Seminario Desarrollando Tu Potencial
Seminario Desarrollando Tu Potencial
Seminario Desarrollando Tu Potencial
Introducción.
“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si
muere lleva mucho fruto”. Jn. 12:24.
“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el
hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”.
Ecl. 3:11.
“y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”.
Col. 3:10.
Cada uno de nosotros somos parte de la nueva generación que Dios levanta para restaurar El salvador
y tomar la tierra que Él nos ha dado aquí en Jayaque, todos estamos dentro del plan de Dios, él nos ha
escogido para este tiempo.
Somos diferentes. Y como parte de esa generación tenemos en nuestro ser un potencial ilimitado dado
por Dios para poder llevar a cabo la tarea que Él nos ha encomendado, transformar nuestra nación.
Además, Dios no sólo es el que siembra, sino que también él que cuida de esa siembra para que esta
de fruto, o sea, que el potencial dormido pueda florecer y llegar a ser visto.
Si uno no siembra es imposible cosechar, se cuenta que al descubrirse las pirámides de Egipto los
arqueólogos encontraron tinajas con semillas de más de 2000 años de antigüedad en su interior. Para
ver si se había preservado decidieron tomar algunas y sembrarlas; y se sorprendieron al ver al cabo del
tiempo que estas semillas estaban creciendo; por 2000 años permanecieron guardadas, pero su
potencial era el mismo; sólo que estaba dormido esperando que alguien las siembre.
Pero para esto hay un proceso, un proceso de crecimiento, que lo podemos resumir en palabras de
Jesús: “si el grano de trigo no cae en tierra, y muere queda solo, pero si muere, lleva mucho fruto”.
Las necesidades básicas del hombre y la explotación del potencial.
Como seres humanos tenemos siete necesidades básicas que debemos conocer antes de abordar el
tema de nuestro potencial, pues para lograrlo debemos conocerlas, las necesidades a saber son:
* Necesidad de salvación. Es la más importante, constituye la base de todas las demás, ya que con
Jesús nuestra vida está completa. Cuando recibimos a Jesús nuestra vida empieza el proceso por el
cual será transformada; y gracias al cual nuestro potencial será expandido, por eso la Biblia dice que
“aquel que la buena obra empezó será fiel en terminarla en ustedes”.
* Necesidades fisiológicas. Muchos pueden considerar que estas necesidades nada tienen que ver con
lograr el máximo potencial;
* Necesidades de seguridad y protección. Para que una persona pueda desarrollarse a pleno debe
sentirse y saberse segura y protegida de toda clase de agresiones. Es imposible desarrollarse si uno
vive temeroso y ansioso.
* Necesidades de amor y pertenencia. Implica saber quiénes somos y de quien somos, saber que no
somos huérfanos ni desamparados, que no somos extraños ni lejanos, pues Dios nos ha adoptado
como sus hijos y todo lo que es de él es nuestro; y que en nosotros está su herencia genética, somos de
y para él; somos como él es. Su gloria y poder actúan en nosotros, somos participantes de su
naturaleza y tenemos su potencial. Dios nos da su amor.
Dios nos ama y cuida de nuestras pequeñas cosas(Él cuida de todas nuestras cosas). Su amor es puro,
no se puede expresar con palabras, por más bellas que sean. El amor de todos nuestros seres queridos
no se puede igualar al gran e infinito amor de Dios; que nos ama sin condición ni limites y sin cesar(su
amor no hace distinción). Sé muy bien que es una explicación muy pobre para describir lo que es el
amor de Dios, pero como dije antes es imposible expresar el infinito y eterno amor de Dios con
palabras humanas.
Dios nos escogió porque nos ama (Dt. 7:7-8).
Dios nos libra porque nos ama(Sal. 18:19). Una versión diferente en la traducción de la Biblia dice en
vez de "se agrado de mí" "me libró porque me amaba".
Dios nos perdona y restaura por que nos ama (Is. 40:1:11).
Dios no se olvida de nosotros porque nos ama (Is. 49:13-16).
Dios nos redimió porque nos ama (Is. 63:9).
Dios nos ama con un amor eterno y que nunca cesa (Jr. 31:3).
Dios nos ama desde que somos pequeños (Os. 11:1).
Dios nos atrae, hacia Él porque quiere abrazarnos, pues nos ama, nos atrae con cuerdas de amor(Os.
