resumen

¿Cuál es la estructura de poder político-social actual en Colombia? La firma del Nuevo Acuerdo de Paz
conduce oficialmente los colombianos al posconflicto; poco o nada se dijo de estructura de poder, y la
actual campaña presidencial menos. Las negociaciones se justificaron argumentando que eran lo mejor
al Estado y la sociedad. Los negociadores fueron considerados buscadores de justicia, igualdad,
reincorporación, de un lado, y del otro se presentaron como fieles servidores públicos persiguiendo el
bien de la Patria. Este proceso es la coyuntura reciente que examinada desde el análisis cualitativo
descriptivo esclarece el sistema vigente del poder. Se logra contextualizando la teoría realista de Isaac,
que supera el empirismo al estudiar el poder, concibiéndolo distribuido por relaciones sociales
estructurales que, aunque perdurables no son inmutables; tres elementos incorporados por el realismo:
Dominación, Reciprocidad, Ideología-interés real, permiten caracterizar las causas del sistema, donde
se establece que prioritario del Acuerdo es conquistar el poder manteniendo al Estado sobre la
sociedad; concluye que los actores no solo mantienen la estructura de dominación burocrática legal
intacta, inclusive en detrimento social la refuerzan, porque el fin de la negociación, la paz, solo es un
medio mercantilizado, utilizado de escenario ahora en la campaña presidencial, para negociar el poder.

Contenido
EL PODER EN COLOMBIA ..............................................................................................................................1
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................................2
1. Contextualización de la Teoría Realista .......................................................................................................4
2. Aplicación de la Teoría Realista a la Mesa de Diálogos: negociadores de paz en el contexto de lucha por
el poder. ................................................................................................................................................................5
3. La dominación: análisis del tipo de legitimidad en Colombia................................................................... 10
4. Reciprocidad: Particularidades de los actores y límites del poder............................................................. 14
5. Mercantilización de la paz: análisis de intereses reales y la ideología que los sostiene. ........................... 19
6. Consideraciones finales y líneas para profundizar análisis. ...................................................................... 24
Referencias bibliográficas ................................................................................................................................. 26

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INTRODUCCIÓN

Este análisis sociopolítico del poder en Colombia parte de la coyuntura de las negociaciones de
paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
FARC-EP que concluyeron con la Firma del Nuevo Acuerdo Final para una paz estable y duradera
según la Oficina de Alto Comisionado para la Paz (Acuerdo Final, 2016). El análisis se hace basado en
la Teoría Realista que en Power and Marxist Theory:A Realist View concibe “el poder como capacidad
para la acción socialmente estructurada y perdurable” (Isaac, 1987b, p. 72), y por tanto supera la
concepción empírica de la ciencia en el estudio del poder.

El análisis empirista del poder observa la regularidad de eventos, la causalidad, el conflicto,


inclinación del prejuicio, toma de decisiones, la agencia, el interés objetivo, elementos base del debate
de las tres caras expuesto en El Poder: un Enfoque Radical al formular: “A puede ejercer poder sobre B
consiguiendo que este haga lo que no quiere hacer, pero también ejercer poder sobre él influyendo en
sus necesidades genuinas, modelándolas o determinándolas” (Lukes, 2007, p. 19). El realismo por su
parte estudia el poder desde la complejidad de las estructura de relaciones perdurables, modelo de
análisis más efectivo, tal que “Una visión realista del poder, permite la discusión de una serie de
características del poder ignoradas en el debate de las tres caras: dominación, reciprocidad e ideología”
(Isaac, 1987b, p.72), son estos tres elementos los que se estudian aquí, teniendo en cuenta también los
aportes de Sociología del poder y legitimidad (Weber, 1922/1968a).

Contexto del análisis es el Estado Colombiano abordado desde el Enfoque Estratégico Relacional
propuesto en The State and Power con su definición multidimensional: “el Estado es un actor entre
otros en el conjunto de las relaciones sociales, que si bien las operaciones del Estado están más
concentradas y condensadas en su núcleo, éstas dependen de un amplio rango de prácticas micro-
políticas dispersas en toda la sociedad” (Jessop, 2014, p. 26-27), permitiendo presentar aquí la
distinción entre aparato estatal y sistema político, la importancia de considerar el Estado dentro de la
sociedad o el Estado sobre ella, lo que depende de la naturaleza de la formación social y su historia.

Análisis social se hace a nivel micro y macro, aquí se parte del nivel micro especificando las
acciones individuales de los actores y sus interacciones, inicialmente el Estado, según Jessop “no es
cosa o sujeto externo”, sino una relación social, “concepción de Marx quien habló del capital como

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relación social”, y el aporte de “Poulantzas sobre el poder del Estado que es una condensación
institucionalmente mediada del equilibrio de fuerzas en la lucha política de clase”, el Estado se ve
como “sistema de dominación social” (2014, p.32); y los sujetos particulares, según la teoría multinivel
influyen en las estructuras sociales a nivel macro, además el nivel micro da explicaciones claras de los
fenómenos sociales, considerando los mecanismos, entidades y actividades organizadas de manera que
pueden producir cambios sociales (Huijsmans, 2014).

Para este análisis se aplica el método cualitativo descriptivo, inician los apartados con
descripción de hechos y actores, sus relaciones sociales, luego se aplica la teoría y se da la explicación.
El trabajo está conectado diacrónicamente, comienza revisando los integrantes de la mesa de
negociaciones, se examina el proceso y finaliza considerando consecuencias de la Firma del Acuerdo;
esto implica dos movimientos.

El primero abarca: 1. Contextualización de la teoría realista, 2. Se aplica el realismo a la Mesa de


negociaciones -mostrando rol de negociadores, sus relaciones en el contexto de lucha por el poder;
respondiendo a ¿Cuál es la estructura actual del poder en Colombia?

Segundo movimiento: muestra las características estructurales desde los tres elementos que
introduce la teoría realista. 3. La Dominación: su definición, luego hay exploración en la relación de
negociadores y EEUU; después identifica y argumenta que el tipo de legitimidad para el caso
colombiano es la legal racional con aparato burocrático, respondiendo así a ¿Quiénes son los
principales agentes del poder en este momento de quiebre de la historia nacional? 4. La Reciprocidad:
se logra señalar particularidades de actores y límites del poder, considerando relaciones de los
negociadores con los más ricos del país y los medios de comunicación, lo que incide en el Acuerdo. 5.
Se evidencia la mercantilización de la paz, a partir del análisis de intereses reales y la ideología que los
sostiene –valores, procedimientos-, respondiendo a la cuestión de ¿Cuáles son las principales causas y
consecuencias inmediatas de la estructura vigente? Para terminar, 6. Consideraciones finales y líneas
para profundizar el análisis.

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1. Contextualización de la Teoría Realista
Se aplica la teoría realista porque supera el debate de las tres caras o enfoques del estudio del
poder.

A. Enfoque unidimensional, pluralistas: la segunda mitad del Siglo XX desarrolla el estudio del
poder iniciado por Weber al describirlo como “probabilidad que un actor en una relación social está en
posición de realizar su propia voluntad” (Weber, 1922/1968b, p. 250), concepción que retoma Dahl,
agregando “A tiene poder sobre B en la medida en que puede obtener que B haga algo que B no haría
de otra manera” (1957, p. 203). Este enfoque centra el poder desde el causalismo, la agencia, el
conflicto, no diferencia el tenerlo y ejercerlo. Los modelos para medir el poder eran, a. Teoría de los
juegos, b. Criterios newtonianos, y c. Criterios económicos. Este tipo de estudio permitió a Dahl (1971)
considerar a Colombia cerca de poliarquía al observar características de los regímenes políticos, el
control de recursos, índice de inequidad (p. 85), también como contemporánea poliarquía por
cuestiones de violencia, represión o intervención militar (p. 247).

