Educación e Investigación
Educación e Investigación
Educación e Investigación
CIE
Centro de Investigaciones Educativas
LA EDUCACIÓN Y
LA INVESTIGACIÓN
Una crítica a la metodología positiva
EDUCACIÓN
E
INVESTIGACIÓN
Autor: Blithz Lozada Pereira
Diseño y diagramación: Ramiro Mayda
Edición: Centro de Investigaciones Educativas
Instituto Normal Superior Simón Bolívar
Impresión: Imprenta Calama
Editora: Dra. Teresa Alarcón Boada
Diseño de la portada: Blithz Lozada Pereira
Michel Foucault
PRÓLOGO
Otro peligro innegable en la educación, también hay que tener en cuenta, son los círculos
de poder, arbitrarios cuanto excluyentes que surgen y resurgen. No son monopolio de
quienes manejan las instituciones u organismos de planificación y gestión. Por su parte,
los crean y preservan opositores/as, siendo de las primeras armas, una vez revierten su
situación. A partir de ellos, el privilegio es dosificado y manipulada es la sanción hasta
convertirla en cultura. Se extiende y mantiene una visión; figuras académicas son
veneradas más por fama que por mérito; prima un individualismo depredador; se intimida
a quienes no pertenecen al grupo o respaldan su proyecto. Viene ello de atrás y es difícil
cambiarlo de inmediato; ¿qué hacer?
Precisamente coincidiendo con tal sentido, es que el Mtro. Lozada, miembro del
Directorio de Administración del INSSB-UMSA, concibe la investigación educativa. El
nuevo trabajo que ofrece, está orientado a respaldar el enfoque que la formación docente
ha adquirido. Son disquisiciones, que el autor ha hilvanado cuidadosamente. El resultado,
una guía didáctica, balance epistemológico, material de reflexión, punto de partida de
nuevas investigaciones. Combinando agilidad y profundidad, con certeza coadyuvará a
proyectos de docentes y estudiantes del INSSB, también de la UMSA como de otras
instituciones y ámbitos educativos del nivel superior.
Y es que si en las ciencias naturales por poner el caso, se cuestiona los métodos, los
fundamentos y los contenidos teóricos básicos; obviamente el especialista despreciará
estas interrogantes por el riesgo que representa cuestionar lo que ponen en juego. Sin
embargo, existen teorías del siglo XX que señalan que todo conocimiento científico es
apenas una conjetura verosímil según paradigmas transitorios poniendo en crisis el
optimismo ingenuo: se trata de un conocimiento validado en comunidades que defienden
intereses extra-cognitivos.
Se puede aparentar que no existe ningún problema de fondo y que es necesario diseñar
con prestancia, los proyectos de investigación educativa delimitando el objeto de estudio,
precisando la pregunta que orienta el trabajo, y estableciendo con rigor, si el caso
aconseja, la muestra estadística o la modalidad del estudio cualitativo. En fin, el método
hoy repetido por muchos indica las condiciones de formulación de la hipótesis y la
manera cómo se debe elaborar el diseño del proyecto para llegar al resultado esperado.
Esto y más es posible realizar en temas educativos tratados científicamente; y sin duda es
muy útil hacerlo. Sin embargo, es sólo una opción entre otras.
Si la teoría de la ciencia está en crisis, resulta un signo de dependencia intelectual seguir
un modelo sin conocer las lagunas, interrogantes y problemas que ya han surgido en
torno a él. Y es que frente a los optimistas gestos positivistas, frente a su aparente triunfal
conquista de nuevos conocimientos, resulta que la ciencia no está desvinculada de la
política, que el saber científico no se da al margen de las ideologías, la influencia y la
manipulación, y que la educación como un producto social está rodeada de tramas
culturales complejas. Las ideas epistemológicas de la ciencia en el siglo XX obligan a
que apreciemos otros ámbitos de pensamiento, que reconozcamos el talento de mundos
cognoscitivos diversos, y que despleguemos una actitud valorativa respecto de saberes
tradicionalmente aplastados, rechazando gestos pretenciosos, dogmáticos y excluyentes
escudados en la ciencia como un quehacer restringido sólo a especialistas brillantes.
SUMARIO
1. Los significados del concepto “investigar”
2. El trabajo intelectual y académico
3. La gestión del conocimiento científico
4. Investigar en educación
1.
Los significados del concepto “investigar”
a) LA PALABRA “INVESTIGAR”
En inglés, el verbo to research tiene la raíz to search que significa “buscar”; lo mismo
sucede en francés con la palabra recherche formada con base en el verbo chercher que
también significa “buscar”. Es interesante que en alemán el significado de “buscar por
debajo” en el sentido de “lanzarse a la búsqueda en profundidad” se expresa con la
palabra “investigar” (untersuchen) en la que también la raíz “buscar” está presente
(suchen). En italiano al parecer la palabra no ha sufrido variación respecto de su origen
latino (investigáre), como sinónimo del verbo indagare.
En latín, las palabras vestigium y circare constituyen la base etimológica del término en
español, “investigación”. Vestigium es la huella, las pisadas dejadas por algo o por
alguien, los rastros de lo que ha sucedido. Circare por otra parte, está relacionada con el
prefijo circa que significa “casi”, y con “acercarse a algún lugar sin llegar”, “rodearlo” o
“efectuar un giro”.
Relacionados a estos sentidos hay otros. Pero el aspecto que acá interesa considerando la
proyección de la educación, es el sentido que relaciona la investigación con la búsqueda.
Se trata del planteamiento de un método, de un camino para llegar a una meta, de manera
que sea posible alcanzar el resultado. Se trata de encontrar una forma apropiada para que
ofrezca un nuevo conocimiento.
Significados de “investigar”
La definición que une la investigación con una base empírica (I+D) tiene validez estricta
para las ciencias fácticas; sin embargo, hay otro sentido amplio del concepto “investigar”.
En la división de las ciencias que efectúa el Manual referido, están además de las
ciencias sociales, las humanidades. Acá se incluyen actividades que tienen que ver con la
historia, la filosofía, el arte y la literatura. Sus resultados son conocimientos sobre temas
culturales, interpretaciones y apreciaciones que permiten comprender y valorar las ideas y
expresiones humanas.
Matemática e informática
Ciencias físicas (incluye astronomía y ciencias espaciales)
Ciencias químicas
Ciencias de la tierra y las relacionadas con el medio ambiente (incluye geología,
geofísica, mineralogía, geografía física, meteorología, oceanografía, vulcanología,
paleontología y otras)
Ciencias biológicas (biología, botánica, bacteriología, microbiología, zoología,
entomología, genética, bioquímica, biofísica y otras)
INGENIERÍA Y TECNOLOGÍA
Ingeniería civil
Ingeniería eléctrica y electrónica (incluye ingeniería de sistemas y otras)
Otras ciencias de la ingeniería (por ejemplo, ingeniería química, técnicas aeronáuticas
y aeroespaciales, mecánica, metalurgia, ingeniería de materiales, geodesia,
química industrial, tecnologías especializadas, química de alimentos, análisis de
sistemas, minas, tecnología textil, etc.)
CIENCIAS MÉDICAS
CIENCIAS AGRÍCOLAS
CIENCIAS SOCIALES
Psicología
Economía
Ciencias de la educación (educación, formación y otras disciplinas afines)
Otras ciencias sociales (antropología, etnología, demografía, geografía,
planificación, gestión, derecho, lingüística, ciencias políticas, sociología, métodos
y organización, actividades metodológicas e inter disciplinarias)
HUMANIDADES
a) ESTUDIAR E INVESTIGAR
Para efectuar cualquier labor intelectual es imprescindible estudiar. El estudio no debe ser
identificado con la actividad de investigación. Es posible que el estudio metódico,
sistemático y perseverante integrado al hábito de pensar y analizar, permita elaborar
alguna interpretación novedosa o posiciones originales sobre distintos temas. Sin
embargo, por muy prolíficos que sean los resúmenes de libros, por muchos cursos
especializados que se haya efectuado y por muy grande que sea el acervo erudito del
intelectual, en sentido estricto, no es posible afirmar que el resultado de su trabajo sea
una investigación. Estudiar implica aprender el conocimiento ya existente, las teorías
aceptadas y apreciadas, en tanto que investigar significa alcanzar nuevos y originales
resultados como logros que hasta entonces no se descubrieron.
Sin duda que para alcanzar logros valiosos como fruto de una investigación seria y
planificada, se requiere una base de conocimiento que se constituye mediante el estudio.
Sólo éste y la investigación permiten la producción de nuevos conocimientos. Aunque se
admita que algunos descubrimientos científicos se han dado “por casualidad” y gracias al
azar o la fortuna de los investigadores, no es admisible que tales contribuciones a las
disciplinas se haya efectuado por personas que ignoraban el conocimiento especializado
de su tiempo. Por lo tanto, es necesario que el investigador conozca de manera razonable,
el conjunto de teorías, posiciones, disciplinas, modelos y nociones básicas que prevalecen
en un momento como contenidos relevantes para que él mismo efectúe contribuciones
científicas.
