Lenguaje Proxémico y Kinesico
Lenguaje Proxémico y Kinesico
Lenguaje Proxémico y Kinesico
El lenguaje proxémico es aquel lenguaje verbal y no verbal que el hablante utiliza según la distancia
que existe entre él y la persona a la que le está hablando. Este concepto fue propuesto por Edward
Hall en el año 1963. Él estudió que el tipo de lenguaje proxémico varía dependiendo de la cultura a la
que pertenezca una persona. Por ejemplo, en culturas de origen latino la distancia de comodidad es
más próxima entre las personas que en la cultura europea.
De allí se extrae que una persona de origen latino mantenga una conversación con cierta cercanía
con otra persona europea y que el latino se sienta en absoluta comodidad, mientras que el europeo
se sienta un poco invadido.
La distancia entre los hablantes puede variar, no solamente según la cultura de los hablantes
(culturas) sino que también estará determinada por el tipo de vínculo (afectivo o distante) entre
ambas partes.
Existen cuatro tipos de lenguajes proxémicos, según el espacio de cercanía o distancia que se de
entre los hablantes:
Espacio corporal. En este espacio solo se deja ingresar a personas con muchísima
confianza y se utiliza un tono de voz cercano, íntimo y bajo. Por ejemplo: una cena en familia
o con amigos íntimos.
Espacio de interacción. En este espacio las personas están compartiendo un mismo
sector o ámbito y existe alguna regla para acceder a él. Por ejemplo: asistir a una clase o
conferencia.
Espacio habitual. En este espacio, un poco más amplio que el anterior, no existe
necesariamente acceso mediante un papel o formalidad. Por ejemplo: compartir el transporte
público, asistir a una discoteca.
Espacio público. En este espacio no existe un nexo entre las personas (son espacios
sociales amplios) y se utiliza un tono de voz elevado. Por ejemplo: un aeropuertos o la vía
pública.
Espacio fijo. Este espacio está determinado por barreras o estructuras fijas o
inamobibles. Por ejemplo: las dimensiones de una casa, las fronteras entre los países.
Espacio semifijo. Este espacio estará determinado por el tipo de cultura y las
costumbres de cada persona. Por ejemplo: algunas personas hablan muy cerca de otras,
mientras que otras protegen su propio espacio para impedir que las personas se sienten
junto a ellas.
Distancias
Distancia mínima:
Distancia personal:
Distancia social:
8. Reuniones laborales.
9. Entrevistas de trabajo.
Distancia pública:
20 Ejemplos de
LenguajeKinésico
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El lenguaje kinésico comprende los gestos, la mirada, los movimientos del cuerpo y la postura. Por
ejemplo: un abrazo, una caricia, un guiño de ojo.
Existen campos de actividad en los cuales el lenguaje kinésico adquiere una enorme relevancia,
como por ejemplo en la actuación. Durante un tiempo existió lo que se llamó el “cine mudo”, que
narraba historias solo a través de los gestos y movimientos de los actores. Charles Chaplin, Buster
Keaton o Mary Pickford son algunos de los exponentes más célebres del dominio del lenguaje
kinésico.
Van aquí algunos ejemplos de uso de lenguaje kinésico; se indica entre paréntesis su valor
expresivo:
1. Resoplar (fastidio, cansancio)
3. Suspirar (melancolía)
5. Levantar el pulgar (aprobación)
6. Guiñar el ojo (complicidad)
17. Llorar (congoja)
20. Dibujar círculos con la mano sobre el abdomen (equivalente a ‘qué rico’ o ‘qué hambre’).
No todas las culturas comparten sus códigos gestuales. Existen notables diferencias en lo
gestual si se compara la cultura del oriente con la cultura occidental.
Todo lo que rodea a la palabra se conoce como paralingüística, categoría que abarca las
modalidades fónicas (incluidos silencios y pausas) y los sonidos fisiológicos o emocionales.
Hasta la forma de vestirse y de maquillarse se agregan al paquete comunicativo del lenguaje
kinésico.
El timbre, el tono de voz y la intensidad son parte importante de la comunicación no
verbal. La mirada también lo es, no solo la mirada de quien habla, sino también la mirada de
quien escucha. Dentro de lo fisiológico, por ejemplo, el bostezo a menudo se interpreta como
aburrimiento o franco desinterés por lo que se está diciendo, mientras que el llanto
claramente refleja dolor o tristeza, o incluso alegría o emoción.
En nuestra comunicación básica recurrimos con mucha frecuencia al lenguaje corporal:
detenemos el colectivo estirando el brazo hacia adelante, pero llamamos al camarero
levantando el brazo: son gestos culturalmente consensuados en un tiempo y lugar dados.
También asentimos o negamos con movimientos de cabeza.
En un plano intermedio entre la comunicación verbal y el lenguaje kinésico se encuentran
los denominados elementos cuasiléxicos: vocalizaciones u onomatopeyas que contribuyen a
la expresividad del hablante pero que carecen de valor léxico per se. Por ejemplo: Mmm, ¡Uf!