Clima Laboral (1) 23
Clima Laboral (1) 23
Clima Laboral (1) 23
El clima laboral es uno de los aspectos más importantes para una empresa y lo podemos definir como el
conjunto de condiciones sociales y psicológicas que caracterizan a la empresa, y que repercuten de
manera directa en el desempeño de los empleados.
Esto incluye elementos como el grado de identificación del trabajador con la empresa, la manera en que
los grupos se integran y trabajan, los niveles de conflicto, así como los de motivación, entre otros.
Desde hace un tiempo los expertos vienen hablando de la importancia del clima laboral a lo interno de las
empresas, pero muchas organizaciones aún fallan en esto. Uno de los principales problemas que presentan
es la falta de buenos canales de comunicación, lo que imposibilita que los empleados se sientan parte del
proyecto y que se involucren en el logro de los objetivos.
Lo que poco ayuda en una buena convivencia son las conductas arrogantes de los superiores y los ataques
constantes a los empleados, así como la falta de reconocimientos e incentivos por el trabajo bien hecho.
Para un trabajador, es importante que, si ha realizado bien su labor, se le felicite; y si lo ha hecho mal, se
le corrija y se le indique cómo mejorar.
Otro elemento que suele alterar el ambiente y provocar conflictos internos es la falta de equidad entre los
trabajadores que desempeñan una labor similar, en especial en lo que se refiere a sueldos y beneficios.
Tan importante se ha convertido el poder desenvolverse en un trabajo con un ambiente grato que cuando
no sucede, no hay dinero, ni beneficios que impidan que el profesional comience a buscar nuevos
desafíos, perjudicando los planes de retención de talento que tenga la organización. De hecho, se dice que
si no se tiene un buen clima laboral se está condenado al fracaso empresarial.
Entre los principales riesgos que genera la ausencia de políticas que permitan las buenas relaciones entre
los empleados están la alta rotación, baja productividad, dificultades en las comunicaciones y conflictos.
De presentar estos inconvenientes, es recomendable que los cargos superiores realicen ciertos cambios,
como intervenir jefaturas, reorganizar los equipos de trabajo, establecer canales de comunicación y
retroalimentación o romper con la rutina.
Hay que tener en cuenta que cada día surgen nuevas empresas y el medio es más competitivo, por lo que
el tener un excelente clima laboral es de suma importancia para tener una empresa de éxito, donde los
empleados logren sentirse comprometidos y, así, ofrezcan excelentes resultados para su empresa y para el
consumidor.
Hablar de mejoras en el clima laboral no es un tema fácil, es una tarea en la que deben participar todos los
trabajadores.
Aquellas percepciones de los profesionales sobre los comportamientos organizativos que afectan a
su rendimiento en el trabajo”. Hay Grupo.
Analicemos esta definición. Se está refiriendo concretamente a todos aquellos elementos relacionados con
los procesos de gestión, ya sean formales o informales (soportados, por tanto por la cultura de la
compañía, en los procedimientos establecidos o en la interpretación y uso que de éstos hagan los líderes
de los equipos) que influyen positiva o negativamente en el trabajo.
Con ellos se deja fuera todos los elementos del entorno físico (ergonomía) porque no están causados por
comportamientos organizativos.
Se deja también fuera todos aquellos aspectos organizativos que influyen en el rendimiento de su “capital
humano” a corto, medio o largo plazo. Esto permite concretar el clima, y las mejoras que puedan suceder
a su medición y análisis, en aquellos elementos que tienen al mismo tiempo interés para el profesional
(mejoran su percepción sobre la organización) y para la empresa (mejoran el rendimiento de sus equipos).
Para finalizar este punto hay que establecer la diferencia entre cultura y clima. Ambos conceptos afectan
al rendimiento profesional y ambos tienen su base en procesos y comportamientos comúnmente
aprendidos, pero el clima tiene una “labilidad” que no tiene la cultura. Es, el efecto que una cultura
empresarial, filtrada a través del liderazgo tiene en un momento determinado sobre los empleados. El
clima tiene, así un carácter temporal mientras que la cultura posee un carácter más duradero.
Primeramente, señalar la existencia de dos escuelas de estudio de clima laboral excluyentes entre sí:
· Enfoque dimensional: se asume que el clima es una percepción “multidimensional”, lo que explicaría
la variedad de percepciones –por la variabilidad en el desarrollo de cada dimensión- en las distintas
áreas de la organización según sus diversas circunstancias.
