TP Final Geografía Histórica 2021 - Federico Cáceres

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ENTRE RIOS

FACULTAD DE HUMANIDADES, ARTES Y CIENCIAS


SOCIALES
PROFESORADO Y LICENCIATURA EN HISTORIA
CÁTEDRA: GEOGRAFÍA HISTÓRICA
AÑO: 1RO
PROFESORAS: SILVINA LABRIOLA Y MARISABEL
GALCERÁN
CARGA HORARIA: 3 HORAS
MODALIDAD: CUATRIMESTRAL (1RO) Y POR
PROMOCIÓN.-
CICLO LECTIVO: 2021.-
ALUMNO: FEDERICO CÁCERES
Trabajo final.
CONSIGNAS:

En base a la lectura de los siguientes textos:


-F. Braudel: Las Civilizaciones Actuales;
-R. Puyol- J. Estebanéz y R. Méndez: Geografía Humana cap. I;
-E. Álvarez De Dotti- G. Cruces: La Geografización del Paisaje y la Espacialidad del
Parque;
-C. Reboratti: Estructura y Dinámica del Territorio;
Responder las siguientes preguntas:

1) ¿Por qué en el texto de Braudel se cita la teoría de Arnold Toynbee que introduce los
términos de Reto y Réplica, en la vinculación entre el hombre y el medio? Considerar las
corrientes geográficas del determinismo y posibilismo.
2) ¿Qué relación se establece entre una civilización y una sociedad? ¿Qué lugar ocupa la
cultura en ellas?
3) ¿Cuáles son los rasgos de una sociedad que permiten configurar una mentalidad
colectiva?
4) ¿Por qué la Historia, la Geografía y la Economía se conjugan en el apartado de las
civilizaciones son Economías?
5) En base a los textos de Álvarez De Dotti – Cruces y de Méndez:
¿Qué valoraciones adquiere el espacio para la Geografía Humana? ¿Y cuáles son las
apreciaciones sobre el espacio geográfico? Explicar en cada caso y mencionar cuando se
alcanza la espacialidad, reflejada en el Parque Juan de Garay de la ciudad de Santa Fe,
capital.
6) ¿Qué particularidades permiten identificar los siguientes términos? territorio (formal-
virtual), territorialidad (privada-colectiva), región y ambiente (construido-natural)
Relacionar con procesos demográficos y productivos.
1)
2) Arnold Toynbee (1899-1975) fue un historiador británico, se formó en el Colegio de
Winchester. Uno de sus principales aportes académicos fue su teoría cíclica sobre el
desarrollo de las sociedades. Según sus postulados el medio geográfico se le
presenta al hombre como un reto, es decir, una dificultad a vencer. A fin de lograr su
objetivo, el hombre genera una respuesta, dando comienzo a los cimientos de una
civilización. En contraposición a ella, Fernand Braudel (1902-1985), historiador
francés, formado en la Universidad de París, explora los límites de esta teoría. Si
uno la lleva al límite concluye que si la naturaleza presenta un reto muy grande, la
respuesta del hombre será acorde a la altura. Pero hasta nuestros días podemos ver
como en los desiertos o las zonas polares no han surgido verdaderas civilizaciones a
pesar de los intereses que despierten. Por lo tanto, la naturaleza sí puede presentarse
como un reto y en consecuencia obtener una respuesta del hombre, pero no
necesariamente surgirá de esta una civilización.
Lucien Febvre (1878-1956), historiador francés, formado en la Universidad de
Borgoña, dio origen al termino posibilismo para denominar al pensamiento de Vidal
de la Blache. Braudel adhiere a esta corriente, para él el hombre como individuo
aporta más al espacio que lo que los deterministas admiten. Así como varían los
retos que el espacio presenta, varían sus respuestas, las posibilidades son infinitas.
Como ejemplo cita al atraso en el que viven los montañeses, que ante un ambiente
hostil se encuentras imposibilitados de cambiarlo y las avanzadas civilizaciones que
los campesinos están formando en las planicies donde construyen canales, sistemas
de riego, etc. Es el hombre el protagonista de estos cambios, que incluso ha tenido
casos de éxito ante obstáculos como el mar o las islas. Sin embargo la postura de
Braudel fue desde «la historia no la hacen los espacios geográficos, sino los
hombres que dominan o descubren estos espacios» a ««somos herederos de un agua
profunda sobre la que navegamos mal, a ciegas. Esa superficie de historia nos es
propicia, sin duda: nos creemos libres en ella y la libertad es, en esencia, la ilusión
feliz de ser libre, de pensar que «el hombre hace la historia», cuando la recíproca
-«la historia hace al hombre»- es por desgracia más verdadera».

