Trabajo en Equipo Expo

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Trabajo en equipo ¿Qué es?

El trabajo en equipo, consiste en realizar una tarea específica, por medio de un grupo de
personas, que conforman, a su vez, un grupo de trabajo. Es primordial en el trabajo en equipo,
la unión y empatía entre los integrantes. Ya que en más de una oportunidad, será necesario
comprender a otro integrante y, asimismo, apoyar las distintas ideas que vayan naciendo con
el desarrollo de la tarea en cuestión.

Características de los equipos efectivos de trabajo

El equipo es una unidad dinámica, dentro de una organización, productiva,  con objetivos
claros, motivada y auto gestionada.

Las características indispensables en un equipo de trabajo son:

1.    Un propósito claro. Compartir un mismo propósito, misión o meta. El equipo distingue
entre objetivos de corto y largo plazo y tiene que tener un plan para cada uno. La visión,
misión y objetivos han sido definidas y existe un compromiso en común hacia estos
objetivos.

2.    Entendimiento de los roles y estructura del equipo. Los roles de los miembros del
equipo son entendidos por todos. Los miembros del equipo tienen en claro lo que se espera de
ellos y el rol de los otros miembros. Las tareas son asignadas por los mismos miembros del
equipo. El liderazgo es compartido y el problema del control ha sido resuelto para la
satisfacción del equipo. El líder del equipo se esfuerza en darle a los miembros cada vez
mayores responsabilidades.  Todos los miembros de equipo sienten que tienen control sobre
las decisiones que se toman en la distribución del trabajo. Los talentos individuales se
utilizan. Las asignaciones de tareas son distribuidas de acuerdo a las habilidades de los
miembros del equipo y todos desean darles desafíos y nuevas oportunidades a los otros
miembros de equipo. Espíritu compartido. Entre los integrantes del grupo existe un fuerte
espíritu de cooperación y coordinación.

3.    Un excelente desempeño. El equipo da lo mejor de sí. Los proyectos son diseñados y
realizados de acuerdo a una agenda en común. La calidad y cantidad de resultados del equipo
es elevada y se ve el impacto positivo en la organización. Los demás verán al equipo como
una unidad altamente productiva. Los resultados del equipo  agregan valor a la organización.
Las tareas que cada uno tiene asignadas se terminan a tiempo y con gran calidad. Los
miembros de equipo se ayudan unos a otros a sortear obstáculos.

4.    Uso efectivo de la diversidad. El equipo tiene una composición balanceada de géneros,
culturas, edades y experiencias. El equipo busca activamente y da la bienvenida a nuevos
miembros que suman diversidad.  El equipo está formado por gente con una amplia gama de
habilidades, conocimientos y actitudes.  Hay un mix de pensadores estratégicos, especialistas,
implementadores, etc. No hay un estilo de trabajo predominante. La diversidad es utilizada
para el beneficio del equipo. Todas las visiones y opiniones (que derivan de esta diversidad)
son impulsadas y usadas para mejorar los resultados del equipo. Los miembros del equipo
son conscientes de sus diferencias provenientes de la diversidad y se comportan de manera
que demuestran esta sensibilidad. 

5.    Resolución de problemas y toma de decisiones.  El equipo se esfuerza en tomar


decisiones que son aceptables para todos o la mayoría de sus miembros. Las diferencias de
opinión se discuten abiertamente y las decisiones son tomadas a través de un consenso. Los
miembros del equipo colaboran por igual para tomar decisiones. El equipo tiene suficiente
variedad de acercamientos, habilidades y conocimiento para asegurar a mejor decisión. El
equipo se toma tiempo para ver todos las partes de un problema, cual es a mejor solución para
todos (especialmente para la organización) y los costos/beneficios. El equipo distingue bien
entre decisiones  importantes y menos importantes. El equipo no pierde su tiempo en llegar a
decisiones sobre temas de poca importancia que tienen un pequeño impacto sobre sus
resultados.