La imagen del sabio erudito del siglo XIX que ha dedicado parte de su vida a leer y
estudiar en las grandes bibliotecas de las metrópolis, contrasta ahora con la del cibernauta
que encuentra en el internet desde la pareja de sus sueños hasta títulos universitarios que
su agitada vida profesional le demanda obtenerlos con celeridad.
Ni los conocimientos abstractos y generales, ni los modelos que erigen visiones del
mundo, ni los sistemas comprehensivos y complejos; ni los contenidos filosóficos y
epistemológicos, se investigan. La teoría de la ciencia y la filosofía resultan por ejemplo,
de la integración racional y coherente de contenidos que no son investigados
experimentalmente. Además, están otras ocupaciones como el arte (en el sentido de
crítica e historia del arte), la literatura (entendida como análisis), la religión (en tanto
estudio cultural), y la historia.
Hoy existen controversias sobre si el trabajo del historiador tiene carácter científico.
Algunas posiciones sostienen que la labor de archivo incluye el análisis critico de las
fuentes y ofrece conocimientos nuevos sobre el pasado; por tanto, el historiador haría
investigación auténtica. Sin embargo, puesto que los resultados a los que llega no son
leyes generales que se apliquen a varios procesos del mismo tipo, es cuestionable que la
historia se trate de una ciencia en sentido estricto.
“Saber cómo se originan las revoluciones no constituye un problema histórico, sino que lo
que interesa al historiador es conocer las condiciones especiales que determinaron el
estallido de la revolución inglesa o francesa. Desde luego que, al tratar estas cuestiones, el
historiador debe tener un concepto general de lo que es una revolución, pero lo que exige
nuestro saber histórico es el penetrar en lo particular, es la complacencia en los distintos
impulsos y palpitaciones que la vida histórica caracteriza”.
Wilhelm Bauer,
Introducción al estudio de la historia
El estudio y la investigación
+ = F = ma
Para alcanzar cierto dominio acerca de un tema en particular, las lecturas que se efectúen
deben incluir distintos textos. No basta conocer los artículos o libros más extensos que
autores de prestigio hayan escrito. Comprender el contexto tanto teórico como histórico
respecto de las teorías que se estudia, es posible si se emplean diccionarios y
enciclopedias. Es recomendable también el uso de textos que muestren el valor
etimológico de las palabras presentando aspectos teóricos básicos o visiones históricas
panorámicas exhaustivas sobre quehaceres disciplinares especializados (las
“introducciones” y los “tratados”).
El lenguaje tiene cuatro funciones. La función expresiva muestra gestos, señas y acciones
que ponen en evidencia de manera natural y espontánea, lo que el emisor siente. Las otras
tres funciones del lenguaje indican convenciones arbitrarias. No hay una relación
necesaria entre el mensaje que se trasmite y los signos que se emplean. Así se realiza las
funciones directiva, informativa y demostrativa. La primera influye en la conducta del
receptor; la segunda, trasmite datos sobre la realidad, la tercera emplea el lenguaje para
mostrar con razonamientos convenientes y argumentos sólidos, la consistencia de un
enunciado o la necesidad de una ley.
MENSAJE
RECEPTOR
canal
EMISOR
Códigos
Las disciplinas científicas usan sus propios códigos epistemológicos que consisten en los
signos específicos de cada dominio. En cuanto signos, tienen el significante, es decir la
parte material convencional (las líneas, trazos, formas, letras o números); e incluyen
también el significado (el contenido explícito decodificado por los usuarios de ese
lenguaje). Se diferencia dos grupos de códigos epistemológicos: taxonómicos (para
efectuar divisiones de los objetos) y algorítmicos (para realizar cálculos).
Códigos epistemológicos taxonómicos
I3 C1 P4 M3
---------------------- = 44
I3 C1 P4 M3
“La impresión de que la ciencia es algo mágico e incomprensible, alcanzable sólo por
unos cuantos elegidos, sospechosamente distintos de la especie humana corriente, ha
llevado a muchos jóvenes a apartarse del camino científico. Sin embargo, la ciencia
moderna no debe ser necesariamente un misterio tan cerrado para los no científicos... La
iniciación en el maravilloso mundo de la ciencia causa gran placer estético, inspira a la
juventud, satisface el deseo de conocer y permite apreciar las magníficas potencialidades
y logros de la mente humana”.
Isaac Asimov, Introducción a la ciencia
La lectura por muy reflexiva, habitual y comprensiva que sea, no es suficiente si se desea
acabar con éxito una labor intelectual. La persona que comprende el contenido que lee, y
piensa las ideas que aprende, el lector que relaciona los conceptos, analizándolos, efectúa
la parte más ardua de la actividad creativa para alcanzar un resultado propio. Sin
embargo, es necesario incorporar en las prácticas cotidianas de su vida académica, otras
técnicas de estudio que faciliten aprender conocimientos. El intelectual o académico
estará en mejores condiciones para apropiarse y repensar los contenidos que trabaja si por
ejemplo, elabora resúmenes, fichas y otros materiales; formula preguntas y ensaya
respuestas y soluciones. Además, son útiles ciertas pautas para la elaboración de
informes, monografías y otros textos.
“La distinción entre las fuentes y la literatura crítica ha de tenerse presente, pues con
frecuencia la literatura crítica reproduce parte de las fuentes, pero... estas son fuentes de
segunda mano. Además, una investigación presurosa y desordenada fácilmente puede
llevar a una confusión entre el discurso sobre las fuentes y el discurso sobre la literatura
crítica... Cuando se trabaja con libros, una fuente de primera mano es una edición original
o una edición crítica de la obra en cuestión. Una traducción no es una fuente... Una
antología no es una fuente... Los informes elaborados por otros autores, aunque estén
formados por citas amplísimas, no son una fuente...”
Umberto Eco,
¿Cómo se hace una tesis?
Para pensar algún problema matemático, elaborar un modelo formal o establecer las
inferencias necesarias en una demostración lógico deductiva, se requiere pocos
conocimientos pero un absoluto rigor en el razonamiento formal. Tal es la demanda
racional que por lo general, inhibe el entusiasmo por efectuar estudios e inferencias en
ciencias formales. Dado que estas disciplinas carecen de una base empírica, en sentido
estricto se las debe entender como ocupaciones racionales no inductivas; es decir en
rigor, no son investigaciones. Sin embargo, la lógica y la matemática son imprescindibles
para el desarrollo del conocimiento científico tanto en las disciplinas que investigan los
fenómenos de la naturaleza, como las que trabajan con los procesos y hechos sociales.
Así se disipa la sensación de liberación expresada en la idea de que existen ciencias
carentes de contenidos de la matemática y la lógica.
“El aspecto técnico de las ciencias se ha desarrollado considerablemente sobre todo en los
últimos años. Ciencias como la lingüística, la arqueología, la antropología, la sociología,
la economía, etc., recurren cada vez más a los instrumentos de la técnica para recoger,
concentrar, clasificar y procesar sus datos. De este modo, observamos una más estrecha
relación entre las ciencias naturales y humanísticas con las ciencias técnicas como las
matemáticas y la estadística.”
Alfredo Tecla & Alberto García,
Teoría, métodos y técnicas en la investigación social
3.
La gestión del conocimiento científico
a) EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN
“Es muy cierto que existen personas mejor dotadas que otras en cuanto a memoria,
imaginación, inteligencia, sensibilidad, voluntad o en cuanto a las características de su
percepción, de su atención, de sus sentimientos, de su carácter. Pero no es raro ver que las
personas mejor dotadas son incapaces de evitar un exceso de confianza que, en
complicidad con el halago del ambiente, las pierde. No basta, pues, con tener capacidad
sin saber cómo se la tiene y se la utiliza. Somos responsables de cultivar, desarrollar y
usar cuidadosamente nuestra inteligencia mediana o excepcional, nuestra imaginación
cautelosa o rica. Un sereno examen crítico de nuestros talentos nos enseñará a no
desalentarnos con nuestras deficiencias y a no confiarnos demasiado en nuestra
excepcional capacidad...”
Armando Zubizarreta, La aventura del trabajo intelectual
DIRECTOR
DE LA UNIDAD
INVESTIGADORES
Ciertas obligaciones son básicas, pero ante todo el gestor que pretenda sancionar,
cuestionar y observar el trabajo de los investigadores debe tomar en cuenta que la
planificación de los proyectos sufre reajustes de todo tipo, que el plazo en la conclusión
de los proyectos se prolonga, y que dirige a personas que tienen una lógica ajena a la
administrativa.
