Federico Medina (2013) - El Clerigo Escolastico Zegada y La Sociedad de Beneficencia de Jujuy (Siglo XIX)
Federico Medina (2013) - El Clerigo Escolastico Zegada y La Sociedad de Beneficencia de Jujuy (Siglo XIX)
Federico Medina (2013) - El Clerigo Escolastico Zegada y La Sociedad de Beneficencia de Jujuy (Siglo XIX)
Departamento de Historia de
la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, 2013.
Federico Medina.
Cita:
Federico Medina (2013). El clérigo Escolástico Zegada y la Sociedad de
Beneficencia de Jujuy (siglo XIX). XIV Jornadas
Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia de
la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional de Cuyo,
Mendoza.
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XIV Jornadas Interescuelas / Departamentos de Historia
Mendoza - 2013
Federico Medina
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Introducción
1
Estatuto Provincial sancionado en 1839. Transcripto en: Registro Oficial. Compilación de Leyes y decretos
de la Provincia de Jujuy, tomo I, 1884. P. 106. En adelante: Registro Oficial.
2
Ley sancionada el 14 de enero de 1844. En: Registro Oficial. P. 176.
3
Vergara (1940).
imaginaras cuanta es la oposición de los perversos a todo lo bueno, y de
cuantos artificios disfrazados se valen para destruirlo)4.
4
Archivo del Museo Histórico Norte. Carta de Escolástico Zegada a Macedonio Graz. 25 de julio de 1851. C.
V. C. 32.
régimen federal apoyó y movilizó para que fuera elegido gobernador su ministro Pedro
Castañeda. Sin embargo, Castañeda fue inmediatamente depuesto por un grupo liderado por
Mariano Santibáñez, de vasta experiencia en la insurgencia ya que participó en las batallas
por la autonomía jujeña y fue uno de los integrantes de la revuelta unitaria de 1840. Los
descontentos eligieron a Zegada gobernador provisorio quien, por ese momento, era
diputado por la Capital.
Nos referimos a este episodio porque uno de los muchos argumentos que quedaron
reflejados en el acta5 del suceso acusaba al gobierno federal de haber suprimido la Sociedad
de Beneficencia y con ella sus proyectos, entre los que se referían puntualmente al aula de
Idiomas, coordinada por el cura Escolástico Zegada. Se atribuía al gobierno federal haber
“quebrantando y echando por tierra las leyes de su creación [Sociedad de Beneficencia],
para llevar adelante sus sistemado desentendimiento del progreso del país y su calculada
oposición a toda mejora pública por más urgente y reclamado que fuese por el Pueblo”6.
Quizás el rasgo más característico que los unía haya sido su oposición en ciertos
momentos al régimen federal y hayan colaborado de los breves gobiernos unitarios. Por
ejemplo, Mariano Santibáñez junto a Miguel Bárcena formaron parte del gobierno
instaurado en 1842, adherente a la Liga del Norte. Por su parte. Mateo Molina, fue un
médico cirujano porteño que venía acompañando las tropas unitarias del general Lavalle y
que pasado este episodio se quedó residiendo en Jujuy. Santibáñez, luego encabezaría una
segunda asonada en contra del gobierno federal de Iturbe en 1849, en la que participaron la
mayoría de los descriptos antes, movimiento que -como adelantamos- lo llevó a Zegada a la
gobernación.
Luego de los años que estuvo Pedro Castañeda en el poder siguió un período, que la
historiográfica clásica denominó “interregno unitario”, en el que fue elegido gobernador
José López Villar. Su gabinete y su equipo de gobierno estuvieron compuestos por la
mayoría de los personajes que integraron la Sociedad Filantrópica. Ejemplo de lo que
decimos fue la conformación de la Comisión encargada de presentar una propuesta de
Estatuto Provincial que estuvo compuesta, entre otros, por Mariano Santibáñez, Manuel
Padilla y José Benito Bárcena (Sánchez de Bustamante, 1957: 216). En esta época era
diputado Escolástico Zegada.