3) Para Braudel es imposible separar la sociedad de la civilización (y viceversa) ya que


ambos amplios conceptos se refieren a una misma realidad. A modo de ejemplo: la
civilización occidental depende de la sociedad industrial. Si la sociedad se mueve o
transforma, lo mismo va a pasar con la civilización. Para distinguir va a tomar la
tesis de Lévi-Strauss sobre la diferenciación entre sociedades primitivas y
sociedades modernas, entre culturas y civilizaciones (tal como las distinguen los
antropólogos), que se basan en una identificación entre sociedades y culturas. A las
culturas corresponderían sociedades que crean poco desorden, que tienen tendencia
a mantenerse indefinidamente en su estado inicial, lo que explica, por otra parte, que
se presenten como sociedades sin historia y sin progreso. Las culturas primitivas,
por lo tanto, serían producto de sociedades igualitarias en las que las relaciones
entre los grupos está reglamentadas de una vez para siempre y se repiten
invariablemente, mientras que nuestras sociedades (las que corresponden a las
civilizaciones modernas) utilizan para su funcionamiento una diferencia de
potencial que se encuentra realizada en diversas formas de jerarquía social. Las
civilizaciones se fundarían sobre sociedades con relaciones jerarquizadas, con
fuertes diferencias entre los grupos y, por lo tanto, serían objeto de cambios de
tensiones, de conflictos sociales, de luchas políticas y de una perpetua evolución.
Otro factor de diferenciación importante son las ciudades, en el nivel de las culturas
apenas están esbozadas, en cambio, en el nivel de las civilizaciones proliferan. Sin
embargo, las civilizaciones, las sociedades más flamantes, englobarían, dentro de
sus propios límites, culturas y sociedades elementales. En una sociedad, el
desarrollo nunca habría alcanzado por igual a todas las regiones, o capas de la
población: «Es frecuente que queden islotes de subdesarrollo (zonas montañosas
demasiado pobres, o apartadas de las redes de comunicación), verdaderas
sociedades primitivas, verdaderas 'culturas' en medio de una civilización».Braudel
consigue establecer una geografía diferencial a partir de la relación dialéctica
campo-ciudad. El éxito principal de Occidente radicaría, en este sentido, en la
captación, llevada a cabo por las ciudades, del campo, de sus «culturas»
campesinas.
La sociedad es un conjunto de conjuntos que engloban lo económico, lo político y
lo cultural. Por lo tanto es la larga duración de las civilizaciones y su capacidad de
sobrevivir a conmociones políticas, sociales, económicas y hasta ideológicas lo que
la distingue de las sociedades que responden a una realidad dada.

4) Braudel basó su pensamiento en cuanto a la psique colectiva en el libro de Lucien


Febvre ‘Le problème de l’incroyance au XVIe siècle. La religion de Rabelais’ en el
cual recogía las teorías de Lucien Lévy-Bruhl. A pesar de las ideas colonialistas de
las que daba cuenta, Braudel siguió reproduciéndolas agregándole un matiz
materialista. Hay muchos rasgos que marcan las mentalidades colectivas de las
sociedades, por ejemplo, la época, que trae aparejada una forma de ver al mundo
que determina actitudes, decisiones, prejuicios, movimientos. Es producto de
antiguas herencias, de creencias, de temores, de viejas inquietudes, muchas veces
inconscientes. Las reacciones de una sociedad, frente a los acontecimientos del
momento obedecerían menos a la lógica que a este imperativo no formulado,
muchas veces informulable, que nacería del inconsciente colectivo. Este conjunto de
estructuras psicológicas es lo más incomunicable que tienen las civilizaciones entre
sí, lo que las aísla y las distingue mejor. Son poco sensible al paso del tiempo.
Varían sólo tras largas incubaciones de las son poco conscientes. La religión es el
rasgo predominante en el corazón de las civilizaciones, a la vez su pasado y su
presente. El Cristianismo se afirmaría como una realidad esencial de la vida
occidental, y a veces dejaría su huella en los ateos, aunque estos no sean conscientes
de ello. Así, por ejemplo, las reglas éticas, las actitudes ante la vida y la muerte, el
concepto de trabajo, el valor del esfuerzo, el papel desempeñado por las mujeres,
serían otros tantos comportamientos que derivarían del pensamiento cristiano. Casi
todas las civilizaciones están invadidas, sumergidas en lo religioso, lo sobrenatural
y lo mágico. Braudel da cuenta de la relación economía-mentalidad basándose en
Weber y Sombart quienes hablan del surgimiento del espíritu occidental capitalista.
Un modelo evolutivo de la mentalidad humana: ideas primitivas, religión e
ideología. Las ideas primitivas sucumbieron antes las organizadas religiones que se
convirtieron en superestructuras, luego terminarían surgiendo las ideologías, el
ultimo eslabón de remplazo y combate perpetuo al que se someten.