Estrategia de reciprocidad
JÓVENES
INVESTIGADORES
Y TECNICOS EQUIPOS
DE
TRABAJO
DIRECTOR
AUXILIARES
DE
INVESTIGACION
INVESTIGADORES
CON EXPERIENCIA
La estrategia de la reciprocidad está basada en la organización del trabajo asumiendo
responsabilidades mutuas. En unidades que disponen de investigadores con distinta
experiencia y calificación, donde se forman también investigadores jóvenes y donde los
recursos humanos y administrativos (por ejemplo los técnicos y los auxiliares), están a
disposición de la producción de conocimiento, es muy recomendable aplicar tal
estrategia. El gestor delega responsabilidades según campos de especialización, estimula
la interdisciplinariedad, que los proyectos sean concluidos por los equipos de trabajo, e
incluso da lugar a estrechar relaciones personales entre los miembros que trabajan
coordinadamente.
Investigado-
res jóvenes
Auxiliares de y técnicos
investigación
Personal
administrativo
DIRECTOR
Investigadores
AUTORIDADES con experiencia
SUPERIORES
Si se trata de una unidad mayor, por ejemplo una universidad que aglutina decenas de
institutos, es necesario combinar los estilos de gestión referidos, de modo que tanto la
organización institucional como la disposición de los procesos contribuyan a realizar los
planes institucionales de desarrollo de la investigación.
4.
Investigar en educación
Si bien existen institutos dependientes de las empresas y de los Estados para producir
conocimiento; por lo general, las motivaciones que las dirigen son lucrativas o políticas.
De este modo se prioriza en estas entidades, el desarrollo experimental y las
investigaciones aplicadas. Así son escasos los recintos donde se efectúa investigaciones
básicas y que no dependan de las universidades. Sin embargo, los institutos universitarios
buscan nexos con empresas y con el Estado para coordinar intereses y recursos
aprovechando los talentos y respondiendo a las demandas del entorno.
Las universidades contribuyen a dicho conocimiento, a través del trabajo de los institutos,
y en algunos casos, a través de las tesis de postgrado. Pero no “investigaciones” que los
estudiantes realizan en el contexto de su formación profesional, ni por la repetición de
contenidos en asignaturas sobre “metodología”. Estas asignaturas de formación
profesional adiestran en el uso de técnicas, en planificar y realizar apropiados diseños y
para efectuar investigaciones preliminares.
“La entraña misma de la vida intelectual consiste en el ejercicio del pensamiento crítico,
y la expresión más propia de éste es la investigación, tarea que incrementa
constantemente el contenido abierto de la ciencia. Sin embargo, no toda vida intelectual,
que disfruta de la cultura y que posee capacidad crítica, alcanza los niveles propios de la
investigación, sino que más bien, en la gran mayoría de las veces, el interés se orienta a
la aplicación profesional, práctica, de los conocimientos científicos ya adquiridos. La
docencia misma, a pesar de la nobleza de su misión, constituye también una profesión
encaminada a aplicar conocimientos establecidos y a cosechar resultados prácticos
inmediatos. Por tanto, aunque nadie ignora en qué elevada medida se debe mantener el
espíritu crítico en las aplicaciones y nadie desconoce el valor específico del docente que
enseña a pensar, la investigación como tal es tarea reservada a un menor número de
intelectuales que dedican lo mejor de su esfuerzo a la arriesgada aventura de hacer
progresar la ciencia.”
Armando Zubizarreta, La aventura del trabajo intelectual
SUMARIO
1. La historia como escenario de la ciencia
2. La teoría de los paradigmas
3. ¿Existe el método científico?
4. El poder que otorga la ciencia
1.
La historia como escenario de la ciencia
En 1927 Martín Heidegger publicó El Ser y el Tiempo. Aunque el texto no es una teoría
de la ciencia, ya en las primeras páginas el filósofo alemán señala la necesidad de revisar
y reconstruir los conceptos de las disciplinas científicas que parecían tan sólidas,
indudables y definitivas como nunca antes. Heidegger piensa que existe la necesidad de
establecer otras bases para la ciencia. La crisis (etimológicamente entendida como el
momento de decisión para optar por nuevos modelos), exige establecer una nueva
relación entre la investigación positiva y las cosas. El término “cosa” se refiere tanto a
los procesos y fenómenos sociales e históricos, como a los objetos reales (productos
artificiales y hechos de la naturaleza), pero también a los entes ideales (por ejemplo, los
números).
Sobre la Física, Heidegger piensa que la teoría de la relatividad busca poner en evidencia
el orden de la naturaleza. Asegura las condiciones de acceso a lo natural en sí mismo,
determinando las relatividades que salven la inmutabilidad de las leyes de movimiento.
Sin embargo, pronto se halla frente a la paradoja de que el orden en sí del mundo físico se
refiere a algo que sigue siendo un problema todavía no resuelto: ¿qué es la materia?
Cuando la teoría de la relatividad rechaza el espacio y el tiempo como supuestos
absolutos, regulares, estables e idénticos en cualquier “parte” del universo, lo que
problematiza pone en ascuas a la Física. Al final, no sabe cuáles son los horizontes
regulares de existencia de la materia que hace de las “cosas” objetos discretos.
La crisis de las ciencias formales y naturales se extiende a las “ciencias del espíritu” y la
Teología. En el primer caso, (lo que hoy se conoce como “ciencias sociales”), se constata
que el horizonte de existencia de su objeto de estudio es la historia. Pero no se termina
de apreciar la importancia ni el valor de la temporalidad; y tampoco se comprende la
historia como escenario en el que concurren vivencias individuales y colectivas
constitutivas de tradiciones y realizaciones culturales diferentes. En lo concerniente a la
Teología (y otras disciplinas humanísticas), se advierte que las tesis dogmáticas de las
posiciones establecidas, encubren y desfiguran los problemas respectivos, precipitándose
la pérdida de sentido del ser del hombre.
Estamos frente a una crisis que exige variar el antropocentrismo tradicional de Europa,
poniéndose en cuestionamiento la validez de las ciencias vinculadas al hombre y la
sociedad, y criticando la ingenuidad positivista de que la ciencia y la tecnología serían
suficientes para resolver los problemas humanos. Es la crisis que exige perder de vista los
proyectos teleológicos y mesiánicos que supusieron mundos idílicos para la humanidad
como consumación del final de la historia (meta-relatos). En fin, es la crisis que muestra
la limitación radical de la visión moderna e ilustrada del mundo, ante la inevitable
presencia hegemónica de la post-modernidad relativa y escéptica.
La crisis de la ciencia en la cultura occidental
CRISIS DECISION
“Cada uno de nosotros pinta o falsea, todos los días y a toda hora, la selva virgen de los
misterios como un bonito jardín o como un mapa plano y detallado. El moralista con la
ayuda de sus máximas, el religioso con la ayuda de su fe, el ingeniero con la ayuda de su
calculadora, el pintor con la ayuda de la paleta y el poeta con la ayuda de sus modelos
ideales. Y cada uno de nosotros vive satisfecho y tranquilo en su mundo ilusorio y en su
mapa, hasta que la rotura de un dique, o alguna tremenda revelación, provoca la irrupción
repentina de la realidad, de lo inaudito, de la belleza o falsedad sobrecogedoras, y se
siente irremediable y mortalmente atrapado.”
Albert Einstein, Mis ideas y opiniones
Más aún, en el transcurrir irrefrenable del tiempo que todo lo devora, los modelos
existentes sobre la ciencia, los paradigmas metodológicos y las pautas de realización de la
investigación, se suma un conjunto indefinido de nuevas construcciones (Mn). Cada una
es posible porque el futuro es indefinido y las visiones intelectuales alternativas son
sumamente variadas.
La historia como horizonte de las teorías sobre la ciencia
HISTORIA
S
M3
M1
T A
Mn
M2 M4
M1: La teoría platónica de la realidad y el conocimiento (científico y filosófico). Las ideas existen
en el topos ouranios y son el modelo de existencia para las cosas. Conocer las ideas implica
trascender la opinión, la apariencia y las sombras (doxa), y acceder a la verdad inmutable,
luminosa y eterna (épisteme).
Pensar la historia como el horizonte en el que adquieren relevancia las teorías sobre la
ciencia implica admitir que éstas son varias y que, en consecuencia, la demarcación del
criterio de cientificidad (el criterio que estable las condiciones para que una teoría sea
científica), sigue pautas muy diversas e incluso contrarias. Implica que es necesario hacer
consideraciones sociológicas sobre el conocimiento, y es recomendable enfocar los
contenidos desde el punto de vista subjetivo y psicológico de los sujetos que lo producen.
En definitiva, implica vincular el saber con las instituciones sociales y políticas que
forman el contexto donde se realiza.
a) LA NOCIÓN DE “PARADIGMA”
En ciertos contextos resulta frecuente el uso del término “paradigma”, aunque se lo hace
con la mayor arbitrariedad. En realidad se trata de un concepto epistemológico; es decir
de un contenido desarrollado como parte de una teoría sobre la ciencia: la teoría de
Thomas Khun. Su aplicación por lo mismo, es apropiada si incumbe a temas referidos al
conocimiento científico.
