La Segunda Venida de Cristo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 13

Lección 13: La segunda

venida de Cristo
20 de septiembre de 2014

Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes

Para memorizar

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed


también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas
hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a
preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os
preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí
mismo, para que donde yo estoy, vosotros también
estéis” (Juan 14:1-3).

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Juan 14:1-3;


Mateo 16:27; 1 Tesalonicenses 4:13-18; Mateo 24:3-
14, 42, 44.

La segunda venida de Cristo, mencionada más de


trescientas veces en el Nuevo Testamento, es el toque final
de nuestras enseñanzas. Es esencial para nuestra identidad
como cristianos adventistas del séptimo día. La doctrina
está grabada en nuestro nombre y es una parte crucial del
evangelio que somos llamados a proclamar. Sin la promesa
de su venida, nuestra fe sería en vano. Esta verdad gloriosa
nos da un sentido de destino y motiva nuestra tarea
misionera.

Se podría argumentar que la demora del tiempo más allá de


nuestras expectativas socavaría nuestra creencia en la
promesa de Jesús de regresar. Sin embargo, esto no ha
sucedido; pues “ahora está más cerca de nosotros nuestra
salvación que cuando creímos” (Rom. 13:11). Para muchos,
nuestra pasión por el regreso de Cristo es más fuerte que
nunca.

Esta semana, repasaremos lo que Jesús dijo acerca de “la


esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).

Domingo – La promesa

Al terminar la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos que


iría a un lugar al que, al menos por el momento, ellos no
podían ir (Juan 13:33). El pensamiento de que el Maestro no
estaría más con ellos llenó de dolor y temor los corazones
de los discípulos. Pedro preguntó: “Señor, ¿a dónde vas?
[…] ¿por qué no te puedo seguir ahora?” (Juan 13:36, 37).
Cristo conocía el deseo de los discípulos y les aseguró que
la separación sería temporaria.
Lee la promesa de Cristo para nosotros en Juan 14:1 al
3. Aplica esas palabras a ti mismo. ¿Por qué deberían
ser tan importantes para ti?

La promesa de nuestro Señor no pudo haber sido más


enfática. En griego, la frase “vendré otra vez” está en el
tiempo presente, acentuando la certeza. Podría ser
traducida, literalmente, “yo estoy volviendo otra vez”.

Jesús nos ha dado la seguridad de su segunda venida. Él no


dijo: “Puede ser que vuelva otra vez”, sino que dijo: “Yo
vendré otra vez”. Cada vez que Jesús mencionó su regreso,
lo hizo con total certeza.

A veces, hacemos promesas que después no podemos


cumplir, incluso a pesar de nuestros mejores esfuerzos y
determinación. Ese no es el caso con Cristo. Muchas veces
probó, sin lugar a dudas, que su palabra es fidedigna.

Refiriéndose a su encarnación, el Señor había anunciado


proféticamente a través de David: “He aquí, vengo” (Sal.
40:7). Y lo hizo (Heb. 10:5-7). La realidad de su primera
venida sustenta la certeza de su segunda venida.

Durante su ministerio terrenal, Jesús prometió a un padre


desesperado: “No temas; cree solamente, y será salva”
(Luc. 8:50). Y, efectivamente, la hija de Jairo fue sanada,
incluso aunque había estado muerta. Cristo anunció que
tres días después de su propia muerte se levantaría de la
tumba; y lo hizo. Prometió el Espíritu Santo a sus discípulos;
y lo envió justo en el tiempo indicado. Si nuestro Señor
honró todas sus promesas en el pasado, incluso aquellas
que, desde una perspectiva humana, parecían imposibles,
podemos estar totalmente seguros de que mantendrá su
promesa de regresar otra vez.

¿Cómo puedes mantener viva en tu corazón la llama de


la esperanza de la segunda venida de Jesús?