5) Toda sociedad, toda civilización está condicionada por datos económicos, técnicos,
biológicos, demográficos: «Las condiciones materiales y biológicas son siempre un
factor importante en el destino de las civilizaciones. El aumento o la disminución de
la población, la salud o la decrepitud físicas, el auge o la decadencia económica o
técnica repercuten tanto en el edificio cultural como en el social». De esa manera
Braudel articula la economía y la demografía. Privilegia la importancia del número
de hombres: ya que para él fue el único instrumento al servicio del hombre, por
consiguiente el único artesano de la civilización material. En principio, toda
expansión geográfica habría favorecido el auge de las civilizaciones pero la
abundancia de hombres, un día se volvería nociva, cuando el aumento de la
población excede al crecimiento económico. En el mundo entero se habrían
producido períodos de hambre, disminución del salario, revueltas y epidemias que
venían a sumarse al hambre, desengrosando las filas de la población mundial.
Después de estas catástrofes biológicas (como por ejemplo, la de la segunda mitad
del siglo XIV europeo, con la peste negra y las epidemias subsiguientes, o la que se
precisa en el siglo XVIII), los supervivientes vivirían de momento con más soltura
hasta que se reinicie el ciclo de expansión poblacional y se repita el ciclo. Parece
que la industrialización ha roto, a finales del siglo XVIII, y en el siglo XIX, este
círculo vicioso y que ha devuelto al hombre, incluso en casos de superpoblación, su
valor y la posibilidad de trabajar y de vivir. Un factor de gran influencia en el
desarrollo de civilización braudeliana es la incidencia de las fluctuaciones
económicas en las civilizaciones. La vida económica estaría continuamente
oscilando en fluctuaciones cortas y largas. Por otra parte, la vida económica sería
casi siempre creadora de excedentes, sea cual sea el sentido de la fluctuación. Ahora
bien, el gasto, el despilfarro de estos excedentes han sido una de las condiciones
indispensables para el lujo de las civilizaciones. La civilización se encontraría así en
función de una cierta redistribución del dinero: «Las civilizaciones se particularizan
en su cumbre y, más tarde, en su masa, según el mecanismo de redistribución que
les es propio, según los mecanismos sociales y económicos que reserva en los
circuitos del dinero la parte destinada al lujo, al arte, a la cultura». Tanto en la
actualidad como en el futuro, el problema estaría en crear una civilización que fuese
al mismo tiempo cualitativamente rica y civilización de masas, tremendamente cara,
inconcebible, nos dice Braudel, si no se pone una cantidad importante de excedentes
al servicio de la sociedad. Las desigualdades económicas en el ascenso de las
civilizaciones han hecho surgir entre diferentes clases sociales, también las ha
creado entre los diversos países del mundo.