B. La crítica al enfoque unidimensional incorpora como poder la movilización de prejuicios, la


no decisión, el poder se ejercita no se posee, visón de Two faces of power que inicia rebatiendo: a.
premisa básica de los pluralistas es que en cada institución humana hay un sistema ordenado, una
estructura de poder, no se puede suponer nada categórico sobre el poder en una comunidad. b. poder
está ligado a problemas -fugaces o persistentes. c. los pluralistas concentran su atención, no en las
fuentes de poder sino en su ejercicio, el poder para ellos significa participación para tomar decisiones
(Bachrach y Baratz, 1962, p. 947-948). Referido a este tipo de análisis en la década del 1990
retomando a Arendt, hay una expresión que describe la cruel realidad violenta como ejercicio del
poder, “en Colombia hay mucho poder y poca autoridad” (El Tiempo, 1993), esta afirmación explicaba
que el poder aplastaba la autoridad y condujo al país a una terrible tragedia que nace de la manera
como el puro poder extra-legal, para-legal o, peor aún el ilegal, el de la insolencia, del soborno, del
abuso y el de la explosión, primaba en todas las esferas de la actividad ciudadana sobre el tranquilo
mandato de la ley.

C. Último en el debate es el enfoque tridimensional expuesto en El poder: un enfoque radical, “A


ejerce poder sobre B cuando A afecta a B de manera contraria a los intereses de B”. (Lukes, 2007, p.
32). Introduce el interés como categoría determinante en el ejercicio del poder; muestra que “los
propios deseos de los hombres pueden ser producto de un sistema, aún en contra de sus propios

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intereses” (p. 33). los aportes del enfoque bidimensional–movilización de prejuicios, control de agenda,
decisión y no decisión (Bachrach y Baratz, 1963), resalta Lukes (2007) que “no pueden ser analizados
adecuadamente si no son concebidos en función de fuerzas colectivas y conciertos sociales” (p. 16-17);
este planteamiento de interés y poder estructural es fruto de entablar en el debate la noción común a
todos los enfoques, poder es afectar al otro o a los otros, lo que se da en el conjunto de las relaciones,
en este sentido retoma a “Parsons quien asocia el poder con autoridad, consenso y persecución de
metas colectivas”, y explicitando la posición de “Arendt para quien el poder nunca es de un individuo
sino del grupo” (p. 25).

El problema de los enfoques anteriores es que se basan en una visión empírica de la ciencia
donde el análisis abarca solo la observación del ejercicio de poder como eventos regulares. Tal visión
es superada con Beyond the Three Faces of Power: A Realist Critique donde “el poder social está
mejor concebido como esos poderes distribuidos por las diversas relaciones estructurales perdurables
en la sociedad y ejercitado por individuos y grupos en función de su ubicación en una estructura dada”
(Isaac, 1987a, p. 28). Aplicada esta teoría a la Mesa de negociaciones muestra que en Colombia el
poder ha estado distribuido según la relación estructural perdurable y su conquista implica lucha
constante, generalmente violenta.

2. Aplicación de la Teoría Realista a la Mesa de Diálogos: negociadores de paz en el contexto


de lucha por el poder.
El Acuerdo Final de Paz implicó cuatro años de negociación, configurándose como proceso de
quiebre de la historia nacional, oficialmente inició el periodo de posconflicto y reconciliación.
Colombia, considerada de las democracias más antiguas de las Américas, tiene el último conflicto de
occidente con guerrillas, más de cinco décadas, los presidentes en las últimas tres buscaron finalizarlo.
El hecho es que el Presidente Juan Manuel Santos aparece como símbolo del Estado vencedor,
reconocido por la Comunidad Internacional, particularmente con el Nobel de Paz compartido con las
víctimas.

Contrariamente a nivel nacional hay desaprobación del Acuerdo en el Referendum del 2 de


octubre de 2016, de obligatorio cumplimiento constitucionalmente hablando; se suma la alta imagen
desfavorable del Presidente, la mayoría desaprueba su gestión. Aun así el Acuerdo entró en la etapa de
implementación, resaltándose las contradicciones; el presente estudio aborda esta coyuntura develando
causas de esas contradicciones.

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La implementación oficialmente se defiende por el primado del derecho a la paz y la necesaria
trasformación social, en línea con el planteamiento del análisis empirista donde la resistencia o las
formas comunes de negociación y conflicto “se interpretan incorrectamente como signos de un
movimiento hacia la transformación social. Este error conduce a la moralización del análisis teórico, a
una falta de reconocimiento de la coherencia y estabilidad de las formas sociales” (Isaac, 1987a, p.28).
Aquí se supera este error en el análisis, se va al centro de la estructura social donde brota el Acuerdo,
dirigiendo la atención al detrás de las negociaciones, que son relaciones de poder y éste definido así:

Debe entenderse el fenómeno por el cual una voluntad manifestada (comando) del detentor del
poder desea influir sobre el actuar de otro (del dominado) e influye efectivamente en modo tal
que su acción procede en un grado socialmente relevante como si el dominado tuviera, por su
mismo valor, asumido el contenido de la orden como máxima de su propio actuar (Weber,
1922/1968b, p. 250).

Las Farc históricamente son de raíz liberal y precisamente negocian con un gobierno de tipo
liberal. Una mirada al mapa relacional de los últimos presidentes en Colombia permite plantear que la
política como lucha por el poder se ha dado entre dos grupos, conservadores y liberales. Este último ha
tomado la presidencia desde 1986, a excepción de la administración 1998-2002, cuando después del
escándalo nacional por presunta relación del presidente Samper con carteles de droga, y la fuerza que
ostentaban las Farc, ganan los conservadores; agrupando la elite del país proponen negociación y
entablan los diálogos de paz del Cagüan, los cuales fracasaron configurándose uno de los momentos
más críticos del Estado ante el fortalecimiento de las Farc, que llegaron a circundar militarmente la
Capital y casi toman el poder por las armas, se consideraba al Estado fallido.

A la vez se tiene la implementación que hace el gobierno conservador con el Plan Colombia
financiado y orientado por los EEUU, las Farc no logran el objetivo, las fuerzas Militares entran en
proceso de fortalecimiento del que se benefician los gobiernos posteriores. Del liberalismo brota el
Uribismo con presuntos vínculos paramilitares sostenidos por la elite y en fuerte oposición a las Farc,
el programa -donde Santos es ministro de defensa-, es derrotar a las Farc con las armas. Pero
trascurridos diez años no sucedió, la estrategia cambia, el programa de gobierno santista es derrotar a
las Farc con la negociación, se consolida como el gobierno de la paz, considerada derecho fundamental
por esto se firma el Acuerdo Final (2016, p. 1-3). Se evidencia como movimiento de elite, en cuanto la

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mayoría dijo que no al Acuerdo, constitucionalmente muere, pero todo se reorganizó para su
implementación, ejecutándose así el dominio presidencialista con el apoyo de la elite.

Esta descripción corresponde con la definición del enfoque realista donde el “poder es para
actuar, la vida cotidiana es un continuo negocio del poder, aunque las condiciones son duraderas non
son inmutables”, además plantea que las relaciones son “estructuralmente perdurables”, por tanto no se
trata de analizar el comportamiento regular sino duradero que estructura las relaciones sociales, y
recordando a “Giddens, la estructura social es medio y el efecto de la actividad humana, los propósitos
de la actividad humana tiene precondiciones sociales -relaciones duraderas, los individuos participan
reproduciéndolas y transformándolas” (Isaac, 1987a, p. 18-19). Por tanto se explica las propiedades de
la estructura relacional Gobierno – Farc como protagonistas y la sociedad civil que es marginada.

Las Farc durante más de cinco décadas actúan como estructura contra el Estado colombiano, su
aspiración es tomar el poder y con el Acuerdo de Paz no desaparece la aspiración, se pone fin a
buscarlo y ejercerlo por la vía de las armas que las ha consolidado como un actor militar, político,
económico y social fuerte, ahora con la negociación tiene el riesgo de perderlo, como Weber enseña
tratando las estructuras de poder, que cuando una estructura política pretende la expansión varia la
organización:

Todas las estructuras políticas usan la fuerza, pero difieren en la manera y en la medida en que
la usan o amenazan con usarla contra otras organizaciones políticas. Estas diferencias juegan un
papel específico en la determinación de la forma y el destino de las comunidades políticas. No
todas las estructuras políticas son igualmente "expansivas". No todos luchan por una expansión
externa de su poder, o mantienen su fuerza en preparación para adquirir poder político sobre
otros territorios y comunidades al incorporarlos o hacerlos dependientes. Por lo tanto, como
estructuras de poder, las organizaciones políticas varían en la medida en que se dirigen hacia
afuera...El poder de las estructuras políticas tiene dinámica interna específica. Sobre la base de
este poder, los miembros pueden pretender tener un "prestigio" especial y sus pretensiones
pueden influir en la conducta externa de las estructuras de poder. (1946, p. 159).