Lunes – El propósito de la segunda venida de


Jesús

El gran plan de redención hallará su culminación en la


segunda venida. Sin el regreso de Cristo a esta Tierra, su
encarnación, muerte y resurrección no tendrían efecto
alguno en nuestra salvación.

¿Cuál es uno de los propósitos básicos de la segunda


venida de Jesús? Mat. 16:27.

La vida no siempre es justa; de hecho, a menudo no es


justa. No siempre vemos la justicia en nuestra sociedad. Las
personas inocentes sufren mientras los impíos parecen
prosperar. Muchas personas no reciben lo que merecen.
Pero, el mal y el pecado no reinarán para siempre. Jesús
vendrá “para recompensar a cada uno según sea su obra”
(Apoc. 22:12).

Esta aseveración implica que debe realizarse un juicio antes


del regreso de Cristo. Cuando Jesús vuelva, el destino de
cada ser humano ya habrá sido decidido. Jesús claramente
se refirió a este juicio investigador en la parábola de la fiesta
de bodas (Mat. 22:11-13). El hecho de que somos juzgados
por nuestras obras no significa que seamos salvos por ellas
ni por nuestros propios méritos. La salvación es por la
gracia divina y es recibida por la fe en Jesús (Mar. 16:16;
Juan 1:12), que demostramos en nuestras acciones.

Lo importante de la promesa de Mateo 16:27 es que se hará


justicia. Simplemente debemos esperar a que llegue.

Además, en la segunda venida, aquellos que durmieron en


Cristo serán resucitados a vida eterna. Jesús repitió varias
veces esta promesa (Juan 6:39, 40, 44, 54). Como vimos
anteriormente, dado que los muertos están durmiendo en la
tumba, la promesa de la segunda venida y la resurrección
para vida eterna es de especial importancia para nosotros.
Al igual que Marta, podemos decir confiadamente respecto
de nuestros seres amados que pasaron al descanso
creyendo en el Señor: “Yo sé que resucitará en la
resurrección, en el día postrero” (Juan 11:24).

¿Qué ocurrirá con todos los redimidos, vivos y


resucitados, cuando regrese Jesús? Mateo 24:30, 31.
Somos seres sociales por naturaleza, y el Señor reunirá a
todos los redimidos. Ya no estaremos separados por
grandes distancias. Los ángeles nos reunirán y no
estaremos separados nunca más.

Martes – ¿De qué manera vendrá Jesús?

En su sermón profético, Cristo expresó preocupación por


las enseñanzas erróneas que aparecerían con respecto a su
segundo advenimiento, y advirtió a sus discípulos sobre
personas que vendrían en su nombre, “diciendo: Yo soy el
Cristo” (Mat. 24:5; ver también vers. 23-26). Él no desea
que sus seguidores sean engañados. Por lo tanto,
claramente indicó la manera en que vendría.

¿Qué nos dice Mateo 24:27 acerca de cómo regresará


Jesús?

Los relámpagos no pueden ser ocultados ni falsificados.


Destellan y alumbran todo el cielo de tal manera que todos
pueden verlos. Así será la segunda venida de Jesús. No se
necesitará ningún aviso para llamar la atención de las
personas. Todos los seres humanos, buenos y malos, salvos
y perdidos, incluso “los que le traspasaron” (Apoc. 1:7), lo
verán venir (Mat. 26:64).

¿De qué forma 1 Tesalonicenses 4:13 al 18 nos ayuda a


entender cómo será la segunda venida?
En su segunda venida, Cristo será visto con toda su gloria
como “REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES” (Apoc.
19:16). En la encarnación, el Hijo vino solo y sin esplendor
externo, “sin atractivo para que le deseemos” (Isa. 53:2).
Pero, esta vez, descenderá con toda su majestad y
magnificencia, rodeado por “todos los santos ángeles”
(Mat. 25:31) y “con gran voz de trompeta” (Mat. 24:31). Y
como si todo esto no fuera suficiente, los muertos en Cristo
resucitarán a inmortalidad.

