Borrador del texto argumentativo

Importancia del juego en la educación inicial

El juego es importante en la vida de cada infante, pues este enriquece el

proceso de aprendizaje de cada pequeño, de tal manera que los niños generan sus

propios conocimientos a partir de sus experiencias motoras y afectivas, las cuales

van construyendo bases cognitivas para comprender, interpretar, recordar, percibir

la realidad y edificar los cimientos de personalidad. Puedo decir que el juego no es

un acto obligatorio sino espontaneo, debido a que evidencia libertades de expresión

y toma decisiones.

Cabe resaltar que las actividades lúdicas son importantes para los niños y

niñas, porque estas les permiten desarrollarse e integrarse en su entorno, ya que,

aprenden a cooperar, trabajar en equipo, intercambiar ideas, a tener

responsabilidades, compromisos y comportamientos que son aceptados por la

sociedad.

“Quizá deberíamos estimular más el juego social en el ambiente escolar; desde luego, la
interpretación imaginativa de roles en los contextos brindaría mayores oportunidades”
(Moyles,1990, p. 68).
Puedo inferir que, como maestros debemos tener en cuenta el juego social

dentro de las escuelas, debido a que este tiene un gran valor para el proceso de

aprendizaje de los infantes, ya que estos desarrollan habilidades sociales y es en las

actividades lúdicas que los niños encuentran un modo divertido de ponerse en

contacto con sus compañeros y con la sociedad en general; el juego permite que

cada pequeño se desarrolle integralmente y que entre en la realidad social, pero

también facilita la construcción de aprendizajes significativos.

 Es relevante mencionar que el juego es un medio adecuado para que los

niños y niñas se desarrollen socialmente, de igual forma aprenden a socializarse y

esto evitaría problemas de conducta en las aulas de clase, y es algo que a ellos les

gusta y les divierte.

Es de vital importancia señalar que el juego proporciona una serie de

beneficios u oportunidades a la infancia, tales como potenciar las capacidades

cognitivas, emocionales, sociales, y lingüísticas. Por medio de éste cada pequeño

aprende a solucionar problemas comunes, a esperar turnos, a tener confianza en sí

mismos, a normalizar su conducta, a compartir, entre otros.

Si en las escuelas se les diera mayor espacio a los juegos, los niños y niñas

tuvieran mayores oportunidades de explorar y experimentar su nivel de

imaginación, de investigación, interpretación entre otros. Por ello las actividades

lúdicas juegan un papel fundamental para el desarrollo de la creatividad y la fantasía

de la infancia.

Dentro de la variedad de juegos, los juegos de roles ayudan a los niños y

niñas al uso de la creatividad e imaginación; con esto logran una serie de

habilidades u oportunidades como lo son el poder comprender, conseguir, crear, e

interpretar el contexto que los rodea; de igual forma les impulsa a deducir algunas

reglas o límites que se les presenten.

Moyles (1990) afirma que:

El juego ayuda a los participantes a lograr una confianza en sí mismos y en sus

capacidades y, en situaciones sociales, contribuye a juzgar las numerosas variables
dentro de las interacciones sociales y a conseguir empatía con otros. Induce a niños y
adultos a desarrollar percepciones acerca de otras personas y a comprender las
demandas en los dos sentidos de expectación y tolerancia. (p.22).

Sin duda alguna puedo inferir que el juego en la infancia tiene una gran

ganancia, la cual será vital para la vida adulta. A través de este curso o proceso, los

niños seleccionan con qué desean jugar, en qué lugar hacerlo y organizan su propio

tiempo. Desde muy chicos utilizan su imaginación para armar sus propios planes de

juego sin que se interpongan los adultos, de tal forma que ellos toman sus propias

decisiones, ayudando a el desarrollo de la confianza en sí mismos y de sus

habilidades.

Jugar para cada pequeño es significativo no solo porque le ofrece confianza

en sí mismo, sino que esta acción le brinda satisfacción. Jugar proporciona al niño y

niña el desarrollo de aspectos físicos, sociales y emocionales, a su vez experimenta

sus emociones y expresa sus sentimientos.

El juego en situaciones sociales, asciende la imaginación y fomenta el

desarrollo de la creatividad, ejercita la atención, la concentración, la observación y

la memoria. Asimismo, enriquece la sociabilidad y la capacidad de comunicación

social, enseñando a respetar las reglas. Jugar para los pequeños es una actividad

muy divertida y de hecho es una acción la cual se ha convertido en una necesidad

para ellos.

Por medio del juego los infantes aprenden una serie de conductas sociales

tales como: respetar las normas sociales, celebrar triunfos, aceptar derrotas, tolerar

la frustración, ser serenos, dinámicos, decisivos, y en general a desplegar todas las

 actitudes, emociones y conductas que les permite integrarse en el contexto que lo

rodea y en la sociedad, pero también les permite crecer como ciudadanos felices.

Las actividades lúdicas no solo ayudan a la infancia a comprender las

demandas del sentido expectación y tolerancia, sino que a su vez favorece el

desarrollo cognitivo, estimulando la creatividad y la motricidad. De igual forma

suministra situaciones en las que adiestran el trabajo en equipo y la solución de

conflictos; también ayuda a disminuir la desigualdad, a propiciar la inclusión y la

tolerancia.