También el Estado como estructura se expande. La negociación llega después de amenaza y


ejercicio de la fuerza para combatir a las Farc, dando de baja a muchos guerrilleros, entre ellos a los
más importantes jefes: Luis Édgar Devia Silva - alias Raúl Reyes en la operación Fénix; con el deceso
natural de Pedro Antonio Marín Marín –alias Manuel Pérez jefe fundador, es nombrado jefe Guillermo

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León Sáenz Vargas -alias Alfonso Cano, de familia de la elite bogotana, es abatido durante el primer
periodo del gobierno Santos; es abatido el más sanguinario guerrillero Víctor Julio Suárez Rojas –alias
Mono Jojoy. Esta muestra de poder del Estado genera crisis en la estructura guerrillera; la propuesta de
negociación para una salida negociada del conflicto interno es aceptada. El Presidente Santos da
reconocimiento político a las Farc, dejan de ser consideradas grupo terrorista y entran en la
negociación.

El poder del Estado entra en riesgo considera la oposición al gobierno -Centro Democrático- en la
lucha por el poder ven las Farc como amenaza, su primer logro es el NO vencedor del Referendo, ven
la nueva fuerza de la guerrilla con la negociación, como bien elabora González, S.J. (2014) de los
estudios más importantes del Poder y la violencia en Colombia, precisamente titulado así, en su visión
esperanzadora de los diálogos de paz, veía “un Estado legítimo y fuerte, una guerrilla adecuada a la
situación de manera magistral y que no ha sido derrotada” (p. 27).

Las negociaciones aseguran a las Farc continuar en la arena política, ahora Farc quiere decir
Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común. En las últimas décadas se habló de farcpolitica desde la
ilegalidad, ahora es legitimada su lucha. Históricamente participan de la lucha por el poder el
paramilitarismo, el clientelismo, la corrupción, el narcotráfico, “El poder en Colombia está ligado al
narcotráfico” (El Espectador, 2015); o “que narcos e ilegales van tras el poder regional, alianzas entre
grupos armados ilegales y narcotraficantes no son nuevas. Algunos buscan consolidar rutas de tráfico y
garantizar que los mandatarios locales les den prebendas” (El Colombiano, 2011); Un análisis político
y constitucional aplicado al caso colombiano presenta que en la práctica, esa democracia aparece como
capturada por grupos de poder que anteponen sus propios intereses a los del conglomerado, generando
de esta manera una captura, o una reconfiguración cooptada del Estado, los agentes captores pueden ser
legales con intereses particulares o ilegales con intereses criminales, donde son los actores ilegales
quienes capturan a los actores legales frecuentemente. En este sentido, fenómenos como la parapolítica
demuestran que por el contrario, en los últimos años es mucho más frecuente la captura invertida, es
decir, de los actores legales hacia los ilegales (Rúa, 2013).

Se tiene en este proceso de negociación que los diálogos de paz están dirigidos más que a
reconciliación nacional poniendo fin a una confrontación, lo que han hecho es lo que normalmente
hacen los actores políticos, negociar el poder, “En lugar de que A consiga que B realice algo que B no
haría de otra manera, las relaciones sociales de poder típicamente involucran a A y B haciendo lo que

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normalmente harían” (Isaac, 1987a. p, 25), como se muestra a continuación en la descripción del perfil
de los negociadores.

Entre los negociadores del presidente Santos figuran treinta delegados (El País, 2012a), diez
entran a salas de negociación, cinco son plenipotenciarios: el jefe de la delegación fue Humberto de la
Calle, exvicepresidente de la Republica, candidato presidencial 2018; el político empresario Luis
Carlos Villegas presidente de la Asociación Nacional de Industriales hasta el 2013, luego embajador en
EEUU y ministro de Defensa -estos dos figuran entre los más influyentes en Colombia desde la década
de los 90s. Dos militares son la garantía del apoyo de las Fuerzas Armadas, el general (r) Óscar
Naranjo, luego vicepresidente de Colombia (único general de la Policía con cuatro Soles, miembro de
la International Drug Enforcement Association, trabajó asesorando programas de seguridad
especialmente en México, donde también hacía presencia Giuliani (ex alcalde de Nueva York). Sergio
Jaramillo ex Alto comisionado de Paz miembro de la elite cultural bogotana, participó del gobierno
desde el 2001, desde el 2006 muy cerca del presidente Santos en el Ministerio de la Defensa, después
de la Firma del Acuerdo sigue como Embajador en Bruselas. Frank J. Pearl un economista, político,
coequipero con el presidente Santos, en el gobierno Uribe fue Alto Comisionado de Paz, ministro de
Ambiente, negociador con el Ejército de Liberación Nacional, buscó ser candidato presidencial a través
de firmas. Por último el delegado personal del Presidente Santos fue su hermano Enrique Santos
Calderón, escritor y periodista, director hasta el 2009 del diario El Tiempo -su hijo Alejandro, director
de la revista Semana la más importante de opinión en Colombia- y desde 1984 Enrique participa desde
los gobiernos en los procesos de negociación y paz.

Queda esbozado desde este análisis realista relacional que la mesa de negociación es integrada
por miembros del más alto nivel de la clase política dirigente del país. Cabe mencionar a Juan Carlos
Henao, ex-presidente de la Corte Constitucional quien era el asesor del Gobierno durante la
negociación del acuerdo de justicia, la parte más decisiva del proceso, en la cual las Farc logran el
máximo indulto, no cárcel (Acuerdo Final, 2016, p. 294).

Del lado de la guerrilla muestra este enfoque realista que sus negociadores (El País, 2012b)
tienen perfil para continuar la acción política. Rodrigo Londoño jefe de las FARC- líder y candidato
presidencial, con formación militar en Rusia, Cuba, Yugoslavia, desde joven militó en el partido
comunista. Mauricio Jaramillo -el Médico- formado en Cuba y Rusia, militante del Partido Comunista.
Rodrigo Granda, el canciller de las Farc en los 80s era dirigente del Partido Comunista, activo político

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en campañas presidenciales - en el 2004 su captura en Venezuela generó la crisis diplomática con
Venezuela, agravada con la intervención de EEUU y el gobierno Francés de Zarkoszy pidió su
liberación, como acaeció. Se resaltan así sus conexiones internacionales y la vena política que los
identifica.

Parte fundamental del proceso de negociación fue el carácter internacional de los diálogos, no
solo porque se hicieron en territorio extranjero, sobretodo porque las partes los elevaron a nivel de
cuestión regional e interés internacional, tuvo de garantes a Cuba y Noruega, acompañantes Venezuela
y Chile, la Onu como verificación. La visita en marzo de 2016 de John Kerry Secretario de Estado de
EEUU a la mesa de negociaciones, se mostró como fruto del acercamiento del presidente Obama con
Cuba y de la trasformación regional, pero lo que esto demuestra, es que el proceso de paz de Colombia
con la guerrilla ha estado mediado por la posición Americana. Cabe señalar aquí la Iglesia Católica, su
presencia en procesos de paz y ante la situación de violencia en Colombia es materia de variados
estudios, aquí solo se hace la referencia a que en este último proceso con las Farc no fue invitada ni
como facilitadora, ni acompañante directa en los diálogos, pero tuvo una participación con las víctimas,
desarrollando un proceso muy importante de reconciliación nacional que se debe continuar, y hubo una
grande influencia del Papa Francisco quien impulsó las negociaciones y hasta comprometió su visita al
país con la firma de un Acuerdo Final, como efectivamente sucedió. Se tienen en cuenta que el No del
Referendo se vio como triunfo del voto protestante.

Considerar que la estructura es perdurable y el poder social está implicado en ella como una
característica necesaria de la agencia humana, implica tener presente que “una visión realista del poder,
permite la discusión de una serie de características del poder ignoradas en el debate de las tres caras:
Dominación, Reciprocidad e Ideología” (Isaac, 1987b, p.72). Fijar el análisis desde estos tres elementos
permite a continuación, desde la teoría realista identificar las características del porqué la estructura
vigente de poder, lo que se logra desde Weber con la legitimidad de la dominación.