7
Registro Oficial. P. 258 y 259.
más adecuado y expeditivo, excluyendo de ella al Gobierno por otras
importantes atenciones que constantemente le rodean, y darle las
atribuciones del Instituto filantrópico creado por Decreto el 9 de Octubre
de 1850 por hallarse aquel disuelto y ser inverificable su reintegro y
estabilidad en el número de individuos de que se compone, cuyos
atributos eran los de inspecciones sobre los establecimientos de educación
pública y el Hospital con facultad de arbitrar los recursos necesarios para
este, previo el superior permiso del Gobierno, abriendo suscripciones
voluntarias, siempre que lo exijan las necesidad de dicho Hospital, y de
acordar los Reglamentos que fuesen convenientes para el régimen de
aquel establecimiento, sometiéndose a la sanción del Gobierno. Con las
luces y patriotismo de la expresada Sociedad, espera el Gobierno poder
arribar con mejor éxito a tan benéficos fines, siempre que diesen lugar las
vitales atenciones de la Patria8.
No era difícil suponer los motivos por los que el gobernador Iturbe disolviera la
Sociedad Filantrópica, ya que como vimos estaba integrada en su conjunto por unitarios
que habían participado en las asonadas que derribaron gobiernos federales (1840 y 1849) y
formaron parte del breve interregno político de José López Villar. Iturbe transfería las
funciones, que las veremos en el apartado que sigue, de la Sociedad Filantrópica a la
Sociedad de Beneficencia fundada en 1844. La razón la podemos encontrar en el poder que
quería continuar conservando el gobierno en la marcha de la Institución. Si bien retiraba la
representación formal del gobierno en la Comisión Directiva, no lo excluía de la toma de
decisiones. De los cinco integrantes de la misma, el gobierno se reservaba la designación
efectiva e indirecta de cuatro: el juez de primera nominación, el procurador de la ciudad y
tres ciudadanos. La Comisión continuaría estando formada por el cura párroco.
Algunos de estos agentes -como Macedonio Graz, Manuel Padilla, José Quintana y
José Benito Bárcena- ocuparían cargos de representación a nivel nacional en el Congreso
de Paraná. Su carácter de representantes les permitiría llegar y vincularse con el elenco
urquicista, especialmente con Juan María Gutiérrez, quien ocuparía varios ministerios -no
simultáneamente- del gabinete urquicista. Puntualmente, Graz, Padilla y el cura de la matriz
colaborarían operando a favor del candidato a presidente propuesto por Urquiza en 1859.
Aspecto que es posible sugerir incluía el apoyo en el Congreso a los proyectos presentados
por ejecutivo nacional. No fue menor el hecho que Zegada, desde sus lugares de acción
pastoral arengaba a sus feligreses a apoyar al gobierno nacional presidido por Urquiza.
Toda esta red de mediaciones y reciprocidades darían como resultado que el gobierno
nacional aportara fondos para la Sociedad de Beneficencia y sus proyectos.
9
Actas de la Sociedad de Beneficencia de la década de 1850. Transcriptas en el catecismo formulado por
Escolástico Zegada. Archivo del Complejo Cultural San Francisco de Salta. Zegada, Escolástico;
Instrucciones Cristianas, Imprenta Coni, Buenos Aires, 1869. En adelante: ACCSFS. Zegada (1869).
10
AMHN. Carta de Escolástico Zegada a Macedonio Graz. 25 de julio de 1851. C. V. D. 32.
socialmente y que pudieran destacarse por su buena conducta, honradez y sentimientos
benéficos11.
Con el paso de los años se sumarían las Hermanas de la Caridad para el caso del
Colegio de Mujeres y Padres Lazaristas para el Colegio de varones, otro proyecto
concretado por la institución. La gestión de estos misioneros ante las autoridades de París la
realizó Escolástico Zegada junto al gobernador eclesiástico en sede vacante Isidoro
Fernández. En este sentido, no estuvo ausente la presencia eclesiástica, tal como se puede
observar en la visita eclesiástica realizada por el mismo Fernández que supervisó -cuyo
dictamen fue positivo- en 1858 el establecimiento, las clases impartidas, los reglamentos y
los autores que se utilizaban para la enseñanza13.
11
Las representaciones con respecto a las mujeres Zegada puede verse su catecismo Instrucciones Cristianas,
editado en tres oportunidades: 1847, 1857 y 1869.