6) La historia de la geografía puede considerarse como la historia del concepto espacio


y de la conciencia espacial por parte de las sociedades humanas. La geografía
humana es el estudio del espacio humano, o de la organización del territorio por
parte de grupos humanos a lo largo del tiempo. El estudio de la práctica y
conocimiento que los hombres tienen del espacio.
El espacio es un concepto histórico que fue evolucionando, pero puede definirse
como la resultante de los cambios producidos en la realidad observada (material y
social). Es abstracto y no se hace referencia a una situación concreta. El espacio
absoluto es el escenario en donde se sitúan los objetos, mientras que el espacio
percibido, es la experiencia vital de sujetos o grupos, también espacios de poder,
con relación no visibles y resultados evidentes.
El espacio geográfico es el producto material de una sociedad, todos formamos
parte de una determinada sociedad y nuestra posición o estatus condiciona el
comportamiento. La sociedad, se define como un conjunto de componentes que
mantienen un sistema de relaciones sociales que define su realidad, esto se proyecta
sobre el territorio. En las relaciones de producción, los individuos fijan jerarquías en
la sociedad, también distribución y movilidad. Cada grupo social tiene diferentes
necesidades y diferentes recursos disponibles en toda sociedad existirán individuos
y grupos sociales con diversas posibilidades de materializar sus necesidades e
intereses. Si la sociedad crea el espacio, el espacio asegura la existencia y
continuidad de esta sociedad.
El espacio geográfico es también objeto de consumo que en el seno de un sistema
capitalista se convierte en mercancía cuyo uso se paga un precio y del que pueden
obtenerse unos beneficios. Además, este con el tiempo puede transformarse, por lo
cual es heterogéneo y permite una funcionalidad territorial basada en la división del
trabajo y las desiguales condiciones de vida y acceso al bienestar. Pero, no obstante,
es dinámico en cuanto producto humano y debido a la importancia de las redes de
flujos materiales e inmateriales.