3. La dominación: análisis del tipo de legitimidad en Colombia.


Elemento fundamental del análisis del poder es la dominación, que se define considerando la
estructura del poder, aplicando la teoría de legitimación del tipo racional legal, especificada desde el
aparato burocrático en la coyuntura analizada. La dominación se da si hay obediencia y ésta debe ser
legitimada, por dominación se entiende aquí “la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un
grupo determinado para mandatos específicos (o para toda clase de mandatos). No es la posibilidad ya

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de ejercer cualquier poder o influencia sobre otros hombres...es esencial en toda relación autentica
autoridad” (Weber, 1922/1968b, p. 251).

De los tres tipos de dominación legitima desarrollados por Weber -tradicional, carismática,
racional-, el modelo para analizar el tipo de dominación detrás del poder social en Colombia en la
coyuntura de la Firma del Acuerdo es la “dominación de tipo Racional Legal con aparato
administrativo burocrático” (Weber, 1922/1968a, p. 215), ya que sin tener la legitimidad burocrática
más pura -monocrática- se verifican elementos que configuran la dominación, presentada como
administración de los negociadores por parte del Estado; empezando por el Presidente Santos, quien
posee el imperio, desde el inicio se presentó como él responsable del orden, la paz nacional, de la
negociación, además llega a la presidencia aunque con triunfo en las urnas, fue muy claro que el
anterior presidente lo designo como sucesor; los funcionarios que delegó son de libre nombramiento y
remoción; a los militares él como ministro de defensa inclusive les dio ascensos; todos los
negociadores tienen su carrera política, están en un régimen donde deben rendir cuentas; se aplica la
jerarquía administrativa; las competencias son muy concretas, son de alto perfil profesional, con
sueldos fijos, tienen aspiraciones políticas –los jefes de las delegaciones luego fueron candidatos a la
presidencia, otro ministro de defensa, otros asumieron cargos públicos y/o con aspiraciones a cargos de
elección popular, con posibilidades de continuar en los altos cargos del Estado.

Los negociadores están en un cuadro de obediencia, también los guerrilleros, “la acción de
obedecer viene como el hecho de que la persona ha convertido en máxima de su comportamiento el
contenido de la orden, sin mirar la propia opinión sobre el valor o no valor de la orden como tal”
(Weber, 1922/1968a, p. 209), lo que permite identificar la ideología que sostiene tal poder. Hay una
aceptación de las exigencias de las Farc a la vez que se comprometen a la legalidad, también los
negociadores están en un plano de acción dirigido por un sistema político democrático netamente con
administración presidencialista.

Este esquema burocrático del gobierno Santos refleja el poder relacionado en primer lugar con la
administración, puesto en manos de alguno que tiene poder de mando, por tanto pide poder; este poder
de mando puede presentarse en modo no evidente, el detentor de poder puede sentirse y ser
considerado un servidor. Se dice democrático por dos motivos: a, por la igualdad, la dirección de
acción en común, y b, porque reduce al mínimo el ámbito del poder de comando. Esta administración
encuentra su sede en grupos sociales, que están limitados a un territorio y número de asociados (Weber,

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1922/1968b, p. 252-253). La presencia de militares en la negociación, del Secretario de Estado
Americano, los viajes del presidente Santos a EEUU durante el proceso, la evolución del Plan
Colombia a Paz Colombia y la presencia de misiones militares americanas en Colombia, se deben
considerar para comprender la realidad del país.

El presidente Santos aparece como el supremo administrador, hay elementos que se mencionan
adelante evidenciando que es administrador también de otra administración. “Una visión realista no es
simplemente capaz de apreciar la naturaleza estructural del "poder sobre" que está ocluido por el
empirismo; también proporciona una explicación más plausible de qué tipo de relación causal está
involucrada en las relaciones de dominación” (Isaac, 1987b, p. 85). Esto exige considerar la relación de
esta administración con los EEUU.

Un argumento para iniciar los diálogos de paz en la Habana fue el respaldo de las Fuerzas
Militares, signo de las óptimas relaciones entre Santos y los militares fue la presencia de dos altos
mandos en la negociación. La buena relación es fruto del desempeño como ministro de la Defensa los
últimos años antes de Santos tomar la presidencia; durante este periodo se logró a través del Plan
Colombia, financiado totalmente por los EEUU renovar e incrementar el poder de las Fuerzas
Militares. Colombia históricamente ha sido visto aliado de EEUU, pero esta ha sido una relación de
subordinación (Vega, 2014), en momentos encubierta o estratégica.

Se establece que el Presidente Santos obedece a la política americana, los militares al presidente
y ahora con la negociación se extiende la dominación legítima sobre las Farc, quienes después de una
lucha anti-imperialista, como la denominaban, ahora se someten a la autoridad legítima del Estado, al
orden social establecido que es el ejercicio del poder a través de la ley e influencia de los que dirigen
para orientar la conducta de los otros, la obediencia de los otros. La conceptualización de Weber de la
dominación fue una “causalidad temprana del conductismo en la ciencia política” comenta Isaac que
esta concepción sugiere una dimensión estructural, “dominación como una situación de condiciones en
lugar de un evento”. Lo deja en claro al tratar “la burocracia moderna como el paradigma de la
dominación”, el ejemplo de la villa: el jefe, el banquero, el juez, el artesano; “roles socialmente
posicionados que, por su naturaleza, poseen ciertos poderes que evitan a los subordinados”. El lenguaje
que usa “comando y obediencia, gobernante y gobernado, es igualmente sugestivo de un enfoque
estructural” (Isaac, 1987b, p. 85). Con el Acuerdo de paz se configura el predominio de esta
dominación en el hemisferio occidental, Colombia era el único país de las Américas con el conflicto de

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guerrillas, esta dominación es tratada ampliamente por la teoría Sistema Mundo de E. Wallerstein o el
trabajo de C. Tilly sobre Democracia y formación del Estado.

De los estudios sobre la subordinación uno presente en la mesa de conversaciones fue La


dimensión internacional del conflicto social y armado en Colombia, injerencia de los Estados Unidos,
contrainsurgencia y terrorismo de estado, desde la introducción plantea la subordinación estratégica de
Colombia, luego de mostrar esta relación histórica desde el inicio del Estado, dividida en cinco fases,
muestra que el país del norte siempre ha marcado la línea de las políticas del país del sur, durante la
guerra fría, en la lucha contra las drogas y los procesos de paz; afirma que “existe desde hace más de
cien años un pacto entre las elites nacionales, para quienes la subordinación ha reportado ganancias
económicas y políticas”, son sectores del Estado como “el Ejército y la Policía, para quienes la
asistencia y el presupuesto militar son un botín privado que les confiere poder y ha creado una casta
militar que se considera intocable”; la participación de los EEUU ha sido “deliberadamente minimizada
por su carácter encubierto” (Vega 2014); en tal sentido existen en el país siete bases militares
americanas, dando origen a la consideración de Colombia como patio trasero de los americanos, por
esto la presencia del Secretario de Estado J. Kerry en la mesa de negociación en la Habana no es
casual, ni se debe a las buenas relaciones que había en el momento entre Cuba y el gobierno Obama,
esa presencia obedece a un patrón estructural de relación de injerencia de los EEUU en el conflicto
social y armado.

Otros elementos donde se ve la relación de los militares y del gobierno colombiano con los
EEUU es en la influencia ejercida a través de agentes concretos, con el General Kelin, o Rudolph
Giuliani ex alcalde de Nueva York, asesor de Trump en ciberseguridad. Giuliani tiene una relación con
Colombia de casi cuatro décadas, está en línea directa con el ministerio de Defensa, asesoró la
modernización de las Fuerzas Militares colombianas, es un puente entre Trump y Colombia
(Amorocho, 2016), considerado como el que tiene la llave para que Colombia acceda a Trump
(Semana, 2016) y tiene una visión positiva del Acuerdo de Paz, lo llamó “Un verdadero acuerdo de
paz. El proceso de paz colombiano es un modelo de lo que se puede lograr” (Giuliani, 2016), reitera la
relación histórica entre Colombia y EEUU con los beneficios económicos durante las últimas cinco
administraciones americanas. El Acuerdo goza de la aprobación americana y por eso se firmó,
consolidándose la dominación en las negociaciones, desconociendo los movimientos sociales lo que es
una continuidad, como se muestra a continuación.