12
Esto se desprende del acta del 9 de marzo de 1862, citada en (Vergara, 1940: 159).
13
Visita del provisor eclesiástico del obispado de Salta en sede vacante, junio de 1859. Transcripta en
ACCSFS, Zegada (1869: 40-43).
provincia y colaborando en los gobiernos unitarios. Por otro lado, la centralidad de los
vínculos tejidos entre miembros de la Sociedad con miembros del poder nacional nos ayuda
a comprender su continuidad.
Bueno es señalar que los emprendimientos llevados a cabo por la Sociedad fueron
apoyados de una u otra manera por el Estado provincial y que el mismo se encontraba en
proceso de edificación, institucionalización y diseño de sus competencias. Las instituciones
creadas por la Sociedad acompañaron y otras suplieron las competencias del Estado en la
resolución de problemas sociales.
14
Carta de Escolástico Zegada a Macedonio Graz, del 25 de julio de 1844. Ver, Vergara (1940: 72).
nacional: cuyo fin es propender a todo lo que sea útil al País. Aquí estoy
tratando de hacer a lo menos un remedo de eso para procurar una aula de
latín y de Lógica y Ética (de la 1ª ya esta encargado el Dn. Isidoro (…));
otra de rudimentos de Derecho Civil, un Hospitalisto; una Casa de
Educandas [etcétera]15.
15
AMHN. Carta de Escolástico Zegada a Macedonio Graz, 31 de diciembre de 1844. C I. D. 27.
16
Decreto del poder ejecutivo, 1 de julio de 1846. En: Registro Oficial. P. 205-206.
subvencionó una beca por cada departamento con el objetivo que esas niñas, luego de su
formación, pudieran transmitir sus conocimientos en las diferentes localidades de la
provincia (Vergara, 1940; 151-167). Las egresadas de la institución serían las primeras
maestras de las escuelas que luego inauguraría el gobierno.
17
Aspecto que debemos continuar profundizando.
Sociedad ya había fallecido, la instalación del Asilo fue una de sus ideas llevadas a la
práctica. En 1856, advertía de la necesidad de un Asilo en su escrito Reflexiones sociales y
religiosas como ciudadano de la República y ministro de la Iglesia18.
El Hospital, al inicio sin nombre y luego denominado San Roque, fue otro de los
proyectos pensados y emprendido por Escolástico Zegada al principio sin ayuda oficial y
después encausado a través de la Sociedad de Beneficencia. Junto al Hospital se iba a
restaurar la Capilla de la orden mercedaria, abandonada en el siglo XVII.
18
Complejo de Archivos y Bibliotecas Históricos de Salta. Fondo Zambrano. Zegada, Escolástico (1856);
Reflexiones sociales y religiosas como ciudadano de la República y ministro de la Iglesia, Imprenta del
Comercio, Salta. En adelante: CABHS. Zegada (1856).
19
CABHS. Zegada (1856: 18-19).
precaver, en cuento pueda, las usurpaciones y tropelías que la
experiencia demuestra que se cometen contra las fundaciones piadosas20.
Uno de los principales objetivos por la que se creó la Sociedad Filantrópica fue para
la administración del Hospital, que terminó abriendo sus puertas en 1850. Los
administradores serían personajes relacionados con Zegada. Durante mucho tiempo ocupó
el cargo el sobrino político del cura de la matriz, Ignacio Carrillo. Los que realizaron el
reglamento de funcionamiento fueron Manuel Padilla, Alejo Belaude y Mariano Santibáñez
(Vergara, 1940:116).
Así, vemos que la Sociedad ocupó un rol de relevancia en Jujuy, entre su creación y
los primeros años de la década de 1860. Fue la encargada de formular reglamentos que
normatizaran relaciones sociales y estuvo encargada de establecimientos sanitarios y de
formación. Se puede sugerir que existió cierto consenso entre los diferentes sectores
políticos, ya que las ejecuciones de los proyectos se realizaron en gobiernos federales y en
los interregnos unitarios primero y luego recibieron el apoyo de los gobiernos en la era
poscaseros. Varias de las iniciativas fueron propuestas por el cura párroco y su círculo afín,
apoyado y sostenido por los diferentes gobiernos (provinciales y nacionales).