Como matriz, el paradigma incluye los problemas que la comunidad científica reconoce
como efectivos nudos de cuestionamiento y sobre los cuales ha adoptado una posición
específica. Gracias a tales posiciones es posible llegar a nuevos descubrimientos;
siguiendo los modelos teóricos útiles para “trabajar” los problemas definidos. Dichos
modelos incluyen supuestos, principios, definiciones y nociones teóricas que con
facilidad son comprendidos y empleados en el quehacer profesional de los especialistas.
Cierta comunidad científica dentro de una disciplina se opone a otra, refiriendo conflictos
entre visiones paradigmáticas distintas. Es decir, un conjunto de hombres de ciencia en
un momento histórico determinado valida tesis y leyes, acepta procedimientos, modelos,
principios y enfoques; ensaya estilos, actualiza prejuicios y reconoce problemas
concretos; de un modo específico en relación a como lo hace otro conjunto de científicos.
Tal oposición, entre quienes sostienen la teoría objetiva y la teoría subjetiva del valor por
ejemplo, es parte de una dicotomía paradigmática tras-disciplinaria mucho más allá de la
Economía: la que se da en tal caso, entre el marxismo y el liberalismo.
“Ya hemos señalado que el problema de la objetividad en las ciencias es una cuestión de
método. El historiador no podrá superar las dificultades que se plantean en su tarea de
investigación, si no es apropiándose de una teoría y metodología científicas. Desde
nuestro punto de vista, ha quedado asentado que la teoría y el método apropiados, radica
en el materialismo histórico... se trata solamente de precisar que la historia es una ciencia
con un método y una teoría científicas para abordar la investigación de los hechos del
pasado.”
Alfredo Tecla & Alberto García,
Teoría, métodos y técnicas en la investigación social
Newton por su parte, despliega una teoría de la luz aplicable incluso a la metodología
científica, y Galileo piensa que la lectura del “libro de la naturaleza” era posible gracias
solamente, a la intervención de la visión y la luz. Francis Bacon en fin, postuló el
“matrimonio” entre el pensamiento y la naturaleza. El objeto es penetrado por el sujeto
porque éste último identifica su propósito de conocimiento, teniendo el derecho de
dominar y poseer al objeto.
El modelo de la visión
la luz de la razón
el sol
el poder masculino
los ojos de la mente
el método científico
LA CIENCIA, LA FILOSOFIA,
LA VERDAD, LAS ESENCIAS Y
EL PRINCIPIO DE REALIDAD
Representantes de la tradición filosófica occidental
ARISTOTELES
Rechazó la analogía creativa en el pensamiento filosófico. Instituyó la lógica
bivalente y el principio de tercero excluido
RENATO DESCARTES
Estableció la disciplina del método para descubrir ideas claras y distintas. Sólo la
sustancia pensante, y no el cuerpo, piensa y encuentra la verdad objetiva
FRANCIS BACON
La materia es domeñable mediante el control de las leyes de la naturaleza.
Conocer implica penetrar en el objeto
GALILEO GALILEI
La ciencia busca fijar las leyes de la naturaleza. Conocer implica leer en el gran
libro de la naturaleza
LUDWIG WITTGENSTEIN
El lenguaje científico es necesariamente, público. Las proposiciones pseudo-
significativas no tienen relevancia.
CIENCIA NORMAL
CIENCIA
CIENCIA NORMAL
ANOMALIAS
cambio
conceptual
REVOLUCION CIENTIFICA
HISTORIA
3.
¿Existe el método científico?
En varios contextos intelectuales y académicos hoy día se supone que un trabajo sobre
alguna temática social, para tener carácter “científico”, debe emplear procedimientos
empíricos, debe haber elaborado tortas y barras, expresar sus resultados como índices,
frecuencias y porcentajes, y además, debe haber operacionalizado sus variables. También
se cree que al combinar metodologías cualitativas y cuantitativas se garantiza el valor de
la investigación. Así, de ésta y otras formas se materializa el poder del método científico
y se cristaliza la fe en él.
La ciencia es un medio de promoción para alcanzar estratos sociales más altos. Termina
siendo el sello que consagra a las elites y al saber para reforzar los eslabones del poder en
sus múltiples expresiones. Es natural que mueran once millones de niños al año por
carecer de servicios básicos y que 40 millones de personas adultas en América Latina no
sepan leer ni escribir; pero no puede frenarse el desarrollo “tecnológico”. Nadie cuestiona
que para investigar y fabricar un arma, complejos industriales y trasnacionales gasten
cinco o diez mil millones de dólares.
El descaro llega al colmo cuando todos sabemos gracias a los medios de comunicación
que la tecnología sirve para la vigilancia hasta del último resquicio de la vida privada,
que los descubrimientos de punta se utilizan para la destrucción convencional, selectiva
con precisión milimétrica, y que hoy son frecuentes los experimentos de radiación, la
manipulación de lesiones cerebrales y las pruebas de laboratorio con mujeres
embarazadas y niños inválidos. Tal, la inobjetable realidad del conocimiento científico
frente al mito de la pulcritud del método.
b) ANARQUISMO EN EPISTEMOLOGIA
Paul Feyerabend dice que aunque el anarquismo no es una ideología política deseable, es
la única posición que en epistemología puede sostenerse hoy día. Esta teoría desecha
todo gobierno cognitivo, cuestiona la autoridad de las elites y las comunidades, y enfatiza
que las teorías científicas vigentes en éste o en cualquier momento determinado de la
historia, son apenas manifestaciones circunstanciales de una u otra tradición. Las
tradiciones científicas por lo demás, auspician recurrentemente teorías que aparecen
como inconmensurables.
Feyerabend insiste en que las inconsistencias son inevitables en toda teoría, y que
contrariamente a las creencias positivistas, son fértiles porque motivan la formación de
nuevas posiciones científicas dando lugar a cambios revolucionarios.
El mito político instituye el quehacer científico como la labor que tiene la finalidad de
descubrir verdades valiosas independientemente del contexto que las produce y la
comunidad que las enuncia. Este mito difunde la creencia de que la neutralidad y
objetividad del trabajo del científico, lo eximen de cualquier obligación moral, y que en
su labor no corresponde hacer consideraciones de orden político, ideológico, moral o
social. Su trabajo pulcro, exigente y preciso, emplea recursos tecnológicos sofisticados
ofreciéndole dinero y prestigio académico, mientras labora en las modernas torres de
marfil.
Sin embargo, la realidad es prosaica. Las torres son apenas complejos científicos o
bunkers militares donde el financiamiento y la prioridad de las investigaciones se orienta
a ofrecer supremacía bélica, a perfeccionar todo tipo de armas, a realizar experimentos
biológicos, mejorar el condicionamiento psicológico de la conducta y la conciencia; y a
crear la tecnología de punta para vigilar, reprimir y controlar la vida de los individuos.
“La mayor parte de las revoluciones tecnológicas que continuamos viviendo en el campo
industrial, son subproductos de la carrera armamentista o industria militar...En el período
de expansión que conocemos actualmente, asistimos a un proceso de aceleración del
progreso técnico, de verdadera revolución tecnológica. En realidad nos encontramos ante
una transformación casi ininterrumpida de las técnicas de producción, y este fenómeno es
más bien un subproducto de la permanente carrera armamentista, de la guerra fría en que
estamos instalados desde el fin de la segunda Guerra Mundial... En efecto, si se examina
atentamente el origen del 99% de las transformaciones de las técnicas aplicadas a la
producción, se verá que este origen es militar, se verá que se trata de subproductos de las
técnicas que se aplican en primer lugar en el terreno militar y que, después, encuentran
más o menos a largo plazo su aplicación en el terreno productivo, en el medida en que
entran al dominio público.”
Ernest Mandel. Introducción al pensamiento económico
Resulta decepcionante preguntarse quién paga a los científicos de un complejo militar, en
qué proyectos trabajan, cómo las decisiones políticas de staffs burocráticos públicos y
privados tienen poder omnímodo sobre la esfera cognitiva, e incluso cómo se disponen
estrategias de investigación social para desmenuzar en sus ínfimos detalles, la vida de las
personas y las colectividades que son objeto de sometimiento y poder.
El mito político opera especialmente en los hombres de las ciencias formales y naturales,
quienes se sienten “libres” para investigar lo que deseen, quienes creen que el mercado
profesional tiene condiciones perfectas de competencia, y en los casos de máxima
ingenuidad, quienes suponen que su formación y talento están puestos “al servicio” de los
demás buscando soluciones efectivas a los problemas de la humanidad. Frente a este
mito es necesario enfatizar con Michel Foucault que todo saber científico se desenvuelve
en condiciones de poder preestablecidas y sirve para reafirmar nuevas o más sólidas
formas de dominación. No hay manera de que los científicos y cientistas sociales se
sustraigan a tales relaciones y efectúen su trabajo con libertad, al margen de propósitos
preestablecidos. Que crean en este mito, sólo ratifica la eficacia de la propaganda,
muestra el deterioro de los valores humanistas y evidencia el carácter instrumental de la
racionalidad científica.