6.    Relaciones externas. El equipo utiliza su tiempo en desarrollar relaciones clave,


movilizar recursos y construir credibilidad con stakeholders importantes en otras áreas de la
organización. El equipo es consciente del poder de algunas personas en posiciones que
podrían facilitarle alcanzar sus objetivos. El equipo ha construido una sólida red de soporte en
toda la organización. El equipo tiene una estrategia de de relaciones extensa y comunicación.
Los miembros del equipo invierten su tiempo en lograr contactos externos, como forma de
inversión futura más que una manera simple de resolver necesidades inmediatas. El equipo
tiene una serie de mecanismos o procedimientos que facilitan las relaciones con otros
equipos.

7.    Autoevaluación. Periódicamente el equipo debe examinar cuan bien está funcionando y
que podría estar interfiriendo con su efectividad. El equipo podría solicitar asistencia externa
para una evaluación honesta de los procesos y efectividad del equipo. Debe reflexionar sobre
los logros y los procesos son abiertos y honestos. Todos los miembros del equipo participan
en dichos procesos. Los miembros de equipo escuchan las posturas de todos y consideran
cada contribución seriamente. Los miembros del equipo buscan de otros, consejos sobre su
propio desempeño personal.  Los miembros de equipo están listos para ofrecer un honesto y
amigable consejo sobre el desempeño de los otros.

Porque fracasan los equipos de trabajo

Trabajar en equipo es reconocido por muchos como una de las principales herramientas para
mejorar la productividad en las empresas.
Sin embargo, a diario nos topamos con grupos de empleados que están desbandados,
trabajando, pero al punto del colapso.

Las razones por las cuales fracasan son múltiples. Sin embargo, hay algunas que se repiten y
pueden ser prevenidas efectivamente.
Definición pobre de metas y tareas

Si el equipo no sabe claramente cuál es la meta, su importancia, las tareas que deben realizar
para lograr los objetivos y quiénes son los responsables de ejecutar cada una, su eficacia
disminuye dramáticamente.
Si su meta no inspira al equipo, es hora de reevaluarla.

Sobrecarga de trabajo

En muchas ocasiones nos están pidiendo que trabajemos en un equipo, adicional a una carga
de trabajo completa.Y cada vez nos asignan más trabajo del que se es capaz de realizar, por lo
que poco a poco los miembros del equipo empiezan a quemarse en el proceso.La repartición
de tareas dentro de un equipo debe ser equitativa. Si alguna tarea constantemente está
rezagada, es tiempo de evaluarla y rediseñarla con su equipo, para aumentar la posibilidad de
lograrla.

Ausencia de normas y reglas claras

Las normas dan estructura y claridad de dirección para lograr los objetivos.
En ausencia de estas, no sabemos cómo proceder y cuándo hay problemas. Esta ausencia de
reglas hace que el caos aumente.

Los líderes no dirigen de forma adecuada

Cuando dejamos a la gente al libre albedrío, tienden a hacer lo que quieren, sin importar
prioridades. En este libre albedrío puede suceder de todo, y ese todo puede no
necesariamente acercarnos a los objetivos propuestos. Como líder, usted es el responsable
del seguimiento y dirección de cada miembro, siendo a su vez un facilitador en la
identificación de recursos para la consecución de los objetivos.

Ventajas y desventajas del trabajo en equipo

Ventajas:

Se trabaja con menos tensión al compartir los trabajos más duros y difíciles.
Se comparte la responsabilidad al buscar soluciones desde diferentes puntos de vista.
Es más gratificante por ser partícipe del trabajo bien hecho.
Se comparten los incentivos económicos y reconocimientos profesionales.
Puede influirse mejor en los demás ante las soluciones individuales que cada individuo tenga.
Se experimenta de forma más positiva la sensación de un trabajo bien hecho.
Las decisiones que se toman con la participación de todo el equipo tienen mayor aceptación
que las decisiones tomadas por un solo individuo.
Se dispone de más información que cualquiera de sus miembros en forma separada.
El trabajo en grupo permite distintos puntos de vista a la hora de tomar una decisión. Esto
enriquece el trabajo y minimiza las frustraciones.