11:4).
Dios no nos abandona porque nos ama(Os. 11:8).
Dios nos ama a pesar de nuestros errores, aunque no lo merecíamos, no éramos dignos de ser amados,
nos ama de pura gracia, nos ama porque Él es amor(Os. 14:4, 1ªJn. 4:8b).
Dios nos dio a Jesús porque nos amaba(Jn. 3:16(el corazón de la Biblia).
El amor de Dios no cambia, permanece siempre, es inalterable(Jn. 13:1).
Jesús nos ama como el Padre le ama a Él(Jn. 15:9).
Su amor es muy grande, dio su vida por nosotros(Jn. 15:13).
Dios escucha y responde nuestras oraciones porque nos ama(Jn. 16:25-26).
Dios mostró su amor cuando Jesús murió por nosotros(Ro. 5:8) y por ese amor tenemos salvación.
Nada puede separarnos del amor de Dios, no importa lo que vivamos o pasemos, incluso no importa lo
que nosotros pensemos de nosotros mismos, su amor permanece para siempre y no cesa(Ro. 8:35).
Somos salvos por gracia, por su amor(Ef. 2:4-).
Somos hijos de Dios porque nos ama(1ªJn. 3:1).
Su amor hecha fuera todo temor(1ªJn. 4:18)
Dios nos amó primero(1ªJn. 4:19).
* Necesidades estimación. Dios nos ha aceptado como somos y nos ha perdonado, ahora debemos
aceptarnos a nosotros mismos y saber que somos valiosos e importantes para Dios, como una canción
dice: “Mi vida vale para el Señor, él dio su sangre por mí en la cruz”. Sólo Dios puede mostrarnos el
gran valor que nuestras vidas tienen para él, pero debemos aceptar nuestro valor.
* Necesidades de realización personal. Por desarrollar el proyecto de vida que Dios nos ha señalado,
desarrollar e pleno el potencial que ha puesto en nuestra vida. Saber que no se ha vivido en vano.
Estamos completos en Él, ya que en Jesús está nuestra plenitud, debemos vivir de acuerdo a esta
verdad, pues en ella radica el poder explotar el gran potencial que Dios ha puesto en nosotros..
Lo primero es saber quiénes somos, es conocernos a nosotros mismos. Para poder explotar al máximo
ese potencial se debe tener conciencia de quienes somos delante de Dios, de nuestra identidad, ya que
la Biblia dice que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios; y él ha puesto eternidad en el
corazón del hombre.
Esto quiere decir que Dios ha puesto en nosotros parte de su naturaleza que se activa cuando
recibimos a Jesús como nuestro salvador, pero luego tenemos que seguir trabajando, y Dios quiere que
seamos sabios en esto, ya que en su palabra él habla de los talentos; esos talentos los podemos
equiparar al potencial, él le da a cada uno conforme su capacidad de trabajarlo para que este produzca
fruto(Mt. 25:14-30 c/ Lc. 19:11-27).
Jesús nos compara con los pámpanos de la vid, o sea, las ramas, que deben dar fruto; y él nos exhorta
a que demos fruto y que este permanezca, pues esa es la clave de la vida del hijo de Dios. Pero,
además, dice que el Padre es el labrador que se encarga de limpiar cada pámpano, cada unos de
nosotros, para que lleven cada vez más fruto(Jn. 15:1-17).
“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el
hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”. Ecl. 3:11.
Hay mucho para sacar de este pasaje, lo primero es que en el tiempo de Dios todo es perfecto, y esto
que parece simple es muy importante, ya que debemos saber que todo lo que él ha determinado para
nosotros y en nosotros llega en su tiempo, ni antes ni después, sino justo a su tiempo y a su hora.
Tenemos que estar listos para ese momento, que el tiempo no nos tome de sorpresa, sino que cuando
llegue el tiempo del cumplimiento nuestra vida este preparada para ser lo que Dios había determinado
y planeado, que nos encuentre listos para desarrollar el potencial que ha sido puesto en nosotros.
ya que tendremos recursos ilimitados e infinitos, claro que esto para una mente natural o carnal es
imposible de comprender, ya que vive en lo finito, pero aquel que ha recibido la mente de Cristo, con
todo su potencial, que ha sido renovado por él, que comparte su naturaleza puede vivir en el concepto
de infinidad que Dios le da, tenemos en nosotros un poder ilimitado que debemos y tenemos que
explotar.