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La mesa de conversaciones para la terminación del conflicto en Colombia contó con el Informe
Una lucha armada al servicio del statu quo social y político el cual concluye que el acento ha sido
puesto en las discontinuidades: “discontinuidades entre los conflictos agrarios de los años 1930 y la
Violencia, discontinuidades entre las guerrillas de los años 1960 y las guerrillas de los años 1980”. Si
existe continuidad tiene que ver sobre todo con el contexto institucional; “la paradoja consiste en que
este conflicto armado, ha terminado por acentuar finalmente las desigualdades sociales y políticas”. Al
cerrar el espacio de los movimientos sociales “el conflicto ha favorecido una agravación de las
injusticias; ha contribuido a quitarle a la población rural el sentido de tener derechos, de ser
ciudadanos”. Violencia y conflicto dan como resultado un regreso a un statu quo social, pueden
aparecer como "funcionales" con relación a la “consolidación del poder de las clases dominantes,
antiguas y nuevas” (Pécaut, p. 53), por tanto en el periodo de conflicto y violencia se da la
consolidación de esta dominación de las clases dominantes, se puede plantear desde el enfoque realista
que en el proceso de reconciliación y posconflicto la situación no cambia, se consolida la dominación
de la elite.

En el momento de negociación y firma del Acuerdo de Paz se consolida el gobierno de una


élite, argumenta Weber “poder de notables” justificado precisamente en el contexto de la
“administración democrática directa que aunque existe, es efímera”, la diferenciación económica
permite que los propietarios en cuanto toman en las manos las funciones administrativas, “asumen
como segunda profesión la administración, muchas veces gratuitamente, mientras trabajadores
asalariados menos disponibles están para la administración”, así la administración democrática directa,
con el crecimiento de la diferenciación social, “se transforma en un poder de notables” (Weber,
1922/1968b, p. 254). Con estos notables “gobernar es saber”, controlan la estructura, ostentan el poder
a través de la modelación de los intereses y la influencia, pues disponen de los medios y las relaciones,
como se muestra a continuación.

4. Reciprocidad: Particularidades de los actores y límites del poder.


El enfoque realista enfatiza que “el amo, aunque es dominante, opera bajo restricciones al igual
que el esclavo, y éste aunque subordinado, también es causalmente efectivo para determinar los
resultados de sus encuentros con su amo” (Isaac, 1987b, p.86). Farc y Gobierno estaban en
confrontación con fines de eliminación, la negociación da reconocimiento mutuo para establecer nueva
relación en la conquista del poder, abre puertas a las Farc para tomar legítimamente el poder del
Estado, a la vez entra a la estructura de Elite donde actúa el gobierno.

14
En el realismo los actores sociales en procesos de negociación no solo uno es dominante y otro
dominado, ambos tienen capacidades, recursos determinando la relación, “Mientras que en la visión
empirista, el poder es una relación unidireccional de causalidad conductual”, las relaciones de poder
implica necesariamente reciprocidad, tomando en cuenta a Giddens resalta “por amplia que sea la
distribución asimétrica de los recursos involucrados, todas las relaciones de poder manifiestan
autonomía y dependencia en ambas direcciones”. (Isaac, 1987b, p.87).

La reciprocidad evidencia los límites estructurales del poder, en el contexto del Acuerdo de Paz
implica elementos que hacen la negociación estratégica, teniendo también claro que reciprocidad no
quiere decir ausencia de preeminencia en la dominación. A continuación en primer plano las
características de esta reciprocidad entre Farc y Gobierno, un segundo momento muestra el poder
estructural dentro del que están actuando los negociadores a partir de la relación con los más ricos del
país y los medios de comunicación que son de su propiedad.

Analizar la reciprocidad de estos agentes implica esclarecer particularidades e identidades.


Históricamente el aparato productivo del país es afectado por la guerrilla, a la vez ésta logró una
estructura social y económica con el narcotráfico, impuestos, secuestros, extorciones, entre otros;
considerando la asimetría de los recursos, el Estado por otra parte ha demostrado especialmente bajo la
guía del gobierno Americano, la capacidad para hacer daño a la estructura de las Farc. En la
negociación la guerrilla ha prometido entrega de bienes, el deseo de entrar en la vida política
institucional, el Estado ha prometido los recursos para el sostenimiento e iniciativas productivas de los
guerrilleros (Acuerdo Final, 2016, p. 75), lo mismo que el espacio para el ejercicio político.

El poder de ambos va desde la capacidad económica a la bélica, solo en cuatro líneas se ve el


terrible resultado: la guerrilla con masacres como Bojayá, toma de Mitú, la Chinita, el Manso, la bomba
del Nogal, asesinato de los diputados del Valle, etc. De parte del Estado lo relacionado con miles de
Falsos positivos -personas asesinadas por agentes del Estado catalogadas de guerrilleros; este conflicto
involucró también a los paramilitares cuya misión era en principio la lucha contra las Farc. Deja la
confrontación más de 8 millones y medio de víctimas, más de 260mil muertos. Se debe resaltar aquí el
año 2017-primer año de vigencia del Acuerdo, la tasa de homicidios en Colombia fue la más baja en
los últimos 42 años.

La descripción de identidades y el análisis desde el realismo ve “la movilización de recursos, el


intercambio de amenazas y contra ataques, la oferta de sanciones positivas y negativas, el cálculo de

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costos y beneficios”, elementos importantes a nivel de interacción estratégica, porque muestra como
“las teorías de cambio de poder arrojan luz sobre el ejercicio de poder intrínsecamente problemático y
negociado”(Isaac, 1987b, p. 93). Al mirar estos elementos centrales se rescata desde el Acuerdo Final
(2016) que la guerrilla ha gando el reconocimiento como partido político (p. 69), mínimo dos periodos
5 curules en el Senado, 6 voceros en el Congreso (p. 71-72), beneficiarse de la jurisdicción de Justicia
Especial Para la paz, los guerrilleros van a la vida civil sin cárcel, indulto a otros, medios de
comunicación, etc. El Estado logra imponerse frente la estructura que lo desestabilizaba, en adelante
“la guerrilla acepta el principio orientador que asegura el monopolio de la fuerza y el uso de las armas
por parte del Estado en todo el territorio”. (p. 78).

En esta negociación se realiza otro punto de la Teoría Realista, pues las partes logran poner sus
capacidades para movilizar recursos a su disposición y usarlos de manera efectiva, “el poder social
característicamente involucra relaciones de dependencia mutua, permite una variedad de modos de
apalancamiento, maniobra y negociación estratégica entre agentes, las formas de la negociación
variarán de acuerdo con la estructura de la relación” (Isaac, 1987b, p. 91), ilustra esta cita que “los
trabajadores industriales en las sociedades capitalistas avanzadas, por ejemplo recurren a los derechos
legales y a una maquinaria judicial para negociar su poder con los capitalistas”, aquí las partes declaran
“el carácter de confianza en la relación” (Acuerdo Final, 2016, p. 68), la guerrilla se acomoda para
tomar lo que más puede del Estado burocrático capitalista, así se configura con representación política
y accede a puestos burocráticos, dinero, garantías de libertad y libre movilización, el Estado recibe
obediencia y reconocimiento de su legitimidad.

Se establece la nueva relación en los límites estructurales del poder según la consideración del
realismo ello depende del contorno de las oportunidades de vida de agentes en el conflicto, de las
posibilidades de cambio social, como en otro tiempo definen la naturaleza específica de las relaciones
amo-esclavo versus funcionario-ciudadano, ya que “las relaciones de poder siempre involucran algún
elemento de reciprocidad, no es para negar la prominencia de la dominación, por más amplio que sea el
control que los actores tienen sobre los demás, los débiles, quienes siempre tienen algunas capacidades
para devolver los recursos contra los fuertes" (Isaac, 1987b, p. 88-89), así en la coyuntura de la
negociación la visión general es de sometimiento de la guerrilla, desde el realismo se muestra
claramente que no dejan las armas, una lucha de más de cinco décadas para ir a una cárcel, por el otro
lado el gobierno y la sociedad asumen la lógica de una negociación para la reincorporación.