El parque Juan de Garay, de la ciudad de Santa Fe, data de la primera mitad del
siglo XX, a lo largo de un proceso social de más de seis décadas fue cambiando su
equipamiento, algunas de sus funciones, como así también sus consumidores y se
constituyó en un emergente de aquel proceso.
El paisaje es aquello del mundo que existe realmente para cada individuo, su
realidad, es su vida misma. El resto del universo solo tiene un valor abstracto. Yo
soy aquello que veo y aquello que hace sentir lo que veo. No hay un yo sin un
paisaje, y no hay un paisaje que no sea mi paisaje, el suyo o de él.
Es necesario pensar en el paisaje del parque de manera crítica, como forma de
entender la espacialidad, de lo geográfico e histórico, en su evolución en el tiempo.
El paisaje no es para siempre, es objeto de cambio. Al avanzar sobre la
interpretación del paisaje llegamos al lugar que es inseparable de la reproducción y
transformación de la sociedad en el tiempo y en el espacio. Es decir, la espacialidad
como producto social, parte integral de la construcción y estructuración de la visa
social.
El parque es analizado desde su espacialidad, porque es:
• Un espacio físico de naturaleza material, una mancha verde intercalado en el
tejido urbano, que no es neutra.
• Un espacio mental de cognición, de ideas conformadas a partir de elementos
y procesos de ese espacio, construidas por distintos actores sociales informados,
conscientes e intencionados, pertenecientes a grupos de segmentos sociales
diferentes.
• Representación de sí mismo que medio en las relaciones establecidas con el
espacio y otros individuos.
• En su estructuración social en tiempo y espacio, considerando en sus
dimensiones no neutras, en sus instancias intervinientes y como partes constitutivas
del proceso, que dan lugar a estructuras sociales y a prácticas cotidianas de
individuos concretos.
La vida social con sus múltiples conflictos está caracterizada en la espacialidad del
parque, en el que se materializaron los productos de la sociedad, en el transcurso de
una generación a otra. Mientras algunas funciones de ese espacio verde cambiaron,
otras no, pero para que se cumplieran fue preciso incorporar elementos nuevos, o
adecuar los existentes.
La carga material, los constructos que la sociedad fue depositando en el espacio,
tuvieron perdurabilidades diferentes a lo largo de un proceso social de más de
medio siglo, no exento de conflictos que marcaron peculiaridades en el espacio.
La ciudad entendida como lugar donde se superponen diversos modelos urbanos
que se transforman, resignifican, reutilizan, destruyen, reemplazan. El parque, como
lugar personalizado de una comunidad, permite interpretar en él la expresión de su
experiencia y su recuerdo como rasgos fundamentales de su identidad.
El parque actualmente es un lugar que implica una apropiación y transformación del
espacio y de la naturaleza, que cumple con estas tres funciones: de locale, porque en
ese emplazamiento físico se construyen las relaciones sociales de determinados
grupos; de localización en donde se producen los efectos de los procesos sociales y
económicos del locale, es decir, la sociedad con su red de relaciones sitúa la acción.
Es el lugar donde se da la reproducción y transformación de la relaciones sociales
requeridas por las demandas y requerimientos de una división del trabajo que
responde al control del poder político vigente y de sentido de lugar particular,
porque despierta sentimientos de agrado, empatías que pueden extenderse más allá
de sus límites, es decir, contribuye aún más como otro significado de lugar, pues
puede ser un objeto de identidad para su sujeto, en su diferenciación con otros
lugares.
Para Edward Soja la espacialidad es concebida como un producto social, como parte
de la construcción material y la estructuración de la vida social que no puede ser
comprendida si se la separa de la sociedad y de las relaciones sociales. Así, la
espacialidad vista como espacio socialmente producido, se distingue del espacio
físico de la naturaleza material, del espacio mental de la cognición y la
representación cognitiva; pero si, en su conjunto puede ser conceptualizado como su
equivalente.
El sujeto, en su representación mental del espacio físico, lo transforma en un
espacio social. Por eso, no se acepta la dicotomía de lo físico y lo humano en
geografía social, la producción social de la espacialidad se apropia de las
representaciones del espacio mental y las concretiza como parte de la vida social. Se
deduce, que la vida social está constituida materialmente en su espacialidad.
Espacio y tiempo socialmente construidos como manifestaciones concretas.
Al parque actualmente se lo ve comprimido por el avance de la urbanización de los
barrios vecinos del sector oeste de la ciudad. La marcación de las vecinales permite
apreciar que las que limitan el espacio físico del parque son seis. De ellas, cuatro
pertenecen a sectores carenciados de la sociedad santafecina, en los que se registran
altos índices de desnutrición, mortalidad infantil, hacinamiento, recrudecimiento de
la tuberculosis, violencia, inseguridad, drogadicción. Las dos restantes escapan a las
características antes mencionadas; sus pobladores pertenecen a segmentos sociales
de clase media alta, media y media baja y sus construcciones invadieron, en un
momento dado el predio destinado al parque, debido a la mercantilización del
espacio con edificios que evidencia la utilización e buenos materiales.
Se verifica en la espacialidad del parque su propia producción y reproducción
social, a través de la constante lucha, conflicto y contradicción entre los distintos
sectores que integran la sociedad de las vecinales, que más uso hacen de la
territorialidad del parque.
Los espacios verdes incorporan el tiempo libre del trabajador, tiempo de ocio para la
mayoría de los habitantes que concurren al mismo, y para otros, tiempo de
trabajo(vendedores de helados, gaseosas, globos, empleados de limpieza, agentes de
la dirección de tránsito, maestros, profesores, etc.,) donde se localizan y producen
las múltiples relaciones sociales cotidianas; relaciones cargadas de intencionalidad.
Es un espacio que no es neutro, es social, político e ideológico.
El tiempo libre entendido como las horas que le quedan a una persona después del
trabajo, al disminuir este, surgen dos tiempos: el de ocio y el de los desocupados. El
parque va cambiando de fisonomía según la hora del día, el día de la semana y de la
estación del año y de los grupos sociales que acompañan estos cambios.
El parque en un paisaje artificial, transformado por la vida en sociedad, es
heterogéneo porque está formado de elementos naturales y artificiales. Si se
considera, que la relación entre paisaje y sociedad productiva están cada vez más
ligadas, el paisaje, dice Milton Santos, es una escritura sobre otra, es un conjunto de
objetos de edades diferentes, una herencia de muchas momentos diferentes.

7) El territorio es el espacio concreto en el cual la sociedad desarrolla su actividad, es