Incluso en el Nuevo Testamento se menciona esta verdad(Col. 3:1-4).
Ese Dios puso eternidad en nuestro corazón.
Otro punto de este pasaje es nuestro desconocimiento del potencial de Dios en nuestra vida y como él
actúa y obra para que pueda aflorar con todo su esplendor, ya que nos da a entender que el que
empezó la obra es Dios; y es precisamente él mismo quien la terminará y perfeccionará(Fil. 1:6).
Esto lo podemos relacionar con el siguiente pasaje: Ef. 3:16-19.
En este pasaje Pablo habla acerca de ser capaces de conocer la anchura, la longitud, la profundidad y
la altura; pero ¿De qué?
Si analizamos bien, notaremos que estas son palabras relacionadas con medidas, con algo que tiene
dimensiones claras y precisas, Dios por medio del apóstol Pablo nos está hablando del potencial que
ha puesto en cada uno de nosotros.
Dios quiere que tengamos un conocimiento cabal de lo que nos ha dado para que podamos
desarrollarlo correctamente, es nuestra obligación conocernos a nosotros mismos y conocer el
potencial que Dios ha puesto en nosotros para poder hacerlo producir.
El potencial dentro del propósito y plan de Dios para la vida del hombre.
veamos que nos dice Pablo en una de sus epístolas: 1ªCo. 2:9-10.
Mucho se ha hablado de este pasaje, pero si nos detenemos bien, podemos notar que en cierta forma
de lo que Pablo trata en el es acerca del potencial, que en Dios es algo ilimitado y sorprendente; y
como dice el texto es cosa que ojo no vio ni oído oyó, ni ha subido a corazón de hombre.
El potencial que Dios ha puesto en nosotros es sorprendente; y es parte de su propósito para cada una
de nuestras vidas, y tiene que cumplirse en nuestras vidas(Sal. 138:8).
Pero este plan no nos tiene que parecer raro, ya que Dios nos revela ese plan a nosotros por medio del
Espíritu, ya que como dijo Jesús, él nos guía toda verdad y justicia y nos hace saber todas las cosas(Jn.
14:26, 15:15,16:13-15).
Ayudando a otros a explotar el potencial.
Somos ayos, o tutores que ayudamos a que cada persona se desarrolle; por eso debemos mirarlos con
los ojos de la fe de Jesús; esto significa mirar a los otros así como Jesús nos ve a nosotros. Una planta
pequeña necesita de estos tutores para poder crecer derecha y hacia arriba.
En la Biblia hay ejemplos de hombres que ayudaron a otros a desarrollarse.
* Moisés con Josué(Dt. 3:28, 31:7, 23).
* Elías con Eliseo(1ªRe. 19:16-17, 19-21).
* Mardoqueo con Ester.
* Jesús con sus discípulos.
* Jesús con Pedro.
* Bernabé con Pablo(Hch. 9:26-27, 11:22-25).
* Bernabé con Juan Marcos(Hch. 15:37-39).
* Priscila y Aquila con Apolos(Hch. 18:24-28).
* Pablo con Timoteo(Hch. 16:1-3).
Tú has sido puesto por Dios para ayudarles a desarrollarse al máximo, tanto en lo ministerial como en
su vida personal, para que eso sea posible tus ojos deben estar puestos en cada uno de ellos, saber qué
piensan, qué sienten, qué les pasa, conocer sus sueños y sus necesidades.
Cada uno de ellos es un diamante en bruto. Descubre en ellos esa perla preciosa, esos dones y talentos,
y ayúdales a desarrollarlo.
Es interesante como Jesús trabajó con Pedro para que este junco quebradizo, pues así se traduce su
verdadero nombre, Simón,
se transformara en una roca, o sea, Pedro.
Si nos detenemos en la historia de Pedro notaremos que Jesús sabía todo, él sabía que se iba a
equivocar de manera grande, sabía que lo iba a negar, pero no obstante esto, Jesús pudo ver el gran
potencial que había en él, no
lo miro como era en ese momento, Jesús vio lo que Pedro iba a ser, Jesús pudo ver en lo que se iba a
convertir.
Eso es lo que hace con nosotros, él no ve lo que nosotros somos actualmente, nuestros errores y
defectos, no nos juzga, en él no hay condenación.