· Enfoque tipológico: en el que el clima tendría una configuración total, aún integrada por distintas
propiedades, lo que explicaría la existencia de un macroclima global de la organización, y la inercia
de éste.
· Clima de logro
· Clima de afiliación.
· Clima de poder
A continuación se muestran las seis dimensiones que se deben considerar a la hora de analizar el clima
laboral:
• Responsabilidad: el grado en que los individuos perciben que se les delega autoridad y pueden
desempeñar sus trabajos sin tener que consultar constantemente al supervisor y la medida en que sienten
que la responsabilidad del resultado está en ellos.
• Recompensas: el grado en que los individuos perciben que son reconocidos y recompensados por un
buen trabajo y que esto se relaciona con diferentes niveles de desempeño.
• Claridad: el grado en que los individuos perciben que las metas, los procedimientos, las estructuras
organizativas y el flujo de trabajo están claramente definidos, de manera que todo el mundo sabe que
tiene que hacer y a relación que estos guarda con los objetivos generales de la organización.
• Espíritu de equipo: el grado en la gente se siente orgullosa de pertenecer a la organización y sienten
que todos están trabajando hacia aun objetivo común.
· Autonomía / Conflicto
· Flexibilidad / innovación
El ambiente laboral es uno de los factores más influyentes en el bienestar de los empleados.
Por ambiente laboral o de trabajo entendemos todo aquello que involucra a los empleados en el trabajo,
como por ejemplo:
● La principal ventaja de un clima laboral positivo es que los empleados sienten como agradable la
idea de ir cada día a su trabajo. Esto les da una motivación que mantienen durante el resto del día.
No importa en qué tipo de empresa trabajes. Evaluar el ambiente laboral es una tarea que no debes pasar
por alto… ¿o acaso hay algo peor que ir cada día a un sitio donde detestas estar?
Cada trabajo es diferente, pero existen ciertas características muy valoradas por todos los trabajadores de
cualquier empresa. Podríamos decir que son puntos universales, con raras excepciones.
Hace sentir al empleado que su opinión importa, y que forma parte de la organización. Si se siente
valorado, se genera un sentimiento mutuo de afiliación.
Discutiendo de vez en cuando sobre la filosofía, la misión y los valores de la empresa, podremos
asegurarnos de que todos los miembros trabajen más allá de por un simple sueldo. Esto hace mucho más
sencillo que puedan compartir sus puntos de vista sobre cómo alcanzar los objetivos de la empresa.
Una comunicación abierta y bidireccional acaba con los clásicos obstáculos de las organizaciones
jerarquizadas e incrementa la confianza entre compañeros; así como entre líderes y líderados. Se fomenta
el respeto mutuo entre todos los miembros, sin importar sus estatutos oficiales. Los empleados se sienten
animados a sugerir ideas para mejorar los procesos de trabajo, y la respuesta es un mejor ambiente laboral
para toda la organización.
2. Conciliación laboral
Para que un ambiente laboral positivo sea posible, debe existir cierto equilibrio entre la vida personal y
laboral de los trabajadores. Normalmente, un sentimiento de equilibrio mejora la satisfacción entre los
empleados, porque sienten que pueden atender otros aspectos de sus vidas, tan importantes como el
trabajo.
¿Alguna vez has oído que un buen empleado es aquel que se sacrifica por su trabajo, depositando grandes
esfuerzos y parte de su tiempo personal para crecer profesionalmente? Estas personas muchas veces se
vuelven adictas al trabajo y dejan de lado otros aspectos importantes de su vida, mermando cualquier
posibilidad de un buen ambiente en el trabajo.
La responsabilidad de un gerente es premiar a los empleados que mantienen buenos hábitos y que se
esfuerzan por conciliar su vida personal con el trabajo, para que eso repercuta positivamente en su
productividad.
Aquí es donde la organización debe tomar las medidas oportunas para que los empleados entiendan los
beneficios de mantener ese equilibrio en sus vidas, incluyéndolo en la declaración de su misión.
Una organización centrada en mantener y mejorar su productividad general cuenta con una hoja de ruta
clara para capacitar a sus empleados hacia los dos tipos de habilidades que pueden desarrollar: habilidades
duras y blandas.
Las habilidades duras tienen un impacto directo en la productividad. Por ejemplo, cuando un trabajador
sabe cómo manejar el nuevo programa de gestión de clientes podemos decir que tiene habilidades duras.