El juego fuera del contexto escolar, por ende, anima al infante y a su vez ofrece un
aprendizaje significativo y avanzado que se expandirá en cada pequeño; puesto que estos
tendrán la oportunidad de experimentar y explorar diversos lugares y en distintos horarios
según sea la necesidad de cada niño. En cambio, el juego en el ámbito escolar origina un
aprendizaje diferente debido a que, existe una variación y limitación de tiempos.
(Moyles,1990).
Es de gran consideración mencionar, cuando los niños y niñas juegan en

lugares que no es la escuela, estos no se sienten limitados para hacerlo; pues no

sienten presión alguna que el juego ya debe acabar, por el contrario, estos utilizan y

ponen en práctica sus conocimientos y dan más de lo que pueden dar cuando están

dentro de la escuela, todo esto da como resultado la adquisición de nuevos saberes,

los cuales serán vitales y tendrán gran significado para la vida adulta.

El infante al momento de jugar fuera del contexto escolar, no siente

restricción de tiempo y espacio. Estos por medio del juego usan su capacidad

imaginativa, reflexionan, investigan, descubren, entre otros. El juego es favorable

para cada pequeño pues les permite conocer una parte de la sociedad que los rodea.

Los niños cuando juegan ya sea en la casa, en calle, en el parque, en las canchas de
fútbol o en contextos fuera de la escuela, estos son capaces de resolver situaciones

problemas que son fundamentales para su proceso de desarrollo cognitivo,

emocional y social; asimismo la infancia tiende a utilizar más las formas de

percepción que los adultos y se puede decir que los aprendizajes más relevantes de

la vida se han adquirido jugando.

Puedo decir que actualmente dentro del aula escolar no se está aprovechando

las oportunidades de aprendizaje que brinda el juego. Debido a que no se le está

dando el tiempo necesario, que el juego merece o no se está integrando este como

debe de ser en la educación.

Las actividades dinámicas de los niños y niñas en las escuelas se están

viendo cada día más limitadas por falta de duración; se están enfocando en juegos

dirigidos y no en juegos en que los niños pongan a prueba la exploración, donde

tengan la capacidad de producir nuevos conocimientos, por ello se menciona al

principio de este texto en la cita” el juego en el ámbito escolar origina un

aprendizaje diferente” o sea un aprendizaje enseñado o instruido.

Por otra parte, puedo inferir que el tiempo que se le está dando al juego en el

ámbito escolar, es muy poco, escaso o insuficiente; ya que, cada pequeño debe

emplear un tiempo en la escuela el cual sea considerable para jugar, Los niños

deben tener la oportunidad de crear y de usar su imaginación; considero que hoy día

en las aulas se les está brindando más tiempo a las tareas de escritura y lectura que

al juego, los menores cuando están en el aula de clase ocupan su poco tiempo a

realizar deberes y tareas dirigidas por el maestro, lo cual hace que el niño no

explore, no enriquezca sus conocimientos y no use su creatividad.

 Puedo decir que el juego es una actividad muy eficaz para la infancia por medio de

él, los pequeños crean un vínculo con el contexto que los rodea y a la vez obtienen

conocimientos los cuales les va a permitir adaptarse a su medio, posterior a esto, puedo

decir, que el juego es un preparativo y un entrenamiento para la vida adulta. Desde la

educación inicial, las actividades lúdicas se convierten en una conducta natural, diaria,

común y frecuente. Es la forma que tienen los niños y niñas de conectarse con su mundo.

El juego se ha logrado convertir en una herramienta socializadora puesto que, en

diversas ocasiones se utiliza como elemento de interacción, trabajo en equipo, manejo de

habilidades sociales. A través del juego la infancia se rige a unas reglas, de esta manera, va

a asimilando la concepción de lo que son las normas y reglas que serán necesarias para la

vida adulta dentro d la sociedad.

El juego se puede utilizar como artefacto educativo, debido a que los niños y niñas

por medio de él aprenden, experimentan, reflejan y cambian la realidad, es decir, se

desarrollan a través del juego, por ello no se debe poner límites a los menores cuando

jueguen; ya sea de tiempo, espacio u otros; sino por el contrario, debemos creando

ligaduras de confianza que les durara para toda su vida.

El juego es un acto muy divertido para los niños, además es placentero, voluntario y

espontáneo a la vez genera aprendizajes que son esenciales para el desarrollo social,

cognitivo y emocional de la infancia. Al jugar se evidencia mejor autorregulación, más

cooperación, consideración y amistad en los pequeños.

Estos reflejan comportamientos sociales apropiados, pero también experimentan aceptación

entre sus compañeros o amigos.

 Las habilidades que los niños adquieren al momento de jugar como lo son el

cooperar, seguir las reglas sociales, manejar el estrés, y organizar sus emociones son un

gran logro educativo, porque estos se integran social y escolarmente, y a su vez es una

victoria académica ya que adquieren saberes significativos. Por ultimo puedo inferir que el

juego ha indicado ser una excelente practica de aprendizaje. Hoy día ha tomado gran

ventaja en el despliegue a considerar el juego como una inocente "pérdida de tiempo"

propia de la infancia.