Semiotica de La Imagen Visual
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TRABAJO EVALUATIVO
Según él, un signo es algo que está para alguien en lugar de otra cosa en algún aspecto o
carácter. Como vemos no hay nada que lleve a "algo" a ser un signo. Cualquier cosa puede
serlo, siempre que se establezca la relación "está para alguien en lugar de otra cosa". El
signo es, entonces, la relación (no la entidad) lo que llamó el proceso de semiosis.
La semiosis es el proceso en el que algo funciona como signo. Este proceso implica tres
factores: lo que actúa como signo; aquello a lo que el signo alude; y la interpretación que de
esta relación hace un intérprete. Específicamente dice:
Entre las diferentes clasificaciones de los signos que presenta Peirce, nos interesa aquella
que los agrupa de acuerdo con la relación que tienen con el objeto que representan. Así, un
dibujo de un perro, la huella de un perro y la palabra perro son signos del objeto perro. Sin
embargo, es obvio que cada uno lo representa de distinta manera.
Un signo puede ir variando su significado a través del tiempo. Por ejemplo, la cruz que
significaba tortura en la Roma antigua, pasó a significar la salvación en la religión cristiana.
Además, un mismo signo puede tener significados diferentes en distintos lugares. La cruz
esvástica representa para los occidentales el nazismo, para los Chinos significa paz y
prosperidad.
Objeto: Peirce hace hincapié en que para que algo sea un signo, debe representar a
otra cosa, llamada su objeto. Se referirá a los signos como si tuvieran un único
objeto, pero aclara que un signo puede tener más de un objeto. Distingue dos tipos
de objeto:
Según Peirce es necesario que existan tres condiciones para que algo sea un signo:
El signo debe tener un objeto, aunque la relación del representamen con el objeto no
basta para hacer de uno el signo del otro; para ello se necesita un interpretante.
La relación semiótica debe ser triádica: comportar un representamen que debe ser
reconocido como el signo de un objeto a través de un interpretante. La semiosis, es
el instrumento de conocimiento de la realidad, y es siempre para Peirce un proceso
triádico de inferencia mediante el cual a un signo (llamado representamen) se le
atribuye un objeto a partir de otro signo (llamado interpretante) que remite al mismo
objeto.
Peirce distingue también tres clases de signos y los clasifica según cómo se presente a sí
mismo, cómo se relacione con su objeto y cómo se relacione con su interpretante. De esta
manera los clasificó en indicios, íconos y símbolos:
Índices: El signo guarda relación física de causa-efecto o proximidad con el objeto
al cual representa, y son espontáneos. Muestran algo sobre las cosas por estar
físicamente conectados con ellas. Por ejemplo, el síntoma de una enfermedad.
Símbolos: Se dan cuando hay una relación injustificada entre signo y objeto, como
resultado de la conveniencia. El símbolo está conectado con su objeto en virtud de
la idea de la mente que usa símbolos, sin la cual no existiría tal conexión. Las
palabras, números, signos religiosos y banderas, son, entre otros, algunos ejemplos.
A CIRCE
¡Circe, diosa venerable! He seguido puntualmente tus avisos. Más no me hice amarrar al
mástil cuando divisamos la isla de las sirenas, porque iba resuelto a perderme. En medio del
mar silencioso estaba la pradera fatal. Parecía un cargamento de violetas errante por las
aguas. ¡Circe, noble diosa de los hermosos cabellos! Mi destino es cruel. Como iba resuelto
a perderme, las sirenas no cantaron para mí.