El mito filosófico se expresa de muchas formas. Las más frecuentes se refieren en primer
lugar, a que desarrollar nuevas ideologías es una tarea ociosa. En segundo lugar, el mito
también aparece cuando se explicita o se acepta implícitamente, que la ciencia es un
conjunto inmutable de proposiciones verdaderas. Finalmente, el mito se patentiza cuando
se asume la creencia de que el auténtico trabajo científico está exento de política.
“En una ciencia como la medicina, por ejemplo, hasta finales del siglo XVIII, hay un
cierto tipo de discurso cuyas transformaciones lentas -veinticinco, treinta años- rompieron
no solamente con las proposiciones verdaderas que podían formularse hasta entonces,
sino más profundamente con los modos de hablar, con los modos de ver, con todo el
conjunto de prácticas que servían de soporte a la medicina; no se trata simplemente de
nuevos descubrimientos: es un nuevo “régimen” en el discurso y en el saber... ¿cómo es
que, en ciertos momentos y en ciertos órdenes de saber, tienen lugar estos bruscos
deslizamientos, estas precipitaciones de evolución, estas transformaciones que no
responden a la imagen tranquila y continuista que nos hacemos de ordinario? Pero lo
importante de tales cambios no es que sean rápidos o de gran alcance, o mejor dicho, esta
rapidez y este alcance no son más que signos de otras cosas: una modificación en las
reglas de formación de los enunciados que son aceptados como científicamente
verdaderos. No se trata, pues, de un cambio de contenidos...ni tampoco de una alteración
de la forma teórica... lo que está en cuestión, es lo que rige los enunciados y el modo
cómo se rigen unos y otros para constituir un conjunto de proposiciones aceptables
científicamente y susceptibles por consiguiente de ser verificadas e invalidadas por
procedimientos científicos. En suma, es un problema de régimen, de política del
enunciado científico. A este nivel se trata de saber no cuál es el poder que pesa desde el
exterior sobre la ciencia, sino qué efectos de poder circulan entre los enunciados
científicos, cuál es de alguna manera el régimen interior de poder, cómo y por qué en
ciertos momentos se modifica de forma global.”
Michel Foucault,
Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones
Respecto de la “ociosidad” de por ejemplo, la teoría de la ciencia cabe indicar que
cualquier sistema al respecto es apenas un punto de vista. Pretender estigmatizar
cualquier reflexión de este tipo como inútil busca obnubilar las relaciones de poder y
coartar el pensamiento transformador. La creencia de que las verdades de la ciencia son
contenidos que no se cuestionan desde enfoques ideológicos, transmite el mensajes
subliminal de que la mente es jerárquica sobre el cuerpo, lo intelectual está en un lugar
supremo respecto de lo manual, y el quehacer científico es el descubrimiento de esencias
y leyes fundamentales.
Frente a estos contenidos y en oposición a la pureza del investigador, cabe sostener con
Michel Foucault que todo saber es sofístico. Incluso el lenguaje científico es un juego
que vehiculiza la realización de las ansias de poder, en tanto que la práctica del discurso
espera ante todo, convencer.
Michel Foucault dice que la épisteme es el conjunto de relaciones que une en una época
determinada, a las prácticas discursivas. Por “prácticas discursivas” se entiende las
acciones individuales y sociales congruentes con un discurso esbozado según formas
específicas. Tales formas se delinean fijándose ciertas regularidades sobre los objetos,
aceptándose determinadas proposiciones por su estilo, contenido y sentido; y
absteniéndose de cuestionar las elecciones temáticas, los usos conceptuales y las
metodologías desplegadas. Sólo así se puede investigar con éxito, renunciando al
pensamiento crítico, vigoroso y alternativo.
Desde la filología de Franz Bopp, el lenguaje es el reino de los signos que forma un
sistema con sentido. En él, los gestos, mecanismos involuntarios e incluso los fracasos,
son significantes. Freud en esta línea, ha borrado los límites del lenguaje
tradicionalmente establecidos entre lo positivo y lo negativo, lo normal y anormal, y entre
lo patológico, comprensible y comunicable.
Con Georges Cuvier comenzó una nueva comprensión de la vida y su influencia sobre los
acontecimientos sociales y culturales. Los órganos de un ser vivo son vistos por él
atendiendo a sus funciones y estructura, las partes se hacen interactivas y las finalidades
se alcanzan de varios modos. La vida es la raíz de toda existencia y permite dibujar a las
organizaciones manteniendo relaciones continuas inclusive con el exterior. El dominio
biológico aparece como una fuerza primitiva y la ley de los seres. Pese a su aparente
“fijismo”, en Cuvier el hombre es un ser que se adapta, evoluciona, se somete al medio,
borra desequilibrios y actúa por pautas de vida colectiva.
Que los saberes modernos surjan en los intersticios del triedro epistemológico significa
que la imagen del hombre se multiplica y enfoca desde infinitos puntos de vista. Sin
embargo, la infinitud termina por borrarla. Por ejemplo, la Sociología pretende afirmar
su cientificidad en el modelo de la máthesis para respaldar cuantitativamente sus
enunciados; así, se centra en procesos económicos, y lo único que alcanza es ser una
mera variación del positivismo: se convierte en un quehacer intelectual estéril para
lanzar al pensamiento fuera de lo que ve, narra y explica; por esto solamente es lo que el
poder le permite expresar y le obliga a justificar.
“...el hombre es una invención reciente. El saber no ha rondando durante largo tiempo y
oscuramente en torno a él y sus secretos... entre todas las mutaciones... la que se inició
hace un siglo y medio y que quizá está en vías de cerrarse, dejó aparecer la figura del
hombre. Y no se trató de la liberación de una vieja inquietud, del paso a la conciencia
luminosa de una preocupación milenaria, del acceso a la objetividad de lo que desde
hacía mucho tiempo permanecía preso en las creencias o en las filosofías: fue el efecto
de un cambio en las disposiciones fundamentales del saber. El hombre es una invención
cuya fecha reciente muestra con toda facilidad la arqueología de nuestro pensamiento. Y
quizá también su próximo fin...Si esas disposiciones desaparecieran tal como
aparecieron, si, por cualquier acontecimiento cuya posibilidad podemos cuando mucho
presentir, pero cuya forma y promesa no conocemos por ahora, oscilaran como lo hizo, a
fines del siglo XVIII el suelo del pensamiento clásico, entonces podría apostarse a que el
hombre se borraría, como en los límites del mar un rostro de arena.”
Michel Foucault, Las palabras y las cosas
Foucault piensa que el hombre tiende a desaparecer en la episteme moderna por la
sustantivación positivista que preserva el poder. Las mil figuras del hombre dibujadas
con lenguajes fragmentados, son infinitas formas de una ciencia de intersecciones
disciplinarias con radicales límites: no puede reelaborar sus bases ni satisfacer las
exigencias de Heidegger, es incapaz de esbozar una nueva práctica discursiva de
resistencia contra las instituciones de vigilancia pertinaz y secuestro multiforme.
SUMARIO
1. Definición y división estándar de la ciencia
2. La problemática del método científico
3. Condiciones de cientificidad de una teoría
4. Los límites del lenguaje científico
1.
Definición y división estándar de la ciencia
a) DEFINICIÓN DE LA CIENCIA
El positivismo considera que las teorías congruentes forman una red científica en la que
adquieren relevancia las proposiciones construidas por procedimientos empíricos o
inferidas a partir de axiomas o supuestos. El modelo en red para los filósofos y científicos
del Círculo de Viena, se realiza perfectamente en el caso de la Física (que tiene sólida
coherencia). Esta disciplina resulta ejemplar para las demás ciencias naturales
(fisicalismo).
El fisicalismo establece que la Física es el modelo para las demás disciplinas y supone
que en su trama se incorporan las demás ciencias logrando una articulación unificada del
conocimiento. Las ciencias naturales tienen una trama deductiva consolidada por
procedimientos racionales (completitud), y sus enunciados explican suficientemente
regiones delimitadas del mundo real (consistencia), constituyéndose en modelo para las
ciencias sociales.
Por axiomas es conveniente entender las verdades evidentes por sí mismas, los
contenidos que aparecen a la luz de la razón como verdaderos de suyo. Un supuesto en
cambio, es una proposición que expresa un punto de partida que puede ser
razonablemente aceptable para desarrollar un proceso de inferencia. De los supuestos se
deducen nociones teóricas y contenidos que constituyen la trama de la red científica.
Como puntos de partida existen principios que señalan posiciones ontológicas (visiones
de la realidad), y concepciones del mundo. El positivismo no acepta principios superiores
diferentes a los de la ontología y la lógica aristotélica.