20
Solicitud realizada por Escolástico Zegada al vicario apostólico de Jujuy José Mariano de la Bárcena.
Transcripta en: (Vergara, 1940: 101). La cursiva nos pertenece.
21
Registro Oficial. P. 239-240.
La Sociedad de Beneficencia, contó para la realización de sus proyectos con fondos
provenientes del estado provincial de Jujuy así como de recursos del poder nacional en
ciernes. Esto se debió -podemos suponer- a que muchos de los que integraron el seno de la
misma eran funcionarios del estado provincial o diputados en la Sala de Representantes que
podían influir en los presupuestos anuales. Del mismo modo, se puede decir de los
representantes de Jujuy en los órganos de gobierno a nivel nacional, en el que jugaron
solidaridades y reciprocidades políticas. A su vez, no fue menor la importancia del aporte
de la feligresía y de los negocios económicos que emprendió la Sociedad para conseguir
fondos.
La preocupación del financiamiento fue una de los aspectos que más interesó a
Escolástico, así se lo expresaba a su sobrino Macedonio Gras, en términos de
recomendación en razón de una Sociedad que integraría Gras en Bolivia:
22
AMHN. Carta de Escolástico Zegada a Macedonio Gras, 25 de julio de 1851. C V. D. 32.
23
Registro Oficial. P. 176-177.
24
Registro Oficial. P. 230.
Artículo 2: Acuérdese el decreto del Exmo. Gobierno, fecha 7 de Mayo
de año 47, relativo a multas y herencias, cuyo ingreso entendiéndose
comprehendido el derecho transversal, quedó aplicado a beneficio de la
expresada obra (…)
Como se puede ver, el gobierno federal no sólo aportó con dinero sino también
delegando el trabajo de los hombres penados por la justicia, y otorgándole las multas y
herencias transversales. En realidad, los artículos segundo y tercero refrendaron lo
declarado por el gobernador Iturbe en diciembre de 1848 en un mensaje dado a la
Legislatura. En ese mensaje sostenía la necesidad del gobierno en acompañar el “esfuerzo
de nuestro recomendable párroco y a la generosa filantropía de los ciudadanos que han
contribuido con sus expendios a este interesante trabajo”26.
El aporte de los fieles fue bastante generoso. Este aporte no sólo se usó para la
construcción del Hospital y la reedificación del templo de la Merced sino también para los
establecimientos de educación. Las donaciones fueron desde arriendo de propiedades, fue
el caso de la propiedad de Rio Negro de Pablo Soria, dinero aportado en diferentes sumas
por miembros de la elite de la provincia y hasta feligreses que contribuían materiales para
la construcción, animales y productos que eran comercializados en Tambo o Recova
25
Registro Oficial. P. 240.
26
Discurso del gobernador Mariano Iturbe a la Legislatura, 5 de diciembre de 1848. Transcripto en: Sánchez
de Bustamante (1957: 237). El subrayado nos pertenece.
27
Registro Oficial. P. 258-259.
destinada para este fin, de la que nos referiremos más adelante. No menor fue las
contribuciones (dinero, productos) recogidas por los curas párrocos de la vicaría foránea28.
A partir del año 1855 el Hospital empezaría a recibir fondos del gobierno de la
Confederación, que serían sostenidos hasta 1857 y luego se continuarían con
intermitencias. Esta gestión fue realizada por Juan María Gutiérrez cuando era ministro del
gobierno urquicista29. En este sentido, bueno es recordar que existió una sólida relación
entre algunos miembros de la Sociedad Filantrópica y la dirigencia del poder nacional en
ciernes. Nos referimos a los diputados nacionales al Congreso de Paraná, Macedonio Graz,
Manuel Padilla y Mariano Iriarte. Por otro lado, el propio Escolástico Zegada llamaba -
desde el pulpito y desde su catecismo de 1857- a apoyar el orden político liderado por el
Vencedor de Caseros (Medina 2012).
