El Rey David
El Rey David
El Rey David
Cuando el pueblo de Israel entro en la tierra prometida, se llevó muchos años establecerse, hasta
que Dios le dio un rey que los gobernase en su nombre, El primer rey, Saúl, no fue fiel a Dios; pero
luego Dios eligió a David para reinar sobre su pueblo.
David era un muchacho nacido en Belén que pastoreaba las ovejas de su padre. Dios lo eligió por
medio del profeta Samuel para ser rey y lo consagro derramando aceite sobre su cabeza (1 S16, 11-
13).
A poco de ser consagrado, puso su confianza en Dios y venció con una simple honda y su bastón a
un gigantesco guerrero enemigo, Goliat, que amenazaba a Israel.
Cuando Saúl murió y David comenzó a reinar en Israel, el Señor le concedió la victoria sobre sus
enemigos y lo bendijo anunciándole que el Salvador prometido iba a ser rey, descendiente de David,
y que su reino duraría para siempre: “Suscitare después de ti una descendencia nacida de tus
entrañas y consolidare su reino (…) Yo mantendré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para
él un padre y el será para mí un hijo “. (2S7. 12-16). Esta promesa la cumplió Dios con Jesús,
descendiente de David. Que reina para siempre sobre todo el universo (Lc1,32-35).
David era humilde y tenía una relación de gran confianza con Dios. Como tenía mucha facilidad
para cantar y tocar música, componía poesías que le cantaba a Dios en forma de oración (2 S 22),
Muchas de esas poesías han sido inspiradas por Dios y están contenidas en los Salmos. Estos salmos
han sido utilizados por los hebreos primero y luego por los cristianos para alabar a Dios.