“La lógica formal moderna se esfuerza por lograr la mayor exactitud posible. Este fin
puede ser alcanzado sólo por medio de un lenguaje preciso edificado sobre la base de
signos estables, visualmente perceptibles. Un tal lenguaje es indispensable para cualquier
ciencia. Toda verdad científica, para ser percibida y verificada, debe ser expuesta en una
forma externa inteligible para cualquiera. La lógica formal moderna presta, por tanto,
máxima atención a la precisión del lenguaje.”
Jan Lukasiewicz,
La silogística de Aristóteles desde el punto de vista de la lógica
Con conceptos articulados se construye las leyes de la ciencia, las cuales explican la
realidad. Tal explicación se da de dos formas: muestra racionalmente por qué causas
suceden los fenómenos de la naturaleza o los procesos individuales y sociales, o
identifica las estructuras fundamentales que justifican las tesis lógicas o matemáticas. Las
leyes científicas son el núcleo del conocimiento. El positivismo las concibe como
verdades probadas (deductiva o inductivamente), y como enunciados generales relevantes
para explicar partes de la realidad. La explicación es precisa, confiable y efectúa
predicciones exactas. Si bien en las disciplinas científicas existe una dimensión deductiva
que permite construir leyes, en casi todo quehacer científico es imprescindible también
una base empírica para su construcción.
Las ciencias fácticas son el segundo grupo de disciplinas señalado por el positivismo. Se
trata de ciencias que trabajan objetos reales como los hechos de la naturaleza y los
procesos sociales. Los objetos reales ocupan un lugar en el espacio, son temporales y
perceptibles. Por lo mismo, son susceptibles de ser observados, medidos, comparados
analizados y predichos.
Teorías sobre
Demostración
FORMALES Ideales entes lógico- Deductivos Racional
Completa
matemáticos
Teorías sobre
fenómenos Verificación-
Inductivos
FÁCTICAS Reales naturales y
y Deductivos
De hecho confirmación
procesos experimental
sociales
Los objetos sociales se refieren a la conducta humana y a los procesos que conciernen a la
sociedad. Según el positivismo, acá se incluye la historia, aunque a esta disciplina no le
reconoce casi ningún valor científico. La misma posición se repite en el caso de los demás
quehaceres vinculados a las humanidades. Estos campos involucran al sujeto que los
cultiva, por lo que no es posible alcanzar objetividad ni neutralidad. Tampoco, en lo
concerniente a las ciencias sociales, se puede formular leyes de validez universal ni
verdades incuestionables.
Conocimiento especializado,
claro y preciso;
comunicable y
verificable.
Las ciencias fácticas deben seguir métodos inductivos si es que pretenden que sus
contenidos expliquen la realidad social o natural. El contexto de descubrimiento; es decir,
las categorías y nociones básicas que hacen viable la práctica de investigación, se asienta
sobre los fundamentos de la observación y la experimentación contrastable.
“Recolectar los datos implica tres actividades estrechamente vinculadas entre sí:
a) Seleccionar un instrumento o método de recolección de los datos entre los
disponibles en el área de estudio en la cual se inserte nuestra investigación o
desarrollar uno. Este instrumento debe ser válido y confiable, de lo contrario no
podemos basarnos en sus resultados.
b) Aplicar ese instrumento o método para recolectar datos. Es decir, obtener
observaciones, registros o mediciones de variables, sucesos, contextos, categorías u
objetos que son de interés para nuestro estudio.
c) Preparar observaciones, registros y mediciones obtenidas para que se analicen
correctamente.”
Roberto Hernández, Carlos Fernández & Pilar Baptista,
Metodología de Investigación
MYTHOS
Implica compromiso y complicidad
Refiere una cultura de formación de identidad y de adscripción
Piensa lo femenino como poder oscuro de las diosas de la tierra
Evoca la fertilidad, la familia, la sangre y los principios generativos
Establece una relación mística, sagrada y holista con la naturaleza
LOGOS
Implica individualismo y autonomía
Refiere condiciones de neutralidad y objetividad
Piensa la filosofía y la ciencia como un poder luminoso del
hombre sobre la naturaleza
Evoca la abstracción, el método científico, las formas esenciales y los
principios de la verdad.
Establece una relación racional y posesiva con el mundo de las esencias.
El avance de la razón habría sido posible gracias al progresivo deterioro de la narración
mítica. Platón surgió en la historia de Occidente, levantándose por encima de la tumba de
Homero, destruyendo con el análisis racional (filosófico y científico), a la mimesis, la
analogía y el sentimiento vívido de lo concreto. En la narración mítica hubo la primacía del
oído, la transmisión oral y la vivencia lúdica; fue central la imaginación y representación de
un mundo cultural cómplice y arcano. Sin embargo, esto estaba destinado a desaparecer y
dar paso a otra hegemonía ideológica: la creencia en el logos y la apuesta en el método
racional y científico.
3.
Condiciones de cientificidad de una teoría
a) OBJETIVIDAD Y NEUTRALIDAD
El positivismo fija dos condiciones para que un conocimiento sea científico: la objetividad
y la neutralidad. Sin embargo, para afirmar tales condiciones, se requiere suponer la
separación discreta entre el objeto y el sujeto; y por otra, es imprescindible admitir la teoría
de la correspondencia de la verdad. Que el objeto esté separado del sujeto implica que el
contenido de aquél es aprehendido por éste de modo que la imagen en la conciencia del
sujeto corresponde al objeto. Tal, la objetividad que se define como la correspondencia 62
entre las determinaciones del objeto y la imagen de éste.
La actividad científica exige poner entre paréntesis todos los factores de la subjetividad del
investigador que podrían distorsionar el conocimiento “imparcial” del objeto de estudio. La
neutralidad por una parte y la objetividad por otra, son los ideales positivistas que realizan
con plenitud en las ciencias formales y naturales. En las ciencias sociales, la satisfacción de
las condiciones es tan despreciable que se asume como inexistente.
Objetividad y neutralidad como condiciones de cientificidad
OBJETIVIDAD
CONCIENCIA
PENSAR
REALIDAD
SER
imagen
objeto
conocido
sujeto NEUTRALIDAD
conocimiento
cognoscente verdadero
El llamado cientista social por lo general está demasiado vinculado con el objeto estudiado.
Es más o menos evidente su interés, al margen de los propósitos cognoscitivos que le
motiven a realizar su trabajo. Tanto por los resultados que busca (pautas de acción para
modificar la realidad), como porque “objetiva” parte del cuerpo social, la neutralidad y
objetividad no son alcanzadas. En conclusión, para el positivismo, su quehacer sobre
objetos sociales carece de cientificidad.
La teoría positivista supone que las ciencias naturales son un ejemplo para las disciplinas
sociales. Sea por la pertinencia y precisión de las explicaciones en Física, sea por los logros
exhaustivos de las taxonomías en Biología, o el rigor infalible de las leyes en Química; las
características de las ciencias naturales, son un modelo de imitación para las disciplinas
sociales.
Las humanidades y las disciplinas que trabajan objetos artísticos y culturales; tienen la más
baja categoría frente a las ciencias naturales. Un factor que influye es la permanente,
múltiple e inevitable subjetividad en la percepción y explicación de los objetos de estudio.
La mirada de un historiador e inclusive la de un sociólogo, no tiene según la opinión
positivista, la penetración, desinterés y perspicacia cuando ve por ejemplo un conflicto
social o un hecho histórico, en relación a la observación de un científico que percibe, mide
y analiza un fenómeno químico o meteorológico.
La teoría positivista de la ciencia muestra un claro desprecio por el quehacer de las ciencias
sociales y más por las humanidades. Sin embargo, se ha desarrollado varias críticas al
positivismo para reivindicar varias disciplinas y atacar su optimismo naturalista. Tanto es
así que incluso dentro de las ciencias naturales, no es posible sostener un exitismo basado
en la objetividad y neutralidad. Una sólida crítica se da por ejemplo, según el principio de
incertidumbre y la llamada paradoja del observador. La crítica se ha constituido desde la
física atómica pero se aplica con igual pertinencia, a las ciencias de la educación, la
Astrofísica o la Historia.
Desde que Werner Heisenberg enunció su famoso principio, ha quedado claro que la
proximidad del sujeto al objeto (imprescindible para observarlo), lo modifica. En
consecuencia, no es posible la objetividad; conocer algo implica transformarlo en el
momento mismo de percibirlo. Tal principio se expresa también como la paradoja del
observador: pretendiendo descubrir lo que es el objeto en sí, al observarlo, el sujeto
modifica sus determinaciones pudiendo percibir sólo los resultados de la transformación,
respecto de lo que era el objeto antes de ser observado y lo que es ahora, en el hecho
posterior. La condición de objetividad en consecuencia, tiene que renunciar a su sentido si
el conocimiento ha de ser posible.
4.
