El Alma Del Condor
El Alma Del Condor
El Alma Del Condor
, FAAP
EL ALMA DEL CÓNDOR
Un holocausto olvidado
Todos los derechos reservados bajo las Convenciones
Internacionales y Panamericanas de Derechos del Autor.
Impreso originalmente en inglés en los Estados
Unidos por Carlos J. Sánchez M. D., Inc. Chula Vista,
California.
Impresión:
Editorial San Marcos, de Aníbal Jesús Paredes
Galván, av. Las Lomas 1600, Urb. Mangomarca,
S. J. L. RUC 10090984344
Prólogo
por:
Dra. María Rostworowski
La casa de adobe, de mi
abuelo, con vigas de
madera de eucalipto
—visiblemente
apolilladas y podridas—
que la sostuvieron quién
sabe por cuántos años.
tempranas y frías mañanas de este pueblo y cómo se
podía escuchar el estampido de sus pies desnudos
callosos mientras corrían por el campo, sin desayuno,
con una bola de coca en un lado de la boca, como si
fuera una goma de mascar, emanando un olor fétido,
y enseñando la pureza de sus dientes blancos y
marfileños. ¡Sí!, ellos trabajaban la dura tierra de las
empinadas montañas. Sus compañeros eran el
La SoLedad de La Nada 29
M afecto al licor.
No ha aprendido a ser sociable y tampoco
está tratando de serlo. Y por esto es enviado a
lugares distantes, desconocidos e inhóspitos del Perú,
porque ha mostrado una actitud desafiante. Este es el
primer largo viaje que hará el pequeño Cóndor de siete
años de edad. Ha escuchado que esa zona es peligrosa
y que ningún camino llega a la ciudad de Puerto
Maldonado, en el departamento de Madre de Dios; un
lugar infernal que limita con las impenetrables selvas de
Brasil y Bolivia. Tal vez a éste se le dio ese nombre para
recordarle a la gente que esa área era tan triste como el
dolor que sufrió la Virgen María con la muerte de su hijo
Jesús. Este Cóndor, que va creciendo, se siente feliz de
ir a la selva, ese mundo maravilloso, pero traicionero.
Tomamos un viejo camión, lleno de indígenas,
animales y un gran hedor. El frío penetraba hasta los
huesos. Los pasajeros simpatizaban conmigo y me
protegían del viento helado cubriéndome
EsCarpadas. N borrasCosas
Cumbres ubes 45
Uno de los picos más altos de Sudamérica, el nevado Huascarán con sus aserra
cubiertas
cumbres de perpetua nieve.
cuenta de las desigualdades sociales de mi país
cuando asistía a una escuela que no tenía alumnos
indígenas. Noté, que las personas llamadas
educadas, eran de piel más clara y provenían de
familias generalmente vinculadas con el Gobierno, y
no calificadas de indios o mestizos, sino consideradas
—simplemente— como miembros de una clase
indeterminada, como si se sintieran descendientes de
europeos, ¡que escasamente los había!
Pero aquellos que tenían la piel un poco más
oscura, características faciales indias más definidas,
menos educación, y no trabajaban en la burocracia
eran llamados indios o mestizos; lo que constituía una
Otra Clase de selva... 137
HOMBRE DEL
MUNDO
PRIMERO
Llevábamost odoluep
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odíamosy empezamosa caminarhastaelpróximopoblado,d
onde
fuera posible conseguir transporte. La siguiente villa tenía más verdor y también hab
Los Niños Primero 281
Ahora era un investigador bioquímico, con mi mandil blanco y sacrificando unas rata
Hacer Diferencia en el MunDo 303
Aquí en el Hospital
Amazónico conocí al
doctor Jim, un médico
canadiense, dedicado a
su trabajo, y experto en
toda clase de cirugías.
Hacer Diferencia en el MunDo 307
308 El AlmA dEl Cóndor - Un HoloCAUsto olvidAdo
sufrido demasiado, y que ahora podían estar en paz con sus conciencias; al permiti
niños regresaran a la pureza de los cielos de donde vinieron.
Ahora yo podía hundir mis manos en cualquier paciente, a veces, sin ninguna ot
que —tan sólo— para dar a esa persona alguna esperanza.
310 El AlmA dEl Cóndor - Un HoloCAUsto olvidAdo
Niño con
cicatrices de
quemaduras
de tercer
grado, que
necesitaba
cirugía
plástica.
Niño con
avanzada
dermatosis.
Hacer Diferencia en el MunDo 311
LukeTupper era tan emprendedor y lleno de ideas por su empeño de ayudar, que via
San Diego para comprar y remodelar un descartado transbordador, el
antiguo Point Loma. Su capitán era el padre de uno de los pacientes,
a quien diagnostiqué y traté de meningitis tuberculosa cuando
empezaba mi profesión en San Diego. ¡Qué coincidencia!
Hacer Diferencia en el MunDo 313
mis ángeles guardianes, agradecidos, por prolongar unos días más sus vidas, pa
gozar de un día más en esta tierra; aunque no pude salvarlos de las injusticias.
¡Éste era el lugar adonde yo eía las familiares embarcaciones de doble cubier
con sus hamacas colgantes y a sus capitanes negociando con los pasajeros.
pertenecía!V
Harry Owens, hijo del famoso director de orquesta, que condujo el notable grupo los
Hawaiians”, en los años 1940, y que compuso“ Sweet Leilani”, una pieza musical ga
soledad de remotos lugares como las selvas del
Brasil, África y los más frígidos
del premio de la Academia de Hollywood.
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