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Se resaltan aquí dos posiciones, la oposición política y la posición empresarial. La oposición al
gobierno tiene como principal exigencia la necesidad del castigo, la cárcel para los desmovilizados.
Otro punto de vista resalta el apoyo al gobierno por parte de los empresarios, un sector nacional
minoritario pero con mayor capacidad de incidencia e influencia que la oposición, pues la política ha
dependido de ellos y depende de ellos, son la elite nacional de los gremios, dando el segundo plano del
análisis desde la reciprocidad. En el enfoque estratégico relacional la política no está aparte de la
economía. los sistemas de poder y dominación han unido estas esferas, para Weber al igual que “el
proceso de la empresa capitalista, donde el dueño del capital expropia gradualmente a los productores
independientes, así el Estado burocrático controla los medios de organización política”, seda la
separación del personal administrativo del funcionario, y concluye que “ninguno tiene los medios, el
dinero que paga, las armas, los edificios que él controla, expropia los medios políticos y por tanto el
poder político- y esto es esencial en el moderno Estado” (Weber, 1946, p. 82), mediado este proceso
por la influencia y la exaltación del interés del Estado, a través del proceso de racionalización de la
legitimidad, tanto de la fábrica como la del poder Estatal.

Con el Acuerdo de paz se logra la apropiación de la mayor organización política en contra del
Estado que eran las Farc. Un factor determinante para esa expropiación son los ricos del país,
representados precisamente en la mesa de negociaciones en el presidente del aparato productivo
agrupado en la Asociación Nacional de Industriales -Andi, quien posterior a los acuerdos fue
Embajador en EEUU y luego ministro de la defensa. El otro representante fundamental en esta línea
fue el delegado personal del Presidente; desde estos dos negociadores se tienen una incidencia directa
en la economía y la opinión, influencian el aparato productivo y los medios de comunicación.

Que la economía controla la política no es nuevo en Colombia (González 2014; Arcila, 2015), un
caso narrado en El poder tras el poder, muestra en recientes elecciones al Grupo Empresarial
Antioqueño que llama al partido Centro Democrático para decirle que ellos no estaban dispuestos a
apoyar la candidata del partido y piden una alianza estratégica con otro candidato, efectivamente el
partido suspendió el apoyo a la candidata (Martínez, 2015). Colombia no ha tenido experiencia de
política exitosa sin los empresarios. Otro caso reciente es el ex vicepresidente Vargas quien ejerció
durante las negociaciones, a la vez era el encargado de la infraestructura del país, renunció a la
vicepresidentica para hacer campaña a la presidencia, su gran botín fue manejar los recursos de la
infraestructura nacional estrechamente con empresarios en la llamada locomotora de la infraestructura.
Analizar la reciprocidad permite ver que los negociadores están cubiertos por el poder estructural que

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condiciona a dominantes y dominados. Por esto se tiene aquí la descripción de esas relaciones
estructurales a partir de los negociadores en relación directa con el sector productivo del país y los
medios de comunicación, elemento central en la estructura del poder.

Se tiene que el emporio mediático nacional es de los tres más ricos de Colombia (Portafolio,
2017), a la vez son los dueños de las mayores industrias y del comercio: Luis C. Sarmiento el más rico
del país compró el grupo editorial El Tiempo a la familia Santos, consolidando su poder e influencia.
Cambió la junta directiva pero dejó como director del periódico a Roberto Pombo, vinculado a la
familia Santos por vía de su esposa, prima del presidente Santos y hermana del ex vicepresidente
Francisco Santos. Francisco está en la otra orilla política, es de la primera línea de mando del Centro
Democrático. Lo que quiere decir, para las elecciones del 2018 gane el heredero del gobierno o, lo que
se ha configurado como oposición, que es la segunda cara de la misma moneda, seguirán los mismos
con el poder.

En Colombia se ha configurado históricamente el reparto del poder en una elite que permanece –
familias, empresarios, políticos más influyentes del país-, por periodos toma la forma de liberal o
conservador, últimamente uribistas y santitas, con la dinámica política populista de los últimos años,
esta elite se acomoda, determina quién entra y sale de la esfera política, y aunque la vigente
Constitución de 1991 proclama la pluralidad democrática, los últimos 28 años queda demostrado que
tal pluralidad es formal, funciona bien el aparato electoral, el gobierno, al contrario la participación es
baja, igualmente la cultura política según Democracy Index (2017), Colombia ocupa el puesto 53 -de
167-, sobre 10: tiene en general 6.67 puntos; en proceso electoral 9.17, funcionamiento de gobierno
6.79; participación política 4.44; cultura política 5.00; libertades civiles 7.94, clasificando en
democracia imperfecta, donde no hay fuerte oposición y sí gran inequidad, “Colombia es el segundo
país más inequitativo de las Américas” (Justo, 2016).

La influencia de negociadores en los medios va más lejos de la dirección del principal periódico
del país El Tiempo, también está la otra gran fuente de opinión en Colombia que es La W Radio, una
cadena de emisoras, donde Lucas Pombo Santos, hijo del director de El Tiempo, es el encargado desde
diciembre de 2015 de la fuente política en el programa de Julio Sánchez Cristo, mayor generador de
opinión nacional, transmite en directo para EEUU, España, Panamá, entre otros. Otro grupo
empresarial Santo Domingo Valorem encabezado por Alejandro Santo Domingo -el segundo
colombiano más rico- es dueño del grupo de medios: canal de tv Caracol - el principal en Colombia, el

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segundo periódico más importante, El Espectador; la cadena de emisoras Blue radio. El grupo
empresarial Ardila en cabeza de Carlos Ardila Lulle y su hijo Carlos Julio, ocupa el cuarto lugar entre
los ricos colombianos, son los dueños del canal de Tv RCN, el segundo y último en importancia,
además tienen la gran red nacional de Radio, son dueños del importante diario económico La
República.

Demuestra el realismo que en Colombia a partir de la reciprocidad y la estructura de poder detrás


la mesa de negociación, porque no es así como se presenta normalmente, la clase dominante ha
establecido que puede otorgar algunos beneficios a quienes han sido oponentes históricos, la ideología
socialista profesada por la guerrilla. La elite ha tenido en cuenta que la izquierda Colombiana no goza
de simpatía amplia por parte de la población, al contrario la lucha guerrillera ha generado gran
resistencia popular. La izquierda se ha acomodado alcanzado el poder, como fue en la primera década
del Siglo XXI tomando la administración de la capital Bogotá, su declive se dio en el segundo periodo
por grandes escándalos de corrupción. La clase dominante hace el reconocimiento político a las Farc
afirmando el poder de la estructura establecida y las Farc que no son queridas por la mayoría del pueblo
colombiano se configuran como una alternativa a la clase dominante. La espera de una década, después
de la Constitución del 91 que abrió la puerta para que la izquierda realizara su proyecto político,
permitió a un guerrillero desmovilizado lograr la alcaldía de Bogotá y aspirar a la presidencia, ahora la
mayor fuerza de la izquierda tradicionalmente ha sido las Farc, su proyecto es a largo plazo, se
configura como la verdadera fuerza que puede desafiar, ahora desde la legitimidad del Estado de
derecho a la clase dominante tradicional. El poder es pendular impulsado por los sujetos que deciden
intervenir en las relaciones sociales y reacomodarse de acuerdo a la complejidad del entramado
institucional y las acciones de los actores.

5. Mercantilización de la paz: análisis de intereses reales y la ideología que los sostiene.


Son los intereses reales y la ideología, elementos incorporados por el realismo en el análisis del
poder en la perspectiva que señala Isaac: “el interés real es una dimensión constitutiva del poder social,
así como los poderes se distribuyen por relaciones sociales preestablecidas, también los intereses; el
análisis del poder requiere análisis de intereses reales y las ideologías más inclusivas que lo sostienen”
(1987b, p. 100). Se logra aquí una descripción general de los intereses reales en los negociadores; en el
Acuerdo Final (2016) son mínimo 12 citas referidas a “propios intereses de las Farc” (p.
8,20,61,62,36,64,68,206,213,250,69,251); la referencia a los intereses de la comunidad son 6 (p.
7,18,20,35,69,206), y dos referencias a intereses de la fuerza pública (p. 305-304).

19
Después de la referencia a los intereses se aborda la identificación ideológica del aparato
burocrático administrativo como base de la racionalidad que encarna el Estado, ejecutada por el
presidente que centraliza el poder.

Con el análisis de los intereses reales en las relaciones sociales de poder se superan las dos
posiciones que asume el análisis comportamentalista: a. la ideal, donde se ubica a Habermas en la
tradición neokantiana, plantea que la negociación se da en una “comunicación sin distorsión”, y b. la
posición neo marxista, cerrada en la confrontación, “lo hace al postular una teleología, según la cual los
que están en una posición subordinada se oponen de manera real o inmanente al sistema de poder
existente” (Isaac, 1987b, p. 104-107).