Las habilidades blandas tienen que ver con las capacidades interpersonales que tienen que ver con la
moral de la organización. Se engloban aquí las dotes comunicativas, la automotivación, el liderazgo, el
trabajo en equipo, la resolución de problemas o la flexibilidad.
Mediante un clima laboral positivo se puede mejorar la eficiencia e inculcar actitudes positivas entre
todos los miembros de la organización.
4. Reconocimiento del trabajo duro
Las recompensas son un gran estímulo para fomentar ciertas conductas en las personas. En psicología,
esto se conoce como refuerzo positivo bajo condicionamiento operante. Pero también se puede emplear en
la gestión del comportamiento dentro de tu empresa, premiando a aquellos empleados que se esfuercen
más. Esto promoverá actitudes similares en el futuro.
Una recompensa no tiene por qué ser monetaria; ni siquiera tiene por qué ser tangible. En ocasiones, un
simple reconocimiento verbal por parte del líder es suficiente para motivar a los empleados. Este enfoque
es saludable, porque los empleados se sentirán igualmente valorados, aunque no reciban nada a cambio.
Reconociendo su presencia
Las interacciones diarias también son muy efectivas a la hora de reconocer los esfuerzos, aunque tan solo
sean pequeños logros. Sus reconocimientos deben ser específicos y personales, para que el empleado
sienta que se le toma en serio y se le valora.
Resolver los conflictos en equipo evoca una sensación de unidad en el equipo, que hará que los
empleados se sientan parte de un grupo que les apoya. En lugar de sentir que trabajan para sí mismos,
reconocerán que se encuentran trabajando para algo más grande que ellos mismos: para su equipo.
Solo es posible inculcar un fuerte espíritu de equipo cuando los diferentes compañeros de trabajo toleran
y aceptan las diversas perspectivas y estilos de trabajo.
Para mejorar el ambiente laboral, es importante dedicar algo de tiempo a realizar actividades que
fortalezcan los vínculos positivos de cada empleado, al mismo tiempo que se anulan los negativos.
Celebrar fechas importantes, como cumpleaños; o tratar los problemas como un equipo, hará que cada
miembro se sienta único.
El pensamiento grupal sucede cuando el espíritu de equipo es alto. Este fenómeno psicológico tiene lugar
cuando la cohesión del grupo es tan fuerte que los juicios o la toma de decisiones se nublan.
Cuando esto sucede, los empleados tienden a apoyar cualquier decisión que se tome como equipo, sin
plantear objeciones válidas. La solución para ello, es tener un miembro que desempeñe el papal de
Defensor del Diablo durante las discusiones.
El clima laboral es el medio ambiente humano y físico en el que se desarrolla el trabajo cotidiano. Influye
en la satisfacción y por lo tanto en la productividad. Está relacionado con el "saber hacer" del directivo,
con los comportamientos de las personas, con su manera de trabajar y de relacionarse, con su interacción
con la empresa, con las máquinas que se utilizan y con la propia actividad de cada uno.
Es la alta dirección, con su cultura y con sus sistemas de gestión, la que proporciona -o no- el terreno
adecuado para un buen clima laboral, y forma parte de las políticas de personal y de recursos humanos la
mejora de ese ambiente con el uso de técnicas precisas.
Mientras que un "buen clima" se orienta hacia los objetivos generales, un "mal clima" destruye el
ambiente de trabajo ocasionando situaciones de conflicto y de bajo rendimiento.
Aquí te presentamos 10 factores que serán esenciales para fomentar y cuidar el desarrollo de un clima
laboral adecuado:
1. Condiciones físicas.
Las condiciones físicas contemplan las características medioambientales que dispone la empresa para que
los empleados desarrollen su trabajo: la iluminación, el sonido, la distribución de los espacios, la
ubicación de las personas, los utensilios, etcétera. Se ha demostrado científicamente que la mejora hecha
en la iluminación aumentan significativamente la productividad. Además, un medio con filtros de cristal
óptico de alta protección en las pantallas de los ordenadores, sin papeles ni trastos por el medio y sin
ruidos, facilita el bienestar de las personas que pasan largas jornadas trabajando y repercute en la calidad
de su labor y de la empresa.
2. Independencia.
La independencia mide el grado de autonomía de las personas en la ejecución de sus tareas habituales.