Desventajas

El trabajo en equipo también presenta una serie de desventajas que hay que tener en
consideración. Entre ellas, pueden referirse las siguientes:
Tomar las decisiones de forma prematura.
Que impere el dominio de pocas personas, en particular el de un líder.
Consumir mucho tiempo en reuniones discutiendo soluciones y acciones, retrasando su
puesta en marcha.
Que existan presiones sobre miembros del equipo para aceptar soluciones.
Responsabilidad ambigua porque queda diluida en el grupo.
Es difícil coordinar las labores de un grupo humano, por la diversidad en las formas de
pensar, capacidades, disposición para trabajar, responsabilidad, entre otros factores y luego
orientarlos hacia un mismo objetivo.

Largas, tediosas y aburridas. Así definen muchos profesionales las recurrentes reuniones de
trabajo, aquellas instancias creadas originalmente para discutir ideas y concretar planes de
acción, pero que, más de alguna vez, terminan siendo un verdadera pérdida de tiempo.

Reuniones de Trabajo

Las reuniones de trabajo debieran cumplir el papel para lo que fueron


hechas: informar al equipo de lo que está ocurriendo en la empresa o los objetivos que se
piensan concretar para revertir situaciones adversas. Sin embargo, en muchas ocasiones,
acaban convirtiéndose en una molestia tanto para quien la organizó, como para quienes
debieron asistir.

Esto ocurre, según los expertos, porque la mayoría de las veces, no se toman las precauciones
necesarias para evitar que estos encuentros se desvíen de los temas centrales por los que
fueron convocados, y se conviertan en la instancia para discutir las actitudes que molestan de
los compañeros o los grandes éxitos del jefe.
Por ello, resulta necesario dar un giro en la percepción que se tiene de estos encuentros y de
lo que significa sentarse con los pares a discutir aquellos asuntos que diariamente son
debatidos de manera informal y que, por ende, quedan inconclusos.
A continuación, los ocho pasos que se deben tener presentes si se pretende organizar una
reunión de trabajo precisa, dinámica y exitosa:

Una reunión puede ser exitosa si existe liderazgo, confianza y una buena organización.

1. Planifique el encuentro e informe al equipo. Una de las primeras consideraciones


que se deben tener en cuenta si se pretende efectuar una reunión de trabajo, es la de
informar con anticipación la realización de ésta. Para ello, es importante que quienes
vayan a asistir sean contactados individualmente, por ejemplo a través de un e-mail,
que contenga el día, la hora y los temas que se discutirán. “El error más grande es
llegar a una reunión de trabajo sin una planificación, y reunir personas que no tengan
interés ni tiempo para escuchar lo que tienen que decir los demás.

2. Exija la puntualidad de los asistentes. Una vez enviada la notificación es necesario


recalcar la puntualidad de llegada al evento. No se trata de aparecer en cada rincón de
la oficina ni de bombardear a los asistentes con post it en sus lugares de trabajo. Sin
embargo, aclaran los expertos, es necesario insistir en la puntualidad, ya que así será
posible discutir los temas agendados, sin extender demasiado la reunión (lo ideal es
que éstas no superen los 45 minutos de duración). Según los especialistas, los horarios
recomendados para llevar a cabo la cita son a las 9:00 horas, cuando el día recién
comienza, o después del horario de almuerzo, a eso de las 15:00 horas.

3. Elabore una agenda de contenidos con los temas a tratar. Contar con una agenda
de contenidos es fundamental en las reuniones de trabajo. Si se informa con
anticipación los temas que se discutirán, los asistentes llegarán más preparados al
encuentro y con distintas ideas para proponer.