En las negociaciones entre Farc y Gobierno se observa que primaron los intereses reales,
entendidos a partir del ejemplo: igual que el proletario puede preferir ganar más dinero y puede tener
un interés objetivo en la transformación del capitalismo en el socialismo, él tiene un interés real en
encontrar y conservar un trabajo. La satisfacción de sus preferencias debe adaptarse a esto (Isaac,
1987a, p. 25-27), modelo que es en el que se ubica el caso de las Farc, evidenciado en la explicitación
de intereses.

Lo diálogos de la Habana partieron de grandes exigencias del gobierno a las Farc: la confesión de
delitos, reparación a las víctimas y el pago de cárcel, entrega de bienes, abandono del negocio del
narcotráfico y revelación de rutas, entrega de armas y caletas, cumplimiento del cese del fuego, cesar
toda violencia contra la población, no secuestro, no extorción, se exigía garantizar la unidad de mando.
Por parte de las Farc se presentaron exigencias al Estado: no persecución del ejército, ni capturas
durante las negociaciones; frenar y esclarecer el asesinato de dirigentes sociales, reforma de la
Constitución Política, zonas de estabilizazion –despeje-, lucha contra las bandas paramilitares, libertad
de los guerrilleros presos, asegurar la vida de los guerrilleros, justicia especial. Un momento difícil fue
la disidencia de un grupo de guerrilleros.

Fueron momentos y elementos de la negociación que revelaron continúo negocio del poder, del
interés objetivo, generando aceptación mutua, particularmente el consentimiento de la guerrilla, como
Lukes muestra al hablar de las relaciones sociales que constituyen estructuras de elección, donde “la
gente percibe, valora y actúa. Consienten cuando eligen determinadas líneas de actuación y cuando
siguen esas elecciones en su práctica. Los asalariados consienten la organización capitalista de la

20
sociedad cuando actúan como si pudieran mejorar su situación material dentro los confines del
capitalismo” (2007, p. XX).

De las exigencias se pasa según la teoría realista al interés real, “concepto que se refiere a
aquellas normas, valores y racionalidades implícitas en las prácticas de la vida social y asociadas con
los roles sociales como sus principios de acción” (Isaac, 1987b, p. 98). Durante la negociación
Gobierno y Guerrilla, ésta renuncia a su lucha armada y acepta las condiciones del Estado Social de
derecho, mientras el Estado acepta de las Farc sus pretensiones políticas, jurídicas y económicas, que le
aseguran su permanencia, pues en las negociaciones no se contempla la transformación del modelo
Constitucional. Como intereses reales de la guerrilla están: conservar la vida, tener reconocimiento
político, adquirir puestos burocráticos, tener curules en el Congreso, recibir dinero del Estado, tener
empresas, gozar de libertad, libre movilidad, etc., están en la línea con los intereses del Estado
contenidos en la Constitución: asegurar la obediencia a la ley, el orden, la paz de sus ciudadanos,
controlar el uso del a fuerza legítima, garantizar la participación política, etc., convirtiéndose estos en
la racionalidad del Estado que justifica la subordinación.

Es de anotar el avance con la claridad en los intereses reales en la negociación, también está el
interés subjetivo, en particular del presidente Santos de pasar a la historia como el que logró la paz con
la guerrilla, y por esto se convirtió en una cuestión personal la firma del Acuerdo; es claro que lo que
prevaleció fue su interés, contrario al de la mayoría del pueblo reflejado en el Referendo, que dijo No al
Acuerdo. El presidente Santos se declaró desde el inicio como responsable directo de las
negociaciones, así se entiende el nombramiento del hermano -desbordando lo estatal- como negociador
directo con las Farc.

Los intereses subjetivos de los agentes particulares para la teoría realista según Isaac son
crucialmente relevantes en la construcción del poder social, si bien las relaciones sociales no son
simplemente efectos de intereses subjetivos, estos son determinantes importantes de la formación de
prerrequisitos, y la visión realista del poder no reifica a los agentes sociales y sus preferencias
específicas, pero tampoco los toma como algo dado, más bien, sugiere que se expliquen con referencia,
aunque no reducida, a las relaciones relativamente duraderas en las que participan los agentes (1987b,
p.97), por tanto el interés subjetivo del presidente Santos, al actuar como jefe de Estado porta la carga
ideológica que sostiene legitimada la acción de los colombianos, ubicados en un régimen

21
presidencialista, centralizado, solo él, no el Congreso, una Corte, una comisión, solo en Él está
centrado el gran poder.

En la vigente Constitución Política de Colombia 1991, según el Artículo 3, La soberanía reside


exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público. El Artículo 104, El Presidente de la
República, con la firma de todos los ministros y previo concepto favorable del Senado de la República,
podrá consultar al pueblo decisiones de trascendencia nacional. La decisión del pueblo será obligatoria.
Artículo 115, El Presidente de la República es Jefe del Estado, Jefe del Gobierno y suprema autoridad
administrativa. Y el Artículo 189 muestra como en el presidente está centralizado todo el aparato
burocrático, la economía, lo militar, la contratación y el control.

Al plantear el tema de la reificación la teoría realista y pedir una explicación no reducida, se entra
en la discusión fundamental sobre la ideología. A lugar la explicación de la manera como se entiende el
Estado así mismo, como entiende y percibe a sus ciudadanos, se entra en la reflexión sobre la base de la
relación social donde emerge la ideología, que según el realismo:

Comprende el aspecto de la condición humana bajo el cual los seres humanos viven sus vidas
como actores conscientes en un mundo que tiene sentido, donde las ideologías estructuran los
intereses reales, proporcionando significados y entendimientos tanto de los intereses de los
agentes sociales como de sus relaciones con los demás en un espacio y tiempo más amplio.
(Isaac, 1987b, p.100).

Por los contenidos de los intereses reales en las negociaciones se entiende que no está
fundamentado el Acuerdo en las categorías de hombre, humanidad o en categorías éticas, aunque
plantea el tema de género, tampoco se fundamenta en categorías sociales como pueblo, comunidad,
desarrollo, justicia, aunque se mencionen el fundamento del Acuerdo es la política práctica y lo
jurídico- económico de la organización.

Esta particularidad de lo practico en el Acuerdo permite plantear la mercantilización de la paz,


sin entrar en la discusión socialismo verso capitalismo, sí desde la filosofía política, para comentar
como a una sociedad que ha sido comercializada por la guerra -rescates, extorciones, impuestos para
guerra- ahora la salida negociada del conflicto es la comercialización de la paz, pues la reconciliación
en términos generales es la dejación de las armas y la creación de un nuevo partido, para la sociedad en
conjunto no significa ni una revisión del modelo que ha sostenido el conflicto, la discusión ética ni se
genera. Althusser planteo su tesis del anti humanismo teórico de Marx, para explicar que el orden
22
social no se debe a las relaciones de los hombres, en cuanto sujetos, se debe a la relaciones sociales
mediadas por las cosas lo que define la estructura social, es decir, los medios de producción, estos son
los que definen las relaciones; a la base de todo está el sistema productivo, luego se encuentran las
leyes-la política, acuerdos en los que entran los hombres para su convivencia. La realidad no se explica
desde la categoría hombre y su esencia, sino desde el materialismo; este proceso va a evolucionar hasta
encontramos con la teoría realista, los intereses reales son los que determinan esas relaciones duraderas.
Cuando Isaac presenta el realismo se está dando el paso al triunfo del sistema capitalista en su fase
neoliberal y al centro está el comercio, el capital global financiero, no son los conceptos de buen vivir,
buen gobierno, democracia participativa, la igualdad o la dignidad del hombre, en vez son los temas del
consumo, la eficiencia lo que mueve el progreso en el conjunto de las relaciones, así según la capacidad
de compra-venta es el puesto en ese sistema.

En las relaciones sociales duraderas como lucha por el poder en el contexto del sistema
democrático colombiano los elementos para analizar son los intereses reales del Gobierno y la
Guerrilla. El gobierno está en un proceso de autoafirmación, con capacidad burocrática para cumplir
unos deseos políticos de poder, no se trata de una discusión sobre la manera de vivir de los
colombianos, los derechos fundamentales, no, esos no son temas de la negociación, la negociación
principalmente gira en torno a 6 grupos de temas: tierras, espacios políticos-genero, victimas-
reparación-no repetición, justicia transicional-reincorporación-dejación de armas, drogas,
implementación (Acuerdo Final, 2016, p.7-9); el foco en los temas de la negociación no es lo esencial –
humanista, lo social, es lo practico procedimental, y aunque un capítulo de los acuerdos se dedicara a
las víctimas, los puntos son netamente mercantilistas, operativo. Cuando desde Isaac se plantea la no
reificación, al lado se tiene la alienación, son categorías netamente que conducen al análisis ideológico,
ya no centrado en la cuestión del hombre, o temas del humanismo, sino en la cuestión de la producción.