Jesús nos ve ya realizados, nos mira ya transformados en aquello que él ha planeado.
No nos ve con ojos humanos, sino con los ojos de la fe, así también debemos vernos a nosotros
mismos y a los demás.
Jesús es el Maestro Alfarero que trabaja con nosotros, para hacernos vasos en los cuales él pueda
depositar su precioso tesoro.
Esta comprobado científicamente que el ser humano no utiliza la capacidad total de su cerebro ¿Se
imagina ud. lo que puede hacer Dios con todo ese potencial siendo que él lo puso allí y sabe como
utilizarlo?
Y no estamos hablando sólo de la inteligencia; y la adquisición de conocimientos como fuente de
datos, sino el poder utilizarlos y llevarlos a la práctica para benéfico no sólo particular sino para todos
y para canalizarlos para la obra de Dios.
Todo eso Dios lo puso en nuestras manos, seamos buenos administradores de estas cosas. Que no se
pierdan.
Para esto no hay edad, ya que todos tenemos ese potencial, nadie es demasiado viejo ni demasiado
joven, pero seamos sabios, si Dios te está hablando desde temprano oye su voz, levántate y camina en
el sentido de la palabra que él te da y prepárate para sacar el mayor provecho del potencial.
Cuando nacemos de nuevo en el Reino de Dios, nuestra ocupación esencial será cambiar, renovar
nuestra mente. Reemplazar los viejos y erróneos pensamientos –que condicionan nuestra vida
negativamente- por los nuevos, frescos, dinámicos y poderosos de la Palabra de Dios. En Ef. 4:23 la
Biblia ORDENA lo siguiente: “Renovaos en el espíritu de vuestra mente”.
Es necesario formular dos observaciones:
En primer lugar entender que la salvación, el perdón de pecados y el nuevo nacimiento son
instantáneas; pero cambiar nuestro estilo de pensar demanda tiempo. El profeta Isaías explica cómo
opera en nuestra vida este proceso: “Mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato,
renglón tras renglón, línea sobre líneas, un poquito allí, otro poquito allá"(Is. 28:10).
¿Qué haremos? Leer la Biblia, la Palabra de Dios. Ella se introducirá en su mente cambiando sus
pensamientos y renovando su vida.
En segundo lugar, usted debe prepararse para algunas sorpresas. Al estudiar los principios bíblicos
advertirá que muchos de los pensamientos que siempre le habían parecidos sensatos y correctos son
erróneos desde la perspectiva de Dios. En Is. 55:8-9
¿Por qué sucede esto? Porque los pensamientos que tuvimos por años, no procedían de Dios ni de su
Palabra. Poco a poco hemos absorbido desde nuestra niñez ideas de inferioridad, de culpa, de herencia
de enfermedad, de miseria, de pobreza, de avaricia, de concupiscencia, de amargura, de rebelión, de
pecado, etc., y gradualmente deberemos ir cambiando estos pensamientos por los principios vivos,
eternos y poderosos contenidos en las Escrituras. San Pablo escribió:”(2ªCo. 10:5).
Dios tiene planes para nuestra vida presente. De poder y autoridad, de paz y prosperidad, de gozo y
santidad. Dice Jr. 19:11:
Usted podrá orar, ayunar y desear que haya un cambio en su presente situación, pero este cambio
NUNCA ocurrirá si primero no cambia de manera de pensar.”(Ro. 12:12).
CONCLUSIÓN.
Hemos visto como Dios a puesto en cada uno de nosotros un gran potencial que debe ser explotado,
pues él pedirá cuenta de esto, pero, además, vimos cómo hacer para llevarlo a cabo y encaminarnos en
el proyecto de vida que Dios tiene para nosotros.
Tenemos que explotar nuestro potencial en Dios, es nuestro deber desarrollarlo, ya que ese es el plan y
voluntad de nuestro Dios para cada una de nuestras vidas..
Esta es la voluntad de Dios, que cada uno de nosotros pueda desarrollarse en fe y llegar a realizarse
como persona e hijo de Dios en todas las áreas de la vida.
Pero también tenemos que saber que ese potencial no es sólo para que nosotros seamos bendecidos,
sino para que los demás lo sean; el plan de Dios es que nosotros seamos señales para quienes están
perdidos, sin planes ni sueños ni esperanza, que piensan que ya nada tienen y que está todo perdido, a
ellos tenemos que ir, por eso Dios quiere despertar en nosotros ese potencial, para que otros puedan
conocer de Jesús.