4. 4. Acote los temas según lo agendado. Acotar los temas es uno de los tópicos más
importantes, señalan los especialistas. Esto, porque se si busca cambiar la impresión
de los asistentes de lo que es una aburrida reunión de trabajo, es necesario disponer el
orden y la prioridad de temas que se van a tratar en ésta. “Es muy fácil que el tema se
desvíe y se introduzcan dentro de la discusión otros asuntos que no forman parte de la
agenda. Si esto sucediera, quien dirige la reunión debe determinar si es un tema que
pueda verse en el punto de asuntos varios o bien, requiere que se incluya en otra
reunión posterior”, sostiene Antonio Dieck, académico de la Universidad de
Monterrey. Para ello, explica Brieba, “el expositor debe ser capaz de identificar
cuando la discusión se está desviando a otro punto, y ser lo suficientemente sutil y
elegante como para dar a entender que lo que se está conversando no es el punto, y así
volver al eje”.
5. 5. Maneje la reunión con cuotas de humor. La reunión de trabajo debe ser una
instancia de discusión positiva y no un encuentro de trabajadores aburridos, molestos
y desmotivados, afirman los entendidos. “Es absolutamente necesario manejar las
reuniones con una pequeña cuota de humor o rompehielos que distiendan el ambiente.
Un buen expositor sabe identificar cuándo la audiencia necesita relajarse un poco,
distenderse, concentrarse, cuando se sienten incómodos, y cuándo es el momento de
hacer un break”, precisa el experto de la Universidad Central. Para ello, agrega, es
bueno que el moderador “sea algo histriónico, ya que una persona que juega con la
voz, que tiene una voz fuerte, y que gesticula, tiende a captar mejor la atención de la
gente que una persona que se limita a leer en voz alta”. El expositor y líder de la
reunión podrá equivocarse y divertirse, en el contexto de lo discutido, pero sin perder
el enfoque en los avances y resolución de los temas.

6. 6. Evite los monólogos. Que la reunión sea efectiva, dinámica y rápida dependerá en
gran medida del expositor. Éste deberá mostrar liderazgo y completa seguridad en sí
mismo, evitando eso sí, caer en el exceso de protagonismo y en los recurrentes
monólogos, que finalmente terminarán por volver tedioso el encuentro. Para ello,
deberá tener pleno conocimiento de las inquietudes de los asistentes, pauteadas con
anterioridad, y evitar ser agresivo al momento de exponer y obstinarse con sus propias
ideas, sin considerar la opinión de los demás.“Un buen expositor debe ser una persona
con la capacidad de estar atento a los estados de ánimo de los participantes, que sepa
interpretar la comunicación no verbal de los asistentes, saber cuándo debe intervenir
para detener una discusión entre los participantes, cuándo debe iniciar la revisión de
otro punto de la agenda y ser también una persona asertiva”, dice Dieck. Dar cabida a
que todos los asistentes opinen y expongan sus puntos de vista, enriquecerá el
encuentro y hará que éste no se vuelva monótono y aburrido.

7. 7. Prevenga la formación de bandos entre los asistentes. En medio de la discusión y


el intercambio de visiones, es necesario que el expositor mantenga una postura
colectiva, evitando los bandos. Los temas son de incumbencia para todos los
asistentes, por lo que agruparse por amistad o género para defender o rebatir una
medida, será perjudicial para el avance y dinamismo de la reunión. Un encuentro de
este tipo será exitoso en la medida en que el moderador demuestre liderazgo, interés,
seguridad y sobretodo capacidad de organizar, convocar y ganarse la atención de los
asistentes.

8. 8. Tome nota de los temas tratados en la reunión. Finalmente, será primordial


tomar nota de los temas discutidos en la reunión, ya que, de esta forma, se podrá
recordar, jerarquizar y llevar a cabo los planes y medidas propuestas y aceptadas por
los asistentes. Que el expositor tome nota, demuestra además, un interés hacia los
asistentes, quienes sentirán que fueron tomados en cuenta y que la reunión valió la
pena. Para no derrumbar lo construido, lo ideal será que luego del encuentro, el
expositor envíe a los asistentes un resumen con los puntos tratados, así como las
soluciones acordadas que serán puestas en marcha. La idea es no crear falsas
expectativas y hacer efectivos los acuerdos. La justificación y reiteración de lo
discutido, demostrará el interés y la concordancia de las partes, generando lazos de
confianza entre las mismas.
Con asistentes puntuales, una pauta fijada y temas acotados, la reunión de trabajo que desea
realizar irá perfectamente encaminada. Es necesario, eso si, esmerarse porque la cita no sea
un encuentro aburrido, sino una instancia para debatir ideas y tomar decisiones entre todos los
asistentes. Sólo así podrá concretar los objetivos que lo llevaron a organizar el encuentro, y su
equipo no tendrá las ansias de mirar el reloj y desear que las horas pasen rápidamente.