Como consecuencia inmediata de esta ideología se considera la paz como el medio de la


negociación, no es más que un interés objetivo, se mercantiliza, como se mercantilizó el trabajo en el
siglo XIX, la paz por tanto no es el fin primero, es el escenario en el cual se puede realizar el interés
real del Gobierno que es expandir la dominación, y el de las Farc que es legitimar su lucha. La
negociación no quiere decir que no sea un proceso de dominación, “bien podría ser que mi poder sobre
mis estudiantes sea lo mejor para mí; pero la relación no es por eso otra menos de dominación y
subordinación” (Isaac, 1987b, p. 96).

23
La firma del Acuerdo de paz resalta como efecto más evidente de la ideología que sustenta dicha
estructura, que el poder del Estado racionalizado desde sus agentes evidencia que no está dentro sino
encima de la sociedad colombiana, este poder según el enfoque estrategio relacional en The State and
Power es “una condensación institucionalmente mediada del equilibrio cambiante de fuerzas políticas”
donde se dan “diferentes patrones de condensación, correspondientes al dominio de los diferentes
principios de socialización -económicos, militares, religiosos, raciales” y además el enfoque al ser
aplicado da “una serie común de conceptos orientadores que faciliten la descripción y la explicación”
(Jessop, 2014, p.35), como se ha logrado con este análisis centrado en las relaciones visibles y
encubiertas a partir de los intereses negociados en el sistema político.

Las negociaciones se configuran como momento de coyuntura en la lucha por el poder estatal. El
poder es estructural, moldea las preferencias, donde A y B actúan como normalmente lo harían, “los
resultados prácticos de las relaciones de dominación son indefinidos, tanto por los poderes estructurales
que recaen sobre los agentes sociales como por las formas particulares en que los ejercen (Isaac, 1987b,
p. 86-87), por tanto las Farc, nueva fuerza política, son tratados como agentes de estado (Acuerdo
Final, 2016, p. 303), se configuran en el escenario político como autentica oposición con una ideología
que desafía al status quo a la vez que es alternativa real de poder legitimado.

6. Consideraciones finales y líneas para profundizar análisis.


Este análisis sociológico aplicando la teoría realista a la negociación de paz ha mostrado el poder
como estructura relacional y agencia en Colombia, revelando el tipo de la estructura gubernamental,
características e ideología que lo sostiene, quedando claro que en la relación Farc-Gobierno, la guerrilla
no actúa solo como respuesta al estímulo del gobierno, y aunque subordinada, logra legitimarse en la
estructura duradera. Esta relación que históricamente era mediada por la violencia, se transforma, como
recuerda Isaac con el ejemplo de la estructura de la educación, “mañana los estudiantes pueden dirigir
su propia clase, ya que participan de la relación duradera, sus poderes son parte de la relación en la que
deciden intervenir, pasando de la visión del poder sobre al poder para, teniendo como foco la
distribución del poder en las circunstancias concretas, el poder es negociación constante” (1987a, p.
22). Esta trasformación de la relación se convierte en tópico para futuros análisis.

Evidencia el realismo que el elemento central en la negociación fue la comercialización de la paz.


Se aprovechó como un medio para fortalecer la aspiración de poder o la permanencia en él. De un lado
se ve en las Farc, pues antes que esclarecer crímenes, sometimiento a la justicia, se han transformado

24
en partido político asegurando puestos de elección democrática sin necesidad de ir a elecciones como
las curules que tiene en el Senado. Las diez y seis circunscripciones en la Cámara de Representantes
con las que se presentan dificultad en la implementación, pero que se considera como un momento de
desacreditación del poder, según The concept of power revisited “un poder es una capacidad perdurable
para actuar, que puede o no puede ser desacreditado en una ocasión particular” (Isaac, 1987b, p. 72),
desacreditación dada también en el No del Referendo, pero es solo un evento, la estructura perdurable
no se afecta.

El modelo de negociación no permitió que el Gobierno, la institucionalidad, revisara la propia


estructura de dominación del Estado, para dejar de estar encima de la sociedad y por el contrario dar el
paso para estar dentro de la sociedad. La teoría realista muestra que por el contrario se reforzó la
ideología de legitimidad racional legal con administración burocrática, consolidando la elite en una paz
formal, lo que plantea un desafío a la sociedad civil colombiana, a la Iglesia, al movimiento social, que
ahora deben continuar exigiendo y trabajando sobre todo por la reivindicación democrática de los
derechos civiles, la real participación; si antes con motivo del conflicto se formó un gran movimiento
por el respeto de los derechos humanos, ahora es imprescindible buscar la paz material, la verdadera
inclusión, superar la gran inequidad, la terrible corrupción que ha permeado Cortes, Congreso, el
Ejecutivo y el ámbito civil, público y privado. La propuesta de combatirla es tema principal de las
campañas presidenciales del 2018, pero no cambia nada, es decirle a la gente lo que quiere escuchar, se
convierte en elemento para analizar la reacción de la sociedad civil en el posconflicto.

El realismo permite afirmar que las campañas presidenciales del 2018 mantienen la estructura
reinante los últimos 4 periodos presidenciales, solo hay una que puede formar una oposición a la
estructura vigente. Sea Vargas, De la Calle, Duque, Morales, Fajardo, continúan los mismos con las
mismas, han venido cambiando de puestos, pero es lo mismo, por ejemplo, Duque viene de ser
empleado de Santos desde el gobierno Uribe, entonces que ahora se presente como oposición, no es
más que la estrategia.

Las Farc con el Acuerdo forman parte de la elite tradicional y tanto como el Gobierno quieren
acumular el mayor poder posible, están reconociendo al Estado desde lo procedimental, lo sustantivo
no fue parte de la negociación, tampoco fue una entrega del Estado como predica la Oposición. ven la
sociedad no como el sujeto de sus acciones, sí como el objeto de sus opciones porque ahí tienen una
fuente para saciarse, como argumenta La Natura del potere, para aumentar su capacidad de

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discrecionalidad pues “el poder está en la sociedad, en su complejidad, ahí para tomarlo, y un
ostentador de poder posee el poder que está en la capacidad de acción de los otros, comparándolo con
quien conduce una máquina, el poder está a su disposición, aunque reside en el motor de la máquina, el
piloto lo tiene a su disposición para usarlo” (Barnes, 1995, p. 120).

El proceso del Acuerdo de Paz antes que configurarse como un proceso democrático dirigido en
este sentido, obedece más al ejercicio de consolidación del poder de la Elite utilizando el tema de la paz
que históricamente es anhelada por el hombre y los pueblos, como hace 167 años cuando Luis
Bonaparte tuvo el rechazo de la reforma Constitucional que le permitía continuar legalmente en el
poder, pero con el apoyo de la élite continuó y estableció el segundo imperio Francés con el tema “el
Imperio es la paz”; a la vez hace 219 años Napoleón Bonaparte aprovechando las divisiones entre el
Directorio Ejecutivo Legislativo, con el truco de iniciar el gobierno de cónsules por orden alfabético –
Bonaparte–Ducos-Sieyès- se impuso como “salvador de la patria”. Estos acontecimientos son
comentados en el Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, la afirmación con la que inicia muestra que
los intereses son determinados por la estructura, en tal sentido es la referencia a Marx “los hombres
hacen su propia historia pero no a su libre albedrío, no bajo circunstancias elegidas por ellos, sino bajo
circunstancias que se encuentran; el poder no obedece solo a decisiones individuales (Lukes, 2007,
p.18), resaltando el carácter del poder estructural, que aunque perdurable no es inmutable, según el
realismo aplicado en la coyuntura analizada. A la vez con este trabajo se dan los elementos
fundamentales para aplicar el Realismo en el estudio del poder en otras coyunturas, a otro nivel, ya sea
público o privado, siendo este un aporte para nuevas investigaciones.

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