Los límites del lenguaje científico
Los positivistas del siglo XIX afirmaban con certeza que los problemas filosóficos no
tienen una solución definitiva; los del siglo XX creen que no son problemas. Desde
Augusto Comte la filosofía adquirió un carácter pernicioso para la ciencia; en la historia de
la humanidad, las civilizaciones más desarrolladas no sólo resolverían toda problemática
social científicamente, sino que lo harían gracias a que hubieran desterrado de su quehacer
intelectual, la ociosa e inútil actitud, reflexión y especulación filosófica.
En el siglo XX, entre los positivistas más destacados sin embargo, hay márgenes para la
filosofía. Se trata de la dimensión lingüística guiada por el ideal de formalizar el lenguaje
científico como un lenguaje lógicamente perfecto. La lógica matemática simboliza las
proposiciones atómicas y moleculares del lenguaje natural, del mismo modo el lenguaje
científico es simbolizado con precisión y rigor.
“En la práctica, el lenguaje es siempre más o menos vago, ya que lo que afirmamos no es
nunca totalmente preciso. Así pues, la lógica ha de tratar de dos problemas en su relación
con el simbolismo:
* Las condiciones para que se dé el sentido mejor que el sinsentido en las
combinaciones de símbolos.
* Las condiciones para que exista unicidad de significado o referencia en los símbolos
o en las combinaciones de símbolos.
El lenguaje lógicamente perfecto tiene reglas de sintaxis que evitan los sinsentidos, y tienen
símbolos particulares con un significado determinado y único.”
Bertrand Russell,
“Prólogo” al Tractatus logico-philosophicus
Para las ciencias fácticas el positivismo señala tres formas de constatación de la verdad de
las proposiciones. En primer lugar, la verificación experimental, la confirmación empírica
en segundo, y por último, la posibilidad de falsación de una teoría. Los filósofos y
científicos del Círculo de Viena, han substituido la idea tradicional de verificación
experimental por la noción de confirmación.
Así, más que suponer que la verificación muestra la verdad de las proposiciones; es
preferible aceptar que las generalizaciones empíricas se confirman con los datos de la
observación una y otra vez; que el grado de dicha confirmación está relacionado con el
número y los tipos de casos observados, y que partiendo de la suposición de que las
generalizaciones son verdaderas se puede confirmar (mediante procedimientos analíticos),
la verdad de las hipótesis y las leyes.
Con la famosa falsación de la proposición todos los cisnes son blancos (se encontró un
enclave natural aislado donde existían cisnes negros), Karl Popper ejemplifica que incluso
la confirmación empírica debe ser parte de una teoría más amplia sobre la validación, se
trata de la “teoría de la falsación”.
Para Popper, una teoría es parte de las ciencias fácticas si y solamente si puede ser
“falseada”; esto significa que la teoría debe aceptar explícita o implícitamente cuándo
ciertos hechos naturales o sociales se constituyen en “falsatorios” de la misma. Se trata de
cuándo la evidencia empírica es lo suficientemente compacta para horadar los núcleos de
una teoría (en sus definiciones, leyes y generalizaciones inductivas partiendo de anomalías
respecto de los hechos que predice), debiendo en tal caso ser abandonada.
¿Todos los
cisnes son
blancos?
En rigor, esta posición no es una forma de validación de las teorías científicas, sino una
condición de cientificidad de las mismas que no prueba su verdad definitivamente. La
falsabilidad en este sentido, hace de la ciencia sólo un conjunto de conjeturas “falibles” que
son científicas porque están establecidas las condiciones fácticas de su posible refutación.
Popper considera que las ciencias tienen un rasgo predictivo; es decir, que al señalar ciertas
condiciones o causas, al indicar las leyes que permiten entender cómo o por qué suceden
ciertos fenómenos, las ciencias fácticas prevén los efectos, anticipan las consecuencias y
predicen los hechos que pasarán. Sin embargo, en el caso de las ciencias naturales no hay
que tomar a las leyes, como causas constantes y esenciales que ordenan el mundo y que se
realizarían en la naturaleza. Para exponer sus ideas al respecto, ha desarrollado la teoría de
los tres mundos.
Existe un mundo (M1) en el que acaecen los procesos sociales y los estados físicos; se trata
de la realidad “en sí” que condiciona al segundo mundo. Este otro (M2), es el mundo de la
conciencia en el que se configuran las imágenes, las percepciones, las representaciones y
las asociaciones provenientes del Primer Mundo.
“Hemos de admitir que, estrictamente hablando, las leyes científicas no pueden ser probadas
y no son, por lo tanto, verdaderas. Aún así, su grado de probabilidad es aumentado por cada
caso que las confirma. En cada momento, la continuación del mundo aporta innumerables
billones de estos casos, que se suman al conjunto del pasado conocido, y nunca un simple
caso contrario. Por eso, si las leyes no son ciertas, son al menos probables en el más alto
grado que se puede concebir; y en la práctica, si no en la teoría, esto viene a ser lo mismo
que la certeza.”
B. Magee, Popper
SUMARIO
5. Elaborar proyectos de investigación y planificar su ejecución
6. De la definición del problema a la formulación de la hipótesis
7. Evaluación de proyectos de investigación
8. Las ciencias sociales y la investigación educativa
1.
Elaborar proyectos de investigación
y planificar su ejecución
Un proyecto describe las actividades que se realizará. Si es una investigación científica, las
actividades se articulan según un método que permite prever su culminación. Previamente
sin embargo, es necesario evaluar la factibilidad del proyecto, es decir la posibilidad de su
exitosa conclusión. Lo que se elabora antes del proyecto de investigación es el perfil del
mismo.
“Una de las primeras cosas que se han de hacer para empezar a trabajar con una tesis es
escribir el título, la introducción y el índice final; esto es, precisamente las cosas que todos
los autores hacen al final... Se objetará que según vaya avanzando el trabajo, este índice
hipotético habrá de ser reestructurado varias veces e incluso llegará a asumir una forma
completamente diferente. Cierto es. Pero lo reestructuraréis mejor si tenéis un punto de
partida a reestructurar... El plan de trabajo comprende el título, el índice y la introducción.
Un buen título ya es un proyecto. No hablo del título que se apunta en una libreta muchos
meses antes y que suele ser tan genérico que permite variaciones infinitas; hablo del título
“secreto” de vuestra tesis, el que suele aparecer luego como subtítulo... Para acabar, un
índice-hipótesis habría de tener la siguiente estructura:
a. Estado de la cuestión
b. Las investigaciones precedentes
c. Nuestra hipótesis
d. Los datos que podemos ofrecer
e. Análisis de los mismos
f. Demostración de la hipótesis
g. Conclusiones y orientaciones para el trabajo posterior”
Umberto Eco,
¿Como se hace una tesis?
b) DIVISIÓN DE LA INVESTIGACIÓN SEGÚN OBJETIVO Y MÉTODO
POR EL OBJETIVO
Pura
Aplicada
Desarrollo
experimental
Exploratoria
Descriptiva
Explicativa
Experimental
Semi-experimental
Operativa
POR EL METODO
Acá se procesa la información, analizándose los datos que fueron colectados por
procedimientos convenientes. La etapa teórica es la última; en ella se infiere las
conclusiones y se ordena los resultados mostrando los nuevos conocimientos alcanzados.
Cuadro general de las etapas de investigación
LÓGICA
FORMULACIÓN
Y REDACCION DELIMITACIÓN FORMULACIÓN
DEL MARCO DEL TEMA DE Y REDACCION
CONCEPTUAL INVESTIGACION DEL PROBLEMA
(Marco teórico)
METODOLÓGICA DISEÑO
METODOLOGICO
DATOS
TÉCNICA
Procesamiento
de datos
Análisis y
(tratamiento RESULTADOS discusión
de la
información)
CONCLUSIONES
TEÓRICA RESPUESTAS (Síntesis y
producto)
Etapas del proceso de investigación científica
2.
De la definición del problema a la
formulación de la hipótesis
Se identifica los problemas desde una perspectiva deductiva (por ejemplo, si se busca
identificar un nuevo espécimen dentro de una taxonomía establecida); o inductiva
(descripción de una nueva especie en comparación a otras de la misma familia). Todo
problema es parte de un tema. Los temas son los ámbitos teóricos de carácter general donde
surgen los problemas. (por ejemplo, un tema de investigación son los medios de
comunicación de masas y un problema, la incidencia de un determinado canal de televisión
sobre la educación no formal de adolescentes). Aparece un problema de investigación
cuando se advierte un vacío o una dificultad de conocimiento, respecto de situaciones que
demandan una respuesta para explicarse por qué y cómo ocurren los fenómenos.
La identificación del problema consiste en aislarlo como parte de un tema de investigación,
de manera que por medio de la observación se pueda establecer una forma de comprobar
posibles hipótesis. Para la identificación del problema se requiere definir un conjunto y
efectuar la selección. Estos momentos de la investigación incluyen análisis de fuentes
externas, un proceso primario de elaboración lógica, y la redacción. Hecho esto se formula
el problema como pregunta o enunciado, refiriendo sus dimensiones exactas; en particular,
sobre la información que se debe obtener para alcanzar una solución.