Si confiamos en el Señor con respecto a un evento tan


increíble como la segunda venida, ¿por qué no confiamos
en él en cada aspecto de nuestras vidas?

Miércoles – ¿Cuándo vendrá Jesús?

Cuando Jesús dijo, con respecto al Templo, que “no


quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada”
(Mat. 24:2), los discípulos quedaron atónitos. “Dinos,
¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida,
y del fin del siglo?” (vers.
3), preguntaron. En el pensamiento de los discípulos, la
destrucción del Templo coincidiría con el fin de la historia en
la segunda venida de Jesús.

La respuesta de Jesús combinó hábilmente las señales de


ambos eventos: la caída de Jerusalén en el año 70 d.C., y su
segundo advenimiento, porque los discípulos no estaban
preparados para captar la diferencia entre ellos.

Es importante entender la naturaleza y el propósito de estas


señales. No fueron dadas para que determinemos la fecha
del regreso de Jesús, pues “del día y la hora nadie sabe, ni
aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mat.
24:36). Más bien, las señales muestran la tendencia
histórica de los eventos a fin de alertarnos de que su venida
está cerca, incluso a las puertas. Aunque nunca debemos
colocar fechas para su venida, tampoco debemos ignorar el
tiempo en el que vivimos.

Lee Mate 24:3 al 14, 21al 26, 29 y 37 al 39 (ver también


Mar. 13 y Luc. 21). ¿Qué cuadro del mundo presenta
Jesús aquí? ¿De qué manera encaja con el mundo en el
que vivimos ahora?

La idea más importante que Jesús deseaba grabar en la


mente de los discípulos era que su venida estaba cerca. De
hecho, en todo su sermón profético Jesús se dirigió a los
apóstoles como si ellos fueran a estar vivos cuando él
regresara (Mat. 24:32, 33, 42).

En un sentido muy real, desde la perspectiva personal de


cada uno de nosotros, la segunda venida nunca está más
lejos que el instante después de nuestra muerte. La muerte
es un profundo sueño inconsciente. Cerramos nuestros ojos
al morir y, ya sea que pase un año o mil años, lo próximo
que sabremos es que Jesús está regresando. Por lo tanto,
el sentido de inminencia de la venida de Cristo, que
compartían Pablo, Pedro y Santiago, tiene mucho sentido.
Para cada uno de nosotros, en forma individual, su venida
nunca está más lejos que el instante luego de morir.

¿Cómo nos ayuda este concepto a entender la


“inminencia” de la segunda venida de Cristo?

Jueves – Velar y estar preparados

¿Por qué es crucial que siempre estemos preparados


para la venida de Jesús? Mat. 24:42, 44.

La clave del sermón profético de Jesús es el imperativo de


velar. No significa esperar ociosamente, sino estar
activamente alerta, así como el dueño de casa que está
prevenido contra cualquier posible ladrón (Mat. 24:43).
Mientras esperamos velando, tenemos una tarea que
realizar, como la tuvo el siervo fiel que realizó las tareas que
su señor le encomendó que realizara durante su ausencia
(Mat. 24:45; Mar. 13:34-37).

¿Qué actitud sería fatal para nosotros que afirmamos


creer en el segundo advenimiento de Jesús? Mat.
24:48-51; Luc. 21:34, 35. ¿De qué manera podemos
evitar caer en esa actitud? ¿Por qué es tan fácil cometer
ese error si no somos cuidadosos?
La parábola del siervo malvado da mucho que pensar,
especialmente para nosotros como adventistas del séptimo
día. Este siervo representa a aquellos que profesan creer
que Cristo vendrá otra vez, pero no inmediatamente.
Creyendo que el Señor está demorando, piensan que
todavía tienen tiempo para vivir con egoísmo y entregarse a
placeres pecaminosos porque, más adelante, seguramente,
habrá suficiente tiempo a fin de prepararse para la segunda
venida. Por desgracia, esta idea es una trampa mortal, pues
nadie sabe cuándo vendrá Jesús. De hecho, incluso si
Cristo aún no vuelve, cualquiera de nosotros podría ser
llamado al descanso de modo inesperado, lo que
interrumpiría repentinamente nuestra oportunidad de
arreglar las cosas con Dios. Pero, por sobre todo, ceder en
forma repetida al pecado endurece e insensibiliza
gradualmente la conciencia, de manera que se hace cada
vez más difícil arrepentirse. Al diablo no le importa que
creamos en la segunda venida de Jesús teóricamente,
siempre y cuando pueda hacernos posponer nuestra
preparación para ella.