El apoyo del gobierno nacional no se limitaría a los tiempos de Urquiza sino que
también provino del gobierno de Bartolomé Mitre. Ya habíamos adelantado que el gobierno
de Mitre había donado $ 2000 para la creación del Colegio de varones. En 1862, Zegada
cuando fue a Buenos Aires a ocupar la banca de senador por Jujuy, conoció a Bartolomé
Mitre. Escolástico aprovecharía la oportunidad para presentarle al por entonces recién
electo presidente de la nación, los proyectos que la Sociedad de Beneficencia llevaba a
cabo en Jujuy. En 1864, el cura de la matriz se dirigía a Mitre:
A la solicitud que allí dirigí de auxilios para hacer venir esta hermandad,
V. E. generosamente contestó proporcionando lo que se creyó preciso
para el transporte hasta Buenos Aires. Ahora; sin que sus pesadas
atenciones le hayan hecho olvidar este asunto, continúa su bondad
ofreciendo medios para el transporte hasta aquí (…) Por la misma gratitud
a que estoy pongo a disposición de V. E. como a bienhechor, como a
Magistrado y como amigo, ambos establecimientos; tal vez quiera que
28
Por ejemplo, el cuaderno de anotaciones de Escolástico Zegada decía que Fray Vicente [Comín] de Santa
Bárbara donó 326 ps.; el mismo Zegada figura haber tomado 200 ps. de la fábrica de la Iglesia Matriz; 343 ps.
recogidos por el cura de Tumbaya; 17 ps. remitidos por don Alejo [Marquiegui] de su curato; 108 ps. más 215
corderos remitidos por el cura de Humahuaca. Corresponde señalar que las anotaciones no tienen fecha
precisa, por alguna cita aislada se puede suponer que fueron de los primeros años de la década de 1850. Eran
anotaciones personales de Escolástico Zegada, citada en (Vergara, 1940: 103-115).
29
Carta de Escolástico Zegada a Juan María Gutiérrez, Jujuy, 14 de diciembre de 1862. Transcripta en
Epistolario del Doctor Juan María Gutiérrez, Tomo VII, Biblioteca del Congreso, 1990. Pp. 165-166.
entre a ellos a su nombre algún hijo o hija de algún amigo o patriota, o de
cualquier otro: serán atendidos del mejor modo; y será cual fuera el uso
que quiera hacer de mi humilde ofrecimiento, será satisfecho30.
Consideraciones finales
30
Archivo General de la Nación. Colección Casavalle. Sala VII. Expte. 19.3.4. (2298). Carta de Escolástico
Zegada a Bartolomé Mitre, Jujuy, 26 de septiembre de 1864.
31
Esto se desprende de las correspondencias mantenidas entre Escolástico Zegada y Juan María Gutiérrez. Cf.
Epistolario del Doctor Juan María Gutiérrez, tomo VII, Biblioteca del Congreso de la Nación, 1990.
Se pudo visualizar que en la materialización de los proyectos hubo percepciones
compartidas entre los miembros de la Sociedad, los diferentes sectores de la dirigencia
política y el poder eclesiástico. Se buscaba atender lo que se consideraban eran problemas
sociales. A través de la educación se buscaba instruir a la “plebe” y sacarla de la
“ignorancia”, castigar a los que se desviaban de la regla social establecida y separar y
atender la enfermedad. En estas percepciones se afirmaron los proyectos que la institución
emprendía.
En este sentido, además de los fondos aportados por el gobierno provincial y de los
feligreses, la Sociedad recibió fondos del gobierno de Justo J. de Urquiza y luego del
gobierno de Bartolomé Mitre. Nuevamente, estos apoyos se los puede comprender en los
vínculos tejidos por miembros de la Sociedad y funcionarios del gobierno provincial, en la
que no se ausentó una relación mutua de solidaridades políticas.
Bibliografía
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1852”, en: Teruel, A. y Lagos, M. (dirs.) Jujuy en la Historia. De la Colonia al Siglo XX,
UNIHR, UNJu, Jujuy.
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en: Teruel, A. y Lagos, M. (dirs) Jujuy en la Historia; UNHIR, UNJu, Jujuy.
Foucault, Michel (2008) [1975]; Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Siglo XXI
editores, Bs. As.
González Bernaldo, P. (2007); “La “sociabilidad” y la historia política”, en: Peire, Jaime
(comp.) Actores, representaciones e imaginarios, EDUNTREF.
Vergara, M. Á. (1938); Jujuy bajo el signo federal, Edición del Gobierno de Jujuy, Jujuy.