La primera etapa del marco teórico incluye la revisión bibliográfica para obtener
información sobre el tema. Acá también se selecciona el material útil de distintos
documentos para extraer, recopilar y sistematizar conocimientos. La segunda etapa consiste
en la adopción de parte del investigador, de nociones teóricas, conceptos, perspectivas y
puntos de vista que empleará en su trabajo.
La revisión bibliográfica establece qué conocimiento existe hasta ese momento. Muestra si
existe alguna pauta de respuesta a la pregunta de investigación. En tal caso puede darse lo
siguiente: (a) existe una teoría concluida con abundante evidencia empírica para aplicarse al
problema; (b) hay varias teorías pertinentes, (c) hay elementos teóricos fragmentarios con
evidencias empíricas parciales que podrían aplicarse al proceso. Finalmente, es posible que
(d), apenas se disponga de ciertas ideas vagas y guías en relación al problema de
investigación.
Antecedentes de anteriores
investigaciones
Datos estadísticos
VARIABLES HIPOTESIS
Formulación de la hipótesis
Los juicios de valor dejan comprender la relevancia del proyecto de investigación. Son
parte de la justificación, donde se refiere el impacto científico y tecnológico de la
investigación como incremento de conocimiento. El impacto, en caso de investigaciones
aplicadas y de desarrollo experimental, está centrado en la dimensión social y económica.
Una investigación educativa por ejemplo es justificada con expresiones tales como la
siguiente: “la investigación busca el mejoramiento de la enseñanza pública en el nivel
primario, los primeros dos grados en el área de matemática”.
Los objetivos de investigación
Existen tres momentos y tres formas de evaluar los proyectos de investigación científica: la
evaluación ex ante que corresponde a los proyectos presentados para ser ejecutados; en
segundo lugar, la evaluación de seguimiento realizada en relación a los avances durante una
etapa de ejecución; y la evaluación ex post hecha a los resultados obtenidos cuando el
proyecto ha concluido.
Los proyectos que concursan entre sí buscando ser aprobados por las unidades de
investigación para llevarse a cabo, deben satisfacer varios criterios. Estos se dan en tres
ámbitos: En primer lugar, la evaluación formal consiste en satisfacer requisitos sobre las
condiciones para presentar proyectos de investigación. Los requisitos se fijan por las
unidades que hacen las convocatorias. Existen distintos formatos internacionales que se
aceptan como válidos, además de pautas señaladas por quienes cumplen labores de gestión
de la investigación.
En segundo lugar, la evaluación de contenido del proyecto sólo puede ser realizada por
especialistas en la temática o área de trabajo respectiva. Incluye la valoración del estado del
arte en la disciplina o campo correspondiente. Se toma en cuenta también la plausibilidad
científica del proyecto, y la prospectiva realista de los resultados esperados. En esta
evaluación se aprecia la experiencia y formación del equipo de trabajo que llevará adelante
la investigación. En tercer lugar, la evaluación política implica considerar la pertinencia del
proyecto según las líneas de trabajo, proyecciones estratégicas del instituto de
investigación, y las prioridades sociales a nivel “meso” y macroscópico.
ANÁLISIS SITUACIONAL
JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO
OBJETIVOS
MARCOS DE REFERENCIA
ESTRUCTURA O DISEÑO METODOLÓGICO Presupuesto
Cronograma
ASPECTOS ADMINISTRATIVOS
Personal
Informes
Resultados
4.
Las ciencias sociales y la investigación educativa
Los objetos sociales tienen cierta peculiaridad que dificulta conocerlos e imposibilita que
las ciencias que los estudian alcancen resultados como en las disciplinas naturales. Por una
parte son objetos que difícilmente se puede manipular; los experimentos por lo tanto, no
son posibles. Existen razones éticas que impiden hacer experimentos con personas, pero
además, no se puede presuponer que los acontecimientos sociales se repitan de forma que si
se conoce algún caso se pueda determinar las características de todos los demás. No está
exento de duda y reticencia incluso que se pueda hablar de hechos sociales “de la misma
clase”.
“Distinguimos cuatro clases de hechos cuya observación es requerida por los problemas que
estudiamos: documentos escritos, monumentos o hechuras materiales, pequeñas o grandes,
fabricadas por los hombres; conductas observables fabricadas también por los seres
humanos y observables entre ellos, lo que técnicamente llamamos observación de campo;
finalmente las ocurrencias observadas en el laboratorio. Los avances de la electrónica...han
incrementado la capacidad de observación...”
Felipe Pardinas, Metodología
técnicas de investigación en ciencias sociales
“No se puede lograr confiabilidad ni profundidad, a menos que se tenga bien presente que la
entrevista es, fundamentalmente, un proceso de acción social recíproca. Su finalidad
primordial puede ser la investigación, pero ésta es su finalidad para el investigador. Para el
contestante, puede tener unos cimientos y un significado totalmente diferentes. Aunque, por
su carácter de acción social recíproca los dos tengan como interés común la investigación, o
sea el proceso de obtener información, está estructurada de tal modo que se necesita prestar
considerable atención a dicho aspecto... El proceso de la acción social recíproca en la
entrevista se complica por el hecho de que el entrevistado también tiene su visión. Esto
quiere decir que el entrevistador tiene no sólo que hacer el intento de captar
conscientemente el significado real de las respuestas dadas por el entrevistado, sino que
también debe percatarse del hecho de que el contestante está, a su vez, haciendo conjeturas
respecto a los motivos del entrevistador...”.
William Goode y Paul Hatt,
Metodología de investigación social
La educación es desde el punto de vista social y económico, una actividad de servicio. Sin
embargo, como otras, puede someterse a distintos procesos de investigación. La exposición
sobre las investigaciones operativas ha mostrado la pertinencia de realizarlas para tratar
temas como la evaluación de eficacia, eficiencia o efectividad de actividades pedagógicas,
tecnologías educativas o diseños curriculares.
Cuando se evalúa por ejemplo un diseño curricular, existen algunos aspectos que cabe
destacar. El investigador empleará según el caso, algunos instrumentos de las ciencias
sociales (cuestionarios o, entrevistas); y procederá a realizar según el enfoque cualitativo o
cuantitativo, estudios de caso o análisis estadísticos definidos por el marco teórico. Tal vez
con los datos confirme o modifique su hipótesis de trabajo, referida a la opinión de los
usuarios sobre el grado de satisfacción que les ofrece el diseño curricular en cuestión. Así,
la hipótesis confirma las tendencias de opinión sobre esa realidad educativa, pero nada más.
Existen otras formas de evaluar el diseño curricular referido. (I) Empleando entrevistas o
cuestionarios se recurre a especialistas, a los beneficiarios del servicio, a quienes lo han
implementado, y a un entorno amplio de actores que constituyen la población involucrada.
Pero también la evaluación del diseño se puede hacer, (II) siguiendo criterios de coherencia
interna, (III) de relación con la realidad, o (IV) comparación con otros diseños. Siendo así
se elabora la hipótesis de trabajo para confirmarla de modo estadístico o según la aplicación
de la metodología Delphis, o alguna otra entre las existentes.
Desde otra perspectiva (I o III por ejemplo), la valoración del diseño curricular exige
interacción con las personas entrevistadas, quienes son expertos o usuarios. Si se considera
el grado de satisfacción que brinda para enfrentar las demandas sociales locales, es
necesario recurrir a la opinión de especialistas quienes señalarán tales demandas como parte
de su visión de desarrollo social estratégico.
La evaluación del diseño curricular siguiendo el criterio comparativo (IV) debe delimitar
primero el o los pares que se usarán para la comparación. Asumir de modo mecánico que
en otras realidades diseños curriculares específicos han dado notables resultados por
ejemplo, en la formación de investigadores que generan nuevo conocimiento científico, no
es suficiente razón para creer que dichos diseños son óptimos para el caso en cuestión, o al
menos mejores que éste. Inclusive el contexto cultural constituye un escenario muy
particular en el que las comparaciones no pueden darse sin precisar las condiciones para
que un diseño en concreto sea tomado como modelo. Resulta evidente por otra parte, que
los puntos de vista del investigador, sus valores y prejuicios son elementos que influyen
sustantivamente en la elección de modelos de contraste y en los juicios de valor que
enuncian los ejecutores.
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La aventura del trabajo intelectual: Cómo estudiar e investigar. Fondo Educativo
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ÍNDICE
Prólogo
Dr. Raúl Calderón Jemio.……………………………………………………….… 7
Introducción….…….......…………………………………………………….… 9
4. Investigar en educación.................................................................................... 27
a. La investigación en instituciones educativas
b. Enseñar a investigar e investigar para enseñar mejor
Bibliografía …..….......……………………………………………………….… 95
Índice ……............………………….....…………………………………....….101