La Mision de La Iglesia
La Mision de La Iglesia
La Mision de La Iglesia
MENSAJE A LA IGLESIA
LA MISIÓN DE LA IGLESIA
Lectura bíblica:
«Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su
luz admirable» (1 Pedro 2: 9).
Amadas hermanas y hermanos en Cristo, a Dios sea la Gloria, porque nos permite
conocer sus propósitos para cada uno de nosotros en nuestra vida, le da sentido a
nuestra existencia, y acrecienta nuestra fe en la esperanza de vivir eternamente entre los
santos. A Él y sólo a Él la Gloria, porque sus caminos son inexcrutables, pues dirige los
pasos de su amada Iglesia. A Él sea la Gloria por la oportunidad para traer a ustedes esta
reflexión sobre la Misión de la Iglesia.
Hablar de Misión de la Iglesia, es un tema muy extenso, que demanda escudriñar las
Escrituras para no sólo conocer a fondo lo que Cristo ha puesto como su propósito para
ella, y entender el diseño de Dios para su pueblo; Dios no deja las cosas al sino . azar
sino que tiene un plan para cada uno de nosotros y para su Iglesia. Pidamos a Dios que
su Santo Espíritu nos permita acercarnos a la mente de Cristoo y explorar un poco en este
tema tan importante y cautivador.
Tal vez podamos empezar por el significado de la palabra eclessia, que se encuentra en
el Nuevo Testamento, y cuyo antecedente en el Antiguo Testamento es la congregación o
asamblea, de ahí que para los judios del primer siglo estos términos fueran equivalentes
en su sentido comunitario. La palabra iglesia se deriva pues del griego eclesia, que a su
vez proviene de la palabra calein, “llamar fuera de”, lo que nos llama a pensar en el
conjunto de hombres y mujeres apartados para Dios. El apóstol Pedro lo expresa de
manera excelsa cuando afirma que somos «linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios» (1 Pedro 2: 9).
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La Iglesia es entonces un cuerpo separado o apartado formado por los llamados o elegidos –de
todas las naciones y tiempos- (ecletoi) (Ap. 17: 14, 1 Co. 1: 2. 24. Por el amor inmenso de Dios, es el
conjunto de pecadores redimidos por la sangre preciosa de Jesucristo, y aún más, la totalidad de las
personas santificadas por la permanencia del Espíritu Santo en ellos (1. P. 2: 9, 5: 10, Ro. 8: 28-30).
En resumen este pasaje nos dice que los discípulos de Cristo, se enseñaban los unos a
los otros, tenian comunión juntos, adoraban, ministraban y evangelizaban: no hay razón
para cambiar el plan de Dios.
Dios espera que hagamos en la Iglesia lo que ha planeado, pero si escogemos salirnos de
su plan, así como ocurrío con el pueblo de Israel, Él encontrará a otros dispuestos a hacer
Su Voluntad. Recordemos que Dios no hace acepción de personas, cada uno tiene un
valor dentro de su Iglesia, y por tanto es importante para el cumplimiento del plan redentor
de Dios.