Etapas en la formación de equipos

Conocer en qué etapa se encuentra actualmente tu equipo de trabajo puede ayudarle a hacer
los ajustes necesarios en su relación (persona a persona / grupo) para que se alcance la
consecución de metas deseada con el menor desgaste.

La primera etapa, de formación, se caracteriza por una gran incertidumbre sobre el


propósito, la estructura y el liderazgo del grupo. Los miembros "sondean las aguas" para
determinar qué conductas son las aceptables. La etapa concluye cuando los miembros
comienzan a considerarse parte del grupo.

La segunda etapa de conflicto se distingue, precisamente, por los conflictos internos que en
ella se dan. Los miembros aceptan la existencia del grupo pero se resisten a las
restricciones que les impone su individualidad. Se presentan conflictos por quien controla el
grupo. Esta etapa termina cuando se cuenta con una jerarquía de liderazgo clara.

En la tercera etapa se establecen las relaciones de trabajo estrechas y el equipo


manifiesta su cohesión. Hay sentido de identidad y pertenencia, esta etapa de regulación se
da por concluida cuando se solidifica la estructura del grupo y se han establecido una
conjunto de expectativas sobre lo que se define como el comportamiento correcto.

La cuarta etapa es la de desempeño. La estructura en este punto es completamente


funcional y es aceptada por el grupo. La energía de los integrantes ya no se dirige a conocerse
y entenderse, sino a realizar la tarea que los ocupa.

Para los equipos de trabajo permanentes, la etapa de desempeño es la última de su


desarrollo. En cambio para equipos temporales que tienen una tarea limitada, queda una fase
de desintegración. En esta etapa el grupo se prepara para disolverse y su prioridad ya no es un
desempeño superior, sino que se dirige su atención a las actividades de cierre y de nuevas
direcciones.
Se tiene la impresión de que el equipo de trabajo se hace más eficaz a medida que pasa por
las primeras cuatro fases. Aunque esta suposición sea verdaderamente general, lo que hace
que un equipo sea más eficaz es más complicado que el recorrer estas etapas. Se tiene que
tomar también en cuenta el contexto de la organización, algunas tareas darán un desarrollo
acelerado del equipo y otras no.

Ninguna teoría del desarrollo organizacional se puede seguir al pie de la letra. De


cualquier manera el conocimiento de las mecánicas de los grupos puede hacer la diferencia en
el desempeño del equipo, la organización o en los resultados alcanzados por la empresa.

Tipos de creatividad:
Fanáticos (incansables)
Iniciadores (estimuladores)
Diagnosticadores
Eruditos (memoria, detalle, orden)
Mañosos (hábiles en dar forma)
Estetas (analíticos, formales)
Metodólogos (analistas formales y matemáticos)
Independientes
El individuo creativo puede, no obstante, diferenciarse de los demás en cuanto a los rasgos de
su personalidad. Hay desde luego, muchas excepciones, pero en general se ha comprobado
que el individuo creativo tiende a ser introvertido, necesita largos periodos de soledad y
parece tener poco tiempo para lo que él llama trivialidades de la vida cotidiana y de las
relaciones sociales así es como se caracteriza el ser creativo.
El proceso de la creatividad es presentar un problema a la mente con claridad, (ya sea
imaginándolo, visualizándolo, suponiéndolo, meditando, contemplando, etc.) y luego originar
o inventar una idea, concepto, noción o esquema según líneas nuevas o no convencionales.
Analizando las barreras personales encontramos lo siguiente: estas barreras son propias de
cada individuo, si psicológicas y las podemos clasificar de la siguiente forma:
El miedo al cambio;
La rutina de la vida; y
El temor a equivocarse.

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