¿Cómo podemos estar preparados hoy? Arrepintiéndonos y


confesando nuestros pecados a Jesús, renovando nuestra
fe en su muerte expiatoria por nosotros en la cruz, y
entregando nuestra voluntad completamente a él. Al
caminar en comunión con él, podemos disfrutar la profunda
paz de estar cubiertos por su manto de justicia.
¿Cuánto piensas en la segunda venida? ¿Cuánto
impacta la realidad de la segunda venida en tu vida? ¿De
qué manera podemos lograr el equilibrio correcto
mientras realizamos nuestras tareas diarias y, a la vez,
vivimos esperando el retorno de Cristo?

Viernes – Conclusión

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:Lee “En el Monte de las


Olivas”, El Deseado de todas las gentes, pp. 581-591; y
“Heraldos de una Nueva Era”, El conflicto de los siglos,
pp. 344-363.

“Pronto aparece en el este una pequeña nube negra, de un


tamaño como la mitad de la palma de la mano. Es la nube
que envuelve al Salvador y que, a la distancia, parece
rodeada de obscuridad. El pueblo de Dios sabe que es la
señal del Hijo del Hombre. En silencio solemne la
contemplan mientras va acercándose a la Tierra,
volviéndose más luminosa y más gloriosa hasta convertirse
en una gran nube blanca, cuya base es como fuego
consumidor, y sobre ella el arco iris del pacto. Jesús marcha
al frente como un gran conquistador. […] Con cantos
celestiales los santos ángeles, en inmensa e innumerable
muchedumbre, lo acompañan en el descenso. El
firmamento parece lleno de formas radiantes, ‘millones de
millones, y millares de millares’. Ninguna pluma humana
puede describir la escena, ni mente mortal alguna es capaz
de concebir su esplendor. […] A medida que va
acercándose la nube viviente, todos los ojos ven al Príncipe
de la vida. Ninguna corona de espinas hiere ya sus sagradas
sienes, ceñidas ahora por gloriosa diadema. Su rostro brilla
más que la luz deslumbradora del sol de mediodía. ‘Y en su
vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de
reyes y Señor de señores’ (Apoc. 19:16)” (CS 698).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. Aunque necesitamos creer en la inminencia del regreso


de Jesús, ¿de qué manera podemos evitar los peligros del
fanatismo? Eso no siempre es fácil. Después de todo,
¿cuántos fanáticos realmente reconocen que son fanáticos?

2. Medita más en la idea de que la segunda venida de Cristo


nunca está lejos de ninguno de nosotros en lo personal,
porque nuestra muerte nunca está muy lejana, no importa
cuánto vivamos. ¿Qué nos dice esta idea acerca de cuán
cerca está realmente la segunda venida, en lo que
concierne a cada uno de nosotros individualmente?

3. ¿De qué forma responderías a aquellos que se burlan de


la idea de la segunda venida?

4. ¿Qué piensas del concepto de que nosotros, como


pueblo de Dios, podemos ayudar a apresurar o demorar la
segunda venida? (Ver 2 Ped. 3:11, 12).

5. Si supieras que Jesús regresa la semana próxima, ¿qué


cambiarías ahora en tu vida?

Deja tu respuesta en los comentários abajo

También podría gustarte