Pues como dijimos antes este potencial abarca todas las áreas de la vida del individuo, desde lo
espiritual hasta lo material. Y todo esto se resume en un texto muy conocido: 3ªJn. 2.
lo primero que dice es: “amado”, Dios te ama, tenemos seguridad en el amor incondicional de Dios,
somos muy amados por él, y por ese amor podemos disfrutar de todas las cosas.
Lo siguiente que dice es: “yo deseo”, cabe aclarar que esta carta es escrita por Juan, pero siendo
inspirado por Dios, entonces podemos decir que esta expresión nace del corazón de Dios para nuestra
vida, pues él desea hacernos prosperar, Dios quiere hacernos el bien, ya que él se goza en esto(Dt.
30:9, Jr. 32:41, So. 3:17).
¿Qué es prosperar? Es abundancia, es plenitud. Dios quiere eso para cada area de nuestra vida, nótese
que dice: “en todas las cosas”, esa expresión es contundente, pongamos allí cada área de nuestra vida.
Otro punto es, “que tengas salud”, esto es tanto en lo físico, como en lo espiritual; ya que tenemos que
estar sanos en nuestra alma para poder desarrollar el potencial que Dios ha puesto en
nosotros(Recuérdese cuando hablamos acerca de las necesidades básicas).
Una persona con un corazón enfermo no puede crecer ni desarrollarse como es el plan de Dios, debe
primero recibir la sanidad que viene de Dios(Is. 53:4-5, 62:5, 65:19, Jr. 30:17, 33:6, Ez. 37:1-14, Os.
6:1-3, 14:4-7, Jo. 2:18-27, 3:21).
Y por último añade un punto que es importantísimo, “así como prospera tu alma”, Dios establece un
parámetro muy especifico, un indicador con el cual debemos de guiarnos, queriendo señalar que lo
que ocurra en mi interior marcara lo que pase con nosotros.
Lo que somos es el resultado de un proceso; es un período de tiempo en el cual Dios trabaja con
nosotros; aunque nosotros no nos demos cuenta de ello, pero Dios es fiel para hacer todo lo que ha
planeado con nosotros, como dice una canción: “Sé que tu fidelidad lleva mi vida más allá de lo que
puedo imaginar”.
Ahora tal vez no podamos ver con claridad lo que está pasando, pero cuando llegue el momento,
podremos ver claramente, lo que hoy no entendemos lo entenderemos después, porque se manifestará
lo que realmente somos(1ªCo. 13:12, 1ªJn. 3:2).
Fil. 3:13-14. Somos parte de una generación diferente, de una nueva generación, que cambiará el
curso de la historia de la iglesia y del país, y Dios quiere que sepamos esto y que nos proyectemos en
base a lo que esto implica para nosotros.
Ya que ser parte de la nueva generación que Dios levanta tiene muchos privilegios, pero también
muchas responsabilidades, el que es parte de la nueva generación no debe compararse con los demás,
pues sabe que Dios pone en su vida el potencial necesario para desarrollarse, nunca dice: “no puedo,
no sé, no tengo”, porque, “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
No se limita a sus circunstancias y situaciones ni a su historia, pues sabe que Dios hace nuevas todas
las cosas y restaura lo que paso.
Es hora de que nos levantemos en el poder de Dios, sabiendo cuál es nuestro lugar y nuestro rol en los
planes de Dios, ya que para esta hora hemos llegado hasta aquí, nosotros somos una generación
diferente, Dios nos trajo hasta aquí para cumplir en nosotros sus propósitos, así como Esther llegó a
ser reina por la voluntad de Dios, así nosotros hemos llegado a esta hora, no por casualidad, no por
nuestras fuerzas, sino porque Dios nos escogió, nos miró y nos condujo hasta aquí poniendo en
nuestra vida su potencial y llamándonos a ser parte de su plan y proyecto...
“Somos la esperanza para un mundo que está en dolor,
Esta es nuestra hora, Dios nos dará la solución;
Puedes cambiar la realidad,
Para esta hora hemos llegado hasta aquí”...
(Ro. 4:18-21).Esta es la hora, este es el tiempo, es tu tiempo, tu momento, levántate y afirma tu
corazón avanzando a lo que Dios te prometió, llego el momento de crecer y expandirte.