Favorece al buen clima el hecho de que cualquier empleado disponga de toda la independencia que es
capaz de asumir.
3. Implicación.
Se refiere al grado de entrega de los empleados hacia la empresa. Es muy importante que sepas que la
mejor forma de generar implicación en tus empleados es a través de un liderazgo eficiente y unas
condiciones laborales aceptables. Si no se consigue hay riesgo de escapismo y absentismo laboral.
4. Igualdad.
Este es un valor que mide si todos los miembros de la empresa son tratados con criterios justos. La escala
permite observar si existe algún tipo de discriminación. El amiguismo y la falta de criterio ponen en
peligro el ambiente de trabajo sembrando la desconfianza y el rencor.
5. Liderazgo.
Es muy importante la capacidad de los líderes para relacionarse con sus colaboradores. Un liderazgo que
es flexible ante las múltiples situaciones laborales que se presentan, y que ofrece un trato a la medida de
cada colaborador, genera un clima de trabajo positivo que es coherente con la misión de la empresa y que
permite y fomenta el éxito.
6. Relaciones.
El grado de madurez, el respeto, la manera de comunicarse unos con otros, la colaboración o la falta de
compañerismo, la confianza, todo ello son aspectos de suma importancia. La calidad en las relaciones
humanas dentro de una empresa es percibida por los clientes.
7. Reconocimiento.
Es fácil reconocer el prestigio de quienes lo ostentan habitualmente, pero cuesta más ofrecer una
distinción a quien por su rango no suele destacar. Cuando nunca se reconoce un trabajo bien hecho,
aparece la apatía y el clima laboral se deteriora progresivamente.
Lo más recomendado para evitar esta situación es que la empresa cuente con un sistema de
reconocimiento del trabajo bien hecho. En el área comercial, el reconocimiento se utiliza como
instrumento para crear un espíritu combativo entre los vendedores, generalmente, estableciendo premios
anuales para los mejores. Sería muy útil trasladar la experiencia comercial hacia otras áreas, premiando o
reconociendo aquello que lo merece.
8. Remuneraciones.
El sistema de remuneración es fundamental para el buen clima laboral. Los salarios medios y bajos con
carácter fijo no contribuyen, porque no permiten una valoración de las mejoras ni de los resultados. La
asignación de un salario inmóvil, inmoviliza a quien lo percibe. Los sueldos que sobrepasan los niveles
medios son motivadores, pero tampoco impulsan el rendimiento. Las empresas competitivas han creado
políticas salariales sobre la base de parámetros de eficacia y de resultados que son medibles. Esto genera
un ambiente motivado hacia el logro y fomenta el esfuerzo.
9. Organización.
La formación, las expectativas de promoción, la seguridad en el empleo, los horarios, los servicios
médicos, entre otros, son factores que también inciden fuertemente en el clima laboral.
Según un estudio realizado por The Conference Board, únicamente el 45% de los trabajadores de
Estados Unidos se encuentran satisfechos en el puesto laboral que ejercen, cuando hace 26 años
el 61% de los empleados se encontraban satisfechos. Esto concluye a que la mayoría de personas
no son felices en las empresas donde trabajan y este índice va creciendo día con día.
El clima organizacional está compuesto por diferentes elementos, los cuales son fundamentales
para el buen desempeño de las empresas, pueden ser factores de diferenciación entre ellas.
Para que un colaborador alcance todo su potencial productivo, debe contar con las condiciones
adecuadas para desempeñarse. No basta con tener un gran entrenamiento y las herramientas de
trabajo disponibles, es clave que se sienta motivado, satisfecho y feliz con su trabajo, con su
entorno, con sus compañeros y con sus jefes.
Las organizaciones deben lograr un óptimo ambiente laboral para sus trabajadores, para que
éstos se sientan motivados a la hora de cumplir con sus tareas. Si bien existen muchas formas de
motivar, es preciso conocer si las empresas le dan al clima laboral la importancia adecuada.
Los tiempos cambian, y las sociedades y sus necesidades también. Así como la nueva Era del
conocimiento implica que las empresas sean más o menos competitivas según la gestión del
capital intelectual, un componente vital de este activo intangible es el clima organizacional; el
fruto de la relación de la empresa con sus empleados en el día a día, las gestión de las normas
internas, la comunicación interna, la capacitación según necesidades, la retribución por
desempeño y los beneficios y todas las acciones y procesos que afecten el ambiente de trabajo,
entre otras.
Anexo