decir, el espacio efectivamente apropiado por el hombre. Es cualquier porción del
planeta con la cual algo o alguien se identifican. Al relacionarse con el territorio los
seres vivos adquieren una nueva dimensión que sobrepasa su propia definición
espacial. Es el intento de un individuo de afectar o dominar gente, fenómenos o
relaciones mediante la delimitación y control del área geográfica.
Este resulta de las relaciones productivas en el mismo, es decir, de las relaciones
productivas y de poder, ambas hacen del territorio una mercancía, otorgándole a
cada territorio un valor ante la sociedad que lo habita. La variable temporal del
territorio le produce un constante cambio. Este se organiza en lo que se denominan
áreas de influencia, que tiene que ver con la organización política y económica de la
sociedad.
El territorio formal es la porción de planeta que posee límites más o menos
precisos y un estado que ejerce soberanía.
El territorio virtual está formado por una serie de núcleos a los cuales se le asocian
áreas, todo enlazado por una red de relaciones.
La territorialidad es el intento de un individuo o grupo de individuos para afectar,
influenciar o controlar gente, fenómenos o relaciones mediante la delimitación y
ejercicio del control sobre un área geográfica.
Esta territorialidad posee varias dimensiones posibles: desde lo que podríamos
llamar la territorialidad privada (el mundo en el cual una persona desarrolla su
existencia) Hasta una territorialidad colectiva, también en diferentes grados: del
grupo social primario (la familia), hasta la territorialidad del Estado e incluso de un
grupo de estados.
El concepto de región es bastante incierto, pero se dice que es una porción del
territorio definido mediante algún criterio de homogeneidad, ya sea elegido un solo
elemento, un conjunto de ellos, una historia, etc.
El ambiente es la combinación de elementos naturales y hechos por el hombre, en
el cual se desarrolla la actividad humana. La sociedad modifica a la naturaleza, pero
a su vez, la naturaleza le impone ciertos límites. Conocer y manejar esos límites es
lo que da la calidad del ambiente donde vive el hombre. Esto es la cuestión
ambiental, la naturaleza tiene diferentes tiempos, una catástrofe puede explicarse
mediante otras causas naturales en otros lados.
El ambiente construido es cuando el hombre construye nuevos elementos a partir
de lo que tiene en la naturaleza, para satisfacer sus necesidades; luego crecen y se
complejizan para dar paso a necesidades de orden cultural.
Proviene de la capacidad del hombre de modificar, construir y aprovechar los
elementos de la naturaleza; va desde los cambios temporarios hasta la
infraestructura de la sociedad. Existen fricciones entre el ambiente natural y
construido, son choques de temporalidades u contrastes de procesos.
Este aparece y crece de la necesidad de la sociedad de satisfacer en primer lugar las
necesidades básicas, pero luego crece y se complejiza al agregársele otras
necesidades.
En cuanto a los procesos demográficos, el ítem más relevante es la población, un
grupo de individuos que habitan en cierto territorio y que tienen en él su centro de
referencia espacial. Se la clasifica en urbana y rural. La relación directa entre el
tamaño de la población y el territorio está dada por el dato de densidad de
población, que indica la cantidad promedio de personas que habitan una cierta
unidad territorial.
Sobre los procesos productivos: el mecanismo por el cual la sociedad organiza la
satisfacción de sus necesidades es la actividad económica, esto es, la extracción,
transformación y distribución de recursos naturales en bienes y la organización de
actividades destinadas a satisfacer las necesidades básicas y no básicas de la
sociedad. La actividad económica, entonces, incluye desde la producción agrícola a
la edición de un periódico y desde la pesca comercial hasta el diseño de un lote.
Tiene tres tipos:
La actividad primaria entabla con el ambiente natural una relación muy estrecha,
utiliza al mismo para obtener la materia prima, ya sea de origen vegetal, animal
alterando muchas veces los eslabones de las cadenas tróficas en los distintos
biomas. Además las explotaciones mineras que generan modificaciones al mismo.
En general, la producción primaria es por definición una actividad predatoria del
medio natural.
La actividad secundaria es aquella que se dedica a generar productos listos para su
consumo a partir de las materias primas provistas por las actividades primarias.
Capital, trabajo y tecnología son sus factores fundamentales.
La actividad terciaria es la parte de la economía que no genera productos tangibles
(salvo en algunos casos muy específicos), sino que se encarga de la distribución de
bienes y la satisfacción de algunas necesidades sociales tales como la educación y la
cultura. Agrupa actividades muy disímiles, tales como el comercio, el transporte, la
educación y la investigación, la administración, las finanzas y las comunicaciones,
cada una de las cuales maneja factores, elementos y áreas diferentes.
Bibliografía:
- F. Braudel: Las Civilizaciones Actuales;
- R. Puyol- J. Estebanéz y R. Méndez: Geografía Humana cap. I;
- E. Álvarez De Dotti- G. Cruces: La Geografización del Paisaje y la Espacialidad
del Parque;
- C. Reboratti: Estructura y Dinámica del Territorio.

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